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LOS TIEMPOS | COCHABAMBA | AÑO 2015 | SÁBADO | 26 DE SEPTIEMBRE ESPECIAL Hace 150 años, el 25 de septiembre, falleció Andrés de Santa Cruz y Calahumana, un militar y estadista que gobernó a Perú y Bolivia. Fue Supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana. Fue el verdadero constructor de la República, le dio una nueva Constitución a Bolivia, la dotó de códigos, reestructuró su educación, ordenó su economía y la hizo poderosa a través de un ejército eficiente. El Mariscal de Zepita Andrés de Santa Cruz

Mariscal Santa Cruz

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Hace 150 años, el 25 de septiembre, falleció Andrés de Santa Cruz y Calahumana, un militar y estadista que gobernó a Perú y Bolivia. Fue Supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana. Fue el verdadero constructor de la República, le dio una nueva Constitución a Bolivia, la dotó de códigos, reestructuró su educación, ordenó su economía y la hizo poderosa a través de un ejército eficiente.

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Page 1: Mariscal Santa Cruz

Los Tiempos | CoChabamba | año 2015 | sábado | 26 de sepTiembre

EspEcial

Hace 150 años, el 25 de septiembre, falleció Andrés de Santa Cruz y Calahumana, un

militar y estadista que gobernó a Perú y Bolivia. Fue Supremo Protector de la Confederación

Perú-Boliviana. Fue el verdadero constructor de la República, le dio una nueva

Constitución a Bolivia, la dotó de códigos, reestructuró su

educación, ordenó su economía y la hizo poderosa a través de

un ejército eficiente.

El Mariscalde Zepita

Andrés de Santa Cruz

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Existe hasta hoy un debate acerca de la fecha y el lugar de nacimiento de Andrés de Santa Cruz y Calahumana. Según algu-nos historiadores, nació en La Paz el 5 de diciembre de 1792; otros sostienen que nació en Huarina ese año, pero el 30 de noviembre. Era hijo de José de Santa Cruz y Villavicencio, un criollo de Huamanga (Perú) y de Juana Basilia Calahumana, hija del cacique de Huarina, pueblo cercano al lago Titicaca.

Estudió en el colegio de los franciscanos en La Paz y poste-riormente en el Colegio San Bue-naventura del Cuzco.

A los 17 años se incorporó al ejército del Rey en el regimiento "Dragones de Apolobamba", bajo las órdenes de su padre que era subdelegado de ese partido. En 1811 participó en la Batalla de Guaqui en el bando de José Ma-nuel de Goyeneche donde fue as-cendido a teniente. Combatió luego en la guerra en Charcas bajo la bandera del Rey y partici-pó de las batallas de Vilcapugio y Ayohuma (1813).

Su padre fue muerto durante la toma de la ciudad de La Paz por parte de los ejércitos del Cuz-co dirigidos por el cura Muñe-cas. Fue apresado en 1817 por las tropas de Araoz de la Madrid y conducido a Buenos Aires de donde fugó reintegrándose al ejército del Rey. Luego de luchar infructuosamente contra las gue-rrillas dirigidas en Perú por Juan Antonio Álvarez de Arena-les, fue apresado nuevamente a fines de 1820 por las tropas de San Martín, momento en el cual decidió abrazar la causa inde-pendentista.

Ya en el bando patriota pasó a ser gobernador de Piura, donde organizó los ejércitos que iban a libertar Cuenca y la sierra de Quito, donde se unió a las tropas de Nueva Granada dirigidas por Antonio José de Sucre. Ambos grupos derrotaron a los realistas en la Batalla de Pichincha, en mayo de 1822, con lo que se selló la independencia de la región.

En 1823, participó en la llamada Campaña de Intermedios, cuyo obje-tivo era controlar las tierras altas de Charcas. Se dirigió desde los puertos intermedios de Perú hacia La Paz, tomando su ciudad natal. Retornó hacia el Desaguadero. Cerca de ahí se produjo la batalla de Zepita, don-de a pesar de derrotar a los realistas, tuvo una retirada desastrosa hasta la costa, perdiendo gran parte de sus soldados. Por esta batalla fue nom-brado Mariscal de Zepita.

Bolívar lo convocó a formar parte del ejército libertador, con el que participó en la batalla de Junín (6 de agosto de 1824), luego fue nombrado Prefecto de Huamanga. En abril de 1825, luego de participar en el ingre-so de las tropas a Charcas, fue nom-brado Prefecto de Chuquisaca.

Entre 1826 y 1828 participó en la conflictiva vida política peruana, donde fue Presidente del Consejo de Gobierno, Presidente de la Junta de Gobierno, candidato a la Presidencia de la República y ministro plenipo-tenciario ante el gobierno de Chile.

Luego del levantamiento contra Sucre en Chuquisaca (abril de 1828) la firma del Tratado de Piquiza, la renuncia del presidente Sucre al po-der, y la invasión de Gamarra a Boli-via, el Congreso boliviano decidió elegir a Santa Cruz como Presidente de Bolivia. Asumió el cargo en mayo de 1829. En 1831, bajo una nueva Constitución, Santa Cruz fue elegido Presidente Constitucional.

Durante los diez años que gobernó el país, llevó a cabo numerosos actos administrativos, entre ellos: estable-ció escuelas con el sistema lancaste-riano, creó las universidades de San Andrés en La Paz y San Simón en Cochabamba; fijó las atribuciones de prefectos, gobernadores y otras auto-ridades, ordenó la hacienda, estable-ció los primeros presupuestos, pro-mulgó los Códigos Civil, Penal, de Procederes, Mercantil y Minero; lle-vó a cabo el primer censo; mejoró el transporte y reorganizó el ejército. En la economía, empezó con la emi-sión de moneda feble o de baja ley

Mientras Bolivia vivía una etapa de paz y orden, Perú vivía un estado de anarquía, con luchas permanen-tes entre diversos bandos y al borde de una guerra civil. Orbegoso, presi-dente provisorio, se tuvo que reple-

gar e instaló su gobierno en Arequi-pa, desde donde convocó en su auxi-lio a Santa Cruz.

El pacto entre Santa Cruz y Orbe-goso se firmó en junio de 1835, por el mismo, Santa Cruz se comprometía a enviar a su ejército a Perú y convo-car luego a una Asamblea en el nor-te y el sur peruano para que decidie-ran la nueva forma de gobierno de su país. En cumplimiento del mismo Santa Cruz pasó a Perú con un ejér-cito de 5.000 soldados.

Agustín Gamarra, sintiéndose traicionado enfrentó a Santa Cruz y fue derrotado en la batalla de Yana-cocha (13 de agosto de 1835). Por su parte, Felipe Salaverry declaró tam-bién la guerra al ejército boliviano y fue derrotado por Santa Cruz en la batalla de Socabaya (7 de febrero de 1836). De esta manera se abrió el ca-mino para la creación de la Confede-ración Perú Boliviana. Mientras tan-to, en Bolivia se reunió el Congreso de Tapacarí que autorizó a Santa Cruz a seguir adelante con el proyec-to de la Confederación.

El 28 de octubre de 1836, se estable-ció la Confederación integrada por los tres estados o repúblicas, la que se confirmó en el Congreso de Tacna que le dio su Ley fundamental. El proyecto no fue del agrado de mu-chos peruanos y bolivianos y menos de los gobiernos de Chile y Argenti-na que veían como un peligro para sus naciones el fortalecimiento de Bolivia y Perú.

Con una serie de pretextos, el go-bierno chileno declaró la guerra a la Confederación, envió una expedi-ción llamada “Restauradora” bajo el mando del almirante Manuel Blanco Encalada y con el apoyo de los emi-grados peruanos opositores de Santa Cruz. Esta primera expedición trató de tomar Arequipa, pero no tuvo el apoyo de la población y firmaron el Tratado de Paucarpata por la cual Santa Cruz dejó volver a su patria a los chilenos, a condición de que reco-nocieran a la Confederación.

En la guerra contra la Confedera-ción Argentina, el ejército boliviano, al mando del general Otto Felipe Braun, logró los triunfos de Iruya y Montenegro, al norte de Jujuy, acaban-do con los intentos de Juan Manuel de Rosas de destruir la Confederación.

Chile desconoció el Tratado de

Andrés de Santa Cruz. Óleo de Antonio Villavicencio (1845) Museo de Charcas, Sucre.

Fue un participante importante durante los inicios de la república, dirigió y luchó para dar forma a la naciente nación, en ese momento estaba sumido en el desorden. Fue presidente de Perú y Bolivia y entre 1836 y 1839 estableció la Confederación entre estos países

María Luisa soux (*)

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El Mariscal de Zepitaconsolidó Bolivia

ESPECIALAndrés de Santa Cruz

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Fue un participante importante durante los inicios de la república, dirigió y luchó para dar forma a la naciente nación, en ese momento estaba sumido en el desorden. Fue presidente de Perú y Bolivia y entre 1836 y 1839 estableció la Confederación entre estos países

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A los 17 años ingresa al ejército realista en el regimiento "Dragones de Apolobamba".

Combate en la batalla de Guaqui donde fue ascendido a teniente.Combate en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, bajo la bandera del Rey

1792A lo

18091811

Combate

18133181717

1820

1822

1823

182418241825182518261826

18271827

18291829

18311831

183118

1836181839

184318451865

Participa en la batalla de Junín, luego es nombrado prefecto de Huamanga.

Es nombrado prefecto de Chuquisaca.

Asume la presidencia de Perú

Convoca a la Asamblea Constituyente

Asume la presidencia de Bolivia por decisión del Congreso luego de la renuncia de José Antonio de Sucre.

Bajo una nueva Constitución es elegido Presidente Constitucional (gobierna casi 10 años).

28 de octubre crea la Confederación Perú-Boliviana, que se con�rmó en el Congreso de Tacna que le dio su Ley fundamental.

Comanda tropas peruanas en la Batalla de Zepita, donde pese a derrotar a los realistas se repliega hasta la costa. Por esta batalla es nombrado “Mariscal de Zepita”.

Se traslada a Perú, allí lucha contra las guerrillas dirigidas por Juan Antonio Álvarez de Arenales y es apresado por las tropas de San Martín, momento en el cual decide abrazar la causa independentista.

Estando en el bando patriota es nombrado gobernador de Piura, allí organiza los ejércitos que liberaron Cuenca y la sierra de Quito, donde se une a las tropas de Nueva Granada comandadas por José Antonio de Sucre.

Creó el departamento de Tarija que había decidido voluntariamente integrarse a Bolivia. También creó las universidades Mayor de San Andrés de La Paz (1831) y Mayor de San Simón de Cochabamba (1832).

Los ejércitos de los confederados y chileno se enfrentan en Yungay, donde son derrotados los primeros. Renuncia al puesto de protector de la Confederación y se embarca hacia Ecuador.

Es apresado en la Caleta de Camarones, cuando intentaba retornar a Bolivia, y es desterrado a Chillán, sur de Chile.Gracias a las gestiones de los gobiernos de Ecuador, Francia e Inglaterra parte hacia Europa

Muere en Beauvoir, cerca de Nantes, Francia

Cae prisionero en Tucumán, por las tropas de Araoz de la Madrid y es conducido a Buenos Aires de donde huye a Brasil y posteriormente se reintegra al ejército del Rey.

Nace en la ciudad de La Paz. Hijo de José de Santa Cruz y Villavicencio (Perú) y de Juana Basilia Calahumana (Huarina, La Paz). Estudió en el colegio de los franciscanosen La Paz y posteriormente en el Colegio San Buenaventura de Cuzco.

"Hace tres días que dejé la presidencia de la República, y ma-ñana parto para Cartagena con ánimo de salir fuera del país, o quedar en él, según las circunstancias, aunque estoy bien re-suelto a no volver a mandar más... Las muestras nada equívo-cas de su bondad se han grabado en mi corazón de tal manera, que nunca podrán salir de él. El señor Molina manifestará a VS. con cuanto aprecio he reci-bido su misión, y los deseos que he estado animado con res-pecto a ella, pero esta América es un caos: no se puede hacer lo que se piensa ni pensar lo que se debe, es preciso dejarse arrastrar por el torrente de las calamidades sin objeto y sin plan. Marchar, en una palabra, a ciegas… He indicado, sin embargo, al señor Molina que Bolivia debe ponerse de acuerdo con los jefes del Sur de Colombia, que son tan adictos a esa República como a su propio país, para que no sean arruinados sucesiva-mente ambos estados. Por lo demás, mi querido general, yo no puedo hacer otra cosa que desear a Bolivia con los más fer-vientes votos una felicidad imperturbable, y a su noble y dig-no jefe, la gloria de dirigirla en la carrera de su libertad e in-dependencia absoluta...", parte de la misiva enviada por Si-món Bolívar a Santa Cruz desde Bogotá, el 7 de mayo de 1830.

CARTAS DESTACAN SU PERSONALIDAD

Santa Cruz a través de los historiadores

Manuel José Cortés “Las pasiones contempo-

ráneas pintaron a Santa Cruz con los más negros colores, has-ta se llegó a negar su elevada ca-pacidad, sin advertir que los hombres vulgares jamás pueden adquirir el poderío que tuvo Santa Cruz (...) su administra-ción en Perú ha sido la mejor de aquel país (...) En cuanto a Boli-via (...) le debió muchas mejoras en la instrucción pública y en la administración de justicia”.

Ensayo sobre la historia de Bolivia, 1861.

Ramón Sotomayor Valdez “Vio en aquel caudillo a

un soldado que sin grandes do-tes militares gustaba del brillo de las armas y tenía la monoma-nía del mando. Hábil, trabaja-dor y con buenas dotes adminis-trativas había organizado cierto orden en Bolivia (...) lo domina-ba el deseo de formar un gran estado en la América del Sur”.

Campaña del ejército chileno contra la Confederación Perú Boliviana, 1896.

José Macedonio Urquidi “Bajo su gobierno Bolivia

se mostró fuerte en el interior, respetada y grande en el exte-rior. Fue un eminente político; de elevadas miras y vastos pla-nes, como el de la Confedera-ción (...). No cabe duda; Santa Cruz fue un gran hombre, como general diestro, hábil político y profundo estadista”.

Compendio de la Historia de Bolivia, 1903.

Agustín Iturricha “¿Habría que ser quiméri-

co para una ambición como la de Santa Cruz, que no cedía en glorias un palmo de terreno ni a San Martín ni a Bolívar, la edifi-cación de un imperio que brilla-se con esplendorosa luz en la tierra de sus progenitores?”

Historia de Bolivia bajo la administración del Mcal. An-drés de Santa Cruz, 1920.

Humberto y José Vazquez-Machicado

“Pocas figuras notables en los primeros años de nuestra vi-da republicana podrán compa-rarse con las de Andrés de San-ta Cruz, Presidente del Perú y Bolivia, Protector de la Confede-ración que por pocos años unió a ambas naciones. Ninguna que invite más al estudioso a anali-zar su carácter y tantas varia-das aptitudes y talentos”.

El Mariscal Andrés de Santa Cruz, diplomático en Europa, 1951.

Francisco Frías V.

Ernesto Palacio

“Era astuto, solapado, per-severante y gran conocedor de los hombres. Dotado de capaci-dad organizadora, había sabido poner en orden en el naciente estado boliviano y dotarlo de una fuerza militar respetable para aquellos tiempos”.

Manual de Historia de Chile, 1947.

“Ambicionaba convertir en realidad el sueño de Bolívar mediante la creación de un gran estado que impusiera la ley a to-do el continente. Era natural que tratase de debilitar a los países que podían ser obstáculo a su expansión”

Historia de la Argentina, 1954.

Jorge Basadre

“Con todos sus defectos y errores, Santa Cruz dio, al fin y al cabo, a Bolivia y al Perú si-quiera una ráfaga de algo que hubo en su historia prehispáni-ca y aún en su historia colonial y que falta casi permanente-mente en la historia: la ilusión de lo grande, el sueño impe-rial”. “Para él no se abrieron ja-más las rojas puertas del infier-no y sólo desde afuera pudo oír los himnos y plegarias celestia-les”.

Historia de la República del Perú, 1939.

Vicente Fidel López

Jaime Eyzaguirre

“El nuevo inca, ‘restaura-dor, ungido también de las le-yes’, pues había restaurado el vasto imperio de los viejos reyes de su raza, al mismo tiempo que con la fama de sus tropas y con los prestigios de la corte virrei-nal de que se había rodeado (…)deslumbraba la vista preocupa-da de los pueblos argentinos del norte”.

Manual de la Historia Argen-tina, 1920.

“Era laborioso, disciplina-do; frío y calculador, sobrio en el vivir y audaz y disimulado en el obrar (…) se dedica a gober-nar inteligentemente a su pue-blo y aguarda el momento opor-tuno”.

Historia de Chile, 1964

ESPECIALAndrés de Santa Cruz

Paucarpata y envió una segunda expedi-ción "Restauradora" al mando del gene-ral Manuel Bulnes. Ésta logró el apoyo del norte de Perú. Luego de una serie de escaramuzas entre el ejército chileno y el de la Confederación, éstos se enfrenta-ron en Yungay (enero de 1839) donde los confederados fueron derrotados.

Santa Cruz marchó hacia el sur con el propósito comenzar desde Bolivia una guerra de reconquista; sin embargo, al llegar a Arequipa supo que los genera-les Ballivián y Velasco se habían suble-vado contra él. Viéndose derrotado, re-nunció a su puesto de protector (20 de fe-brero de 1839) y se embarcó hacia Ecua-dor, donde vivió varios años y desde donde se mantuvo alerta sobre lo que ocurría en Bolivia.

En 1843, intentó volver al país, pero fue apresado en la Caleta de Camarones. Al ser considerado un perturbador del orden por los nuevos gobiernos de Boli-via, Perú y Chile, fue desterrado a Chi-llán, sur de Chile; pero, gracias a la in-tercesión de los gobiernos de Ecuador, Francia e Inglaterra, partió a Europa a fines de 1845. Diez años después intentó nuevamente volver a Bolivia, pero no se le dio autorización y se quedó a vivir por un tiempo en la provincia de Entre Ríos. Tiempo después volvió a Francia donde murió, el 25 de septiembre de 1865 en Beauvoir, cerca de Nantes.

En 1965 con motivo del centenario de su fallecimiento, sus restos fueron repa-triados de Francia y trasladados en una solemne ceremonia hasta un mausoleo en la Catedral de la Paz donde reposan hasta hoy.

(*) Presidenta de la Academia Boliviana de la Historia y Directora de la Carrera de Historia de

la UMSA.

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ClemenCia SileS Santa Cruz *

Al revisar los logros del Ma-riscal de Zepita, primero como militar en la lucha de la inde-pendencia de la patria y en su esfuerzo de integrar dos nacio-nes hermanas y luego, como gobernante, en el trabajo de re-al consolidación de la Repúbli-ca y del progreso de sus habi-tantes, no cabe la menor duda de que estamos ante el más grande de los bolivianos; al hombre a quien más honor y gratitud debemos.

No es exagerado señalar, que su vida y obra, incansable y fe-cunda, merecen ser recorda-das. Bajo su mando, Bolivia tu-vo los más grandes éxitos mili-tares: Yanacocha, Socabaya, Santa Bárbara, Iruya, Monte-negro y las batallas contra Ar-gentina y Chile.

Santa Cruz fue el único man-datario boliviano, que también fue Presidente de Perú, y Su-premo Protector de la Confede-ración Perú-Boliviana. Un sen-timiento de integración lo do-minaba, sabía que la unión de pueblos permitiría un mayor y sólido progreso. La revolución para este estadista era única-mente la marcha en el camino de la unidad de América.

Durante los 10 años de su go-bierno, hizo posible la transfor-mación y organización de Boli-via. En su época, el país llegó a ser el único sin deuda pública, en contar con Códigos propios que más tarde influirían en otras legislaciones. El presu-puesto más importante lo desti-nó a la educación, creó las uni-versidades de San Andrés en La Paz y de San Simón en Co-chabamba. Trajo la primera imprenta completa. Abrió es-cuelas, colegios de artes, ofi-cios y bibliotecas.

Desarrolló el puerto de Cobi-ja, creó el departamento de Ta-rija. Ordenó las finanzas públi-cas, logrando superávit fiscal; impulsó la agricultura y la ga-nadería; creó un fondo para el rescate de minerales; mejoró el transporte. Fijó las atribucio-nes de prefectos, gobernadores y otras autoridades; reorganizó el ejército y la guardia nacio-nal. Llevó a cabo el primer cen-so. Se abrieron caminos, hospi-tales y bancos. Fue la época de oro de Bolivia, un tiempo de paz y progreso que permitió que Bolivia fuera la nación

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Para difundir el pensamiento de Santa Cruz y se conozca su aporte al país, sus descendientes crearon la pági-na digital www.andresdesantacruz.com, que estará disponible a partir de este 29 de septiembre

Un legado que no puede ser olvidado

EspEcial

La Escuela de Comando y Estado Mayor (ECEM) “Mariscal Andrés de Santa Cruz”, en conmemoración de los 150 años de fallecimiento del Mariscal de Zepita y los 100 años de la repatriación de sus restos, desarrolló durante la semana una serie de actividades que culminaron ayer con una ofrenda floral al monumento del estadista y la distinción a los bisnietos del Mariscal. Durante este acto, que se desarrolló en el frontis del instituto militar, el comandante de la ECEM, Wilson Galindo Soliz, entregó a dos de los bisnietos, Andrés y Carmen de Santa Cruz Gar-cía, la Réplica del Monumento del Mariscal. El lunes, martes y miércoles, se reali-zaron tres conferencias en las que se destacó las diferentes facetas de Santa Cruz: como político y estadista, impulsor de la educación superior en Bolivia, y militar. Las exposiciones estuvieron a cargo del general del Ejército Edwin de La Fuente, el general de Brigada Vladivostok Menacho Aguirre y el coronel DAEN Orlando España Castaños.

homenajeAndrés de Santa Cruz, hombre frío, poco pro-clive a las expresiones personales desmedidas, consciente de su poder y también sensible a los halagos, administrador admirable más que gue-rrero (otra ironía, por-que bajo su mando es que Bolivia tuvo la se-cuencia de mayores éxi-tos militares de su histo-ria), hombre de una sola y grande idea, quiso subordinar y subordinó todo al fuego del grial de la unidad; para ello in-tentó siempre el acuerdo negociado antes que el holocausto. Lo intentó con (Agustín) Gamarra sin éxito, y lo intentó también con Chile, sin comprender que para el vecino del sur el asunto era de vida o muerte, de todo o nada. Por eso le perdonó la vida al ejér-cito chileno y su coman-dante en Jefe en Paucar-pata, Manuel Blanco Encalada, ante el estu-por de sus generales. Fue un error demasiado grueso en un escenario erizado de enemigos. El 17 de noviembre de 1837, la paz de Paucar-pata selló el futuro de la Confederación y el de su protector. Santa Cruz se equivocó, igual que con Salaverry la negociación con los chilenos no ca-bía.El Mariscal preparó a Bolivia durante seis años para el momento supremo de la unión, le dio una nueva Consti-tución, la dotó de códi-gos, reestructuró su edu-cación, ordenó su eco-nomía y la hizo podero-sa a través de un ejército eficiente que se paseó por los Andes", así des-cribe Mesa Gisbert a Santa Cruz en un artí-culo publicado en mar-zo de 2011 "Santa Cruz, El cóndor indio", en alusión al título que le dio el biógrafo Alfonso Crespo al Mariscal de Zepita.

“El Cóndor Indio”

h i s t o r i a

Carlos Mesa Gisbert

Historiador y expresidente de Bolivia

Andrés de Santa Cruz

más poderosa del continente. Como señala el expresidente

Carlos Mesa en su libro "Histo-ria de Bolivia": "Nunca en nues-tra historia fue el Estado boli-viano más sólido, mejor dirigido y más respetado, tanto en Amé-rica como en Europa".

Pero, ¿cuánto de esto se valora hoy en Bolivia? Muy poco. Por ello, y con el propósito de que se rememore la vida del Mariscal de Zepita, su pensamiento, se

aquilate su trabajo y valore su legado, sus descendientes he-mos creado la página digital www.andresdesantacruz.com, que estará disponible a partir de este 29 de septiembre.

Al cumplirse un siglo y medio de su muerte, tenemos la espe-ranza, de que Bolivia reconozca a Andrés de Santa Cruz por su decisivo aporte a la construc-ción del país, porque ciudada-nos que no honran a sus héroes

difícilmente pueden decir que aman a su patria.

Que este aniversario sea, pues, una oportunidad para hacer justi-cia con él; para que su figura nos inspire, su devoción por Bolivia nos ilumine, sus ideales nos entu-siasmen, sus valores nos conta-gien y podamos transmitir a las nuevas generaciones la fuerza y patriotismo que de él emanan.

* Es bisnieta de Ándres Santa Cruz.