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¿Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos son los mismos para hombres y mujeres?

Los principios de igualdad y universalidad de los derechos ... · Se desarrolla, además, el principio de equidad para enfatizar en la necesidad de tomar en cuenta las diferencias

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¿Los principios de igualdady universalidad de los

derechos humanosson los mismos parahombres y mujeres?

–12–

CLAUDIA VERÓNICA ÁGREDA AJQUÍ

Magíster en Derechos Humanos por la Universidad Rafael Landívar, Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de San Carlos de Guatemala y egresada del Seminario Permanente de Investigación en Derechos Humanos organizado por el Instituto de Derechos Humanos –IDHUSAC– y por el Instituto de Investigaciones Jurídicas –IIJ/URL–, además de Licenciada en Teología por la Universidad Mariano Gálvez.

Se ha desempeñado como investigadora social de la O� cina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala –ODHAG–; realizó y publicó dos investigaciones sobre la situación de la niñez en Guatemala, de 2003 y 2004. Además, investigadora, durante el 2006, apoyada por el Proyecto Regional de Apoyo a la Educación, Capacitación e Investigación en Derechos Humanos en Centroamérica a través del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala –IDHUSAC– y del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar –IIJ/URL.

También ha trabajado como docente en la Escuela de Ciencia Política de la Uni-versidad de San Carlos de Guatemala y es miembro fundadora y actual secretaria de la Asociación de Mujeres “Alzando Voces”.

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RESUMEN EJECUTIVO

El presente artículo expone, de manera muy sintética, la conceptualización y tutelaridad de los principios de igualdad y universalidad de los derechos huma-

nos, a partir de la Independencia de los Estados Unidos de América y la Revolución Francesa.

A través de este recorrido histórico se evidencia y analiza el pensamiento misógi-no de los grandes pensadores de la época, quienes con base en teorías “naturalistas” niegan a las mujeres derechos que son reconocidos a los hombres y las enclaustran en el ámbito del hogar (el privado) donde se ven supeditadas al poder masculino de padres, hermanos, esposos, hijos, etcétera.

También se analizan los principios de igualdad y universalidad, a la luz de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y posteriores tratados relaciona-dos con éstos, a partir de los cuales se amplía la de� nición y tutelaridad de estos principios a aquellos grupos históricamente excluidos, marginados y discriminados, entre los que destaca el de las mujeres.

Se desarrolla, además, el principio de equidad para enfatizar en la necesidad de tomar en cuenta las diferencias de las personas, sus necesidades y realidades particulares.

A manera de conclusión, se aplica todo el bagaje teórico a la realidad guate-malteca y se evidencia que, tanto en la práctica como ante la ley, las mujeres no son iguales a los hombres; porque no se respete y reconoce su diferencia, y porque se les da un trato discriminatorio, excluyente y hasta degradante en relación con el sexo masculino.

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Nuevas dimensiones del derecho agrario y una justicia agraria para el siglo xxi

The present article exposes, in a summarized way, the meaning and care of the principles of equality and universality of human rights since Independence of

the United States and French Revolution.

Throug history it has been demonstrated and analyzed the misogynist thoughts from contemporaneous thinkers, who based on “naturalist” theories, deny women rights which are given to men, and they lock up women to the home private scene, where they are under men power from fathers, brothers, husbands, sons, etcetera.

The equality and universality are also analyzed based on the Universal Declaration of Human Rights and subsequent agreements related to them. From these agreements, the de� nition and protection of these principles to those groups historically excluded, marginalized and discriminated, among the ones the women are the most standing.

The principle of equity is also developed in order to emphasize the need of considering the individual differences, their necessities and particular realities.

In summary, a whole theoretical bagage has been applied to the Guatemalan reality, and it´s shown that not only in the practice but also before the law. The women are not equal to the men, not because the difference is respected and recognized, but because women treatment is discriminatory, excluding and even degrading compared to the male sex.

ABSTRACT

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

1. Las mujeres y los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos en el período del surgimiento de la República ..................19

2. Los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos a partir de 1948 .................................................................21 2.1 El principio de “igualdad” de los derechos humanos ..............................22 2.2 El principio de “universalidad” de los derechos humanos ........................24

3. El principio de equidad ....................................................................................24

4. Diagnóstico sobre el goce de las guatemaltecas de sus derechos humanos .................................................................................25 4.1 Derecho a la participación política ............................................................26 4.2 Derecho a la educación ..............................................................................27 4.3 Derecho al trabajo ......................................................................................28 4.4 Derecho a la propiedad ..............................................................................29

5. La justicia y los derechos a la integridad de las guatemaltecas .......................29

6. Los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos aplicados a las mujeres en la actualidad ..........................31

Referencias ............................................................................................................33

CONTENIDO

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

Al estudiar los principios de igualdad y universalidad de los derechos hu-

manos y su conceptualización, desde una

perspectiva de género, se puede observar que éstos han tenido una evolución; si se hace un análisis comparativo sobre los mismos en el período del surgimiento de la República y la presente época.

Los documentos donde se consagran los principios de igualdad y universali-dad de los derechos humanos son los siguientes:

1. Las mujeres y los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos en el período del surgimiento de la República

¿Los principios de igualdad y universalidadde los derechos humanos son los mismos

para hombres y mujeres?1

Claudia Verónica Ágreda Ajquí

1 Este artículo es producto de la investigación realizada por la autora, gracias al Proyecto Regional de Apoyo a la Educación, Capacitación e Investigación en Derechos Humanos en Centroamérica a través del Instituto de De-rechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala –IDHUSAC– y del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar –IIJ/URL–.

Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, 4 de julio de 1776.

“Sostenemos como evidentes estas ver-dades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables...”

Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, 14 de julio de 1789.

“Los hombres nacen y viven libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la uti-lidad común.”

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Revista de Derechos Humanos

Sin embargo, la primera negación de estos principios a las mujeres está en su invisibilización en el lenguaje usado para redactar estos textos, negándose así que los sexos masculino y femenino son “igual y naturalmente diferentes” entre sí.2 Pero no fue su� ciente esta omisión, los � lósofos de la época dedicaron sen-dos textos para negar el goce de éstos a las mujeres. Amelia Valcárcel3 analiza brevemente el pensamiento misógino de algunos de estos � lósofos:

a) Hegel: en el seno de la humanidad identi� caba dos leyes: la del día que era masculina y estatal, y la de las sombras, femenina y familiar. A la mujer le correspondía el ámbito doméstico porque, según este � ló-sofo, ella carecía de ciertos atributos imprescindibles para ser titular de la “ciudadanía”.

b) Schopenhauer: para él, la esenciali-dad de las mujeres, según el análisis de Valcárcel, está en trascenderse a sí mismas en otro; en ellas no existe

el principio de individuación, por lo tanto, no pueden ser ciudadanas.

c) Nietzsche: la posición de la mujer

en el mundo está condicionada por su maternidad. El ser de la mujer se explica por el papel que están acostumbradas a ejercer: servir.

d) Rousseau, según Valcárcel, en la versión de El contrato social justi-� caba la negación de la ciudadanía a las mujeres basado en “...la jerarquía de la familia, natural y deseable”,4 esto no sería posible si ellas tenían reconocida cualquier especie de igualdad en el ámbito público y ésta era exclusivamente para los hombres. La igualdad moderna los hacía iguales solamente a ellos.

A través de este tipo de pensamien-tos fue posible instaurar el sistema patriarcal,5 por el cual se establecieron relaciones de poder de los hombres respecto a las mujeres, quedando ellas en condición de subordinación. A las

2 Alda Facio Montejo, Cuando el género suena, cambios trae: metodología para el análisis de género del fenómeno jurídico. (San José, Costa Rica: ILANUD, 1992). Pág. 19.

3 Amelia Valcárcel, La política de las mujeres. (España: Ediciones Cátedra, 1997, 2ª. ed.). Págs. 39 a 69.4 Celia Amorós, citada por Amelia Valcárcel, Op cit. Pág. 51.5 “Consiste en el poder de los padres: un sistema familiar y social, ideológico y político con el que los hombres –a

través de la fuerza, la presión directa, los rituales, la tradición, la ley o el lenguaje, las costumbres, la etiqueta, la educación y la división del trabajo– determinan cuál es o no es el papel que las mujeres deben interpretar con el � n de estar en toda circunstancia sometidas al varón”. Según de� nición de Adrianne Rich. Nacida de mujer. Citada por Hilda Morales en su libro Traduciendo en acciones la CEDAW en Guatemala: el caso de María Eugenia Morales de Sierra. (Guatemala: Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer –UNIFEM–, 2002). Pág. 9.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

féminas se les asignó como único ámbito de desenvolvimiento el doméstico (la familia). El “patriarcado”, por lo tanto, implica una dimensión política, que ha legitimado la exclusión de las féminas del ámbito público.

Paradójicamente, no obstante que se proclamó la igualdad entre hombres, durante la época cuando empezó a sur-gir la República, esta vindicación fue desde un punto de vista isónomo, es decir, todos eran iguales ante la ley y en la libertad, todos tenían “igualdad” de derechos, pero esto no signi� có que la subordinación económica, política y social entre los “ciudadanos” desapare-ciera; la misma se mantuvo.

Respecto al principio de “univer-salidad” de los derechos humanos, esto signi� caba que los hombres ciudadanos eran titulares de los derechos fundamen-tales, no así las mujeres.

2. Los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos a partir de 1948

Pasaron 150 años entre la adopción de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano escrita por

Lafayette y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La primera había mostrado sus limitaciones desde la titularidad de estos derechos, eviden-ciada en su nombre; por ello Eleonor Roosevelt los reconceptualizó, “…los llamo humanos y no del hombre, para evidenciar que el concepto anterior sólo se refería a los hombres, a los varones, y para incorporar a las mujeres de una manera explícita: humanos, en plural y en neutro es abarcador de los dos géne-ros, las mujeres y los hombres.”6

Esa ampliación de la conceptuali-zación, de� nición y titularidad de los derechos humanos y de los principios de “igualdad” y “universalidad” quedó explícita en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el artículo 1 que establece:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y concien-cia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

Para evitar que se siguiera restrin-giendo la igualdad a un grupo humano especí� co, se redactó el artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

6 Marcela Lagarde, “Identidad de género y derechos humanos. La construcción de las humanas”. Serie Estudios de derechos humanos, Tomo IV. (San José, Costa Rica: Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2ª. reimpre-sión, 1998). Pág. 87.

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Revista de Derechos Humanos

“1. Toda persona tiene todos los dere-chos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción algu-na de raza, color, sexo, idioma, reli-gión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

2. Además, no se hará distinción algu-na fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía”.

En lo referente al principio de “uni-versalidad” de los derechos humanos, en la Declaración de 1948 se especi� ca claramente que estos derechos son de reconocimiento y aplicación universal, son propios de todas y cada una de las personas por el simple hecho de pertenecer a la raza humana. Se hace referencia a “una tutelaridad de los derechos que se adscriben a todos los seres humanos”.7

Los principios de “igualdad” y “uni-versalidad” de los derechos humanos adoptados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 fueron retomados en la jurisprudencia internacional y nacional en materia de derechos humanos elaborados después de ésta, como en los siguientes instru-mentos internacionales: Pacto Interna-cional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, mejor conocida como Pacto de San José; entre otros.

2.1 El principio de “igualdad” de los derechos humanos

Los principios de “igualdad” y “no discriminación” son piedras angulares de los derechos humanos y ambos tie-nen una relación interdependiente. “La igualdad y la no discriminación repre-sentan la declaración positiva y negativa de un mismo principio”.8

Las conductas discriminatorias se ba-san en valoraciones subjetivas negativas, que hace un grupo que está en una posición

7 Gregorio Peces-Barba Martínez, “La universalidad de los derechos humanos”. Revista DOXA 15-16, 1994, Pág. 614. (Mimeo).

8 Anne F. Beysfsky, “El principio de igualdad o no discriminación en el derecho internacional”. Publicado en Human Rights Law Journal, Vol. 11, No. 1-2, Tradución española del Centro de Derechos Humanos, Facultad de Derecho, Universidad de Chile, 1990. Versión electrónica.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

de “ventaja” respecto a otro al que se mira y trata como “inferior”. La discriminación tiene un impacto directo en la posibilidad de acceder a oportunidades, desarrollar capacidades, gozar y ejercer derechos en el grupo o grupos sobre los que ésta se da.9 Es importante hacer notar que no toda dife-renciación constituye discriminación, para ello es necesario considerar el resultado de esta acción.

“A� rmar que es discriminatorio todo trato que tenga por resultado la desigual-dad, supone aceptar que cuando a una mujer se le trata igual que al hombre, y este trato la inferioriza, éste es discri-minatorio aun cuando el propósito haya sido la igualdad.”10

El principio de “igualdad” no se de� ne por un criterio de semejanza y homogeneización entre las personas sino por uno de “justicia” que se basa en la valoración de la “diferencia”; no se pueden aplicar reglas uniformes para grupos sociales y realidades diversas, con necesidades especí� cas. Este prin-cipio implica que se reconozca al otro u otra como igual. Por lo tanto, cuando se habla de la igualdad entre hombres y mujeres, ésta no debe seguirse inter-

pretando como una homologación de las féminas respecto a ellos, porque se seguiría consolidando el modelo andro-céntrico.

Al respecto Boledón expresa que “…existe un modelo masculino en el derecho, puesto que el ideal de igualdad que se persigue surge de la comparación entre hombres y mujeres. Para mante-ner una reivindicación, la mujer debe mostrar que ha sido tratada ‘peor que un hombre’. Esto signi� ca que el modelo antidiscriminatorio opera en base a un modelo masculino asimilacionista.”11

El principio de “igualdad” no se cumple sólo con legislación en contra de la discriminación o con leyes en las que se trate imparcialmente a hombres y mujeres; requiere de la modi� cación y derogación de todo el cuerpo jurídico que legitima y legaliza las relaciones de subordinación de las féminas respecto a los hombres, en todos los ámbitos; así como la creación de nuevas normas que garanticen el pleno y efectivo goce de los derechos humanos que pertenecen a cada persona del planeta, así como sus derechos especí� cos, por ejemplo: los sexuales y reproductivos.

9 IIDH y Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), “Los derechos humanos de las mujeres: forta-leciendo su promoción y protección internacional”. (IIDH y CEJIL: San José, Costa Rica: 2004). Pág. 85.

10 IIDH, “Estudios básicos de derechos humanos IV”. Serie de estudios de derechos humanos, Tomo IV. (San José, Costa Rica: Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1998, 2ª reimpresión.). Pág. 25.

11 Encarna Boledón, La igualdad y el movimiento de mujeres: propuestas y metodología para el estudio de género. Working Paper n. 148. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, 1998. Versión electrónica.

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Revista de Derechos Humanos

2.2 El principio de “universalidad” de los derechos humanos

La universalidad de los derechos humanos es histórica, es decir, éstos han sido, son y seguirán siendo válidos en cualquier época; asimismo, este princi-pio tiene una aplicación espacial, vincu-lada al aspecto territorial, que trasciende fronteras; en cualquier lugar donde se encuentre una persona, allí los derechos fundamentales serán vigentes.

La “universalidad” de los derechos humanos se empieza a positivizar cuan-do deja de ser un principio válido sólo para ciertos grupos hegemónicos y se reconoce como titulares de derechos a colectividades de personas con ne-cesidades concretas y particularidades especí� cas, históricamente invisibiliza-das y excluidas, por ejemplo: la niñez y juventud, las mujeres, personas de la tercera edad, personas con discapacida-des, etcétera.

“...La universalidad de los derechos humanos siempre debe tener en cuenta las especi� cidades. Así, el derecho a una vivienda adecuada no signi� ca lo mismo para un pueblo nómada que para una población urbana”.12

Sin embargo, también en nombre del principio de la “universalidad” de los derechos humanos se puede legi-timar la comisión de crímenes contra los derechos humanos, argumentando relativismos culturales y nacionalismos recalcitrantes; por ejemplo, la mutilación genital femenina, la muerte por lapida-ción a mujeres condenadas por adulte-rio, los casamientos forzados de niñas menores de edad, etc. Muchas veces estos actos se producen con la anuencia tácita de la comunidad internacional, que se abstiene de intervenir basada en el respeto al “relativismo cultural”, que más bien se traduce en el “derecho a la indiferencia”.13

“…Es importante destacar que una práctica cultural sólo debe ser recono-cida como diversidad cultural en tanto afecte de la misma manera a mujeres y hombres. En caso contrario, ella debe ser denunciada como discriminación.”14

3. El principio de equidad

“…Este principio nos remite a la diversidad y al reconocimiento de las desigualdades, de la inequidad en las posibilidades de los seres humanos de acceder a las oportunidades para mejorar

12 Xabier Etxeberría Mauleon, El debate sobre la universalidad de los derechos humanos. (Mimeo), s/d.13 Antonio Enrique Pérez Luño, La universalidad de la declaración de las Naciones Unidas. 1998. (Mimeo), s/d.14 Ximena Bunster, Cynthia Enloe y Regina Rodríguez, “La mujer ausente: derechos humanos en el mundo”. Ediciones

de las Mujeres No. 15, (Isis internacional: Barcelona, octubre, 1996, 2ª. edición). Pág.15.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

sus vidas. El principio de equidad parte de identi� car las diferentes formas de participar en el ámbito social, eviden-ciando las desigualdades”.15

Tanto en el ámbito nacional como internacional, se reconoce la “igualdad formal” o isónoma, pero falta mucho para que se positivice la “igualdad sustantiva”, es decir, en la cotidiani-dad; porque las mujeres siguen siendo víctimas de discriminación, basada ésta en estructuras y relaciones políticas, económicas, sociales y culturales de tipo androcéntrico, patriarcal y machista; en las que las mujeres no cuentan con ningún poder, lo cual les limita las po-sibilidades de gozar plenamente de sus derechos humanos y, por lo tanto, de tener una participación óptima en todos los ámbitos de la vida.

El principio de igualdad formal puede llegar a constituirse en “discri-minatorio” cuando se aplica de manera asimilacionista, es decir, cuando se trata o quiere tratar de una misma manera a hombres y mujeres que no están en iguales condiciones y, por lo tanto, los efectos son negativos para quienes se encuentran en desventaja.

4. Diagnóstico sobre el goce de las guatemaltecas de sus derechos humanos

El artículo 4º. de la Constitución Política de la República de Guatemala, consagra el principio de “igualdad”:

“Libertad e igualdad. En Guate-mala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportu-nidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidum-bre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal entre sí.”

Este artículo consagra la igualdad ante la ley (igualdad isónoma); sin em-bargo, no garantiza la igualdad sustan-tiva que, como ya se expuso, no busca aplicar criterios homogeneizadores, ni de semejanza entre los seres humanos, sino que se basa en el principio de “jus-ticia” y “equidad”.

No obstante, la enunciación del principio de “igualdad” en la Constitu-ción del país, éste no es positivizado en la realidad de las mujeres porque en el

15 IIDH y CEJIL, Los derechos humanos de las mujeres: fortaleciendo su promoción y protección internacional. (San José, Costa.Rica: IIDH y CEJIL, 2004). Pág. 86.

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Revista de Derechos Humanos

imaginario social guatemalteco, no son vistas como actoras y protagonistas; más bien se les sigue reforzando y asignando nuevos roles domésticos y reproduc-tivos, que implican la crianza de las y los hijos e hijas, cuidado del hogar y del esposo.

A continuación se presentan algunos derechos humanos, que fueron usados como categorías de análisis.

4.1 Derecho a la participación política

El ámbito público se ha constituído en un terreno predominantemente mas-culino, a pesar que las mujeres cons-tituyen el 51.1% de la población total del país,16 esto se evidencia cuando se analizan los datos referidos a las nomi-naciones para candidaturas a cargos de

elección popular en el 2003, por parte de las distintas organizaciones políticas, tal como se ve en el cuadro.

La postulación de las mujeres es, por lo general, para cargos que comple-mentan las planillas de la terna para las alcaldías o diputaciones y casi siempre se les coloca en las últimas posiciones de las listas; condición que reduce sus probabilidades de acceder a los cargos públicos.

Sin embargo, aun cuando el mo-

vimiento de mujeres ha pedido que en las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos se estipule una cuota mínima del 30% a favor de las mujeres, la respuesta del Congreso (conformado mayoritariamente por hombres) ha sido negativa; su argumento es que esta

16 Según el XI Censo Nacional de Población en Guatemala hay 11,237,196 personas y de ellas 5,740,357 son de sexo femenino.

Tipo de organización política Total

Cantidad de candidaturasTotal

Hombres Mujeres

Partidos políticos 1721,451

(90.49%)2,254

(9.51%)23,705

Comités cívicos 1861,974

(89.89%)222

(10.11%)2,196

Coaliciones de partidospolíticos

83,259

(92.64%)259

(7.36%)3,518

Total decandidaturas

26,684(90.70%)

2,735(9.30%) 29,419

Fuente: Tribunal Supremo Electoral (TSE). Memoria “Elecciones Generales 2003”. Versión electrónica, Guatemala, Pág. 36.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

medida es una práctica discriminatoria para la población masculina. Las y los congresistas no toman en cuenta que Guatemala rati� có la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW17) y por eso el Estado asumió compromisos a nivel internacional, como el estipulado en el artículo 4 de dicho tratado, cuyas partes conducentes establecen:

“1. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer no se considerará dis-criminación en la forma de� nida en la presente Convención, pero de ningún modo entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas desiguales o separadas; estas

medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de igualdad de oportunidad y trato”.

Esta actitud evidencia el poco interés y desconocimiento que tienen los hombres, porque las mujeres gocen de sus derechos humanos en condi-ciones de igualdad respecto a ellos.

4.2 Derecho a la educación

Se evidencia en las cifras del Ins-tituto Nacional de Estadística –INE– y las estadísticas más recientes18 del Mi-nisterio de Educación de Guatemala, que las niñas son las que menos oportu-nidades tienen para estudiar, porque en el imaginario social predomina la idea que ellas se van a casar y serán “mante-nidas”; por lo tanto, la educación les es innecesaria.

17 Por sus siglas en inglés.18 Correspondientes al año 2003.19 El Ministerio de Educación no cuenta con información desagregada por municipios, por ello sólo se presentan

datos a nivel país.

Cuadro comparativo de acceso de la población en edad escolar, por sexo, al sistema de educación nacional19

Hombres Mujeres

Total de personas en edad escolar, a nivel nacional. 2,168,699 2,152,411

Personas en edad escolar, inscritas en el sistema nacional de educación.

1,645,029 1,491,670

Personas en edad escolar que no acceden al sistema nacional de educación.

523,670(24.15%)

660,741(30.70%)

Fuente: elaboración propia. Datos del INE. XI Censo Nacional de Población. Versión electrónica. Guatemala, 2002.

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Revista de Derechos Humanos

Casi 31 de cada 100 niñas no tienen acceso a la educación, porque muchas jefas y jefes de familia pre� eren brindar la educación a los hombres y no a las mujeres, a quienes dejan en casa para aprender las tareas del hogar y apoyar a la madre en la realización de éstas.

4.3 Derecho al trabajo

Las condiciones de desventaja en que se desenvuelven las guatemaltecas respecto a los hombres también se hace

20 Edna Gaitán, et al., “Los derechos laborales de la mujer, niñez y adolescencia”. Revista de Derechos Humanos II. Guatemala, 2004. Pág. 180.

evidente en lo referente al goce de este derecho, las mujeres son más vulnera-bles y afectadas por el desempleo; tanto a nivel nacional como en el municipio de Guatemala, según lo evidencia la grá� ca.

Esta situación responde, entre otras causas, a que cuando se producen re-cortes de personal, las mujeres “son las primeras en ser despedidas ya que se sigue considerando que su salario es ‘suplementario’ en el hogar.”20 Además,

Gráfica comparativa de poblacióneconómicamente inactiva mayor de edad, por sexo

Fuente: elaboración propia. Datos del INE. XI Censo Nacional de Población. Versión electrónica. Guatemala, 2003.

100.00%

80.00%

60.00%

40.00%

20.00%

0.00%

79.84%

20.16% 24.52%

75.48%

Nivel nacional Municipio de Guatemala

Mujeres

Hombres

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

muchas mujeres se ven en la imposibili-dad de acceder a empleos dignos porque no cuentan con la educación mínima requerida por los patronos.

4.4 Derecho a la propiedad

Las mujeres, en el país, tienen menos posibilidades de convertirse en propieta-rias de bienes inmuebles. Según los datos del INE, en el período 1998-2001, el 20.53% de los hogares con jefatura feme-nina contaba con algún tipo de vivienda, mientras que el 79.53% restante, corres-pondía a los de jefatura masculina.

Como se observa en la grá� ca, la

primera forma de tenencia de la vivienda con jefatura femenina se compra a pla-

zos, mientras que para los hombres es a través de la cesión. Aquí se evidencia la preferencia de los padres y madres de familia en heredar sus bienes, priorita-riamente a sus hijos y dejan en situación de desventaja a las hijas. Por esto, la segunda forma que tienen las mujeres para contar con un lugar para vivir es el alquiler, mientras que los hombres ya son propietarios de vivienda.

5. La justicia y los derechos a la integridad de las guatemaltecas

El artículo 3º. de la Constitución Política de la República de Guatemala garantiza el derecho a la vida, la integri-dad y la seguridad de la persona.

Fuente: INE. “Estadísticas e indicadores con enfoque de género 1998-2001”. Versión electrónica. Guatemala, 2004.

Jefatura Masculina

Jefatura Femenina

Propia Amortización Alquiler Cedida Otro

26.51%21.18%

78.82%73.49%

23.18%14.44%

6.87%

76.82%85.56%

93.13%

Tenencia de vivienda por sexo de la jefatura hogar, según el régimen

100.00%

90.00%

80.00%

70.00%

60.00%

50.00%

40.00%

30.00%

20.00%

10.00%

0.00%

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Revista de Derechos Humanos

El Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona.

Sin embargo, este artículo resulta letra muerta cuando a la justicia guate-malteca se le presentan casos de violencia intrafamiliar y violencia sexual, cuyas víctimas son mayoritariamente mujeres.

Los casos de violencia intrafamiliar y sexual son desjudicializables, a través del criterio de oportunidad, la mediación y la conciliación, legislado en el Códi-go Procesal Penal, Decreto 51-92, del Congreso de la República y que entró en vigencia en 1994, que en su artículo 25 reza:

“El Ministerio Público con consenti-miento del agraviado, si lo hubiere, y au-torización del juez de primera instancia o de paz que conozca del asunto, podrá abstenerse de ejercitar la acción penal en cualquiera de los siguientes casos.

1) Cuando se tratare de delitos que por su insigni� cancia o su poca frecuencia no afecten gravemente el interés público, salvo cuando a pedido del Ministerio Público, el máximo de la pena privativa de libertad supere dos años de pri-sión, o se hubiere cometido por un

funcionario o empleado público en ejercicio de su cargo.

2) Cuando la culpabilidad del sindi-cado o su contribución en la per-petración del delito sea mínima, salvo que se tratare de un hecho delictuoso cometido por funcionario público o empleado público en el ejercicio de su cargo.

3) Cuando el inculpado haya sido afec-tado directa y gravemente por las consecuencias de un delito culposo y la pena resulte inapropiada. En los casos anteriores será necesario que el imputado hubiere reparado el daño ocasionado o exista un acuerdo con el agraviado en ese sentido….”21

El criterio de oportunidad es una forma de “solucionar los conflictos penales” y se aplica a delitos cuya pena máxima sea de 2 años. Con la aplicación de este recurso se busca descongestionar el sistema judicial, pero en detrimento de la integridad, seguridad, libertad y hasta la vida de las mujeres.

También puede ser considerado como un mecanismo desjudicializador el matrimonio de la ofendida con el ofensor, contenido en el artículo 200 del Código Penal.22

21 El resaltado es responsabilidad de la autora del presente artículo.22 El artículo 200 del Código Penal, fue derogado mediante sentencia de la Corte de Constitucionalidad publicada

en el Diario O� cial el 15 de junio de 2006, Expediente 2818-2005.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

Por lo tanto, se cuenta en el país con leyes que no se adecúan a la realidad de violencia que viven muchas guatemalte-cas; al contrario, éstas llegan a minimizar-la y legitimarla; desvirtúan derechos que son parte del núcleo duro de los derechos humanos de las féminas: la integridad y seguridad sexuales. Contrasta con esta situación el que los delitos � scales no son excarcelables bajo � anza.

6. Los principios de “igualdad” y “universalidad” de los derechos humanos aplicados a las mujeres, en la actualidad

En los apartados anteriores se evi-dencia que ni ante la ley ni en la práctica

hombres y mujeres son iguales, no obs-tante que la Constitución Política de la República de Guatemala garantiza este principio en el artículo 4º.

No puede a� rmarse que, isónoma-mente, hombres y mujeres son iguales, porque existen textos jurídicos en que las mujeres se encuentran en situación de desventaja, entre éstos:

a) Código Procesal Penal. La interpre-tación que el operador de justicia le da actualmente a este código permite la desjudicialización de violencia sexual e intrafamiliar, a pesar que el número de casos es elevado y la mayor cantidad de víctimas son mujeres.

Cuadro sobre denuncias de violencia intrafamiliar recibidas por el sistema de justicia del

municipio de Guatemala

Fuente: elaboración propia.

Año Institución Denuncias recibidas

2002 Fiscalía de la Mujer, Ministerio Público 12,1922 de eneroal 30 de Sept. Juzgados de Familia23 3,466de 2005

23 Seis juzgados de familia del departamento de Guatemala.

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Revista de Derechos Humanos

Esta visión es economicista, como también lo es por el predominio de un imaginario social machista y pa-triarcal en el que la violencia física, emocional y patrimonial24 contra la mujer, así como los delitos sexua-les25 no tienen relevancia ni impacto social.

b) El Código Penal no tiene tipi� cados los delitos de “violencia intrafamiliar” ni de “acoso sexual”, cuyas víctimas son mayoritariamente mujeres.

Además, los artículos 176 y 177 del Código Penal tipi� can el estupro como delito, siempre y cuando la mujer sea “honesta”. Sin embargo, este concepto es totalmente subjeti-vo, sujeto a la interpretación de las y los operadores de justicia, que están permeados por un imaginario social machista, patriarcal y androcéntrico; esta condición pone en desventaja a la víctima, quien muchas veces es culpabilizada por la sociedad y el mismo sistema de “justicia”.

La “igualdad sustantiva” es mucho menos real para las mujeres que la “isónoma” porque la estructura patriar-cal, androcéntrica y machista existente excluye, discrimina y margina a las mujeres, dejándolas en situación de

desventaja respecto a los hombres; les niega los espacios que ellas han ido ga-nando con gran esfuerzo; se les evalúa homologándolas con los compañeros del sexo masculino o potencializándoles las di� cultades porque, como bien sintetiza esta situación la gran guatemalteca Ma-ría Eugenia Díaz:

“Los hombres son capaces hasta que no se demuestre lo contrario, las mujeres son incapaces hasta que no demuestren lo contrario”.

Por lo tanto, los principios de igual-dad y universalidad de los derechos humanos son aplicados a las mujeres guatemaltecas, según la conveniencia del sistema patriarcal androcéntrico y machista imperante.

Las guatemaltecas siguen siendo tratadas como ciudadanas de segunda clase, invisibilizadas desde que se les homologa con los hombres y anuladas desde que se les niega la posibilidad de gozar de sus derechos humanos especí� cos.

Es hora que se abra el debate en torno a la de� nición y tutelaridad de los principios de “igualdad” y “universali-dad” de los derechos humanos en el país, empezando en la academia.

24 Negación de asistencia económica e incumplimiento de deberes de asistencia.25 Violación, violación agravada, estupro en todas sus manifestaciones, los abusos deshonestos, el incesto, contagio

venéreo.

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Los principios de igualdad y universalidad de los derechos humanos…

Referencias1. Beysfsky, Anne F. “El principio

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2. Boledón, Encarna. “La igualdad y el movimiento de mujeres: propuestas y metodología para el estudio de géne-ro”. Working Paper n. 148. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, 1998. Versión electrónica.

3. Bunster, Ximena, Cynthia Enloe y Regina Rodríguez. “La mujer ausen-te: derechos humanos en el mundo”. Ediciones de las Mujeres No. 15., Barcelona: Isis internacional, octu-bre de 1996, 2ª. ed.

4. Etxeberría Mauleon, Xabier. El debate sobre la universalidad de los derechos humanos. S/d (Mimeo).

5. Facio Montejo, Alda. Cuando el género suena, cambios trae: meto-dología para el análisis de género del fenómeno jurídico. San José, Costa Rica: ILANUD, 1992.

6. Gaitán, Edna, et al. “Los derechos laborales de la mujer, niñez y ado-lescencia”. Revista de Derechos Humanos II. Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Rafael Landívar: Gua-temala, 2004.

7. Instituto Interamericano de Dere-chos Humanos (IIDH) y Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). Los derechos humanos de las mujeres: fortaleciendo su promo-ción y protección internacional. San José, Costa Rica: 2004.

8. IIDH. “Estudios básicos de derechos humanos IV”. Serie de Estudios de Derechos Humanos, Tomo IV. San José Costa Rica: Instituto Interame-ricano de Derechos Humanos, 1998, 2ª. reimpresión.

9. Instituto Nacional de Estadística (INE). XI Censo Nacional de Po-blación en Guatemala. Guatemala, 2002.

10. Lagarde, Marcela. “Identidad de género y derechos humanos. La construcción de las humanas”. Se-rie Estudios de Derechos Humanos

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Tomo IV. San José, Costa Rica: Ins-tituto Interamericano de Derechos Humanos, 1998, 2ª. reimpresión.

11. Morales, Hilda. Traduciendo en acciones la CEDAW en Guatemala: el caso de María Eugenia Morales de Sierra. Guatemala: Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), 2002.

12. Peces-Barba Martínez, Gregorio. “La universalidad de los derechos humanos”. Revista DOXA 15-16. 1994. (Mimeo)

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Normativa1. Código Procesal Penal, Decreto 51-92.

2. Constitución Política de la Repúbli-ca de Guatemala, 1985.

3. Convención Americana sobre Dere-chos Humanos (Pacto de San José).

4. Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW).

5. Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.

6. Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

7. Declaración Universal de los Dere-chos Humanos.