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BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 42 LUCIANO OBRAS I INTRODUCCIÓN GENERAL POR JOSÉ ALSINA CLOTA TRADUCCIÓN Y NOTAS POR ANDRÉS ESPINOSA ALARCÓN PRELUDIO DIONISO Asesor para la sección griega: CARLOS GARCÍA GUAL. Según las normas de la B. C. G., la traducción de este volumen ha sido revisada por ALFONSO MARTÍNEZ DÍEZ. EDITORIAL GREDOS, S. A. Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1996. PRIMERA EDICIÓN, 1981. 1.ª REIMPRESIÓN. Depósito Legal: M. 42676-1996. ISBN 84-249-1602-6. Obra completa. ISBN 84-249-0153-3. Tomo I. Impreso en España. Printed in Spain. Gráficas Cóndor, S. A. Esteban Terradas, 12. Polígono Industrial. Leganés (Madrid), 1996. EDITORIAL GREDOS

Luciano - 04 Preludio. Dioniso [bilingüe].pdf

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  • BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 42

    LUCIANO

    OBRAS I

    INTRODUCCIN GENERAL POR

    JOS ALSINA CLOTA TRADUCCIN Y NOTAS POR ANDRS ESPINOSA ALARCN

    PRELUDIO DIONISO

    Asesor para la seccin griega: CARLOS GARCA GUAL. Segn las normas de la B. C. G., la traduccin de este volumen ha sido revisada por

    ALFONSO MARTNEZ DEZ. EDITORIAL GREDOS, S. A. Snchez Pacheco, 81, Madrid, 1996. PRIMERA EDICIN, 1981. 1. REIMPRESIN. Depsito Legal: M. 42676-1996. ISBN 84-249-1602-6. Obra completa. ISBN 84-249-0153-3. Tomo I. Impreso en Espaa. Printed in Spain. Grficas Cndor, S. A. Esteban Terradas, 12. Polgono Industrial. Legans (Madrid), 1996.

    EDITORIAL GREDOS

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    NDICE GENERAL*

    INTRODUCCIN GENERAL 7 1. Panorama general del siglo II d. C. 7 2. Apuntes sobre la vida 22 3. La obra de Luciano 27 4. El escritor 33 5. El mundo de las ideas en Luciano 46 6. Luciano y la posteridad 55 7. La transmisin: manuscritos y ediciones 66 8. La traduccin 69

    1-2 Flaris 71 3 Hipias o El bao 85 4 Preludio. Dioniso 90 5 Preludio. Heracles 96 6 Acerca del mbar o Los cisnes 101 7 Elogio de la mosca 104 8 Filosofa de Nigrino 110 9 Vida de Demonacte 130 10 Acerca de la casa 146 11 Elogio de la patria 161 12 Los longevos 166 13-14 Relatos verdicos 176 15 No debe creerse con presteza en la calumnia 228 16 Pleito entre consonantes: la Sigma contra la Tau en el Tribunal de las Siete

    Vocales

    17 El banquete o Los lapitas 252 18 El pseudosofista o El solecista 274 19 La travesa o El tirano 290 20 Zeus confundido 313 21 Zeus trgico 326 22 El sueo o El gallo 362 23 Prometeo 393 24 Icaromenipo o Por encima de las nubes 407 25 Timn o El misntropo 434

    Textos griegos de Luciano: http://sites.google.com/site/ancienttexts/gk-l2 Obras de Luciano en ingls: http://www.sacred-texts.com/cla/luc/fowl/index.htm

    * La paginacin corresponde a la edicin original seguida [Nota del escaneador].

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    PRELUDIO. DIONISO PROLALIA. DIONUSOS

    La propia tradicin manuscrita incluye en el ttulo de este opsculo, hermoso juguete retrico, el trmino

    prolali o preludio. Segn J. BOMPAIRE, las lecturas pblicas iban precedidas de pequeas piezas destinadas a introducir una conferencia sofstica (Lucien crivain: imitation et cration, Pars, 1958, pgi-nas 286 y sigs.). Segn J. SCHWARTZ, estos breves textos deban ser a veces intercambiables, un poco a la manera de los finales de tragedia de Eurpides (Biographie de Lucien de Samosate, Bruselas, 1965, pg. 128). Cuando Luciano escribi el Dioniso y la obra siguiente: Heracles, era de edad avanzada (cf. 6 y 7, en que, comparndose a Sileno, se califica a s mismo de grn, anciano), y estas dos prolalia deben de ser posteriores a su estancia en Egipto, no anteriores a 182. Se ha sugerido, sin motivos suficientes (cf. W. SCHMID, Handbuch..., pg. 736), que el Dioniso introducira el segundo libro de los Relatos verdicos.

    Luciano, buen conocedor de la mitologa bquica, aprovecha la sugestin y el exotismo del relato para llamar la atencin del lector sobre su obra (5) y la inspiracin que la anima.

    1 Ote Dinusoj p' 'Indoj stratin lase kwlei gr odn, omai, ka mqon mn dihgsasqai Bakciknfasn otw katafronsai ato t prta toj nqrpouj toj ke, ste katageln pintoj, mllon d: leen tn tlman atka mla sumpathqhsomnou p tn lefntwn, e ntitxaito kouon gr, omai, tn skopn llkota p:r tj stratij ato ggellntwn, j m:n flagx at ka o lcoi gunakej een kfronej ka memhnuai, kitt stemmnai, nebrdaj nhmmnai, dortia mikr cousai sdhra, kittopohta ka tata, ka tina peltria kofa, bombonta, e tij mnon prosyaitospsi gr ekazon, omai, t tmpana lgouj d tinaj grokouj neanskouj nenai, gumnoj, krdaka rcoumnouj, orj contaj, kerstaj, oa toj rti gennhqesin rfoij pofetai.

    1 Cuando Dioniso condujo su ejrcito contra los indios pues no hay inconveniente, creo, en contaros una historia de Baco, dicen que los hombres de aquellas tierras lo menospreciaban tanto al principio, que se rean de su avance; ms an, lo compadecan por su audacia, ya que los elefantes deban hollarlo en cuanto des-plegara su frente de ataque. Al parecer haban odo narrar a los espas extraos relatos acerca de su ejrcito: sus lneas y escuadras estaban integradas por mujeres locas y posesas, coronadas de yedra, vestidas con pieles de cervato, con jabalina sin punta de acero, hechas tambin de yedra, y unos escudos ligeros, que retumbaban al simple contacto creo que confundieron los tambores con escudos; iban con ellas unos cuantos jvenes campesinos, desnudos, bailando una danza procaz1, con colas y cuernos, como los que asoman en las frentes de los chivos recin nacidos.

    2 ka tn m:n strathlthn atn f' rmatoj cesqai pardlewn pezeugmnwn, gneion kribj, od' p' lgon tn parein cnonta, kerasfron, botroij stefanwmnon, mtrv tn kmhn nadedemnon, n porfurdi ka crus mbdi postrathgen d: do, na mn tina

    2 El propio general iba en un carro tirado por panteras y era completamente imberbe, sin bozo tan siquiera en las mejillas, con cuernos, coronado de racimos de uva, ciendo su caballera con una cinta2, con vestidos de prpura y zapatillas doradas; tena dos lugartenientes: uno era pequeo, viejo,

    1 Griego krdax, danza obscena de origen lidio, trmino intraducible literalmente. 2 Rasgo femenino.

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    bracn, presbthn, ppacun, progstora, insimon, ta megla rqia conta, ptromon, nrqhki pereidmenon, p' nou t poll ppeonta, n krokwt ka toton, pnu piqann tina suntagmatrchn ato teron d: terstion nqrwpon, trgJ t nrqen oikta, komthn t sklh, krata conta, baqupgwna, rglon ka qumikn, qatrv m:n srigga fronta, t dexi d: bdon kamplhn phrmnon ka periskirtnta lon t stratpedon, ka t gnaia d: fobesqai atn ka seein nemwmnaj tj kmaj, pte prosoi, ka bon eo toto d' ekzein kalesqai atn tn despthn. tj d' on pomnaj dihrpsqai dh p tn gunaikn ka diespsqai ti znta t qrmmata mofgouj gr tinaj atj enai.

    rechoncho, ventrudo, chato, de orejas erguidas, algo tembloroso, que se apoyaba en un bastn, y montaba frecuentemente en un asno, vistiendo tambin ropas femeninas3, jefe de divisin muy adecuado para l; el otro4 era un individuo portentoso, semejante a un macho cabro en las extremidades inferiores, con las piernas velludas, dotado de cuernos y espesa barba, irascible e impetuoso, llevando en la izquierda una siringa, y en la derecha una vara torcida, que andaba dando saltos alrededor de todo el ejrcito, de forma que las mujerucas se asustaban de l y agitaban al viento sus cabellos cuando se les acercaba, y gritaban evoh5. Los espas suponan que ste era el nombre de su soberano. Los rebaos haban sido ya arruinados por las mujeres y las cras descuartizadas en vivo, pues coman cruda la carne6.

    3 Tata o 'Indo ka basilej atn koontej glwn, j t ekj, ka od' ntepexgein paratttesqai xoun, ll' eper ra, tj gunakaj pafsein atoj, e plhson gnointo, sfsi d: ka nikn ascrn dkei ka foneein gnaia memhnta ka qhlumtrhn rconta ka meqon smikrn gerntion ka mtragon stratithn llon ka gumntaj rchstj, pntaj geloouj. pe d: ggelto purpoln qej dh tn cran ka pleij atndrouj kataflgwn ka nptwn tj laj ka n brace psan tn 'Indikn flogj mpeplhkjplon gr ti Dionusiakn t pr, patron at kk to keraunontaqa dh spoud nelmbanon t pla ka toj lfantaj pisxantej ka gcalinsantej ka toj prgouj naqmenoi p' atoj ntepexesan, katafronontej m:n ka tte, rgizmenoi d: mwj ka suntryai spedontej at stratopdJ tn gneion kenon strathlthn.

    3 Al escuchar estos informes, los indios y su rey se rean, como es natural, y no se dignaron salir a su encuentro o colocarse en lnea de batalla; a lo sumo, pensaban en arrojarles a sus mujeres si se acercaban, pues les pareca vergonzoso vencerles dando muerte a unas mujerucas enloquecidas, un caudillo con tocado femenino, un viejecillo medio borracho, un soldado slo hombre a medias y unos danzantes desnudos, ridculos todos ellos. Mas cuando lleg la noticia de que el dios estaba arrasando a fuego el pas, quemando ciudades con sus ha-bitantes e incendiando los bosques, hasta convertir en poco tiempo la India en una hoguera pues el fuego7 es un arma dionisiaca, propia del padre del dios y derivada del rayo, empuaron entonces las armas apresurada-mente, cargaron sus elefantes, los embridaron, colocaron las torres sobre ellos y salieron a su encuentro, desprecindolos todava, pero irritados y deseosos de aplastar a aquel general imberbe y a todo su ejrcito.

    4 pe d: plhson gnonto ka edon lllouj, o m:n 'Indo protxantej toj lfantaj pgon tn flagga, Dinusoj d: t mson m:n atj ece, to krwj d:

    4 Cuando los tuvieron cerca y se vieron mutuamente, los indios colocaron en vanguardia sus elefantes y avanzaron sus filas. El propio Dioniso mandaba el centro, Sileno el ala

    3 Literalmente teidas de azafrn. Se refiere a Sileno. 4 Pan. 5 Grito de las bacantes, o mujeres participantes en los cultos de Dioniso. 6 Ritos tpicos de los cultos bquicos: el sparagms o despedazamiento en vivo, y la mofaga o comunin de las carnes crudas de las vctimas. 7 Smele, madre de Dioniso, ya fue abatida por el rayo de Zeus.

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    at to dexio m:n Silhnj, to ewnmou d: Pn gonto locago d: ka taxarcoi o Sturoi gkaqeistkesan ka t m:n snqhma n pasi t eo. eqj d: t tmpana patageto ka t kmbala t polemikn smaine ka tn Satrwn tij labn t kraj phlei t rqion ka to Silhno noj nulin ti gksato ka a Maindej sn lolug nepdhsan atoj drkontaj pezwsmnai kk tn qrswn krwn pogumnosai tn sdhron. o 'Indo d: ka o lfantej atn atka gklnantej sn oden ksmJ feugon od' ntj blouj gensqai pomenantej, ka tloj kat krtoj alkesan ka acmlwtoi pgonto p tn twj katagelwmnwn, rgJ maqntej j ok crn p tj prthj koj katafronen xnwn stratopdwn.

    derecha y Pan la izquierda; los stiros hacan de jefes y oficiales8 y la consigna era para todos evoh. Al punto resonaban los tambores, los cmbalos daban la seal de la batalla y un stiro, empuando el cuerno, tocaba en tono elevado; el asno de Sileno lanz un rebuzno guerrero y las Mnades, gritando, se arrojaron sobre ellos, ceidas con serpientes y descubriendo el acero en la punta de sus tirsos. Los indios y sus elefantes se volvieron al punto e iniciaron la huida sin orden alguno, sin aguardar siquiera el comienzo de los disparos, y al fin fueron reducidos por la fuerza y conducidos como prisioneros de guerra por aquellos de quienes se haban burlado hasta entonces, aprendiendo con la experiencia que no hay que despreciar a los ejrcitos extranjeros a la primera informacin que se reciba.

    5 'All t prj tn Dinuson Dinusoj otoj; epoi tij n. ti moi dokosika prj Cartwn m me korubantin telwj meqein polbhte, e tm ekzw toj qeojmoin ti pscein o pollo prj toj kainoj tn lgwn toj 'Indoj kenoij, oon ka prj toj moj omenoi gr saturik ka gelo tina ka komid kwmik par' mn kosesqai toiata gr pepistekasin, ok od' ti dxan atoj p:r mo o m:n od: tn rcn fiknontai, j od:n don parcein t ta kmoij gunaikeoij ka skirtmasi saturikoj katabntaj p tn lefntwn, o d: j p toiot ti kontej nt to kitto sdhron erntej od' otwj painen tolmsi t paradxJ to prgmatoj teqorubhmnoi. ll qarrn paggllomai atoj, ti n ka nn j prtern pote tn teletn qelswsin piden pollkij ka namnhsqsin o palaio sumptai kmwn koinn tn tte kairn ka m katafronswsin tn Satrwn ka Silhnn, pwsi d: j kron to kratroj totou, ti bakcesein ka atoj ka pollkij meq' mn ren t eo.

    5 Mas qu relacin tiene con Dioniso ese Dioniso que t describes?9, podra argumentar alguien. A mi parecer y, por las Crites, no interpretis que tengo el furor de los coribantes10 o que estoy totalmente ebrio si comparo mis obras con lo divino muchos reaccionan ante las novedades literarias de igual modo que aquellos indios: as ha ocurrido ante las mas. Pues, estimando que iban a escuchar de nuestra parte textos satricos, risibles y por entero cmicos tal era su creencia, por haberse formado no s qu opinin de m, empiezan unos por no acudir siquiera, no dignndose descender de los elefantes a prestar sus odos a algazaras mujeriles y bailoteos satricos; otros, al haber venido buscando algo as y encontrar acero en vez de yedra, todava no se deciden a aplaudir, confundidos ante lo sorprendente del tema. Pero confidencialmente les anuncio que si se hayan dispuestos aun ahora, como en un principio, a presenciar reiteradamente el rito sacro, y mis antiguos compaeros de banquete recuerdan las fiestas que antao vivimos11 y no desprecian a los stiros y silenos, bebiendo hasta la saciedad de esta crtera, tambin ellos sentirn de nuevo el entusiasmo de Baco, y repetirn una y otra vez con nosotros evoh.

    8 En griego lochago y taxarchoi, trminos militares de aproximativa traduccin. 9 Recuerda la expresin nada para Dioniso, tpica del ambiente teatral cuando los poetas se alejan de los primitivos mitos dionisacos. 10 Sacerdotes de Cibiles originarios de Frigia. 11 Anapesto de origen desconocido.

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    6 otoi m:n onleqeron gr kopoiontwn ti ka flon. 'Eg d, peidper ti n 'Indoj smn, qlw ka llo mn dihgsasqa ti tn keqen, ok prosdinuson od' at, od' n poiomen lltrion. n 'Indoj toj Maclaoij, o t lai to 'Indo potamo, e kat on ato blpoij, pinemmenoi mcri prj tn 'Wkeann kaqkousi, par totoij lsoj stn n perifrktJ, o pnu meglJ cwrJ, sunhrefe d kittj gr polj ka mpeloi sskion at kribj poiosin. ntaqa phga esi trej kallstou ka dieidesttou datoj, m:n Satrwn, d: Panj, d: Silhno. ka esrcontai ej at o 'Indo pax to touj ortzontej t qe, ka pnousi tn phgn, oc pasn pantej, ll kaq' likan, t m:n meirkia tj tn Satrwn, o ndrej d: tj Panikj, tj d: to Silhno o kat' m.

    6 No obstante, que procedan como gusten, pues el odo es libre12. Mas, dado que an estamos en la India, yo quiero relataros otra curiosidad de all, no ajena a Dioniso13 tampoco, ni extraa a nuestra empresa. Entre los indios macleos, que viven en la margen izquierda del ro Indo, mirando en el sentido de la corriente, y descienden en sus asentamientos hasta el Ocano, hay en su territorio un bosque sagrado con cerca, de una extensin no muy considerable, pero tupido, pues la abundancia de yedras y vides lo mantienen en sombra pro-funda. All corren tres fuentes de un agua en extremo pura y cristalina, consagradas una a los Stiros14, otra a Pan y otra a Sileno. Los indios acuden a aquel paraje una vez al ao, a celebrar la fiesta del dios, y beben de las fuentes, mas no de todas indiscriminadamente, sino de acuerdo con la edad: los adolescentes, en la de Stiros; los de mediana edad, en la de Pan, y beben en la de Sileno los de la ma.

    7 A m:n on pscousin o padej peidn pwsin, oa o ndrej tolmsi katecmenoi t Pan, makrn n eh lgein d' o grontej poiosin, tan mequsqsin to datoj, ok lltrion epen peidn pV grwn ka katscV atn Silhnj, atka p pol fwnj sti ka karhbaronti ka bebaptismnJ oiken, eta fnw fwn te lampr ka fqgma torn ka pnema ligurn gggnetai at ka lalstatoj x fwnottou stn, d' n pistomsaj paseiaj atn m oc sunec lalen ka seij makrj sunerein. sunet mntoi pnta ka ksmia ka kat tn `Omrou kenon tora nifdessi gr oikta ceimerVsi diexrcontai, od' pocrsei soi kknoij kat tn likan eksai atoj, ll tettigdj ti puknn ka ptrocon sunptousin cri baqeaj spraj. tonteqen d: dh feqeshj atoj tj mqhj siwpsi ka prj t rcaon natrcousi. t mntoi paradoxtaton odpw epon n gr tel grwn metax katalpV n diexei tn lgon, dntoj lou kwluqej p praj atn pexelqen, j nwta pin aqij kena sunptei prusi lgonta mqh

    7 Lo que experimentan los mozos tras beberla o lo que osan hacer los hombres posedos por Pan sera largo de contar; mas lo que los ancianos hacen al embriagarse de agua no es ajeno al caso decirlo. Luego que el anciano ha bebido y se ha apoderado Sileno de l, al punto queda mudo largo rato y parece embotado y ebrio, mas luego, sbitamente, su voz se torna sonora, su timbre vibrante y su tono musical, y de la mudez absoluta pasa a la extrema locuacidad, de suerte que ni tapndole la boca podran interrumpirse sus continuas peroratas y largos discursos, si bien cuanto dice es sensato y acorde, como aquel famoso orador de Homero, pues sus palabras fluyen cual los copos de nieve en el invierno15. No podran compararse ellos con cisnes en consideracin a su edad, mas cual cigarras ensartan un cntico incesante y fluido hasta bien cada la tarde. Luego que la embriaguez les abandona, callan y retornan a su prstino estado. Pero an no os he dicho lo ms extraordinario de todo: si el anciano deja inconcluso el relato que pronunciaba, incapaz de llevarlo a su trmino por haberse puesto el sol, al beber de nuevo al ao siguiente lo reanuda enlazando con lo que

    12 Refrn. 13 Cf. nota 9.14 14 Los manuscritos dicen al Stiro. La conjetura en plural es de Capps. 15 Se trata de Ulises. Cf. Ilada III 222.

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    atn katlipen. deca el anterior cuando la embriaguez le abandon.

    Tat moi kat tn Mmon ej mautn peskfqw, ka m tn D' ok n ti paggoimi t pimqion rte gr dh kaq' ti t mqJ oika. ste n mn ti parapawmen, mqh ata e d: pinut dxeie t legmena, Silhnj ra n lewj.

    Permitid que, cual Momo, me mofe en esta fbula de m mismo, aunque, por Zeus, no os traer a colacin la moraleja, pues ya veis en qu sentido la historia me atae. De suerte que, si en algo desvariamos, culpable es la embriaguez; mas, si lo dicho os ha parecido razonable, es que Sileno me ha sido propicio.