Los Gnosticos

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  • Serge Hutin

    LOS GNSTICOS

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    Serge Hutin

    LOS GNSTICOS

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    NDICE

    INTRODUCCIN .............................................................................................................. 3

    PRIMERA PARTE. LAS ACTITUDES GNSTICAS

    I. EL CONOCIMIENTO SALVADOR ............................................................................... 7

    II. MISERIA DEL HOMBRE ....................................................................................... 10

    III. COSMOGONA Y SOTERIOLOGA ........................................................................... 16

    IV. CULTO, RITOS, MISTERIOS ................................................................................. 33

    V. TICA .............................................................................................................. 38

    VI. ESCATOLOGA ................................................................................................... 44

    SEGUNDA PARTE. HISTORIA DE LA GNOSIS

    I. LOS GNOSTICISMOS PRECRISTIANOS Y EXTRACRISTIANOS ........................................ 48

    II. EL GNOSTICISMO CRISTIANO .............................................................................. 55

    III. EL MANIQUESMO Y LOS NEOMANIQUESMOS ........................................................ 61

    IV. LA ALQUIMIA Y LA GNOSIS ................................................................................. 64

    V. EL GNOSTICISMO EN EL ISLAM ............................................................................ 65

    VI. SUPERVIVENCIAS GNSTICAS .............................................................................. 66

    VII. LOS RESURGIMIENTOS GNSTICOS CONTEMPORNEOS ........................................ 70

    CONCLUSIN ........................................................................................................... 74

    BIBLIOGRAFA ......................................................................................................... 76

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    INTRODUCCIN

    Al principio de su voluminoso libro contra las herejas san Epifanio (muerto en 403) transcribeuna lista impresionante y, sin embargo, incompleta, segn lo aclara l mismo de sectas temiblesque amenazan la unidad de la Iglesia: los simonianos, los menandrianos, los saturnilitas, los basi-lidianos, los nicolatas, los estratiticos, los fibionitas, los zaqueos, los borboritas, los barbelitas, loscarpocracianos, los cerintianos, los nazarenos, los valentinianos, los ptolomeanos, los marcosianos,los ofitas, los cainitas, los setianos, los arcnticos, los cerdonianos, los marcionitas, los apellianos,los encratitas, los adamitas, los melquisedecianos... (y no reproducimos en forma completa estanumeracin interminable). En todos los Padres de la Iglesia que combatieron a los gnsticos(gnostiki), falsos cristianos que pretendan poseer un conocimiento (gnsij, gnsis) maravillo-so, hallamos el mismo cuadro: el de movimientos herticos que se diversifican, ramificndose alinfinito como hongos venenosos, en innumerables sectas y subsectas. San Ireneo (obispo de Lyon apartir de 177) observa, refirindose a los valentinianos, que hasta es imposible encontrar a dos otres que digan lo mismo acerca del mismo tema; se contradicen de manera absoluta, tanto en lo quese refiere a las palabras como en lo referente a las cosas 1.

    Muchos historiadores consideran tambin al gnosticismo como un monumento de fantasasextravagantes, de incoherencias, de mitos extraos, de fantasmagoras desprovistas de todo intersfilosfico, y que en definitiva no constituyen ms que una rama particularmente degenerada delinquietante sincretismo religioso de los siglos primero y segundo de nuestra era 2.

    Aunque el punto de vista de los Padres de la Iglesia se halla an muy extendido, el gnosticismoadquiere un carcter por completo distinto en los ocultistas y tesofos contemporneos: enlugar de herejes perversos y delirantes, encontramos hombres poseedores de iniciaciones prestigio-sas, iniciados en los misterios orientales, dueos de conocimientos ocultos ignorados por el comnde los mortales y transmitidos secretamente a un nmero limitado de maestros; la gnosis es elconocimiento total, inconmensurablemente superior a la fe y a la razn. El gnosticismo estarunido entonces a la sabidura primordial original, fuente de las diversas religiones particulares.

    El historiador de las religiones se mantiene cuidadosamente alejado de los presupuestos dog-mticos o racionales: su ambicin no es refutar o probar el gnosticismo, sino estudiar el origen yel desarrollo de las diversas formas histricas de la gnosis.

    La extrema diversidad de las especulaciones gnsticas es innegable: Sera ms exacto hablarde gnosticismos que del gnosticismo 3. La misma diversidad existe en el dominio del culto y de losritos, donde las tendencias ms ascticas se oponen a las prcticas ms innombrables: en los mis-terios y las iniciaciones de los gnsticos se vuelven a encontrar los dos polos extremos del misticis-mo 4.

    Es fcil descubrir, sin embargo, un innegable aire de familia entre los diversos gnosticismos,a pesar de las mltiples divergencias y oposiciones que ellos manifiestan.

    Sea cual fuere el grado de atomizacin de sectas y escuelas (menos desmesurado, por otraparte, de lo que afirman los heresilogos, quienes parece haber separado artificialmente ramas de

    1 IRENEO, Adversus haereses, I, 11,112 Cf. A. RIVAUD, Histoire de la philosophie, t. I. Pars,

    P.U.F., 1948, pgs. 502-507

    3 EUGNE DE FAYE, Gnostiques et gnosticisme, 2 ed.,Pars, Geuthner, 1925, pg. 439.

    4 L. FENDT, Gnostische Mysterien, 1922

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    CONCLUSIN

    Si bien las tendencias gnsticas se desarrollaron sobre todo en el seno del gnosticismo cristiano,en s mismas no se hallan en modo alguno vinculadas con el cristianismo, ni, por lo dems, conninguna otra forma religiosa, sino que tienden a reaparecer, de manera ms o menos explcita, enlas pocas de perturbacion. Para redescubrir las gnosis no es necesario en modo alguno conocerlas formas histricas del gnosticismo.

    La poca actual podra dar una amplia confirmacin a esta tesis. He aqu una breve lista detemas gnsticos que se encuentran en muchos escritores contemporneos: absurdo y hasta ma-licia, crueldad o perversidad del mundo; deseo de evadirse (por el amor, por la muerte...) de lainfernal permanencia terrestre; sentimiento de ser un extrao entre los semejantes; viscosa omni-presencia del mal; redencin por el pecado... La obra de Kafka, de Faulkner y de muchos otrosgrandes escritores puede ofrecer material para muy instructivas observaciones 1.

    Un caso extremo es el del escritor americano H. P. Lovecraft (1890-1937), autor de alucinantescuentos fantsticos.

    En lovecraft, la angustia por la condicin humana adquiere una amplitud vertiginosa; vivamen-te impresionado por las inquietantes perspectivas abiertas por la exploracin de los abismos deltiempo, del espacio y del espritu, el relator extiende el terror ms all del continuo espacio tempo-ral, a una multitud de universos continuos y discontinuos. En todos lados hallamos seres temibles,clasificados en grandiosas y complicadas genealogas, que se enfrentan sin cesar en titnicas luchas.Algunos de esos monstruos crearon la vida en nuestro sistema solar, por chiste o por error (by jestor mistake). La realidad en la que vivimos no es ms que una burbuja de jabn en medio de horri-bles abismos, temporales y espaciales, donde el hombre corre el riego de hundirse a la menorimprudencia 2.

    Para completar nuestra exposicin, deberamos referirnos tambin a las transcripciones plsti-cas de temas gnsticos particulares 3.

    Quirase o no, la gnosis es una corriente ideolgica de gran importancia, tanto por su aspectoesotrico como por sus prolongaciones existenciales: ms all de sus manifestaciones pintores-cas o alarmantes 4, es fcil encontrar de nuevo la eterna angustia de ciertos hombres ante el hechoaparentemente inexplicable de existir en este mundo y en este cuerpo.

    1 Que no constituiran en absoluto una condena, ennuestra opinin. Repitamos una vez ms que se tra-ta de redescubrimientos espontneos, y no de in-fluencia propiamente dicha.

    2 JACQUES BERGUIER, H. P. Lovecraft, en Criti-que, nov. de 1954. AUGUST DERLETH, H. P.Lovecraft: A Memoir, Nueva York, Abramson, 1947.

    3 Pensamos, por ejemplo, en la obra de Leonor Fini,en quien se encuentra todo un esoterismo matriar-

    cal. Ver los estudios de MARCEL BRION, LeonorFini, Pars. Jean-Jacques Pauvert, 1955 y deARMAND LANOUX, Instants dune psychanalysecritique: Leonor Fini, en La Table Ronde n 108,diciembre de 1956, pgs. 178-189.

    4 Que han asombrado mucho a algunos escritores(Flaubert, Maurice Barrs, Paul Adam, autor de unanovela maniquea que fue famosa en su momen-to: Basile et Sophia, publicada en 1900).

  • 4un mismo grupo, y hasta grados de iniciacin sucesivos), y aun considerando que en la mayora delos casos 5 el epteto gnostiki no es usado por los herejes mismos, no es de ningn modo arbitrariocalificar de gnsticas a las ideas o sistemas que presentan las mismas tendencias caractersticas. Loshistoriadores modernos yendo en esto ms lejos que los heresilogos no han dudado en genera-lizar el concepto de gnosis fuera del mbito del cristianismo.

    El estudio cientfico del gnosticismo cristiano tuvo sus pioneros: Chifflet, en el siglo XVII; deBeausobre y Mosheim en el siglo XVIII.. Pero fue a principios del siglo pasado cuando se desarroll(trabajos de Horn, Neander, Lewald, Baur, etc.). La importante Histoire critique du gnosticisme deJacques Matter (Pars, 1828; reeditada en Estrasburgo en 1843) constituy durante mucho tiempouna obra clsica. El autor define la gnosis como la introduccin en el seno del cristianismo detodas las especulaciones cosmolgicas y teosficas que haban formado la parte ms considerablede las antiguas religiones de Oriente y que los nuevos platnicos haban adoptado tambin enOccidente. Innumerables historiadores de las religiones se esforzaron despus por vincular losorgenes del gnosticismo cristiano este conjunto de doctrinas y de ritos que se nutren de un fondocomn de especulaciones, imgenes y mitos con una fuente anterior al cristianismo. Es as como lagnosis ha sido vinculada con Egipto, con Babilonia, con Irn, con las religiones de misterios delmundo contemporneo, con la filosofa griega 6, con el esoterismo judaico y hasta con la India.Lejos de ser el resultado de una reflexin espuria de ciertos espritus sobre aspectos del cristianis-mo, el gnosticismo aparecer finalmente, a los ojos del orientalista, como un fenmeno de sincre-tismo, ms o menos casual, entre el cristianismo y otras creencias profundamente ajenas a esteltimo 7. Los trabajos de los especialistas alemanes (Kessler, W. Brandt, Anz, Reitzenstein, Bousset)se han liberado as de la perspectiva heresiolgica en el estudio de las gnosis cristianas: Hablandocon rigor, no son herejas inmanentes al cristianismo, sino los resultados de un encuentro y de unaunin entre la nueva religin y una corriente de ideas y de sentimientos que exista antes de ella, oque le eran primitivamente ajena y lo seguir siendo en su esencia 8.

    Desde hace unas tres dcadas se tiende a dar el nombre de gnsticas a otras corrientes distin-tas posteriores (maniquesmo, catarismo): gnosticismos exteriores al cristianismo (como el man-desmo y el hermetismo stricto sensu); la alquimia; la Cbala juda; el ismaelismo y las herejasmusulmanas derivadas: algunas doctrinas esotricas modernas.

    Reaccionando contra el comparativismo, sin dejar de aprovechar sus descubrimientos, diver-sos especialistas en la ciencia de las religiones (Hans Jonas, Karl Kernyi, Simone Ptrement, Henri-Charles Puech, G. Quispel...) han abordado el estudio del gnosticismo valindose del mtodofenomenolgico 9: en lugar de insistir en el detalle de las doctrinas, los mitos y los ritos, se trata deponer de relieve la actitud especfica, las orientaciones espirituales caractersticas que los condicio-nan, y se destacan los grandes temas (expresados o implcitos) que en ltimo anlisis se hallandetrs de las ideas, las imgenes y los smbolos gnsticos. Si bien los gnosticismos son muy diver-

    5 Un solo grupo de sectarios, los llamados simple-mente Gnsticos, reclama para s esta denomina-cin prestigiosa.

    6 Harnack defini la gnosis como la helenizacinextrema del cristianismo.

    7 Cf. El libro clsico de W. BOUSSET, Hauptproblemeder Gnosis, Gotinga, 1907.

    8 HENRI-CHARLES PUECH, Phnomenologie de lagnose (resumen de un curso), Annuaire du Collgede France, ao 53, pg. 166. Cf. la excelente expo-

    sicin del Pr. PUECH O en est le problme dugnosticisme, Revue de lUniversit de Bruxelles,t.XXXIX, 1934-35, pgs. 137-58 y 295-314.

    9 Aclaremos que no se trata de una aplicacin espe-cial de la filosofa de Edmund Husserl (sobre estaltima, ver J. F. LYOTARD, La Phnomenologie, Quesais-je?, n 625 [trad. esp. La fenomenologa, Bue-nos Aires, Eudeba, 1960] y SUZANNE BACHELARD,La logique de Husserl, P.U.F., col. Epimthe, 1957).

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    Silencios atravesados por Mundos y por ngeles; Oh el Omega, rayo violeta de Sus ojos! 13.

    Anlogos ejemplos (aunque menos significativos) de tendencias gnsticas es posible encon-trar en Mallarm y en otros maestros de la poesa simbolista 14.

    El enigmtico Lautramont, precursor directo del surrealismo, ha descubierto tambin (y conqu fuerza!) la revuelta de los gnsticos contra la creacin terrestre: evidentemente, increpa al Diosque es responsable de ella 15.

    El surrealismo

    Tal como ha sido expuesto por Andr Breton y sus discpulos, el surrealismo contemporneo esuna doctrina violentamente antirreligiosa y materialista. Pero una de las paradojas de esta actitudes que en ella desempean un papel de cierta importancia el esoterismo y las tcnicas de ilumina-cin 16. En el Segundo manifiesto de Breton leemos:

    Todo lleva a creer que existe un cierto punto del espritu en el que cesan de ser percibidos como contradic-torios la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo comunicable y lo incomunicable, loalto y lo bajo. Ahora bien, sera vano atribuir a la actividad surrealista otro mvil que la esperanza de determi-nar ese punto.

    El hombre debe tratar de reconquistar sus poderes perdidos:

    La percepcin y la representacin... no deben ser considerados ms que como los productos de la disocia-cin de una facultad nica, original, de la cual da cuenta la imagen eidtica y de la que se encuentran rastrosen el primitivo y en el nio. Todos aquellos preocupados por definir la verdadera condicin humana aspiranms o menos confusamente a volver a ese estado de gracia 17.

    Breton vincula estrechamente la iluminacin, el amor 18, la metamorfosis, la transmutacin, larevolucin, la libertad... Exalta a Lucifer, la estrella de la maana que brilla con una gloriasuperior a todas las otras que aparece en lo alto de la lmina 17 del Tarot 19.

    13 Voyalles. Cf. ROLLAND DE RENVILLE, Sciencesmaudites et potes maudins, Les Cahiers de Herms,vol. I, 1947, pgs. 153-82.

    14 Cf. A.M. SCHMIDT, La littrature symboliste, Quesais-je?, n 82 [trad. Esp. La literature simbolista,Buenos Aires, Eudeba, 1962]

    15 Cf. ROBERT AMADOU, Isidore Ducasse, le fils delhomme et de la femme, Les cahiers dHerms t. I,pgs. 194-206.

    16 Cf. IVES DUPLESSIS, Le surralisme, Que sais-je?,n 432.. Ver tambin el libro de FERDINANDALQUI, Philosophie du surralisme, Pars,Flammarion, 1956.

    17 Point du Jour, Gallimard, ed. Pg. 250.18 Cf. el hermoso pasaje de Arcane 17, Gallimard, pg.

    35: Al verte por primera vez, te reconoc, sin vaci-lar.

    19 Los surrealistas de la actualidad sienten una vivasimpata por el gnosticismo heterodoxo. Cf.GRARD LEGRAND, en la revista Mdium (nme-ro de mayo de 1954): Hace unos veinte siglos vi-vieron en los desiertos de Siria y en los bordes delNilo hombres cuyo pensamiento presenta tan asom-brosas afinidades con el nuestro, que no han falta-do (...) entre nosotros quienes se interesaran porellos.

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    sos, el gnosticismo es una actitud existencial completamente caracterstica, un tipo especial de reli-giosidad. No es arbitrario formular un concepto general de gnosis, conocimiento salvador que setraduce en reacciones humanas determinadas y siempre las mismas. Si el gnosticismo no fuera msque una serie de aberraciones doctrinales propias de ciertos herejes cristianos de los tres primerossiglos, su inters sera puramente arqueolgico. Pero es mucho ms que eso: la actitud gnsticareaparecer espontneamente, ms all de cualquier transmisin directa. Este tipo especial de reli-giosidad presenta, inclusive, turbadoras afinidades con algunas aspiraciones completamente mo-dernas. El gnosticismo de los heresilogos constituye el ejemplo caracterstico de una ideologareligiosa que tiende a reaparecer incesantemente en Europa y en el mundo mediterrneo en pocasde grandes crisis polticas y sociales 10.

    La unidad de la gnosis postulada por los fenomenlogos contemporneos no es en modoalguno la unidad que postulan los adeptos de la teosofa y del esoterismo: en esta perspectivaespecial, la gnosis sera la fuente de todas las religiones y su fundamento ltimo. Para el grantradicionalista francs Andr Ren Gunon (1886-1951) 11 y sus discpulos 12, en todas las religio-nes se halla la idea de una liberacin metafsica del hombre por medio de la gnosis, o sea por mediodel conocimiento integral; existe una asombrosa universalidad de ciertos smbolos y de ciertos mi-tos: de ah la postulacin lgica de un origen comn de los diferentes esoterismos religiosos, que seexpresan necesariamente a travs de las grandes religiones exotricas, cuyo ncleo constituyen.Desde el punto de vista del historiador de las religiones, la teora de Gunon no puede, evidente-mente, ser probada (ni, por otra parte, invalidada). Es cierto que las doctrinas esotricas se parecen13; pero para explicar estas convergencias no hay necesidad alguna de postular una tradicin pri-mordial intemporal conservada por uno a varios centros de iniciacin. Basta recordar esta leyredescubierta por los fenomenlogos: como el espritu humano reacciona de la misma manera encondiciones semejantes, no es extrao encontrar en diversas partes las mismas aspiraciones. Tam-poco hay que pasar por alto las filiaciones histricas, a veces inesperadas.

    ...Se posee la gnosis, conocimiento beatificante nos dice Paul Masson-Oursel cuando sedistingue lo absoluto, en sus profundidades, de aquello que lo relativiza 14. Esta definicin, quecoincide con la de los tradicionalistas, es demasiado general: la salvacin por el conocimiento esuna aspiracin que caracteriza a numerosos movimientos religiosos por ejemplo el budismo queno se incluyen usualmente en el gnosticismo. Este ltimo es un tipo muy especial de religiosidad, queefecta algo as como la sntesis de aspiraciones orientales y occidentales. Es comn que seestablezca una oposicin, la que dista mucho de corresponder siempre a la verdad, entre el Orientemetafsico que aspira a la liberacin y el Occidente religioso que aspira a la salvacin; el gnos-ticismo establece precisamente una especie de vinculacin, de puente entre las religiones de formasentimental y personal, y las religiones impersonales llamadas metafsicas. El gnstico parte yesto es lo que ponen en evidencia las importantes investigaciones de Henri-Charles Puech, miem-bro del Instituto, profesos del Collge de France de una experiencia totalmente subjetiva, para

    10 Cf. HANS JONAS, Gnosis und sptantiker Geist,Gotinga, 1934 y 1954, 2 vols. SIMONEPTREMENT, Le dualisme chez Platon, les gnostiqueset les manichens, P.U.F., 1947. HENRI-CHARLESPUECH, La gnose et le temps, Eranos-Jahrbuch, t.XX, Zurich, 1952, pgs. 57-113.

    11 PAUL CHACORNAC, La vie simple de Ren Gunon,Pars, Chacornac, 1958. PAUL SRANT, RneGunon, Pars, La Colombe, 1953.

    12 Cf., por ej., FRITHJOF SCHOUN, Sentiers de Gnose,Ed. de la Colombe, 1957

    13 Cf., JEAN MARQUS-RIVIRE, Histoire des doctrinessotriques, Pars, Payot, 1940, y, desde un puntode vista ms especial, J.-A. RONY, La magie, Quesais-je?, n 413 [trad.esp. La magia, Buenos Aires,Eudeba, 1962]

    14 La pense en Orient, A. Colin, pg.149.

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    una metafsica sumamente complicada, mitos de tendencia gnstica, una doctrina de las reencarnaciones 7, etc.Y todo eso mezclado con generosos impulsos humanitarios y socialistas.

    El simbolismo

    Entre los parnasianos 8 las aspiraciones gnsticas aparecen ocasionalmente, pero en la poesa simbolistade la segunda mitad del siglo pasado hallamos una extraordinaria resurreccin del pesimismo de las gnosis.

    La obra de Baudelaire abunda en pasajes singularmente reveladores:

    Mi alma es una tumba que, como mal cenobita,Desde la eternidad recorro y habito 9.

    Qu es la Cada? Si es la unidad que se convierte en dualidad, es Dios quien ha cado. En otros trminos,no ser la creacin la cada de Dios? 10.

    Baudelaire se rebela contra la Naturaleza en todas sus formas: naturaleza exterior o naturalezahumana. Se rebela contra la Ley de Moiss y exalta la raza de los rprobos (la de Can)... La nicaesperanza del poeta es la evasin fuera del mundo:

    Oh Muerte!, vieja capitana, ya es tiempo! Levemos el ancla!Este pas nos fastidia, Oh Muerte! Hagmonos a la vela! 11

    El genial adolescente Arthur Rimbaud conoca seguramente el gnosticismo (se sabe que devortodos los libros de la biblioteca de Charleville dedicados a las ciencias malditas), pero sus fuenteslibrescas fueron transmutadas por su experiencia personal de la iluminacin.

    Rimbaud descubre de nuevo la mstica de las gnosis licenciosas:

    El poeta se hace vidente mediante un largo, inmenso y razonado desenfreno de todos los sentidos. Experi-menta todas las formas del amor, del sufrimiento y de la locura; busca por s mismo, agota en si todos losvenenos, para conservar ms que sus quintaesencias. Inefable tortura...

    Es necesario a todo precio salir de este bajo mundo:

    La verdadera vida est ausente. No estamos en el mundo 12.

    Una vez que ha llegado el xtasis, el vidente ingresa en el mundo divino:

    7 J.B. BARRRE, Hugo, lhomme et loeuvre, Pars,Boivin, 1952. CHARLES BAUDOUIN, Psychanalysede Victor Hugo, Ginebra, Mont-Blanc, 1943. JAC-QUES HEUGEL, Essai sur la philosophie de VictorHugo, Pars, Calmann-Lvy, 1922. CHARLESRENOUVIER, La philosophie de Victor Hugo, Pars,Colin 1900. DENNIS SAURAT, Victor Hugo et les dieuxdu peuple, Pars, La Colombe, 1948. A. VIATTE,Victor Hugo et les illumins de son temps, Montreal,Ed. De lArbre, 1943.

    8 Sobre todo LECONTE DE LISLE; los Pomes antiquesy los Pomes barbares denuncian el horror y la cruel-dad del mundo en el que vive el poeta, y cantan laevasin hacia la Belleza.

    9 Le mauvais moine.10 Mon coeur mis un, Ed. Du Point du Jour, 1946,

    pg. 56.11 Cf. PAUL ARNOLD, Le cosmos de Baudelaire,

    Cahiers dHerms, vol. I, pgs. 144-152.12 Une saison en Enfer.

  • 6elevarse a travs de ella al encuentro de una iluminacin salvadora.La primera parte de este libro determinar, precisamente, las caractersticas generales de tal

    actitud (o ms bien de toda una serie de actitudes): por medio de muchas citas (tomadas sobre tododel gnosticismo cristiano, pero completadas mediante otros testimonios), pondremos de relievetendencias, aspiraciones y doctrinas completamente caractersticas. En la segunda parte estudiare-mos la historia de las aspiraciones gnsticas, desde sus remotos orgenes precristianos hasta susasombrosas reapariciones contemporneas.

    La modesta extensin de esta obra nos impide tratar ciertos problemas particulares 15; perocreemos haber mostrado todo el inters histrico y filosfico de las investigaciones relativas a undominio que algunos autores an consideran como pintorescas extravagancias. Aunque muchosgnsticos hablan un lenguaje desconcertante para el hombre contemporneo, y parecen constituir,al menos a primera vista 16, un conjunto heterogneo de grupos innumerables, su actitud es en elfondo muy moderna: se nos presentan como hombres angustiados por su condicin de seres arroja-dos al mundo, y que en la huida del mundo creen haber hallado el modo de vencer esta angustiainsoportable.

    Debemos precisar que, en toda la primera parte de este estudio, hemos seguido los lineamien-tos ms esenciales del pensamiento gnstico, puestos en evidencia por H. C. Puech.

    15 Habra que estudiar, por ejemplo, la posible influen-cia de las gnosis cristianas sobre las sectas rusas(en lo que se refiere a estas ltimas, cf. G. WELTER,Histoire des sectes chrtiennes, Pars, Payot, 1950, cap.VI).

    16 Cf. JEAN DORESSE, Les livres secrets des gnostiquesdEgypte, t. I, Pars, Plon, 1958, pg. 42. Estos nom-

    bres [los de los numerosos grupos vinculados a lasecta de los denominados simplemente gnsticos]se multiplicaban segn los pases, o quizs en fun-cin de iniciaciones ms o menos particulares,creando as una confusin en la que el historiadormoderno se siente un poco perdido.

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    sentimiento de los lmites del destino y el deseo de romper esos lmites, de quebrar la condicin humana, deevadirse de todo 1.

    En la literatura romntica existen mitos de la cada anlogos a los mitos de los gnsticos anti-guos. Recordemos los famosos versos de Lamartine:

    Limitado en su naturaleza, infinito en sus anhelos,El hombre es un dios cado, que se acuerda de los cielos.

    El romanticismo no consiste solamente en exaltar la imaginacin, el corazn y la espontanei-dad creadora: en todos lados (en Inglaterra, en Alemania, en Francia, etc.) se observan aspiracionesmetafsico-religiosas, impulsos msticos y una apasionada inclinacin por las doctrinas esotricas 2.

    William Blake (1757-1827), poeta y visionario, redescubri las actitudes y las imgenes mis-mas del pensamiento gnstico. En l encontramos las ms fantsticas cosmogonas de la gnosiscristiana 3.

    En un hombre como Novalis (1771-1801) hallamos un sistema completo, el idealismo mgico, de mlti-ples fuentes. Los himnos a la noche, Los discpulos de Sas y la extraa novela esotrica Heinrich vonOfterdingen estn impregnados de espiritualidad gnstica, literalmente vivida de nuevo en su interior por eljoven inspirado 4.

    Son demasiado conocidos los estrechos lazos de Goethe con el esoterismo para que necesitamos insistir enellos. La segunda parte del Fausto desarrolla una mitologa y una metafsica explcitamente gnstica, y en elextrao cuento La serpiente verde 5 aparece un simbolismo inicitico muy complejo.

    Grard de Nerval (1808-1855) estudi con pasin los libros de esoterismo, de magia y demetafsica abstrusa. Pero no debemos ver en ello una simple curiosidad de erudito: Nerval que erafrancmasn, no lo olvidemos quiso conocer por s mismo los misterios de la iniciacin, de lateogona y del destino. El ocultismo nervaliano rene elementos de origen muy diverso, pero estagnosis sincretista se orienta alrededor de un smbolo central: el de la Madre Divina 6.

    Las ideas religiosas de Vctor Hugo son las ms grandiosas de todo el romanticismo; encontramos en ellas

    1 Le dualisme chez Platon... pg. 1292 Para la historia del romanticismo ver los Que sais-

    je? de V. L. SAULNIER, la littrature franaise dusicle romantique, n 156 [trad. esp. La literaturafrancesa del siglo romntico, Buenos Aires, Eudeba,1962]; PH. VAN TIEGHEM, Le romantisme franais,n 123, J. F. ANGELLOZ, La littrature allemande,n 101, y R. LALOU, La littrature anglaise, n 159.

    3 Cf. Los trabajos de PIERRE BERGER, JACQUESROOS, DENIS SAURAT, PHILIPPE SOUPAULT, etc.y los Pomes choisis de BLAKE, ed. a cargo deMadeleine L. Cazamian, Pars, Aubier, 1950.

    4 Adems de la obra colectiva Le romantismeallemand, 2 ed., Cahiers du Sud, 1949, ver M.

    BESSET, Novalis et la pense mystique, Pars, 1947.M. COLLEVILLE, Novalis, Pars, C.D.U., 1957, 2 fasc.MARYLA FALK, L Misteri di Novalis, Npoles, 1938W. FEILCHENFELD, Der Einfluss Jacob Boehmes aufNovalis, Berln, 1922.

    5 Cf. las dos ediciones francesas: la de Oswald Wirthy A. Lantoine, Pars, Le symbolisme, 1935, y lade Rudolf Steiner, Lausana, Mermod, 1947.

    6 E. AUNOS, Grard de Nerval et ses nigmes, Pars,Aryana, 1957. JEAN RICHER, Grard de Nerval etles doctrines sotriques, Pars, Griffon dOr, 1947.Ver el nmero especial de revista La Tour Saint-Jac-ques, mayo de 1958.

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    7

    PRIMERA PARTE

    LAS ACTITUDES GNSTICAS

    CAPTULO I

    EL CONOCIMIENTO SALVADOR

    La palabra griega gnsis significa simplemente conocimiento. Pero en la literatura gnstica nose trata en modo alguno de un saber cualquiera. La gnosis es un conocimiento dotado de maravillo-sos prestigios.

    Pocos pueden poseer este conocimiento; uno entre mil, dos entre diez mil 1.

    Simn el Mago comienza as su gran Revelacin (Apophasis):

    Esto es lo que se expresa en la Revelacin de la Voz y del Nombre, que proviene del Pensamiento y delGran Poder Infinito; por eso ser sellado, escondido y conservado en la morada donde tiene sus fundamentos laraz del Todo.

    La gnsis, posesin de los iniciados, se opone a la vulgar pistis (creencia) de los simples fieles. Esmenos un conocimiento propiamente dicho que una revelacin secreta y misteriosa. Las sectasgnsticas pretenden poseer libros de origen algeno, o sea de origen exterior y superior al mundo enel que nos debatimos. Tales libros son atribuidos a personajes prestigiosos, verdaderos enviadoscelestes. He aqu, como ejemplo, lo que se afirma explcitamente en el Libro Sagrado del GranEspritu invisible, una de las obras usadas en la secta de los setianos:

    Es ste el libro que ha escrito el gran Set (uno de los hijos de Adn). Lo ha depositado en montaaselevadas sobre las cuales el sol no sale ni podra salir jams. Desde los das de los profetas, de los apstoles y delos predicadores, ni siquiera (su) nombre estuvo ni pudo estar nunca en los corazones. Nadie lo oy jams. Estelibro fue escrito por el gran Set a los ciento treinta aos; lo deposit en la montaa denominada Charax, paraque fuera manifestado en los ltimos tiempos y en los ltimos instantes 2.

    Todos los gnsticos cristianos pretenden haber heredado por vas misteriosas las enseanzassecretas dadas por Jess a sus discpulos: Baslides, por ejemplo, pretenda haber recibido de Mataslas doctrinas esotricas reveladas a este apstol por el Salvador. Los sectarios gnsticos hicieroncircular muchos Evangelios apcrifos: el Evangelio segn los Egipcios, el Evangelio de Mara. ElApcrifo (en el sentido literal de la palabra griega: Libro secreto) de Juan, etc. Gnosis implicatransmisin de enseanzas secretas, de misterios reservados a un pequeo nmero de iniciados,a la generacin de fe inconmovible.

    1 BASLIDES (IRENEO, Adversus haereses, I, 24, 6).

    2 DORESSE, Les livres secrets des gnostiques dEgypte,pg. 197.

    70

    Su potencia [la de Satn], coeterna con la de Dios, es un misterio insondable destaca el pastor Kruger,discpulo de la seora Hinsch, pero no admisible como seria la aparicin repentina del mal, de la tentacin, enmedio de un mundo en el que no hubiera ningn principio malo ni ningn germen de maldad 15.

    Entre los ocultistas y tesofos de la segunda mitad del siglo XIX as como entre sus herede-ros contemporneos, el gnosticismo cristiano goz de inmenso prestigio, y se ha intentado descu-brir en la Pistis Sophia maravillosos secretos pneumatolgicos e iniciticos... Hasta se han produci-do algunos intentos extraordinarios por anudar los lazos con los remotos antecesores. En 1890,Jules Doinel restaur la Iglesia Gnstica, en cuyo patriarca se convirti con el nombre de Su GraciaValentn II; consagr obispos y una Sophia (mujer obispo), pero pronto desert para volver alcatolicismo. Ni su apostasa, ni los cimas que en varias oportunidades desgarraron a nuestros gns-ticos modernos han impedido que estos grupos se mantengan hasta nuestros das 16. Geyraud haexpuesto 17 el esplndido ritual instituido por Fabre des Essarts Su Gracia el Patriarca T. Sinesio,Primado de Albi, Obispo de Montsgur, Gran Maestre de la Orden de la Paloma del Parclito parael consolamentum de una perfecta.

    Se podra escribir todo un libro sobre las diversas iglesias neognsticas, los grupos luciferianos 18, lassociedades secretas taumatrgicas 19, las iglesias neoctaras (muy influidas por la Antroposofa de RudolfSteiner), las comunidades que se adhieren al esoterismo cristiano primitivo (la Iglesia Gnstica Apostlica,por ejemplo), etctera.

    CAPTULO VII

    LOS RESURGIMIENTOS GNSTICOS CONTEMPORNEOS

    El romanticismo

    Simone Ptrement destaca la innegable afinidad que existe entre el romanticismo y la gnosis: ... el senti-miento que aparece en ella [en la gnosis], casi en todas partes, es el sentimiento romntico por excelencia: el

    15 EDOUARD KRUGER Tmoignage, pg. 136 (citadopor E.-G. LONARD, Remarques sur les ,Annuaire 1955-1956, cole pratique de Hautestudes, sec. Sciencies religieuses, pg. 10).

    16 GEYRAUD, Les petites glises de Paris, pgs. 76-83;Les religions nouvelles de Pars. Pgs. 139-43.

    17 Ibid., pgs. 145-918 Cf. GEYRAUD, Les socits secrtes de Paris, 1938,

    pgs. 112-18: el T.H.L.19 Cf. PIERRE VICTOR, Aleister Crowley et sa magie,

    La Tour Saint-Jacques, nms. 11-12, 1958, pgs. 105-23.

  • 8En qu se distingue de las otras doctrinas teosficas u ocultas? Se llama o se puede llamargnosticismo tambin gnosis toda doctrina o actitud religiosa fundada en la teora o en la experien-cia de la obtencin de la salvacin por el conocimiento 3. La gnosis traduce siempre una necesidadindividual de salvacin, de liberacin:

    ...la gnosis escribe Puech es una experiencia o se refiere a una eventual experiencia interior, destinada aconvertirse en estado inamisible (latn: inamissibilis, que no puede perderse), a travs del cual, en el curso deuna iluminacin que es regeneracin y divinizacin, el hombre se cobra en su verdad, vuelve a recordar yadquiere otra vez conciencia de s mismo, o sea que conoce simultneamente su naturaleza y su origen autn-ticos; a travs de esta experiencia se conoce o se reconoce en Dios, conoce a Dios y aparece ante s mismo comoemanado de Dios y ajeno al mundo, adquiriendo as, con la posesin de su yo y de su verdadera condicin, laexplicacin de su destino y la certidumbre definitiva de su salvacin, al descubrirse merecidamente salvadopara toda la eternidad 4.

    Tedoto, un discpulo de Valentn, nos dice que poseer la gnosis es saber lo que fuimos y lo quehemos llegado a ser; dnde estbamos; dnde hemos sido arrojados; hacia dnde vamos y dednde nos llega la redencin; cul es el nacimiento y cul la resurreccin 5.

    La gnosis responde siempre a una angustia subjetiva del individuo, obsesionado por los grandes enigmasmetafsicos. La Pistis Sophia (Fe y Sabidura), la ms clebre de las obras gnsticas en lengua copta, contieneuna larga enumeracin de los conocimientos de los que se benefician las almas elegidas: Por qu fueron creadasla luz y las tinieblas, el caos, los tesoros de la luz, los impos, los buenos, las emanaciones de la luz, el pecado,el bautismo, la clera, la blasfemia, la injuria, el adulterio, la pureza, la soberbia, la risa, la maledicencia, laobediencia y la humildad, la riqueza, la esclavitud; por qu existen los reptiles, los animales salvajes, el ganado,las piedras preciosas, el oro, la plata, las plantas, las aguas, el occidente y el oriente, las estrellas, etc. 6. O seaque, al revelarle el misterio que cubre su origen y su destino, la gnosis permite al hombre comprender lasignificacin de todas las cosas.

    Un conocimiento tal, una iluminacin semejante convierten a su beneficiario en un serprestigioso:

    Pues el hombre es un ser viviente divino, que no debe ser comparado con los dems seres vivientes terres-tres, sino con los que habitan arriba, en el cielo, y que llaman dioses. O ms bien, si es necesario atreverse adecir la verdad, es an por encima de estos dioses que se halla el hombre realmente hombre, o existe al menosuna completa igualdad de poder entre unos y otros.

    En efecto, ninguno de los dioses celestes abandonar la frontera del cielo ni descender sobre la tierra; peroel hombre se eleva hasta el cielo mismo, lo mide, y conoce de un extremo al otro; capta todo lo dems conexactitud y maravilla suprema, no tiene siquiera necesidad de abandonar la tierra para estar en el cielo: tanlejos se extiende su poder 7.

    Es conocido el famoso pasaje de san Pablo frecuentemente invocado por el esoterismo cristia-no:

    3 H.CH.PUECH, en Annuaire du Collge de France, ao53, pg. 163.

    4 Ibd., pgs. 168-69.5 Excerpta ex Theodoto, 78, 2.

    6 Pistis Sophia, 206-16 (damos los nmeros de loscaptulos de la edicin de C. Schmidt).

    7 Corpus Hermeticum, X, 24-25 (trad. de A.-J.Festugire).

    69

    les y divinas desarrolla la gnosis de Martins. El mundo es una morada infernal, donde el alma est sometidaa inexorables ciclos de reencarnaciones sucesivas; para escapar de ellas, el hombre debe desligarse de todo loque lo trae hacia la materia, debe desentenderse de las sensaciones materiales. Por desdicha, las Entidadescondenadas luchan sin cesar contra la aspiracin del hombre al perfeccionamiento espiritual: ellas nos tientande mil maneras, para encadenarnos al mundo visible y conservar sobre nosotros su dominio. La prctica de lateurgia permitir a los iniciados vencer el poder de los demonios 11.

    Martins de Pasqually tuvo un discpulo ilustre: el marqus Louis-Claude de Saint-Martin (1743-1803). ste rompi con las prcticas de su maestro y elabor un admirable sistema teosfico en elque el iluminismo cristiano se apoya en un mtodo de realizacin mstica 12. La influencia delmartinismo ha sido considerable y persiste an.

    Iluminismo y ocultismo

    Durante el siglo pasado aparecieron sucesivamente en Francia grupos en los que es posible discernir ten-dencias ms o menos gnsticas, que son nuevos descubrimientos espontneos de viejas doctrinas iluministas.

    Naundorff-Louis XVII (1785-1845) expone en sus obras (la doctrina celeste, sobre todo, que data de1839) toda una serie de intuiciones. Cristiano al margen del catolicismo, fund una Iglesia Catlica Evang-lica cuyos dogmas son la unicidad de Dios, la preexistencia celeste de las almas, la pluralidad de las existenciasy la salvacin final de toda la creacin 13. Algunos iluminados, los Salvadores de Luis XVII llegarn hasta aconsiderar a Naundorff como un verdadero enviado divino que deba salvar a Francia y a la Iglesia; ejercierongran influencia sobre un extraordinario personaje, el obrero cartonero Pierre-Eugne Vintras (1807-1875).

    El 6 de agosto de 1839, el arcngel san Miguel se apareci a Vintras para anunciarle que el profeta Elasiba a descender en l para preparar el advenimiento del reino del Espritu Santo; desde ese momento iba aproducirse una increble sucesin de apariciones, xtasis y milagros. El heresiarca se dedic entonces a profeti-zar, a difundir activamente sus doctrinas a travs de numerosos escritos (entre ellos un voluminoso Evangelioeterno), a instituir una grandiosa liturgia secreta llena de extraordinarios fenmenos (aparicin de hostiassangrientas, por ejemplo) y a consagrar a sacerdotes y obispos de ambos sexos... Despus de haber hechograndes progresos bajo el Segundo Imperio (a pesar de las persecuciones eclesisticas y de las trabas que le pusola polica), el vintrasismo se convirti en una secta minscula. An existen vintrasistas en Lyon, Pars y otrasciudades, quienes profesan los dogmas de su profeta: creencia en la Inmaculada Concepcin de Mara, negacinde las penas eternas, preexistencia de las almas humanas (que han sido ngeles celestes) e inminencia del reinodel Espritu Santo. Su culto, absolutamente secreto, incluye ritos eucarsticos muy complicados 14.

    Dentro del protestantismo debemos mencionar a un grupo de rgida piedad: la Iglesia Evangli-ca Hinschista, fundada por una mujer de alto valor, Armengaud-Hinsch (nacida en 1801). A travsde incesantes meditaciones sobre los Libros Santos, sta volvi a descubrir la teologa dualista, ascomo la doctrina de la preexistencia de las almas y de su cada anterior a la Creacin. Al igual queel filsofo ingls Stuart Mill, los hinschistas han preferido sacrificar la omnipotencia de Dios a subondad:

    11 ROBERT KANTERS, La realisation thomorphiquechez Martins de Pasqually, Les cahiers dHerms,vol. II, 1947, pg, 153 y sig. GRARD VANRIJNBERK, Un thaumaturge au XVIIIe sicle: Martinsde Pasqually, Lyon, Derain, 1935-38, 2 vol.

    12 ROBERT AMADOU Louis-Claude de Saint-Martin etle Martinisme, Pars, Ed. Du Griffon dOr, 1946.

    ROBERT AMBELAIN, Le Martinisme, Histoire etdoctrine, Pars, Niclaus, 1946.

    13 ALAIN DECAUX, Louis XVII retrouv, Pars, Editionsde lElan, 1947, pgs. 253-256.

    14 MAURICE GARON, Vintras, hrsiarque et prophte,Pars, Nourry, 1924. PIERRE GEYRAUD, Les religionsnouvelles de Pars, pgs. 79-86.

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    Conozco a un hombre en Cristo que hace catorce aos fue llevado hasta el tercer cielo (si subi con sucuerpo o sin l, yo lo ignoro; slo Dios lo sabe) y s que este hombre fue elevado hasta el Paraso y que oypalabras inefables que a un hombre le est prohibido revelar 8.

    Gracias a la iluminacin de la que ha sido beneficiario, el gnstico se sirve de la angustia mismapara alcanzar el conocimiento definitivo.

    Es amarga, en efecto nos dice Simn, el agua que encontramos despus del Mar Rojo (Simn interpretaun versculo del xodo): porque ella es el camino que conduce al conocimiento de la vida, camino que pasa atravs de dificultades y amarguras. Pero transformada por Moiss, o sea por el Verbo, esta agua amarga seconvierte en dulce 9.

    La gnosis simbolizada por el fuego iluminador y generador arranca el alma del elegido delespeso sueo en que se hallaba sumida: de ah el empleo de mtodos de adiestramiento espiritualdestinados a engendrar estados especiales de conciencia y de supraconciencia. Sin embargo, lagnsij [gnosis] constituye, una vez que ha sido alcanzada, un conocimiento total, inmediato, queel individuo posee enteramente o del que carece en absoluto; es el conocimiento en s, absoluto,que abarca al Hombre, al Cosmos y a la Divinidad. Y es solo a travs de este conocimiento y no pormedio de la fe o de las obras que el individuo puede ser salvado: sean cuales fueren los rasgoscaractersticos del gnosticismo como filosofa religiosa 10, la gnosis se halla definida por esta posi-cin general, y tambin por la actitud existencial de la que procede; es por su condicin de experien-cia vivida que la gnosis manifiesta su verdadera originalidad 11.

    Paradjicamente, en algunos gnsticos cristianos se advierte el deseo de conocer el origen del mal: en unade las versiones del mito de Sophia, el error de esta sabidura consisti en querer contemplar la Divinidadinsondable; otra entidad mtico-metafsica, Horos, el Lmite, dar a Sophia conciencia de los lmites de sunaturaleza. Baslides anuncia el advenimiento final de la gran Ignorancia, que se apoderar de todos los seresexistentes, quienes ya no tratarn de conocer lo que los sobrepasa: Son inmortales todos los seres que perma-necen en el sitio que les corresponde 12. Pero tal actitud es completamente excepcional en el gnosticismo.

    El gnstico se salva mediante el conocimiento; pero de qu debe ser salvado? Esta preguntanos exige estudiar la actitud del gnstico respecto de su cuerpo, del mundo visible y de la existenciasensible en general.

    8 Segunda Epstola a los corintios, XIII, 2-4.9 Citado por Hiplito, Philosophoumena, VI, 1, 15

    (trad. de A. Siouville).10 Cf., HANS LEISEGANG, La gnose, trad. franc., Pa-

    rs, Payot, 1951, cap. I: La pense gnostique.11 Los smbolos, los ritos y los mitos gnsticos son

    tomados generalmente, pero para ser empleadosen un contexto muy especial, de tradiciones religio-sas anteriores, y hasta de lo que Jung denomina elinconsciente colectivo (fondo ancestral de la per-sonalidad inconsciente).

    12 Cit. por Hiplito, Philosophoumena, VIII, 27, 3.

    68

    Las tendencias gnsticas en la francmasonera

    La francmasonera plantea muchos problemas al historiados del pensamiento religioso 9. A lostres grados corporativos (Aprendiz, Compaero y Maestro) que usan en todos los planos (moral,metafsico y espiritual) el simbolismo del oficio de constructor, de picapedrero se agregan losgrados altos, en los que reviven, segn se cree, las iniciaciones de los templarios, los alquimistas ylos rosacruces.

    El grado 17 del Rito Escocs Antiguo y Aceptado: Caballero de Oriente y de Occidente, exige un ceremo-nial grandioso que recuerda los misterios de ciertas sectas gnsticas cristianas. En el curso de este ritual sedescubre un extrao cuadro que representa una cruz de caballera, en la que hay dos sellos como smbolos deaquellos de los cuales se habla en el Apocalipsis de San Juan. Los motivos de esos sellos recuerdan mucho lasenigmticas figuras grabadas sobre las abraxas (gemas gnsticas). Se ilumina al cuadro con una extraalmpara de aceite: la lmpara mgica.

    Se deca que el grado de Caballero de Oriente y de Occidente estaba compuesto (en la poca de las Cruza-das) por caballeros que haban descubierto en Palestina iniciados que conservaban celosamente las verdaderastradiciones cristianas, los johannitas, es decir, los discpulos directos del apstol Juan de Patmos. Esta leyendaes el prototipo de los relatos inverificables que abundan en los rituales de los grados altos. Pero el grado 17 esinteresante por su esoterismo cristiano, aun cuando el ritual haya sido elaborado (lo cual es muy posible) porlos masones franceses de fines del siglo XVIII, y no por prestigiosos cruzados.

    En los ritos de iniciacin de los diversos grados masnicos se hace referencia a veces al gnos-ticismo y a la gnosis (que es, precisamente, uno de los sentidos de la famosa letra G inscrita en elcentro de la estrella llameante), pero tales alusiones no son muy convincentes. Los comentaristasmasones a veces hasta caen en absurdos; por ejemplo, presentan a los gnsticos como cristianosesclarecidos (en el sentido moderno de este adjetivo), como hombres que someten los dogmas a unlibre examen...

    Debemos destacar que el organizador de la materia no es, para los filsofos masnicos, una potenciamalvada; es el Gran Arquitecto del Universo, que puede ser identificado hasta cierto punto con el Demiurgoplatnico.

    Es el iluminismo masnico francs del siglo XVIII donde el historiador encuentra corrientes querecuerdan, de manera directa ahora, al gnosticismo cristiano y la teosofa cabalstica. El ms nota-ble de estos masones msticos fue el famoso Martins de Pasqually (nacido en Grenoble en 1727 ymuerto en Santo Domingo en 1774), quien fund en 1754 un rito masnico especial: la Orden delos Coens 10 Elegidos, que solo era accesible para los masones regulares que tuvieran ya el grado deMaestro.

    El Tratado de la reintegracin de los seres a sus primeras propiedades, virtudes y potencias espiritua-

    9 JULES BOUCHER, La symbolique maonnique, Pa-rs, Dervy, 1948, S. HUTIN, Les Francs-Maons, Ed.du Seuil, 1960. MARIUS LEPAGE, LOrdre et lesObdiences, Lyon, Derain, 1956. PAUL NAUDON, Lesorigines religieuses et corporatives de la Franc-Maonnerie, Pars, Dervy, 1953; Les loges de saintJean et la philosophie sotrique de la connaissance,

    d., 1957. La Franc-Maonnerie, Que sais-je?, n1064. PAPUS (i.e. DR. GRARD ANCAUSSE) Ce quedoit savoir un matre maon, 4 ed., con un prefaciode M. LEPAGE, Pars, Niclaus, 1952.

    10 Cohen, en hebreo, significa sacerdote. Pero Martinsno conoca la lengua hebrea; en lo relativo a laCbala dependa siempre de fuentes indirectas.

  • 10

    CAPTULO II

    MISERIA DEL HOMBRE

    El hombre, prisionero de su cuerpo

    No tengis piedad de la carne nacida de la corrupcin proclama una oracin ctara, peroapiadaos del espritu aprisionado en ella.

    El gnstico considera su cuerpo como la prisin donde se halla cautivo su autntico yo:

    Oh, Dios de luz, alma querida! Quin ha oscurecido tu ojo luminoso? Caes sin cesar de una miseria enotra, y ni siquiera lo adviertes... Y quin te ha conducido al exilio, desde tu magnfica tierra divina, y te haencerrado en esta sombra prisin? 1.

    Yo soy un dios, hijo de dioses, brillante, centelleante, resplandeciente, radiante, perfumado y hermoso,pero ahora he cado en la miseria. Innumerables y repugnantes diablos se apoderaron de m y me redujeron ala impotencia 2.

    Yo sufro en mi vestimenta corporal a la que ellos me trajeron y me arrojaron. (Es el alma quien habla) 3.

    El gnstico intransigente expresa una repugnancia invencible respecto de las diversas manifes-taciones de la sexualidad ordinaria (deseo sexual, unin, concepcin, nacimiento), y, en general, delos principales acontecimientos de la vida corporal (nacimiento, enfermedades, vejez, muerte...).Tal repugnancia respecto del cuerpo concluye poco a poco en la idea de que el cuerpo es algo ajenoa nosotros mismos y que debemos soportar : el cuerpo es comparado con un cadver, con unatumba, con una prisin, con un compaero indeseable o un intruso, con un bandido, conun adversario, con un dragn devorador, con un mar cuyas tempestades amenazan tragarnos.

    El cuerpo, instrumento de humillacin y de sufrimiento, atrae al espritu hacia abajo, lo hundeen el sopor abyecto, en el degradante olvido de su origen. El gnstico puro execra el parto, respon-sable del primer encarcelamiento de las almas desdichadas 4.

    Encontramos a veces en la predicacin catlica sentimientos de desprecio respecto del cuerpo,pero se sitan en una perspectiva por completo diferente: cuando un predicador (Bossuet, porejemplo) alude a los cadveres en potencia que son en suma todos los seres humanos, no sepropone condenar el cuerpo, sino mostrar la vanidad, el carcter fugaz, transitorio, de todo lo queno es ms que terrestre; y en cuanto a la procreacin, se est muy lejos de considerarla un mal, puesconstituye un deber impuesto a todo matrimonio catlico.

    La actitud de Buda se halla ms prxima al pesimismo gnstico:

    El nacimiento es sufrimiento; la decrepitud es sufrimiento; la enfermedad es sufrimiento; la muerte essufrimiento; estar unido a lo que no se ama es sufrimiento; estar separado de lo que se ama es sufrimiento; no

    1 Texto maniqueo citado por S. PTREMENT, Ledualisme chez Platon, les gnostiques et les manichens,pg. 185.

    2 Texto kanteo (cit. por PTREMENT, op. cit., pg.186).

    3 Ginz (Libro sagrado de los madestas), 461, 10-114 Esta actitud religiosa no debe confundirse con la

    negativa a procrear motivada por razones indivi-duales (miedo a los dolores del parto, o deseo deno perjudicar su bienestar material).

    67

    Algunos han sostenido que Jernimo Bosch (muerto en 1516) perteneca a la secta de los Hermanos delLibre Espritu, muy difundida en los pases flamencos a fines del siglo XIV, pero tal creencia es muy poco segura.En cambio, es indudable que Bosch estuvo en relaciones directas con los alquimistas. El esoterismo de Bosch es,en gran parte, de orden alqumico, como lo atestigua la frecuencia con que aparece en sus telas un smbolocomo el huevo y sus anlogos (bola de vidrio, calabaza, etc.) 3.

    Los tesofos cristianos de los siglos XVI y XVII

    En figuras como Paracelso (1493-1544), Valentn Weigel (1553-1558), Jacob Boehme (1575-1674), Johannes Scheffler (1624-1677) 4, etctera, encontramos toda una serie de doctrinas sobreel origen del mundo y del mal, la Cada y la Redencin, que hacen pensar en ciertos temas gnsti-cos. Pero no creemos que sea necesario suponer una influencia directa; se trata de temas que surgenespontneamente en todas las pocas.

    Segn Paracelso 5, por ejemplo, la materia grosera (Cagaster) no exista antes de la primera Cada, y solose convirti en la prisin del hombre despus de la segunda Cada, la de Adn y Eva. Esta circunstancia noimpide al tesofo considerar la naturaleza en su conjunto como una especie de gigantesco smbolo: al igual queuna pintura revela la actividad de un pintor, el mundo revela la Divinidad. Pero en la Naturaleza hay unaspecto invisible y otro visible. El sistema de Paracelso, que es increblemente complejo, tiene innumerablesfuentes, a veces muy difciles de descubrir; a la Cbala y la alquimia se unen la magia, creencias tomadas delfolklore germnico, etctera.

    En Jacob Boehme encontramos tambin profundos desarrollos sobre el origen del mundo y del mal, cuyovalor metafsico es innegable 6.

    Una de las formas ms curiosas de este iluminismo cristiano moderno es la doctrina de losHermanos Rosacruces, sociedad secreta de iniciados que ejerci una gran influencia sobre la franc-masonera 7. El texto ms curioso de la abundante literatura rosacruz es un libro publicado porAndreae en 1616: Las bodas qumicas de Christian Rosencreutz. Este relato simblico es una parboladestinada a mostrar las duras etapas por las que debe atravesar el iniciado para alcanzar la ilumina-cin y el xtasis 8.

    3 Cf. JACQUES COMBES, Jrme Bosch, Pars, Tisn,1957, JEAN LEYMARIE, Jrme Bosch, Pars, AimerySomogy, 1949. C. DE TOLNAY, Hieronimus Bosch,Basilea, 1937.

    4 Ms conocido por el nombre de ngelus Silesius.Sobre este movimiento de teosofa cristiana cf. Lasobras de ALEXANDRE KOYR, La philosophie deJacob Boehme, Pars, Vrin. 1929; Mystiques, spirituels,alchimistes, Pars, A. Colin, 1955, y F. H. WAGMAN,Magic and natural Science in german Baroqueliterature, Nueva York, 1942.

    5 Liber Azoth.6 Cf. Adems el libro de KOYR, el de CHARLES A.

    MUSES, Illumination on Jacob Boehme, Nueva York,Kings Crown Press, 1951.

    7 PAUL ARNOLD, Histoire des Rose-Croix, Pars,Mercure de France, 1955. R. S. CLYMER, TheFraternitas Rosae Crucis, Quakertown, Pennsylvania,1929. S. HUTIN, Histoire des Rose-Croix, 2 ed., Pa-rs, Courrier du Libre, 1962. WILLY SCHRDTER,Geschichte und lehren der rosen-kreutzer, Villach M.Stadler, 1956.

    8 Debe observarse que el episodio de los falsos her-manos expulsados ignominiosamente del castillo(mientras que los adeptos que han triunfado en laprueba de la pesada ganan el vellocino de oro)es una alusin a la creencia en las vidas sucesivas:el alma no liberada por los ejercicios espiritualesno puede tentar suerte nuevamente ms que enuna vida ulterior.

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    tener lo que se desea es sufrimiento(...). Es la permanente exigencia del deseo la que produce la reencarnacin,acompaado por una entrega apasionada, una atraccin por la vida en esta forma u otra, o sea por el placersensual, la existencia o la aniquilacin... 5

    Pero el budismo asigna al deseo un determinismo impersonal, mientras que en la concepcingnstica la carne es algo perverso, malicioso y horrible.

    El hombre, prisionero de su alma inferior

    La situacin del hombre es todava ms grave: no solo nos domina la carne, sino tambin unconjunto de determinismos psicolgicos que no siempre son de origen corporal.

    Y le ocurre al corazn nos dice Valentn algo semejante a lo que le sucede a un albergue en el quepernoctan personas groseras... stas no cuidan el lugar, porque no es de ello. Ocurre lo mismo cuando sedescuida el corazn. Permanece impuro, y es la morada de una multitud de demonios. Pero cuando lo contem-pla el padre, el nico bondadoso, queda santificado y resplandece 6.

    Otros dos grandes gnsticos cristianos, Baslides y su hijo Isidoro, dan a las pasiones el nombrede apndices (prosartmata): no son cosas inherentes al alma, sino entidades malvolas yadventicias, particularidades instintos de lobo, de simio, de len, de macho cabro que pene-tran en el alma, se adhieren a ella y producen deseos inferiores y groseros.

    Aunque Baslides considera que los hombres son, no obstante, responsables de sus malas incli-naciones, inclusive de las inclinaciones inconscientes y de las que existen como resultado de faltascometidas en vidas anteriores 7, muchos gnsticos adoptan de buen grado la teora platnica segnla cual el mal se explica por la ignorancia. Niegan el libre albedro:

    Son los arcontes del Destino los que obligan al hombre a pecar. 8

    Sea como fuere, en cada hombre hay una especie de alma demonaca, que ahoga el principiobueno. El hombre posee dos almas: un alma celeste, que es su verdadero yo, y un alma inferior,puesta en l por los demonios para obligarlo a pecar. De este hecho escandaloso se han dadodiversas explicaciones, que varan con los doctores y las sectas.

    En la Pistis Sophia, por ejemplo, hallamos la idea de que el alma humana se compone de tres partes: unaparte superior, el espritu; una parte inferior, material, y un espritu contra factor puesto en el hombredurante el nacimiento y que es la causa de pecado. 9

    En general, los gnsticos no admiten una oposicin simple entre el principio material y el principio inma-terial; al cuerpo y al alma propiamente dichos se superpone un principio superior, el espritu o pneuma 10.

    El hombre, prisionero del mundo

    5 Sermn de Benars.6 Citado por CLEMENTE DE ALEJANDRA, Stromata,

    II, 114, 3-6.7 Baslides escandalizaba a los catlicos al afirmar

    que el martirio mismo debe considerarse una ex-piacin.

    8 Pistis Sophia, 131, 336. Cf. la clebre frase de Cris-to (Luc. 23-24): Ellos (sus verdugos) no saben loque hacen.

    9 Una vez establecido en el nio, se desarrolla gra-cias a la absorcin de alimentos carnales.

    10 Merece observarse que esta divisin tripartita delhombre es profesada por san Pablo.

    66

    del poeta mstico Omar Khayam) y restos de la gnosis, an viva en el Irn por aquel entonces. ElGran Maestro de los asesinos (Hasn, y luego sus sucesores) era el dueo absoluto de los cuerpos yde las conciencias; el estudio del Corn y su interpretacin alegrica deban estar dirigidos por l enpersona.

    Los drusos 6 tienen una doctrina esotrica (en la que desempea un papel muy importante lareencarnacin) y ritos de iniciacin an mal conocidos. Si bien son muy celosos de su autonoma,son tambin muy tolerantes desde el punto de vista religioso, y se abstienen de todo proselitismo yde toda propaganda entre los creyentes de otras religiones.

    Los nosaires o ansariehnos tienen una extraa doctrina esotrica en la que se encuentran con-cepciones gnsticas cristianas 7, musulmanas y paganas (para explicar la rojez del crepsculo, re-emplazan la sangre de Adonis muerto por un jabal por la de Hosain).

    Los yesidas, otros herejes musulmanes que viven en las montaas cerca de Mosul (al norte deIraq), tienen tambin una doctrina secreta. El delegado de Dios es el ngel Paon, intrprete yejecutor de su voluntad. Este ngel Paon no es sino Lucifer, pero un Lucifer que ha conquistadomediante el arrepentimiento el favor divino 8. Destaquemos que esta secta esculpe una serpiente enla puerta de sus santuarios.

    CAPTULO VI

    SUPERVIVENCIAS GNSTICAS

    El pantesmo popular

    Recibe el nombre de pantesmo popular (porque sus partidarios han sido siempre, salvo raras excepcio-nes, hombres del pueblo) una doctrina que considera a los espritus individuales y en primer trmino los de loshombres como particularizaciones del Espritu divino: todo deseo individual se convierte entonces en unaaspiracin divina a la que es necesario no desobedecer. Reconocemos en esta tendencia un derivado lejano delgnosticismo antinomista, con su justificacin del inmoralismo prctico. Este pantesmo popular no es produc-to de individuos aislados, sino de toda una serie de sectas extraas: Hermanos del Libre Espritu, Hombres dela Inteligencia 1, en la Edad Media; Libertinos espirituales y ciertos anabaptistas extremistas en el siglo XVI:Ranters (literalmente, energmenos) de la guerra civil inglesa 2, etctera.

    6 La mayora de los drusos habitan el Jebel Druso,en Siria, pero tambin los hay en el Lbano y enIsrael.

    7 Celebran un tipo de misa bajo las especies del vino,

    rito tomado sin duda de una secta gnstica cristia-na.

    8 De ah el nombre de adoradores del diablo quese dio a la secta. Cf. El artculo Yazidi en laEnciclopdie de lIslam.

    1 Este nombre es revelador. La Inteligencia es elIntellectus, el Pneuma divino.

    2 A. JUNDT, Histoire du panthisme populaire, Pars,

    1875. R.M. JONES, artculo Ranters (HASTINGS,Enciclopedia of Religin and Ethics, t. X, pgs. 578-80).

  • 12

    El pesimismo gnstico se extiende a toda la creacin sensible: sta es una obra fallida, y hastafunesta y criminal. Los gnsticos estn obsesionados por el problema del mal: Cul es su origen?Por qu existe?. De esta pregunta lacerante se desprende una perspectiva dualista:

    El gnstico se ver conducido, particularmente, ya sea a oponer a Dios la materia o un principio malo, yasea a distinguir del Dios trascendente, desconocido o ajeno al mundo y absolutamente bueno, un dios inferioro enemigo, creador del mundo y de los cuerpos... 11.

    El gnstico experimenta dolorosamente el hecho de haber sido arrojado a un mundo malo,ajeno, absurdo, con el cual no siente afinidad alguna.

    El mundo es el sitio de la muerte, del sufrimiento, de la fealdad y del mal; es una cloaca, undesierto, una noche de grandes aguas tenebrosas. Pero es tambin una fortaleza hermtica-mente cerrada y rodeada de muros y pozos en apariencia infranqueables: el hombre es arrojadoall, donde queda en un encierro sin esperanza.

    Libranos de la oscuridad de este mundo al que hemos sido arrojados, clama el mandesta 12.

    El mundo 13 se halla cerrado hermticamente y rodeado por las tinieblas exteriores, por ungran mar o por un muro de hierro que no es otro que el firmamento. El mundo se ha fortificadocontra Dios; pero la Divinidad, por su parte, fue obligada a fortificarse para quedar fuera del alcan-ce del mundo. Barreras inexorables se oponen a la evasin fuera del mundo:

    Las tinieblas exteriores son un gran dragn que posee la cola en la boca 14; se encuentran ms all delmundo, al que rodean completamente 15.

    Los gnsticos hicieron suya la vieja doctrina astronmica de las esferas de cristal que giranalrededor de la Tierra. Apoyndose en esta concepcin de los astrnomos y astrlogos de la Anti-gedad, consideraron que las esferas constituyen un obstculo infranqueable para las almas queintentan evadirse del mundo, pues frente a las puertas excavadas en cada una de las siete esferas sehallan apostados guardias inexorables: son los Arcontes, prncipes del cosmos 16. Los dioses planeta-rios caldeos se han convertido en fuerzas malficas que imponen al mundo una rigurosa fatalidad:los siete planetas son divinidades malignas que se esfuerzan por daar a los hombres 17. Los poderesque determinan las revoluciones astrales imponen al Kosmos una necesidad fatal e inflexible; perolejos de aceptar el destino, los gnsticos se rebelan contra l y aspiran a liberarse.

    El mundo clama Heraclen es una inhspita guarida de animales salvajes. La angustia y la miserianos dice Baslides acompaan la existencia como la herrumbre al hierro. El mal consiste en el hecho mismode existir en el mundo sensible. El universo es totalmente malo: la idea de un universo bello y bueno, elgnosticismo la sustituye por la de un mundo para el cual la Divinidad superior es ajena, un mundo sobre el que

    11 H.CH.PUECH, en Annuaire du Collge de France, ao54, pg. 195

    12 Ginz, 254, 36-3713 Segn algunos gnsticos, no hay solo un mundo,

    sino una multitud innumerable de mundos inaca-bados. Cf. Una obra mandesta, el Libro de Juan(no confundir con el Apcrifo de Juan, de los gns-ticos de Egipto), 196, 7, 8: Cundo terminar decaer en todos estos mundos?.

    14 Cf. La serpiente ouroboros de los manuscritos grie-gos de alquimia.

    15 Pistis Sophia, 126-31916 Algunos gnsticos agregan a estos siete arcontes

    planetarios doce guardianes de la esfera de las fi-jas, o sea de las estrellas.

    17 Los maniqueos sustituyen el Sol y la Luna, a losque consideran buenos, por la cabeza y la cola dela constelacin del Dragn: respetan as el nme-ro siete!

    65

    La Gran Obra alqumica es una gnosis de un gnero muy particular (ya que trata de obtener almismo tiempo la iluminacin salvadora y la liberacin taumatrgica de la Luz Divina). Pero debeobservarse que est ausente de ella el pesimismo gnstico: la Gran Obra es un proceso anlogo al dela creacin del mundo; para el adepto, el mundo est condenado, es cierto (el fin de la alquimia esprecisamente efectuar una redencin en los tres reinos), pero no es la obra de una divinidadinferior o perversa.

    CAPTULO V

    EL GNOSTICISMO EN EL ISLAM

    En el Islam, ciertas tradiciones gnsticas se han perpetuado hasta nuestros das.Despus de la conquista de Egipto por los rabes, surgi toda una literatura hermtica musul-

    mana, en la que se mezclan la alquimia, la astrologa, el neoplatonismo y el gnosticismo 1. Lainfluencia de la gnosis es muy evidente en el sufismo sunnita.

    Pero donde se encuentra una verdadera supervivencia de temas gnsticos es en las herejasmusulmanas derivadas del chismo 2.

    Los ismailitas tienen una doctrina esotrica basada en la interpretacin alegrica del Corn.Entre el hombre y la Divinidad establecen cinco principios primeros: la Razn universal, el Almauniversal, la Materia primera, el Espacio y el Tiempo. En el hombre habita una naturaleza lumino-sa, ajena a l. La Razn universal se ha encarnado sucesivamente en siete profetas: Adn, No,Abraham, Moiss, Jess, Mahoma y, por ltimo, Mohamed, hijo del sptimo imn (sucesor delProfeta) Ismail (de donde procede el nombre de esta comunidad religiosa 3. Los ismailitas creentambin en la metempsicosis.

    Por grande que sea el desprecio de los ortodoxos por los ismailitas, lo mismo se los consideramusulmanes y pueden participar en la peregrinacin a La Meca 4. Los grupos derivados del ismailismo:asesinos, drusos y nosaires, ya no pertenecen al Islam.

    Los asesinos constituyen una sociedad secreta fundada por Hasn ibn-Sabbab, el Viejo de laMontaa, que estableci su cuartel general en la poderosa fortaleza de Alamut (1000). Hasntena ambiciosos proyectos militares y polticos, que en parte fueron coronados por el xito 5. Elabo-r tambin doctrinas esotricas con elementos tomados del ismailismo, el sufismo persa (era amigo

    1 Ver el apndice de LOUIS MASSIGNON al t. I de laRvlation dHerms Trismgiste del P. FESTUGIRE.

    2 Sobre el sentido de las palabras sufismo, chismo,etctera, ver LIslam de D. SOURDEL, Que sais-je?,n 355

    3 Para el Islam ortodoxo, Mahoma es el ltimo de losprofetas: el Mahd vendr solamente para restau-rar su obra.

    4 Sobre el ismailsmo, ver los estudios de B. LEWIS,The origins of Ismailism, Cambridge, 1940, y de G.DE VAJDA, Melchisdech dans la mythologieismalienne, en Journal asiatique, t. CCXXXIV, 1943-45, pg. 173 y sig.

    5 El poder militar de los asesinos solo fue destruidodefinitivamente en 1256.

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    13

    reina una fatalidad maligna, un Dios inferior o ignorante y hasta un monstruoso Prncipe de las Tinieblas. Elmundo es malo, y el alma humana se halla en l inexorablemente cautiva:

    Jess ha dicho: mira, Padre,perseguida por los males, sobre la Tierra,lejos de tu aliento, yerra en vano:trata de huir del caos amargo,pero no sabe cmo atravesarlo 18.

    En las formas ms radicales del gnosticismo, lo divino es situado enteramente fuera del mundo: solo subsis-te en la parte luminosa del alma humana 19. De tal modo el Dios supremo es concebido como absolutamentetrascendente al mundo 20. En ltima instancia, el mundo en que vivimos ser identificado con el infierno 21.

    El cosmos visible es el dominio de la sucesin eternamente absurda de los nacimientos y de las muertes,la regin en que se hallan aprisionadas las almas superiores desde su cada en la materia. Todo lo que est bajoel sol y bajo la luna no es ms que corrupcin y confusin 22. La tierra es el sitio donde nacen y perecen sin cesartodas las cosas: es el dominio de la disolucin (fqora).

    Debe hacerse notar que el punto de partida del gnstico es el mismo que el de la filosofa existencialistacontempornea: el hombre arrojado al mundo. Pero el existencialismo se propone abrir el yo al mundo,mientras que la experiencia gnstica separa al yo del mundo, lo aleja del mundo: Dicho de otro modo, lo queaqu se revela no es el ser para el mundo, sino un ser que, sin dejar de estar bien en el mundo, no pertenece al, o, al menos, para tomar las cosas desde el principio, un ser que no desea pertenecer al mundo 23.

    Las fuentes subjetivas de una experiencia tal se descubren fcilmente: sta se origina en una angustiainsoportable frente al mal y el sufrimiento, omnipresentes en el mundo sensible 24. No hay que restar importan-cia a las causas polticas y sociales del deseo gnstico de huir del mundo. Cuando los gnsticos hablan conhorror de los poderes del mundo, de las autoridades, de los principados, de las dominaciones, de los tiranos, delos arcontes, la opresin social tiene su parte en lo que detestan 25. Se toma demasiado poco en cuenta lainfraestructura econmico-social de la poca en que se desarrollan los gnosticismos cristiano y pagano, y que esla de la descomposicin creciente del mundo antiguo, le poca de la Sptantike (para emplear la expresin

    18 Himno de los naasenos (HIPLITO,Philosophoumena, V, 10, 2).

    19 Posiciones menos radicales son evidentemente po-sibles (cf. S. PTREMENT, Le dualisme chez Platon...,pg. 271: Con el maniquesmo, lo divino vuelveal mundo; ya no slo est presente en el alma hu-mana, sino tambin en los vegetales, en la luz y enla naturaleza en general).

    20 Cf. Corpus hermeticum, VI, 4. Pero algunos textoshermticos mencionan un Dios csmico bueno (C.H. XII, 15), mientras que otros intentan un com-promiso: el mundo es no bueno en tanto que de-viene, pero no malo en tanto que inmortal (C. H.X, 12).

    21 Esta identificacin tiende a reaparecer incesante-mente (cf. este fragmento de un poema annimo firmado Aureolus Magnus que se public en Pa-rs 1864: El infierno es este mundo. Es un infier-no que arde! Que no se lo busque en otra parte(Satan spirite, pg. 5). En cierto sentido, puede

    hallarse la misma identificacin en Lautramont yen Kafka.

    22 Declaracin del ctaro Limosus Negro (de Saint-Paul-de-Fenoulliet) al obispo de Alet.

    23 H.CH.PUECH, en Annuaire du Collge de France, ao,56, pg. 192.

    24 ROBERT AMBELAIN, Adam dieu rouge, Pars,Niclaus, 1941, pg. 18, analiza muy acertadamen-te el estado de espritu de los gnsticos contempo-rneos: Sea cual fuere el lado hacia el que mire-mos, la Naturaleza material, esta obra presunta-mente divina, tan admirada y alabada, no nos ofreceotro espectculo que el ms salvaje y feroz desen-cadenamiento de los malos instintos. Tanto en elreino hominal como en el vegetal..., el fuerte ani-quila al dbil, apelando para ello a la mentira (pro-cedimientos de captura) y a la crueldad intil (pro-cedimientos de consumacin).

    25 PTREMENT, Le dualisme chez Platon..., pg. 158

    64

    CAPTULO IV

    LA ALQUIMIA Y LA GNOSIS

    El estudio de la alquimia sobrepasa los marcos de este pequeo libro 1, pero no podemos dejarde referirnos a ella, ya que las interrelaciones entre la gnosis (pagana o cristiana) y la alquimiaalejandrina son innegables. Zzimo, quien veneraba a los mismos profetas legendarios que suscontemporneos gnsticos de Egipto, nos revela el objetivo iluminador de las operaciones alqumi-cas:

    El que mira en un espejo no mira las sombras, sino lo que ellas nos hacen or, al comprender la realidad atravs de las apariencias ficticias.

    Un partidario moderno de la alquimia tradicional, Ren Alleau, aclara el objetivo de este arteoculto:

    Los esfuerzos incesantes que exigan la elaboracin de la Gran Obra parecen haber estado dirigidos aproducir, por una parte, la proyeccin de la conciencia en estado de vigilia sobre el plano de un estadotransracional de alerta, y por otra parte, el ascenso de la materia hasta la luz gnea, que constituye sulmite 2.

    El alma humana es por esencia una parte separada del alma divina: esta doctrina fundamentalde la gnosis vuelve a encontrarse en la alquimia, que trata de obtener para contemplarla laencarnacin de la Luz divina, del Logos, en la materia tenebrosa. Al mismo tiempo que llega a lailuminacin salvadora, el adepto salva a la Luz prisionera de las tinieblas: los dos procesos (elespiritual y el tangible) son rigurosamente paralelos y complementarios.

    Pero sera arbitrario explicar la aparicin de la alquimia por el gnosticismo. Hubo un encuentro, unaconvergencia de las dos corrientes 3, pero la alquimia cuyos objetivos responden, s, a aspiraciones particularesde tipo gnstico tiene races mucho ms antiguas que el gnosticismo de los primeros siglos. La alquimia,ciencia sacerdotal y artesanal a la vez, puede ser considerada como la continuacin (o ms bien la transpo-sicin) de los antiguos misterios taumatrgicos de los herreros y metalurgos sagrados de la antigedad precl-sica.

    1 Citaremos Algunos estudios recientes: RENALLEAU, Aspects de Valchimie traditionnelle, Pars,Ed. de Minuit, 1953, M. CARON y S. HUTIN, Lesalchimistes, Ed. du Seuil, 1959. M. ELIADE,Forgerons et alchimistes, Flammarion, 1956. FULCA-NELLI, Le mystre des cathedrals, red., Omniumlittraire, 1957; Les demeures philosophales, d.,1958. SERGE HUTIN, Lalchimie, Que sai-je? n506 [trad. Esp. La alquimia. Buenos Aires, Eudeba,1963]; Les secrets du grand-Oeuvre alchimique,

    LInitiation, ao 31, n 2, julio-dic. 1957, pgs. 67-82. C. G. JUNG, Psychologie und Alchemie, 2 ed.Zurich, Rascher Verlag, 1952, trad. Ingl.: NuevaYork y Londres, 1953. CLAUDE DYG, Nouvelleassemble des philosophes chymiques, Pars, Dervy,1954.

    2 Aspectes de lalchimie traditionnelle, pg. 1343 En la literature alqumica griega y latina se en-

    cuentran fragmentos de libros gnsticos perdidos.

  • 14

    alemana): Es el momento en que el individuo se halla ms intensamente enfrentado con los problemas de sudestino personal y del destino de los imperios y de las civilizaciones que crey haber establecido definitivamen-te... Y lo que nos muestran los documentos gnsticos es la actitud espiritual de los que fueron ms trgicamentesensibles a los problemas del destino humano 26. La similitud de los temas gnsticos con ciertas manifestacionesde la angustia contempornea es altamente reveladora: En las grandes sociedades la suerte se codea con ladesgracia, las fortunas se mezclan, y reina el desorden... Tambin la soledad, esta soledad del individuo en losgrandes Estados, hace ms agobiadora la muerte e impulsa a considerar la propia condicin 27.

    El hombre, prisionero del tiempo

    La mayor parte de los gnosticismos sostiene creencias resueltamente reencarnacionistas: Tu alma decaun ctaro al testigo de un proceso inquisitorial ha estado ya en cien cuerpos y aun en ms. El alma andaerrante por las sinuosidades del laberinto es una expresin del salmo de los naasenos que es el mundo,asiento del mal 28. El hombre pasa por nacimientos sucesivos, sufre el ciclo terrorfico de las reencarnaciones(que el maniquesmo denomina transvasamientos).

    Hasta los gnsticos que no admiten la reencarnacin (Marcin, por ejemplo) se hallan obsesionados por eltiempo. Al igual que el mundo fsico, el tiempo que subyace, por otra parte, en todas las manifestaciones delcosmos visible es mezcla y mancha: el ciclo del tiempo no es otra cosa que la Fatalidad; el tiempo perteneceal mundo material, mientras que el mundo superior es intemporal (y se halla separado del primero por unlmite que en principio es absoluto). El tiempo es malo y constituye una fuente de angustia; la gnosis se oponetanto a la doctrina estoica del tiempo cclico, circular, como a la doctrina cristiana de un tiempo lineal que seextiende irreversiblemente desde la creacin 29. El tiempo, que en s mismo es insuficiencia, naci de undesastre, de una deficiencia, del hundimiento y de la dispersin en el vaco, en el kenoma, de una realidadque exista desde antes, una e integral, en el seno del Pleroma, de la plenitud, o del Ain, de la Eternidad...El gnstico no aspira ms que a ser liberado del tiempo, y establecido o restablecido fuera de todo devenir,devuelto al estado en que supone que se hallaba al principio: en la estabilidad y la verdad del Pleroma, delAin, del ser eterno, de su ser completo 30.

    Reducido al devenir, el tiempo es engao, mistificacin, alienacin, mentira:

    Ya sea que lo limitemos a la existencia presente, o que lo imaginemos extendindose a travs de unasucesin inmensa y en principio interminable de reencarnaciones, el devenir humano ser brusca e inexorable-mente interrumpido por la muerte, en el primer caso, y en el segundo, se prolongar indefinidamente con sucortejo de desilusiones y de sufrimientos: en ambos casos reviste un aspecto lgubre y trgico y tiene el carcterde un drama 31.

    26 DORESSE, Les livres secrets des gnostiques dEgypte,t. I, pg. VII

    27 PTREMENT, op. cit., pg. 17928 Algunos gnsticos explicaban la Odisea como una

    alegora de las navegaciones del alma, errantepor el mundo terrenal.

    29 Ver el profundo estudio del PR. PUECH, La gnose etle temps.

    30 PUECH, en Annuaire du Collge de France, ao 55,pgs. 173-1-74

    31 Ibd., Pg. 173. Si bien algunos gnsticos hacen dela ley de las reencarnaciones un medio de poner alhombre a prueba, muchos la consideran una escla-vitud tirnica infligida al hombre por la voluntadarbitraria del Demiurgo maligno o de los ngelesinferiores.

    63

    Los herederos espirituales del paulicianismo fueron los bogomilos, quienes aparecieron entre los blgarosen el siglo IX y se propagaron por los Balcanes en el siglo XII 13.

    Los bogomilos son los antecesores de los ctaros (cuyo nombre deriva de una palabra griega que significalos puros), quienes aparecieron en Italia con el nombre de patarinos y en el Languedoc con el nombre dealbigenses. Son conocidos sus creencias y su desdichado destino 14.

    El enigma de los templarios

    A veces se relaciona a los templarios con el maniquesmo medieval, aunque al parecer no hayan sosteni-do, en verdad, creencias dualistas.

    Ciertamente, existi en la Orden del Temple un grupo de iniciados que practicaba ritos extraos, eradepositario de un esoterismo sincretista y persegua secretos objetivos de dominio universal.

    Si bien no parece que hayan practicado la sodoma ritual ni la idolatra, los templarios iniciadosposean una doctrina secreta que su proceso revel solo en parte y cuya reconstitucin es bastantehipottica 15.

    Es indudable que no eran cristianos comunes, ya que sus ritos de iniciacin implicaban elrechazo del Cristo visible:

    El que lo recibi en la Orden le mostr una cruz de madera y le pregunt si crea que sta fuese Dios (quodesset Deus). Respondi que era la imagen del Crucificado. El Hudi Balduino le dijo: No lo creas, es un pedazode madera. Nuestro Seor est en los cielos 16.

    Las imgenes y las cabezas bafomticas llamadas dolos errneamente, pues no eran ms quesmbolos no indicaban en modo alguno un culto satnico; quiz fueran, en ltima instancia, deorigen maniqueo.

    No creemos que los templarios hayan conocido de manera directa su esoterismo gnstico. Para explicarlo esnecesario apelar a un escaln intermedio: el de los asesinos, herejes musulmanes contra los cuales la Orden delTemple guerre largo tiempo en Tierra Santa 17.

    Dante Alighieri (1266-1321) quiz conoci la doctrina secreta de los templarios. En todo caso,si se la estudia en profundidad se ver que la Divina Comedia est lejos de adecuarse a la ortodoxiacatlica 18 y utiliza ciertos temas gnsticos recogidos por los rabes.

    13 H.-CH. PUECH y A. VAILLANT, La trait contre lesBogomiles de Cosmas le Prtre (trabajos publicadospor el Institut dtudes Slaves, XXI), Pars, 1945.D. OBOLENSKY, The Bogomils: a study in balkanneomanicheism, Cambridge, 1948.

    14 Ver el notable librito de F. NIEL, Albigeois et cathares(Que sais-je?, n 689). Adems del catarismo,debemos destacar la presencia en Francia, en elsiglo XII, de grupos gnsticos dispersos: el forma-do cerca de Soissons, por el ao 1125, alrededorde Clemente de Bucy; Eudes de la Estrella (que sehaca llamar En de la Estrella) y sus discpulos,

    en la regin de Saint-Malo (hacia el 1140), etc.15 Cf. El curioso libro de J. LOISELEUR, La doctrine

    secrte des templiers (Orlens, 1872) y el estudio deJ. H. PROBST-BIRABEN, Les mystres des Templiers,Niza, Cahiers astrologiques, 1947.

    16 Declaracin del hermano templario Gerardo dePasagio.

    17 Infra, cap. V. Es necesario destacar que hay unacorrespondencia entre los grados de iniciacin delos asesinos y los de la jerarqua templaria.

    18 E. AROUX, Dante hrtique, rvolutionnaire etsocialiste, reedicin, Pars, Niclaus, 1939.

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    15

    No somos de este mundo

    Aprisionado, arrojado a un mundo inferior y malvolo, el gnstico se siente abandonado en eldesierto y la desolacin, vctima de una inmensa y terrible soledad: aspira desesperadamente a unms all del mundo, a un dominio que concibe como el de la verdadera vida, el de la libertad y laplenitud. Somos y sta es una de las palabras claves de la gnosis ajenos al mundo, y el mundo noses ajeno (tranger) 32. El gnstico descubre que por su esencia originaria pertenece a un ms all yque, salvo el cuerpo y las pasiones inferiores, l no es originario de este mundo, sino que pertenecea la raza (gnos) de los Elegidos, de los Inquebrantables, de los seres superiores, hipercsmicos. Si sesiente fuera de su patria, exiliado en el mundo terrenal, es porque experimenta la nostalgia lace-rante de la patria original de la que ha cado:

    T no eres de aqu, tu estirpe no es de este mundo: tu lugar es el lugar de la Vida 33.La parte superior del ser humano es un principio divino exiliado aqu abajo 34: mediante el

    conocimiento, ella reconoce su origen primero y se salva. De este modo el gnstico alcanza el cono-cimiento supremo:

    El conocimiento del hombre es el comienzo de la perfeccin; el conocimiento de Dios es suconsumacin 35.

    El gnstico vuelve a encontrar su verdadero yo intemporal y ontolgico, y en este reencuen-tro toma conciencia de la condicin gloriosa, divina, que posey en un pasado inmemorial:

    El gnstico llegar as a la comprobacin fundamental: Estoy en el mundo, pero no soy delmundo. En esta perspectiva, el mundo y la existencia en el mundo constituirn algo malo, porqueson una mezcla violenta y anormal de dos naturalezas o de dos modos de ser contrarios e inconci-liables, que tienen exigencias opuestas 36.

    Pero cmo es posible semejante dualidad? Y cmo es posible que el gnstico sea salvado? Nosenfrentamos aqu con difciles problemas de la cosmogona (proveniente ella misma de una teogo-na) y de la soteriologa: los relativos al nacimiento del mundo y a la economa de la salvacin.Mediante sta, el gnstico resolver la lacerante enigma del origen del mal, por el cual el catlicotiene una respuesta por completo distinta, aun cuando el lenguaje de san Pablo, por ejemplo, esms semejante al de la gnosis 37.

    32 La palabra ajeno (tranger) (en griego, llos,hteros, xnos, alltrios, allogens; en latn, alius,alienus, extraneus; en mandeo, nukrya, etc.) serepite permanentemente en la literatura gnsti-ca.

    33 Ginz de Guache, III, 434 Cf. El Canto de la Perla (o del Alma) de los Hechos

    apcrifos de Toms, cap. 109-11.35 Fragmento gnstico citado por HIPLITO,

    Philosoph., V, 6, 6. Cf. LEISEGANG, La gnose, pg.9: La gnosis es el conocimiento de la Realidad su-prasensible..., y es considerada como la energa

    motriz de toda forma de existencia, en el ncleodel mundo sensible y ms all de l.

    36 PUECH, en Ann. du Coll. de Fr., ao 55, pg. 176.37 Cf. JEAN DANILOU, Le yogi et le saint, en Les

    tudes, nmero de diciembre de 1948, pg. 299:De dnde provienen el mal y el sufrimiento? Noprovienen de las realidades mismas, sino del he-cho de que estas realidades, el cosmos y el alma, sehallan cautivas de poderes malignos, a los que Pa-blo denomina Muerte, Pecado y Satn. No se trata,pues (para el catlico), de disolver el mundo y elalma, sino de liberarlos.

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    perseguida de toda la historia: en todos los pases, con raros intervalos de tolerancia o de protec-cin, los maniqueos fueron vctimas de una feroz represin y de metdicas matanzas realizadas ahierro y fuego. Estas horribles persecuciones no impidieron, sin embargo, que la religin de la Luzse difundiera en los dos extremos del viejo mundo: la Europa Occidental y el Extremo Oriente.

    Durante muchos siglos, las persecuciones fueron en Asia menos eficaces que en Oriente. EnChina, el maniquesmo se perpetu hasta el fin de la Edad Media, y quiz ms an, en el seno de lassociedades secretas.

    En la Europa Occidental, el maniquesmo se difundi mucho 6 en un principio, en los siglos IVy V, pero pronto las atroces persecuciones lo obligaron a ocultarse. Las doctrinas maniqueas reapa-recern en la Edad Media, pero bajo la forma de herejas cristianas y sin que aparezca el nombrede Manes.

    Hasta el siglo XX, la Religin de la Luz solo era conocida por las obras de sus adversarios. Ahora dispo-nemos de muchos textos originales, en copto, en dialectos iranios, en uigur y hasta en chino 7.

    Las sectas neomaniqueas

    Reciben el nombre de sectas neomaniqueas una serie de herejas dualistas cristianas entre lasque existe una evidente conexin, pero cuyos lazos originales con el mismo maniquesmo aunqueson muy probables no han sido demostrados: 8 no olvidemos que el dualismo religioso es unasolucin que peridicamente vuelven a descubrir muchos hombres angustiados por el carcter tangi-ble y virulento del mal. 9

    Prisciliano, obispo de vila, Espaa, perteneca a una familia de la aristocracia. Hacia el 370 se dedic adifundir doctrinas de apariencia gnstica y maniquea con las que se vanagloriaba de conducir a sus discpulosa la perfeccin. Hacia el 385, las autoridades catlicas lo entregaron a la justicia civil 10.

    Los priscilianistas asignaban un importante papel en su gnosis a la astrologa (en la cual era muy versadosu maestro). Es necesario saber, deca el papa Gregorio Magno, que los herejes priscilianistas creen que todohombre nace bajo una conjuncin de estrellas. Y apoyan su error en el hecho de que apareci una estrella nuevacuando Nuestro Seor se mostr en su carne.

    En el siglo VII aparecen los paulicianos, as llamados