1414 Esquila Misional • noviembre 2017

Los antibalakas no cesan

El misionero comboniano español, monseñor Juan José Aguirre, obispode Bangassou, República Centroafricana, nos envía esta carta

señalando los enfrentamientos del ejército «cristiano»antibalaka en contra de la comunidad musulmana.

EXPRESIÓN Y CULTURA

s.libe

rtadd

igita

l.com

sevil

la.ab

c.es

afriq

uene

wsinf

o.file

s.wor

dpre

ss.co

m

Los antibalakas quieren que todos los musulmanes se vayan de Bangassou. Hemos enterrado 80 muertos, los heridos son centenares.

Esta mañana me despertaron tres sacerdotes y tres religiosas que trabajan en esta diócesis para ir a oficiar la misa al otro lado del río, al Congo.

Ahí un hombre llamó a su mujer y cinco hijos, de 3 a 12 años, para que nos siguiera y atravesarán el río con ellos. Pero al borde de éste esperaba el diablo en busca de musulmanes. Unos diez anti-

15noviembre 2017 • Esquila Misional

«Estoy bien, dando ánimos a todos, juntando a mi gente para rezar, ayudando a las ONGs a hacer su trabajo, atendiendo a los pobres...»

Los antibalakas no cesan

El misionero comboniano español, monseñor Juan José Aguirre, obispode Bangassou, República Centroafricana, nos envía esta carta

señalando los enfrentamientos del ejército «cristiano»antibalaka en contra de la comunidad musulmana.

«Los jefes rebeldes están muy enfadados de verque una parte de la tropa no les obedece»

s.libe

rtadd

igita

l.com

afriq

uene

wsinf

o.file

s.wor

dpre

ss.co

m

perio

dista

digita

l.com

man

osun

idas.o

rg

pecadores. Otra vez se repite la historia. ¿Cómo están los ánimos de los musulmanes? Cuando les pregunto, me responden que Dios es el dueño de la vida y de la muerte.

La situación del padre esperando al otro lado del río es desesperante, y la madre cuando despierte, va a ser un drama. Un gran volumen de sufrimiento que sólo se entiende mirando a otra víctima inocente en el calvario, aunque todo rodeado de un gran misterio...

Dos semanas de plazo para el exilioNos hemos levantado bien. Ayer quitaron el te-

cho de la mezquita y esto complicará el ambiente. Dos mil musulmanes siguen aquí en la misión. Las ONGs nos ayudan. Letrinas, agua, tiendas que aún no llegan, alimentos...

Los antibalakas han dado dos semanas de plazo para que todos los musulmanes se vayan de Ban-gassou. Pienso que eso será un fracaso y tendrá consecuencias graves.

En todas las ciudades, el mundo musulmán tie-ne su mirada puesta en Bangassou y espera a ver qué pasa; mientras esta gente ha comenzado a prepararse para su exilio.

Yo estoy bien, dando ánimos a todos, juntando a mi gente para rezar, ayudando a las ONGs a hacer su trabajo, atendiendo a los pobres, llevando enfer-mos, trayendo leña al campamento...

Gracias por sus oraciones. Las necesitamos.

Mons. Juan José AGUIRRE, mccjobispo de Bangassou

República Centroafricana

balakas drogados, retuvieron a la madre y a los hijos, armados de fusiles y amenazando a todo el mundo, se llevaron a los niños y a la madre y les dispararon a bocajarro.

Volvieron a llamarme. Me fui corriendo al lugar de los hechos, pero llegué cuando ya habían ter-minado su crimen. Se los reproché, pero me des-preciaron. A media mañana la madre despertó. La bala le había atravesado el pulmón y sangrando pudo llegar hasta alguien que la acompañó a la mi-sión y de ahí al hospital.

Los jefes rebeldes están muy enfadados de ver que una parte de la tropa no les obedece, que han perdido el control de su gente. Los cascos azules marroquíes siguen a la defensiva. Al menos han ido a recoger los cuerpos, pero llevan ocho días sin querer ir por nadie.

La tarde ha sido más tranquila pero de luto por la matanza de inocentes. Han muerto justos por

De visita en uno de los hospitales de la diócesis

1818 Esquila Misional • noviembre 201718

Eran las cinco de la tarde cuando fui a tocar por primera vez la campana de la iglesia para invitar a la comunidad a participar en las actividades: ensayo de cantos y rezo

del rosario, entre otras. La primera persona con la que tuve una pequeña conversación era un hombre anciano que estaba pastoreando su rebaño.

–¿De dónde es usted? –De República Democrática de Congo, un país de África. –¡Así que usted viene de África! ¿Lejos, no? –Lejísimos. –¡Qué bueno que usted haya venido a conocer nuestro pueblo! Esto es Margos: la tierra colorada,

La Misiónen tierracolorada

El estudiante de Teología David Dunga Nyinga es misionero combonianooriundo de República Democrática del Congo. Desde algún pueblo

de la sierra de Huánuco, Perú, nos reseña la siguiente anécdota misionera.

EXPRESIÓN Y CULTURA

IGLE

SIA

SIN

FRON

TERA

S

1919noviembre 2017 • Esquila Misional 19

gente honesta, honrada, respetuosa, trabajadora. Pero el clima y la altura la hacen un poco difícil... ¿Usted va a trabajar en esta iglesia? Nosotros an-tes participábamos, pero hace tiempo que se en-cuentra cerrada y no hay quien la atienda.

Nos despedimos cordialmente y prometimos vernos en las celebraciones. Margos es un pue-blo de la sierra de Huánuco, en el centro de Perú. Al emprender el camino a esta misión sólo llevé algo que considero imprescindible: el mensaje de Jesús. Al regresar me encuentro preocupado por el estado actual no sólo de esta comunidad, sino también por el de muchas otras en las que no llega el Evangelio por falta de misioneros.

La de Margos es una de las misiones más an-tiguas de América Latina. Sin embargo, es una de las más abandonadas: no tiene pastores que la atiendan de forma permanente, su iglesia se en-cuentra cerrada y sus fieles, dispersos. En esta mi-sión me encontré con personas muy distintas: hay gente buena y generosa, pero también indiferente o de trato difícil.

Mi presencia en medio de la comunidad como misionero proveniente del continente africano, de-bido a la novedad que significó para la población, suscitó muchas preguntas. Me di cuenta de que es cierto que sólo con su presencia, el misionero pue-de evangelizar ya que es testimonio de amor, de apertura y de entrega al prójimo. Experimenté la

llamada misión-presencia, una forma de evangeli-zar en la que, sin anunciar explícitamente a Jesús, el misionero es capaz de suscitar preguntas entre la gente.

En el pasado, algunos misioneros –entre ellos un sacerdote con presencia permanente– iban a Margos, pero aquello duró poco. El trabajo de evangelización no enraizó. Actualmente, esta co-munidad está en manos de los combonianos, que la acompañan desde Huánuco.

Debido al escaso número de sacerdotes, es difí-cil que uno dedique tiempo completo a esta comu-nidad, misma que es acompañada mensualmente con la celebración eucarística. Como la iglesia se

abre una sola vez al mes, 12 días al año, los fieles no tienen un espacio de encuentro espiritual. Así, viven ex-puestos a «todos los vientos y a todas las corrientes» que lleguen y que pue-den destruir su fe.

Los dos meses que estuvimos en este pueblo, mi compañero Christian Fuentes y yo organizamos la cate-quesis, los cantos, el rezo del rosario, la liturgia de la Palabra, el trabajo con los catecúmenos, realizamos la visi-ta a las familias y a los enfermos... Y cuando terminó nuestra presencia, nos volvimos convencidos de que esta pequeña comunidad merece la misma atención que todo cristiano en cualquier parte del mundo.

David DUNGA, mccjLima, Perú

–¿De dónde es usted? –De República Democrática de Congo, un país de África. –¡Así que usted viene de África! ¿Lejos, no? –Lejísimos. –¡Qué bueno que usted haya venido a conocer nuestro pueblo! Esto es Margos: la tierra colorada,

El estudiante de Teología David Dunga Nyinga es misionero combonianooriundo de República Democrática del Congo. Desde algún pueblo

de la sierra de Huánuco, Perú, nos reseña la siguiente anécdota misionera.

Margos es una de las misiones más antiguas de América Latina

El clima y la altura hacen un poco difícil la misión

IGLE

SIA

SIN

FRON

TERA

S

Migu

el Á.

Ville

gas

Migu

el Á.

Ville

gas