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Palomar Dora Alonso A Laida, Tania, Hielen y Alejandro. Bandera sobre el Turquino Mi pañoleta voló hasta la Sierra Maestra. Fue a saludar al Turquino y allí quedó de bandera junto a los montes cubanos, entre el sinsonte y la ceiba.

LOS ZAPATICOS DE ROSA - papalotero.bnjm.cupapalotero.bnjm.cu/autores/66/514/514.pdf · Perfumado está el jardín cuando la dama de noche viste, sin tela ni broche, su camisón de

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Palomar

Dora Alonso

A Laida, Tania, Hielen y Alejandro.

Bandera sobre el Turquino

Mi pañoleta voló

hasta la Sierra Maestra.

Fue a saludar al Turquino

y allí quedó de bandera

junto a los montes cubanos,

entre el sinsonte y la ceiba.

Jardín

Lluvia

Chin chin,

Las gotas de agua;

chin chin,

caían las gotas;

chin chin,

¡qué lluvia tan clara

-chin chin-

mojaba la rosa!

Desaire

Por no dejarla pasar

a la fiesta del jardín,

no se cansa de llorar

la rosita de maíz.

Rueda rodando

Piedrecita redonda,

rueda que rueda

para que te conozca

la hierbabuena.

De vez en cuando,

y como si jugaras,

rueda rodando.

Rueda apurada:

en el patio te espera

la verdolaga.

Rueda de prisa,

que viene a saludarte

la hierbaluisa.

La presumida

A Nubia.

La brujita rosada,

¡tan presumida!,

para acudir a la Plaza

se ha comprado una sombrilla;

un abanico de guano

para el verano,

y zapaticos negros

para el invierno.

Semana

Domingo, jazmín.

Lunes, azucena.

Martes, clavellina.

Miércoles, violeta.

Jueves, heliotropo.

Viernes, madreselva.

Con la mariposa

el sábado llega,

y con esa flor

la semana cierra.

La mata de toronjil

La mata de toronjil

puso una carta al correo

para el agüita de abril.

Ella no la contestó

porque esa niña es modorra:

no conoce ni la O.

Las informales

Qué flores más informales

Las que tienen la picuala:

Son distintos colores…

¡y con olor a manzana!

Titiritera

Un títere campesino

junto a su casa sembró

semillas de pino blanco,

de framboyán y limón.

Al llegar la primavera

juguetes al pino dio,

el framboyán cascabeles

y pájaros el limón.

Madama

Gran señora del jardín

-de ropa y quitasol verdes-,

ya se recoge la falda

para no rozar el césped,

ya entre remilgos se luce

y melindrosa se mueve.

¡Qué elegancia

de figurín de copete,

la madama!

Caballero

Caballero es el romero.

A la feria, de sombrero,

va el romero, y de bastón.

Y no sabe el caballero

que primero -¡lo primero!-,

si se toca el corazón,

es sentirse compañero,

aunque vaya sin dinero

ni corbata el caballero,

sin sombrero ni bastón.

Las caprichosas

A la vicaria blanca

-quién lo pensara-

no le gusta ser blanca

sino morada.

Y la morada

-quién lo dijera-

piensa tomar un curso

de enredadera.

Jardín

Perfumado está el jardín

cuando la dama de noche

viste, sin tela ni broche,

su camisón de dormir.

La flor de la calabaza

Por la tarde, en la ventana,

¡qué amarillita lucía

la flor de la calabaza!

El maíz dijo al pasar:

-Ese color tan bonito

se lo acabo de prestar.

Patatín Patatán

Patatín, ya salió el sol;

patatán, y canta el gallo.

Patatín, se abren ahora;

patatán, los aguinaldos.

Patatín patatán:

¿cuántas abejas

sobre las flores

volando están?

Maravilla

La flor de la maravilla,

cuando acaba de llover,

en los charquitos del agua

quiere mojarse los pies.

Pena

Las flores del coralillo

Se quedaron sin abejas

Por culpa del romerillo.

¡Qué pena!

El aguinaldo rosado

con el jazmín de la tierra

las estaban consolando.

Suceso

El clavel perdió un zapato

y va cojeando de un pie.

¡Ay, su zapatico nuevo

que lo acaba de perder!

Saltando de charca en charca

allá va él,

y nadie lo ayuda, nadie.

Nadie lo ve.

Un resfriado muy fuerte

tendrá mañana el clavel.

Como una niña fina

A Belkis, que ya sueña.

Como una niña fina,

la flor de pascua,

si la moja el rocío

le da las gracias:

-Muchas gracias, Rocío.

-No hay por qué darlas.

-¿Hasta mañana, entonces?

-Hasta mañana.

Corral de ponies

Trota que llega

Por el camino

de la arboleda

trota que trota,

trota que llega.

Verde la cincha,

cola trenzada,

montura roja

y alforja blanca.

Corre ligero,

brinca que salta,

cruza que vuela,

vuela que pasa.

(Porque la carga

no se la siente

el caballito

de San Vicente.)

En el corral

Un caballo de queque

entró al corral

para que lo enseñaran

a relinchar.

Aclaración

Para Andresito Pi,

dueño de las preguntas.

Quien entienda de caballos

que lo aclare de una vez:

¿a qué raza pertenece

el caballo de ajedrez?

No le gusta el campo,

no sabe comer,

ni lleva herraduras

ni puede correr.

¿Qué caballo es ése...?

¿Qué caballo es?

El caballito enano

Pirulí,

el caballito,

come pan

bien tostadito;

bebe leche,

come azúcar

y cogollos

y maíz,

y se queda chiquitico

el caballo Pirulito,

Pirulillo, Pirulino,

Pirulí.

De cartulina

Cuatro caballos

salen trotando,

cruzan piafando,

van relinchando

de calle en calle,

de esquina a esquina.

Son los caballos de la baraja:

cuatro caballos de cartulina.

Espuma y cristal

Canción para Sorín.

El mar me dio un caballito,

Sorín Surí;

un caballito de mar.

De agua azul es el caballo, Sorín Surí,

que te quiero regalar.

De la mar cubana

-espuma y cristal-

es el caballito

que vas a montar.

Lamento

Hay que buscarle un pañuelo

al caballito del diablo

porque no tiene consuelo.

Repite y llora: «Sin duda,

quien me apodó de ese modo,

fue alguna araña peluda».

Paseo

Caballito zaino,

llévame a pasear;

quiero ver el campo,

quiero ver el mar.

Si llegas cansado,

te podrás echar

a la verde sombra

de una palma real.

Visita

Al corral de los ponies,

como un extraño,

un caballo de fuerza

llega apurado.

-¡Vaya con el intruso!

-relinchan todos-.

¿Qué busca este forzudo

entre nosotros?

Los tres caballos

A Pulgarcito Edgar López.

Piqui,

piqui,

piqui...

Eran tres caballos:

el moro,

el negro

y el bayo.

Piqui, piqui, piqui...

piqui,

piqui,

piqui,

Piqui, piqui, piqui...

Con sus tres jinetes

pasaron marchando.

Caminante

Vengo de muy lejos,

¿puedo pasar adelante?

-Sintiéndolo mucho,

en este corral

no se admiten burros.

-Me llamo Platero...

¡Haberlo dicho antes!

Sin saberlo

Llevando grandes espuelas

y sombrerón de yarey,

se mareó el mejor jinete

venido de Camagüey.

Por tres veces el mareo,

que lo contemos muy bien,

fue por montar, sin saberlo,

un potro de carrusel.

Protesta

Muy molesta anda la escoba

al saber que es una bruja

el jinete que la monta.

Protesta de casa en casa,

y apurado escandaliza

de la noche a la mañana:

-No entiendo de brujería,

ni me complacen las brujas,

ni soy de caballería.

Ese vaquero

Para Darío Damián,

que da sus primeros pasos.

Ese vaquero

tan celebrado,

de espuela y lazo,

bota y pañuelo.

Ese vaquero

de cinto ancho,

de gran sombrero,

domó el caballo

de San Fernando,

un rato a pie

y otros andando.

Mar cubano

El mar echado

Echado sobre la playa

saca sus cuentas el mar

con una pluma de garza

y tinta de calamar.

Serafina

¡Qué susto se llevó el mar

al ver unos pececitos

que no sabían nadar!

Serafina,

la tortuguita marina,

fue quien los pudo salvar.

Por la mañana

Por la mañana temprano

suena el mar un caracol:

así saben las gaviotas

que ya el sol apareció.

Señora Gaviota

Nana para Nadia Mulet.

-Señora Gaviota,

¿por qué llora el mar?

-Porque un pececito

se dejó pescar.

-Yo buscaré uno,

yo buscaré dos:

uno para el mar

y otro para vos.

Adivinanza

En un caballo de arena

llego un bravo capitán

vestido de azul y blanco.

-Es el mar.

Canción de Marilola

(una sirena de verde cola)

Juana Luz,

la Luna.

Juan Sin Paz,

el Mar.

El Sol,

Juan Candela,

y el Viento,

Don Juan.

El mar niño

A Ismaelito.

Cuando el mar era chiquito

jugaba el río con él:

era entonces un charquito

con un solo pececito

y un barquito de papel.

Regalos

Sus amigos pescadores

le regalaron al mar

una gorra de almirante

y una vara de pescar.

(Pero el mar cambió la gorra

por otra de capitán,

y les devolvió la vara,

porque no sabe pescar.)

Siesta

Que no canten las sirenas

y el viento no silbe más:

el viejo mar se ha dormido

oyendo cuentos de mar.

Anuncio

«¿Le agrada la natación?

Un joven delfín se ofrece

como instructor.

Da clases de enero a enero

y brinda a usted sus servicios

en el mar de Varadero».

Una pena tiene el mar

Sus blancas barbas de espuma

el mar se mira en el mar.

Su larga melena mira

de blanca sal.

Y, al contemplarse tan viejo,

rompe a llorar.

Advertencia

Dijo el mar muy agitado

al ver un pez volador:

-Vuela con mucho cuidado,

en la playa hay apostado

un experto cazador.

El mar enfermo

-El mar está enfermo.

-¿Y cuál es su mal?

-Parece que tiene

muy alta la sal.

Cambio

A Marígnea, hijo del mar.

Como me siento cubano

-dijo el mar-,

doy mi blusa marinera,

mi gaviota mensajera

y un coral,

por un sombrero de guano.

Y doy por una guitarra

-dijo el mar-,

una sirenita rubia

que está empezando a cantar.

Juguetería

De piña, fresa y limón

Para Giovanni,

cazador de estrellas.

Al cumplir sus dos revuelos

el Gallito de Morón,

le compraron sus abuelos

un kilo de caramelos

de piña, fresa y limón.

Preguntas

-¿Qué dijo la rana?

-Que no iba a cantar.

-Y el sapo, ¿qué hizo?

-Se puso a llorar.

Lorito real

Un loro loro

de moño verde,

de verde pluma

verde cristal,

iba a la escuela

y aprendía mal.

El loro loro

de moño verde,

de verde pluma

verde cristal,

sólo aprendía

y repetía:

-Lorito real,

tú para España

y yo para Portugal.

María Moñitos

Para Blanca Margarita Veigas,

otra María Moñitos.

María Moñitos

tiene una bata

de papel fino,

larga y rizada.

Si el viento sopla,

va por el aire María Moñitos

como una nube,

como una garza,

como la vela de algún barquito.

Festival

A María Carla.

En el Festival

de los tomeguines

todo salió mal:

los del pinar,

muy figurines,

no sabían bailar;

los de la tierra

sólo daban vueltas

y, al final,

se durmió la orquesta.

¡Todo salió mal!

Cantar

Entre las ramas del pino

una tojosa cantaba:

«Quisiera ser una niña,

pero sin perder las alas».

Antón Pirulero

-Amigo Antón Pirulero,

¿dónde está la mariposa

que agarró con el sombrero?

-La solté en el naranjal

después de darle un pañuelo,

porque se puso a llorar.

Vacaciones

La gatita barcina

prefiere los sabores

de la cocina.

El gato negro

anda siempre buscando

pescado fresco.

Y los ratones

se pasan todo el tiempo

de vacaciones.

Amistad

Como estuvo acatarrado

el Gallo de la Veleta,

y ando muy desabrigado,

el Medio-Pollo, apurado,

le regala una chaqueta.

Tinaja

En la tinaja de barro,

en la redonda tinaja,

¡clin!

¡clon!

la gota de agua.

Un pianito de cristal,

una gota malcriada,

un agüita musical,

¡clin!

¡clon!

cantando en la madrugada.

Fuga

Para Sándor González.

De la carita de Sándor

la sonrisa se fugó

llevándose en la mochila

un pañal y el biberón.

Se fue camina y camina,

camina que caminó

a pintar a los zunzunes

el pico de otro color.

Majadería

La paloma mensajera

se propone trabajar

como viajante o cartera.

¡Paloma tan majadera

no la quiere el palomar!

Rodeo

Los pájaros carpinteros

fabricaron un corral

y quieren dar un rodeo

con los toritos de mar.

¿Dónde encontrarán vaqueros

que se atrevan a montar...?

Números

A la casita del 1

el 2 se quiso mudar,

el 3 salió de paseo,

el 4 fue a patinar.

Cortaba madera el 5,

el 6 repartía el pan

y el 7, el 8 y el 9

se fueron a navegar.

Sin timonel

Arrancada por el viento

cayó una hojita en el agua.

Mírala cómo navega,

barca verde, verde barca

sin vela ni timonel,

al garete por la charca.

Duda

La gallinita moñuda,

al ver un Pipisigallo,

del susto ha quedado muda;

y está pensando, en la duda:

«¿Será de veras un gallo?»

Luna y espejo

A Sandrita y Lourdes.

La casa de Cenicienta

tiene una sola ventana;

la cierra si está lloviendo

y la abre cuando escampa.

En la casa no hay espejo,

y Cenicienta, asomada,

espera en ella a la Luna

para mirarse la cara.

Colorito

-Pito Pito,

colorito:

¿dónde vas

tan bonito?

-A la escuela

y al jardín,

con Martín

Colorín.

Nadie sabe

El payaso de algún circo

Tin Marín pudiera ser;

pero la cúcara mácara

nadie sabe lo que es.

Paloma y Palomo

Palomita blanca,

pico de coral,

el palomo nuevo

se puso a llorar

-suspirito viene,

suspirito va-

porque se lo llevan

de tu palomar.

Pascual

¡Pascual!

-llama la guinea-.

¡Pascual! ¡Pascual!

Todo el año,

¡Pascual!

Si sube a la rama,

¡Pascual!

Debajo del árbol,

¡Pascual!

Gallinita de Guinea,

¿lo buscaste en el corral?

Encargo

Por carta certificada

encargó el Gallo Pelón,

con letra muy adornada,

una peluca rizada

de plumitas de gorrión.

Fuente original: Palomar, 2004

Ilustraciones: Reinier Quer (Réquer)