24
Los Géneros Literarios Primera parte

LOS GÉNEROS LITERARIOS

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Los Géneros LiterariosPrimera parte

Page 2: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Lengua Castellana y Literatura Cristina Hernández González IES

Miguel Fernández

Los Géneros Literarios

Los textos no aparecen de

manera aislada, sino que se

inscriben en lo que denominamos

género literario, un espacio en el

que la obra se sitúa en relación con

otras obras por una serie de

características más o menos

2

Lengua Castellana y LiteraturaIES Miguel Fernández

Ilustración 1

Page 3: LOS GÉNEROS LITERARIOS

perceptibles. Pero los géneros se ubican en el seno de múltiples

encrucijadas abiertas por el desarrollo teórico a lo largo del tiempo.

Ya en la Poética de Aristóteles encontramos la idea de que la

literatura es susceptible de ser descompuesta en unidades menores y

en distintos niveles jerárquicos. Esto sólo implica que un género

literario constituye un sistema articulado y atravesado por categorías

históricas, estéticas, ideológicas, antropológicas, y en constante

tensión entre la necesidad tipológica y el rechazo ante el

establecimiento de fronteras al uso. Por otra parte, como señala

Claudio Guillén, los géneros literarios no son fijos ni inmutables, sino

que pueden variar o desaparecer con el paso de los siglos. De la

tríada tradicional (Épica, Lírica, Dramática) hemos llegado a

aproximaciones más atentas a la vida histórica de las modalidades

literarias y a sus transformaciones, a la negación de su existencia

(Croce), a la distinción entre género histórico y género teórico

(Todorov), a la inclusión de un todavía incómodo cuarto género (el

Didáctico) o a la cautela de opiniones que se inclinan por hablar de

modelos híbridos y no puros. Parece que, en cuanto a la cuestión de

los géneros, todo es posible. Pensemos en la teoría de los géneros de

N. Frye, según la cual cuatro categorías se asociarían

metafóricamente con las cuatro estaciones del año: romance-verano,

tragedia-otoño, comedia-primavera, sátira-invierno.

Pese a todas estas discusiones, parece que, al menos, podemos

distinguir tres orientaciones a la hora de intentar definir en qué

consiste un género literario: 1) la teoría clásica o clasicista, basada en

formas miméticas y cuyos orígenes han de buscarse en la teoría

platónico-aristotélica de la triple clasificación; 2) la teoría arquetípica,

fundamentada en categorías demasiado abstractas (géneros) frente a

fenómenos concretos (subgéneros); 3) la teoría taxonómica,

interesada en las múltiples manifestaciones literarias para distinguir

ciertas constantes (los géneros) no sometidas a un esquema

excesivamente rígido, dada la diversa naturaleza de los géneros y a

su carácter histórico.

3

Page 4: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Según Lázaro Carreter:

Los géneros tienen un origen conocido que puede ser

descubierto

Los géneros surgen cuando prosiguen un modelo anterior ya

existente

Los géneros tienen una estructura con rasgos diferenciados

Estos rasgos pueden ser alterados o directamente suprimidos,

por lo que los géneros pueden verse renovados o extinguidos

Las obras han de mostrar unos rasgos análogos para formar

parte de un género

Los géneros tienen una vigencia más o menos corta, incluso

pueden llegar a desaparecer

Lo que debe quedarnos claro es que el sistema de los géneros

resulta ante todo un instrumento de ordenación, de organización de

la materia literaria, algo estrictamente virtual que dependerá siempre

de los contextos culturales e históricos. Por otra parte, no debemos

olvidarnos de que los géneros son una convención, es decir, son

creados y recreados por el sujeto social y, por tanto, no se

caracterizan por la atemporalidad o la inmutabilidad. Los géneros, en

este sentido, son dinámicos y no estáticos, podrán transformarse o

surgirán otros nuevos, se combinarán entre sí o quedarán obsoletos.

Se trata, pues, de categorías sumamente complejas que, por puro y

simple didactismo, estudiaremos como tres grandes géneros.

La lírica

4

Page 5: LOS GÉNEROS LITERARIOS

El término procede de lira, el

instrumento del que se servía el cantor

para subrayar rítmica y melódicamente las

palabras. Puede decirse, por tanto, que la

música y la poesía están hermanadas.

Como género, se caracteriza por su

peculiar forma de enunciación, lo que ha

conducido a interpretarlo como

manifestación o expresión de lo subjetivo,

de lo personal, de lo emotivo, de lo más

privado. No obstante, nunca debemos

confundir entre autor, yo o voz poética. Cuando nos encontremos

ante el comentario –o la simple y gratificante lectura- de un texto

lírico, siempre hemos de referirnos a la voz poética, la voz de ese

discurso personalísimo, el sujeto de la enunciación. Quizás esta

particularidad de la lírica explique el hecho de que, cuando aplicamos

las funciones del lenguaje a la literatura, se le atribuyan la función

emotiva y la función poética (a veces, también encontramos la

apelativa). Como en ocasiones el lenguaje poético y el lenguaje

literario parecen resultar intercambiables, la lírica se caracteriza por

la ambigüedad, el extrañamiento, la plurisignificación, la connotación,

etc.

El poema, como forma concreta sobre la que se vuelcan los

rasgos del género lírico, está atravesado por una condensación de

significados múltiples cuya interpretación dependerá del acervo

cultural y de la peripecia del interpretador. No cabe duda de que en el

poema concurren símbolos, tópicos y temas más o menos universales

(el amor, la muerte, el tiempo, el sexo) que irán edificando y

codificando un discurso que, paradójicamente, también está sometido

por el devenir histórico. Asimismo, el poema puede ajustarse a las

5

Page 6: LOS GÉNEROS LITERARIOS

leyes de la métrica y enriquecerse con la técnica de los distintos

recursos expresivos, embelleciendo y complicando aún más el

discurso de la voz poética.

Subgéneros líricos

Canción Popular

En su sentido originario, la palabra canción servía para designar a

cualquier texto poético que pudiera ser cantado. Sus temas eran

principalmente amorosos y religiosos o sacros, aunque también

conocemos versiones satíricas. Con frecuencia se sirve del monólogo

y, alguna vez, del diálogo. El vocabulario y la sintaxis se caracterizan

por su sencillez, mientras que la métrica adquiere mayor variación,

con predominio del verso de arte menor. P. ej.: jarchas, villancicos,

cantigas de amigo. La influencia de la lírica provenzal hizo que el

término canción quedara desplazado por el de cantiga. Alrededor del

siglo XV, la canción estableció parentesco con otras formas como la

danza y la balada, de tal modo que llegó a albergar contenidos muy

diversos y dispares.

Canción Petrarquista

Descendiente de la cansó provenzal, alcanzó éxito de la mano de los

grandes Dante y Petrarca. A España llegará en el siglo XVI gracias a

Garcilaso y Boscán. Aborda prácticamente los mismos temas que la

canción popular, pero adoptando un tono más culto, subjetivista o

individualista. En cuanto a la métrica, puede oscilar entre cinco y diez

estancias (agrupación de seis versos heptasílabos y endecasílabos

con rima consonante), cerradas con una estrofa de “envío”.

Experimentará un renacer con poetas contemporáneos como Juan

Ramón Jiménez o Federico García Lorca.

6

Page 7: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Égloga

Sus orígenes hay que buscarlos en la poesía helenística (siglo III a.C.)

y en Teócrito. Con Virgilio y sus Bucólicas, la naturaleza se idealizará

al máximo, rozando una atmósfera casi utópica. La égloga presenta la

vida del campo como situación edénica, como nostalgia de un paraíso

ya perdido, don de bellos pastores dialogan sobre sus asuntos

amorosos. Ej.: las tres Églogas de Garcilaso de la Vega.

Himno

En la antigua Grecia era una composición dedicada a ser cantada

coralmente, en honor de un dios o de un héroe. Debido a la fuerza del

cristianismo, en la edad Media experimentó un nuevo impulso (himno

litúrgico). Los poetas románticos lo recuperan pero le incorporan

sentimientos patrióticos, asuntos políticos y temas civiles. P. ej.:

Himno al Sol, de Espronceda.

Epigrama

Originalmente tenía un carácter votivo o funerario. En la poesía

griega se caracterizaba también por el tono reflexivo, exhortativo e

incluso amoroso. Después, en Roma, el epigrama adopta un carácter

más político, a veces irónico y otras, risueño. Será con nuestros

poetas barrocos (Góngora, Quevedo) cuando oscile entre lo funerario

y la alabanza, entre lo satírico y lo sorprendente.

Elegía

Anteriormente denominado plantum (> llanto), la elegía procedía de

ceremonias fúnebres y actos plañideros. Con el tiempo, adquiere un

tono más culto y trascendente, dejando espacio incluso a los

sentimientos de amor desdichado. La elegía pretende transmitir el

sentimiento de dolor contenido, a veces austero, pero cargado de un

extraño equilibrio entre tristeza y melancolía, dulzura y belleza. En

nuestra literatura abundan los ejemplos: el planto del Arcipreste de

7

Page 8: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Hita por la muerte de Trotaconventos, las Coplas de Jorge Manrique, o

el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de García Lorca.

Oda

Al poeta latino Horacio debemos el haber recogido y ampliado las

odas griegas, cuya vital influencia se notará en el Renacimiento. La

oda se dedica a grandes personalidades, a paisajes hermosos, a la

vida contemplativa. Así, por ejemplo, podemos deleitarnos con las

odas de Garcilaso y Fray Luis de León. En el siglo XX aún perdura,

aunque optando por versos más breves y temas en apariencia

insignificantes, como la Oda al tomate de Pablo Neruda.

Madrigal

Composición de origen italiano, se hallaba muy ligada a la música y al

canto. En principio, el tema suele ser amoroso, de sentimientos

delicados, de gran éxito entre los cortesanos; en el siglo XVII empezó

a perder relevancia, pero en el XX vuelve a ser recobrado con

temáticas más libres. Ej.: el Madrigal de Gutierre de Cetina.

La Narrativa

Entendemos por género narrativo el

conjunto de textos caracterizados por la

existencia de un narrador que relata una historia

ficticia, una sucesión o secuencia de

acontecimientos conectados experimentados por

una serie de actores-personajes igualmente

ficticios. Tales sucesos y tales actores son

8

Page 9: LOS GÉNEROS LITERARIOS

situados en un mundo posible. Al tratarse de la narración de una

subjetividad más o menos ajena, presenta las funciones referencial y

poética. En el centro de esas secuencias ficcionales, se sitúa al menos

un personaje dotado de unas cualidades. Para que la narración exista,

se suele considerar que debe haber un proceso de transformación

que modifique las cualidades o la situación inicial de dicho personaje.

Sobra decir que el personaje-sujeto de la acción narrativa puede ser

individual o colectivo, antropomórfico o no, inspirado en la realidad o

no.

Subgéneros narrativos

Poema Épico

Narración extensa en verso que aborda las hazañas de un héroe,

unido al destino de su pueblo. Aunque desde una perspectiva

occidental la hacemos originar de Grecia (la Ilíada y la Odisea de

Homero), la épica se remonta a un antiguo patrimonio de mitos y

leyendas. Así, el Poema de Gilgamesh mesopotámico, de

aproximadamente el 2000 a.C., el Ramayana y el Mahabbaratha de la

India o las leyendas egipcias de El Libro del Rey constituyen los

auténticos antecedentes del poema épico. Por otra parte, la épica

latina recibe el influjo de la helenística, como la Eneida de Virgilio. La

Europa medieval, con su estructura social feudal y su ideología

sacralizante, hereda el discurso épico adaptándolo a los tiempos. Así,

las baladas son narraciones épicas que mezclan elementos históricos

y legendarios, mientras que las sagas, generalmente anónimas, se

destinan a cantar las hazañas de ciertas familias nobiliarias. Las

sagas, con su origen islandés, se extenderán por la parte norte del

continente: Cantar de los Nibelungos, Beowulf, los Eddas. En el

ámbito románico se imponen los cantares de gesta, organizados en

ciclos narrativos, como el ciclo grecorromano (Alejandro, Tebas,

Troya), el ciclo bretón (Arturo, Perceval, Lancelot) o el ciclo carolingio

(Carlomagno, Fierabrás, Roland), destacando principalmente los

9

Page 10: LOS GÉNEROS LITERARIOS

cantares de gesta hispánicos (Cantar de Mío Cid) y las chansons galas

(Chanson de Roland).

Romance

Composición en verso, de rima asonante en los pares quedando libres

los impares, con frecuencia de verso octosílabo, el romance tiene

claramente un origen folklórico y estaba muy unido al canto y a la

música. El romance ha tenido una vida muy rica en la literatura

española desde la Edad media. En los siglos XIV y XV se distingue ya

entre Romancero Tradicional o Viejo y Romancero Clásico o Nuevo.

Para Menéndez Pidal, su origen y formación ha de buscarse en los

mismos textos épicos, pro su estructura y su temática. Los romances

medievales suelen clasificarse por su temática en carolingios,

moriscos, fronterizos, mitológicos, bíblicos, amorosos, y por su

estructura en novelescos y por escenas. En el Siglo de Oro fueron

cultivados por poetas de gran altura como Lope deVega o Luis de

Góngora. En el siglo XX, y de la mano de los autores del Grupo

poético del 27, el romance cobra vital importancia, incorporándose a

las nuevas tendencias poéticas e intelectuales. Esta recuperación o

restauración del romance se debe a la estilización de lo popular y al

homenaje de la figura de Góngora, como se sabe. Lorca, por ejemplo,

utiliza el romance en su Romancero gitano para construir el mundo

mítico del gitano del Sacramonte, intentando que lo particular sea

universal. De manera similar hacen Alberti –con menor fortuna- y

Gerardo Diego.

Fábula

Composición breve, en prosa y en verso, cuyos protagonistas suelen

ser animales o seres inanimados, con un propósito moral o ideológico

(moraleja), explícito o implícito. Su origen en Occidente se encuentra

en Esopo y Fedro, cuya notable influencia llegará a la Edad Media,

pero no puede en absoluto obviarse la articulación con la tradición

oriental, tan rica de sabiduría. A veces constituyen exempla que se

10

Page 11: LOS GÉNEROS LITERARIOS

intercalan en otros relatos. Ejs.: Disciplina clericales, Calila e Dimna,

Libro de Buen Amor. En el XVII se vuelve a cultivar en Francia

(LaFontaine), así como en el XVIII español (Samaniego, Iriarte).

Mito

El mito constituye un verdadero nudo articulador de las culturas,

codificaciones y explicaciones del mundo escritas en un tiempo

antiquísimo (in illo tempore), atravesado siempre por lo sagrado y la

impronta de las hierofanías. Ha pervivido en la literatura de mil

maneras posibles y aún hoy conseguimos disfrutar con la lectura de

los mismos. Referido a héroes y dioses, el mito parece que puede ser

susceptible de descomponerse en una serie de elementos comunes,

los mitemas, cuya estructura se define por oposición y relación (Lévi-

Strauss). Así, por ejemplo, el relato alegórico del descenso a los

infiernos puede rastrearse en la cultura mesopotámica (El descenso

de Inanna a los infiernos), en la egipcia (Isis y Osiris), en la

grecolatina (El mito de Orfeo y Eurídice, El rapto de Perséfone) o en la

japonesa (Izanagi e Izanami).

Cuento

Conviene, en primera instancia, distinguir entre cuento popular y

cuento literario, dos formas básicas opuestas por su temática, su

desarrollo histórico, el modo de transmisión y la autoría. El cuento

popular es una forma narrativa ficcional y breve, de carácter anónimo

y transmitida oralmente. Esto ha dado lugar a diversas versiones de

un mismo relato, si bien a veces el producto resultante en poco

recuerda a la original (Caperucita Roja). Su procedencia se halla en el

mito y la leyenda y su presente se ubica en las distintas

compilaciones realizadas por diferentes autores en diferentes épocas:

Perrault, los hermanos Grima, Andersen, Afanasiev. S. Thompson los

clasificó en cuentos de hadas o maravillosos, reales, heroicos,

cuentos etiológicos, de animales, fábulas morales y chistes. El análisis

narratológico de los cuentos más conocido resulta, sin duda, la

11

Page 12: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Morfología del cuento (1928) de V. Propp. El cuento literario, por su

parte, tiene sus raíces en el cuento popular, pero carece de variantes,

pertenece al mundo de la autoría conocida y su transmisión es

escrita. La escritura del cuento –literario- constituye hoy mismo un

arte que sólo unos pocos pueden ostentar: Quiroga, Borges, Cortázar,

Quim Monzó.

Microrrelato

El microrrelato o microcuento constituye una forma narrativa breve

en grado extremo. El cuento se adelgaza hasta llegar a su mínima

expresión, de tal modo que los rasgos quedan especialmente

singularizados. Se trata de una modalidad ligada a los medios de

comunicación de masas y electrónicos, a la prosa visual y al

epigrama. Adquiere prestigio en el siglo XX con escritores como

Monterroso, Italo Calvino, Cortázar o Max Aub. Su tremenda brevedad

exige al autor un dominio absoluto de las técnicas narrativas, un

reforzamiento de las técnicas de alusión transtextual, un rico

repertorio de recursos estilísticos y un extremado final, casi

sorprendente, a veces rotundamente circular. El microrrelato más

famoso hasta la fecha: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía

estaba allí” (A. Monterroso).

La Novela

12

Page 13: LOS GÉNEROS LITERARIOS

La lejana raíz de la novela se encuentra en la riquísima

literatura oriental y en la tardo-helenística. De las principales novelas

griegas que han sobrevivido, fechables casi todas ellas en el siglo II

d.C., Dafnis y Cloe de Longo es quizás la más conocida. La intriga de

este tipo de novelas, así como sus elementos, suelen seguir siempre

el mismo patrón fijo: un joven y una muchacha se enamoran; su amor

se ve dificultado por varias desgracias; los enamorados, separados,

deben afrontar peligros cada uno por su cuenta; logran vencerlos y

finalmente se casan. En la novela latina, por otra parte, destacan El

Satiricón de Petronio y El Asno de Oro de Apuleyo.

En la edad Media aparece, junto a la novela en prosa, la novela

en verso. Se inscriben en la ideología del amor cortés y de cultura

caballeresca. Ejs.: la Cárcel de amor de Diego de San Pedro, el

Amadís de Garci Rodríguez de Montalvo o el Lancelot de Chrétien de

Troyes. La literatura italiana de los siglos XIII y XIV encadenará y

enmarcará cuentos en una estructura más extensa, como puede

comprobarse en el Decamerón de Boccaccio.

Durante el Renacimiento siguen vigentes los libros de

caballería, pero aparecen modalidades nuevas como la novela

pastoril (Los siete libros de Diana, de Jorge de Montemayor). Resurge

la veta satírica y paródica, como en Gargantúa y Pantagruel de

Rabelais. Nace la mal llamada novela picaresca con El Lazarillo de

Tormes, con continuaciones menos amables como El Buscón de

13

Page 14: LOS GÉNEROS LITERARIOS

Quevedo o El Guzmán de Mateo Alemán. La notable influencia de la

novela moderna de Cervantes y de la picaresca se dejará sentir en la

novela dieciochesca: Los viajes de Gulliver, de Swift; Tristan Shandy,

de Sterne; Robinson Crusoe, de Defoe; Tom Jones, de Fielding,… y

capítulo aparte merecerían las novelas del Marqués de Sade. Esta

línea de lo que ha venido a llamarse “literatura del pobre” prosigue

en la novelística decimonónica, si bien se impone el espejo no tan

deformado de la burguesía decadente, con autores como Dickens,

Stendhal, alzac, Flaubert, Zola, Tolstoi, Clarín, Galdós, y un larguísimo

etcétera.

En el siglo XX, la novela protagoniza una importante renovación

técnica y expresiva: el monólogo interior, el flujo de conciencia, la

reconstrucción del orden lógico, la complicación del discurso

narrativo, la dilatación del espacio de la conciencia y del inconsciente,

el experimentalismo lingüístico, la mezcla y el collage expresivo. Sólo

así se comprende la existencia de joyas imprescindibles como las de

Marcel Proust, James Joyce, Virginia Woolf, Franz Kafka, Thoman

Mann, Italo Svevo, William Faulkner, por citar tan sólo algunos

autores.

Características de la novela

Personajes

Construcción mental y concepto estructuralista, el personaje es

el sujeto humano o simbólico que se encuentra en el seno de la

secuencias narrativas. Pueden ser estáticos, es decir, que no varían

en el transcurso del relato (el avaro, el soldado fanfarrón), o

dinámicos, sujetos a cambio, evolución y transformación. Los

primeros suelen ser llamados también personajes tipo. Se clasifican

igualmente en principales y secundarios, dependiendo de la situación

que ostenten en el relato, y en individuales y colectivos. Los

opositores o antagonistas son aquellos personajes que determinan el

conflicto fundamental de la historia y provocan los obstáculos para el

14

Page 15: LOS GÉNEROS LITERARIOS

protagonista o personaje central; constituyen la maquinaria de la

acción.

El personaje, además, puede presentarse en la novela de

múltiples formas: 1) por sí mismo (en primera persona); 2) por otro

personaje; 3) por un narrador extradiegético, (en tercera persona,

desde fuera de la acción); 4) presentación mixta, combinando las

distintas presentaciones para ofrecer un retrato más completo.

Según Greimas, el protagonista es el sujeto de la acción,

provocada por un deseo, una necesidad o un temor; el antagonista se

encarga de obstaculizar; el objeto (también sujeto) es la fuerza de

atracción, deseo o temor; el destinador es el agente influye en el

objeto, una especie de árbitro que puede inclinar la balanza hacia un

personaje u otro; el adyuvante es el que se encuentra al servicio del

protagonista o del antagonista; y el destinatario es el beneficiario de

la acción, que puede coincidir con el mismo protagonista, con el

objeto o con el destinador, según el relato.

Narrador

Cuando hablamos de narrador, no debemos confundirlo con el

autor, ya que aquél es la entidad responsable de la narración de la

historia. Existen muchas clasificaciones de narradores y, para ello, ha

de tenerse en cuenta lo que en narratología se denomina perspectiva

y foco.

Perspectiva “por detrás”: el narrador lo sabe todo acerca de los

personajes; como un demiurgo, ve los hilos que mueven a la

marioneta, lee en el corazón de sus criaturas, sabe sus secretos

más íntimos, incluso lo que los propios personajes no saben de

sí mismos o no se atreven a saber. Ej.: la novela realista del XIX.

Perspectiva “con”: el narrador sabe lo mismo que los

personajes; es frecuente la narración en primera persona, en la

que el yo narrador es un personaje como los demás; pero

también puede adoptar la tercera persona, de tal modo que el

15

Page 16: LOS GÉNEROS LITERARIOS

narrador sólo conoce los sucesos desde el punto de vista de un

personaje; en la novela, el punto de vista “con” puede centrarse

en un único personaje o puede variar de uno a otro,

produciéndose la plurivocidad y la perspectiva múltiple.

Perspectiva “desde fuera”: el narrador sabe menos que los

personajes, sólo se limita a describir lo que ve, a ser un mero

testigo de los hechos; se trata de la perspectiva naturalista del

XIX, pero también la de la novela behaviorista del siglo XX, el

de la objetividad total.

Focalización cero: nunca se toma el punto de vista de los

personajes, como en la épica clásica.

Focalización interna: punto de vista de los personajes; es fija

cuando se centra en un personaje; variable, cuando alterna

personajes distintos, y múltiple, cuando los mismos hechos son

narrados por diferentes personajes.

Focalización externa: los personajes actúan ante el narrador sin

que éste sepa sus sentimientos o pensamientos.

La focalización, además, puede ser progresiva, empezar en el foco

cero, luego acudir al foco interno, más tarde combinarse con la

externa, etc.

La historia

Se entiende por historia la concatenación de acciones, con un

orden más o menos causal y temporal, realizadas por los personajes

en un tiempo y un espacio determinados. El espacio puede ser único

o diverso, inspirado en la realidad o fantástico y es el que suele

ocupar el grueso de las descripciones y digresiones del narrador. En

cuanto al tiempo, solemos hablar de una estructura fija:

16

Page 17: LOS GÉNEROS LITERARIOS

planteamiento, nudo o conflicto y desenlace. Sin embargo, la manera

en que éstos son articulados en el texto narrativo puede variar. Esto

nos lleva a distinguir entre prolepsis (adelanta acontecimientos

futuros) y analepsis (movimiento de retrospección, especie de

flashback). Estos movimientos permiten que la narración pueda

comenzar en el mismo nudo, regresar al inicio y culminar en el

desenlace (in media res), o comenzar en el desenlace y volver hacia

atrás (in extremis res).

Tipos de discurso

En la novela o en cualquier texto narrativo podemos encontrar

distintos tipos de discurso: 1) referencial: para narrar objetivamente

los hechos; 2) descriptivo: para las pausas descriptivas

pormenorizadas; 3) poético: en consonancia con el referencial y el

descriptivo; 4) monólogo interior: para expresar la subjetividad de los

personajes; 5) valorativo: para realizar alabanzas, críticas, juicios de

valor; 6) universal: expresión de una generalización a partir de un

incidente determinado; 7) discurso directo o dramático: los

personajes dialogan en estilo directo, reproduciéndose literalmente

las emisiones; 8) discurso indirecto: el narrador reproduce lo dicho

por los personajes mediante verbum dicendi; 9) discurso indirecto

libre: el narrador transcribe las palabras y los pensamientos de los

personajes incorporando sus formas expresivas.

BIBLIOGRAFÍA

BRIOSCHI, F. y DI GIROLAMO, C., Introducción al estudio de la literatura, Ed. Ariel, Madrid, 1998.

CABO ASEGUINOLAZA, F., Manual de teoría de la literatura, Editorial Castalia, Madrid, 2006.

17

Page 18: LOS GÉNEROS LITERARIOS

GARCÍA BERRIO, A. y HUERTA CALVO, J., Los géneros literarios: sistema e historia (una introducción), Ed. Cátedra, Madrid, 1992.

GARCÍA HOZ, V. (coord.), Enseñanza de la lengua y la literatura en la educación secundaria, Ediciones Rialp, Madrid, 1991.

MARCHESE, A. y FORRADELAS, J., Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Ed. Ariel, Madrid, 1986.

PÉREZ, Mª C. (ed.), Los géneros literarios. Curso superior de narratología, Universidad de Sevilla, 1997.

ROJO, V., Breve manual para reconocer minicuentos, Ed. Equinoccio, Ediciones de la Universidad Simón Bolívar, Venezuela, 1996.

VVAA, Teoría literaria y enseñanza de la literatura, Ed. Ariel, Madrid, 2004.

ILUSTRACIONES

GEORGE BARBIER (1882-1932)

18