«Las familias son como un ente vivo que posee un ciclo compuesto por etapas sucesivas.»

INTRODUCCIÓN

«La transición de una etapa a otra se caracteriza

por la necesidad de realizar los cambios que le

permitan dejar la etapa previa y emprender las tareas de la siguiente

etapa»

«Estas transiciones involucran cambios en la composición

familiar, tales como nacimientos, alejamiento del

hogar, matrimonios o la muerte»

«Pero también involucran cambios mayores en

autonomías tales como ir a la escuela, entrar en la

adolescencia o retirarse del trabajo»

«3 Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, cuando dices: «¡Vuélvanse al polvo, mortales!» 4 Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;

son como unas cuantas horas de la noche. 5 Arrasas a los mortales. Son

como un sueño. Nacen por la mañana, como la hierba 6 que al amanecer

brota lozana y por la noche ya está marchita y seca.»

Salmo 90:3-6 NVI

«Aunque todas las familias pasan

por las mismas etapas, cada una reacciona de diferente manera a los cambios.

Para algunos ciertas etapas son más difíciles que para otras.

Lo que sí es cierto, es que se trata de un proceso continuo que ocurre a través del tiempo»

En esta etapa, el joven se desprende de su familia de origen

Es el tiempo de reafirmar su identidad personal, de formar sus propias metas para la vida, de desarrollar una filosofía adecuada que rija su existencia.

En esta etapa es tiempo de independizarse.

Si el joven no maneja bien su paso por esta etapa, existe el peligro de que permanezca buscando indefinidamente la protección paterna.

Puede aferrarse a depender de su familia o a depender del grupo de sus «amistades», esto consecuentemente lo puede llevar a la elección prematura de su pareja con el propósito de continuar en una relación de dependencia.

Idealmente se debe llegar a esta etapa después de haber resuelto satisfactoriamente la anterior.

Esta tiene a ser una etapa romántica, hermosa y llena de sueños e ilusiones.

Representa el desafío de entrar en una nueva familia, de negociar relaciones con parientes políticos.

En esta etapa hay que hacer frente a las necesidades de ajuste que surjan al confrontar las diferencias y puntos de vista de la pareja.

Hay que aprender papeles diferentes y crear una identidad como pareja, como familia, con costumbres, y estilo propio.

El matrimonio no es solo la unión de dos individuos, sino la fusión de dos sistemas complejos y diferentes para formar otro sistema

Si contraer matrimonio requiere de cambios, el convertirse en padres pareciera requerirlo aún más.

Involucra un cambio de generación.

Ahora más que antes, se dan cuenta de que han dejado de ser los protegidos para ser ellos los protectores.

Se contraen nuevos compromisos económicos, emocionales, espirituales y sociales.

Tienen que aprender a trabajar en equipo y entablar un lazo emocional sin perder el lazo de pareja.

Una dificultad común es que uno o ambos pierdan de vista que deben seguir siendo pareja además de ser padres.

Si la etapa anterior no se resolvió satisfactoriamente o si se vio interrumpida prematuramente por la llegada de un hijo, será más difícil de lograr esto.

Entre las cosas que hay que negociar en esta etapa están la responsabilidad de aplicar disciplina, la decisión de cómo quien ejercerá la autoridad, los límites que se tendrán.

Además; hay que negociar el tiempo requerido para asimilar los nuevos papeles, la negociación del espacio físico y emocional que requiere cada uno, la reestructuración de la familia, la transformación de reglas familiares y la relación que se tendrá con las familias de origen.

Gran parte del éxito en esta etapa dependerá del grado de flexibilidad y capacidad de negociación que se tenga en los conflictos y problemas que se presenten.

Cuando los padres creen que ya aprendieron a ser padres, llega la adolescencia de los hijos y, de pronto, cambian todas las reglas del juego.

Pareciera que ya no funciona nada de lo que funcionaba antes.

Se multiplican los conflictos

Muchos procuran aferrarse con desesperación a los «métodos comprobados» que habían estado funcionando en la etapa anterior, sin darse cuenta de que esta es una nueva etapa y que requiere cambios y adaptaciones.

La principal tarea de la familia es encontrar el punto de equilibrio que permita la igualdad entre sus miembros.

En la medida que los padres involucren a los hijos en la toma de decisiones y en la organización familiar, menores son los conflictos.

Es tiempo de dar más independencia a los hijos y de prepararlos para cuando salgan de casa.

Es importante cultivar un espíritu más positivo que negativo.

«Cuanto mejor haya sido la relación entre padres e hijos en la etapa anterior, más fácil será navegar por las aguas turbulentas de la familia con adolescentes»

Debemos buscar que se mantenga la unidad familiar.

En esta etapa hay muchas salidas y entradas en la familia.

Los hijos se van de la casa ya sea para estudiar o para trabajar, esto requiere ajustes tanto para los padres como para los hijos.

Los muchachos tienen que aprender a ser independientes, a formar sus propias vidas, a reafirmar sus valores propios y a volar con sus propias alas.

Los padres tienen que aprender a dejar su papel de padres, a convertirse más bien en amigos y compañeros de los hijos, a encontrar otros intereses a reencontrarse como pareja.

Después cuando los hijos formen pareja y se casen, los padres deben aceptar la entrada a la familia de los cónyuges de sus hijos y más tarde de los nietos.

Los padres no solos tienen que hacer cambios de posición, hacer lugar para la nueva generación y prepararse para su nuevo papel de abuelo.

Tienen que aprender a negociar una nueva relación con sus propios padres que van dependiendo cada vez más de ellos.

En esta etapa la pareja puede experimentar más libertad tanto física como financiera, pueden consolidad, expandir y explorar nuevos conocimientos, aficiones y relaciones.

Si no se logran estos cambios se puede caer en sentimientos de soledad de vacío y pérdida, acompañado de depresión y desintegración personal.

Finalmente llega el tiempo de la jubilación, esto nuevamente requiere de ajustes.

La orientación no es tanto hacia el trabajo.

Es necesario encontrar como descansar sin renunciar a la vida; como aceptar las limitaciones de la vejez sin perder el optimismo

Como compartir con otros la sabiduría de los años sin llegar a cansar.

Como pasar mucho tiempo juntos como pareja sin aburrirse o entrar en conflictos.

Como seguir apoyando a sus hijos sin inmiscuirse demasiado en sus vidas

Como enfrentar la cercanía de la muerte sin temor ni desesperación.

Si se ha logrado navegar exitosamente por las otras etapas, ésta trae mucha satisfacción al cosechar los frutos de una vida bien vivida.

Al saborear los triunfos propios y los triunfos de la nueva generación que se ayudó a formar y que en cierta medida se vuelven propios también.

«Si fuéramos a caracterizar con pocas palabras el ciclo de vida de las familias diríamos que equivale

a cambios»

INTRODUCCIÓN

«Cuanto más flexible puede ser la familia, cuanto más miren las necesidades de cambio como

desafíos interesantes y cuanto más disfruten de cada etapa, más sencillo será hacer frente a los

problemas inherentes de cada etapa»

INTRODUCCIÓN

«No debemos olvidar que, a pesar de las

similitudes, cada familia pasa por las diferentes

etapas a su propio ritmo y con su propio estilo»

INTRODUCCIÓN

«Así que, ¡disfruta al máximo la etapa en que te encuentras y éxito en

los cambios que te requerirá la próxima

parada» f

INTRODUCCIÓN

Presentación adaptada del artículo “Los ciclos de la vida familiar” de Ada González de García. Publicada en la Revista: Dinámica. Año 16-No 1, Enero-Junio 1995. Universidad de Montemorelos, N.L.