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LOS EXTRANJEROS EN LAESPAÑAMODERNA · Roda da Câmara Municipal de Faro entre 1839 e 1848. Notas para o seu estudo” en Expostos e ilegítimos..., p. 140). 8 En el Archivo Histórico

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PORTADILLA

LOS EXTRANJEROSEN LA ESPAÑA MODERNA

ACTAS DEL I COLOQUIO INTERNACIONALCelebrado en Málaga del 28 al 30 de Noviembre de 2002

M.B. VILLAR GARCÍA y P. PEZZI CRISTÓBAL (Eds.)

TOMO I

MÁLAGA 2003

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© Los autores

Portada:diseño.elpesodg.comImagen cedida por Joaquín Gil Sanjuán yMª. Isabel Pérez de Colosía RodríguezImágenes del Poder

Imprime:Gráficas Digarza, S.L.Plaza de los Angeles Nº 3Tel.: 952 278 543

D.L.: MA - 913 - 2003I.S.B.N.: 84-688-2633-2.

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I Coloquio Internacional “Los Extranjeros en la España Moderna”, Málaga 2003, Tomo I, pp. 443 - 456.ISBN: 84-688-2633-2.

EXPÓSITOS Y NODRIZAS PORTUGUESES EN LAINCLUSA DE AYAMONTE DURANTE EL SIGLO XVIII

David López VieraUniversidad de Huelva

Esta comunicación se centra en el estudio –realizado de manera cuantitativa ycualitativa- de los expósitos portugueses que, de una manera o de otra, a lo largo del sigloXVIII, terminaron ingresando en la Inclusa que comenzara a funcionar en Ayamonte enlas décadas finales del siglo XVII, así como de la mano de obra femenina de procedencialusa que trabajó para dicho establecimiento asistencial durante el XVIII.

Desde un punto de vista metodológico, es necesario tener presente que sólo po-demos averiguar el origen de los expósitos dejados en la Casa Cuna deAyamonte si dichodato consta, de modo más o menos claro y fiable, en las partidas de asiento de los ingre-sados. Esto acontecía básicamente cuando los niños eran remitidos por vía oficial, estoes, por mandato de alguna autoridad civil o eclesiástica, o las veces que los mismos traíanconsigo testimonio de alguien perteneciente a dichos sectores cuya identidad resultasesuficientemente conocida. Pero ello no suele acontecer con las criaturas que parecenllegar de Portugal. No obstante, en algunos casos conocemos la procedencia lusa demanera fehaciente: por los resultados de las averiguaciones que, a veces, realizaban losencargados del establecimiento asistencial, o porque, con el tiempo, aparecían los padresu otras personas de nacionalidad portuguesa reclamando a algún niño abandonado enaquella institución. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, únicamente podemosaventurar el origen luso de algunos expósitos porque, según se registra en las partidasconsignadas en los Libros de Ingreso de la institución, llevaban «ropitas portuguesas»,notas simples en idioma portugués, monedas u otros objetos de similar procedencia cuandofueron encontrados en el torno de la Inclusa o en las calles de Ayamonte. El tema secomplica porque en dicha población, como ciudad fronteriza que era, vivían individuosque, bien por su origen, bien por el de alguno de sus padres, abuelos o demás parientes, opor su círculo de relaciones, acostumbraban a vestir a la portuguesa o hablaban y escri-bían en portugués. Además, conviene considerar que muchas de las criaturas abandona-das anónimamente en el torno sin ninguna señal específica que pudiera señalarnos suprocedencia también podrían ser portuguesas, aunque en qué medida aconteció esto últi-mo nunca llegaremos a saberlo.

El fenómeno de la frontera iba a caracterizar la historia de Ayamonte en sus múl-tiples facetas: político-militar, económica, social, cultural y religiosa, a la par que contri-buiría a forjar un peculiar imaginario colectivo en las localidades fronterizas. Sin embar-

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go, que la frontera no siempre separa –y, a veces, enfrenta- a dos naciones, sino que, enocasiones, en su entorno se genera una cierta comunidad de intereses entre los pueblosasentados a uno y otro lado de la “raya” queda de manifiesto, por ejemplo, en los aspec-tos que abordamos en la presente comunicación. El Guadiana, en su tramo final, ha sidoel escenario de frecuentes choques armados e incursiones militares protagonizadas porportugueses y españoles durante la Baja Edad Media y la Moderna, pero también hacontemplado el desarrollo de una vida cotidiana caracterizada por un ir y venir de perso-nas, mercancías, capitales, ideas y sentimientos.

La Casa Cuna deAyamonte fue instituida entre 1666 y 1683 por deseo del capitándon Benito de Galdames, fundador legal de la misma, quien decidió disponer su crea-ción, según él mismo declaraba, “por la nesessidad tan grande que ay dél en la dichaçiudad y su partido”1.

Desde que empezó a funcionar, la institución ayamontina, titulada Hospital deNuestra Señora del Socorro, dio acogida a expósitos de la propia ciudad y, ya a partir dela tercera década del siglo XVIII, a un porcentaje creciente de criaturas forasteras. Estecentro fue, desde sus inicios, el establecimiento de este tipo mejor dotado y el de mayorcapacidad asistencial de cuantos existían en tierras onubenses. Por ello, su ámbito deinfluencia fue siempre bastante extenso. Al mismo afluían, en una proporción nada des-preciable, niños expósitos de los pueblos situados al Oeste del río Piedras y de muchasotras localidades del Andévalo occidental, aunque tampoco resultaba extraño que llega-sen de lugares de la geografía provincial aún más alejados e incluso del mismo Reino dePortugal, confinante con la plaza ayamontina.

En Portugal, desde el siglo XVI, la atención a los niños abandonados pasó a sercompetencia de las autoridades locales: eran las cámaras municipales de los concejos lasque habían de costear la lactancia de los expósitos en todo el territorio de su jurisdicción,de acuerdo con lo estipulado en las Ordenanzas Manuelinas2. A lo largo de los siglos XVIy XVII algunas cámaras municipales traspasaron la referida competencia a las Miseri-cordias locales3, aunque la mayor parte de las veces subvencionarían a dichas institucio-

1 Archivo de la Diputación Provincial de Huelva (en adelante, A. D. P. H.): Fondo Casa Cuna de Ayamonte.Fundación y Patrimonio. Escrituras de Fundación y Patrimonio. “Carta de fundación del Hospital de NiñosHuérfanos por el capitán Benito de Galdames, 1666”, sin foliar. Legajo 1.2 Este fenómeno no es exclusivo de Portugal. También en tierras españolas, en muchas de las poblaciones enlas que no existía instituciones especializadas en el acogimiento y crianza de criaturas abandonadas, solíanser las autoridades municipales las que se ocupaban de contratar nodrizas, recurriendo al caudal de propiospara pagar a las mismas.3 Los establecimientos llamados “Santas Casas de Misericordia”, de gran arraigo en todo Portugal, hanpervivido en dicho país hasta nuestros días. Según se recogía en la 1ª conclusión del V Congresso dasMisericórdias Portuguesas, realizado en 1976, “As misericórdias sâo associaçôes de fiéis denominadasIrmandades da Misericórdia ou Santas Casas da Misericórdia... com o fim específico de praticar obras demisericórdia corporais e espirituais e promover o culto público a Deus...” (Citado en B. ANTUNES,“Misericórdias. Culto e Asistência Espiritual”, Jornal do Sotavento, 158-VIII, (1998), p. 2). Esta definiciónresulta perfectamente válida para las Misericordias durante todo el período de la Edad Moderna, puesto que,desde entonces, dichas entidades religiosas apenas han variado en cuanto a sus fines, aunque, evidentemen-te, sí lo han hecho en lo referente a los medios. Según apunta Joâo Sabóia, “o compromisso da Misericórdia

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de Lisboa de 1498, aprovado pela rainha D. Leonor, serviu de paradigma às Misericórdias que se estenderampor toda a parte onde os portugueses passaram” (J. SABÓIA, “Fontes documentais para a História da Religiâoem Portugal: o caso do Algarve” en Religiosidad y costumbres populares en Iberoamérica. Actas del PrimerEncuentro Internacional. D. GONZÁLEZ CRUZ (ed.), Huelva, 2000, nota nº 47, p. 205).4 I. DOS GUIMARAES SÁ, “Abandono de crianças, ilegitimidade e concepçôes pré-nupciais em Portugal.Estudos recentes e perspectivas” en Expostos e ilegítimos na realidade ibérica do século XVI ao presente.Actas do III Congresso da Associaçâo Ibérica de Demografía Histórica. V. PÉREZ MOREDA (coord.), vol.3., Oporto, 1996, pp. 38-39.5 Lo mismo se disponía en España por Real Cédula de Carlos IV dada en San Lorenzo a 11 de diciembre de1796 (Real Cédula de S. M. por la que manda observar el Reglamento inserto para la policía general deexpósitos de todos sus dominios. Impr. Mayor de la ciudad, Madrid, 1796. Recogida, salvo la declaración deintenciones inicial, en la Novísima Recopilación de las Leyes de España. Madrid, 1805, Libro VII, TítuloXXXVII, Ley V).6 I. DOS GUIMARAES SÁ, op. cit., p. 39.7 Cabe señalar que en la actualidad se conserva buena parte de los fondos de los archivos de las Casas deMisericordia del Algarve. Entre aquellos que guardan documentación datada en el Antiguo Régimen merecedestacarse los pertenecientes a las siguientes Misericordias: Alcoutim, Aljezur, Castro Marim, Faro, Lagoa,Estombar, Loulé, Monchique, Moncarapacho, Alvor, Mexilhoeira Grande, Silves, Alcantarilha y Tavira (Ar-chivos enunciados en J. SABÓIA, “A documentacâo histórica sobre a América nos arquivos portugueses: oarquivo distrital de Faro”, Rábida, 18, (1999), p. 40). El mencionado autor, en otro de sus trabajos, nosdescribe someramente el estado en que se encuentran dichos fondos documentales hoy día:“Também no que se refere às Misericórdias, instituiçôes de assistência aos necessitados que surgiram em

nes por ello. Esa colaboración entre las cámaras y las Misericordias era suscrita general-mente mediante contrato. En otras ocasiones, allí donde había hospitales, se tomaban lasrentas de alguno o algunos de ellos con el objeto de dedicarlas a la crianza de expósitos.Sin embargo, parece ser que en las poblaciones más pequeñas, donde el fenómeno delabandono de niños no alcanzaba cifras elevadas, las cámaras municipales continuaronmanteniendo la responsabilidad en lo referente a la lactancia de éstos, sin que se delegaraatribución alguna al respecto en las Misericordias, si bien esto no sucedió en todos los casos4.

Al igual que acontece en España, en el siglo XVIII se asiste en Portugal a diferen-tes intentos de reorganización del sistema de asistencia a los expósitos. Así, mediante elDecreto de Pina Manique de 1783, se promovía la creación de una red de casas cuna queabarcara todo el territorio nacional portugués5, medida que respondía fundamentalmentea las políticas poblacionistas, las ideas filantrópicas y el regalismo que emanaban de laCorte de Lisboa por aquellas fechas. Como también sucediera en España con la RealCédula de Carlos IV de 11 de diciembre de 1796, el Decreto de Pina Manique no fuellevado a la práctica con la misma intensidad en todas las regiones de Portugal, antesbien, tuvo unos resultados generales efectivos poco significativos, razón por la cual elpanorama institucional luso de atención a los expósitos de finales del XVIII apenas hubode variar con respecto al de fechas anteriores6.

El cuidado de los niños abandonados durante la Edad Moderna en la región por-tuguesa más próxima a Ayamonte, el Algarve, era generalmente competencia de las cá-maras municipales y, circunstancialmente, de las Casas de Misericordia de diferenteslocalidades7, tal y como ocurría en otras zonas de dicho país, aunque no parece que

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existiera aquí una trama mínima de establecimientos dedicados específicamente a la crianzade los expósitos. Y es que, según ponen de manifiesto las investigaciones realizadashasta hoy, a lo largo del Antiguo Régimen tan sólo hubo una Casa Cuna de cierta entidaden esta zona: la de Faro, dependiente de la Santa Casa de Misericordia de dicha ciudad8,si bien también tenemos noticia de la existencia de otra inclusa menos potente en Loulé9,población situada a unas tres leguas al Noroeste de Faro.

En medio de este cuadro institucional-asistencial, marcado por la escasez de cen-tros especializados en el cuidado, alimentación y educación de las criaturas abandona-das, a las que únicamente socorrían las cámaras municipales y las Misericordias de algu-nas localidades, y ello cuando había fondos para contratar nodrizas que se encargasen delactarlas, la existencia en Ayamonte de un Hospital de Niños Expósitos suficientementedotado, con obligaciones que iban mucho más allá de la simple alimentación de las cria-turas que ingresaban y contiguo a la frontera sería vista, ocasionalmente, por los puebloslusos ribereños del Guadiana, y aún por otros no tan inmediatos, como la solución másfácil ante el acuciante problema que suponía la necesidad de atención hacia los niñosexpuestos en ellos, toda vez que la Casa Cuna ayamontina estaba bastante más cercana amuchas de las poblaciones algarvías orientales que otras inclusas portuguesas, como lade Faro.

Portugal nos finais dos anos 400, a organizaçâo dos seus arquivos é praticamente inexistente. Tendo sido, noentanto, efectuado e publicado um recenseamento inserido no projecto nacional do Inventário do PatrimónioCultural Móvel. Esta publicaçâo nâo deu, infelizmente, origem à organizaçâo física desses Arquivos.No Algarve existem 21 Misericórdias que, infelizmente, já perderam muito do seu valioso patrimónioarquivístico, algumas delas administravam também Hospitais” (J. SABÓIA, “Fontes documentais para aHistória...”, pp. 205-206).El estudio de la documentación contenida en los referidos archivos serviría para aportar luz acerca de cómose desenvolvió la asistencia a los expósitos en el marco de las atribuciones y ocupaciones de dichas institu-ciones durante la Modernidad, como también para tener un mayor conocimiento de otras muchas tareasbenéficas desempeñadas por las mismas. A este respecto, Rodrigues Ferreira y Vieira Ferreira, refieren losiguiente:“(...) Os arquivos pertencentes às instituiçôes de asistência, como é o caso das Misericórdias (ou mesmo osHospitais que lhes eram anexos) e os das Câmaras Municipais –que intermitentemente tiveram a tutela dosexpostos- estâo repletos de informaçâo. Esta riqueza documental fornece dados preciosos para a pesquisa damatéria –nuns casos com maior exaustividade do que noutros, consoante a competência da pessoa que oselaborava-” (J.M. RODRIGUES FERREIRA y O.A. VIEIRA FERREIRA, “O abandono de crianças naRoda da Câmara Municipal de Faro entre 1839 e 1848. Notas para o seu estudo” en Expostos e ilegítimos...,p. 140).8 En el Archivo Histórico de la Santa Casa de Misericordia de Faro se conserva actualmente, entre otradocumentación, los siguientes libros: “Livros de Entrada dos Expostos na Roda”, “de Registo de Dotes paraÓrfâs” y “de Instruçôes para Distribuiçôes de Esmolas”, correspondientes al período 1720-1877 (Citado enJ. SABÓIA, “Fontes documentais para a História...”, p. 214).9 En el Archivo Histórico Municipal de Loulé se conserva hoy día diferentes registros relativos a la asistenciaque en el mencionado establecimiento benéfico se prestaba a los niños expósitos, pertenecientes todos ellosa los siglos XVIII y XIX, entre los que destacan los “Livros de Registo dos Expostos” (1820-1923) (Citadoen J. SABÓIA, “Fontes documentais para a História...”, p. 216). Existe un inventario de este Archivo publi-cado: J. SABÓIA, “Inventário do Arquivo Histórico Municipal de Loulé”, Al‘Ulyâ, 1, (1992) (Citado en J.SABÓIA, “Fontes documentais para a História...”, nota nº 58, p. 215).

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10 Estimamos que en todos los casos analizados la procedencia portuguesa de los niños queda más o menosverificada, si bien hemos de tener siempre presente las precisiones que hicimos al comienzo de la presentecomunicación.

Con el grado de certeza que puede ofrecernos la lectura detallada de todas laspartidas de ingreso de expósitos correspondientes a la Casa Cuna de Ayamonte, en unoscasos absoluto y en otros no del todo, hemos constatado la entrada de 32 criaturas deascendencia lusa más que probable en dicho establecimiento durante el siglo XVIII10, 19de las cuales se concentran en los decenios de 1740 y 1750. La presencia documentadadel primer niño de este origen aparece entre los asientos de expósitos de 1726. Los 32niños portugueses señalados vienen a representar el 10,38 % de las criaturas de fuera deAyamonte recogidas en esta Inclusa a lo largo del siglo XVIII y el 1,95 % del total deexpósitos ingresados en dicho establecimiento durante aquella centuria.

CUADRO I:Cifras absolutas y relativas de los expósitos forasteros y de los expósitos portugueses ingresados en laCasa Cuna de Ayamonte (1701-1800):

Fuente: A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna de Ayamonte. Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados.Legajo 10 (1683-1786) (Libro I –1683-1738- y Libro II –1738-1786-) y Legajo 11 (1770-1848) (Libro III–1786-1821-). Elaboración propia.

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Ya hemos esbozado el panorama asistencial para con los niños abandonados quese daba durante elAntiguo Régimen en las tierras portuguesas más próximas a Ayamonte,el Algarve oriental y central, el cual destaca, según vimos, por la carencia de una redestructurada de inclusas que asumieran la tarea benéfica de atención a los expósitos. Estarealidad, unida a la existencia, desde el último tercio del siglo XVII, de una institucióncomo la Casa Cuna ayamontina, ubicada en la misma frontera, favorecía el que, en lasetapas en que ello resultaba materialmente posible, se produjese el trasvase hacia esecentro de algunas de las criaturas abandonadas en las diferentes localidades algarvías.

El mencionado trasvase se realizaba de manera más fluida en los períodos de pazy estabilidad entre ambos reinos peninsulares, momento en que la frontera resultaba rela-tivamente permeable, mientras que se veía notablemente dificultado en las etapas dedesencuentro diplomático o de guerra abierta, cuando la «raya» separaba más que nuncaa españoles y portugueses. En nuestro caso, el flujo de expósitos lusos hacia Ayamontepuede constatarse documentalmente a partir de 1726, aunque ello no acontezca de mane-ra decidida hasta la década de los 40, después de que pasaran varias décadas desde elfinal de la Guerra de Sucesión y una vez se comenzaba a olvidar los sangrientos aconte-cimientos que tuvieron lugar en la zona como consecuencia de las hostilidades hispano-lusas desencadenadas por aquel entonces11. Posteriormente, dicha afluencia continuó demodo intermitente hasta mediados del decenio de los 90 del siglo XVIII12, cuando elprogresivo acercamiento entre Carlos IV y la Francia del Directorio, primero, y deNapoleón, después, terminó provocando, de nuevo, el enfrentamiento militar entre lasdos coronas ibéricas -Guerra de las Naranjas-, choque armado este último que tuvo tam-bién ciertas repercusiones en el Bajo Guadiana.

11 Si se quiere conocer las repercusiones de la Guerra de Sucesión en este área, vid D. LÓPEZ VIERA, “LaGuerra de Sucesión Española en la frontera entre el Algarve y Andalucía: la defensa de Huelva y Gibraleónante los portugueses” en Actas de las IV Jornadas de História de Tavira (celebradas en Tavira, en marzo de1998), en prensa.12 Los momentos de desentendimiento diplomático o de crisis bélica puntuales entre España y Portugal quese produjeron en 1748, 1762-63 y 1777 no parece que tuvieran demasiadas consecuencias en la franja fron-teriza de la que nos ocupamos, y ésa es la razón por la cual no se produce una quiebra total de las cifras deingreso de expósitos portugueses en la Inclusa de Ayamonte correspondientes a las décadas en las que seinsertan aquellas fechas, si bien resulta perfectamente perceptible una disminución paulatina de estos nivelesconcluido el decenio 1751-1760. Un interesante esbozo acerca de la situación político-militar en la fronterade Ayamonte a lo largo del siglo XVIII y en los comienzos del XIX es el que realiza J.L. GOZÁLVEZESCOBAR (“Ayamonte y la frontera portuguesa en el siglo XVIII”, Revista de las Fiestas en honor deNuestra Señora de las Angustias, Ayamonte, 1982, pp. 18-20).

CUADRO II:Factores que indican el origen luso de algunas de las criaturas que ingresan en la Casa Cuna deAyamonte(1701-1800)

Fuente: A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna de Ayamonte. Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados.Legajo 10 (1683-1786) (Libro I –1683-1738- y Libro II –1738-1786-) y Legajo 11 (1770-1848) (LibroIII –1786-1821-). Elaboración propia.

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13 Este niño, según se consigna al final de su partida de ingreso, “murió de 63 años y 46 días, en 16 de juliode 1821, siendo cura del Salvador y administrador de esta Casa. Testó ante Bernardino Sánchez, escribanodel número de esta ciudad” (A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Acogidos. Libros de Actas de Ingreso deAsilados. Legajo 10 (1683-1786), Libro II (1738-1786), f. 177 v.).

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14 Al igual que sucede con el resto de cédulas presentes junto a niños abandonados, en la mayoría de aquéllasse indicaba si el niño estaba bautizado o no. Si lo estaba, ocasionalmente se anotaba su nombre o alguna otracircunstancia, como la fecha de nacimiento del mismo, y, si no lo estaba, solía pedirse que se le impusiera undeterminado nombre.15 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 10 (1683-1786), Libro II (1738-1786), f. 170 v.16 Ibídem, f. 217 v.17 Ibídem, f. 274 v.

Según ya apuntábamos y como podemos ver en el cuadro anterior (nº II), enalgunas de las partidas de ingreso de expósitos en la Casa Cuna de Ayamonte aparecenreseñadas diversas circunstancias que en unos casos sugiere y en otros garantiza la proce-dencia lusa de las criaturas a que se refieren. La situación que más veces se repite es elhecho de que el niño abandonado llevara prendas de “hechura portuguesa” o “al modo dePortugal” -en 16 ocasiones-, seguida del caso de las criaturas que traían consigo cédulasescritas en idioma portugués14 -ello consta en 11 partidas-.

Otra realidad cuya existencia queda confirmada en las partidas de ingreso era quelos encargados de la Inclusa realizaban con frecuencia investigaciones acerca del origende determinados niños, con el fin primordial de averiguar si habían recibido el Bautismoantes de ingresar en el centro, principalmente cuando éstos aparentaban tener varios díaso meses de vida. Los resultados de muchas de estas indagaciones conduce a situar laprocedencia de diferentes criaturas en Portugal. Así sucedía, por ejemplo, en el caso deVictorino Diego, que entraba en la Casa Cuna ayamontina el 6 de octubre de 1757. “Te-nía dicha chriautura como seis meses de edad, por cuya razón se hisieron barias diligen-cias por saber de dónde era y la serttesa de si estaba baptisado”. El administrador relatabael desenlace de las mismas de la siguiente manera:

“(...) Me ynformé con todo cuydado, y supe la berdad, que fue el que este niño erade la Cuna de la ciudad de Faro, Reyno de Porttugal, y que el día 21 de junio delaño de 1757 fue baptisado en la Santa Cede de dicha ciudad, por todo lo qual noquise pagar la criasión, y hasí no ay costo que abonar, pues no se le dio más quela ropitta ordinaria”15.

Igual ocurría con Antonio José, que fue puesto en el torno el 21 de diciembre de1763. Como parecía tener “más de ocho días de nasido”, se investigó sobre su origen, y,tras escribirse al prior de Castro Marim pidiendo noticias al respecto, se conoció decierto que esta criatura había sido bautizada en esa población portuguesa y que se llama-ba Antonio16. Antonia María, ingresada el 5 de febrero 1769, era “de algún tiempo másque resién nasida”, motivo por el que “se hisieron barias diligencias por saber la berdadde su baptismo”. Los resultados de estas averiguaciones fueron que la mencionada niñahabía recibido dicho sacramento en el lugar de Azinhal, en el Reino de Portugal17. Másalejado está el punto de procedencia de Cipriano Antonio, abandonado en la Inclusa deAyamonte el 18 de noviembre de 1771, el cual era “como de dos meses de edad”. De él

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18 Ibídem, f. 304.19 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna...Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 11 (1770-1848),Libro III (1786-1821), f. 29.20 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 10 (1683-1786), Libro II (1738-1786), f. 21 v.21 Ibídem, f. 245 v.22 Ibídem, ff. 343-344.

“se supo por sierto fue baptisado en la catedral de Lisboa por el prior mayor”18. El últimocaso constatado de investigaciones emprendidas para conocer el origen de un expósitosaldadas con éxito es el de las que se realizaron tras la recepción de José Antonio, depo-sitado en el torno el 12 de mayo de 1794, criatura que tenía unos tres meses y que, alparecer, había recibido el Bautismo en la localidad portuguesa de Alcoutim19.

Un cuarto factor de identificación de la procedencia lusa de ciertos expósitos esla llegada a la Casa Cuna ayamontina de los padres de algunos niños dejados en ella o deotras personas de nacionalidad portuguesa, bien fuera para recuperarlos, para sufragarlos gastos de crianza o para aclarar determinadas circunstancias referentes al abandonode aquéllos. Esto es lo que aconteció en el caso de Joaquín de San Pedro, expuesto en elpórtico del Hospital el 18 de enero de 1741. A los siete meses y medio de su ingreso en lainstitución, se presentó un portugués que abonó todo lo que hasta entonces se habíainvertido en la lactancia y vestido de dicha criatura. Además, este individuo dejó a Joa-quín de San Pedro al cuidado personal del administrador del establecimiento asistencial,por lo cual, en adelante, el niño quedaría fuera de la jurisdicción del mismo.Así describíalo sucedido el propio administrador:

“Este niño, por el día de su entrada y señas de su ropa, paresió ante mi ciertapersona del Reyno de Portugal y me satisfiso enteramente, no sólo los catorzeducados de los siete meses vencidos hasta la vissita, si (sic) también todo el costode camisas, pañales, bayetas y faxas que se le dieron a el ama a su entrada. Y todoimportó treinta reales y medio de vellón, cuyas dos partidas reseuí, y de ellas meharé cargo en futura quenta. Y dicho niño queda fuera de la jurisdizión de estaCasa y a mi cargo su crianza, para yo entregarlo quando combenga a el seruiciode Dios. Ayamonte y septiembre, 3, de 1741”20.

A Juana Laureana la “trajo a este Hospital un portugués llamado Juan de Acosta”el día 5 de julio de 1766 “muy bestida con pañales y manttilla nuebas”. El administradoranotaba en la partida de esta expósita que “le pagan con secretto la criasión, por lo que noay costo a este Hospital”.Y, finalmente, no sabemos exactamente en qué fecha, “paresieronsus padres y llebaron esta niña al Reino de Porttugal y pueblo de Castro Marin”21. En elcaso de Feliciana Marta, ingresada el 30 de julio de 1775 y reingresada el 5 de agosto deese mismo año, apareció un matrimonio de hidalgos portugueses avecindados en VillaReal de San Antonio dando detalles de los orígenes de la citada criatura –había nacido yse había bautizado en dicha población lusa, y era hija de una “pobre muger española”- yde cómo fue a parar a la Inclusa de Ayamonte, los cuales se la llevaron para criarla22.

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En una ocasión vemos a un eclesiástico de una localidad portuguesa vecina soli-citando por carta al administrador de la Inclusa de Ayamonte la entrega de un expósitoingresado en la misma. Así sucedía en el caso de José Antonio -primer expósito portu-gués del que tengamos constancia que entraba en la Casa Cuna ayamontina-, dejado en eltorno el 9 de diciembre de 1726, en cuya partida se consignaba lo que sigue: “Esta cria-tura se llebó a Castro Marin en uirtud de zertificasión de el prior de aquella villa, que meentregó, en que me aseguraba la pedían para obligar la justicia a la madre que la criase. Yen el día 31 de diciembre de el dicho año de 1726 la llebaron para aquel Reyno”23.

A veces los niños abandonados portaban determinados objetos que señalaban suorigen portugués. De este modo, Mariana de la Cruz, “niña grandesitta, como de seis aciette mezes de edad”, dejada en el torno el 17 de febrero de 1756, “traya en las manitasvnos cordonsittos con higas, y vna dellas era de platta; al cuello vn cordonsitto con vnamoneditta de platta que bale quatro quarttos, que es vn bintten en moneda portugueza”24.Otro caso similar es el de María de los Mártires, que ingresaba el 12 de septiembre de1781, la cual “traya entre la ropilla la Santa Bula de la Crusada de Portugal”25.

La procedencia lusa de ciertas criaturas puede intuirse también por rumores quecirculaban, hablillas que los administradores recogían esporádicamente en algunas parti-das. Acerca de la referida Mariana de la Cruz, que parecía tener seis o siete meses y quellevaba además consigo varios objetos de aderezo, entre ellos una moneda portuguesa deplata, corrían determinadas historias que especificaban de dónde era y cómo llegó a laCasa Cuna de Ayamonte. Según relataba el administrador del centro:

“Se an echo espesiales diligensias para saber si está dicha niña está (sic) baptisada.No se a podido con berdad aberiguar, sólo vnas vozes bagas en que se dise haber-se quemado la madre en el yncendio del día de Todos Santos, año de 755, enLisboa, y que vna tía de dicha niña la pudo librar y, abiéndoze benido por estastierras de la fronttera de esta ciudad, por no poderla criar ni tener con qué costear-lo, la expuzo en esta Santa Caza, donde se mantiene ya destetada”26.

En el caso, anteriormente mencionado, de Antonia María, abandonada el 5 defebrero de 1769, antes de conocerse con total seguridad que había sido bautizada enAzinhal, ya circulaban rumores que apuntaban a dicho pueblo como lugar de nacimientode aquella niña27.

Tan sólo en una ocasión se dice sin más que la criatura recibida en el Hospital deNuestra Señora del Socorro era “portugueza”, no detallándose por qué circunstancias se

23 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna...Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 10 (1683-1786),Libro I (1683-1738), f. 200 v.24 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 10 (1683-1786),Libro II (1738-1786), f. 158 v.25 Ibídem, f. 205 v. (sic).26 Ibídem, f. 158 v.27 Ibídem, f. 274 v.

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28 Ibídem, f. 195.29 La preponderancia del Algarve en la inmigración lusa en Ayamonte durante el Antiguo Régimen es unfactor puesto de relieve en el estudio demográfico que acerca de dicha localidad realizó J.L. SÁNCHEZLORA (Demografía y análisis histórico. Ayamonte, 1600-1860, Huelva, 1987). Este autor señala que “dentrode la inmigración portuguesa, el núcleo principal lo componen los procedentes delAlgarve en una proporciónque va en constante aumento, con relación a otras regiones portuguesas” (p. 145) y que “al Algarve le sigue,aunque a mucha distancia, el Baixo y Alto Alentejo” (p. 146), por lo que llega a la conclusión de que “existeuna relación directamente proporcional entre el volumen de inmigración y la distancia entre los centrosemisores y receptores” (p. 146), realidad que cuadra además perfectamente con los datos de procedencia delos expósitos portugueses que fueron a parar al Hospital ayamontino a lo largo del siglo XVIII.

conocía su nacionalidad. Así se indicaba en la partida de asiento de Cayetana Francisca,que ingresaba el 22 de febrero de 176128.

Hemos de resaltar que en nueve de las treinta y dos partidas de expósitos portu-gueses analizadas figura de manera más o menos evidente las localidades natales de losmismos. En siete casos se trata de poblaciones del Algarve: un niño procedente de Faro,capital de esta región, tres de Castro Marim, uno de Villa Real de San Antonio, uno deAzinhal y otro de Alcoutim. Las cuatro últimas localidades mencionadas se encuentran aorillas del propio Guadiana, por lo que su comunicación con Ayamonte, a través de dichaarteria fluvial, resultaba muy fácil y cómoda: Castro Marim y Villa Real de San Antonioestán justo al otro lado del río, casi enfrente de la ciudad española, mientras que Azinhaly Alcoutim se sitúan pocas leguas aguas arriba. En dos ocasiones, sin embargo, constaque las criaturas eran originarias de la misma Lisboa. He aquí dibujado, aunque sea deforma fragmentaria, el área de mayor influencia de la Inclusa ayamontina en territorioportugués: el Algarve, fundamentalmente en su tercio oriental, y, muy especialmente, laspoblaciones algarvías ribereñas del Guadiana. Aún así no queda excluida la posible lle-gada, por diversas circunstancias, de niños oriundos de lugares del Algarve más distan-tes, e incluso provenientes de otras regiones lusas, tal y como nos confirma la presenciaen dicha Cuna española de dos criaturas lisboetas, máxime si tenemos en cuenta que enveintitrés de los treinta y dos casos estudiados no se refleja el origen concreto de losexpósitos portugueses ingresados29.

Según hemos podido comprobar, conociéndose la procedencia lusa de algunos delos niños expuestos en la Casa Cuna de Ayamonte y, en ciertas ocasiones, hasta la locali-dad en la que habían sido bautizados, los administradores admitieron siempre a todos losdepositados en el torno, como también a la totalidad de las criaturas halladas en las callesde la ciudad, independientemente de su nacionalidad, a la vez que mantenían frecuentecorrespondencia con los clérigos de las parroquias de las poblaciones portuguesas fron-terizas en un intento por averiguar si los expósitos lusos que ingresaban habían recibidocon anterioridad el agua del Bautismo. Todo ello venía a suponer una aceptación sinreparos del fenómeno. Únicamente en el citado caso del niño del que se supo provenía dela Cuna de Faro el responsable de la institución se negó a costear su crianza, y esto, alparecer, no porque fuese portugués, sino por estar, teóricamente, bajo la tutela de otrocentro asistencial homólogo, al cual correspondía la obligación de hacerse cargo de suspropios expósitos.

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Si los referidos trasvases de criaturas portuguesas hacia la Inclusa ayamontina alo largo del siglo XVIII eran, en puridad, legales, no nos consta con absoluta certeza.Además, lo que hubiera legislado al respecto, si es que lo había, queda en un segundoplano ante el peso de una realidad plenamente constatable. No parece que la fronteraexistiera para estos asuntos, o, cuando menos, no resultaba una línea del todo impermea-ble, como tampoco parecía existir de cara al establecimiento de relaciones de amistad oparentesco entre individuos de uno y otro lado de la “raya” o al desarrollo de determina-das actividades -económicas, religioso-festivas, etcétera- que implicaban a personas y alocalidades de ambas márgenes del Guadiana30. Y es que las conexiones entre poblacio-nes cercanas separadas por un límite fronterizo se rigen por factores no exclusivamenteestatales, por lo menos en períodos de tranquilidad y siempre y cuando los respectivosgobiernos no ejercen demasiada presión sobre sus propias comunidades en contra de esatendencia natural. De este modo, en coyunturas normales suele primar allí los intereseslocales y comarcales por encima de los estatales.

Pero a la Inclusa de Ayamonte no sólo llegaron niños provenientes de la orillaoccidental del Guadiana, sino que, habitualmente, en ella prestaban sus servicios comonodriza muchas mujeres portuguesas, las cuales obtenían así unos ingresos extras con losque complementaban sus precarias economías domésticas. El número de aquéllas31 au-mentó de manera notable con el transcurso del tiempo por la creciente demanda quehacía el Hospital de las citadas funciones, dada la relativa escasez de mujeres ayamontinasque se ocuparan de dichos menesteres existente. La falta de amas de cría en la ciudad fuesiempre una constante. Así, en una partida de asiento de expósito fechada en 1772 serefería lo siguiente:

“El día 25 de febrero de 1772, a la ora de las Ánimas, pusieron en el torno de esteHospital vn niño desnudo. Se vistió y dio a criar a María de la Consepsión,purttugueza, la que se manttiene denttro de este Hospital con la obligasión de

30 Ya para fechas del XIX como 1822, tenemos noticias del flujo de niños expósitos portugueses hacia laInclusa deAyamonte –realidad no ratificada, sin embargo, esta vez, por el contenido de las partidas de asientode la institución-, aunque ahora, según aparece reseñado, se trata de un fenómeno ilegal e incontrolado. Enaquella ocasión, el administrador del centro, en carta dirigida al Ayuntamiento Constitucional de la ciudad,tras dar cuenta por escrito de las malas circunstancias económicas y materiales en que se encontraba la CasaCuna, refiere que la misma “sirve de Hospicio a los pueblos de más de diez leguas en contorno, sin escluir elReyno de Portugal, cuyas introduciones clandestinas es imposible evitar” (A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna...Administración. Entradas y salidas de correspondencia (1805-1847). Legajo 56, Carta del administrador delHospital de Niños Expósitos de Ayamonte, don Domingo Rodríguez Gómez, a los miembros del CabildoConstitucional de la ciudad, fechada enAyamonte a 28-II-1822). En esta nueva situación, las criaturas portu-guesas que hipotéticamente fueron conducidas a Ayamonte serían expuestas en medio del más absoluto delos anonimatos, procurando los autores de dichos abandonos no dejar la menor prueba de su procedencia: yano llevarían ropas que delatasen su origen, ni cédulas, ni ningún otro elemento que pudiera conducir a suidentificación. En qué cantidad habría que evaluar la mencionada afluencia ilegal y encubierta resulta impo-sible de precisar.31 Ya constatamos la presencia de algunas amas de esta procedencia que trabajaban para la institución afinales del siglo XVII.

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32 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados. Legajo 10 (1683-1786), Libro II (1738-1786), f. 307 v.33 Se trata de la embarcación que, cruzando el Guadiana, hacía el pasaje entre Ayamonte y la orilla portuguesa.34 A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna... Administración. Entradas y salidas de correspondencia (1805-1847).Legajo 56, Suplemento de la Cuenta de la Inclusa correspondiente a 1822, fechado enAyamonte a 15-I-1822.

criar los que fueren enttrando, por no enconttrarze amas a tiempo y haberzeesperimentado se morían muchos niños por faltarles la leche a tiempo y calor delas madres. Y, en vista de esta grabe nesesidad, se proporsionó esta dicha ama,ganando por mes cuattro ducados y de comer, con lo demás que, arreglado a lasclávzulas de la fundasión de dicho Hospital, se practica”32 .

Realmente, resultaba bastante frecuente la contratación de amas de nacionalidadportuguesa, a las cuales, a veces, se iba a buscar a las propias tierras lusas, cuando noeran ellas mismas las que venían aAyamonte a ofrecer sus servicios. Así, en unas cuentasde la Casa Cuna correspondientes a 1822 se consignaba la cantidad de dinero que habríade entregársele “a la tornera para pasar la barca33 en busca de amas”34 .

Las mencionadas nodrizas portuguesas, al menos durante las décadas finales delsiglo XVIII, no sólo acostumbraban a instalarse en Ayamonte para trabajar para la Cuna,sino que, en ocasiones, llevaban consigo a los expósitos que habían de criar a sus pobla-ciones de residencia. Las localidades lusas en las que vivían la mayor parte de estas amaseran, de hecho, las más cercanas a Ayamonte: Castro Marim y, desde su fundación, VillaReal de SanAntonio o el pequeño núcleo poblacional existente en la playa de Montegordo,próximo a Villa Real, aunque también consta la residencia de algunas de aquéllas enlocalidades algo más alejadas de la frontera, como la ciudad de Tavira.

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Fuente: A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna de Ayamonte. Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados.Legajo 10 (1683-1786) (Libro I –1683-1738- y Libro II –1738-1786-) y Legajo 11 (1770-1848) (LibroIII –1786-1821-). Elaboración propia.

Fuente: A. D. P. H.: Fondo Casa Cuna de Ayamonte. Acogidos. Libros de Actas de Ingreso de Asilados.Legajo 10 (1683-1786) (Libro I –1683-1738- y Libro II –1738-1786-) y Legajo 11 (1770-1848) (LibroIII –1786-1821-). Elaboración propia.

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ÍNDICE TOMO I

PRESENTACIÓNVILLAR GARCÍA , Mª. Begoña . .................................................................................................................... 15

PONENCIAS

Franceses en tierras de España: Una presencia mediadora en el Antiguo RégimenAMALRIC, Jean Pierre . .................................................................................................................................. 23

El papel de los extranjeros en las actividades artesanales y comerciales delMediterráneo español durante la Edad ModernaFRANCH BENAVENT, Ricardo . ................................................................................................................... 39

Los extranjeros en el tráfico con indias: Entre el rechazo legal y la toleranciafuncionalGARCÍA-BAQUERO GONZÁLEZ, Antonio . ............................................................................................. 73

Andalucía en el contexto migratorio de España en la Edad ModernaSANZ SAMPELAYO, Juan . ............................................................................................................................ 101

COMUNICACIONES

Sobre los orígenes de la burguesía malagueña: los primeros Krauel en MálagaALBUERA GUIRNALDOS, Antonio . ........................................................................................................... 123

Los ingleses en Ferrol en el siglo XVIIIAMENEDO COSTA, Mónica . ........................................................................................................................ 133

Los extranjeros en la Colección de Originales del Archivo Municipal de MálagaBARRIONUEVO SERRANO, Mª Rosario y MAIRAL JIMÉNEZ, Mª Carmen . ................................... 143

Mercaderes y artesanos franceses en el sur deAragón. La emigración en Calamocha,1530-1791BENEDICTO GIMENO, Emilio . .................................................................................................................. 155

10

Les étrangers dans les Pays-Bas espagnols (XVIe-XVIIe. Siécles)BERNARD, Bruno . .......................................................................................................................................... 175

“D’estranya nació”. Artesanos extranjeros en el Reino de Mallorca (ss.XVI –XVIII)BERNAT I ROCA, Margalida; DEYÁ BAUZÁ, Miguel J. y SERRA I BARCELÓ, Jaume . ............... 187

Intermediarios imprescindibles. Los extranjeros en la élite del comercio mallorquíndel siglo XVII: el mercado del aceiteBIBILONI, Andreu . .......................................................................................................................................... 203

Mercaderes italianos en las importaciones marítimas valencianas en el segundocuarto del seiscientos (1626-1650)BLANES ANDRÉS, Roberto . ......................................................................................................................... 217

La colonia maltesa en Las Palmas en el Antiguo RégimenBRITO GONZÁLEZ, Alexis D. . .................................................................................................................... 229

Los extranjeros en la milicia española. Análisis del componente foráneo en elejercito de guarnición en Ceuta durante el siglo XVIIICARMONA PORTILLO, Antonio . ................................................................................................................ 241

La factoría británica de Cádiz a mediados del siglo XVIII: organización y laborasistencialCARRASCO GONZÁLEZ, Guadalupe . ....................................................................................................... 255

Irlandeses en el comercio gaditano-americano del SetecientosCHAUCA GARCÍA, Jorge . ............................................................................................................................ 267

Aspectos socioeconómicos de la inmigración francesa en Jaén (1750-1834)CORONAS TEJADA, Luis . ............................................................................................................................ 279

Jerónimo Genoin: mercader y cónsul de extranjeros en la Mallorca de principiosdel siglo XVIIDEYÁ BAUZÁ, Miguel José . ......................................................................................................................... 289

Fuentes documentales municipales para el estudio de los extranjeros en la EdadModerna. El paradigma de AntequeraESCALANTE JIMÉNEZ, José. . .................................................................................................................... 301

I Coloquio Internacional “Los Extranjeros en la España Moderna”, Málaga 2003, Tomo I, pp. 9 - 13.ISBN: 84-688-2633-2.

11

Sospechosos habituales: contrabando de tabaco y comerciantes extranjeros en lospuertos españolesESCOBEDO, Rafael . ...................................................................................................................................... 313

En busca de fortuna. La presencia de flamencos en España. 1480-1560FAGEL, Raymond . ........................................................................................................................................... 325

La comunidad británica en Tenerife durante la Edad ModernaFAJARDO SPÍNOLA, Francisco . ................................................................................................................. 337

Carew, Langton and Power, an irish trading house in Cádiz, 1745 – 1761FANNIN, Samuel . ............................................................................................................................................. 347

Estrategias en tiempos de incertidumbre: Las familias flamencas y la emigraciónmilitar a España a principios del siglo XVIIIGLESENER, Thomas . ..................................................................................................................................... 353

Las colonias mercantiles extranjeras en Aragón en el Antiguo RégimenGÓMEZ ZORRAQUINO, José Ignacio . ...................................................................................................... 365

Extranjeros en el siglo XVIII: procesos de integración y de solidaridad internaGONZÁLEZ BELTRÁN, Jesús Manuel . ...................................................................................................... 379

Las comunidades extranjeras y la posesión de esclavos en el Jerez de la Fronteradel siglo XVI.IZCO REINA, Manuel Jesús . ......................................................................................................................... 391

El atractivo gaditano para los suizos de la segunda mitad del siglo XVIII. Delcapitalismo mercantil hasta los pequeños probadores de fortunaJAHIER, Hugues . ............................................................................................................................................. 401

Irlandeses y Británicos en Cádiz en el siglo XVIIILARIO DE OÑATE, María del Carmen . ..................................................................................................... 417

Extranjeros en la comarca antequerana a finales del Antiguo RégimenLEÓN VEGAS, Milagros . ............................................................................................................................... 427

Expósitos y nodrizas portugueses en la inclusa deAyamonte durante el siglo XVIIILÓPEZ VIERA, David . ................................................................................................................................... 443

12

Franceses en Valencia en 1674LORENZO LOZANO, Julia . .......................................................................................................................... 457

La colectividad francesa en el Ferrol del siglo XVIIIMARTÍN GARCÍA, Alfredo . ........................................................................................................................... 469

La relación de los comerciantes extranjeros y los escribanos públicos malagueñosdel siglo XVIIMENDOZA GARCÍA, Eva . ............................................................................................................................ 481

Familias genovesas afincadas en Murcia vinculadas al comercio sederoMIRALLES MARTÍNEZ, Pedro . ................................................................................................................... 493

Mercaderes portugueses en la Murcia del siglo XVIIMIRALLES MARTÍNEZ, Pedro . ................................................................................................................... 505

Una compañía de comercio internacional en la Galicia del siglo XVIIIMONTERO AMENEIRO, Lidia María . ....................................................................................................... 519

El predominio extranjero en el comercio exportador de Vélez-Málaga durante elsiglo XVIIIPEZZI CRISTÓBAL, Pilar . ............................................................................................................................ 529

Portugueses avecindados en Madrid durante la Edad Moderna (1593-1646)PULIDO SERRANO, Juan Ignacio . ............................................................................................................. 543

Los mercaderes extranjeros en Madrid: Compañías y negocios (1648-1679)RAMOS MEDINA, María Dolores . .............................................................................................................. 555

El comerciante flamenco Henrique Baneswick y su integración en la sociedadmalagueña (s. XVII–XVIII)REDER GADOW, Marion . ............................................................................................................................. 569

Corrientes migratorias extranjeras con destino a Málaga en el siglo XVII.Análisisde la incidencia francesaRODRÍGUEZ ALEMÁN, Isabel . ..................................................................................................... 583

Mercaderes y financieros. Los genoveses de Toledo entre 1561 y 1621RODRÍGUEZ DE GRACIA, Hilario . ........................................................................................................... 597

I Coloquio Internacional “Los Extranjeros en la España Moderna”, Málaga 2003, Tomo I, pp. 9 - 13.ISBN: 84-688-2633-2.

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Los extranjeros que llegaron a Andalucía como colonos de las Nuevas Poblacio-nes de Sierra Morena y Andalucía en el siglo XVIIISÁNCHEZ-BATALLA MARTÍNEZ, Carlos . ................................................................................................ 611

La importancia geoestratégica de Canarias a través de la actuación de los holande-ses durante el siglo XVIISANTANA PÉREZ, Germán . ......................................................................................................................... 623

“Los hombres de negocios” extranjeros en la Málaga del último tercio del sigloXVIISANTOS ARREBOLA, María Soledad . ....................................................................................................... 635

Los comerciantes extranjeros y el negocio del tabaco en la España del siglo XVIIISOLBES FERRI, Sergio . ................................................................................................................................ 643

Inmigrantes extranjeros en Mallorca, 1448-1589VAQUER BENNASAR, Onofre . .................................................................................................................... 657

Diaspora entrepreneurial networks. The maltese in eighteenth-century Spain. Acomparative perspectiveVASSALLO, Carmel . ....................................................................................................................................... 667

La colonia extranjera de Cartagena en los siglos XVI y XVII: poder económico yarraigo socialVELASCO HERNÁNDEZ, F. . ........................................................................................................................ 681

Franceses en la Lleida Moderna. Posibilidades para trabajar, dificultades deinserción.VILALTA, María José . .................................................................................................................................... 695

I Coloquio Internacional “Los Extranjeros en la España Moderna”, Málaga 2003, Tomo II, pp. 3 - 8.ISBN: 84-688-2633-2.

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ÍNDICE TOMO II

PONENCIAS

Los extranjeros en el gobierno de la Monarquía HispanaCASTELLANOS CASTELLANOS, Juan Luis . ........................................................................................... 11

Los extranjeros en la cornisa cantábrica durante la Edad ModernaREY CASTELAO, Ofelia . ............................................................................................................................... 23

La imagen de los europeos occidentales en la historiografía española de los si-glos XVI y XVII (1517-1648)SCHÜLLER, Karin . ......................................................................................................................................... 59

Los extranjeros en Canarias durante el Antiguo RégimenLOBO CABRERA, Manuel y TORRES SANTANA, Mª Elisa . ................................................................. 79

COMUNICACIONES

Los Fornari y las rentas de Orán a comienzos del siglo XVI. Financiación del reyy negocio familiarALONSO GARCÍA, David . ............................................................................................................................ 101

Viajeros extranjeros en Andalucía en la primera mitad del siglo XIXÁLVAREZ ARZA, Mª José . ............................................................................................................................. 113

Libros extranjeros en la biblioteca del matemático Benito Bails (1731-1797)ARIAS DE SAAVEDRA ALÍAS, Inmaculada . ............................................................................................. 125

Los Stafford, una familia irlandesa en EspañaBRUQUETAS DE CASTRO, Fernando . ..................................................................................................... 139

Los extranjeros en laAlta Administración española del siglo XVIII: El caso de losCapitanes Generales de MallorcaCAIMARI CALAFAT, Tomeu . ........................................................................................................................ 149

Iglesia y religiosidad española según la Condesa d’Aulnoy (segunda mitad delsiglo XVII)CAMPA CARMONA, Ramón de la . .............................................................................................................. 161

4

Nación extranjera y cofradía de mercaderes: el rostro piadoso de la integraciónsocialCRESPO SOLANA, Ana . ................................................................................................................................ 175

La estratificación social de España vista por los viajeros extranjeros del siglo XIXDEL PINO ARTACHO, Juan . ........................................................................................................................ 189

“Entrar en asientos con naturales de Flandes”. Asentistas flamencos en la corte deFelipe IVESTEBAN ESTRÍNGANA, Alicia . ................................................................................................................ 196

Andalucía vista por Christian August Fischer, viajero alemán del siglo XVIIIFRIEDERICH-STEGMANN, Hiltrud . ......................................................................................................... 217

Dionisio Mantuano. Ventura y desventuras de un pintor boloñés en las cortes deFelipe IV y Carlos IIGARCÍA CUETO, David y SÁNCHEZ DEL PERAL Y LÓPEZ, Juan Ramón . ................................... 227

Extranjeros en la Castilla interior durante el Antiguo Régimen. Mentalidad y cul-tura material: Actitudes similares y comportamientos diferenciadosGARCÍA FERNÁNDEZ, Máximo . ................................................................................................................ 241

Cuando los libros fueron el arma de los extranjeros. Influencia de Francia en lavida cotidiana española del siglo XVIIIGARCÍA HURTADO, Manuel Reyes . .......................................................................................................... 259

Obispos irlandeses y la Monarquía Hispánica en el siglo XVIGARCÍA HERNÁN, Enrique . ........................................................................................................................ 275

Notas para un estudio historiográfico de los viajeros por España y Portugal duran-te los siglos XV al XVIIGARCÍA-ROMERAL PÉREZ, Carlos . ......................................................................................................... 281

El ejercicio de la mediación por los extranjeros en la Corona de CastillaGARRIDO ARREDONDO, José . .................................................................................................................. 291

¿Status de residente?. Nuevas aportaciones biográficas del viajero inglés FrancisCarterGARVAYO GARCÍA, Dolores . ....................................................................................................................... 307

Descripción de Málaga y su costa por Pedro TexeiraGIL SANJUÁN, Joaquín . ............................................................................................................................... 323

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5

El flamenco Joris Hoefnagle pintor de las capitales andaluzas del QuinientosGIL SANJUÁN, Joaquín y SÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio . .............................................................. 341

La imagen del Cementerio inglés de Málaga en los viajeros extranjeros: la miradadel otroGIRÓN IRUESTE, Enrique y ARENAS GÓMEZ, Andrés . ...................................................................... 359

Injerencias estéticas flamencas en la pintura del barroco en Málaga: MiguelManriqueGONZÁLEZ TORRES, Javier . ...................................................................................................................... 369

Un inglés en la Asturias del XVIII: El viaje de TownsendGONZÁLEZ SÁNCHEZ, Irma . ..................................................................................................................... 381

Felix Oneille: un irlandés Capitán General de Galicia entre 1774 y 1778GONZÁLEZ SOUTO, Irma . ........................................................................................................................... 395

Robert Semple (1766-1816). Un “viajero” en la España de la crisis del AntiguoRégimenGUERRERO LATORRE, Ana Clara . ........................................................................................................... 405

Imágenes de la Nobleza: La nobleza castellana ante los ojos de los viajeros ex-tranjeros en la Edad ModernaGUILLÉN BERRENDERO, José Antonio . ................................................................................................. 415

Los viajeros extranjeros de la Edad Moderna como fuente para la Historia delArte: Su aplicación al patrimonio artístico sevillanoHERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Salvador . ........................................................................................................ 427

Los extranjeros en la administración corregimental española del siglo XVIIIIRLES VICENTE, María del Carmen . ......................................................................................................... 439

El Rosellón tras el Tratado de los Pirineos: un caso de neoextranjería (1659-1700)JANÉ CHECA, Oscar . .................................................................................................................................... 451

Rasgos socioculturales de Castilla y Andalucía a mediados del siglo XIX según lavisión de una viajera inglesaJIMÉNEZ CARRA, Nieves . ............................................................................................................................ 465

Los viajeros ingleses y la InquisiciónKRAUEL, Blanca . ........................................................................................................................................... 477

6

Diplomáticos europeos en la España de mediados del siglo XVIII. Inmigrantes deida y vueltaLAVANDEIRA HERMOSO, Juan Carlos . .................................................................................................. 485

La Hermandad de los franceses de Granada en el siglo XVIIILÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Miguel Luis . ......................................................................................... 495

Entre Málaga y Granada: La aventura de viajar en la primera mitad del siglo XIXLÓPEZ-BURGOS, Mª Antonia . .................................................................................................................... 511

Una patente desconocida del siglo XVIIILORENZO MODIA, María Jesús . ............................................................................................................... 527

Una aproximación al estudio de los pintores extranjeros en la Sevilla del Siglo deOroMÉNDEZ RODRÍGUEZ, Luis . ..................................................................................................................... 535

Perfil inquisitorial de los marineros extranjeros en la sociedad canariaMORENO FLORIDO, María Berenice . ...................................................................................................... 547

Extranjeros y heterodoxias en el Cádiz del siglo XVIII: La presencia protestanteMORGADO GARCÍA, Arturo . ...................................................................................................................... 557

Irish students and merchants in Seville, 1598-1798MURPHY, Martin . ........................................................................................................................................... 565

Francisco Cabarrús, el éxito de un inmigranteNUIN PÉREZ, Lucía . ...................................................................................................................................... 573

Extranjeros en el Cabildo Municipal malagueñoOCAÑA CUADROS, Ivanova . ....................................................................................................................... 583

Los extranjeros en España e Indias según el ilustrado peruano José Eusebio LlanoZapata (1756-1770)PERALTA RUIZ, Victor . ................................................................................................................................. 595

La situación de algunos prisioneros franceses en Málaga durante la Guerra contrala ConvenciónPÉREZ BLÁZQUEZ, Aitor . ........................................................................................................................... 607

La estirpe de los Trevani y la Inquisición españolaPÉREZ DE COLOSÍA RODRÍGUEZ, Mª Isabel . ...................................................................................... 617

I Coloquio Internacional “Los Extranjeros en la España Moderna”, Málaga 2003, Tomo II, pp. 3 - 8.ISBN: 84-688-2633-2.

7

Unidades extranjeras en el ejército borbónico español del siglo XVIIIPÉREZ FRÍAS, Pedro Luis . ........................................................................................................................... 631

“Mártires de profesión”: Estudio de caso de los conflictos de las comunidadesinglesa e irlandesa en la Andalucía de finales del XVIIPÉREZ TOSTADO, Igor . ................................................................................................................................ 645

Los viajeros extranjeros y la crisis del Antiguo Régimen en España: el viaje comofuente históricaREPETO GARCÍA, Diana . ............................................................................................................................ 657

Intereses comerciales y conspiración internacional judaica: La delación de JuanBueno GuiponiROLDÁN PAZ, Lorena . .................................................................................................................................. 669

Leyes de inmigración y flujos migratorios en la España ModernaSALAS AUSÉNS, José Antonio . .................................................................................................................... 681

Cesare Arbassia, un pintor italiano para los círculos humanistas hispanos del sigloXVISÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio . ............................................................................................................... 699

Judíos y protestantes: La herejía en la jurisdicción de la Inquisición de Cartagenade IndiasSÁNCHEZ BOHÓRQUEZ, José Enrique . .................................................................................................. 711

El mundo ruso en una comedia de Lope de Vega: la manipulación literariaSMOKTI, Eugenia . .......................................................................................................................................... 721

El “grupo irlandés” bajo el ministerio Wall (1754-63)TÉLLEZ ALARCIA, Diego. ............................................................................................................................. 737

La música y el baile en España a través de la mirada de Wilhelm von Humboldt(1799-1800)TORRE MOLINA, María José de la . ........................................................................................................... 751

Cautivos extranjeros en la Málaga ModernaTORREBLANCA ROLDÁN, María Dolores . ............................................................................................. 761

Las dificultades de ser financiero extranjero en la España de Carlos IIITORRES SÁNCHEZ, Rafael . ......................................................................................................................... 771

8

Extranjeros en España y sus aportaciones a la ciencia y la técnica ilustradasVILLAS TINOCO, Siro . .................................................................................................................................. 781

Cargos concejiles en manos de comerciantes extranjerosYBÁÑEZ WORBOYS, Pilar . .......................................................................................................................... 793