Agente secreto

ANNA, LA ESPÍACALIENTE QUESURGIÓ DEL FRÍORegistró su móvil en Calle Falsa,99, envió mensajes cifradosdesde Starbucks, colgó fotoseróticas... Así es la agente rusaque puso en ridículo a la CIA / 8

Retrato

LOS GOLESILEGALES DELPARAGUAYODesde que preside el país, alex obispo Lugo le han salidocuatro hijos de cuatro madres.A sus ciudadanos sólo leshace feliz el fútbol / 10

CRONICAEL MUNDO

DOMINGO 4. JULIO. 2010AÑO XXI. NÜMERO 768

Se sabe el número de abortos que hace ensus seis clínicas españolas: más de 14.000al año de un total de 135.000. Pero no esposible ponerle cara porque rehuye a lascámaras. Guillermo Sánchez se ha hechomillonario. El negocio le va tan bien queacaba de expandir su imperio hasta LisboaMañana entra en vigor una ley más flexible en la interrupciónEn España hay 41 empresarios. El negocio puede crecer un 10%

LOS SEÑORESDEL ABORTO

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El senadorLertxundi, fundadorde la clínica vascaEuskalduna. Él diceque vendió su parti-cipación en 2009.

/ IÑAKI ANDRES

MARTÍN MUCHA

el millonario Guiller-mo Sánchez Andrés,uno de los pionerosdel aborto en Espa-

ña, no hay un retrato digno. Se ha en-cargado de hacer desaparecer todassus imágenes. Camina preocupadopor miedo quizás a que un flash in-tempestivo se cruce en su ruta. No co-loca fotos suyas ni en su centro másemblemático, la clínica Dator, el másantiguo y el buque insignia de un em-porio. En un periódico de los 80 apa-rece su retrato; es una mancha irre-conocible. Un ser dibujado en puntosnegros. Es, metafóricamente hablan-do, como el retrato del aborto en Es-paña. Parcial, en blanco o negro, difu-so. Basta navegar para darse cuentade que hay demasiados hechos oscu-ros en este asunto. Enmarañados enuna ya absurda discusión entre su le-galidad e ilegalidad [la ley ya estáaprobada, ergo es...]. Tanto es así quehay protagonistas que apenas se ci-tan. Los señores del aborto formanparte de este entuerto.

En esta historia de claroscuros,algunos —muy pocos— han dado lacara como Germán Sáenz de Santa-maría, dueño del centro que lleva sunombre y algunos más. O RobertoLertxundi que incluso fue elegidosenador y votó a favor de la nuevaley [aunque afirma que ya vendió suparticipación en el negocio en 2009].

Otros —la mayoría—, como Guiller-mo Sánchez Andrés, son sombras.No se les fotografía ni cuando acu-den al Congreso de los Diputados. Elanonimato como modus vivendi.

¿Los dueños de las clínicas de in-terrupción del embarazo son losmás beneficiados con la ley que en-tra en vigor mañana? Los antiabor-tistas afirman categóricamente quesí [prevén que el negocio aumenteun 10%]. Los empresarios afirmanque el negocio incluso habría dismi-nuido un 9% [por la píldora del díadespués y la menor inmigración: ca-si el 45% de los abortos en nuestropaís se realizan a extranjeras].

Fuera del debate están las cifras.Frías, pero esclarecedoras. Dicenque más del 95% de los abortos enEspaña se practican en clínicas pri-vadas. Desde su despenalización en1985 hasta hoy, en 25 años, se hanrealizado más de 1.500.000 de inter-venciones. Estos empresarios hanfacturado un monto superior a los500 millones de euros en ese lapso.

Tres de los 41 socios de las clíni-cas de aborto que existen en Españaformaron parte de los Encarceladosde 1986. Era una época turbia conun debate sobre el aborto que se pe-leaba palmo a palmo en las calles.Ese año, fueron detenidos 39 miem-bros de centros relacionados con elaborto. Entre ellos Guillermo Sán-chez Andrés, Ramón José Hernán-dez Lorenzo y Germán Sáenz de

Santamaría. Los dos primeros, so-cios de Dator; el último, de la clínicamalagueña que lleva su nombre. Lasfeministas los convirtieron en susbaluartes. «Esos médicos son repre-saliados por defender a las muje-res», les defendían.

[La ley aprobada en 1985 causórevuelo por permitir abortos en cir-cunstancias excepcionales: viola-ción, deformaciones o peligro demuerte de la madre. La nueva per-mitirá el aborto libre hasta las 14 se-manas y en ningún caso —comoocurría con la norma que caducarádentro de 24 horas— una mujer po-drá ser encarcelada].

El 18 de noviembre de 2008, Sán-chez se presentó en el Congreso. Hi-zo todo lo posible por no ser fotogra-fiado. Salió, agazapado, por la puer-ta de atrás. De su comparecencia só-lo quedó su discurso: «Mi nombre esGuillermo Sánchez Andrés, soy li-cenciado en Medicina y Cirugía porla Universidad de Salamanca y doc-tor por la Universidad de Cádiz... Se-gún nuestros datos, las interrupcio-nes de embarazo en menores se pro-ducen generalmente a los 16 años[un punto polémico de la nueva leytiene que ver con esta edad: si unachica de 16 alega «conflicto fami-liar» podrá abortar sin consenti-miento paterno]... En cuanto a lassemanas de gestación, nuestros da-tos indican que las mujeres deman-dan un aborto en estados tempranosde su gestación, en torno al 90% deellas antes de las 14 semanas». Unbalance hecho desde la autoridad.

Dator fue la primera clínica auto-rizada para interrumpir embarazos.Gracias a ella, Sánchez Andrés sehizo rico. Practica 6.000 abortos alaño, con un precio medio de 500 eu-

ros. Pero no es su único centro. Suexpansión empresarial abarca seisclínicas en cuatro comunidades au-tónomas: Aragón, Canarias, Madridy Extremadura. Más del 10% del to-tal de los abortos de España se pro-ducen en su emporio. Y va a porPortugal desde hace años.

La invasión lusa comenzó haceun lustro con sus centros en Badajozy Mérida. Entre 4.000 y 6.000 portu-guesas acuden a abortar allí. Su ex-pansión acaba de completarla con laapertura de Dos Arcos, una sede de1.000 metros cuadrados en Lisboa.

Ha formado parte de una treinte-na de sociedades que abarcan bio-tecnología, hostelería, inmobiliaria,telecomunicaciones, transporte ma-rítimo y un largo etcétera.

«Lo conozco desde los años 80.Somos como Los duelistas de RidleyScott. Nos demandamos mutua-mente. Lo he visto envejecer, engor-dar. Pasar de tener una melena cas-taña a tener el pelo entrecano. Laconversación que más recuerdo conél en estos años fue así. “Tú eres mé-dico como yo, sabes lo que es unaborto”, le dije. Se giró y respondió:

ABORTO / LOS DUEÑOS DEL NEGOCIO

Los antiabortistas dicen que aumentarán un 10%. Los empresarios afirmanque ya se ha reducido un 9% por la píldora del día después

SANCHÉZ ANDRÉS IMPIDIÓ QUELE FOTOGRAFIARAN EN SUINTERVENCIÓN EN EL CONGRESO

SÁENZ ADMITE HABER GANADO«BASTANTE DINERO» PERO NIEGASER UN «INDUSTRIAL DEL ABORTO»

DSon 41 los principales dueños, socios o empresarios del aborto de

España. Estos serían los 10 principales: Guillermo Sánchez socioprincipal de las clínicas Dator (Madrid), Actur (Zaragoza), Tara

(Tenerife), Guadiana (Badajoz), Los Arcos (Mérida), Tara (Fuerteven-tura) y Dos Arcos (Lisboa, Portugal). Participan su hermano SaturninoEmilio y Ramón Hernández. Germán Sáenz de Santamaría posee dis-tintos centros bautizados con su nombre en Málaga, Córdoba, Jaen yGranada. Francisco Navarro y Rafael González, Triana (Sevilla) y Ato-cha (Málaga), respectivamente. Sorprende un tándem de origen musul-man formado por Mohamed Zakaria El Abdellan El Kasen y MohamedRafia Dehni Passes que dirigen la clínica Callao (y el Retiro, en trámite,Madrid). Francisco Valero con Ginemur, Delta Médica y Deia Médica(Murcia). Santiago Barambio es el líder de la patronal y gestor de TutorMédica, ubicada en Cataluña, una de las que toma la posta de las clíni-cas del inefable Guillermo Morín. Mención aparte para el senador Ro-berto Lertxundi, fundador de Euskalduna, quien asegura haber vendidosu participación en uno de los mayores centros de abortos vascos.

LOS 10 MAYORES EMPRESARIOS

PIONERO. El malagueño Germán Sáenz de Santamaría, en 1986, se convirtió el primer médico encarcelado por realizar abortos. / JESÚS DOMÍNGUEZ

EL MUNDO / AÑO XXI, NÚMERO 768 CRÓNICA DOMINGO 4 DE JULIO DE 20102

“Yo a veces me asusto de lo que soycapaz de hacer por dinero”», afirmaJesús Poveda, presidente de Provi-da, quizás su mayor enemigo.

«Es un hombre de mediana esta-tura, cincuentón, guapo, de cabelloentrecano. Aquí tiene éxito entre lasmujeres de la clínica. Aparece poco.La última vez que lo vi fue en la cenade Navidad. Está casado, tiene cua-tro hijos. No es presumido. Pese aldinero que tiene, sólo usa un Merce-des», afirma una empleada de Dator.

Germán Sáenz de Santamaríatambién cayó detenido en 1986. Fueel primer médico en ingresar en pri-sión en España por practicar abor-tos. Desde la cárcel de Alhaurín de laTorre, dijo que estaba orgulloso delo que había hecho y admitió que ha-bía ganado «bastante dinero» consus clínicas, aunque ya entonces ne-gó ser un industrial del aborto. Uncalificativo que les asusta a todos.

Desde entonces, ha ganado millo-nes. Pero los miles de abortos practi-cados no han hecho que este ginecó-logo, historiador, empresario y abo-gado, se alineara en defensa de lasclínicas donde presuntamente seacababa con fetos de más de 23 se-manas. Es más, cuando se le pregun-tó por aquello, el ginecólogo fue con-tundente: «Son asesinatos». Todoesto lo dijo en una entrevista a ELMUNDO en un despacho austero yfuncional de un piso enorme dondeestá su clínica, en el edificio Scala2000 de Málaga. Ahora, divide eltiempo entre Madrid, Málaga y Uru-guay, donde tiene negocios.

Este médico alto, de dedos finísi-mos, políglota se define como un li-beral, posición a la que dice que hanllegado muchos de sus compañeroscomunistas de la época de Franco.

ESPAÑOLAS HACINADASSu primer contacto con el aborto fueen Alemania, donde estaba haciendola residencia en ginecología. Cuentaque viajó a Holanda acompañando auna compañera. Quedó impresionadoal ver a muchas españolas esperandoallí en casetas prefabricadas. Se pro-puso que sus compatriotas no tuvie-ran que salir del país para abortar.

La redada policial en la que cayódetenido fue tremenda, con 30 muje-res llevadas a la cárcel, muchas deellas recién salidas del quirófano. Dehecho, él mantiene que los excesosde 1986 hicieron que años despuésno se tomaran medidas contra lasclínicas que incumplían la ley. [Co-mo las del famoso empresario Car-los Morín, infectado de VIH, quienpracticaba abortos ilegales].

El perfil de este pionero de losabortos en España es mucho máspúblico que el de Francisco NavarroCobos o el de Rafael González Bra-vo, los dos con clínicas abortistas,los dos empresarios desconocidosen la esfera pública, pero no en lospasillos del poder sanitario andaluz.El primero es propietario de la clíni-ca Triana, entre otras, y el segundode la Clínica Atocha, además deotras empresas. Un concurso, deagosto de 2007, mediante el cual laJunta de Andalucía adjudicaba a es-tas dos clínicas el servicio públicopara los abortos de más de 12 sema-nas o en situación de riesgo —por unimporte de cinco millones de eu-ros— fue anulado por el TSJA , al en-

NACIERON. Zulma, de 23 años, con sus mellizos a los que quiso abortar. «Vi que el pequeño me sonreía y me levanté de la camilla». / ANTONIO TEXEIRA

ANTONIO TEXEIRA

ué culpa tiene el feto de que no tengasdinero?», pregunta Zulma mirando a la

mesilla de madera de su habitación sobre laque descansa una ecografía en tres dimensio-nes. «No tengo perdón», dice la joven de 23años. Hace ahora poco más de un año queZulma y su pareja se quedaron sin trabajo y de-cidieron interrumpir el embarazo gemelar decuatro meses que tanta ilusión les había produ-cido. Contaba con el respaldo de su novio,cinco años mayor, y una fecha: el 15 de marzode 2009. A las 11 horas de aquella mañanaabortaría. «La crisis iba a acabar con mis hi-jos», dice la paraguaya antes de cortar en secola frase. Luego se mira y se repugna. Cambia elángulo y el registro. Sonríe. Mira a José Luis ya Jacqueline. Los besa y abraza. Las criaturasno paran de reír, ajenos a lo que llega a sus oí-dos. «Perdón por aquella puñetera decisión».

Aquella mañana Zulma acudió a una clínicaprivada, se tumbó sobre la camilla y se relajó.«Sólo quedaba que el médico decidiera si erapor cesárea o no». Zulma repetía «perdonadmehijos míos, perdonadme»... Hasta que miró lapantalla de la ecografía. «Quería despedirmede ellos. Vi que el pequeño me sonreía y ella es-taba chupándose el dedo…». Zulma abre laspalmas de sus manos para enterrar su rostrobajo ellas. «Me levanté de la camilla y salí».

«Me dijeron: “No se puede marchar, seño-rita. Tiene que abortar porque su novio ha pa-gado 600 euros”. Mi novio no daba crédito. Yotampoco». Finalmente, gracias a este arrepen-timiento, José Luis y Jacqueline pasaron a en-

grosar la lista de los 492.931 bebés que nacie-ron el pasado año en España, 25.572 menosque en 2008. Una reducción del 5% y, segúnanuncian los expertos, es posible que la cifrasiga cayendo empujada por la crisis. «Es posi-ble que, ante la coyuntura económica hayamás de una familia que decida abortar», dice elinvestigador de CSIC Julio Pérez. Ahora bien,«no creo que esa sea la actitud generalizada».

No ha sido el caso de Zulma, pese a las ad-versidades a la que se enfrenta. Su pequeñoJosé Luis acaba de chapurrear una palabra queserena a su madre. Es tranquilo. No así su her-mana melliza, Jacqueline, que busca y vuelve abuscar por entre la boca con ayuda de sus de-dos. «No me arrepiento de haberlos tenido. Yeso que mi novio me dejó al dar a luz», seapena. Desde hace un mes, Zulma cuida deotros dos bebés «para sacar 400 euros». Todolo que entra en su bolsillo, sale a los pocos días.En su cuenta no tiene un euro.

También tenía un final señalado en el calen-dario Steve. Este pequeño de un año y mediocorretea ahora colgado a un biberón de lechecon cacao, pero cuando engordaba en el vien-tre, a los cinco meses y medio, su madre estuvoa punto de interrumpir el embarazo. «Me aca-baban de echar de cajera de un centro comer-cial. Y no teníamos ni para abortar», recuerdaMaría Luisa, madrileña, de 20 años, quien pintóuna mentira para hacerlo gratis en un hospitalpúblico. «Gracias a una amiga asistenta socialconseguimos un justificante clínico que testifi-caba que tener al bebé me afectaría psicológi-camente», dice con naturalidad juvenil. Teníacita para octubre de 2008, en el Hospital La Paz

de Madrid, pero finalmente no abortó porquesu pareja tuvo remordimientos. «Y esa mañaname encerró en casa bajo llave. Llamaron delhospital a casa y mentí. Aseguré que habíacambiado de opinión», cuenta.

—¿Te arrepientes?—Puff... —María Luisa echa la mirada al

suelo—. Si me pilla el embarazo ahora, con lanueva ley, aborto. Ninguna de mis amigas en-cuentra trabajo y de quedarse alguna embara-zada, encima sin cheque bebé, abortará.

Justo mañana entra en vigor esa ley que tanbien conocen las amigas de María Luisa. Nin-guna supera los 25 años. A ninguna le interesala política, pero todas se han puesto al día so-bre los plazos para interrumpir su embarazo.El punto más polémico, con todo, es el quepermite a las menores de 16 y 17 años abortarsin consentimiento paterno. A Bernardina nole parece bien: «No es posible que si mi hijaAmaya quiere abortar cuando sea mayor, nime lo diga; para que la apoye, por lo menos».Apoyo es lo que más echó en falta ella cuandodecidió dar el paso. Esta paraguaya de 28años fue despedida hace ocho meses del ho-gar donde limpiaba. Embarazada de 16 sema-nas, se vio sin trabajo y sin dinero. «Cuandoagarré el teléfono para llamar a una clínicaabortiva, lo lancé contra el suelo. Me estabavolviendo loca», dice. Forma parte de esegrupo de mujeres a las que los problemas eco-nómicos la llevaron a casi interrumpir su em-barazo. Ahora se enorgullece de haber evitadoque la crisis se llevara a su niña. Tiene ceroeuros en el banco, sí. Pero entre sus brazos,«el mayor de los tesoros».

TRES QUE SE ARREPINTIERON ANTES DE ABORTAR

Desde la ley de 1985, en España se han realizado 1,5 millones deintervenciones. La cantidad facturada por las clínicas: más de 500 millones

contrar el tribunal andaluz que elproceso estaba amañado para bene-ficiarles. Es un precedente de lo quepodría pasar con la nueva ley, dondela Seguridad social financiará unmayor número de intervenciones,que se presupone se realizarán enclínicas privadas.

Otro caso peculiar es el de Rober-to Lertxundi. En 1968 formó partede ETA. Este senador socialista de

52 años es licenciado en Medicina,andrólogo y ginecólogo. Protagoni-zó una polémica enorme al desvelar-se que fue fundador de la ClínicaEuskalduna en 1992, uno de los cen-tros que mayor cantidad de abortospractica en el País Vasco. Organiza-ciones antiabortistas plantearon lapolémica. Su ficha oficial comomiembro de la Cámara Alta señalaque sólo ejerce una «actividad médi-

ca en régimen de licencia fiscal, en elequipo de ginecología, andrología yreproducción humana de la ClínicaEuskalduna compatible con las acti-vidades como senador». Consultadopor Crónica, reconoce su papel co-mo fundador pero asegura que «a fi-nales de 2009» abandonó su «papeleconómico en Euskalduna».

Nos respondió desde su despachoallí. No quiso responder más pre-

guntas. La organización ultraconser-vadora Derecho a Vivir se preguntó:«¿Es legítimo que un empresarioabortista vote la ley del aborto?».Montó una campaña contra él. Enfebrero de 2010, igual participó en laelección. Fue uno de los 132 votosque aprobaron la ley que entra en vi-gor mañana.

Con información de Berta González de Vega

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