18
…..lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE CUARTO DE ESA CUARTO DE ESA CUARTO DE ESA CUARTO DE ESA EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO CURSO 2012 CURSO 2012 CURSO 2012 CURSO 2012

Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Traballo feito na clase curso 2011-2012

Citation preview

Page 1: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

…..lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera

HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE HISTORIAS ORIGINALES DE

ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE ALUMNOS Y ALUMNAS DE

CUARTO DE ESACUARTO DE ESACUARTO DE ESACUARTO DE ESA

EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO EPA BERBÉS DE VIGO

CURSO 2012CURSO 2012CURSO 2012CURSO 2012

Page 2: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

1

Todo sucedió en el año 1922 en donde dos amigos de la infancia que crecieron juntos “Reif” y “Dani”, decidieron ser pilotos de aviación de las Fuerzas Armadas Españolas, ya que el padre de Dani era a lo que se dedicaba y ellos desde pequeños siempre soñaban con que algún día también lo serían y solían jugar con la avioneta de su padre.

Años más tarde cuando lo consiguieron, ya fueron juntos a la Escuela Internacional de aviación, Reif entabló una amistad con una chica que trabajaba de camarera en la cafetería donde ellos siempre paraban a almorzar. Comenzaron a quedar para ir al baile y a dar paseos de vez en cuando y cuando parecía que en la historia comenzaba a surgir el amor, a Reif lo destinan a otra base militar. Deciden continuar con la relación a distancia, aunque las cosas empezaron a enfriarse por parte de Blanca, que es así como se llamaba la chica y aunque mantenían contacto por carta ella cada vez pensaba menos en el.

Dani seguía yendo a almorzar a la cafetería en la que Blanca trabajaba. Hubo un día en el que un chico se quiso sobrepasar con ella y Dani saltó sobre el golpeándolo y echándolo del bar, y ella en muestra de agradecimiento, decidió invitarlo al almuerzo y se sentó en su mesa a charlar.

Comenzaron a halar de su relación con Reif y de otras muchas cosas y cuando se dieron cuenta de la hora que era ya habían pasado tres horas.

Al día siguiente él la invitó a cenar y ella accedió y poco a poco comenzaron a sentirse atraídos el uno por el otro, hasta que comenzaron a tener una relación. Tanto Dani como Blanca no sabían cómo decírselo a Reif, ya que cada vez estaban más enamorados y sentían que estaban traicionando a Reif.

Por miedo o cobardía, se lo ocultaron durante un año y después de un año a Reif lo volvieron a destinar a la base militar en la que estaban Blanca y Dani. Cuando este llegó sorprendió a la pareja en la puerta de la cafetería ya que acababa el turno y Dani fue a recogerla.

Reif iba ansioso de darle una sorpresa a su querida y cuando cruzó la manzana y vio a lo lejos una pareja dándose un beso y echar a andar de la mano, se quedó tan bloqueado en medio de la calzada por la que en ese momento pasaba un furgón militar…….

…..lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 3: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

2

Un venres pola noite, Antonio decidiu ir de festa a tomar algo cos seus amigos Xoán e Pedro.

Estiveron toda a noite de diversión e bebendo en distintas discotecas da cidade.

Horas mais tarde, sobre as cinco da mañá, Antonio xa se pasara bebendo e por unha tolería acabou pelexando con outra persoa.

O final de aquela noite grazas a Xoán e Pedro non chegou a tanto a pelexa e o único que quedou daquela noite foron un mal recordo e uns zapatos tirados na beirarrúa.

3

Esta historia trata de una desaparición en la que está involucrada la familia de Marta Alonso. Los personajes principales son:

- El abuelo de Marta, Salvador. - El detective que contratan, Daniel

Tino. - La ayudante del detective,

especialista en informática, Nuria Abab.

Los personajes secundarios son: algunos familiares, como el hermano de la desaparecida, Joaquín Alonso, la madre Magdalena, el padre, Antonio, los tíos, primos…

Ocurren los hechos en Vigo, Canido en 2000.

El abuelo, Salvador Cerqueira, quería que volviera su nieta con la que mantenía una estrecha relación entre la familia, la quería mucho más que a su hijo. Su nieta había sufrido mucho en su infancia, sus padres no la querían mucho, porque ella era un poco rebelde, pero de buen corazón.

Había sufrido desprecios, humillaciones, en fin, suficientes cosas como para irse y no volver nunca. Ella se apoyaba en su abuelo, que la comprendía y la escuchaba. Hasta que un día desapareció.

El problema era que su desaparición traía un reguero de dudas, ya que esta no se había llevado ni documentación, ni dinero, ni ropa. Nada.

Su abuelo sospechaba que algo había detrás de todo esto. Marta había acudido a él el día de su desaparición, quería hablar con él, contarle algo, pero Salvador no pudo atenderla por negocios y le dijo que después de comer la escucharía, pero no pudo ser, ella desapareció antes.

Page 4: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

De esto habían pasado ya 12 años y Salvador no podía aguantar con la culpa de no haberse reunido con su nieta, seguro que ella no hubiera desaparecido. Sus pensamientos iban desde que ella hubiera conocido a alguien y se marchase con él, o que le hubiese pasado algún accidente y haber muerto, o que sus padres la tuviesen escondida.

Contrató un detective, el mejor de todo el país. Este detective tenía una ayudante, cuyo aspecto físico era el de una mujer desaliñada, sin combinar la ropa, su aspecto físico le daba igual porque era la mujer más profesional en trabajo que él había conocido.

De hecho, gracias a su profesionalidad encontró en un país muy lejano a Marta, la desaparecida Marta después de 12 años.

Ella le contó que había desaparecido porque debía marcharse y esconderse de su hermano, que era un loco que la perseguía para aprovecharse de ella. Eso era lo que quería contarle a su abuelo. Pero como ella se sintió nuevamente rechazada decidió desaparecer con sus problemas y no hacer daño a su abuelo.

Cuando ella regresó junto con su abuelo empezaron con unas demandas a su hermano y a su padre (que era el responsable de todo lo sucedido). El abuelo luchó por su nieta hasta el fin del juicio y ganaron.

Entonces ella fue definitivamente feliz, empezó a estudiar, se sacó una carrera, se casó, tuvo dos hijos, y todo esto gracias a su abuelo que había luchado por su felicidad;

Hicieron una fiesta para celebrarlo, fue increíble, lo único que quedó de aquel día, fueron unos zapatos tirados en la acera.

4

Lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera….. pensó Batista mirando a Elodia pasar por la acera de enfrente….¿Cuanto habría pasado? ¿Diez? , ¿Doce años? Pero lo recordaba con un sabor dulce de melancolía.

Recordaba, aunque quizás lo que estaba haciendo era construir los recuerdos, que con la excusa de ver el partido, habían quedado todos en el “Nando”, el casino de siempre, para disfrutarlo ( al final fue sufrirlo!!) juntos. Él con la cuarta cazalla había ya olvidado el partido y había encontrado en el fondo del vaso el valor para decirle a Elodia que ….le gustaba.

Joder- pensó- cuatro cazallas para dos palabras, si le hubiese recitado canción de otoño en primavera no le hubiesen llegado ocho botellas.

¡Dios, que viene el autobús! –dijo- y en el tiempo que sacaba el billete y se sentaba( no llego a dos minutos) recordó el final de aquella historia.

…Gol del cabrón de Raúl… Gol del hijo puta de Morientes y el otro ya ni se acordaba.. todos tirando cosas por el aire y claro Elodia tuvo que tirar sus zapatos a la acera.. (porque si no, no hay forma de acabar esto.

Page 5: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

5

Lo único que quedaba de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera..

Era una noche fría de invierno, llovía a raudales y el viento soplaba con fuerza. Había llamado a dos amigos, Marcos y Yago, esa noche nos disponíamos a beber una botella en el Náutico, lo mítico de cada fin de semana que se había convertido en rutina..

Salimos de casa con 12,50 euros en el bolsillo, con hielos, Fanta y tres vasos en el Verín que proporcionaba la energía suficiente para acabar mal la noche.

Llegamos al Náutico, nos sentamos en los bancos metálicos, Marcos sirvió unas copas mientras Yago sujetaba el vaso helado con sus guantes. Bebimos. Pasó el primero, el segundo y tercer cubata..Estaban todos ya mareados, rayando con sus movidas.. Tiré de móvil.. Busqué en la agenda y la llamé.

Con su voz dulce me dijo que fuera junto a ella y sin pensármelo dos veces, me eché la última copa y dejé a Marcos y Yago con sus locuras.

Eché a andar Náutico para delante y justo un poco antes de llegar a donde estaba, ya la había visto con un vestido negro y esos tacones… toda rica ¡Madreee!

Le di dos besos y ella sonrió. Llevaba un tiempo queriendo tener algo con ella …. Me flipaba. Se mostraba receptiva y cariñosa conmigo, el problema ahora era deshacerme de sus amigas, pero en eso ya soy un experto y le propuse ir a comer un bocata, llenar el estómago y retirarse.

No me puso ninguna pega, nos fuimos del Náutico y comimos dos

hamburguesas en la bocatería y le dije de ir a mi casa..

Ella sonrió, sacó sus bailarinas del bolso y asqueada de esos tacones que tanto le molestaban, me agarró de la mano y la lluvia nos fuimos andando ……

Page 6: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

6

Era un día como otro cualquiera, o tal vez no, eso es lo que menos importa. Lo que importa es contar lo que sucedió el 24 -08 -2033. Los rusos llevaban a cabo un plan para batir a Estados Unidos, la potencia mundial más fuerte de todas. Para ello, Rusia decidió que lo mejor era aliarse con ellos, sin embargo, lo que no sabía Rusia es que Estados Unidos ya sospechaba del ataque.

Rusia pensó que tal vez no sería capaz de acabar ella sola con Estados Unidos, así que decidió buscar otra potencia que se uniera al ataque sorpresa, esta fue la rencorosa Japón.

Estuvieron varios años aliados hasta que Estados Unidos descubrió que Rusia iba a atacar definitivamente y decidieron probar una nueva arma peor aún de lo que sería una bomba nuclear.

Esta es una bomba biológica jamás probada con anterioridad, que hacer que los individuos o cualquier ser viviente muera por mutación o atacados por unos animales que allí viven y que ya habían conseguido mutarlos y a los que llamaban demonios, animales tipo murciélagos pero enormes.

Yo no lo he dicho antes, pero soy Ruso, y sobreviví al ataque de la manera que voy a contar: Resulta que para mí el 24 de Agosto de 2033 era otro día cualquiera y rutinario como siempre; estaba esperando para coger el metro y llegar a mi destino como todos los días, lo cogí y llegué a mi destino, pero justo cuando estaba subiendo las escaleras, vi como reventaba silenciosamente algo en el cielo y como la gente a mi alrededor empezaba a doblarse y a gritar de un dolor insufrible. Corrí escaleras abajo gritando a la gente que no subiera a la superficie o moriría. Muchos no me

escucharon y murieron. La demás gente me creyó cuando escucharon los gritos de dolor.

Hace ya seis años de esto y ahora vivimos en los túneles de dos metros atrincherados en pequeñas ciudades en donde la gente cría animales y planta lo que puede mientras otros salen a la superficie con máscaras para recoger lo que se pueda del exterior. Solo hay algo que hace que la gente sale vaya armada, los demonios. Deambulan todos los días en busca de comida al igual que nosotros solo que ellos comen seres humanos.

La civilización que vive en el metro aun se pregunta cómo pude sobrevivir, si estuve expuesto en la superficie y la razón es que soy inmune, por eso siempre salgo acompañado a la superficie en busca de lo necesario para seguir con la civilización del metro.

Un día me toco salir a la superficie en expedición; salí con un compañero que me hice hacía un par de años. Fue la mejor expedición de todas, encontrábamos de todo, e íbamos super felices, tanto que se nos olvidó que había que resguardarse de los demonios y estos nos atacaron. Disparamos a matar, pero con cuidado ya que la munición era el dinero del metro.

Al final acabaron llevándose a mi compañero y por mucho que lloré, lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 7: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

7

YO, MI ABUELA Y REBECA.

Era un día frio, una tarde de lluvia. En el año 1995 en Paris. Yo estaba con mi abuela en casa, mis padres estaban de viaje, no podíamos salir a la calle a jugar porque llovía muchísimo. Yo tenía 7 años y estaba ya aburrida por no tener niños para jugar. Mi abuela Wilma me llamó para hacer juntas un pastel. Nos divertimos mucho mientras lo hacíamos y cuando ya estaba listo el pastel, nos sentamos junto a la chimenea para merendar.

Le pedí a mi abuela que me contase un cuento, que ella buscó en sus interminables recuerdos..

El cuento empezó tal cual era aquel día, un día frio y de lluvia, pero el año era el 1970. Una niña llamada Wilma, que estaba en casa solita, no tenía con quien jugar y apareció una amiga imaginaria, que se llamaba Rebecca. Luego las dos se hicieron grandes amigas y empezaron a jugar y a divertirse mucho. Wilma había aprendido que con la imaginación se podían hacer mayores juntas y pasarlo genial. Caminaban sobre las nubes, paseaban por bosques encantados, encontraban por el camino casas hechas de chuches. Wilma ya no sentía sola los días de lluvia, pues Rebeca siempre venia para jugar. Los años pasaron y un día Rebeca le dijo a Wilma que ya no la necesitaba, que Rebeca tenía que irse a jugar con otros niños que estaban solos, Wilma ya se hacía mayor.

Claro que en ese momento, Wilma se puso triste, pero entendió que otros niños necesitaban a Rebeca, decidieron hacer juntas el último juego, se divirtieron más que nunca en la lluvia. Hasta que llegó el momento de la despedida de las dos amigas.

En ese momento le pregunté a mi abuela; Abuela Wilma, nunca más volvió a ver a Rebeca?

Y mi abuela respondió: lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos en la acera”!

8

Dimitri: Oye Kalasnikof, he escuchado que la señorita Rotenmeier es mala y despiadada con los alumnos en los exámenes orales.

Kalasnikof: Que va hombre! Eso son habladurías de viejos, no creo que sea tan bruja como cuentan.

Dimitri: pues no voy a hacer el examen!

Kalasnikof: Pues yo sí!

Cuando los dos jóvenes estaban delante de la puerta, dispuestos a entrar, Dimitri intentó convencerlo por última vez, pero todos sus intentos fueron en vano, Kalasnikof entró y en cuanto cerró la puerta, desapareció y lo único que encontraron de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

P.D. Dimitri soy Kalasnikof , la señorita Rotenmeir y yo estamos en Cuba, la señorita es una buena mujer. A ver si me puedes

Page 8: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

mandar los zapatos que dejé en la calle y me robaste!!!

Un saludo.

Kalasnikof.

9

Lo que os voy a contar sucedió hace ya más o menos tres años; es una historia aterradora y triste y a día de hoy mucha gente no se la cree, pero yo sé que es cierta. Fue una tarde de verano, exactamente el 13 de Julio de 2009.

Como todos los días Sofía y Sandra, quedaban para bajar al parque con Pedro y Nico. Una vez allí siempre era la misma rutina, futbol, escondite y sentarse a comer pipas.

Pero ese día fue distinto. Sofía tenía que ir a hacer un recado y pidió a sus amigos que la acompañaran. Por el camino pasaron por la gran mansión abandonada; era preciosa pero al mismo tiempo espeluznante, narra la leyenda que fue un gran cementerio y que las almas de los espíritus le arrebataron la vida a la familia que en ella vivía. Se dice que fue porque eran personas malas y codiciosas. Desde la desaparición tan repentina de la familia, se dice que si entra en la casa alguien con maldad, no sale.

Los cuatro niños se quedaron frente a la casa sin parpadear, algo raro les ocurría porque su deseo solo era entrar; una vez dentro

decidieron examinar la casa, asustados y sin soltarse. Todo parecía normal, hasta que las puertas empezaron a batirse, los cristales se rompían, todos gritando, decidieron esconderse por separado, cada uno en una habitación o rincón. Se hizo el silencio.

Ninguno se atrevía a salir, hasta que Sandra llamó a sus amigos, todos acudieron menos Sofía, desesperados la buscaron, pero solo escuchaban una siniestra voz que susurraba: Maldaad! Alguien se les aparecía ante ellos, era como un reflejo pálido y borroso, salieron corriendo al jardín de la mansión y se volvieron a quedar perplejos mirándola.

Hoy hace tres años de la desaparición de los cuatro niños desde aquella vez nadie se atreve ni a mirar la mansión.

Unos dicen que siguen dentro, otros que sus almas están atrapadas….

Pero lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 9: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

10

Antón era un mozo moi tranquilo, a súa rutina diaria consistía en: espertar as sete da mañá, facer o seu aseo diario e almorzar no bar que se atopaba debaixo da súa casa; despois se dirixía a paso apurado ás clases de bacharelato que cursaba pola mañá nun instituto da pequena vila onde nacera facía dezaoito anos. As doce remataba as clases e se dirixía tamén a paso apurado ao seu chollo no taller mecánico que se atopaba na estrada nacional cincocentos trinta e catro da vila; alí traballaba areo nos coches utilitarios que tanto lle gustaban; aquilo de desmontalos, era como un xogo moi divertido par el, sempre soubo que a mecánica dos automóbiles era a súa gran paixón, as tres da tardiña remataba o chollo e volvía a súa casa camiñando, onde o esperaban os seus pais, comían os tres xuntos e sempre remataban cunha cunca de rico café feito pola súa nai.

“O café mais rico do mundo” adoitaba dicir o seu pai.

Aquela mañá, Antón espertou igual que sempre ás sete da mañanciña, aseouse e baixou ó bar.

O sair co paso apurado, pois chegaba tarde á clase, mentres camiñaba pola beirarrúa , un automóbil que el mesmo preparara, tocoulle o claxon para saudalo, o condutor despistouse e deulle un volantaz0 moi brusco, que fixo que o automóbil subise á beirarrúa.

O único que quedou daquel dia foron uns zapatos tirados na beirarrúa.

11

EL DIA DE MI CUMPLEAÑOS

El 16 de Junio fue un día que nunca olvidaré, fue cuando cumplí los 18 años, y ese día significaba mucho para mí.

Ese día comenzó con buen pié, comí con mi madre, mi hermano y mi novio y todos juntos me regalaron una tarta enorme con velas, después del postre mas regalitos que abrir y por la tarde a la playa con mis amigos, Dany y Lorena y como no, con mi novio, Iván.

Después de una tarde de playa con helado y champán incluido, decidimos marcharnos a casa para ponernos guapos e irnos a cenar a un restaurante.

Cuando llegamos al restaurante en el parking yo salí del coche para meter el bolso en el maletero y cuando abrí la puerta salieron unos globos volando y dentro había una caja roja, yo toda emocionada la abrí y dentro había un vestido, unos zapatos y una rosa roja; yo cogí mis zapatos y me los quité y me puse los nuevos que me quedaban superchulos puestos, nos fuimos a cenar y al terminar con el postre, mi novio me regaló una pulsera muy bonita y luego de eso, decidimos marcharnos de fiesta por el Arenal y tomamos unas cuantas consumiciones y de tanto celebrar y brindar, al final terminamos los cuatro bailando encima de un banco y tal borrachera que llevaba que lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 10: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

12

EL BAUTIZO DE MI HERMANA

Era sábado, estábamos todos nerviosos, había llegado el día. Mi padre, José, salió al garaje a buscar el coche. Mientras, mi madre, Ana y mis hermanos, María e Isabel (la que bautizaban) nos quedamos en casa con los últimos retoques. Mis tíos Fran, Pedro, Laura y Paula habían quedado en llegar a nuestra casa a las 11:30 para salir todos juntos hacia la Iglesia… Mi padre tocaba el claxon desde la calle, mis tíos ya estaban en el portal, estábamos todos listos para la ceremonia!!!

Tardamos casi media hora en llegar a la Iglesia, donde vimos a un centenar de personas, todas vestidas de gala, esperando para saludarnos; cuando decidimos bajar del coche y agradecer a la gente su espera sale el sacerdote y nos anuncia que la misa empezaba en cinco minutos…

Entramos, nos colocamos en nuestros sitios, anteriormente repartidos y de pronto…… FALTABAN LOS PADRINOS!!!

No cogían el móvil, no estaban en casa.. Nadie sabía su paradero…

Media hora después de tanto nerviosismo y desesperación , aparecen!!!.

Nos contaron que se había quedado el coche sin gasolina en medio de un descampado… El sacerdote después de haberle contado lo sucedido, aceptó celebrar la misa. Cuando me quise dar cuenta ya estábamos todos en el convite celebrando el acontecimiento, música, bailes, comida, bebida, regalos… El padrino, Oscar, de tanta alegría de ser padrino llevaba una “trompa” que no podía con él; tan contento estaba que una vez acabada la celebración decidió alargarla saliendo con mis tíos Juan y Pedro hasta las tantas de la madrugada; al día siguiente me contaba que lo único que quedo de aquel dia, fueron unos zapatos tirados en la acera”

13

“Lo único que quedo de aquel dia, fueron unos zapatos tirados en la acera”. Había un hombre todo de negro y un niño. El niño había encontrado los zapatos tirados en la acera, al lado del cine. Acababa de salir del cine con su padre y en ese momento empezaba a llover, el niño vio al hombre todo de negro y le preguntó si los zapatos tirados en la acera eran suyos, y el hombre le contestó que no, que eran de una persona que había pasado por allí y los dejó tirados en la acera. El padre del niño le dijo que los había tirado a la basura que estaba al lado del cine y que los zapatos ya no estaban en la basura, estaban tirados en la acera, el padre del niño no entendía porque los zapatos que había tirados en la basura volvían a estar otra vez tirados en la acera tirados si esa noche no había nadie fuera.

El padre del niño volvió a lado del cine con el hombre y los zapatos no aparecían, solo aparecían tirados en la acera solo por la noche, el niño le había dicho que eran zapatos de niño que estaba desaparecido y el hombre de todo de negro le dijo al padre del niño que el niño le había encontrado muerto y el niño dijo que ya no volvieran a aparecer mas. Después que encontraron el cuerpo del niño, el hombre de negro volvió al lado del cine y no aparecieron más los zapatos del niño desaparecido.

Page 11: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

14

SENSACIONES

“Lo único que quedo de aquel dia, fueron unos zapatos tirados en la acera….

Así se sintió aquel fatídico día del mes frio y pálido de diciembre..

El comienzo en aquella cafetería cuando sus miradas se cruzaron por un instante y sintieron que en ese momento el tiempo se detenía.

Era un hombre serio, de esas personas a las que ves y te cuesta pedirles la hora; su rostro reflejaba la nada, acostumbrado a su soledad desde hacía años, y sin el valor suficiente como para regalarle una sonrisa o un gesto de interés por su parte.

Así día tras día, el iba a la misma hora y se sentaba en el mismo sitio, esperando volver a verla, ver a la persona que en una ocasión y sin mediar palabra consiguió despertar en él un sentimiento de deseo.

Una tarde, cuando el frio helaba las calles y tomándose su particular té, decidió preguntar al camarero si sabía algo de la mujer que hacía días atrás entro en la cafetería; iba en silla de ruedas y tenía la mirada más dulce que había visto nunca..

El camarero bajó la mirada, le puso la mano en el hombro y dijo: amigo mío …..Ella no volverá!

Se dio cuenta de que había perdido una oportunidad única, que las sensaciones que vivió ese día, la ilusión que su alma reflejaba durante esos días que esperaba verla, ya no volverían, ella estaba enferma y él no sabía nada. Así de alguna forma y metafóricamente, lo único que

quedo de aquel día, fueron unos zapatos tirados en la acera…

Page 12: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

15

Sé que las palabras se las lleva el viento y que las promesas son acciones que no se van a cumplir; os voy a contar la historia más triste que puede albergar un corazón roto, os voy a contar mi historia.

Para dicha historia, me tendré que presentar, mi nombre es Sara y soy una pequeña soñadora de veinte años; mi historia comienza en un pequeño pueblecito de Vigo donde yo vivo.

Mi historia es la siguiente.

Todo comenzó en marzo del pasado año, por un chat que encontré por Internet, localicé a una chica llamada Marga que no vivía muy lejos de mi lugar de residencia, solo hizo falta un par de días hablando con ella para llegar a quedar y conocerla personalmente. Recuerdo ese dia como si fuera ayer, quedamos en un parque no muy lejos de donde vivo, cuando yo llegué ella ya estaba allí, sentada en un banco de piedra frente al estanque.

No podía creerlo, por fin la iba a conocer personalmente, en cuanto llegué a su lado le di dos besos y nos enfrascamos en una conversación en la cual las horas se pasaron volando, no fue el único día que quedamos. Transcurrido un tiempo, cada vez que la miraba sentía cosas extrañas, poco a poco me di cuenta de que sentía “amor” por ella.

Un día, muy valiente yo, cogí y se lo dije, ella se quedó sorprendida y me dijo: “Sara, no eres la única que siente cosas”. Yo me quedé sorprendida y lo único que hice en ese momento fue besarla.

No tardamos mucho en irnos a vivir juntas y así estuvimos durante un tiempo.

Un buen día cuando llegué a casa de trabajar, ella estaba haciendo las maletas, sin mediar palabra, bajó las escaleras, cruzó la calle y se marchó.

Mientras a mi lo único que me queda de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 13: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

16

AQUEL VERANO DE 2007

Me llamo Sandra, el verano de 2007 lo recuerdo como una fecha emocionante y a la vez nostálgica.

Allí empezó todo el 16 de Julio, era un día fantástico de pleno verano, apenas se movían las hojas que se posaban en los árboles pues no había viento alguno, resplandecía un cielo azul; aquella tarde se casaban en Castrelos (Vigo) mis tíos Jose y Lucia a las seis de la tarde junto con toda la familia y su preciosa niña, Noa, de cuatro años, con la energía de comerse el mundo, incluso con una sonrisa capaz de irradiar felicidad a metros, luego el convite seria en un alucinante hotel de Baiona al amparo del mar hasta la madrugada.

Tic tac, tic tac ….las horas pasaban deprisa, ya todos los invitados estaban en la entrada de la iglesia, el novio ya se ve llegar al fondo del portal, alegría y felicidad de toda aquella gente, después de media hora y de hacerse de rogar, la novia con el pelo recogido en un moño, un vestido blanco con una inmensa cola que arrastraba radiante.

Todos los detalles a punto, lo novios entran, toda la gente estaba sentada, viendo emocionada el casamiento, a punto de ponerse los anillos en ese momento donde a todos se nos pone los nervios a flor de piel, sucede lo nunca pensado.

La abuela de Noa, dice que ha perdido de vista por un minuto a la niña; los padres se escandalizan junto con el resto de los invitados.

Buscan y rondan cada lugar de aquel inmenso manto verde, las horas pasan y la noche llega sin darse cuenta, como un peso inmenso, el mundo se le cae encima:

la niña, su querida Noa, ha desaparecido en el dia que sería el más feliz de su vida!!!. Ya es de madrugada y no había noticias, lo único que queda de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 14: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

17

Después de muchos años dos amigos se reencuentran en el parque en el que cuando eran niños jugaban, se peleaban, empezaron a fumar y a beber, y eso todo que hacen los adolescentes.

En cuanto se vieron la alegría en sus caras era impresionante. Los dos empezaron a hablar de todo lo que habían hecho durante esos años que habían estado sin verse, las fiestas que habían tenido, lo mal que lo llevaban con sus empleos, aunque ninguno de los dos se puede quejar. Uno es el jefe de una empresa de transporte, que se dedica a transportar tabaco por toda Galicia, y el otro es encargado en una sucursal de la Caixa.

Cuando ya llevan dos horas juntos hablando, se quedan viendo fijamente y se preguntan que habría sido de su otro amigo que cuando eran pequeños eran tres y no dos y se pusieron a preguntar por la zona y nadie se acordaba de quien era, cuando se encontraron con un viejecito que les dijo” lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera”.

18

Erase una vez, una pareja muy enamorada, que tenían bastantes problemas en ponerse de acuerdo.

Un dia Juan el novio de Ana, decidió pedirle ayuda a un psicólogo debido a los problemas que tenían.

Pasado un tiempo, Ana se enteró de lo sucedido y decide llamarlo, este asombrado por la llamada le contesta muy nervioso a la vez que perplejo.

Juan le explica el motivo por el que pidió ayuda. Ana no está de acuerdo y lo deja.

De ahí a un tiempo, Juan que estaba muy pillado, se da cuenta de que sin ella no puede vivir y toma la decisión de contactar con ella.

Ana que era muy orgullosa, se da cuenta que están hechos el uno para el otro y quedan en un restaurante cercano para hacer las paces.

El feliz por la respuesta le compra unos zapatos de tacón. Decide esperarla en la entrada con el regalo y ella asombrada pro la calidad de los zapatos, los rechaza furiosa.

Lo único que queda de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera.

Page 15: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

19

En un día helado de invierno, por la mañana, un joven periodista va a su trabajo.

Como cada día coge su coche para desplazarse hasta la editorial donde trabaja, allí la esperaba su jefe, que le estaba esperando para que rápidamente fuese a cubrir una noticia, se trataba de un accidente en el que habían atropellado a un peatón.

Pronto el joven periodista llegó al lugar de los hechos, en una calle muy transitada de Barcelona en la zona del Puerto Marítimo. Una furgoneta de reparto urgente no pudo esquivar al peatón que se disponía a cruzar la calle. El peatón salió de repente sin previo aviso entre los coches que estaban aparcados. Hasta allí acudieron dos ambulancias, atestados y una patrulla de policía para dirigir el tráfico. En el accidente, la persona atropellada era una persona mayor que salió herida leve, con una pierna rota y un golpe en el hombro.

Lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

20

Un anciano en Celanova

Alrededor de 1936 en un pueblo llamado Celanova, con pocos habitantes en aquellos tiempos, vivía en una casa una familia humilde compuesta por un matrimonio y dos hijos. La casa era pequeña pero acogedora, a la madre llamada Rocío le gustaba tenerla limpia y arreglada. El padre, Pepe, trabajaba en un pequeño puesto de frutas.

En esa casa vivían Lucia y Carlos que eran mellizos y pasaban todo el dia jugando. Una mañana Rocío mando a su hijo Carlos a que fuera a por leña al bosque. Mientras caminaba fue jugando y cantando mientras cogían ramas, pero de pronto vio como si algo se moviera entonces se dio media vuelta y se encontró de improvisto a un hombre ya anciano que lo miraba fijamente.

Carlos le preguntó quién era porque nunca le había visto por aquellos lugares, el viejo le contestó que estaba de paso. Se despidieron y cada uno cogió por un camino. Carlos volvió a su casa junto a su madre y su hermana, Lucia, y les contó lo que sucedido. Rocío le dijo a Carlos y a su hermana que no fueran más al bosque solos. Se pusieron a jugar y llegó su padre al que contaron lo ocurrido. El les dijo que ese hombre venía a Celanova cada mucho tiempo. Pasaron muchos días y los niños no iban al bosque por miedo a ver a esa persona desconocida. Entonces decidieron ir a jugar a la plaza de Celanova para no aburrirse en casa. Mientras jugaban, Carlos vio como un anciano no daba subido por las escaleras que daban a las terrazas para tomar el té, entonces le fue a ayudar y se dio cuenta de que era el anciano, le ayudó y este le dio las “gracias”. Carlos fue corriendo junto a su hermana, Lucia, a decirle

Page 16: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

quien era el anciano. Lucia al ver a su hermano asustado decidió ir a hablar con él. Pero el anciano nada mas acercase le dijo que se fueran rápido para su casa porque iba a pasar una cosa horrible.

Lucía le preguntó porque decía eso y él contestó que siempre que venía pasaban cosas raras.

Al dia siguiente apareció en periódico que había desaparecido todo el mundo de Celanova, y que lo único que quedaba de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

21

En una noche invernal, Carolina, una niña de no más de 10 años, hija menor de una familia de siete hermanos, muy humildes y pobres todos, vendía por las calles cerillas que duraban lo justo para alumbrar cinco segundos.

Carolina tenía mucho fío, vestía harapos remendados, y por calzado unos zapatos dos tallas más grandes, atados con lazos que había encontrado.

Fue una noche dura, ya que por la calle, con el frio y la nieve, no pasaban transeúntes y ella muy preocupada ya que no podía regresar a su casa hasta vender todos los paquetes.

La noche se hacía cada vez más oscura y sus manos se entumecían, no aguantaba la tentación de encenderlas una por una para sentir un poco de calor.

No se dio cuenta y al cabo de una hora cuando fue a encender la siguiente cerilla, cuál fue su disgusto al encontrarse con una sola y triste cabeza roja de palo largo. Asustada por la reprimenda que le esperaba pidió un deseo mientras veía saltar las chispas con sus ojos encharcados en lágrimas.

No llores pequeña- le dijo con una voz suave una dama muy elegante, que sacando su pañuelo impoluto de la manga, le secó sus lágrimas congeladas.

Carolina le contó su preocupación y la dama con una sonrisa cálida le contestó- por esa razón estoy aquí, para hacer realidad tu petición, no te preocupes más, tengo la solución.

Abrió su manto y la cubrió, cuando la luz de la cerilla se apagó, lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en el borde de la acera.

Page 17: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera

…..lo único que quedó de aquel día fueron unos zapatos tirados en la acera.

FOTOS: • Originales • PERTINI • http://www.tus-zapatos.com/calzado/con-

plataforma/. • Zapatos de ensueño (H&M)

POR BIBIANA, IVÁN, MARÍA, FERNANDO, KEVIN. VICTOR, MARCIELLE,

HUGO, MARIA C., BUENAVENTURA, PAMELA, AROA, JESSICA, FABIAN ISABEL, IVAN V., CAMILO & ANAHI

PROFE: TERESA

COMUNICACIÓN CUARTO EPA BERBÉS.

Page 18: Lo único que quedó de aquel dia fueron unos zapatos tirados en la acera