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Lou Andreas-Salomé y Freud: el psicoanálisis frente a la metafísica de origen romántico Lic. Juan Pablo Roldán - Pontificia Universidad Católica Argentina Revista Observaciones Filosóficas - Nº 15 / 2012 - 2013 Resumen La escritora de origen ruso Lou Andreas-Salomé es considerada una figura legendaria por la controvertida relación que mantuvo en su juventud con el filósofo Friedrich Nietzsche. Tal vez sea menos conocido el hecho de que Salomé constituyó una presencia destacada en el desarrollo del movimiento psicoanalítico. Desde comienzos del siglo XX y hasta su muerte en 1937 mantuvo un estrecho vínculo con Sigmund Freud. El maestro vienés la consideró con agudeza “una entendedora par excellence”, cualidad que explica el efecto estimulante que causaba sobre el pensamiento de sus interlocutores. El estudio de la obra psicoanalítica de Salomé y de su contrapunto intelectual con Freud brinda una perspectiva privilegiada sobre la importancia que el pensamiento metafísico monista, de origen romántico, tuvo en la obra de este último. La sencilla coherencia de Salomé en este punto es un espejo en el que se refleja el carácter complejo y dramático del pensamiento de Freud, siempre en tensión por una doble inspiración metafísica. Lou Andreas-Salome: psychoanalysis facing metaphysics Abstract The Russian-born writer Lou Andreas-Salome is considered a legendary figure because of the controversial relationship she had in his youth with the philosopher Friedrich Nietzsche. Perhaps less well known is the fact that Salome was a personality in the development of the psychoanalytic movement. Since the early twentieth century until his death in 1937 she maintained a close relationship with Sigmund Freud. The Viennese master found her “an understander par excellence”, quality that explains the stimulating effect on the thinking of its partners.

Lou Andreas Salomé y Freud El Psicoanálisis Frente a La Metafísica de Origen Romántico

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Lou Andreas Salomé y Freud El Psicoanálisis Frente a La Metafísica de Origen Romántico

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Lou Andreas-Salom y Freud: el psicoanlisis frente a la metafsica de origen romnticoLic. Juan Pablo Roldn - Pontificia Universidad Catlica ArgentinaRevista Observaciones Filosficas - N 15 / 2012 - 2013

ResumenLa escritora de origen ruso Lou Andreas-Salom es considerada una figura legendaria por la controvertida relacin que mantuvo en su juventud con el filsofo Friedrich Nietzsche. Tal vez sea menos conocido el hecho de que Salom constituy una presencia destacada en el desarrollo del movimiento psicoanaltico. Desde comienzos del siglo XX y hasta su muerte en 1937 mantuvo un estrecho vnculo con Sigmund Freud. El maestro viens la consider con agudeza una entendedora par excellence, cualidad que explica el efecto estimulante que causaba sobre el pensamiento de sus interlocutores.El estudio de la obra psicoanaltica de Salom y de su contrapunto intelectual con Freud brinda una perspectiva privilegiada sobre la importancia que el pensamiento metafsico monista, de origen romntico, tuvo en la obra de este ltimo. La sencilla coherencia de Salom en este punto es un espejo en el que se refleja el carcter complejo y dramtico del pensamiento de Freud, siempre en tensin por una doble inspiracin metafsica.

Lou Andreas-Salome: psychoanalysis facing metaphysicsAbstractThe Russian-born writer Lou Andreas-Salome is considered a legendary figure because of the controversial relationship she had in his youth with the philosopher Friedrich Nietzsche.Perhaps less well known is the fact that Salome was a personality in the development of the psychoanalytic movement. Since the early twentieth century until his death in 1937 she maintained a close relationship with Sigmund Freud. The Viennese master found her an understander par excellence, quality that explains the stimulating effect on the thinking of its partners.The study of the psychoanalytic work of Salome and her intellectual counterpoint to Freud provides an insider's perspective on the importance that monistic metaphysical thought, originated in Romanticism, took in the work of the latter. The simple consistency of Salome at this point is a mirror that reflects the complex and dramatic character of Freud's thought, always in tension due to a double metaphysical inspiration.Palabras claveHistoria de la Psicologa, Filosofas, Salom, Freud, Teora psicoanaltica, Narcisismo, Amor.

KeywordsHistory of Psychology, Philosophies, Salom, Freud, Psychoanalytic theory, Narcissism, Love.

La musa inspiradora y su filiacin con el psicoanlisis freudiano.Michel Foucault daba la razn a Clemnce Ramnoux en 1964, acerca de que la relacin entre Freud y Nietzsche constitua un autntico misterio, del que poco se saba, y cuya clave tal vez residiera en la figura de Lou Andreas-Salom1.Quin fue Lou Andreas-Salom? Una clebre, hoy da olvidada, literata de finales del siglo XIX? La filsofa rusa que se dio el lujo de rechazar amorosamente a Nietzsche? o la intelectual excntrica que decidi, un buen da, de buenas a primeras, dejar de escribir novelas y dedicarse al psicoanlisis? Lou Andreas-Salom era algo de eso y mucho ms. Louise von Salom tuvo un papel destacado dentro y en la conformacin del psicoanlisis: ocupo un lugar muy cercano a Freud, quien la consideraba una interlocutora sagaz y una amiga entraable. Sin embargo, es ms conocida como la musa inspiradora de dos de los hombres ms influyentes del siglo XIX y XX: Nietzsche y Freud.La importancia de su pensamiento radica en que es capaz de crear una reflexin verdaderamente original a partir -empero- de su encuentro con la filosofa nietzscheana, y que llega a su mxima explosin una vez hecha su filiacin al psicoanlisis freudiano; con lo anterior quiero decir que ella se retroalimenta de ambas disciplinas pero ante todo su pensamiento y estilo son absolutamente nicos. Y cranme, que no dejarse apabullar por semejantes personalidades y a partir del mtodo filosfico-psicoanaltico que ella adereza con su propia creatividad, elaborar un examen del ser humano como Lou lo hizo a lo largo de su obra, le otorga por derecho propio su lugar en la historia.Hoy en da se conocen muchos otros aspectos de esta relacin y, efectivamente, se ha descubierto que el estudio de la vida y de las obras de la escritora de origen ruso aporta datos decisivos a este respecto. Se sostiene en estas lneas que el anlisis de la obra psicoanaltica de Salom y de su contrapunto intelectual con Freud brinda una perspectiva privilegiada sobre la importancia que el pensamiento metafsico monista, de origen romntico, tuvo en las ideas de este ltimo. La sencilla coherencia de Salom en este punto es un espejo en el que se refleja el carcter complejo y dramtico del pensamiento de Freud, siempre en tensin por una doble inspiracin metafsica. El pensamiento de Freud habra sido animado tanto por el monismo de origen romntico2 y por el monismo positivista materialista3, por un lado, como por lo que podra llamarse un personalismo4 -o atencin por la consistencia y valor del hombre singular-, por otro. La atencin a esta dinmica entre elementos contrapuestos tal vez sea la mejor clave hermenutica para abordar el estudio de la relacin intelectual entre Freud y Salom.Se perfilarn aqu algunos matices de esta relacin, combinando las perspectivas temtica y cronolgica.

Salom, la entendedoraEn una carta de 1916, Freud elogiaba a Salom llamndola una entendedora par excellence5. En dilogo con ella, los reconocidos pensadores que frecuentaron su amistad a lo largo de su vida se sintieron forzados a ser coherentes y profundos. Salom tuvo una particular sensibilidad para descubrir y reunir los rasgos de una opcin metafsica monista dispersos en el pensamiento de un autor, aunque no dej de reconocer con lucidez las objeciones propias de una postura personalista. Se resista con perseverancia a los discursos eclcticos producidos por una reflexin descuidada o superficial. Tal vez la obra de Salom no haya sido tan importante en s misma como lo fue el efecto que caus en sus interlocutores.La entendedora de NietzscheEnero de 1882 fue para Nietzsche el comienzo de un tiempo de esperanza que durara unos cuantos meses. En Gnova, rodeado de un clima benigno favorable a su delicada salud, escribe su conocido Sanctus Januarius, incluido en el Libro Cuarto de La gaya ciencia:T que con una lanza de fuego has roto el hielo de mi alma y la empujas hacia el mar espumoso de sus ms altas esperanzas, cada da ms claro y ms sano, libre en una sujecin amable, por eso ella celebra tus milagros oh, mes de Enero, el ms hermoso! 6

Roto el hielo de su alma, Nietzsche sinti que la realidad no atentaba contra l -como correspondera a una concepcin monista, en la cual el individuo siempre se encuentra amenazado por el Todo- sino que poda confiar en una especie de Providencia -aunque, paradjicamente, impersonal-, que no quitaba libertad sino que brindaba una sujecin amable. Experimentaba en aquellos das que, en ocasiones, [el amable azar] nos lleva de la mano y la ms sabia Providencia no podra imaginar una msica ms bella7.En junio escriba a Franz Overbeck que se encontraba sometido hasta tal punto que [se] arrojara a las fauces de un len8 y a Paul Re que tena plena confianza en este ao y en el misterioso juego de dados acerca de mi destino9. Ese mismo mes, declaraba en una misiva a Salom que haba recado nuevamente en mi fatalista sumisin a Dios, pese a lo cual sigo creyendo que todo debe redundarse en el mejor de los provechos...10.El primer encuentro entre Nietzsche y Salom, en abril de 1882 en la Catedral de San Pedro de Roma fue, para el primero, la confirmacin de esta bondad providencial. Nietzsche salud a la entonces joven de diecinueve aos dicindole Desde qu estrellas hemos venido a caer aqu, uno frente al otro?11. Acarici la idea -una vez ms, contraria al monismo metafsico que profesaba- de que un encuentro personal era posible. No quiero estar ms solo, y quiero convertirme de nuevo en un ser humano, escribi en julio de ese ao a Salom12. Envuelto en este estado de nimo, Nietzsche se enamora de Salom y llega a proponerle matrimonio.En diciembre de ese ao la aventura sentimental de Nietzsche haba terminado. La mano providencial fue reemplazada por el azar cruel. As lo declara a su amigo Franz Overbeck:Este ao volv a estar cerca de los con verdadero anhelo; crea tener derecho a un poco de amor y respeto. Encontr el desprecio, la suspicacia y una indiferencia llena de irona Por un azar desgraciado viv las cosas de la forma ms cruel. 13En febrero de 1883 Nietzsche completa su reflexin sobre los acontecimientos del ao anterior concluyendo en una carta a Franz Overbeck que su error el ao pasado, fue abandonar la soledad14. Anuncia, adems, que, a pesar de que, como consecuencia de su ruptura con Salom, estaba dentro de un verdadero abismo de sentimientos, consigui elevarse casi verticalmente, desde el abismo hasta mis cumbres15, mediante un frenes creativo del que surgi As habl Zaratustra. Por una parte, esta obra implica un paso adelante en la lucidez monista respecto de La gaya ciencia. Por otra, las energas creativas empleadas en su concepcin tal vez fueron un dique que contuvo por un tiempo el desmoronamiento mental del autor.16Cul fue el factor que decidi este cambio en el nimo de Nietzsche, conforme al cual renunciara a su optimismo csmico y sentimental? Sin duda, se trat de Lou Andreas- Salom, la entendedora17.Afirma Safranski que lo insoportable para Nietzsche fue pensar que [Salom] lo entendiera tan profundamente y luego lo abandonara y lo dejara atrs como un estadio de su proceso de formacin18. Cabra agregar que el dramatismo del caso no radica slo en la situacin de orgullo herido de un Nietzsche despechado, sino sobre todo en que Salom lo enfrenta con agudeza a las consecuencias de su propio pensamiento. Nietzsche pretenda una relacin en la que su filosofa fuera vivida hondamente por ambos. Salom acepta esa filosofa y la encarna durante toda su vida. Ahora bien, la consecuencia de esa actitud era, inevitablemente, la renuncia a una relacin personal permanente. Esta frialdad de Salom, que tanto hizo sufrir a muchos de sus amantes, era coherente con sus principios filosficos.As lo explicaba Salom aos despus:El hecho de separarse de personas a las que han estado unidos no tiene por qu ser considerado necesariamente como un abandono, puede muy bien ser un gesto de respeto que les devuelve a la totalidad ()para una mujer no resta sino la eleccin entre la insuficiencia y la infidelidad. 19Si los seres particulares carecen de consistencia, la fidelidad a una persona, segn Salom, es la infidelidad al todo. Fidelidad, por ello, es sinnimo de insuficiencia.Freud se extraaba de la imperturbabilidad de Salom frente a una existencia que consideraba trgica, cualidad que la tornaba lejana e inalcanzable:Los que estaban ms prximos a ella tuvieron la ms intensa impresin de la autenticidad y de la armona de su naturaleza y pudieron descubrir con asombro que todas las fragilidades femeninas y tal vez la mayor parte de las fragilidades humanas le eran ajenas o haban sido dominadas por ella en el curso de su vida. 20Tngase presente la relacin entre esta frialdad e independencia y su pensamiento metafsico de fondo. La entrega a otro ser particular era rechazada por Salom como una incoherencia filosfica. A sus ojos, Nietzsche habra sido indigno de su genio al declararse enamorado de ella. La decisin heroica con la que Nietzsche acomete la escritura de su Zaratustra, totalmente solo ante [su] tarea y buscando un baluarte contra lo ms insoportable21 22 es, en buena medida, el reencuentro de su intuicin originaria al que Salom lo conduce. As lo reconoce Nietzsche al afirmar que con [su] hijo Zaratustra haba de ascender hacia una alegra mucho ms all que cuanto haya podido expresar con palabras hasta el momento23. Se trata de una nueva verdad que le fue accesible al haber retornado al camino original abandonado:La singular desgracia del ao pasado y del precedente radic estrictamente hablando en el hecho de que cre haber encontrado a alguien que tena mi misma tarea. Sin esta creencia precipitada no habra sufrido tanto, ni sufrira el actual sentimiento de incomunicacin Pues estoy, y estaba, preparado para realizar solo mi viaje de exploracin hasta su trmino. Pero tan pronto como tuve el sueo de no estar solo el peligro se hizo terrible. An ahora hay horas en las que no s cmo soportarme. 24Desde ese momento, afirma Nietzsche con trgica lucidez, mi vida consiste en el deseo de que las cosas sean en realidad distintas de como yo las veo, y de que alguien demuestre que son increbles mis 25.Salom supo captar con agudeza el sentido de la encrucijada atravesada por su amigo durante ese ao. Nietzsche se vea en sus das de entusiasmo como Cristbal Coln, navegando audaz y esperanzado hacia una nueva tierra, en compaa de Victoria -as llamaba a Salom-26. Salom desenmascara esta ilusin en su obra acerca de Nietzsche:Cuando Nietzsche termin su Gaya ciencia, en el ao 1882, esa India suya interior se haba convertido en una certeza: crey haber arribado a las costas de un mundo extranjero, an sin nombre y magnfico, del que ninguna otra cosa se conoca aparte de que deba hallarse ms all de todo aquello contra lo que el pensamiento poda arremeter, de todo aquello que el pensamiento poda destruir. Un ancho mar, aparentemente sin orillas, entre l y toda posibilidad de una nueva crtica mediante conceptos: ms all de toda crtica, all pensaba que haba hollado tierra firme.(...) Pero se equivocaba con respecto a la absoluta novedad y lejana de aquella tierra; se trata del error inverso al de Coln, que, buscando lo antiguo, encontr lo nuevo. Y es que, de hecho, sin saberlo y despus de haber navegado dando la vuelta al mundo, Nietzsche regres por el lado opuesto precisamente a la costa de la misma tierra de la que haba partido y que crea haber dejado atrs para siempre cuando se distanci de la metafsica27. 28

La entendedora de RilkeEl gran poeta Rainer Mara Rilke fue uno de los amantes de Salom posteriores al casamiento de sta con el fillogo Friedrich Carl Andreas. Estuvieron unidos en una relacin de aos, durante los cuales el incremento progresivo de la dependencia afectiva experimentada por Rilke era proporcional al alejamiento de Salom.Rilke tambin se asombraba de la capacidad de comprensin de Salom y, con intensidad creciente, valoraba las interpretaciones de sta sobre su proceso creativo, siempre basadas en que el arte supone la expresin de la huella del Todo, primitiva e inocente, encerrada en el fondo ms profundo del artista29.Aos despus de su separacin, el poeta recuerda a Salom con admiracin:Qu esplendores sabe descubrir esta mujer, qu provecho saca del encuentro en su momento justo con los hombres y con los libros: su comprensin es una maravilla; la inteligencia del amor le hace penetrar intrpida, en los misterios ms ardientes, y stos, lejos de hacerle dao alguno, la iluminan con su puro resplandor. Nuestro primer encuentro, hace ya muchos aos, fue para m decisivo: no conoca entonces ni he conocido luego a nadie que tenga hasta este punto la vida de su parte y que, tanto en la calma como en el horror, sepa reconocer la nica fuerza que se transforma tal vez, pero que no cesa de querer dar, aun cuando mata.Rilke a Marie de Tour de Taxis, 29 de julio de 1913 30La coherencia y valenta de Salom para enfrentarse a la nica fuerza que no cesa de querer dar, aun cuando mata, la fuerza del Todo, de una vida que pareca tener de su parte, sorprendi tanto a Nietzsche, como a Rilke y a Freud. Cabe preguntarse si el talante optimista de Salom no menos coherente con su visin metafsica que el sombro pesimismo al que arribaron sus interlocutores. Tal vez la admiracin de stos procedi de su incapacidad para unir un nimo positivo a tal visin filosfica. El tema del optimismo y del pesimismo fue central en el contrapunto que mantuvieron Salom y Freud a lo largo del tiempo.La carta de despedida definitiva de Salom a Rilke que aquella titul ltima llamada constituye un testimonio elocuente y terminante de esta lucidez monista de la escritora rusa. Tngase presente que se trata de una respuesta de Salom a los continuos y desesperados reclamos de un Rilke sufriente que se saba abandonado. El siguiente es su pasaje ms significativo:a pesar de nuestra diferencia de edad yo tuve que seguir creciendo, creciendo ms y ms, hasta llegar a este estado del que con tanta alegra te habl en nuestra despedida. S, por muy extrao que parezca: tuve que seguir creciendo hasta encontrar mi juventud, pues hasta ahora no haba sido joven, hasta ahora no he podido ser lo que otras personas son a los dieciocho aos: yo misma, enteramente. Por eso, tu figura fue diluyndose poco a poco en el paisaje, en un paisaje dilatado como el del Volga, y la pequea cabaa que haba en l no era la tuya. Sin saberlo, me somet a la suprema ley de la vida que sonriendo tena preparado para m un regalo que est ms all de toda comprensin y esperanza. Yo lo acepto con profunda humildad y ahora veo claro y grito: sigue el mismo camino y sal al encuentro de tu oscuro Dios!Lou Andreas-Salom a Rilke, en Berln, martes 26 de febrero de 1901 31Es notoria aqu la relacin entre la apuntada frialdad de Salom y su sustento terico. Salom debi seguir creciendo hacia su juventud. En distintos pasajes, identifica juventud e inocencia con el todo indiferenciado originario, en el que no haba conflictos. Para ser fiel a ese fondo, debe dejar atrs a los seres individuales, que deben diluirse pues constituiran slo escalones del proceso de retorno al Todo, al oscuro Dios.

Entendiendo a FreudExisten testimonios de que Salom conoci a Freud en Viena en 1895 32. En cualquier caso, el inicio de la prolongada relacin de amistad y discipulado entre Salom y Freud comienza en 1911, en oportunidad del Congreso Psicoanaltico de Weimar. Salom declara que se senta atrada por el psicoanlisis por sospechar el vnculo existente entre sus ideas previas y las de ste33. Freud la acoge con deferencia en el crculo ms ntimo de su movimiento naciente, complacido por la fama literaria de Salom y su relacin con Nietzsche y Rilke34. Inclusive, Salom recibe la autorizacin exclusiva de asistir tanto a las reuniones del grupo dirigido por Alfred Adler como al de Freud35.Salom fue tal vez una de las tres mujeres a las que Freud valor mucho intelectualmente. Tambin integran ese selecto grupo su hija Anna y Marie Bonaparte. La relacin de Freud con Salom excede en mucho la condescendencia y simpata para con una mujer que intentaba abrirse camino en un mbito propio de los hombres36 -como parece ser la opinin, por ejemplo, de Paul Roazen37.Es posible reconstruir en parte la historia de esta relacin. Como est dicho, esta tarea podra echar luz sobre los elementos en tensin en el equilibrio dramtico y dinmico propio del pensamiento de Freud. Sin dudas, adems, ese impulso a la coherencia metafsica que la relacin con Salom brind, de forma ms bien existencial, a autores como Nietzsche y Rilke, gravit significativamente, a nivel en particular terico, en la obra de Freud. Sin considerar este contrapunto con Salom, el estudio de Freud adolecera de mayores misterios, como apuntaba Foucault.

Anlisis, sntesis y melodaEn nuestra relacin respectiva con cualquier tema, nada ha cambiado. Yo toco una meloda, muy simple en la mayora de los casos, y ud. proporciona las octavas superiores En conjunto, nos hemos entendido bien y somos de la misma opinin. Slo que yo tiendo a excluir todas las opiniones menos una, y ud., en cambio, a fundirlas todas en una sola. Freud a Salom, 23 de marzo de 1930 38.Nos hemos entendido bien y somos de la misma opinin, afirma Freud. Pero, acota, la suya es una relacin armnica, una especie de contrapunto. La ltima oracin de este pasaje debera entenderse en el sentido de que en Freud conviven, en equilibrio inestable, muchas opiniones, porque no se decide a unificarlas todas en un monismo de fondo, como le sugiere Salom. Tal vez a partir de 1920 haya dado un paso adelante en esa direccin.Freud conclua su descripcin de Salom como entendedora diciendo:Yo siempre estoy particularmente impresionado cuando leo lo que Ud. tiene para decir sobre mis escritos. Yo s que en la escritura debo cegarme artificialmente en orden a concentrar toda la luz en un solo lugar oscuro, renunciando a la cohesin, armona, retrica y todo aquello que Ud. llama simblico, sabiendo por experiencia que todo deseo o expectativa semejante envuelve el peligro de distorsionar la materia investigada, aun si pudiera embellecerla. Luego llega Ud. y agrega lo que falta, construye sobre ello, poniendo en su propio contexto lo que haba sido aislado. No puedo seguirla siempre a causa de mis ojos que, adaptados como estn a la oscuridad, probablemente no puedan afrontar una luz intensa o un campo de visin amplio. Pero nunca me he convertido en un topo como para ser incapaz de disfrutar la idea de una luz ms brillante y de un horizonte ms extenso, o aun para negar su existencia. Freud a Salom, 25 de mayo de 1916 39.El maestro se describa como ms analtico que sinttico y opinaba que, en cambio, Salom tena especial aprecio por la sntesis. Esta atencin de Freud a los hechos no slo procede de su positivismo, sino tambin de una especie de realismo clnico o humanista. Tal es la apuntada tesis de Dalbiez y otros autores. De aqu procede, asimismo, su declarada desconfianza para con la filosofa, en la medida en que sta era identificada con los sistemas idealistas y sinnimo, en ocasiones, de sentencias apresuradas y poco cientficas. No existe en Freud una aversin generalizada a todo tipo de filosofa. Por el contrario, sera imposible interpretarlo sin tener en cuenta este fondo metafsico.Puede documentarse la relacin que Freud encontraba entre visin sinttica y monismo, por un lado, y anlisis y valoracin del hombre como ser individual, por otro. Vase, por ejemplo:Naturalmente, no siempre estoy de acuerdo con Ud. Rara vez siento la necesidad de sntesis. La unidad de este mundo es para m tan evidente que no necesita nfasis. Lo que me interesa es la separacin y divisin entre sus partes componentes de lo que, de otra forma, sera una masa amorfa. Inclusive la seguridad de que no caeremos de este mundo no parece un substituto suficiente para la entrega de los lmites del ego, que puede ser muy dolorosa. En resumen, soy, por supuesto, un analista, y creo que no hay obstculos para la sntesis una vez que el anlisis ha sido realizado. Freud a Salom, 30 de julio de 1915 40.El realismo clnico de Freud le impide ver como positiva la entrega de los lmites del ego. Esta declaracin podra leerse como una suerte de protesta existencialista.Por estos motivos, es muy relevante el invariable aprecio de Freud por las ideas de Salom. Las valora sin considerarlas anticientficas41, sabiendo que constituyen el trasfondo de su doctrina y que unen lo que haba sido aislado.A su vez, Salom se siente segura con la cientificidad de Freud y considera que otros discpulos -por ejemplo, Adler, Jung, Rank- se extraviaron persiguiendo espejismos filosficos.Podra decirse que el intercambio entre Freud y Salom representa la comunicacin existente entre dos tipos de monismos: el materialista positivista y el romntico que, como est dicho, tienen numerosos puntos en comn, histricos y doctrinarios.Cuando Thomas Mann dicta una conferencia sobre Freud en 1929 (Freuds Position in the Intelectual World of Today), Salom no la valora positivamente42. Freud, en cambio, modera su opinin y apunta, con agudeza, que cree que Mann tena preparado de antemano un ensayo sobre el Romanticismo y que lo ha aplicado a l. Pero, concluye Freud, cuando Thomas Mann dice algo, debe tener real sustancia43.

Pesimismo y optimismoTal vez el apuntado realismo clnico de Freud haga comprensible que, para l, el monismo metafsico profesado por Salom haya constituido una amarga e inevitable realidad y no una gozosa verdad, como lo era para su discpula.Creo que puedo seguirlo intelectualmente en todas estas materias, slo difiero tal vez un poco en mi actitud emocional respecto de ellas. Salom a Freud, 15 de julio de 1915 (Freud, Andreas-Salome, 1983, p. 29).La actitud emocional de Salom fue la de un imperturbable optimismo, siempre en contraste con el pesimismo de Freud44. Cul de las dos actitudes es la ms coherente con el monismo metafsico es una gran cuestin filosfica y existencial.Para Freud, en cambio, el monismo metafsico fue tanto un destino terico inevitable -al que se resisti en ocasiones- como una amenaza existencial. Aceptaba las ideas monistas desde su juventud45. Siempre estuvieron combinadas con el elemento clnico que les era contrario. En su perodo intermedio, que podra ubicarse entre 1910 y 1920, y que coincide con una serie de obras de carcter ms clnico, el contrapeso realista fue mayor. El cambio terico de 1920, con Ms all del principio del placer, no supuso la entrada en escena de nuevas ideas, sino la acentuacin de uno de los elementos originarios de su pensamiento. Este desarrollo coincidi con la redaccin de obras ms tericas y menos clnicas. Tal vez su punto culminante haya sido El malestar en la cultura, en 1930.No es objetivo de estas lneas exponer en detalle las ideas de Freud sobre este particular, sino slo focalizar en los aspectos que pueden ser iluminados por el intercambio con Salom.Cuenta Salom en su Mirada retrospectiva:Una vez, haba cado en [las] manos [de Freud] el Himno a la vida de Nietzsche: mi Oracin a la vida, a la que Nietzsche haba puesto msica con algunas modificaciones Alegre y amistosamente, en el mejor de los humores, ley en voz alta los ltimos versos Pleg la hoja, golpe con ella el respaldo del silln y dijo: No! Sabe usted, por ah no pasara Me basta y me sobra un buen catarro crnico para curarme de semejantes deseos!46.47Se refiere en este pasaje a una poesa escrita por Salom en su primera juventud, que entusiasm a Nietzsche48. Tanto, que ste pens que en el futuro sera recordado y reconocido sobre todo por su composicin musical que, segn su opinin, era la perfecta expresin del texto redactado por su amiga49. La siguiente es la versin levemente modificada por Nietzsche:Himno a la vida Como el amigo ama al amigo yo te amo, vida enigmtica haya exultado en ti, o haya llorado, dolor o dicha me hayas dado.

Te amo a ti y a tus penas; y si debes destrozarme me desprender de tus brazos como del pecho amigo se desprende el amigo.

Con toda mi fuerza te abrazo! Que tus llamas me prendan, que aun en las brasas de la lucha siga adentrndome en tu enigma.

Para pensar y para vivir milenios, cobjame entre tus brazos. Si ya no puedes regalarme dicha sea an te queda el dolor.50

Freud, con sentido comn realista, se neg a aceptar con el herosmo gozoso que propona Salom el dolor que la vida propona. No! Sabe usted, por ah no pasara. Su simpata por el ser particular, su rechazo a la entrega de los lmites del ego 51 le impeda esa claudicacin.Sin embargo, con el paso del tiempo, fue aceptando el monismo como un punto de llegada inexorable, tanto a nivel terico (con el cambio de 1920) como existencial. Puede rastrearse este paralelismo entre teora y vivencia personal en sus obras y, particularmente, en su correspondencia con Salom.En 1915, Freud le escriba:Yo no puedo ser un optimista, y creo que slo me distingo de los pesimistas en que las cosas malas, estpidas, sin sentido, no me molestan, porque las he aceptado desde el comienzo como parte de lo que el mundo est hecho. Freud a Salom, 30 de julio de 1915 52.En otras palabras, reconoca el mal en el mundo, pero lo consideraba inevitable.En 1919, mientras redactaba Ms all del principio del placer, se diriga a Salom relacionando el contenido de esta obra con su situacin vital y con la filosofa de Schopenhauer:Por mi avanzada edad he elegido el tema de la muerte S que debo leer todo tipo de cosas relacionadas con l, por ejemplo Schopenhauer, por primera vez. Freud a Salom, 1 de agosto de 1919 53 .54Salom celebra con fruicin la publicacin de la obra. De alguna forma, Freud le ha dado, por fin, la razn, y ha sido coherentemente monista. Sin embargo, no deja de manifestar su oposicin al pesimismo manifestado por Freud:He estado ms y ms absorta en la lectura de Ms all del principio del placer. Ud. puede imaginar fcilmente el placer que me ha dado este libroAcerca de los pensamientos sobre la vida y la muerte, puedo decir, bastante extraamente, que coincido con ellos y, en sentido contrario, que voy en la direccin opuestaAs como toda accin de la vida puede ser vista como un mero rodeo hacia la muerte, tale vez ms o menos paradjicamente que lo que pueda parecer, en sentido inverso la tendencia elemental de regresar al primer estado de calma puede ser vista como un retorno a la base de la vida Muerte y vida se alzan una frente a otra en una relacin mutua, cuya realidad total nos est escondida. Cada una es la mitad de un nico y mismo evento: as como la mitad invisible de la luna forma una parte misteriosa integrante del concepto total de la luna. Salom a Freud, 26 de diciembre de 1920.55En los aos siguientes, la combinacin de sus convicciones filosficas, su envejecimiento y el avance de su severa y dolorosa enfermedad, hizo que la resignacin pesimista de Freud fuera ms notoria an. Le escriba a Salom en 1925:Una corteza de indiferencia est rodendome lentamente; un hecho que compruebo sin queja. Es un desarrollo natural, una forma de empezar a volverse inorgnico Debe estar conectado con un cambio decisivo en la relacin de los dos instintos por m postulados La presin incesante y tangible de un vasto nmero de sensaciones desagradables puede acelerar esta tal vez prematura condicin, esta tendencia a experimentar todo sub specie aeternitatis. Freud a Salom, 10 de mayo de 1925 56.La referencia final a Baruch Spinoza no es fortuita. El crculo psicoanaltico lo consideraba desde sus orgenes una referencia obligada. En 1907, Tausk escribi Spinoza-Dialog, muy valorado por Salom, quien le sugiere a Rilke su lectura57. Para Salom, Spinoza es el nico pensador por quien [siente], casi desde [su] infancia, una profunda afinidad intuitiva y, tambin al mismo tiempo, [es] el filsofo del psicoanlisis. Sea cual fuere el punto sobre el que se reflexione con profundidad, se acaba tropezando con l; le sale a uno al paso pues est siempre presto y a la espera en el camino.58 En Spinoza se conjugan, como en Salom, el monismo metafsico y el entusiasmo de tipo religioso.Salom le responde a Freud, una vez ms, aceptando el fondo de la cuestin pero otorgndole un sentido positivo:El proceso de volverse inorgnico puede ser interpretado de varias maneras: alrededor del centro de una fruta todo crece con ms esfuerzo que cuando estaba en un perodo anterior; finalmente, nada permanece excepto la cscara que la sostiene y la contiene No hay duda de que puede entenderse esto bajo el trmino , esto es, no se trata slo de un modo eufemstico o irnico de describir un proceso de osificacin o retardacin. Salom a Freud, 18 de mayo de 1925 59.El pasaje en el que Salom recuerda la impresin de Freud sobre su Oracin a la vida concluye con el relato de un nuevo intercambio sobre el tema, acaecido aos ms tarde:En aquel otoo en Tegel volvimos a hablar de esto Se acordaba todava de la conversacin de haca tantos aos? S, claro que se acordaba, e incluso de lo que habamos seguido hablando despus Y entonces sucedi algo que ni yo misma comprend, algo que ya no hubo fuerza alguna que pudiera retener, lo que se me escap de entre los labios temblorosos, en protesta contra su destino y su martirio:-Aquello que yo una vez parlote en mi entusiasmo usted lo ha hecho!Despus de lo cual, por la franqueza de mi alusin, me ech a llorar ruidosa e incontrolablemente. Freud no respondi. Slo sent su brazo alrededor de m. Andreas-Salom. 60Salom revesta de un carcter religioso, de estilo oriental, este deber de entregarnos confiadamente al Todo. Freud, que en ocasiones tambin analiz la salida oriental -para luego rechazarla-61 opinaba resignadamente:Debemos abdicar, y el Gran Desconocido, l o Ello, al acecho detrs del Destino repetir algn da estos experimentos con otra raza. Freud a Salom, 25 de noviembre de 1914 62.

Narcisismo y metafsicaEl tema del narcisismo ocupa un lugar muy destacado en el debate psicoanaltico, tanto de la poca de Freud como de la posterior a ste63. Adems, la del amor a s mismo -porque de ella se trata- es una cuestin de universal importancia metafsica. En efecto, en la historia de la filosofa ha sido considerado la fuerza humana original por todos los pensadores que han credo en la consistencia de los seres particulares. En efecto, si stos han sido creados, el amor a s mismo sera la inercia resultante de esa creacin. Por el contrario, en toda postura monista el amor a s mismo sera, en todo caso, una ilusin que no tardar en ser desenmascarada.Freud introduce en sus obras la figura del narcisismo por motivos clnicos. Si bien existen antecedentes importantes, tal vez el caso Scheber (1910) constituya el comienzo de una etapa del pensamiento freudiano que tuvo como temas centrales al narcisismo y al yo-persona64. El descubrimiento de una pulsin sexual -en sentido amplio- dirigida hacia s mismo implica un cambio metafsico.En efecto, hasta esta nueva perspectiva, Freud sostena que existan dos pulsiones bsicas, la pulsin sexual y la de autoconservacin. La primera representaba los intereses del todo, mientras que la segunda se ocupaba del individuo. Las neurosis y las psicosis, que derivaban del conflicto entre ambas pulsiones eran, en el fondo, el resultado del inevitable conflicto metafsico entre el todo y el individuo. Conforme a una cosmovisin monista, el individuo no poda ser ms que un rodeo provisorio, siempre amenazado y condenado de antemano. En sus Lecciones introductorias (1915-1917), Freud afirma que las neurosis de transferencia se reducen al conflicto entre los instintos sexuales y los derivados del instinto de conservacin o, en trminos biolgicos, al conflicto entre el yo como ser individual e independiente y el yo considerado como miembro de una serie de generaciones. Es que el ser individual, para el que lo primero y ms importante es su propia persona, y que no ve en su sexualidad sino un medio de satisfaccin, es, en realidad, una efmera excrecencia de un protoplasma virtualmente inmortal y el usufructuario de un fideicomiso destinado a sobrevivirle (p. 2380). Puede apreciarse tambin la inspiracin romntica de estas ideas en el hecho de que el nico ser que puede sufrir por este peso del infinito es el hombre, porque este desdoblamiento no existe sino en el hombre, siendo ste, por tanto, el nico ser que ofrece un terreno abonado a la neurosis.65El problema de la individuacin -es decir, el del origen, sentido y consistencia de lo individual inserto en una substancia genrica nica- se inscriba en el corazn de la reflexin romntica. Salom se haba ocupado de l en casi todas sus obras literarias anteriores a su descubrimiento del psicoanlisis. Gonzlez ha realizado un interesante anlisis de este itinerario66.As explica Salom esta tensin metafsica en su Carta abierta a Freud67:Hundido en el aislamiento despus de haber sido expulsado de ah donde, exento de desear, est confundido con el todo, el hombre no tarda en escapar por el y por el , para precipitarse en el exceso de esto que nosotros llamamos desde entonces su . Bajo el efecto de este primer choque que nos causa el nacimiento, nos hundimos en la angustia de una existencia extranjera que nos hace perdernos a nosotros mismos, caer del Todo a la Nada (Freud: ), como de la Vida a la Muerte. Y, por lo tanto, cuando hacemos nuestros primeros movimientos en esta nueva existencia, esto que nos impulsa a volver a la oscuridad del seno materno debe ya enmudecer, al mismo tiempo, en el impulso irresistible a salvar este pobre residuo, este ser truncado que somos nosotros, a no dejarlo mutilar todava ms; as la vida y la muerte se encuentran confundidas la una en la otra y se reencuentran en esto que t has llamado la castracin original: nosotros ya encontramos, en este primer acontecimiento, la expresin de un querer vivir conquistado por una alta lucha y hacia el cual nuestro cuerpo ha sido impulsado al momento de nacer. En esta experiencia, ganancia y prdida estn intrnsecamente ligadas desde el comienzo, a tal punto que no se puede efectivamente decir nada de nuestras emociones que no sea: en el principio reinaba la ambivalencia.sta existencia individual no es ms que un pobre residuo, ya que hemos sido expulsados y hemos cado, por lo tanto, del Todo a la Nada. Sin embargo, por algn motivo queremos salvar este resto de ser. Nuestra situacin metafsica, entonces, es inestable e incierta: en el principio, reinaba la ambivalencia68.Freud, en una encrucijadaEl proceso reflexivo de Freud sobre el narcisismo, que, como est dicho, comienza con El caso Schreber -u Observaciones psicoanalticas sobre un caso de paranoia (dementia paranoides)- (1910), pasa luego por Ttem y Tab (1912), La disposicin a la neurosis obsesiva (1913), Introduccin al narcisismo (1914), Duelo y melancola (1915) y Lecciones introductorias al psicoanlisis (1915-1917).En estas obras, las disquisiciones tericas de Freud implican una cierta simpata para con el ser particular, y, en algunos casos, son incompatibles con los postulados metafsicos monistas. Recurdese, en ese sentido, la ancdota referida por Salom acerca del rechazo de Freud al contenido de su Himno a la vida. Sin embargo, como se ver, esta postura de Freud no es definitiva. La modificar en 1920. Salom no tendr poca influencia en esta decisin.Las siguientes son algunas tesis freudianas sobre el narcisismo propuestas en este perodo intermedio:-La distincin entre autoerotismo y narcisismo. El segundo supone un nuevo acto psquico y remite a un yo constituido. El primero es fragmentador y el segundo cohesivo.-La distincin entre narcisismo primario y narcisismo secundario. El primero no es slo una etapa a superar, sino una fuerza bsica que permanece durante toda la vida y aun colorea las relaciones de objeto, de tal forma que no es anobjetal. El segundo, en cambio, s puede considerarse regresivo.-En las personas normales, debe haber una armona entre el amor a s mismo, el amor objetal y la instancia moral o ideal del yo. Los neurticos carecen de esa armona.-Las relaciones objetales tempranas son fundamentales para cultivar un sano narcisismo. Son la base para el indispensable narcisismo que acompaa al hombre durante el resto de su vida. Todos los hombres necesitan una especie de confirmacin en el ser.Todas estas proposiciones, que se refieren aqu someramente, podran inscribirse en una teora tradicional que otorga un lugar central al amor a s mismo. En Introduccin al narcisismo (1914), Freud reconoce la importancia del tema y la [su] imposibilidad de lograr de l una visin de conjunto69. En efecto, como est dicho, estas frmulas de origen clnico se oponan al fondo metafsico por l aceptado. Por este motivo, tal vez la tesis de Ricoeur (1965,1969) adolezca de cierta excesiva linealidad. Ricoeur considera que las etapas por las que atraviesa el pensamiento de Freud respecto de esta cuestin constituyen hitos de un proceso de desasimiento y de destruccin de las seudoevidencias (1965, p. 368). Se tratara de un camino de progresivo abandono de las falsas certezas de la modernidad; en particular, de la relativa al sujeto. Se propone en estas lneas, en cambio, que las ambigedades presentes en la obra freudiana responden, ms bien, a la tensin existente en su seno entre posturas metafsica contrapuestas. El estudio del contrapunto mantenido con Salom confirmara esta perspectiva.Salom y el narcisismoEn su Carta abierta a Freud (1931/1994), Salom refiere que el tema del narcisismo, que su maestro le expuso de viva voz en 1912 y luego desarroll en Introduccin al narcisismo, es decisivo. Sin embargo, apunta, yo he tenido constantemente la impresin de que jams se ha sacado de l un partido suficiente, por la buena razn de que nuestros autores, la mayor parte de las veces, definen de manera demasiado aproximativa el narcisismo como 70.Salom se atreve a criticar a Freud en una cuestin que considera decisiva. El intercambio entre ambos desde 1912 hasta 1920 no slo revela sus diferencias mutuas, sino tambin la tensin interna al pensamiento del mismo Freud. Salom insiste en la incongruencia que implicara reducir el narcisismo a una especie de afirmacin de la propia individualidad cuando sta, en verdad, es ontolgicamente secundaria y precaria.Puntualiza Salom:Como yo me quej, t me hiciste una concesin: quizs, me has escrito, no se haga una distincin demasiado precisa entre amor de s consciente e inconsciente. Pero, justamente, no es tocar all el punto en el que el s se convierte en su contrario? Es decir, el punto donde el amor de s, an indiferenciado, es englobado en un todo original, al que est unido, como el embrin, por un cordn umbilical. Esta relacin indestructible, en la que los efectos persisten en el plano posterior de nuestras estimulaciones pulsionales conscientes, ha vuelto necesaria la introduccin del trmino narcisismo. 71Estas lneas condensan lo esencial de la ambigedad de Freud sobre el tema y de la elaboracin de Salom al respecto, elaboracin que actu como un catalizador para las ideas metafsicas monistas de su maestro.Freud responde a las crticas de Salom introduciendo la distincin entre amor de s consciente e inconsciente. Salom toma esta precisin para apuntalar su idea de El narcisismo como doble direccin -tal es el nombre de su obra de 1921 que resume su interpretacin del pensamiento de Freud y del intercambio mantenido con ste durante los aos previos-. En efecto, as como el individuo no es ms que un residuo sin autntica consistencia propia, as tambin el narcisismo ms superficial -su primera direccin- es sinnimo de autofilia y de autoafirmacin. Pero existe tambin una segunda direccin del narcisismo -que Salom identifica con aquel amor de s inconsciente-, ms autntica que la anterior, y que representa el amor al verdadero s mismo, que es el todo indiferenciado. Por este motivo Salom explica que, aqu, el se convierte en su contrario.La metfora del cordn umbilical, conforme a la cual cada uno estara indisolublemente ligado a su origen, es recurrente en Salom.Sucede que en lo centrado libidinosamente, se impone algo que permanece opuesto a la persona individual como tal, algo que la disuelve, la hace retornar a ese mbito en el que ella, antes de adquirir conciencia, equivala a todo, as como todo era universal para ella.72Existe en nosotros, apunta Salom, un guin entre la individualidad lograda y su relacin involutiva con aquello que conjuga y amalgama: en el doble fenmeno narcisista se expresara tanto esta referencia de la libido a nosotros mismos, como nuestro propio arraigamiento en el estado originario, al que, no obstante, al salir, permanecemos incorporados, as como lo planta queda adherida a la tierra a pesar de crecer en direccin opuesta, hacia la luz (1921/1982, p, 128).Por este motivo, concluye su crtica a Freud, considero peligroso no subrayar la bilateralidad del narcisismo como su componente fundamental, y resolver su problema sin solucionarlo -digmoslo as-, confundiendo el sentido de la palabra con la mera autofilia. Por consiguiente, deseara recalcar en algunos puntos este otro aspecto, relegado a un segundo plano para la conciencia del yo: el aspecto de la firme identificacin sentimental con el todo, de la nueva fusin con todo como el fin elemental, positivo, de la libido. (1921/1982, p. 129).Cabe destacar que, cuando Salom publica El narcisismo(1921/1982), Freud ya ha modificado su doctrina sobre este tema y ha pasado en buena medida a coincidir con su discpula.Salom, entendedora de Freud, siempre consider que sus crticas no iban contra la ortodoxia freudiana, sino que, por el contrario, aspiraban a que el mismo Freud fuera coherente con su inspiracin y principios filosficos. Una referencia indirecta de este hecho fue la situacin planteada en torno a la publicacin de El trauma del nacimiento por Otto Rank en 1924. Rank haba ido apartndose de Freud en los aos anteriores. Freud mantiene sus reservas con respecto a la obra citada. El nacimiento, escribe Rank, es el trauma fundamental porque supone la prdida de la unidad anterior. Es revelador el motivo de las fuertes crticas de Andreas-Salom, cuyas ideas en realidad tenan una cierta afinidad con las de Rank: ste se equivocaba en pretender haber hecho un descubrimiento que lo independizaba de Freud; ms bien, mantenindose fiel al maestro podra haber profundizado con mayor seguridad en esta lnea de pensamiento.73El mito de Narciso, reinterpretadoEs posible interpretar el relato de Narciso en el sentido propuesto por Salom? Hay lugar en l para una doble direccin del narcisismo? Aparece en su contenido la idea de que la vuelta al todo indiferenciado es la tendencia humana ms profunda?As lo explica Salom:tngase en cuenta que el Narkissos de la leyenda no se halla ante un espejo artificial sino ante el de la naturaleza: tal vez no contemplndose slo a s mismo en el agua, sino a s mismo en cuanto todo y quin sabe si, en otro caso, hubiera permanecido ante la imagen y no hubiera huido? No ha aparecido desde siempre en su rostro, tambin la melancola adems del xtasis? De qu modo se unen estos dos elementos: la felicidad y el duelo, lo despojado de s mismo, lo reflejado sobre s mismo, la entrega y la autoafirmacin: esto slo se hara imagen total para el poeta. 74El espejo natural, a diferencia del artificial, refleja al todo. No slo al individuo que se contempla, sino tambin a la naturaleza que lo rodea. Autoafirmacin y entrega representan las dos direcciones del narcisismo.Salom transcribe el manuscrito del poema Narciso, de Rilke, que expresa de forma notable su intuicin:Esto, pues, parte de m y se disuelve en el aire y en la sensacin de las florestas, ligeramente de m escapa y ya no es lo mo y brilla, porque con ninguna animosidad tropieza.

Esto se eleva de m continuamente, no deseo alejarme, espero, permanezco, pero todos mis lmites tienen prisa, se precipitan y ya estn all.

Y hasta en el sueo: nada nos ata lo suficiente. Dcil centro en mi interior, ncleo de debilidades que no se retiene su pulpa. Huida, oh vuelo desde cualquier punto de mi superficie.

Ahora yace abierto en las indiferentes y distradas aguas, y puedo admirarlo largo tiempo, bajo mi corona de rosas.

All no se le ama. All, en el fondo, slo hay serenidad de piedras precipitadas, y puedo contemplar mi tristeza.75La estructura del hombreConforme se apuntara, la afirmacin de Freud de un narcisismo primario fue concomitante a la propuesta de un yo-persona, de un sujeto consistente e individual. Salom, en consonancia con su monismo romntico, siempre mantuvo la tesis de que el fondo ms profundo de todo hombre es oscuro e impersonal76. De alguna forma, se adelant a la idea de Ello que Freud propondra tiempo despus. Consta en la correspondencia entre Freud y Salom, por lo dems, la relacin de ambos con Georg Groddeck, el autor de El libro del Ello (1923) citado por Freud en El yo y el ello (1923)77.Lo ms antiguo es, al mismo tiempo, lo ms propio del hombre, aquella dimensin a la que debe permanecer unido por un cordn umbilical.Durante el desarrollo, la aparicin del yo es como la aparicin de un diente que se abre camino dolorosamente78. Los adultos se acostumbran a esta barrera del yo, a esta siniestra sensacin de transformarse en un mero espectro estatuario79. En cambio, los psicticos y los nios poseen una conexin ms fluida con ese fondo originario. El arte, asimismo, sera una forma privilegiada de conservar y alentar el despliegue de nuestro autntico ser.Quien se olvida de esa dimensin de s mismo, la ms autntica, deviene un ser amputado:el ser ms evolucionado puede haber despreciado este acceso, estimando esta va perjudicial para el cumplimiento de su destino, modelado por la razn y por la accin. Contentndose con utilizar las fuerzas que nos son comunes a todos y con combinarlas conscientemente, en lugar de abandonarse a su propia naturaleza profunda, l aparece como un ser amputado de una parte importante de s mismo, a pesar de todos los xitos de fachada.80La cultura evoluciona en la superficie, en la fachada, por medio de la razn y de la accin. Pero, por debajo, existe una verdadera naturaleza profunda, que no debemos ignorar. En el fondo, no existira un verdadero desarrollo.La del desarrollo es una de las cuestiones ms debatidas en los movimientos psicoanalticos posteriores a Freud. En efecto, ste no sera posible en sentido estricto, si fuera entendido como un proceso de invasin de la corteza del hombre por parte de la realidad exterior81. La posibilidad de un autntico desarrollo depende de la afirmacin de una individualidad personal profunda.Enfermedad, arte y religinEl deber fundamental de todo hombre radica en mantenerse fiel al fondo impersonal originario que anida en las profundidades de su ser. Las enfermedades son la consecuencia de un debilitamiento de este vnculo. cul es el origen de la enfermedad? Es la solidez de estas cortezas que el adulto, por su poder y las experiencias de la vida, han forjado precozmente, para proteger al ser, dejando la ms ntima parte de s mismo desamparada y abandonada. 82Esta concepcin de la enfermedad, coincidente con la sostenida por Groddeck, plantea muchas dificultades En qu consiste la salud, conforme a ella? ste es uno de los ms recurrentes temas de debate en el psicoanlisis postfreudiano. Si la irrupcin completa de este fondo del hombre es equivalente a la locura, entonces el fondo impersonal debera manifestarse pero no avasallar al yo individual, que debera conservar su lugar y consistencia y que no sera un mero obstculo a superar. Como en todo monismo, no quedara claro el valor de esa individualidad ni la razn por la cual debera mantenerse. En palabras de Salom:En el breve y ms filosfico de los trabajos de Freud, Formulaciones acerca de los dos principios del acontecer psquico, se dice que el principio de realidad es el rodeo que debe dar el principio de placer para alcanzar su autntico objetivo. Ciertamente que el ser humano se encuentra siempre ante una disyuntiva: por un lado, unirse al todo y unir el todo a s y, por otro, al creciente discernimiento, capacidad de clasificacin y de diferenciacin de s mismo a la vez que del mundo exterior creado, conseguidos gracias a ese . 83As como para el monismo metafsico no es posible justificar la necesidad de ese rodeo que supone la individualidad, tampoco aqu debera ser posible explicar un concepto de salud que tomara en cuenta la autoafirmacin de un ser particular. Salom insiste en que, para los fines de la curacin, debemos retornar a este comienzo, a lo primitivo en la vivencia anmica individual, donde sta se hace histricamente reconocible en el transcurso temporal y a lo primario, de lo cual en ningn momento nos desprendemos, ni aun en las realizaciones ms plenas y saludables (Andreas-Salom, 1951/2005, p. 185). No es antojadizo que en el ambiente psicoanaltico hayan surgido tanto la antipsiquiatra -que deconstrua la idea de salud y de enfermedad- como la psicologa del yo, que propona fortalecer las instancias individuales superiores84.El arte, emparentado con la locura85, permitira este acceso a nuestro fondo:Poesa es la continuacin de aquello que el nio an lleg a vivir y que tuvo que sacrificar a la persona en desarrollo para su prctica existencial: la poesa es el recuerdo que ha alcanzado su perfeccin. 86es decisivo que no aludamos a nuestro yo individual tal como se refiere a s mismo conscientemente, sino a aquella base comn a todos, a la infancia esencial de todos, donde slo puede basarse tambin el gozo artstico. 87El arte, por lo tanto, tambin tiene, como el narcisismo, una doble cara. Nos vivifica, por un lado, pero nos destruye, por otro. Salom ilustra estas propiedades con un texto de Rilke:Pues la belleza no es ms que el inicio de lo Terrible; es ms si la soportamos Y, si la admiramos tanto, es que ella se digna framente destruirnos.88En el fondo, la esencia de Dios es narcisista. El Dios del monismo es el ser en el cual el narcisismo llega a su perfeccin. Dios se relaciona consigo mismo y deviene obra, mundo89. En la vivencia religiosa, por lo tanto, se unen la libido objetal y la narcisista de manera muy particular. La primera se dirige a objetos aparentemente reales que, como individuales, deben volatilizarse para ser revestidos de un simbolismo creciente cada vez ms sustitutivo. Los objetos no son amados en su consistencia real, insignificante, sino como smbolos que sustituyen al Todo. Dios es el smbolo de los smbolos amorosos y la religin es la cumbre del simbolismo90.El amor a los otrosCada vez que se ama a otra persona, la intromisin del narcisismo en este amor hace que, en este proceso, el objeto se juegue finalmente la vida. Mediante la referida sustitucin simblica, el otro se volatiliza tanto ms en su constitucin real cuanto ms celebrado se presenta. Las tpicas decepciones amorosas tienen su ltima e ineludible causa en estoCuanto ms se intensifica el xtasis amoroso, enriqueciendo sin ahorrar su objeto con creciente exuberancia, tanto ms diluido y desnutrido queda el objeto detrs de su simbolismo: cuanto ms ardiente es nuestra exaltacin, tanto ms se enfra esta confusin hasta llegar a sentir, a la altura adecuada, el fuego y el fro como algo casi idntico91. Es que, desde un punto de vista libidinoso, ninguna carga de objeto posee otra realidad que sta simblica (Andreas-Salom, 1921/1982. P. 136)En este contexto, la autntica y plena sexualidad no sera, como para Freud, la propia de la libido genital madura, que toma ms en serio las realidades (Andreas-Salom, 1921/1982. P. 140), sino una sexualidad genrica y difusa, que Salom identifica con lo femenino (Andreas-Salom, 1921/1982. P. 138).El narcisismo en Freud despus de 1920Las crticas de Salom a la primera doctrina freudiana del narcisismo, planteadas como una invitacin a que las ideas del maestro se desarrollaran en una lnea coherente con sus principios metafsicos monistas, terminan siendo asumidas e incorporadas al pensamiento de Freud. El concepto de pulsin de muerte es la confirmacin de que la simpata de Freud por el ser particular ha dejado paso a un resignado desengao.Desde 1920, el narcisismo ya no es un principio constitutivo de la vida humana en todo su curso, ni es esencialmente relacional, ni dice referencia a la integridad psicolgica del sujeto. Ya no se distingue, por tanto, del autoerotismo. El narcisismo primario pasa a ser un estadio anobjetal, indiferenciado, como el que tena el nio en el tero. En ltima instancia, se corresponde con el principio de nirvana, y constituye una reafirmacin de la primaca de lo genrico e indeterminado92.El masoquismo, por su parte, pasa a ser una fuerza primaria de autodisolucin, a diferencia de la anterior opinin de Freud, criticada por Salom93.Salom celebra estos cambios:Me ha impresionado de entrada que [en] tu concepcin reciente de la pareja amor y odio, sumisin y agresin, el componente agresivo no es ms para ti, como antes, la voluntad de afirmacin y de expansin de s, que se interioriza para devenir en seguida violencia contra nosotros mismos y llegar progresivamente a esta obra maestra ideal de la sutileza psquica: . En lugar de esto, t reconoces ahora a la pulsin de agresin un grado de autonoma tal que ella no tiene ms necesidad, para exacerbarse, de la presin del exterior, sino que se lleva ella misma a su paroxismo por la accin de su propia tendencia a la destruccin. En lugar de que las dos direcciones pulsionales se unifiquen en la raz, la pulsin de poder, con su deseo de destruir, escapa a esta ltima motivacin comn, resultado de querer-ser-todo y de querer-tener-todo, todava distintos (motivacin que, hasta aqu, haca inclusive parecer plausible la vuelta contra s mismo, explicndola por la irritacin experimentada al chocar contra sus propios lmites).94Esta propia tendencia a la destruccin, propuesta por Freud desde Ms all del principio del placer (1920), no deviene de la voluntad de afirmacin y de expansin de s, sino que es el resultado de querer-ser-todo y de querer-tener-todo, ms all de los lmites particulares que coartan al hombre.Consideraciones conclusivasLou Andreas-Salom ocupa un lugar muy destacado entre los interlocutores de Freud. Fue para ste la memoria viva de los principios metafsicos monistas, de origen romntico y positivista, que haba asumido y a los que no siempre fue fiel.Freud valor las interpretaciones que Salom haca de su doctrina. Se sinti sorprendido por ellas, con una sorpresa que, en buena medida, iba dirigida hacia s mismo y hacia sus propias ideas.Nietzsche y Rilke, entre otros, ya haban admirado esa capacidad de Salom de inspirar y, en ocasiones, urgir, una profundizacin y una sntesis.En el caso de Freud, la tensin interna a su pensamiento dinamizada por el dilogo con Salom abarc elementos filosficos, psicolgicos y psicoteraputicos. Tal vez buena parte del debate de las ltimas dcadas acerca del valor del psicoanlisis haya carecido de un adecuado discernimiento epistemolgico. El esclarecimiento de los componentes filosficos de la doctrina freudiana ha sido un proceso lento e inacabado hasta hoy. Por otra parte, en este proceso no siempre se tuvo en cuenta la doble inspiracin filosfica de Freud, mantenida en un equilibrio inestable entre sus extremos a travs de toda su obra. El estudio de la obra psicoanaltica de Salom, siempre en dilogo con Freud, ha resultado tan indispensable en esta tarea como poco desarrollado.En este contexto, la cuestin del narcisismo condensa los principales elementos de este contrapunto filosfico-psicolgico entre ambos autores y del debate posterior a Freud. La postura de Salom al respecto deja en evidencia los alcances y limitaciones de la primera doctrina freudiana acerca del narcisismo -tan continuada en el postfreudismo- y explica en buena medida las tesis de la segunda.Constituye un propsito arduo y de resultados siempre discutibles y provisorios, determinar qu es lo esencial del pensamiento de Freud. En cualquier caso, la cuestin se traslada a sus seguidores y detractores: no es posible, a la hora de continuar o de criticar al psicoanlisis, renunciar a dilucidar en alguna medida el lugar que una perspectiva metafsica monista tuvo en l ni, sobre todo, a adoptar una postura ante ella. Sin dudas, el estudio del pensamiento de Lou Andreas-Salom es irremplazable en esta labor.

Juan Pablo Roldn. Licenciado en Filosofa por la Pontificia Universidad Catlica Argentina Santa Mara de los Buenos Aires. Profesor, en dicha Universidad, del Seminario de Integracin Filosfico-Psicolgico. Profesor e investigador en la Universidad del Norte Santo Toms de Aquino.

BIBLIOGRAFA Fuentes: Obras de Lou Andreas-Salom: (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. (1951) Lebensrckblick. Grundriss einiger Lebenserinnerungen. Zrich/Wiesbaden: Insel-Verlag. Trad. cast. por Alejandro Venegas. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida. Madrid: Alianza, 2005. (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. (2005). Friedrich Nietzsche en sus obras. Barcelona: Minscula. Friedrich Nietzsche in seinen Werken, 1894. Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982.

Otras Fuentes: Freud, S. (1905). Tres ensayos para una teora sexual. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1910). Observaciones psicoanalticas sobre un caso de paranoia (dementia paranoides) (Caso Schreber). En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1912-13). Ttem y tab. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1913). La disposicin a la neurosis obsesiva. Una aportacin al problema de eleccin en neurosis. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1914). Introduccin al narcisismo. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1915). Duelo y melancola. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1915b). Los instintos y sus destinos. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1915-1917). Lecciones introductorias al psicoanlisis. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1917). Una dificultad del psicoanlisis. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1920). Ms all del principio del placer. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1923). El Yo y el Ello. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1924). El problema econmico del masoquismo. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1930). El malestar en la cultura. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003.Freud, S. (1932). Nuevas lecciones introductorias al psicoanlisis. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Freud, S. (1937). Lou Andreas-Salom. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. Groddeck, G. (1917). Psychische Bedingheit und psychoanalytische Behandlung organischer Leiden. Leipzig: S. Hirzel. Groddeck, G. (1968). El libro del Ello. Cartas psicoanalticas a una amiga. Buenos Aires: Sudamericana. Das Buch vom Es. Psychoanalytische Briefe an eine Freundin. 1923. Nietzsche, F. (1984). Ecce homo. Cmo se llega a ser lo que se es. Madrid: Busma. Ecce homo. Wie man wird, was man ist, 1888. Nietzsche, F. (1984). La gaya ciencia. Madrid: Sarpe. Die frliche Wissenschaft, 1882. Nietzsche, F. (2003). Notas de Tautenburg para Lou von Salom. Fragmentos pstumos (julio-agosto, 1882. Verano-otoo, 1882). Edicin de Jos Luis Puertas. Madrid: Biblioteca Nueva. Tausk, V. (1983). Trabajos psicoanalticos. Mxico: Gedisa.

Obras sobre Andreas-Salom: Giroud, F. (2004). Lou. Historia de una mujer libre. Barcelona: Paids. Lou. Histoire dune femme libre. Paris, 2002. Gonzlez, A. (1997). El pensamiento filosfico de Lou Andreas-Salom. Madrid: Ctedra, Universidad de Valencia, Instituto de la Mujer. Michaud, S. (2000). Lou Andreas- Salom. Lalli de la vie. Paris: ditions du Seuil. (Trad. cast. por Mara Pons Irazazbal. Barcelona: Ares y Mares, 2001). Peters, E. (1962). My sister, my spouse. A biography of Lou Andreas-Salom. New York: The Norton Library. Trad. castellana por Ana Ma. de la Fuente. Lou Andreas-Salom. Mi hermana, mi esposa. Una biografa. Barcelona, Bs. As, Mxico: Paids, 1995.

Bibliografa secundaria: Allers,R.(1958). El psicoanlisis de Freud. Bs. As.: Troquel. Assoun, P. (1998). Freud et Nietzsche. Paris: Presses Universitaires de France. Assoun, P. (1982). Freud, la filosofa y los filsofos. Bs. As.: Paids. Bernouille, C. A. (1908). Franz Overbeck und Friedrich Nietzsche. Leipzig. Dalbiez, R. (1987). El mtodo psicoanaltico y la doctrina freudiana. Bs. As.: Club de Lectores. Landsberg, P. L. (2006). Ensayo de interpretacin de la enfermedad mental de Nietzsche. En Problemas del personalismo. Madrid: Fundacin Emmanuel Mounier. Problmes du personalisme. 1952. Marcuse, H. (1971). La vejez del psicoanlisis. Buenos Aires: Proceso. Maritain, J. (1980). Cuatro ensayos sobre el espritu en su condicin carnal. Bs. As.: Club de Lectores. Ricoeur, P. (1965). De linterpretation. Essai sur Freud. Paris: ditions du Seuil. (Trad. cast. Surez, A.). Freud: una interpretacin de la cultura. Mxico: Siglo Veintiuno, 1983. Ricoeur, P (1969). Le conflit des interprtations. Paris: ditions du Seuil (Trad. cast. Falcn, A). El conflicto de las interpretaciones. Ensayos de hermenutica.Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica, 2003. Roazen, P. (1969). Brother animal: the Story of Freud and Tausk. New York: Alfred A. Knopf. Trad. Cast. Gabriela DAngelo. Hermano Animal. La historia de Freud y Tausk. Buenos Aires: Acme-agalma, 1994. Roldn, J.P. (2006). Consideraciones filosficas sobre el amor a s mismo en la obra de Freud: Revista de Psicologa. Vol. 2 N 4. Pp. 75-110. Roldn, J.P. (2008). Apuntes filosficos sobre el amor a s mismo en la obra de Heinz Kohut: Revista de Psicologa. Vol. 4 N 7. Pp. 75-104. Safranski (2001), R., Nietzsche. Biografa de su pensamiento. Barcelona: Tusquets.

Fecha de recepcin: 20 de junio de 2013Fecha de aprobacin: 2 de agosto de 2013

1 El dilogo entre ambos filsofos tuvo lugar luego de la ponencia de Foucault Nietzsche, Freud, Marx en el VII Coloquio Filosfico Internacional de Royaumont, dedicado a Nietzsche, que tuvo lugar en julio de 1964 en Pars. Cfr. Nietzche, Cahiers de Royaumont, Phlosophie N VI. Paris 1967. En castellano, Nietzsche, 125 aos, Eco n 113/5, t. XIX, n. 5-6-7, septiembre-octubre-noviembre de 1968 Bogot.2 En particular, recibido a travs de Nietzsche y Schopenhauer; ste ltimo, a su vez, a travs de la obra Filosofa del inconsciente, de Edouard von Hartmann, muy difundida en su poca. Vanse, por ejemplo, Allers,R.(1958). El psicoanlisis de Freud. Bs. As.: Troquel; Assoun, P. (1998). Freud et Nietzsche. Paris: Presses Universitaires de France; Assoun, Paul(1982). Freud, la filosofa y los filsofos. Bs. As.: Paids.3 Tngase en cuenta la notable influencia de Ernst Haeckel, autor muy presente en la obra de Freud. No es extraa, por lo dems, la convivencia en la obra de Freud de idealismo y positivismo, habida cuenta de la relacin subterrnea existente entre ambas lneas y de la influencia que el pensamiento romntico ha tenido sobre el desarrollo de la biologa. Cfr. Roldn, J.P. (2006). Consideraciones filosficas sobre el amor a s mismo en la obra de Freud: Revista de Psicologa. Vol. 2 N 4. P. 103.4 Este personalismo podra haberse nutrido de: 1) la experiencia clnica de Freud . Puede recordarse aqu la famosa tesis de Dalbiez (Dalbiez, R. (1987). El mtodo psicoanaltico y la doctrina freudiana. Bs. As.: Club de Lectores), precisada por Maritain (Maritain, J. (1980). Cuatro ensayos sobre el espritu en su condicin carnal. Bs. As.: Club de Lectores, pp. 25-55), de que en Freud deben distinguirse su filosofa, su psicologa y su mtodo teraputico; 2) Influencias culturales: el personalismo de la cultura juda y de la formacin centroeuropea que Freud haba recibido; 3) Influencias filosficas: Freud da cuenta en distintos pasajes de la fenomenologa (cita, por ejemplo, a T. Lipps) y del existencialismo nacientes.5 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 45.6 Nietzsche, F. (1984). La gaya ciencia. Madrid: Sarpe. Die frliche Wissenschaft, 1882. P. 133.7 Nietzsche, F. (1984). La gaya ciencia. Madrid: Sarpe. Die frliche Wissenschaft, 1882. P. 133.8 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 94.9 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 101.10Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 102.11 (Andreas-Salom, 1951/2005, p. 86)12 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 107.13 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 187.14 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 211.15 (Nietzsche a Franz Overbeck, 3/2/1883, en Peters, E. (1962). My sister, my spouse. A biography of Lou Andreas-Salom. New York: The Norton Library. Trad. castellana por Ana Ma. de la Fuente. Lou Andreas-Salom. Mi hermana, mi esposa. Una biografa. Barcelona, Bs. As, Mxico: Paids, 1995. P. 136).16 Cfr. Landsberg, P. L. (2006). Ensayo de interpretacin de la enfermedad mental de Nietzsche. En Problemas del personalismo. Madrid: Fundacin Emmanuel Mounier. Problmes du personalisme. 1952. Nietzsche escribe el 14 de agosto de 1883 a Franz Overbeck: Que haya imaginado y escrito las cosas ms luminosas y serenas este ao, a mil millas de m y de mi miseria, es algo que realmente me asombra, y me resulta difcil de explicar. Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 236.17 Nietzsche tambin elogia, en distintas ocasiones, el poder de comprensin nico de Salom. Por ejemplo: [Salom] es y ser para m un ser de primer orden De acuerdo con la energa de su voluntad y la originalidad de su espritu estaba preparada para grandes cosas Ella me falta, pues incluso con sus defectos ramos lo suficientemente diferentes como para que de nuestras conversaciones pudiera salir algo til. Nunca encontr a nadie que estuviera tan desprovisto de prejuicios, tan sensato y preparado en su manera de plantear los problemas. Es como si desde entonces hubiera sido condenado al silencio o a una hipocresa humana en todas mis relaciones con los dems. Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 233.18 Safranski (2001), R., Nietzsche. Biografa de su pensamiento. Barcelona: Tusquets. P. 275.19 (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. P. 113.20 (Freud, 1937, P. 3338).21 En Safranski (2001), R., Nietzsche. Biografa de su pensamiento. Barcelona: Tusquets. P. 275.22 Vase, respecto de la importancia de la figura de Salom en el proceso creador de Zaratustra: Frau Overbeck, por ejemplo, escribe:. Y Peter Gast declara: . Peters, E. (1962). My sister, my spouse. A biography of Lou Andreas-Salom. New York: The Norton Library. Trad. castellana por Ana Ma. de la Fuente. Lou Andreas-Salom. Mi hermana. P. 139. Cfr. el testimonio del propio Niestzsche: Una cosa es cierta: de todos los encuentros que he tenido, el de la srta. Salom es para m el ms precioso y fructfero. Slo despus de mis relaciones con ella he estado maduro para el Zaratustra Lou es la criatura mejor dotada y la ms reflexiva que uno puede imaginarse. Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 244.23 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 240.24 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 241.25 Bernouille, C. A. (1908). Franz Overbeck und Friedrich Nietzsche. Leipzig. P. 250.26 Cfr: Amiga! -habl Colombo- no confes ya ms en un genovs! La mirada perdida en el azul, en exceso le atrae lo lejano!

Valor! Estoy en mar abierto, Gnova queda atrs. Y unido a ti ganar El Dorado y Amrica.

Mantengmonos firmes! Jams podremos regresar. Mira adelante: a lo lejos nos saludan una sola muerte, fama y felicidad. Nietzsche (2003), p. 33. Tambin: All quiero ir! Y creo desde ahora en m y en mi buena mano. En mar abierto, hacia el azul me lleva mi navo genovs. Todo es cada vez ms nuevo para m, all a lo lejos brilla el espacio y el tiempo Alabado seas, bajel! Alabado tu timn! A tu alrededor brama la eternidad! Nietzsche, F. (2003). Notas de Tautenburg para Lou von Salom. Fragmentos pstumos (julio-agosto, 1882. Verano-otoo, 1882). Edicin de Jos Luis Puertas. Madrid: Biblioteca Nueva. P. 73.27 Salom convivi a lo largo de dcadas con la creciente aspiracin contempornea a superar la metafsica. Merecera analizarse su conviccin de que tales intentos constituan, en realidad, una confirmacin de una opcin metafsica monista.28 Andreas-Salom L(2005). Friedrich Nietzsche en sus obras. Barcelona: Minscula. Friedrich Nietzsche in seinen Werken, 1894. Pp. 193-194.29 Una vez separados y Salom incorporada al movimiento psicoanaltico, sta renuncia a recomendar a Rilke una cura teraputica para sus trastornos psicolgicos, porque considera que inmiscuirse con su inconciente podra implicar la ruina de su fuente creativa. Cfr. Michaud, S. (2000). Lou Andreas- Salom. Lalli de la vie. Paris: ditions du Seuil. (Trad. cast. por Mara Pons Irazazbal. Barcelona: Ares y Mares, 2001. P. 294).30 Michaud, S. (2000). Lou Andreas- Salom. Lalli de la vie. Paris: ditions du Seuil. (Trad. cast. por Mara Pons Irazazbal. Barcelona: Ares y Mares, 2001. P. 7).31Giroud, F. (2004). Lou. Historia de una mujer libre. Barcelona: Paids. Lou. Histoire dune femme libre. Paris, 2002. Pp. 120-121.32 Andreas-Salome (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. P. 12.33 Andreas-Salome (1951) Lebensrckblick. Grundriss einiger Lebenserinnerungen. Zrich/Wiesbaden: Insel-Verlag. Trad. cast. por Alejandro Venegas. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida. Madrid: Alianza, 2005. P. 165 ss.34 En la nota necrolgica escrita por Freud cuando Salom fallece en 1937, aquel califica de honor el hecho de que se uniera a las filas de sus colaboradores. Adems, considera su incorporacin como una renovada garanta de la verdad de las teoras del anlisis, puesto que el psicoanlisis reciba la confirmacin de la filosofa. Freu(1937). Lou Andreas-Salom. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. P. 3338.35 Andreas-Salome (1951) Lebensrckblick. Grundriss einiger Lebenserinnerungen. Zrich/Wiesbaden: Insel-Verlag. Trad. cast. por Alejandro Venegas. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida. Madrid: Alianza, 2005. P. 181.36 Cfr: En prueba de su estimacin, Freud regal a Lou uno de los cinco anillos que mand hacer para sus ms fieles amigos y calific su libro [Mi agradecimiento a Freud, 1931/1994] de prueba de su Peters, E. (1962). My sister, my spouse. A biography of Lou Andreas-Salom. New York: The Norton Library. Trad. castellana por Ana Ma. de la Fuente. Lou Andreas-Salom. Mi hermana, mi esposa. Una biografa. Barcelona, Bs. As, Mxico: Paids, 1995. P. 303.37 Roazen, P. (1969). Brother animal: the Story of Freud and Tausk. New York: Alfred A. Knopf. Trad. Cast. Gabriela DAngelo. Hermano Animal. La historia de Freud y Tausk. Buenos Aires: Acme-agalma, 1994.38 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 185.39 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 43.40 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. Pp. 32-33.41 Como hace con las ideas de exdiscpulos como Jung o Adler, por considerar que abusan de la filosofa.42Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. Pp. 179-180)43 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. Pp. 181-182.44 Tal vez la nica ocasin en la que Salom se atrevi a manifestar una duda acerca de su optimismo haya sido a instancias de Freud: El profesor Freud, que tena en el frente a tres hijos y a un yerno, me escribi una vez, haciendo alusin a mi buena opinin de los hombres en general: . Desgarrada entre los pueblos en lucha, en conflicto conmigo misma y en la ms profunda soledad, slo pude responderle: . Andreas-Salome (1951) Lebensrckblick. Grundriss einiger Lebenserinnerungen. Zrich/Wiesbaden: Insel-Verlag. Trad. cast. por Alejandro Venegas. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida. Madrid: Alianza, 2005. P. 198.45 Roldn, J.P. (2006). Consideraciones filosficas sobre el amor a s mismo en la obra de Freud: Revista de Psicologa. Vol. 2 N 4. P. 77 ss.46 Andreas-Salome (1951) Lebensrckblick. Grundriss einiger Lebenserinnerungen. Zrich/Wiesbaden: Insel-Verlag. Trad. cast. por Alejandro Venegas. Mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de la vida. Madrid: Alianza, 2005. Pp. 184-185.47 Cfr. Andreas-Salom (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. P. 94.48 Recurdese que, cuando Nietzsche conoci a Salom, lo imbua aquel especial optimismo heroico. Escribe Nietzsche en julio de 1882 a Peter Gast, refirindose al poema: Pertenece al gnero de cosas que tienen un poder absoluto sobre m; jams pude leerlo sin derramar lgrimas: suena como una voz que siempre hubiera estado esperando desde la infancia. Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 110.49 Corresponde igualmente a este perodo intermedio el Himno a la vida (para coro mixto y orquesta) Era ste un sntoma nada despreciable tal vez de la situacin en la que me encontraba nese ao, en el que el pathos afirmativo por excelencia -el que llam pathos trgico- se hallaba dentro de m en grado sumo. El texto no es mo, y quiero dejar constancia de esto dado que ha habido un malentendido. Es la inspiracin admirable de una joven rusa con la que mantena amistad: Lou von Salom. Quien sepa descubrir el sentido de los ltimos versos del poema comprender fcilmente la razn de que yo lo prefiriese y admirara: esos versos tienen grandeza. En ellos no se considera que el dolor se una objecin contra la vida: . Puede que tambin mi msica rezume grandeza en este pasaje. Nietzsche, F. (1984). La gaya ciencia. Madrid: Sarpe. Die frliche Wissenschaft, 1882. P. 128.50 Nietzsche, F., von Salom, L., y Re, P. (1970) Die Dokumente irher Begegnung. Frankfurt: Insel. Trad. castellana por A.M. Domnech. Documentos de un encuentro. Barcelona: Laertes, 1982. P. 241.51 La idea de los lmites del yo haba sido discutida en sus seminarios, sobre todo a iniciativa de Viktor Tausk, amante de Salom en esa poca. Cfr. Roazen, P. (1969). Brother animal: the Story of Freud and Tausk. New York: Alfred A. Knopf. Trad. Cast. Gabriela DAngelo. Hermano Animal. La historia de Freud y Tausk. Buenos Aires: Acme-agalma, 1994. En esta obra se considera a Tausk un antecesor de la Psicologa del Yo.52 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 33.53 Se trata de la misma carta en la que Freud habla con dureza y frialdad de V. Tausk, luego del suicidio de ste.54 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 99.55 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. Pp. 105-106.56 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 154.57 Andreas-Salom (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. P. 66.58 Andreas-Salom (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. P. 66.59Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 155.60 (1951/2005, p. 185)61 Vase, por ejemplo, Freud (1930). El malestar en la cultura. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. P. 3027.62 Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 21.63 Para el tema del narcisismo en Freud, vase Roldn, J.P. (2006). Consideraciones filosficas sobre el amor a s mismo en la obra de Freud: Revista de Psicologa. Vol. 2 N 4. Pp. 75-110. Para el tema del narcisismo en el postfreudismo, vase Roldn, J.P. (2008). Apuntes filosficos sobre el amor a s mismo en la obra de Heinz Kohut: Revista de Psicologa. Vol. 4 N 7. Pp. 75-104.64 Cfr. Roldn, J.P. (2006). Consideraciones filosficas sobre el amor a s mismo en la obra de Freud: Revista de Psicologa. Vol. 2 N 4. P. 86: Freud declara en reiteradas oportunidades no slo que el estudio de la ha permitido de las neurosis narcisistas, y, al mismo tiempo, ampliar (1915-1917, p. 2386), sino tambin que, gracias a l pudo darse cuenta de que el yo no era slo (1920, p. 2534).65 Freud -(1915-1917). Lecciones introductorias al psicoanlisis. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. P. 2380.66 Gonzlez, A. (1997). El pensamiento filosfico de Lou Andreas-Salom. Madrid: Ctedra, Universidad de Valencia, Instituto de la Mujer. Pp. 69-114.67 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 64.68 Vase tambin: Al trmino del proceso de individuacin, llegados a la plena conciencia de nosotros mismos, nosotros no habramos sido slo engrandecidos, consolidados, por as decirlo enriquecidos en nuestra substancia, sino que habramos tambin sufrido una prdida, en una realidad indivisible. Aislar su objeto, tomarlo por s mismo, es siempre, de forma equvoca, recortarlo y separarlo. Andreas-Salom (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 41.69 Freud (1914). Introduccin al narcisismo. En Obras Completas. Trad. de Luis Lpez-Ballesteros y de Torres. Bs. As.: El Ateneo, 2003. P. 2030.70 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 39.71 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. Pp. 39-40.72 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 128.73 Cfr. Michaud, S. (2000). Lou Andreas- Salom. Lalli de la vie. Paris: ditions du Seuil. Trad. cast. por Mara Pons Irazazbal. Barcelona: Ares y Mares, 2001. P. 286.74 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 135.75 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 134.76 Es un hecho notable que Salom hubiera reflexionado particularmente sobre una aguda crtica realizada personalmente por Max Scheler en 1912: Buena observacin la de Scheler, al hacernos ver que en la escuela freudiana se acepta con demasiada frecuencia lo menos valioso, lo ms corriente y sencillo como prius ontolgico Andreas-Salom L. (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. Pp. 167-168.77 Groddeck ya haba adelantado lo esencial de su concepto de Ello -tomada, a su vez, de Nietzsche- en su obra de 1917 Psychische Bedingheit und psychoanalytische Behandlung organischer Leiden (Condicionamiento mental y tratamiento psicoanaltico de la enfermedad orgnica). Freud recomienda la lectura de esta obra a Salom, quien le transmite que la ley con gran placer porque es excelente, justo lo que necesitamos (Freud S., Andreas-Salome L. (1983), Letters. Edited by E. Pfeiffer. New York-London: Norton. P. 64). Maestro y discpula intercambian en aquel ao cuatro cartas en las que el tema del Ello tiene un lugar central.78 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 133.79 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). Pp. 133-134.80 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. Pp. 37.81 As lo expresa Groddeck con su particular estilo: Si ordenamos un poco todo esto la vida acaba por antojrsenos ser un baile de mscaras para el que nos disfrazamos; para el que acaso nos disfrazamos diez, doce, o cien veces pero al que, pese a todo, concurrimos tales como somos y continuamos siendo debajo del disfraz, confundidos con todas las dems mscaras y del que luego nos retiramos exactamente tal como hemos llegado. Groddeck, G. (1968). El libro del Ello. Cartas psicoanalticas a una amiga. Buenos Aires: Sudamericana. Das Buch vom Es. Psychoanalytische Briefe an eine Freundin. 1923. P. 25. En palabras de Salom: el estado de origen, tanto como el trmino, es lo inorgnico, el sueo de la muerte para todo esto que, recorriendo el ciclo de un desarrollo orgnico, quizs por el efecto de una cierta necesidad, ha sido obligado a realizar un rodeo entre la muerte y la muerte, a animarse, por as decirlo, de una vida ficticia, a ingresar a una suerte de danza macabra a la que concurren las pulsiones erticas. Andreas-Salome(1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 68.82 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 77.83 Andreas-Salome (1958) In der Schule bei Freud. Tagebuch eines Jahres 1912/1913. Zrich: Max Niehans, 1958. Trad. cast. por L. Lalucat y J. Vehil. Aprendiendo con Freud. Diario de un ao, 1912-1913. Barcelona: Laertes, 2001. Pp. 130-131.84 Herbert Marcuse debati con Erich Fromm acerca de estas alternativas, que pueden ser llamadas izquierda y derecha freudianas, y sobre la posibilidad de superarlas. Cfr. Marcuse, H. (1971). La vejez del psicoanlisis. Buenos Aires: Proceso.85 Recurdese que Salom pens que una eventual mejora psicolgica de Rilke atentara contra su creatividad artstica.86 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 153.87 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 154.88 Andreas-Salome (1931) Mein Dank an Freud. Offener Brief an Professor Sigmund Freud, zu seinen 75 Geburstag. Internationaler Psychoanlytischer Verlag. Trad. francesa por Dominique Miermont y Anne Lagny. Lettre ouverte Freud. Prface de Marie Moscovici. Paris: Ed. du Seuil, 1994. P. 109.89 Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 161.90Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 147.91Andreas-Salome (1921). Narzizmus als Doppelrichtung: Imago, ao 7, n 4, pp. 361-386. (Ed. cast. El narcisismo como doble direccin. Barcelona: Tusquets, 1982). P. 140.92 Roldn, J.P.