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MÁS INFORMACIÓN Para ser voluntario, hacer una donación o recibir información: Hogar de Boulogne: Rosario 1772, Boulogne (5411)4737-9755 www.elarcaargentina.org Centro de Espiritualidad Paraná 1630, Olivos (5411)4513-9954 www.ce-arca.org “LAS PERSONAS DÉBILES Y VULNERABLES PUEDEN HACER RESURGIR LO MÁS BELLO Y LUMINOSO QUE HAY EN LAS PERSONAS MÁS FUERTES; LES INVITAN ENTONCES A ABRIR SU CORAZÓN Y SU INTELIGENCIA A LA COMPASIÓN, A AMAR INTELIGENTEMENTE Y NO SÓLO DE UNA FORMA SENTIMENTAL. LOS MÁS DÉBILES INVITAN A LOS QUE ESTÁN MÁS DOTADOS A DESCUBRIR SU HUMANIDAD, A ABANDONAR EL MUNDO COMPETITIVO, PARA PONER SUS ENERGÍAS AL SERVICIO DEL AMOR, DE LA JUSTICIA Y DE LA PAZ; A ASUMIR MEJOR SUS PROPIAS DEBILIDADES Y SUS FRAGILIDADES”. Jean Vanier C uando aquel día de 1964, el joven canadiense Jean Vanier de 36 años -oficial de marina y filósofo- cruzó los muros del Instituto “Le Val Fleury” para hombres con deficiencia intelectual, jamás pudo haber ima- ginado todo lo que vendría después. Llegó allí, al pequeño pueblo de Trosly-Breuil, Francia, invitado por su sacerdote amigo, el Padre Thomas Phillippe, capellán del lugar. “Detrás de los muros de aquella institución, me sorprendí con los rostros de aquellos hombres, mirándome, pregun- tándome si quería ser su amigo, si volvería a visitarlos... Me preguntaban por qué estaban allí”, cuenta Vanier, quien quedó profundamente conmovido por la visita. Decidido a hacer algo, consiguió fondos entre sus familiares y ami- gos para comprar una vieja casita en aquel pueblo, e invitó a dos de esas personas con discapacidad a vivir con él; a ese hogar lo llamó El Arca. Lo que Jean fue descubriendo al compartir la vida con aquellas dos personas transfor- mó su corazón y su mirada de la humanidad por completo. “Nuestra sociedad considera que las personas con una de- ficiencia mental son como ‘fallos’ de la naturaleza. El naci- miento de un niño con una deficiencia es un drama para la familia –escribió en su libro Amar hasta el extremo-. En El Arca hemos descubierto el corazón, la capacidad de amor de esas personas que nos muestran nuestra humanidad. Vivir con ellas a veces es difícil, pero esta vida en comu- nidad nos transforma y nos ayuda a descubrir lo esencial. Venimos para ayudar a los más débiles, pero descubrimos que son ellos los que nos ayudan. El corazón del Arca es un lugar de celebración”. Hoy, cincuenta años después, existen 134 comunida- des de El Arca presentes en treinta y cuatro países del mundo, entre ellos Haití, India, Eslovenia, Uganda, Egipto, Canadá... Las comunidades, de carácter ecu- ménico, se componen de pequeños hogares y talleres donde personas con y sin discapacidad comparten su vida. Vanier, laico, ha entregado su vida por completo a la obra, ha escrito decenas de libros, acaba de re- cibir el prestigioso Premio Templeton e incluso fue convocado por el Vaticano para inaugurar la reflexión internacional sobre Evangelii Gaudi, junto al Papa Fran- cisco por ser “una de las voces más importantes en la atención a los necesitados”. EL ARCA EN ARGENTINA En nuestro país, El Arca llegó de manos de una madre de familia porteña, María Luisa Malbrán. Amante de la filo- sofía, cuando esperaba su séptima hija pensaban llamarla Sofía (que significa sabiduría); hacia el final del embarazo supo que su hija tendría Síndrome de Down. Atravesando el nuevo desafío que significaba Sofía para toda la fami- lia, María Luisa descubrió los libros de Jean Vanier y nació en ella el deseo profundo de fundar una comunidad. Daniel Guerrero, un hombre con discapacidad, vecino del barrio de Boulogne, asistía a la catequesis especial de su parroquia, cuando escuchó acerca del proyecto de fundar una comunidad en su barrio y salió en busca de una casa. “Fue Dani el que encontró la casa que termi- namos comprando -cuenta María Luisa- y donde actual- mente acogemos a Sandra, Maxi, Osvaldo y Marcos, que comparten la vida con asistentes, a veces provenientes de otras comunidades del mundo”. A pocas cuadras fun- ciona también un taller y se está terminando de construir el segundo hogar. “El Arca no pretende, ante todo, dar una solución a las personas con discapacidad que han sido abandonadas o no tienen familia. El Arca es, sobre todo un signo para la humanidad de que los más frági- les tienen un mensaje de unidad y de paz para brindar a nuestra sociedad y al mundo”. EL CENTRO DE ESPIRITUALIDAD La obra sigue creciendo y hace dos años, además de la comunidad de Boulogne, comenzó a funcionar en Oli- vos, en una casa brindada por el Obispado al lado de la Parroquia La Unidad, un centro con la misión de difundir la espiritualidad de El Arca trasmitida por su fundador. El “Ce-Arca” propone encuentros de oración, charlas, es- pacios de acompañamiento, y cuenta con capilla, librería, salones y servicio de hospedería. MAESTROS DE HUMANIDAD Las comunidades de El Arca, fundadas por Jean Vanier en Francia en 1964, brindan hogar y talleres a personas con discapacidad mental. En nuestro país, en Boulogne avanza la obra del segundo hogar, y en Olivos abrió sus puertas un Centro de Espiritualidad. LA VOZ SOLIDARIA 48 TEXTO Y FOTOS: MARÍA MULLEN

MAESTROS DE HUMANIDAD

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Las comunidades de El Arca, fundadas por Jean Vanier en Francia en 1964, brindan hogar y talleres a personas con discapacidad mental. En nuestro país, en Boulogne avanza la obra del segundo hogar, y en Olivos abrió sus puertas un Centro de Espiritualidad.

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M Á S I N F O R M A C I Ó NPara ser voluntario, hacer una

donación o recibir información:

Hogar de Boulogne:

Rosario 1772, Boulogne

(5411)4737-9755

www.elarcaargentina.org

Centro de Espiritualidad

Paraná 1630, Olivos

(5411)4513-9954

www.ce-arca.org

“LAS PERSONAS DÉBILES Y

VULNERABLES PUEDEN HACER

RESURGIR LO MÁS BELLO Y

LUMINOSO QUE HAY EN LAS

PERSONAS MÁS FUERTES; LES

INVITAN ENTONCES A ABRIR SU

CORAZÓN Y SU INTELIGENCIA

A LA COMPASIÓN, A AMAR

INTELIGENTEMENTE Y NO SÓLO

DE UNA FORMA SENTIMENTAL.

LOS MÁS DÉBILES INVITAN A

LOS QUE ESTÁN MÁS DOTADOS

A DESCUBRIR SU HUMANIDAD,

A ABANDONAR EL MUNDO

COMPETITIVO, PARA PONER

SUS ENERGÍAS AL SERVICIO

DEL AMOR, DE LA JUSTICIA Y

DE LA PAZ; A ASUMIR MEJOR

SUS PROPIAS DEBILIDADES Y

SUS FRAGILIDADES”.

Jean Vanier

Cuando aquel día de 1964, el joven canadiense Jean Vanier de 36 años -oficial de marina y filósofo- cruzó los muros del Instituto “Le Val Fleury” para

hombres con deficiencia intelectual, jamás pudo haber ima-ginado todo lo que vendría después. Llegó allí, al pequeño pueblo de Trosly-Breuil, Francia, invitado por su sacerdote amigo, el Padre Thomas Phillippe, capellán del lugar. “Detrás de los muros de aquella institución, me sorprendí con los rostros de aquellos hombres, mirándome, pregun-tándome si quería ser su amigo, si volvería a visitarlos... Me preguntaban por qué estaban allí”, cuenta Vanier, quien quedó profundamente conmovido por la visita. Decidido a hacer algo, consiguió fondos entre sus familiares y ami-gos para comprar una vieja casita en aquel pueblo, e invitó a dos de esas personas con discapacidad a vivir con él; a ese hogar lo llamó El Arca. Lo que Jean fue descubriendo al compartir la vida con aquellas dos personas transfor-mó su corazón y su mirada de la humanidad por completo. “Nuestra sociedad considera que las personas con una de-ficiencia mental son como ‘fallos’ de la naturaleza. El naci-miento de un niño con una deficiencia es un drama para la familia –escribió en su libro Amar hasta el extremo-. En El Arca hemos descubierto el corazón, la capacidad de amor de esas personas que nos muestran nuestra humanidad. Vivir con ellas a veces es difícil, pero esta vida en comu-nidad nos transforma y nos ayuda a descubrir lo esencial. Venimos para ayudar a los más débiles, pero descubrimos que son ellos los que nos ayudan. El corazón del Arca es un lugar de celebración”. Hoy, cincuenta años después, existen 134 comunida-des de El Arca presentes en treinta y cuatro países del mundo, entre ellos Haití, India, Eslovenia, Uganda, Egipto, Canadá... Las comunidades, de carácter ecu-ménico, se componen de pequeños hogares y talleres donde personas con y sin discapacidad comparten su vida. Vanier, laico, ha entregado su vida por completo a la obra, ha escrito decenas de libros, acaba de re-cibir el prestigioso Premio Templeton e incluso fue convocado por el Vaticano para inaugurar la reflexión

internacional sobre Evangelii Gaudi, junto al Papa Fran-cisco por ser “una de las voces más importantes en la atención a los necesitados”.

EL ARCA EN ARGENTINAEn nuestro país, El Arca llegó de manos de una madre de familia porteña, María Luisa Malbrán. Amante de la filo-sofía, cuando esperaba su séptima hija pensaban llamarla Sofía (que significa sabiduría); hacia el final del embarazo supo que su hija tendría Síndrome de Down. Atravesando el nuevo desafío que significaba Sofía para toda la fami-lia, María Luisa descubrió los libros de Jean Vanier y nació en ella el deseo profundo de fundar una comunidad. Daniel Guerrero, un hombre con discapacidad, vecino del barrio de Boulogne, asistía a la catequesis especial de su parroquia, cuando escuchó acerca del proyecto de fundar una comunidad en su barrio y salió en busca de una casa. “Fue Dani el que encontró la casa que termi-namos comprando -cuenta María Luisa- y donde actual-mente acogemos a Sandra, Maxi, Osvaldo y Marcos, que comparten la vida con asistentes, a veces provenientes de otras comunidades del mundo”. A pocas cuadras fun-ciona también un taller y se está terminando de construir el segundo hogar. “El Arca no pretende, ante todo, dar una solución a las personas con discapacidad que han sido abandonadas o no tienen familia. El Arca es, sobre todo un signo para la humanidad de que los más frági-les tienen un mensaje de unidad y de paz para brindar a nuestra sociedad y al mundo”.

EL CENTRO DE ESPIRITUALIDADLa obra sigue creciendo y hace dos años, además de la comunidad de Boulogne, comenzó a funcionar en Oli-vos, en una casa brindada por el Obispado al lado de la Parroquia La Unidad, un centro con la misión de difundir la espiritualidad de El Arca trasmitida por su fundador. El “Ce-Arca” propone encuentros de oración, charlas, es-pacios de acompañamiento, y cuenta con capilla, librería, salones y servicio de hospedería.

MAESTROS DE HUMANIDADLas comunidades de El Arca, fundadas por Jean Vanier en Francia en 1964, brindan hogar

y talleres a personas con discapacidad mental. En nuestro país, en Boulogne avanza la

obra del segundo hogar, y en Olivos abrió sus puertas un Centro de Espiritualidad.

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