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P ara comenzar quiero traer a colación tres historias o datos que pueden servir de in- troducción. Con ello se quiere llevar a cabo un análisis diacrónico de la idea de la invasión. La primera se refiere a lo ocurrido en las islas Canarias el 7 de octubre de 2002 y la información del diario El País. En esta fecha el Procurador del Común, (se denomina en la Península Defensor del Pueblo), hizo unas declaraciones según las cuales “las Islas están siendo invadidas por inmi- grantes de África y América generando con ello el problema más grave de todo el archipiélago.” Según El País, estas afirmaciones fueron repro- badas desde casi todos los ámbitos políticos y so- ciales de las islas. El alcalde de Las Palmas y pre- sidente del Partido Popular, José Manuel Soria -en la actualidad Ministro de Industria en el go- bierno del PP-, rechazó, según la misma fuente, los términos utilizados por el Procurador del Co- mún y cuestionó que los inmigrantes iberoame- ricanos produzcan problemas semejantes a los que provocan los subsaharianos. Con lo cual se quería decir que los subsaharianos o africanos producen una avalancha o invasión y los iberoa- mericanos no. Ahora bien, si se trata de descubrir el campo de referencia de estas afirmaciones, no se puede por menos que manifestar una cierta perplejidad. Parece claro que los inmigrantes la- tinoamericanos eran más numerosos en las islas que los subsaharianos y que los africanos del norte o magrebíes. Si los que son menos numerosos producen una avalancha, y los que lo son más no la producen, entonces parece evidente que la ava- lancha no tiene nada que ver con el número de personas sino con algún otro fenómeno. La idea de la avalancha de los inmigrantes tiene orígenes peculiares que más adelante describiremos. Pero para establecer un pequeño elemento compara- tivo podemos referirnos a una afirmación de Mar- garet Thatcher, que cinco días antes de las elec- ciones de 1979, decía que el Reino Unido había sido inundado por inmigrantes con culturas aje- nas. Posteriormente en un programa de la BBC (Radio 4), un oyente negro le dijo que tenía que retirar estas palabras y ella respondió que no, y dijo que alguna gente piensa que están inunda- dos al ver que las calles, en las que han vivido durante mucho tiempo, ahora son bastante di- ferentes. Los periódicos hicieron muchos comen- tarios, pero es interesante la apreciación del Sun de que estaba muy bien que los Tories intentaran endurecer las reglas que gobiernan la inmigración porque las propuestas eran justas, responsables y humanas. Estas no son distintas de las propues- tas del Frente Nacional, que es un partido racista que promueve el odio a la gente negra, basándose en miedos y prejuicios irracionales. Desde este punto de vista el racismo, atributo de los defen- sores del Frente Nacional, es un conjunto de cre- encias irracionales. Sin embargo, una considera- ción dura de la inmigración es algo diferente, es NÚM: 72 • JUNIO-JULIO 2015 • 24 MIGRACIONES Ubaldo Martínez Veiga | Universidad Nacional de Educación a Distancia La invasión de los inmigrantes y el racismo. El eterno retorno de lo igual

Martinez Veiga Pag 24-31

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  • Para comenzar quiero traer a colacin treshistorias o datos que pueden servir de in-troduccin. Con ello se quiere llevar a caboun anlisis diacrnico de la idea de la invasin.

    La primera se refiere a lo ocurrido en las islasCanarias el 7 de octubre de 2002 y la informacindel diario El Pas. En esta fecha el Procurador delComn, (se denomina en la Pennsula Defensordel Pueblo), hizo unas declaraciones segn lascuales las Islas estn siendo invadidas por inmi-grantes de frica y Amrica generando con elloel problema ms grave de todo el archipilago.Segn El Pas, estas afirmaciones fueron repro-badas desde casi todos los mbitos polticos y so-ciales de las islas. El alcalde de Las Palmas y pre-sidente del Partido Popular, Jos Manuel Soria-en la actualidad Ministro de Industria en el go-bierno del PP-, rechaz, segn la misma fuente,los trminos utilizados por el Procurador del Co-mn y cuestion que los inmigrantes iberoame-ricanos produzcan problemas semejantes a losque provocan los subsaharianos. Con lo cual sequera decir que los subsaharianos o africanosproducen una avalancha o invasin y los iberoa-mericanos no. Ahora bien, si se trata de descubrirel campo de referencia de estas afirmaciones, nose puede por menos que manifestar una ciertaperplejidad. Parece claro que los inmigrantes la-tinoamericanos eran ms numerosos en las islasque los subsaharianos y que los africanos del norteo magrebes. Si los que son menos numerososproducen una avalancha, y los que lo son ms nola producen, entonces parece evidente que la ava-lancha no tiene nada que ver con el nmero depersonas sino con algn otro fenmeno. La ideade la avalancha de los inmigrantes tiene orgenespeculiares que ms adelante describiremos. Peropara establecer un pequeo elemento compara-tivo podemos referirnos a una afirmacin de Mar-garet Thatcher, que cinco das antes de las elec-ciones de 1979, deca que el Reino Unido habasido inundado por inmigrantes con culturas aje-nas. Posteriormente en un programa de la BBC

    (Radio 4), un oyente negro le dijo que tena queretirar estas palabras y ella respondi que no, ydijo que alguna gente piensa que estn inunda-dos al ver que las calles, en las que han vividodurante mucho tiempo, ahora son bastante di-ferentes. Los peridicos hicieron muchos comen-tarios, pero es interesante la apreciacin del Sunde que estaba muy bien que los Tories intentaranendurecer las reglas que gobiernan la inmigracinporque las propuestas eran justas, responsablesy humanas. Estas no son distintas de las propues-tas del Frente Nacional, que es un partido racistaque promueve el odio a la gente negra, basndoseen miedos y prejuicios irracionales. Desde estepunto de vista el racismo, atributo de los defen-sores del Frente Nacional, es un conjunto de cre-encias irracionales. Sin embargo, una considera-cin dura de la inmigracin es algo diferente, es

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    Ubaldo Martnez Veiga | Universidad Nacional de Educacin a Distancia

    La invasin de los inmigrantes y el racismo. El eterno retorno de lo igual

  • algo realista y racional, basado en hechos y argu-mentos y no tiene nada que ver con los prejuicios.El afirmar que estamos inundados por los inmi-grantes es un simple hecho y por ello el partir deeste tipo de hechos es racional, razonable, y porello no es racista. Lo nico que hay que preguntares: se trata realmente de hechos? La discusinentre el Procurador del Comn y el Alcalde deLas Palmas no parece avalar la idea de que setrata de hechos. Sea lo que sea, es interesante su-brayar que estos datos sirvieron de punto de par-tida para uno de los libros ms importantes sobreel racismo que apareci en Europa en los ltimosaos. Es el del filsofo britnico Martin Barker(1988).

    Hemos presentado una historia. Lo segundoson los datos, que podramos clasificar de infraes-tructurales. Si se toman los datos ofrecidos por elMinisterio de Trabajo y Asuntos Sociales y la EPAdel ltimo trimestre de 2006, tomando como ob-jeto de anlisis el continente de origen de los in-migrantes, a finales de ao se descubre fcilmenteque frica es el lugar de origen donde los traba-jadores inmigrantes tienen una mayor tasa decontratos temporales y la menor tasa de contratosindefinidos. La tasa de contratos indefinidos esdel 30.53 %, lo que representa menos de la mitadde la tasa de contratos indefinidos de los trabaja-dores totales del estado -66.2 %-; y los contratostemporales representan tambin ms del doblede los contratos temporales de la poblacin total.

    Si se compara la tasa de temporalidad por pasesde origen y no por continentes, encontramos queMarruecos tiene la tasa de temporalidad ms altaentre las diez naciones con una inmigracin msgrande hacia Espaa. Se trata del 67.84%. Todoel mundo est de acuerdo en que, entre otras co-sas, una variable fundamental para explicar estatasa de temporalidad es el tiempo de permanenciaen Espaa. Pues bien, esta correlacin falla en elcaso de los marroques, que es una de las pobla-ciones que ms tiempo lleva en el pas. Es verdadque la tasa de temporalidad est correlacionadacon el tiempo de estancia en Espaa en otros casoscomo el de los bolivianos 67.69 % o el de losecuatorianos 59.76 %.

    Es importante subrayar que las dos poblaciones:la subsahariana y la marroqu africanas los dos,que son las que, segn se dice, producen avalan-cha o la avalancha ms importante, son precisa-

    mente las que tiene un mayor nmero de contra-tos temporales en su trabajo.

    Tratando de buscar el origen de esta idea de laavalancha o invasin hay un trabajo de David Ro-ediger, (2005) que lo explica muy bien: hay unexperto en inmigracin en USA, que dirige elcenso de 1910 y que publica en 1915 un libro o unpanfleto titulado La Invasin Inmigrante. Estehablaba, como Theodore Roosevelt, de razas quehablan ingls y razas que no. Entre las ltimasestaban los eslavos y los italianos, que eran losque invadan. Previamente, otra obra de Warnede 1904, La Invasin eslava y el trabajo de las

    minas, consideraba las huelgas en las minas deantracita de Pensilvania de los aos 1900 y 1902,como un gran conflicto de razas. Por un lado es-taba la raza que hablaba ingls, alemanes la ma-yora, y por el otro, la que no lo haca, los eslavosy los italianos. Los italianos representaban un20%, y junto con los eslavos eran a la vez los in-vasores y los que hacan la huelga.

    La invasin de la raza eslava en contra de laraza que habla ingls, trae consigo el suicidio dela raza, que era el gran peligro segn Warne ymuchos de los que se movan alrededor de estecrculo de ideas, como Theodore Roosevelt. Comoes bien sabido el suicidio de la raza es una ideaarquetpica, que est presente, consciente o in-conscientemente, en el racismo norteamericanoy europeo de principios del siglo XX.

    Segundo caso o historiaSiguiendo con nuestro anlisis diacrnico de losfenmenos, consideramos otra fecha en la histo-ria. Tomaremos el ao 2005. En septiembre y oc-tubre de este ao, algunos centenares de africanostrataron de entrar en Ceuta y Melilla. Al menos

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    Si se compara la tasa detemporalidad por pases de origeny no por continentes, encontramosque Marruecos tiene la tasa de

    temporalidad ms alta entre las dieznaciones con una inmigracin ms grandehacia Espaa. Se trata del 67.84%.

  • trece Africanos -subsaharianos- murieron, algu-nos de ellos debido a los guardias de la frontera.El 10 de septiembre se anunciaba una propuestade acuerdo entre Francia, Espaa y Marruecoscon vistas a la cumbre euro-mediterrnea de Bar-celona prevista para noviembre de 2005. Esto ve-na acompaado de rumores de que se iban a le-vantar vallas ms grandes en Ceuta y Melilla yque adems se iban a hacer vallas dobles con unfoso entre ellas. Dichos rumores, absolutamentefundados, hicieron temer la imposibilidad de pa-sar a Espaa despus.

    Este hecho hace que los inmigrantes se coordi-nen e intenten pasar. Al mismo tiempo, la policamarroqu presiona violentamente sobre los inmi-grantes en Rabat y Casablanca, as como en lasdos zonas boscosas que rodean Ceuta y Melilla.El efecto es una situacin de pnico entre los mi-grantes, aumentando los intentos de salto a la va-lla. Los intentos traen consigo una represin des-mesurada, tanto por las fuerzas policialesmarroques como espaolas y, como resultado,la muerte de los inmigrantes a que nos hemos re-ferido por el ataque de las dos policas.

    Para concretar lo que se ha dicho con algunoshechos individuales se pueden ofrecer algunoscasos que se toman del Informe del APDHA,(2006), son los siguientes:

    29 de agosto de 2005: un joven cameruns de17 aos mora en Melilla por rotura de hgadotras intentar el salto de la valla. Todos los testigossealan que fue por la actuacin y apaleamientode la guardia civil. Segn testimonio de ONGsque operan en la zona, y los recogidos a los propiosemigrantes, habra otro cadver en las inmedia-ciones de la valla que posteriormente no fue en-contrado. Segn las mismas fuentes fue retiradopor la polica marroqu sin que se llegara a sabersu destino.

    12 de septiembre de 2005: fallece un inmigrantetras permanecer cinco das en coma en el hospitalde Melilla en el que fue ingresado tras un intentode saltar la valla. Segn parece fue herido por lagendarmera marroqu.

    15 de septiembre de 2005: segn la Delegacindel Gobierno, un inmigrante lleg a las 6.15 horasal permetro fronterizo. El joven sangraba por laboca y vena acompaado por otro inmigrante ysolicit el auxilio de la guardia civil. Cuatro horasms tarde, muri en el hospital. Segn fuentes

    mdicas, se debi a un fuerte pelotazo de gomaque produjo una desviacin de la trquea. Lagendarmera marroqu no usa este tipo de arma-mento.

    15 de septiembre de 2005: segn la ONG Pro-dein, en la noche un joven de Mali falleci al caeren un socavn mientras hua de las fuerzas de se-guridad marroqus que perseguan a los inmi-grantes cerca de la valla de Melilla. El cadver deeste joven fue trasladado a la morgue del hospitalde Nador.

    29 de septiembre de 2005: cinco personas mu-rieron tiroteadas en la frontera de Ceuta, cercadel Tarajal. Espaa y Marruecos niegan que losdisparos con fuego real fueron realizados desdesus respectivos territorios. Al fin las fuerzas ma-rroques asumieron ser autores de los disparos.

    6 de octubre de 2005: seis inmigrantes subsa-harianos fueron tiroteados en un intento de salto

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    Los intentos traen consigo unarepresin desmesurada, tanto porlas fuerzas policiales marroquescomo espaolas y, como

    resultado, la muerte de los inmigrantes

  • masivo en la frontera que separa Marruecos deMelilla. Segn el Ministerio de Seguridad marro-qu, los disparos se produjeron porque las fuerzasde seguridad tuvieron que hacerlo para defenderlos puestos de vigilancia cerca de la valla ante laviolencia inaudita de los asaltantes.

    A raz de la colaboracin entre las fuerzas de lagendarmera y la guardia civil, la primera empiezaa perseguir y dispersar a los migrantes que vivanen el Monte Gurug, cerca de Melilla o en BelYounes cerca de Ceuta, (vid. Ubaldo MartnezVeiga, 2011). Despus de estos acontecimientoslas autoridades marroques intentaron trasladarpor la fuerza a ms de 2.000 migrantes a la fron-tera desrtica con Argelia (L. Collier, 2006). Lasmuertes de los inmigrantes hacen que el otoode 2005 sea denominado como el otoo negro delos inmigrantes africanos.

    Adems de estos ataques de las fuerzas poli-ciales, en esta poca, y en la actualidad, hay quetener en cuenta que una cantidad muy significa-tiva de migrantes mueren o son heridos de gra-vedad cuando intentan llegar a Europa. Se decaque, en el 2005, al menos 368 personas murie-ron cuando trataban de cruzar a Espaa. Algunasorganizaciones de defensa de los derechos hu-manos estiman que entre 1997 y 2001 se encon-traron 3.285 cadveres solo en las costas del Es-trecho de Gibraltar (Asociacin pro DerechosHumanos de Andaluca, Informe sobre la inmi-gracin clandestina durante el ao 2005, Sevi-lla). Realmente la cantidad de gente que se ahogaes mayor dado que nunca se encuentran todoslos cadveres.

    Hein de Haas, (2008) refirindose a este pe-riodo dice que: ha habido un crecimiento inne-gable en la migracin regular e irregular desde elfrica subsahariana y el Magreb a Europa, sinembargo las visiones apocalpticas de un xodomasivo de Africanos desesperados, expulsadosdel continente por la desesperacin y la pobreza,el hambre y la sequa, son bastante falsos. Tam-bin, parece claro que la percepcin popular, deque la inmigracin irregular de frica aumentade modo alarmante, es engaosa. Desde la intro-duccin del visado por parte de Italia y Espaapara los pases del Magreb, a principios de losaos noventa, los cruces ilegales del Mediterrneohan sido un fenmeno persistente. Ms que uncrecimiento, lo que ha ocurrido es que, a partir

    del ao 2000, los africanos subsaharianos empe-zaron a cruzar el Mediterrneo y a aumentar elnmero de inmigrantes irregulares.

    Este fenmeno tiene consecuencias en cuantoque de factoel racismo que estaba presente, perono muy exacerbado, aumenta mucho.

    Hein de Haas afirma con toda la razn que delos 65.000 a 120.000 subsaharianos que entrabanen el Magreb, bastantes decenas de miles, no cien-tos de miles, cruzaban el Mediterrneo cada ao.

    Esto se debe a que como afirma el autor Haas,las visiones al uso, segn las cuales el Norte defrica es una zona de trnsito o a una zona delanzamiento a Europa son falsas, Libia, y en me-nor medida otros pases del Magreb son destinosen s mismos. Hay que decir que Haas, y nosotrostambin, nos estamos refiriendo ahora a los aos2000-2006 y estas observaciones tiran por tierrala idea de la avalancha o invasin.

    Por otra parte, si nos referimos a Marruecos yal paso de los inmigrantes es conveniente leer lasobras de L. Barros, M. Zahlou y otros (2002) y lade L. Escoffier (2006). Hay un estudio de M. Co-llier (2006), que estima que en estos aos el n-mero de inmigrantes que vivan en Marruecos yque necesitaban proteccin humanitaria varabaentre el 10 y el 20 %, tomando muy estrictamentela Convencin sobre los refugiados de 1951, y de70 y 80 % si se observan razones humanitariasms generosas. Esto indica que las expulsionesen caliente que Espaa practicaba entonces ypractica ahora estn en contra de los derechoshumanos ms elementales.

    Siguiendo con nuestra narrativa describimos acontinuacin los sucesos ocurridos en Ceuta el 6de febrero de 2014. Se va a seguir la descripcinque ofrece el documento publicado por la Aso-ciacin Pro Derechos Humanos de Andaluca(APDHA, 2014: .40-46).

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    Las expulsiones en caliente queEspaa practicaba entonces ypractica ahora estn en contra delos derechos humanos ms

    elementales.

  • Tercer caso o historiaEl vallado de Ceuta es ms difcil de saltar queel de Melilla, segn fuentes policiales recogidaspor El Pas, y esto hace que los intentos de asaltose lleven a cabo por los extremos, donde la vallaacaba en el mar, pues all hay dos espigones, elde Tarajal y el de Benzu. El 6 de febrero de 2014,unas 300 personas salieron temprano y hacia lasseis de la maana estaban al lado de la zona delTarajal. Las fuerzas policiales marroques logra-ron parar a unas 100 personas; unos 200 migran-tes llegaron al mar y las fuerzas marroques notomaron ninguna medida de fuerza cuando losinmigrantes llegaron al agua. En este momentoempez a intervenir la guardia civil espaola. Se-gn testigos presenciales, al principio dispararonal aire. Sin embargo cuando se acercaron ms yllegaron a la zona espaola, dispararon con pelo-tas de goma apuntando a los cuerpos de los in-migrantes y a los flotadores que llevaban. Segnparece, haba una lancha de color gris con el em-blema de la guardia civil y tambin una zodiaccon miembros del Cuerpo. Segn los testigos, lalancha dispar material antidisturbios, es decirpelotas de goma y gases lacrimgenos.

    El informe de APDHA afirma: se puede con-cluir que la utilizacin de material antidisturbiosno fue proporcional a la amenaza y que quedapoco margen de duda de la relacin entre los dis-paros y los otros mtodos violentos empleados ylas muertes trgicas de 15 personas por ahoga-miento. Los cadveres fueron apareciendo pau-latinamente. El da 15 de febrero de 2014, en ElPas Roci Abad desde Ceuta deca:

    Dos nuevos cadveres de subsaharianos hansido localizados esta maana en dos playas deCeuta con un intervalo de apenas dos horas. Elprimero de los cuerpos fue avistado por un pes-cador en las inmediaciones de la playa de la Ri-bera, en la baha Sur de la ciudad y en plenocasco urbano. El segundo inmigrante tambinfue hallado en una playa, en este caso de la Al-madraba, ms prxima a la frontera con Ma-rruecos. Con estos se eleva ya a 15 el nmero defallecidos, despus de que la Guardia Civil cal-culara que no sumarian ms que 15..La Guar-dia Civil de Ceuta, a travs del Servicio Martimo,ha optado por ampliar el dispositivo de bsquedaen las playas del litoral ceut debido a la apari-cin de dos nuevos cadveres de inmigrantes en

    puntos ms alejados de la frontera. Con estosdos cuerpos y el que ayer recuperaron las auto-ridades marroques en sus aguas, pero a unosdos kilmetros de la frontera del Tarajal, se elevaa 15 el nmero de fallecidos en la tragedia delpasado da 6, cuando al menos 250 subsaharia-nos intentaron entrar a nado en la ciudad aut-noma despus de haber probado previamentepor tierra tanto por el paso habilitado por losporteadores como por la propia frontera del Ta-rajal. Hasta ahora las autoridades oficiales ba-rajaban que como mximo haban fallecido 14inmigrantes en el intento de entrada masivo, porlo que no se descarta que el nmero de fallecidospuede seguir aumentando. La mayora de los in-migrantes fallecieron en la misma orilla de laplaya fronteriza marroqu y sus cuerpos fueron

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    El vallado de Ceuta es ms difcilde saltar que el de Melilla (...) yesto hace que los intentos desalto se lleven a cabo por lo

    extremos.

  • sacados del agua por otros subsaharianos y nopor las fuerzas marroques. De hecho, las auto-ridades espaolas tenan constancia de que habams cuerpos flotando en el mar, que son los quela corriente ha empujado hasta Ceuta.

    De los 15 inmigrantes sin vida que han sidorecuperados al menos uno es una mujer. Los 5cadveres que han sido hallados en aguas espa-olas responden a un mismo perfil, varn sub-sahariano menor de 30 aos que no portaba do-cumentacin. A expensas de la autopsia quesobre los dos ltimos fallecidos realice el forense,los indicios apuntan a la misma causa, asfixiapor inmersin, segn ha explicado la Delegacindel Gobierno.

    El texto anterior se explicita por s mismo. Elinforme de APDHA contina explicando como laguardia civil no ofreci ninguna ayuda ni en elagua ni en tierra y lleg a usar las culatas de susarmas para impedir que los inmigrantes se aga-rrasen a las rocas del espign. Tampoco est per-mitida la utilizacin de balas de goma de fogueoy de gases sobre civiles desarmados en el mar.Esto constituye una violacin de la normativa dederechos humanos internacional y europea.

    Al final de una serie de consideraciones, el In-forme termina el apartado al que nos referimos,(el 15), con la siguiente observacin:

    en fin, una cascada de versiones contradicto-rias sobre los hechos que pretendan justificaruna actuacin injustificable por parte de la Guar-dia Civil. Y las sucesivas comparecencias del Go-bierno, incluso en el Parlamento no han logradoestablecer claramente los hechos ni determinarquin dio la orden de disparar sobre inmigrantesque trataban de salvar la vida desesperada-mente.

    Pero el lector pueda pensar que nos hemos des-viado del tema de la invasin o avalancha. Ademsde lo que hasta ahora se ha dicho, ofrecemos al-gunas observaciones que llamarn la atencin yque tomamos del Informe de la Asociacin de De-rechos Humanos (2014), que ellos, a su vez, to-man de los peridicos.

    En diciembre de 2013, Ignacio Cosid, DirectorGeneral de la Polica, afirm que se haban dete-nido 6.246 delincuentes dedicados al trfico deinmigrantes. El informe dice que han detenido a

    ms delincuentes dedicados al trfico que el totalde personas que supuestamente han traficado.

    El teniente Coronel Eduardo Lobo, del CentroNacional de Coordinacin para la vigilancia Ma-rtima de Costas y Fronteras, toma las cifras deentradas de 2012 y las compara con 2013 y diceque en 2012 son 4.381. Pero las cifras oficiales

    proporcionadas por el Ministerio del Interior ha-ban sido 6.645 para los mismos lugares a los quese refera el Coronel Lobo. A no ser que se diga abulto no se explica qu ocurre.

    Los ms preocupante son las declaraciones delMinisterio del Interior, el Sr. Fernndez, que dicepor estas fechas que haba 80.000 subsaharianosesperando en Marruecos para pasar las vallas. En2010, segn el Ministerio del Interior marroquresidan en Marruecos entre 10.000 y 15.000subsharianos, (M. Kachim, 2010). Sin embargo,lo ms llamativo es el dato siguiente: el Ministeriodel Interior acaba de publicar un folleto que se ti-tula: Balance 2014 Lucha contra la InmigracinIrregular. Pero en eldiario.es del 30 de mayo de2015 se explica perfectamente que Interior ase-gura que en 2014 se produjeron 19.000 intentosde salto en Ceuta y Melilla, una cifra obtenida aojo y que confunde, pero oculta la cifra total dellegadas.

    Los datos de Interior se refieren a saltos indivi-dualizados. Es decir si han tratado de saltar 600personas en grupo, el Gobierno registra en subase de datos 600 intentos de entrada. Estacifra incluye las personas que tras un intento in-fructuoso regresan en otra ocasin. El peridicopregunta como calculan este nmero y responde:A bulto, segn fuentes policiales. A ojo. Depen-diendo de lo grande que sea el grupo que se apro-xima a la valla, las autoridades fronterizas com-petentes realizan una estimacin en cada salto.

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    La idea de la avalancha o invasin es una ideologa que no tiene gran cosa que ver con los nmeros reales. Da igual que sean

    2.000, 5.000, 10.000 3, todo produceinvasin.

  • Esta cifra de 19.000 es el dato destacado por elMinisterio del Interior, mientras evita resaltar elnmero real de entradas 2.229, aproximadamentelas mismas que el ao anterior segn sus conclu-siones.

    Se encuentra aqu la construccin de la avalan-cha o la invasin, a ojo de buen cubero, y la ocul-tacin del nmero real de entradas, que es mu-chsimo menor.

    La idea de la avalancha o invasin es una ideo-loga que no tiene gran cosa que ver con los n-meros reales. Da igual que sea 2.000, 5.000,10.000 o 3, todo produce invasin.

    Es curioso que en el momento actual, comobien demuestra Susana Alba, en uno de los art-culos de este dossier, Espaa ha dejado de ser unpas de inmigracin para convertirse en un pasde emigracin. En el Padrn continuo publicadopor el INE hay en el pas a 1 de enero de 2015,170.392 personas menos que a 1 de enero de 2014.Alguno de los factores que influyen en esto es sinduda los flujos de emigracin, as como el des-censo de entradas de extranjeros a Espaa.

    Se trata de un dato que implica que la presinmigratoria sobre el pas ha disminuido, lo quequiere decir que la invasin, para los que creanen ella, de un modo acientfico tambin dismi-nuye. Pero cuando los datos se analizan a bulto,todo es posible. Da igual que la inmigracin au-mente o disminuya, que entren muchos, pocos oninguno, la idea de la avalancha o invasin ca-balga sobre los hechos impertrrita constituyendoun caldo de cultivo del racismo. 3

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