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Los ángeles también lloran. - XinXii · Así que prefirió tomar el control de la situación y acabar con esa relación antes de que el gran amor que sentía la destruyera sin avisar

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  • Los ngeles tambin lloran

    Concepcin Libana Garca

  • La medida del amor es amar sin medida.

    San Agustn

    En asuntos de amor los locos son los que tienen ms experiencia. De amor no preguntes

    nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado

    nunca.

    Jacinto Benavente

  • Prlogo

    Ya haban pasado cerca de dos aos desde que ella se separ definitivamente de l.

    Quizs nunca tuvo ningn buen motivo para hacerlo, pero senta que era lo correcto.

    Jams haba soportado la distancia que les haba separado por breves perodos de

    tiempo y estaba claro que no lo soportara de manera permanente. No habra soportado

    las llamadas escasas de sentimiento, los olvidos de alguna fecha importante y, menos

    todava, la impotencia de saber que le ira perdiendo sin que ella pudiera hacer

    absolutamente nada. As que prefiri tomar el control de la situacin y acabar con esa

    relacin antes de que el gran amor que senta la destruyera sin avisar.

    Nunca hubiera podido superar el hecho de que la dejase, por eso fue ella quien dio

    el primer paso. Sin embargo, eso provoc una reaccin en cadena. Adems de romper el

    corazn del hombre al que amaba, tambin rompi el suyo propio.

    An recordaba sus ojos; la expresin casi inerte de su rostro. No fue capaz de

    decirle la verdad. Se excus diciendo que lo suyo no funcionara de aquella manera; la

    declaracin inapropiada salpicada por miles de kilmetros. La cama sera demasiado

    grande y vaca sin l, y no estaba dispuesta a pasar por algo como aquello.

    El tiempo haba pasado, pero sus sentimientos por l no. Pero ya no poda hacer

    nada. Haba tomado una decisin y sera para siempre. No volvera a verle, o eso era al

    menos lo que quera creer.

  • 1

    Sus planes haban cambiado de manera fortuita. ngela haba recibido una llamada de

    ltima hora de su hermana pequea y no haba encontrado ninguna buena escusa para

    negarse a ir a verla. An segua en shock cuando recordaba mentalmente la

    conversacin que haba tenido con ella. Angy, voy a casarme. Esas cuatro nicas

    palabras sirvieron para hacerla despertar de su letargo.

    Se encontraba demasiado lejos de casa y a decir verdad, demasiado lejos de todo el

    mundo. Se haba pasado los dos ltimos aos de su vida viajando de aqu para all, con

    mucha ms frecuencia que antes, haciendo su sueo realidad. Y es que ser actriz era

    algo que le encantaba. Subirse encima de un escenario e interpretar miles de papeles

    diferentes la haca sentirse viva. El teatro era su gran pasin y desde luego supona la

    mayor de las recompensas al finalizar un duro da de trabajo. Le gustaba lo que haca, y

    al parecer consegua transmitir ese mismo efecto en todo aquel que permaneca cerca el

    tiempo suficiente. Haba recibido muchsimo reconocimiento y era responsable de las

    buenas crticas hacia su compaa de teatro.

    Decidi arreglarlo todo en cuestin de un par de das. Senta un leve cosquilleo en

    su estmago, asomndose en los momentos menos apropiados. El fro la ayudaba a

    pensar con ms calma, pero en el fondo saba que todo aquel inesperado asunto careca

    de toda meditacin. Conoca muy bien a su hermana. Nora era propensa a dejarse llevar

    por sus impulsos, y por eso la mayora de las veces se haba metido en los. Ahora sin

    embargo, pareca algo cambiada. Su voz haba reflejado ilusin cuando la llam. Haba

    decidido que darle una sorpresa era la mejor opcin y desde luego lo haba conseguido.

    En cuanto las primeras luces de la maana se divisaron a lo largo de todo el

    horizonte, ngela sali de casa. Meti la nica maleta que llevaba en el taxi que la

    haba estado esperando desde haca un buen rato. En cuanto se acomod en el asiento,

    los nervios aumentaron. El aeropuerto estaba prcticamente desierto, algo bastante raro

    pero muy gratificante. A ella no le gustaban las multitudes colapsadas en espacios

    reducidos. Cuando subi al avin, comenz mentalmente una cuenta atrs. Es lo que

    siempre haca cuando el estmago vibraba por tanta incertidumbre. Poda considerarse

    una mujer muy valiente. Le daba pnico volar y aun as era justo lo que iba a hacer. Por

    esa vez, deba hacer una excepcin. Su hermana pequea se iba a casar y eso era algo

    que no pasaba todos los das.

    Durante el viaje intent dormir en varias ocasiones pero le fue imposible.

    Demasiados pensamientos le venan a la mente y le era imposible desconectar. Se haba

    bebido tres botellas de agua y aun as tena la garganta reseca. Tena el enorme defecto

    de tomrselo todo muy a pecho, dndole demasiada importancia a asuntos que no

    merecan tenerla.

    Seran cerca de las nueve de la noche cuando el avin por fin aterriz y ella pudo

    volver a respirar con ms calma. No tard demasiado en abandonar aquella estructura

    voladora que le haba dado tantos dolores de cabeza. El fro la golpe en la cara y su

    cuerpo comenz a tiritar. Se dirigi a una cafetera cercana y entr rpidamente. Pidi

  • un caf bien cargado y se sent en una de las mesas ms apartadas. El calor la

    reconfort bastante. Busc su mvil en el bolso y marc el nmero de telfono de Nora.

    Tres pitidos y despus la dulce voz de su hermana pequea reson desde lejos.

    Nora, soy yo. Estaba tiritando de fro. Dnde ests?

    Angy! Ya has llegado? No se supona que ibas a avisarme con un poco de

    antelacin?

    Avisarte? Te he mandando dos mensajes. No los has recibido?

    Me temo que no. Hubo una pausa breve al otro lado de la lnea. En seguida

    estoy ah. No te vayas a ningn lado, de acuerdo?

    Tranquila, hermanita. No me mover ni un pice.

    No tena ni la ms mnima intencin de esperarla en la calle. Haca demasiado fro

    y no estaba dispuesta a enfermar, as que termin su caf y se acomod en el asiento de

    cuero granate. Se masaje las sienes y comenz a pensar una vez ms en el motivo que

    la haba llevado hasta all.

    Media hora despus, un coche comenz a pitar. ngela se sobresalt e

    inmediatamente se puso en pie. Cogi la maleta y sali afuera. La noche era oscura y el

    alumbrado pblico no pareca ser muy eficiente. Dio unos cuantos pasos y par en seco.

    Entrecerr los ojos para intentar ver mejor. Cuando divis la delgada figura que se

    aproximaba con grandes pasos, suspir. La joven que se acercaba con los brazos

    extendidos era su hermana. De eso no haba duda. Su larga cabellera rubia ondulada se

    retorca graciosamente debido a la corriente.

    Angy! Nora abraz a su hermana mayor con fuerza. Por fin ests aqu! No

    puedo creerlo, te he echado tanto de menos

    Lo s. ngela le devolvi el achuchn. T tambin me hacas falta. Por lo

    que veo, sigues estando igual que cuando me march. Me har cargo de tu alimentacin

    durante unos cuantos das. Ests demasiado delgada.

    El comentario provoc una risa alocada en Nora. Estaba acostumbrada al carcter

    protector de su hermana. Siempre vea las cosas por el lado negativo.

    Esta es mi constitucin coment. Adems, t tampoco ests para tirar

    cohetes. Has perdido peso.

    Lo s, pero eso no tiene nada que ver. Ya sabes que el estrs me acompaa a

    todas partes.

    Espero que eso no sea cierto. Cogi la maleta de Angy y se dirigi lentamente

    al coche. Voy a necesitarte al cien por cien.

    El rugido del motor son en todas partes. El coche tom velocidad y no tardaron

    demasiado en dejar atrs el aeropuerto. La carretera estaba desierta salvo por algunos

    coches dispersos en diferentes puntos. El cielo amenazaba con lluvia. La musiquita que

    sonaba en el interior del vehculo era agradable y les serva para mantener una buena

    atmsfera. Angy haba decidido sentarse en la parte de atrs. Nora conduca mientras

    canturreaba las notas en voz baja.

    ngela estaba agotada. Apenas haba dormido lo suficiente y se mora por una

    buena cama en la que poder descansar al menos unas horas. No obstante, y a pesar del

    cansancio, hizo un ltimo esfuerzo para no desfallecer mientras bostezaba cada pocos

    segundos. Su hermana la miraba desde el espejo retrovisor. Siempre haca lo mismo

  • cuando quera que la preguntasen por algo en concreto. Sin esperar demasiado, ngela

    hizo lo propio.

    Y bien? susurr. Quin es el afortunado?

    Nora esboz una sonrisa pcara y movi la cabeza en ambas direcciones.

    No puedo decrtelo todava. Es un secreto.

    Un secreto? No me vengas con esas, Nora. He cogido un avin slo para verte.

    Creo que merezco saberlo.

    Lo sabrs dijo Nora, pero ms adelante.

    Angy no estaba dispuesta a tirar la toalla. Poda llegar a ser muy persuasiva, pero

    conseguir que su hermana pequea hablara era otra cuestin.

    Dime al menos su nombre.

    No

    No? Acaso no te cansas de tanto secretismo?

    Vamos, t eres la cabeza pensante. Creo que ya eres bastante mayorcita para

    rogar. No te impacientes. Lo sabrs muy pronto.

    Y me lo dices t? Soy yo la que tiene que actuar por las dos. Tienes

    veinticuatro aos pero sigues comportndote como una adolescente.

    La casa pareca silenciosa. Unas luces tenues se asomaban por las ventanas. El piso de

    arriba se mantena en la ms absoluta oscuridad. El camino de entrada estaba repleto de

    montones de piedrecitas. Nora aparc el coche en el garaje y abri la puerta de entrada.

    Angy sonri abiertamente. Su antiguo hogar segua con un aspecto impecable. Un color

    blanco inmaculado adornaba la fachada.

    Todo estaba bien hasta que, despus de indagar por todas las estancias de la casa

    no consigui encontrar a sus padres. Se dirigi a Nora para encontrar una explicacin.

    Y pap y mam? Crea que estaran aqu.

    Vendrn maana dijo Nora. Han estado un poco liados con el trabajo. Ya

    les conoces, quieren encargarse personalmente de todo.

    Saben que estoy aqu?

    S. Les llam esta maana para avisarles. Estn encantados.

    Se pudieron cmodas mientras coman algo de comida china y estuvieron viendo la tele

    hasta pasadas las doce. Despus de eso, Angy se fue directamente a su antigua

    habitacin.

    Era imposible no recordar nada de todo aquello. Segua igual que cuando viva en

    esa casa. Las paredes estabas llenas de psters y dedicatorias. El escritorio continuaba

    all presente, con ese olor a madera tan caracterstico.

    Suspir de alivio cuando se meti entre las sbanas. Por un momento, volva a

    sentirse como la adolescente que un da fue.

    Tena los ojos cerrados cuando la puerta de la habitacin se abri. Nora entr y se

    qued mirndola con cara de satisfaccin. Le gustaba saber que su hermana haba

    vuelto, al menos durante un par de das.

  • Creo que empiezas hacerte mayor brome. Antes podas aguantar

    perfectamente sin dormir.

    Eso era antes, me temo. El cuerpo me pide dormir y no voy a llevarle la

    contraria.

    En ese caso, ser mejor dejarte descansar.

    Se miraron en silencio durante un par de minutos. Era algo raro que las dos

    volvieran a coincidir bajo el mismo techo. Nora an viva all con sus padres, pero Angy

    haca aos que se haba marchado de casa para probar suerte e independizarse.

    Cunto tiempo pretendes que me quede? pregunt de repente Angy.

    Acabas de venir y ya quieres marcharte? aventur su hermana.

    No, claro que no. Slo digo que an falta un mes para la boda y yo tengo mi

    vida, recuerdas?

    Nora se cruz de brazos. Estaba apoyada en el resquicio de la puerta, con los

    hombros encogidos.

    T y tu gran vida teatral.

    No lo digas as gru cariosamente Angy. Sabes que adoro mi trabajo.

    Razn dems para que me preocupe. Gracias al teatro te olvidas de tu familia.

    No me he olvidado de vosotros. Ahora mismo estoy aqu.

    Lo s, y te lo agradezco, pero creo que pasas demasiado tiempo fuera de casa.

    Nora, ya no soy una nia. Tengo veintinueve aos y me conoces muy bien. Me

    gusta viajar.

    Est bien, como quieras. Nora puso los brazos en alto, dando por acaba esa

    conversacin. Si a ti te convence, a m tambin.

    Apag la luz de la habitacin pero an permaneci all de pie un poco ms de

    tiempo, el necesario para que Angy volviera a la carga.

    An sigo dndole vueltas susurr.

    Nora se acerc y se sent en el borde de la cama. Le gustaba esa conexin especial

    con su hermana.

    No te rindes, verdad?

    Claro que no. Quiero saber con quin vas a casarte, eso es todo. Se incorpor

    y le dio un fuerte abrazo a su hermana pequea. Espero que hayas elegido al chico

    adecuado.

    Es el candidato ideal. Suspir profundamente. Cuando le veas, sabrs lo

    que quiero decir.

    Vaya, me cuesta trabajo creer que seas la misma persona. Que yo recuerde, mi

    hermana siempre ha sido reacia a las relaciones estables y todo lo que ello supone.

    Nora volvi a encogerse de hombros. Rebosaba felicidad por cada poro, eso era

    evidente. No lo poda ocultar y tampoco tena intencin de hacerlo.

    Las personas cambian, y me temo que mi prometido ha provocado que yo

    tambin lo haga.

    Tu prometido? Angy puso los ojos en blanco. Lo haca cada vez que quera

    burlarse cariosamente de alguien. Vale, creo que empiezas a asustarme. Esa no es tu

    forma de hablar.

    Ya te lo he dicho, hermanita insisti Nora. He cambiado.

  • 2

    ngela decidi quedarse el fin de semana. Poda posponer sus asuntos un poco ms de

    tiempo. Al fin y al cabo, una noticia de tal magnitud deba de tomarse con cautela, en

    especial si su hermana se mostraba en un estado continuo de ensimismamiento.

    Esperaba ansiosa volver a ver a sus padres. Les adoraba, y se senta orgullosa de ser su

    hija. A su parecer, seguan siendo las dos mejores personas que haba conocido.

    Vladimir y Julia, que as era como se llamaban sus padres, tenan una vida bastante

    ajetreada. No permanecan en casa demasiado tiempo y cuando lo hacan, intentaban

    aprovechar cada segundo lo mejor posible. Aquella iba a ser una de esas grandes

    ocasiones. Cuando Nora avis a su madre de la inminente llegada de ngela, estallaron

    en pura alegra. Se moran de ganas por ver a su hija mayor.

    Las dos de la tarde era la hora que marcaba el reloj de pared. Un ruido de

    neumticos se filtr a travs de la ventana para anunciar la llegada de los anfitriones.

    Nora sali corriendo y Angy la sigui de cerca. El todoterreno de color negro que haba

    aparcado justo delante de la entrada rugi por ltima vez. Las puertas delanteras se

    abrieron y de l salieron esas dos personas tan importantes para ellas.

    Julia sonri con ganas y sali al encuentro de sus hijas. Tena el pelo algo revuelto

    a causa del viento, y unas oscuras gafas de sol cubran sus preciosos ojos claros. Estaba

    a un palmo de ngela cuando estuvo a punto de gritar de la emocin, como si le costase

    creer que la tena justo delante.

    Mi pequea! exclam su madre. Has venido!

    Le dio un abrazo tan fuerte que a ngela le empezaron a doler las costillas en ese

    preciso momento. Aguant la respiracin hasta que segundos despus se separaron.

    Cmo ests, cario? Hace mucho tiempo que no te veamos.

    Lo s admiti Angy. He estado muy ocupada

    No importa interrumpi su padre. Le das un abrazo a tu viejo padre?

    Angy sonri de oreja a oreja. En momentos como ese se vea a s misma convertida

    de nuevo en una nia, deseando que su padre la cogiese en brazos y la hiciera sentirse

    especial. A pesar de los aos que haban pasado, en el fondo todo segua igual que

    siempre.

    Despus de organizar el innecesario caos que se haba formado, Nora y Julia se

    pusieron manos a la obra. Se metieron en la cocina y estuvieron un buen rato

    preparando la comida. Era una pasin que ambas compartan. De igual modo que Angy

    se tomaba las cosas con ms calma, como su padre. Los dos estaban en el saln,

    percibiendo ese agradable silencio que envolva la colorida estancia llena de cuadros,

    flores y una cantidad infinita de recuerdos.

    Vladimir lea el peridico al mismo tiempo que tena puesta toda su atencin en su

    hija mayor.

    Bueno, qu opinas de lo de Nora? susurr.

    No lo s, pap. Angy se encogi de hombros. A m me ha pillado

    totalmente por sorpresa, pero creo que por esta vez debemos hacer una excepcin.

  • Su padre arque las cejas, como si aquello no le convenciera del todo.

    T crees? A m me parece un error ms.

    Lo s, pero ya no es una cra. Antes podais obligarla a seguir vuestras normas,

    pero ya no tiene dieciocho aos. Hace tiempo que no se mete en los, as que supongo

    que debemos darle una oportunidad.

    Y si se equivoca? No sera la primera vez carraspe. Ni la segunda, ni la

    tercera

    Pap, Nora debe equivocarse para seguir madurando. En algunos aspectos an

    debe mejorar bastante, pero no podemos interponernos entre ella y sus planes por el

    simple hecho de tener presente el pasado. Se cruz de brazos. Ella misma me lo

    dijo anoche.

    Qu fue lo que te dijo?

    Dijo que las personas, ya sea de un modo u otro, cambian.

    Y t ests convencida de eso? Crees que Nora ya no es la misma de antes?

    Se tom unos largos instantes para contestar. Era una pregunta de doble filo y no

    quera cortarse.

    Bueno, slo digo que, si se equivoca, puede enmendar su error.

    Cmo?

    Para algo existe el divorcio, no?

    Nora era el vivo retrato de su madre. Ambas compartan el pelo claro y unos profundos

    ojos azules. Por su parte, ngela haba heredado las caractersticas fsicas de su padre:

    un tono negro azabache coloreaba su pelo y sus ojos se asemejaban a dos pequeas

    esmeraldas. Formaban la familia casi perfecta, pero se esforzaban para que la atmsfera

    que reinaba entre ellos fuese lo ms agradable posible.

    Estaban sentados a la mesa terminando el exquisito guiso que haban preparado

    cuando una pregunta se materializ en el aire, desgarrando el silencio y dando paso a

    unas caras llenas de curiosidad, salvo la de ngela.

    Y bien? se interes Julia. Hay algo que debamos saber?

    Algo como qu?

    Vamos insisti su padre. No te desentiendas, Angy. Tu madre y yo

    queremos saber si hay alguien especial en tu vida.

    La pregunta la dej desarmada. Se habra atragantado si en ese momento hubiera

    probado la comida del plato. Juguete varios segundos con el tenedor hasta que por fin

    decidi dar una respuesta.

    Siento decepcionaros, pero no. Se llev la servilleta de tela a la boca en un

    intento de disimular su incomodidad. No tengo un prncipe azul por el que suspirar.

    Me temo que ser Nora la encargada de haceros abuelos.

    Nora solt una risa bastante sonora. Era incapaz de disimular su buen estado de

    nimo.

    An tengo veinticuatro aos, Angy. Soy demasiado joven para tener hijos.

  • Ya, pero en cambio s te consideras madura para casarte. Creo que eso es algo

    que deberamos discutir.

    Nora hizo una mueca de asombro. Frunci el entrecejo y bebi un largo sorbo de

    agua. Estaba molesta por ese comentario y no poda disimularlo.

    Lo creas o no, s lo que hago espet.

    Vamos, chicas interrumpi su padre. No quiero nada de discusiones.

    Adems, ahora sera un buen momento para hablar de mi futuro yerno. Entrelaz los

    dedos. Y bien? Quin es ese gran desconocido?

    Nora desvi la mirada al mismo tiempo que su hermana se remova en su silla.

    ngela no poda dar crdito a lo que acababa de or y mucho menos al significado que

    acababa de extraer de las palabras de su padre. Era perfectamente comprensible que ella

    no hubiera recibido noticias antes. Se pasaba la vida viajando y nunca estaba cerca de

    ellos. Lo que no entenda cmo era posible que Nora no hubiese sido capaz de decirles

    la verdad a sus padres. Hablarles acerca de sus intenciones. En definitiva, hacerles

    partcipes de su vida personal.

    No puedo creerlo solt ngela. Ellos tampoco saben nada de l? Ni

    siquiera se lo has presentado?

    As es confirm Nora. Quera que todos os enteraseis al mismo tiempo.

    Vaya, que considerada

    Pues a m me parece una idea estupenda asegur Julia. Es una gran detalle

    por tu parte.

    Y dinos intervino su padre, cmo es ese chico, Nora? Espero que por tu

    bien sepas lo que haces. Bebi un largo trago del vino de su copa. An eres muy

    joven para comprometerte.

    De eso nada gru Nora. Adems, mam y t os casasteis muy jvenes. No

    creo que seis los ms indicados para criticar.

    No es una crtica, si no una opinin.

    Pap, ya no soy una nia. S lo que hago y os aseguro que estoy convencida.

    La situacin amenazaba con volverse algo incmoda si la conversacin continuaba por

    ese camino, lleno de mensajes subliminales infestados de desconfianza.

    Cmo lo ha conseguido? pregunt Julia.

    Conseguir qu?

    Me pregunto cmo ha conseguido que mi hija pequea asiente la cabeza de una

    forma tan drstica. Dej escapar una sonrisa. Ya veo que has cambiado.

    Eso es lo mismo que dije yo apunt ngela.

    A decir verdad, an no lo s. Nora arrug inconscientemente la servilleta.

    Tiene todo lo que necesito. Es diferente.

    Diferente a todos los chicos con los que has estado?

    Desde luego que s. No parece que sea de este mundo.

    Oh, por favor mascull Angy. Creo que voy a vomitar...

    No te burles, ngela solt Nora.

    No lo hara si no estuvieras hablando de esa forma. Te ests escuchando? Hace

    un ao ni siquiera te comportabas de esa manera. Cunto tiempo has necesitado para

    transformarte en lo que ahora eres?

  • Que yo recuerde hace un ao ni siquiera estabas aqu. No me conoces lo

    suficiente.

    Desde luego que te conozco

    Vladimir no lo pens dos veces para volver a intentar poner un poco de orden. Era

    un hombre tranquilo y sereno, y por nada del mundo le gustaba hablar empleando un

    tono ms alto de lo normal.

    Hablando de tiempo Cunto?

    Nora no le entendi. Esper unos segundos para intentar comprender lo que su

    padre quera decir pero no lo logr.

    Cunto qu?

    Su madre era ahora la que rea. Le dedic una mirada cmplice a su marido, como

    si estuvieran disfrutando de ese breve momento de confusin.

    Cunto tiempo llevis saliendo? pregunt Julia. Dos aos? Uno tal vez?

    En realidad Nora cogi el vaso y se bebi toda el agua. De eso quera

    hablaros. Carraspe. Siendo sincera, slo llevamos seis meses juntos.

    El silencio envolvi sus cuerpos durante un largo rato. Los cuatro estaban perplejos

    por aquella sacudida de sinceridad. Una bomba de relojera que acababa de estallar.

    Qu? susurr Vladimir.

    Seis meses? repiti su madre. Hablas en serio?

    Por supuesto que s dijo Nora. Estamos muy enamorados.

    Crees que en seis meses te ha dado tiempo a conocerle?

    Le conozco lo suficiente, pap.

    Vladimir dej escapar un largo suspiro al mismo tiempo que se llevaba la mano

    derecha a su barbilla, gesto que repeta siempre que intentaba entender algo que se le

    escapaba.

    Eso es lo que t crees.

    Desde luego que lo es. De lo contrario no estara segura de casarme.

    La tensin poda cortarse con un cuchillo. Nada de eso haba estado previsto.

    Cario, tienes que entender que te ests precipitando coment Julia. Tu

    padre y yo estuvimos saliendo durante aos antes de atrevernos a dar el paso.

    Nora resopl y apret los puos. Baj la mirada durante un segundo y al final

    acab por explotar, diciendo algo que habra preferido no mencionar.

    Deja atrs el pasado gru. Siento deciros que vosotros dos no sois los

    protagonistas. Soy yo. Es mi vida.

    ngela se senta culpable de aquello. En cierta manera haba sido la chispa que

    acababa de prender fuego a esa comida familiar. Intent sosegarse y quitarle hierro al

    asunto de la mejor forma que supo.

    Bueno, al menos sabemos que es algo romntico intuy ngela. En lugar

    de pedirte que os vayis a vivir juntos, te ha pedido que te cases con l.

    Nora estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba. Estaba molesta con todos

    ellos, al ser incapaces de ponerse en su piel.

    Vuelves a equivocarte, hermanita. Le gui un ojo. Fui yo la que se lo

    pidi.

  • El segundo impacto fue todava mayor que el primero. Demasiadas noticias

    desconcertantes un muy poco tiempo. Vladimir y Julia se miraban atnitos mientras que

    su hija mayor haca esfuerzos por no caerse de la silla.

    Por qu? pregunt ngela.

    No hace falta que lo preguntes. Creo que es evidente.

    Querer a una persona no implica cometer una estupidez de ese calibre solt su

    padre.

    As es cmo lo ves? Una estupidez?

    Si no lo es, al menos s que se parece mucho. El tono de su voz ni siquiera se

    irrit. No entiendo cmo se te pudo ocurrir algo semejante.

    Nora se levant de su asiento. Al parecer, ya haba odo suficiente. Su mirada

    estaba llena de decepcin, al igual que las lgrimas que amenazaban con desbordarse de

    un momento a otro.

    Gracias por vuestra comprensin susurr. Ahora s que nada de lo que haga

    os parecer correcto. Nunca ser lo suficientemente buena y responsable para vosotros.

    Sali a toda prisa del comedor y subi las escaleras directa a su habitacin. El

    portazo pudo escucharse incluso en la calle.

    No deberas haber dicho eso apunt Julia.

    Por qu? pregunt su marido, visiblemente molesto. Es la verdad. S que

    piensas igual que yo.

    S, pero procuro evitarle problemas de cabeza a nuestra hija.

    A cambio de que ella nos los de a nosotros?

    Cario, Nora ya ha sufrido bastante.

    De eso se trata. No quiero que vuelva a hacerlo una vez ms.

    ngela estaba de pie justo delante de la puerta de la habitacin de su hermana pequea,

    decidiendo si entrar o permanecer all quin sabe cuanto tiempo, intentando esculpir en

    su mente una disculpa que al menos resultase un poco convincente.

    Finalmente dio dos golpes secos en la puerta y gir el pomo. Asom la cabeza con

    cierta cautela.

    Nora susurr, puedo pasar?

    Ella ni siquiera contest. Estaba sentada en la cama, con las piernas recogidas y los

    brazos alrededor de ellas. Su mirada estaba perdida y triste.

    Podemos hablar un momento?

    Segura del nuevo silencio que obtendra como respuesta, Angy cerr la puerta y se

    aproxim lentamente hasta sentarse justo al lado de Nora. En cierta forma, era como

    volver al pasado. Haba repetido esa misma operacin cientos de veces, siempre que su

    hermana tena problemas o se senta insatisfecha con la vida que le haba tocado vivir.

    Cmo ests?

    Es absurdo que hayas venido a preguntarme algo como eso espet. Creo

    que ni siquiera hace falta que te responda.

    Lo s, era una forma de romper el hielo.

  • Muy graciosa, Angy. No necesito que te arrastres hasta aqu para pedirme

    perdn cuando s muy bien que no lo sientes ni lo ms mnimo.

    Nora, no he venido para pedirte perdn.

    Entonces para qu has venido? Te aseguro que estoy bien. No necesito que

    finjas preocuparte por m.

    Maldita sea, eres mi hermana. No quiero que sufras por ningn motivo, es que

    no lo entiendes?

    Nora cerr los ojos un momento. Comenz a balancearse, simulando columpiarse

    en el jardn de atrs.

    Si eso es verdad entonces aydame. Su rostro cambi sbitamente de

    registro. No te pongas de su parte, Angy. Necesito que me apoyes.

    ngela suspir amargamente. Odiaba cosas como esa. Posicionarse a favor de uno

    o de otro siempre implicaba problemas de diversa ndole. Quera a sus padres y a su

    hermana por igual, razn dems para que la propuesta de Nora fuera todava ms difcil

    de llevar a cabo.

    No me pidas eso rog. Sabes que detesto estar en medio de las peleas.

    Pero no puedes partirte en dos. O ests de su lado o del mo. Agach la

    cabeza, visiblemente afectada. Algo tienes que opinar, no? Es imposible que puedas

    mantenerte neutral de forma indefinida.

    Eso es lo que intento la mayora de las veces.

    Pues no lo hagas ahora. Esta vez no.

    El viento golpeaba con cierta fuerza el cristal inmaculado de las ventanas de la

    habitacin. El color rosa plido de las paredes intentaba conseguir un efecto

    tranquilizador en sus dos ocupantes, pero resultaba ms complicado de lo que pareca.

    ngela saba que algo no encajaba y haca grandes esfuerzos por encontrar esa

    pieza perdida del puzzle.

    Vamos, dime algo suplic. No te quedes callada.

    Y qu quieres que diga? Estoy decepcionada. Sabes? Me imaginaba las cosas

    de otra manera. Crea que saldra bien. Trag saliva. Cre que se lo tomaran bien.

    Ya sabes, esta es la primera vez que realmente voy a hacer algo por m misma

    ngela decidi tomar el control. No le gustaba el tono victimista de su hermana.

    No todo era blanco o negro, y Nora se empeaba en no aceptar algo como eso.

    Vamos, Nora. No seas as, por favor. Tienes que entenderles. Es normal que se

    sorprendan. Se cruz de brazos. Seis meses quizs no es tiempo suficiente para

    Dej de hablar. Nora la estaba fulminando con la mirada. Tena los puos apretados.

    Pero yo le quiero, Angy. Y s que l tambin a m. Entiendo que visto desde

    fuera quiz parezca una locura pero s lo que hago. T me conoces mejor que pap y

    mam. S que he cometido mil errores pero esta vez es distinto. Es algo especial. No

    s cmo decirlo pero te aseguro que es lo que el cuerpo me pide. Se recogi el pelo

    en una improvisada coleta. Si le conocieras lo ms mnimo Te caer bien, estoy

    segura. Es todo un caballero. Y no solo eso, tambin es atractivo, amable, atento

    Comenz a ruborizarse. En fin, creo que si los dos estamos seguros del paso que

    queremos dar no hay por qu esperar.

  • Angy haca esfuerzos por entenderla. Saba que era algo muy importante para ella

    pero tena presente el pasado. Nora sola encapricharse con facilidad de algo que ms

    tarde desechaba. Quera creer que esta vez era diferente.

    Nora, escucha. Coloc la mano sobre su hombro. Ponte en su lugar. De las

    dos eres la ms joven y vives con ellos. An te consideran pequea. No me

    malinterpretes, no estoy diciendo que lo seas pero mam y pap quieren protegerte de

    cualquier cosa, incluso de ti misma. Creo que has dado un paso gigantesco si has

    decidido reunirnos a todos para darnos la gran noticia, pero debes entender que algo de

    este alcance no resulta tan fcil de asimilar en un par de segundos. Se mordi el

    labio. Cuando me llamaste para decrmelo me qued helada. Imagina cmo han

    debido de sentirse ellos dos. Sabes que te apoyan pero necesitan un poco de margen.

    Debes drselo. Recuerda que, aparte del hecho de que vas a casarte, lo vas a hacer con

    alguien a quien ni siquiera conocen. Todo este tiempo lo has mantenido en secreto y no

    es algo que te est reprochando. Slo digo que son muchas cosas en poco tiempo.

    De eso precisamente se trata. No confan del todo en m y es normal. Les he

    dado muchos quebraderos de cabeza a lo largo de toda mi vida y por eso quera que esta

    vez fuera algo distinto. No quera decepcionarles. Lo he pensando mucho. Se acarici

    el cuello con ambas manos. Le conoc por casualidad y no niego que todo ha ido

    demasiado rpido pero no es algo de lo que me arrepienta. Al contrario, me ha

    permitido ver mi vida con otros ojos. A su lado todo es especial, Angy. Soy mejor

    persona y gracias l encuentro un sentido que crea perdido. No necesito que pasen otros

    seis meses para casarme con l. S que el tiempo es ahora.

    Y l es el elegido susurr ngela.

    S. Asinti repetidas veces con la cabeza. No podra hacerlo si fuera otro.

    ngela se mordi el labio con asombro. Segua sin entender el motivo de su silencio.

    Entonces, si sabas lo que sentas por l desde un principio por qu no se lo

    dijiste a pap o a mam?

    Tena miedo de lo que pudieran pensar.

    Y crees que decirles todo al mismo tiempo iba a resultar una tctica ms eficaz?

    Es complicado, hermanita. Una boda es algo serio. Y t has hecho que lo sea an ms

    porque nuestros padres no tienen ni la ms remota idea de quin va a ser tu futuro

    marido. Se encogi de hombros, aturdida por el efecto aplastante de sus propias

    palabras. Lo siento, no quiero confundirte ms. Es que estoy sorprendida.

    Qu fue lo que pensaste t? pregunt sin avisar Nora.

    Di mejor qu fue lo que no pens. Por un momento dej escapar una tmida

    sonrisa. Estaba ojeando el nuevo papel que voy a interpretar cuando me llamaste. Lo

    nico que recuerdo es que me qued completamente quieta, como si me hubiese

    quedado de piedra.

    Pero por qu resulta tan extrao? protest Nora. Casarse es algo normal.

    Es algo que se hace prcticamente todos los das.

    S, pero se hace siguiendo una serie de normas. Le pellizc suavemente una

    de las mejillas. T te las has saltado todas.

    Ahora era Nora la que sonrea. Le haba hecho gracia y no hizo esfuerzos por disimular.

    Bueno, que yo recuerde nunca he sido alguien normal.

  • La conversacin por fin pareca volver a su cauce. Nora era demasiado

    temperamental, pero por suerte poda contar con la paciencia de su hermana mayor.

    Cansadas de discutir entre ellas, decidieron darse un tiempo muerto. Las dos se

    tumbaron sobre la cama, fingiendo que ambas tenan menos de trece aos, cuando los

    problemas no iban ms all del maquillaje o las notas finales.

    ngela se removi un par de veces y contuvo el aliento. Lo repiti varias veces

    hasta que consigui captar la atencin de Nora.

    Vale, me rindo dijo. Qu quieres, Angy?

    Ella sonri por dentro. Al parecer, la vieja tctica de mostrarse impaciente por algo

    segua funcionando a la perfeccin. Segura del siguiente paso, no se lo pens dos veces

    antes de disparar.

    Bueno, creo que ya no lo soporto ms asegur.

    Nora se incorpor de repente, como si las palabras de su hermana se hubieran

    transformado en un peligroso mensaje.

    Qu quieres decir?

    Una mueca divertida surc el rostro de Angy. Le encantaba actuar, sobre todo

    cuando interpretar un papel que no iba con su personalidad resultaba tan sencillo.

    Un nombre, Nora. Slo necesito un nombre. Se acerc con decisin hasta su

    odo. Cmo se llama tu caballero de blanca armadura?

  • 3

    Esa noche ni siquiera pudo dormir. Una parte de su pasado haba vuelto de repente a su

    mente por el simple hecho de haber escuchado un nombre que a toda costa habra

    preferido enterrar en lo ms profundo de su ser.

    Haba estado insistiendo para que su hermana le dijese algo acerca de su futuro

    marido y ahora que por fin lo haba logrado todo se haba vuelto un desastre. El corazn

    le dio un vuelco cuando Nora pronunci todas esas letras juntas: Dorian.

    Poda ser cierto? No, claro que no. Incluso se senta estpida por permitirse

    pensar en algo como eso. Las posibilidades eran increblemente remotas, cmo iba a

    ser verdad? Un nombre. Un maldito nombre no poda hacer que se sintiera de esa

    manera. Al fin y al cabo, haba miles de personas que lo nico que tenan en comn era

    un nombre, un apelativo insignificante e inofensivo.

    Se levant sin hacer ruido. Cogi su abrigo y sali al jardn de atrs. Se sent en el

    columpio que aos atrs le haba encantado. Ahora tambin, pero ya no era una mocosa.

    An le gustaba balancearse, sintindose ingrvida y poderosa por un fugaz instante.

    Dej que sus pies decidieran por ella y camin con paso lento pero decidido. Era lo

    mejor que poda hacer, ya que dar vueltas en la cama no lo haba considerado como una

    buena alternativa.

    La isla en la que estaba asentada la casa de sus padres resultaba preciosa a esas

    horas de la madrugada. Las estrellas parecan estar incluso ms cerca de lo habitual, ya

    que no haba ninguna clase de contaminacin lumnica. Los rboles que rodeaban todo

    el permetro se alzaban con gran envergadura, impregnando el aire con su dulce olor

    afrutado, y el mar se senta tan increblemente cerca, que las olas podan divisarse sin

    apenas esfuerzo, maravillndose con el color celeste de su espuma.

    Era una fortuna poder vivir en un sitio as. Sus padres haban trabajado muy duro

    para poder conseguirla y desde luego el esfuerzo haba merecido la pena. No haba

    ruidos molestos, ni vecinos, ni nada relacionado con el ajetreo habitual de la ciudad.

    Apenas se encontraba a media hora de la urbe central y a cambio podan respirar con

    calma y paz.

    El puente que serva como acceso a la isla estaba en perfecto estado. Un vigilante

    de hierro que velaba por su seguridad. No haba verjas ni nada parecido. En un lugar

    como aquel las precauciones estaban dems.

    La luna brillaba en lo ms alto, sin compaa de ninguna nube. El silencio era algo

    digno de admirar, y desde luego ngela lo haca de buena gana. Le ayudaba a pensar,

    sobre todo en momentos como ese en los que su mundo amenazaba con derrumbarse de

    forma inminente si no encontraba un poco de sentido comn.

    Qu ests haciendo aqu?

    ngela estuvo a punto de sufrir un infarto. Se dio la vuelta y pudo comprobar que

    justo a su lado haba una delgada silueta. No le llev mucho tiempo darse cuenta de

    quin era.

    Nora susurr. No vuelvas a hacer eso!

  • Lo siento, no quera asustarte. Se ajust la manta que llevaba puesta sobre los

    hombros. Qu ests haciendo aqu afuera?

    No poda dormir.

    Ya, eso ya lo veo.

    Y t? An sigues espindome igual que antes?

    Nora sacudi la cabeza al mismo tiempo que tiritaba.

    Claro que no. Yo tampoco poda dormir. He ido a tu habitacin y he visto que

    no estabas, as que por eso estoy aqu.

    Vaya, tienes un gran corazn brome.

    El perfume de Nora poda sentirse en el aire. Sus ojos resplandecan al igual que

    los de su hermana mayor.

    Vamos, vuelve a la cama dijo ngela. Es muy tarde. Una futura novia tiene

    que descansar, no te parece?

    Ella no se movi ni un pice. Era propensa a pasar por alto las recomendaciones de

    los dems la mayora de las veces.

    Ni hablar dijo. No hasta que t entres.

    Ya veo que eres incapaz de hacer caso a la primera.

    Ella asinti con la cabeza mientras la sonrisa que haba aparecido fugaz en sus

    labios se evaporaba igual de rpido, como si de repente tuviera miedo.

    De verdad crees que me estoy equivocando?

    Sus palabras sonaron tan sinceras que aunque ngela hubiera querido decirle la

    verdad no habra podido.

    Bueno, es tu vida, Nora. Pareces muy segura de lo que quieres, y si casarte es lo

    que deseas no veo que tiene de malo.

    Su hermana pequea se abalanz contra ella con una sonrisa en los labios. El pelo

    alborotado haba adquirido un precioso tono dorado bajo la luz de la luna.

    Gracias.

    No, gracias a ti. ngela mir hacia el cielo antes de fijar la mirada en la de

    Nora. Gracias por invitarme a tu boda.

    An no est decidido minti Nora. Eso depende de cmo te comportes todo

    este tiempo antes del gran da.

    Piensas ponrmelo muy difcil? Pas el brazo por los hombros de su

    hermana pequea y la estrech con cario.

    Nora fingi pensarlo durante unos minutos hasta que volvi a sonrer.

    Para ti nada es complicado. Nunca he sabido cundo decas la verdad y cundo

    no. Est en tus venas, por eso eres actriz.

    Vamos, eso no implica que no tenga mis sentimientos. Puedo ocultarlos pero eso

    no significa que no los tenga.

    La brisa se elev y se volvi ms fuerte, pero no era desagradable. El cielo segua

    despejado y ese paisaje mereca ser contemplado con detenimiento.

    Damos un paseo?

    A pesar de la oscuridad que brillaba a lo largo de todos los senderos, era imposible

    que se perdieran. Conocan cada rincn de la isla como la palma de la mano. Se haban

    pasado toda su infancia y parte de la adolescencia inspeccionando cada pice de roca,

  • flor o animal que se encontraba de paso. Era un precioso paisaje al que slo tenan

    acceso ellas dos, como dos princesas herederas de un reino apartado de los dems.

    No tenan necesidad de hablar, pero la mente siempre despierta de Angy haba

    sufrido un grave colapso y no tena ni idea de cmo reaccionar. Las preguntas se

    sucedan en su cerebro una y otra vez, volvindose casi imposible permanecer de una

    sola pieza. Aparentaba tranquilidad, pero por dentro se estaba tambaleando en todas

    direcciones, incapaz de seguir el rumbo marcado aos atrs.

    Cuando estaban de regreso a la casa, a tan slo unos pocos metros, se dio por

    vencida. La presin le estaba desgarrando el pecho y al final tuvo que soltarlo, como si

    fuera cuestin de vida o muerte.

    Y Dorian?

    Su voz reson en todas partes.

    Qu pasa con l? pregunt Nora.

    Hubiese querido retroceder y evitar pronunciar su nombre. Era imposible

    quitrselo de la cabeza cuando senta pnico slo al pensar que quiz

    Tiene familia por aqu? susurr. Cmo es fsicamente? A qu se dedica?

    Sus preguntas consiguieron que Nora parase bruscamente de caminar. Era algo que

    no haba previsto. Por su expresin, no saba por dnde empezar.

    Pues

    Su indecisin fue la oportunidad perfecta para Angy. Volvi a interpretar una gran

    actuacin sin que su hermana se percatase de ello.

    Sabes qu? Olvdalo. ngela torci la cabeza y levant las manos en seal de

    rendicin, fingiendo quitarle importancia. No quiero saberlo. Por el momento, con su

    nombre es suficiente. Creo que ser capaz de mantener a raya mi curiosidad.

    Eso espero. Adems, todo se aclarar muy pronto.

    Por qu?

    Su hermana dio unos ltimos pasos hacia delante para situarse justo delante de la

    entrada. ngela hizo lo mismo para no quedarse rezagada.

    l vendr la semana que viene sentenci. Est deseando conoceros.

    La cama result ser un escenario vaco. Habra preferido salir corriendo y no escuchar

    esa voz interior que resonaba una y otra vez en sus sienes. Se senta una cobarde. Qu

    estaba pasando?

    En su mente seguan intactas las palabras que Nora ni siquiera haba llegado a

    pronunciar. No quera escuchar nada de eso. Confirmar sus temores habra sido como

    una fuerte sacudida a todo su ser. Senta pavor al pensar en la posibilidad de que

    realmente fuera verdad. Comprobar a travs de alguna sencilla pregunta lo que intentaba

    ocultar. Peor an, y si por alguna extraa razn era justo lo que quera escuchar?

  • 4

    Intentaba mantener la cabeza fra y la mente en blanco. Lo haba hecho miles de veces,

    y nunca haba fallado as que, por su bien, aquella no deba convertirse en la excepcin

    a su regla nmero uno.

    Dos das despus de la discusin que Nora haba tenido con sus padres, pareca que

    todo haba vuelto a la normalidad. Vladimir le haba pedido perdn a su hija y eso

    disipaba cualquier clase de duda. Se haban puesto manos a la obra, tomndose su

    tiempo para comenzar a establecer algunas de las pautas necesarias para organizar la

    boda que se celebrara tan slo un mes despus.

    La tarde rebosaba belleza en cada pice de ella. La temperatura era perfecta y el sol

    se asomaba tmidamente entre nubes azuladas de algodn.

    Las dos hermanas estaban en la habitacin de Nora, suplicando un poco de

    tranquilidad a pesar de saber todo lo que estaba por venir. ngela meditaba una y otra

    vez sobre el asunto. Despus de todo, un mes le segua pareciendo un tiempo

    excesivamente corto para preparar una boda que fuese decente. No era una experta en

    ese tipo de asuntos, pero supona que llevar a cabo todo el proceso no era una tarea fcil

    por ms que su hermana pequea insistiera en lo contrario. El banquete, los anillos, los

    invitados miles de elementos para resplandecer en un da tan especial.

    Un mes susurr ngela. Cmo vas a hacerlo?

    Nora haba estado esperando una pregunta muy parecida y por eso no esper ni dos

    segundos para contestar.

    Angy, voy a casarme. No me voy al fin del mundo.

    Pero, tienes idea de la cantidad de cosas que hay que organizar?

    Reljate sugiri Nora. Todo ser muy sencillo.

    ngela torci la cabeza. No pareca demasiado convencida.

    Aun as

    Vamos, no te preocupes. Le dio un suave empujn. Parece que eres t

    quien se casa.

    Ya, muy graciosa. Puso los ojos en blanco. Creo que ese honor te

    corresponde a ti.

    Vamos insisti, algn da tendrs que hacerlo.

    As? Arque las cejas. Quin lo dice? Adems, cmo voy a hacerlo si no

    tengo a nadie

    Nora no se daba por vencida. Le gustaba tomar la iniciativa en las juguetonas

    charlas con su hermana

    En ese caso, tendrs que darte prisa, Angy. Le gui un ojo. Empiezas a

    hacerte mayor.

    Hablas en serio? pregunt. No tengo ni treinta aos, Nora.

    Y eso qu importa? Las cosas importantes de la vida hay que hacerlas cunto

    antes.

    Vale, creo que esto empieza a afectarte ms de lo normal.

  • Nora escondi la cara detrs de la almohada, comportndose como una adolescente

    con el estmago repleto de cosquilleos y mariposas.

    Tanto se me nota? Se ruboriz. Estoy feliz, eso es todo.

    Me alegro por ti, pero debes tranquilizarte. An quedan varias semanas antes de

    la boda y necesito que te centres. Solt un largo suspiro. Con mam hecha un mar

    de lgrimas creo que ser suficiente.

    Lo s admiti Nora. Creo que el da de la boda le dar un ataque o algo

    parecido.

    La conversacin de las dos se interrumpi de repente. El mvil de Angy comenz a

    sonar.

    Diga? dijo. Hola, Evan. Cmo vas las cosas sin m? Se alegr de or

    esa voz grave al otro lado del telfono. Evan era su mejor amigo y ayudante de la

    compaa de teatro. En realidad, ambos eran socios, pero a l no le gustaba tomar las

    decisiones importantes y dejaba que ngela las tomase por los dos. Cmo estn los

    chicos?

    Bien, Angy dijo Evan. Ya les conoces. Se lo toman muy en serio. Hizo

    una pausa. Adems, todo est perfectamente. Ni siquiera han notado tu ausencia.

    Creo que puedes tomarte todo el tiempo que quieras.

    Eso me gustara, pero me temo que no. Luego me costara volver a ponerme al

    da.

    Bromeas? Eres la ms cualificada para esto. Debes sacarle partido de alguna

    forma.

    S, pero no de la manera que ests pensando.

    Hubo un breve silencio. Angy miraba de reojo a Nora, que no apartaba la vista ni

    un segundo, mostrando gran curiosidad.

    Y qu me dices del asunto que te ha llevado a coger un avin? aventur

    Evan. Es cierto?

    Me temo que s.

    Y cmo est la futura novia?

    ngela no contest. Desvi la mirada e intent pasar desapercibida a pesar del

    silencio que dio como respuesta.

    Est justo a tu lado, verdad?

    S admiti.

    Vale, entonces supongo que todo ir bien. No hay nada como los consejos de

    una hermana mayor.

    Angy iba a decirle un par de cosas pero no tuvo tiempo de hacerlo. Evan ya se

    estaba despidiendo de forma prematura, igual que haca siempre.

    Te volver a llamar puntualiz. En cuanto a tus das libres Por una vez,

    hazme caso. T ests fuera y ahora soy yo quien manda. Tmate unas merecidas

    vacaciones. No recuerdo cundo fue la ltima vez que me libr de ti.

    Automticamente despus de colgar el telfono, se top con la mirada azul de

    Nora. Saba de buena mano qu era lo que vena justo despus.

    Quin era? pregunt Nora.

  • Evan, mi ayudante Ni siquiera pudo terminar la frase. Esa mirada

    inquisidora de su hermana le hizo perder los nervios. A qu viene esa mirada?

    Quin es ese tal Evan?

    Es que no me has odo? Acabo de decrtelo. Es mi ayudante. Trabajamos juntos

    en el teatro.

    Nada ms?

    ngela solt un suspiro. No le gustaba dar explicaciones a nadie y mucho menos a

    alguien que crea ver ms all de lo evidente.

    Qu ms quieres que diga?

    Vamos, Angy. No te hagas la tonta conmigo. Juguete con uno de los

    mechones de su cabello. A m puedes contarme cualquier cosa. Sea lo que sea

    Te ests precipitando advirti ngela. No es lo que crees.

    Y qu es, segn t, lo que creo?

    Pues Maldita sea, ya sabes lo que quiero decir. O sea, lo que quieres decir

    Calma, no hay por qu ponerse nerviosa.

    Nora, djalo ya. Evan y yo slo somos amigos.

    Volvi a la carga, convencida que era su deber extraer informacin de algo que no

    estaba siendo mostrado al resto del mundo.

    Y eso quin lo dice?

    Cmo que quin? Abri la boca pero no dijo nada hasta segundos despus.

    Yo lo digo.

    Est bien, gruona. Era una broma.

    Pues no me hace ninguna gracia.

    Lo ves? Ahora es evidente que te vuelves mayor de forma prematura. Qu hay

    del sentido del humor?

    Angy suspir y cerr los ojos. Cont mentalmente hasta cinco.

    Basta de tanta charla dijo. Por ahora, ya he tenido suficiente. Adems,

    tengo que hacer un par de llamadas.

    Se dio la vuelta y camin con paso decidido hasta la puerta del dormitorio.

    Espera solt de repente Nora. No te vayas.

    Angy se volvi y formul la pregunta evidente.

    Por qu?

    Su hermana se mordi el labio.

    Vers, he olvidado decirte algo.

    Sorprendida por la actitud de su hermana, ngela torci el gesto, impaciente.

    Vale, de qu se trata?

    Bueno, quera hablar contigo

    Ya ests hablando conmigo, Nora. S un poco ms precisa.

    Nora se levant de la cama y se cruz de brazos. Comenz a mover la pierna

    derecha en un constante movimiento de repeticin, como si tuviera un calambre.

    Nada se apresur a decir. Es slo que me preguntaba...

    S?

    Me preguntaba... Baj la cabeza un instante. Angy, t me quieres, verdad?

  • ngela estaba al borde de un colapso. Conoca bastante bien a su hermana, pero

    aquello acababa de dejarla todava ms estupefacta. Era imposible concebir el motivo de

    esa tonta e inesperada pregunta.

    Qu? musit. A qu viene esa pregunta? Pues claro que te quiero. Eres

    mi hermana.

    Entonces, haras cualquier cosa por m?

    Ahora todo pareca algo ms claro. Detrs de esa repentina muestra de afecto se

    esconda el verdadero motivo.

    Bueno, eso depende.

    De qu? quiso saber.

    De lo que quieras pedirme.

    Nora pareca confusa. Era un manojo de nervios y se encontraba bastante aturdida,

    como si fuese incapaz de dialogar consigo misma.

    Una estaba justo delante de la otra sin decir nada, conservando la aparente calma y

    aguardando al final de esa conversacin que haba adquirido un semblante poco

    convencional.

    Est bien, me rindo. Angy apoy la espalda en la pared. Qu es lo que

    quieres?

    Quiero... Necesito pedirte un favor. Se acerc tmidamente a su hermana

    mayor, temiendo escuchar una respuesta que no quera or. Un favor enorme.

    De acuerdo, t dirs.

    Las palabras tenan miedo a salir de su boca. Tena la impresin de parecer una

    especie de tartamuda, haciendo esfuerzos por soltar su gran discurso final.

    Antes puedo hacerte una pregunta? susurr. Para qu crees que te llam?

    Otra pregunta sin sentido y sin salida, al menos para ngela. Crea firmemente que

    Nora empezaba a perder la cabeza, si es que acaso no lo haba hecho ya.

    Cmo que para qu? reproch. Soy tu hermana. Creo que merezco estar

    presente el da ms importante de tu vida.

    Ya, pero no me refera a eso...

    Entonces? No te sigo...

    Nora la cogi de la mano, intentando ganarse su compasin.

    No puedes negarte.

    Por Dios, Nora gru Angy. Deja de darle vueltas al maldito tema sea cul

    sea. La sujet por los hombros. Qu quieres que haga?

    Nora cerr los ojos y apret los prpados. Instantes despus volvi a abrirlos,

    mostrando una mirada que se asemejaba a la de un animal pidiendo clemencia. Trag

    saliva y finalmente tuvo valor para soltarlo.

    Angy, s la madrina de mi boda.

  • 5

    Nora estaba segura de vivir un sueo; el sueo de toda su vida. Jams haba hecho las

    cosas como deba, y por una vez senta que todo su mundo era diferente: su humor, su

    sonrisa, su comportamiento, su corazn l haba hecho posible todo eso y mucho

    ms. Dorian se haba convertido en algo ms que un novio; un compaero perfecto para

    compartir el bien y el mal, por eso estaba segursima de querer casarse con l. A fin de

    cuentas, quin no lo estara?

    An recordaba con cierto sonrojo el instante fugaz en el que sus miradas se

    cruzaron por primera vez. Ella estaba en la biblioteca pblica, decidida a encontrar un

    viejo libro sobre jardinera especializada que pudiese ayudarla en su nuevo trabajo como

    ayudante en un invernadero. l, empeado en descubrir algo distinto, estaba buscando

    desesperadamente algo que pudiera servirle como inspiracin para futuras ideas.

    Todo surgi muy rpido. La escasa luz y las estanteras repletas de silenciosas

    historias sirvieron como escenario a esa mgica conexin inesperada, creando algo muy

    especial sin que ninguno de los dos pudiese hacer nada para impedirlo. En un abrir y

    cerrar de ojos sus latidos haban comenzado a correr ms rpido; las pupilas se dilataban

    progresivamente y un cosquilleo naci en sus respectivos estmagos. Algo que llaman

    amor a primera vista, y todo por cruzarse en el momento y lugar precisos. Despus de

    aquello las citas y veladas hasta altas horas de la madrugada se haban convertido en

    algo rutinario, transformando sus das en algo ms que una sucesin de veinticuatro

    horas. Se estaban enamorando, y no les habra importado la opinin de los dems si la

    hubiesen tenido. En ese sentido, los dos tenan secretos que guardar, y por eso

    establecieron una nica norma entre ellos: no hablar de nadie ms salvo de ambos. Ni

    familias, ni amigos, ni conocidos. Un universo inventado por dos recin conocidos en el

    que no tena cabida nadie ms. Y es que mantener su relacin en secreto incrementaba

    todava ms las ganas de verse, como un tornado desatado a punto de entrar en colisin

    con otro muy semejante.

    Nora jams haba sentido nada parecido. Claro que haba estado con ms chicos,

    pero una palpitacin constante dentro de ella le deca que esta vez haba elegido bien.

    Ms que bien, ya que se volva alguien completamente diferente y mejor cuando estaba

    cerca de l. Ya no le importaba lo ms mnimo captar la atencin de todo hombre que se

    cruzaba en su camino; ahora slo deseaba apropiarse de la mirada de uno en particular,

    y lo consegua cada vez que se vean a escondidas, comindose a besos y prometindose

    que estaran juntos todo el tiempo que fuera posible.

    Un da de lluvia, cuando estaban juntos en un motel a las afueras de la ciudad,

    perdidos entre la carretera y la distancia, Nora haba mencionado lo sola que se senta

    cuando l tena que marcharse debido a su trabajo. Dorian, en un arrebato de

    compasin, la abraz fuertemente al mismo tiempo que le aseguraba que su situacin no

    tardara demasiado en cambiar. No quiso decir ms, pero sus palabras fueron suficientes

    para que ella comenzara a indagar en lo profundo de sus propios sentimientos. Dos das

    despus, paseando tranquilamente bajo una tenue luz de luna, Nora ya no pudo reprimir

  • su deseo. Le mir directamente a los ojos y pronunci el discurso ms breve pero

    sincero de toda su vida: Dorian, te quiero como nunca he querido a nadie. Csate

    conmigo.

    Fue en ese momento cuando Nora se dio cuenta que su verdadero cuento de hadas

    acababa de empezar.

    No poda disimular; tena la sonrisa dibujada en su boca y nada ni nadie conseguiran

    que se borrase. Se encontraba en una nube, deseosa de volver a verle. Una princesa del

    siglo veintiuno suspirando por su prncipe azul en mitad de toda esa gente. Haba estado

    nerviosa durante el trayecto para ir a recoger a su hermana mayor al aeropuerto, pero

    esta vez era distinto. Las mariposas revoloteando en el estmago eran un claro sntoma

    del enamoramiento intenso que padeca. El viaje en coche no se haba demorado por

    ningn motivo, pero las ganas que tena de estar nuevamente a su lado le provocaban

    una distorsin del tiempo, como si fuera incapaz de controlarse a s misma.

    Cuando quiso darse cuenta de su presencia, ya llegaba tarde a su encuentro. Lo

    tena justo delante de ella, a unos pocos metros en lnea a recta. Los ojos de ambos

    centellearon en silencio, murindose de las ganas por tenerse cerca el uno al otro. Nora

    ni siquiera esper dos segundos. Sali disparada para recorrer esa mnima distancia que

    les separaba. Salt a sus brazos en cuanto tuvo la oportunidad, olvidndose por

    completo de toda la gente que contemplaba esa escena sacada de alguna pelcula

    romntica.

    Ahora volva a ser feliz, justo en ese preciso instante en que su corazn dejaba de

    sentirse abandonado. Estaba completa cuando l permaneca cerca lo suficiente como

    para sentirse casi invencible. Una dependencia totalmente ptima y saludable, que le

    haba otorgado los seis meses ms dulces y felices de su hasta entonces complicada e

    incomprendida vida.

    Dorian era un hombre muy atractivo. Tena las facciones cuadradas, tensas, bien

    definidas; unos ojos color avellana increblemente magnticos y una sonrisa

    cautivadora. Tena el pelo corto, alborotado por la parte de arriba dibujndole una

    graciosa cresta informal, y la piel suave como la de un beb, perfectamente afeitado y

    desprendiendo una fragancia irresistible. Tena el cuerpo musculoso, con una

    considerable altura. Vesta con vaqueros oscuros, deportivas usadas y una cazadora de

    cuero negra, y de su hombro izquierdo colgaba su inseparable maletn con cierres

    dorados. Todo un hombre de negocios, pero tambin alguien bastante familiar y

    tradicional, o eso era al menos lo que aparentaba ser, un hombre con las ideas bastante

    claras acerca de su presente y su futuro.

    Dorian susurr Nora. Ya estabas tardando en volver.

    l sonri con ganas, al mismo tiempo que la estrechaba entre sus brazos y la

    dejaba suspendida a unos considerables centmetros sobre el suelo.

    Vaya, es as cmo saludas a tu futuro marido? Su expresin era la de un

    hombre enamorado, o al menos se le pareca mucho. Su sonrisa confera una cantidad

    bastante considerable de agradables pensamientos, cada cual ms risueo que el

  • anterior. Sus treinta aos recin cumplidos le sentaban de maravilla, convirtindose en

    una especie de catalizador para la mayora de las fminas que conoca.

    Su beso fue largo y cargado de sentimiento, como si hubieran pasado aos desde su

    ltimo encuentro, pero en realidad no haca ni dos semanas que se haban separado.

    Dorian haba tenido que tomar un avin por cuestiones de trabajo, pero no por ello se

    haba descuidado en absoluto; conocer a la familia de su novia era algo de vital

    importancia ahora que estaban convencidos de llevar a cabo un paso tan importante

    como el que estaban a punto de dar.

    Ests preciosa dijo. Igual que todas las maanas.

    Te refieres a todas las maanas sin excepcin o a todas aquellas en las que me

    despierto contigo? Nora pareca una chica de apenas quince aos.

    Dorian le devolvi la sonrisa al mismo tiempo que empezaba a caminar con ella de

    la mano, en direccin a la salida.

    Cuando digo todas, me refiero a todas y a cada una de ellas.

    Nora haba preferido sentarse en el asiento del copiloto. Estaba demasiado ensimismada

    para conducir, y los reflejos de Dorian eran muy superiores a los suyos. Estaban

    escuchando su disco favorito, una recopilacin de canciones que haban estado

    escuchando durante sus seis meses de relacin. Todas eran canciones amorosas, llenas

    de mensajes que predicaban un mismo significado.

    Estaba sonando la ltima de ellas cuando Nora apag bruscamente el reproductor

    de msica. Dorian desvi la mirada hacia ella, buscando una explicacin lgica.

    Por qu has hecho eso?

    Sabes que con msica no puedo pensar con claridad.

    Ahora no hay nada de lo que debas preocuparte. Encendi de nuevo el

    reproductor. Reljate.

    Nora no obedeci. Volvi a apagar el aparato y se revolvi en el asiento. Comenz

    con su tpico movimiento de pierna.

    Est bien dijo Dorian, vas a decirme qu ocurre?

    Nada minti ella.

    l solt una carcajada sonora mientras volva a prestar ms atencin a la carretera,

    aferrando con fuerza el volante.

    Nora, a m no puedes engaarme. Pos su mano derecha sobre la rodilla de su

    novia. Eres ms transparente de lo que crees.

    No lo creo.

    Oh, desde luego que s insisti. Vamos, dmelo. Por qu ests as?

    Acaso no es evidente? pronunci Nora. Vamos directos a mi casa. Vas a

    conocer a mi familia y

    Dorian torci la cabeza y suspir con franqueza. No le gustaba que Nora se

    encontrase de esa forma; l ya estaba suficientemente nervioso y necesitaba que ella

    tuviera la cabeza despejada.

    Fue tu decisin, Nora. T dijiste que sera mejor conocerles antes de la boda.

  • Lo s, pero ahora estoy tan nerviosa que no puedo pensar en nada. No s cmo

    van a reaccionar. Su voz temblaba. Es decir, s que lo s, pero no al cien por cien

    Escucha, pase lo que pase, nada va a cambiar. Vamos a casarnos dentro de

    apenas unas semanas y no tendremos que darle explicaciones a nadie. Nunca lo hemos

    hecho y menos a partir de ahora. Los msculos de su cuello se relajaron. Todo va a

    salir bien, vale?

    Cruzaron el largo puente que conduca directamente a la isla. El cielo estaba

    despejado y todo apuntaba a un da cargado de buena temperatura. La casa se volva

    ms grande con cada metro recorrido, y cuando finalmente estuvieron cerca, Dorian

    redujo la velocidad. Tena un nudo en la garganta y otro en el estmago, pero estaba

    empeado en no mostrar miedo. Estaba exagerando las cosas y al final no sera para

    tanto. Despus de todo, qu era lo peor que poda pasar?

    Oh, Dios mo susurr Nora. Nos estn esperando afuera.

    Nora, reljate. Que yo sepa, son tus padres, no los mos.

    Salieron lentamente del coche, como si retrasar su encuentro fuese a servir de algo.

    Dorian tena la impresin de estar a punto de desvanecerse en un mar plagado de

    tiburones, en especial cuando intercept la mirada verdosa del padre de Nora; unos ojos

    grandes y verdes que parecan estar perforando su cabeza.

    Julia esperaba impaciente al lado de su marido; sonrea de oreja a oreja y no dejaba

    de moverse, con un tic nervioso en ambas manos. El padre de familia se mostraba ms

    bien en un estado de vigilia, como si su deber fuese controlar la situacin.

    Nora se adelant y salud con la mano a sus padres. Se volvi hacia su novio y se

    prepar para el primer contacto directo entre ellos.

    Mam, papa, este es Dorian. Cambi la direccin de su mano. Dorian, estos

    son mis padres.

    Dorian estaba a punto de extender su mano cuando Julia le dio un gran abrazo,

    dejndole parcialmente confuso.

    Dorian! grit. Vaya, qu nombre tan bonito! Se separ rpidamente de

    l. Bienvenido a la familia.

    Gracias susurr tmidamente.

    Trag saliva y volvi a repetir el mismo gesto con la mano con la esperanza de que

    su futuro suegro no hiciera el mismo numerito. Por suerte o por desgracia, as fue.

    Vladimir le estrech la mano con decisin, apretando lo suficiente como para no

    hacer dao pero s para dejar claro quin mandaba all.

    Seor, es un placer conocerle.

    Ya gru, lo mismo digo, Dorian.

    Era una estampa curiosa. Los cuatro all amontonados justo a la entrada intentando

    disimular la incertidumbre que reinaba en la atmsfera.

    Bueno, ya est susurr Julia. Al fin te conocemos.

    Dorian asinti en silencio, con el nudo en la garganta apretndole cada vez ms.

    Tenis hambre? pregunt.

    S se apresur a decir Nora.

    Genial dijo su madre al mismo tiempo que se haca a un lado para dejar libre

    la entrada de la casa. Pasamos dentro?

  • La casa estaba impecable y reluciente, ms que de costumbre. Estaba claro que

    Julia quera causar una buena impresin a su invitado y a juzgar por la expresin de

    Dorian, desde luego lo haba conseguido.

    Pasaron al saln pero ninguno tom asiento salvo Vladimir, que estaba ms

    interesado en las noticias del peridico que en su yerno.

    Nora pareca haber dejado arrinconados a sus nervios. Su cara ya no estaba tan

    tensa y respiraba con normalidad. No dejaba de mirar de un lado para otro, como si

    estuviera buscando algo o a alguien.

    Le gui un ojo a su novio.

    Espera aqu dijo con una sonrisa. En seguida bajo.

    Pero... Sus ojos pedan clemencia. Qu vas a hacer all arriba?

    Voy a buscar a mi hermana.

    Dorian palideci. La escena era curiosa: tres desconocidos compartiendo un mismo

    habitculo. Por fortuna, su tortura no fue demasiado larga, ya que Nora apenas tard en

    volver a bajar del piso de arriba.

    Su expresin estaba cubierta de incertidumbre, como si algo no encajase.

    Mam dijo, dnde est Angy?

    Julia la mir con asombro, como si no entendiese la pregunta que acababan de

    formularle. Frunci el entrecejo.

    Angy? En su habitacin. La he escuchado remover las cosas de su armario

    justo antes de que llegarais.

    La cara de su hija pequea se estremeci.

    Pues no est.

    Cmo que no est? repiti.

    Vladimir carraspe ligeramente, lo suficiente para que Nora centrase su mirada en

    l, con la esperanza de encontrar la respuesta que quera or.

    Pap, tu sabes algo?

    Vladimir arque las cejas y levant las manos, como si no tuviese ni idea.

    A m no me mires dijo. He estado todo el tiempo en la entrada. No la he

    visto.

    Dorian estaba algo confuso. No entenda la complejidad de la situacin, pero a

    juzgar por la cara de su novia, algo no iba bien.

    Nora comenz a andar de un lado para otro, intentando encontrar a ngela en

    algn sitio. Busc en la cocina, en los dos cuartos de bao, en el resto de los dormitorios

    e incluso en la parte de atrs de la casa, pero no logr dar con ella.

    Dnde diablos se ha metido?

    Tranquilzate, cario aconsej Julia. Seguro que aparecer de un momento

    a otro.

    Esto es absurdo, mam rugi Nora. No he tardado ni dos horas en volver.

    Antes de marcharme estaba en su habitacin. Adnde ha podido ir?

    A lo mejor ha tenido que marcharse por cuestiones de trabajo aventur su

    padre. Quizs algo urgente. Ya sabes cmo es tu hermana.

    Nora le fulmin con la mirada, como si no contemplase esa posibilidad.

    Espero que por su bien, no tarde demasiado en volver.

  • Dorian senta que era el momento, si no el adecuado, s el nico para hablar.

    Nora, tranquila. No pasa nada. No hay prisa. Seguro que aparecer pronto.

    No, Dorian. T no lo entiendes. Se mordi el labio y apret los puos. Se

    pasa todo el ao fuera de casa por culpa de su trabajo, y nunca est cuando la necesito.

    Prometi que estara presente y acabas de comprobar que no es as. Odio que no cumpla

    sus promesas. Soy parte de su familia, maldita sea. Acaso tena algo ms importante

    que hacer aparte de conocer al novio de su hermana?

    A pesar de sus seis meses de relacin, Dorian no recordaba haberla visto de esa

    manera, tan enfadada y decepcionada al mismo tiempo.

    Nora se revolvi el pelo con una de las manos y fue directamente a coger su

    abrigo. Dorian se estremeci por ver esa simple escena y la sigui hasta la entrada.

    Te vas? pregunt Dorian.

    S, voy a ir a buscarla.

    Vivs en una isla. No daba crdito a lo que acababa de or. Crees que va a

    estar ah afuera?

    Al menos voy a echar un vistazo.

    Dorian se acerc a un palmo de su cara.

    No vuelvas a dejarme solo, por favor. De repente se le ocurri una posible

    solucin. Voy contigo.

    Qu? Nora arque las cejas. Ni hablar. Tengo que hablar con ella. Es

    decir, si la encuentro. Resopl con nfasis. Qudate con mis padres. Estar de

    vuelta lo antes posible.

    Ni siquiera le dio opcin a contradecir sus palabras. Nora sali con paso decidido,

    abandonndole a su suerte en esa casa que acababa de pisar.

    Dorian se senta como un estpido, all de pie y reacio a entablar conversacin con

    esos dos desconocidos que pronto dejaran de serlo.

    Dorian dijo Julia, te gustara tomar algo de beber?

    Una pregunta sencilla pero complicada a la vez. Si deca que no, quedara como un

    maleducado; si deca que s, quizs se mostrase confiado antes de tiempo.

    Agua respondi, por favor.

    Nada ms?

    No. Esboz esa sonrisa tan caracterstica suya con el fin de encandilar a su

    amable suegra. Es ms que suficiente, gracias.

    Al cabo de un minuto Julia volvi con un enorme vaso lleno hasta el borde.

    Para no mostrar signos de mala educacin, Dorian decidi bebrselo de un trago.

    Una mala idea ya que, como pudo comprobar, el agua estaba demasiado fra, lo que le

    provoc un breve pero intenso dolor en la garganta.

    Quieres otro?

    No, gracias. Ya he bebido bastante.

    La cara de Julia era todo un poema. Se haba esforzado para que ese da fuese

    especial y de momento lo nico que tena entre manos en aquel momento era una

    familia dispersa, con sus hijas afuera, un marido ausente mentalmente y un yerno

    especialmente tmido.

    Voy a volver a la cocina apunt. An tengo que preparar la comida

  • En el saln quedaban ellos dos, como los competidores ms fuertes para lucha,

    pero Dorian no tena intencin de luchar contra l.

    Tienen una casa muy bonita coment.

    Vladimir se cruz de brazos y asinti.

    Puedes echarle un vistazo. Mira todo lo que quieras.

    Se tom aquello al pie de la letra, confiando en hacer lo correcto. Comenz con

    pasos torpes, observando con detalle cada elemento del saln. La clida pintura que

    envolva las paredes supona una estimulacin para relajarse, y las flores que

    descansaban en ese enorme jarrn de una mesilla lateral inundaban con su olor la

    estancia. Recorri cada estantera con ojos atentos, sonriendo por dentro. Senta que los

    nervios se iban disipando poco a poco. Lo que ms le llamaba la atencin al ir

    desplazndose era la cantidad de cuadros que haba diseminados por all. Ni siquiera se

    tom la molestia de contarlos para darse cuenta que eran demasiados. Un montn de

    imgenes de una bonita familia: padre, madre e hijas. La sonrisa de Nora apareca en

    cada una de ellas.

    Todo pareca ir bien hasta que algo dentro de la mente de Dorian se accion. Con

    manos temblorosas, cogi un pequeo cuadro con bordes plateados y se lo acerc a los

    ojos, intentando comprender lo que stos le decan. Lo que vio en aquella fotografa le

    paraliz el corazn.

  • 6

    Ni en la peor de sus pesadillas habra podido toparse con algo semejante, por eso huy

    tan rpido como pudo. ngela estuvo a punto de perecer si no fuera porque algo dentro

    de ella la oblig a reaccionar, arrinconada como un animal salvaje, saltndose todas las

    reglas posibles. An el corazn le lata como un loco dentro del pecho, mandando a

    todo su cuerpo oleadas de sangre en llamas, ya que senta un calor prcticamente

    insoportable, asomndose en su piel y sin ninguna intencin de marcharse. No se lo

    pens dos veces para salir disparada, rpida como una bala. Sinti que era una cuestin

    de vida o muerte, por eso opt por el camino fcil, saliendo por la ventana de su antiguo

    cuarto, sintindose una extraa en la que un da fue su casa.

    Las imgenes se sucedan en su cabeza a una velocidad de vrtigo, relatando hasta

    la actualidad su vida pasada, en concreto, su tormentosa e imperfecta vida personal.

    Qu haba hecho para merecer algo as? Si el destino exista, haba trazado un plan

    para vengarse de ella de la peor de las maneras.

    El viento cortaba su cara con afn mientras segua su incansable marcha hacia

    ningn sitio en particular. Haca un fro de muerte pero no poda reparar en algo tan

    trivial como eso. Apenas haba tenido unos pocos segundos para ejecutar su plan de

    escape, as que mucho menos habra podido coger algo de abrigo.

    Cuando senta que las fuerzas se estaban consumiendo en los msculos de sus

    dbiles piernas, su marcha se volvi progresivamente ms lenta, hasta que al final ni

    siquiera pudo dar un paso tras otro. Cay al suelo sobre las rodillas, salpicndose el

    cuerpo con el agua de los charcos diseminados por todas partes. La lluvia caa con

    fuerza y estaba empapada hasta los huesos, pero en momentos tan sombros como ese

    bien poco le importaba los resfriados o la sensacin de sentirse profundamente calada.

    Segua mirando con ojos inexpresivos en todas direcciones, temerosa de que en

    cualquier momento pudieran atraparla, y entonces ya no podra volver a huir. Su cuerpo

    se encontraba ausente, todo lo contrario que su mente, que se afanaba en asimilar lo que

    acababa de ver en la isla. Era cierto? S, sus ojos no podan engaarla, y la distancia

    que les separaba no haba sido suficiente para dejar algn rastro de duda. Era una

    desgracia y al parecer no tena arreglo. Era lo que ms deseaba, pero el pasado que una

    vez enterr acababa de volver de golpe a su vida, abriendo bruscamente viejos

    recuerdos y grandes heridas que habran desestabilizado a cualquiera y, lgicamente,

    ella no era la excepcin.

    Cmo poda explicarse un momento como aquel? ngela ni siquiera tena

    palabras. Todo haba sucedido demasiado rpido y las preguntas estaban en busca de

    alguna respuesta que tuviera cabida en la realidad. Y lo peor de ese infierno resultaba

    demasiado evidente. Qu iba a hacer despus de esa tremenda colisin e impacto

    emocional? Adnde iba a ir? Estaba claro que no poda volver, a menos que tuviese

    valenta para afrontar lo que se le vena encima, y desde luego ese no era el caso, porque

    le resultaba imposible concebir la sola idea de retroceder en sus pisadas y aparecer por

    all como si nada le importase realmente, ya que su cuerpo le haba pedido

  • enrgicamente que huyera, pero era inevitable pensar en su familia, sobre todo en Nora.

    Qu pensara ella?

    El silencio que emanaba cada rincn de ese pramo desierto no la ayudaba lo ms

    mnimo. Al contrario, se esforzaba por no caer rendida ante el miedo. Acababa de

    volverse como una chiquilla, indefensa ante el mundo y totalmente incapaz de volver a

    empezar su camino, evitando tropezar con la piedra ms grande.

    Aos atrs prometi no volver a verle; olvidarle haba sido lo ms doloroso que

    haba tenido que hacer en toda su vida, pero se oblig a s misma a seguir adelante,

    ignorando por completo sus sentimientos. Ahora se haba dado de bruces con un futuro

    que no lo quera ni regalado. Es ms, con esas condiciones ni siquiera quera seguir

    disponiendo de un futuro prximo.

    l lo sabra? Habra atado cabos antes de tiempo y la respuesta habra estado en

    su mano? O por el contrario, lo habra descubierto al mismo tiempo que ella, nada ms

    atravesar las paredes de esa casa desconocida para l? ngela tema aquello. No poda

    soportar la idea de que Dorian se hubiera dado cuenta de todo por el simple hecho de

    contemplar las fotografas que haba repartidas por las paredes. Aunque hubiera querido

    impedirlo, de nada hubiera servido. Tantas y tantas imgenes diferentes de toda una

    vida hablaban por ella.

    Esa misma tarde lleg a la ciudad con el alma convertida en un suspiro. El cansancio

    fsico no era lo ms molesto, si no asimilar lo incierta que acababa de volverse su

    existencia. Pas la noche en un hotel algo destartalo, movindose una y otra vez en la

    misma direccin, bajo la atenta mirada del televisor estropeado que se encontraba en el

    centro de la habitacin, olvidado y lleno de polvo. La cama haca unos ruidos

    increblemente molestos, provocndole todava ms malestar e incomodidad, llegando

    al extremo de levantarse; de todas formas no hubiera podido pegar ojo.

    A la maana siguiente su rostro presentaba una expresin bastante deplorable; unas

    cuantas horas sin dormir adems de una sesin infinita de sentimientos adversos haban

    acabado por dejarla hecha aicos, con unas feas ojeras surcando su cara, como dos

    curvas moradas a cada lado de la nariz.

    Se haba dado una ducha rpida y llenado el estmago con un caf templado. Las

    horas se esfumaban delante de ella en el reloj de su mueca y no tena intencin de

    reaccionar como la mujer adulta y responsable que se supona que era.

    Lo ms curioso haba sido su reaccin cuando, a altas horas de la madrugada, se

    puso a hurgar en su mente, convencida de no haber dejado ningn cabo suelto. Nunca

    haba sido propensa a romper a llorar, pero su umbral de sensibilidad se haba visto

    superado considerablemente, por eso acab estallando en silencio, de la mejor forma

    que supo: llorando a escondidas y rezando para que su mvil no recibiera ninguna

    llamada, a pesar de encontrarse apagado. Estaba sola; no poda contar con nadie en esos

    difciles momentos, y por un lado se senta aliviada por esa misma razn. Una

    ambigedad que no la llevaba a ninguna parte. Su universo estaba tambalendose sobre

    un fino hilo colgado de un precipicio.

  • Su carcter siempre haba sido reservado en todos los sentidos; sus sentimientos

    eran de ella y de nadie ms, en todo caso haciendo una excepcin con quien compartiera

    su vida, su vnculo de pareja. Por eso nunca le haba hablado a sus padres acerca de sus

    relaciones amorosas, y a Dorian por supuesto, tambin lo mantuvo en silencio durante

    los aos que dur su relacin, alegando que estaba muy ocupada para enamorase,

    cuando en realidad cada da se senta ms unida a l.

    La piel se le erizaba al recordar el momento en que su hermana Nora por fin le

    haba confesado algo acerca de su prometido. No tena ni la ms remota idea de cmo

    diablos haba conseguido disimular su impresin. Aunque claro, siendo actriz de teatro

    tampoco es que resultase algo demasiado enrevesado. Recordaba perfectamente qu era

    lo que haba sentido al escuchar su nombre por primera vez en mucho tiempo. Se haba

    esforzado en sobreponerse y fingir que todo estaba bien, cuando ms bien resultaba todo

    lo contrario: su infierno acababa de empezar y ni siquiera se haba dado cuenta. Ahora

    entenda muchas de las cosas que su hermana pequea le haba dicho. Y es que con un

    hombre como Dorian a su lado, todo se trasformaba mgicamente, como si el mundo

    hubiera decidido contar con dos nicas personas. Las sonrisas, los sonrojos, las miradas

    perdidas Todas esas pequeas e insignificantes cosas que ngela haba criticado en

    Nora, las haba experimentado ella misma no haca demasiado, y lo peor de todo, es que

    haba sido con el mismo hombre. Dos mujeres distintas en todos los aspectos salvo en

    uno: enamorarse locamente de l.

    Angy formaba parte de un pasado que no iba a volver, y para colmo su hermana

    iba a tener en su futuro a alguien a quien no mereca tener, o eso era al menos lo que

    ella crea, aunque ya no importaba lo que pensase, ya que no poda decir absolutamente

    nada. Para el resto del mundo, ngela nunca se haba cruzado con Dorian; se supona

    que nunca haba sabido de su existencia. Tambin se supona que deba alegrarse por el

    paso enorme que Nora iba a dar, pero no poda mostrar la mejor de sus sonrisas por algo

    como aquello. Aceptar irremediablemente que el hombre al que tanto haba querido iba

    a estar presente en la vida de su hermana pero en la suya propia no, y todo porque ella

    tom esa decisin dos aos antes. Se mora de ganas por saltarse ese desagradable

    captulo, pero no poda hacerlo. Tena que afrontar la situacin, y quedarse escondida

    entre las paredes de una habitacin que se caa a pedazos no iba a ayudarla, porque de

    manera inconsciente, reviva el momento una y otra vez, una tras otra, como si

    castigarse de esa forma pudiera salvarla del sentimiento tan nefasto que la estaba

    invadiendo por dentro.

    Estaba esperando de mala gana en su habitacin a que Nora llegase con su novio,

    ese al que en cierta forma, tena miedo de conocer. No haba dejado ni un solo momento

    de mirar por la ventana, como si prefiriese mantener la situacin vigilada desde lo alto.

    Repasaba mentalmente todo el papeleo que tendra que hacer para su prxima

    representacin cuando a sus odos parecan llegar unos ruidos extraos de afuera. Se

    acerc todava ms a la ventana, quedndose a tan solo un par de centmetros del cristal.

    Haba visto salir a Nora y a su acompaante del coche, divirtindose por la expresin

    corporal de ambos. Conoca de buena mano esa sensacin, ya que ella la experimentaba

    segundos antes de salir a escena. El extrao tena algo que le resultaba familiar, pero no

    llegaba a adivinar qu. Lamentablemente, no tuvo que esperar demasiado para saber por

  • qu. Habra podido caer fulminada en ese instante, pero las ganas de comprobar que

    estaba en lo cierto eran superiores al miedo que la acongojaba. Su aliento se volvi fro

    como el hielo, al igual que su interior. Hubiese dado cualquier cosa por no tener que

    contemplar esa horrenda visin que era profundamente real. Sus gestos, la forma de

    caminar, su odioso maletn Era totalmente imposible que se tratase de otra persona

    aunque eso era justamente lo que ms deseaba.

    Ya no haba vuelta atrs. Era l, Dorian. Su Dorian El mismo chico que conoci

    con apenas veinte aos y con quien haba pasado los peores y mejores momentos que

    poda recordar

    Totalmente abatida y apartada de la civilizacin que conoca, an segua

    pensando en Nora, y cmo no hacerlo. Le deba una explicacin. La llamara, de eso

    estaba segura; lo que an no saba era cundo, y sobre todo, qu decirle.

  • 7

    Siempre haba querido creer que era el hombre perfecto, a pesar de sus muchos y

    variados defectos. Se haba entrenado literalmente en cuerpo y en alma para ser alguien

    en la vida, y a veces consegua forjar en su cerebro la idea de que as era, todo un

    hombre de provecho, admirado por todo aquel que ansiaba parecerse a l.

    Esa noche sin embargo no haba podido dormir, ya que se haba llevado la sorpresa

    ms grande de toda su vida, y los cimientos sobre los que estaban asentados los ltimos

    seis meses de su ajetreada existencia se haban movido peligrosamente, haciendo

    tambalear un presente que tanto se haba empeado en no dejar escapar. Estaba en su

    casa, a las afueras de la ciudad, en el norte, donde las casas son iguales y los vecinos

    buenas personas. Milagrosamente, haba sobrevivido a ese da; haba superado la prueba

    de fuego ya que conocer a sus suegros no haba resultado nada fcil, en especial

    teniendo un nudo en la garganta durante todo el tiempo.

    Echaba de menos tener cerca el cuerpo de Nora, abrigndole en esa noche tan fra

    como muchas otras. Ella se haba quedado en la isla, en la que an segua siendo su casa

    pero no por mucho tiempo. Haban pasado el da all, pero Dorian se haba marchando,

    excusndose de la peor de las maneras, con lo primero que le vino a la mente. Y es que

    no se encontraba bien, a decir verdad, se senta a morir, peor que nunca. Cmo no

    estarlo cuando haba sido golpeado por una infinita cantidad de recuerdos que tiempo

    atrs le haba partido en dos.

    Todo haba comenzado con una foto; una simple e insignificante imagen ensartada

    en un marco plateado. Sus ojos haban ido mucho ms all al examinar la instantnea.

    Crea que el tiempo se haba parado tan slo porque l acababa de hacerlo. Haba

    sufrido un latigazo en su alma y lo haba hecho en silencio, sin tan siquiera alterar a su

    suegro, presente en el momento justo. Despus de esa increble y aterradora revelacin

    no poda pensar, y se haba limitado a asentir con la cabeza todo el tiempo que le fue

    posible, mantenindose en un segundo plano y aguantando las ganas de desaparecer. Su

    cuerpo haba estado all, junto