Lopez, Steve - El Solista

LaconmovedorahistoriaquesecuentaenestaspáginassucedióhaceunoscuantosañosenLosÁngeles:asombradoanteeltalentodeNathanielAyers,unmúsicocallejeroproblemáticoyesquizofrénico,elperiodistaSteveLopezdecideayudarlocontodoslosmediosasualcance.Larelaciónentreambosno siempre es fácil. Es un testimonio de superación y amistad que haemocionadoamillonesdelectores.

SteveLopezescolumnistadeLosAngelesTimes;consuseriedeartículossobreNathaniel Ayers logró una popularidad inmensa. La historia real quecuenta enEl solista sobre cómo conoció al músico callejero y se hicieronamigos,hasidollevadaalcineconlasactuacionesdeRobertDowneyJr.yJamieFoxx.

www.lectulandia.com-Página2

SteveLopez

ElsolistaePubr1.1

Titivillus05.02.15


Títulooriginal:ThesoloistSteveLopez,2008Traducción:MaríaJesúsAsensioTudelaRetoquedecubierta:ProyectoScriptorium

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2


ParaAlisonyCarolina,porconsideraraNathanielpartedenuestrafamilia.

YparalamadredeNathaniel,ladifuntaFloriaBoone,

cuyapacienciayamoreraninfinitos.


Prefacio

VoyapieporelcentrodeLosÁngeles,corriendoalaoficinaconelapremiodeotraentrega.Entoncesloveo.Cubiertodeharaposenlaconcurridaesquinadeunacallecéntrica,tocaunapiezadeBeethovenconunviolínmaltrechoqueparecesacadodeunbasurero.

—Esohaestadomuybien—opinocuandotermina.Datressaltosparaatrásymemiraconrecelo.Enlatapasuperiordelviolínveo

que tienegrabadoelnombredeStevieWonder, ademásdeotrosgarabatos escritosconrotulador.

—Ah,muchasgracias—responde,halagado—.¿Lodiceenserio?—Nosoymúsico—puntualizo—,peroamímeparecequesonabamuybien.Negro,decincuentaypocosaños,tieneunosojoscastañosqueseiluminanconel

cumplido. Está junto a un carrito de la compra en el que se apilan todas suspertenencias;sinembargo,apesardesuvestimentasuciayandrajosa, tieneunaireelegante. Habla con un ligero acento que no logro reconocer. Puede que sea delMedioOeste o de algún lugar cercano a losGrandesLagos, y se diría que le hanenseñado a caminar erguido, a pronunciar correctamente, a no perder nunca ladignidadyarespetaralosdemás.

—Estoytratandodeponermeenformaotravez—dice—.Quisierallegaratocarmejorqueantes.Loúnicoquetengoquehaceresseguirpracticando.

—¿LegustaStevieWonder?—pregunto.—Sí,desdeluego.YouAre theSunshineofMyLife,MyCherieLove…Aunque

supongoquenodeberíahabertalladosunombreenmiviolín.SoycolumnistadeLosAngelesTimes.Estetrabajoesunpococomopescar.Sales

alacalleylanzaselsedal,echaslared.Meimaginoaesteviolinistavagabundodetemadeunacolumna.Tienequeserlo.

—Ahoravoyconprisa—ledigo—,peromeencantaríaoírletocarotravez.—Muy bien —responde, sonriendo agradecido aunque con recelo, como si

hubieraaprendidoanoconfiarennadie.—¿Tocasiempreenestelugar?—Sí—contesta, apuntando con el arco al otro lado de la calle, hacia Pershing

Square, en pleno centro de Los Ángeles—.Me gusta estar cerca de la estatua deBeethovenparainspirarme.

Este tipo podría ser todo un hallazgo en una ciudad repleta de tesoros pordescubrir,echándoseaperderencompañíadeBeethoven.Sipudiera,lodejaríatodoymepasaríaunascuantashorassonsacándolelahistoriadesuvida;peroesotendráqueesperar.Hederematarunacolumnaynomequedamuchotiempo.Lahoradelcierrellegasinpiedad,inclusoensueños.

—Volveré.Élhizoungestodeindiferencia.


Ya en la oficina me pongo a pensar en una columna, chequeo el correoelectrónicoyborrolosmensajesdelcontestadorautomático.Escriboenelblocdondeanotounalistadeposiblestemas.

Elhombredelviolín.Tieneposibilidades.¿Quiénsabeadóndemellevará?


Primeraparte


1

Nosemevadelacabezalaimagendeesacuriosaestampademugrientaelegancia.PerocuandoregresoybuscoalviolinistaenPershingSquarenohaynirastrodeél.Consudesapariciónelmisteriosevuelveaúnmásatrayente.

¿Quiénera?¿Adóndehaido?¿Quéhistoriaarrastra?Al cabo de tres semanas reaparece en el mismo lugar. Antes de acercarme lo

observounratodesdeelotroladodelacalle.Suinterpretaciónesuntantoirregularyvacilante; aun así, al igual que la otra vez, resulta evidente que no se trata de unprincipiante.Senotaqueenalgúnmomentoharecibidounabuenaformación.Dalaimpresióndequenotocapordinero,locualnodejadeserchocanteenunindigente.Tocacomosifueraunestudianteyestuvierapracticando,ajenoalosquelerodean.

Extrañolugarparapracticar.Tiemblaelsueloalpasodelosautobusesyapenasseoyenlascuerdasentreesaorquestadebocinas,camionesysirenas.Contemplolosrematesde los edificios, adornados congárgolasygrandiosas cornisas.Hombresymujeresvandeunsitioaotro,absortosensusquehaceres,ylamayoríadesaparecealdoblar la esquina o al entrar en los portales, sin prestarle atención. El violinistasolitariosiguetocando.Echalacabezahaciaatrás,cierralosojos,sedejallevar.Eslavivaimagendeléxtasisatormentado.

Cuandohaceunapausameacerco.—Hola—saludo.Daunrespingo,sorprendidocomolaotravez—.¿Seacuerda

demí?—lepregunto.—Meacuerdodesuvoz.Aúndesconfíademí;da lasensacióndequedesconfíade todoloquelerodea.

MecuentaqueestátratandoderecordarunapiezadeChaikovskiquehacetiemposesabía muy bien, pero que en ese momento le resulta tan escurridiza como elsignificadodeun sueño.Es obvioque, en ciertamanera, está preocupado, al igualquetantosotrosquedeambulanporlascallescomosihabitaranunplanetadiferentealdelosdemás,escondiendobajovariascapasderopaalgúnsecretoparaquenosedescubra.Visteunjerseyandrajosodecolorazulconunacamisetamarrónclaraporencima;elcuellodeunacamisasobresaleporlapartesuperior.Alrededordelcuello,comounabufanda, llevauna toalla amarilla.Lospantalones, tres tallasmásque lasuya,lecuelganporlacadera,yasussuciaszapatillasblancaslefaltanloscordones.

MecuentaquesellamaNathanielAnthonyAyersyqueesdeCleveland.Quiereseguirpracticandoparaponersedenuevoen forma,vuelvea repetir,y ledigoquepodríaescribirunacolumnasobreélparaLosAngelesTimes.

—¿Enserio?—pregunta—.¿Deverdadquiereescribirunacolumnasobremí?—¿Porquéno?Es un tipo guapo, delgado y parece en buenas condiciones físicas, con una

mandíbula pronunciada y unos dientes blancos y limpios.Me recuerda un poco aMilesDavis.LepreguntodóndeviveyrespondequeenlaMisiónMedianoche,uno


de los mayores centros de acogida del cercano barrio de Skid Row. No dentro,especifica,sinoenlacalle,aunqueseduchaycomealgunavezallí.

—¿Yporquénoduermeallí?—Ah,no—contesta—.Nomegustaría.MepreguntosiunhombrequetratadevolverasintonizarconChaikovskipuede

estarasalvoenunlugarenelquetraficantes,prostitutasytimadorestrabajanenlacalle.SkidRowesunvertederoalquevanapararlosexpresidiariosdelacárceldelcondado;unlugarenelquelassirenasnoparannuncadesonar.

—Alomejormeacercoundíaavisitarlealamisión—ledigo.Asiente,peromedoycuentadequenoconfíaenmí.Secolocaelviolínbajola

barbilla,impacienteporvolverasumúsica,yséque,siestollegaasalirbien,llevarásu tiempo. Tendré que venir a verle de vez en cuando, hasta que se sienta losuficientementecómodoparaconfiarenmí.Talvezpodríaacompañarleundíaensurecorridooalgoasí,yversialguienpuedeayudarmeacompletarlosdetallesdesuvidaoaclararsuscircunstancias.Cuandoempiezaatocardenuevoledigoadiósconlamanoyrespondeconunamiradarecelosamásomenosenmidirección.

Alcabodedossemanasvoyensubuscaunavezmásyhavueltoadesaparecer.Doy un paseo hasta la misión por las calles Cuarta y Los Ángeles, donde veomontones de vagabundos, algunos devastados por las drogas, otros despotricandocomo locos, otros tirados en la acera tanquietosqueno es fácil distinguir si estánechandolasiestaoesperandoaqueselosllevenaldepósitodecadáveres.

PreguntoaOrlandoWard,elencargadodeatenderalpúblicoenMedianoche.Medicequehavistoporallíalviolinista,peroquenosabenadadesuvida.Yquenosehapasadoporlamisiónúltimamente.

Mepreocupahabermequedadosincolumna.Transcurren las semanas yme distraigo con otras cosas, volcando todo lo que

encuentro en la página en blanco. Entonces, un día, mientras conduzco hacia eltrabajodesdemicasa,enSilverLake,unbarrioacasiochokilómetrosalnoroestedelcentrodelaciudad,atajoporeltúneldelacalleSegundayahíestáél,ofreciendounconciertodeunsoloinstrumentoenunlugaraúnmásruidosoqueeldelaúltimavez.

Enestaocasiónsíqueseacuerdademí.—¿Dóndehaestado?—lepregunto.Mecontestaqueporahí,deunladoaotro.Enningúnsitioenespecial.Pasauncocheatodavelocidadylamenteseledispara.—Cocheazul,cocheverde,cocheblanco—suelta—.Ahívauncochedepolicía,

yDiosestáalotroladodeesemuro.—Muevolacabeza,sinsaberquédecir.Puedequeeltiposeaunpocomásinaccesibledeloqueimaginaba.¿Tomonotasparaunacolumnaohagounascuantasllamadasparaversipuedeveniralguienaayudarle?—.Por ahíva JacquelineduPré—añadeNathaniel, señalandoaunamujerqueestá aunamanzanadedistancia—.Esrealmenteextraordinaria.

Ledigoquedudoquesetratedelaviolonchelista,puesmurióen1987.Nathaniel


objetaqueélnoestátanseguro.—IgnorocómotrabajaDios—opinasinceramente,conunaexpresiónqueindica

quetodoesposible.Garabateoesoenmilibreta,yanototambiénloquehaescritoconrotuladorensu

carrito de la compra: PEQUEÑO AUDITORIO WALT DISNEY-BEETHOVEN. Lepreguntosisehacambiadoaeselugarparaestarmáscercadelasaladeconciertosymecontestaqueno,quenisiquieraestásegurodedóndeseencuentraelDisneyHallexactamente.

—¿Estácercadeaquí?—Justoenloaltodelacolina.Elenormeedificioplateadoquepareceunagoleta.—¡Ah!¿Esése?—Dicequesehavenidoaestelugarporquepodíavereledificio

deLos Angeles Times a dos manzanas de distancia—. ¿No trabaja usted ahí? —inquiere.

Después de haber vivido enCleveland,NuevaYork yLosÁngeles,me cuentaNathaniel, resulta tranquilizador alzar lamirada hacia el edificio deL. A. Times ysaberdóndeseencuentrauno.

Tocaduranteun rato; después charlamos, una experienciaque es comocaerderepente en un sueño. Nathaniel hace acrobacias absurdas entre temas inconexos.Dios, los Cleveland Browns, los misterios de viajar en avión y la grandeza deBeethoven.Siempreacabavolviendoalamúsica.Parecequeelpropósitodesuvidaesordenarlasnotasdispersasquetieneenlacabeza.

Porprimeravezme fijoenquealviolín,cubiertodemugreydeunasustanciablancayterrosaquepareceunhongo,lefaltaalgunaqueotrapiezaimportante.

—Suviolínsólotienedoscuerdas—observo—.Lefaltanotrasdos.—Ya—dice.Es consciente de ello—.Loúnicoquequierohacer es tocar, y el

problemaalquemeenfrentoestáaquíprecisamente.Éstayanoexiste—afirmadeladesaparecidacuerdadearriba—,esaotratampoco,yestapequeñaestácasifueradeservicio.

Supropósitoen lavida,mecuenta,consisteen idearcómoreponer lascuerdas.Noobstante,seacostumbróatocarinstrumentosdefectuososenlasclasesdemúsicadelasescuelaspúblicasdeCleveland,ysepuedenhacermuchascosas,measegura,consólodoscuerdas.

Mientrashabloconélveoquealguienhagarabateadovariosnombresenlaaceraenlaquenosencontramos.Nathanielconfiesaquelohahechoélconunapiedra.EnlalistafiguranBabeRuth,Susan,Nancy,KevinyCraig.

—¿Quiénesson?—pregunto.—Ah,esaspersonas—responde—.EranmiscompañerosenJuilliard.


2

VuelvocasicorriendoalasededeLosAngelesTimes,unedificiohistóricodelcentrode laciudadqueestásituadoen lamejorpartedeunamanzanaendiagonalconelAyuntamiento.Desdehacecasicuatroañosesmioficina,el lugardondeheparidocientosdecolumnasparalaseccióndeCalifornia.Entreintaañosdecarrera,incluidounperiododecuatroañosenTimeMagazine,ésteeselséptimoperiódicoenelquetrabajo.Parasersincero,aunquenohacetantoquecumplíloscincuenta,haydíasenquemepreguntocuántosañosmequedarán.Noescuestióndeganas.Elproblemaradica en si los periódicos seguirán siendo relevantes en una época en la que loslectores prefieren informarse a través de internet y nuestro núcleo más sólido desuscriptoresdisminuyelentamente,conreduccionesdeplantillaalmismoritmo.

El antídoto para tales temores y disgustos es, desde luego, una buena historia.Cuandovasdetrásdealgotesubelaadrenalina,losminutosparecensegundos,yeneseestadodedeterminaciónteconviertesatodaslucesenunzombi,ajenoatodoloque te rodea e incapazdehacerotra cosaqueno sea revisar tu artículo.Cruzo sinalientolapuertatraseradeledificiodepiedragrisdelTimes,pensandotodoeltiempoenquelaJuilliarddeManhattanesunadelasescuelasdemúsicamásexclusivasdelmundo,ysirealmenteNathanielhaestudiadoahí,conunpocodetrabajodecampotendré una buena columna. Aunque he escrito miles a lo largo de mi carrera, ytambiénheredactadonoticiasdeúltimahoraenelPhiladelphiaInquirer,elOaklandTribuneyelSanJoseMercuryNews,aúnmelanzabasobrecadacolumnacomouncríoalabúsquedadeunhuevodePascua,comosidudaradevolveraencontrarotra.

Uno de los placeres más grandes de mi trabajo consiste en la oportunidad deponerapruebaalosfuncionarios.Tambiénmeencantarevelarlasvanidadesdelosricosyfamososyflagelarpúblicamentealosempresarioscorruptosyalosbufonesprepotentes que no se merecen otra cosa; pero no hay satisfacción comparable aldescubrimiento de la historia que tienes delante, tan evidente que casi resultainvisible. Un vagabundo con un violín que vive en la calle con un carrito de lacomprayveneraunaestatuadeBeethovenresultaquefuealumnodeJuilliard.Eseencuentro casual me había confirmado una regla de oro del periodismo: todo elmundotieneunahistoria,asíquesalalacalleyhablaconlagente.Nuncasesabeloquepuedesencontrar.

Mimesade trabajo está en la tercera planta de la redaccióndel periódico.Losgacetillerosgraciosillos llamanaesazonaBajaMetroporqueestá al surdel tramoprincipaldelmetro.El saludo típicoentrecompañerosesungruñidoounhola,nomuchomás,yyosueltoalgunoantesdedejarmecaerenlasillayarrojarmilibretasobreelmontóndetrastosquemerodea.EntroenGoogleytecleoJuilliard,peronoofreceningunalistadealumnosensupáginaweb.Llamoalnúmerodeteléfono,dejounmensajeparaalguiendepublicidadypregunto lomismoporcorreoelectrónico.


Es tardeenNuevaYorkyen laescuelaJUILLIARDnadieparecedispuestoadejarlotodo para ponerse a investigar mi asunto. Vuelvo a intentarlo por teléfono yfinalmentemecontestan,peronoeslarespuestaqueestoybuscando.

Lamentablemente no hay ningún expediente de ningún estudiante llamadoNathanielAnthonyAyers.

Malditasea.Esoeraunbuengancho.Sielpobretienedelirios,estámásenfermodeloquepensaba.¿Setratadedemencia?¿Trastornobipolar?Nosoymédico,peromeconsiderocapazdediagnosticarelligeropavorquemeinvadeylosnerviosquemeatenazanelestómago.Sonlossíntomasdeuncolumnistasincolumna.Porsuerte,hoynome tocaescribir,ydigoyoquealgosaldrápara lasiguienteentrega.Comosiempre.

Alcanzo el cuaderno de notas que suelo tener en la mesa. Ahí es dondeemborronohojascon ideaspara lascolumnas;pero la listaestáyamuy trillada,nohaynadaquedestaque.A lomejor esporquenopuedoquitarmeaNathanielde lacabeza. Tengo buen ojo para la gente, una habilidad que he adquirido después demilesdelecturas,yélpareceuntipodecente,carismáticoyadmirableasumanera,subiéndosetodoslosdíasalescenariodesuPequeñoAuditorioWaltDisney.Tantosihabía estudiado en Juilliard como si no, seguía intrigándome, y el hecho de quehubieradejadolaestatuadeBeethovenparatrasladarsealtúnelmeresultabaextraño.Conlospocospeatonesquetransitanporahí,nosacarámuchodineroynuncapodrácomprarlasdoscuerdasquelefaltan.

Unmomento.¿Sehabrátrasladadoaltúnelparaestarmáscercademí?JustoaldíasiguientemellamandeJuilliardparadecirmequehahabidounerror.

Resultaquesí,quepor laacademiapasóunestudiante llamadoNathanielAnthonyAyers.Notienenmásinformación,nisiquieradelosañosenqueestuvomatriculado.Peroconstacomoalumno.

Cuelgoelteléfonoymepongoenpie,buscandoaalguienaquiencontárselo.EltipofuealaescuelaJuilliard,lesueltoalreporteroquetengomáscerca,JimRainey.Conocíaeseindividuotocandounabirriadeviolínllenodemanchasygarabatos,mecuenta que estudió en Juilliard y resulta que es cierto. ¿No es increíble? Está ahímismo,escribiendocontizaenlaaceralosnombresdesuscompañerosdeclase.

—Parecequetieneposibilidades—opinaRainey.Medigoquelahistoriaesdemasiadobuenaparaprecipitarme,porloqueenlas

siguientesdossemanasentregounascolumnasmássencillasmientrasescarboenlavida deNathaniel.Después de reunimos unas cuantas vecesmás ya no salta haciaatráscuandomeacerco.Cadavezquenosvemosesunpocomásafableeneltrato.

—Hombre,señorLopez—mesaluda—.¿Quétalestáhoy?Pronto me doy cuenta de que hay una regla no negociable con Nathaniel.

Mientrasestátocandoesunartistaenplenafaenaynoleagradaqueleinterrumpan,errorque siempreprovocaenélunamiradadedesdén.Aveces,mientrasesperoa


quesetomeundescanso,mededicoaexaminarlosobjetosqueatestansucarritodela compra. Es una auténtica obra de arte y de ingeniería inteligente, con unaasombrosa cantidad de artículos dispuestos meticulosamente. Mantas, un saco dedormir,ropa,dospalosdecasidosmetrosdelargo,unalonaazul,unapistoladeaguadeltamañodeuncañónpequeño,untapacubos,unabotanegra.Porfueradelcarritocuelganvarioscubosdemásdequince litroscomosi fueranalforjas,yencimadelmontón llevaatadasunas floresartificialesparadaruna impresiónhogareña.En lafundaabiertadesuviolín,queNathanielcolocaenloaltodelcarritomientrastoca,veounabolsadepapelvacíaconelnombredeStudioCityMusicestampadoenella.

—¿Unhombre negro?—preguntaHansBenning, el propietario de StudioCityMusic,cuandollamo—.Tenemosaalguienquetocaunviolínverdaderamentehechopolvo. Viene por aquí de vez en cuando. Es atento, amable y muy educado. Dagusto…HabladelassonatasdeBeethovenyluegosesumergeenotromundo.

—Exacto.Éseesmihombre.SealoquesealoqueNathanielestátocandoenelcrucedelacalleSegundacon

Hill, unas veces suena de maravilla, y otras, fatal. Claro, le faltan dos cuerdas.Aunque tengobuenoído,nosoymúsico,yno lleguémuylejos trasvariosañosdelecciones de guitarra hace yamucho tiempo.Ojalá supiera algo demúsica clásicaparapoderjuzgarmejoreltrabajodeNathaniel.Lamúsicaquemegusta,ydelaqueentiendo un poco, es el jazz. De manera que sólo puedo asentir mudo, pero conadmiración,cuandocontestaaunademispreguntas.

—Ésa fue una idea que saquédeErnestBloch—mecuenta—.B-L-O-C-H.ElcompositordeorigensuizoquefuedirectordelInstitutodeMúsicadeCleveland.—CuandoledigocuántomeadmiraquehayaestudiadoenJuilliard,Nathanielestodomodestia—:Estuveallíunosaños.

—Pero sólo un pequeñísimo porcentaje de los mejores violinistas del mundopuedenentrarenesaescuela,—lerespondo,asíqueéldebíadeserungrantalento.

—Yonotocabaelviolín—puntualiza—,sinoelcontrabajo.—Entonces¿dóndehaaprendidoatocarelviolín?—Soy incapazde tocar elviolín—afirma—.Estoy intentandoaprenderpormi

cuenta,peroesdifíciltrasladaralviolínlamúsicaparacontrabajo.Meayudaríateneralgunapartitura,peronosécómoconseguirlas.

Me cuenta que después de dejar Juilliard probó durante un tiempo con elvioloncheloyqueleencantaba,peroeramásfácilcargarelviolínenuncarritodelacompra.Ynohayformadetocarunenormecontrabajovertical,añade,sivivesenlacalle.PeroaúntieneaSaint-Saëns,Mozart,Brahms,Dvorák,HaydnyBeethovenenlacabeza,yhacetodoloposibleporinterpretarsusobrasconelviolíndedoscuerdasqueasegurahabercompradoenlaMotter’sMusicHousedeClevelandhacemuchosaños.

LlamoaMotter’syRonGuzzo,unodelosencargados,recuerdalaadquisición.El violín fue uno de los muchos instrumentos que Nathaniel compró en su


establecimiento a lo largo de casi veinte años, me informa. Volvía a comprar denuevo cada vez que le robaban en las calles de Cleveland. Nathaniel se buscabatrabajoquitandonieveoenWendy’s,hastaqueahorrabalosuficienteparacomprarseotroinstrumento.

—Segúntengoentendido,estandoenJuilliardcayóenfermoyregresóacasa—cuentaGuzzodeNathaniel,aquienélllamabaAnthony(susegundonombre)oTony.ElpersonaldeMotter’sseadmirabadelafacilidadconquepasabadeuninstrumentoaotro—.Aveces,cuandohacíabuentiempo,sesentabaennuestroaparcamientoatocar el violonchelo y nosotros nos preguntábamos de dónde demonios venía lamúsica.EraTony.

No sé cómo sacar el tema de su enfermedad mientras estuvo en Juilliard; nisiquierasésidebería.¿Esdemasiadopersonal?¿Semolestará?¿Puedofiarmedelarespuesta de un hombre que tiene problemas mentales? Sin embargo, necesitoaveriguarmáscosasparamicolumna,asíque lepreguntosiesverdadquedejó laacademiaantesdeterminarlosestudios.

—Sí,salímaldeallí.—¿Quésucedió?—Yanimeacuerdo,haceyatantotiempo…LepreguntositienealgúnfamiliaraquienpoderdirigirmeyNathanielrecitade

memoriaelnúmerodeteléfonodesutíoHowardysutíaWilla,deCleveland.Ellosme remiten a la hermana pequeña de Nathaniel, Jennifer, que trabaja de asistentesocialenAtlanta,ypercibociertoalivioensuvozcuandoledigoqueconozcoasuhermano.

—¿Estábien?—inquiereconvoz temblorosa,ymedicequehaceañosquenosabenadadeél.

Enelsegundosemestrede1972,sutercerañoenJuilliard,Nathanielllevabayavarios meses confuso, angustiado y con alucinaciones. Una noche, estando en elapartamentodeuncompañerodeclaseysunoviaenelUpperEastSide,ledioporquitarse la ropa sin motivo aparente. Los anfitriones, asustados por tan insólitocomportamiento,nopudierondisuadirle.Nathanielnoestabaenfadadonisemostrabaagresivo,sinoqueparecíaencontrarsebajoelinflujodeunextrañohechizo,ycuantomás ausente le veían, más se preocupaban sus alarmados amigos. No sabían quéhaceryresolvieronllamaralapolicía,yaNathaniel,deveintiúnaños,loingresaronen la sala de urgencias psiquiátricas del Hospital de Bellevue. Le diagnosticaronesquizofrenia paranoidey la vidaquehabía llevadohasta esemomento se terminóparasiempre,ytambiénsusesperanzasdeunacarreramusical.

Jennifercontemplóconimpotenciacómosuhermanomayor,elartistainteligentey afable, iba a la deriva durante los años de tratamiento en Cleveland, con fuerte


medicación,terapiapsicológicayelectrochoque,sinquenadalesirvieradeayudaalargoplazo.Él,quehabíasido tancuidadosoa lahoradevestir,seconvirtióenunlunático desaliñado que vagabundeaba por las calles con instrumentos musicales,dormíaen losbosquesygrababanombresen losárboles.Semostraba incoherente,irascibleypropensoatenerarrebatosviolentosqueasumadrelerompíanelcorazónunayotravez.Floria, atareadaendirigirun salóndebelleza, cocinabay limpiabaparaél,lobañabaconamorynodejabadedarleotraoportunidad,aunqueNathanielsiguiera destrozando muebles, rompiendo lámparas y manchando las paredes condibujos absurdos. Sin embargo, a pesar de los insultos, adoraba a su madre y seencontró completamente perdido cuando ella murió en el año 2000 tras una largaenfermedad.

Asípues,sedirigióaloesteenbuscadelpadrequehabíaabandonadoalafamiliacuandoNathaniel teníanueveodiez años.Pero llevaban tantos años sinversequeéste ignoraba que su padre, antiguo conductor de camiones de la basura en LosÁngeles, acababa de instalarse en un complejo residencial para jubilados en LasVegas.Nathanielsequedóunbrevelapsodetiempoenelgarajedelahijastradesupadre,quehabíavueltoacasarse,yluegodecidióirsesoloalcentrodeLosÁngeles.Llevabavariosañosvagabundeandopor lascallescuando,eldíaaquelenPershingSquare,nuestroscaminossecruzaronporprimeravez.

UnreactorsobrevuelaelcentrodeLosÁngeles,realizandoungrangiroantesdedarlavueltaparadescenderalaeropuertointernacional.Nathaniellevantaunamiradainfantilysevuelvehaciamí,conunacejaarqueada,ymepreguntasiestoypilotandoelavión.

Es un momento escalofriante que ilustra la ilusión en la que vive. Medito sideberíaresponder,peronolohago.Piensosideberíaestarasustado,masnoloestoy.Siento demasiada curiosidad para asustarme, y me gustaría saber cómo un chiconegroquecreceenlosañossesenta—cuandoelmovimientoporlosderechoscivilesylaguerradeVietnamdividíanelpaísyardíanciudadescomoCleveland—termina,contra todopronóstico,enelprogramademúsicaclásicadeJuilliard.¿Eraunniñoprodigio? ¿Fueron suspadresmúsicoso aficionadosque inundaron la casa con lossonidos deBeethoven yErnestBloch,B-L-O-C-H?De no haber sido por la crisisnerviosa,¿estaríaNathanielvestidodeesmoquinenlacimadelacolinatocandoconlaFilarmónicadeLosÁngeles,enlugardeencontrarseaquíabajohaciendochirriarelviolínensuPequeñoAuditorioWaltDisney?

No puedo sino pensar en el sufrimiento de su familia, y me pregunto si semanifestóantesalgúnsíntomadequealgonomarchababien.¿Olalocurasurgederepente en cualquier persona al azar y sin previo aviso? Quizá no sea adecuadopretender sonsacárselo. Después de todo, ¿quién soy yo para apropiarme de su


historiapersonal?Alguienconplazosdeentrega,medigo.Alguienquereconoceunabuenahistoria

encuantolave.Alguienqueimaginaaunlectorleyendodetenidamenteelrelatodelas frustradas aspiracionesdeNathaniel y apostillando:«No sepuededecir de estaaguanobeberé».

Bueno,mecuentaNathaniel,estabaJosephRusso.Eraunbuenamigo.YJosephBongiorno,otrocontrabajistadeJuilliard.B-O-N-G-I-O-R-N-O.Lepreguntosisabesiellosuotroscompañeroscontinuaronconlamúsica.

Perdióelcontactoynosabequéfuedeningunodeellos,dice.PeroaunchavalquesellamabaYo-YoMalehaidobastantebien.

—¿ConocisteaYo-YoMa?En realidad no, contesta Nathaniel. El violonchelista estaba en otro nivel

entonces.—Tocábamos en la misma orquesta —asevera—. Yo admiraba mucho a ese

joven.—AñadequesuprofesordecontrabajoeraHomerM-E-N-S-C-H,que,asusnoventaaños,seguíaenseñandoenJuilliard.

—Teníatalento,deesonocabíaduda—aseguraMenschhablandodeNathaniel,ypreguntacómolevanlascosasalmuchachodeCleveland.LedigoqueNathanielviveenSkidRowytocaunviolínalquelefaltandoscuerdas,ysehaceelsilencio.

—Delerecuerdosdemiparte—mepideMensch—.Meencantaríatenernoticiasdeél.

Sideseohablarconelhombrequemejor leconoce,mediceNathaniel,deberíallamaraHarryBarnoff.DeCleveland.B-A-R-N-O-F-F.

—Intentaréconseguirsuteléfono—lerespondo.Coneldedoíndiceescribeunnúmerodediezdígitosensupizarraimaginaria.—¿Lellamaamenudo?—pregunto.—Haceañosquenohabloconél.Marcoelnúmerodesdemioficinaycontestaunamujer.—¿ViveahíHarryBarnoff?—Sí—respondeella—.Yosoysuhija.Harry Barnoff se ha jubilado hace poco, después de tocar el contrabajo en la

Orquesta de Cleveland durante cuarenta y seis años. Cuando Nathaniel eraadolescente lemandaronconél,yBarnoff fue suprofesoryamigodurantemuchotiempo.Cuando lecuento la situaciónen laqueseencuentraNathaniel,Barnoff seafligetantoqueseponeallorar.

—Porfavor—ruegaelmúsico,aliviadoalsaberqueNathanielestávivo,aunquenodeltodobien—,tienequedecirlequepiensomuchoenélyqueaúnmeacuerdodelobuenmúsicoqueera.


Nosiempreeraelmejorestudiante,recuerdaBarnoff,queenseñóaNathanielenlaEscueladeMúsicadeCleveland, una institución sin ánimode lucrodelCírculoUniversitario de Cleveland. No hacía los deberes y le costaba concentrarse, segúnBarnoff, que se pregunta si no habrá sido perjudicial para Nathaniel tener tantotalento.Barnoff nunca había visto a ningún estudiante pasarsemeses sin practicar,comohacíaNathanielaveces,ydespuéscogeruninstrumentoyarrancarleunsonidotanbueno.

—Realmentetienesalgo—lealabóaNathanielenunaocasión,suplicándolequerespetaraycultivaraesedon.

FueesacombinacióndeelogioyfeloqueatrajolaatencióndeNathaniel.AntesdecumplirlosveinteexpusoconarroganciayadmiraciónapartesigualesquequeríasercomoelseñorBarnoffytocarenunagranorquesta.Barnoffsemostrabareacioaexponerlealadecepción.

—Sindudatienestalento—aseguróaNathaniel—,perohacefaltaalgomás.Tuvidahadeserlamúsica.Tienesquepracticar,practicarypracticar.—Ensucaso,ledijoBarnoffaNathaniel,sehabíaesforzadomuchísimoporentrarenunaexclusivaescueladeNuevaYorkllamadaJuilliard.

—YotambiénquieroiraJuilliard—declaróNathanielaBarnoff.Barnoff recuerda que mientras Cleveland saltaba por los aires, con la policía

antidisturbios llevándosea rastras a losmanifestantes, incendiosycochesvolcadospor todaspartes,Nathaniel sepasaba el díametido en suburbujade laEscueladeMúsica. Algo le hizo cambiar. Había madurado y se le veía menos inquieto, ydespuésdeterminarelbachilleratoconsiguióunabecaparalaEscueladeMúsicadelaUniversidad deOhio.Barnoff se alegró por su protegido;Nathaniel, en cambio,aspirabaamás.AmitaddesuprimerañoenlaUniversidaddeOhiosepresentóenJuilliardparahacerunaprueba.

—Pocodespuésmeenteré—concluyeBarnoffconlavozentrecortada—dequehabíaconseguidounabeca.

LellevodoscuerdasnuevasquehecompradoenStudioCityMusicyNathaniellasestrenaconMendelssohn,BrahmsyBeethoven.

—No sé cómo darle las gracias—dice—. Es como un sueño; veo a la gentesonreír.Brillaelsoltodoeldíaylasnochessonfrescasytranquilas.

Miropacientementecómoencuerdaelviolínyparlotea sinparar, entusiasmadoconlaideadetocaruninstrumentoencondiciones.Enloaltodelacolina,elDisneyHall esunbarcoenormeconvelasdemercurio, una centelleante alucinaciónen elhorizonte.Abajo, los coches cruzan a toda velocidad el túnel de la calle Segunda,retumbanloscamiones,resuenanlassirenas,yNathanielsesumergeenlalocura.Hacerradolosojos,aisladoensumundo,dondehayorden, lógica,cordurayundulce


alivio.Almenosduranteunrato.


3

El periódico dominical golpea en la entrada de casa con un ruido seco que medespierta,pagalahipotecayponeenpeligrotreintaañosdetrabajo.Lascolumnasdelasemanapasadayanoexisten;hansidoborradasporunflujoconstantedenoticiaseinformacionescandentesquedesdibujalahistoria.Erestanbuenootanmalocomotuúltimo intento de establecer cierta comunicación con elmundo, y el artículo sobreNathanielimpactacomonadadeloqueheescritoantes.Eneltiempoquesetardaenleer un mensaje electrónico me entran otros dos, un torrente incesante que semantieneduranteelalmuerzoylacenayqueseprolongahastaeldíasiguiente.Séque es un relato convincente, y que el titular, perfecto, escrito por el editor SajiMathai,hacontribuidoaatraerlaatención:

ELMUNDOENDOSCUERDAS

Perolareacciónquehageneradosuperamisexpectativasyhacequemepreguntequé tiene el relato que he subestimado. La respuesta está en las reacciones. Loslectoresvenlahistoriadeunhombreque,anonadadoporundurogolpesufridohacetreintaaños,sigueadelanteconcoraje,dignidadyelespírituintacto.Asídesimple;perohayalgomás.MiencuentrofortuitoconNathanielsepercibecomosusegundaoportunidad.¿Conozcoesteoaquelprograma?¿Heoídohablardelosantipsicóticosde última generación que podrían cambiarle la vida? ¿Me importaría facilitar midirecciónparaquelagentepuedaenviarcuerdaseinstrumentossinusar,rescatadosdedesvanespolvorientos?Olvidadoduranteaños,Nathanieltieneahoraunaseccióndesdedondeseleapoya.Cuatrolectoresseofrecenaenviarviolines.Unfabricantedeviolinessebrindaaregalarunocompletamentenuevo.YunhombrellamadoAlRichofrecelosiguiente:

Steve:Soy el director general de Pearl River Piano Group America, Ltd.,

división occidental del Guanghou Pearl River Piano Group, el mayorfabricantedepianosyelsegundofabricantedeinstrumentosmusicalesmásimportante del mundo. Nuestra oficina americana está en Ontario,California.Estamañanahe leídosuartículosobreelviolinistacallejerodeLosÁngelesysuhistoriamehaconmovido…

Richdicequevaaenviarunvioloncheloyunviolínparaestudiantesporcorreourgente,ycuandoterminodeleertodasestasofertascorroalacalleSegundaesquinaconHillacomunicarlanoticia.

—¿Que va a enviar un chelo?—pregunta Nathaniel con cara de incredulidad,


refiriéndose al director general dePearlRiver.No ha leído la columna y le cuestaentendersurepentinabuenasuerte.

—Uncheloyunviolín—leaclaro—,yotraspersonasdicenquevanamandarviolines.

Nathanielme observa como buscando pruebas de que soy real y no una cruelalucinación.

—Lagenteesmuygenerosa.—Ensusojoshayunasombradeduda,yalgoquelepreocupa—.Yonopuedocosteareso—dice,moviendolacabeza.

—No tiene que pagarles nada —le explico—. Son personas que han leído elartículoqueheescritosobreustedenelperiódicoyleconsideranuntipodecente.Noquierennadaapartedelasatisfaccióndesaberquehanayudadoauncolegamúsico.

Esoparecequeleconvence.Sisonmúsicos,formanpartedeunahermandad,yNathanielestáobligadoarespetarsusensibilidad.

—¿Cómovanaenviármelos?—pregunta,absolutamenteconscientedequeestádesconectadodelosmediosordinariosdecomunicación,puesnotienenidirecciónniapartadodecorreos.

—Melosmandaránamíyyoselostraeré.Llegaránlasemanaqueviene,másomenos.

Asienteconlacabeza,peromedoycuentadequenosefíademí.¿Yporquéibaahacerlo?Derepente,lelluevedelcielouncolumnistamediocalvoydebarbagrisque leprometesuficientes instrumentosgratiscomoparaformarsupropiaorquestadecámara.Recelo,sinoparanoia,esunarespuestatotalmentelógica.

EnlosdíasquesiguenNathanielseplantacercadeltúneltodaslasmañanasaesode las ocho o las nueve y descarga con meticulosidad su carrito sobre la enormelosetaquelesirvedeescenario.Perosuprimeratareaconsisteenrecogeramanodemaneracompulsivacadapartículadesuciedad,basuray tabaco.Aunquedespotricacontralaspalabrotasyelazotedelasdrogas,lascolillassonsuobsesión,unapústula,unaamenaza,ylasarrancadelaaceraconlosdedosenpinzaparatirarlasconascoalaspapeleras,comosiélfueraelencargadodesalvaralmundodeesaplagacadavezmásextendida.Devezencuandolosueltatodoyselanzaalacalzadapararecogeruna colilla arrojada desde un coche en marcha, con una mueca en su cara chatamientrascensuraalosadictosalanicotina,cuyadebilidadpudreloscimientosdelasociedadcivil.Sulocacarreraentreloscochesestodounespectáculo,nosóloporelpeligroinherente,sinoporqueavecessedesplazaconunalargatúnicadeterciopelocolor vino y parece una especie de mago fantástico. En otras ocasiones lleva unabolsa de basura negra sujeta a la espalda y alrededor del cuello, como si fuese elpaladíndelacapaquebarrelascallesdelcentrodeLosÁngeles.

Alacercarselaprimavera,elsolmatutinosaledelestedeLosÁngeleseincideconfuerzaenelhuecodehormigóndelaentradadeltúnel,dondeaNathaniellehadadoporponerdosletrerosdecartónenlosqueinformadesusinteresesmusicalesactuales.


BACHYBRAHMS,seleeenuno.

OCTAVADEBEETHOVEN,rezaelotro.

Loshapintadocontintenegroparaelpelo.Cerca,enelsuelo,colocaunarevistajaponesayafirmaqueesunhomenajeaLittleTokyo,unpequeñobarriocomercialaunascallesdedistanciaendireccióneste.AhítodosseparecenaYo-YoMa,apunta.

—¿Yatieneelchelo?—preguntamásdeunavezconilusióninfantil—.¿Elcheloylosviolines?

—Todavíano,Nathaniel.Cualquierdíadeéstos.Confíeenmí.Haceungestoconlacabeza,incapazdedisimularladecepciónoladuda.

Que si tiene chinches en los pantalones, me dice. Que si acaba de hacer unagujeroenel lechodehiedraparaenterrar lasheceshumanasde loshabitantesdeltúnelquenohantenidoladecenciadeusarinstalacionesapropiadas.DagustoveraNathaniel desinhibido y sin fingimientos, soltando todo lo que se le pasa por lacabeza. No hay filtros ni nada que separe lo real de lo imaginario. Una sencillapreguntasobresuadmiraciónporBeethovenle llevaavolarentresusdesquiciadospensamientos,queflotanensumentecomonubesdispersas.

—Cleveland no tiene ninguna estatua de Beethoven. Es una ciudad orientadahacia lomilitar, ocupada, preocupada por todas las figurasmilitares de la historiaamericana, por los grandes soldados y generales; pero no verás músicos en losdesfiles,aunque tienes lasalaSeverance, laEscueladeMúsicadeCleveland,OhioUniversityBobcats, Buckeyes ofOhio State. Están todos los grandes soldados delejércitodeEstadosUnidos,delaSegundaGuerraMundial,delaguerradeCorea…mientrasqueenLosÁngelestienesalapolicíadeLosÁngeles,lacárceldelcondadodeLosÁngeles,LosAngelesTimes,elseñorSteveLopez.Esoesunejército,¿no?¿Los Angeles Times? Los Ángeles baja en pendiente como un valle, como lasmontañas de Santa Mónica, el centro de Los Ángeles, Honolulú. No he visto elocéanoenLosÁngeles.Sesuponequeesunocéano,elPacífico,peroestazonadelcentro no es terreno oceánico. No verá estatuasmilitares como las que se ven enCleveland,dondesonloslíderesdelaciudadytienenasuejércitoportodaellaconmuchoscaballos.LosClevelandBrowns,LosAngelesRams tambiénsonejércitos,reglamento, experimentación militar, con el señor Roman Gabriel de quarterback,romano, romanos, Imperio Romano, coronel Sanders, el señor Roman Gabrielideando una jugada en sueños.Mire. Ahí van todos los receptores abiertos por lacalle. Este pequeño instrumento es el quarterback de la orquesta, este violín quecompréhaceunosañosenMotter’sMusicdeCleveland,Ohio.Unviolonchelopuedeapoyaralviolínconlosmismosmovimientos;sinembargo,elchelonoeselalmadel


concierto.Esestejovenelquemuestraelcamino.ItzhakPerlman,JaschaHeifetzsondioses paramí. Ojalá tuviera yo ese talento, pero aunque practicara diezmil añosjamásllegaríaasertanbueno.EnClevelandnopuedestocareninviernoacausadelanieveyelhielo,poresoprefieroLosÁngeles,laciudaddeBeethoven,dondetieneseste sol y, si llueve, puedes meterte en el túnel y tocar hasta hartarte. Estoyestupefactoconesaestatua.MeasombraquealguientangrandecomoBeethovenseaellíderdeLosÁngeles.¿Tieneideadequiénlopusoahí?

SantoDios,¿dóndemehemetido?Nathaniel pronuncia este y otros monólogos interiores fragmentarios con el

entusiasmo y el encanto de un sereno conversador, un poco de énfasis aquí, unasonrisaoungestodelamanoallá,ysinconcienciadelanaturalezaincoherentedesudiscurso.Avecesmeloencuentroenplenaconversaciónconalguienquenoestáahí,un intercambio fluido y animado con la pared o un árbol o con nada en absoluto.Ignorosiélrespondeaotrasvocesosisencillamenteverbalizatodosycadaunodesuspensamientos.Sépocosobrecómofuncionasuenfermedad,sobrequéhaceroaquiénpreguntar.

En otras palabras: tengo un problema. Estoy a punto de recibir variosinstrumentos enmi oficina y nomehe parado a pensar qué voy a hacer con elloscuandolleguen.Nathanielnecesitaríaacoplarunremolqueasucarritonaranjaparaacarrearlosporahí.Supongoquelellevaréelvioloncheloyquizáunodelosviolinesyguardaré losdemásen laoficina.Hayotro inconvenientequenohabía tenidoencuentayqueahorameaterroriza.Unhombrequeviveen la calleyduermeenunpeligroso infierno plagado de delincuentes, drogadictos al acecho y ladrones es unobjetivogolosoparaunatraco.Otracosaseríasipudieraesconderlosinstrumentosenelcarrito.Meplanteolaposibilidaddeguardartodosenlaoficinayqueélsepasepor allí cada vez que quiera tocarlos, pero eso es imposible. Paro poco por ahí y,cuandoestoy,notengotiempoparamúsicadeestudio.

Mehetendidounatrampasinsaberlo,yloslectoresnovanadejarqueloolvide.Siguen llegando reacciones, y hay admiradores que se preguntan qué tal le va aNathaniel y cuándo podrán leer la siguiente entrega. Una columna es una opiniónpersonal, y, como tal, esmenos imparcial que el relato escuetode lasnoticias.Sinembargo, al contar la historia deNathaniel, inconscientementeme había hecho enciertamedidaresponsabledesubienestar,unalaborparalacualnoestoypreparadoenabsoluto.Claroquetengointencióndeseguiradelanteconlahistoria,peronodeadoptaraunindigentedemedianaedadconproblemasmentales.Tengoesposayunahija,Caroline,dedosaños,ynopasoconellastodoeltiempoquemegustaríadebidoaunhorarioquemeobligaallegaracasacuandoCarolineyasehaacostado.

LehablodelapuroenquemeencuentroauncolegallamadoTomCurwenquehasidocoeditordelaseccióndelibrosdelTimesydespuésseconvirtióeneleditordelasecciónde tiempo libreyocio.Mecuentaqueotrocoleganuestro seencontróconque uno de los muchos mendigos que merodean cerca del edificio del Times fue


compañero de clase suyo, así que llamó a LAMP, un organismo del centro de LosÁngeles que ayuda a indigentes con problemas mentales. El mendigo está entratamientoylevabastantebien.

LAMP me resultaba ligeramente familiar, pues en cierta ocasión traté con suantigua directora, Mollie Lowery, que antes había sido monja. Pero no sé muchosobreelprogramaque llevanacabo,y tampococonocíaa losdos trabajadoresdeLAMPquerespondieronamillamadacuandopedíayudayseacercaronalcrucedelacalleSegundaconHillparaveraNathaniel.EstátanconcentradoensumúsicaquenoadviertelallegadadeShannonMurray,laayudantededirección,yPatriciaLopez,la directora del programa. Los tres nos quedamos a escasos metros de distanciaescuchando el concierto, y cuando se toma un descanso, hago las presentaciones.Nathaniel semuestra cortés y encantador. Repite los nombres deMurray y Lopezvarias veces, aprendiéndoselos de memoria. Se queda con la impresión de quePatriciaLopezesmimujer.

LedigoaNathanielquehe idopregonandopor ahí su talento,yqueMurrayyLopezhanvenidodesdeunazonadelaciudadbastantealejadaparaverloenpersona.Élseencoge tímidamentedehombros, luegosecolocaelviolínbajo labarbilla,seaísladelruidodeltráficoyabandonaelmundoconocido.Tanteaunpoco,tratandodejuntarideasquelellegandispersas,peroalfinal,comosiempre,encuentraunpasajequefuncionacomounadrogaylamúsicaleliberadetodadistracción.Ojoscerrados,cabezaladeadahaciaelcielo:sehaido.

Entoncessusurroalosdosvisitantes:¿creenquepuedenayudarle?Murray tarda en contestar.Observa aNathaniel atentamente, como si estuviera

estudiandounapinturacubista.Tengocuriosidadporsaberenquéestápensando,sudiagnóstico,supronóstico,sutratamiento.Esjoven,puedequenohayacumplidoloscuarenta,yaunasítieneveinteañosdeexperienciaencasoscomoéste.

—¿Sabe? —dice— LAMP trata de conseguir dos cosas, entre otras muchas.Intenta ayudar a sus pacientes a relacionarse socialmente en unmedio favorable ytambiénaforjarseunamisiónounobjetivo,ademásdeunplanparallevarloacabo.ParecequeNathanielyatieneunconocidodeconfianzaqueintercedeporél…

Asaber:yo.—Ytieneunamisión:sumúsica,queesnadamenosqueunapasiónarrolladora.

Dealgúnmodo,—agregaMurray—,lahistoriadeNathanielseconsideraríaunéxitoenLAMP.

ElproblemaesqueNathanielestáalgomásqueunpocoloco,sinosatenemosaloqueseentiendeporloco.Tienequehaberalgoquepuedanhacerporél,¿no?

MurrayyLopezfelicitanaNathanielcuandoterminadetocar,yélrespondeconun¡caray!,gozandoclaramentedesucrecienteclubdefans.Sinembargo,cuandoleinvitanapasarseporLAMPsialgunaveznecesitaalgo,haceunamuecaydicequenocreequeesovayaasuceder.

Yotambiénhagounamueca,preguntándome:¿porquéno?


Cuandosedisponenamarcharse,MurrayyLopezlepidenqueloconsidere.Unmomento.¿Esoestodo?Aunque no estoy seguro de lo que esperaba, era algo más concreto que la

sugerenciainformaldequeNathanielsepaseporLAMPsiporcasualidadseencuentraen el barrio. Supongo que me las imaginaba llevándoselo a un lugar en donde lesuministrarían alguna clase de medicación y le dejarían dormir bajo un techomientras se preparaba para una vida nueva más productiva. Por supuesto que soyconscientedequeesono sucedede lanochea lamañana,pero razóndemásparaempezarelprocesoloantesposible,¿no?

MurrayyLopezmedicenque tendránquevolver enotraocasiónpara intentarconvenceraNathanieldequevayaapedirayuda.SiamímehallevadovariasvisitasconseguirqueNathanielsesientaagustoconmigo,¿cuántolecostaráaotrapersona?

En cuanto semarchan las emisarias de LAMP me siento abandonado y solo, yNathanielnohacenadaparalevantarmeelánimo.

—NOpiensoirallí—sueltatajanteyenactituddedesafío.—Sólointentanayudarte—replico.—Ya,esoloentiendo,peroyononecesitoayuda.—No es más que un lugar donde tomar un sándwich y ducharse. Shannon y

Patriciaparecensimpáticas,¿no?—Sí,peroamínomehacefaltaeserollodeirhastaallícontodasesastonterías.

EstonoesCleveland,Ohio.EsunaciudaddeBeethovenquenotienetodaesanieveytodoesehielo.LosAngelesTimes.RomanGabriel.JackieRobinson.Megustaestaraquí,enlostúneles,dondepuedotocartodoeldíasinquenadiememoleste.

En todos los años que llevo escribiendo columnas nunca había tenido quevérmelasconsituacionesinvoluntariasdeestamagnitud.Estoyenlaesquinadeunacalle discutiendo con un paranoico esquizofrénico, y, como no sé qué argumentar,digoadiós.

—Esto…,señorLopez—mellamaNathanielcuandomedoylavuelta—.¿Aúncreequellegaránelcheloylosviolines?

Unacolumnaperiodísticaesel trabajoperfectoparaunhombre impacientecondificultadparamantenerlaatenciónduranteperiodosprolongados.Haypocotiempopara reflexionar. Abordas un tema y, ¡zas!, pasas al siguiente con la rapidez delconductorquehuyetrasatropellaraunpeatón.Nathanielmehallevadoauncallejónsinsalida.Afortunadamente,laimpaciencianoesmiúnicodefecto.Yotambiénsoyobstinado.¿AsíquecreequevaadescartarLAMP despuésdequeMurrayyLopezhantenidolaamabilidaddeveniryofrecerleayuda?Esoyaloveremos.

Llamo a Patricia Lopez desde la oficina y le pregunto si se asociaría conmigopara llevar a cabo mi pequeño y astuto plan. Cuando lleguen los instrumentos le


explicaréaNathanielquesontodossuyos,peroquetendránqueguardarseenLAMP.Losdonantesyyoqueremosasegurarnosdeque tanto los instrumentoscomoélnocorrerán peligro.Como le imagino capaz de hacer cualquier cosa con tal de echarmanoalosnuevosinstrumentos,susvisitasaLAMPacabaránporconvencerledequeparticipeeneltratamientoyenlosprogramasdealojamiento.

PatriciaLopez está conmigo.Dice que encontrará un lugar donde guardar bajollavelosinstrumentos,yqueélpodrátocarenelrecintodeLAMP,peronofuera.

Essencillo.Subversivo.Ingenioso.


4

Llegan los instrumentos. Primero un violín—que el propietario hametido en unacaja para sierras de la cadena Sears—, después otro y otro, y luego llega elcargamento del señor Rich, director general de Pearl River PianoGroup. El chelovieneenunacajaaproximadamentedemialtura,ycuandolaabromeencuentroconunpreciosoinstrumentonuevocubiertoconunafundadenailonazuloscuro.ElseñorRichhabíadichoquenoeraunchelodegrancalidad,peroparaalguienquenoesexperto se trata de una obra de arte magistral, con curvas sensuales y una sólidamaderaoscurabarnizadaconuncálidocolormielquelohacesuaveal tacto.Ojalásupiera cómo hacerlo sonar, y me descubro previendo la reacción de Nathaniel yenvidiandosutalento.

PuedequemequejedesentirmeacorraladoporNathaniel,comocorrespondeaunbuencolumnista cascarrabias, pero la aventura en laque estoy embarcadono tienenada de aburrida. Soy el nieto, no muy culto, de los dueños de una tienda decomestiblesquellegaronaCaliforniaenlosañosveinteprocedentesdeEspaña,porpartedemipadre,ydeItalia,porlademimadre,queestáaprendiendoalgosobrelasupervivenciaylabuenamúsicadeunafroamericanoesquizofrénicoquecrecióenelestedeCleveland.

Conunvioloncheloenunamanoyunviolínen laotra,ambosnuevos,cruzoazancadas la salade redacción, salgodelTimes por la puertade atrásy subopor lacalleSegundahaciaHill.PiensoquesillevolosinstrumentosaLAMPsinqueéllosveaantes,puedequeNathanielnuncasepresenteallíparaunacitaaciegas.Perosiprimerocontemplalosinstrumentosylossienteensusmanos,iráadondeelamorlelleve.Meparoenelsemáforodelaesquina,delantedelHotelKawada,yloveodepie junto a la entrada del túnel. Es media mañana y lleva dos horas tocando; sedetiene en cuantome vislumbra. Parece un crío enNavidad, con esa expresión dealegríayalivioalmismotiempo.Lohehecho.Loheconseguidoporél,talcomoleprometí.Ahorasoydeoro,unángelconpantalóncaquiyzapatosRockport.

—Lohevistovolandoporahí—observaNathaniel—,repartiendoregalos.Le entrego la tarjeta de Alfred Rich. La examina, un detalle más arrojado al

remolinoyaprendidodememoriaparasiempre.Luegoladejaencimadelalonaazulquecubresucarritodelacompra.Apoyadoenunarodilla,echaunaojeadaalinteriordelafundadelviolínyhabladel«granujilla»dormidoahídentro.Estáentusiasmado,yyoaprovecholaoportunidad.

—ElseñorRichquierequesepaqueestos instrumentossonparaque los toquesiempre y durante el tiempo que le apetezca —le transmito, sorprendido por lafacilidadconquemesalelamentirapiadosa—.PerotambiénquierequelosguardeenLAMP,aligualqueyo.Nonosgustaríaqueleatracasen.

LosojosdeNathanielnopuedenocultarsusemociones.Selesalendelasórbitas,


llenos de expresividad, y es evidente que la condición que le impongo no le hasentadonadabien.

—Puedo arreglármelas yo solo. Además, ya me han atracado otras veces —argumenta,yañadequeluchará«hastalamuertepordefenderestosinstrumentos».

¡Estupendo! Me dan ganas de zurrarle y así acabamos de una vez. Eso seríapreferibleapasarmelasnochesenvelaesperandoaquemellamenparainformarmedequeNathanielestáenunhospital,inconscientedelapalizaquelehanpropinadopararobarlelosinstrumentosqueyoleheentregado.

—Ése es el trato —le digo con firmeza, pues no tengo otra alternativa quemantenermeenmistrece—.¿PorquénopruebalosinstrumentosunratoyluegolosllevoaLAMP,dondesiempreestarándisponiblesparaustedynadiemás?

Nocontesta.Hadescubiertoelchelo.—¡Cielos! —exclama con un grito ahogado, levantando con precaución el

instrumentoyabrazándolocomosifueraunreciénnacido.—Esprecioso—coincidoconél.InmediatamenteNathanielempiezaamontarelchelo,colocandoelpuenteensu

sitioytirandoconmuchocuidadodelascuerdashaciaelclavijero.Mefijoenelpindoradodel tamañodeunaarañaque llevaen lacamisa,unángel tocandoelviolín.Zumban lasmoscas alrededor deunparterre dehiedra cercanoyde los cubosquecuelgandesucarritodelacompra,yeltráficoesunestruendodiscontinuo,unmardezumbidosyruidossordos.Nathanieltensalascuerdas,alternandoentredo,sol,reyla,tirandopocoapocodeellas.Cogeuntrozoderesinacolorámbaryespolvoreasuarconuevoaltiempoquerepasaunalistadegrandesviolonchelistas.PabloCasals.Yo-YoMa.JacquelineduPré.

—Yluegoestáeltíomástempladoyserenodetodoslostiempos,JanosStarker—agregaNathanieldelmúsicohúngaro.

Está casimareado, refunfuñando como hace amenudo, peromás alegre y conmayor autocontrol que de costumbre, rebosante de imágenes que son absurdas ygenialesalavez.

—Ponerresinaenelarco—explicamientraslaaplica—escomodardecomeratu periquito.Un arco necesita resina de lamismamanera que un coche de policíanecesitadetenidos.

Elcheloestáexaminado,encordadoydispuestoparasuestreno.NathanielsacadelabandejainferiordesucarritouncajónnaranjadeLácteosDriftwoodcubiertodetelarañas.Extiendeunalonaparaevitarquelapicadelcheloestéencontactoconelsuelo, diciendo que no va a permitir que le ocurra ningún daño a su nuevoinstrumento. Ya está listo, sentado en el cajón de lácteos y con el instrumento ahorcajadas. Justocuandoempiezaa tocar,unamujerqueviveenel túnel seplantadelantedeél.

—Resultatanrelajanteoírletocar…Nathanielse tomabienelcumplido,apesardequeda la impresióndequeella


estátratandodesacarlealgo.—Me muero de hambre —comenta la mujer, que dice llamarse Estella—.

Necesitounahamburguesadenoventaynuevecentavos,ymehapicadounaaraña.Mire.

Nathaniel, que guarda los billetes y las monedas de veinticinco centavos queesporádicamente le arroja algún transeúnte, le da un dólar. Y, como parecepreocupadoporlapicaduraenlapiernadelamujer,dejaconcuidadoelcheloaunladoparaverlamásdecerca.OfrecesucajónaEstellaparaquesesienteyseinclinaaexaminarunaheridainfectadaquenotienebuenaspecto.Lehasalidounbultoenlaespinilladeltamañodeunapelotadegolf.

—Yo tengo chinches que me pican por dentro de los pantalones —afirmaNathanielmientras otro indigente asoma del interior del túnel para comprobar quéclasedearañahacausadoeldaño,yconcluyequelaheridapareceobradeunaarañamarrón. Las arañas marrones, dice el desconocido, están siempre al acecho, lasasquerosashijasdeputa.Hayquetenercuidadoconestaspicaduras,aconseja,porqueunaheridainfectadaysintratarenseguidacríagusanos.

La pandilla de Tortilla Flat[1] se disuelve poco después, cuando la mujer semarchaaporsuhamburguesadenoventaynuevecentavosyNathanielvuelvealosuyo, acomodándose de nuevo en su cajón con las piernas abrazadas al chelo. LaprimerapiezaqueofreceesunasonataparachelodeBeethoven,yestaesquinadehormigóngrisáceodelcentrodeLosÁngeles,consucoloniacercanadehabitantesacribilladosporlosbichosysusnubesdegasesnocivosprocedentesdelostubosdeescape, se transforma en lugar de reposomusical. El chelo emite un lamentomásgravequeelviolínyestámejorpreparadoparacompetirconelsonidoquehacenlasruedas al girar. Hace años queNathaniel no coge un violonchelo, y sólo asistió aalgunasclasesdespuésdedejarelcontrabajo,porloqueavecesvaatrompiconesytiene que volver sobre sus pasos para revisar el fraseo.Aun así se le ve natural ybastantesatisfechoconelprimerintento.Ledigoquesuenafantástico,aunqueoigotantosfalloscomoaciertos,yaquelascuerdasnuevassedesafinanalaflojarse.

Acontinuación toca laRapsodiahebreaparacelloyorquestadeErnestBloch,que empieza con un lamento lento y poético. El arco de Nathaniel es un esclavofluidoyobediente, susdedos semuevenenelmástilpulidocomosi ejecutaranunballet, y lamúsica le aísla del ruido, la inquietud, el temor, la enfermedad. Podríaquedarme mirando durante horas, pero me espera trabajo en la oficina. Ahora escuando se supone que tengo que hacer de malo y llevarme el instrumento, sinembargo, no puedo hacerlo. Nathaniel se encuentra en estado de éxtasis, y nomedecido a romper la atmósfera.Le digo que puede tocar un ratomás y que volverédespués para trasladar los instrumentos a LAMP. En estemomento está demasiadoensimismadoparadiscutirelasunto.

Yadelantedelordenador,hagounarápidainvestigaciónsobreErnestBloch.«Elchelo representaunavozmeditativa, trágicamente solitaria»,escribióel compositor


sobrelaRapsodiaquetocabaNathaniel.Noobstante,estoydescubriendoquenoestásolo.Lamúsicaesunáncora,unenlacecongrandesartistas,conlahistoriayconunomismo. En su cabeza se mezclan las señales, fragmentos de significados en unrevoltijo aterrador; sin embargo, en la música hay equilibrio y permanencia. LasnotasdelaRapsodiasubsistenenelpentagramaigualquehacenoventaaños,enellugar preciso en el que las dejó Bloch. La obra de Beethoven que tanto admiraNathanielhaperduradomásdedossiglosysobreviviráanuestrotiempo.Lamúsicaesunareflexión,unensueño,unatreguaenlalocura.Essuformadeestarsolosintemor.

AlcabodeunashorasdetrabajomeencuentroaNathanielcomolohabíadejado,arrellanadoenelcajóndeproductoslácteosyensimismadoenlamúsica.Nolevaagustar lo que estoy a punto de hacer, pero no veo otra alternativa. Es posible quealguienyahayaechadoelojoalchelonuevoconlaintencióndemangarlo.

No he pensado detenidamente qué podría hacer en caso de que opongaresistencia;loquesíséesquelostérminosdelarelaciónvanacambiardeinmediato.He dejado de ser una presencia benévola, el nuevo colega afable que le daconversaciónyregalosesporádicosacambiodenada.Medoycuentadequeenciertomodo presiente este cambio. Se acerca el chelo a su cuerpo y me mira con ojosimplorantes, como si yo hubiera aparecido en escena para secuestrar a su reciénnacido.

—Realmente aún no he oído el instrumento—protesta—. Estoy empezando aconocerlo.

—Puedes seguir tocando en LAMP—argumento, y trato de convencerle de queparecemáslógicoestarenunsitiotranquilo.

—Ésteesunambienteperfectoparalamúsica—insiste,apuntandohacialabocadeltúnelcomosifueraelescenariodelaHollywoodBowl.ÉlsabequeLAMPestáenSkidRow,donde la gente se arremolinará delante de élmientras intenta tocar y learrojarán colillas a los pies. Se me ocurre sugerirle que es hora de tomarse undescanso. Lleva tocando desde que rayaba el alba—. Ocho horas son como dosminutos cuando estás divirtiéndote —arguye Nathaniel—. El señor Rich me hadevueltolaesperanza.

Seacabó,lasnegociacioneshanterminado.Cuandomedispongoacogerelviolínlerecuerdoqueéseeselacuerdoqueélhaaceptado.Nolehacegracia,perosedaporvencido.Cargo los instrumentos en elmaleterodel cocheyNathaniel losmiracomosinofueraaverlosnuncamás.LedigoqueempieceaempujarsucarrohaciaSkidRowy que le espero en LAMP, para que pueda ver exactamente dónde van aguardarselosinstrumentos.

ElcentrodeLosÁngelessevadegradandoaojosvistassegúnsevaendireccióneste.Pasadasunascuantasmanzanasdecasas,loshombrestrajeadosylastorresdeoficinasdanpasoaunacuadrículadecallesatestadasdebasuraydesechos.CercadeLAMP,cientosdepersonasvagansin rumbopor lascallesdestrozadas, sealojanen


tiendas de campaña y cajas o se tumban en la acera como si estuvieran muertos.Algunos están sucísimos y trastornados; otros son yonquis, o sencillamente seencuentran en lamiseriamás absoluta, y otrosmás—algunos recién salidos de lacercanacárceldelcondado—defiendensuterritorioysededicanabuscarproblemas.Miredondemirehaycaosyruina,ratasmuertasespachurradasenelasfaltoyunolorpunzanteacomidapodrida,orines,vómitosypobreza.Sibiennadadetodoestomeresulta desconocido, ahora, con la inmersión que acabo de hacer, lo veo de otramanera.

ParoelcocheeimaginoaNathanielempujandosucarritoatravésdelamiseriaconlacabezallenademúsicamaravillosa.Lapolicíaestáefectuandounadetenciónen lacalleSextaen suconfluenciaconSan Julián;veoaunnegro jovenesposadocontra la pared.Unamujer grita sentada enmitadde la acera.Suenauna sirena altiempoquesaleunaambulanciade laestaciónnueve.Cercade laentradadeLAMP

doshombresdiscutenporunainsignificanciayestánapuntodellegaralasmanos.Cruzounpatioysuboalasegundaplanta,dondePatriciaLopezhabuscadounlugardondeguardarelcheloyelviolínnuevosdeNathaniel.

LAMP cuenta con treinta camas en el piso de arriba para personas que sufrenenfermedadesmentales crónicas y están dispuestas a acudir al centro regularmentepara trabajarconorientadoresy terapeutassobre lamejormaneradesaliradelante.¿Podría llegar a ser éste el hogar de Nathaniel?Me estoy adelantando. Le digo aPatriciaLopezqueignorosiNathanielsepresentará.

Llevatiempo,merespondeella.¿Cuántotiempo?Días,semanas,mesesenalgunoscasos.¿Semanasomeses?Soy columnista de un periódico. Resolvemos los problemas y pasamos a otra

cosa.Tenemosplazosdeentrega.


5

Pasaunmes.Losinstrumentossiguenguardados,intactos.Undíaestoyenlaoficinaañadiendoytachandotemasparacolumnasdelalistademilibretadehojasamarillascuandosuenaelteléfono.

—Tengobuenasnoticias—meinformaShannonMurray—.Nathanielestáenelpatiotocandoelchelo.

Aunquecasihabíaperdidolaesperanza,ahora,mientrascorroporSkidRowparanoperdermelainterpretación,unmesnomeparecetantotiempo.Elconciertosigueenplenoapogeocuandollegoallíypermanezcoinmóvilunosinstantes,tratandodecontrolarlasganasdeacercarmeaNathanielydarleunaspalmaditasenelhombro.Está abrazado al chelo, procurando sacar el mejor sonido posible de su nuevoinstrumento.Adviertemipresenciayasientocon lacabezaenseñaldeaprobación,pero prefiero no interrumpirlo. Hay un público de unas doce personas, aunque notodasparecenfascinadasodespiertasprecisamente.

Elpatiomideunosdocemetrosporotrosdoce,cuentaconbancosadosadosaunlado y variasmesas depicnic, y una afluencia constante de gente entra y sale deledificio anexo o viene de la calle en busca de comida, una ducha y un poco decompañía.Lamúsica relajantedeNathaniel esundetalleagradableenunalberguetan concurrido y, además, resulta en cierta medida esquizofrénico, unas vecesencantadoryotrasconfuso.

—Nosabetocar—juzgacondesdénunhombre,meneandolacabeza.Espero que esto no ahuyente a Nathaniel. No tengo la certeza de que este

programa sea el adecuado para él y, para ser sincero, puedo entender por quécualquierpersona—cuerdaochiflada—evitaríairasemejantelugar.Yosóloquieroseguirconmividaytenerciertaseguridaddequeélestáenunsitiodondepuedenayudarle.Perocomoélhabíaauguradocondesprecio,haygentefumandoytirandolas colillas por todas partes, y se oyen discusiones tremendas procedentes delcampamento de personas sin techo que está en la calle a sólo unosmetros de laspuertasdelpatio.Elpatioesunasaladeloshorrorescontodaclasedeperturbacionesycrisisa lavista.Haygritos incesantesymurmullosdeseresdesastrados,miradasiracundasquepronosticanviolenciayunmuestrario increíbledeatuendoscomodeHalloween: una mujer vestida a la moda de los años veinte, otra con la carablanqueada,unhombre conunospantalones a losque les faltan susbuenos treintacentímetrosdelargo.

—¡Desde luego con esta familia es imposible mantener una conversación encondiciones!—gritaunjovenasusfamiliaresimaginarioscuandosaledelvestíbulodel edificio un empleado de LAMP para anunciar el comienzo de una clase en elinterior.

—Controldelaira.¿Hayalguienaquíquequierairacontroldelaira?


Espero a que haya un poco de calma y luego llamo a Jennifer, la hermana deNathaniel,aAtlanta.Lahemantenidoalcorrientedemisesfuerzosporayudarasuhermano y he esperado elmomento propicio para que por primera vez enmuchosañospuedanhablarporteléfono.Jenniferdaungritodealegríacuandoledigodóndese encuentra su hermano y lo que está haciendo. Sí, asiente, claro que le gustaríahablarconél.LepasoelteléfonoaNathanielylomiraperplejo.Asuscincuentaycuatroañospuedequesealaprimeravezquecogeunteléfonomóvil.

—Yo también te tengomuchocariño—sedespidede suhermanapequeña trasunabreveconversación,yluegovuelveasumúsica.

UnamujerdepeloblancollamadaCarol,queescuchaatentamentedesdeunodelos bancos de la pared, parece ser una gran admiradora de Nathaniel. Ha leído lacolumna que escribí sobre él y le ha sorprendido encontrárselo tocando en LAMP,dondevivedesdehacevariosaños.AfirmaquelehacontadoaNathanielsuplanparasalvarelmundoconotroscompañerosderescatedeSkidRowyqueNathaniellehahabladodeloimportantequeeslamúsicaparaél.

—MiobrafavoritaeslaSextadeBeethoven—diceCarol,quienaprimeravistaparecequesehubieraperdidocaminodeunacenayhubieraterminadoenSkidRow.Esunamujerblancadeunossetentaycincoaños,bienarregladaybienpeinada,enmediodeunapoblaciónmayoritariadenegrosjóvenes.

—La Pastoral —apunta Nathaniel, haciendo una pausa para escuchar laconversación.LuegolevantalamanoderechaparadirigirlaSexta.

En esemomento estoymás interesado enCarol que enNathaniel. ¿Cuál es suhistoriayquépuedeaportarmesobreunaenfermedadde laquesé tanpoco?Carolestádispuestaacomplacerme.HacecuarentaañoseraunamadecasaquevivíaenelbarriodeHighlandPark,alnortedelcentrodeLosÁngeles.Ellaysumarido,queeradiseñadorfloral,teníandoshijos.TodoibabienhastaqueCarolempezóasentirundeseoincontrolabledecorrerporlascallesdenoche.Dormíaenlosjardinesdelosvecinosyenlaaceramientrassumaridolabuscabacomoloco,amenudoconlosdosniñosobservandodesdeelcochefamiliar.Éllaencontraba,lallevabaacasa,yellavolvíaamarcharse.Alfinalterminóenunhospitalpsiquiátrico,dondeseenzarzóenunapeleaconlaprimerapersonaconlaquesetopó.

—Soy diferente—me explica Carol—. Confieso que estoy llena de ira. Y deparanoiatambién.Noestantotemorcomodesconfianza.—Sostienequecreíaquesumaridotratabadeenvenenarlayquehabíaalgosiniestroeneltelevisordesucasa—.Recibíamensajesdelatelevisión.

—¿Quéclasedemensajes?Carolmemiraalosojosyarrugaelentrecejo.—Eso es algo personal, Steve—responde toda seria. Doy marcha atrás y me

disculpo.Carolprosigueypasadelaconspiracióndelasretransmisionestelevisivasalas voces que tenía en la cabeza. No está claro por qué se siente ofendida por lapreguntasobrelosmensajesdelatelevisiónyencambiopareceagustodescribiendo


losfantasmasquelainvadenavoluntad,peromeconformoconloquesea—.Nuncaesnadaparecidoa«venga,mátate»,sinoquesetratadealguienquemellamaporminombre.Noséquiénes;mehapasadocuatrovecesenlosúltimosseismeses.

Lepreguntosicreequeunamedicaciónpodríaayudaraacallaresasvoces.Laúltimavezquetomómedicamentos,mecuentaCarol,suspiernasparecíande

gomayestuvovariosdíasdesconcertada.Nadalegustamásqueabrirunbuenlibro,ylasmedicinasseloimpiden.

Cuandonoestáleyendo,añade,sededicaabuscarbotellasylatasenSkidRowqueluegollevaacentrosderecogidadondelepaganunpequeñoimporte.Elmundodesperdicia demasiado y ella ha sido llamada a dirigir algún día una operación dereciclajedeunaenvergadurasinprecedentes.Mepreguntosipiensaquequizápodríaverse limitada por la edad o por el hecho de vivir en un albergue para enfermosmentales.

—Tengoquesoñar—replica.

MollieLowery,quefundóLAMPen1985,seretiróenlaépocaenlaqueconocíaNathaniel.Aunque no sabíamucho de ella, las palabras de ánimo queme enviabaalgunaqueotravez,amedidaqueseguíalahistoriaenelperiódico,erandelomásreconfortantes. Monja en otro tiempo, Lowery era una angelina desgarbada concorazóndesantayalmadeactivistaquedejovenpasódeunacausaaotraenbuscadealgoimportantealoquededicarsedelleno.Enladécadadelossetenta,mientrastrabajabaconpersonassinhogarenelOceanParkCommunityCenteraloestedeLosÁngeles, advirtió que había aumentado repentinamente el número de enfermosmentalesquevagabundeabanporlascalles.Loshospitalespúblicoshabíancerradoya los pacientes los habían mandado a casa; pero muchos no tenían casa a la quevolver. Y existía un problema con los limitados servicios de salud mental quequedaban: los enfermos mentales que no reciben tratamiento no se levantanresplandecientespor lamañanayvanahacer cola al centro sanitariomáscercano.Lowery sediocuentadeque laspersonasmásnecesitadasdeayudanoestabanencondiciones de rellenar impresos, recordar citas o confiar en nadie remotamenterelacionado con los servicios de salud mental, y menos cuando muchas de ellashabían padecido una burocracia inconcebible o habían sido obligadas a tomar unamedicaciónquelasdejabaporlossuelos.

Resuelta a investigar, Lowery se desplazó veinticuatro kilómetros en direccióneste,desdelaplayahastalosrascacielos,paraversilasmisionesdeSkidRowyotroscentrosdeserviciossehabíanplanteadoquéhaceralrespecto.YseencontróconquesienSantaMónicaelproblemaibaenaumento,enSkidRowseenfrentabanaunaauténticaepidemia.Cientosdeenfermosmentalesdeambulabanporlascallesyporlanocheseconvertíanenpartedeunmanicomiodeunaciudaddecajas,conembalajes


dejuguetes,floresyropaquehacíanlasvecesdehogaresenlasaceras.Eralazonacero de una políticamunicipal fallida. Sólo en un lugar, el Centro deMujeres delDowntown, parecían tener alguna idea de cómo atajar el problema. Allí ofrecíanservicios básicos de alimentación y alojamiento antes de intentar imponer ningúntratamiento, y daba la impresión de que la flexibilidad de la organización atraía amujeresquehuíandelfríodelacalle.

Loweryseconvenciódequeéseeraelcamino:construircentrosacogedoresenlos que no se juzgara a nadie, espacios donde los huéspedes pudieran ser ellosmismos en un entorno sin ideas preconcebidas ni normativas rígidas. Buscando laformade crearun refugiode esas características conoció aFrankRice, unhombrecuyas ideas políticas no podían ser más diferentes de las suyas. Era un miembroconservadorde laCámaradeComercioyvicepresidentede losalmacenesBullock;peroRicenoeramenoscompasivoqueLoweryyestabaigualdedecididoaayudaralosnecesitadosy,depaso,aadecentarelcentrodelaciudad.SugirióaLoweryqueabrierauncentroparahombres,puestoquenohabíasitioparaellosenelCentrodeMujeres, yRiceusó su influenciaparamovilizar a los funcionariosdelgobiernoyconseguir el dinero. El resultado fue el Programa de Viviendas Asistidas paraHombres,enLosÁngeles[2].

—CuandocontemplaselrostrodeMollie,tedascuentadequehahechosuyoeldolor de la gente de la calle —dijo una vez un admirador—. En la labor quedesempeña, o te proteges tras unparapetoparaque la desdichano te alcance, o teabresaellaylaabsorbes.LoquehaceaMollietaninteresanteesquesehadejadoempapar,y,¿cómodiríayo?,esolahahechomásfuerte.

Sí, es un trabajo agotador, reconoceMollie un día que estamos sentados en sujardín,avarioskilómetrosdeSkidRow.Apesardetodo,measegura,esgratificante.Hay una cierta igualdad en la relación. Mucha gente cree que el trabajo socialconsisteendar,dar,dar,ynoesasí.Serecibemásdeloqueseda.Siempremehasorprendido la percepción tan simple que tenía la gente de las pequeñas cosas quehacíamosporesaspersonas.

Por todas partes hay gente que intimida, engaña y discute, que se acercademasiado para el gusto deNathaniel, como él se temía.Cuando no lemira nadiemetecondisimuloelcheloenlafundayseencaminahacialasalida.UnempleadodeLAMP lo agarra cuandoyaha franqueado la puerta y está a puntode emprender lahuidayleobligaaentrarotravez.Nathanielseresiste,peroalfinalcede,entregaelcheloysemarcha.Comouncríoenfurruñado,sedetieneenmitaddelacalle,sacafuriosounamediadeNavidadyunapelotadetenisyarrojaéstacontralaparedparacogerlaconlamedia.

Durante tres largos días no aparece por LAMP; me pregunto si habrá decidido


romperconellugar,alaparqueconmigoymisnormas.Eldíadesuregresovuelveatocarenelpatio,yeldesenlaceesdistinto.Estavezlograsalirahurtadillasconsusnuevos instrumentos. En mi empeño por ayudarle lo único que he conseguido escomplicarle la vida aún más. Ahora anda por ahí con dos violines y un chelo,invitandoaqueleroben.Porsupuesto,ellocoesél,peroenunconcursodeingenioyvoluntadganaríaNathaniel.Ynisiquieravaldríalapenacompetir.


6

A pesar de todos los problemas que me causa, Nathaniel sigue siendo una buenahistoria, y una oportunidad para demostrar por qué el trabajo que hacemos losperiodistasesimportante.Perosivoyaintentarzambullirmeenelsistemadesaludmental,másvalequemebusqueunbuenguía.

NosvemosenelCanter’sDeli,unlugarmuyconocidodeldistritoFairfaxdeLosÁngeles. No sé mucho de Richard van Horn, un afable querubín con la coronillacalva que de sacerdote episcopaliano pasó poco a poco a trabajar en saludmentalhacemásdedosdécadas.JeanneMerl, reporteradelTimes,medicequeVanHorntrabaja enLongBeach,dondepreside laAsociaciónNacionaldeSaludMental delGranLosÁngeles.Talvez,sugiereMerl,élpuedaayudarmeadecidirquéhacerconNathaniel.

AnuestraprimerareuniónVanHornacudeconsumujer,Kay,antiguaasesoradelCongreso igualmente experta en políticas de salud mental. Ambos conocen aNathanielpormicolumna,yconesonomerefieroaquesepandeél.Loconocen,yainfinidad de casos como el suyo, a fondo. Los Van Horn se han implicado en sudrama,yenmiempeñoporayudarle,ysehadadoungranpasoadelante.Despuésdedécadasdeserviciosineficacesydefaltadeconocimientoodecompasión,Nathanielhapuestocaraalsufrimientodemilesdepersonasyaltrabajodeaquéllos,comolosVanHorn,cuyamisiónconsisteenayudarles.

Desgraciadamente, eso no soluciona el problema. Puede que Nathaniel sea unregalodelcielo,peroyonobuscabaquemehalagaranlosoídos.LesconfiesoalosVanHornque,sinceramente,noséquémáspuedohacerparaayudarle.Mepreguntosi no me habré equivocado dirigiéndole a LAMP, ya que la flexibilidad de suorganizaciónnopareceestarfuncionandomuybienensucaso.

Nocorra tanto,medicen losVanHorn.NopodríahaberhechonadamejorquellevarloaLAMP.Funcionacomo laVilladeLongBeach,dondeVanHorn tiene suoficina.LaVillaeraunodelosmodelospropuestosenelDecretodelosServiciosdeSaludMentalaprobadoporlosvotantesdeCaliforniaafinalesde2004,elcualgravaconunimpuestomínimoaloscalifornianosmásacaudalados.VanHornapuntaquepuedequeahoranostoquepagarporelpecadodecerrarloshospitalespsiquiátricospúblicos décadas antes y denoobrar de acuerdo con la promesade los programascomunitariosdeacogeralosdesahuciados.SkidRownoesunhechofortuito,afirma.Nosotroslohemoscreado.Ahorahabrámásdineroparahacer,entreotrascosas,loque yo trato de llevar a cabo: convencerlos poco a poco de que dejen las calles yalojarlos en lugares con todos los servicios de apoyo necesarios, como orientaciónpsicológicaycursosdeformaciónlaboral.

Cuando escucho esome sientomuchomejor, e inclusomás esperanzado. PeroluegoVanHornmediceloquenoquierooír.Queestetrabajonoesnifácilnirápido.


Requiere la paciencia de Job, lo que significa, claro está, que no soy la personaadecuada para la tarea. Pero si persevero, concluye Van Horn, puede suponer uncambio importanteen lavidadeNathaniel.Ysinecesitoestímulouorientación,élconoceaalguienaquienmeconvendríavisitar.

LaVillaesunedificiodetresplantasdeladrillorojosituadoenlaesquinadelacalleCuartaconElm,aunostreskilómetrosdelpuerto,enplenaexpansión,deLongBeach y del Queen Mary. Me conducen a una sala de espera donde un hombresentado en una silla con la cabeza hacia atrásmira el techo como si esperase quefueraacaersedeunmomentoaotro.Mordisqueaunamanzanayllevaenlacabezaalgo que puede ser desde una pantalla de lámpara a un sombrero de pajainusitadamentegrande.Pasopordelantedeélyentroenunahabitacióndetechobajoconvariasmesasyventanassubterráneasquedanalacalle.Enunrincón,detrásdeun escritorio, el doctorMarkRagins está hablando por teléfono. Prácticamente delcuelloparaarribaelhombreestodopelo,pareceunfandeTheGratefulDead,ysediríaquelavozlesubedelpecho.Terminalallamadaymepreguntadequéquierohablarexactamente.

Cuandoleexplicoqueestoy tratandodeaveriguarquéhacerconNathaniel,mepregunta cuánto tiempo puedo esperar, porque acaba de llegar un paciente. ¿Medejaríaquedarmedurante lasesión?,pregunto.Lopiensaunos instantesy respondequeclaroquesí,yesunaprimeraseñaldequeRaginshadecididoolvidartodoloqueaprendióenlafacultaddeMedicina.

Elpaciente resultaserelhombrecon lapantallade lámpara.Visteunosanchospantalones cortos de deporte, botas negras, y alrededor del cuello se ha atado unacamisa negra, una toalla blanca y un pañuelo rojo, la clase de indumentaria que amenudollevaNathaniel.Echalacabezahaciaatráscuandosesienta,ymedoycuentade que podría ser para mantener las gafas oscuras en su sitio, ya que no tienenpatillas.

Raginslepreguntacómosellama.David.—Tieneunaspectountantoextraño—observaRagins.Davidnopareceofenderse.—Hagoloquepuedo—responde.—Ybien—prosigueRagins—,¿enquépodemosayudarle?Estoy deseando saber el diagnóstico. ¿Ese tipo es esquizofrénico? ¿Tiene lo

mismo que Nathaniel? Pero a Ragins no le interesa el diagnóstico. Diagnóstico,recetas…Ésaeslarutinadeltratamientodesaludmental,yRaginscreequehasidouninmensofracaso.Ensuopinión,nisiquieraestamossegurosdeloquesignificanetiquetascomoesquizofreniaotrastornobipolarnitenemospruebasconcluyentesde


que la medicación sea la mejor solución. Eso no quiere decir que, en el caso dealguienque sufrierapsicosis aguday constituyeraunpeligropara símismooparaotros,Raginsestaríaencontradelosmedicamentosylaasistenciahospitalaria.Perohavistoamuchaspersonasque,comoDavid,evitanpedirayudapormiedoaquelasenvíen a un hospital para chiflados contra su voluntad. ParaRagins, lo primero esestablecer las bases de una relación que vamás allá de la enfermedad. Se trata deconseguirquelapersonasesientacómodaacudiendoalmédicoporpropiainiciativaenlugardeconunacamisadefuerza.DavidestáhoyaquíporqueunempleadodelaVillahaconseguido, trasganarsesuconfianza,quefinalmentecrucelapuertadelaconsulta.

DavidlecuentaaRaginsquesealojaenunhoteldeSkidRowquenolegustaabsolutamentenada.Hacedemasiadocaloryestáplagadode traficantes,palomaseinsectos.Tienequellevaresesombreroparaprotegerse.Yademásledueleunpie,noencuentratrabajoynecesitabuscarseotrolugardondevivir.

—Tengoesquizofreniaoalgoasí—afirmasinquenadielepregunte,yañadequeenelpasadolerecetaronantipsicóticos,inclusocuandovivíaenSanFrancisco.

—¿Siempreencuentraunmotivoparamudarse?—lepreguntaRagins.No,niegaDavid.SemarchódeSanFranciscoporquesunoviaeraheroinómana.—Estuveconellademasiadotiempo.—¿Estabaenamoradodeella?—inquiereRagins.—Creoqueesasícomolollaman—respondeDavid—.Quétontoera.—Puedequesertontoyestarenamoradosealomismo—apuntaRagins.—Dígameloamí,doctor.—Cuandohaconseguidoqueserelaje,Raginsempieza

aahondarunpoquito,yasíaveriguaqueDavidhabuscadoayudaconanterioridadyqueúltimamentehatenidounarecaída—.Estoymuydeprimido—declara,ycuentaque cuando vivía en San Francisco pensó en suicidarse—. Fui al puente, pero nosalté.—Raginslepreguntaporquénolohizo—.Supongoquesigoqueriendovivir.

EnmenosdetreintaminutosRaginslellevaaquehabledeunaseriedeobjetivos.El doctor le pregunta por sus intereses, sus aficiones, sus deseos, mostrando conejemplosconcretosqueDavidtieneunavidaquemerecelapena.Éstedicequeestáestudiandochinoporque«meabrelamente»,yquelegustaríaencontraruntrabajoyunanovia.

Lesugieroquepodríamatardospájarosdeuntirosiencontraraunanoviachina,yaDavidparecegustarlelaidea.

—¿Nocreequeconsuformadevestirespantaráalasmujeres?—TanteaRagins.—Puedequealascazafortunas—bromeaDavid.Ragins le explica a David que puede conseguirle una habitación en un hotel

cercanoqueestará incluidaenel subsidiodediscapacidad.También le remiteaunmédicoparaqueleveaelpieylepreguntasinecesitamedicaciónparaladepresiónopara lasvocesqueoye.Davidcontestaquedemomentono,peroquesí legustaríavolverprontoacharlarotrorato.


Cuando David se va le cuento a Ragins todo lo que sé sobre Nathaniel y lepregunto si lepareceque tiene lamismaclasede esquizofreniaqueDavid.Raginssonríe ante la pregunta. Soy un estudiante que no ha entendido nada. Llegar a undiagnóstico no es tan importante como establecer una conexión, responde Ragins.ParaqueNathanielmejorenohacefaltaundiagnósticocerteroniuntratamientodemanual, sinoquedesarrolle la suficiente confianzaenmíyenotrosparaqueél sepropongarecuperarse.

HayunarazónporlaqueellibrodeRaginsElcaminohacialarecuperaciónnose titulaEl camino hacia la curación. No hay curación. Sin embargo, él cree queDavidyNathanielpuedenrehacersusvidasenunentornocomoeldelaVillaoeldeLAMP, dondepuedanencontrarse agustoy aprender a controlar la enfermedad.Miimplicación en la vidadeNathaniel puede influir en él demaneradecisiva, afirmaRagins.Ysostienequeelretoparalosmédicos,lostrabajadoresdesaludmentalylosorientadoresconsisteentrataralapersona,nolaenfermedad.

AntesdemarcharmedelaVillalepreguntosilaspersonasquetrabajanconélsontambiénmédicos,ylarespuestaestodaunasorpresa.No;sonasistentessocialesquese pasan la mayor parte del día en la calle tratando de convencer a los David yNathanielparaqueentrenenelcentro.Ycuentanconunagranventajaalahoradedesempeñarsutrabajo:todosellossesentaronundíaenlamismasillaqueDavid.


7

Cada vez que suena el teléfono por la noche seme pone un nudo en la garganta.Siempre estoy seguro de que se trata de la policía, que llama para decir que hanasaltado a Nathaniel y que su vida pende de un hilo gracias a usted, señorColumnista. Además de darle dos instrumentos nuevos, ¿por qué no le pintó unadianaenlaespalda?CuandolehagosaberaNathaniellopreocupadoqueestoyporsuseguridad,merespondequemerelaje,quesehadeshechodemuchasdesuscosasparahacersitioenelcarroalviolínyalvioloncheloytenerlostapados.

—Esimposiblesaberloquehaydebajodelasmantasyotrostrastos—afirma.LeechoencaraqueharotonuestroacuerdodedejarlosenLAMP,perodiceque

noesnecesarioeinsisteenquelosinstrumentosestánmenossegurosbajolacustodiadeotrapersona.Nomepreocupomuchoduranteeldía,queescuandotocaensitiosrelativamenteseguros.Sinembargo,noséquéesdeélcuandosemarchaaSkidRowytengomisdudassobresucapacidadparaesconderbienunaseccióndecuerdadetresinstrumentos.

—Nathaniel—lesugierounatardecercadeltúnelentrelascallesSegundayHill—,semeocurrequeundíadeéstospodríapasarunanocheconusted.

Esocaptasuatención.Memiracomosifuerayoelqueestáloco.—¿Yporquéibaahacerlo?—¿Yporquéno?Sencillamente,megustaríaverdóndeduermeycómosonlas

cosasahífuera.Élsiguesinentender,pero,siinsisto,ahoraduermeenlacalleLosÁngeles,cerca

deWinston.—Está en el Distrito de los Juguetes—aclara, refiriéndose a una zona donde

muchoscomerciantesvendenjuguetesalpormayorquelleganenbarcodesdeelotroladodelPacífico.Porlanoche,cuandosebajanlaspersianasonduladasdelastiendasyseechanloscandados,untropeldegenteseinstalaenlasaceras—.LosÁngelesesunaciudaddeBeethoven,perotienesaWaltDisney,alcoronelSanders,lapolicíadeLos Ángeles, negros, toda la gente de Yo-Yo Ma, judíos, como en Jew-liard[3],homosexuales…Hay dos o tres bares de homosexuales por allí. ElDistrito de losJuguetes.Ahíesdondetodoslosniñosencuentranloquebuscan.LevantaslamiradayvespancartasenlasqueseleeDISTRITODELOSJUGUETES,conniñosvolandoporlasazoteas.

Cuantomástiempopasoconél,máspercibounaciertapreocupaciónporlaraza,laetniaylapreferenciasexual.Esonoesinsólito,mehadichounempleadodeLAMP

.La esquizofrenia suele ir acompañadade intolerancia o religiosidad extremaodeambascosas.Mepregunto si elhechodequeNathaniel la tomecon la raza tendráalgoqueverconqueprocededeunbarrionegrodeClevelandy fueapararaunaescueladeélitedeNuevaYorkdondelosnegroseranminoría.Sudesarrollosocialse


interrumpióalsufrirlacrisispsicológica,yelloenunmomentoenelqueelracismoenAméricaeraun temamuydelicadoqueprovocabadivisiones.Lohevisto,en lacalleSegundaesquinaconHill,dibujaresvásticasenlaacerayllamarnegrosasusconciudadanosafroamericanos.Él sostienequeesmoreno,nonegro,yseseñala lapielcomosielcolordebieraserevidenteparamí.

—Iréallíestanoche—leprometo.—Nolegustará—meadvierte.¿Esquetienealgoqueocultar?¿Oesunacuestióndeamorpropioporloqueno

quierequeleveadormirenlaacera?—NosveremosestanocheenelDistritodelosJuguetes—medespido.Élasienteconrecelo.CuandomemarchodelPequeñoAuditorioWaltDisneyse

poneatocar¡Quépequeñoeselmundo!

Se nota una modesta recuperación, con la reforma de edificios hace tiempoabandonados, pero aun así lamayor parte del este delDowntown de LosÁngelessiguesiendounaoficinadeempleoduranteeldíayunoscurorecuerdoporlanoche.EnlacalleCuartaesquinaconMainllegoalafronteradelacivilización.AhíestáelCafédePete, juntoconalgunosedificiosdeapartamentosrehabilitados,residenciasdeartistasyjóvenescolonizadoresurbanitas.Hueleaordenyesperanza.Sisedaunpasoalnorte,alsuroaleste,seacabóloquesedaba.EnlacalleCuartaesquinaconLosÁngeles hay un hombre en un portal conmercancía en venta; tiene la antenapuestaparadetectarsisoyunclienteounpoli.Nomeheafeitadoyllevovaqueros,zapatillas de deporte y una gorra de béisbol, un atuendo que creo que podríaayudarmeanodesentonar,perolociertoesquedestacocomounturistaenterritorioamish.Aquínopuedesmiraranadie.Tedelatas.Oenciendeslapipadecracko tellevasaunaputaotelargasdelbarrio.Noengañoanadie.Unosojosdesconfiadosmesiguenlapista.Enlaesquinahayuncontenedorqueapestaacomidapodridayacarneputrefacta.ElajetreocomercialdiurnodelDistritodelosJuguetesdesapareceen cuanto crece la oscuridady la indiferencia.Del asfalto y el hormigón sucios selevantanlasúltimasvaharadasdeorinaresecaporelsol.Dejandefuncionartodoslossistemasyeselugardestiladesolación.

AquíviveNathaniel,yhedepreguntarleporqué.Seríamásseguroquepasaralanochedondepasaeldía.Sigoadelanteyveoaunaprostitutalobastantejovenparairalinstituto.Esrubiaymenuda,unaputadelcrackconairedeángelpaseandoentrechutesymamadas.

—¡Oye,nena!—llamaunhombremetidoenunacajadecartón.—¿Cómoteva,encanto?—diceellaconvozcantarina.Lascallesestándestrozadas.Losborrachosyaceninconscientesenelsuelo,como

soldadoscaídos.Nathanielmehacontadoqueaquídieronunapalizaaalguien,yno


sésiserefierealasesinatosinresolverdelqueheoídohablar,uncasotanrecientequeelcuerpoaúnseencuentraeneldepósitodecadáveres.Tendríaquehabervistolacaradeltipo,mehabíadicho.«Noséquérazónpuedehaberparagolpearaalguiendeesamanera».

Unadeudaimpagada.Unataquepsicótico.Ungolpealazar.Eneselugarpodríatratarsedecualquiercosa.

Subo por Winston en dirección a Main y me siento como si pudiera ser elsiguiente.Un tipovienedirectohaciamí.Echounamiradaporencimadelhombropara ver si trae compañía para la emboscada. ¿Estoy siendo demasiado paranoico?Seríaunblancofácilparaunatracorápido.Peroamiespalda,apartedemisombra,nohaynada.Contodo,semeerizalapielcuandoelhombrepasaamiladocomountiburón.Un traficante, imagino. Simplemente está controlándomey avisándomedequenosemepermitecuriosear.Sinovoyacomprar,yaeshoradequesalgadelatienda.

Cuando vuelvo a la calle LosÁngeles llegan unos religiosos del Valle de SanFernandoconunafurgonetayuncamiónypreparanunpuestodecomidaenlaacera;losmisioneroscharlanenespañolmientrasentreganplatosdepolloconjudíasaunacreciente cola de vagabundos que, hambrientos, comen con lasmanos y dejan loshuesosrelucientes; luegoselimpianlabocaconeldorsodesusmugrientasmanos.Después de comer, un borracho latino tambaleante empieza a lloriquear y losmisioneros le rodean cuando se arrodilla en la calzada.Me tienden lamano ymeincluyenensucírculodeoración.Eljefedelgrupoponelasmanossobreelborrachoarrodillado,cuyaslágrimassalpicanlaacera,ytodoscomienzanarezarenespañol.

Ésta es la segunda ciudadmás grande deEstadosUnidos.Me encuentro a tresmanzanasdelTimesyacuatrodelAyuntamiento, fuerade lavistaymásalláde laconcienciacolectiva.Aquínoexistenada.Elperfilrelucientedelaciudad,recortadosobre el oscuro horizonte como el grabado de un gráfico de beneficios, toca lasestrellas.Unamujer angustiada zigzagueahaciamí.Aparentaunos sesentay cincoaños,peroamedidaqueseacercaimaginoquedebedetenercincuentaycinco,luegocuarenta y cinco y finalmente unos treinta.Un rostro ajado, quemado por el sol ydevastadoporlacocaína.Tienelasmanossuciasylaculeradelpantalóndelchándalmanchada.Davueltas, titubea,camina tambaleándosehaciaunacabina telefónicaymarcaunnúmero.Alosdosminutosescasosseoyecadavezmáscercaunasirena,rebota el gemido penetrante contra los edificios, mientras el equipo de cuatropersonasdelvehículorespondeaotrallamadaeneldramadel911queserepresentacadanochedurantetodalanoche.

—Eselcorazón—indicalamujeralequipodesalvamento.Ellos la suben al vehículo y la trasladan al centro médico del condado en el

momento en que un bombero-enfermero me dice que siempre es lo mismo.Sobredosis.Palizas. Infartos.Cuerpos tumbadosen tiendasdecampañaydetrásdeloscontenedoresdebasura.Veteranosdeguerraquesecaendesussillasderuedasen


lasfétidascalles.Subo porWinston, perome doy la vuelta cuando de nuevome encuentro solo

ante un hombre que sale de las sombras. Lo más seguro es que se trate de otrotraficantequebuscaclientes;noobstante, elulularde la sirenay el recuerdode lahistoria que me contó Nathaniel sobre la víctima de una paliza están demasiadorecientes,asíquemevuelvoymequedoenlaesquina,dondeunhombrebarbadodeunossesentaañospreparasucamastroenlaacera.Lepreguntosiconoceauntipoquearrastrauncarritodelacomprayduermeaquítodaslasnoches.

—Haymuchoscarritosdelacompraporestazona—replica.—EstoytratandodeconvencerledequeduermaenLAMP,—ledigoalhombre.—Si tieneuncarrito—razona, revelándomecierta sabiduríade lacallequeme

pareceevidenteahoraquelomenciona—,noesdelosqueestándispuestosameterseenesossitios.

«¿Yqué razón tendráeste tipoparanoestardispuestoaentrar?»,mepregunto.Noposeecarrito.Talvezseadelosquenotolerannormasnihabitacionescerradas.Yenparte eso es también loqueNathaniel tratade evitar.Estoy seguro.No tratodehacerle iraunalbergue,dondecientosdepersonasduermenencatres.SiconsiguealojamientoatravésdeLAMP,serásucasa.Ysi loúnicoquequierehaceres tocar,¿noseríamásfácilsituvieraunhogartranquiloyseguroparaélsolo?

Finalmente, alrededor de las nueve, distingo una imagen familiar en lo alto deWinston, una silueta oscura con un carrito a remolque. Ha llegado Nathaniel. Sedetiene junto a un edificio de apartamentos por cuyas ventanasmana el estampidosónicodeunabandaderock.

—¿Legustalamúsica?—pregunto.—¿Aesolollamamúsica?—bromea.Parecealegrarsedeverme,apesardesu recomendacióndequememantuviera

alejadodeallí.Mecuentaquehaparadoacomprarunplatodepolloenunodelosrestaurantes cutres que hay cerca. Cuando no come en una misión, siempre tienealgunosdólaresen la fundadelviolínodelcheloal finaldeldía,yesoquenuncapidedinero.Tampoconecesitamuchoparavivircomovive.

Seleveexhausto,conlospárpadosamediaastaylaespaldaencorvada.Debedeparecerle que el carrito pesa media tonelada, y subir y bajar bordillos con él, unesfuerzo físicoymental.En lasesquinas frontalesdelcarritosealzandoshojasdepalmera secas, comosihubieraajardinado sucasamóvil.Enelotroextremode lacanastaseentrecruzandospalosdemásdeunmetrodelongitud,insertosasuvezenlasranurasdeltapacubosdeunFord.ConunrotuladornegrohaescritoBRAHMSenunodelospalos,yenelotro,BEETHOVEN.Tiradelcacharrounúltimobordilloylosubealaacera,luegoloarrastrahastaellugardondeduerme,delantedelescaparatedeuna tiendaque tiene echada la verja.Allí es donde lamujer con los pantalonesmojadosllamóal911,ydondelosmisionerosrepartieronpollo.Enlacunetahayunhuesodealayunapatayenelaireflotaunpersistenteoloragrasa.


—¿Porquéestelugar?—Pregunto.—Conozco a esos tipos —responde Nathaniel refiriéndose a la colonia de

compañerosdeviaje,ningunodeloscualesledevuelvelamirada.Señala la comisaría de policía de Los Ángeles que está a cuatromanzanas de

distancia. Si hay una pelea y las cosas se ponen feas, dice, sabe en quién puedeconfiar,aquiénevitaryhaciadóndeecharacorrer.Ysiseverodeado,tienelapatadeunasillademaderaescondidabajolacamisayatadaalacintura.Lacachiporralallevasujetaalcinturónconunganchoquesehafabricadoconunalambre.Y,añade,utilizael tapacubosamododeescudo.Mesientocomosiestuvieraentrevistandoaungladiador.

Nathanielatasucarroalcandadodelapersianadelescaparateyempiezaasacarlas cosas para pasar la noche. Mientras observo me pregunto cómo llevar laconversaciónhacialasventajasdedormirbajotecho,yesentoncescuandomefijoenlashabitacionesiluminadasdefonduchasyapartamentosbaratos.

—¿Noseríaagradabletenerunadeesashabitacionesdeahíarriba?—Tanteo—.Tienequesermuchomáscómodovivirenunlugarparaunosolo.

—Nomeinteresa—zanjaNathaniel.Ésteessuterritorio,ydeaquínosemueve.—Prefieromorirenunlugarenelquememanejo.Aquírespiroairefrescoyno

estoyatrapadoenunodeesosapartamentos,encerradoysinquemeoiganadie.Vale, ¿dónde está el doctor Ragins cuando lo necesito?Me gustaría saber qué

tiene que decir a esto. Pero, como siempre con Nathaniel, estoy solo. Es un tipointeligente,razono,asíqueprobemosconlalógica.

—¿Creequetienesentidoquedarseaquícuandoloquequiereesvolveraserunbuenmúsico?—Planteo,convencidodequelehedejadosinsaberquécontestar—.Tendría más tiempo para practicar si no tuviera que andar empaquetando ydesempaquetandosuscosascadadía.

Sinembargo,tieneunarespuesta.Siempretieneunarespuesta.—Lo que yo quiero, odio reconocerlo, pero voy a tener que hacer lo que hizo

Mozart,ymorir,esestarabienconDiosynopreocuparmeporcosas inaccesibles,sólodecruzarlacallesinincidentes,ydarlasgracias.Honraatumadreyatupadre,nofaltesalrespetoanadie,sébueno,ypuedequelamúsicasedéporañadidura.

Ni la facultad de Periodismo ni varios miles de columnas ni una experienciarazonable de la vida de la calle me habían preparado para eso. No esperaba estedesafío intelectual constante; resulta que el tipo vive de su ingenio y no sé quéresponderle.Enrealidad,sufilosofíatienesentido,desdeunpuntodevistadeliranteyenloquecido,yescasi comosimehubiera robadoelcuestionariodeantemanoyahoraestuvierajugandoconmigo.

ComohasacadoaDiosacolación,lepreguntoquésignificaparaél.Alomejorpuedo darle la vuelta y sugerirle que a Dios no le gustaría que desperdiciara sutalento.

—MiDiosnotienenombre—responde—.BeethovenpodríasermiDios.


Vale,demomentomedoyporvencido.Nathaniel hurga en su carrito y saca una lista de partituras. Dice que por la

mañana ha pasado un buen rato en laBibliotecaCentral y no ha dado con lo quebuscaba: elDoble concierto de Brahms, lasVariaciones sobre un tema rococó deChaikovski, las Sinfonías tercera y cuarta de Mendelssohn, la Sinfonía n° 2 deSibeliusyDonQuijotedeStrauss.Encambio,síencontróycopióelConciertoparaviolonchelodeCamilleSaint-Saëns.

—Hayalgoasícomodieciochoodiecinuevenotasenunsolointervalo—diserta—.MeencantaqueSaint-Saëns tuviera todas esas ideasy fuera lobastante rápidoparaanotarlas.

Nathanielbuscauncepilloenelcarroysabeexactamentedóndeencontrarlo.EldoctorRaginsmeexplicóquelamentedeunesquizofrénicoesunbatiburrillo,conimágenes y pensamientos desparramados por todas partes. No puedes organizar tumente,perosíelcarritodelacompra.Asíqueesoesloquehaces.

Nathaniel barre la acera con diligencia de maniaco, arrastrando cucarachasmuertasycolillashacialacunetaconelfindedespejarelsitiodondevaacolocareljergón.

—Hay que apartar todas esas inmundicias —dice de buen talante antes devolversehaciamíunavezterminadalatarea—.Bienvenidoamihumildemorada.

Esta noche no hay muchos galimatías. Nada de incongruencias ni de prosadiscordante.Esohacequemesientamásconfusoyfrustradoantelosmisteriosdelaenfermedadmental.Sitieneestosmomentosdelucidezenlosqueserevelacomounhábilconversador,¿porquéesincapazdeverlalocuradedormirentrecucarachas?

Extiendeuncartónenlaaceray,encima,colocaunamantasucia,unjersey,unalonayluegounsacodedormir.Delasentrañasdelcarritosacaunalataderefrescoymelatiende.

—¿Leapeteceunpoco?Del carro cuelga un reloj roto. Con una goma le ha atado un tenedor y una

cucharadeplásticoamododemanecillas,demaneraquemarquelastres,yhaescritominombreenelcentro.

Porcuriosidad,pregunto,¿quépintaminombreenelreloj?—UstedtrabajaenelTimes[4]—responde—,yestoesunreloj.Porsuerte,nobromeasobrecómoselasarreglaparaesconderlosinstrumentos.

Lehecompradounestucheparaelvioloncheloylotieneenvueltoenmantasenelestanteinferiordelcarrito.Perocuandolocogeyloabreresultaqueestávacío.

—¿Quéhapasadoconelchelo?—Piensoqueyaselohanrobado.Nathaniel sonríemientrassacadelcarrounabolsadenailonazul.Elcheloestá

dentro;elestuchenoesmásqueunseñuelo.Nathanielechaunvistazoaambosladosdelacalle.Unasveintepersonasestán

preparandoelcampamento,peroningunaparecemirarennuestradirección.Aunostrescientos metros un hombre apoyado en el muro enciende una pipa de crack.


Nathanielcolocaelvioloncheloenelsuelo,juntoalapared,luegoponelosviolinesrecubiertosencimaylostapaconvariasmantasyunalonaazul.

—Tengoqueprotegerlos—dice,disponiéndolotododemaneraqueloqueseveparecesólounmontóndeharapos.

Pone en el suelo, junto al carrito, el violín de su propiedad, el que compró enMotter’sMusicHouse,enCleveland.

—Lousodealmohada—explica.Deesaformanadiepuedeecharleelguantesinqueélsedécuenta.

NathanielseagachasobreelsacodedormiryalargalamanoparacogerlospalosllamadosBrahmsyBeethoven.Doyporsentadoqueesparadarleacualquieraqueseacerqueahusmear,peroélloniega.

—Cuandovienenlosroedores—señalaconelpaloBeethovenhacialarejadelaalcantarilla—,ésteseencargadeellos.

¿Golpeaalasratasconelpalo?—Quéva.Dasunosgolpecitosenelsuelo,tap,tap,tap,yesolasahuyenta.Es un intérprete de música clásica que ha sufrido un duro revés y ahora se

encuentra con que tiene que andar esquivando ratas de alcantarilla. No obstante,cuandolemiroalosojos,noveonirastrodepesar;nosepercatadecómochocanlospensamientos sublimes y la fea realidad de todas las noches. No es más que unhombrequetratadesobrevivirunanochemáscomosea,sinunaqueja.Humilladoyexasperado,lepreguntocómoesperaahuyentaralasratasconlospalosBeethovenyBrahmscuandoestéprofundamentedormido,peronocontesta.Ensumente,confusaymaravillosa, está rememorandootros tiempos, aisladoenel recuerdode subrevecarreradeintérpreteenelinstituto.Selevanta,seplantaenelbordedelaaceracomounactorenelcentrodelescenarioyrecitaHamletconacentoshakespeariano:

Seronoser,ésaeslacuestión:siesmásnobleparaelalmasoportarlasflechasypedradasdelaásperaFortunaoarmarsecontraunmardeadversidadesydarlesfinenelencuentro.Morir:dormir,nadamás.Ysidurmiendoterminaranlasangustiasylosmilataquesnaturalesherenciadelacarne,seríaunaconclusiónseriamentedeseable.Morir,dormir:dormir,talvezsoñar.Sí,éseeselestorbo;puesquépodríamossoñarennuestrosueñoeterno,yalibresdelagobioterrenal,esunaconsideraciónquefrenaeljuicioydatanlargavidaaladesgracia[5].


HaceunapequeñareverenciaaalgunosmiembrosdeldesagradecidopúblicodelteatrodeSkidRow,lamayoríadeloscuales,comoNathaniel,estánensumundo.Seoyeunaullidohumanoenladistanciainvisible,unodeesosgritosdemencialesquede vez en cuando rompen el silencio de la noche en SkidRow.Nomuy lejos, unhombre descalzo y enloquecido, con chinches por todo el cuerpo, se mueve y sesacude. Dos recolectores de basura pasan a toda prisa, haciendo sonar sus sacosllenos de latas de aluminio. Nathaniel inclina la cabeza y recita un padrenuestro—«líbranosdelmal»—,luegoabrelosojosyveadosprostitutasentrometiéndoseensusoraciones.

—CreoqueesascriaturasdeDiosestaránbien—observa—.Sevanairadormiryasoñar,comohacenlossereshumanos.

Sedeslizadentrodesusacodedormir,yjustoenesemomentosaledelsumiderouna rata que viene hacia nosotros. Nathaniel coge el palo Beethoven, da unosgolpecitosylarataretrocede.

—¿Piensaamenudoenescritores?—preguntaNathaniel—.¿Piensaenescritorescomoyopiensoenmúsicos?

Sí,asiento.Piensoengrandesescritoresyensusfuentesdeinspiracióncreativa.¿Nace del conocimiento, de la experiencia, del amor o de la pérdida de un serquerido?

Nathanielmira lasventanas iluminadasydicequecasipuedevera losgrandesmaestrostrabajando.

—Me encanta pensar en músicos —afirma—. Me imagino a Mozart o aBeethovensentadosenunahabitaciónahíarribaconlaluzencendida.Tienenhambreysedcomonosotros.Essublime.

Espasadalamedianoche.Nathanielmeofrecesucajóndelácteosyunamanta,ymesugierequemereclinecontrasumontóndepertenenciasycierrelosojos.

—Quedescanse,señorLopez.Quedescanseelmundoentero.Procurodormir,peronopuedo.Piensoenlarataquesaliódelsumidero.Luego,

cuando empiezo a quedarme dormido, oigo una sirena, o pisadas, o una tos seca.Observolaaceraporsihaycucarachas.Inquieto,caminohoraymediaporSkidRow,veoacientosdeindigentes.

Estánenportalesycajas,desplomadosensillasderuedas.Meenfurecepensarenlosmiles demillones gastados en Irakmientrasmuchos veteranos de guerra vivencomoanimalesenSkidRow.Meavergüenzodequeenuncondadoquecuentaconunariquezasinprecedentessehayametidoa losdesheredadosya losenfermosenestecorralhumano.MefrustramiincapacidadparahaceralgomásporNathaniel.Sinopuedoayudarleaél,¿cómovoyaayudaraotros?

Cuando regreso,Nathaniel está roncando.Trato de hacer lomismo, pero ahoraestoymás tenso todavía.Medirijo a unhotel y pidounahabitación,medejo caervestido en la cama yme quedomirando el techo.Nathanielme ha calado hondo.


Llevo treinta años buscando personajes por diferentes ciudades y nunca habíaconocidoanadietandesesperanteyseductoralavez.No,señorAyers,elmundonodormirábien.Melevanto,melavolacaraconaguafríayabandonoelhoteldoshorasdespués.Nathanielnosehamovido.VuelvoapasearporSkidRowy loencuentroigualdehorripilante.Mepreguntocómopodríaexpresarloconpalabras.


8

JosephRusso,hijodeunsupervisorescolarydeunamaestradeenseñanzaprimaria,crecióenunazonaresidencialdeclasemediaaltadeManhasset,enlaorillanortedeLong Island.Supadreerapianistaamateurde jazz, por loqueRusso tenía el oídosintonizado desde la infancia, si bien no descubrió lamúsica clásica hasta que, entercercurso,enfermódesarampiónypaperasalmismotiempo.

—Estuveunmessiniralcolegio.MimaestrameenvióacasaunosdiscosyunbustodeBeethoven,pensandoquea lomejormeapetecíaescucharlosmientrasmerecuperaba.

Russo se quedó fascinado. Enfermo y en pijama, decidió que algún díainterpretaríamúsica clásica.Así pues, empezó a tomar lecciones de piano, que nodejóhastaquenofuealinstitutodeManhasset,encuyaorquestanohabíapiano.ElprofesorlepidióaRussoqueeligieraotroinstrumento,ysedecantóporelviolín.Sinembargo,alasemanasiguiente,cuandoseentregaronlosinstrumentos,elprofesorleadjudicóuncontrabajo.

—Tenemosmuchosviolinistas,peroningúncontrabajista—seexcusóelprofesor,yRussonuncalolamentó.

ProgresócontantarapidezqueelprofesorleaconsejóquetomaraclasesprivadasconunalumnodelreputadoHomerMensch,queentoncesvivíaenFlushing,NuevaYork.Russo seguía progresando a tal velocidad que su nuevo profesor lo envió almismísimoMensch,quiensugirióaRussoquesolicitaraelingresoenJuilliard.

—¿Juilliard? —Se sorprendió Russo. Él estaba pensando en Oberlin y en laUniversidaddeIndiana,puesnosecreíalobastantebuenoparaqueleadmitieranenesa escuela. Sin embargo, Mensch lo convenció para que se presentase a unaaudición,yRussoresultótenerunnivelmásqueaceptable.Laacademialeconcedióuna beca parcial y empezó a desplazarse en tren hasta allí a diario en el otoño de1971.

Al principio, como les pasaba a muchos estudiantes nuevos, le abrumaban laintensidaddel ambiente, lomuchoque se les exigía a los estudiantes y el altísimonivel de competitividad. Juilliard era un auténtico desafío desde las ocho de lamañanahasta lasochode la tarde,horadeencaminarsea la estacióndePennparacoger el tren que le llevaba a casa, donde seguía practicando hasta la hora deacostarse.Russosesentíaintimidadoporlacalidaddelamúsicaqueemanabadelaspequeñas ollas a presión de la cuarta planta de la escuela donde los estudiantespracticabanentreclaseyclase.AúndudabadequeJuilliardfuesesusitio.

Un día, mientras se dirigía a una clase en la tercera planta, oyó algoimpresionante y familiar que procedía del interior de un aula. Después de haberpasadovariosañosconHomerMensch reconocióa sumentorenaquel sonido,asíquedecidióentretenerseunosminutosparamirarahurtadillasasumaestroenplenafaena.


—Cuandoabrílapuerta,viquenosetratabadelseñorMensch.EraNathaniel.Russosequedómaravilladoconsucompañero,tantoqueestabadispuestoapasar

poraltoque,enocasiones,mostraraunapersonalidadbruscaydesagradable.Despuésdetodo,corríaelmesdeseptiembrede1971.ElmotínenelpenaldeAttica,situadoenunazonaruraldelEstadodeNuevaYork,supusounpoderosoyletalrecordatoriode lasdivisiones raciales, tanarraigadasen laculturanorteamericana.Ungrupodeunaguardiaintegradaexclusivamenteporblancosseenorgullecíadehaberapaleadoa lospresidiarios conporras a lasque llamabanvarasparanegros. ¿QueNathanielmostrabaunaactitudhostil?ARussonolesorprendía.Nathanieleraunjovennegroque tratabadehacersevalerenunmundodemayoríablanca.Yademás,¿quiénenJuilliardno teníaproblemas, con la intensapresiónde losprofesoresy la rivalidadentre los compañeros? La inestabilidad emocional estaba a la orden del día. Unosrecurríanalasdrogasyseretirabanaunescondite—quenoloeratanto—llamadoescaleraE,lacualdiscurríaenespiralporelcentrodelaescuelayamenudoestabasaturadadelhumodelosporros.Loúnicoqueteníasquehacereraabrirlapuertadela escalera de la tercera planta y, sin salir del edificio, pillabas un buen colocón.Estábamosaprincipiosde ladécadade lossetentayhabíadrogaspor todaspartes.Nathaniel no era adicto, pero, al igual que otros, tampoco iba a rechazar cualquiercosaquesepasarabajocuerdacuandolosestudiantesseescapabanalaescalera.Unacalada rápida a un porro y la seguridad en uno mismo ganaban un asalto en elcombate interminable contra la falta de autoestima. Durante un breve instante ellavadodecerebrodesaparecíaenunanubeamarilla,y losestudiantessalíandeallíconlosojosvidriososyunasonrisaenloslabios,mejorpreparadosparamanejarlapresiónylapolítica,losegoshinchadoseinclusolasinseguridadesmásgrandes.

Russo entró un día en la cafetería enmedio de una conversación acerca de unviolinistadeslumbrante.

—Oye,¿tehasenteradodeloquelehasucedidoaRabin?—No,¿quélehaocurrido?—Sehasuicidado.—Así era Juilliard.Lapresiónpodía reforzar la confianza enunomismoo,—

sentenciaRusso—,destruirte.En su primer año en Juilliard, Russo invitó a unos cuantos compañeros a una

fiesta deNavidad en su casa, enManhasset. Por entonces,Nathaniel era sumejoramigo.ÉsteapreciabaelcarácterdiscretoyelsentidodelhumordeRusso,yaRussole impresionaban el talento y la inteligencia de Nathaniel. Cogieron un tren en laestacióndePennyfueronalbarrioconotroscolegas.Enmitaddelafiestavariosdeellos se juntaron alrededor del piano para ver tocar a un compañero de clase. Lapresióndelaescuelahabíadesaparecido,reinabalaalegría,elambienteerafestivo.Ycuandoelpianistaterminódetocar,RussosevolvióhacíaNathaniel.

—Chico,¿notehaparecidounamaravilla?Nathaniel lanzó a Russo una mirada furibunda y todo el ruido de la fiesta se


convirtióensilencio.—¿Quéquieresdecirconesodechico?—preguntó.Enunprincipio,Russosequedóestupefacto,yluegoasustadodelcambioquese

había operado en su amigo. Era como si se hubiera transformado en otra persona.RussoyahabíavistoenNathanielcambiosrepentinosdehumor,peroningunocomoéste.Tartamudeando,tratódeaclararlequenolehabíallamadochico.¿Esquenoloentendía?

—¿Eresracista?—insistióNathaniel,interrumpiendoporcompletolafiesta.Fueunmomentotanincómodoytensoquenadiesupoquédecirniquéhacer.ARussoledoliólaacusación.¿Nohabíapermanecidoasuladocuandolosdemáslorechazabanporconsiderarleunexcéntricoirascible?¿Nolehabíainvitadoasucasaapasarlasfiestasconsufamilia?Porprimeravez,Russosepreguntósiasuamigolesucedíaalgo grave. Finalmente, alguien tuvo el sentido común de rebajar la tensiónponiéndose al piano a tocar otra pieza. Se reanudó la fiesta y enseguidaNathanielvolvió a lanormalidad,dejándose llevarpor lamúsica, comportándose como si nohubierapasadonada.


9

Aunque me siento más próximo a Nathaniel desde la noche de Skid Row y másresueltoaayudarle,ningunodelosdostenemosmuyclaroquépapeldesempeñoensu vida, e ignoro si me he ganado el derecho a sugerirle que precisa ayudapsiquiátrica.Sí sépor suhermanaque lamedicaciónesun temaespinoso,no sóloporqueélinsisteenquenolanecesita,sinoporquedaunrespingoencuantoalguienlehabladecontrol.Además,supongoquedesviaríalacuestión,comoyahizocuandolesugeríquetendríamássentidoquevivierabajountecho.EnSkidRow,undíaenquepareceestardebuenhumor,lepreguntosirecuerdaalgosobreeltratamientoquerecibióenCleveland.

—La primera vez que me aplicaron el tratamiento por electrochoque fue enWoodruff—rememora,refiriéndosealhospitalpsiquiátricoalquelellevósumadrecuandovolviódeJuilliard.

—¿Porquélohicieron?—Supongoqueporquenolesgustanlosrajados.—¿Rajados?Túestabasenfermo.—Había dejado Juilliard, así queme dieron electrochoque—dice—. Te ponen

pentotalsódico.Recuerdoquetesujetabanconunacorreaparaquenotecayerasdelamesaal recobrarelconocimiento.Supongoqueentraríaenunestadodeestupor.NopodíaentenderloquepasabaenNuevaYork,enJuilliard.Demasiadoscigarrillos.Rusos,ingleses,argentinos,puertorriqueños.Decualquierpartequeseleocurra.YoestabaenlamismaorquestaqueYo-YoMa.Nopodíaentenderdequéibaelcontinuoataquedelagente.

—¿Aquéserefiere?¿Quiénleatacaba?—Todoelmundo.Alguienquefumabauncigarrillodelantedeti.Además,estaba

lapresióndelasclases,todoloqueteníaquepreparar.Mesentíasolo,sinfamilia,sinnadiedemigente.

—¿Quégente?—Lagentenegra.—Aveces—prosigue—parecíaquelamedicaciónfuncionaba.Toracina, Haldol, Prolixin, Stelazine. Tomó esas y otras medicinas mientras

estuvoentratamientoenCleveland.—Cualquierfármacopsicotrópicotetranquiliza.Laesquizofreniaesuntrastorno

queteimpidefuncionartodolobienquepodrías.Mimentenoseesforzabaenhacertodoloquepodíaparamantenermeenelbuencaminoeinteresadoenseguirsano.Mimentenoseesforzabaporqueyofueraelmejorciudadanoquepodíaser.Mimenteno se esforzaba en hacer lo que eramejor paraNathaniel.No sabes qué pasa conDios, con el país, contigomismo.La relación con tu familia se resiente, no tienesamigosniningúntipodedeseo.Temetesenpeleas.

—¿Yoyesvoces?


—Nosésioigovocesono.Nosésiloqueoigoesanormalono.Creoquehayunacantidadincreíbledeenergíasubconsciente.Seemiteatravésdelcerebroyllegaalsistemanervioso.

Entonces,¿consideraríalaposibilidaddevolveratratarse?—Talvez—contesta—.Algúndía.Unosdíasdespuésleregalounalibretaylepidoqueescribaloqueseleocurra

sobre elmomentoenque sedio cuentaporprimeravezdequealgono ibabienysobresuexperienciaconeltratamientoparalaesquizofrenia.Nohayprisa,ledigo.Tómeseeltiempoquequiera.Alcabodeunasemanamedevuelvelalibreta:

Dejoveneradesconcertantequeteetiquetarandeenfermomentalporel furtivohábitode fumar.Ésaera la raízde todos losmales.Lodejéyahoramesientomuchomejor.

Drogas-AbusoResistencia-EducaciónDARE[6].Lostratamientosparaenfermosmentalessondesdeespantososhasta

aceptables.Entérminosgenerales,laideadelaprivaciónfuemuyefectiva,pueshizoque losdrogadictosangelinossedierancuentadequeseestálibrandodíaadíaunaauténticaguerracontralasdrogas,conlapolicíadeLosÁngelesyDARE911.

Los Ángeles, California. Recientemente se ha producido unapuñalamiento en la entrada de LAMP, en el número 627 de la calle SanJulián. Un hombre negro. Nathaniel McDowell. Los Angeles Times SteveLopezLAPD911AntivicioHomicidioNarcóticos.USMC.USN.USA.USAF.USCG[7].GeorgeW.Bush.ComandanteenjefedelasFuerzasArmadasdelosEstadosUnidos.PsiquiátricodeLosÁngeles.PsiquiatraDr.EduardoD.Vasquez. En el EstadodeCalifornia el asesinato esundelitomásgravequeunafalta.Elcastigoporasesinatoeslamuerte.Muerteporinyecciónletal. Gobernador Arnold Schwarzenegger. Alcalde Antonio Villaraigosa.CámaradeRepresentantesdelSenadoRepresentativo.

Los Brown de Cleveland Art Modell Propietario Bernie KozarQuarterback19.

Los Bronco de Denver Jerry Boland Propietario John ElwayQuarterback7.

Continúaenlamismalíneadospáginasmás,yterminaasí:

LápicesdeSteveLopezMuchasgracias


PapeldeSteveLopezMuchasgraciasCheloyviolinesdeSteveLopezMuchasgracias

Entre las muchas personas con las que me carteo últimamente figura StellaMarch,madredeunhijoesquizofrénicoquetienemásomenoslaedaddeNathaniel.EnCalifornia,pocoshanhecholoqueellaparainformaralapoblacióneinstaraloslegisladoresaquereformenunsistemadesaludmentalquedesdehaceañosesunavergüenzanacional.Ytodolohahechodemaneravoluntaria.

March me escribe cartas alentadoras sobre Nathaniel y mis esfuerzos porayudarle, pero raras vecesme ofrece consejos. Llevo tiempo queriendo hablar conella,yhallegadoelmomentodehacerlopordosrazones.Primera:nodejodepensarenlasnotaslargasyfarragosasdeNathanielymepreguntosiellapodráencontrarlessentidoysugerirmealgunasestrategias.Ysegunda:enLosÁngeles,MarchesquienmejorpuederesponderalosabsurdoscomentariossobrelasenfermedadesmentalesqueacabadehacerelactorTomCruise,precisamenteél.

QuedamosenunacafeteríaenWestwood,cercadelaUniversidaddeCalifornia,LosÁngeles[8].March, una viudade pelo blancoque tendría que subirse a la guíatelefónicalocalparaalcanzarelmetroymedio,llevadécadastratandodeacabarconlos estereotipos sobre las enfermedades mentales, y Tom Cruise ha levantado unrevueloconunoscomentariosquenadielehapedidoapropósitodeltema.Cruisehadicho que la actriz Brooke Shields no necesitaba medicación para la depresiónposparto.Ensuopinión,necesitabavitaminas.Noesciertoquehayadesequilibriosquímicos,sostuvo«eldoctorCruise»enlosprogramastelevisivosAccessHollywoodyTodayShow,fundamentandosusconocimientosenvariasconversacionesconotroscolegascienciólogos.

—Nunca he estado de acuerdo con la psiquiatría, nunca—confesóCruise a lapresentadora de Today Show—. No estaba de acuerdo con la psiquiatría antes deperteneceralacienciología,ycuandoempecéaestudiarlahistoriadelapsiquiatría,comprendímejorporquétampococreíaenlapsicología.

March hace un gesto de incredulidad. Los comentarios de Cruise serían paraecharse a reír, dice, si no fuera porque a él le creerá mucha gente. Sé que meencantaríapensarquetomandounadosisdiariadevitaminasNathanielpodríatocaramediados de junio con la Filarmónica de Los Ángeles. Pero tengo mis dudas, yMarchmeaseguraquehaypruebas abrumadorasyunconsensogeneralizadoentremédicos e investigadores sobre las enfermedades mentales como resultado de undesequilibrio químico. En el caso de la esquizofrenia, la dopamina es la sustancia


neuroquímica que se encuentra disminuida en el lóbulo frontal, lo cual provocaalucinacionesydeformacióndelarealidad.

March es la fuerza que está detrás de StigmaBusters[9], un servicio en alertapermanente de la Alianza Nacional por los Enfermos Mentales. March recopilaejemplos de estereotipos, manifestaciones inexactas y engañosas, y trata deconcienciar a los creadores de opinión y a la población en general. En estosmomentos tiene intención de ponerse en contacto con los productores de la nuevapelícula de Cruise, La guerra de los mundos, y boicotearla si no presentan unadisculpa.

Cruise ha fortalecido de forma extraordinaria las trasnochadas teorías sobreenfermedades mentales que dan a entender que es una elección derivada de ladebilidadmoralyespiritual.Stigma,meinformaMarch,pretendequelosfamiliaresnoseresignenalaenfermedaddeunserqueridoysolicitentratamiento,ytambiénseocupa de los que la padecen. ¿Por qué razón, me pregunta, iba a ser socialmenteaceptable que duerman en calles mugrientas y peligrosas? ¿Toleraría alguien quehubiera un vertedero al aire libre para las víctimas de cáncer, de esclerosisamiotróficaodeParkinson?

MientrastomamoscafélecomentoaMarchquemegustaríallevaraCruiseadarunavueltaporSkidRowparaversicreequeunadeficienciavitamínicaexplicaesepanoramademencial.Habloconella comosi fueramialmagemela,yelhechodeque tengamos una experiencia en común—si bien la suya dura desde hace mástiempopuesafectaaalguiendesusangre—esunconsuelo.Mesiento tanagustoquelecuentoqueúltimamenteheestadopensandoendossuicidiosocurridosenmifamiliahaceaños.

EldemitíaMaryfueelprimero.Recuerdoqueunatardede1963—yotendríadiezaños—,alllegardelcolegioacasa,measustéalveratantosfamiliaresenlasaladeestar.Lahermanademipadre,queestabacasadayteníaunahijaenlauniversidady un hijo en el instituto, cogió el coche, fue hasta el río que pasaba por nuestropequeñobarriodeSanFranciscoysetiró.Unañodespués,Manuel,elhermanodemipadre,unapuesto señorque teníamujeryunhijoydisfrutaba jugandoconsussobrinos,sepegóuntiroenlacabeza.

Norecuerdoqueenningunodelosdoscasosseemplearalapalabra«suicidio».Estaban enfermos, eso fue loquedijeron.Erauna época en la que la depresión seveía más como un estado de melancolía que como una enfermedad tratablemédicamente, y enmi familia, de clase obrera, a nadie se le habría ocurrido ir almédicoparatratarselamelancolía,muchomenosaunloquero.

Esossuicidiosnoeransinounrecuerdolejano—enmifamiliaapenassehablabadel tema— hasta que conocí a Nathaniel y empecé a interesarme por lasenfermedadesmentales.Suelehaberunapredisposicióngenética,ymepreocupa loqueesopuedasuponerparamisdoshijosymihija.Pocosepuedehacerapartedeestaralertaytomarseenseriocualquierseñaldeaviso.Noheencontradoindiciosde


enfermedadesmentalesenlafamiliadeNathaniel,yMarchmedicequeellatampocoen lasuya,amenosqueestuvieranahí,sindiagnosticar,comopodríahabersidoelcasodemistíos.Suhijoteníadiecinueveañoscuandoselemanifestólaenfermedad.Era un aventajado estudiante de Historia en UCLA. Un día, sin previo aviso, sedesplomóenlosescalonesdeunedificiodelcampus.

—Lellevaronaurgenciasydespuésalasaladeurgenciaspsiquiátricas.Apartirdeesemomento…fueunapesadilla.EstuvoenelHospitalEstataldeCamarillo,queporaquelentonceserasencillamenteespantoso,el lugarmásespantosodelmundo.Eracomounzoo.LerecetaronToracina,que,enmiopinión,tienemuchoqueverconque no mejorase nada. En aquel tiempo creían en ese fármaco, y mi marido serecorrió todas las bibliotecas médicas para averiguar lo que se sabía sobre eltratamientodelasenfermedadesmentales.Pordesgracia,eramuypoco.

Haceralgoalrespectosehaconvertidoensumisiónenlavida.Actualmente,elhijodeMarchviveenunacasaasistida,sereúnefrecuentementeconunpsiquiatraytomamedicación para controlar su enfermedad.March sabe que aún quedamuchocaminoporrecorrer,aélytambiénalacausaconlaqueestácomprometida,perolaanima comprobar que la población está cada vez más concienciada—a pesar deldespropósitodeTomCruise—,yesposiblequeungranavanceenlatecnologíadelescánercerebralpermitaalgúndíaa losmédicoshacerundiagnósticoprecozde laesquizofrenia.

Puede que eso no le sirva demucho a su hijo, aventuraMarch, ni tampoco aNathaniel.HedereconocerquemepreocupaqueseademasiadotardeparaNathaniel,al haberse vuelto tan inflexible en su comportamiento después de décadas sintratamiento.

Marchponeunamanosobrelamíaymemiraalosojos.MehaceverqueantesdequeyoaparecieraNathanielnoteníaningúnamigoynuncahabíaidoaLAMP,yquenadiepuedepredecirquépasaráenadelante.Esciertoquesuhijoestáaúnmuyenfermo, reconoce, pero hubomomentos en que dudó de que pudiera irle tan biencomoleestáyendoahora.

Agradezcolaformaenqueescogelaspalabras.Aunquenoprometenadanitratadesimplificarlascosas,mehacesentirque,paseloquepase,puedollamarlayellamecomprenderá.


10

Alexis Rivera se dirige en bicicleta a LittlePedro’s BlueBongo desde su casa enEchoParkcuandosetopaconunaimagenfascinanteyfrena.EnlabocadeltúneldelacalleSegundahayunhombre,solo,demedianaedadtocandoelviolíncomosiseencontraraenelescenariodeCarnegieHall.Debedesereltiposobreelcualhaleídoenlaprensa.

Rivera decide noperderse el concierto.Es un lugar extrañopara tocar, dado elestruendoconstantedelosvehículosquepasan,peroesohacequelaimagenseaaúnmásinquietanteyextraordinaria.Pasaunhelicóptero,elDisneyHallestájustoenloaltodelacolina.Riveratienelaimpresióndequehayalgoenlaescenaquecaptalaenergíadelaciudad.

¿Deberíapresentarse?No,sedice.Estoesauténticoysincero.Dejémosloestar.Pero¿porquéno?¿Esquenomereceestemúsicoqueseleveayescuche?Riveranodejademirar,imaginandolaactuacióndelviolinistaenelBlueBongo,

queestáakilómetroymediodedistancia,en lacallePrimera,ydelqueRiveraesunodelossocios.Aunqueleseducelaidea,otravozlepidequenoseaprovechedelasituación.Noquierepromoverunaespeciedeespectáculodeferiaconunviolinistaqueviveenlacalleyesunenfermomental.

Sinembargo,nopuedeevitarlo.Riveraseacercaysepresenta.—Esohasonadodemaravilla—lecomenta.Nathaniel no es de los que desprecian un cumplido. Se siente sinceramente

halagadocuandoalguien lediceque legusta sumúsica,y es lobastante listoparahacerquesusadmiradoresrepitanelelogio.

Sí,asienteRivera.Haestadogenial.¿Leinteresaríairasuclubunanocheatocarunas cuantas piezas? No cobraría mucho dinero, quizá diez o veinte pavos máspropinas.Perosumúsicadeberíaoírse.

—¿Qué?—exclamaNathaniel.Riveraleaseguraquenobromea.—Nadie me ha pedido nada semejante desde hace treinta años —confiesa

Nathaniel.Y añade que no ha practicado lo suficiente para una actuación y que no podrá

hacer gran cosa por mejorar su aspecto. ¿Quién querría ir a un club a ver a unvagabundoandrajosodepeloafro?Además,élnovaaningunapartesinsucarritodelacompra,ynopodríasubirloconfacilidadalescenario.

EsonoesproblemaparaRivera.—¿Quéleparecelosmartesporlanoche?LeexplicaaNathanielquesaldráaescenaantesqueMickeyChampion,cantante

debluesconvertidaenempleadadelacafeteríadeuncolegiopúblicoycuyacarreraRiverasehapropuestoreactivar,aunquesealobastantemayorparasersuabuela.Si


Nathanielllegaprontoalclub,concluyeRivera,podrácenarporcuentadelacasa.—Sicenoantesdeactuar,vomitaré—advierteNathaniel.Riverasetomaesarespuestacomounsí.YNathaniel,quellevayavariashoras

practicando,vuelveasutareaconrenovadadeterminación.

Quierepermanecerenelanonimato.Espsiquiatray trabajaenelDepartamentode Salud Mental del condado de Los Ángeles, y como tal, dice, su función noconsisteentomarparteenundebatepúblicosobrefilosofíascontrapuestasrespectoaltratamientodelasenfermedadesmentales.Mehaenviadounmensajeelectrónicocon una objeción a mi columna sobre la Villa de Long Beach y el modelo de«recuperación»empleadoporeldoctorMarkRagins.

Un abrazo «cálido y apretado» no solucionará el problema, sostiene cuando lallamo, rechazando la idea de que losmédicos deberían centrarse en la vida de lospacientesenlugardelimitarseatratarsólolossíntomas.Lospacientescontrastornosmentales crónicos están enfermos, y algunos de gravedad. Necesitan asistenciapsiquiátricaymedicación,nosolyabrazos.Acontinuaciónagregaqueleparecefatalque elDecreto de losServicios deSaludMental deCalifornia tome laVilla comomodelo.SiésaesladirecciónquehatomadoelEstado,dice,entoncessedisponeaarrojar miles de millones de dólares a un pozo sin fondo mientras los enfermoscontinúansintratamiento.

¿Sabedeloquehabla?Máspororgulloqueotracosa,megustaríapensarqueno,ya que soy partidario del programa de Ragins. Sin embargo,me ha dejado con ladudadesinohabrépecadodeingenuoalcreerqueNathanielpodríamejorarconunplanteamientotanpasivo.ResultaqueahoraacudeaLAMPvariasvecesalasemanaacomeryaducharse.Preferiríaqueese lugarfueraparaélalgomásqueunasimpleentradaenboxes,aunquetalvezsóloseacuestióndetiempo.

Lacuriosidadylanecesidaddepublicarlasiguientecolumnaavecesconducenaunaideabrillante.InvitaréaldoctorRaginsyalapsiquiatraanónimaaLittlePedro’spara que conozcan a Nathaniel. Podremos charlar, ellos tendrán la oportunidad deobservarle, y los médicos y yo discutiremos el mejor tratamiento después de laactuación.

Pordesgracia,miingeniosoplannofunciona.Raginsestádeviajeylapsiquiatradelcondadosesienteunpocoacobardada.Peronomedoyporvencido.EnlaoficinadeRaginsme las arreglopara reclutar a ladoctoraVeraPrchal,unapsiquiatraquetrabajaenLAMPesporádicamenteypracticaelllamadométododerecuperación,yenlugar de la psiquiatra del condado consigo a su jefe, director médico delDepartamentodeSaludMentaldelcondadodeLosÁngeles.

Ahoraloúnicoquemefaltaesllevaralaestrelladelaactuación.


Paroelcochealrededordelasseisymediahechounmanojodenervios,conlapreocupación de que Nathaniel no se presente. «No sufras», había dicho conanterioridad.Cuando salí de la oficina no lo vi por ningún sitio, y aunque esté decamino,elcarritoleretrasará.AlexisRivera,porsuparte,seencuentraenlabahíadeSanFranciscoconunabandaalaquerepresenta,asíquesupongoqueestatardemetocaamíhacerdepromotor.

Little Pedro’s es un garito oscuro y cavernoso que parece una estación deautobuses mexicana y huele a cerveza derramada. Cuando llego, los dos médicosestányadentroypedimoslacena.Prchal,esbelta,rubiaydetezdorada,nacióyseformóen laRepúblicaCheca.Shaner,decabeza rapadayconstituciónatlética, fuedirectordeurgenciaspsiquiátricasenelcentromédicodelcondadoantesdeascenderadirectormédicodelDepartamentodeSaludMental.AmbossabendeNathanielporlaprensayestándeseandoconocerlo.

Les explico el motivo de la reunión y les comunico que estoy intentandoaveriguarquiéntienerazónrespectoalamaneramáseficazdetratarapersonascomoNathaniel.¿RaginsoladetractoradeRagins?

Shaner reflexionasobremipreguntamientrascomealgo.Luego,conexpresióndesaberquenomevaagustarsurespuesta,tercia:

—Ambostienenrazón.No es eso lo que quiero oír. Yo lo que necesito son unas directrices claras de

cómo actuar, por eso transfiero la responsabilidad del bienestar de Nathaniel aalguienquesabe loqueestáhaciendo.Desde luego,el tipomecaemuybien,perosencillamentenotengotiempodehacerdeniñeraconél.

Algunaspersonasnecesitanmedicaciónparasobrevivir,declaraShaner.OtrasnorespondenbienalempujónyestánmejoratendidasenlugarescomolaVillaoLAMP.No es una cuestión de blanco o negro; no hay términos absolutos. Por desgracia,Prchallovedelamismamanera.Segúnella,lospacientesque,comoNathaniel,hansidohospitalizadosalafuerzaoreaccionaronnegativamentealamedicación,porlogeneralseresistenconempeñoadejarseayudar.Noquierensabernadadelaúltimageneracióndemedicamentosantipsicóticosconmenosefectossecundariosporquenoconfíanennadie.Nohaydoscasosiguales,medicenambosmédicos,ynoexisteunmodelouniversalpara tratara laspersonascomoNathaniel.Claroquetendríanqueverloparaprecisarmás;noobstante,elrelojmarcalassieteyélsiguesinaparecer.

Medisculpoypidootrarondadebebidas,tratandodeganartiempo.Mepreocupaque la noche acabe siendo un desastre. Les pongo al corriente de todo lo que séacercadeNathaniel,pero temoestarhaciéndolesperderel tiempo,ademásdeestarperdiendo el mío. Trabajar algunas noches es parte del oficio, si bien lasprobabilidadesdequesalgaunacolumnadeLittlePedro’ssoncadavezmásescasas,


y todo el tiempo extra que le dedico a Nathaniel es tiempo que no paso con mifamilia. No me importaría tanto si supiera que con ello va a mejorar de formasustanciallacalidaddevidadeNathaniel;elproblemaesquenohayformadesabersi eso sucederá alguna vez ni tampoco cuándo. Mientras tanto, me entero de lospequeñosacontecimientosdelavidadeCarolineporteléfono.Yahilamáspalabras,pruebamás comidas, y se pregunta dóndepaso lamayor parte del tiempo.Alison,escritorafreelanceconunhorariomásflexiblequeelmío,apoyayvaloraloquehagoporNathaniel,aunqueambosestamosagobiadosdetrabajoyesellalaqueterminacargandoconmástareasdelhogarporqueyoromposistemáticamentelapromesadellegarmásprontoacasa.

Son lassieteymedia.Hemos terminadodecenaryyacasinosemeocurredequémáshablarcuandolosmédicosechanunvistazoalreloj.Finalmente,alasocho,les anuncio que iré a buscarlo si pueden esperar un poquito más. Salgo delaparcamiento de Little Pedro’s y piso el acelerador; cuando llevo recorrida mediamanzanaloveovenirporlacalle,consushojasdepalmerasobresaliendodelcarrito.Los palos Brahms y Beethoven están entrecruzados en el tapacubos, y suspertenencias,apiladasenunelevadomontón.Dalaimpresióndequellevaunacríadeelefanteatadaconunacorrea.

—Creíqueselehabíaolvidado—ledigo—.¿Dedóndeviene?Estájadeandoysedetieneparadescansar.—Teníaotrocompromiso—responde.Reñirlenoservirádenada.Impacienteaunquealiviado, leconminoaquesedé

prisa,porqueapenasnosquedatiempo.Se aviene a dejar el carro con el vigilante del aparcamiento, lo cual es una

novedad. Cargo yo con el chelo y él se ocupa de los dos violines. Le cuento queShaneryPrchalsonamigosmíos.Asabercómoreaccionaríasiseenteradequesonmédicos. Éstos le saludan, pero ya no hay tiempo para el psicoanálisis. Variaspersonas que estaban en la barra se han acercado al escenario a la espera de suactuación.Nathanielapenaslesprestaatenciónmientrasafina;nosabríadecirsiestádemalhumoronervioso.

¿Es ésta la peor idea que he tenido enmi vida?Enmi afán por conseguir unavaloraciónporpartedelosdospsiquiatras,ydepasootracolumna,¿hehechojustoloqueAlexisRivera trataba de evitar? ¿Lohe explotado?Creía que el hechode queRiverareconocierasutalentoyleofrecieraunescenariosupondríaunnuevoobjetivoparaélyaceleraríasurecuperación;perolaideadeenfrentaraunenfermomentalaunpúblicoendirectoderepentesemeantojaegoístaycruel.Semeocurrequealomejorlegustatocarjuntoauntúnelporelanonimatoqueelloconllevayporqueelruidocamuflaloserrores.

Como el proceso de afinado se alarga hasta las ocho ymediame levanto y lesusurroaNathanielquequizáhallegadoelmomentodeempezar,siaúnsesienteconganas.ContestaqueestábienycogeelviolíndeMotter’sconelnombredeStevie


Wondergrabadoenél.Pongounamanotranquilizadoraensuhombroylepresentoantesupúblico.

—ÉsteesmiamigoNathaniel—empiezoadecir,esforzándomeentranquilizarloyenprepararalauditorioparaunaactuaciónunpocosobre lamarcha—.Llevauntiempotrabajandoconahíncoparareconstruirunacarreramusicalqueseremontaahacemuchos años.—Señalo también que estudió contrabajo y está aprendiendo atocarelviolínyelvioloncheloporsucuenta.

Nathanielinclinalacabezanerviosoenrespuestaaundiscretoaplauso.Medoycuentadequelosespectadoresclavanlamiradaenlacamisetaqueluceamododepañuelo,enlosgarabatosdelosvaquerosyenlaszapatillassinanudar.Unextremode laporra sujeta al cinturónasomapordebajode la camisetaque llevaatadaa lacintura.

Nathaniel empieza a tocar con timidez lo que parece un réquiem propio deBeethoven.La interpretación no tiene nada de extraordinario y se diría que le estácostando.Cuandoempeora,sevuelvedeespaldasalpúblicomuydespacio,comosinosesintieraconelvalorsuficienteparaestardecaraa lagente.Shanerapoyaundedoen labarbilla.Prchal parece taciturna. Ignoro si se compadecende él o estánindignadosconmigoporponerleaél,yaellos,ensemejantebrete.Mesientotentadode detener aquello y sacarlo de allí, aunque eso sólo empeoraría las cosas. Él nodeberíaestarallí, losé.Convoztrémula,Nathanielsedisculpapornotocarmejor;curiosamente el público le está dando un aprobado y aplaude su esfuerzo, y esoparecequelehacesentirunpocomásseguro.Secambiaalcheloyseponeaafinarlo.

—Resultaalentadorqueseaconscientedequenoestátocandobien.Nathanielescapazdedistinguirentrecómotocabaantesycómolohaceahora—razonaladoctoraPrchal.Y añade algo que no he considerado—:Tal vez se resista a lamedicaciónporque mejorar significaría volver a una vida que él recuerda insoportable. En elentorno de un conservatorio —explica— la presión es inmensa, y puede que eltalentodeNathanielsólofueracomparableasufragilidad.Esposiblequeesapresiónfueselacausadesucrisisnerviosa.

A Nathaniel se le ve más cómodo con el chelo. La audiencia está ahora másreceptiva, eso hace que aumente la confianza en símismo; yo tambiénme relajo.Incluso para un aficionado como yo es evidente que pasa por alto algunas notas,mezclapasajesdelasSuitesparaviolonchelodeBachconotrosdesuinvenciónylecuestadarconeltonodebido.Aunasí,tienesusbuenosmomentosypocoapocosevafamiliarizandoconel repertorio,animándoseamedidaqueelsonidose llenadeexpresividad. Está en racha; borda un par de vibratos y cierra los ojos aliviado,salvado por lamúsica y curado, una vezmás, por sí mismo. Ahora el aplauso essincero,yyobatopalmasconmásfuerzaquenadie,henchidodeorgullo.

AShaner le resulta trágico y aterrador pensar que ese hombre o cualquier otropaselasnochesencallespeligrosas.

—Me gustaría convencerle de que siga un tratamiento, y va a necesitar que le


convenzan—dicePrchal,quesabequenoseráfácil—.Alagenteconsucoeficienteintelectual,suenergíaysuinmensotalentonolegustanadaquelamangoneen.Peroeste hombre tiene que tratarse. Intentaré reunirme con él e iniciar poco a poco undiálogosobrelaposibilidaddeempezaruntratamiento,eirviendotambiénsiquerríatenersupropiahabitación.

Cuandonosdirigimosacargarsucarro,Nathanielsedisculpaporquelaactuaciónno ha salido bien. Le respondo que se equivoca. Puede que haya habido algúnmomentodifícil,perohasabidoenderezarloyalfinaltodohaidocomolaseda.

—¿Deverdadlocree?—pregunta.Unosdíasdespuésmeentregaunanotadándomelasgraciasporescribirsobresu

actuación.Medicequeestáendisposiciónde«empezarahacermejoresprogresos»sipudieraconseguirleunejemplardelasSuitesparaviolonchelodeBach,unatrilyunanuevaprimeracuerda,la,paraelchelo.

Yfirma:

Suamigo,NathanielAnthonyAyers.


11

SeismesesdespuésdehaberconocidoaNathanielelvínculoquemeuneaélesmásestrecho, y más profundo el deseo de seguir con mi vida. No tengo intención dedescuidarlarelación,perotampocoaguantesuficienteparahacerdeguardiánduranteuntiempoindefinido,constantementepreocupadoporsuseguridadmientrastratodesercolumnista,maridoypadre.ElepisodiodelBlueBongomarcaunapautaquemeagota. Nathaniel frustramis esfuerzos por ayudarlo y estoy a punto de darme porvencido;entoncessaleadelanteenelúltimomomentodeunaformaquemeataaúnmásaél.

Pero¿realmenteestáunpocomejorporlomenosqueeldíaenqueloconocí?Enciertomodosí,supongo.ComoStellaMarchdijoaqueldíaquetomamoscafé,

ahoraNathanieltieneaalguienquesepreocupaporél.SabequepuedeacudiraLAMP

sinecesitacomerounentornoseguroyfamiliar.NoshaninvitadoaunensayodelaFilarmónica de Los Ángeles —algo que jamás habría ocurrido si no le hubieraconocido—yestámuyemocionado.

Sin embargo, las preguntas quemehace la gente acerca de élme recuerdan lopocoquesehaconseguido.

—¿Viveyaenunapartamento?—No.—Noseguiráviviendoenlacalleahuyentandoratasconunpalo,¿verdad?—Sí.—¿Estátomandoalgunamedicación?—No.—¿Estáyendoalpsiquiatra?—No.Perocreoqueyodeberíahacerlo.El primer intento de la doctora Prchal de «convencerlo» para que tome

medicaciónesunfiasco.Seloencuentraundíaporlacalleylesugierequeacudaasu consulta, y Nathaniel le suelta que se vaya a paseo. No le interesa nadie cuyonombrevayaprecedidodelapalabra«doctor».Talvezsiyopasaramástiempoconélpodríaconvencerlo,pero¿dedóndelosaco?

Unamañana,alvolverdelaplaya,conectoelmóviltrasunosdíasdedescanso.Tengo un mensaje de Alexis Rivera desde el Blue Bongo de la noche anterior.Nathanielestáperdiendolospapelesenelescenario,advierteRivera.Lahatomadoconelpúblico,estáfuriosoyechandopestes.Riveranosabequéhacer.Quelellamecuantoantes,porfavor.

—¿Élestábien?—QuieresaberAlison.No tengo ni idea, y Rivera no contesta a mi llamada. Como es natural, estoy


preocupado,pero tambiéndisgustadoconmigomismopordejarquesucediera.Quétontohesidoalpensarquepodríahacersemejantetrabajoensuestado.

Por finconsigohablarconRiveray resultaquenohasidopara tanto.Dabaunpocodemiedoalprincipio,reconoce,peroNathaniel logrótranquilizarseyterminóabandonando el escenario. Estuvo tocando un rato en la acera; algunos clientessalieronaverlo.

Talvez seamejorqueNathaniel novuelva al escenariodemomento, ledigo aRivera.

Comosiempre, el avance ininterrumpidodenoticiasdeúltimahora impidequeme obsesione con cosas que escapan a mi control. Oigo en la radio que, en LosÁngeles,dosadolescentesconbatesdebéisbolyganasdearmarlasehandedicadoaapalearavagabundosqueyacíanenelsuelodormidos.

La policía sostiene que los jóvenes se inspiraron en un videojuego llamadoBumfights,enelqueunaspersonaspaganaindigentesparaquesepeguenentreellos,se arranquen los dientes con alicates, se quemen el pelo o realicen otras escenaspeligrosas.AlgunasvíctimassonvagabundosveteranosdeVietnamobsesionadosconlaguerra.Aunade lasvíctimas laaporrearonenun túnelyseencuentraenestadocrítico.Estoyconvencidodequese tratadeNathaniel.Habíacambiadoderutinayempezado a dormir en el túnel de la calle Segunda en lugar de en Skid Row.Visualizo a esos dos matones cobardes despertándolo y golpeándolo mientras éldefiendeelcheloylosviolines.Yotengolaculpa,ynuncaloolvidaré.

Lomásseguroesquelohayanllevadoalcentromédicodelcondado.Estoytanasustado que nomedecido a llamar.En lugar de esome acerco en coche hasta eltúnel;noveoni rastrodeélni señalesdequeallí sehayacometidoningúndelito.Cuantomáspiensoenquepuedequesuvidapendadeunhilo,peormesientoporrelajarmeyesperarqueélselasarreglesolo.FinalmentemearmodevaloryllamoalaSeccióndeNoticiasdelaciudadparaversisabenalgo.MedicenqueeltipoalquesacudieronenSkidRowestábien.Lehancuradoyyalehandadoelalta.PeroelquefuegolpeadoeneltúneldelacalleTercerapuedequenosobreviva.SellamaErnestAdams.

Un fin de semana en un congreso de la Alianza Nacional por los EnfermosMentales en Irvine no disipa mis temores sobre los riesgos a los que se enfrentaNathaniel, que se encontraba aun túnel yunamanzanadedistanciadeunode losataques.Decenasdepersonas—muchasdeellasfamiliaresdeenfermosmentales—me preguntan qué tal le va, y les respondo que me tiene muy asustado. Locomprenden,ymeconsuelaestarconellas.Estenúcleo,queconsideraaStellaMarch


una de sus fundadoras, se ha convertido en el grupo de apoyo más activo de lanación,ymuchosdesusmiembroshacencampañaparaquesesuavicenlasleyesqueimpidenquesetratealafuerzaalosenfermosmentales.

¿Qué ocurriría si se juzgase que Nathaniel tiene una discapacidad grave? ¿Sepresentaríaunfurgóndelapolicíaconvariosagentesparaperseguirloyllevárseloarastras? ¿Tendría que acudir un equipo de médicos con jeringuillas para sedarloantes?¿Ycualquiercosaquese lehagaa la fuerzacontribuiráaqueconfíemás,omenos,enlaautoridadyenunplandetratamientoalargoplazo?

Cruzoelvestíbulodelhotelytrasladoestaspreguntasauneleganteyacicaladodoctor Alex Kopelowicz, director de la Clínica de SaludMental del Valle de SanFernandoyprofesordelaUCLA.

KopelowiczestádeacuerdoconJacobsenquesehaidodemasiadolejosaldejarqueenfermoscomoNathanielse lasarreglenporsucuenta.Nopuedeaconsejarmequédebohacerniqué seríamejorparaél, sibiendejacaerquenoes raroque lospsiquiatrasaconsejenalosseresqueridosquellamenalapolicíaparaavisardequehansidoamenazadosoatacados.Silasituaciónespeligrosaydesesperada,ademásdeserlaúnicaformaderecibirtratamiento,podríasalvarlavidadealguien.

¿EslasituacióndeNathanielpeligrosaodesesperada?Aunsincontarlapalizaalindigente a escasos metros de distancia, por supuesto que lo es. Incluso podríaexponer lasrazonespor lasqueconsideroque tieneunadiscapacidadgrave,puestoqueesincapazdeprocurarseuntecho.Pero¿resultaríanválidosesosargumentosanteun tribunal? Probablemente no, dados los altos niveles exigidos para demostrar laincapacidadylareticenciadelostribunalesaviolarlosderechosciviles.

Duranteel tiempoquequedadecongresomeimaginoamímismomarcandoel911 para denunciar que Nathaniel me ha amenazado. Una lesión lo haría másverosímil,pero¿quétendríaquehacer?,¿darmeunpuñetazoenlanariz?,¿golpearmelacabezacontralapared?

Enlaentregadepremiosmellamanalestradoparaconcedermeungalardónporhaber contribuido a la educación cívica con mis esclarecedoras columnas sobreNathaniel.Tengolaimpresióndequeloúnicoquehehechoesescribirsobreloquelosasistentesalcongresoyasaben,ymientrasmiroatodaesagentequesehapuestoen pie yme aplaudeme dan ganas de agarrar elmicrófono y preguntar si alguienpuededecirmequétengoquehaceracontinuación.


12

TendráquedejarelcarrodelacompraenLAMP—leadviertoaNathaniel—.NoledejaránentrarenelDisneyHallconeso.

—Lotengotodoarreglado—insiste.Llevadíaspreguntándomesiaúnvamosairavera laFilarmónicadeLosÁngeles,eventoquesehaescritoen lacamisetaconbolígrafoazul.Lepreocupaqueestéjugandoconéloqueseasumentelaqueloestáhaciendo.

—Lerecojomañanaalasnueveymediadelamañana.—Vale,señorLopez.—¿Aquéhorapasoarecogerle?—Alasnueveymedia,aquímismo,enelpatio.—Vaaserungrandía—leanimo.—Laesperaeshorrible—confiesaNathaniel.

TodoempezóporqueCatherineBabcock,relacionespúblicasdelCentroMusical,nosdijoquepodíamosasistiraunconcierto.Nathaniel,trasagradecerlainvitación,arguyóquenoqueríaserunadistracciónparalosespectadoresquepagabanentrada,quienesno teníanporquésentarsecercadeunvagabundoharapientoydespeinadoquehacesemanasquenosebaña.

—Puedes ducharte en LAMP y yo te conseguiré ropa nueva —le ofrecí, perosiguiónegándose.Podríahaberintentadoconvencerle,aunqueteníamisdudasdequepudieramantenerlaconcentraciónduranteunconciertocompletoodequenoledieraunataquedepánicoalverserodeadodevariosmilesdepersonas.Estamoshablandodeunhombrequeprefiereuntrozodeaceraaunapartamentoyalqueledapavorestarencerradoencualquierlugar.

DespuésdedecirleaBabcockquegracias,perono,semeocurrióunaideaylallamé.

¿Yquéleparecíaunensayo?BabcockmeremitióaAdamCrane,publicistadelaFilarmónicadeLosÁngeles.

CranesabíaqueNathanieladorabaaBeethovenyquevisitabaamenudolaestatuadePershingSquareparainspirarse,ydabalacasualidaddequeLudwigeralaestrelladela temporada 2005-2006. Cuando le comuniqué a Nathaniel que Crane nos habíainvitadoaunensayoaprincipiosdeoctubre,puso lamismacaraqueeldíaque lellevéelcheloylosviolines.Porcierto,añadí,estánpreparandolaTercerasinfoníadeBeethoven.

—Sinfonía n° 3 en mi bemol mayor —declamó, santiguándose casi—. LaHeroica.

—¿Lahatocadousted?—pregunté.


—Sí.Muchasveces.

—No puedo ir con estos harapos—objeta Nathaniel la mañana del gran día.Tiene puestos unos pantalones de chándal color vino, una camiseta negra, unachaquetaazulyunasdeportivasblancas—.Loshelavadovariasvecesynosoycapazdehacerlomejor.

Depie,enunrincóndelpatiodeLAMP, juntoasucarrode lacompra,se leveinquieto, sudoroso y rezongón.De este hombre podría decirse que en susmejoresmomentos tieneairedeserenidadociertomagnetismo,conesasonrisamatadorayesachispaastuta,decomplicidad,enlamirada.Unoseloimaginarodeadodegenteenunafiesta,recitandoaShakespeareyanalizandolainteracciónentreelviolínyelcheloenTheSwan[10].Entonces,algoselefundeenlacabezayescomosiestuvieradebajodeunanube,preguntándosesialgúndíadejarádellover.Comoleocurreenestosmomentos.

Tienelamanoderechavendadaconuntrapoblancosucio.Lesonsacoquesehavistoenvueltoenunapelea,peronoestádehumorparahablardeello.Elhombreconelqueesperabaencontrarme—atildadoydispuestoavisitardenuevoaBeethoven—no aparece.Le recuerdo que hoy no es un día cualquiera, tenemos programadoungran evento, y que tiene que dejar el carro dentro como habíamos acordado. Sinembargo,éstenoeselNathanielquenosoportalaespera.

—Nopuedodejarloaquí—afirma,comosifueraalgopersonal,ymedoycuentadequetenemosproblemas.

—Deme unos minutos y entraré a ver si puedo hablar con alguien—sugiero.Nathanielrespondequenomemolesteenperdereltiempo.

—NopuedodejarMIScosasconesosgranujasdeahídentro,porqueNOpuedesconfiarenquevayanahacernadadeloqueSESUPONEquedebenhacer.

Éste es nuestro último pequeño dilema. El lugar al que acude para que puedamejorar es fuente de nuevos problemas y despierta en él un lado oscuro que rarasvecesveocuandoestálejosdeSkidRowycercadeltúnel.Semuestrainsociable,nolegustacómofunciona la instituciónyreserva laspeorescríticaspara laspersonasqueestánalcargo.

—ElseñorStuartRobinsonnoestácapacitadoparadirigirestelugar,LAMP,LosÁngeles,Cleveland,NuevaYork,policíadeLosÁngeles,ynoquieroqueningunodeesospayasosmedigaloquetengoquehacercuandosonincapacesdecontrolaralosdrogadictosyfumadoresquevienenporaquíylorobantodo.Nosondefiarynoloharé,ynoquierotenernadaquevercontodasesaschorradas.Puededecírseloaljefede la policía deLosÁngeles,WilliamBratton, al alcalde,AntonioVillaraigosa, alpresidente de los Estados Unidos de América, a la Cámara de Representantes, alSenado, al gobernador Arnold Schwarzenegger, al vicegobernador del Estado de


California.Unacucarachanolediceaungalgoloquetienequehacer.Puedeque no, pero, lo que esmás importante, un columnista no es quién para

decirleaunesquizofrénicoparanoicoloquetienequehacer.Aunquelograrahacerlecambiar de opinión, ¿qué sentido tiene que vayamos al Disney Hall? No puedollevarle en ese estado. Estoy a punto de perder una columna y la oportunidad decontribuiraqueseayudeasímismo,yunavezmásestoyfuriosoconmigomismoporinvertirtantotiempoenunapropuestaqueteníatodaslasdeperder.EstamañanahedejadoaCaroline—ymehemarchadocuandoAlisonnecesitabaundescansoparaconcentrarseenuntrabajo—conelpropósitodeacompañaraunhombretanenfermoqueestásaboteandounaaventuraquellevabadíasesperando.

—VanaensayarlaTerceradeBeethoven—lerecuerdo,pensandoquelasimplemencióndelnombretendráunefectomedicinal.

—Novoy—insiste—.Simepierdolodeahíarriba,nomeimporta.NonecesitoiralWaltDisneyHall,Fantasía,PatoDonald,Beethoven.Loquemeimportaeselproblema de aquí abajo, que uno no puede fiarse de que estas personas hagan sumaldito trabajo. ¿Es que las cucarachas hablan con los galgos? No son de fiar.Ninguno de los que están aquí son de fiar, y no pienso dejar ni una sola cosa ahídentro,contodaslaschorradasquesucedenenestelugar.NodejaríaniaunPERROaquíconesospayasos.

CarlaJacobstienerazón.¿Cómovaacambiarestosinmedicación?Lanaturalezaquímica de su declive es evidente, hasta Tom Cruise podría verlo. Esosneurotransmisoresechanchispasyliberanira,inseguridad,paranoia.Selemarcanlosmúsculos.Tiene la espalda rígida.Voya intentarlounavezmásconuna estrategiaquenuncahabíautilizadoconél,ysinofunciona,abandono.

—Hemos organizado esto por usted—le digo—. Se trata de Beethoven, y laorquestahatenidolaamabilidaddeinvitarlealDisneyHallparaquepuedadisfrutarde lo que más ama en el mundo. Fue muy generoso por su parte, y creo que nodeberíadesaprovecharestaoportunidad.Sinoquierehacerloporusted,lepidoquelohagapormí.Soysuamigoyhededicadomuchotiempoaesteasunto.Megustaríaquefuera.

Nomemira,clavalosojosenelsuelo.Nisiquieraimaginoquérespuestamevaadar. El abanico de posibilidades va desde quememande a lamierda hasta que semetaenelcochedeunsaltoysepongaatararearlaTerceradeBeethovenhastaquelleguemosalacolina.¿Tendréalgunainfluenciasobreél?Estoydemasiadocansadoparaquemeimporte.Sidicequemeolvide,estoydispuestoamarcharmesindecirpalabraynovolveréenlospróximosdías.

Finalmente,Nathaniellevantalacabezaconundestellodearrepentimientoenlosojos.

—Deacuerdo—concede—.Iré.Peronopiensodejaraquíelcarro.Compruebolahora.—Mire, tengoaquí el coche; es imposiblemeter el carro enél.Voya conducir


hastalaoficina,ysideseairalensayo,quieroqueempujeesecarrohastamiplazadegaraje. Buscaré a alguien que se lo cuide. Después iremos al Disney Hall. Elproblemaesquesenosestáacabandoeltiempo,ysinoseponeenmovimientoahoramismo,nollegamos.

Habloconunafirmezaquerozalabrusquedad;notengoelección.Nathanielsemuestraconforme;pareceuncríoalquelehanobligadoacomerse

laverdura.Esperoaquesepongaenmarchay luegomedirijoa laoficina,con laesperanza de que todo salga bien. Pasan quince minutos. Ni rastro de Nathaniel.Veinteminutos.Nada.Escomotenerotrohijo.Mesuboalcocheparairensubusca,pero ha desaparecido entre la multitud. Durante el día Skid Row está plagado decompradores que buscan hacer negocios en el Distrito de los Juguetes, en losmercados de flores y en tiendas baratas.Me acerco a la estatua deBeethoveny altúnel,despuésvuelvoalaoficinaderrotado.

Sufamiliahadebidodepasarportodoesto.Jennifereselúnicofamiliarquemellama por teléfono para interesarse por cómo le va a su hermano, aunque no hacumplido la promesa de venir a visitarlo. Supongo que sabe cómo le rompió elcorazónasumadreunayotravezconestemismocomportamientoyotrospeores,yquerráprotegerse.Mesientomanipulado,mesientosolidario,mesientomaltratado.Esmás duro ver aNathaniel en los días buenos que en losmalos, porque uno seengañacreyendoquevaaserasísiempre.Peroentoncesalgoselefundeenlacabezayenseguidaempiezaapelearseconsigomismoyaculparatodoslosquelerodean.Ahoraentiendocómoalguienqueestárealmenteenfermopuedeagotarlapaciencia,cuando no la capacidad de compasión de uno. Lo que no quiere decir que puedaperdonarasupadre,quiendebiódeconsiderarlouncasoperdidohacemuchosaños.Si él sededicaagandulearporLasVegasyestádemasiadoocupadoparacogerelteléfonoypreguntarporsuhijo,¿porquédeberíayopreocuparmeporNathaniel?

Seacualsealarespuesta,estoypreocupado.Ynopuedomarcharmesinmás.Enparteesporeldeseodecontinuarconalgoquesehavueltoimportanteparamíyquemerecelapena,yenparteporsatisfacereseinstintohumanodeayudaralosmenosafortunados.Ytalvezhayaalgomás.

Paramíelracismoesunacuestiónineludible.MuchasvecesbromeodiciendoquelaprincipaldiferenciaentrelaCostaEsteylaOesteconsisteenquecuandoescribíacolumnas para el Philadelphia Inquirer recibía correos con el mensaje «vuelve aPuertoRico»,yenLosÁngeles,«vuelveaMéxico».Esun fenómenocuriosoparaalguien cuyos abuelos eran italianos y españoles, y hace que se muestre mássensibilizadoconelodiodirigidohacia losnegros inclusoenunaciudadcomoLosÁngeles, caracterizada por su multiculturalismo. Siempre que escribo sobrecomentarios políticos en una barbería de South Central a la que suelo ir, cuyaclientela es mayoritariamente negra, recibo algún que otro correo electrónico dealguien llamándome sudaca-amigo-de-negros. El e-mail es una tapadera segura ypráctica,elúltimorefugiodelosignorantesylosintransigentes.Siescribosobreel


alcaldelatinodeLosÁngeles,independientementedequehablebienomaldeél,esmuyprobablequealguienmeenvíeunmensajetachándomedelameculoscorruptoydefensordelosmexicanos,oalgopeor.

CuandomiroaNathanielmevienealamemoriaundíaenelqueestabapasandoel rato en un parque con unos compañeros del instituto. Uno de ellos, que habíabebidodemasiado,segolpeóelpechoyvociferólaconsignadequeyaerahoradecargarseaunoscuantosnegros.Embriagadocomoestaba,nosehabíadadocuentadequeentrenosotroshabíaunchiconegro.Loquesemehaquedadograbadoconlosañosnoeselcomentario,sinolaexpresióndelacaradelchavalnegro.

AparcoelcocheenelgarajedelTimesymedirijoalaesquina.TengoquellamaraAdamCraneypedirledisculpas,yacontinuaciónempezarlacaceríadelcarroñeroenbuscadeotracolumna,yaqueéstasehaesfumado.Vuelvolamiradaporúltimavez.Nathanielnoaparece.Cambialaluzymirohaciaeleste.

Yahíestá.Nathaniel, que siempre se las arregla para montar el número en el último

momento,acabadedoblarlaesquinadelacalleSegundaconMain,conlasdoshojasdepalmeraasomandoporlarejilla.Comopongaalgunapegaconrespectoadejarelcarrito con el vigilante del aparcamiento, habremos terminado. PeroNathanielmesorprende.Dalasgraciasalvigilante,cogeunviolíndelcarritoynosvamos.

IgnoroquélehabrápasadoentreLAMPyellugardondenosencontramos;elcasoes que ahora está tranquilo, y, de momento, ha dejado a un lado las recurrentesdiatribas. Cruzamos por la esquina donde hemos pasado tanto tiempo charlando ymira a su alrededor para orientarse. El túnel, el edificio de Los Angeles Times y,delanteyhaciaarriba,elDisneyHall.

—¿Sabe?—lecomento—,tengoentradasparalaSinfónicaNacionalafinalesdeestemes.VoyaveraItzhakPerlman.

—¡Diosmío!—exclama—.Esehombreescomounvolcánenerupciónconelviolín.

Hace media hora estaba con un loco. Ahora me encuentro con mi profesorparticulardecríticamusical.ElDisneyHallasomaenloalto,consusalasmetálicasirradiandolaluzdemediodía.

—Unamariposa de hierro—diceNathaniel.De la paranoia a la poesía, de lassirenasalosviolines,delalocuraalagenialidad.LavidadeNathanielesunaópera.

ElDisneyHalleslajoyadelacoronaenelintentodereinventarelcentrodeLosAngelestrasañosdeinjustadesolación.ElproyectodelCentroMusicalsehabíaidoapiqueapesardeladonacióndecincuentamillonesdedólaresquehizolamujerdeWaltDisney.Alamuertedeésta,unfilántropoangelino,EliBroad,seofrecióparaterminarlo, y se inauguró por todo lo alto en 2003. Desgraciadamente, la energíacívicaylavisióndefuturodeesenuevocomienzonollegaronaSkidRow,yahoraelcentro de Los Ángeles es una dama con una corona reluciente y botas viejas.NathanielsubedesdelallanurahastaloaltodelacolinaenGrandAvenueylacalle


Primera,seacercaa laprogramacióndeconciertosypasalamanoporel tablóndeanuncios,deteniéndoseenlosnombresdeloscompositoresquepueblansussueños.

—AhíestáBeethoven—dice.Sigo preocupado por cómo irán las cosas ahí dentro.AdamCrane parecemuy

amablealteléfono,pero¿cómoreaccionarásireapareceelNathanieldehacemediahora?Me inquieta que se sienta fuera de lugar o que tenga claustrofobia.En estosmomentosnosdisponemosasubirlasescalerasquellevanalaentradadeartistas.

Cranevieneconfiadohacianosotrosynodamuestrasdeningúnescrúpuloportratarconunenfermomental.SaludaaNathanielcomosiéstefueraundignatario.Séqueelrelacionespúblicastocóelcheloduranteañosydecidiónoiralconservatorio,ymedalasensacióndequeestáimpresionadoconNathanielnosóloporlahistoriadesusupervivencia,sinoporsuéxitocomomúsico,hastadondellegó.

—¿Quierenquelesenseñelasala?—preguntaCrane,entregandoaNathanielunejemplardellibrodeFrankGehrysobreelDisneyHall.Seofreceallevárselo,peroNathanielyaselohapuestodebajodelbrazoynoquieresoltarlo.

CranerecuerdaaNathanielquelaorquestavaaensayarlaTerceradeBeethoven.—LaHeroica—corroboraNathaniel—.¿Vanaensayartodoslosmovimientos?Por supuesto, le asegura Crane. Aún hay tiempo para una visita VIP antes de

entrarenlasala.—¿Cuándofuelaúltimavezqueestuvoenunasaladeconciertos?—Hacíacuatromillonesdeañosquenoveníaaunasaladeconciertos—bromea

Nathaniel. Está relajado y de buen humor.Ha vuelto la sonrisa, amplia y gentil, yhablaconseguridadycorrección.Uneuropeoconpantalonesdechándal.

Crane nos lleva por ascensores y escaleras mientras relata apasionadamente lahistoriadelaconstrucciónydelaspequeñasrarezasdellugar.Eldiseñofloraldelaalfombra,porejemplo,esunhomenajeaLillianDisneyysuamorporlasflores.Enlasextaplantasalimosporunapuertacasisecretaaunrellanoexterior.

—ÉsteesunodemislugarespreferidosdelDisneyHall—declaraCranemientrasnos llevaporunestrechopasillocuyossilenciosospanelesdeacero inoxidablequecubreneltechoseelevanporencimadenosotros.Escomoandarahurtadillasentrelosplieguesdeunaflor.

Cranecompruebalahoraynosconducedevueltaalascensor.—Nosencontramosjustodetrásdelescenario—nosinformacuandoentramosen

una habitación con el techo abuhardillado, con las filas de asientos por encima denosotros.

—Es como un sueño —dice Nathaniel—. No sé si esto es un sueño o elpurgatorio.

Yyonoséquéquieredecirconeso.Quizájustamenteloquedice.Unlugarmuyparecidoaaquélenelquesiemprehaqueridoestar.

Nos adentramos por un largo pasillo cerca de las taquillas de losmúsicos. Depronto,seoyeunavozpormegafoníaquesobresaltaaNathaniel.


—SuenacomolavozdelpsiquiátricodeCleveland—apunta.LepreguntaaCranesiconoceaYo-YoMa,ysiesasí,¿esuntipoagradable?Mucho, afirma Crane; pero no puede decir nada más, porque Nathaniel ha

cambiadode tema.Él yCrane están intercambiandoopiniones sobre los directoresJamesConlon,LorinMaazelyHerbertvonKarajan.Yonotengonadaqueañadiraesa conversación, así que le pregunto a Nathaniel si sabe que el señor Crane esviolonchelista.

—¿ConoceelConciertoparaviolonchelodeDvorák?—preguntaNathaniel.—Esunodemis favoritos—contestaCrane,yagregaque tieneunviolonchelo

checofabricadoen1875.—Noquieroestropearlo—diceNathanielentonojocoso—.Noquieronimirarlo.Ignorosiastutamenteestábuscandoqueleinviteaprobarlo;siesasí,funciona.Cranenosconduceasuoficinaysacaelchelo.—¿Mepermite?—pidepermisoNathaniel.—Porsupuesto.Adelante.Le llevaunosminutos afinarlo, y a continuación tocapizzicato, pellizcando las

cuerdasconlamanoderechavendada.Craneyyointercambiamosunamiradayunasonrisa.NathanielestátocandolaSuiten°1paraviolonchelosolo:preludiodeBach,y al final prueba con el arco.Mientras toca,miembros del personal de la orquestasalen de sus oficinas atraídos por el sonido del flautista de Hamelín. Se quedanparadosfueradelasoficinasdeparedesacristaladas,contemplandolaextrañaescenade un vagabundo que es capaz de tocar unamúsicamaravillosa. Nathaniel pareceajenoatodo,aunquenomesorprenderíaqueestuvieraequivocado.

—Yalotiene—susurraCrane.Metranquilizaoíresavaloracióndebocadeunmúsico.Aunquecaptoalgunosde

suserroresmásevidentes,tambiénséqueelsonidodeNathanielessualmadesnuda,yquecuandocierralosojos,comoahora,escomosihubierallegadoalclarodeunbosqueyencontradoconsuelobajoelcieloabierto.

Nathaniel se desvía de los cumplidos de los empleados según salimos hacia elvestíbuloysedetieneenlaentradaconelletreroPLANTAESCENARIO-PUERTA1.

—¿Estálisto?—preguntaCrane.Entramosen lacálida luzamarillade lasala revestidademaderaqueGehryha

descrito como la sala de estar de la ciudad de LosÁngeles. El enorme órgano detubos parece una explosión de sonido inspirada enDisney, con seismil flautas depinonoruegoy abetoDouglas bamboleándose por encimadel escenario.El propioanfiteatroesmásacogedordeloqueelllamativoexteriorpodríahacernossuponer,yse tiene la impresiónde estar en la panzadeunviolín o deun chelo, condosmilasientossujetosalosladosdelacajaderesonancia.

Nathanielechaunaojeadarápidaalasalayclavalamiradaenelescenarioenelmomentoenquelosmúsicosentranprocedentesdelcamerino.Unodeellosnosvey


vienehacianosotrosdandosaltos.—SoyPete Snyder—se presenta el chelista, unmiembro de la orquesta desde

hacetreintaytresaños.Estrechalamanodemiamigoyledicequehaleídoacercadeél.

—¡JanosStarker!—exclamaNathaniel, fijándoseenelparecidoconel chelistacalvodeorigenhúngaro.NathanielleconfiesaqueestámásqueimpresionadoconeltiempoqueelbigotudoSnyderllevaenunagranorquesta.Seestrechanlamanoconcortesía de colegas, yNathaniel le cuenta a Snyder que sumentor,HarryBarnoff,trabajócuarentayseisañosenlaorquestadeCleveland.

—Yo también quiero felicitarle —apunta Snyder, porque él tiene un logrodestacado;asaber,sobrevivirenlasespantosascallesdelafaldadelacolina.

—Yosóloquierotocar—replicaNathaniel—,aunquetengaquevivirdebajodeunapiedra.

Tomamos asiento en el centro de la sala, solos, con excepción de algunosempleados.Escomoasistiraunconciertoprivado.

—Parecen tan felices… —observa Nathaniel cuando los músicos afinan susinstrumentosyeldirector,Esa-PekkaSalonen,salealescenarioparapetadotrasunamelenarubia—.Yotambiénloseríasifuesea tocar laTercerasinfonía, sobre todoconbuenosmúsicos.Mirasalmúsicoquetienesalladoydices:¡guau!

Napoleón Bonaparte inspiró a Beethoven su Tercera sinfonía; sin embargo,cuenta la leyenda,elcompositorcambiódeopinióncuandovioqueel libertadorseconvertíaenuntirano.LlamóasusinfoníaHeroica,puespretendíaserunhomenajealvalor,másqueaunúnicohombre.EstainformaciónmelahadadoNathaniel,unprofesorpacientequeparecedisfrutarofreciéndomeelregalodesusconocimientos.LaHeroica comienza con dos espectaculares golpes de la orquesta que te dejanclavadoenelasiento.Después,unavezqueBeethovenhacaptadonuestraatención,lasseccionesdecuerdainicianunaconversaciónarmoniosa.Haypoesíaysuspenseenestemovimiento,avancedeunadeclaraciónenérgica.PeroparamílamejorpartedelafunciónesNathaniel,queestásentadoenelbordedelasientoysiguelamúsicaconlapartituraquetieneenlacabeza.Embelesado,boquiabierto,salvado,sacaunabatutaimaginaria,ríeysebalancea.DelaTercerasehadichoqueesunaobraenlaquelosnubarronessedisipanconelsol.Mepreguntosiéstaeslarazónporlacual,paraNathaniel,Beethoveneseldiosdelacreación.Elsegundomovimientoentradepuntillas en la sala comoun rumordemuerte, yNathaniel acerca el hombroymeponeunamanoahuecadaenlaoreja.

—Estáenlasala—asegura—.Sisuespírituestáenlasala,debedeestarporallí.¿Vealdirector?EsBeethoven.InterpretaaBeethoven.EsBeethoven.

Ignorosilodiceensentidoliteralometafórico;elcasoesqueladistinciónacabapor no tener sentido. Lamúsica de Beethoven es un retrato de la imaginación deNathaniel.Haydramatismoycontradicción,choquede fuerzasopuestas,descansoscargados de lirismo. Cada nota es hoy tan verdadera como lo será en los siglos


venideros, y paraNathaniel lamúsica esmedicina ymusa a un tiempo, nomenosestimulantedeloqueeraantesdequelefallaralamente.

—Sonimpecables,unosmúsicos impecables—susurra—.Todas lasnotasestánahí. Sin chorradas.Claro, que es una orquesta de famamundial.—Para la que, alfinaldelapruebaderesistenciaemocionaldeBeethoven,sólotieneunapalabra—:¡Bravo!

Crane se apresura a llevarnos entre bastidores para presentarnos a Esa-PekkaSalonen.EldirectoracogeloselogiosdeNathanielcontímidacortesía,yéstesealejatratandoaúndepronunciarsunombre.AcontinuaciónnospresentaaBenHong,granamigo de Crane y ayudante principal del primer violonchelo. Hong, oriundo deTaiwan,tambiénestudióenJuilliard,yNathanielsesienteobligadoaadmitirqueélno consiguió terminar. ¿Qué se siente, le gustaría saber aNathaniel, al ver que elpúblicorespondeagradecidoalamúsicaquecreas?

—Esfantástico—corroboraHong.AcontinuaciónNathaniel lepreguntapor lasdificultadesde laTercerasinfonía

deBeethoven.—Es emocional y físicamente agotadora—contesta Hong, y los dos sostienen

unaanimadacharlasobredirectores,compositoresyelgeniodeBeethoven.MedistanciocuandolaconversaciónmesobrepasaydisfrutoviendoaNathaniel

desenvolviéndose con soltura. Parece encontrarse como pez en el agua, como sihubieravueltoasustiemposdeestudianteycharlaraenelpasilloconuncompañeroduranteundescanso.Viveendosconstelacionesmuydistantes:porunlado,estáelhombrequeahuyentaratasenSkidRowy,porotro,elqueconversaanimadamenteen elWalt DisneyHall, confundiéndose con losmiembros de la orquesta. Nomehago ilusiones,puesséqueestámuyenfermo,aunqueAdamCrane,PeteSnyderyBen Hong no se den cuenta de hasta qué punto. Quizá le motive mantener esasnuevas amistades; de ser así, a mí me serviría para acelerar su proceso derecuperación todo loposible.Si semudaaunapartamento, seaseay seestabiliza,podrá ir al auditorio conmás frecuenciay estarmás cercade lamúsica, que es suleitmotiv. Al fin y al cabo, me considera su amigo. ¿Cómo no voy a seguirintentándolo,despuésdeladistanciaquehemosrecorridoenunsolodía?

NosdespedimosdeBenHongynosdirigimosalescenariocaminodelasalida.VuelvoafijarmeenqueNathanielhacargadoconelviolíntodoeltiempo,supongoqueparademostrarsupertenenciaalahermandaddelosmúsicos.Perohayalgomásensumiradacuandoentraenlazonaquehaydetrásdelescenario,justodebajodelórgano, y abre el estuche del violín. Nathaniel se coloca el instrumento bajo labarbilla. El Disney Hall está vacío cuando empieza a tocar, aunque quizá, segúnNathaniel,Beethovensigaaúnentrelassombras.


Segundaparte


13

Unacálida tardedeoctubre,unpocomásarribadedondeseencuentraelpatiodeLAMP,alqueNathanielacudeconfrecuencia,veoadosprostitutashaciendolacalleen la esquina de la Sexta con San Julián. Parece bastante evidente que la bajita ygruesaeslamadamayquelaaltaydelgaducha,quecojeapenosamente,esunadelaschicas.LaprimerasehacellamarDJ,pordensayjugosa,ylasegunda,LM,porlargayminúscula.Elnegocioprospera,losclientesnodejandeafluir.Laprostituciónenunagranciudadno tienenadadeextraordinario.Sinembargo,estaoperación tienedos elementos dignos de mención. El primero es que hay una comisaría a unamanzana de distancia. Y el segundo, que las prostitutas hacen su trabajo en losretretespúblicos.

Enmiopinión,nadailustramejoresteprofundodepósitoenquesehaconvertidoSkid Row. Se ha olvidado, alejado de la conciencia pública, y dejado que serevuelque en su caos y desesperación. Un mutilado de Vietnam o de la SegundaGuerraMundial puede caerse de su silla de ruedas enplena calle, con su bolsa decolostomíamugrientajuntoaél,ylagentepasaráasuladocomosinoestuvieraallí.Un demente pasea desnudo entre los escombros y pocas personas se darán cuenta.Losheroinómanosseacribillanlosbrazossinunamiradasiquierahacialajefaturadepolicía del Distrito Central. Unamujer descalza con la blusa medio desabrochadacorreporSanJuliángritandocomounahistérica,manoteandofantasmas.

Aquí es donde duermeNathaniel. Puede que él sea un paranoico, pero cuandodespotricacontralafaltadegobiernoyeldesordenysequejadequelostraficantesylos ladrones quieren llevarse todo lo que él tiene, ¿está loco o sencillamente esobservador?

Skid Row es una vieja historia. Tan vieja que durante años a nadie se le haocurrido revisarla. Afortunadamente, mis colegas del Times Cara Mia DiMassa yRichardWinton están cambiando esa tendencia. Esta vez hay una nueva vuelta detuerca:elchoquedefuerzasopuestas.Unacaracterísticadelarecuperacióndelcentrode la ciudad es la conversión de edificios ruinosos en exclusivos lofts, tiendas yrestaurantesdepostín.EldesarrolloyladecadenciasonahoravecinosenSkidRow,yeldinerocompiteconlamiseria.

Hay muchas cosas que no puedo hacer por Nathaniel. No puedo curarle. Nopuedoconvencerledequevayaaveraunmédico.Nopuedo llevarlea sucasadeCleveland ni meterle en una orquesta. Pero ahora que se ha convertido en unpersonajedelavidadelaciudad,unhombreporelqueseinteresalapoblación,quizáconvengarecordarloquehacemosconaquellosqueestánentrenosotrosdemasiadoenfermosparacuidardesímismos.

—Nolosuavices—meindicamiredactoraSueHorton—.Sírvelodedesayunoenbrutoysinfiltrar.Cuentaa lagenteencontradequéestáNathaniel,yamenaza


conelpuñoalAyuntamiento.

Sonlasonceydieciochode lamañanacuandoentra la llamada.Probablementeuna sobredosis.Elbombero-enfermeroDaveChavez,de cuarentaydos años, cogeunahojanuevadeincidenciasysedirigealaambulanciadeurgenciasnúmeronueveconsucompañeroJuanPenuelas.Alasonceyveintesalendelaestación.Desdelapartedeatrásdelaambulancia,Chavezcaptaladesolaciónatravésdelasventanas.Algunas personas se tambalean y echan pestes; otras yacen acostadas entre lainmundicia.AChavez,quellevadiezañosenunadelasestacionesconmásactividaddeEstadosUnidos,yanadalesorprende.Paraélysuscolegaslosincendiossonunarareza trasnochada.Pero les llaman treinta,cuarenta,cincuentavecesencada turnopara casos como éste. Se desplazan sólomediamanzana, hasta el lugar dondehayuna mujer tirada en la acera. Sus amigos se acercan cuando Chavez baja de laambulancia; algunos no tienen mejor aspecto que ella. Están esqueléticos, congrandesojerasylapielllenademarcasyulceradaporlasagujas.InformanaChavezdeque lamujer tieneunosveinticincoañosy el chute se lometió ahímismoharáunas diez horas. La calle se rige por su propio orden social. Los adictos al crackocupanelladooeste,ylosheroinómanos,eleste.EnmedioestáLAMP.

Me pregunto una vez más si seré yo, y no Nathaniel, quien necesita que leexaminenlacabeza.EstoytratandodesesperadamentedeconvencerloparaquedejelazonadealrededordeltúnelypaselasnochesenLAMP,queseencuentraenmediode una de las peoresmanzanas de una ciudadde cuatromillones de habitantes.ElcomisariodelapolicíadeLosÁngeles,WilliamBratton,hadenominadoaesazona«lapeorsituacióndeAmérica».Y,sinembargo,eselúnicolugarpróximoalcentrodondeNathanielpuederecibir laclasedeayudaqueproporcionaLAMP.UnavezlesugeríquemedejarallevarloaLongBeach,que,aunquetambiéntieneproblemas,noacumulalalocuradesbordantedeSkidRow.AllítalvezpodríaencaminarloavisitaraldoctorRagins.Nilosueñes,mecontestóNathaniel.Esunacriaturadecostumbresfijasysesientemáscómodoencompañíadelomaloconocido.

MientrasChavezexaminaalamujercaída,cruzorápidamentelacalleparaversiestáNathaniel.Aunque sigue durmiendo en el túnel, pasa gran parte del día en elpatio.

—Ah,señorLopez—mesaluda.—¿Estábien?—lepregunto.—Sí,señor,estoybien.—Sóloqueríasaludarlo,esquetengoqueirme.Acompañoaesosenfermerosde

ahí.Seacercahasta laentradaconsuviolín.Seresisteaquemevayay tratavarias

veces de alargar la conversación, elevando la voz por encima de lamía cuando le


digoquetengoquemarcharme.Vuelvoaseñalarhacialaambulancia,dondeChavezysucompañeroestánponiendoalamujerenunacamilla.Nathaniel,queoyesirenasdíaynocheyhavistoestamismaescenadecenasdeveces,semuestraindignado.

—Esasdrogasestánmatandoatodoelmundo—masculla.AChavezleestácostandotomarlelatensiónohacerleunelectrocardiograma.La

mujer no deja de moverse, de sacudirse, de gemir. Ve que tiene la lengua seca yendurecida,yesolepreocupa.

—Creoquesehametidootracosaademásdeheroína—observa.Quiereponerleungoteointravenosoporsiempeoraenelcortotrayectohastael

centromédico del condado, pero tiene los brazos y el cuello llenos demarcas depinchazos.Sucaraangulosa,depómulosmarcadosyunosojososcurosqueasustan,eslaimagendeldolorydelmiedo,sobretododeloúltimo.Seencuentrademasiadodébil,oquizádemasiadocolgada,parahacerotracosaquenoseaquejarseconvozroncaysinaliento.

ÉstaeslatareadeChavezunturnotrasotro;unatareaenlaqueélysuscolegastratancon los restoshumanosdeunnaufragiocausadopormil fallosdiferentes.Elmercadodelaviviendaesescandaloso;laasistenciasanitaria,unlujo;loscentrosdedesintoxicación escasean; los colegios tienen unos índices de abandono escolarvergonzosos; los salarios en el sector servicios no dan para subsistir; las famosasbandasdeLosÁngelesvendendrogaalasalidadeloscentrosdesesionesdeterapiaendocepasos;lasaladeurgenciaspsiquiátricasestáhastalostopes,ylosserviciosdesaludmentalcomolosdeLAMPsonpocosyestánmuyseparadosentresí.Chavezlosoportadíaadíaporquenosepermiteniunsolopensamientosobreloqueescapaasucontrol,nojuzgaanadieynodejaquesuspacientesleafecten,tantosilessalvalavidacomosilosvemorir.

—Procuro tratara todoelmundocomomegustaríaquemetrataranamí—medice—.Aquíconocesaalgunaspersonasdelomássimpáticaseinteresantes.

Según nos acercamos al hospital, la mujer anónima empieza a desvanecerse.Levanta la mirada, con los ojos muy abiertos y atemorizados, pero enseguida sevuelvenblanquecinosysinexpresión.

—¡Seapaga!—gritaChavezalconductor,loquesignificaquepiseelaceleradorporquelamujerselesestáyendo.

Losdoshombreslasacandelaambulanciayempujanlacamillahaciaeledificio,cruzanlapuertadedoblehojacomounaexhalaciónyentranenlasaladeurgencias,dondeunequipodediezmédicosysanitariosseponenmanosalaobra.

—¡Fuera!—gritaunmédico,dándoleunasacudidaquelalevantadelacamilla.Lamujer está boca arriba, con los ojos abiertos pero vacíos.A escasosmetros

yaceinconscienteotravíctimadesobredosis,y,asulado,unhombrequesehacaídoypodríahaberserotolacolumnayelcuello.

—Trescientos.¡Fuera!Trescientossesenta.¡Fuera!Chavezobservaavariosmetrosdedistanciacómotratandesacarlaadelante.A


pesar de que consiguen recuperar el ritmo cardiaco unos instantes, lo pierdenenseguida.

—Hamuerto—musitaChavez, y pocodespués la envuelven enuna sábanadeplástico blanca con los ojos aún abiertos, despejando la zona para otro caso desobredosis y un adolescente víctima de un apuñalamiento, cubierto de sangre, quemoriráenunosminutos.

Cuandovolvemosalaestación,meacercoacomunicareldesenlacealosamigosdelamujer,imaginandoquenadielohará.Ahoganungritoyseestremecen,aunqueno está claro si es porque lamujer significaba algo para ellos o porque saben queestán embarcados en elmismoviaje.Cruzo la calle para ir en busca deNathaniel,perohacetiempoquesehaidoconsucarritoysusinstrumentosaesepozooscuroeinsondabledelDowntown.

Dosnochesdespuésyunpocomásarriba,aescasadistanciadedondesellevaronen ambulancia a la mujer de veinticinco años para hacer su último viaje, DJ estállorando.Siunaesprostitutaenunretretepúblico,nuncahaydíasbuenos.Aunasí,éstehasidounodelospeores.Dicequeunhombrehamuertoenelretretehaceunashorasyqueselollevaronlosenfermeros.Eraamigosuyoynosabequéhapodidopasar.Lapuertadelretreteseabreunpocoyveoropacolgadaenperchasaloslados,unaradioyartículosdetocador.DJnosólotrabajaeneseretrete;viveenél.

EsunsecretoavocesenSkidRowquealgunosurinariosportátilesnoseutilizanparaloqueestánprevistos.Drogas,sexo,vivienda.Todovale.DJinsisteenquesuretrete es sólo una vivienda esporádica que reserva para cuando trabaja hastamuytarde para volver a su casa, que está en Inglewood.Me enseña dónde guarda loszapatos y las medias de rejilla y los extravagantes sombreros, y me hace unademostración de cómo cubre el banco del inodoro por la noche y duerme encimahecha un ovillo. Éste es el retrete en el que hamuerto su amigo hace unas horas,situado en la calle que se ha cobrado dos víctimas en las últimas cuarenta y ochohoras.

Mientras hablo con ella sale una rata de las alcantarillas. Pasa delante de unsujetador abandonado, un corazón de manzana y una bolsa vacía de patatas. Eshabitualverratasdentroyalrededordelosretretespúblicos,queenrarasocasionesseutilizanparaloquesesuponequesirven,comosugiereelhedorinsoportable.Perohayquienessenieganaentrarenlascasetasyprefierenescurrirsedetrásparahacersusnecesidades.Esoexplicalosríoscalientesdeorinaquemanchanlasaceras.

ElalcaldedeLosÁngelesmellamaporteléfono.HaleídoloqueheescritosobreSkidRowynolesorprendenlosdetalles,aunquesíleescandalizan,ymepreguntasi


podría acompañarme en una de mis rondas. Mi primera reacción es negarmeamablemente.AntonioVillaraigosatienerangodeestrelladerock.Llamalaatencióny viaja con escolta. Y yo no quiero nada de eso mientras trato de acercarme condiscreciónalagentedeSkidRowydeconseguirqueconfíenenmí.Claro,queésaeslaclasedeatenciónqueesperabaqueatrajera lahistoriadeNathaniel.Esprobableque no haya nadie que pueda cambiar tanto las cosas aquí como el alcalde.Villaraigosa me explica que está de camino, pero que antes pasará por casa paraquitarseeltrajeypasardesapercibido.

Villaraigosa tiene un punto débil que podría beneficiar aNathaniel y a cientoscomoél.Elalcaldenopuedeperoquieresalvarelmundo.Deseahacersecargodeldistritoescolar,erradicarlapobreza,construirviviendasasequibles,contrataravariosmilesdepolicíasmás,vencera lasbandas.Apesardesuenergíasobrehumana,nopuedehacertodoeso,delamismaformaquenopuedeanexionarSantaBárbara;aunasí, no me imagino al alcalde viendo lo que aquí ocurre en toda su perturbadoraextensiónydandolaespalda.SospechoquesetomacomoalgopersonalelhechodequeexistaunlugartananárquicoydesoladocomoSkidRowasólounascallesdelAyuntamiento.Comootrosalcaldesantesqueél,esconscientedelosproblemas.Loquepasabahasta ahora esquepolíticamenteno resultababeneficiosohacer algoalrespectoporquelasituaciónnosehabíaexpuestoenlaprimeraplanadelperiódicodeestamanera: comouna crítica a la indiferencia y una llamada a la concienciación.Hace unos años, Nueva York respondió a esa llamada invirtiendo en viviendas yserviciosquelimpiaronlascalles.SanFranciscotambiénvamuypordelantedeLosÁngeles,yVillaraigosanotolerabienlascomparaciones.

Cuando llega el alcalde, envaquerosy chaqueta concapucha, caeuna lloviznaconstante.Pocagenteloreconoceconlacapuchapuesta,porloquepuedeacercarseamirardemaneraanónimaalasdoscientaspersonasqueseamontonanenlaentradadelaMisiónMedianoche.Sonelexcedente,losquenoconseguiránunacamadentro.Losmásafortunadosseapretujanbajoelalero,dondeporlomenospuedenmantenersusmantasypertenenciassecas.Elalcaldehablaconunamujerdeunossesentaañosquesequejadequelaecharondeunhotelcuandoseleterminóelvaleparavivienda.Vaenunasilladeruedasqueempujasumarido,veteranodeVietnam,yañadequedebeesperarotromesparaqueledenotrovaleypoderdormirbajotecho.Despuésde oír la historia de esta pareja el alcalde entra en el centro, donde repara en unamujerjovenysusdoshijosinstaladosencamasplegablesenunahabitaciónconotrascienpersonas.Sumaridolamaltrataynotieneadóndeir,cuentamientraslosniñosseacurrucaneintentandormirenesahabitaciónatestadadeextraños.

AúltimahoradelatardemeacercohastalaesquinadelacalleSéptimaconSanJulián,frentealaestacióndebomberosdeDaveChavez.Estoyhablandoconvarios


hombres en sillas de ruedas cuando de pronto noto una presencia a mi espalda.Chavezme había contado que una vez hubo una pelea con navajas en estemismolugaryresultóapuñaladounodeloscombatientes,elcualcruzólentamentelacalleenbuscadeayudaysedesplomódelantedelapuertadelaestación.Conunarodillaen el suelo y la libreta a la vista, soy un blanco fácil para cualquier desquiciado,colgadoofuriosoporqueunextrañoandeporahíhaciendopreguntaspersonales.Megiro lo justoparaver si corropeligroymedoycuentadeque se tratadel alcalde.Mientrasobserva,unodeloshombres,acuclilladoenlaacerajuntoaotroensilladeruedas, coge una jeringuilla y se la clava en el pliegue del brazo izquierdo. Se leaflojaelcuerpoylosojosselequedanenblancoamedidaquelaheroínarecorresusvenas.Elalcaldecontemplalaescenaenelfríosilenciodeunanochelluviosa.Éstaessuciudad.

En el plazo de unos días ya no hay casetas-retretes en las calles Sexta y SanJulián:selashanllevadolosempleadosmunicipales.Cuandoterminalasemana,elalcaldeañadeSkidRowasulistadeasuntospendientes.

—Voy a asumir el reto—declara—.Me refiero a que es casi comoBombay oalgoasí,sóloqueconmásviolencia.Nohayningúnotrolugarenlaciudaddondeelcaos y la degradación sean tan notorios. Se ve una descomposición total de lasociedad.

El alcalde se compromete a asignar cincuenta millones de dólares más paraviviendayotrosserviciosenSkidRow.DosmiembrosdelAyuntamientoanunciansupropioplanparaerradicarelproblemadelosquenotienendondevivir.Porprimeravezenmuchosaños,eldesastredeSkidRowestáenunaposicióndestacada,debidoengranparteaNathaniel,cuyahistoriahaimpedidoqueseignore.Peroprometernocuestanada,yelpresupuestoanualdeNuevaYorkparaviviendayserviciostriplicaeldeLosAngeles,auncontandoconquelapromesadecincuentamillonesdedólaresdelalcaldesecumpla.¿QuésupondráestoparaNathaniel?


14

ACaseyHoran, directora de LAMP, no se la cala fácilmente. En cambio ShannonMurraynopuededisimularloquepiensa.Estáfuriosa,molestaporalgoqueacabodedecir.LostresnoscitamosenunautobúsconDarrellSteinbergyotrosmiembrosdela comisión estatal cuya tarea consiste en dilucidar cómo emplear los más demilmillones de dólares asignados al año en California a los servicios ampliados deasistencia psiquiátrica. El autobús sale de LAMP con el objetivo de visitar variosproyectos.SteinberghabladeléxitodelugarescomoLAMPy laVillaysugierequeconmásfondospodránconvenceramáspersonasdequedejenlascallesyvivanencentrosquedispongandeserviciosdeapoyoquelesayudenareconstruirsusvidas.

—Noestétanseguro,—ledigo—.Nathanielsigueresistiéndosearecibirayudaapesarde losmesesdeesfuerzodelpersonaldeLAMPymíos.El trastornodeliranteque sufre no ha variado desde que lo conozco, y su última alucinación es que unguardiadeLosAngelesTimesechóunvasodeaguaenunodesusviolinesyse loestropeómientrasestábamosenelDisneyHall.Nathanielinsisteenquenosepuedeconfiarennadieyquenuncapodrávolveralauditorio.Estoyllegandoalaconclusiónde que si Nathaniel tiene alguna posibilidad de mejorar, habrá que someterle atratamientoalafuerza.

Murray,conelpelolisoypelirrojoyunaexpresióndecansadodesdén,melanzauna mirada furibunda. Horan y ella tienen décadas de experiencia. Juntas hanmejoradolavidadecientosdeenfermosmentalesmientrasqueyoacabodeentrarenel juego, paseando amimúsico talentoso por las páginas deLos Angeles Times ytratando de hacerme pasar por experto ante Darrell Steinberg, padrino de laproposiciónhistóricaquesupusoungolpedesuerteenlafinanciacióndelaasistenciapsiquiátrica.Murrayintervieneenlaconversaciónparaconstatarquenoheentendidonada.

—Estamosmuy cerca—apostilla, recordando que el día en que ella y PatriciaLopez respondieronamipeticióny fueronaver aNathaniel cercadel túnel, élnoquería saber nada de LAMP. Ahora va casi todos los días y con frecuencia es elprimero que espera en la puerta por lamañana—.Eso es un paso de gigante paraalguien que lleva tantos años solo en la calle —recalca—. Sólo hay que tenerpaciencia.

—Precipitarlascosas—terciaHoran—,seríadesastroso.Altaydelgada,conelpelocortoyrubio,esmásdiplomáticaqueMurrayperono

menosvehemente.Cuandohablasediríaqueestáhaciendoungranesfuerzoparanoponerseadespotricar.

—Ustedhageneradoenélunaconfianzaenorme—afirma,yañadequesiahoraleobligaraahaceralgocontrasuvoluntad,leespantaríaparasiempre,yseguramenteempeoraría—.Estarencerradoyqueunextraño tome las riendasde tuvidaesuna


experiencia aterradora. Para enfermos que suponen un peligro no hay alternativa.PeroestamoshablandodeNathaniel—subraya,recordándomesuhumildadyelalmacándidaqueseescondedetrásdesugemeloenocasionesgruñón—.Loestáhaciendoa su manera, y así es como tiene que ser. Con nuestra ayuda y ganándonos suconfianza.Deotraformapodríaperderloparasiempre.

Paciencia,dicen.Octubrehaquedadoatrásyestamosamediadosdenoviembre.Antes dequenosdemos cuenta habrápasadoun año, y las preguntas y respuestassiguensiendolasmismas.«¿Viveyabajotecho?¿Estámedicándose?»

Horan yMurray están convencidas de que Nathaniel no tardará en cambiar eltúnelporunapartamento,tantoquesehanaferradoaunoqueacabadequedarlibreenuncomplejoresidencialquelindaconlaparteposteriordelosterrenosdeLAMP.Sicogelahabitación,podrádespertarseporlamañanaeirporunapasarelatechadaadesayunar.Despuéspuedetocarenelpatio,yquizá—llevaráuntiempo,claroestá—undíadecidaquelegustaríaempezaraveraladoctoraPrchal.

Unpanoramahalagüeño,sinofueraporqueNathanielsigueoponiéndoseaellodeformatancombativacomosiempre.

—No tengo ningún interés en dejar mis cosas en una habitación donde losladrones más grandes del mundo pueden entrar y llevárselas todas. Eso no va asuceder.Niahoraninunca,ymedaigualsihedeapelaralpresidentedelosEstadosUnidosoaStevieWonder;haréloqueseaparaevitarquelagentesemetaconmigoyconmiscosas—declara.

Lo único que consigo con mi contrarréplica es añadir más canas a mi cabezamedio calva. ¿Por qué tienen que molestarle con eso, pregunta Nathaniel, cuandosigueinsistiendoenqueprefierevivirenlacalleydormireneltúnel?

—Beethovenestáahífuera,¿no?Bueno,puesnopiensodejarlosolo.LaeuforiadenuestraexcursiónalDisneyHallhacomenzadoadesvanecersey

Nathanielme agota. Lo quememantiene al pie del cañón es la búsqueda de unasolución, pero cada vez que creo que he puesto un bonito lazo a esta historiaenseguida se deshace. Aunque aprecio a Nathaniel más que nunca, empiezo asentirmeagobiadoportodoloquemeexige,ademásdeporeltemorconstanteaqueleasaltenparaquitarlelosinstrumentos.Continuamentenecesitaunacuerdanueva,oarreglarunpuente, ounapartitura, y, claro está, es amí aquien llama.Tengoquehacermalabarismosconmihorarioparairabuscaruninstrumentoestropeado,másaúnpararecogerloeneltaller,ypierdootrabuenapartedeldíasiguiéndoleelrastroparadevolverlesuscosas.Robotiempoalaescrituradecolumnasyamifamilia,yaunqueAlisonestáteniendomáspacienciadelaqueyotendríaensulugar,empiezoasentirquealgohedesacrificar.Yséquenopuedesernimitrabajonieltiempoquedeboamifamilia.


Amedidaquenosadentramosenel inviernodemidescontentoNathanielpasasus días y sus noches ajeno ami angustia, y no parece que el frío vaya a hacerlecambiardeopiniónacercadelalbergue.PorlasmañanaspasoencocheporeltúnelyloveotocandoenlaesquinadelacalleSegundaconHillcomosinadalepreocupara.SinohadesayunadoenLAMP,seacercaráalacoladelDistritodelosJuguetesdonderepartendesayunosgratisosecompraráunpaquetedegalletasyuncaféconpartedelosdonativosdesusfans.Paraél,ladecisiónmásdifícildeldíaessitocasuviolín,elnuevooelviolonchelo.Yparacomplicarmáslascosas,empujarásucarrohastalaBiblioteca Central, pagará a un guardia para que se lo cuide y entrará con losinstrumentosacuestasacopiarpartituras.

Enelcrucede laSegundaconHill,Nathanielsehapuestocreativocon la losagrisáceayvulgardondepasatantashorasaldía.Utilizacintaadhesivaocuerdaparafijarperiódicosasiáticosofotosderevistasdeviajealostroncosdelaspalmeras.Aveces pienso que cualquier día me lo voy a encontrar con una camisa hawaiana,meciéndoseenunahamacamientrasseabanicaconhojasdepalmerao rasgueaunukelele.Mepasoporallíporlatardeyleveoenelotroextremodeltúnel,pegandoconcintaadhesivabanderasdeEstadosUnidosenlasseñalesdetráficooimitandoaun director de orquesta. De forma rutinariamantiene conversaciones animadas sinnecesidaddeinterlocutor,locualsupongoquetienesusventajas.Voyenelcochedecaminoacasa,estresadotrasotrodíadeintensotrabajo,conlabocasecayeltráficomartilleándomelacabeza.Él,porsuparte,estáeneltúnel,tocandoelConciertoparaviolonchelodeElgarenlagloriamásabsoluta.

No es que quiera quitar importancia a una enfermedad terrible, ni tampocoidealizarla. Previendo que su vida será siempre así y buscando una excusa paradejarleasuaire,medescubropreguntándomealgoquepuedeparecerextraño:

¿Élesfeliz?Es evidente que la música le hace feliz. Además, ¿cuántos músicos hay que

tengantantotiempocomoélparatocar,libresdecualquierexpectación?Paraélnoesuntrabajo.Sinduda,devezencuandosedeprime,frustradoporsuslimitaciones.Sinembargo,notienequepreocuparsedeprepararunaaudición,comohacíacuandoerajoven, y tampoco necesita ganarse la vida con ello. Para Nathaniel, la música eslibertad. Ahora que su contratación en el Little Pedro’s Blue Bongo pertenece alpasado,sicometeerroresoseatascaenunpasaje,sólotienequerendircuentasantesímismoyantelaestatuadeBeethoven.

PuedequeNathanielnuncaseafelizconmiscondicionesosegúnmisestándares;tal vez sea un problema mío, no suyo. ¿Acaso tiene una hipoteca asfixiante aveintisiete años que penda sobre su cabeza y otro crédito a veinticinco años, cuyointerésnodejadesubir?Paraserperiodistaganounbuendineroyvivimosbastantebien.ElproblemaeselabusivomercadoinmobiliariodeCalifornia,quesellevagranpartedemisingresos,yademásAlisonharecortadosujornadalaboralparadisfrutardelosprimerosañosdeCaroline.Laplantilladelperiódicoestádisminuyendoatal


ritmo que va a llegar unmomento en que seré el único que quede para ocupar elpuestoderedactor,yprobablementelaprimeraordenquerecibadeChicagosealademipropiodespido.

Nathanielnotienequepreocuparsedeunahijaquecumpliráquinceañoscuandoélalcancelaedaddelajubilación.Aélnoseleestropeaelordenador.NotienequellamaraBlueCross[11]seiscientasvecesparapreguntarlesquépasaconunafacturamédicaquesenieganapagar.NitienequellamaralBancodeAméricayamenazarconestrangularaalguienacausadeuna«rigurosainvestigación»quehadeterminadoqueyomentíacuandodenunciéuncasodeusurpacióndeidentidadyladesapariciónde tresmil dólares.Nathaniel no figura en ningún registro.Carece de tarjeta de laSeguridadSocial,decarnédeconducir,dedirecciónpostal,dedeclaracióndeúltimasvoluntades,deempleo,decéspedquesegar,dellamadastelefónicasquedevolver,deplandepensiones…ydenormas,aexcepcióndelassuyas.

EldíadelensayodeBeethoven,cuandoyanoshabíamosalejadomediamanzanadelDisneyHall,medijoqueteníaqueiralbaño.

—Aguanteunpoco—lepedí—.Estamosmuycercademioficina,puedeirallí.—Señor Lopez—insistió, mirándome como un crío de seis años—, no puedo

esperar.—¿Yporquénofuistecuandoestábamosenelauditorio?—Nosemeocurrió—responde—.Deverdadquenopuedoaguantarme.Alotro ladode lacalleestabaelJuzgadodelcondadodeLosÁngeles.Yenel

jardínhabíaunárbol.Nathanielcorrióhaciaélyunosminutosdespuésvolvióconunaexpresióndeenormealivioenlacara.

¿Cómo voy a reintegrarlo al mundo de las normas y las regulaciones, de loscódigosdeconductaydelosexcusados?Élnoestáatadoanadaquenoseasupasióny elmundo al que le conduce; unmundo en el que la ciudad es su orquesta y eldirectoresunaestatua.Vemecerseunapalmerayoyeviolines.Elestruendodeunautobúsleproporcionalalíneadelbajo.OyepisadasyseimaginaaBeethovenyaBrahmsdandounpaseo.

—Nosoportaríanopoderoír laorquestacomoamímegusta—merevelóunavezapropósitodesunegativaavivirbajountecho.


15

La paciencia es, sin duda, una virtud maravillosa, aunque la mendacidad tambiéntiene sus ventajas. SiNathaniel no quieremudarse al apartamento queLAMP tienereservadoparaél,quizápodríaplantearsealmenoslaposibilidaddeutilizarlocomoestudiodemúsica.Yparapersuadirlodequepruebecuentoconelanzueloperfecto.PeteSnyder,elviolonchelistadelaFilarmónicadeLosAngelesqueestrechólamanoaNathaniel en elDisneyHall,me ha enviado un correo electrónico ofreciéndomealgo.

ConoceraNathanielmehadejadoungranvacíoenlomásprofundodemiser,yheempezadoapensaren loafortunadoquehesidoenmividaengeneral. Me ha impactado tanto que, sencillamente, tengo que hacer algopara cambiar su futuro…Quizá si él supiera que quiero ayudarlo, estaríamásdispuestoabuscarunasoluciónpermanente.¿Quéleparece?

Cuando llamo, Snyder me suelta que está dispuesto a dar clases gratis aNathaniel,siemprequeselopermitaelcalendariodelaorquesta.Enesemomentosemeocurre la ideadeatraerloconunamentirapiadosa.Lehablodelapartamentoalqueélseniegaamudarseylepreguntosiestaríadispuestoaenseñarleallí.PodemosdecirleaNathanielquenoestápermitido impartirclasesenelDisneyHall,quenohayespacioparahacerloenLosAngelesTimesyquenohayningunazonatranquilaenLAMP.ASnyderlegustalaideayaccedeaseguirmeeljuego.

—Nathaniel, traigo buenísimas noticias —le anuncio en el cruce de la calleSegundaconHill—.¿RecuerdasalseñorSnyder,delaorquesta?

—PeteSnyder—puntualiza—.Sí,elqueseparecíaaJanosStarker.—¿Aquenoloadivina?JanosStarkerquieredarleclases.Seleiluminanlosojos.—¿EnelDisneyHall?—Dicequeahínosepuede.Legustaríahacerloensuapartamento.Nathanielseagita.—¿PorquénopodemosenelDisneyHall?Es lasaladeBeethoven, lacasade

Beethoven,delaFilarmónicadeLosÁngeles.—Porquehayprogramadasmuchasactividadesynodisponendeunahabitación

dondepoderreunirseconustedregularmente.—Entoncespodríamosdarlasclasesaquí—sugiereNathaniel.¿Aquí?Apenaspodemosoírnoselunoalotroconelrumordeltráfico,yeltúnel

escomounmegáfono.—NocreoquealseñorSnyderlegustelaidea.—Levantolavozunpocomásde


lo necesario para subrayar el factor ruido al que se opondría el chelista—.Yo lesdejaríamioficina,peronohayningúnsitiodondepuedanestarsolos.YelpatiodeLAMPnovaldría,contantagenteyendoyviniendotodoelrato.

Convieneconmigoenqueesasopcionesnosonbuenas,sinembargo,aúnnolotengoenelbote.

—Su apartamento es el único lugar que se nos ocurrió. Snyder insistió en quenecesitaríaunsitiotranquiloonomerecerálapenaniparaustedniparaél.

—No es mi apartamento —objeta, poniéndose a la defensiva—. No tengoapartamento y no lo necesito. No quiero tener nada que ver con él. No es miapartamento.

Siento que he llegado a este puntomuchas veces. ¿Debería suplicar? ¿Deberíallevarme lasmanos a la cabezaymarcharme?Quédesperdicio. ¿Tan enfermoestáquenocomprendequeestasoportunidadessepresentanpocasvecesenlavida?

—Nomegustaríavercómodesaprovechalaocasión—ledigo—.¿Cuántosañoslleva tocando sin que nadie lo ayude a mejorar? ¿Unos treinta? Ahora unviolonchelista de una de lasmejores orquestas delmundo se ofrece a darle clases.¡Gratis!Estoesungolpedesuerte,Nathaniel.Noquierohacerleperdereltiempoalseñor Snyder y sé que usted tampoco. Así que, ¿por qué no intentarlo en suapartamentounavez,ysinoquiereseguir,locancelamos?

Hallegadoelmomentodecisivo.Losiento,peroMollieLoweryeramonja,yyonotengosufortaleza.Afortunadamente,Nathanielesunhombremuyinteligente.Yodiríaqueesconscientedelamentira.Aunasí,captaalgoenmivozovealgoenmilenguajecorporalquelehacecomprenderloqueestáenjuego.

—Deacuerdo—accedeporfin.Noséquédeseamás,lasclasesoaferrarseanuestraamistad.

Creo que sería bueno conseguir que Nathaniel se sintiera a gusto en elapartamentoantesdetraeraSnyder,asíquellamoaStuartRobinsonaLAMPyélloorganiza todo para dejarme entrar. A estas alturas me siento un poco violentollamando a Robinson o a cualquier otro empleado de LAMP. Tienen decenas deNathaniels,y, aunqueaprecianmi relaciónconél, séque lesestoyponiendoenunaprieto. ¿Tendríanunapartamentodispuestodurante semanaspara alguien sobre elquenoseescribeconregularidadenelperiódico?Probablementeno,yademás lestoca enfrentarse a la cuestión ética de reservar una cama para él mientras se venobligadosarechazaraotros tannecesitadosdeayudacomoél.También tienenquelidiar con el hecho de que el trabajo que realizan con un enfermo mental sea dedominiopúblico.Aveces,Nathanielesunodesushuéspedesmásdifíciles.Reprendeconstantemente a los demás, profiere diatribas cargadas de prejuicios y no deja devilipendiar a Robinson por ofrecer refugio a todos aquellos que dicen palabrotas,


fuman o violan de cualquier otra manera su sentido de la urbanidad. En otraspalabras, Nathaniel es una carga que trae consigo la presión añadida de que elpersonaldeLAMPpongaapruebasueficacia.Y,sinembargo,elapacibleRobinsonmedevuelveamablementelasllamadasypocoapocoestáafianzandosurelaciónconNathanielysecundalaideadeutilizarlasclasesdePeteSnydercomoincentivoparaqueNathanielvayaalapartamento.

Encuentro aNathaniel en una esquina de la parte delantera del patio, hablandosolojuntoasucarritorepletoylistoparapartir.Estopareceunbuencomienzo.Estátamborileandocondospalossobreelmontóncubiertoconunalonaymesueltaqueésees suprimeramor.Queél esunbatería,nounmúsicodecuerda.Por tantononecesitaaSnyderypodemosolvidarnosdelasclasesenelapartamento.

SantoDios.Notengotiempoparaesto.HoynovieneelseñorSnyder, ledigoconfirmeza.Estamosustedyyosolosy

vamosalapartamento.—SeguroqueelseñorSnyderesunmúsicoexcelente,comoHarryBarnoff,Jim

Brown,MickeyMantle…, todos son unosmúsicos excelentes. El coronel Sanders,JohnnyCarson. ¿Porquéno leshacenestatuas?¿Porquéhayestatuasmilitares enClevelandynoenLosÁngeles,dondealguientuvolafelizideadeponerunaestatuadeBeethovenenPershingSquare?EstoysegurodequeelseñorSnyderesexcelente.Séqueesunmúsicoexcelente,unmagníficoyconsumadoprofesionaldelamúsica,porquelehevistotocarlaTercerasinfoníadeBeethoven.Esunprofesional,¿aquesí?EscasiYo-YoMa.¿CreequeYo-YoMaesunhombreagradable?PorqueAdamCrane dice que es un buen tipo, pero yo no sé.No he visto almuchacho desde laépocadeJuilliard,yélnoseacordarádemí.

Cada vez que le interrumpo me corta. Finalmente consigo que me preste lasuficiente atenciónpara anunciar que es horade ir a ver el apartamento.Robinsonatajaráporlapartetrasera;elcarrodeNathanielnoentraporelpasillodeLAMP,asíquetenemosquerodeareledificioyencontrarnosconRobinsonenelotrolado.

Todavía quedan flores en el lugar donde lamujer de veinticinco años pasó susúltimas horas, y no parece que haya disminuido el tráfico de crack en la acera deenfrente. Un hombre con un solo zapato está encendiendo una pipa de crack y eltraficante se nos encara como diciendo «y-vosotros-qué-miráis», yNathaniel, a suvez, le lanzaunagélidamirada.En lacalleSextayanohay retretes,pero lagentesiguearremolinándoseenesaesquinaotumbándoseenelsuelo.Consutapacubosamododeescudoyel arcodelviolínaguisade lanza,dealgunamanerame sientocomo el Sancho Panza de Nathaniel: él, ateniéndose a un estricto códigomoral yartísticomientrasque todos losque le rodeanhansucumbido;yyo,defendiendoelhonordeunhombrequeapenassabedesufragilidad.Cuandogiramosalaizquierdahacia la calle con el casi satírico nombre de Wall Street, Nathaniel detiene laprocesiónparasacardelcarrouncepilloyunbadilconelfinderecogerlascolillas,lasjeringuillasylaslatasvacías.Metetodalabasuraenunadesusenormesalforjasy


continuamos por una calle con un panoramamuchomás halagüeño que el de SanJulián. Los árboles influyenmucho. Los árboles y el hecho de que nadie se hayacaídodebrucessobrebasuraputrefacta.

—Estoesmuyagradable—observoenun tonode lomásalentador—.Limpio,tranquilo…

Nathaniel recoge otra lata de refresco y un envoltorio de patatas fritas, lo queencuentromuypositivo.Seestácomprometiendoconlasalubridaddelacalle.

Ballington, un edificio de apartamentos de dos plantas color ciruela, tiene unaccesoparadiscapacitadosqueesperfectoparauncarritodelacompra.Todoencaja,oesomegustaríapensar.Nathanielsubelarampaylaspuertasautomáticasseabrencomosisullegadaestuvieraprevista.

StuartRobinsonnosrecibeenelvestíbuloy,atravésdeotrapuerta,nosconducealjardín,dondesetienelaimpresióndehabersalidodeSkidRowcompletamente.Elpatioesunoasisdeárbolesybancos,conelcéspedcuidadoyunapérgolademaderacubiertadebuganvillas.

—¿Veeseletrero?—preguntoaNathanielsegúnnosacercamosalapérgola.—Prohibidofumar—leeconentusiasmo.Todoresultaperfecto.Laspocaspersonasquepaseanporeljardínresidenenel

edificiomientrasserecuperandeunacombinacióndeenfermedadmentalyadicciónalasdrogasoalalcohol.Sediríaquevislumbranya lasalida,quetienenlugaresadondeirycosasquehacer.LAMPtienealquiladosvariosapartamentosaquíyasignaunmonitorasusresidentes,quetienenaccesoatodoslosserviciosdeLAMP,desdelaenseñanzadeunoficiohastalaterapiapsiquiátricayelmanejodetareasbásicasdelavidadiaria.

AjuzgarporlareaccióndeNathaniel,noestátanentusiasmadocomoyo.Aúnseresiste,yyomesientoreacioaforzarlascosassugiriéndolequevayamosaecharunvistazoalahabitación.Veounbancovacíoyledigoquepareceunlugarestupendoparadarserenatasalostranseúntes.

MientrasNathanielafinaelchelo,Robinsonmellevaporunpasillodelaplantabajahastalahabitación.Nadamásentrarhayunarmarioyunlavabo.Aladerechaestán el inodoro y la ducha.Al fondo, una única habitación de unos tresmetros ymedioportresmetrosymedio,enmoquetadayconunaventanaquedaalpatio.Sibienespequeñaymodesta,nadaespecial,podríaconvertirse,despuésdetantosaños,enunhogarparaNathaniel.

Cuandovuelvoaljardín,yatienecongregadoasualrededorunpequeñopúblico.Alzolavistayveoaunamujerenunapartamentodelsegundopisoabrirlaventanaparaescucharelconcierto.Mesonríe.

—Nathaniel,esohasonadomuybien.¿Quieretomarseundescansoyveniraver


elapartamento?—Nomeinteresa.—Deacuerdo.PeroelseñorSnydersíquerráverlo.—Nosemeocurrequémás

decir para convencerlo y encuentro la respuesta en el cielo nublado—. Además,podríallovereldíaqueletoquedarclaseynotendrámásremedioqueentrardentro.

Accedeaecharleunvistazo,aunquesólodespuésdevolveracargarsucarrito,loque le lleva otros quince minutos. Allá vamos: él, empujando su carro; yo,preocupadoporquenoentreporlapuerta.Esoseríaelfin,sinduda.

Empiezaapresionaryaladearelcarro.—¿Quéleparecesi…?—No,no—meinterrumpe—.Tengoquemeterlotodo.Descuelga los cubos, unabota, unapistolade agua enormeymás chatarraque

cuelgaaloslados.Gira,gruñeyempujay,comoporobraygraciadelEspírituSanto,elcarritoentraenlahabitación.Locelebroensilencio.¿YNathaniel?Setiraalsueloainspeccionarlasquemadurasdecigarrilloenlaalfombra.

—Parece que a alguien se le ha caído una vela aquí—comento. Cada vezmeresultamásfácilmentir.

—Estonomegusta—espeta.—Eso es porque está demasiado oscuro y cerrado—replico, descorriendo las

cortinasyabriendolaventana.Unaadelfarozalamosquitera—.Mirecuántaluz—observo—.Escomoestareneljardín.

SepreguntaporquénopuederecibirlasclasesenelDisneyHallo,mejoraún,eneltúnel.

—Lagenteentraporlapuertayterobatodoloquetienes—masculla,comosifuera a echarse a llorar—.No pienso volver aquí nuncamás,me trae sin cuidadoSnyder,JanosStarker,elWaltDisneyHall,elpatoDonald,Fantasía.Pasodetodasesashistorias.

Esmuypropiodeélresistirse,hacersiemprelascosasasumanera.Noobstante,mepreguntosideverdadnoquiereo leasustaelcambio.Meacercoa laventana,frotolamosquitera,huelolasfloresdefuera.Unadelasdoscamasestáeneseladocontralapared;ledigoqueasíhayespacioparasucarrito.

—Ellugaresacogedor—opino—.Mepreguntositendrábuenaacústica.Nathanielvaaporelchelo.Despacio.Aregañadientes.Sesientaenelbordedela

camaytocalasonataArpeggionedeSchubert.Lamúsicanosenvuelveyélcierralosojos.


16

Los niños lloraban pegados a la ventana del aeropuerto de Cleveland mientras elaviónsealejabadelapuertadesalida.SupadreagitabalamanodesdelaventanadesuasientoyNathanielpermanecíaensilenciomientraselaviónrodabaporlapistaydespegabacondestinoaCalifornia.

Era1962.Teníaonceañosynoentendíanada.—¿Porquénopuedoir?—preguntó.Había vivido indicios de problemas. Su padre estrellando un teléfono contra el

suelolanocheenquesumadredijoqueteníaquetrabajarenundesfiledemoda.Eltrayectodeldomingoalaiglesiaenelquelemandaronalasientodeatrásparahacersitioaunaseñoraamigadesupadre.Nathanielerademasiadojovenparacomprenderelsignificadodetodoaquello.Alosojosdeunmuchachodeonceañoslascosasnopodíanirmejor.

Su padre trabajaba en la empresa de bateríasWillard y sumadre regentaba elsalóndebellezaFloria,enlacalleClair,dondesededicabaaacicalaralasmujerescuyos maridos trabajaban en las fábricas que habían alimentado a los niños de laciudad durante décadas. Había un corto paseo desde el salón de belleza a la casafamiliar de dos plantas, que se encontraba en la 95 Este esquina con Seminole.Nathanielentrabaysalíacomounaflechadelestablecimientodesumadre,hacíaallílos deberes, y le alegraba embelesar a las clientas con su cháchara ingenua y susbuenos modales. El chico de Flo tenía personalidad y clase, y pronto se sintióhechizadoporlamúsicaquesumadreescuchabaenunaviejaradio.Tantosierajazzcomoclásicaopop,avecesel jovensesentíacomoen trancealescucharaquellossonidosmelodiososquellenabanellocal.

ElseñorylaseñoraAyersnuncanadaronenlaabundancia,sibienlascosasleshabían idobienycreíanqueunabuenaeducacióndebía incluir formaciónartística,especialmente en una ciudad que podía presumir de tener una de las grandesorquestasdelmundoyungranauditoriosituadoenelcercanoCírculoUniversitario.La familia Ayers compró un piano para la sala de estar y decidieron que Del yNathaniel recibieran clases particulares con la señora Lockhart. A medida queNathanieltrabajabaconelmétododepianodeJohnThompsonsehizopatentequesuhijoparecíatenerbuenoídoydedoságiles.

PeroNathanielestabademasiadoocupadoparaproponersesermuybuenoeneso.Cuando losduros inviernosdeClevelandpasabany laciudadgrisvolvíaa lavida,NathanielibacorriendoalacasadesutíoHowardysutíaWilla,enlacalle111Esteporquevivían enfrentedeunparque.Nathaniel jugaba al fútbol con los chicosdelbarrioylanzabapelotasdegolfconsutíoHoward,quesobrepasabaelmetroochentayparecíaungiganteasusojos.Sinohabíanadaquehacerenelparque,Nathanielsalíadisparadohaciaellagoamirarlospetroleroshumeantes,averlaactividadquebullíaenlosmuellesoatirarpiedrasenlasuperficiedelagua.Cuandoselanzabapor


la orilla era Jim Brown, de los Cleveland Browns. Cuando levantaba el brazo yarrojabaunapiedraallagoErieeraMudcatGrant,delosIndians.SeguíalospartidosporlaradioyaldíasiguienteleíasobreellosenelPlainDealer.¿Cómopodíansuspadresno ser felices juntos cuando lavida eramaravillosayhabía tantasopcionespara pasarlo bien enCleveland? ¿Cómopodía su padre irse de casa? ¿Quién iba allevarlealospartidosdelosIndians?

Nathaniel estuvo callado durante todo el trayecto hasta el aeropuerto. CuandovolvieronacasanohablóconnadieysenegóajugarconJennifer.Nopodíaentenderpor qué su padre les abandonaba, ni por qué se habíamarchado a una ciudad quequedabatanlejos.¿LosÁngeles?¿CómoibaasermejorqueCleveland?

Nathaniel se obsesionó conCalifornia, quería visitar a su padre, y era amable,aunquedistante,conloshombresqueibanavisitarasumadreunañodespuésdelaseparación.Unoenparticularsepresentabamuyamenudo, loquenosentabanadabienaNathaniel.¿Ahoratambiénibaaperderasumadre?

Recogedvuestrascosas,dijoFloriaAyersasushijosundía.Semudabanaunoskilómetrosdedistancia,alacasadesunuevomarido.Nathanielnohabíaempezadoahacersea la ideadedejarsucasa,suhabitación,subarrio,cuandoseencontróconuna sorpresa aúnpeor.AlexanderMangrum, supadrastro, tenía cuatrohijos.De lanoche a la mañana los hermanos Ayers pasaron de ser los amos de su hogar acompartir espacio en una casa llena de extraños que no parecían precisamenteencantados de que se metieran allí. Estaba en el número 10 923 de la avenidaChurchill y era una casa de dos plantas, con un bonito porche y un jardín traserobastantegrande;perolosamigosdeNathanielestabanlejos,asícomoelparqueyellago.Además,teníalaimpresióndequesumadreyanoestabatampoco,puesteníaquepelearse para que le prestara unpocode atención. ¿Por quénopodía él irse avivirconsupadreaLosÁngeles?Aquíeraunhijastro,aligualqueDelyJennifer.Tenían que hacer algo, insistía Nathaniel haciendo un discreto corrillo con sushermanas.

—Pero¿qué?—Escapémonos—susurrabaNathaniel.Siempre había oído hablar de chicos que se escapaban de casa, si bien nunca

habíaentendidoporquélohacían.Hastaahora.Nolescaíabienasushermanastros,yellosaéltampocolehacíanmuchagracia.

A Del no le disgustaba la idea. Le estaba costando adaptarse tanto como aNathaniel. Tenía quince años, era la mayor, estaba muy unida a su madre y muytraumatizadaporloocurridoenlosúltimosdosaños.Peroerafrancaymuymaduraensusentidodelaresponsabilidad,poresoleformulóaNathanielunapreguntaqueaélnoselehabíaocurrido:

—¿Yadóndevamosair?Nathanieltuvoquepararseapensarunrato;finalmentesugirióunplan.Tendrían

quecogersuscosasporlanoche,bajarlasescalerasconsigiloysalirescopetadosen


direcciónalacasadetíoHowardytíaWilla.—¿Ytúcreesquenovana llamaramamáencuantoaparezcamosporallí?—

preguntóDelsinia.Nathaniel no había pensado en eso. Su hermana mayor tenía razón. Estaban

atrapados, y la confianza y el carácter extravertido de Nathaniel poco a pocoempezaronaesfumarse.Cuandosushermanastros levencieronenunacompeticiónde flexiones en el suelo, el mundo se le vino encima y lloró, humillado; y sushermanas le vieron hundirse aúnmás tras el esperado viaje aCalifornia.La nuevaesposay loshijastrosdesupadre le resultaban tanextrañoscomo lapandillade lacasadelaavenidaChurchill,yNathanielsintióqueenlavidadesupadrenohabíasitiopara él.El jovenvolvió aClevelandmáshuraño,másdecaídoy, noobstante,másmaduro,dabala impresión.Sudesesperaciónsefueconvirtiendoenelgermendesudeterminación,ycuandoelchicocreciósediocuentadequesushermanastrasmostrabanmás interés en él.Nathaniel empezó a acicalarse antes de poner un piefueradecasa,ylashermanastrassusurrabanmientrassecontemplabaenelespejo,yaellas.Elpeloperfecto.Eljerseyajustadoenloshombros,paradestacarlosbíceps.Era guapo e inteligente, y estaba recuperando su personalidad. Después de todo,quizáno todoera tanmaloen sunuevavidade laavenidaChurchill.Unaventaja,descubriríamuypronto,eraque,allícerca,unprofesorde institutoymúsicodesdehacíamuchosañosestabarehaciendolaorquestadelcolegioybuscabatalentos.

William Moon había sido elegido personalmente por el director del institutoHarry E. Davis Jr. en persona. Éste sabía que Moon era un buen profesor y unauténticomúsicoquehabíatocadoeltrombónenlaelogiadaorquestadelaMarinadeCleveland,compuestaíntegramentepornegros,unaasociaciónquenacióaraízdelasegregación,asíqueconsiguiótraérselodeotrocolegiopúblico.Enaquellaépocalamúsicaseconsiderabaparteesencialdelaeducacióndeunniñoamericano,yasíeraenparticularenCleveland,dondelasgrandesfortunasamasadasporlosmagnatesdela industria habían construido el Severance Hall y otras grandes institucionesmusicales.

Moon,quevivíaenelladoestedelaciudadconsumujerysustreshijos,nomuylejosdelostíosdeNathaniel,HowardyWilla,eraunhombrepaciente.¿Dequéotromodopodríasobrevivircadadíaentreadolescentes,muchosdeloscualesnohabíancogido nunca un instrumento y era la primera vez que oíanmúsica clásica?Moonenseñólosrudimentosbásicosalosestudiantesylesanimóaqueagarrarancualquierinstrumentoquelesllamaralaatenciónyaqueaprendieranlasescalas.Suamorporlamúsicaleayudóasobrellevaresacruz,ytambiénelhechodequehubieraunpardeestudiantesque,ademásdeganas,teníantalento.

¿Nathaniel? ¿Se llamabaasí el chicodemanos fuertesydelicadas? ¿Elquenoparecía acobardarse ante ningún instrumento ni ante la temida y árida teoría de lamúsica?Eljovenparecíamuyinteligente,pensabaMoon,ydecididotambién.Moonleseleccionóparatocarunodesusinstrumentosfavoritos:latubacircular.


Nathanieleraunestudiantedesobresalientesynotables,amable,respetuoso,yseexpresabamuybien.Siempresedirigíaalagenteconeltratamientoadecuadoyteníaunadiccióncuidada;sinembargo,noestabadispuestoacolgarselatubadelcuelloyporencimadeloshombroscomosifueraunapitón.

—No,gracias—rehusó—.No,gracias,señor.ApesardequeMoonexplicóque la tubaeraun instrumento tradicional en las

orquestasafroamericanas,noconvencióaNathaniel.Éstesentíacuriosidadporotrosinstrumentosyleinteresabalamúsicamásqueningunaotradisciplina.Legustabanla trompeta, la flauta y el piano, pero por encima de todo le atraían las cuerdas.Eligieraloqueeligiese,eraunodelosmejoresmúsicosdelseñorMoonyunfirmecandidatoalaorquestadelcolegio.

DabalacasualidaddequeelseñorMoonteníaunahija,Marjorie,queestudiabamúsicaenlaUniversidaddeOhiograciasaunabeca,yelinstrumentoquetocabaeraelcontrabajo.Moonestabaorgullosodeellatantopordedicarsealamúsicacomoporser pionera en romper estereotipos sexuales. En aquella época la música erafundamentalmenteunclubdehombres.EnelHarryE.DavisJr.,Moonqueríaanimaren especial a las chicas afroamericanas a que estudiaranmúsica, y pensaba que laperfeccióninterpretativadesuhijalasanimaría.Asíque,cuandoMarjorieestabadevacaciones,Moonselasarreglabaparaquetocaraparasusalumnos.

Enciertaocasiónfueunmuchacho,ynounadelasestudiantesdeMoon,quiensesintióatraído.Aesejovendelgaducholegustabalaideadequeelinstrumentofueratan alto que para tocarlo hubiera que estar de pie y rodearlo con los brazos, uninstrumentoquehablabaconunavoztanprofundaypoderosaqueretumbabaenlamadera del suelo. Nathaniel Anthony Ayers, de tan sólo trece años, se quedóembelesadoconuninstrumentodeltamañodeunhombrefuerte.

—Esoesloquequierohacer—anuncióNathanielalseñorMoon,dandoaltrasteparasiempreconelsueñodelprofesordequetocaralatuba—.Quierohacerloquehaceella.

Enlosmesessiguientes,verdaderamenteentusiasmado,Moonfueponiendoasuhijaaldíadelosprogresosdesualumnoconelcontrabajo,yMarjorieMoonpensabasinohabríaotrarazónporlacualelchicohabíaelegidoeseinstrumentoynootro.

—Papá¿Nathanieltienepadre?Moonnoconocíalosdetallesdelavidadelchico,peronoseimaginabaporqué

lehabíahechosuhijasemejantepregunta.Marjorie le comentó a su padre que se le había ocurrido que quizá Nathaniel

deseabaqueelseñorMoonestuvieratanorgullosodeélcomoloestabadesuhija.Porprimeravezdesdequesupadresehabíamarchado,Nathanielsesentíavivo,

ycorríaacasadesdeelcolegioparacontarleasufamilialosensayosdelaorquesta.Moon, decidido a alentar al muchacho, llamó a su madre para transmitirle loencantado que estaba con la rapidez con que Nathaniel aprendía las escalas, losritmos y la teoría de la música. Tiene talento, le aseguró Moon, y haría bien en


fomentarlo.AlamadredeNathanielnolesorprendió,dadaslasclasessemanalesdepiano a las que había asistido durante dos años con su hermana Del. Después dehablarconelseñorMoon,Floriallamóasuhijoparacontárselo.

—Asíquetegustalamúsica—ledijoconorgullo.—Meencanta—repusoNathaniel.Cuandosumadrelecompróuncontrabajodesegundamano,Nathanielempezóa

pasarde lospartidosen lacalleyenelcolegioparapoderpracticar.Era tanbuenoque llegó un momento en que Moon ya no podía seguir ayudándolo. Por suerte,Moon sabía a quién llamar para hablarle de su brillante alumno. Su hijaMarjoriehabíaestudiadoenlaEscueladeMúsicadeCleveland,unacélebreinstitucióncuyoprofesorerauncontrabajistadelaafamadaOrquestaSinfónicadeCleveland.

Nathanielpodíairandandodesdesucasaalaescuela,queestabaalasafuerasdeGlenville, en menos de treinta minutos. La Escuela, como la llamaría él, seencontrabaenelbarriomásencantadordeCleveland.ElCírculoUniversitario,queasí sedenominabapor el girodel tranvía en la avenidaEuclidesviniendodesde elcentrodelaciudad,albergabatambiénlaCaseWesternReserveUniversity,elMuseode Arte, el Instituto de Música y la joya del barrio: el Severance Hall. La sedegeorgiana de la Orquesta Sinfónica de Cleveland, financiada por John LongSeverance, hijo del tesorero de JohnD.Rockefeller, y considerada unmonumentoarquitectónico, se había inaugurado en 1931 con un concierto dirigido porNikolaiSokoloffencuyoprogramafigurabanlaPassacagliadeBachylaPrimerasinfoníadeBrahms.CuandoNathanielpasabaporallícaminodesuprimeraclasedemúsica,laOrquestadeClevelandsehabíaconvertido,bajoladireccióndeGeorgeSzell,enuna de las formacionesmusicalesmás importantes delmundo, y nadie estabamásorgullosode pertenecer a ella queHarryBarnoff.Dededos regordetes, era hijo deunafamiliaobreradeCleveland;supadretrabajabaenserviciosdemantenimientoysumadreeradependientaenlosalmacenesMay.Elstrudeldesumadre,quehabíanacidoenHungría,hizoaflorarunasonrisaenlacaradeSzell,eldirectordeorigenchecoquesecrióenBudapest.

Barnoff tenía encomúnconNathanielqueen su familia tampocohabíahabidomúsicos, al menos en un pasado reciente. Él solo fue encontrando su camino,motivadopor lamúsicade la radioque se escuchaba en casade sus padres ymásadelantepor labandadel colegiopúblicodeCleveland, igualqueNathaniel.Enelinstitutoyaselotomóenserio,luegoestudióenlaUniversidaddeOhioydespuésleconcedieronunabecaparaJuilliard.Cuandoseunióalaorquestadesuciudadnatalen1960,Barnoffestabadecididoaayudaraqueotrosjóvenesestudiantessiguieransuspasos,loquelellevóaaceptaruntrabajoenelInstitutodeMúsicadeCleveland,la escuela más prestigiosa de las dos que hay en el Círculo Universitario. Sinembargo, un amigo le convenció para que solicitara la vacante que había en laEscueladeMúsicadeCleveland,queestabaauntirodepiedra.

—Sepagabapeor, pero se tratabadeuna instituciónRed-feather[12]—recuerda


Barnoff—. Admitían a todo el mundo, independientemente de los recursoseconómicos,ypenséqueallípodríahacermuchomás.

Ésa era la verdadera vocación de la Escuela deMúsica, una escuela sin fineslucrativos que había abierto sus puertas en 1912 a personas de todas las edades yaptitudesmusicales. Lamúsica era una fuerza demasiado sublime y poderosa paraque ladisfrutaran sólounos cuantos elegidos,opinabaAlmedaAdams.OriundadePensilvaniayciegadesdelosseismeses,AdamshabíaestudiadopianoycantoenelConservatoriodeNueva Inglaterraydespués se estableciócon su familia enOhio.Fue enCleveland donde su padre le leyó un artículo sobre una escuela similar enNuevaYork,yledijo:«DebeshacerloporCleveland.Allíestátutrabajo».

Adams fue a Nueva York para aprender cómo debía hacerse, luego regresó aClevelandysereunióconunainfluyenteinstituciónmunicipalllamadaClubMusicalFortnightly.EnaquellaépocahabíaabundanciadedineroenCleveland,yunapartepodía emplearse sin problemas en promover el desarrollo de los habitantes másnecesitadosde laciudad.Éste fueelencargoqueAdams trasladóaAdellaPrentissHughes,miembroprominentedelFortnightly,quehabíasidopromotoradelaÓperaMetropolitana,elBalletRusodeDiaghilevyorquestasdirigidasporGustavMahler,LeopoldStokowskiyRichardStrauss.

Yasíempezó.Hacia1938,alhabersequedadopequeñaslasdependenciasdelacalle93Este, laescuelautilizóelapoyocrecientede laaltasociedaddeClevelandpara comprar nominalmente una casa señorial inglesa en la calleMagnolia, en elCírculoUniversitario.CuandoNathaniel llegóen1964,milesdeestudianteshabíanpasadoyaporlaquesehabíaconvertidoenunadelasmayoresescuelasdemúsicadelacomunidad.Construidaen1910,parecíaunacasadecampoenormeounelegantehotel, con su amplia entrada adoquinada. La música salía por las ventanas y semezclabaconelsusurrodelashojasdelasombreadafinca.EnelinteriordeledificioNathaniel caminó bajo techos tallados, arañas de cristal y vetustas chimeneas demármol. La casona tenía un aire antiguo y lujoso, con tallas de madera oscura ysuelos que crujían, enviando ecos por un laberinto de pasillos por los que habíantransitadograndesmúsicos.Nathanieldescendióporunaescaleradecaracolhastaelsótano, recorrió un pasillo largo y entró en una habitación alfombrada con unaventanasituadapordebajodelniveldelacalleporlaqueentrabaescasaluz.

Enlosañossiguientes,mientraselmundoexteriorcambiaba,laoscuracámaraseconvirtió en su refugio. La industria, el alma de Cleveland, estaba en declive: losescaparates con las contraventanas cerradasy las aceras conmalezas en lasgrietaseranindiciosdeello.Elíndicedecriminalidadhabíaaumentado,asícomolaira,elodio y el resentimiento, y el sacrificio de sangre local en la desastrosa guerra deVietnamdividióaúnmása laciudadya lanación.Clevelandestabacadavezmásdivididaporcuestionesracialesydeclase,ytantoantescomodespuésdelasesinatodeMartin Luther King, el barrio de Nathaniel, en la parte este de Cleveland, fueescenariodedisturbios,tiroteos,saqueos,gaseslacrimógenosybombasincendiarias.


Harry Barnoff veía a lo lejos ruinas humeantes cuando se dirigía en coche a laescuela, donde siempre encontraba a su alumno aplicado a su tarea en el sótano.MientrasClevelandardía,Nathaniel,unadolescentenegroconunmentorblanco,seempleaba a fondo conBeethoven yBrahms. Si perseveraba, le confióBarnoff, nodescartabaqueconsiguieraunabecaparaestudiarmúsicaenlaUniversidaddeOhio.Quizá, repuso Nathaniel. Pero tenía mayores aspiraciones. ¿No había ido el señorBarnoffaJuilliard?


17

PeteSnyder cruza airosamente la puerta delDisneyHall saludando con lamanoysonriendo. Coloca el violonchelo en el asiento trasero yme estrecha lamano conenergía.Seleveeleganteconsuchaquetadecueroverdeolivaysubigoteentrecanoreciénrecortado.

—Estoy muy entusiasmado con esto —reconoce—. Y un poco nervioso. Enrealidad,noséquéesperar.

Snyder nació en Brooklyn, pero sus padres, dos pianistas profesionales deascendenciarusayrumana,locriaronenLosÁngeles,ysumadreloacompañóensudebutenVienaen1966.FueprofesorendosuniversidadesyseunióalaSinfónicadePittsburghen1969y a laFilarmónicadeLosÁngeles en1973.Apesarde eso, lamúsica es sólo uno de sus intereses. Snyder estudió animación, ha publicado uncómic y es aficionado a la escultura. Hasta donde él sabe, me cuenta, ha habidomúsicosyartistasentodaslasgeneracionesdesufamiliaalmenosdesde1800.

Soyconscientedeloirónicoqueresultahabersidointroducidoenunacomunidadtanminoritariacomolaartísticaporunindigente,ylerecuerdoaSnyderquecomonosoyunentendidoenmúsicaclásica,nosabríadecirlobuenoqueesNathanielconelchelo.SnyderdicequenoimportaelnivelquetengaNathaniel.Élconfíaenpoderayudarloaencontrarsucamino.

—Hepensadomucho en esto—añade—.Hede decir queNathaniel ha dejadounahuellaprofundaenmí.

NathanielestáesperándonosenelpatiodeBallington.SaludanerviosoaSnyder,retrocediendodospasos,comohizoeldíaenqueyoloconocíhaceyacasiunaño.SugieroquevayamosrápidamentealapartamentoparasacarelmáximorendimientodelavisitadeSnyder,yNathanielnoponeningunaobjeción.Demomentotodovacomoestabaprevisto.

—¿Cuándofuelaúltimavezquerecibióleccionesdechelo?—preguntodespuésdequeNathanielselasingenieparavolverarealizarlahazañademeterelcarritodelacompraporelpasillo.

Contestamientras descarga el carro, quitando cuidadosamente la lona azul y lasábanablancaquetapanelcheloylosdosviolines.

—Debiódeseren losprimerosañosde ladécadade lossetenta,—recuerda—.FuejustoantesdeunconciertoenAspen.

—¿HatocadoenAspen?—exclamaSnyder.—Sí, pero tuve problemas con los psiquiatras de allí—responde Nathaniel—.

Camisadefuerza—añadesinmáscomentarios.Snydermemiraparavermireacción;yosólopuedoencogermedehombros.Loúnicoquehayenlahabitaciónesuncolchónsinsábanasyunaparador.Traigo

unpardesillasdelacocinacomúnqueestáenelotroextremodelpasillo.NathanielyelseñorSnyder,comoéllellama,hablansobremúsicosydirectoresqueactuaban


regularmenteenAspenenlosañossetenta.—Lehetraídoalgo—diceSnyder,entregándolelamúsicadePabloCasalspara

Elcantode lospájaros—.Resultamuyapropiado, porqueusted esuna especiedepájaroerrante.

Nathanielagradeceelregalo,aunquenoestádeltodoconnosotros.Selevecadavezmásdistanteyconfuso.Escomosíse leestuvieradesatandouna tormentaquelanzacosasporaquíyporalláensucabeza.

—Yotocoenlostúneles—lecuentaaSnyder—,dondedonQuijoteyelcoronelSandershanlibradounabatallasangrienta.

SiSnyderpensóqueesto ibaa ser fácil, ahora tieneotrapruebaquesugiere locontrario.Menosmalqueelchelistahavenidoaestatarealibredeprejuiciosyconsobradaconfianza.

—Esunabonitahistoria—replicaconamabilidad,ypreguntaaNathanielsinoleimportaríatenerelcheloafinadoylistoenlapróximaclase,paranoperdertiempo.Nathanieldejaescaparunamagodeprotesta.Quizáseaestoloquenecesita:untutorfirme y comprensivo a la vez. A pesar de lo queme había confesado poco antes,Snydernopareceenabsolutonervioso.Sihayalguienqueloestá,ésesoyyo.Quieroque esto funcione. Qué mejor suerte podríamos haber tenido que contar con unmiembro de la orquesta que ofrece su tiempo a un enfermomental indigente paraayudar desinteresadamente en su recuperación. Y encima dispuesto a venir a SkidRowadarclase.

Nathaniel empieza a tocar por iniciativa propia.Ejecuta un rapidísimobaile dededosquecasilehacesudar,ysuvibratoprovocaunasonrisaenSnyder.

—¿Sabe?Tieneunaformamuynaturaldetocar—lehalaga,aloqueNathanielrespondeconuntímidoencogimientodehombros.Elchelistaledicequelegustalaposición de la mano izquierda, pero que necesita trabajar más el arco. Nathanielparecedeseosodeaprender.HacíaañosqueningúnexpertocomoSnyderlededicabaun poco de tiempo.Es evidente que está impresionado conNathaniel, como habíaocurrido con otros profesores antes que él. Me pregunto cuánto tiempo y cuántapacienciatendráSnyder.

HarryBarnoffaceptabalasllamadasacobrorevertidodeNathanieldesdeAspeny desde los psiquiátricos de Cleveland. Eran siempre iguales. Nathaniel estabamaniaco, paranoico y confuso. Necesitaba oír una voz conocida, y Barnoff letranquilizaba preguntándole por la música que estaba tocando. HomerMensch, elprimer profesor deNathaniel en la escuela Juilliard en el otoñode 1970y antiguomiembrodelaFilarmónicadeNuevaYork,unaveztuvoquellamaralapolicíaparaquefueraasucasa,enfrentedeJuilliard.Nathanieldeambulabadeliranteyenactitudamenazadora.


Gary Karr fue el siguiente profesor de Nathaniel. Una leyenda entre loscontrabajistasysólounosañosmayorqueNathaniel,estegraduadodeJuilliardfueuno de los pocos contrabajistas del mundo que hizo carrera como solista, de tanbueno como era. Karr había estudiado con Stuart Sankey en Aspen, al igual queNathaniel.Éltambiénhabíatocadocomosolista,alosveinteaños,enunaactuacióntelevisadaanivelnacionaldeConciertospara Jóvenesde laFilarmónicadeNuevaYork.Bajo la batuta deLeonardBernstein,Karr tocó «El cisne», fragmento deElcarnavaldelosanimalesdeSaint-Saëns.

Karr vio en Nathaniel una gran promesa y poca disciplina. Él le pedía quepreparaseunapieza,yNathanielvolvíasinhaberse tomadoenserio la tarea.Ensulugar, lemostraba algo en loque sehabíadesvivido, y, fuera loque fuese, era tanbuenoquesuprofesorledejabasalirseconlasuyasemanatrassemana.SiKarrteníadebilidad por su compañero contrabajista, se debía en parte al resentimiento queguardabadesuexperienciacomoestudianteenJuilliard.

Asumaneradever,allífuncionabaunstarsystemendetrimentodelamayoríadelos estudiantes. Violinistas, pianistas y violonchelistas eran los auténticosquarterbacksdelequipodeJuilliard.Loscontrabajistaserancomolostorponesdelalíneadeataque, losque seencargabandedespejarel caminoparaquebrillaran lasestrellas. No obstante, tenían que soportar la misma presión insoportable parasobresalir,asíquemuchossufríancrisisnerviosas,orecurríanalasdrogas,oambascosas.ElLSDseconseguíacomprandomarihuana.Nathanielreconocequeprobabacualquiercosaquecircularaporahí, sibiensóloseenganchóal tabaco.Karrno lorecuerdaestandocolgado,peroagregaqueteníaproblemasmayoresqueése.

—Parecíaenluchapermanenteconsigomismoacausadesuidentidadracialenunambientecasiporcompletoblanco—recapitulaKarr,quetambiéneraconscientedelacrecientedivisiónracialenelcolectivoprofesionaldelosmúsicos.

Los afroamericanos, particularmente en jazz, empezaban a levantar la voz trasañosdetratoinjustoenlasnegociacionesconlascompañíasdiscográficasydetenerprohibida la entrada en los hoteles donde se alojaban sus colegas blancos.Karr locomprendía, si bien se sentía decepcionado con losmúsicos negros de jazz que lehacían el vacío después de tantos años de amistad. Deseaba a toda costa que surelaciónconNathanielfuncionaraparaambos.

—Eraespecial.Cualquieraqueentraseen lahabitaciónse sentíaatraídoporél.Tenía carisma, y como estábamos en los setenta y en esa época no habíamuchosestudiantesnegros,dealgunaformallamabalaatención.

CuandoNathanieldescuidabasus tareas,Karr leprescribíamásobrasdeErnestBloch, cuya música era, en su opinión, como exploraciones del alma. QuizáNathanielseencontraraasímismoenlasinspiradasexpresionesdeBloch.

—Sonabamuybien.Teníauntalentoinnatoyponíaverdaderapasión.CreoquelamayorpartedeloqueaprendióenJuilliardfuegraciasasuintuición,másquealoque yo o cualquier otro le enseñara.Me parecía una persona a la que no era fácil


llegar.Siempreibaasuritmo.PoresaépocaKarrsefijóenquelapoblacióndeindigentesconairetrastornado

aumentabademodoalarmanteenNuevaYork.Seestabancerrandolospsiquiátricos,y como había pocas clínicas en las que se trataran ese tipo de trastornos,muchosantiguospacientesterminaronenlasestacionesdemetro,enlasesquinasdelascallesy en Central Park. Las enfermedadesmentales quedaron a la vista de todos, y enaquelejércitodealmasperdidasKarrviolamismarabiaylamismadesorientaciónqueobservabaenNathaniel.Amedidaqueavanzabaelañoacadémicolosproblemasde Nathaniel se hicieron más perceptibles, hasta el punto de que Karr empezó asospecharque lahostilidadqueél atribuíaa la raza teníaunorigencompletamentedistinto.KarrsepreguntabasinoseríapeligrosoestarasolasconNathanielenunahabitación. En ocasiones éste explotaba, monopolizando la conversación yderivándola de la música a las injusticias raciales. Insistía en que Karr no podíacomprender loquesuponesernegro.Avecessu tonoeraamenazador.Temblabayparecíaapuntodedesmandarse.

—Undía le dije algo así como«oye, tío» y élme respondió: «Ni se le ocurravolveradirigirseamícon“oye,tío”».Mesentíaconélcomosicaminarasobreunalambre.Muycautosiempre.Esedíalevantóunamanocomosifueraadarungolpe.Norecuerdoquéledijeparaqueretrocediera;selemetióalgoenlacabezaycreíqueiba a pegarme. Fui a administración y declaré: «¿Saben?, este hombre tieneproblemas».Noestabadispuestoaseguirdándoleclasesinohabíaalguienmásenlahabitación.

Los de administración despacharon su advertencia de que Nathaniel tenía unaafecciónnerviosaalegandoqueeraunproblemadeactitudmotivadoporcuestionesraciales.

—Como no soy experto en trastornos mentales se negaron a tomar enconsideraciónmi recomendacióndequenecesitaba ayudapsiquiátrica.En lugardeocuparse de su problema personal parece ser que lo incluyeron en la categoría detípicoafroamericanoenfurecido,aunqueyonoloveíadeesamanera.EnelcasodeNathaniel,sabíaquepasabaalgograve.

—¿Loconoce?—preguntaSnyder,tocándoloconsuvioloncheloparaenseñarlecómohacerlo.

—BourréeendomayordeBach—respondeNathaniel.Snyderasienteconlacabezaysiguetocando.Medoycuentaporprimeravezde

queaNathanielaúnlequedamuchocaminoporrecorrer.Snyderarrancadelchelounsonido limpio y muy conseguido, sin los enredos ni los cabos sueltos a los queNathanielme tiene acostumbrado.He ahí elmaestro del instrumentomás que a lainversa.Lamayordiferenciaresideeneltonoyelritmodelamúsica.Nathanielestá


en trance, boquiabierto y sin perderse detalle. Se fija, sobre todo, en la digitación,inclinándoseparaobservarmásdecerca,luegoseechahaciaatrásynosabríadecirsise siente inspirado o destrozado. Cuando Snyder le pregunta si quiere hacer unintentoconlaBourrée,Nathanielnoloduda.

Nathanielempiezaysepara,sedisculpa,lointentaotravezycontinúa.ElsonidoesmásásperoqueeldeSnyder,condemasiadavibraciónyalgúnqueotrochirrido.Meresultaimposiblesabersisedebeaqueelinstrumentoesdecalidadinferioroaque Nathaniel estudió contrabajo y no violonchelo. O si su enfermedad limita sucapacidad.Sinembargo,amedidaqueavanza,elsonidosevasuavizando,apesardeque su movimiento parece más forzado comparado con el movimiento fluido deSnyder. Se nota que pierde un poco el compás; Snyder le alienta a que alargue elmovimientodelarcoymantengaelritmo.Nathanieltocaahoraconmásconfianzayseanima,ejecutandoelvibratoconfiorituras.

MiroaSnyderparaquemehagaunavaloración.—Estoyasombrado—musita.Mesientocomounpadrecuyohijoacabadepasar

conéxitounaaudición—.Conozcoamuchaspersonascontalentoquecarecendeunsonidotanhermoso.

GaryKarrhabíadicho lomismo.Sipones todo tuserenello, tusensibilidadyhumanidad,elresultadoesunsonidopropioydistintivo,meexplicóKarr.Nathanieltocamúsicaparaacallarlasvocesdesucabeza.Eslapruebadequelaenfermedadnohaafectadoasualma.

SnyderseinclinahaciamímientrasNathanielsiguetocando.—Podría ser un genio de la música. No es raro encontrar a alguien con sus

aptitudes. Lo que es increíble es ver a alguien que no ha practicado desde hacetiempotocartanbien.

SnyderleaseguraaNathanielqueesungrancomienzo,yquesiestádispuestoatrabajar,ésapuedeserlaprimerademuchasclasesenesahabitación.

Nohacefaltanadamás:unanotaagriayreapareceelotroNathaniel.—Noesmihabitación—objetaentonoseco—.Nopiensoviviraquí.—¿Porquéno?,—preguntaSnyder—.Es lógico tenerun sitio tranquilodonde

practicar. Usted tiene talento y debe respetarlo y dar gracias aDios por habérseloconcedido—apostillaSnyder, añadiendoquepuedehallar fortaleza espiritual en lamúsica.

Nathanielasiente,aunqueseleveclaramentemolesto.Noesperabaquelaclaseincluyeraunsermón.LediceaSnyderqueestámáscómodoeneltúnelocercadelaestatuadeBeethoven.

—Todos losdelincuentesdeLosÁngeles entraránpor esapuertayme robarántodo loque tengo.Así es como funcionan losdrogadictos.Robany robany robanparapagarsesuadicción,yyonopiensoquedarmeaquícontodasmiscosasparaqueellosvenganysellevenloquequieran.

Aúnnoestáperdidodeltodo,sibienseencaminaenesadirección.Estoyapunto


deintervenirantesdequelasituaciónselevayadelasmanos,peroSnyderrespondeantesqueyo.

—¿Quéleparecesihacemosuntrato?—lepropone—.Ustedvieneporaquítodoloquepuedayesposiblequetengamosotraclase.

Nathanielsigueaferradoasumantra.Eneltúnelnotienequehacerningúntrato,nohaynadiequelemoleste.

Yelsonidoesmejortambién.Eneltúneloyetodoslossonidosdelaciudadynosesientedesconectadodeellacomoentreestascuatroparedes.Snydernocede.Seacercaaél.

—Imaginequeestoesuntúnellimpioytranquilo—leplantea.Nathanielporlomenosseloestápensando.—Nuncasemehabríaocurrido—reconoce—.Vale.Ésteesuntúnelnuevo.


18

LosapartamentosdelCountryClubparapersonasdelaterceraedadseencuentranenunedificiomodernodedosplantasqueestácercadeCharlestonyValleyViewRoad,enLasVegas,aunoskilómetrosalnoroestedelfamosoStrip.ElancianoNathanielAyersviveaquíretiradodesutrabajocomoconductordecamionesenLosÁngeles.LlenasusdíasconlecturasdelaBibliayexcursionesaMountaintopFaith,sulugardeoración.Elhijodel señorAyersnuncahablamaldeél, apesarde losañosquehacequenoseven.HevenidoaLasVegasnoporquequieraconoceralseñorAyers,sinoporquetratodeentendermejorasuhijo.

Lahijastradel señorAyershaaccedidoapresentarnos,ymehadichoqueestádurodeoídoynocogeel teléfono.PerocuandoaterrizoenLasVegasyconduzcohasta los apartamentos no contesta ami llamada. Lo intento varias veces y al finconsigodarconella.HaolvidadomivisitaysehaidoaPalmSpringapasarunosdías.

Hellegadodemasiadolejosparadarmeporvencidotanfácilmente,asíqueentroenelvestíbulodelacasadeapartamentosparaversialguienpuededecirmedóndeencontraralseñorAyers.Hayvariaspersonasviendolatelevisiónenlasededelcluby leyendo, pero no les suena ningún Ayers. En la oficina me encuentro a unaempleadaquemedicequeesnuevayquenoconoceamuchosdelosresidentes.Miúltimaesperanzaeslazonadelapiscina,dondevariaspersonasestántomandoelsol.CuandomedirijohaciaallíveounaBibliaenunamesaauxiliaryunnombreescritoenunaesquina.

NathanielAyers.CojolaBibliaylaabropordondeestáelmarcapáginas,enelsegundolibrodelas

Crónicas. No veo ninguna dirección en el libro, así que vuelvo a la oficina parainformardequeelseñorAyersparecehaberolvidadosuBibliaenlasededelclubyque seguramente quiera tenerla consigo. Si hay alguna forma de que fisgue unpoquitoyencuentresunúmerodeapartamento,yomismoselallevarécomoamigodesuhijoquesoy,paraquenotengaqueestarsinella.Esomeabrelaspuertas.

ElseñorAyersresideenunaunidadde laprimeraplantano lejosde lapiscina.SegúnmedirijoaellaoigolavozdeJenniferenmicabeza,enfurecidaporlopocoque hizo su padre para que sus hijos se sintieran a gusto en su nueva vida. Estáindignada, sobre todo, por la forma en que descuidó a un hijo con problemas. LamadredeJennifersecasódosvecesmásdespuésdequeelseñorAyerssemarcharaaCalifornia, y el tercero resultó ser un hombre encantador. Fue más padre paraNathanielde loquenuncalohabíasidosupadrebiológico,sibienNathanielnoloveíadeesamanera.Eraelafectodesuverdaderopadreloqueélmáscodiciaba.

Meencuentrodelantedelapuertayescudriñoatravésdelamosquitera.ElseñorAyers está dormido en un sillón en la sala de estar, sentado a escasa distancia deltelevisor, encendido a todo volumen.Le llamoy golpeo la puerta; él ni semueve.


Golpeo con más fuerza y al fin se levanta y viene hacia la puerta andando condificultad,encorvadoporunproblemadeespalda.

NohaydudadequeeselpadredeNathaniel.Tiene lapielmásclara,pero losmismos rasgos: nariz chata, párpados gruesos, dientes de un blanco radianteemplazadosenunaboca ligeramenteprotuberante.Al igualque suhijo, el ancianoAyersluceuntorsodelgadoenuncuerpoqueseensanchadecinturaparaabajo.

SostengolaBibliaanteélymepresento,unayotravez,másaltocadavez,hastaquetodoslosresidentesdelosapartamentosCountryClubsehanenteradodequehallegadodeLosÁngelesSteveLopez,unamigodesuhijo.

Porfincaeenlacuenta.Haoídohablardemí,peronomeesperaba.ElseñorAyersmeinvitaaentraryvuelveasentarseensusillón.Estádelicadode

salud y tan duro de oído que no sabe que el volumen de la televisión está losuficientemente alto para que las monedas salten de las ranuras de las máquinastragaperrasdelStrip.Señaloeltelevisorymioreja.Sedaporenteradoylobaja.LeentregosuBibliaycuandolacogeveolosdedosdeNathaniel,finosydelicados.No,niegaelseñorAyers,élnohacogidonuncauninstrumento.

—Despuésde irmedelejércitonacióél—recuerdaelseñorAyersdeNathaniel—.Ysusdoshermanas.Luegovinolaseparación.

—Esosiempreesduroparatodoelmundo,—observo.—Ellameechó—afirma.—¿Porqué?—Supongoquenosoyunbuentipo.—¿Deveras?—¡Quéva!,lodigopordecir.Jennifercuentaunahistoriadiferente.Sostienequesupadrequeríaaunamujer

chapada a la antigua, no a una sociable empresaria de éxito como sumadre, Flo.Jennifer recuerdaqueunanochesumadre les informódeque teníaque trabajarenunaferiadebellezayelseñorAyersleespetóqueteníatrabajomásimportantequehacerencasa.SemiraronelunoalotrohastaquelaseñoraAyerscogiósuabrigoysu sombrero y se marchó al trabajo dando zancadas. Jennifer también relata otraanécdota sobre los trayectos de los domingos a la iglesia. Nathaniel y ella ibandelanteporquesumadrenoerapracticante.Separabanporelcaminoarecogeraunavecina.JenniferseacuerdavívidamentedeldíaenquesepararonfrentealacasadelavecinaysupadrelesordenóaellayaNathanielquesepasaranalasientodeatráspara que la señora pudiera sentarse delante. Era lamujer con la que se casó pocodespués.AlcabodeuntiemposetrasladaronaCalifornia.

EstoysegurodequeelseñorAyerstieneunavisióndiferentedeesospormenores,peronohevenidoaahondarenellos.Lehablodemiamistadconsuhijoydemisintentosporayudarloaquelleveunavidamejor.

ElseñorAyerscomponeungestodedesdén.—Creo que le gusta hacer lo que hace —alega con un tono inexpresivo—.


Rodearsededesventurados.Reprimo la rabia. Es un comentario tan cruel y sin fundamento que no seme

ocurrecómocontestarle.SupropiopadredaporperdidoaNathanielporconsiderarqueélhaelegidolavidaquelleva.NopuedodecirqueJennifernomeloadvirtiera.Según ella, su padre nunca se había mostrado comprensivo ni sensible sobre esteasunto.

Le pregunto al señorAyers, con toda la amabilidad de la que soy capaz, si esconscientedequesuhijopadeceunaenfermedadmental.Tengoquevocearlomásdeunavez.Alpadrequesedesentendiódeunhijoqueviveparalamúsicalehasidoarrebatadoeloído:deberíahaberunsermóndominicalsobreello.

—LaprimeravezquelosupefuecuandoestabaenesaescueladeNuevaYork,Juilliard.Quéséyo.Tocabaelcontrabajoypuedequealguien leecharaalgoen labebida.ConocíaatodoslospolicíasdeCleveland,asíquenoloencerraron.

Puede que no tenga derecho a hacerle la siguiente pregunta, pero no puedoevitarlo.

—¿Que si le echo de menos?—repite el señor Ayers—. Bueno, no he tenidomuchotiempoparaecharledemenos.¿Sabe?, loquemásmefastidiabaeraquenonosllevábamosnadabien.Avecescreoquehacíacosassóloparasacarmedequicio.Hanocurridomuchascosasquenoalcanzoacomprender.Nopuedoentenderlo.Seenfadóconsumadreporquesedivorciódemí.Sinceramente,creoqueNathaniellehizolavidaimposibledurantesusúltimosaños.

Ignoroporquésigoadelante.TalvezporquemehetomadolamolestiadevolarhastaLasVegasparaconoceralhombrealqueNathanieltodavíallama«mipadre»yporelqueaúnexpresainterésenvolveraver.Sinembargo,supadrenoleconocíarealmente.

—Recuerdo unas Navidades con una temperatura de veintiséis grados. Vino avermeaCalifornia,perosemarchóenseguida,despuésdequelepaguéelviaje.Dijoquehacíamuchocalor.Vinoenotrasocasiones.Avecesseencontrababien,aunquedabalaimpresióndeestarconfuso.Creoquemeapreciaba,sibienteníaunaformacuriosadedemostrarlo.Seestabamedicando.Losmédicos tratabandecontrolarsuestado de nervios con medicinas; yo no creo en eso. Eso fue lo que acabó dedescolocarlo.Losmedicamentos.

Asientoconformeenestepunto.Esevidentequenotienesentidoqueresponda.—Piensoenéltodoeltiempo—afirmaelseñorAyers—.Nuncaleolvidaré.Rezo

poréldíaynoche,cadavezquepiensoenello.Teníaunafotodeél,peronosédóndeestá.

—Tiene mucho talento, y obtener una beca para estudiar en Juilliard es pococomún,—leexplico—.¿Algunavezhaoídotocarasuhijo?—pregunto.

—Unas Navidades hicimos una pequeña fiesta y él interpretó Silent Night —responde—.Norecuerdolasotrascancionesquetocó.

Esunapena,selamentaelseñorAyers,quesuhijohayadesperdiciadosuviday


sutalento.—Lleguéapensarqueélsedabacuentadequenoteníaquehacerloquehacía.

¿Qué le ocurría?No sé cómoexplicarlo.Nocreoque a su cerebro le pasaranada.Eransobretodolasmedicinas.

—¿Ignora por completo que a su hijo le diagnosticaron una enfermedad muyconcreta?

—Medijoalgodeesquizofrenia,creoque la llaman.Yonosénadadeeso.Talcomosedesarrollaron lascosas,nopodíasentirmeculpable,porque todoparecía irbienconmishijos.

Esevidentequeha llegadoelmomentodemarcharme.No séporqué lohago,peroledigoalseñorAyersquesuhijoleechademenosylepreguntosilegustaríaqueentregaraalgoaNathanieloaJenniferdesuparte.

—Dígalesquelesechodemenos.Queestoyorgullosodeellos.Nopodríahaberhombremásorgullosodesushijosqueyo.

MarjorieMoon tenía razónhaceañosen loquedecíadel jovenque tratabaportodos losmediosde llamar laatencióndesuprofesor.Nathanielvioundestellodeorgulloenel rostrodel señorMooneldíaenquesuhija sepresentóen suclaseatocarelcontrabajo,yansiabatenerunarelaciónconalguien,preferiblementeconunhombre, que le correspondiera de la misma manera. Durante muchos años HarryBarnoff fueelhombrealqueNathaniel tratóde impresionarcon todassus fuerzas.Eraaélaquienllamabacuandoseencontrabaenapuros,ysesabíadememoriasunúmerodeteléfonoapesardequehacíamásdeveinteañosquenolomarcaba.

Ahora es amí a quien llama, y eso que yo, en lo que amúsica se refiere, soyestudianteynoprofesor.Mellamaaltrabajo,mellamaacasa,mellamaalmóvil.Aveces es por algo específico.Necesita resina o una cuerda nueva, o se pregunta sipodríabuscarleunapartituraenparticular.Otrasvecessediríaque llamasóloparaasegurarsedequeestoyahí.

—Hola,señorLopez—empiezasiempre,yacontinuaciónmepreguntaportodoslosmiembrosdemifamilia.

Después de haber ido a Las Vegas me pregunto si el éxito musical del jovenNathanielnofue,almenosenparte,ungritoparaquesupadresefijaraenél,otalvezunmododesafiantededemostrarqueelabandonodesupadrenolehabíahechosinomásfuerte.Oquizáambascosas.

—HeestadoenLasVegasestefindesemana—leinformoaNathanielalosdosdíasdemiregreso—.Heconocidoasupadre.

—¿Qué tal está?—pregunta, un poco dolido por no haberle llevado conmigo.Habíamos hablado de la posibilidad de que Nathaniel le visitara, pero no estabasegurodequehubierallegadoelmomentooportuno.


—Estábien.Haciéndosemayor.Le cuento que he puesto a su padre al corriente de todo lo que está haciendo.

Quieresabercuálfuesureacción.—Medijoqueleechademenos.Yquenopodríaestarmásorgulloso.


19

Stuart Robinson se equivocó de trabajo después de terminar la universidad. Eramontadordeestructurasdeaeronavesmilitares,unoficiomuybienremunerado,peroquenoredundabaenbeneficiodesualma;asípues,elhechodequelodespidieranduranteunahuelgafueunabendición.Robinson,quehabíaestudiadopsicologíaenlauniversidad,aceptóunpuestodeorientadorenunhospitalpsiquiátrico.Recomponervidas le parecíamás gratificante que su empleo anterior, y esa línea de trabajo legustó lo suficiente para buscarse un desafío mayor. En el Programa de ViviendasAsistidasparaHombres,enLosÁngeles(LAMP),queteníafamadeacogerloscasosmásdifíciles,habíaunpuestovacanteenSanJulián.Robinsonconsiguióelempleo.

Lehevistoexpulsardeledificioaalborotadoresquenodejabandevocear,hablarcon lapolicía a causade ladetencióndeun residentepor cruzar la callede formaimprudente, hacer bajar a un hombre que amenazaba con suicidarse y pedir concalmaaciertomúsicoquedejaradeponersecomounenergúmenocadavezqueveaalguien fumando. En realidad, es corriente que todo eso y más suceda al mismotiempo.Resultadegranayuda,para intimidarmásquenada,queRobinsonseadeltamañodeundefensadelaliganacionaldefútbol.Tieneunavozsorprendentementesuaveparalograndotequees,loquecontribuyeacompensarlabulliciosalocuraquele rodea. Locura que con frecuencia compite ahora con la música, gracias aNathaniel.

En un patio repleto de personajes curiososNathaniel no tiene rival. Si no estátratandodedesentrañarlasSuitesparaviolonchelosolodeBach,estádibujandoconunapiedraenelpavimento,escribiendoelnombrede lapiezaqueestá tocando,elnombredelcompositor,PeteSnyder,AdamCrane,gobernadorSchwarzenegger,minombreyeldetodoslosmiembrosdemifamiliaocualquiercosaqueselevengaalacabeza.Tambiénhadecididoampliar susservicioscomoconserjemásalláde larecogida de colillas.Ahora amenudo barre, friega, saca la basura y se enzarza enpeleasconelporteroacausadelcésped.

—Quiere dar algo a cambio—apostillaRobinson, y eso es todo un avance.EldeseodeNathanieldearrimarelhombroesseñaldequecadavezseencuentramásagusto enLAMP y con Robinson. Se ve ya como parte de una comunidad y, comovalora lo que se hace por él, quiere demostrar su gratitud y su sentido de laresponsabilidad.

Sé que no debo seguir inquiriendo, sobre todo porque la pregunta no tienerespuesta.PeronecesitosabersiRobinsoncreequenosestamosacercando.

—Podríaser—responde—.Aunqueaúntieneunascuantascosasquesolucionar.—¿Comoqué?Robinsonseparaapensarlo.—A veces —dice—, no es que no quieran vivir bajo un techo, sino que no


confíanensucapacidaddeconservarunlugarpropio,otemenquealgooalguienlesobligueamarcharse.Laventajadevivirenlacalle—concluyeRobinson—,esquenotienesnadaqueperder.

UnasemanadespuésdelaclaseconPeteSnyder,NathanielsedirigeaRobinsonparaformularleunapregunta.¿Podría,por favor,dejarsucarritoenelapartamentomientrasvaalabibliotecaaporunapartitura?

Robinsonmellama,entusiasmadoconlanoticia.Paraél,unapequeñezcomoéstano es tal.Es un avance prometedor.Nathaniel se está enfrentando a sus temores ypensando de manera más racional. Vale, es cierto que alguien puede entrar en suhabitaciónyrobarletodoloquetiene.Peronoesprobablequesuceda,haconcluido,asíquemerecelapenaarriesgarse.

RobinsonacompañóencantadoaNathanielhasta lahabitaciónydejóqueoyeracómoechabalallavecuandosemarcharon.Nathanielestuvofueraunashoras,fueabuscaraRobinsonotravezasuvueltayseencontróconquesucarritoseguíaintactoenlahabitacióncerrada.

EstoestanalentadorquemedecidoallamaraSnyderparaquetenganotraclaseenseguidayasímantenerelimpulso.Resultaqueelviolonchelistaestaráfueraunassemanas.

¿Yahoraqué?Ignorosihayalgunacienciaqueapoyemiideadequeelimpulsopuedeseruna

parteimportantedelprocesoderecuperación;elcasoesqueparecequetienesentido,yhastaahoranohedejadoquemiignoranciaseinterpongaenmicamino.Nathanieldetestaba la idea de ir aLAMP, y ahora es asiduo. Se negaba a poner un pie en lahabitación, y ahora toma lecciones y aparca su carro allí. Los expertos me hanadvertido de que la recuperación no siempre es lineal; pero yo soy escéptico pornaturalezay,además,Nathanielestáprogresando.Losesquizofrénicossoncriaturasdehábitos,meconfióeldoctorRagins.Estoydecididoahacerquelahabitaciónseconviertaenunaadicción,ytengounaideaquecreoquemerecelapena.

Nathaniel sigue insistiendo en que algún día me pagará los suministros yreparaciones.Yyoledigoquecreoquequizátengaunaformadesaldarsudeuda.

—¿Ha enseñado música alguna vez?—le pregunto mientras tira una bolsa debasuraenormeenelcontenedordelpatiodeLAMP.

—No—responde.—Porqueamímeparecequeseríaunbuenprofesor.—Noséyo.—Bueno,mepreguntabasimedaríaleccionesdeviolín.—Agradezcoquenose

ría—.Mire,yovivíaajenoalamúsicaclásicahastaqueleconocí.Ahoralaescuchoen el coche y compro cedés. Soy consciente de que sería un principiante un poco


mayor,pero¿porquénotratardeaprenderalgonuevo?—Todoelmundopuedeaprenderatocar—asegura—.NoentiendoporquéLos

ÁngelesnovaalaestatuadeBeethovenparainspirarseenesehombre.¿Quiénpusolaestatuaahí?¿Ustedlosabe?Tienequeestarahíporalgunarazón.SéquecuandopaseabaporallíyveíaaBeethovensabíaqueestabaenLosÁngeles.

—¿Medaráclasesentonces?—Claro—contesta.Demomento todoestá saliendocomoyoquiero.Unamujer sentada solaenun

bancogritacomountelepredicadorenunconcursodecantotirolés.—Bien,peronopodemoshacerloaquí.Haydemasiadoruido—arguyo.No podría sentirse más molesto por el ruido. Mira a la mujer y luego a mí,

torciendolosojosydibujandocírculosconundedoalrededordelasien,laseñaldeestarchiflado.

Supongo que todo es relativo. Me gustaría reírme, aunque no me pareceapropiado.Encambio, ledigoquevoyanecesitarunpocode tranquilidadpara lasclases.Unlugartranquiloporaquícerca,comosuapartamento,pongamosporcaso.

Por suerte, entro en el apartamento antes de que Nathaniel lo vea. Nada máscruzarlapuertahayuncharcodesangrecoagulada.

—¿Sabequé?—improviso, retrocediendoycerrando lapuerta—.Hoyhace tanbuenoquepodríamosdarlaclaseenelpatio.

LoúltimoquequieroesqueNathanielasocieelapartamentoconloqueparecenrestos sangrientos de un sacrificio humano. Llamo a Stuart Robinson mientrasNathaniel se coloca bajo la pérgola y le digo que da la impresión de que en elapartamentohayalgomuerto.MeexplicaqueunausuariadeLAMPhapasadoallíunpardenochesyqueestáenferma,porloquetalvezvomitarasangre.SiguesiendolahabitacióndeNathaniel,measegura;sinembargo,nopuededesaprovecharlacuandohayotraspersonasquenecesitanalojamiento.Noestoyendisposicióndediscutiresepunto.NopuedoesperaruntratomejorparaNathanielqueelqueyaledispensanenLAMP.Estoesunrecordatoriodequesusprivilegiosnosonirrevocables.Tengoqueconseguirquesemetaenlahabitaciónprontoopodríanosucedernunca.

Robinsonmanda a alguien a limpiar la suciedadmientras yomepresento amiprimera clase de violín. Me he traído uno de los cinco violines donados por loslectores(lollevabaenelmaleterodelcocheporquelosotrosdosocupabanyatodoelespaciodedebajodemimesa).

—¿Esmío?—preguntaNathanielcuandoseloenseñoparaqueloexamine.—Claro,ytambiénlosotroscuatro.ANathaniellegustasaberquelostienedereservaydevezencuandocomprueba

que aúnobran enmi poder.Afina el quehe llevadoyme lo devuelve como si yosupieraquéhacerconél.Ustedmire,dicemientrastocaunacancioncillaensuviolínymepidequehagalomismo.

—¿Bromea?Sinisiquierasécómosecogeestacosa.


Noesperabasentirmetanincómodoconélenlasmanos;elcasoesqueelviolínparece pensado para personas más pequeñas con dedos del tamaño de brotes depepinillo.Midocasiunonoventa,tengolasmanosgrandesytodomeparecepequeñoydelicado.Nosirvedemuchoeltrucodeponerelviolínenelplieguedelcuelloysujetarlo con la barbilla. ¿Hemovido algúnmúsculo ya?Otro impedimento esmihipermetropía.Desdeesteángulotanforzadotodosemevuelveborroso;bienpodríaestarsujetandounpargorojo,quemedaríaigual.

Nathaniel me coge el violín y se lo coloca bajo la barbilla de una forma queparecedelomásnatural.

—Aquí,así.Vuelvoaintentarlo.Conelhombrolevantadoparamantenerelinstrumentoensu

sitioestoysegurodequedebodeparecermealjorobadodeNotre-Dame.—¿Así?—Sí.Ahorahagaesto—dice,tocandounasnotas.Cojoelarco,pero ignoro tambiéncómoagarrarloadecuadamente.Mehaceuna

pequeña demostración, con la paciencia de un maestro de jardín de infancia. Nopierdonadaporintentarlo;sinembargo,cuandoacercoelarcoalascuerdas,loqueobtengoesunsonidochirriantequenidelejosparecemúsica.

Nathanielvuelveaexaminarloydictaminaqueelproblemaesdelarco.Elpelonoestábienynecesitaresina.

—Escomodardecomeraunperiquito—comento,haciendomíoalgoqueéldijoeldíaenqueleconocí.

Mepasaunodesusarcosy lo intentodenuevo.Estavezdelcontacto resultanunos sonidos más perceptibles, de ninguno de los cuales puede decirse que seaagradable.Parecequeelinterésdemiprofesorempiezaadecaer.Laprimerapistamela da el hecho de que haya dejado de mirar, apartando a propósito la mirada ydirigiéndolaalchelo.

—Vamos, ayúdeme con esto—le ruego. No esperomilagros, si bien tampocoimaginaba queme sentiría tan torpe e inepto. En estemomento el concepto en sípareceerróneo.Hacerque lasmanos izquierdayderecha trabajenalmismotiempoenunaposicióntanincómodaesobvioquefueunabromacruelqueseleocurrióaalguienhace siglos, y apretar con suavidadcuerdas finísimas con lasyemasde losdedos es tandifícil que estoydispuesto a confesar todosmispecados.Las cuerdasestántanincreíblementejuntasquetocarunasinrozarotraesunavariacióndeljuegodelospalilloschinos.

—Esoes.—Nathanielmedaánimos—.Consigaunsonidoytrabájelo.Sinembargo,elsonidoqueobtengoseparecealoqueoyeuncarniceroantesde

sacrificaralospollos.—Esfrustrante—meconsuelamiprofesor—.Perosilegustaelviolín,capeará

lasfrustraciones.Entusiasmo,disciplina,variación.Quizá,aunquenieldeseo,niladisciplina,nilavariaciónmeayudanatocarlas


notasdeTwinkle,Twinkle,LittleStar.Unhombrequepasaporallíhaceunamueca.Mientrasyolidioconlanana,Nathaniel toca laNovenadeBeethovencon losojoscerrados,para terminardedesmoralizarme.Varios residentes sehanacercadoaverquépasa;peronoesamíaquienmiran.Miranalviolonchelistaconlacamisablancaenrolladaenlacabezaamododeturbanteylachaquetaazulquetieneunapelotadetenis en un bolsillo y un panecillo en el otro. Uno de los espectadores lleva unataladradora inalámbrica y empieza a darle siguiendo el ritmo. Bzzzzz. Bzzzzz.Bzzzzz.Otrosdosafirmanquesonmúsicos.Lessugieroqueformenunabanda.LosBallingtonFive,o,sieldelataladradoratambiénseapunta,losBlackandDeckers.Un hombre opina que lamúsica de Nathaniel es «dinámica» y le arroja un dólar.Desdeelprimermomentoconfíoenqueesepequeño festival espontáneohagaqueNathanielsesientamáscómodoenestelugar.

Encuantonosquedamoslosdossolosdirijolaconversaciónhaciasumadre,quefuequienleapuntóaclasesdepianoestandoélaúnenprimaria.NohacemuchomecontóJenniferqueapesardetodoloqueNathaniellehizopasarasumadre,estuvohablandodeélconellayDelensuúltimocumpleañosenlaresidenciadeancianos.

«EchodemenosaAnthony»,musitaba,mientrassuhijovagabaporlascallesy,enaquelmomento,dormíaenelbosqueygrababanombresenlosárboles.

—¿Sabe?—ledigo—.Asumadrelehubieragustadosaberquecuentaconesto.Unbonitopatio,unosbuenosvecinosyunlugardondeposarlacabezasialgunavezsecansadelacalleyquieredormirbienalmenosunanoche.

—Perdí un dios y gané otro—sentencia—.Las cosas no son fáciles ahí fuera,peromientraspuedamiraraBeethoventodoirábien.

Nathanielmedejaprobarsuchelo,queresultamáscómodoqueelviolín.Éste,sinduda,vaaserotroespectáculopenoso.Unhombreseaproximalentamenteparaverhastadóndeestoydispuestoahacerelridículoenpúblico.Seacercabastante,sedetienejuntoalletrerodePROHIBIDOFUMARyenciendeuncigarrillo.

Nathanielentraenacción.—Perdone,señor,aquínosepuedefumar—aduceNathanielconautoridad,como

sialguienlehubieranombradoconserjedelpatio.—¿Ytúquiéneres?—preguntaelhombre,quedicellamarseJames—.Novives

aquí.—Claroquevivoaquí—recalcaNathaniel—.Tengounahabitación.¿Fue quizá porque le recordé a su madre o porque Stuart Robinson plantó la

semillaconsabiduríaypacienciainfinitas?¿Eraelmomento?Seacualsealarazón,de pronto parece como si el viaje de este largo año fuera a tener por fin surecompensa.Me resisto a celebrarlo, no vaya a ser que no suceda nunca,mientrasNathaniel semantiene firme con James e insiste en que él también tiene algo quedecirsobrelosasuntosdeBallington.

—¿Dóndevives?—inquiereJamesconescepticismo.—HabitaciónB-116—contestaNathaniel,apuntandohacialaventana—.Esuna


violacióndelreglamentodelaciudad,queprohíbefumarenestelugar.—Bueno,¿yqué?Yonotengounacasaconruedas.Eso ha sido una pulla cruel de patio de colegio. Aun así, Nathaniel acepta el

desafío.—¿Ve?—dice—.Sabíaqueeraalgopersonal.—Túloquenecesitasesaguayjabón—lesueltaJames.—Teestásmatandoatimismoyalosdemás—leadvierteNathaniel.—Veaque teveaunmédico.Buscaayuda.¿Sabesqué?Esuna lástimaque te

hayasrendido.AhorasíquemehacabreadoesteJames.Medanganasdeintervenirydefendera

Nathaniel;sinembargo,élhasobrevividosoloduranteañosynomenecesita.—Yonomeherendido—rebate.—Eresjoven,fuerte,podríasencontrartrabajo—lereprochaJamesavozengrito

—.Eresmúsicoydeberíasanimaraotros.Elproblemaesquenopuedesanimaranadieconesapinta.¡Cuántotalentodesperdiciado!

Nathanielyaestáharto.Notieneporquéaguantarnilossermonesdeesetiponisucompasión,asíquemetetodassuscosasenelcarroysedisponeamarcharse,lamejormaneradehacerleverqueesunbocazasyunpelmazo.

—Tehas rendido—repite James,elmatóndeBallington—.Vasporahícon tucarritodiciendo:«Renuncio,renuncioalavida».Nosoportoverteasí.Nisiquierateconozco,perotequierocomoserhumano.

No hace falta ser un genio para intuir que James está hablando de su propiaexperiencia.Sinembargo,Nathanielnovaadarleelgustoasutorturador.

—Yonoherenunciadoanada—insisteNathaniel.Y,señalandolaventanadesuhabitación,agrega—:Ésaesmicasa.


20

La idea de cargar la estatua de Beethoven en una camioneta a altas horas de lamadrugaday trasladarla a la habitaciónB-116no es nueva. PershingSquare no essitio para una imagen tan simbólica, y Beethoven está apartado en un deslucidorincóndelparque.Llevaenesaplazadesde1932,cuandoseestableciólasededelaorquesta al otro lado de la calle. El escultor, Arnold Foerster, oyó un cuarteto decuerda de Beethoven mientras trabajaba en su estudio. Él quería al desgreñadoBeethoven absorto en sus pensamientos que concibió laNovena sinfoníamientraspaseabaporelbosque,conlasmanosalaespaldasujetandoelsombreroyelbastón.

SeríadiferentesisetrataradelaúnicaestatuadeBeethoven.¿Serviríaunbusto?Buceoeninternetyencuentromuchodondeelegir,peronoquieroesperaraquemelo envíen. Empiezo a buscar en tiendas demúsica locales cuandoAdamCrane seponeencontactoconmigodepartedelaFilarmónicadeLosÁngelesymedicequelodeje.TienenbustosdeBeethovenenlatiendaderegalosdelDisneyHallyyahacogidouno.

LlegaelpaquetedeNavidadqueJenniferhaenviadoaNathaniel.Contieneropa,artículos de baño y fotos de sumadre. Y aquí entro yo conmi plan. Todos estáninvolucrados. Jennifer, Stuart Robinson, Adam Crane, Pete Snyder. Todos menosNathaniel,midesprevenidoobjetivo.Ensupróximaclase,suhabitaciónyanoseráunahabitación,sinounsantuarioparasusdioses.Yunhogar.

—Tengo la impresión de que esto va a salir bien—comenta Snyder cuando lerecojoenelDisneyHall.LlevaalgunosregalosparaNathaniel,incluidaunacamisetadelaFilarmónicadeLosÁngeles.

Cuandoentramos,Nathanielseencuentrayaenlahabitación,pegandocosasenlaparedconcintaadhesiva.Leestádandosutoquepersonal,conunmapadeEstadosUnidosenlapartedearribayunanoticiadeunperiódicosobrelaadaptacióndeElcolorpúrpuraenBroadway.Tambiéntieneunanunciodelociónmágicaparabebés,plastificadoconmediorollodecintaadhesiva.

—Tienenmagialosojosdelosniños—observa—.EsCaroline,¿verdad?EnlamismaparedhayunafotodeNeilDiamond.—¿Qué pinta aquíNeilDiamond?—pregunto, pensando si no será su canción

SweetCarolineconlaqueNathanielhahecholaasociación.Nathanielmemiraconexpresiónburlonay luegovuelveaposar losojosenel

cowboydeimitación.—Creíaqueerausted.Vale.Paraesonotengorespuesta.—EstovaaserunafiestadeNavidadanticipada—lecomunicomientrasdejoel

regalodeJenniferencimadelacama.Loprimeroquesacaesunafotografíaenblancoynegrodeunamujeratractivay

elegantedeunoscuarentaañosqueguardaungranparecidoconNathaniel.Sostiene


lafotoaladistanciadelbrazoextendido,concalladorespeto.—Esmimadre—susurra,mirándoladuranteunbuenrato.Dejalafotoenlacamaymiralasdemáscosasdelacaja,diciendoqueellotees

obra inconfundible de Jennifer. Le ha enviado un paquetemuy parecido al que lehabría despachado su madre. Calcetines, desodorante y unas deportivas de sunúmero.

Mientras examina el botín, cojo la foto de sumadre y la pongo en la cómoda,preguntándolesileparecebien.

—Ahíestámuybien—corroboraNathaniel.A continuación abre la cajita cuadrada que he traído, regalo de Adam Crane.

Nathanielmetelamanoentrelasbolitasdepoliestirenoysacaunacabeza.—¡Oh,Diosmío!—exclamaNathaniel—.¡EsBeethoven!TomoelbustoylocolocoenlacómodajuntoalamadredeNathaniel.—¿Quéopina?—pregunto.Éldasuaprobación.—Beethovenyapuedevelarporustedenestelugar—terciaSnyder.LeentregoaNathanielunregalodeunlector,ycuandoloabreseencuentracon

unlibrosobreJuilliard.—No quiero abrirlo —decide—. Prefiero imaginar lo que sería volver a la

escuela.Cuandoempiezalaclase,NathaniellemuestraaSnyderloquehaconseguidocon

el Canto de los pájaros, y también presume del trabajo que ha hecho con laArpeggionedeSchubert.

—¡Jesús!—murmuraSnydermientrasmiracómotocasualumno—.Estehombresientecadanota.

Es una interpretación muy propia de Nathaniel. Algunos saltos y tropiezos,algunosproblemasconeltonoyalgunosmomentosbrillantes.SnyderledaánimosyNathanielesbozaunaampliasonrisa.

—De ninguna manera iba a descuidar la tarea, porque me gustaría grabar —manifiestaNathaniel.

Snyder le contesta con amabilidad que aún queda mucho trabajo por hacer,aunqueestábienproponersemetasytrabajarconmirasaellas.SugierequesecentreenelCantodelospájaros,yleproponeacompañarleundíaalpiano.

—Pero¿podemosdarunrecital?—QuieresaberNathaniel.—Tienesqueatenerteatussueños—sentenciaSnyder.Trabajanelcompásyeltonoduranteunalecciónqueduracasidoshoras.Ahora

esta habitación significa algo paraNathaniel.La ha hecho suya y la ha llenado demúsica,yconsumadreyBeethovenvelandoporél,nosemeocurrecómopodríamarcharse.

«Nuestramadre estaríamuy orgullosa de toda la atención que estás recibiendograciasatutalento—habíaescritoJenniferenlatarjetaqueestáencimadelacama


junto a Nathanielmientras él toca el chelo—. Sé quemamá sonríe desde el cieloporquelealegrasaberquetienesunlugardondereposarlacabeza».

NathanieltocaaBachyBeethovencomosivolvieraaserestudiante,unamúsicaquetransmiteunasensacióndeurgenciayposibilidad.Cadapocosminutossevuelvehacialacómodaparacomprobarquesumadreysumusasiguenahí.

¿Pasaráaquílanoche?Nomerecelapenapreguntarniinsistir.Yoyaheexpuestomisrazonesymemarchosabiendoqueélestáalcargo.Siemprelohaestado.


21

HaciafinalesdeañolahabitaciónB-116siguesiendounsantuario,peronounhogar.Nathanielduermeeneltúnel,pocoonadahacambiadoenSkidRowyyoempiezoaperderlafe.

Enél.EnLAMP.Enmí.Sinduda,lasituacióndeNathanieleshoymejorquecuandoloconocíhacecasi

unaño,ymisencuentros semanales conél todavía tienen su recompensa.Aunasí,todoslospuntosculminantes,vistosenretrospectiva,fueroncomounabroma.Quisecreer que auguraban un progreso significativo; sin embargo, ahora, al mirar atrás,semejanteoptimismomeparecepurailusión.

El calendariodePeteSnyder sólopermite una lección almesmásomenos, yLAMP no va a mantener una luz encendida para Nathaniel durante un tiempoindefinido.Mientrastanto,miprofesorestádispuestoadejarmeprobarconsuchelo;elproblemaesquesiempreencuentraunaexcusaparaquenodemoslaclaseensuhabitación.Quizálomássensatoseríadejarlascosascomoestányseguiradelante,comohahecholafamiliadeNathaniel.Sinembargo,escasiimposibleescapardeél.Cuandovuelvoacasaencocheleveoamenudoeneltúnelymealiviasaberqueseencuentrabien.Hagoademánde tocarelclaxon,peroal finaldecidonohacerlo,yllegoacasaconunsentimientodeculpabilidadeinutilidad.

Puedequeseaesasensación,oelcomplejodesalvadorqueestoydesarrollando,loquemehallevadoaltúneldelacalleTercera,dondeErnestAdams,afroamericanodecincuentayseisaños,havueltoaestablecersuresidenciadespuésdelapalizaquelepropinaronconunbatedebéisbolquecasilemata.

—¿Quieretocarla?—meofreceAdams,quitándoselagorra.Laverdadesqueno.Legolpearoncomosifueraunapiñatahaceseismesesyla

marca que tiene en la cabeza es del tamaño del Valle de San Fernando. Poramabilidad,pasoundedoysemeponelacarnedegallina.Esimposiblenoimaginaralosdosjóvenesmatonesbuscandofollónaquellanoche,alentadosporelvídeodepeleas entre vagabundos. ¿Pensaron primero en Nathaniel, a una manzana dedistancia? Si fue así, ¿se salvó sólo porque estaba despierto, trabajando en unosdetallesdelConciertoparachelodeElgar?

Adamsdormíacuandoellos llegaron.No recuerdaqueseacercaranadie,ni losgolpesen lacabeza,ni losfragmentosdehuesoquesealojaronenelcerebro.Parahaberestadoconrespiraciónasistidaenelcentromédicoantesdequeletrasladaranal Rancho Los Amigos para rehabilitación, Adams tiene bastante buen aspecto.Sonríe como un superviviente que no puede creer que haya conseguido salir delprecipicio.BradyWestwater,que resideenelcentroyconoceaAdamsdesdehace


años,dicequelalesióncerebralhaexageradosudefectodelhabla,loquehacequehable un poco más despacio que antes. La paliza también le dejó ciego del ojoizquierdo, ahora blanquecino y vacío, y los médicos le advirtieron que nuncarecuperaríalavista.

Entonces,¿porquéhavueltoalmismolugarenqueledejaronpormuerto?Resulta que Adams se diferencia de Nathaniel en algo muy significativo.

MientrasqueNathaniel sebastaa símismo,Adamsviveparaelcontactohumano.Ésa es la razón de que haya vuelto, apostilla. Era un rostro familiar para muchaspersonasquesealegrarondeverle,ynopuededecepcionarlas.

—Dealgunamanerayoesperabaqueloqueleocurriólellevaraadejarlascalles—terciaJamesVelarde,unamigoquevivecercayquevisitóaAdamsenelhospital,primeroenelcentromédicoyluegoenelRanchoLosAmigos.

Mientras estoy con Adams yWestwater la columna va tomando forma en micabeza.Novaasersólounbonitoartículosobrelarecuperacióndeunhombrealquecasimatandeunapaliza.EselcomienzodeunadiatribasobreunsistemademencialquesalvaaAdamsdelamuerteparaabandonarlodespuésasusuerteenellugardeldelito.LlamoasumédicodelRanchoLosAmigosymerevelaquesedispusotodoparaquecontinuarasurecuperaciónenunaresidencia,peroqueélsenegó.Encasoscomoéste,explica ladoctora,prevalecen losderechosdelpaciente.Puedehacer loquelevengaengana,tantosiesporsubiencomosino.Elhospitalpagalatarifadeltaxioelbilletedeautobúsalpacientequecarezcademediodetransporte,yélpuedeiradondequiera.

—¿Nopuedenhacernadamás?—pregunto.Adamstienedificultadesparahablartraslabrutalsomanta,yloquelehandado

esunviajegratisdevueltaalpeligro.¿Nodeberíanalmenosasignarleuntrabajadorsocial para que se asegure de que no anda arrastrándose por alguna cuneta osorteandoloscochesalasalidadeltúnel?

Aunqueladoctoranodisientedelaideacentraldemiplanteamiento,seaferraaque la ley es la ley, y el hospital está obligado a cumplirla. A estas alturas estoycansadodetantaley.Ateniéndosealaley,elhospitalnollamóalamadredeAdamsparaavisarledequeasuhijoledabanelalta.Esadulto,asíqueellanotienederechoasabernadaamenosqueélasíloquiera.Ateniéndosealaley,nadieinformóalosamigos,queesperabanconvenceraAdamsparaqueempezaraunanuevavidaenunapartamentoencuantoabandonaraelhospital,apesardesuspeticioneshumanitarias.

—Yo quiero estar aquí—declara Adams, como si esto fuera Beverly Hills—.Quieroserdueñodemímismo,noestarbajoelcuidadodenadie.Nobebo,notomodrogas.LeolaBiblia,ymegustaríallevarunabuenavidacomoesdebido.

Quizá termine marchándose, añade, pero de momento está llevando a cabo lamisiónqueDioslehaencomendado.UnosdetractoresanónimoshancuestionadolaexistenciadelSalvador,arguye,ysuobjetivoen lavidaconsisteenmostrarlesqueDiostambiéntienedefensayquelasbuenaspersonassuperanennúmeroalasmalas.


—Lospríncipes caminan sobre la fazde la tierray llevan las riendas,mientrasqueloscampesinosmontanacaballo—sentencia.

Unhombreseacercaynospreguntaalostressipodemosdarleundólar.Adamseselprimeroquesellevalamanoalbolsillo.

Westwater y yo nos apartamos un pocomientrasAdams habla con el hombre.Tenemos que llevarle al Rancho Los Amigos. Necesita que le hagan unreconocimiento.Talvezelhospitalpuedaayudarleparaque laSeguridadSocial leconcedaunsubsidiodeinvalidezconelquepagarseunlugardondevivir.

QueDiosmeasista.Allávamosotravez.

—Me alegromucho de haber ido—reconoceAdams cuando volvemos de unavisita al Rancho Los Amigos, en la ciudad de Downey. Los médicos acaban dedecirlequeseestárecuperandobastantebienyquelehanconcedidounsubsidiodeinvalidezquelecubriráelcostedelaviviendaenelcasodequedecidamudarseaunapartamento.Adamsafirma,almenos,queestádispuestoahacerlo.

Mientras vamos por la autopista Harbor y pasamos la Universidad del Sur deCaliforniayelMemorialColiseumsemeocurrequeestoyllevandoacabocosasquenuncahabíahecho,y,depaso,saltándomelosprincipiosperiodísticosdedistanciayobjetividad.Inclusouncolumnista,quegozadelibertadparaabogarporunauotracausa, por lo general se detiene antes de llegar a involucrarse personalmente en lavidadeunsujeto.Esimportantemantenerlaclaridaddejuicioylosmotivospuros.PerohehechoalgomásquehablarafavordeAdamsyNathaniel.Hesidoasistentesocial para ambos, y un amigo para Nathaniel. ¿Tiene algo que ver con supersonalidadysusaprietos?Sinduda.Sinembargo,medalaimpresióndequehayalgo más en juego. Después de treinta años despotricando contra esto y aquello,siempredesdeunadistanciasegurayporlogeneralenvano,quieromás,aunquemeexponga al fracaso. No es sólo una operación periodística, sino una cuestión decuriosidadydebúsquedadesentido.Ydealgodiferente.EnvidioalosmédicosquesalvaronlavidaaAdams.AdmiroalosmúsicosqueaprecianelgeniodeNathaniel.TodoslosStuartRobinson,consupacienciaygenerosidad,meparecenunafuentedeinspiración.

Nathanielmehallevadoapensardeestamanera.Tratoamenudocongentequetiene la vida programada, que está muy ocupada o que esconde sus sentimientos.Nathaniel es un hombre que va con la cara descubierta; su vida está a la vista detodos.Enparteconectamosporquenohaynadafalsoenél,ycadavezquenosvemosme marcho más consciente de mis sentimientos que, digamos, después de unareuniónconelalcaldeoelgobernador.Nathanielhacequemireenmiinterior,quereflexionesobrelaformaenquemeganolavidaymerelacionoconelmundocomoperiodista y como ciudadano. A pesar de las frustraciones que supone, nada me


compensarámásquelaenriquecedoraexperienciadehaberloconocidoparacontarsuhistoria.

CuandollegamosalcentrolecomentoaAdamsqueconfíoenqueNathanielentreenrazóncomohahechoél.ResultaextrañoqueWestwatersigatratandodeencontrarunapartamentoparaalguienquenotienedondevivir,mientrasNathanielseniegaamudarseaunoqueestávacío.

—Tal vez podrían compartir habitación —le sugiero a Adams—. Él es máscabezotaqueusted—leadvierto.

—Ah,sí,lohevisto.Sinoseandaconcuidado,terminarápormeterseenunlío.—No tengo ni idea de a qué se refiere—. Discute mucho —aclara—. Es muyconflictivo.

EstoyenteradodelasdisputasdiariasenelpatiodeLAMP,yséqueNathanielseva de ahí todos los días en busca de la soledad del túnel de la calle Segunda. Sinembargo,ahoraquelopienso,recuerdohabervistoaNathanielhaceralgoimpropiodeél.Desdeelcochevicómoseacercabaunciclistahaciadondeélseencontrabatocando el violín.Nathaniel se levantó de un salto y se abalanzó sobre él como siquisieraderribarlodelabicicleta.Imaginoquesuintencióneramarcarsuterritorio,pueslehabíaoídoquejarsedelosciclistasquepasanagranvelocidadmuycerca.Elciclistasacudiólacabeza,indignado.

—¿Quéhavistoexactamente?—preguntoaAdams.—Unabroncamuyfea—responde.Tambiénconunciclista.¿Elmismoquizá?AdamscuentaqueNathanielestabaarrastrandosucarroporel túnelde lacalle

TerceraendirecciónaSkidRowcuandoseenzarzóconeltipo.Adamsignoraloqueoriginólareyerta;elcasoesqueNathanielempezóainsultarle.

—Teníaunapistolayestabadispuestoausarla.—Adamssereferíaalciclista.—¿Teníaunapistola?—Confesó que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para no cargarse a su

amigo.EncuantodejoaAdamsvoyabuscaraNathaniel.Noloveoporningunaparte

cerca de los túneles. Me acerco a Pershing Square, luego al patio de LAMP. DoyvueltasporSkidRowduranteunahora.Nirastrodeél.Furiosoyasustado,conduzcoa la oficina y trato de distraerme con las llamadas y los correos electrónicosacumuladosyeltemadelapróximacolumna,seacualsea.Medigoqueestarábien,siempreloestá.Despuésdeltrabajovuelvoahacerlosmismosrecorridosymepasotambiénpor laBibliotecaCentral.Aparcoy entro, con la esperanzade encontrarlobuscando una partitura, pero no está por ningún lado. En LAMPme entero de queRobinsonsehaidoynadiesabenada.

—Seguroqueseencuentrabien—metranquilizaAlisonencasa,aunqueséqueellatambiénestápreocupada.PorNathanielypormí.

Doyotra vuelta haciamedianoche, siguiendo lamisma ruta.Esta vez voy a su


antiguo rincón en el cruce de la calle Los Ángeles conWinston y veo a alguiendurmiendo allí… sin carro de la compra. No puede ser él. ¿Debería llamar a lapolicía?,¿aloshospitales?,¿aldepósitodecadáveres?

Martesporlamañanadel31deenerode2006.ElcumpleañosdeNathaniel.A las siete y media suena el teléfono, una de esas llamadas que te pillan por

sorpresa y te erizan la piel. Miro a ver quién llama y vuelvo a sentarme. Es unnúmerodetelemárketing.

EstoydeseandollamaraLAMPyalavezmedamiedo.Aúnfaltaunratoparaquellegue Robinson, así que espero y leo el periódico, juego con Caroline a coloreardibujos, pago algunas facturas. Nada me proporciona un solo momento de paz.Finalmentemedirijoalcentro.

MiprimeraparadaeseltúneldelacalleSegunda,luegoPershingSquare.Noséadóndeiracontinuación.LlamoaLAMPycontestaRobinson.

No está enningún sitio, y le cuento todonervioso la historia deErnestAdamssobrelapistola.Ledigoquehemiradoentodaspartesyquelosiguientequepiensohaceresiralapolicíayllamaraloshospitales.

—¿Alguienlehavistoporahí?—pregunto.—Sí —responde Robinson con un tonillo malicioso y relajado—. Está aquí

mismo.Gracias,gracias,gracias.—Noséquéhabráestadohaciendo—ledigoaRobinson—,peronoestabaen

ningunodelossitioshabituales.Anochemirétresvecesenel túnel.¿Tieneideadedóndeandaba?

—Sí—asiente—.Pasólanocheensuapartamento.—¿Quehizoqué?Paroelcocheparaevitarsubirmealbordillo.Lohahechocasiunañodespuésde

nuestroprimerencuentro.Lohahecho.Lohahecho.Aleluya.—¿Metomaelpelo?—exclamo.—No—niegaconunarisaalocada.—Nomelocreo.—¿Quiereverlo?Quieromásqueeso.Quierodarunafiesta,contratarunaorquestayqueNathaniel

seaeldirector.Despuésdecenarlanocheanterior,aNathaniel,exhausto,selecaíalacabeza.No


era por los espaguetis, aunque puede que ayudaran. Sencillamente, estabadesfallecido. Eso es lo que ocurre cuando uno lleva treinta y cinco años huyendo.Treintaycincoañostratandodenodesmoronarse.

«¿Puedo quedarme en mi habitación esta noche?», le preguntó a Robinson alterminarlacena.

Robinsonteníaquemarcharseacasaydejóelasuntoenmanosdeuncompañero,dudando de que Nathaniel fuera a hacerlo. No supo hasta el día siguiente que suayudanteabriólahabitaciónB-116yvioaNathanielmeterelcarroycerrarlapuerta.Esofuetodo.Antelaperspectivadearrastrarunavezmástodassusposesioneshastael túnel,akilómetroymediodedistancia,desubirybajarbordillosydesorteareltráfico,leabandonaronlasfuerzas.

Casey,Shannon,PatriciayStuartteníanrazón.Loharía,peroensumomento.Noselepodíaobligar,nimeterprisa,nillamaralapolicíaparaquelodetuvieranyloconfinaran.Esohabríasidoperjudicial.EraunadecisiónquedebíatomarNathaniel.Nuestrafunciónhabíaconsistidoenestarahí,conlapuertaabierta.

ElavancedeNathanielmehizocomprendermejoraloquesehabíaenfrentado.Me preguntaba si los rifirrafes en los túneles no serían la expresión de su últimaresistenciaadarelpasodemudarseaunapartamento.CreoquehabíaalgodeverdadenlaobservacióndeRobinsondequecogerelapartamentosignificabateneralgoqueperder. También significaba quedarse a solas con sus voces, y quizá elreconocimientoaterradordesuenfermedadydelosañosperdidos.Eraelprimerpasoenel regresoalmundode lasnormasy lasexpectativas;unmundoenelqueél sehabía venido abajo.Trasladarse a un lugar bajo techo era tal vezmás arriesgadoymás valiente que entrar en una sala de Juilliard, a los diecinueve años, paraenfrentarseaunaaudición.Aquíestáenjuegomuchomásqueeso.

Me presento enLAMP y me lo encuentro en el patio tocando el chelo con losdedos.

—Ah,señorLópez—mesaluda,comportándosecomosinadahubieracambiado.Reprimolasganasdeabrazarlo.Noquierodardemasiadaimportanciaalasunto,

no vaya a ser que se cuestione su decisión. Pero tampoco puedo dejar pasar elacontecimientosincomentarloconél.

—Anochelobusquéeneltúnelynoloencontré—ledigo.—Esquehedormidoenelapartamento.—¿Ah,sí?¿Yquétal?—Mehorrorizabanopoderoírlosruidosdelacallequetantomegustan.Menos

malqueheescuchadoavionesysirenasyungrifogoteandotodalanoche.Hasidoestupendo.

Mecuentaqueseremojólospiesenunbaldeyseduchóconaguacaliente,ylomejordetodofuequeselavólaropaysecargótodaslaschinchesquehabíaenella.

—Nathaniel,¿quédíamedijoqueerasucumpleaños?—El31deenero.


—Hoyessucumpleaños—leanuncio—.¿Sabíaquehoyes31?—¿Ah,sí?—Sí.Sehadespertadoensupropioapartamentoeldíadesucincuentaycinco

cumpleaños.Felicidades,Nathaniel.

Robinsonsugiereque,antesdequepreparelatartaycuelguelasserpentinasenlahabitaciónB-116,odecualquierotracosaqueestéplaneando,deberíaapartarmeunpocoyver cómoevoluciona la situación en lospróximosdías.Él havisto a gentedejarelapartamentoconlamismarapidezconlaquehabíaentrado,yaunariesgoderomperme el corazón,me advierte de queNathaniel podría ser una de esas almasinquietas.

Lepreguntosihallegadoelmomentodequepuedadescansarconlatranquilidadquedasaberquealguienestáseguroyfueradepeligro.

MedoycuentadequeRobinsonnoquiereresponderaesacuestión.—Yo creo que aún no está preparado para quedarse demanera permanente—

opina—.Puedequenuncadejelascallesdeltodo.Esonoes loquequierooírennuestromomentodegloria.Esperoque,poruna

vez,Robinson se equivoque. Pero él es unmédico que ha visto de todo, y yo, unnovato comprometido emocionalmente que busca un final feliz para una historia.Robinson me informa de que está obligado a hacer algo que podría no gustar aNathaniel.Élnodirigeunalbergue juvenil;esnecesarioqueNathaniel loentienda.Lahabitaciónnoesunlugarpordondedejarsecaerdevezencuando.Oseconvierteen su casa o no podrá quedársela. Así funcionan las cosas con otros huéspedes.NathanielnovaatenerentradalibresóloporquetieneunamigoqueescribeenLosAngelesTimes.

Esalgomásqueunacuestióndeimparcialidad,explicaRobinson.Espartedelafilosofíadelarecuperación.UnaspectodedevolveraNathanielladignidadconsisteen tratarlo como a un adulto.Así queRobinson tratará de hacerle entender que siquieremantenerelapartamentoymostrarrespetoporlagentequededicatiempoasubienestar, tendrá que comprometerse. Deberá firmar un contrato que lo obliga adormirenlahabitaciónalmenostresnochesalasemana,paraempezar.

Calculando por lo bajo, imagino que Nathaniel encontrará unos seiscientosinconvenientesenesetrato.Elprimeroymásimportante,queélnoesamigodehacertratos.Lobuenodevivirenlascallesesquenohaynormasniobligaciones,yverseobligado a firmar un contrato podría hacerle abandonar el lugar inmediatamente.Además,estálacomplicacióndecumpliruncalendario.Nosiempresabesiesmartesoviernes,yahoradeberátenerunaagendaenlacabeza.

PerocuandoRobinsonleponelaofertasobrelamesa,Nathanielnovacila.—Deacuerdo—concede,yeligelasnochesdeloslunes,miércolesyviernes.


Elmartespor lanocheentraensuhabitación, recogesuscosasyduermeeneltúnel.

ElmiércolesporlanochecenaenLAMP,vuelveasuhabitación,apagalaluzyseduerme.

Llevahaciéndolomediasemana.Eljuevesporlanocherecogesuscosasotravezyduermeeneltúnel.Porahoravatodobien.¿Podráhacerlo?¿Podrácumplirelcontratoydormirenla

habitaciónlaterceranoche?Elviernesporlanoche,sinmáspreguntas,seretiraalahabitaciónB-116después

decenar.Suhogar.


Terceraparte


22

—¿Sehafijadoenlodiferentequeestá?—preguntaShannonMurray—.Tienebuenaspecto,¿verdad?

Se le ve limpio y descansado, como si hubiera olvidado lo que era eso. Lacrispación ha desaparecido, y se le ha suavizado la mirada. Stuart Robinson mecuenta que ha visto a Nathaniel observar a varios huéspedes a los que antesdesdeñabaocon losquehabíadiscutidocomosi se reconocieraenellos. Inclusoaalgunosleshadichounaspalabrasdealiento.

Alguienmásinteligentequeyoesbozaríaungestoalegre,sesentiríaagradecidopor los pequeños milagros y se iría a buscar algo que hacer a treinta o cuarentakilómetros de Skid Row. Alguien más inteligente cedería el asunto a losprofesionales, que son los que, después de todo, han realizado lamayor parte deltrabajo y han tenido razón desde el principio respecto al enfoque que mejorfuncionaríaconNathaniel.

Pero a mí me está costando pasar página. Nathaniel, a pesar de sus hábitosincorregibles,nomesuperaenloqueacomportamientoobsesivoserefiere.Siemprehayunafrasemejorquelaqueacabodeescribir,ounaideamejorparaunacolumnaquelaquetengopreparadaparaeldíasiguiente,ynosepuededejarnadapendiente,tantosisetratadeunadecisióncomodearreglareljardínoverlaposibilidaddequeun esquizofrénico paranoide aproveche el impulso del momento y empiece deinmediatolaterapia.

Nathaniel tiene la respuestaamiúltimodilemacuandovoyasuapartamentoymeloencuentroadecentándolotodofrenéticamenteconunlimpiadorenaerosol.Lascontraventanas,elalféizardelaventana,elsuelo.Enelaireflotaunabrumaquímicalobastantedensaparadesprenderlapinturadelasparedes.Nathanielseapresuradeuna tareaaotracomoquienpersigueunenvoltorioquese llevaelviento.Pasadelrodapiéalfregaderoydeahíalbañorociandoconellimpiadorypasandolabayetaacontinuación. No sería extraño verlo hacer otro tanto en el vestíbulo, el patio eincluso en la calle, hasta que todo Skid Row quede como los chorros del oro.Finalmente deja el limpiador, tira de la cadena, se lava lasmanos, frota el espejo,pasaundedoporlascontraventanasycogeotravezlabayeta,luegovuelveatirardela cadena y a lavarse las manos. Los sanitarios han quedado bien. La habitaciónresplandece. No puedo respirar porque tengo medio litro de amoniaco en lospulmonesyNathanielaúnnohaterminado,peronopasanada.

—Haprogresadomucho—lefelicito,ylecuentoqueStuartRobinsonestámuyimpresionado por la forma en que cuida de los nuevos huéspedes—. Quizá ustedpueda ayudar a los recién llegados.Ahora cualquier cosa es posible, sobre todo siaprovechaalgunosdelosserviciosquetieneasualcanceaquí.Comolosconsejerosdesaludmental,quesonquienespuedenconseguirleunsubsidiosuplementarioparapagarlarenta.Lospsiquiatras.


—Apoyaré a cualquier psiquiatra que me apoye —afirma sin interrumpir lafogosalimpieza.

¿Será el limpiador? ¿Le habrá dejado sin oxígeno y afectado el pensamiento?EstoytentadodesalircorriendoalacalleenbuscadeladoctoraPrchalparaempezarya mismo. Sí, continúa Nathaniel, quiere hacer su propia «contribución al mediopsiquiátrico».Ignoroloqueesosignificaexactamente,sibienmesuenaaprogreso.Le pregunto de nuevo si va en serio lo de visitar a un psiquiatra; esta vezme dalargas, diciendo que puede que lo considere en algúnmomento. Y que, en lo querespectaasucontribución,legustaríaenseñarloquesabeparaayudaralagente.

—Megustaríasermusicoterapeuta—declaraalavezquedesinfectaelespejodelbaño.

Deseosodeseguiradelante,llamoaMarkRagins,mimédicodeguardia,paraquemeaconsejesobrecómoacelerar la transformacióndeNathaniel.Aúnconsultoconfrecuencia el libro de Ragins El camino hacia la recuperación como si fuera unmanual de usuario, yme parece que, según sumodelo de cuatro etapas,Nathanielacabadepasardelanúmerodos(«Algunasvecesnecesitanaotrapersonaquecreaenellosantesdesentirselobastantesegurosparacreerensímismos»)alanúmerotres,serresponsabledesímismo(«Debenromperseloshábitosdedependencia,ylosprofesionales de salud mental tienen que animar a los pacientes a que tomen lasriendasenlugardeconformarseconlacomodidadylaseguridaddequelecuidenauno»).

RaginssealegradesaberqueNathanielestáprogresando,sibien leoigo reírseentredientesdemisentidodelaurgencia.Loqueélprescribe,másomenos,consisteenque,másqueapremiaraNathanielparaquevayaalpsiquiatramáscercano,medispareuntranquilizanteenlaspiernas.

—Yonoloforzaríaahacerterapiaahoramismo—recomienda.Habersedecididoadormirenlahabitaciónobviamenteesunabuenaseñal,pero

esonodebería interpretarsecomouna indicacióndeque lospasossiguientesvanasermásfácilesqueelúltimodado,meadvierteeldoctor.Nathanieltienebastanteconadaptarsealasnuevasrutinasyalagente,ymuchasdeesascosasleasustarán.Noesmomento,sugiereRagins,derecordarlesuhistoriaconmédicosymedicinas,clínicasyhospitales.

—¿Quéhayquehacer,entonces?—Deje que vaya a su aire. Tenga paciencia. Sea su amigo. Las relaciones son

primordiales—afirmaRagins—.Esposiblegenerarcambiosbioquímicosatravésdelosvínculosafectivos.UstedhacambiadolaquímicadeNathanielsiendosuamigo.


Nuncahesidounbuenamigoparanadie,talvezporquelaamistadtienemuchoqueverconelpasado.¿Sabesquéfuede…cómosellama?¿Teacuerdasdeaquellavez?Mehepasadolavidatrasladándomedeunaciudadaotra,deunempleoaotro,fiel a los ritmosde unplande escritura de columnasqueme sirve demetrónomo.¿Quién tiene tiempo demirar atrás? La amistad esmás fácil cuando uno no tienehistoria,ni tiempoparapromesasrotasytodoslospequeñosrencoresdelosquesellevalacuenta.ParaNathanielelpasadotambiénesirrelevante.Lavidaconsisteenlasiguiente frase,enalimentaralmonstruo,endarconunadefinicióndesímismoquetengasentidoduranteundíaporlomenos.Nosparecemosenmuchosaspectos.«¿Piensaenescritorescomoyopiensoenmúsicos?»,mepreguntócuandopaséunanocheconél.Sílohago,peronotengotiempoparahacerlolosuficiente.

No sé a ciencia cierta si he cambiado la química de Nathaniel, como apuntóRagins.Sípuedoafirmar,encambio,quesomosamigosenelsentidomásampliodelapalabra.Nohablaríaconélsobreunpasoadelanteenmicarreracomoloharíaconlosviejosamigos,nidelretoquesuponeserunbuenpadreyunbuenmaridocuandounodedicamuchotiempoaltrabajo.Aunque,ahoraquelopienso,Nathanielyyonotenemosloqueseentiendeporconversaciones.Lamayoríadelasvecesélhablademúsica y yo escucho. El no puede relacionarse con mi mundo y a mí me cuestarelacionarmeconelsuyo,siexceptuamosmiinteréscrecienteporlamúsicaclásica.No puedo contarle que he sido víctima de una usurpación de identidad, porquetendríaqueexplicarlequéesunatarjetadedébito,ydetodosmodosesunacuestióndedinero,locualcarecedeinterésparaél.MemiracomosifueraunextraterrestrecuandoledigoqueherecibidouncorreoelectrónicodesuhermanaJennifer,ycomosi estuviera chiflado cuando le explico que un e-mail es como una carta enviadaelectrónicamenteatravésdelciberespacio.

Apesarde todo, él tambiénmehacambiado laquímicaamí.Nuncamehabíaofrecido voluntario para nada, nunca he sido unHermanoMayor[13] para nadie nilíderdelosscouts;sinembargo,conNathanielsigohaciendohuecosenmiapretadaagenda con el fin de sacar tiempopara él.ConduzcoporLosÁngeles envuelto enmúsicaclásicayestoydeseandocompartirmisgustosreciénadquiridosconCaroline,quienhastaahorasóloteníaasumadreconoídoparalamúsicaclásica.Siunamigoesalguienqueinspira,queanimaaafrontarnuevosretos,queteimpulsaairenbuscadetuverdaderoyo,sindudaNathanielesunamigo.Conlaeuforiadesumudanzaaun piso, no dejo de pensar en que quizá me gustaría hacer otra cosa además detrabajarenunperiódico.Algopráctico relacionadoconel servicioa lacomunidad,comohacenlosStuartRobinsondelmundo.Peronosémuybienquépodríasernisiestaríacualificadoparaello.

Al salir un día de su apartamento al poco de habersemudadome llama ymetiendeunamano.Esunlargoyfirmeapretóndemanos,seguidodeunasonrisa.Lemiroalosojosyveoalhombrequesiemprehasidodetrásdesulocuravertiginosa.Alhijoqueperdióasupadre.Almúsicoqueperdiólaoportunidaddesuvida.No,no


tenemos muchas conversaciones llamadas normales. Pero ¿qué es normal? Leestrecholamanoyningunodelosdosnecesitadecirnada.


23

HanpasadodosmesesyNathanielhadormidoensuhabitacióntodaslasnoches.SelevantaalassieteparairadesayunaraLAMPyvuelvealassietedelatarde.Duranteel día suele ir a tocar al túnel de la calle Segunda. Una mañana se le acerca unhombreenmitaddeunensayoydejaunestucheenel suelo.Dentrohayunchelonuevo.

—Hepensadoquepodríaserparausted—musitaeldesconocido,quesemarchasindecirsunombreniningunaotrapalabra.AhoraNathanieltienedosviolonchelosyseisviolines.

EnBallington, unmonitor abre la habitación aNathaniel todas las nochesy seaseguradequeselevanteatiempoparadesayunar.StuartRobinsonestápensandosidaruna llaveaNathanielcomorecompensaporsucontinuoprogreso.Nathanielsesientaporlanocheatocaraoscuraselviolínoelchelounratoyluegodejatodoslosinstrumentosypracticaladigitacióndándosegolpecitosenlosantebrazos.Aveceslohace tumbado boca arriba y no para hasta quedarse dormido en mitad de algohermoso,quizáelPreludion°1deBachoalgunadesusantiguaspreferencias,comolaOracióndeBlocholaArpeggionedeSchubert.

Se me hace raro que, después del año largo que hace que nos conocemos,Nathanielnohayavenidotodavíaamicasa,queestáasólonuevekilómetrosdeSkidRow.Mediceque leencantaríavisitarnos,peroquenopuedemeterelcarroenmicocheniempujarlohastatanlejos.Lesugieroquelodejeensuapartamento,cerradoconllave,quenopasaránada.

—Ah,no,señorLopez,nopuedohacerlo.—Seguroquesí.—Cuando vuelva no habrá nada. Entran por las ventanas, por la rejilla de

ventilación, por debajo de la puerta. Ni siquiera Dios sabe cómo entran, pero lohacen.

TrasvariasconversacionesquenollegananingunapartelecomentoaNathanielqueverélaposibilidaddealquilarunacaravanalobastantegrandeparatransportarsucarro.Lepareceunabuenasolución.ACaseyHoran,encambio,nolegustalaidea.

—Hay que conseguir que deje el carro—declara. Tiene que confiar en que suapartamento es seguro y en que puede arreglárselas sin su consoladoramanta conruedas.

Elcarritohacequesesientaseguro;desprendersedeélseríacomotirarsedesdeelbordedelapiscinaporprimeravez.Noobstantesulocuratieneunarazóndeser,yesa razón desdibuja la línea, una vezmás, entre demencia y perspicacia.Mientrastengael carritono sepuedeesperarqueNathanielvisite,pongamosporcaso, aunpsiquiatra.Lomásprobableesqueuncarritodelacompranoentreporlapuertadela consulta de unmédico. Y con un carrito de remolque no se puede esperar que


vuelvaaloqueseentiendeporvidanormal.YasufrióunaexperienciaaterradoraalperdereljuiciodebidoalatremendapresiónalaqueselesometióenJuilliard.Enparte, la paradoja de mi relación con Nathaniel está en que siempre trato de ser,muchasveces envano,más listo que él.Esta vez estoypensandoquequizápuedahacerloapelandotantoasusentidodelatradicióncomoasuapetito.

—¿Quéhadesayunadohoy?—lepreguntoenelpatiodeLAMP.—Gachasdeavena.—¿Estabanbuenas?—Pasables. La comida de aquí no es muy buena, y encima la envenenan con

cervezayvino.—Yo he tomado huevos con beicon. No hay nada como el olor del beicon

impregnandolacasaporlamañana.—Esverdad—asiente—.Amítambiénmegustanloshuevosconbeicon.—Tendríaqueveniracasa.¿QuéleparecesivieneaalmorzareldíadePascua?

Habrá huevos con beicon, patatas fritas y tostadas. Y le prometo que noenvenenaremos la comida.Carolinebuscará suhuevodePascuay leprepararemosuna cesta con chocolatinas. ¿Se acuerda de la búsqueda de huevos de Pascua decuandoéramospequeños?¿Legustaelchocolate?

—Síquemegusta,sí.—¿Quélepareceentonces?¿Leapeteceríavenir?Lerecojoensuapartamento,le

llevo ami casay levuelvo a traer enseguida.Nopuedoenganchar su carrito amiHondaAccordyllevarloaremolquehastamicasa,—objeto—.Tendráquedejarloensuapartamento,sibiensóloduranteunpardehoras.

Nathanielme pide que le repita la fecha. Saca del carrito un trozo de papel yescribe:

DOMINGO16DEABRIL.PASCUA.CASADELSEÑORLOPEZ.CAROLINELOPEZ.JEFFREYYANDREWLOPEZ.SEÑORALOPEZ.STEVELOPEZ,ESCRITORTITULADO.

Domingoporlamañana.Lacasahueleacaféyabeicon.MimujeryyohemospreparadounbanqueteyCarolineyameestámetiendoprisaparaquevayaarecogeranuestroinvitado.

—¿DóndeestáNathaniel?—pregunta.Lobastantecerca.Conduzcohastaelcentro,dondemultituddegenteestádespertandodeunanoche

enlaacera.DobloporlacalleSanJuliánEsteyallíestá,esperandoenlapuertade


LAMPcomouncaballodecarrerasenelcajóndesalida.Visteunacamisahawaianaconfloresrojasyunabandoleraquesehahechoconunprecintoamarillodelosqueusa lapolicíaparaprotegerelescenariodeuncrimen.Llevaconsigoelcheloyunviolín.

Sincarritodelacompra.—He estado trabajando en Saint-Saëns para Caroline —me confía cuando

metemossuscosasenelcoche.Quierequesusinstrumentosvayanenelasientodeatrás,noenelmaletero.Paraél,esoseríacomoponeralosniñosenelmaletero.

Yadecaminosedisculpaporsuaspecto,diciendoquehahechotodoloquehapodidoparaarreglarse.

Se hamojado su pelo rizado y negro y se lo ha peinado con la raya almedio.Parece que está bien. No da muestras de pánico. De hecho, se le ve claramenteemocionadoconesteviajedeestudios.Leanuncioquevamosapasarporsuantiguorincón entre Los Ángeles y Winston y después por el túnel de la calle Segunda.Quieroquesedécuentadelolejosquehallegado.Sefijaenelpuñadodehabitantesdeltúnel,sibienseguardasuspensamientos.EnelbulevarGlendaledejamosatráslamonotonía gris del centro de la ciudad y ante nosotros surgen, por encima de lasnubes,lasmontañasdeSanGabriel.

—¿EstoesHollywood?—pregunta.—EstoesEchoPark.Hollywoodestáaunoskilómetroshaciaeloeste.—Los Ángeles es una ciudad de agua, como Cleveland. Lago Erie, océano

Pacífico.Peronosédóndeestá.Lahevisto,sí,peronoséloquesignificaqueseaunlugarsobreelocéano,LosÁngeles,LasVegas,losRamsdeLosÁngeles,pérdidadeseisyardaseneljuego,cuandonopuedesverelaguadesdeningunaparte.Nopuedocreer que sea tan hermoso. ¿Vive en Hollywood, señor Lopez? No, usted vive enSilverLake.¿Noesasí?¿SilverLake?

Sinduda,cualquierzonapareceestupendacomparadaconSkidRow,dondenohay zonas verdes, ni horizonte, nada salvo reyertas diarias y el inevitable hedor adesesperación. De no ser por ese carro, podría haber salido de la ciudad más amenudo;uncambiodeairessólopuedeserbuenoparasuespíritu.

Por supuesto, en una situación ideal, yo sería propietario de unas hectáreas detierra y de un bungaló donde él podría vivir y tener su estudio. Claro que en unasituaciónverdaderamenteidealnomenecesitaría.DecidiríaqueyaeshoradesalirdeSkidRow,queestádispuestoahacerloquehagafalta.Empezarconuntratamiento.Conceder otra oportunidad a las medicinas. Arrojar el maldito carro al río LosÁngeles.

Si continúa las clases con Snyder y consigue practicarmás ahora que tiene untecho,noparecedescabelladopensarquealgúndíallegueatrabajarconestudiantescomohizoconmigoaqueldía.QuizápuedaayudaraloschavalesdelaMisiónUnionRescue, que se encuentra a una manzana de LAMP. Allí viven unos cien niños ydisponen de una capilla con escenario y piano. Conozco al director, Andy Bales.


Estoysegurodequepodríamosidearalgoentrelosdos.Musicoterapeuta.EsoesloquequiereserNathaniel.Séqueesmuydifícilqueresulte,peronoveoporquénodeberíaanimarloaqueseesfuerceporconseguiresameta.

Tardamosquinceminutosen llegaramicasa.CarolinerecibeaNathanielen lapuertaconunasonrisaavergonzadayunpiedetrásdelotro.

—¿Sabesquiénes?—preguntoaCaroline.—Nathaniel—respondetímidamente,unpocoabrumadaporelconjunto,aunque

muyimpresionadaconlabandoleraamarilla—.¿Vasatocarelviolín?—Sedirigeaélmientrasdejaconcuidadolosinstrumentosenelsuelodemaderaoscuradelasaladeestar.

NohayningunaseñaldevergüenzaporpartedeNathaniel.Enseguidasesientecomosiestuvieraensucasa,comportándosecomounparienteexcéntricoy locuazquehavenidodevisitadespuésdeunalargaausencia.NomuestratantointerésporCarolinecomoyoesperaba,sibien,comopadredetestablementeorgullosoquesoy,tengo esa impresión con todo el mundo. No obstante, en el caso de Nathaniel,supongo que empiezo a considerarle parte de la familia.Resulta natural tenerle encasa, como si se le esperara desde hace tiempo.Deja los instrumentos en el suelojuntoconelatril, laspartiturasyunartilugioqueevitaque lapicadelvioloncheloresbale.VeelpianodeAlisonenunrincónde lahabitación,vahaciaélcomounacentellaytocaunoscompasesdejazz.

—Nosabíaquetocaraelpiano—observo.—Ynolotocoenrealidad.EstoesunacordequeimproviséundíaenJuilliardy

que los dejó pasmados. Ni siquiera sé lo que era. ¿Le ha gustado? ¿De verdad?Sencillamente me puse y me salió esa improvisación. ¡Guau! Gustó mucho en laescuela,almenosesodijeron.Dio la impresióndeque lesgustó.Claro,queyonoestudiabapianoen Juilliard,dondeestabanalgunosde los jóvenesconmás talentodel mundo. Era increíble. Había jóvenes geniales de China, Japón, Europa, porsupuesto.Nisédedónde.Muchagente tipoYo-YoMa.Había tambiénunfueradeserie,unintérpretetipopájaro,deLaGuardia,JFK,losaeropuertosdeNuevaYorkdeaquellaépoca,pájarosenormesqueveníandetodoslospaísesdelmundo,Canadá,EstadosUnidosdeAmérica.

Estoytanacostumbradoaesaclasededivagacionesqueyacasinimedoycuentadelgalimatías.Avecesmeparecequehayunhiloconductorporalgunaparte,oalmenos una asociación semilógica. Cruzo la mirada con Alison y sé lo que estápensando.EnelmonólogocargadodeansiedaddeNathaniel,Alisonoyelavozdesuhermanoyrecuerdaaquellosañosdedolorydecariño,deesperanzasfrustradas.ElhermanoqueperdióelcontrolmásomenosenlaépocaenquelohizoNathaniel—alfinal de la adolescencia, con un comportamiento repentinamentemaniaco— y quellegó a ser independiente y a valerse por símismo, aunque nunca se recuperó deltodo.SéqueAlisonmequiereporcuidardeNathaniely,atravésdemí,sepreocupapor él también. Sin embargo veo en sus ojos, en este domingo de Pascua, que le


asusta lo que pueda pasar, dónde nos estamos metiendo. «No te preocupes», megustaríasusurrarle.«Estábien,cadadíamejor.Confíaenmí».

Nathanielvayvieneporlasalayporlacocina,refunfuñandomientrassepreparapara tocar.Caroline,acostumbradaamonopolizar laatenciónyaser laúnicade lacasaquetieneelprivilegiodehablarsinparar,pareceunacríatemerosadenorecibirelprimertrozodetartaensufiesta.CuandoNathanielempiezaatocarunapiezadeSaint-Saëns,Carolinemira alternativamente a él y al chelo.Ya lehabíavisto tocarunavez,cercadeltúnel,peroahoratienelamúsicaencasaypuedeoírlaysentirqueretumbaenelsuelo.Estáfascinada,almenosduranteunosminutos.EnvidioaúnmáslahabilidaddeNathaniel.Haanimadolacasaconsumúsicaycaptadolaatencióndemihija.

Nathaniel sigue en su mundo durante el almuerzo y examina con gratitud lascosas que hemos preparado para él en la cesta de Pascua (chocolatinas, nueces,calcetinesypastadedientes).Derepentesueltaunaspalabrasenfrancésyantesdeque pueda preguntarle qué está diciendo canta una línea melódica de una óperaitaliana.LecomentoaAlisonquetendríaqueoírlerecitaraShakespeare.NathanielnoscomplaceencantadoyescomosielpríncipedeDinamarcasehubieraunidoalalmuerzo,puntuandosusoliloquioconuntenedor.

Dormir,talvezsoñar.Sí,éseeselestorbo;puesquépodríamossoñarennuestrosueñoeterno,yalibresdelagobioterrenal,esunaconsideraciónquefrenaeljuicioydatanlargavidaaladesgracia[14].

La transformación de este hombre que, temeroso, se echó hacia atrás el día denuestro primer encuentro produce vértigo. Ahora mismo se le ve confiado, libre,deleitándoseensuresurrección.Pareceestarsaboreandoelmomento,lacompañía,lacomida.

—Fíjese en esa niña—señala, contemplando a Caroline como si su existenciafueraunactodivino—.Esincreíblequeunopuedacrearaunapersonitacomoésta.Amítambiénmegustaríaformarunafamilia.Nisiquierasésiesoesposible.

Memira esperando una respuesta. Lanzo unamirada aAlison, cuya expresiónindicaclaramentequemelasarregleyosolo.Realmentenoséquédecir.Meparteelcorazónoírlehablardeloquelavidalehanegado,aunqueesigualdetrágicoparaélconfiarenquequizáaúnestéasualcance.

—Por supuesto que sí —asiento—. Usted sólo me lleva dos años. Pero demomentoestámuyocupadoconotrascosas,¿nocree?

Despuésde comer salimosa lapartedeatrás.Quieroque sienta labrisa frescaquevienedellagoenelporchedemaderadesecuoyaconstruidoencimadelgaraje


demicasa,desdedondesevenlascasasdehaceochentaañosquerodeanelcañón,elObservatorio Griffith y el letrero de Hollywood al oeste. Es difícil no sentir unapunzada de culpa. Fíjese en lo que tengo aquí, en este enclave de casas que valenmillonesdedólares,anuevekilómetrosdelamiseriayconfinamientodeSkidRow.Fíjese enmimujer y enmi hija, y en nuestra salud.A pesar de su deseo de tenerfamilia,ydeloquepodríahabersido,Nathanielestámuylejosdecompadecerse.

—Laspalabrasnoexpresanbien lospensamientos.—CitaaHermanHesse.Seprepara para un concierto bajo el cielo despejadomientras Caroline da vueltas entricicloasualrededor.LlamoaJenniferaAtlantaylepasoelteléfonoasuhermano.

—Feliz Pascua a ti también—le deseaNathaniel alegremente, y le cuenta queestá viendo el letrero de Hollywood a través de colinas y cañones. Está radiante;nunca le había visto tan feliz. Desde una terraza cercana un vecino mira concuriosidad a mi invitado, con su precinto policial amarillo a modo de bandolera.Nathaniel añade—: Estoy con el señor y la señora Lopez y la pequeña Caroline.EstoyviendoelletrerodeHollywood,Jennifer.NosabíaqueLosÁngelespudierasertanbonito.


24

AdamCrane,de laFilarmónicadeLosÁngeles, seponecontentísimoal saberqueNathaniel se ha trasladado a una habitación y está progresando en otros aspectos,tantoqueleofreceunainvitaciónparaquevayaacualquierconciertodelDisneyHallsiempre que quiera. Me pregunto si Nathaniel estará preparado. Es un hombrediferente del que fue al ensayo hace seis meses. O eso, o sencillamente yo meencuentromáscómodoconél.Loquesíséesquecualquiermencióndelauditoriolehace caer en la ensoñación. Le ocurre lomismo cuando le pregunto si le gustaríaasistiraunconciertodemúsicadecámara.

—Yalocreoquemegustaría—responde.—¿Sedacuentadequeestavezseráunconcierto,nounensayo?—Nohayproblema—afirma.La preocupación que tenía hace seis meses, de estar entre un público

multitudinario y sentirse fuera de lugar, ha desaparecido. La única pega es elprograma.MeexplicaquelaSerenataenmimayor,Op.8,elTríoparapianon°3endomenor,Op.1,n°3yelCuartetodecuerdan°5enlamayor,Op.18,n°5noestánentrelasobrasmáscelebradasdeBeethoven,yquenoveremosalaorquestaentera«consusseccionescompletas».

—No se preocupe.—Le tranquilizo—. Estamos invitados a asistir a cualquierconcierto;éstebienpuedeserelprimerodemuchos.

Unavezmás,CranenosrecibeenelvestíbuloydispensaaNathanieltratamientoVIP,nosacompañahastanuestrosasientosyentablaunaanimadaconversaciónsobreelprograma.EnestaocasiónNathaniel lleva la ropamáscuidadaymás limpia; senotaquesehaarregladoconesmero.Aguantasentadodoshoras,relajado,llevandoaratoselritmocongolpecitosenlapiernaoprofiriendoalgúnqueotro«¡bravo!».

Menos de un mes después volvemos a ver a la Filarmónica interpretando laQuintay laOctavasinfonía deBeethoven.Nathanielme llamaunosdías antesdelconciertoparapreguntarmesipuedellevaraunamujerllamadaPamelaWilson,alaque conociómientras trabajaba en un documental sobre losmúsicos deSkidRow.Claroquesí,lecontesto,aunqueignoroquéinteréstieneenella.Sóloesunaamiga,precisa.Alisonnosacompaña.LoscuatropasamosunaestupendatardededomingoenelDisneyHall.Cranenosconducealamismazonadondenossentamoslaúltimavez. Nathaniel está de muy buen humor. Pienso que es debido a la presencia dePamela Wilson. Es una mujer inteligente y atractiva, unos años más joven queNathaniel.Nopuedoevitarsentirciertapreocupaciónalrecordarelcomentarioquehizoenmicasasobrequequeríaformarunafamilia,ymepreguntosinoalbergarásentimientoshaciaWilsonqueterminaránhaciéndoledaño.

Cranenosruegaqueledisculpemosjustoantesdelcomienzodelprograma,puesdebeocuparsedepresentarelconcierto.NathanieldivisaaPeteSnyderyaBenHongen el escenario y pronuncia sus nombres quedamente, sonriendo con alegría. A


continuaciónescuchamoslavozdeCrane;Nathanielarticulasunombretambién.LoúltimoqueanunciaCranepormegafoníaesquesevaagrabarelconcierto,portantoseruegaalosasistentesqueseabstengandeaplaudirhastaquelasalahayaquedadoencompleto silencio al finalde cadamovimiento.De lasmásdedosmilpersonasque oyen esta petición solamente una la ignora.Al final de laOctava Sinfonía unoyenteestáemocionadohastaunosnivelesdepasiónincontenible.Selevantadesuasientocomounresorteencuantolaorquestatocalaúltimanotay,antesdequeelsonidoseextingadeltodo,sueltaunsolitario«¡bravo!».

Nathaniel.

SiaNathanielsumentelejuegamalaspasadas,lamíatambiénamí.Meobligoacreerquetodoesposible.MomentoscomoelalmuerzodeldíadePascuaenmicasayelconciertoenelDisneyHalldejanentreveraunhombreencantador,ingeniosoyapasionado. El crecimiento positivo de su potencial es tan grande queme engañopensandoque,amedidaquemejora,irándisminuyendosusmomentosmásoscuros.Supongo que hay un cierto grado de egoísmo por mi parte. No sólo deseosinceramentequeprogrese,sinoquemegustaríapoderdecirqueyocontribuíaqueesosucediera.Sí,hedeadmitirqueelegodesempeñaunpapelenello,pormásquemegustaríacreer locontrario,ymis sacrificios tendríanmás sentidosi sedieraunfinalfeliz.CuandolagentemepreguntacómolevaaNathaniel,nuncalesdigoquesigueescribiendoenlasparedesdesuapartamento,quedevezencuandoledapordibujar esvásticas o que desearía borrar del mapa a los fumadores. Tampoco lescuento que algunos días se echa polvos de talco en la cara y se llama a símismoseñorBlanco[15],niqueavecesllevaunsujetadoralcuelloamododepañuelo,ynisabe dar una explicación al respecto ni es consciente de lo extraño que resulta.Cuandolagentemepreguntacómoleva,suelocontestarquelosasistentesalDisneyHallaguzabaneloídoduranteelintermedioparaoírlasobservacioneseruditasdemisofisticadoamigoNathaniel,queaúntienemuchocaminopordelante,perovabien.Quizá también me engañe al pensar que tengo la paciencia y el temperamentonecesarios para trabajar en el campo de la saludmental con dedicación exclusiva.Alison llevaba razón en eso. Aunque aún no he descartado del todo la idea decambiar de profesión, e incluso he hablado con el director de una organización nogubernamental sobre un posible trabajo, he resuelto seguir con la columna demomento.

Undía,enelpatiodeLAMP,unasiduodellugarmeenfrentaamislimitacionescomotrabajadorsocialamateuralofrecermeunbañoderealidadyunacrítica.

—¿Cuándova a escribir la historia verdadera sobre su amigoNathaniel?—mepregunta.

—¿Aquéserefiere?


—Alaformaenquetrataalagentedeaquí.—¿Yquéquieredecirconeso?—Acómo se dirige a la gente.Menudaboca tiene.Si no eres negrata, eres un

blancodemierda.Esetipodecosas.Sé que no es raro que los esquizofrénicos sean extremadamente religiosos o

racistas.LoqueignorabaesqueNathanielsehubieraimplicadoenenfrentamientoscotidianosconotroshuéspedesdeLAMP.

—Sí que tenemos algunos problemas —reconoce Stuart Robinson cuando lepreguntoquéestápasando.

Porlogeneral,elenfrentamientocomienzacuandoalguiensesaltalossupremosmandamientosdelcódigodeconductanonegociabledeNathaniel:nofumarásynotirarás las colillas al suelo. En su imaginación, los culpables merecen pasar laeternidadenel infierno, asándosedespacioencamposdecenizas.Elhombrecultoquehabíasidotanelocuenteenmicasayencompañíademúsicosdefamamundialllamaalosinfractoresnegratas,blancosdemierdaymaricas,ysinolesgusta,élsemantieneensustrececonlospuñoscerrados,dispuestoadefendersusconvicciones.

¿Esposible que apenas conozca aNathaniel, quemis deseos egoístas, unido alhechodequeporlogeneralélsecomportebienenmipresencia,meimpidanverconclaridad?Cuantomáslofrecuento,másvislumbroaeseotroNathaniel.

—Ésaeslaclasedeconductanegrataquehacequetodostengamosmalafama—me suelta un día en que dos huéspedes negros, los dos fumando, mantienen unadiscusión beligerante sobre quién le debe un dólar al otro. La cólera deNathanielcrece a laparque lade losdoshombres, como si se alimentarade ella—.Esoes,consigue otro dólar y ve a comprar más cigarrillos y toma esas drogas que estánMATANDOa lasmujeresya losniñosdeLosÁngeles.Pesteblanca,pestebubónica,anemia de células falciformes.Os estáismatando a vosotrosmismos. ¡Y ME ESTÁIS

MATANDOAMÍ!

Tratodecalmarlo.Élcontinúadespotricandoconqueesotienequeterminar,quenodeberíandejarentraraesagentuzaaquí,quehabráquehaceralgoalrespecto.LeprometoquehablaréconStuartRobinsonyélreplicaquemásvalequemequejeaalguien más, porque Stuart Robinson «no es lo bastante hombre para hacer sutrabajo».

Tieneunmaldía,medigo,aunqueséquese tratadealgomás.Elhombrequevinoamicasaexiste,ymefiguroqueresurgirá.EsteNathanielestanrealcomoelotro,yúltimamenteparecequededicatantotiempoabuscarseproblemascomoantesatocarelcheloyelviolín.AestosereferíaMollieLowerycuandomeavisódequelarecuperaciónnoeslineal.Avecesesunpasoadelante,otras,unpasoatrás,yotrasmás es imposible ver la diferencia. Las soluciones generan nuevos problemas.Nathaniel ha pasado a formar parte de una comunidad y ello le crea conflictoscotidianosconlosdemás.Tieneunapartamento,sí,perohaempezadoamolestaralosvecinosyaladirecciónporquelehadadoporpintarenlasparedesdedentroyde


fuera.¿Quéhagoahora?

Seismesesdespuésdequeelalcalde incluyeraSkidRowensulistadeasuntospendientes,laMisiónMedianocherecibeauntropeldefuncionarios,incluidoel«zardelossintecho»deGeorgeBush,paracelebrarlaaprobacióndeunplanadiezañosvistaparamejorar laprecaria situaciónde laspersonas sinhogarenel condadodeLosÁngeles.Elprogramanotienemalapintasobreelpapel,dentrodeloquecabe,sibien cualquier plan gubernamental que se proponga erradicar una lacra social deproporcionesmonumentalesestácondenadoalfracaso.Parazanjarelproblemadelossintecho,lossupervisoresdelcondadotendríanqueacabarconlapobreza,enderezarlas escuelas, construir varias docenasde centros comoLAMP, proveerdeasistenciasanitariagratuitaaaquellosquenolatienen,solucionarlacrisisdelaaccesibilidadala vivienda y desarrollar una economía de salario mínimo, nada de lo cual estácontemplado en este plan. El elemento clave de este proyecto de cienmillones dedólareseslaexigenciadequecincocentrosregionalesseencarguendelosnoventamil indigentes que se estima que hay en el condado; pero ni siquiera eso pareceviable,porquenohayniunasolacomunidadquequieratenercercanadaparecidoaSkidRow.PhilipMangano,elcoordinadornombradoporelpresidenteBush,cogeelmicrófonoparaproclamarqueelsufrimientodetantagenteesunavergüenza.YZevYaroslavsky,elsupervisordelcondadodeLosÁngeles,estádeacuerdoconquehallegado elmomento del cambio. «Tenemos el impulso para hacer algo al respecto,tenemosundineroadjudicadoparaello,ypuedequeestaoportunidadnosevuelvaapresentarenloquenosrestadevidapolítica».

Apesardequeestoyescuchando,noestoydel todoen la sala.Esta reuniónhacongregadounacaravanadefurgonetasdeinformativosdetelevisióndebidoenparteal reportaje sobre Skid Row y la historia de Nathaniel. Sin embargo, él ya estárecibiendo la clase de ayudade la que los funcionarios estánhablando, y no estoysegurodequea la larga levayaahacerningúnbien.Mellevóunañoconvencerloparaqueentraraenunahabitación,yahoraseencuentraenelpatiodeLAMP,amediamanzanadellugardondeseestácelebrandoestareunión,armandootroalboroto,porloquesé.Amedidaquesedesarrollalareunión,algunosempleadosdeSkidRowmeestrechanlamanoomesusurransugratitudpormicontribuciónaatraerlaatenciónsobresusituación.Mesientoincómodoyenabsolutomerecedordetantasmuestrasdeapoyo.Depronto,veoporelrabillodelojoquealguienseacerca.Peroestetiponotieneningunaintencióndefelicitarme.

EsunresidentedelcentrodelaciudadaquienyahevistoantesydelcualheoídoqueestáentreloscríticosquepiensanquemiúnicointerésenSkidRowesmigloriapersonal.


—¿Cuánto?—preguntaunayotravez.Varias cabezas se giran y noto cómo me sonrojo. Me siento avergonzado y

enfurecidoapartesiguales.¿CuántodineromeestoyllevandoporexplotarSkidRow?,continúa.¿Cuántopor

explotaraNathaniel?Haoídoqueestoyescribiendounlibrosobretodoello.¿CuántolevoyadaraNathaniel?

Seme acelera el pulso yme arden las orejas. Lo único que oigo es: ¿cuánto,cuánto,cuánto?

Procuronohacerlecasohastaqueyanopuedomás.Meinclinohaciaestehombregreñudo,alquelesacolacabeza.

—Noesasuntosuyo—mascullo.Élsigueinsistiendo.Séquenodeberíaprestarleatención,nitampocomarcharme.

Pero,insensatamente,sientoquedeboresponderle.Asípues,leindicoconlacabezaque salgamos al pasillo. Nos sigue un empleado de la MisiónMedianoche y dosagentesdepolicíaquehanacudidoalareuniónconelsheriffdelcondado.Hanvistoalgoenmisojosquelespreocupa.

Con los dientes apretados, le hago saber a mi fustigador que mi libro y mirelaciónconNathanielnosondesuincumbencia,yquenocomprendoaquévienemontarunespectáculoparaleloenunareuniónpública.Soltarestaspalabrasnomecalma;alcontrario,mesacaaúnmásdemiscasillas.Unavoz interiormeaconsejaquedémarchaatrás,peronopuedo.¿Esasícomosesienteunoantesdeuninfarto?Estoytemblando.Mevibranloscarrillosaldarleungolpecitoenelhombroconundedo.Loúnicoquemeimpideperderlospapelesyhacerunatonteríaespensarenlapésima imagen que daría que me sacaran pataleando, tal vez con una camisa defuerza,deunareuniónsobreelinfiernodeSkidRow.

—¡Esonoesasuntosuyo!—repitoporúltimavez,comosisirvieradealgo.Yahaconseguidoloquequería.Mealejoyvuelvoalareuniónsinaliento.Alaprimeraseñaldequeestáapuntodeterminarmedirijoalasalida.

Todo lo que he escrito sobre Nathaniel es extremadamente personal y, sinembargo,lohecompartidoconmilesdelectores.¿Loheexplotado?¿Esposiblequesiga escribiendo sobre él sin hacerlo?Me he preguntado esto antes, y la respuestasiguesiendolamisma.Cuentolahistoriadesuvalentía,sutremendasituaciónysuhumanidad,ycreoqueesensubeneficio,enelmíoyeneldelpúblico.Sisoytansensiblealascríticasesporquemesientofrustradopormislimitacionesyporquenosésial finalhabré tenidoen lavidadeNathanielel impactoqueélha tenidoen lamía.


25

Lo que sí sé es que no puedo quedarme sentado esperando a que Nathaniel sedestruya.Lasoluciónes tanobviaquenopuedocreerquenosemehayaocurridoantes.Un estudio demúsica. Si tuviera un sitio al que ir, aparte de LAMP y de suapartamento, lo alejaría del conflicto y le proporcionaría un poco de intimidad ymotivación. Sería casi como ir a trabajar todos los días, o al colegio. Podríadespertarse, desayunar y dirigirse a su estudio a practicar o a tomar lecciones.Noestoy pensando en nada del otro mundo, ni tampoco en un estudio de grabaciónexactamente.Cualquierlocalviejoserviría.Sileapetece,puedeponermilletrerosdePROHIBIDOFUMAR,colgarenlaparedalhombredeMarlboro,loquesea.LoidealseríaenviarloavarioskilómetrosdeSkidRow.Pero¿cómovoyaconseguirquevayaallí todos losdías?Parabienoparamal,Nathanielconsideraqueésteessubarrio.Asípues,empiezoarecorrerlazonaenbuscadecartelesdeSEALQUILA,pensandoquequizápuedaasumirelgastoantesdequelapretendidareformaurbanísticadelazonapongatodoporlasnubes.PeromeencuentroconqueinclusoenSkidRowlospreciosestánfuerademisposibilidades.

CaseyHorantienelasolución.El otro centro de LAMP, a dos manzanas de donde vive Nathaniel, va a ser

remodelado.Horanopinaqueunestudiodemúsicapodríaencajaren losplanes,y,aunque no sería exclusivamente para Nathaniel, podría utilizarlo siempre quequisiera.

—Podríamosnombrarloartistaresidente—sugiereHoran.Estupendo.

—¿Unestudio?Yatengouno.—Tieneunestudio-apartamento.Estoseríaunestudiodemúsica.—¿ComoelDisneyHall?—Notanrefinado.—¿Unestudio,conSonyoalgoasí,dondepudiéramoshacergrabaciones?¿Usted

podríallamaraalguiendeSony?—Esto sería mucho más modesto, aunque supongo que podría grabar allí si

quisiera, practicar con el señor Snyder y enseñar a todos aquellos que deseenaprendermúsica.Podríadarmeclasesamíotravez,sicreequeesononosvolveríalocosalosdos.

Seleveintrigado,perodeclaraquesivaatenerunestudio,deberíaestararriba,enelDisneyHall.

—Nomegustaría tenernadaquever con losvándalosy ladronesque lo robantodo y tratarían el estudio como si fuera un cenicero—objeta—.A esa gentuza le


importatodouncomino,menossusdrogasysuschorradas,ynopiensoaguantarelridículo comportamiento de esos cabezas de chorlito. Ni en LosÁngeles, ni en laciudad de Nueva York, ni en Cleveland, Ohio, se puede fiar uno de ellos,contaminándoseydestrozándoselamenteconesadrogallamadatabaco.

—Usted sería el artista residente —alego—. Vamos a tener que buscarle unnombre.

—¿Unnombreparaqué?—Parasunuevoestudio.—Yonoquieroningúnestudio.Nonecesitounestudio.Yatengomiapartamento.—No es lo bastante grande para tocar con sus amigos. No se lo había dicho:

alguienquieredonarleunpiano.—¿Unpiano?—Setratadeunodemislectores.Haleídounademiscolumnasydicequetiene

unpianoqueyanoutiliza.Podemosponerloenelnuevoestudio.Puedetocarloustedsolouotrapersonaparaqueleacompañemientrastocaelchelooelviolín.Tambiénmeencantaríaoírletocarelcontrabajo;ojaláencontráramosuno.

—Puedoponerelpianoenmiapartamento.—Novaacaber.—¿Esunpianodegrancolaodecolamignon?—Creo que es un piano vertical. Pero apenas tiene sitio para dormir en su

habitación.Hayqueponerelpianoensunuevoestudioparaquepuedaestarahíconotrosmúsicos.Yahorapiensecómoquierellamarlo.

Insiste en que si el estudio va a ser una realidad, le gustaría que se emplearatambiénparaexposiciones,lecturasdepoesíayrepresentacionesteatrales.

—Eso dependerá de usted—replico—, ya que será el artista residente. PodríarepresentarHamletyhacerdeprotagonista.

Yatienepensadounnombre.—TeatroBeethoven,SeñorLopez,PequeñoAuditorioWaltDisneyde lasArtes

delaInterpretacióndeLosÁngeles,California.—Demasiadolargo—arguyo—.DeberíahaceralusiónalaEscueladeCleveland,

dondeestudióconHarryBarnoff.—¡Ya lo tengo! —exclama—: Estudio Lopez Beethoven Cleveland de Los

Ángeles,patriadeBeethoven.Comoquieraqueacabellamándose,elestudionosematerializaráhastadentrode

unassemanas,sinomeses,ymientrastantoNathanieldesoyemisugerenciadequedebería seguiradelanteconsupromesadeconsultaraunmédico.Le recuerdoquedespués de mudarse al apartamento sus palabras textuales fueron: «Apoyaré acualquierpsiquiatraquemeapoye».Pero ahora insiste enquenonecesita ayudayalega que uno no puede fiarse de ningún miembro de la profesión médica. Leexpongoqueheconocidoamuchosesquizofrénicosqueselevantanporlamañanayvanaltrabajooalaescuela,tienenfamiliayunavidafructíferaconlaayudadeuna


atención sanitaria regular y medicación. Entonces Nathaniel me cuenta que enCleveland lo detuvieron y lo llevaron a hospitales psiquiátricos demasiadas vecespara llevar la cuenta, y que ha ingerido todos los psicofármacos conocidos.Nadie,sentencia,leharápasarporesootravez.

—Hayunanuevageneracióndemedicamentos—leexplico—.Lagentequeteníaproblemascon losfármacosantiguosdiceque losnuevosfuncionanmejory tienenmenosefectossecundarios.

—Ya,bueno,yononecesitonadadeeso.

Cuandoeraniño,mispadres,italianaellayespañolél,mellamabancabezaduraenitalianoyenespañol,yAlisonhaceotrotantoeninglés.Yesverdad,encualquieridioma.Debodehaberheredadoalgodelespíritudel inmigranteconquecrecieronmis padres como californianos de primera generación.Claro que puede que enmicasoseaterquedadasecas.Sospechoqueestotienealgoqueverconlaconfabulaciónque estoy tramandopara queNathaniel y la doctoraPrchal se vean.Aunqueya seconocen, no creo que Nathaniel sepa que ella es psiquiatra. ¿Y si un día da lacasualidaddequeladoctoraestáconmigocuandopasoaveraNathanielylostrescharlamosunratodeestoydelootro?Prchalpasaríaporserunaconocidamía,nounadoctora.Conunascuantasvisitasasí, talvezellapodríaconvencerlodequesepusiera en tratamiento, como ya sugirió aquella noche en el Little Pedro’s BlueBongo.

—Deacuerdo—asientePrchal—.Podemosintentarlo.AccedeaencontrarseconNathanielyconmigoantesdeiratrabajarundíaalas

siete de la mañana en el patio de LAMP. Nathaniel y yo llegamos casi al mismotiempo. En cuanto le veo sé que va a haber bronca. Está tenso, con la expresiónsombría.CuandollegaPrchalcasinilasaluda.LadoctorayyonossentamosenunadelasmesasdepicnicyNathanielsequedadepie,manteniendoladistanciaconunaactitudcomosiestuvierapensandoensalircorriendo.

—Nathaniel,hepedidoalaseñoraPrchalquevinierahoyaquíporqueséquehastenido algunas diferencias con la dirección. CaseyHoran está de viaje, así que hepensadoquequizátegustaríahablarconlaseñoraPrchalsobreloquetepreocupa.

Prchal tiene el ceño fruncido y los labios apretados.Me pregunto si no habrémetido la pata al sugerir que ella trabaja en administración. Prchal, a su vez, sepresenta como médico y Nathaniel me lanza una mirada. ¡Vaya!, parece estarpensando,mehatendidounatrampa.

Me da tanmala espina el rumbo que está tomando el asunto que considero laposibilidaddesuspenderlareunión.Peroyaesdemasiadotarde.

—El problema que tengo es que los supuestos empleados de este lugar son unhorror—sedesahogaNathaniel,levantandoelpuñohaciaelsegundopiso,dondeestá


laoficinadeRobinson—.Lapegaquetengoesqueningunosabehacersumalditotrabajoporque son todosunos imbéciles,yunaVERGÜENZA, yno aguantoque esoshijosdePUTAmediganloquepuedoyloquenopuedohacer,cuandoellosnotienenni idea de cómo hacer su puto trabajo porque son unos incompetentes, unosignorantes y unos cabrones de mierda incapaces de ocuparse de los aspectos mássencillosdesusobligaciones.

Tienelosojosrojosdeira.Nuncalohabíavistoasí,ynimeimaginoloquepuedepasaracontinuación.Condiscreción,coloco lospiesdemaneraquesi seabalanzasobrePrchalpuedaprotegerla.Realmentenocreoquevayaahacerlenada,peronoconsigoentenderloquelepasaynopuedoestarseguro.Hayalgoirreconocibleensumirada.Procuropermanecercalmadoyhablarleenuntononormal,conlaesperanzadequelatemperaturabajeunpardegrados.ElseñorRobinson,alego,tienemuchasresponsabilidadesylasllevacomomejorsabe.Peroestosóloempeoralascosas.

—El señorRobinsonNO hace su trabajo. El señor RobinsonNO SABE hacer sutrabajo, porque si lo supiera, yo no tendría que ocuparme de toda laESCORIA queentraaquídelacallearobartodoyadenigrarestapropiedadconsusfeas,suciasydelictivascostumbres,porlasqueelseñorRobinsondeberíaMORIR,puesnotienenielsentidocomúnnilasagallasnilaputacapacidadparaHACERSUMALDITOTRABAJO

¿MEEXPLICO?,yquieroqueSEVAYADEAQUÍ,esavíboraDESPRECIABLE,élvalemenosqueunavíbora,ytodoslosincompetentes,débilesoidiotasquenoseancapacesdedesempeñarsulabor.¿ESTÁCLARO?

Sigueasídurantequinceminutos.Prchalsoportaelataqueverbal,ycadavezquetrataderesponderconcalma,élvuelvealacarga.Elpechoselehincha;suspuñossoncomopiedras.Tengolasdosmanossobrelamesa,listoparaapoyarmeenellasysaltarrápidamentesifueranecesario.

Prchalmiralahoraensureloj—lassieteyveinte—,selevantaensilencioysemarcha.Con ella se va parte de la tensión, aunque tampocomucha. Sentado en lamesadepicnic,me siento desalentado y hundido por el espectáculo que acabo depresenciar.Havenidoaayudar,lerecriminoaNathaniel,ygritarlenohaservidodenada.Arguyoque,amimododever,StuartRobinsonesunbuenhombre,yquesiesperaseguirdisfrutandodelprivilegiodeunapartamentoy trescomidasaldía,eshoradequeempieceatratarloconmásrespeto.

Nathaniel asiente de mala gana. En el momento de marcharme veo en él unasomodearrepentimiento.PeroapenasmealejodeLAMPvuelveapelearseconsigomismoyavocear.Looigohastaquellegoalcoche.Cierrolapuerta,girolallavedecontacto,pongolaradioysuenaunasinfonía.Lamúsicaesconmovedorahasta laslágrimas.Mozart,imagino.Mequedoquietounosinstantes,abrumadoporlabellezadelamúsica,quecontrastaconlafealdaddeSkidRow.Unborrachoorinadecaraaunedificio.Unamujertrastornadagritaasusdemonios.Unniñodeunosochoodiezañosconlamochilaalaespaldavacaminodelcolegio.Apagolamúsicayarranco.


26

MiviajeaNuevaYorknotieneotrarazóndeserqueladeconocerunpocomejorlaotrapartedelavidadeNathaniel.Quierocaminarporlosmismospasillosqueélalos veinte años, recuperar su expediente académico y ver las calificaciones y lasanotaciones de los profesores. Anhelo echar un vistazo también al edificio deapartamentos donde tocó la Serenata para cuerda de Chaikovski mientrascontemplabacómocaíalanieveporlaventana.Haymuchascosasdeélquenosabrénunca. Ignoro lo que oye y ve, ni lo imagino.No sé si se vino abajo debido a lapresióndesernegroenunambientepredominantementeblanco,aquetuvounmalviaje, al altísimo nivel de exigencia de Juilliard, a un desequilibrio químico o a lasumadetodoeso.Ignorosiseráverdadquedelgenioalalocurahayunpaso,oquelos músicos y los artistas son más susceptibles de sufrir crisis nerviosas. CuandoalguiensugierequeNathanielesunejemplode losegundo,yoarguyoqueenSkidRow abundan las amas de casa, los fontaneros, vendedores y camioneros que hanpadecidocolapsosnerviosos.Laenfermedadmentalnoeligea losmásdotadosoalosmásinteligentes,nialosmásricosoalosmáspobres.Esdespiadadayamenudosepresentacomounatormentaimprevista,derramandounaguaceroimplacablesobrelossueñosjuveniles.

NathanielllegóaNuevaYorkenelotoñode1970trasdisfrutardeunañobecadoenlaUniversidaddeOhio,dondelefuemuybien,sibienestabaresueltoaseguirlospasosdeHarryBarnoff.AlfinaldelaprimaverabordósuaudiciónparaingresarenJuilliard,llamóaBarnoffparacomunicarlelanoticiaypasóelveranoestudiandoconotrosalumnosdelafamosaescuelaenelFestivaldeMúsicadeAspen,dondetuvoqueenfrentarseporprimeravezcon la intensapreparaciónyconmúsicosqueeranpor lomenos tan buenos como él. Pero si el aire estaba enrarecido enAspen, deltechodeJuilliard tendríanquehabercolgadomascarillasdeoxígeno.NathanielmehacontadoqueelestómagoseleagarrotóencuantoviolaslosetasgrisesdelbloquequeconstituyeelLincolnCenter,ubicadoenelUpperWestSidedeNuevaYork.

Joseph Russo, viejo amigo y compañero de clase de Nathaniel, ha accedido aacompañarmeporeledificio.Merevelaquesieraslobastantebuenoparacruzarlabarrera de seguridad y entrar en el recinto sagrado, se daba por hecho que erasexcepcionalyseesperabaqueacabarassiendoextraordinario.Funcionabaigualparaactores,bailarines,cantantesymúsicos.NoerararoquecuandoNathanielsacabasucontrabajo de las taquillas del tercer piso y se dirigía a clase con el enormeinstrumento tuvieraqueesquivaraalgúnbailarínquedabavueltaspor lospasillos,preparándose para entrar en un aula. El actor Kevin Kline empezó en Juilliard elmismo año que Nathaniel. John Houseman era uno de los profesores. La músicallenaba los pasillos y el aire crepitaba con energía creativa.Era una atmósfera queunosalumnosencontrabanestimulanteyotrosaterradora;abundabanlosúltimosenlacuartaplanta,dondedecenasdesalasdeprácticasdeltamañodeceldascarcelarias


flanqueabanlospasillos.Podíansersalasdetortura,reconoceRusso,yeldolornuncaeramayorquecuandooíasaotroestudiantetocarmejordeloquecreíasposible.Pormuybuenoquefueras,siemprehabíaalguienmejor.AlotroladodelacalleestabaelAveryFisherHall,sededelaFilarmónicadeNuevaYork,yahísólollegabalomejordelomejor.Lasmatemáticaseranmuysencillasylasprobabilidadesdesalentadoras.LainmensamayoríadelosestudiantesdeJuilliardnuncapisóelAveryFisherHallniningunaotrasaladeconciertossinpagarentrada.Siaspirabaaserunodelospocosafortunados, Nathaniel, uno de los veinticinco estudiantes aproximadamente deJuilliard que empezaron el mismo año que él, tendría que hacerlo mejor que suscompañeros,muchosdeloscualesproveníandeambientesprivilegiados.Nosesentíaintimidado, si bien eramuy consciente de que era el hijo negro de unamujer queregentabaunsalóndebellezaenCleveland.

Lahabitación315sediseñódemaneraquelefaltaraelaire,sinventanas,comounrefugioantiaéreo,ypocohayenellaapartedeunamesayunascuantassillas.EnellaNathaniel había hecho la audición en primavera y volvió a tocar aquí para sunuevoprofesorymentor,HomerMensch,elcualdecidiríaaquéorquestadestinaríanaNathaniel.Lepidieronque tocaraElcarnavalde losanimales,deCamilleSaint-Saëns,unclásicoenelrepertorioparacontrabajodesolosorquestales.EnlacreacióndeSaint-Saënselbajoeselelefante;asípues,Nathanielhizotodoloposibleparaquedelinstrumentodesegundamanoydemaderacontrachapadaquelehabíacompradosu madre en Cleveland por poco más de cien dólares le saliera un respetablepaquidermo.

MientrasNathanieltocaba,Mensch,antiguomiembrodelaFilarmónicadeNuevaYork, lo observaba y oía todo. Losmovimientos del arco con lamano derecha, eldeslizamiento de la mano izquierda sobre el diapasón, el tono, la musicalidad. Elprofesor pensó que lamemoriamusical deNathaniel era susceptible demejorar, yaunquelefaltabaafinación,sequedósorprendidodelsonidocálidoycontundentedeaquel joven.Todas lasnotas teníansentimientoyexpresión, inclusocuandoel tonoestabaligeramentedesajustado,ysuvibratoeraasombroso,movíalamanoizquierdaconlasuavidaddeunamariposaalposarse.AMenschlehubieragustadoverunusodelarcomásregularyexpertodesdeelpuntodevistatécnico,aunquesabíaqueeracuestión de práctica. El sonido, en cambio, era algomuy distinto que no se podíaenseñaralosestudiantes.Osetieneonosetiene.

MenschdedujoqueNathanielerademasiadobuenoparalaorquestaderepertorio,sibiennoestabalistoparaformarpartedelaorquestadeconciertos.Lodestinóalaorquestateatral,convencidodeque,siseesforzabamucho,elpotencialdeljovenerailimitado.«EseNathanielsabetocar»,lecomentóaHalSlapin,uncontrabajistaqueestudiabasegundoañocuandollegóNathaniel.Nosóloteníatalento,añadióMensch,sino que además le echaba ganas. Nathaniel Ayers no había ido a esa escuelasimplementeadefenderse.


TreintaycincoañosdespuésdeabandonarJuilliard,elexpedientedeNathanielsigue estando en el sótano de la escuela. Resulta extraño sostener su historial yreconocersuletra.Ensusolicitudseñalacomodesconocidaladireccióndesupadre.Afirmaquesufuentedeingresoseslimitadayquecuentaconunamodestabecadeun fondo que Harry Barnoff ha conseguido en Cleveland. El archivo contiene suexpedienteacadémicoylosjuicioscríticosdelosmiembrosdeljurado.Estosjuiciosocupan medio folio y son como breves boletines de notas de las audicionesimportantesqueserequeríanparalospuestosenorquestasyparalaevaluacióndefindeaño.

EnelprimersemestredeNathanielenJuilliardnoocurriónadaqueafectaraasuconfianza,sibiendescubrióqueeltrabajonohabíahechomásqueempezar.ObtuvounsobresalientebajoenlaasignaturadecontrabajoconMenschyunsobresalienteenorquestateatral.Encambio,sacóunaprobadoenpiano,ynotablesenentrenamientodel oído y literatura musical. En el segundo trimestre obtuvo un notable bajo enliteratura, pero en entrenamiento del oído sólo llegó al aprobado bajo.Al final delprimerañootraaudicióndeterminaríaloquehabíaprogresadoysiselemanteníalabeca.Volvió a tocar a Saint-Saëns, como en su primer encuentro conMensch, asícomo a Brahms y a Koussevitzky. El jurado lo componían tres personas: HomerMensch, el profesor de contrabajo; David Walter, otro legendario contrabajista, yChanningRobbins,unapreciadoviolonchelista.

Walternoencontrónadaqueledisgustara,asíquelascalificacionesqueescribióenmediofoliofueronentusiastas:

Talento:sobresaliente.Técnica:sobresaliente.Tono:sobresaliente.Ritmo:sobresalientebajo.Entonación:sobresaliente.Comentarios:excelenteentodoslosaspectos.Sobresalientecumlaude.

ChanningRobbins,quedabaclaseconLeonardRoseyalqueseleconsiderabaunvirtuosodelatécnica,sobretodoconelarco,estabaigualmenteimpresionado.

Talento:excelente.Técnica:excelente.Tono:redondoyvibrante.Ritmo:excelente.


Entonación:excelente.Memoria:músicatradicional.Comentarios: una interpretación muy musical y un talento muy

prometedor.

Mesientocomosíestuvierafisgandoenlavidadeunjovenensuplenitud,yesteregistrodelabrevecarreradeNathanielmellenadeorgulloydeprofundatristezaala vez. Es como mirar fotografías tomadas momentos antes de la repentina einesperadamuerte de alguien. Hago un alto yme recuesto en el asiento, mirandohaciaelpasilloalosestudiantesjóvenesyambiciosos,comolofueélensudía.

Lavaloraciónmáscrítica fue ladeMensch,queeraquien realmenteconocíaaNathanielyopinabaquepodíatocarmejor.Lepusoun«excelente»entalento,perolepareció que el tono, la técnica y el ritmo sólo merecían un «bueno», y en laentonaciónescribió«buenoenlíneasgenerales».

Enconjunto,Nathanielestaballevandobastantebienlasexigenciasylapresión,aunque, según la valoración de Mensch, podía mejorar. Algunos estudiantesevolucionabanrápidamente,aotroslesllevabamástiempocogerelritmo,ymuchosotros abandonaban los estudios, desaparecían y no volvía a saberse nada de ellos.Mensch,queveíalasenormesposibilidadesdeNathaniel,queríadejarclaroqueteníaqueesforzarse.Nathanielconsiguióquelerenovaranlabeca,eljuradoresolvióqueeraaptoparatocarenlaorquestadeconciertoselsiguientesemestre,ydenuevofueinvitadoapasarelveranoenAspendespuésdedisfrutardeunasbrevesvacacionesenCleveland.PodríahabersidounregresoacasatriunfaltrasunañoenNuevaYorkenunodelosconservatoriosmásexclusivosdelmundo,sinofueraporquesufamiliaapenaslereconocía.

Nollevabalaropaconjuntada.Ibadespeinado.Semostrabavehemente,nervioso,provocador. Jennifer recuerda lo incómoda que la hacía sentir con su energíadesbordanteysusviolentasconversaciones.Paratodoslosqueleconocíanbieneraevidentequealgohabíacambiado.EncuantollegóaAspenempezóallamaraHarryBarnoffquejándosedequelaexperienciaeraabrumadora,yalvolveraJuilliardenotoño de 1971 sus notas empezaron a bajar. Sacó un «sin terminar» en músicaoccidental y «aprobado» en todo lo demás, excepto en la asignatura de orquesta.Cuandodebíapermanecersentadodurantelargosperiodosdetiempoenconferenciasy clases estaba inquieto e inseguro de símismo, se distraía y sentía claustrofobia.Empezóaoírvocesyamirarporencimadelhombroparaverquiénestabadetrás,peroeracomoperseguirsombras.Lamúsicaeraloúnicoqueteníasentido.Cuandoselepedíaquesacaraelcontrabajodelafundayempezaraatocarseconcentrabaysesentíatranquiloeinspirado.Juilliardloahogabayloreanimabasincesar.

—Estabaloco—declaraEugeneMoye,violonchelistaquecompartióhabitaciónconélduranteunbrevelapsoyalqueseleconsiderabaunasuperestrella,juntocon


sucompañerodeclaseYo-YoMa.Fueelcolordesupiel(supadreeranegro,ysumadre, blanca) lo que atrajo aNathaniel—.Me llamabaChicoGris—recuerda—.Ambos estábamos en una minoría extrema. Él era un negro irascible y estaba encontradelosblancos.

Nathanielempezóadibujarenlasparedesyeneltechodesuapartamento;hizounas caricaturas increíblemente precisas de profesores y compañeros y garabateóreferencias musicales y epítetos raciales, convirtiendo el piso en un tapizdescabelladodelaangustiaracialdeunmuchachodeveinteaños.Nathanielnodejóniuncentímetrosinpintar.Siempreestabaacelerado;llenabalasparedesdelamismaformaquellenabaeltiempoyelespacio,despotricaba,rabiaba,disparatabacontralagraninjusticiacometidaconlosnegros.

—Noeraunarabiaabsurda,sinofundamentada.Nathanieleracategóricoymuyinteligente—precisaEugene.

El únicomomento en queNathaniel se calmaba era cuando tocaba. Si tenía amano el chelo de Moye, lo cogía en lugar de su contrabajo, sorprendiendo a sucompañero de habitación con su capacidad para extraer un buen sonido de uninstrumento que requería una comprensión y una sensibilidad completamentediferentes.AMoyenoleimportabaloquetocasecontaldequeseestuvieraquietounosminutos.

—Seencontrabaagustocuandotocaba—concluyeEugeneMoye.Pero había más palabras que música. Al mes de mudarse a la habitación de

Nathaniel,Moyehizolamaletaysefue.

EnelsemestredeprimaveradesusegundoañoenJuilliard,Nathanielsuspendióliteraturamusicalyartesvisuales.Sacóun«sinterminar»enmúsicaoccidentalynose presentó a entrenamiento del oído. Su único sobresaliente fue en la clase deorquestadeconciertos,enlaqueavanzóhastalaprimeralíneadeloscontrabajistas.Enlasaladeprácticasdelaorquestadelaterceraplanta,rodeadodesuscompañerosyarropadoporBeethoven,BrahmsyHaydn,seencontrabaestable,ensuscabales,enpaz.

«Una ejecución musical muy sensible», escribió el jurado David Walter apropósito de la interpretación de final de año ante los mismos jueces que habíanvaloradosuinterpretaciónelañoanterior.EstavezNathaniel tocólos tresprimerosmovimientosdelaSonatan°2deBach.«Excelentecontroldelarcoparaconseguirexpresividad.Talvezseríadeseableunespectrodinámicomásamplioeneltonodefa».

Talento:sobresaliente.Técnica:sobresaliente.


Ritmo:sobresaliente.Entonación:notablealto.Memoria:notablealto.Calificación:sobresaliente.Beca:sinduda.

ChanningRobbinsleotorgólamismabrillanteevaluaciónqueWalter,yMensch,igual que la vez anterior, fue un poco más tacaño: le dio un «notable» en líneasgeneralesyrecomendóqueselerenovaralabeca,apesardelossuspensosenotrasasignaturasydesucomportamientopeculiaryenocasionesagresivo.Sieracapazdetocarasídebien,coincidieron los tresprofesores,seguroqueacabaríacentrándose.Ningún miembro del jurado pareció darse cuenta de que el joven y prometedorestudiantedeClevelandestabaperdiendoeljuicio.

En los archivos de Juilliard, en la carpeta sobreNathaniel, no consta lo que leestaba sucediendo. No hay ninguna indicación, aparte de los suspensos y lasasignaturas no terminadas, de que los grandes logros como músico fuesenacompañadosdelossucesosmásdevastadoresdesuvida.

FECHADERETIRADADEFINITIVA:6DEOCTUBREDE1972,

rezaunaanotaciónensuexpediente.

MOTIVO: PROGRAMA DEMASIADO EXIGENTE EN ESTEMOMENTO.

UnanochequehabíaidoaverasucompañeroycontrabajistaDanielSpurlockasu apartamento en el Upper East Side, Nathaniel empezó a formular preguntasinquisitivas a Spurlock y a su novia acerca de la sinceridad de su fe cristiana.SpurlockintuyóqueNathanielestabatratandodeencontrarsucaminoespiritual,porloquecontestóasucompañeromúsicoconsumogusto,hastaqueNathanielempezóa comportarse de manera extraña e inquietante. Todo comenzó con una miradadistanteenlosojos;losiguientequerecuerdaSpurlockesaNathanielquitándoselaropa.Aquéllepidióquesedetuviera,perofueenvano.SunoviasaliócorriendodelahabitaciónyaSpurlocknoseleocurrióotracosaquellamaralapolicía.LlevaronaNathaniel a urgencias psiquiátricas del Hospital Bellevue, donde le diagnosticaronesquizofreniayletranquilizaronconelevadasdosisdeToracina.

—Recuerdoestarsentadoenlacafeteríaundíaconunosamigosquemecontaron


queNatehabíasufridounaprofundacrisis—mecuentaHalSlapin,uncompañerodeclasequenohabíavueltoaverlo—.EnaquellaépocaJuilliardnoeraunlugardondelos estudiantes tuvieran la oportunidad o se les animara a establecer vínculosafectivos.Comoeradeesperar, lacompetitividaderadurayelambientenoeraenabsolutodegranayuda,sobretodoparaaquellosqueteníanalgúnproblemapersonal.Losestudiantesibancadaunoalosuyo,sencillamenteporquenohabíaalternativa.ElmalestarprovocadoporlaguerradeVietnamconstituíaunaparteimportantedeaquelambiente, había una gran tensión racial y no era raro que muchos estudiantesabandonaranlosestudiosportodaclasedemotivos.Mirandohaciaatrás,teniendoencuenta el origen y las dificultades de Nate, Juilliard, a principios de los setenta,probablementeeraelpeorambienteimaginableparaalguiendesufragilidad.

Estábamos un día enmi coche, escuchando la emisora de radio clásica deLosÁngeles,cuandoNathanielsequedóextasiadoconunaobradesdeelprincipio.

—¿Significaparaustedlomismoqueparamí?—preguntó.Se trataba de una obra bellísima y muy evocadora que empezaba con un

expectante crescendo que se detenía repentinamente al principio del primermovimiento, como un pretendiente enamorado que se detiene para no decirdemasiado.Aquellamúsica hablaba de esperanza y anhelo, era un poema sobre laidea del romance y la promesa del amor. Mi comprensión de la música habíaaumentadomuchísimograciasaNathaniel.Cuantomáslaoía,máslonotabaymásme daba cuenta de los cambios en las emociones.Me preguntaba sobre los temasmusicales ymemaravillaba de la genialidad de esas creaciones, tan universales yduraderasquesobrevivena lamuerteya laguerra,de lavehemenciaexpresiva,deloscaprichosestilísticos,delpasodelossiglos.

—¿Quésignificaparausted?—Leplanteé.—Estome traealgoa lamemoria—respondeNathaniel—.Solíapracticarlaen

Juilliard.MerecuerdodepieantelaventanademihabitaciónenelHotelChalfont,tocandoestapiezamientrasveíacaer lanieve.Ahíestáelcontrabajo.¿Looye?Nopuedocreerquealguienpudierateneralgotanbrillanteenlacabezaylacapacidaddeplasmarenelpapeltodaslasnotasalaperfección.

—¿Quées?—LaSerenataparacuerdadeChaikovski.¿Noespreciosa?Metraerecuerdos.

¿Austedletraerecuerdos?AntesdedejarNuevaYorkcaminohasta la intersecciónde lacalleSetentacon

Amsterdam,dondeNathanielvivióconEugeneMoyeyotroscompañeros.Séquesuhabitaciónestabaenunextremode ladécimaplanta.Veolaventana juntoa laquepracticaba. Puedo oír la música desde esta ajetreada y ruidosa esquina por dondepasanmultituddecochesypeatonesyseoyeelestruendodelmetro.Nathanielmeharegalado la música de Chaikovski ciento veinticinco años después de que elcompositorrusolacreara,poniéndolaotravezdeactualidad.Entiendolapazqueleproduce,unaconstanteenmediodelcaosenunlenguajequeélhabla.Reconozcoel


principio,ycómocontinúaconhumildadeinspiración.Reconozcoelvalsgenialdelsegundomovimiento,yveoaNathanielsiguiendolospasosconsucontrabajofrentealaventanadelviejohotel.


27

Aúnmeresistoadescartarlaposibilidaddequehabráunamejoraimportante,dequeaccederáaponerseentratamientoyseráunadeesaspocaspersonascuyaenfermedadse atenúa de manera espectacular en la madurez. Pero la visita a Juilliard es unrecordatoriodequeNathaniel lleva casi dos terciosde suvida enunpozodelquenadiehapodidosacarlo.Niprofesores,nimédicos,nisumadre.Hasobrevividoasumanera y según sus propias reglas, sustentado por la música durante décadas. Aregañadientes,empiezoaenfrentarmeamislímitesyatratardeaceptarque,aunquepueda ayudarlo, nunca podré curarlo. El doctor Ragins tenía razón. Lomejor quepuedohacerporélessersuamigo.

Nathanielyyovamosjuntosaunpartidodebéisbolyélanimaarabiaralequipode casa, saltando del asiento cuando los Dodgers se ponen por delante de losColorado Rockies. Lleva una gorra azul nueva de los Dodgers. En un momentodeterminadoanunciaqueestápensandoendejardeapoyaralosClevelandIndians.Escuchamos la emisora de radio clásica en el coche y es como tener a unpinchadiscosabordo,puesNathanielhaceloscomentariosymeexplicalascosasconpaciencia.

StuartRobinsonconvenceaNathanielparaquefirmeelcontratodiciéndolequese atendrá a las normas, respetará a los demás huéspedes y se ganará el sustentoofreciendo sus conocimientos y experiencia a los recién llegados. Pero el nuevosentido de la responsabilidad de Nathaniel le hace aún menos tolerante con lastransgresiones,deformaqueunosdíassecomportacomounciudadanomodélicoyotros como un rebelde agitador. Hay una visita que siempre levanta el ánimo aNathaniel. Realmente bebe los vientos por Pam, la documentalista que a veces lellevaalaplayaapasareldíayhablaconéldurantehorastantoenpersonacomoporteléfono.CuandoaNathanielleingresanporunainfeccióndevejigaesaellaaquienllamaparaqueloayudealevantarseylotranquilice.Sonríesóloconoírsunombre.ARobinsonyamínospreocupaqueelenamoramientoseconviertaenobsesiónyacabeporromperleelcorazón.EldíaenqueNathanielcuelgaunafotodeellaenlahabitaciónyempiezaallamarla«miprometida»,RobinsonsugiereaPamquequizásería mejor que no se vieran tan a menudo. Lo crea o no, añade, está dando aNathanielunaimpresiónfalsa.

ParaayudaraNathanielasuperarlosemeocurrepreguntarleporunobjetonuevoporelquesientapredilección.Mecontestaqueantestocabalaflauta,peroqueselarobaron cuando llegó a LosÁngeles y le gustaría tener una. En cuanto la consigocambia de opinión: prefiere una trompeta. La tocó durante un breve lapso siendoadolescente,me cuenta.Cuando le sugiero que quizá ya va siendo hora de que sedecidaporunúnicoinstrumento—elviolínoelchelo,preferentemente,puestoquetantosehadedicadoaellos—,élnolovelógico.Lamúsicaeslamúsica,dictamina,ydecuantasmásformasseaccedaaella,mejor.Asíquelecomprounatrompeta.


—No es el instrumento que mejor se le da —opina Robinson con expresiónafligida,puesalparecerNathaniel toca todos losdíasdurantehorasenelpatiodeLAMP,torturandoalocosyacuerdos.

—Parecequecadadíalohaceunpocomejor—alegoensudefensa—.SeacercaalsonidodeMilesDavis,¿nocree?

Tenerunatrompetasignificaquenecesitapartituras.UndíavamosaunatiendadeSantaMónicaenlaqueNathanielrebuscadurantemásdehoraymedia,comouncríoenunpuestodegolosinas.Noselimitaalamúsicaparatrompeta.Aseguraqueno va a dejar nunca ni el chelo ni el violín, así que necesita este Dvorák, aquelBeethoven, este Bach y ese Brahms. Me cuesta seiscientos sesenta y dos dólaressatisfacersusnecesidades,ypagarnosllevatantotiempocomoconducirhastaSantaMónica.

—SeñorLopez,megustaríavertodaslascolumnasquehaescritosobremí,siesposible—mepideenelcaminodevuelta.

Supeticiónresultaextraña,dadasuacostumbradafaltadeinterés.Hastalafechadebo de haber escrito unas doce columnas sobre él y, si no recuerdo mal, hacomentadodeunpardeellasquerealmentenole interesa leeracercadesímismo.Cuandohacetiempoquisesabersilemolestabaqueescribierasobreél,medijoquelehalagabaqueleconsiderasetanimportante.Ahoramepreguntosilascolumnasnole recordarán lo que tuvo en el pasado, o si no se parecerán demasiado a undiagnósticomédicoqueprefiereignorar.

Le respondoque tenía la impresióndequeno legustaba leer lascolumnasqueescribosobreél.Escierto,asiente,perolegustaríatenerlasdetodosmodos.

¿Yporquénolegustaleerlas?—Es más interesante estar en el mundo que verlo reflejado en un espejo —

sentencia.

Apesardetodossusproblemas,Nathanielsehapasadolavidasinunasoladelaspreocupacionesquenosabrumanalosdemás.Notienedinero,noquieredinero,nonecesita dinero. El problema es que, por lo general, la cama y la comida cuestandinero. Hasta ahora Nathaniel ha podido permitirse la estancia gratis en LAMP enparte porque su historia ha atraído donaciones a la organización. Otros residentescuentan con un subsidio de invalidez que les ayuda a pagar sus facturas, peroNathaniel lleva años sin figurar en ningún registro y asegura que no tiene ningúninterés en solicitar asistencia sanitaria gratuita.Cuando le digo que un libro o unapelícula podrían ayudar a cubrir sus gastos, insiste en que no quiere el engorro demanejar un dinero que no necesita. Le sugiero entonces que propongamos a suhermanaJenniferquesea laadministradoradecualquierposibleganancia.Siaellanoleimporta,zanja,poréldeacuerdo.


—Jenniferesunahermanacariñosaqueyahahechotodoloquepodríapedirle.Contratoaunabogadoparaquepreparelospapeles.Nathanielsereúneconélen

laestatuadeBeethovenydepasotocaelviolínparaél.Estádemuybuenhumoryledaporpresumir.Cuandoelabogadolepreguntasirealmentedeseaquesenombreasuhermanaresponsabledesusasuntosfinancieros,contestaqueleparecebien,peroqueélnoquiereiraljuzgado.Elabogadoreplicaquecreequeesopuedearreglarse.

Dos semanas antes de la visita de Jennifer me acerco a LAMP a entregar lospapelesaNathaniel.Aunquenotienequepresentarseenel juzgado, la leyrequierequeselenotifiqueelprocedimientodecuraduríaejemplar.

—¿Tengo que ir al juzgado? —pregunta cuando le entrego el sobre de papelmanila.

—Ustedno;Jennifersí.Nathanieldejacaerelsobredentrodesucarritoyseponeatamborilearsobrela

fundadelviolonchelo.Dagolpecitosconunospalillosde tamborquehacogidodealgúnsitio,meneandolacabezaalcompás.EnLAMPestántodosmáscontentosconsustamborileosqueconsustoquesdecorneta.

Dos días después llamo a LAMP para interesarme por él. Tras esperar variosminutosal teléfonovuelveelrecepcionistaymecomunicaqueNathanielnoquiereponerse.

—¿Sabequesoyyo?—pregunto.Nuncaharechazadounallamada.—Sí,leheinformadodequeesusted.—¿Ynoquiereponersealteléfono?—Esohadicho.—Estosíqueesunanovedad.—Talvezpodríaintentarlomástarde.Cuando llamoal día siguientevuelve anegarse a coger el teléfono.Empiezo a

ponerme nervioso.Como su hermana está a punto de llegar he procurado estar encontactoconNathanielymantenerloanimado.Jenniferyélnosevendesdehaceseisaños y sé lo emocionada que está ella. Cuando al tercer día vuelve a rechazarmillamadamepresentoenLAMP yme lo encuentro en el descansillo de las escalerascomouncentinela,soplandolacorneta.

—Esovacadavezmejor—lehalago.Nomehacenicaso.Esevidentequealgomarchamal.—Supongo que sonaría bien en el túnel—añado, consciente de las quejas de

clientesyempleadosdeLAMP—.Seguroqueproduciríaunbonitoeco.Finalmentedespegalatrompetadeloslabiosymeprestaatención.—¿Quétalestá?—lesaludo—.Heintentadohablarconusted,peromedijeron

quenoqueríaponersealteléfono.Seencogedehombrosyhaceunmohín.—¿Pasaalgo?—pregunto.Bajadospeldaños,luegootromásysepara.Sostienelatrompetacomosifuera


un arma, sacudiéndola en mi dirección a una distancia de unos tres metros yamenazando con acercarse. Le relampaguean los ojos, se le marcan las venas. Letiemblatodoelcuerpo,dispuestoparaelataque.

Procuro estar lo más tranquilo posible. Si me relajo, puede que se enfríe laerupción.

—Lediréloquepasa—meespetaconlamandíbulaapretada—.Nopiensoiraningún tribunalnivoyahablarconningún juez.¿Quées todoesoqueponeen lospapelesdequetengounamenteesquizofrénica?

—Noeramásque…—Nosoyesquizofrénico,yNADIE,repito,NADIEvaallevarmeaunhospital.—No va a ir a ningún hospital. No se trata de eso.Ni tampoco a un tribunal.

Jennifervaaocuparsedeeso.—MihermanapequeñaNOvaaveniraLosÁngeles.—Llegaráenunosdías,Nathaniel.Estádeseandoverasuhermanomayor.—Es MI hermana, y NO va a venir aquí. Y estoy harto de tanto Nathaniel,

Nathaniel,Nathaniel.YosoyNathanielyustedeselseñorLopez,ypunto.—Deacuerdo,losiento.EnadelantelellamaréseñorAyers.—Tampocoquieroesaschorradasporquenolasnecesito.NonecesitoLAMP,con

todosesosladronesdrogadictosyesosincompetentesquetrabajanaquíynisiquierasaben hacer su trabajo. Los animales valen más que toda esa gentuza. El señorSnyder,elDisneyHall,elestudio,puedequedárselotodoporqueyonoquierotenernadaqueverconeso.Lléveselosviolines,loschelos,todo.QueyomequedoconelviolínqueteníaalprincipioymemarchoaCleveland.NotengoporquéquedarmeenestaAPESTOSAciudadqueODIOCONTODASMISPUTASFUERZAS.ODIOLOSÁNGELESY

LEODIOAUSTED.Mesientomal,hechopolvo,vacío.Sacudelatrompetacomosinadalegustaría

másqueestampármelaenlacara.EstáaúnmásdesmandadoqueeldíaenquevinoladoctoraPrchal.Mequedoinmóvil,notantotemerosocomodestrozado.UnempleadodeLAMPsalealpatioparaasegurarsedequenosemeechaencima.

—Lléveselatrompeta,nolaquiero.—Escupelaspalabras—.NOnecesitoNADAdeesto,yNOnecesitoningúntribunaltestamentario,ningúnjuezniningúnabogado,ynodejaréquemihermanapiseestaciudad.NUNCA¿SEENTERA?¡NUNCA!

Elbloqueenterolooye.Nosencontramosenelpatio,enelmismolugardondelorecogíenSemanaSanta

hace cinco meses, y se ha vuelto contra mí como nunca imaginé que sucedería.¿Acasonoha importadonaday todoel asuntonoha sidomásqueunapérdidadetiempo tanto para él como para mí? Este perturbado mellizo ha surgido de lasprofundidadesmásoscurasdeNathaniel.LosempleadosdeLAMPseapresuranhacialapuertaparaver sicorropeligro.Leshagoungestodequenopasanada,dequecreoquesaldrédeéstaconlacabezaaúnsobreloshombros.Estoescompletamente


nuevoparamí.Nuncamehabíagritadoniamenazado.Meacercounpoco,pensandoquecuandomemirea losojosveráconclaridadquesoyelhombrequehapasadoañoymediotratandodeayudarlo.Encambio,loqueveestraición.Creequelavistadeltribunalformapartedeuncomplotparainternarlo.

—¡NOquierovolveraverloNUNCAJAMÁSporaquí!—grita—,¿MEOYE?

Le digo que lo ha malinterpretado. Que nadie va a llevárselo a ninguna partecontrasuvoluntad,quesolamentetratamosdeayudarlo.Sinembargo,Nathaniel—elseñorAyers—nocreeunasolapalabradeloqueledigoysuautodominiohasufridoun cortocircuito. Echa fuego por los ojos y brama como una fiera. La persona enquien más confiaba le ha traicionado, o eso cree él. Me quedo mirando el bordeafiladodelatrompetaquelecompréhaceapenasunasemanaeimaginolamarcaquemedejaríaenelcráneo.Tratodepensarenalgoquedecirohacer;sólosemeocurrequelamúsicaessumedicina, loúnicoquelecalma.Lepreguntoenquépiezashaestadotrabajando,perodespreciamitorpepregunta,comosisólounimbécilpudierasoltar algo así en este precisomomento.Me destruirá, me advierte, blandiendo latrompetacomosideunacachiporrasetratara.

—¡SivuelvoaversucaraOTRAVEZ,seráLAÚLTIMA!—meamenazaelhombrequeestuvosentadoenmicocinayhablócariñosamenteamihija.Ahorame llamahijo de puta y con manos temblorosas me exige que desaparezca de su vista,garantizándomequesisemeocurreaparecer,esparcirámisentrañasporelpavimentodeestepatio.

¿Llamoalapolicía,echoacorreroesperoaqueselepase?Noséquéhacer.LoquesíséesqueelseñorAyershahechotantopormícomo

yoporél,ymepreguntosialgunaveztendrélaoportunidaddedecírselo.—NO NECESITO NADA DE ESTO ¿ENTENDIDO? Y NO quiero volver a verlo NUNCA

JAMÁS,GRANDÍSIMOHIJODEPUTA¡NUNCAJAMÁS!Yahora¡LARGO,LARGODEAQUÍDEUNAPUTAVEZ!

Retrocedo unos pasos hasta la puerta, desde donde se escucha el eco. Unempleadovigilaparaasegurarsedequenovaaintentargolpearmeconlatrompeta.

—SivuelvoaverloOTRAVEZ,habráunCHARCODESANGREenelsuelo.Yahora¡LARGO,LARGODEAQUÍ!¡NOQUIEROVOLVERAVERLELACARAOSERÁSUFIN!

Noaguantomás.Cruzolapuertaymequedoenlaacera.StuartRobinsonsaleymeponeunamanoenelhombro.

—¿Seencuentrabien?—Nopuedohablar.Lomiro,incapazderesponder—.Nopasanada—meconsuela—.Tieneunmaldía.

Llevocasidosañostratandodeayudaraestehombreynoheconseguidonada.No son sus amenazas lo que me molesta, no me las tomo en serio. Lo que mepreocupaesverloasí.Soysumejoramigoyséqueapreciatodoloquehehechoporél.Peronopuededominarse.

—Estámuy enfermo—murmuro, casi sin pronunciar las palabras—.Eso es loquemásmepreocupa,verlotanenfermo.


Robinsonmesugierequevayaadarunpaseoyvuelvaotrodía.—Nopasanada—repite—.Nopasanada.


28

De vuelta a casa abrazo aCaroline y aAlison yme siento como si llevaramesesfuera.Alisonescuchalospormenoresyselehumedecenlosojos.Entraráenrazón,vaticina.Nohablabaenserio.EstoysegurodequelamadredeNathanielsedijolomismomilesdeveces,yestoysegurodequelocreía.Y,sinembargo,cadavezteníaquesermásdifícilquelaanterior.Erasuhijo.Suúnicohijo.

Encuantoamí,esunpuntodeinflexiónqueahoraparecequeerainevitable,yhayunciertoalivioalsaberquetodohaquedadoatrás.VagoporlacasaconelecodelosreprochesfuribundosdeNathaniel,sibiensuimpactosehadebilitado.Hehecholoquehepodido.Porprimeravezenlavidamehesalidodemicaminoparaayudaraalguien que lo necesitaba, y tengo la conciencia tranquila. Es cierto, todo empezóporquebuscabasacarunpardecolumnasdenuestrarelación;nadiepodíapreverquese convertiría en mucho más. He experimentado la alegría que producecomprometersecon laexistenciadeotro,y lasmuchas frustracioneshanhechoesaexperiencia más enriquecedora y valiosa. Puede que no siempre haya tomado lasdecisiones correctas al tratar de ayudar, pero todas seme ocurrieron sinceramente.Reflexionésobrelosargumentosafavoryencontradelaresponsabilidad.Helidiadoconlasdefinicionesde libertadyfelicidad,yenocasionesmehepreguntadoquiénestabamásloco,sielhombredeltúnelquenoteníaquepagarfacturasysededicabaatocarlamúsicadelosdiosesoelcolumnistaexplotadoquepasabacorriendoasuladocaminodecasaaquitarsedeencimaelestrésconunabotelladevinodespuésdesudarlagotagordaparaentregaratiempootroartículo.

LeouncuentoaCarolineylaacuestosintiéndomeafortunadoporlasaluddemifamilia. No sabría decir si este creciente sentimiento de satisfacción se debe alcansanciooalvino.Antesdequedarmedormidomeasaltaotroramalazodetristezaporlaescenadelpatio;pero,porotraparte,mesientoabsuelto,comosisudiatribafueraunactodemisericordia.Nopuedosalvarloynotengoqueseguirintentándolo,nideboserotracosaquesuamigo.Cierrolosojosyprocuronopensarmásenello,hundiéndomeenlanoche.

Dos días después del cataclismo del patio sigo sin hablar con Nathaniel ni hepreguntado por él a Stuart Robinson, pero tendré que acercarme por allí tarde otemprano.Suhermanallegaráenunosdías,apesardesusprotestas.

—Voyadarunavueltaenbici—leavisoaAlisonelsábadoporlamañana.Estoy pensando en hacer la ruta de siempre por RiversideDrive hastaGriffith

Park, dando un rodeo por detrás del zoo de Los Ángeles. Pero al poco de haberempezado a pedalear en esa dirección doy la vuelta y me dirijo hacia SunsetBoulevard.SunsetserpenteaporEchoParkyllevaalcentro.Decidoquenoirémás


alládeltúneldelacalleSegunda.Siestáahí,bien;sino,volveréaSilverLake.CruzohaciaelsurporFigueroa,conlacuriosidaddesabersisiguecreyendoque

lohetraicionadoyquedesdeelprincipioestabatendiéndoleunatrampaparaquelointernaran.Tambiénmepreocupaque,sisetranquilizayreflexionasobreloquehadicho,puedasentirseapesadumbrado.Latasadesuicidiosentrelosesquizofrénicoses terriblemente alta. En semejante estado de ira, ¿se habrá autolesionado o habrárecogido sus cosasydejadoel apartamento, rechazándolocomoun trucomáspararecluirlo?

Cojo velocidad al deslizarme por la suave pendiente que baja hacia la calleSegunda.Porestazona lobusquéaquellanoche, temiendoqueestuvieraenapuroscuando en realidad estaba pasando su primera noche en el apartamento. Tengo lacorazonadadequeseencuentraeneltúnelparareafirmarelcontrolsobresudestino.Pasétantosmesestratandodeconvencerloparaquedejaralascalles,argumentandoque teníamás sentidoquevivieraypracticara sumúsicabajoun techo,quepuedequehayaidoahícomounactoderebeldía.

LlegoalcrucedelacalleSegundayahíestá.HaatadodiezbanderitasdeEstadosUnidosaunaseñalqueindicacincuentayseiskilómetrosporhorayestátocandoelchelosentadoenunasilladeoficinaalaquelefaltaelrespaldo.Noreparaenquemeacercoysesobresaltaalvermeasulado.

—¡Ah!—exclama.Medoycuentadequenisiquierahepensadoenloquevoyadecirle.—SeñorAyers,estabahaciendounpocodeejercicioysemeocurrióquepodría

encontrarloaquí.¿Sehaenterado?LosDodgershanvueltoaconseguirlo.Estánaunpartidodeclasificarseparalafinal.

—¿Vanaestarenlafinal?—Tienenmuchasprobabilidades.—¿Creequepodríaconseguirentradas?—pregunta.Lerespondoquelointentaré.—Bueno,señorAyers,tengoqueirme.—SeñorLopez,notieneporquéllamarmeasí.—No,estábien.YosoyelseñorLopez,yusted,elseñorAyers.Eslojusto.—EsquenoquieroquemellameseñorAyers.—Ustedesmayorqueyo,¿sabe?Deberíahaberlellamadoasídesdeelprincipio.Seponeenpieantemí;esunhombrediferentedelqueamenazóconmatarme.

Ahoratieneloshombroscaídos,selevemansoyarrepentido.—Nopuedocreerquedijeraesascosas.—Sedisculpaasumanera.—Nopasanada.Somosamigosyaveceslosamigossecabrean,formapartedel

juego.—No puedo creer que siga siendo mi amigo después de lo que ha pasado—

añade.Lavueltaacasaescuestaarriba,peronolonoto.Doytresvueltaspedaleandocon


energíaalrededordelembalsedeSilverLake,hastaquechorreodesudoryperciboelfrescorde labrisaen lacara.Meencaminoacasa trascompletar la terceravuelta.EstoydeseandocontarleaAlisonloocurrido.Noeranecesarioquesedisculpara.Yosólo quería saber que nuestra amistad aún significaba algo para él. Nathaniel estábien,menosmal.Seguimosadelante.


29

JenniferAyers-Mooreseparecemuchoasumadreenlafotodelosañosveintequetiene suhermanoen el apartamento, con lapiel suavey jovenyunosbonitosojosclarosquenodisimulanlaexpectacióndeverasuhermanonilosañosdeespanto.Nos abrazamos en nuestro primer encuentro después de veintemeses de llamadastelefónicasytengolasensacióndequenosconocemosdetodalavida.JenniferysuamigoKim,quehavenidoparadarleánimos,acabandellegardeAtlantaysealojanen un hotel a seis manzanas del apartamento de su hermano. Kim y ella estántomandoalgorápidoenelrestaurantedelhotel,sentadosenlamesamásalejadadelaventanaquedaalacalle.

—Noquieroquevengaavernos—dejaclaroJennifer.Seacuerdamuybiendelasdiatribasdesuhermano,quelaaterrorizabanyqueparasumadreerancomounapuñalada en el corazón. Jennifer está deseando zanjar las cuestiones legales de lamañana siguiente antes de ir a ver a su hermano. Su arranque de ira, sostiene, sinduda tienequeverconel tribunal.Nathanielhabíaperdido innumerablesveces losestribos cuando su madre había tomado la iniciativa de llamar a la policía o deingresarloenunhospital.

Jennifersedisculpaporesosarrebatosymedalasgraciasportodaslasmolestiasquemeestoytomando;ledigoquenoesnecesario.EllaconocealantiguoAnthony,meconfía,alhermanomayorquelacuidócuandosupadredecidiómarcharse,quelaayudabaconlosdeberesyseesforzótantoparasermúsico.Sealegradequeeldíaenque loconocívieraundestellodeaquellapersonayhayasido lobastantepacienteparallegaraconocerloafondo.

Al juez del Tribunal Superior del condado de Los Ángeles le lleva sólo unosminutosdeclararqueJenniferesapartirdeahora laadministradoradesuhermanomayor.Salimosdeljuzgado,bajamoslacolinahastaelaparcamientodeLosAngelesTimes,queestáadosmanzanasdedistancia,yacontinuaciónnosdirigimosaSkidRow.AJennifer,enelasientodelantero,selavetensa.Laheavisadodecómoeselbarrioquesuhermanoconsiderasuhogar,porqueséqueleresultarádoloroso.LohaleídoenmiscolumnassobreSkidRow,sibiencualquierdescripciónsequedacorta.

—Nuncahabíavistonadaigual—musitacuandoentramosenlacapitaldelossintecho de Estados Unidos. Cada calle es un campamento y una enfermería. Por subien,tratodeevitarlelapeorparte.NopasoporelNickel,eltramomáslamentabledelacalleQuinta,dondeseguardanlossecretosmásterriblesdelpaís,uncorredordemutiladosdesahuciadosplagadodetraficantesyladronesquedeambulanpor lascalles como lobos hambrientos. Pero incluso en los límites del epicentro las callesestán infestadasdebasuraydealmasperdidas, lamayoríadeellasafroamericanas.


Impresiona tanto que siento la necesidad de explicárselo a Jennifer lo mejor quepuedo, comosi tuvieraquedisculparmeporLosÁngeles.No séquédecir exceptoquelaciudadpermaneceensumayorpartedivididaeconómicayétnicamente,yqueaestazonafueronapararlosquenoteníanderechoaasistenciasanitariagratuita,niuntrabajoconelquepagarseelescandalosopreciodeunavivienda,nifamiliaalaqueacudircuandoperdíanlaesperanzaoenfermaban.

Jennifer se abisma aún más en sus pensamientos. Detecto señales de rabia,compasión,culpa,impotencia.¿Podrían,tantoellacomosufamilia,haberactuadodeotramanera?¿Quépuedenhacerahora?Ésteesellugarenelquesuhermanomayorpasa los días y las noches, el músico, el cerebro, el atractivo joven por el quesuspiraban las chicas. Y ha venido a parar aquí después de tantas oportunidadesperdidas. Jennifer está dividida: deseosa de verlo, pero también apenada al saberdóndevive.

—Estebarriohamejoradomucho.—Lavoypreparandoconformenosacercamosa LAMP, tratando tímidamente de poner una nota positiva en medio de aquellacatástrofe—.Ysuhermanohatenidomuchoquevergraciasa todalaatenciónqueestazonaharecibidodelAyuntamiento.Porsupuesto,todavíaquedamuchísimoporhacer.

Reduzcolavelocidadalllegar,intentandodivisaraNathanielenelpatioatravésdelavalla.

—Ahíestá—anuncio.Jenniferseenderezaenelasiento.—¿Dónde?—pregunta,forzandolavista.—Ahímismo.—¡Ah,sí!—grita,yseapresuraasalirdelcoche—.¡Esél!Su hermano nos ve y corre hacia la puerta, donde se detiene como si no diera

crédito a sus ojos. Se abrazan en una esquina del patio, Jennifer llorando y suhermano con expresión de conmoción y alivio a la vez. Unas cuantas personasmerodeanporallícerca.Peroloshermanospermanecenajenosaloquelesrodea,asolaselunoconelotro,todaunavidafundidaenunabrazo.Cuandoseseparan,élseechahaciaatrásysequedamirándola.

—Yalosé—sonríeJennifer—.Meparezcoamamá,¿verdad?Sí,respondeél.Esasombroso.—Tuvimosunabuenavida—lediceasuhermana—,¿no?

NathanielinsisteenenseñarLAMPasuhermana.Estátancontentadeverloqueseolvida temporalmente de la inquietud que le produce SkidRow y la impresión demanicomioqueofreceelpatiodeLAMP,dondelagentesededicaadarlealalenguaoa saldar cuentas pendientes con fantasmas. El señor Ayers insiste en enseñarle su


habitaciónaJennifer,locualmepareceunabuenaseñal—elorgullodeposeer—yme recuerda lo lejos que está de los días en que ahuyentaba ratas con dos palosllamadosBrahmsyBeethoven.Noobstante,aestasalturaslahabitaciónescomounainstantáneade sumente.Parece laguaridadeunaaraña, conprecintospolicialesyserpentinas de tela colgando del techo, y sus garabatos cubriendo hasta el últimocentímetrodelasparecescomotelasdearaña.ElnombredeBeethovenestáescritounascienvecesenlapuertadelarmario,yenunaparedhadibujadoconrotuladoreldecoradodeElShowdeJohnnyCarson, conSteveLopez, escritordeLos AngelesTimescomoinvitadoespecial.TodoaquelloleresultabamuyfamiliaraJennifer,quevio sufrir a su madre mientras su hermano destruía la casa. El sufrimiento de sumadreestáahí,enlosojosdeJennifer,ytambiéntodosuamor.

DurantelosdíassiguientesvisitamoslaestatuadeBeethoven,eltúneldelacalleSegunday el trozodecalzadaentreLosÁngelesyWinstondonde solíadormir suhermano.Unanochecenamostodosenmicasa,dondeCarolineseentusiasmaconlavisitay el señorAyersvuelve a sentirse a sus anchas, tocandoel violínpara todosnosotros.

Jennifer nuncahabía estado enLosÁngeles, así que al día siguientedamosunpaseoencocheporRodeoDrivebajolasoscilantespalmerasdeBeverlyHills,lejanagalaxia a dieciocho kilómetros de Skid Row. Nos dirigimos a Sunset Boulevardcruzando el valle arbolado conocido como Bel Air y pasamos junto a los puestosdondelosvendedoresambulantesvendenmapasdelascasasdelasestrellasdecine.Salimosde lascolinasbajouncielodeunazul intensoyvamosadaraorillasdelPacífico.ElseñorAyerscolocasuatrilenPalisadesPark,desdedondesecontemplalabahíadeSantaMónica,yproporcionalabandasonoraaunavistainundadadesolqueseextiendedesdeMalibúaPalosVerdes,conlaisladeSantaCatalinaesbozadaalo lejos. Toca a Saint-Saëns y Schubert. Jennifer se sienta en silencio y escuchamientrascontemplaesteextrañouniverso.SantaMónicatienesupropiapoblacióndeindigentes,tambiénnumerosa.EselcontrapesodeSkidRow.Almasapesadumbradasdeambulan con la mirada vacía arrastrando mantas mugrientas. Las vistas sonincreíbles;seabarcainclusoeltrapicheodedrogasanuestrasespaldas,cercadelosurinariospúblicos.

JenniferyyohemoshabladodelaposibilidaddesacarasuhermanodeSkidRowenalgúnmomento,detraerleaquí,quizá,dondelabrisallegadesdeelocéanoylaluzse filtra suavemente entre la bruma. Pero nada de eso puede hacer desaparecer larealidad de que, como en Skid Row, la riqueza en SantaMónica está cerca de lapobreza, y el resultado es este pequeño trozo de infierno enmedio del paraíso.AJenniferyamínosgustaríapensarquequizállegueundíaenquesuhermanopuedavivirporsucuentaenalgúnsitio,cuidardesímismo,einclusohaceralgomásconlamúsica.Hastaentonces,ledigoqueelestudiodemúsicapodríaserunaayuda,siesquellegaaabrirse.Sisuhermanotuvieraunaactividadcotidianaypudierairaalgúnlugar a tocar e incluso a grabar con algunos amigos de la orquesta, eso podría


estabilizarlo hasta el punto de que se planteara empezar a tratarse y, ojalá, amedicarse.Ysi…quizá…posiblemente…

Hace un tiempo estupendo y mirar a la gente distrae demasiado para seguirpensando en eso. Jennifer está por fin con su hermanomayor en esta enloquecidaciudad a la que se trasladó su padre, rompiendo sus jóvenes corazones.Es curiosocómoha resultado todo,queJenniferhaya terminadoasumiendo la responsabilidaddelosasuntosfinancierosdesuhermanomayor,quienfuesiempretaninteligenteycapaz. Nathaniel está tocando, con el mar y el cielo como telón de fondo, unasinfonía bajo los árboles, donde la riqueza más increíble se encuentra con elsufrimientomásimpotente.Personaspreocupadasporelpesoylasarrugas,vestidascon chándales de marca, pasan haciendo jogging junto a veteranos de guerraborrachosdormidosenelcésped.Abajo,enlaarenatostada,subelamareaylasolassiguenavanzandoconelmismoritmoestruendosodesiempre.


30

Yo-YoMavienealaciudad.¿Cómolosé?ElseñorAyersesunacarteleraandante.Hagarabateadolahorayellugarenuna

camisetablancaylallevapuestaconorgullo.TambiénseleeminombreyPOLICÍADELOSÁNGELES.

—27deoctubre,DisneyHall.—¿Legustaríair?—pregunto.¡Vayapregunta!AdamCrane,delaFilarmónicadeLosÁngeles,haceunasugerencia:¿porquéno

prepararunencuentroentreelseñorAyersyelseñorMadespuésdelconcierto?¿EstaríaMadispuesto?Cranecontestaque,apesardeserunasuperestrella,esmuyaccesible.Vaaenviar

une-mailasumánagerysugierequeyohagaotrotanto.Enmimensajeexplicoque,aunquepuedequeManolorecuerde,élyelseñorAyerscoincidieron,conunañodediferencia,enJuilliard.AgregoqueelseñorAyersveneraasuantiguocompañerodeclaseysepaseaporelcentrodeLosÁngelesconsunombreenlacamiseta.Adjuntounascuantascolumnas,yenseguidarecibounarespuestadelmánagerdeMa.

Sí.ElseñorMaestaráencantadoderecibiralseñorAyersensucamerinodespuésdelconcierto.

Estoy tan entusiasmado como va a estarlo el señor Ayers; sin embargo, mepreocupacomunicarlelanoticia.¿Ysiporalgunarazónnoseproduceelencuentro?Nomegustaríaquesehicierailusionesyquedespuéssellevaraunadecepción.

EldíadelconciertomeacercoaLAMPpararecordaralseñorAyersqueseacicaleysepongasusmejoresgalas…NopuedoevitarloyleadelantoqueestoyintentandoprepararunencuentroconelseñorMa,aunquenopuedogarantizarleelresultado.ElseñorAyerslocomprende.Tambiénleavisodequepasaréarecogerletemprano,paraquenosdétiempoapararnosdecaminoalDisneyHall.Tengoalgomuyimportantequemostrarle.

ElseñorAyersvisteunpoloconunacorbataazulyroja.EnlapecherahaescritoSTEVELOPEZySR.MA.Encimadelpolollevaunachaquetanegradepielsintética.Se ha peinado pulcramente con la raya en medio y carga un maletín lleno departituras,comosi sedirigieraal trabajo.Nuestraprimeraparada, le informo, seráLAMPVillage.

—Quieroenseñarleelestudio.Laideaaúnleresultaequívoca,yyaeshoradeaclararlascosas.Nosésiloque

ocurreesqueseresistedenuevoacomprometerseconalgoquepodríanosercapaz


deconservarosiestáconfundiendoelestudiodemúsicaconsuestudio-apartamento.—Nonecesitounestudio—objeta.—SeñorAyers, lo he dispuesto todo para que envíen el piano.No entra en su

apartamento,asíquevana llevarloalestudiodemúsica.Lasalanoestá terminadatodavía,peroquieromostrarlecómovanlasobrasycómoquedarácuandoestélista.

De camino pasamos por la Misión Medianoche, donde decenas de indigenteshacen cola a la espera de un camastro o un trozo de acera para pasar la noche.Elseñor Ayers tendrá que cruzar esta Calcuta cada vez que vaya al estudio, y estoyconvencido de que pondrá algún reparo. Aun así, confío en que el estudio seconviertaensuficienteacicateparahacerquevayaporsemejanteruta.

En LAMP Village caminamos por un largo y limpísimo pasillo adornado condibujosdelosresidentes.Casialfinalvemosatrespersonassentadasentornoaunapantalla de televisión enorme.El estudio está unpocomás allá, tras unapuerta dedoblehoja.

—¿Ve? Pueden meter el piano por aquí, pero de ninguna manera en suapartamento.

El señor Ayers echa un vistazo por la ventana de la puerta cerrada con llave,captandolasdimensiones.Esmásbienpequeña,deunoscuatroporcuatrometros,noobstante,sirve,sinlugaradudas.CaseyHoranhapedidoquelainsonoricenparaqueel señorAyers pueda tocar a gusto sin distraer a nadie que no desee que le den laserenataochohorasseguidas.

—Esprovisional—leinformo—.Estánremodelandotodoeledificioyenelplanse incluyeotroestudiomásgrande.Caseynoquiere tenerleesperandomás tiempo,asíquehadispuestoésteparaquemientrastantopuedatrabajar.

Al señorAyers le gusta lo que oye.Algunos vecinos se quejan de que toque atodashorasensuapartamento,yahora tendráun lugarprivado.Allídepie,consumaletínllenodemúsica,consideralasposibilidades.

—¿Ésteesmiestudio?—Puedequehayaotrosmúsicosqueloutilicendevezencuando,peroustedvaa

serelartistaresidente.¿Noseríaestupendolevantarseporlamañanayveniraquíenlugardediscutirconlosfumadoresdelpatio?Enesteestudioestaráprohibidofumar.Deberíamosponersunombreenlapuerta:

PROHIBIDOFUMAR.SR.NATHANIELANTHONYAYERS.ARTISTARESIDENTE.

Retrocedeunpaso,comohaciéndosealaidea.Veoensusojosyensulenguajecorporalquesuresistenciaaalgonuevosevadebilitando.

—Estovaaestarbiendeverdad—augura.


ParaelseñorAyerséstavaaserlaoportunidaddeverenquésehaconvertidoeltalento asombroso del que él fue testigo hace treinta y cinco años, cuando ambostocaronduranteunbrevelapsoenlamismaorquesta.

—Aqueljovenvivíaensumundo—comentacuandosubimoslacolina.PreguntoalseñorAyerssialgunavezhablóconMaenelcampusoanduvopor

ahíconél.Respondequenolorecuerda,peroqueprobablementeno.MaestudiabaconelrenombradoviolonchelistaLeonardRose,tareaalaquehabíaquededicarlajornada completa y que le dejaba inclusomenos tiempo para socializar que el queteníaelseñorAyers.

—Losviolinistasy loschelistas son losquarterbacks—continúa—,y este tipoardía.Nopodía tocarlo, estabademasiadocaliente.Yomesituaba justodetrás, conloscontrabajos,felizdeestarenlaorquesta,sencillamente.

AparcamosycaminamoshastalaesquinadelaPrimeraconGrand.Lacalleestámuyanimada,conhombrestrajeadosymujeresvestidasdelargo,unamultitudquesedirigeaveraunaestrellaenesajoyaarquitectónicaquesehaconvertidoenunhitocultural.ElseñorCraneestáfueradelaciudad,porloqueBenHong,queconoceaYo-YoMa bastante bien, nos espera en el vestíbulo para acompañarnos a nuestrosasientos, los mismos que tenemos siempre en la sección orquestal, en el centroizquierda.

—¿Sigueenpienuestroencuentrodedespuésdelconcierto?—preguntoaHongenvozbaja.

Élsonríe.—Todoestáarreglado.NathanielquieresabersilossusurrostienenqueverconsucitaconMa.—Esoparece—lerespondo.El señor Ayers charla con Hong sobre el programa, dedicado enteramente a

Beethoven, y sobre el pianista Emanuel Ax, otro graduado de Juilliard. Hong lecuentaquelosdosmúsicosseconocentanbienyhanactuadotantasvecesjuntosqueno necesitan ensayar. Van a tocar Doce variaciones sobre «Ein Mädchen oderWeibchen», Seis variaciones sobre un tema original en famayor, la Sonata en solmayorparapianoyviolonchelo,Sietevariacionessobre«BeiMännern,welcheLiebefühlen» y la Sonata en re mayor para piano y violonchelo. Ayers comenta quehubiera preferido ver a Ma con la orquesta en pleno tocando una sinfonía deBeethoven,peroesunapegaquedesapareceenelmomentoenquelosmúsicoshacensuaparición.

—Ahí está—anuncia Ayers como si fuera el presentador de megafonía—. ElseñorYo-YoMa.

El hecho de que haya sólo dos músicos en el escenario contribuye a que se


establezcaunaconexiónmás íntimaypersonal conelpúblico.ComoFrankGehrysugirió mientras proyectaba el Disney Hall, da la sensación de que Ma y Ax sedisponen a amenizar la velada en una sala de estar enorme. Cuando empieza elconcierto,elseñorAyersabresumaletínybuscalaspartiturasquehatraído.Hong,sentadodetrásdenosotros,leayudaabuscarlapáginaparaqueélvayasiguiendolaobra.DevezencuandoalzalavistaparasusurrarmequemefijebienenlafluidezdelosmovimientosdelarcodeMa,yseríeconganascuandoéstedeleitaalpúblicoconespectaculares florituras. Al final de cada pieza Nathaniel deja escapar un sonoro«¡bravo!». En agradecimiento al público entregado,Ma yAx interpretan, fuera deprograma,CanciónsinpalabrasdeMendelssohn,yacontinuaciónsalenasaludar.

—Vamos—nosdiceHong.Precedidosporél,nosabrimospasoentrelamultitud,bajamosporunarampaen

espiralynosadentramosdespuésenunpasillohastallegarauncamerino.ElseñorAyers semira en un espejo y se atusa el pelo, preocupado por su aspecto en unaocasióntanimportante.QuierequeYo-YoMaveaaunhombrearregladoyconamorpropio.

—Estáperfectamente—letranquilizo.HongvaaversivieneMaycuandovuelvenosdicequeno tardarámucho.El

señorAyersnoseestáquieto,vadeunladoaotro,habla,semiraelpelo,sealisalassolapas. Se calma un poco, comenta el concierto con Hong y le dice que le haparecidoespléndido.Yomeapartoylescontemploadmirado.BenHong,Yo-YoMa,EmanuelAxyNathanielAnthonyAyers,todoselloshanpasadoporJuilliardrumboalodesconocido,yaunqueesteúltimohasufridoun revés terrible,nohaperdidoniunasolahoradeprácticasencompadecersedesímismo.Escierto,desearíasercapazdehilartodaslasnotas.Lefrustransusfallosyavecessedesmoraliza.Legustaríatocarunapiezaenteraalaperfección,todaseguida,yserlobastantebuenoparatocarcongrandesmúsicos.Peroaunquetodoesoselesigueescapando,lamúsicasiemprehamantenidosuespírituintacto.NoenvidiaaYo-YoMa,loadmira.Treintaycincoaños después de compartir durante un breve lapso lamisma orquesta, sus caminosvuelven a cruzarse, a unamanzana de distancia del túnel donde el señorAyers hadormidomuchasnochesjuntoalPequeñoAuditorioWaltDisneydesucarrito.

DeprontoapareceMa,deslizándoseenlahabitaciónconunamezclaincreíbledepoderío y sencillez.Estámuy elegante con su esmoquin negro, pero es informal ymuy simpático en el trato. El señor Ayers contiene la respiración y, nervioso,retrocedecuandoMaseacercayletiendelamano.

—Quégranmúsicoesusted—lealabaelseñorAyerstímidamente.—¿Lehagustado?—preguntaMa—.SéqueleapasionaBeethoven.Ensurespuesta,AyersserefiereaMacomoseñorMa.—Paraempezar,mellamoYo-Yo,noseñorMa—apuntaelchelista.—Recuerdo sus manos de cuando estábamos en Juilliard —comenta Ayers,

observándolascomositrataradedescifrarlamagiaqueposeen.


NoestáclarosiMalerecuerdadelconservatorio,apesardequeAyerscitavariosconciertosconcretosqueselehanquedadograbadosenlamemoria.Maleescuchaatentamenteyluegolerodeaconelbrazo.

—Quiero que sepa lo que significa conocerlo—declaramirando aAyers a losojos—.Conoceraalguienquedeverdadamalamúsica.Somoshermanos.

El señor Ayers no sabe qué responder.Ma dice que vuelve enseguida y a lospocossegundosregresaconsuchelo.

Tenga,leofrecealseñorAyers,adelante,toque.Éste cogeel instrumento a regañadientesy lo sostiene con torpeza, conel arco

colgandodelamano.Memiracondesconcertadareverencia.Vamos,insisteMa,pruébelo.—¡ÉsteeselchelodeYo-YoMa!—exclamaAyersaltiempoqueMaseexcusa

parasaludaraunosadmiradores.—Adelante —le anima Hong. Ayers juguetea con el instrumento el tiempo

suficienteparapoderdecirquehatocadoelchelodeYo-YoMa.No es fácil hacer que el señorAyers salga delDisneyHall cuando la tarde se

acercaasufin.HablaconHongsobrelavidadeunmúsicodeorquesta,seentretieneenelpasillocercadeloscamerinos,entablaunabreveconversaciónconEmanuelAxysedetieneantelagaleríadefotosdelaFilarmónicadeLosÁngeles.Puedequeseamásdifícilparaéldeloqueimagino.

—AhíestáelseñorHong—señala—,yahí,elseñorSnyder.Sehace tardey tengoque sacarloa rastrasde lagaleríadedioses.Megustaría

decirlequeél tambiénha tenidoéxitoa sumanera,yquesus logrosdecadadíaycadaañosontanencomiablescomolosdelosmúsicosalosqueadmira.Yque,denoserporlaenfermedad,sufototambiénpodríaestarenesapared.


31

—Hummm…SeñorLopez,eh…,soyNathanielAnthonyAyers.SaludosaJeffreyyaAndrewLopez, aCarolineLopez y a la señoraLopez, y a usted, claro está.Mepregunto si sigue pensando en venir hoy por la mañana a LAMP. Recuerdo quemencionóalgosobrenoséquésorpresa.Leagradeceríaquemellamara,señor.Quetengaunbuendía.

Deja elmensaje enel contestadordemioficinayacto seguido lo intenta enelmóvilantesdequepuedadevolverlelallamada.Cuandosuenaelteléfono,medirijoalestudio,juntoconBenHong,allevarunosregalosyaasegurarmedequetodoestáenorden.

—Sí—asiento—.Recibísumensajeyestoydecaminoconuninvitadoespecial.Llegaremosenseguida,demediezminutos.

Pete Snyder y Adam Crane están de viaje, así que Hong se ha ofrecido arepresentarasuscolegasyayudaralseñorAyersen la inauguracióndelestudiodemúsica.ComohacedosdíasquefueNavidadvoyasorprenderaNathanielconuncontrabajo vertical que me ha vendido un músico de jazz. El estudio, de paredesblancasymoquetaazul,hueleareciénpintado.AHonglerecuerdaa lospequeñosestudios de prácticas que se alineaban en la cuarta planta de Juilliard. Es un buenlugarparaempezardenuevo.Hayunacajallenaconlaspartiturasquecompréaqueldía en Santa Mónica. El enorme contrabajo, que llevé poco antes, está en unaesquina, apoyado en la pared.Y el pianoverticalBaldwindonado está en su sitio,contralapared,conunafotoenmarcadadelseñorAyersyYo-YoMaencima.Hongtambiénhatraídoregalos.CuerdasparacheloyunabiografíadeFranzSchubertquecolocasobreelBaldwinantesdequesalgamosarecogeralseñorAyersalacalleSanJulián.

—¡BenHong!ElseñorAyersnoesperaaquecrucemos lacalle.Haestadovigilandodesdeel

patioyvienehacianosotroscontodossusbártulos,incluidoslatrompetayunsacode boxeo desinflado que carga últimamente. Lleva puesto un poncho de plástico apesar de que la tormenta de lamañanaya ha pasadoy el cielo está despejado.Haescritominombreenlagorrajuntocon:

SALADECONCIERTOSPATODONALD

YtodoellocomparteespacioconunretratobordadodelCheGuevara.Encimadelagorrasehacolocadounasgafasdesolconmonturablancaparaqueseveaquevaalamoda.


—EnClevelandtenemoselSeveranceHall,elInstitutodeMúsicadeCleveland,la Escuela de Música de Cleveland, con el señor Harry Barnoff al contrabajo, elEstadio Municipal de Cleveland, a orillas del lago Erie, sede de los ClevelandBrowns,elseñorJimBrown,JacobsField,TheJake,ElliotNess,ArsenioHallyelseñorHenryMancini,MoonRiver. Sin embargo, no es una ciudad de Beethoven,comoLosÁngeles, que tieneuna estatua enPershingSquare; aúnme cuesta creerqueBeethovenestéahí.Medijounpajaritoqueélestabaahí,meacerquéundíaymedije:«Diosmío,LosÁngelesdebedesersuciudad».NoestáenelLincolnCenter,dondeseencuentranelAliceTullyHall,elAveryFisherHall,laEscuelaJuilliarddeArtesEscénicasen,¿cuáles?,¿lacalle64?

CruzamosSanPedroygiramosalaizquierdaenCrockermientraselseñorAyersdesgrana los nombres de todos losmúsicos, atletas y salas de conciertos que se leocurren.Eseltípicobatiburrillosuyo,avivadoquizáunpocomásdelohabitualporlonerviosoyentusiasmadoqueestá.Llevamosmeseshablandodeestedía,quevaaseraúnmásespecialgraciasalapresenciadeHong,elcualtieneunafacilidadinnataparatrataralseñorAyers.HongadmiraeinclusoenvidialarelacióndeNathanielconlamúsica.ParaHonglamúsicaesgozo,perotambiéntesón,ynoleresultasencillosepararunacosadelaotra.

Recorremoselpasillo.Abrolapuertayentramoslostres.—Huele a pintura —observa el señor Ayers, un poco anonadado allí parado,

sonriendoenmediodelestudio,conlamiradaradiante.SeñalalafotodeélyYo-YoMaysueltaunarisita.AcontinuacióncogelabiografíadeSchubert.

—Es uno demis compositores favoritos—apuntaHong, yNathaniel le da lasgracias.

ComounniñoeldíadeNavidad,parecenosaberconquéempezarajugar.Tocaunasescalasenelpianoyluegoabrelacremalleradelafundadeviniloparasacarelcontrabajo.

—FelizNavidad—ledeseo.—¡Es enorme! —exclama Nathaniel, reanudando su entusiasmo después de

treintaañosdetocarelviolínyelviolonchelo.Tienerazón.Elcontrabajoestangrandequeélparecepequeñoasulado,comoel

niñoqueseenamoródelinstrumentoduranteunaclasedemúsicaconelseñorMoonenelcolegio.

—Llevocasidosañosesperandooírlo—leanimo.AlprincipiodalaimpresióndequeelseñorAyersestápeleandoconunoso.La

digitaciónescompletamentediferentedeladelviolínyelchelo,meexplicaHong.Alospocosminutosel instrumentoparecemásnaturalen lasmanosdelseñorAyers:deslizaconprecisiónlaizquierdaarribayabajodelmástilmientraspunteaunfraseodebluesconladerecha.

—Yalehacogidoelritmo—susurraHong—.¡Esfantástico!AnnaMcGuirk,laenfermeraneonatólogaquehadonadoelpiano,llegaatiempo


paraayudaralseñorAyersacelebrarlaNavidad,elAñoNuevoylainauguracióndelestudioquealojaráel instrumentoquehapertenecidoasu familiadurantecuarentaaños.DalacasualidaddequeeshijadeuncarpinterodeCleveland,ycuandosupodeNathanielatravésdelaprensapensóqueélnecesitabaelpianomásqueella.

—Los instrumentos tienen alma—sentencia McGuirk—. Hay que tocarlos. Yahoraalguientocaráelmío.Esosignificamuchoparamí.

El señorAyersdejael contrabajoy se sientaenel taburete, avisandodequeelpianonoeslosuyo.Sinembargo,porlaformadetocarlasescalas,sediríaquenoslotenía reservado. Toma impulso con el precalentamiento, y también volumen, y derepente se encorva sobre el instrumento, acerca los hombros y pone a prueba lainsonorizacióndelasparedesdesunuevoestudio.

—¿Quétoca?—lepreguntoaHong.—Liszt—respondeconmiradadeasombro—.UnconciertoparapianodeLiszt.—¿Usted sabe tocar?—inquiero, esperando que Hong se ponga al piano y el

señorAyersloacompañeconelcontrabajo.—Noasí—contesta.CuandoHong empieza a tocar el chelo deNathaniel el ambiente cambia en el

acto.Alprincipiomiamigosequedaadmiradoy,luego,cariacontecido.LaprimeraimpresióndeHongrespectoalarelacióndeNathanielconlamúsicanoeradeltodocorrecta,ysedacuentaahora.SutécnicaselehacecasiinsoportablealseñorAyers.

—¡Diosmío!—exclama—.Yonuncapodrétocarasí.Cierto, no lo hará. Pero lamúsica seguirá inspirándole tanto como aHong o a

cualquierotromúsico,ynadietocaráconmásentusiasmoypasión.Shannon Murray y Patricia Lopez llegan para contribuir al estreno del nuevo

estudio.EllasfueronquieneshacecasidosañosmeacompañaronalcrucedelacalleSegundaconHill.Yquienessecomprometieronatratardeconvencerlo,aunquemeprevinieron de que es un proceso que no puede apresurarse. Él lo haría en elmomentoapropiado.

También ha venidoCaseyHoran. El director de LAMP está tomando fotos y elseñorAyersledalasgraciasporelestudio.

—Graciasaustedporinspirarnos—correspondeella.HonghabíatraídootroregaloparaelseñorAyers:unainvitaciónparaasistiraun

conciertoenelDisneyHallenelquetocará,juntoconelpianistaYefimBronfmanyelviolinistaBingWang,elTríoparapianoensibemolmayordeSchubert.

Nathaniel está ya fuera de su apartamento cuando llego. Para no llevar reloj ycarecerdedespertadorensuhabitación,esmuypuntual,portantolapequeñarutinadepasararecogerloparallevarloalauditoriosehaconvertidoenunaoperaciónsinmayorescomplicaciones.Aparcojuntoalbordillo,élmetelaspartiturasyunviolín


enelmaleteroynosdirigimosporlacallePrimeracolinaarribahastaelDisneyHall.AlisonyAnnaMcGuirknosesperanenelvestíbulo,yAdamCranenosconduceporel ya familiar camino hasta nuestros asientos. El señor Ayers deja escapar un«¡bravo!»cuandopresentanaBenHong.

Mientras escuchoel concierto repasoestosdosúltimosaños,quehan sidomásagotadoresy satisfactoriosde loque jamáspodríahaber imaginadocuandome fijéporprimeravezenNathaniel.Quizáestoyenesepuntoenqueempiezoanopensaren ello, a admitir las limitaciones que impone un trastorno tan severo como laesquizofrenia.Heluchadocontraesaenfermedaddesdeelprincipio,puesqueríacreerque las cosas podían ser diferentes en el caso del señor Ayers. De hecho, sigoaferrado a la esperanza de que algún día pueda superar sus miedos, sus ataquescíclicosdeparanoiayviolenciaverbal,ypruebeatomarunamedicaciónquepodríamejorarostensiblementesucalidaddevida.Perosoyconscientedequenoesasídesimple, de que no hay píldorasmágicas, y de quemuchos otros antes que él hanmejorado y, tras dejar las medicinas, han vuelto a caer en las garras de esaenfermedad incurable. He aprendido a aceptarlo tal como es, a esperar recaídasconstantes, a prepararme ante la posibilidad de que vuelva a convertirse en unindigenteoalgopeor,y, sobre todo,heaprendidoque la esperanzaconsisteendarpequeñospasos.

Nunca había tenido un amigo que viviera en unmundo tan espiritual como elseñorAyers,yséqueconsucoraje,suhumildadysufeenelpoderdelarte—yconsucapacidadparadisfrutarymotivarse—hadespertadoalgoenmí.Élesunodelosmotivos por los queme he planteado dejar una industria en plena revolución, y larazónporlaquemehedadocuentadequenuncaseréfelizhaciendootracosaquenoseacontarhistorias.Élhadisipadoelmalestarqueteníarespectoamiprofesiónymehaenseñadoladignidaddeser lealaaquelloen loquecrees,ynoexagerocuandodigoqueestehombrealqueesperabasalvarhahechopormítantocomoyoporél.Hedeconfesarquealfinalabandonéelviolínyelchelo,peroheretomadolaguitarradespués de veinte años. El señor Ayers me anima a trabajar para que algún díapodamostocarunpardecancionesjuntos.

Después del concierto Nathaniel va a ver a su amigo Hong, que confiesa queestabanerviosoenelescenariosabiendoquehabíauncolegamúsicoentreelpúblicoescuchandoatentamenteyobservandocadaunodesusmovimientos.

—Ha sido extraordinario—le adula el señorAyers—.Debede sermaravillosotocarasídebien.

Estarde,haterminadoelconciertoydentrodepocashorasmeesperaotrodíadetrabajo.CuandoaparcodelantedelapartamentodelseñorAyersparadejarloallí,élnohaceademándeabrirlapuerta.


—Un momento —me interrumpe cuando me dispongo a salir del coche—.Escucheeso.¡Cuántosrecuerdosmetrae!

Laobracomienzacomouncorazónquelateesperanzadoconlamúsica.—¿Quées?—LaSegundadeSibelius.—¿Laconocebien?—Dios mío, me encanta esta obra. La tocamos muchas veces en las prácticas

orquestalesdeJuilliard.—Nooigoelcontrabajo.¿Hayunaseccióndebajoscompleta?—¡Ahí está! —exclama, apuntando hacia el parabrisas como si hubiera una

orquestaenmediodelacalle—.¿Looye?Bum-bum-bum-bum.¿Sabecuántasvecestoquéesto?

LaSegundasinfoníadelcompositorfinlandés,escritahacemásdecienaños,haarrastradoal señorAyersy lehadevuelto a su juventud.Lamúsicacreceydecae,susurra y truena. Estamos envueltos en sombras iluminadas por la luna. En variasmanzanasalaredondalosindigentesduermenenlaaceramientrasSibeliussealzasobreunrumordesueñosagitados.

—¿Sabe lo queSibelius está diciendo aquí?—pregunta—.Está diciendo«amoestamúsica».¿Looye?«Amoestamúsica.Amoestamúsica».

Menarraloscuarentaminutosdesinfoníamientrastocauncontrabajoimaginarioalcomienzodelcuartomovimiento,unamarchaconritmodesuspensequeavanzademodoinquietanteyluegoechaacorrercontodalaorquestauniéndosealdesfile.

—Quierotocar—declaraelseñorAyers—.Nosésialgunavezlascosaspodránvolveraserloquefueron,peroquierotocar.¿Ustedcreequepodríavolveratocarenunaorquesta?Esincreíblelohermosoquehasidoelconciertodeestanoche.¿SefijóenlaperfecciónconquetocabaelseñorHong?Niunsolofallo.¿Cómolohace?—Sibeliusseacercaaunclamorosoyespectacularfinal,congranpesardeNathaniel—.Megustaríaqueelconciertonoterminaranunca.


Agradecimientos

Quieroexpresarmimássinceroagradecimientoalasmuchaspersonasquehanhechoposibleestelibro,empezandoporlahermanadelseñorAyers,JenniferAyers-Moore.LagenerosaayudadeJenniferconlainformaciónbiográficafueinestimable.Elamory el apoyo que siempre ha brindado a su hermano han sido su tabla de salvación,sobre tododesde lamuertedesuqueridamadre,FloriaBoone.TambiénquierodarlasgraciasaHarryBarnoff,tantoporsuperspicaciacomoporelconstanteapoyoquehabrindado al señorAyers.Gracias también aGaryKarr, estimado contrabajista yantiguoprofesordelseñorAyers.MegustaríahacerunamenciónespecialaJosephRusso,antiguocompañerodelseñorAyersenJuilliard,porsugenerosaayudaenmisinvestigacionesyporsuesfuerzoincansableporllegarasuviejoamigoycompañero.

DosmiembrosdelaFilarmónicadeLosÁngeles,losviolonchelistasPeteSnyderyBenHong,meayudaronacomprenderyapreciarlosdonesdeNathaniel,pero,másimportanteaún,acogieronalseñorAyersenlahermandaddelosmúsicos.NadiedelaFilarmónicahasidomásgenerosoconsutiemponihaestadomásinteresadoenelbienestardelseñorAyersqueelrelacionespúblicasAdamCrane,quien,entreotrascosas, hizo posible el encuentro entre el señor Ayers y Yo-Yo Ma, además deconvertiraNathanieleninvitadohabitualalosconciertosdelDisneyHall.

MesientoendeudacontodoslosempleadosdelacomunidaddeLAMP,quemeinstruyeron e inspiraron.Me gustaría dar las gracias en particular a Casey Horan,StuartRobinson,ShannonMurrayyPatriciaLopez.GraciastambiénaldoctorMarkRagins, que me aconsejó generosamente siempre que acudí a él, y cuyo libro Elcaminohacia larecuperaciónhasidode inestimableayudaenmiformación.Ynopuedodar lasgraciasaRaginssindárselastambiénalhombrequemeremitióaél:RichardvanHorn,delaAsociaciónNacionaldeSaludMentaldelGranLosÁngeles,quemeayudóamanejarmeporlosentresijosdelsistemadesaludmental.Ymuyenespecial,gracias, también, a la indómitaStellaMarch, supremacazaestigmas, cuyoalientohasidoconstantedesdemiprimeracolumnasobreelseñorAyers.

GraciasaDanConawayporcreerenestahistoria,yaPeternellevanArsdaleporsuinteligenteopiniónsobrecómocontarla.Agradezcoamiagente,DavidBlack,porserDavidBlack,unrelámpagodeluz,ybuenamigoporañadidura.YdeLosAngelesTimes estoy en deuda con Sue Horton, que me ayudó a crear las columnas quellevaron a este libro, pero que hizomuchomás que eso.Me instó a escribirlo,meayudó a darle forma, y se convirtió en partícipe activa en las discusiones sobre lamejorformadeayudaralseñorAyers,compartiendomisfrustracionesymistriunfos.

Comoconmislibrosanteriores,mimujer,Alison,hizograndessacrificiosconelfindeproporcionarmetiempo,yfue,comosiempre,mimejoreditoraymivaledoramásentusiasta.Ellaapoyóestelibro,enparte,poramoraNathaniel,ycompartiómiesperanza de que la historia pudiera servir para concienciar a la gente y ayudar a


borrarlosestigmasquepesansobrelasenfermedadesmentales.Ygracias,porsupuesto,alseñorAyers.



STEVENM. LOPEZ (Pittsburg,U. S.A., 1953). Es un periodista norteamericanoquehasidocolumnistaparaeldiarioLosAngelesTimesdesdeel2001.

Eshijodeinmigrantesespañoleseitalianos.EstudióenlaUniversidaddeSanJose.Ha escrito para las publicaciones Time, Life, Entertainment Weekly y SportsIllustrated.TambiénformópartedelstaffdeThePhiladelphiaInquirer,TheSanJoseMercuryNewsandTheOaklandTribune.

Es autor de las novelas:Third and Indiana; The SundayMacaroni Club, y In theClear.

La popular serie de columnas que escribió sobre su relación con el chelistaesquizofrénicoNathanielAnthonyAyersfueronelfundamentoparaellibroElsolistaque se convirtió en un superventas en la unión americana y además sirvió deinspiraciónparalapelículadelmismonombre.

Lopezhaganadonumerosospremiosdeperiodismoensupaís incluyendoelH.L.MenckenyelErniePyle.Fue finalistaalpremioPulitzerpor suseriedecolumnassobreeldeteriorode lasaluddesupadreyelcuidadode losancianos.Su libroElsolistaganóelPENUSAaward.

PorsutrabajocomoreporteroenlaKCETTVdeLosAngeles,LopezhaganadotresEmmysycompartidoelpremioColumbiaDuPont.

Enabrilde2011,LopezrecibióelgradohonorariodeDoctorqueleentregósualmamater,laUniversidaddeSanJose.


Notas


[1]AlusiónalanoveladeJohnSteinbeck,escritaen1935.<<


[2]Eninglés,LosAngelesMen’sProjectoLAMP.<<


[3] Jewliard, de jew «judío» y Juilliard, la famosa escuela de música. Juego depalabrasentreJewliardyJuilliard,quesepronuncianigual.<<


[4]Timesignifica«tiempo»,«hora».<<


[5]WilliamShakespeare,«Hamlet»,enTeatroselecto,vol. II,Madrid,Espasa,2008,pág.1062.TraducciónyedicióndeÁngel-LuisPujante.<<


[6]DARE:DrugAbuseResistanceEducation.Famosoprogramaeducativoquetratadeproporcionarestrategiasalosjóvenesparaquerechacenlasdrogas.<<


[7]LAPD:siglasdeLosAngelesPoliceDepartment,DepartamentodePolicíadeLosÁngeles.USMC:siglasdeUnitedStatesMarineCorps,InfanteríadeMarinadelosEstadosUnidos.USN:siglasdeUnitedStatesNavy,MarinadelosEstadosUnidos.USA:siglasdeUnitedStatesofAmerica,EstadosUnidosdeAmérica.USAF:siglasdeUnitedStatesAirForce,EjércitodelAiredelosEstadosUnidos.USCG:siglasdeUnitedStatesCoastGuard,GuardacostasdelosEstadosUnidos.<<


[8]Másconocidaporsussiglas:UCLA.<<


[9]Algoasícomo«Loscazaestigmas».<<


[10]TeatrolondinensedondeShakespeareestrenóalgunasdesusprimerasobras.<<


[11]UnodelossegurosmédicosprivadosconmásclientesdeEstadosUnidos.<<


[12] Institución afín a The Red Feather Institute, instituto de estudios sociológicosmarxistaquenacióaraízdelosmovimientospolíticosradicalesdelosañossesenta.<<


[13]BigBrother,personajedelanovela1984,deGeorgeOrwell(1903-1950).<<


[14]WilliamShakespeare,«Hamlet»,enTeatroselecto,vol.II,Madrid,Espasa,2008,pág.1062.TraducciónyedicióndeÁngel-LuisPujante.<<


[15]White,eninglés.<<


Documents

Lopez, Steve - El Solista