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Los avatares del pensamiento: mucho más allá del soporte

Miguel Andrés BrennerFacultad de Filosofía y LetrasUniversidad de Buenos Aires

PRE-TEXTO1

¿Cómo nace el presente trabajo? Dentro del marco de la Cátedra Abierta Hugo García

Albarracín, cuya sede se inicia en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica nº

35 de Esteban Echeverría, Provincia de Buenos Aires. Me invitan a dar una ponencia en un

panel2 el 14 de julio de 2012, cuyo título propuesto es Construcción del Conocimiento. Del

soporte en papel al soporte digital. Participan 400 asistentes, en su mayoría alumnos de la

carrera de bibliotecología, aunque también con la asistencia de profesionales. Es por ello

que la exposición pretende asumir un carácter didáctico.

Sucintamente: Hugo García fallece el 13 de diciembre de 2011. Entre otros fue responsable

del área Biblioteca “Ricardo A. Gietz” del CAICYT3-CONICET, Argentina, desde 1986

hasta 2011.Tuvo, entre otros, una importante influencia como docente en la formación de

varias generaciones de estudiantes en bibliotecología y comunicación social, trabajando en

cursos de grado y de posgrado, amén de una vasta producción como autor, investigador y

expositor invitado.4

1 Corresponde a la ponencia dada en el Encuentro de Bibliotecarios del CONICET el 14 de julio de 2012. Cfr. http://bibliotecasconicet.blogspot.com.ar/2012_07_12_archive.html2 En el panel también exponen Tatiana Carsen y Daniel Canosa.3 Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica –CAICYT.4 Carsen, Tatiana (2012). Brevísima reseña de la producción intelectual de Hugo García Albarracín. En Fuentes. Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia. Año 11, volumen 6, número 18, febrero de 2012. Pgs. 40-41. Tatiana Carsen es profesional principal del CONICET, Argentina. Carsen escribe dentro de un dossier de artículos donde participan el venezolano Fernando Báez (Doctor en Ciencias de la Información y Bibliotecas), Mela Bosch de Argentina (lingüista e investigadora en el área de tratamiento informático documental) y Daniel Canosa de Argentina (bibliotecólogo, docente e investigador).

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ABSTRACT

Sabemos que el hiper texto no reemplaza al texto en soporte de papel. En la escritura el

saber está fijado e importa la identidad, la memoria y la verdad, mientras que hay un orden

secuencial y búsqueda de sentido. Empero, en el soporte digital la información es móvil,

separada del cuerpo de los humanos, sin memoria y sin temporalidad, donde no importa

tanto la búsqueda de sentido y sí la operatividad o utilidad y la celeridad del cambio

operativo. Ahora bien. ¿Cómo entender el reflotar en el presente histórico de la memoria y

la identidad sin el orden secuencial ni búsqueda de sentido?

¿Podemos hablar de “construcción del conocimiento”? ¿Qué valor cabe a esa noción

cuando en nuestro mundo contemporáneo el conocimiento depende de las luchas en el

ejercicio del poder, de la fuerza de la información como mercancía y su interjuego con las

tecnologías publicitarias? ¿No vale la pena, acaso, un posicionamiento ético político contra-

hegemónico?

PALABRAS CLAVE: hipertexto – sentido – repetición – información – utopía

“Temo que la palabra impresa se convierta en una rareza, y la próxima generación dependa sólo de la palabra efímera, de tipo digital que sólo existe a través del monitor de la computadora, o una especie virtual de libro que puede tener miles de títulos. Yo no digo que sea una mala idea, sólo deseo que la versión en papel continúe existiendo para la gente que quiere experimentar la sensación táctil real de pasar una página y palpar el objeto real.” (Cara Barer) 5

5 Citado en Richter, Peter. El futuro del libro en la era digital. En Publicación Humboldt, Cultura de la traducción-traducción de la cultura. Bonn, Alemania. 2010. Número 153. Año 51.

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Quienes aquí nos encontramos, sabemos que el hiper texto no reemplaza al texto en soporte

de papel. Sabemos que el soporte digital ya no es tan novedoso. Sus ventajas son múltiples.

Teóricamente se encuentra a nuestro alcance, aquí y ahora, una base de datos, donde ya no

podríamos hablar, por ejemplo, de libros “agotados” (salvo que alguien los retire de la red).

Sin embargo, nos daría más placer regalar a un amigo un “libro” y no un CD con éste

digitalizado, quizá nos daría vergüenza. Es que nos da pudor regalar algo aparentemente

“casi gratis”, aunque no lo sea, amén que si un libro se publica solamente en la web, no se

hace su presentación con público “en vivo y en directo”.

Dice Pierre Levy6 que en la escritura el saber está fijado e importa la identidad, la memoria

y la verdad, mientras que hay un orden secuencial y búsqueda de sentido. Empero, en el

soporte digital, modelo interpretado bajo la noción “red” ajena a la linealidad7, la

información8 es móvil, separada del cuerpo de los humanos, sin memoria y sin

temporalidad, donde no importa tanto la búsqueda de sentido y sí la operatividad o utilidad

y la celeridad del cambio operativo9, donde se relaciona información verbal con no verbal

(visual, sonora, animación, etc.). Aludiendo a Roland Barthes en S/Z, Landow sostiene lo

siguiente: describe un ideal de textualidad que coincide exactamente con lo que se conoce

como hipertexto electrónico, un texto compuesto de bloques de palabras (o de imágenes)

electrónicamente unidos en múltiples trayectos, cadenas o recorridos en una textualidad

abierta, enteramente inacabada y descrita con términos como nexo, nodo, red, trama y

trayecto. Y luego el autor cita a Barthes: “En este texto ideal, abundan las redes (réseaux)

6 Pierre Lévy nació en Túnez en 1956. Actualmente es profesor en el Departamento de Comunicación de la Universidad de Ottawa. Entre 1993 y 1998 se desempeñó como profesor en el Departamento Hipermedia de la Universidad de París VIII. Es reconocido a nivel mundial como uno de los pensadores más importantes en el campo de la "cibercultura". En 2004, fue elegido miembro de la Royal Society of Canada. En sus trabajos más recientes se ha focalizado en desarrollar el lenguaje IEML (Information Economy Meta Language), el cual tiene un fundamento semiótico que tiene la finalidad de ofrecer un sistema sintáctico de coordenadas para abordar los conceptos que se encuentran en internet. En ¿Qué es lo virtual? (Barcelona, Paidós, 1999), relaciona y desarrolla el concepto de "lo virtual" a partir de Gilles Deleuze, como una dimensión de la realidad que subsiste con la actual, pero es irreducible a ella. En 1990 publicó un libro acerca de la convergencia de redes digitales y la comunicación hipertextual. http://www.politicas.unam.mx/razoncinica/site-papime-sep2011/sitio/Pierre_Levy/biografia.html (consulta: 23 de julio de 2012)7 Landow, George (1995). Hipertexto: la convergencia de la teoría crítica, contemporánea y la tecnología. Barcelona. Editorial Paidós. Pgs.13-49.8 Lévy en su texto dice “el saber es móvil”, lo hemos modificado por “la información es móvil” por cuanto el “saber” implica posicionamiento político de personas, de grupos, de comunidades.9 Lévy, Pierre (1991). La oralidad primaria, la escritura y la informática. En David y Goliath. Revista del CLACSO, Buenos Aires. Año XX, nº. 58, Oct. 1991.

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que actúan entre sí sin que ninguna pueda imponerse a las demás; este texto es una galaxia

de significantes y no una estructura de significados; no tiene principio, pero sí diversas vías

de acceso, sin que ninguna de ellas pueda calificarse de principal; los códigos que moviliza

se extienden hasta donde alcance la vista; son indeterminables...; los sistemas de

significados pueden imponerse a este texto absolutamente plural, pero su número nunca

está limitado, ya que está basado en la infinidad del lenguaje”.10

Ahora bien. ¿Cómo entender el reflotar en el presente histórico de la memoria y la

identidad sin el orden secuencial ni la búsqueda de sentido? Ciertamente, las nuevas

tecnologías de la información facilitan el pensar en dicho derrotero.

Al decir de Marshall McLuhan11, “el medio es el masaje”12, o sea es también mensaje,

código o contenido. Sostiene McLuhan: “Las sociedades siempre han sido moldeadas más

por la índole de los medios con que se comunican los hombres que por el contenido mismo

de la comunicación.” Quizá haya aquí una especie de determinismo tecnológico, cuestión

que obviamos, sin embargo vale el enunciado: “Es imposible comprender los cambios

sociales y culturales si no se conoce el funcionamiento de los medios.” 13 Conste que el

medio tampoco surge por generación espontánea, pues más allá de la genialidad de su

invención, se origina en el contexto de condicionamientos políticos, económicos y sociales

imbricados entre sí.

Veamos la cuestión de la imprenta. Acaece la disolución del feudalismo, la conquista de

nuevas tierras y sangre humana para la Europa de aquel entonces, la reforma protestante y

su libre interpretación de la Biblia, condiciones que apuntan a los orígenes de la

modernidad, amén de la invención de la imprenta dentro del incipiente capitalismo

10 Landow, G. Ibid. Sostiene el autor que “…a diferencia de Barthes, que insiste en el texto de lector y su no linealidad, Derrida enfatiza la apertura textual, la intertextualidad y la improcedencia de la distinción entre lo intemo y lo externo a un texto dado.”11 Deseo aclarar que, independientemente de la posición de McLuhan, se nota a lo largo del presente texto que mi posición nada tiene que ver con una especie de determinismo tecnológico. Simplemente, lo que adopto del citado autor es la referencia a la identidad entre medio y mensaje.12 “La comunicación está fundamentalmente determinada por el canal que utiliza. Lo que implica… no sea considerada como un proceso único...” “No existe código que no esté modelado por el canal que utiliza…” “…se trata de descubrir la gramática de los canales lo mismo que se construye la de los códigos…” “Para McLuhan… cada canal es a su vez un código… “ Cfr. Bourdin, Alain (1973). Qué ha dicho verdaderamente McLuhan. Madrid. Editorial Doncel. Pgs. 29-33.13 McLuhan, Marshall (1975). El medio es el masaje. Buenos Aires. Editorial Paidós. Pg. 8. Texto publicado originalmente en lengua inglesa en el año 1967.

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mercantil. En tal sentido, explica Benedict Anderson: “Si el desarrollo de la imprenta como

mercancía es la clave para la generación de todo tipo de ideas nuevas de simultaneidad, nos

encontramos simplemente en el punto en que se vuelven posibles las comunidades del tipo

‘horizontal-secular de tiempo transverso’.”14 Así, “…la convergencia entre el capitalismo y

la tecnología impresa en la… diversidad del lenguaje humano hizo posible una nueva forma

de comunidad imaginada que… preparó el escenario para la nación moderna.”15

Veamos la cuestión de la internet y el contexto histórico de su invención. En el período de

plena Guerra Fría, contra de un hipotético ataque militar ruso, el gobierno de EE.UU. creó

el Organismo de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa

(Advanced Research Projects Agency-ARPA-). En 1962 ARPA inicia un programa de

investigación sobre computadoras liderado por John Licklider del Instituto Tecnológico de

Massachussets -MIT-. Por su parte el Laboratorio Nacional de Física en Inglaterra NPL

(National Physical Laboratory) había estado experimentando con una red que usaba líneas

telefónicas de 768 kbps. Para 1966/67 ARPA crea una red de computadoras - ARPANET-.

Hubo un proyecto de Paul Baran, en la Rand Corporation, propuesto a la Fuerza Aérea,

para construir un sistema de comunicación flexible y descentralizada basada en una nueva

tecnología de transmisión, esencial en el desarrollo de Internet. Tal proyecto fue rechazado

por el Departamento de Defensa e Internet no encontró aplicaciones militares hasta treinta

años más tarde, cuando las tropas de elite estadounidenses empezaron a organizarse en red

aprovechando la facilidad de comunicación interactiva ubicua. En 1985 internet ya era una

tecnología establecida, aunque conocida por unos pocos.16 Luego, potenció anárquicamente

los flujos financiero/especulativos del neoliberalismo, modalidad volátil y depredadora, que

David Harvey denomina “acumulación por desposesión”17.

14 Anderson, Benedict (1993). Comunidades imaginadas. México. Editorial del Fondo de Cultura Económica. Cap.III, pg. 63.15 Anderson, Benedict (1993). Ib. Pg.75.16 Campero, Esteban. La historia de internet. Universidad de San Pablo. http://www.slideshare.net/estebancampero/la-historia-de-internet-presentation (consulta: 23 de julio de 2012); Camacho, Catherine y Arrázola, Elizabeth. Nace la telaraña mundial. http://www.lostiempos.com/especiales/edicion/especiales/20120517/nace-la-telarana-mundial_171794_361288.html (consulta: 23 de julio de 2012)17 Harvey, David (2004). El ‘nuevo’ imperialismo: acumulación por desposesión. Socialist Register. Biblioteca digital de CLACSO. biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/social/harvey.pdf (consulta: 24 abril 2006)

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En el presente histórico, la convergencia entre el capitalismo neoliberal globalizado de

base financiera y la tecnología informática hicieron posible, entre otros, la sujeción de los

Estados Nacionales a criterios mercantiles con el discurso de la desaparición de aquéllos.

Pero vayamos, aquí, al contexto que deseamos señalar. Hasta la década del setenta del siglo

pasado no importaba insistentemente la identidad y la memoria, entre tanto la verdad se

consideraba única y de ahí las disputas en virtud de perspectivas dispares. Después de los

diversos genocidios o asesinatos consecuencia de las dictaduras cívico-político militares

con fundamental soporte del poderoso occidente18, movimientos de resistencia rescatan

restos, los cuerpos muertos, vivos en la carnal memoria de los vivientes19. A partir de ahí, y

en concordancia con movimientos de resistencia, identidad y memoria se hacen fuertemente

presentes y en tensión20 con las diferencias.

De pronto, desde la caída del Muro de Berlín (1989) y de la Unión Soviética (1991) nos

encontramos con el triunfo económico político de los países hegemónicos liderados por los

Estados Unidos de América. Concomitantemente el campo de la informática tiende a

generalizarse, campo al que en su contexto de invención no le interesan ni la identidad ni la

memoria ni la verdad, como señalamos más arriba, solamente el uso operativo. La verdad

se diluye en una indefinida21 y caótica información. Esto resulta funcional a la economía

política triunfante del neoliberalismo, donde todo pretende convertirse en mercancía y

también la información, teniendo en cuenta que ésta posee valor económico, cuyo precio,

acceso o restricción, pasa por una variada gama de posibilidades. Y, como tendencia

generalizada, ya no importa tanto el saber y la verdad, la ciencia cede en fuerza

18 Me niego a la expresión tan simplista de “dictadura militar”.19 “En su dimensión tánato-política la muerte anuncia sus múltiples presencias también en la vida del no totalmente muerto y el muerto vivo que no vive totalmente.” Perosino, María Celeste. Comunidades y derechos humanos. Implicancias ético-políticas. XI Seminario Argentino Chileno y V Seminario Cono Sur de Ciencias Sociales, Humanidades y Relaciones Internacionales. Universidad de Cuyo, Mendoza. Marzo de 2012.20 Ley 23.592  -Antidiscriminatoria- Sancionada 3/VIII/1988; promulgada. 23/VIII/1988; Boletín Oficial 5/IX/1988. Del artículo nº 1: “A los efectos del presente artículo se considerarán particularmente los actos u omisiones discriminatorios determinados por motivos tales como raza, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición social o caracteres físicos.” Conste que la igualdad ante la ley se da en el plano formal, pues en la praxis se aplica en muy contadas o segmentadas circunstancias.21 Indefinida pero no infinita, pues hay información que no se sube a la red en cuanto no interese a los poderes políticos y económicos. Digamos, a la manera de un gran hiper mercado, donde se puede elegir lo que uno guste, donde hay productos más a la vista y otros menos, obviamente, siempre y cuando se disponga del dinero a fin de efectuar la compra.

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investigativa a la tecnología, la tecnología que al poder económico vigente le resulta

redituable22. La búsqueda de sentido, las finalidades, desaparecen en favor de un tiempo sin

futuro donde la incertidumbre es presente, condicionada por la destrucción del medio

ambiente, la especulación financiera23 y el abandono de cada individuo a su suerte24,

particular distopía en tanto niega la utopía. La ausencia de futuro se muestra en el tiempo

digital/informático, tiempo nulo o puntual25. Conste que el problema no radica en la

tecnología en-sí, mas bien en el sentido ideológico26 que la instituye. Es que

dialécticamente no hay un mero en-sí. Y, parafraseando libremente a Martin Buber, con

otro significado, puedo afirmar que el tiempo ya no es la casa del hombre, a quien le resulta

difícil en su vida cotidiana encontrar un anclaje tratando de navegar en el ciberespacio27.

En ese entramado aparece una especie de tiempo circular donde la incertidumbre obtura el

futuro y el pasado es simplemente repetición (“volver-a”, aunque sea de otro modo) sin

destino o destinación, que en el mejor de los casos se re-significa. En nuestro lenguaje28

usual se muestran, además, vocablos tiempo atrás no cotidianos, precedidos por la

preposición “re”, que indica repetición, reiteración, y de ahí también las tantas palabras

como, v.gr., re-significar, re-componer, re-comenzar, re-convertir, re-posicionar, re-armar,

re-cuperar29, re-organizar, re-ciclar, re-componer, re-pensar, re-definir, re-conocer, re-

instalar, re-construir, re-fundar, re-configurar, re-diseñar, re-crear, re-inventar, o bien la

expresión de la escritura a la re-escritura, o la re-lectura, donde sólo cabría el resistir pero

no las utopías. Los proyectos valen únicamente para el obrar fragmentado30 y disperso, 22 Así, por ejemplo, desde la trastienda de alguna entidad bancaria o casa de cambio pueden girarse instantáneamente enormes cantidades de dinero a algún paraíso fiscal.23 La mayor parte del dinero que circula en el mundo no tiene como sostén a la producción, aún bajo el modo capitalista, sino el dinero que genera más dinero, al dinero como deuda, al dinero virtual.24 Se patentiza en el mismo saludo afectuoso “cuidate” y no “te cuido”.25 Mientras tanto, el espacio tampoco juega. Así podemos hablar de “tiempo y espacio nulos”.26 Ideología en el sentido gramsciano, dentro de lo que considera “bloque hegemónico”.27 Este concepto ameritaría una mayor precisión. Recordemos que según los códigos usuales al libro le corresponde la lectura, mientras que al ciberespacio la navegación.28 Cuando hablamos nos relacionamos con otros, nos comunicamos, pero además interpretamos.29 Recuperar: del latín “recuperare”, “capere” o agarrar; volver a tener algo que, habiéndolo poseído antes, se había perdido.30 Son conocidos y vigentes, por ejemplo, los tantos proyectos fragmentados en el área de la educación pública que no involucran, no comprometen, ni de lejos, al sistema escuela. Es así que la mayor cantidad de proyectos son financiados por las ahora OSC -organizaciones de la sociedad civil-, nuevo apelativo más seductor que el de ONG -organizaciones no gubernamentales-, aunque significa lo mismo y señala aquello de lo que los gobiernos no se hacen cargo. Conste que dichas OSC u ONG pertenecen en su mayor parte a las financiadas por “grandes empresas que aman al país” (¡sic!).

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segmentado, cortoplacista, nunca global, aunque sus efectos sí lo son, no a fin de múltiples

sentidos políticos, económicos, sociales, culturales, en términos de globalidad o

universalidad liberadora, diferentes y superadores a los actuales. Es por ello que en el plano

del “pensar” (¿acaso nueva forma de idealismo?) hay permiso para “volver-a”, y así tantas

palabras con el prefijo “re” y visos de globalidad en referencia a un pasado que se re-toma

en bloque, aunque en el plano de la “praxis” no lo haya para con el proyecto. No se oye, y

aún “suena mal al oído”, el vocablo “re-proyectar”. ¿Por qué?, simplemente por cuanto a

unos proyectos les acontecen otros dentro de una sucesión indefinida, puntual y dispersa

que no modifica lo sustancial. ¿Y por qué?

No interesa el ser humano, sí la mercancía o valor de cambio. Si el ser humano sobra, se lo

excluye. Y la inclusión es, a la vez, exclusora. La identidad y la memoria importan en el

ámbito político, no en el ámbito de la economía donde los seres humanos se relacionan para

satisfacer, resolver o no sus necesidades materiales de existencia, ámbito éste que también

hace a la identidad y la diferencia. Entonces, la ética se asocia a la política y se habla de un

perfil ético político, pero no se asocia a la economía, pues ésta solo produce adrede

recursos escasos que administra. La tierra y sus bienes no son de todos, sino de quienes

mediante el ejercicio del poder se los apropian. Y si esto es así, las tecnologías de la

información se crean fundamentalmente al servicio del bloque hegemónico, más allá que

otros con espíritu liberador puedan tener acceso a las mismas y darle otro curso o sentido.

¿Es que la informática es un demonio? La pregunta es tonta. ¿Acaso es el martillo un

demonio? Quien lo usa para matar a alguien puede serlo, mas no el martillo. El problema es

otro: ¿qué hacemos dentro de un universo virtual que nos excede y nos posibilita

indefinidamente?, ¿con cuáles criterios ingresamos al mismo, hacemos uso de sus

herramientas? Necesitamos, al respecto, un pensamiento crítico a fin de poder seleccionar,

discriminar, diferenciar, valorar en lo posible de manera autónoma, y ante todo con criterios

de justicia. La informática se encuentra dentro de un recurso que se presenta con mera

función procedimental, sin considerar los aportes de McLuhan. A nuestro pensamiento le

corresponde discernir a partir de valores. Pensar significa “pesar el pro y el contra”. Si

nosotros mismos no pensamos, entonces, somos pensados por otros.

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La lectura en soporte de papel continúa siendo indispensable en la búsqueda de sentido, y el

hiper texto también nos ofrece inmensas posibilidades. Ciertamente, la búsqueda de sentido

es imprescindible pero no suficiente. Ya Carlos Marx, en sus Tesis sobre Feuerbach, nos

alerta que lo importante no es pensar el mundo, aunque ello sea necesario, sí transformarlo

en un mundo más humano, un mundo justo, siendo aquella una de las ideas en la que Paulo

Freire hace pie para elaborar su pedagogía liberadora.

Abordemos, ahora, la aventura de la búsqueda de sentido con la siguiente argumentación

ejemplificadora, obviamente marcada por la crítica. Muchas personas vieron caer una

manzana. Aristóteles se preguntó por qué caían las cosas, también Newton. El uno

respondió porque cada cosa tiende a su lugar natural; el otro, por la fuerza de gravedad de

la tierra. Ambos, veían de manera diferente, y las preguntas aunque en apariencia las

mismas, en realidad no lo eran. Es así que las respuestas significativamente corrieron por

sendas paralelas, encontrándose en el infinito, o sea nunca. Podemos mirar y no ver. Sin

Aristóteles y sin Newton el común de los mortales miraba pero no veía. También podemos

mirar y ver desde diversidad de perspectivas, al menos, así lo hicieron Aristóteles y

Newton.

Si reconocemos ser inconformistas ante cualquier práctica o teoría, que por ser humana es

limitada, la propuesta es posicionarse desde otro lugar a fin de tensionar la propia mirada,

las propias actitudes. Valga un ejemplo, que no por lejano hay que desconsiderar.

¿Podemos observar y no ver, mirar y no percibir, interpretar y no pensar? Por supuesto que

sí. Al respecto cito la cuestión del “mapamundi de Mercator” (1569)31, desde cuyas bases se

continúa escribiendo actualmente la geografía del mundo. Sabemos que el hemisferio norte

y el hemisferio sur poseen las mismas dimensiones, es como un esquema

perceptivo/comprensivo incorporado en nuestra mente. Sin embargo, cuando miramos el

mapamundi que nos frecuenta, no vemos que el hemisferio norte se corresponde con las dos

terceras partes del mapa, mientras que el hemisferio sur con la tercera. Miramos pero no

vemos, y si alguien nos preguntase, quizá obstinadamente le diríamos que se da a la

inversa, miramos y decimos lo que vemos, e interpretamos lo que decimos. Salvadas las

31 Cfr. las imágenes del mapamundi de Mercator (1569), la de Arno Peter (1974) y la del mapamundi chino a fin de confrontarlas entre sí. Valga esta herramienta con sentido didáctico -mediando un PowerPoint- en el marco de una ponencia a bibliotecarios.

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distancias con Parménides y Descartes, para quienes si los sentidos se descubren como

engañosos no pueden ser confiables, ante este caso, ¿no valdrá, pues, la pena intentar

observar y observarnos desde otro lugar, lo que supone la crítica al sentido común?

Algo similar vale para con la escritura. Podemos leer, en el mejor caso comprender, con el

riesgo de comprender desde un “corralito de la significación”. Cuando explicamos, si

definimos, ponemos límites a la interpretación, y entonces hasta podemos afirmar que no

pensamos.

Federico Nietzsche, en “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, se opone hablar en

términos de “verdad”, pues existe una lucha entre significaciones, unas se imponen

venciendo a otras, mientras tanto, las que vencieron se naturalizan y hay un olvido del

origen bélico.

Sin embargo, así como en Platón la Idea de Bien da sentido a toda la realidad, salvadas las

distancias, afirmo que hay una y única verdad, verdad absoluta, la vida en su máximo

despliegue o potencia. Todo lo demás debe subordinarse a la vida, considerando que, al

decir de Carlos Marx en los “Manuscritos Económico Filosóficos de 1844”, el ser humano

es vida que crea vida. No pretendiendo homologar el texto marxiano al Evangelio según

San Juan, éste último afirma la identidad entre verdad y vida32.

Teniendo en cuenta el marco teórico presentado, ¿podemos hablar de “construcción del

conocimiento”? Construcción es una metáfora que proviene de la arquitectura y la

ingeniería, y requieren del diseño, la estática y la resistencia de materiales como procesos

que se armonizan. ¿Qué valor cabe, pues, a esa noción cuando en nuestro mundo

contemporáneo el conocimiento depende de las luchas en el ejercicio del poder, de la fuerza

de la información como mercancía y su interjuego con las tecnologías publicitarias y

lúdicas? ¿No vale la pena, acaso, un posicionamiento ético político contra-hegemónico? A

tal efecto, ¿qué hacemos con la información?

Sin pensamiento crítico, el mundo informático poco favor hace a la dignidad humana33. Con

pensamiento crítico puede ser una herramienta atrapante, movilizadora, enriquecedora.

32 Evangelio según San Juan, 14, 6. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Cristo afirma la identidad entre verdad y vida que se hace históricamente.33 Lo mismo puede afirmarse para el libro impreso.

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Pero, ¡ojo!, una herramienta al fin, pues en última instancia es un usuario quien hace “uso”

de los hipertextos a partir de sus propios intereses, necesidades y valoraciones como eje

organizador.

Y en el cierre de la presente ponencia, algunos interrogantes que me formulo:

¿Es cierto, sin más, que el modelo de red rechaza la linealidad y apela, al decir de Barthes,

a una galaxia de significantes y no a una estructura de significados, implicando la negación

del “arriba” y el “abajo”, la ausencia de una autoridad central y la puesta en escena de una

multilinealidad carente de jerarquías? ¿Cómo entender la democracia a partir de lenguajes

informáticos que posibilitan un hiper-control? Los hipertextos pueden facilitar procesos

democratizadores o no, depende qué es lo que se haga con ellos.

Apelo a la siguiente afirmación de Stuart Moulthrop que extrapolo de su texto En las zonas.

El hipertexto y las políticas de la interpretación: “Todo sistema hipertextual tiene que

permitir escribir además de leer. La función del sistema hipertextual no es solamente

diseminar información sino mejorar las condiciones en que la gente puede intercambiar,

desarrollar y evaluar ideas.” “Como señala Ted Nelson, vendrán muchas luchas… /entre

otros/ luchas por el acceso a la información… Estas luchas preceden a cualquier tecnología,

incluso a la escritura misma.”34

Desde aquí formulo varias preguntas. ¿De qué manera se comprende el efecto histórico

democratizante de la imprenta y los inmensos bolsones de pobreza reinantes? ¿De qué

manera se comprende el actual efecto democratizante de una textualidad abierta e

inacabada gracias a la tecnología de la información en virtud de la infinita y variada gama

de vías de acceso y los inmensos bolsones de pobreza y exclusión reinantes? ¿Puede

identificarse, sin más, democracia a vías de acceso, siendo que esta última noción proviene

de una metáfora de orden espacial, cuantificable y medible, más allá de las categorías

temporales y su potencialidad superadora? No podemos negar la importancia de la internet,

v.gr., a fin de la “Revolución de los Pingüinos”, promovida en el año 2006 por los

estudiantes secundarios en favor de una democratización de la educación, pues sin dicho

medio no hubieran podido movilizarse a lo largo de todo Chile. No podemos negar el efecto

34 Moulthrop, Stuart (1989). En las zonas. El hipertexto y las políticas de la interpretación. http://www.ubalt.edu/www/ygcla/sam/essays/zones.html (consulta: 30 de junio de 2012)

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democratizante de textos e hipertextos a lo largo de la historia en la conformación de

movimientos políticos contra-hegemónicos, aunque también hayan incidido en la

conformación de bloques hegemónicos. En palabras de Fredric Jameson, habremos de tener

en cuenta “el reconocimiento básico de que no hay nada que no sea, además, social e

histórico, y que, de hecho, ‘en última instancia’, todo es político”.35

Apelemos al “…reconocimiento de la imposibilidad de lo ausente, que está presente en las

estructuras de dominación, libera para la libertad como autodeterminación social.” “… eso

abre un espacio de posibilidades y no una sola posibilidad sin alternativas. Se trata de

posibilidades entre las cuales hay que elegir y que no están predeterminadas a priori. Lo

imposible se transforma en el “motor inmóvil” (que mueve sin estar en movimiento él) para

la acción humana, en orientación para las posibilidades que hace ver. Con eso es posible la

libertad de autodeterminación para la formación del presente de hoy y de mañana. Se trata

de una libertad conflictiva, pero no se trata de conflictos absolutos en cuanto se logra

subordinar el tiempo abstracto a las decisiones de autorrealización en el tiempo concreto.”

“Resulta un proyecto, que puede sintetizar la totalidad de estas posibilidades: una sociedad

en la cual quepan todos los seres humanos y que da espacio igualmente a la naturaleza y

que produce la riqueza de una manera tal que no sean amenazadas las fuentes de toda

riqueza: la tierra y los seres humanos en cuanto trabajadores. Se trata de un proyecto

democrático, porque no responde a una estrategia única y sin alternativa, sino a un conjunto

de estrategias por descubrir. Lo posible como “todavía no” cierra el futuro, en cambio lo

imposible que se traduce en posibilidad, lo abre.”36

Es por ello que apelo a la fuerza de las utopías, considerando que utopía sin denuncia es

vacía, en tanto denuncia sin utopía es ciega. Y memorando aquello tan conocido de Carlos

Marx (1845) en su undécima Tesis sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que

interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.”37

35 Landow, George (1995). Hipertexto: la convergencia de la teoría crítica, contemporánea y la tecnología. Ib.36 Hinkelammert, Franz (2008). Sobre la reconstitución del pensamiento crítico. Revista Polis nº 21/2008. Universidad Bolivariana de Santiago de Chile. http://www.revistapolis.cl/21/indice.htm (consulta: 23 de mayo de 2009)37 En la significación que le otorga Marx a dicha expresión, vale transformación por cambio revolucionario. Por lo tanto, sea el soporte en papel o un soporte digital o ningún soporte, lo que importa es modificar radicalmente las condiciones materiales de producción y reproducción de la vida para que haya vida en un

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En ese camino, y como veta esperanzadora, hito de una globalización diferente, liberadora,

nos dicen Porto-Gonçalves y Araújo Quenta : “O aprofundamento da mundialização do

capital e as novas oportunidades abertas por novos meios de comunicação, como a

internet... proporcionaram as condições materiais para que outros protagonistas

adentrassem à arena política e colocassem em xeque o Estado (uni)nacional e seu

colonialismo interno. Enfim, movimentos sociais quebraram o monopólio estatal e

empresarial nas relações internacionais e complexificaram a cena política ao se tornarem

protagonistas também na escala global. O slogan “proletários de todo o mundo, uni-vos!”

do Manifesto Comunista ganha uma dimensão jamais vista e com uma diversidade de

sujeitos políticos inimaginável.”38

sentido pleno.38 Porto-Gonçalves, Carlos Walter y Araújo Quental, Pedro de (2012). Colonialidade do poder e os desafios da integração regional na América Latina. Revista Polis nº 31/2012. Universidad Bolivariana de Santiago de Chile. http://www.revistapolis.cl/31/indice.htm (consulta: 27 de julio de 2012)