Su humildad profunda Su humildad profunda y su vivo sentido de la y su vivo sentido de la presencia de Dios le presencia de Dios le permiten sobrellevar permiten sobrellevar numerosas pruebas numerosas pruebas

con gran paz.con gran paz.

Repetía a menudo las palabras de salmo 126: "Si el Señor no construye la casa en vano trabajan los albañiles".

"Roguemos a Jesús y a María que se haga la santa voluntad de Dios y tratemos de no querer más que lo que Dios quiere".

Consciente de sus limitaciones, no cuenta más que con Dios y con la protección de María,

Está convencido de Está convencido de que su Instituto de que su Instituto de

Hermanos es obra de Hermanos es obra de Dios y de María.Dios y de María.

“La autorización vendrá cuando Dios lo quiera.”

Las gestiones para lograr el

reconocimiento legal de su

congregación le llevan mucho

tiempo y le piden mucha

energía y espíritu de fe.

"Cuando se tiene a Dios de nuestra parte y cuando no se cuenta más que con Él, nada nos es imposible".

La fe conduce a Marcelino a pasar por el filtro de la oración: "No me atrevería a emprender nada sin antes encomendárselo al Señor".

Si existió alguien que tenía ojos de fe, ese fue

Marcelino. Supo encontrar a Dios en medio de las

dificultades.

Porque su fe era profunda quiso que

María fuera “Recurso ordinario” y Primera superiora”

Veía todo con una gran fe. Tenía la plena certeza de

que todo lo que sucedía era lo mejor para su proyecto.

“Las contradicciones, las pruebas, las fatigas… nada alteraba la paz de su alma y la serenidad de su

rostro… jamás se le vio triste o desanimado.”

Su gran confianza en Dios lo llevó a mostrarse sereno,

confiado, paciente y seguro. Tomó decisiones contrarias a las demás congregaciones. No

tenía miedo.

Como Marcelino, debo estar en constante actitud de

discernimiento para poder descubrir lo que Dios me

está pidiendo.

Feliz día de San

Marcelino Fernando