20
LOS MONSTRUOS TIENEN MIEDO GIMNASIA MENTAL INSCRIPCION GRATUITA AGOSTO 2013 1

LOS MONSTRUOS TIENEN MIEDO #1

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Revista del Taller Colectivo de Edición, producida íntegramente por personas privadas de la libertad, dentro del marco de las actividades que desarrolla la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en el Complejo Penitenciario N°1 de Ezeiza.

Citation preview

  • Los Monstruos

    tienen

    Miedo

    giMnasia MentaLinscripcion

    gratuita

    agosto

    20131

  • Formaron parte del colectivo editor:

    Alejandro SchmiedAntonella GaudioAxelAyeln PujolCarlos Damin SilvaDamin Ezequiel MolloEmiliano CastaoEvelin HeidelFederico GudeFernando PicciochiGabi FloresJavier Francisco JaimeJorge Polanco-NovoaJulin Martn VizgarraJulio Rodolfo CarbonellMarcos Leonardo Morales Mataco Lpez FernandoMiguel ngel BritosOscar A. ZambranoPipi OrtizRicardo Adrin PederneraRubn Daro ArgaarazSebastin Miguel PantanoToms Manoukian

    Ilustracin de tapa: Maximiliano Turnes

    Mail de contacto: [email protected]

    Esperamos tus sugerencias, contanos qu te gustara leer en la revista, qu crticas le hacs a este nmero o lo que vos quieras.

    Esta publicacin es el producto del trabajo realizado en el marco del Taller Colectivo de Edicin que forma parte de las actividades del Programa de Extensin en Crceles de la

    Facultad de Filosofa y Letras en el Programa UBAXXII

    editorial de la Facultad de Filosofia y Letrascoleccin Libros de ctedra

    Edicin: Liliana Cometta

    Diseo de tapa e interior: Magali Canale y Fernando Lendoiro

    Silvia Tieffemberg Argentina : historia del descubrimiento y conquista del Ro de la Plata de Ruy Daz de Guzmn / Silvia Tieffemberg ; edicin literaria a cargo de Silvia Tieffemberg; con prlogo de Silvia Tieffemberg. - 1a ed. - Buenos Aires : Editorial de la Facultad de Filosofa y Letras Universidad de Buenos Aires, 2012. 502 p. ; 20x14 cm. - (Libros de Ctedra)

    ISBN 978-987-1785-55-1

    1. Crtica Literaria. I. Silvia Tieffemberg, ed. lit. II. Silvia Tieffemberg, prolog. CDD 801.95

    ISBN: 978-987-1785-55-1

    Facultad de Filosofa y Letras, UBA, 2012

    Subsecretara de PublicacionesPuan 480 Buenos Aires Repblica ArgentinaTel.: 4432-0606, int. 167 [email protected]

    facultad de filosofa y letras de la universidad de buenos aires

    DecanoHugo Trinchero

    VicedecanaLeonor Acua

    Secretaria AcadmicaGraciela Morgade

    Secretaria de Supervisin AdministrativaMarcela Lamelza

    Secretario de Extensin Universitaria y Bienestar EstudiantilAlejandro Valitutti

    Secretario GeneralJorge GugliottaSecretario de Investigacin Claudio GuevaraSecretario de PosgradoPablo CiccolellaSubsecretaria de BibliotecasMara Rosa MostaccioSubsecretario de PublicacionesRubn Mario CalmelsSubsecretario de PublicacionesMatas Cordo

    Consejo EditorAmanda ToubesLidia NacuzziSusana CellaMyriam FeldfeberSilvia DelfinoDiego VillarroelGermn DelgadoSergio Castelo

    Directora de ImprentaRosa Gmez

    Los Monstruos

    tienen

    Miedonmero1

    Centro de estudiantes universitarios de ezeiza

    taller ColeCtivo de ediCin

    Los monstruos tienen miedo se publica bajo una licencia:http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es

    Les queremos agradecer los libros que nos donaron a las siguientes bibliotecas:- CeDInCI (Centro de Documentacin e Investigacin de la Cultura deIzquierdas en Argentina)- Biblioteca de la Facultad de Arquitec-tura, Diseo y Urbanismo, UBA.- Escuela Aequalis/El jardn de la esquina

    Seguimos aceptando donaciones de otras bibliotecas, para donarcontactarse a nuestro mail: [email protected]

    monstruo de

    ivn ParC

    huC

    2

  • Seora de los ojos vendados

    Seora de los ojos vendados y el cuerpo fro que ests en los

    Tribunales de Castigo.Sin ver, sin escuchar, sin opinar

    del dolor humano de miscompaeros, abandonados por

    aquellos, abogados que nuncacumplen sus promesas.

    Es hora de que bajes de tu pedestaly te quites la venda y mires

    a tu alrededor cunta injusticia,cunto dolor, cunta mentira.

    No dejes que el verdugo del tiempoincline tu balanza al peso del

    dinero, s justa, actualiza labalanza y arremete con la espada

    del sufrimiento, que sin tusbuenos oficios no somos nada.

    Lvanos de sangre y tinta yque a tus pies los hombres se

    den la mano.

    Ilumina al juez dormido,apacigua todas las guerras, resucita

    al inocente y haz que los muertosencierren el expediente.

    Espanta a las aves malagerasy aniquila a los gusanos de todas

    las crceles del mundo.Hazte reina para siempre de

    nuestra tierra, aqu nacieron nuestros hijosy padres que la amamos con nuestra

    Vida.

    Seora de ojos vendados.Con la Espada y la Balanza

    a los justos humilladosno les robes la esperanza,

    dales la razn y llora tambinjunto a ellos porque ya pagaron

    sus largas condenas, y deudascontigo, ya es hora de que busquen

    su Libertad.

    Jorge Polanco-Novoa

    SumarioBATALLANDO LA REALIDADCarta abierta a la sociedad, por Gabriel Servian p. 4De placeres y otras cosas, por Miguel Britos p. 5Trastornos psquicos a causa del encierro, por Axel Iesari (texto principal) pp. 6 y 7Encierro permanente, por Damin Silva y reflexin de Emiliano Castao (en recuadros)Nadie ms que vos, por Sebastin Pantano p. 8

    OTRAS PUBLICACIONESCarta de Gabriel a la Resistencia p. 9

    NOTA CENTRALHistoria de un parto, por Miguel Britos y Julio Carbonell pp. 10 y 11

    CARTA ABIERTA A...Zaffaroni, por Julio Carbonell p. 12

    INFORMACIN ACADMICA Informacin sobre cursos del CEUE p. 13

    EXPRESIONES CULTURALESRima Noche de fama, de Pipi Ortiz p. 14Poema Censurado y hermtico, de Uriel Tevini p. 14Cuento Libertad psquica, de Axel p. 15Cuento El hallazgo, de Jaime p. 16

    FILOSOFA DEL DEPORTEExtracto del cuento El monito de Fontanarrosa p. 17Mi primera vez, por Pipi Ortiz p. 18

    INFORMACIN GENERALModelo para la solicitud del Incentivo estudiantil retiracin de contratapa

    CONTRATAPAHistorieta Atrapado con salida

    Por qu monstruos?Porque es un poco cmo ve la sociedad a la moda de la delin-cuencia juvenil o a los famosos pibes chorros; moda porque en los barrios bajos si no robs sos gil, y famosos porque con la cumbia villera contando la realidad cruda con palabras tum-beras se empez a difundir y se expandi hasta salir uno de los grupos ms conocidos del gnero, como Damas Gratis, en el programa ms popular de Argentina, como es el de Tinelli.

    Los chicos en los barrios viven estigmatizados. Se cran sabiendo que son de barrios peligrosos, van a la escuela peli-grosa del barrio y tienen amigos del barrio peligroso. Enton-ces son peligrosos? Si la sociedad reflexionara un poco cun-tas veces habr dicho el latiguillo de pongamos una bomba

    y que se mueran todos, yo les dira: qu te diferencia de los chicos que hoy se drogan para escaparle a su realidad?, qu te diferencia de los chicos que salen a robar para estar a la moda del consumo que se nos impuso?, qu te diferencia de los chicos que hoy salen y por no estar presos prefieren matar o morir? O dira mejor: cul es el parecido de estos chicos con los militares que idearon planes de disposicin final, haciendo desaparecer a 30.000 personas, o con los polticos hipcritas que vaciaron un pas entero? S, no me digas nada, son muy distintos. Hoy estn presos en crceles comunes o muertos o escapndose en un helicptero. Los monstruos tienen miedo.

    monstruo de

    ivn ParC

    huC

    3

  • Todos los das me levanto y pido las cosa

    s que me corresponden.

    No es fcil lidiar con quienes solo o

    bstaculizan los esfuerzos que uno h

    ace

    para volver a reinsertarse en la socied

    ad, es algo ilgico pero es la manera

    en

    que se desempean algunos de los fu

    ncionarios pblicos, que forman par

    te

    de un sistema para reinsertar a qu

    ienes nos encontramos en situacin

    de

    encierro por distintos delitos cometi

    dos.

    Somos una generacin que se vio a

    fectada seriamente en la dcada del

    90,

    con el gobierno de Menem, quien

    todo lo hizo, y quien llen crcele

    s y

    establecimientos de encierro para re

    primir un agravio que el Estado cau

    s.

    Creo que es hora de hacer frente a

    los problemas que dejaron esa dc

    ada

    de mentira, de promesas de un prim

    er mundo donde no hicieron ms q

    ue

    saquear nuestro pas, llenarnos de p

    romesas falsas y donde hoy las secu

    elas

    nos perjudican, y solo apuntan a un

    problema del cual se hace difcil po

    der

    salir y volver a empezar una vida di

    gna. No es casualidad que todo fu

    n-

    cione as, sino que es un negocio r

    edondo para quienes especulan con

    la

    seguridad, con el control social, y e

    n ese sentido somos nmeros que n

    os

    transformamos en dinero de cuen

    tas bancarias para algunos que se c

    reen

    vivos y no hacen ms que robar, men

    tir, y defraudar no solo al Estado sin

    o

    que tambin a la sociedad, ya que el

    los son parte del Estado. En un futu

    ro

    esto se va a poner peor. Por eso pie

    nso:

    La sociedad en conjunto tendra qu

    e tomar conciencia de que la soluc

    in

    no es encerrar una persona de por v

    ida, sino encontrar la cuestin, el ca

    usal

    y los atenuantes que generaron a un

    sector vulnerable de la sociedad a s

    alir

    a delinquir. Son muchas las variante

    s empezando por las drogas, la falta

    de

    educacin, la falta de empleo, la d

    iscriminacin de aquellos que form

    an

    parte de una clase social pudiente y

    opresora.

    Creo que sera mejor transformar to

    do lo que est ocurriendo, para logr

    ar

    una sociedad mejor donde todos pod

    amos tener una oportunidad de traba

    -

    jo digno, una educacin con lo que i

    mplica el poder estudiar, trabajar y v

    ivir

    dignamente. Es algo que pienso y v

    ivo todos los das.

    Carta abierta

    por Gabriel Servian

    a la Sociedad BataLLando La reaLidad

    4

  • a la Sociedad

    En muchos de los aciertos y errores de mi vida experiment placeres, pero no recuerdo ninguno con la intensidad que me produjo, despus de mu-chos aos privados de libertad, el poder llegar a tomar conciencia de que existen cosas que estn mal hechas y de las que, por circunstancias, formamos parte y tenemos la responsabilidad moral de cambiar; digo tenemos, porque la nica forma de poder hacerlo, es entre todos.Es muy importante entender que durante muchos aos de mi vida y de la de

    muchos de nuestros compaeros, fuimos funcionales, algunas veces de manera inconsciente y otras por ignorancia, a ese mismo sistema que pretendamos com-batir, el sistema penal.

    Sentir que la preparacin y el compromiso, el poder ser artfice de mis propias decisiones, me da mucha satisfaccin personal. Me da placer.

    Hoy decido que no est mal decir que los alumnos universitarios molestan, molestan porque saben sus derechos, saben expresarse y exigirlos; algunos com-paeros no y es nuestra responsabilidad que eso tambin cambie. Los animo a que comprueben el saber de qu se trata, que se comprometan, se preparen y acten al respecto. Organizndose, creando, participando, informndose.

    d e placErEs y oTraS coSaS

    por Miguel Britos

    BataLLando La reaLidad

    La polica tiene que entender que sus mtodos de palos, tiros y calabozos, con el supuesto fin de CORREGIR LAS CONDUCTAS ANTISOCIALES han fracasado, si fomentan el odio y el resen-timiento; lo dice el ndice de reinciden-cia y la mayor agresividad y violencia empleada al cometerse los delitos.

    Hoy la realidad es otra. Hoy se ha-bla de educacin integral y de que si el encierro en s, como mtodo correctivo de una conducta humana, no debera ser suplantado por otros tipos de meto-dologas coordinadas, como por ejem-plo el trabajo comunitario reparador, la educacin integral como acceso a las herramientas para la construccin de nueva ciudadana y concepto de pertenencia; la nica manera de crear un mbito en donde puedan brindarse los medios para que la persona privada de su libertad ambulatoria, pueda ser verdaderamente incluida en sta, su so-ciedad tambin, a la que siempre quiso pertenecer.

    El encierro no corrige conductas antisociales como pretenden hacernos creer, al contrario, las fomenta y poten-cia. Es una contradiccin la expresin en s misma. El sistema penal tiene que cambiar. Aprendamos cmo funcionan los engranajes de esta mquina tritura-dora y siniestra para as, contando con las herramientas necesarias podamos cambiar su funcionamiento. El siste-ma penal es una mquina bien aceita-da, que maneja estadsticas y las cierra. Hay mucha plata en juego y su mal funcionamiento es redituable para mu-chos, pero no deja de ser una mquina y la mquina nunca podr superar la mente y el alma de un hombre libre.

    5

  • Se podra decir que el encierro es la prdida de la libertad, y sta es a su vez la capacidad que tiene el ser humano de poder accionar bajo su propia voluntad, siendo responsable de sus actos.El encierro genera un estado mental con una marcada

    rutina planificada que se manifiesta hasta en los mni-mos detalles. De esta forma, la idea de mundo queda distorsionada, perjudicando la inclusin social a futuro.

    Las instituciones carcelarias son un sistema de en-cierro. Estas causan en los individuos, al ingresar, una experiencia traumtica que provoca una alteracin de su estado emocional de manera inevitable; as, la vida cotidiana ha terminado y el mundo exterior ya no existe.

    De ahora en ms... comienza el duelo. Se entremez-cla perodos de depresin, apata y rebelda. Cmo enfrentar, soportar la nueva realidad?

    El individuo se encuentra frente a una institucin que no hace, pero s deshace. Desde que se ingresa apa-rece la degradacin de la persona, como desnudarse frente a las autoridades, algunos profesionales y otros no idneos, requisa de objetos personales y la incau-tacin de alguno de ellos. Esta ceremonia de ingreso les recuerda su nueva identidad y su nuevo domicilio.

    Este nuevo entorno se manifiesta dentro de cos-tosas edificaciones de estructuras desoladas, deshu-manizadoras, y con falta de asepsia donde la justicia penal cree rehabilitar y en realidad causa sufrimiento.

    A vista de la sociedad se muestran como grandes espacios existentes, pero el espacio disponible para los privados de su libertad es escaso; sumndose la mala calidad de su construccin. No es infrecuente que fa-lle el agua caliente, que las ventanas no tengan vidrios, que no haya colchones, simplemente por mencionar algunas.

    Se hace inversin en solidez de la estructura y en su seguridad pero no en su habitabilidad.

    Las cerraduras y las rejas no son ms seguras por ser grandes y ruidosas, simplemente son recordatorios a los detenidos de su nueva situacin social.

    Ante la opinin pblica pasan a la categora de delin-cuentes sometidos a una disciplina estricta, donde todo est reglamentado y estrictamente vigilado da y noche.

    En esta microsociedad encontramos normas no es-critas, ajenas al servicio que regulan las relaciones entre los internos. Es rgida e inflexible tal como imponen la ley del silencio o la no delacin del compaero. Todo grupo social cerrado acaba creando sus propias normas.

    Los funcionarios buscan la legalidad en lo cotidiano. Esta institucin tiene reglamentado hasta lo elemental, pero paradjicamente se incumple sistemticamente lo ms elemental que es la inclusin social.

    algunas manifestaCiones de los trastornosLos internos se encuentran con mucho tiempo libre; al no haber algo para hacer ni planificar todo esto conlle-va a una sensacin de vaco, prdida de la valoracin personal, tiempo para pensar donde la mayora de las veces se vuelve a la misma idea, la cual genera ansiedad y fatalismo. Una minora de estos internos suplantan esta situacin con trabajo y estudio.

    El encierro provoca una modificacin en sus con-ductas, a causa del mismo ambiente, la misma rutina, recibir las mismas rdenes, conversar sobre los mismos temas.

    Aparecen rechazos, desconfianza, autoagresividad, hipersensibilidad en las relaciones, prdida del sueo,

    TRASTORNOS PSqUICOS A CAUSA DEL ENCIERRO Por axel iesari

    6

  • EnciErro pErmanEntE, Por damin silva

    A veces las situaciones y momentos nos transforman, ms cuando los aos pasan. Sin embargo, comienza un nuevo da y todo sigue su curso, pasamos de un estado de nimo a otro en segundos. Un llamado telefnico, una visita, estimulan y sientan bien, o algn abrazo afectivo con un com-paero nos hace sentir mejor.

    Con respecto a las actividades que realizamos cada uno, se sienten diferentes sensaciones, por ejemplo: cuando salimos al campo de deportes a jugar al ftbol nos sentimos totalmente li-bres, parece que no hubiera muros, la descarga es tanto que eli-mina las malas ondas y pensamientos negativos. Con el estudio pasa algo similar, cuando podemos abrir la mente y desarrollar-nos a nuestra manera, razonando, preguntando y aprendiendo.

    Es difcil encontrar una estabilidad regular para esto. De ms est decir que podemos romper este encierro permanente recurriendo a todo estmulo que nos rodea, s que no es fcil pero tampoco es imposible.

    rEflExin, Por emiliano CastaoHay un dicho popular que dice que todos los caminos conducen a Roma, no es a donde quiero ir, sino que solo quiero llegar a mi casa y quedarme ah.

    Lo loco de esto es que donde estoy no hay caminos. Esto es semejante a una jungla donde slo viven los ms fuertes, y lo digo en sentido literal, porque no slo tens que ser fuerte fsicamente, sino tambin mentalmente. Hay que soportar este calvario donde constantemente te quieren subordi-nar, y hoy en da lo que ms est de moda no es la tortura fsica sino la tortura psicolgica, que genera daos irreparables.

    En ese punto el Estado no hace nada para frenar esta moda, sino todo lo contrario, lo apoyan, lo promueven para que esto se d as, generando el resentimiento, el rencor y el odio entre los que vivimos en situacin de en-cierro. Y yo me pregunto una y mil veces stos son los derechos humanos de los que nos hablan? Mi respuesta es que se estn equivocando, creo que se tendran que sentar el grupo de actores que impone la poltica peniten-ciaria, y debera reorganizar todo de nuevo para que las crceles relocalicen al individuo, y no para que lo potencien en una vida delictiva.

    Quizs con la poltica que estn llevando a cabo, le habr bajado el n-dice de muertes por peleas o por manos de funcionario pblico, que slo tienen que cuidar y velar por los que nos encontramos ac, y que en vez de cumplir con sus funciones, slo torturaban e implantaban el miedo, y asesinaban a los INTERNOS. Ese ndice baj, s, baj para que crezca el ndice por suicidio, algo anmico pero que tiene sus explicaciones en la tortura psicolgica. Yo solo quiero llegar a mi casa y pido por ello, no quiero quedarme aqu y slo ser una estadstica del ministerio de justicia.

    prdida de la autoestima, conformismo, dependencia, alejamiento familiar, exageracin de la situacin, rele-vancia en pequeas situaciones, vuelta a un estado de niez (dormir temprano, pedir permiso para todo, te-ner que ir a estudiar).

    Se boicotea la autonoma, la capacidad y la toma de decisiones, la autogestin, la responsabilidad, hasta perder la capacidad de cargar con la propia vida, de ha-cerse cargo o de conducirla.

    El preso no slo vive en prisin sino que da a da la padece.

    otro tiPo de trastorno es el sensorial:Se afecta la visin a distancia, hay carencia de colores, se perciben pocos contrastes de luz y se tiene una li-mitada perspectiva.

    Tambin se afecta el sentido de la audicin: los espacios cerrados en donde conviven una multitud de personas con sonidos y murmuros que retumban hacen que el sistema auditivo se atrofie.

    Se pierde el gusto a causa de la disminuida elabo-racin de sabores en las comidas.

    El olfato queda afectado por el fuerte olor a los desinfectantes en el caso de que stos existan, en su defecto hablamos de olores producidos por la falta de higiene o por la falta de ventilacin.

    Con todo esto podramos decir que en la crcel no se viven 365 das del ao sino un da 365 veces.

    ConClusinEstas situaciones vividas dejan secuelas: las peores rejas no son las que quedarn en prisin sino las que se llevan puestas en la cabeza; permanecen hbitos que di-ficultan las relaciones; hay un sentimiento de desconfianza generalizado.

    Todo esto se afronta con la libertad psquica, en simples palabras es el con-trol o dominio de mis propios actos, es la libertad de la mente, de elegir lo que nos parece correcto dentro de la escala de valores personales. Se puede no estar bien fsicamente y sin embargo no perder la capacidad de controlar nuestros pensa-mientos.

    Un trmino especfico sera la RESI-LIENCIA, que se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a perodos de dolor emocionales, traumas; capacidad de afrontar la adversidad saliendo forta-lecido, tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrs. Permi-te una sensacin de control frente a los acontecimientos, para afrontar retos.

    Estando en un medio hostil la resilen-cia es la entereza ms all de la resistencia.

    Se transforma lo malo en bueno.

    BataLLando La reaLidad

    7

  • BataLLando

    La reaLidad Nadie ms que vos! Por sebastian Pantano

    Para los que quieran irse de esta sombra tan marginal yo les aConsejo algunas Cosas fundamentales:*PredisPosicin*Positividad*tolerancia*Motivaciones*acePtar ayuda*intensividad

    Cada una de estas Cualidades son difCiles de obtener de la noChe a la maana. sin embargo, desde mi Punto de vista no hay nada que no Pueda lograrse Cuando uno se esmera.hablndoles desde mi exPerienCia, Creo saCar

    el Punto exaCto Para una iniCiativa favorable en Cada situaCin: (Primero) mi PersPeCtiva se funda en el aPrendizaje (nutrirse de informaCin eduCa-tiva). (segundo) en la Confianza que uno mismo se imPonga. (terCero) en dar Con la objetividad de lo que uno quiere. (Cuarto) tener asumida la neCesidad de ser ayudado.es Cierto que todos tenemos un Criterio muy

    distinto. Pero jams se dejen ensaarse Por sus situaCiones, ya que no tiene imPortanCia. Por ms distintas que sean. todos tenemos los mismos dereChos y si realmente deseas emPezar, aC tens tu emPujn.

    yo soy un Pibe de 26 aos que tuve malas exPerienCias, Como todos, tanto aC Como Cuando estuve afuera. hoy, luego de haber lu-Chado y suPerado una Pesadilla durante tantas noChes de desvelo, luego de haber sentido la PerPetuidad Como un Pulsante en el PeCho, hiCe de una esPeranza lejana una realidad llena de afeCto y orgullo Para que Cada uno de ustedes sePa que no hay nada en esta vida que no se Pueda Cambiar. Cuando sos dueo de tu ser y te esmers en un sentir Puro no hay imPosible.Con los brazos en alto me enfoCo en dos

    sonrisas al final del Camino, PreParado Para demostrarle a esa soCiedad juzgadora que no Pienso Perder mi vida en una CrCel. si son 23 o Cuantos aos de PrivaCin, yo al igual que muChos de ustedes ir en Contra de esta medioCre estruCtura; eduCndome, Con exPerien-Cia laboral y haCiendo valer Cada uno de mis dereChos.

    -------------salgaMos llenos

    de dignidad y no PerdaMos tieMPo. nadie Ms que uno MisMo logra algo as...

    8

  • otras puBLicaciones

    La Resistencia

    La Resistencia es la real fraternidad, que es lo nico que no nos pudieron castrar, porque depende de nuestra propia voluntad ejercer-la. Estar con otros en grupos, hacer realidad lo plural, para resistir cualquier tipo de opresin.

    Desde este lugar fluye modestamente la libertad como fruto del accionar solida-rio, y es la simple libertad de hablar, de rer, de sacar hacia afuera lo que tenemos adentro.

    Somos dramas humanos. Aparece la muerte y la protesta por la vida segada, y el empecinamiento por conservar la vida, y el rechazo a la mentira del opresor y, aunque nos quiebren la cabeza a garrotazos, aunque nos ahorquen suicidndonos por el reclamo y las preguntas nunca contestadas.

    Y cuando hacemos una formidable denuncia que como siempre ser escuchada solamente por presos como nosotros, pero la dignidad de la resistencia llega a otros odos y les entra por los ojos que es lo que ms temen los enemigos opresores.

    Cmo empez todo esto que nos llev a meternos en este sombro y pattico lu-gar? Es que la vida nunca es fcil. Si uno nace en un lugar donde nunca sobr nada, y ms cuando es la calle la que lo forma de pibe, aparece la violencia, el alcohol, las drogas, y nunca el asistencialismo del corrupto sistema. Entonces es cuando nos paramos de manos contra los milicos, contra la injusticia, contra la sociedad y contra la re puta madre que los re mil pari, para demostrar que existimos, que somos nosotros, porque en el barrio de casitas bajas de chapas y madera, con agua contaminada, no se perdona ser cobarde.

    Carta de gabriel a...

    Y cuando volvamos a casa porque una de las cosas que nos diferen-cia de ellos es que nosotros volvamos a casa, y las cosas que hemos descuidado o dejado de lado por estar en la crcel despus de mucho tiempo Mirando a la distancia veo que esta experiencia nos marc a todos en forma distinta pero paralelas. En cada caso la crcel est dentro de nuestro imaginario, sus olores no se borran, los pabellones, los pasillos angostos dentro de pasillos anchos, los malos tratos, las leo-neras, nos acompaan siempre, cada da.

    Pero la resistencia significa eso, resistencia, y desde ac sin censura, sin lmite de expresin se pasa de un tema complicado a un chiste tonto con la simplicidad que solo es despojado de autodestruccin ridcula, podran hacerlo la libertad es esa forma.

    Es que parece un contra-sentido hablar de libertad desde este lugar sombro y pattico, pero no es solo la libertad corporal a la que me refiero. Es la libertad mental que te da la resistencia a travs de la revista, un espacio de libertad para poder volar y sin que ninguna reja, muro o alambrada te pueda entablillar.

    Cuando escuchamos las desagradables experiencias de otros, sitios de detencin con la misma dictadura, o cuando les escriben unas cartas a sus seres queridos desde estas mazmorras, an sabiendo que jams se les permitirn entregarlas, porque los imbciles de los carceleros creen que al romperlas, cuando las encuentran nos vencen

    Nosotros volcamos en un papel los sentimientos y angustias, sacamos afuera cosas que tenemos adentro y nos sofocan. Los internos, al escri-bir en La Resistencia, decimos que el sistema no se puede encadenar dentro de la revista.

    La resistencia es libertad, y es alimento del alma, que es poder gritar tu denuncia, aunque ya te hayan silenciado cobardemente. Es, tu exis-tencia, nos da al resto la fuerza y el coraje de seguir resistiendo hasta que tu denuncia sea escuchada, y escribiendo desde este espacio Los Monstruos tienen miedo sabemos que lo lograremos. Por eso se-guimos resistiendo, por vos, por m y porque sabemos que a ellos se les llenar el culo de preguntas.

    9

  • En el mes de agosto del ao 2011 los estudiantes universitarios del C.P.F. N1 de Ezeiza ramos aproximadamente 30 compa-eros. El espacio que nos ceda este complejo para desarrollar las actividades acadmicas universitarias era un aula prestada por el rea de educacin de la U.R. 1 de 5 por 5,50 metros. Slo podan concurrir los alumnos que cursaban la materia que se dictaba ese da y luego de hacerlo se los reintegraba automticamente. Tenamos mala predisposicin de la Polica para todo lo que estuviera relacionado con la actividad universitaria, por ejemplo, entorpecimiento en las incorporacio-nes, incomunicacin con las autoridades de la UBA, problemas para bajar a los alumnos de los otros mdulos. No tenamos un espacio donde poder permanecer y estudiar. Pasamos fro, hambre, horas de espera en leoneras de los compaeros de los otros mdulos para estudiar dos horas, es decir, operativos sistemticos de desgaste para que los compaeros abandonen.

    Ante todas estas circunstancias, incentivados por los profesores y en particular por nuestro amigo y padrino el profesor Carlos Gavarotto, como as tambin la toma de consciencia de algunos de los compaeros, entendimos que la nica manera de revertir todas estas situaciones que estbamos padeciendo era organizndonos.

    Comenzamos solicitando al jefe de Educacin que se nos permitiera aunque sea dos horas luego de las clases para un mejoramiento acadmi-co, tiempo que utilizbamos para comenzar a crear un estatuto, organizar-

    nos y conformar una comisin provisoria de alumnos universitarios que pudiera representar a todos. Cost muchsimo ganar ese pequeo espacio, esas dos horas para poder juntarnos. Era la semilla y fue continuamente regada y abonada, y germin. Hoy, junio de 2013, podemos decir que lue-go de mucho trabajo, compromiso lucha y esfuerzo, nos hemos consitudo en una verdadera organizacin representativa de los alumnos universi-tarios de este complejo penitenciario, el CEUE, Centro de Estudiantes Universitarios de Ezeiza. El CEUE es una organizacin de autogestin, autodisciplina y pluralidad ideolgica, abierta a interactuar con cual-quier organizacin social, poltica o institucional que se acerque a l con la intencin de colaborar en su fortalecimiento y capacidad de gestin, que le interese construir junto a nosotros mediante la implementacin de cualquier tipo de actividad, programa o proyecto educativo, cultural o recreativo que pueda contribuir para que las crceles dejen de ser me-ros depsitos humanos y las personas privadas de su libertad ambulatoria puedan adquirir otras pautas de formacin y evolucin.

    La comunidad universitaria dentro de este complejo penitenciario cuenta en la actualidad con 220 alumnos del CBC y UBA XXI y 80 alum-nos extracurriculares, lo que sumara un total de 300 alumnos, sin contar las solicitudes de inscripcin para el segundo cuatrimestre de este ao. Existen listas de espera para incorporaciones a los cursos extracurricula-res por falta de espacio. En fin, crecimos y lo seguimos haciendo. El poder

    por Miguel Britos y Julio Carbonell

    HiStor

    ia de un parto

    10

  • hay monstruos y monstruosCuando entr por primera vez al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, en el ao 2005, no haba centro ni gru-po universitario; no se daban clases, los estudiantes eran llevados al aula slo para rendir materias libres y se los reintegraba al pabelln en cuanto terminaba el examen. Yo recin empezaba a ingresar a las crceles como docente del Ciclo Bsico Comn.

    En 2012 volv con otros docentes y estudiantes de la Facultad de Filosofa y Letras y la reali-dad haba cambiado: se daban clases (aunque en aulas prestadas) y haba un grupo de estudiantes universitarios, con mucho empuje, que se estaba organizando para impulsar la conformacin de un centro de estudiantes. Reclamaban un espacio propio y luchaban por ampliar el acceso de todo el penal a las actividades universitarias. Nosotros habamos empezado a ir unos meses antes con un taller sobre gneros en el Mdulo VI y ahora nos acercbamos a este nuevo grupo para acordar una agenda de trabajo compartido.

    Desde entonces, sumamos los cursos de espaol en el Mdulo V (extranjeros), el Taller de Edicin, que en un primer momento se dio en la biblioteca del Mdulo III y, recientemente, un curso de formacin poltica. Compartimos y acompaa-mos el dilogo con otras facultades y centros universitarios, a travs de los talleres y cursos extracurriculares, la revista La Resistencia y la carrera de Letras. Participamos del acto de conformacin del C.E.U.E. el 24 de agosto del ao pa-sado y de la inauguracin del nuevo Centro Universitario en noviembre. Hoy estamos ocupando ese espacio y pro-yectamos incorporar una carrera de grado el ao que viene (Filosofa) para lo cual, durante el segundo cuatrimestre, realizaremos charlas y actividades de orientacin dirigidas a los estudiantes interesados.

    Este proceso corto pero intenso tiene algo de monstruoso: irrumpe y atenta contra el orden natural (o naturalizado) de las cosas. Segn el diccionario, el trmi-no monstruo se usa para referirse a una produccin que no sigue los parmetros regulares de la naturaleza; un ser irreal, fantstico o extraordinario; una persona o cosa fea; alguien cruel, malvado, perverso; alguien cuyo comportamiento es excrecable y sus acciones, atroces. Tambin puede usarse como un elogio (El Diego es un monstruo jugando a la pelota).

    El ttulo de la revista alude a tantos sentidos como usos y referentes posibles tiene la pala-bra. Como sealan estas pginas, monstruos son los que los medios y el poder judicial han construido como tales. Muchos de esos monstruos son el producto de ms de treinta aos de polticas econmicas neoliberales. Es decir, la mayora de los presos de hoy son los pibes poster-gados de los noventa, criados en un rancho empobrecido por la falta de trabajo, sin escuela ni hospital ni comida ni nada. (Y no se trata ac de exculpar o perdonar a nadie sino de mostrar la condiciones que otros ocultan para conservar sus privilegios.) Son monstruos los que hicieron

    posible esa masacre, cuyo orgen se remonta a otra, la del exterminio y la pobreza planificada por la ltima dictadura cvico-militar; monstruos si los hay.

    Cuando insultan, golpean o matan, los agentes de po-lica, las fuerzas de seguridad y el servicio penitenciario tambin son monstruos. Cuando niegan atencin o mal-tratan, los mdicos son monstruos. Cuando te clavan una pastilla para plancharte dos das porque tens un malestar, los psiquiatras son monstruos. Cuando restringen tus de-rechos o se niegan a cumplir la ley por miedo al que dirn, los jueces son monstruos.

    Segn su etimologa, el monstruo (del latn mons-trum, dira un monstruo, por todos conocido, de los dia-rios y la tele) es una advertencia, un aviso de los dioses sobre el porvenir o lo que vendr. Celebramos entonces este acontecimiento, saludamos la aparicin de Los mons-truos tienen miedo y les decimos que salgan, que salgan todos los monstruos de donde se esconden, que se mues-tren, para nunca ms tener miedo.

    Juan Pablo ParchucCoordinadorFacultad de Filosofa y LetrasPrograma UBAXXII

    nota centraL

    ser reconocidos y respetados fue una lucha diaria. Ya tenemos una carrera que se dicta en este lugar y vamos por ms. Muchos compaeros deconocen la existencia de estas luchas, es por eso que necesitamos que nos apoyen y acompaen con su compromiso para que esto siga creciendo.

    Es importante dejar bien en claro que el CEUE no es funcional a los intereses de ningn sector que no sean los de la comunidad universitaria a quien representa y en quien redica su razn de ser. No se trata de un grupo de presos belicosos y molestos, se trata de una comunidad organizada por alumnos universitarios en contexto de encierro.

    Por todo esto, solicitamos al Sr. Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal y a todo el conjunto de la sociedad que nos apoyen, que se acerquen, necesitamos de su ayuda.

    Entendemos que cuando hablamos de educacin integral en contexto de en-cierro hablamos del acceso a las herramientas que permitan la construccin de un nuevo concepto de ciudadana y sentido de pertenencia a la sociedad, esa sociedad a la que tambin pertenecemos y a la que queremos reinsertarnos, pero como ciu-dadanos.

    A todos les decimos, el CEUE existe, el CEUE es una realidad, el CEUE vino y vino para quedarse.

    En nuestra organizacin nadie es imprescindible, es ella en s misma y nos trasciende, y en ello radica su fuerza.

    Para el CEUE educar es combatir y el silencio no es su idioma.

    11

  • 5 de junio del 2013De mi mayor consideracin:

    Me dirijo a usted, en este espacio de la Revista Los monstruos tienen miedo, donde se me brinda la oportunidad de expresarme ante V.E.

    Es mi intencin explayarme sobre cuestiones referentes a las modificaciones que se realizarn al Cdigo Penal, de cuya Comisin de Reforma usted es la mxima autoridad. Nos parece coherente y productivo nuestra opinin al respecto desde una perspectiva que quizs le permita a Ud. tener una mayor objetividad al momento de tomar las decisiones que nos afectan a todos los detenidos y a la sociedad en su conjunto.

    Nuestro sistema penal tiene como pauta orientadora de la pena de prisin, la Resocializacin del condenado, que de esa forma se constituye en el fin esencial que deben perseguir las penas (Art.18 de la C.N.; Art.5 inc. 6 de la Convencin Americana de Derechos Humanos; Art. 10,3 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Polticos). Esta resocializacin se dirige al fin u objetivo de hu-manizar y darle contenido al Tratamiento Penitenciario consus-tancialmente con la condena, pero no puede extraerse, a partir de la consagracin en abstracto de la ley, que efectivamente el Trata-miento Penitenciario derive en la prctica. Ello sera creer dogm-ticamente en las capacidades espontneas Preventivo-Especiales de las penas carcelarias.

    La realidad carcelaria es muy diferente a la que parece surgir de los textos legales considerados en abstracto. Mas all de los loa-bles objetivos de la legislacin que consagran el imperio de los Dere-chos personales aun en el mbito carcelario, ya que la Constitucin no se queda en la puerta de las crceles, la realidad del gobierno de la crcel como de cualquier otra institucin total encuentra una adecuada satisfaccin en la conocida lgica de premios y castigos. El orden de las instituciones penitenciarias se garantiza a travs de la promesa/amenaza de modular la intensidad del sufrimiento en razn de la conducta del detenido dentro de los muros (Massimo Pavarini Menos Crcel y mas Medidas alternativas, cuaderno de la crcel, Edicin especial de No Hay Derecho; Buenos Aires, 1991, pg. 23). Y en esto poco tiene que ver la lgica de la rehabilitacin mientras la estructuracin, tanto de nuestra legislacin como la de los Organismos Estatales, no se ajusten al cumplimiento emprico de las leyes, para coexistir y perseguir un determinado fin en co-mn que sea productivo para la sociedad.

    Esta necesidad de realizar un trabajo en conjunto, desde dife-rentes mbitos de la estructura social nos lleva a hacer un anlisis que tenga en consideracin otros aspectos para que en conjunto se integren dentro de un tratamiento Global en sus races, y por ende penitenciario, por ser ste el ltimo eslabn del Sistema Penal en-cargado de realizar en la practica la funcin sobre el detenido de incorporar nuevamente las pautas que rigen al Contrato Social en la Sociedad (debido a que de ste depende la implementacin de polticas concientizadoras , integradoras y educativas).

    Desde este lugar en el cual no se estn implementando las me-didas antes mencionadas, intentaremos persuadir y atacar desde los diferentes puntos que hagan a la problemtica social conocida como INSEGURIDAD, que a lo largo de la historia ninguna de las

    polticas implementadas ha podido neutralizar o al menos focalizar la raz de su problema. No depende solo de cues-tiones de polticas concientizadoras, integradoras y educati-vas; sino que la solucin a este tipo de problemtica tiene un

    trasfondo abarcativo que no solo compete a cuestiones de ideologas polticas, sino que implica abordar la problemtica desde diferentes mbitos sin quedar supeditado ninguno de stos a ningn tipo de intereses individuales, sino dirijidos a establecer el bien general de la Sociedad en su conjunto, persiguiendo como fin el bien Jurdico y la Justicia Social.

    Soy consciente de que, por supuesto el proceso comienza con la concientizacin y la formacin del detenido. Debido a que la volun-tad personal de cada individuo es un factor determinante dentro de este proceso. Pero tambin es imprescindible en primera medi-da partir de discursos, que no solo abarquen la problemtica de la INSEGURIDAD dando soluciones abstractas, sino que estas co-rrientes de pensamiento integrador de las personas privadas de su libertad, puedan alcanzar en la realidad cotidiana de nuestra vida Social una implementacin real que permita analizar cules son las fallas que se presenta en nuestro sistema penal, pero con una cierta objetividad que permita terminar con todo ese entraado de oscuridades que se ocultan tanto dentro de los Tribunales de Jus-ticia, los diferentes departamentos policiales como en la institucin penitenciaria misma. Para que estas instituciones que conforman el sistema Penal puedan aceitar sus diferencias ideolgicas y sub-jetividades paradigmticas, para poder coexistir y perseguir un fin que realmente se ajuste a lo establecido en nuestro Ordenamiento Jurdico interno en concordancia con la Constitucin Nacional y los tratados con jerarqua Constitucional introducidos en la reforma de 1994, en el Art. 75 inc. 22 de la CN.

    Por esta razn, es necesario que los Guardianes de las crce-les compartan una misma lnea ideolgica, partiendo de ciertos principios ticos y Profesionales que les permitan abordar las dife-rentes problemticas sociales que llevan a las personas a concurrir en el delito. Porque slo la bsqueda del bien comn mediante actos reales es lo que podr hacer posible el cambio; y no la implementa-cin de discursos abstractos que solo apunten a fomentar la estig-matizacin por parte de los medios de comunicacin, que solamente consiguen retroalimentar un sistema viciado en todos sus mbitos. Esta manipulacin es uno de los principales motivos por el cual eleg este tema, ya que soy consciente que para realizar un modelo verdadero, que sostenga el paradigma resocializador, nosotros de-bemos ser los principales actores activos para obtener el cambio y alcanzar el fin.

    La ley orgnica del S.P.F es la nica fuerza que no sufri ni siquiera una purga luego de la dictadura. Hay un proyecto de ley que habla de la desmilitarizacin del SPF, esa ley debe promulgarse y de ese modo la sociedad civil tomara el control de los establecimientos penitenciarios de nuestro pas. Los consejos correccionales estaran en manos de profesionales externos al SPF, los psiquiatras, psic-logos, los doctores, los trabajadores sociales y los educadores, ya no estaran manipulados por el SPF. Hoy por el rgimen verticalista propio de una fuerza de seguridad, los profesionales deben obedecer rdenes en materia de salud, asistencia psicolgica, psiquitrica, etc. quedando supeditado el accionar del profesional a las rdenes de un jefe del servicio penitenciario, que a lo mejor nada conoce con respecto a esa rea profesional. De esta manera se vicia el accionar del profesional justamente por depender de una orden. Lo cual, debido al contexto histrico en el que nos encontramos, resulta contradictorio a los principios que rigen a los Gobiernos Democr-ticos (desde 1983), que sientan sus bases sobre la implementacin del estado de Derecho, con la consagracin de los Tratados Inter-nacionales de DDHH incorporados en la reforma de la Constitucin Nacional de 1994 ( Art 75 inc. 22 C.N.).

    La Sociedad!!! ignora gran parte de las prcticas injustas que se dan a diario en un mbito de encierro. Estas prcticas quedan impunes, aunque los medios de comunicacin no remarquen que es por el maltrato que reciben los pacientes (presos) y que permite retroalimentar este sistema perverso de la sociedad, del cual poco se sabe o poco se ve.

    En las crceles de Hortel, de Cristina, aun se mata, se tortura y se deja morir a las personas. Es necesario, en nombre de la reso-cializacin, acabar con los vicios histricos de la administracin penitenciaria. Se ha mejorado algo y falta un montn. Mientras tanto, la vida transcurre tanto en la crcel como en la sociedad y al decir de Paco Urondo Lo nico Irreal es la reja.

    A RAL EUGENIO ZAFFARONI

    por Julio Carbonell

    carta abierta a...

    CARTA ABIERTA

    12

  • carta abierta a... CBC (Cdigo)

    Introduccin a la Sociedad y el Estado (24)

    Anlisis Matemtico (72) Derecho Latinoamericano (49) Derecho Constitucional

    y DDHH (50) Antropologa (16) Economa (43) Filosofa (42)

    Materias de carreras universitarias que se podrn cursar en el segundo cuatrimestre

    Carrera Sociologa Economa II Filosofa Historia social moderna y contempornea

    Carrera Trabajo Social Historia y Poltica Social Fundamentos Histricos de Trabajo Social

    Carrera Abogaca Teora del Estado DDHH Teora General del Derecho Elementos del Derecho Civil Anlisis Econmico y Financiero

    inForMacion acadeMica

    Queremos poner en tu conocimiento que tens la posibilidad de inscribirte en cursos extracu-rriculares de la UBa, para lo cual slo tens que tener en cuenta que no se te superponga el horario de los cursos con tu actividad educativa, sea de nivel primario o secundario porque de esta manera ocuparas un lugar en el listado de un curso al cual no vas a poder asistir,

    quitndole la oportunidad a otra persona de que ocupe ese cupo, ya que el nivel primario y secun-dario es obligatorio.te contamos que en el cuatrimestre que nos queda de 2013 se empezarn a dictar cursos de compu-tacin expedidos por la facultad de ciencias Exactas, en el mdulo 5. as tambin se dictar el taller colectivo de Edicin, de la facultad de filosofa y letras, que nos brinda la posibilidad de hacer una

    revista propia y expresarnos ante la sociedad sin censura.as tambin tens el curso de formacin poltica dictado por el profesor carlos Ga-varotto, perteneciente al proyecto ave fnix y el curso Educacin poltica dictado por docentes que representan a la mesa nacional por la igualdad, movimiento Evita.para obtener mayor informacin e inscribirte en algn curso, acercate al coordinador del cEUE alojado en tu mdulo y l le transmitir la informacin al coordinador de cursos extracurriculares.

    No TE PIErDAS ESTA oPorTuNIDAD Acercate al CEuE.

    S.o.S. a toda la poBlacin

    dEl cpf no 1.

    Materias para

    cursar en el

    segundo cuatrimestre

    del 2013

    13

  • Liber-tad psi-

    quica

    Noche de fama , de Pincha mc /Victor

    Sos que navegs en yates y movs montaas Que pess billetes gracias a tus maas Una mini thunder siempre te acompaa Cres ser feliz con la loca ms tuneada Harto! de flashear tu realidad. De vivir vendiendo humo solo por aspirar A ser lo que no sos Si lo de cartel de chorro solo lo compra vos. No importa tu familia, no importa nada ms Solo importa esa gente con la que farandules Y ah ests! en el boliche de moda, meta bicho con champn As te la gasts, con gente que te fanea y despus no la ves ms Solo por ser y estar en la grilla ms top Cuando se acabe el fro tambin te acabs vos La ley es de ese ambiente, mostrate diferente Mostrate tal cual sos. Mostr lo que vals y no lo que tens Alejate de esa gente que te usa y engaa Solo! por una noche de fama. Es una noche de fama Donde la gente se engaa Donde todo puede ser, cualquiera puede pasar La mente es la ms tirana Es una noche de fama Donde la gente se engaa Donde todo puede ser, cualquiera puede pasar Cuando el ego es el que manda. Todo bien, estar tiene su precio Los que suean despiertos solos se tildan de necios Se aferran de una fama que ganaron con desprecio Yo aprecio los reales en la vida Los que no buscan nada, los que no mueren de envidia Los que sobrevivieron a esa noche fantasa Y que sus ideales siguen siendo su familia No importa lo que hubo que pasar La frente bien en alto, siempre en cualquier lugar La esencia es la misma, nunca tiene que cambiar Si lo superficial como viene tambin se va Dura solo una noche Novios de tu bolsillo, de tu chica, y de tu marca de coche Sin reproches! que la vida contina Capish en el mensaje y lo que la letra insina Ni tu marca de ropa ni tu soga acordonada Van a cambiar tu esencia, lo material no vale nada.

    ceNsurado y hermtico, de Gonzalo uriel teviniSin saberlo y sin pensar tantoAs me siento hoyCensurado, hermtico siento que mi alma Clama a gritos algn triunfo, alguna victoriaQu palabras para la Libertad de expresinCensurado, Hermtico as me sientoComo en una cajita de Cristal irrompible,Solo vos, Amigo y yo sabemos lo que es sentirse asCerrado pero a la vez se abren ca-minos, caminos desconocidosSiempre hay que tocar la puerta y as solo se abrirn,Para ti y para m, es as, no hay vuel-ta atrs ni vuelta que darleYo con 8 aos seguidos vividos en la crcel, ayer lo entend y hoy

    Te lo cuento, de nada sirve cargar con la mochila de las Culpas.Hay que seguir para adelante y sacarnos la coraza de acero que Nos ponemos tu y yo. Amigo!, sabemos que la soledad es la peor consejera. Golpe, ped permiso y pas. Abrite al conocimiento que elsaber siempre es bueno, hoy me faltan 2 Aos, para mi primer beneficio, la Transitoria, est en mi poder con ello y est en Vos!!!Segu adelante, Lucha contra Vien-tos y Mareas

    Que siempre que Llovi par y despus sali el Sol

    NO HAY QUIEN SE LO PRO-PONGA Y NO TRIUNFE !!!Me despido con un Abrazo y un gran saludo a los Lectores.

    14

  • eXpresiones cuLturaLesU

    n hombre de treinta y tres aos se des-pierta en una habitacin y puede ver en ella unos estantes, una silla amura-da, una mesa, seguidos por una letrina.Se para y observa por la ventana unas construc-ciones que asimilan fbricas rodeadas de alambrados.

    De pronto siente un ruido electrnico en la punta de la ha-bitacin. Pens: estoy en el futuro o algo de la realidad no anda bien. Al salir, se encontr con catorce escalones grises y al pie de la escalera lo es-peraba un amigo de toda la vida, junto a veintinueve personas ms. En ese momento se dio cuenta que no poda salir de ah. Que estaba limitado por las reglas de un falso juego del cual nunca quiso participar. Su amigo le dijo que no estaba a su alcance el decidir si jugar o no, ya lo estaba haciendo y con todas las consecuencias. Le advirti que si permita que lo distrajeran los sucesos a su alrededor, perdera la partida.

    Das despus, lo visitaron tres hombres trajeados, quienes le pidieron paciencia. Al retornar y comentar a su amigo lo sucedido, este le dijo: La paciencia seca ocanos y desgasta montaas, es la llave de la libertad. No-sotros debemos mitigar nuestra ansiedad hasta que estemos nuevamente arraigados en nuestro hogar.

    Los primeros das fueron difciles para l. Sinti miedo a no ser lo que siem-pre fue. l, que siempre pens que lo saba y poda con todo, se dio cuenta que no era suficiente para este juego. Lo atrap la desesperacin, porque se senta culpable del estado fsico y anmico de sus seres queridos, que estaban pagando algo que no deban, junto con l. La intranquilidad fue creciendo por no saber cuanto tiempo quedara encerrado en ese mal sueo.

    El consejo de su amigo fue que el tiempo pasa muy rpido, y a la vez demasiado lento, pero mejor lento que parado. Todo depende de cmo lo manejes. Con respecto al miedo que senta, le sugiri que slo tenga temor a la prdida de la fe.

    El joven lo mir y se dijo, cmo puede estar alguien tan tranquilo, seguro y tener las palabras exactas para cada perturbacin en sus pensamientos. El hombre como leyendo su mente acot: De eso se trata, de manejar lo que penss y salir sanamente. Sos preso de lo que vos elegs y al mismo tiempo, libre de lo que penss. En vez de tener malos sueos y recordar lo que tu-viste, so que lo tens y estars afuera. Tens que saber que todos estamos subidos al mismo tren en marcha y que bajamos en la misma estacin, pero en distintos lugares y tiempos. No hay que esperar la estacin. Ella viene hacia nosotros y vamos hacia ella.

    El joven se qued sin palabras. Slo se dedic a salir da a da de ese lugar con sueos que vivi y le faltaban vivir. Cada vez que su mente intentaba lastimarlo, record las palabras de su experimentado amigo, y as fue cam-biando su realidad.

    Saba que la verdad le daba firmeza y valor, la aceptacin la encontraba en su interior y slo con la calma la podra asumir.

    Los meses en silencio y reflexin lo han fortalecido. Le recordaron que el amor vive dentro de los suyos. Al pasar el tiempo aprendi a valorar las cosas simples.

    Estaba en esos pensamientos cuando interrumpe nuevamente su amigo y le dice: nosotros probamos la dulzura de la vida, pero tambin debemos saborear su amargura, sino, cmo podramos apreciar la dulzura?

    Como siempre su amigo lo dejaba reflexionando, pens: ha sido un proceso muy intenso, angustiante y doloroso, pero tambin liberador.

    Pas el tiempo y el joven pudo reunir lo fsico que estaba aislado y lejos, de lo psquico que lo mantuvo siempre afuera.

    Ya con 36 aos lleg a la estacin tan esperada. Al estar en su departa-mento, tom un escrito que tena guardado, propiedad de su abuelo, el cual deca: El tiempo o la derrota est en manos de los Dioses. La vida slo forma parte de la lucha. Entonces dediqumonos a luchar.

    Ah entendi que todo lo vivido tena un sentido, luchar para seguir vi-viendo.

    Tom su auto, se dirigi hacia la costa como lo haca todos los aos jun-to a su abuelo, y ya estando frente al mar contemplando el horizonte, se sent. Se prendi un habano como lo haca frecuentemente, sonri y dijo: Gracias, abuelo, por darme las fuerzas y estar siempre a mi lado en mi memoria, y hacerme recordar tus sabias palabras. Ya estaremos reunidos nuevamente, el tren de la vida marcha, y parar en tu estacin.DE AxEL

    Liber-tad psi-

    quica

    15

  • tunado haba sido al encontrar a ese ngel. La semana siguiente nos encontramos en casa de Jaqueline, una compaera de curso que festejaba su cumpleaos de 15. Tuve una charla con Catherine, como si se hubiera preparado la escena justa en un pasillo del saln.

    Cmo ests? dijeBien respondi con una sonrisa.He notado que te gusta la msica. Sabs tocar el piano, verdad? pregunt.Cmo lo sabs? dijo.Te he observado en los salones de la srta. Rowell. Me sonri como si se sintiera

    alegre porque yo la espiaba.Bailamos? Hice la invitacin con una sonrisa.

    Est bien me dijo.Bailamos, eran las 2 am. Ni ella ni yo bebamos alcohol, haba

    gritos, risas, era una buena fiesta, sobre todo porque Caterine bai-laba conmigo. Nos abrazamos cada vez ms, entonces levant su rostro, mir sus ojos, era como un ngel, y la bes tan apasiona-damente como lo hice cada vez luego de ser novios. Esa noche to-mamos un taxi como a las 5 am y la llev a su casa. Empezamos a salir y cada tarde despus de la escuela bamos a su casa o a la ma a terminar la tarea para poder estar juntos, sus padres aceptaron que sea su novio despus de un tiempo. Con el paso del tiempo el amor fue hacindose un lugar en nuestros corazones, era her-moso el sentimiento que me inspiraba al ver los ojos de Caterine.

    Un da en la escuela Catherine me dijo: Jim, tengo que hablar contigo hoy despus de la escuela. Su cara se vea triste.

    Qu sucede? le dije intrigado.Te lo dir luego a solas me dijo y se fue.Salimos de la escuela y mientras caminbamos por la plaza le pregunt:Qu ocurre? Por qu ests triste? Se tom un minuto para empezar, y me dijo:Tengo un problema, no s cmo decrtelo, no quiero perderte...Qu sucede?Es que te amo, y tengo miedo de contrtelo y que t me dejes.Eso no va a pasar, por favor, sabs que te amo.Te amo Jim, te amo y voy a contrtelo: me han hecho un anlisis, y ha resultado que

    soy portadora de HIV, es algo que naci conmigo, mis padres me lo transmitieron y quera decrtelo para que lo sepas, espero que algn da pueda curarme. -me dijo con lgrimas en los ojos.

    Te amo, lo sabs? Nunca te dejar, eres la mujer que amo. Cmo pudiste pensar que te dejara por una enfermedad?

    Nos abrazamos y lloramos, aquella tarde fue cuando tom la decisin de estudiar medicina.

    Llegu a Londres y me hosped en el hotel Hamilton, exclusivo para abogados, m-dicos y slo la gente que trabajaba para la universidad. No poda dormir pensando en esa enfermedad que tena Caterine y no quera saber cul sera el resultado, tena en mi corazn esa esperanza de que alguien encontrara la cura y as podra saber que mi mujer sera sanado. Trabaj buscando la cura con mdicos de todas partes del mundo, casi no dorma, los das pasaban, Caterine haba sufrido una recada y estaba dbil, esa maldita enfermedad haba empezado a mostrar sus dientes, mi mujer estaba internada.

    Regres ese da al hotel con un gran dolor en el alma, senta una gran frustracin, pareca que todo estaba en contra ma, aquella persona que tanto amaba estaba mal y aunque me es-forzaba tanto, no poda hallar la cura, la eficacia que habamos alcanzado era slo del 30%, no era suficiente y an nos faltaba un componente entre 1 milln.

    Caminaba en la habitacin sin poder pegar un ojo, no saba qu hacer, eran las 2 am. Sal y me dirig hacia un telfono, llam a sus padres.

    Hola? alguien atendi, supe por su voz que era Robert.Cmo est Caterine? pregunt.Ha mejorado?Lo siento me dijo. Lamento decirte que le han colocado

    de Javier Francisco

    Jaime

    Era una tarde de verano de 1999 cuando me embarcaba rumbo a Europa con el fin de terminar mis estudios de Medicina en una Universidad dedicada a en-contrar la cura del HIV. Aquel medioda Caterine y yo estuvi-mos muy apasionados en nuestra despedida; nos besamos y abrazamos muy fuerte. Ambos saba-mos que despus de emprender el viaje no nos veramos por un tiempo. Viajamos hasta el puer-to junto a sus padres, Robert y Jenifer, los cuales

    se mostraron muy afectuosos, saba que me ex-traaran, pude ver la tristeza en sus ojos al des-pedirse. El barco con destino a Londres saldra a las 7 pm. As fue como empec un viaje tan largo pero importante de realizar aunque hubiese ido a nado dada las circunstancias. Cuando el barco parti hacia su destino vi la ciudad alejarse y al amor de mi vida con lgrimas en sus ojos. Fue como si me clavaran un pual en el corazn.

    Durante el viaje de esa primera noche haba salido a caminar por la cubierta del barco para despejar mi mente y tratar de no pensar en el sufrimiento que mi amada Caterina y yo pas-bamos al estar separados. Mientras miraba una estrella que pareca brillar ms que las dems, met mi mano en el bolsillo derecho del saco y agarr un pauelo blanco que tena los labios de Caterine marcados con rouge, como si ella lo hubiera hecho para que la recordara; fue im-posible no recordar cuando la conoc: tenamos catorce aos, bamos a la misma escuela, la haba observado por primera vez en el patio de recrea-cin, qued completamente atrado por ese ser con aire angelical. Su cabello era rubio, sus ojos celestes con un brillo particular, los ojos ms lin-dos que haba visto, era delgada y su piel era tan blanca como si fuera de marfil. El da que la vi ella se diriga hacia el quiosco de la escuela, yo iba detrs a algunos metros, cuando la veo darse vuelta como si hubiera notado que la observaba, ah tuve la impresin de que ramos el uno para el otro como si ella me necesitara, su mirada cru-z con la ma y pareci regalarme una sonrisa. Cursbamos el mismo ao por lo que sera una aventura observarla cada da, tan bella, qu afor-

    El ha-llazgo

    eXpresiones cuLturaLes

    16

  • Extracto de El monito, de Fontanarrosa

    Elegimos este cuento porque nos sentimos identificados con nues-tra infancia. A quin no le dio un coscorrn su madre por llegar

    tarde, por amor a la pelota de ftbol. Fernando y Damin

    Llore Monito, llore. Usted puede. A usted se le permite que no es vergenza llorar cuando las lgrimas tienen la pureza recndita de aquello que llega desde el cora-zn que no quiere aflojar ante terceros. Tal vez, pibe, tal vez Monito, son las mismas lgrimas que, aos atrs, no tantos quizs, usted tuvo que enjugar con el revs de la mano sucia de tierra en el fondo de la casita del patio con geranios y malvones de barrio Arroyito. Tal vez son las mis-mas lgrimas vertidas por la rabia, la impotencia, la vergenza, ante el coscorrn justiciero de su viejita laburante cuando usted no llegaba a la hora establecida para tomar la leche.

    Cmo iba a entender su madre, Monito, aquel cario entraable por la pelota de ftbol, que lo mantena lejos de la casa, demorado, en ese romance infantil con la de cuero, en los yuyales sabios del campito que no saba de redes ni de cal, tras de la va? Cmo poda entender su viejo, pibe, su viejo, don Telmo, el genovs terco de canzonetta y nos-talgia, su noviazgo purrete con la de gajos y ese lenguaje dulcemente nuestro de los tneles, la pisada, el chanfle, los taquitos y la rabona? Porque no era, no, una piba quinceaera, rubia y pizpireta, de ojos ce-lestes como los de la pulpera de Santa Luca, lo que a usted le impeda volver en el horario, a gritos reclamado por su madre.

    No era, no, Monito, el despertar pber del primer amor enredado en los ltimos giros de un trompo o en la galleta enojosa del hilo de un barrilete, el que lo haca terminar los deberes de la escuela a las corridas y escapar luego, gorrin ansioso, pjaro encendido, hacia la complicidad abierta de la calle, el gritero alborozado de los pibes y el llamado seductor de un taconeo. No Monito, lo suyo era ms simple, como son simples las cosas que nacen del corazn y eluden las fras especulaciones de la mente. No. Lo suyo era tan slo la caricia tierna de la capellada de su botn zurdo en la pelota, el toque, la volea, la suela que aprieta el ftbol indcil y lo convence, lo persuade, lo amaestra. Lo suyo era el amague, el pique corto, el freno seco, y el pecho amigo para que all se durmiera la bella amada cuando caa desde el cielo como un globo cansado de volar sin rumbo cierto.

    Mire qu fcil, pibe, que era aquello! De la misma forma en que el amor, el puro amor, se presenta, florece y crece como una flor noc-turna, como un clavel del aire brotado en la luminosidad escasa de un pasillo, as creci en usted el sortilegio. Nadie le ense, como no se ensea el dolor ni la paciencia, ni se sabe de dnde surge el gusto por silbar o el de hablar bajo. Usted ya lo traa impreso, se lo digo, quizs desde el fondo de la historia de ese barrio que ha visto nacer a tan-tos dolos y guarda en el aire la vibracin, el eco, el reverbero de mil goles gritados en la tarde, atronando el cemento, quebrando la quieta y asombrada calma de su ro. O lo aprendi como se aprenden estas cosas, mirando a los dems, tratando de atrapar con ojos asombrados el misterio metafsico del chanfle, la secreta ley fsica que hace que el baln vaya hacia all y d una vuelta. Por eso, por todo eso, pibe, no se inquiete si lo ven aflojar y su mirada se empaa como el cristal de una ventana cuando recibe el tamborileo sonoro de la lluvia. No. Llore Monito, llore. Usted puede. A usted se le permite.

    respirador artificial, la enfermedad est afectando su sistema respiratorio, dicen que est avanzando muy rpido... yo... yo... dijo llorando no s qu har Jim.

    Tranquilo, Robert, no va a pasarle nada, ella es-tar bien, te lo aseguro, ya la encontrar le dije. Si despierta, dile que la amo, me ir a trabajar.

    Sal de la cabina y me fui a la universidad, haba cientficos que trabajaban toda la noche en busca de la cura, me qued ah, busqu hasta que alcanc ms de un 70%, hacia las 5 am el avance era un 90%. Un gran logro, un milagro, eran las 9 am y no encon-traba el resto que necesitaba para que la cura fuera tan efectiva como segura. Estaba muy cansado, haba estado en Londres los ltimos 15 das y haba dormi-do muy poco. Eran las 11 am cuando el avance lleg casi al 100% y de pronto el hallazgo ms importante lo acababa de lograr yo mismo, era un milagro, la alegra fue un xtasis, an no lo poda creer, la per-sona que ms amaba se curara. Era un lquido que se inyecta en las venas y solo en pocas horas produce un efecto muy satisfactorio. Al instante me di cuen-ta que deba apurarme, mi mujer estaba mal, habl con el presidente de la Universidad, le expliqu que mi mujer estaba delicada y que necesitaba traer una dosis urgente para inyectrsela. Me autoriz, sal corriendo hacia el telfono, me comuniqu primero con el aeropuerto y luego con Roberto. Le dije:

    Cmo est Caterine?Est peor me dijo. Pareca que su voz no tena

    vida.Estoy muy preocupado Jim, no s qu har.Tranquilo... he hallado la cura, saldr en un

    avin a las 7 pm. Llegar pronto, por favor qudate a su lado.

    Est bien dijo. Confo en ti, Jim, siempre supe que eras un buen chico.

    Sal a las 7 pm y llegu a Buenos Aires a las 5 am. Entr al hospital cerca de las 5:30, haca calor, bus-qu a Caterine, estaba en una sala de terapia inten-siva, la vi plida, ms flaca, se me cayeron algunas lgrimas. Su padre estaba dormido en un silln a su lado, saqu la cura de mi maleta y se la inyect, me qued unos minutos a su lado para ver qu suceda, nada pas. Sal al pasillo y me dorm en un silln. A las 11 am una enfermera me despert:

    Dr. Morrison, Dr. Morrison... su mujer ha des-pertado, an no entendemos cmo es que ha evolu-cionado tan rpido desde que usted lleg, el cambio es muy grande, ella est preguntando por usted. No entendemos qu ha sucedido.

    Es que he encontrado la cura y se la he inyectado cuando llegu, el amor que siento por ella hizo que la encontrara...

    Volv a vivir luego de escuchar sus palabras. Mi mujer se ha recuperado. Hoy han pasado tres aos. Es increble pensar lo que el amor puede hacer, an lo imposible puede lograrse slo por amor. Sentado en un silln veo a Caterine tocar el piano, los nios en la escuela; mientras la observo ella se da vuelta y me mira con la misma mirada de aquella vez en la escuela.

    FiLosoFia deL deporte

    17

  • cmo olvidarme, si parece que fue ayer, dicen que la primera vez uno no se olvida nunca ms. Cmo me voy a olvidar si fue hermoso; sentir tanto amor con tan solo diez aos de vida, y esa pasin que uno trae desde el vientre de la madre, que traemos en la sangre como si fuera una enfermedad hereditaria o con-gnita.

    Si lo recuerdo, recuerdo perfectamente ese da de sol primaveral hablndole a mi primo hermano del gran plan maestro, una hazaa, una aventura sin igual que cambiara nues-tras vidas. El plan era perfecto, nada puede fallar, le dije con sincera conviccin, y l acept el reto. El primer paso consista en decirle una mentira piadosa a la vieja y a la ta, no era el me-jor comienzo pero era fundamental; ese primer paso, porque los gran-des no entienden de los magnficos planes de los chicos y funcion. Salimos camino a la aventura, el plan estaba en marcha el sol nos pegaba en la caray la adrenalina recorra nuestro cuerpo, caminbamos cuatro cuadras hasta la parada del bondi, el 54. Cuando llegamos mi primo me pregunto Ests seguro que ste va? y con gesto sobrador le digo Si hasta los colores tiene! No hay error, si cuando la acompa a mi vieja a comprar ravioles a la fbrica le clarito, gil, deca BOCA! no hay error, esperamos hasta que vino, sin antes comprobar mi teora del cartel, subimos con las monedas que habamos conseguido para ir a los jueguitos. Despus de una semana esforzndonos en la escuela para poder pedir permiso sin que haya queja y haber corroborado con mis hermanos ms grandes que jugbamos de local, todo segn lo planeado saqu los boletos, no le dije nada al chofer, porque me imagin que as hacen los grandes me cobr ms barato de lo que crea y me hizo una mirada inquisidora, me fui para el fondo sin antes mirar el boleto por si era capica, bueno, eso es lo que siempre haca mi vieja, as que yo la imit son saber lo que era y me lo guard, porque eso tambin lo haca. Mi primo me miraba como diciendo si todo iba bien y con un ademn le dije si me fije hasta la hora, son las 1:30 y Boca juega a las 4!. Una hora y media ms tarde, nuestras caras no eran las mismas, ya no haba esa sonrisa dibujada en nuestras caras, sino todo lo contrario, estbamos en un lugar que no tenamos ni idea, y jams habamos esta-do tanto tiempo en el colectivo, y no haba seales de si bamos bien o si fracasaramos, el plan no contaba con ese problema, as que cogoteba-mos para todos lados como lechuzas en busca de una presa, una seal que indicara que todo iba bien. Mi primo, menos entusiasta que yo, casi lagrimeaba, hasta quela seal apareci en una esquina frena el bondi y aparece una monada con gorros y camisetas, el corazn me lata tan fuerte que lo poda escuchar, y el DALE BOCA! DALE BOCA! era como una bendicin para nuestros odos. Estaba confirmado que mi plan era un xito! Slo tuvimos que seguir la monada para poder llegar al tesoro, y as fue; ni en mi mejor sueo lo pude imaginar de tal mane-ra. Todo era gigante, pico, y al mismo tiempo nos sentamos hormi-guitas caminando entre miles de hormigas, que todas al mismo tiempo iban al hormiguero prediciendo una tormenta. No tuvimos problemas para entrar, y eso que no contbamos con la entrada, pero ramos fa-vorecidos por ser menores, slo nos agarramos de la mano de quien tenamos adelante y entramos. Era subir y subir escalones mojados, como si fuera una catarata slo haba que seguir subiendo. Estbamos cerca de la cima, no podamos aflojar estando tan cerca, y lo logramos. El verde del csped, era como un esplendor, todas esa gente saltando y gritando, como si esos bombos los manejaran como si fueran uno. Lo

    abrazaba a mi primo y l me abrazaba a m, hasta que pas, el tesoro sali por el tnel a la cancha. Ver esa impronta de los jugadores y los pa-pelitos al viento; Amor a primera vista? Ms que a primera vista! Si ya amaba esos colores antes de nacer, si esto estaba escrito que iba a suce-der y gritbamos los cnti-cos como si nuestras gargan-tas fueran fundamentales para vencer al rival, no era fcil, no sabamos la letra al-guna no la entendamos pero el dale BOCA dale BOCA nos sala clarito, si le dbamos ese toque de grito de guerra, porque haba un con-trincante que nos quera ganar, pero eso no poda pasar, estaban lejos, all en lo alto como observadores de un espectculo que uno ya conoce el final y va igual, porque le gusta la obra. Hasta que lleg el gol, ese grito que uno deja salir el alma por la boca para que abrace ese jugador que lo hizo feliz en ese instante, uno se deja llevar, salta, aprieta, y abraza. Si cuando me di cuenta estaba colgado del cuello de un viejo de boina y culo de botella, que me mir con ojos desorbitados y pens este viejo me casca me apret fuerte de los brazos y me alz hasta tenerme cara a cara y con voz fuerte y gruesa me dijo GOL, NENE, GOL! Mientras me devolva al escaln y mi primo rea por la cara que seguramente yo haba puesto. El plan fue glorioso hasta que termin el partido. La vuelta no estaba en los planes. As que todo se complic, pero la suerte estaba de nuestro lado, un vecino me encontr y le cont cmo haba-mos llegado y me llev de vuelta con l de regreso. De lo que sigui en mi casa, mejor no recordarlo y mi primo con el pap gallina ni les cuento. S fue mi primera vez y fue amor, fue as como comprend eso de que uno hereda cosas de los viejos, porque segn mi vieja me cont despus, cuando ya era grande y me atrev a preguntarle cmo era mi viejo? ya que no lo recuerdo, sino fugazmente, porque falleci cuando yo era chico, y en esa charla, mate de por medio, me cont que tu viejo era fanticosi ni un solo partido se perda! A todos lados se iba con su radio a ver a BOCA, sabs las veces que nos peleamos porque te quera llevar a la cancha y yo le deca que eras muy chico. Ah me call la ficha, todo se volvi ms claro, despus el destino quiso que me alejara por muchos aos, pero mi corazn siempre estuvo a su lado. Y ahora regreso a mi primer amor, as que esta noche no me juzguen si me ven llorar, porque s que el hincha de BOCA no llora alienta hasta quedarse afnico, para justificar que fue a la cancha. Tampoco es porque hoy BOCA est saliendo campen, y sera una gran causa pero no, no es eso, es que est mi hijo con tan solo cuatro aos por primera vez en el templo sagrado, y miro el cielo que se ilumina con fuegos arti-ficiales y digo Mira, viejo, ac esta tu nieto en la cancha gritando DALE BOCA como vos hubieras querido hacer conmigo! As que permtan-me estas lgrimas porque, como le por ah, el que no sabe de ftbol no sabe de la vida.

    FiLosoFia deL deporte

    Mi priMera vez

    por pipi ortiz

    Para Joel Damin Ortiz y su abuelo que lo cuida desde el cielo

    18

  • Cmo se promueve el avance de un perodo a otro?

    Usted, por recomendacin de los estudios criminolgicos, puede excepcionalmente ser promovido a cualquier fase del pe-rodo de tratamiento, salteando alguna fase o perodo determinado. (Art. 7, Ley 24.660)

    SE PRESENTA. SOLICITA APLICACIN DEL Art. 140 ley. 24.660 DE ESTMULO EDUCATIVO

    Sr JUEZ:

    Quien suscribe L.P.U., por derecho propio, en la causa N , Alojado en el C.P.F N 1 (EZEIZA), ante V.S. respetuosamente me presento y digo.

    OBJETO

    Que vengo por el presente a solicitar la aplicacin del Estmulo Educativo del Art. 140 de la Ley de Ejecucin de la Pena Privativa de Libertad N 24.660, para el adelantamiento temporal del plazo para acceder a . Que a tales efectos, manifiesto que he realizado los cursos que a continuacin se indican en las Unida-des y en los aos que se especifican xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

    1. PETITOTRIO

    Por lo expuesto, solicito a V.S. : A) Se tenga por presentada la solicitud. B) Se solicite a la Unidad de Alojamiento las Certificaciones Correspondientes a los Cursos realizados. C) Se ponga en conocimiento de la presente peticin a la Defensa.

    PROVEER DE CONFORMIDAD SERA JUSTICIA

    inForMacion generaL

    MODELO PARA SOLICITUD DE INCENTIVO ESTUDIANTIL PROPORCIONADO POR LA PROCURACIN PENITENCIARIA DE LA NACIN

    Qu clase de peticiones podra acompaar la Procuracin Penitenciaria Nacional?

    Solicitud de aplicacin del Estmulo Educacin en primera instancia: Solo excepcionalmente, cuando no pueda in-terponerla la persona detenida por s misma o a travs del Defensor, o se trate de un tribunal o juzgado de provincia.

    Recurso de Casacin por denegatoria de la aplicacin del Estmulo Educativo.

    En estos casos, puede comunicarse telefnicamente al si-guiente N (4124 7100), de lunes a viernes en el horario de 9:00 hs a 17 hs a la Procuracin Penitenciaria de la Nacin.

    Ley 26.695. Art. 140: Estmulo educativo. Los plazos reque-ridos para el avance a travs de distintas fases y perodos de la progresividad del sistema penitenciario se reducirn de acuerdo con las pautas que se fijan en este artculo, respecto de los internos que completen y aprueben satisfactoriamen-te total o parcialmente sus estudios primarios, secundarios, terciarios, universitarios, de posgrado o trayectos de For-macin profesional o equivalentes, en consonancia con lo establecido por la ley 26.206 en su captulo XII:

    a) Un (1) mes por ciclo lectivo anual;b) Dos (2) meses por curso de formacin profesional anua-lo o equivalente;c) Dos (2) meses por estudios primarios;d) Tres (3) meses por estudios secundarios;e) Tres (3) meses por estudios de nivel terciario;f) Cuatro (4) meses por estudios universitarios;g) Dos (2) meses por cursos de posgrado.

    Debido a que la ley 26.695, en su artculo 140, no tiene una reglamentacin que especifique puntualmente cmo debe aplicarse, se te puede presentar el caso de que el juez no in-terprete la ley de manera que te sea favorable. Por esta razn, queremos ponerte en conocimiento de que tens DERE-CHO a presentar una apelacin ante un Tribunal Superior. En el prximo nmero te informaremos cmo se Interpone recurso de Casacin Penal, a travs de un ejemplo.

    Material preparado por Marcos Leonardo Morales y Julio Carbonell

    Para Joel Damin Ortiz y su abuelo que lo cuida desde el cielo

    19

  • Historieta

    atrapado con salida

    MoraLeJa (invertida): Lo posible es imposible ante los ojos del mediocre. Querer es poder si se lucha.

    Los Monstruos

    tienen

    Miedo

    por una razn que no sabemos.

    que resignar ante las limitaciones.

    la voz que nos libera. Las ataduras de la vida se rompen con un girar de decisin.

    Centro de estudiantes universitarios de ezeiza taller ColeCtivo de ediCin

    desd

    e chic

    os n

    os a

    tan

    a al

    go

    Nos quieren vender que nos tenemos

    Pero a

    vece

    s la

    fuerz

    a de la paciencia espera