LOS ANTECEDENTES DE LA DOCTRINA DEL CONTROL DE ... · caso Suárez Rosero vs. Ecuador (1997) constituyó el antecedente ju-risprudencial más remoto en la creación del control de

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LOS ANTECEDENTES DE LA DOCTRINA DEL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EN LA JURISPRUDENCIA

DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

Pablo GonzaacutelEz DomiacutenGuEz

sumario I Introduccioacuten II El sentido originario de los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos III El fortale-cimiento de la obligatoriedad del artiacuteculo 2o en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos IV La creacioacuten de la doctrina del

control de convencionalidad V Conclusioacuten

I introDuccioacuten

El estudio de los antecedentes de la doctrina del control de convencionali-dad en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) debe comenzar con una aclaracioacuten no existe ninguacuten artiacuteculo en la Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos (la Convencioacuten) que establezca una obligacioacuten para todas las autoridades de los Estados parte de la misma de interpretar las normas de derecho nacional de conformidad con los estaacutendares del Corpus Iuris Interamericano o de evitar la aplicacioacuten de dichas normas en caso de no ser posible la realizacioacuten de una interpretacioacuten con-forme La creacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad mdashy por lo tanto de cada uno de sus componentesmdash es el resultado de una progresiva e innovadora interpretacioacuten realizada por la Corte de los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten La progresividad de estas interpretaciones (que constituyen los precedentes jurisprudenciales de la doctrina del control de convenciona-lidad) comenzaron antes de que el caso Almonacid Arellano y otros vs Chile (2006) fuera decidido

Doctor en derecho internacional de los derechos humanos (Universidad de Notre Dame Estados Unidos) maestro en derecho internacional (Universidad de Georgetown Estados Unidos) licenciado en derecho (Universidad Panamericana campus Bonaterra Meacute-xico) abogado consultor en la Corte Interamericana de Derechos Humanos

DR copy 2018 Instituto de Investigaciones Juriacutedicas - Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico

Poder judicial del estado de Michoacaacuten

2 PABLO GONZAacuteLEZ DOMIacuteNGUEZ



Las sentencias que constituyen los precedentes del control de conven-cionalidad desarrollaron el contenido de la obligacioacuten de respeto y garantiacutea (artiacuteculo 11) y fortalecieron de manera progresiva las implicaciones nor-mativas del deber de los Estados de adoptar las medidas legislativas o de otro caraacutecter necesarias para hacer efectivos los derechos protegidos por la Convencioacuten (artiacuteculo 2o) Estas sentencias modificaron el entendimiento del artiacuteculo 2o de ser concebido como una norma con una naturaleza pro-gramaacutetica a ser una norma con una alta fuerza prescriptiva Esta posicioacuten teoacuterica abrioacute la puerta para que la Corte adoptara la praacutectica de evaluar la convencionalidad de los actos legislativos de los Estados parte de la Con-vencioacuten en ejercicio de su competencia contenciosa y en la formulacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad como una medida mdashdefinida por la Cortemdash para que los Estados pudieran garantizar la efectividad de la Convencioacuten y de su jurisprudencia

El presente artiacuteculo busca contribuir al entendimiento de los desarrollos jurisprudenciales previos al surgimiento del control de convencionalidad Siguiendo la tesis de Laurence Burgorgue Larsen se argumenta que la sen-tencia del caso Suaacuterez Rosero vs Ecuador (1997) constituyoacute el antecedente ju-risprudencial maacutes remoto en la creacioacuten del control de convencionalidad1

En Suaacuterez Rosero la Corte IDH por vez primera evaluoacute en abstracto y en el ejercicio de su competencia contenciosa la compatibilidad entre una ley nacional y la Convencioacuten Americana Esta aproximacioacuten abrioacute la puerta para que maacutes adelante declarara en Barrios Altos vs Peruacute (2001) la nulidad ab initio de una ley de amnistiacutea y para que comenzara la praacutectica de ordenar a los Estados la modificacioacuten o anulacioacuten de normas nacionales inconvencio-nales La creacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad siguioacute esta liacutenea jurisprudencial pues la Corte IDH propuso esta doctrina como una ldquomedida de otro caraacutecterrdquo para que los Estados cumplieran con sus deberes establecidos en los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten

El tema es abordado de la siguiente forma en la primera parte se ex-pone el sentido originario de los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten tal y como fueron interpretados por la Corte IDH en sus primeras sentencias y opiniones consultivas en la segunda parte se analiza coacutemo el artiacuteculo 2o evolucionoacute a traveacutes de las interpretaciones de la Corte IDH desde Suaacuterez Rosero hasta La uacuteltima tentacioacuten de Cristo (Olmedo Bustos y otros) vs Chile (2001) en la tercera parte se explica coacutemo estos desarrollos abrieron la puerta para

Cfr Burgorgue Larsen Laurence y Uacutebeda de Torres Amaya The Inter-American Court of Human Rights Oxford 2011 pp 243-269



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3 LOS ANTECEDENTES DE LA DOCTRINA DE CONTROL



la creacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad en Almonacid Are-llano en la uacuteltima parte se presentan algunas conclusiones finales

II El sEntiDo oriGinario DE los artiacuteculos 11 y 2o DE la convEncioacuten amEricana soBrE DErEcHos Humanos

1 Artiacuteculo 11 Obligacioacuten de respetar los derechos

El artiacuteculo 11 de la Convencioacuten Americana establece el deber de los Esta-dos de ldquorespetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esteacute sujeta a su jurisdiccioacuten sin discriminacioacuten algunardquo2 La Corte IDH ha interpretado este artiacuteculo para sostener que la Convencioacuten es inmediatamente ejecutable en el plano in-ternacional de forma tal que los Estados tienen una obligacioacuten de derecho internacional de respetar y garantizar los derechos reconocidos en la Con-vencioacuten a todas las personas sujetas a su jurisdiccioacuten3 La consecuencia del incumplimiento de esta obligacioacuten es la responsabilidad internacional por la comisioacuten de un hecho iliacutecito y el deber de reparar En consecuencia el artiacuteculo 11 estaacute iacutentimamente conectado con el artiacuteculo 631 de la Convencioacuten el cual le otorga competencia a la Corte IDH en los siguientes teacuterminos

1 Cuando decida que hubo violacioacuten de un derecho o libertad protegidos en esta Convencioacuten la Corte dispondraacute que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados Dispondraacute asimismo si ello fuera procedente que se reparen las consecuencias de la medida o situacioacuten que ha configurado la vulneracioacuten de esos derechos y el pago de una justa indemni-zacioacuten a la parte lesionada4

Las implicaciones del artiacuteculo 11 han sido desarrolladas desde el em-blemaacutetico caso Velaacutesquez Rodriacuteguez vs Honduras (1988) el cual fue el primero

2 Cfr Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos suscrita en San Joseacute Costa Rica 7 al 22 de noviembre de 1969 artiacuteculo 11 (1 Los Estados Partes en esta Convencioacuten se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esteacute sujeta a su jurisdiccioacuten sin discriminacioacuten alguna por motivos de raza color sexo idioma religioacuten opiniones poliacuteticas o de cualquier otra iacutendole origen nacional o social posicioacuten econoacutemica nacimiento o cualquier otra condicioacuten social)

3 Cfr Corte IDH Caso Velaacutesquez Rodriacuteguez vs Honduras fondo sentencia del 29 de julio de 1988 serie C nuacutem 4 paacuterrafo 164 cfr Medina Quiroga Cecilia La Convencioacuten Americana vida integridad personal debido proceso y recurso judicial Universidad de Chile 2003 p 16

4 Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos artiacuteculo 631






resuelto por la Corte IDH en ejercicio de su jurisdiccioacuten contenciosa5 En este fallo la Corte IDH explicoacute que el artiacuteculo 11 es fundamental para de-terminar si una violacioacuten a los derechos humanos reconocidos por la Con-vencioacuten puede ser atribuible al Estado Especiacuteficamente establecioacute que los deberes de respeto y garantiacutea imponen una obligacioacuten de naturaleza tal que toda accioacuten u omisioacuten que pueda ser atribuida a una autoridad estatal con-forme a las reglas del derecho internacional constituye un hecho imputable al Estado que compromete su responsabilidad internacional6

La obligacioacuten de respeto impone una obligacioacuten de abstencioacuten que re-quiere a las autoridades no violar los derechos humanos establecidos en la Convencioacuten Encuentra su fundamento en que los derechos humanos son ldquoatributos inherentes a la dignidad humana y en consecuencia superiores al poder del Estadordquo7 La obligacioacuten de garantiacutea no se limita soacutelo a acciones negativas Requiere a los Estados tomar medidas positivas de forma tal que eacutestos organicen todo el aparato gubernamental para ser capaces de asegu-rar juriacutedicamente el pleno ejercicio de los derechos humanos de prevenir investigar y sancionar toda violacioacuten de los derechos protegidos por la Con-vencioacuten y de restablecer los derechos violados o reparar los dantildeos produci-dos por dicha violacioacuten8

En el mismo sentido desde Velaacutesquez Rodriacuteguez la Corte IDH ha consi-derado que el deber de garantiacutea implica la obligacioacuten de una conducta gu-bernamental consistente con la Convencioacuten9 Esta obligacioacuten requiere a las autoridades emprender las acciones necesarias para que aquellas personas sujetas a la jurisdiccioacuten del Estado esteacuten en condiciones de ejercer y gozar sus derechos10 En consecuencia los Estados tienen la obligacioacuten de preve-nir razonablemente las violaciones de los derechos humanos a traveacutes de

Todas aquellas medidas de caraacutecter juriacutedico poliacutetico administrativo y cultu-ral que promuevan la salvaguarda de los derechos humanos y que aseguren que las eventuales violaciones a los mismos sean efectivamente consideradas y tratadas como un hecho iliacutecito que como tal es susceptible de acarrear

5 Cfr Caso Velaacutesquez Rodriacuteguez v Honduras fondo cit paacuterrafo 164 6 Idem 7 Ibidem paacuterrafo 165 8 Ibidem paacuterrafo 166 9 Ibidem paacuterrafo 167 10 Medina Quiroga Cecilia La Convencioacuten Americana vida integridad personal debido proceso

y recurso judicial cit p 16






sanciones para quien las cometa asiacute como la obligacioacuten de indemnizar a las viacutectimas por sus consecuencias perjudiciales11

Las interpretaciones hechas por la Corte IDH en Velaacutesquez Rodriacuteguez constituyen una de las piedras fundacionales del derecho en el sistema inte-ramericano de derechos humanos Estas interpretaciones sentaron las ba-ses de un desarrollo jurisprudencial que respondioacute a los enormes vicios de algunos sistemas juriacutedicos en Latinoameacuterica en los cuales la proteccioacuten le-gal a las personas (en especial a los maacutes deacutebiles) era letra muerta debido a las restricciones impuestas por cuestiones poliacuteticas o culturales El caso de Honduras en el tiempo de la desaparicioacuten del sentildeor Velaacutesquez Rodriacuteguez es un buen ejemplo del tipo de simulacioacuten de las instituciones en la admi-nistracioacuten de justicia pues tal y como lo narra Claudio Grossman uno de los litigantes del caso ante la Corte IDH los recursos judiciales provistos por el derecho interno eran ineficientes en casos de desapariciones pues las detenciones ocurriacutean en secreto y los oficiales ignoraban las peticiones de los abogados de las viacutectimas12 La Corte IDH tambieacuten encontroacute que el Poder Judicial era materialmente incapaz de garantizar recursos judiciales efectivos a las viacutectimas debido a las amenazas e intimidaciones dirigidas a los funcionarios judiciales13

Las aproximacioacuten en Velaacutesquez Rodriacuteguez en relacioacuten con el contenido del artiacuteculo 11 inspiroacute la jurisprudencia de la Corte IDH en casos posteriores El lenguaje utilizado en este caso dejoacute un amplioacute espacio a los Estados para especificar los medios para cumplir con su deber de garantiacutea pero en la opi-nioacuten de algunos autores tambieacuten abrioacute la puerta para que la Corte definiera mdashya fuera a traveacutes del cuerpo de sus sentencias o a traveacutes de las reparacio-nes ordenadasmdash la forma en que estas obligaciones debiacutean ser cumplidas por los Estados14 Este punto es relevante pues tal y como seraacute analizado maacutes adelante los argumentos que justifican la doctrina del control de con-

11 Cfr Caso Velaacutesquez Rodriacuteguez v Honduras Fondo cit paacuterrafo 174 12 Cfr Grossman Claudio ldquoThe Velasquez Rodriguez Case The Development of the

Inter-American Human Rights Systemrdquo en Noyes John E et al (coord) International Law Stories Foundations Press 2007 p 89

13 Cfr Caso Velaacutesquez Rodriacuteguez v Honduras fondo cit paacuterrafo 74 14 Cfr Ferrer Mac-Gregor Eduardo y Pelayo Moumlller Carlos ldquoObligacioacuten de respetar los

derechosrdquo en Steiner Christian y Uribe Patricia (coord) Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos comentada Suprema Corte de Justicia de la Nacioacuten-Konrad Adenauer Stifung 2014 p 49 Cfr Corte IDH Caso Familia Barrios vs Venezuela fondo reparaciones y costas sentencia del 24 de noviembre de 2011 serie C nuacutem 237 paacuterrafo 124 Corte IDH Caso Gonzaacutelez y otras (ldquoCampo Algodonerordquo) vs Meacutexico excepcioacuten preliminar fondo reparaciones y costas sen-tencia del 16 de noviembre de 2009 serie C nuacutem 20 paacuterrafo 287






vencionalidad reflejan la idea de que el deber de garantiacutea requiere acciones positivas por parte de los Estados los cuales deben siempre velar por el efecto uacutetil de la Convencioacuten y la jurisprudencia de la Corte En el aacutembito judicial estas acciones incluyen mdashen la teoriacutea de la Cortemdash que los jueces ldquocontrolenrdquo la ldquoconvencionalidadrdquo de las normas de derecho nacional

2 Artiacuteculo 2o Deberes de adoptar disposiciones de derecho interno

El artiacuteculo 2o establece la obligacioacuten de los Estados de ldquoadoptar con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convencioacuten las medidas legislativas o de otro caraacutecter que fueren nece-sarias para hacer efectivos tales derechos y libertadesrdquo15 Esta disposicioacuten refleja la norma claacutesica de derecho internacional por la cual un Estado que ratifica un tratado de derechos humanos se compromete a alinear su dere-cho y praacutecticas nacionales de conformidad con el tratado16 Esta norma se encuentra inspirada en el artiacuteculo 22 del Pacto de Derecho Civiles y Po-liacuteticos (1966) y cumple con objetivos similares complementar el deber de los Estados de respetar y garantizar los derechos humanos protegidos por la Convencioacuten mdashtal y como es requerido por el artiacuteculo 11mdash y reforzar la obligacioacuten que establece la Convencioacuten de que algunos artiacuteculos sean prote-gidos por ley17 En este sentido Heacutector Gross Espiel en su voto concurrente en la Opinioacuten Consultiva OC-786 (1986) explicoacute lo siguiente

[C]uando se propuso [la inclusioacuten del artiacuteculo 2] se aclaroacute que su uacutenico sen-tido era clarificar y precisar haciendo maacutes determinante inmediata y directa la exigencia del cumplimiento de [la obligacioacuten del artiacuteculo 11] pero sin que ello signifique alterar o desconocer el deber esencial que resulta del artiacuteculo 1 Al respecto no puede olvidarse que la fuente del artiacuteculo 2 de la Conven-cioacuten Americana es el artiacuteculo 22 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Poliacuteticos de las Naciones Unidas que tanto por su ubicacioacuten como por su letra constituye evidentemente un complemento de la obligacioacuten esencial impuesta por el paacuterrafo 1 de dicho artiacuteculo 218

15 Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos artiacuteculo 2o 16 Cfr Burgorgue Larsen Laurence y Uacutebeda de Torres Amaya The Inter-American Court

of Human Rights cit p 250 17 Cfr Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos artiacuteculo 175 18 Corte IDH Exigibilidad del derecho de rectificacioacuten o respuesta (arts 141 11 y 2 Convencioacuten

Americana sobre Derechos Humanos) Opinioacuten Consultiva OC-786 del 29 de agosto de 1986 serie A nuacutem 7 voto concurrente del juez Heacutector Gross Espiel paacuterrafo 6






La naturaleza del artiacuteculo 2o no fue originalmente concebida con el mismo grado de obligatoriedad que aquella establecida en el artiacuteculo 11 el cual establece obligaciones exigibles de manera inmediata en el aacutembito internacional En Velaacutesquez Rodriacuteguez la Corte IDH establecioacute que la obli-gacioacuten del artiacuteculo 11 es ldquomucho maacutes inmediata que la que resulta del artiacuteculo 2rdquo19 Este criterio puede responder a la siguiente loacutegica mientras que los Estados deben cumplir inmediatamente con su deber de respetar y garantizar los derechos y libertades protegidos por la Convencioacuten tal y como estaacuten claramente identificados en el texto de la Convencioacuten su deber conforme al artiacuteculo 2o otorga mucha mayor libertad a los Estados respecto a las ldquomedidas legislativas o de otro caraacutecter que fueren necesariasrdquo para hacer efectivos dichos derechos y libertades pues el tratado no define mdashsal-vo en acotadas circunstanciasmdash cuaacuteles son las medidas especiacuteficas que los Estados deben adoptar En este sentido Cecilia Medina Quiroga explica lo siguiente

Desde esa perspectiva la primera obligacioacuten del Estado es la de asegurarse que las normas internacionales operen dentro de su jurisdiccioacuten correspon-diendo al Estado y no al derecho internacional decidir el modo maacutes conve-niente para cumplir con ella que podraacute ser la incorporacioacuten de dichas nor-mas directamente o la dictacioacuten de normas internas que las reproduzcan En todo caso una vez ratificada la norma internacional el Estado debe adecuar todo su derecho interno de conformidad con aqueacutella

17 El que los individuos puedan usar y gozar sus derechos humanos es una responsabilidad primaria de los Estados que son los que estaacuten en me-jor posicioacuten para asegurarles que ello pueda suceder de manera cotidiana e inmediata la supervisioacuten internacional siempre es tardiacutea y generalmente ex post20

Es posible que en este espiacuteritu la Corte IDH mdashen sus primeras decisio-nesmdash interpretara el artiacuteculo 2o para generar lineamientos muy generales sobre coacutemo los Estados debiacutean cumplir con su deber de adoptar disposicio-nes de derecho interno pero que se abstuviera de evaluar la convenciona-lidad de normas de derecho nacional por ejemplo en la Opinioacuten Consul-tiva OC-1494 (1994) la Corte establecioacute que ldquoLa obligacioacuten de dictar las medidas que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades reconocidos en la Convencioacuten comprende la de no dictarlas cuando ellas

19 Cfr Caso Velaacutesquez Rodriacuteguez vs Honduras fondo cit paacuterrafo 168 20 Medina Quiroga Cecilia La Convencioacuten Americana vida integridad personal debido proceso

y recurso judicial cit pp 17 y 18






conduzcan a violar esos derechos y libertadesrdquo21 Pero en la misma Opinioacuten la Corte IDH establecioacute que no tiene competencia para declarar la respon-sabilidad internacional del Estado por la mera adopcioacuten de normas viola-torias de la Convencioacuten pues su jurisdiccioacuten contenciosa se ejerce con la finalidad de resolver casos concretos de violaciones a los derechos humanos En palabras de la Corte IDH

49 La jurisdiccioacuten contenciosa de la Corte se ejerce con la finalidad de prote-ger los derechos y libertades de personas determinadas y no con la de resolver casos abstractos No existe en la Convencioacuten disposicioacuten alguna que permita a la Corte decidir en el ejercicio de su competencia contenciosa si una ley que no ha afectado aun los derechos y libertades protegidos de individuos determinados es contraria a la Convencioacuten Como antes se dijo la Comisioacuten siacute podriacutea hacerlo y en esa forma dariacutea cumplimiento a su funcioacuten principal de promover la observancia y defensa de los derechos humanos Tambieacuten podriacutea hacerlo la Corte en ejercicio de su funcioacuten consultiva en aplicacioacuten del artiacuteculo 642 de la Convencioacuten22

La centralidad del artiacuteculo 11 como fuente de obligaciones exigibles en el aacutembito internacional es lo que permite afirmar que auacuten en caso de que la existencia de una norma nacional sea la causa de la violacioacuten a los derechos y libertades protegidos en la Convencioacuten la Corte soacutelo tiene com-petencia para pronunciarse sobre la responsabilidad del Estado por la viola-cioacuten a un derecho en concreto y no por la mera existencia de dicha norma inconvencional Impliacutecita en esta aproximacioacuten se encuentra la idea de que la definicioacuten e implementacioacuten de las medidas especiacuteficas (legislativas o de otro caraacutecter) que los Estados deben tomar para garantizar la efectividad de la Convencioacuten es una competencia reservada para los Estados En todo caso conforme a este criterio seriacutea la Comisioacuten Interamericana de Dere-chos Humanos en su funcioacuten poliacutetica de promotora de los derechos huma-nos la institucioacuten facultada por la Convencioacuten para recomendar a los Esta-dos adoptar medidas especiacuteficas para el cumplimiento de sus obligaciones internacionales

21 Corte IDH Responsabilidad internacional por expedicioacuten y aplicacioacuten de leyes violatorias de la Convencioacuten (artiacuteculos 1o y 2o de la Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos) Opi-nioacuten Consultiva OC-1494 del 9 de diciembre de 1994 serie A nuacutem 14 paacuterrafo 36

22 Ibidem paacuterrafo 49






III El FortalEcimiEnto DE la oBliGatoriEDaD DEl artiacuteculo 2o En la JurispruDEncia DE la cortE intEramEricana DE DErEcHos

Humanos

El entendimiento de la naturaleza programaacutetica del artiacuteculo 2o cambioacute cuando la Corte IDH comenzoacute a evaluar la convencionalidad de leyes en abstracto y cuando comenzoacute a ordenar a los Estados la modificacioacuten de leyes especiacuteficas y la adopcioacuten de praacutecticas para cumplir con sus obligaciones con-forme al artiacuteculo 2o Burgorgue Larsen explica que este giro en la jurispru-dencia sucedioacute en gran medida por la estrategia de la Comisioacuten Interameri-cana al alegar de manera conjunta violaciones al artiacuteculo 11 y 2o23 y por la accioacuten de algunos jueces que argumentaron mdashal interior de la Corte IDHmdash la indisolubilidad de los dos artiacuteculos24 Esta aproximacioacuten tuvo tres impor-tantes consecuencias en las decisiones subsecuentes de la Corte primero el artiacuteculo 2o comenzoacute a ser utilizado para evaluar la convencionalidad de las normas nacionales y para ordenar la modificacioacuten de leyes inconvenciona-les segundo abrioacute la puerta para nulificar leyes de amnistiacutea que permitiacutean la impunidad por graves violaciones a los derechos humanos tercero derivoacute en una mayor especificacioacuten del tipo de medidas que los Estados debiacutean tomar (como el control de convencionalidad) para garantizar la inaplicacioacuten de le-yes inconvencionales

1 La revisioacuten de la convencionalidad de leyes in abstracto sobre las bases del artiacuteculo 2o

La primera vez que la Corte evaluoacute una norma nacional en abstracto y en ejercicio de su jurisdiccioacuten contenciosa fue en Suaacuterez Rosero La Corte evaluoacute la compatibilidad entre el artiacuteculo 114 bis del Coacutedigo Penal Ecua-toriano (CPE) y la Convencioacuten25 Este artiacuteculo estableciacutea condiciones de liberacioacuten para personas detenidas siempre que ciertas condiciones se cum-plieran pero estaban exceptuadas de este beneficio aquellas personas acu-

23 Corte IDH Caso Suaacuterez Rosero vs Ecuador fondo sentencia del 12 de noviembre de 1997 serie C nuacutem 35 paacuterrafo 93

24 Corte IDH Caso Caballero Delgado y Santana vs Colombia reparaciones y costas senten-cia del 29 de enero de 1997 serie C nuacutem 31 voto disidente de AA Canccedilado Trindade paacute-rrafo 6-9 Corte IDH Caso El Amparo vs Venezuela reparaciones y costas sentencia del 14 de septiembre de 1996 serie C nuacutem 28 voto disidente de A A Canccedilado Trindade paacuterrafo 3

25 Cfr Corte IDH Caso Suaacuterez Rosero vs Ecuador fondo sentencia del 12 de noviembre de 1997 serie C nuacutem 35 paacuterrafo 95






sadas conforme a la Ley sobre Substancias Estupefacientes y Psicotroacutepicas (LSEP) La Corte IDHevaluoacute el caso a la luz del artiacuteculo 2o concluyoacute que la distincioacuten hecha por la LSEP entre aquellas personas acusadas conforme a la LSEP y el CPE era violatoria de la Convencioacuten pues ldquodespoja a una parte de la poblacioacuten carcelaria de un derecho fundamental en virtud del delito imputado en su contra y por ende lesiona intriacutensecamente a todos los miembros de dicha categoriacutea de inculpadosrdquo26

Para efectos de este artiacuteculo la relevancia de esta sentencia viene del paacute-rrafo 98 pues la Corte establecioacute que ldquoesa norma per se viola el artiacuteculo 2 de la Convencioacuten Americana independientemente de que haya sido aplicada en el presente casordquo27 La Corte IDH impliacutecitamente afirmoacute su competencia para pronunciarse sobre la inconvencionalidad de una norma nacional in-dependientemente de su aplicacioacuten en un caso concreto contrario a lo que habiacutea sostenido en la Opinioacuten Consultiva OC-1494 La Corte no explicoacute las razones por las que su criterio cambioacute en Suaacuterez Rosero pero es en este tiempo que asumioacute que su competencia contenciosa incluye la autoridad para pronunciarse sobre la inconvencionalidad de normas nacionales Tam-bieacuten reafirmoacute su autoridad de ordenar a los Estados la adopcioacuten de medidas especiacuteficas para adaptar su derecho interno y sus praacutecticas de conformidad con sus obligaciones convencionales28

El voto disidente de A A Canccedilado Trindade (quien era el presidente de la Corte en 1997) en el voto de El Amparo v Venezuela (1996) da indicios so-bre las razones que motivaron este cambio jurisprudencial En El Amparo la Corte se ldquoabstiene de pronunciarse en abstracto sobre la compatibilidad del Coacutedigo de Justicia Militarrdquo y por lo tanto concluye que ldquono cabe ordenar al Estado de Venezuela la reforma solicitada por la Comisioacutenrdquo29 Canccedilado Trindade se opuso a esta posicioacuten de la mayoriacutea ya que consideroacute que la Corte teniacutea competencia para decidir sobre la convencionalidad del Coacutedigo venezolano pues dicha ley constituiacutea una ldquoamenaza realrdquo a las personas que enfrentaban una situacioacuten creada por su existencia Por lo tanto ldquosi fuera necesario aguardar la aplicacioacuten efectiva de una ley ocasionando un dantildeo no habriacutea como sostener el deber de prevencioacutenrdquo30 En opinioacuten del juez brasilentildeo la Corte tiene la obligacioacuten de prevenir futuras violaciones a los

26 Ibidem paacuterrafo 98 27 Idem 28 Cfr Quinche Ramiacuterez Fernando ldquoEl control de convencionalidad y el sistema colom-

bianordquo Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional nuacutem 12 2009 p 165 29 Corte IDH Caso El Amparo vs Venezuela reparaciones y costas sentencia del 14 de

septiembre de 1996 serie C nuacutem 28 paacuterrafo 60 30 Ibidem paacuterrafo 3






derechos humanos por lo que debe ordenarle a Venezuela adoptar medidas especiacuteficas que representen una amenaza real a los derechos de las personas sujetas a su jurisdiccioacuten En sus palabras

Se ha precisado el amplio alcance de tal deber el cual abarca todas las me-didas legislativas y administrativas y otras que promuevan la salvaguarda de los derechos humanos y que aseguren que las violaciones de estos sean efectivamente tratadas como hechos iliacutecitos acarreando sanciones para sus responsables La reparacioacuten como concepto geneacuterico abarca tambieacuten estos elementos ademaacutes de las indemnizaciones debidas a las viacutectimas La repa-racioacuten plena que en el presente contexto se configura como la reaccioacuten del ordenamiento juriacutedico de proteccioacuten a los hechos violatorios de los derechos garantizados tiene un amplio alcance Incluye a la par de la restitutio in inte-grum (restablecimiento de la situacioacuten anterior de la viacutectima siempre que po-sible) y las indemnizaciones (a la luz del principio general del neminem laedere) la rehabilitacioacuten la satisfaccioacuten y mdashsignificativamentemdash la garantiacutea de no repeticioacuten de los hechos violatorios (el deber de prevencioacuten)31

Las garantiacuteas de no repeticioacuten a las que se refiere Canccedilado Trindade son inter alia la modificacioacuten de normas inconvencionales Dos antildeos maacutes tarde en Castillo Petruzzi vs Peruacute (1999) la Corte IDH determinoacute que Peruacute violoacute el artiacuteculo 2o de la Convencioacuten Americana al adoptar las leyes de emergencia nuacutem 25475 y 25259 las cuales fueron promulgadas en el con-texto de la lucha contra el terrorismo32 No es necesario entrar en los deta-lles del caso Lo que es relevante es que varias disposiciones de estas leyes permitiacutean que las personas acusadas fueran sentenciadas a cadena perpetua por un tribunal sin rostro lo cual constituye una violacioacuten a varios artiacuteculos de la Convencioacuten33 La Corte IDH determinoacute la invalidez de los procedi-mientos conducidos en contra de las viacutectimas y ordenoacute al Estado la modifi-cacioacuten de las normas nuacutems 25475 y 25259 las cuales fueron encontradas inconvencionales34 La Corte IDH continuoacute fortaleciendo el entendimiento de la obligatoriedad del artiacuteculo 2o al establecer que

El deber general del artiacuteculo 2 de la Convencioacuten Americana implica la adop-cioacuten de medidas en dos vertientes Por una parte la supresioacuten de las normas y praacutecticas de cualquier naturaleza que entrantildeen violacioacuten a las garantiacuteas

31 Ibidem paacuterrafo 6 32 Cfr Corte IDH Caso Castillo Petruzzi y otros vs Peruacute fondo reparaciones y costas sen-

tencia del 30 de mayo de 1999 serie C nuacutem 52 paacuterrafo 207 33 Ibidem paacuterrafos operativos 2 al 11 34 Ibidem paacuterrafo 207






previstas en la Convencioacuten Por la otra la expedicioacuten de normas y el desa-rrollo de praacutecticas conducentes a la efectiva observancia de dichas garantiacuteas Evidentemente el Estado no ha llevado a cabo en lo que atantildee a las dispo-siciones aplicables al juicio de los inculpados lo que debiera realizar a la luz del artiacuteculo 2 de la Convencioacuten35

Esta aproximacioacuten continuoacute en casos posteriores36 El caso de La uacuteltima tentacioacuten de Cristo es emblemaacutetico en este sentido Este caso se relaciona con la violacioacuten al derecho a la libertad de pensamiento y expresioacuten que derivoacute de la censura a la exhibicioacuten de la peliacutecula ldquoLa uacuteltima tentacioacuten de Cristordquo La censura del gobierno chileno se basoacute en la aplicacioacuten del artiacuteculo 19 nuacutemero 12 de la Constitucioacuten Chilena y el Decreto Ley 679 los cuales autorizaban la censura previa en la produccioacuten cinematograacutefica37 En consecuencia la Corte determinoacute que ldquoal mantener la censura cinematograacutefica previa en el ordenamiento juriacutedico chileno el Estado estaacute incumpliendo con el deber de adecuar su derecho interno a la Convencioacuten de modo de hacer efectivos los derechos consagrados en la misma como lo establecen los artiacuteculos 11 y 2 de la Convencioacutenrdquo38 La Corte ordenoacute al Estado chileno la modificacioacuten de su derecho interno para asiacute eliminar la censura previa39

2 La nulidad ab initio de normas manifiestamente violatorias de la Convencioacuten Americana

La uacuteltima tentacioacuten de Cristo muestra queacute tan lejos llegoacute la Corte en su entendimiento de la obligatoriedad del artiacuteculo 2o autorizaacutendola incluso a ordenar a un Estado la modificacioacuten de una norma de rango constitucio-nal sin embargo el punto maacutes alto en esta liacutenea jurisprudencial llegoacute en el

35 Idem 36 Cfr Corte IDH Caso Hilaire Constantine y Benjamin y otros vs Trinidad y Tobago fondo

reparaciones y costas sentencia del 21 de junio de 2002 serie C nuacutem 94 paacuterrafo 113 Cor-te IDH Caso ldquoInstituto de Reeducacioacuten del Menorrdquo vs Paraguay excepciones preliminares fondo reparaciones y costas sentencia del 2 de septiembre de 2004 serie C nuacutem 112 paacuterrafo 206 Corte IDH Caso Lori Berenson Mejiacutea vs Peruacute fondo reparaciones y costas sentencia del 25 de noviembre de 2004 serie C nuacutem 119 paacuterrafo 219 Corte IDH Caso Caesar vs Trinidad y Tobago fondo reparaciones y costas sentencia del 11 de marzo de 2005 serie C nuacutem 123 paacuterrafo 91

37 Cfr Corte IDH Caso ldquoLa Uacuteltima Tentacioacuten de Cristordquo (Olmedo Bustos y otros) vs Chile fondo reparaciones y costas sentencia del 5 de febrero de 2001 serie C nuacutem 73 paacuterrafo 72

38 Ibidem paacuterrafo 88 39 Ibidem paacuterrafo operativo 4






contexto de casos de justicia transicional En Barrios Altos la Corte establecioacute que las leyes de amnistiacutea 26479 y 26492 mdashadoptadas durante el gobierno de Alberto Fujimorimdash eran incompatibles con la Convencioacuten Estas leyes teniacutean el efecto praacutectico de exonerar a miembros del ejeacutercito de la policiacutea y civiles que cometieron violaciones de derechos humanos de 1980 a 1995 in-cluidos los responsables de la matanza de 15 personas en el distrito de Lima llamado ldquoBarrios Altosrdquo40 La existencia y aplicacioacuten de estas leyes produjo violaciones a derechos inderogables (derecho de acceso a la justicia derecho a la verdad y a la reparacioacuten) derivadas de la comisioacuten de graves violaciones a los derechos humanos41

La Corte concluyoacute que Peruacute incumplioacute con sus obligaciones conforme a los artiacuteculos 11 y 2o al adoptar las dos leyes de amnistiacutea que impidieron la identificacioacuten de los responsables de serias violaciones a los derechos huma-nos que obstruyeron el acceso a la justicia de las viacutectimas y sus familiares y que les impidieron conocer la verdad de los hechos y obtener la reparacioacuten correspondiente42 La Corte calificoacute las consecuencias de la expedicioacuten de la ley de amnistiacutea concluyendo lo siguiente

44 Como consecuencia de la manifiesta incompatibilidad entre las leyes de autoamnistiacutea y la Convencioacuten Americana sobre Derechos Humanos las mencionadas leyes carecen de efectos juriacutedicos y no pueden seguir represen-tando un obstaacuteculo para la investigacioacuten de los hechos que constituyen este caso ni para la identificacioacuten y el castigo de los responsables ni puedan tener igual o similar impacto respecto de otros casos de violacioacuten de los derechos consagrados en la Convencioacuten Americana acontecidos en el Peruacute43

Esta fue la primera ocasioacuten en que la Corte actuoacute como una especie de tribunal constitucional No soacutelo determinoacute la incompatibilidad entre una norma nacional y la Convencioacuten (como lo hizo en Suaacuterez Rosero) o declaroacute la responsabilidad internacional por la existencia de una norma inconven-cional y ordenoacute al Estado su modificacioacuten (como lo hizo en La uacuteltima tenta-cioacuten de Cristo) sino que declaroacute la nulidad ab initio sobre las bases del derecho internacional y en ejercicio de su jurisdiccioacuten contenciosa44 La lectura maacutes

40 Cfr Corte IDH Caso Barrios Altos vs Peruacute fondo sentencia del 14 de marzo de 2001 serie C nuacutem 75 paacuterrafo 2i

41 Ibidem paacuterrafo 41 42 Ibidem paacuterrafo 43 43 Ibidem paacuterrafo 44 44 Cfr Binder Cristina ldquoThe Prohibition of Amnesties by the Inter-American Court of

Human Rightsrdquo German Law Journal nuacutem 12 2011 p 1212






razonable de esta decisioacuten es que la naturaleza de los derechos que fueron afectados (calificados como no derogables) y la gravedad de las violaciones cometidas por el Estado (una masacre perpetrada por agentes estatales) fue un elemento relevante para la adopcioacuten de una posicioacuten tan radical En este sentido Canccedilado Trindade sugirioacute que la nulidad de las leyes de amnistiacutea es resultado no soacutelo de su manifiesta incompatibilidad con la Convencioacuten Americana sino tambieacuten porque su vigencia produce violaciones a dere-chos inderogables que pertenecen al dominio del jus cogens45

La aproximacioacuten adoptada en Barrios Altos parece estar basada en la loacute-gica de que i) la consecuencia de la adopcioacuten o aplicacioacuten de una norma na-cional inconvencional es la responsabilidad internacional del Estado ii) que las consecuencias juriacutedicas de esa inconvencionalidad siguen a la gravedad de los derechos violentados por su existencia o aplicacioacuten y iii) que la Corte estaacute facultada para determinar las consecuencias juriacutedicas de la existencia o aplicacioacuten de dichas normas y de determinar las medidas especiacuteficas que el Estado debe adoptar para evitar futuras violaciones a los derechos humanos producidas Los puntos ii) y iii) estaacuten alejados de la posicioacuten de la Corte en la OC-1494 y El Amparo donde expresamente decidioacute no pronunciarse sobre la incompatibilidad entre una norma nacional y el derecho internacional y mucho menos establecer consecuencias juriacutedicas de dicha incompatibilidad

El rationale iniciado en Suaacuterez Rosero y que alcanzoacute su punto maacutes alto en Barrios Altos prevalecioacute en este periodo de la jurisprudencia de la Corte IDH sobre todo en lo que respecta al tratamiento de leyes de amnistiacutea En Almo-nacid y en La Cantuta v Peruacute (2007) la Corte reafirmoacute su criterio sobre la nuli-dad de las leyes de amnistiacutea cuando eacutestas violaban o negaban el derecho de acceso a la justicia la verdad y la reparacioacuten de las viacutectimas y los familiares de graves violaciones a los derechos humanos46 sin embargo en Almonacid la Corte dio un paso maacutes allaacute en las implicaciones de los artiacuteculos 11 y 2o al establecer que los jueces estaacuten obligados a ldquovelar porque la aplicacioacuten no se vean mermadas por la aplicacioacuten de leyes contrarias a su objeto y fin y que desde un inicio carecen de efectos juriacutedicosrdquo47 En otras palabras el Poder Judicial estaba obligado a realizar un control de convencionalidad

45 Cfr Caso Barrios Altos vs Peruacute fondo voto concurrente del juez AA Canccedilado Trin-dade paacuterrafo 11

46 Corte IDH Caso Almonacid Arellano y otros vs Chile excepciones preliminares fondo reparaciones y costas sentencia del 26 de septiembre de 2006 serie C nuacutem 154 paacuterrafo 112 Corte IDH Caso La Cantuta vs Peruacute fondo reparaciones y costas sentencia del 29 de noviembre de 2006 serie C nuacutem 162 paacuterrafo 167

47 Caso Almonacid Arellano y otros vs Chile excepciones preliminares fondo reparaciones y costas cit paacuterrafo 124






para evitar la aplicacioacuten de normas inconvencionales en la solucioacuten de casos concretos48

IV la crEacioacuten DE la Doctrina DEl control DE convEncionaliDaD

La creacioacuten del control de convencionalidad es el uacuteltimo paso tomado por la Corte IDH sobre la presuncioacuten de que el artiacuteculo 2o tiene una amplia fuerza prescriptiva y de que su jurisdiccioacuten contenciosa la faculta para determinar las medidas especiacuteficas que los Estados deben adoptar para hacer efectivos los derechos y libertades protegidos por la Convencioacuten Esta doctrina esta-blece que asiacute como los jueces nacionales tienen una obligacioacuten de respetar y garantizar los derechos humanos (tal y como lo requiere el artiacuteculo 11) tam-bieacuten tienen la obligacioacuten de adoptar las medidas necesarias para garantizar la efectividad de dichos derechos El control de convencionalidad constituye una determinacioacuten muy especiacutefica sobre el tipo de medidas que los jueces de-ben adoptar para controlar que leyes inconvencionales no produzcan efectos violatorios En palabras de la Corte IDH

124 La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos estaacuten suje-tos al imperio de la ley y por ello estaacuten obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento juriacutedico Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convencioacuten Americana sus jueces como parte del aparato del Estado tambieacuten estaacuten sometidos a ella lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convencioacuten no se vean mermadas por la aplicacioacuten de leyes contrarias a su objeto y fin y que desde un inicio carecen de efectos juriacutedicos En otras palabras el Poder Judicial debe ejercer una especie de ldquocontrol de convencionalidadrdquo entre las normas juriacutedicas internas que aplican en los casos concretos y la Convencioacuten Ame-ricana sobre Derechos Humanos En esta tarea el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado sino tambieacuten la interpretacioacuten que del mismo ha hecho la Corte Interamericana inteacuterprete uacuteltima de la Convencioacuten Americana49

La Corte desarrolloacute la nocioacuten que los jueces nacionales deben realizar un control de convencionalidad con el objetivo de remover los obstaacuteculos legales que impiden garantizar la efectividad de la Convencioacuten y de sus in-

48 Idem 49 Idem






terpretaciones El fundamento de esta doctrina son los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten y el artiacuteculo 27 de la Convencioacuten de Viena sobre el Derecho de los Tratados50 En la teoriacutea de la Corte es inadmisible que los jueces se abstengan de proteger los derechos humanos de las personas sujetas a su ju-risdiccioacuten debido a que el Poder Legislativo incumplioacute con sus obligaciones mdashconforme al artiacuteculo 2omdash al adoptar normas inconvencionales En Helio-doro Portugal vS Panamaacute (2008) la Corte explicoacute que el control de convencio-nalidad es la medida a traveacutes de la cual los operadores de justicia cumplen con su deber de garantizar el efecto uacutetil de la Convencioacuten explicando de esta forma el viacutenculo entre el artiacuteculo 2o y el control de convencionalidad En palabras de la Corte

180 La Corte ha interpretado que tal adecuacioacuten implica la adopcioacuten de medidas en dos vertientes a saber i) la supresioacuten de las normas y praacutecticas de cualquier naturaleza que entrantildeen violacioacuten a las garantiacuteas previstas en la Convencioacuten o que desconozcan los derechos alliacute reconocidos u obstaculicen su ejercicio y ii) la expedicioacuten de normas y el desarrollo de praacutecticas condu-centes a la efectiva observancia de dichas garantiacuteas Precisamente respecto a la adopcioacuten de dichas medidas es importante destacar que la defensa u obser-vancia de los derechos humanos a la luz de los compromisos internacionales en cuanto a la labor de los operadores de justicia debe realizarse a traveacutes de lo que se denomina ldquocontrol de convencionalidadrdquo seguacuten el cual cada juzgador debe velar por el efecto uacutetil de los instrumentos internacionales de manera que no quede mermado o anulado por la aplicacioacuten de normas o praacutecticas internas contrarias al objeto y fin del instrumento internacional o del estaacutendar internacional de proteccioacuten de los derechos humanos51

V conclusioacuten

La doctrina del control de convencionalidad estaacute intimamente ligada con el progresivo fortalecimiento de la fuerza prescriptiva del artiacuteculo 2o de la Convencioacuten La posicioacuten asumida por la Corte IDH desde Suaacuterez Rosero en-tendioacute al artiacuteculo 2o como la fuente de obligaciones exigibles en el plano internacional (no como una norma programaacutetica) lo cual abrioacute la puerta para que comenzara la praacutectica de evaluar la compatibilidad entre normas nacionales y la Convencioacuten y de ordenar a los Estados las medidas ldquolegisla-

50 Ibidem paacuterrafos 123-125 51 Corte IDH Caso Heliodoro Portugal vs Panamaacute excepciones preliminares fondo repara-

ciones y costas sentencia de 12 de agosto de 2008 serie C nuacutem 186 paacuterrafo 180






tivas o de otro caraacutecterrdquo que debiacutean tomar para garantizar el efecto uacutetil de la Convencioacuten El desarrollo progresivo del artiacuteculo 2o derivoacute en la creacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad como una determinacioacuten del tipo de medidas que los jueces nacionales debiacutean tomar mdashconforme al artiacuteculo 2omdash ante la presencia de una norma inconvencional para asiacute evitar que dicha norma fuera la causa de violaciones a los derechos humanos protegidos internacionalmente






Las sentencias que constituyen los precedentes del control de conven-cionalidad desarrollaron el contenido de la obligacioacuten de respeto y garantiacutea (artiacuteculo 11) y fortalecieron de manera progresiva las implicaciones nor-mativas del deber de los Estados de adoptar las medidas legislativas o de otro caraacutecter necesarias para hacer efectivos los derechos protegidos por la Convencioacuten (artiacuteculo 2o) Estas sentencias modificaron el entendimiento del artiacuteculo 2o de ser concebido como una norma con una naturaleza pro-gramaacutetica a ser una norma con una alta fuerza prescriptiva Esta posicioacuten teoacuterica abrioacute la puerta para que la Corte adoptara la praacutectica de evaluar la convencionalidad de los actos legislativos de los Estados parte de la Con-vencioacuten en ejercicio de su competencia contenciosa y en la formulacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad como una medida mdashdefinida por la Cortemdash para que los Estados pudieran garantizar la efectividad de la Convencioacuten y de su jurisprudencia

El presente artiacuteculo busca contribuir al entendimiento de los desarrollos jurisprudenciales previos al surgimiento del control de convencionalidad Siguiendo la tesis de Laurence Burgorgue Larsen se argumenta que la sen-tencia del caso Suaacuterez Rosero vs Ecuador (1997) constituyoacute el antecedente ju-risprudencial maacutes remoto en la creacioacuten del control de convencionalidad1

En Suaacuterez Rosero la Corte IDH por vez primera evaluoacute en abstracto y en el ejercicio de su competencia contenciosa la compatibilidad entre una ley nacional y la Convencioacuten Americana Esta aproximacioacuten abrioacute la puerta para que maacutes adelante declarara en Barrios Altos vs Peruacute (2001) la nulidad ab initio de una ley de amnistiacutea y para que comenzara la praacutectica de ordenar a los Estados la modificacioacuten o anulacioacuten de normas nacionales inconvencio-nales La creacioacuten de la doctrina del control de convencionalidad siguioacute esta liacutenea jurisprudencial pues la Corte IDH propuso esta doctrina como una ldquomedida de otro caraacutecterrdquo para que los Estados cumplieran con sus deberes establecidos en los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten

El tema es abordado de la siguiente forma en la primera parte se ex-pone el sentido originario de los artiacuteculos 11 y 2o de la Convencioacuten tal y como fueron interpretados por la Corte IDH en sus primeras sentencias y opiniones consultivas en la segunda parte se analiza coacutemo el artiacuteculo 2o evolucionoacute a traveacutes de las interpretaciones de la Corte IDH desde Suaacuterez Rosero hasta La uacuteltima tentacioacuten de Cristo (Olmedo Bustos y otros) vs Chile (2001) en la tercera parte se explica coacutemo estos desarrollos abrieron la puerta para

Cfr Burgorgue Larsen Laurence y Uacutebeda de Torres Amaya The Inter-American Court of Human Rights Oxford 2011 pp 243-269



1











































































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten






















































































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten








































































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten





























































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten

















































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten





































Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten


























Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten
















Humanos











































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten














































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten



































































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten
























































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten











































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten































48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten




















48 Idem 49 Idem








V conclusioacuten

















V conclusioacuten


















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LOS ANTECEDENTES DE LA DOCTRINA DEL CONTROL DE ... · caso Suárez Rosero vs. Ecuador (1997) constituyó el antecedente ju-risprudencial más remoto en la creación del control de