Martires nos de Madrid

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En torno al Santuario Nacional del Corazn de Mara, de Madrid, se ha escrito una bella pgina de historia, hecha de trabajo, de entrega apostlica y de amor al Corazn de Mara, que fue sellada con la gesta del martirio por parte de un nmero importante de sus protagonistas. La nica manera de detener la obra del tiempo, que todo lo borra y olvida, es recoger y dar publicidad a unos hechos dignos de nuestro recuerdo y admiracin. Estoy convencido de que la tarea ms seria, detenida y minuciosa, realizada hasta ahora sobre el particular, es la que con paciencia y esfuerzo ha llevado a cabo el claretiano P. Ernesto Barca Amorena. Nos la ha ofrecido en un libro titulado: "Mrtires Claretianos del Santuario del Corazn de Mara (Buen Suceso, 22. Madrid 1936)". Madrid, 2005. La intencin que me propongo en este opsculo es mucho ms modesta. Quisiera exponer, con brevedad y claridad, al lector que muestre algn inters por esa ejemplar historia, algo de la rica herencia y del atractivo testimonio que nos ofrecen sus vidas. Al hacerlo, pienso de manera especial en toda esa amplia comunidad cristiana que sigue alimentando su vida y su fe en torno al nuevo Santuario y Parroquia del Corazn de Mara de Ferraz, a la que podemos considerar como la heredera nata de todo aquello. El P. Ernesto Barca, en el libro antes citado, ofrece suficientes referencias bibliogrficas y testimoniales sobre los hechos y las personas. Complementariamente, ha reunido tambin un variado dossier a base de documentos extrados de 2

los archivos oportunos, que podrn permitir un da abrir, en los tribunales eclesisticos, la Causa que nos conduzca a la glorificacin de aquellos a los que, en lenguaje popular, ya podemos considerar y llamar mrtires. Aqu, sin embargo, prefiero liberar al lector de citas y comprobaciones, pero ofrecindole la seguridad de que los datos y valoraciones estn debidamente justificados. La gesta protagonizada por este numeroso grupo de Mrtires Claretianos esconde una enseanza que, sin duda, va a sorprender a ms de uno. Espero que el lector sepa apreciarlo y se adentre en la lectura con la mejor voluntad. Si, con todo ello, algunos de los que sin duda oyeron hablar de aquellos acontecimientos o bien conservan suficiente capacidad de sorpresa se dejaran entusiasmar por cuanto aquellos hombres demostraron, me dara por bien pagado. P. Anastasio Canto Vicepostulador

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I.- EL SANTUARIO

DEL

CORAZN

DE

MARA:

Un poco de historiaEl Santuario Nacional del Corazn de Mara, que hoy es sede de la Parroquia del Corazn de Mara, en Ferraz, ha celebrado, en el ao 2002, sus Bodas de Oro. La mayora de los fieles que hoy realizan su vida cristiana en torno a l, le han conocido siempre as: una hermosa iglesia, construida al final de la dcada de los cuarenta y comienzo de los cincuenta, en el encuentro de las calles Ferraz y Marqus de Urquijo.

Sin embargo, dicho Santuario tuvo un importante y ms antiguo precedente. Ya en 1905, mientras se edificaba la nueva casa que los claretianos abran en la calle de Buen Suceso casa que cumpli su primer centenario en 2006, se hablaba de construir a su lado una iglesia, a la que se otorgaba una proyeccin de alcance nacional: "Trtase de levanta,- en Madrid un templo completamente dedicado al culto del Inmaculado Corazn de Mara: un lugar de oracin destinado de un modo especialsimo a solicitar sobre Madrid y sobre Espaa entera las bondades del maternal Corazn; un recinto sagrado donde entren, como en casa propia, los millares de4 archicofrades y devotos del

Corazn virginal". Antes y despus, los claretianos han ido levantando por todo el mundo centros de culto y oracin, santuarios de vida cristiana y mariana, consagrados al Corazn Inmaculado de Mara: Guinea Ecuatorial, Pouso Alegre en Brasil, Barcelona, Bilbao, Tucumn y Crdoba en Argentina, Roma, Vigo, etc. No poda faltar uno en Madrid. Ese mismo ao 1905 se adquiere un solar all donde se empezaba a perfilar la calle de Buen Suceso. Y en lo que sera esquina de dicha calle con la de Juan lvarez Mendizbal, se empezaba a construir, en Agosto de 1906, la Casa de los claretianos, e inmediatamente, a su lado, el proyectado Santuario) popular del Inmaculado Corazn de Mara. El da 3 de octubre de 1908, festividad de Nuestra Seora del Rosario, se consagraba solemnemente el nuevo Santuario. Conservamos del mismo sugestivas fotos, que nos permiten apreciar una construccin noble y digna al gusto eclctico de aquellas fechas de principios del siglo XX. La inauguracin fue excepcionalmente solemne, dndose cita con este motivo solemnes liturgias, presididas por diversos obispos espaoles, sermones predicados por prrocos de la ciudad y celebraciones con presencia de religiosos de distintas comunidades. Desde el primer momento, la vida de la comunidad va a pivotar alrededor del Santuario: todos, segn sus capacidades y posibilidades, colaboraban en el desarrollo de sus actos. El magnfico templo, atendido con mimo por la comunidad claretiana, pronto se convirti en centro de atraccin y vida religiosa para el barrio y aun para toda la ciudad. No sin apenas disimulado orgullo lo as uno de los que compartan ese servicio, el claretiano chileno P Flix A. Cepeda: "Pocos templos escriba habr en la coronada villa de Madrid donde se celebren ms funciones y los fieles encuentren ms medios de satisfacer su piedad". 5

Y, seguidamente, aada estos datos concretos: "Diariamente hay exposicin solemne del Santsimo Sacramento desde las nueve de la maana hasta las siete de la noche, no tanda jams almas enamoradas de Jess que le hagan la corte y lo desagravien por las injurias que se le infieren en todo l globo. Diariamente se celebran misas desde las cinco y inedia de la maana hasta las doce. Se reparten anualmente ms de 160.000 comuniones. El pan de la divina palabra se reparte con profusin. La catequesis a los nios los domingos y das festivos es concurridsima, celebrndose misa con cnticos a las nueve en la espaciosa sala donde reciben las 'instrucciones' una media de 300 nios; a otros tantos se les ensea la doctrina cristiana en la catequesis que se ha establecido en Nuestra Seora de la Piedad, en la Cercana calle de Blasco de Garay". Fruto y, a la vez, slido impulso del movimiento religioso surgido en torno al Santuario, fueron en buena parte las asociaciones establecidas en el mismo, que alcanzaron repercusin en toda la ciudad de Madrid: - La Archicofrada del Inmaculado Corazn de Mara: Estaba formada por unos 2.000 socios, que se mostraron fervientes y activos. Eran los primeros en participar en fiestas y celebraciones. Entre stas, alcanz especial relieve la fiesta y procesin del Corazn de Mara: "El da de la fiesta, por la tarde, es llevada en procesin por las calles circunvecinas la imagen bendita de nuestra Madre, colocada en carroza automvil convertida en jardn. La afluencia de gente de diversas categoras es inmensa. El orador de la novena les dirige pattica exhortacin desde los balcones de la casa que est en frente del santuario'". - La Asociacin de San Jos de la Montaa, "con 1.500 miembros, que da culto esplndido al Santo Patriarca en su propio altar, situado en el crucero, cuya imagen es la ms visitada todos los das del ao". 6

- La Asociacin del Santsimo Sacramento, integrada por 2.000 personas: mantienen la "exposicin" diaria y se turnan en la adoracin permanente. - La Asociacin de Nuestra Seora de Lourdes, que convocaba especialmente a seoras y jvenes de la alta sociedad. El Santuario que, al construirse, a no pocos pareci grande y espacioso, muy pronto result pequeo, insuficiente para ciar cabida a la gran afluencia de pblico que, sobre todo en domingos y fiestas, lo llenaba a rebosar. Les atraa el esplendor del culto y la abundancia y seleccin de los servicios, destacando el poderoso reclamo de la devocin al Corazn de Mara, as corno la belleza musical con que el rgano del Santuario y los diversos coros que all funcionaban realzaban cada una de las celebraciones. En 1929, el crtico musical de. ABC, ngel Mara Gasten, escriba: "Nunca olvidar la maana de un da de Navidad que fui a la Misa cantada en el templo de la calle del Buen Suceso. El maestro Larregla, admirador del P Iruarrzaga, me haba ponderado la grandiosidad artstico-musical de las Misas en las que cantaban los coros creados y dirigidos por el inolvidable Misionero". El Santuario se convirti en el centro vivo de la actividad de una comunidad, que ao a ao se vea desbordada, necesitando aumentar constantemente el nmero, la preparacin y el prestigio de los misioneros destinados a ella.

II.- LA COMUNIDAD CLARETIANA

DE

BUEN SUCESO 22

En 2006, la Comunidad Claretiana de Buen Suceso (Madrid) cumpla sus primeros cien aos de servicio a la Iglesia, un siglo glorioso de historia. Es de esperar que alguien asuma la tarea de escribirla. De las celebraciones que entonces se hicieron, recogiendo las conferencias dictadas por los historiadores Severiano Blanco y 7Juan Mara Laboa, entre otros,

nos ha quedado un librito conmemorativo como homenaje a todos los que, desde dicha comunidad, trabajaron embelleciendo el rostro de la Iglesia ("La Comunidad Claretiana de Buen Suceso, Madrid". Cien aos de Servicio a la Iglesia, 1906-2006). La presencia de los claretianos en Madrid se haba iniciado en 1877 en la calle 'Toledo buscando disponer de una casaprocuradura; de all se trasladarn a la calle Colegiata. En octubre de 1904 comenzaban las obras para la construccin de la nueva casa en la calle de Buen Suceso, que se termin en un ao. Fue un edificio concebido como convento, pero con criterios de modernidad v funcionalidad, desarrollado en torno a un amplio patio de luces; a l se trasladarn en 1906. Quienes se asomen a conocer su historia, no podrn por menos de quedar sorprendidos por la densa y rica aportacin a la Iglesia, tanto local como universal, que ha venido prestando a lo largo de estos ms de cien aos. Dentro de una perfecta compenetracin y colaboracin de todos y cada uno de sus miembros, el amplsimo abanico de actividades y servicios especializados habla por s mismo de un ingente esfuerzo colectivo. Para mejor poder hacernos una idea aproximada, parece oportuno subrayar algunos aspectos ms significativos, que, dejando a un lacio la atencin a las necesidades internas de la Congregacin claretiana durante los 21 aos en los que esta casa fuera la sede del Gobierno General de la misma, podran coincidir con los siguientes epgrafes: al servicio de la Iglesia local; al servicio de la Vida Religiosa; al servicio de la "Buena Prensa"; al servicio de la Msica Sagrada; proyeccin social. A travs de este mltiple y fecundo servicio, iremos descubriendo el fondo humano y apostlico de sus protagonistas, ya que sa fue la clave y garanta que nos explica el testimonio heroico que a un nmero importante de ellos les prepar y llev hasta la prueba ms decisiva del martirio. 8

Al servicio de la Iglesia local La Iglesia, histricamente, se articula en mbitos de comunin en torno a los Obispos que llamamos "iglesias locales o diocesanas". Es cierto que los religiosos, en funcin de su necesaria movilidad y eficacia, han mantenido una organizacin supradiocesana en lo jurdico. Pero ese hecho no ha podido disminuir su sentido de pertenencia psicolgica y real a cada una de las dicesis en las que, de hecho, se mueven y trabajan. Esta comunidad de Buen Suceso es un magnfico ejemplo. El P. Mata, al ofrecer al obispo Sancha los servicios de la comunidad, sealaba que lo haca como "quienes se sienten por vocacin verdaderos coadjutores de los obispos". La primera prueba nos la ofrece ya el servicio de animacin cristiana de todo el barrio y de amplios sectores de Madrid desde el trabajo pastoral realizado en el Santuario dedicado al Corazn de Mara, de que va hemos hablado. Pero el momento ms significativo lo constituye el hecho de haber asumido la direccin espiritual del Seminario Diocesano desde las primeras fechas de su inauguracin. Esta presencia en el seminario represent una dedicacin exigente: permanente asistencia del director, plticas semanales a las diversas secciones, ejercicios espirituales dos veces al ao, adems de los que haba que celebrar con motivo de las diversas ordenaciones, las confesiones ordinarias, mucho ms frecuentes entonces que en nuestros das, de los ms de trescientos seminaristas, que exigan la presencia, al menos los viernes y sbados, de varios padres ms. En alas de su celo, los claretianos ampliaron su presencia espiritual en el seminario implantando la Archicofrada del Corazn de Mara, el Apostolado de la Oracin y de la Congregacin de San Luis Gonzaga, y, en 1923, el P. Luis Iruarrzaga cre en el mismo seminario la Escuela Superior de Msica Sagrada, abierta a todas las dicesis espaolas. A las seis de la maana de cada da, el director espiritual 9

durante muchos aos ejerci este servicio el nclito P. Juan Postus se sentaba en el confesonario, dispuesto a escuchar, dirigir, animar y perdonar. Cuando el P. Postus, en 1922, fue elegido consultor general y hubo en consecuencia de dejar a otro su puesto, ciento cincuenta seminaristas quisieron continuar tenindole como confesor. Todo un dato. Conocemos los testimonios de algunos que fueron ms tarde hombres eminentes de la Iglesia, como los cardenales Arriba y Castro y Bueno y Monreal, de Mons. Casimiro Morcillo, o del filsofo Juan Zarageta, que ponderaban su equilibrio, su buen juicio y su profundo sentido religioso. Esta asidua tarea, mantenida desde la fundacin hasta el ao 1934, supuso que la vida espiritual de gran parte del de-ro diocesano madrileo fuera modelada por los Claretianos. De ello se enorgullecan cuando escriba uno de ellos por estas fechas: "El clero secular de Madrid, gracias a los nuestros, est bien preparado". No menos elogiosas en este sentido fueron las expresiones de Mons. Garca Lahiguera, ms tarde arzobispo de Valencia, que fue quien en 1.934 sucedi a los claretianos en esa callada y escondida tarea de formar a unos hombres para su dedicacin al servicio del Reino. En 1934, con motivo de la Beatificacin del E Claret, el obispo madrileo Eijo y Garay justific la notable serie de actos celebrados en Madrid, dndoles el carcter de agradecimiento de la dicesis a los que tanto se haban esforzado por ella. La estatua del P Claret, erigida recientemente en la catedral de la Almudena, tiene sin duda la misma razn. Si fuera necesario concretar algunas otras aportaciones pastorales de la comunidad a la dicesis de Madrid y aun a otras del resto (le Espaa, deberamos detenernos un poco en algunos aspectos, en los que insisten los datos que tenemos de las casi frenticas actividades de la comunidad, y que, por otra parte, reflejan las preocupaciones pastorales imperantes en la primera parte del siglo XX: Las visitas pastorales. Durante aos, por propia iniciativa o 10

por sugerencia episcopal, los Misioneros Claretianos recorrieron las parroquias que iban a ser visitadas por el Obispo, predicando, enseando y confesando para dar mejor forma y sentido a la visita. Esta preparacin servira sin duda para alejar en lo posible el aspecto folklrico de la visita del Obispo a un pueblo y darle ms bien el sentido de un encuentro pastoral del mismo con una comunidad capaz de comprender su significado. Las misiones populares. Los claretianos, fieles a este medio de renovacin cristiana popular heredado de su Fundador, lo ejercieron con un promedio anual de veinte misiones de una o dos semanas de duracin, consiguiendo con frecuencia romper con la rutina y el aburrimiento religioso y dar el aldabonazo necesario para el logro de frutos insospechados. El estilo y la costumbre tendan a un planteamiento ms bien defensivo, ms apto para confirmar a los convencidos, que pudieran haberse vuelto negligentes, que para atraer a los alejados. La catequesis. Con el siglo XX surgi una nueva preocupacin por los nios, por su acercamiento a la primera comunin y en general por su iniciacin cristiana. Se fundaron Escuelas Dominicales, Asociacin de las Doctrinas, Damas Catequistas... En esta casa se fund la Congregacin de la Doctrina Cristiana. Se organiz en tres secciones, que enseaban el catecismo a ms de 500 nios, extendiendo dicha actividad fuera del Santuario, a otras iglesias y colegios, incluidas las zonas marginales de la periferia. La prctica sacramental. Conseguir una prctica, ms o menos asidua, de la confesin y de la comunin se convirti en el objetivo pastoral de aquel tiempo. Los confesores del Santuario formaron un equipo permanente de doce, distribuidos en turnos de maana y tarde. Cada poco tiempo, se distribua la comunin. Las cifras de comuniones se daban con gran satisfaccin: en un ao se haban distribuido 220.000. El amor a la Eucarista se completaba con devociones como las Cuarenta horas, la Adoracin nocturna y la exposicin perma11

nente del Santsimo. Resulta significativo que, en 1911, al celebrarse en Madrid el Congreso Eucarstico Internacional, se nombrara secretario general del mismo al P. Postus. El Congreso result esplendoroso en actos y concentraciones, aunque siempre queda la pregunta sobre el efecto religioso real en la gente, a pesar de la exaltacin y participacin. Subrayando esta presencia eclesial de la comunidad, existen todava datos curiosos como los que hablan de que la residencia de Buen Suceso "se honraba de ser el obligado hospedaje de la mayora de los prelados que venan a Madrid". Para ellos existan siempre habitaciones reservadas. El cronista de 1934 alardeaba: "Hay pocas en el ao en que esta casa parece el Hotel de los Obispos". Muchos, como los cardenales de Tarragona y Sevilla, se consideraban huspedes habituales. En alguna ocasin, corno en 1927, la casa prest sus dependencias para la reunin de metropolitanos. Al servicio de la Vida Religiosa Sin menoscabo de lo dicho hasta aqu, el principal, ms permanente y eficaz servicio a la Iglesia, esta comunidad lo ha centrado en la atencin a la Vida Consagrada, considerndolo como su mejor aportacin a "la hermosura y el encanto de la Iglesia". Se inscriba esta tarea en una larga tradicin que se remonta al mismo P Claret y de la que los Claretianos haban hecho gala desde el principio. A destacar, ante todo, el protagonismo personal del P. Postus. Entra en 1916 en la "Comisin de Religiosos", creada a principios del siglo para tramitar ante el Estado asuntos de reconocimiento jurdico, de exencin de impuestos, de servicio militar, etc. En ella ejercer de presidente de 1923 a 1934. El pulso ms fuerte lo mantuvo entre 1931 y 1934 para poder sobrevivir a la nueva legalidad creada por la Repblica. Cre el SENIR (Secretariado Nacional de Institutos Religiosos), 12

llamado despus SIRE (Secretariado de los Institutos Religiosos Espaoles) para tramitar la legalizacin de rdenes y congregaciones y proteger sus derechos. Se propona, adems, publicar artculos periodsticos que mostraran la obra benfica y social de los religiosos y reunir un buen equipo de abogados. Trabajara en estrecha colaboracin con la AFAR (Asociacin de Familiares y Amigos de los Religiosos) y con la SADEL (Sociedad Annima de Enseanza Libre). Se podra reconocer a los precedentes de las actuales CONFER y FE-RE. El cronista anotaba: "Con este motivo, desfilan por los recibidores de nuestra casa religiosos y religiosas de todas las rdenes, buscando orientacin para ponerse dentro de la ley en estas circunstancias difciles". Desde esta casa se lanzaron dos cargas de profundidad con incalculable impacto en los religiosos: las revistas "Commentarium pro Religosis" y "Vida Religiosa". La primera nace en 1920, bajo el impulso de la reciente publicacin del Cdigo de Derecho Cannico (1917) y el saber jurdico de hombres como los PP. Felipe Maroto, Arcadio Larraona y Siervo Goyeneche. Servir de base para la creacin del Instituto Jurdico Claretiano de Roma en 1939 con su valoradsima biblioteca especializada en Derecho de Religiosos. Desde 1938 se lanz el proyecto de una revista menos acadmica, ms divulgativa, y en castellano, que fragu en 1944 con la aparicin de la revista "Vida Religiosa". Con lenguaje del tiempo, explicaba que el fin que se propone es: "nica y exclusivamente un anhelo de apostolado y de perfeccionamiento de esta porcin escogidsima de la Iglesia, tan querida de Nuestro Seor cooperando as con los desvelos de los superiores por la buena formacin y creciente santidad religiosa de sus sbditos". El xito fue muy notable: en 1952 se acercaba a los 3.000 suscriptores y en 1990 pasaba de los 10.000. 13

La dedicacin se fue intensificando. Algunos datos: entre 1943 y 1953 se dieron unas 451 tandas de ejercicios espirituales a religiosos y religiosas. Desde 1949, se organizaron, en Madrid y otras dicesis, "Semanas de oracin y Estudio para superioras religiosas" con enorme asistencia. Se contribuy con ponencias y comunicaciones al "Congreso Nacional de Perfeccin y Apostolado", que, alentado por el P Larraona, organiz la CONFER en 1956. Ms tarde, al ritmo de los tiempos pero naciendo de la misma causa, surgieron iniciativas ms complejas corno el Instituto Regina Virginum, la Escuela Regina Apostolorum y el Instituto Teolgico de Vida Religiosa. Estos ltimos continan en pleno vigor. Constituyen parcelas muy mimadas de la actividad actual de la comunidad, pero desbordan claramente lo que pudo ser el protagonismo de nuestros Mrtires de la Casa y Santuario. Al servicio de la "Buena Prensa" He aqu un apartado que, si en la actualidad mantiene una slida importancia, tuvo, sin embargo, sus momentos ms gloriosos coincidiendo con el quehacer de nuestros Mrtires. La actividad publicista result espectacular. Unos datos por delante pueden dar una idea: en lugar destacado, El Iris de Paz, revista semanal (quincenal, despus) con 15.800 suscriptores; lleg a ser la revista religiosa ms moderna y atractiva de las existentes en el mercado. Le sigue Ilustracin del Clero, que llega a 6.200 sacerdotes, semanal al principio, sacar luego tres nmeros al mes (dos de carcter doctrinal y uno dedicado a la oratoria sagrada). Estn tambin Tesoro Musical y Tesoro Sacro Musical, con tiradas de 1.000 ejemplares. El Misionero, Los Apstoles de Guinea, El pequeo misionero, Estudios Marianos, Ehpemerides Mariologicae, Vida Religiosa, El legionario de la buena prensa... fueron otras revistas que contaron con miles de suscriptores. Se editan 14

asimismo los Anales de la Congregacin, el Boletn de cultos del Santuario, series ilimitadas de hojas volanderas, unos 100.000 almanaques del Corazn de Mara y 10.000 para la Guinea. Para atender a tanta publicacin naci en 1912 la editorial Corazn de Mara, que en 1932 se transforma en Coculsa, de la que es nombrado gerente el futuro mrtir Agapito Garca. Pero ms todava que la obra editada habra que valorar el espritu impulsor. Hacer frente a la cultura dominante del racionalismo, que, dada la ignorancia reinante, causaba gran impacto en el pueblo con publicaciones anticlericales y antierligiosas, se convirti en una primera necesitad evangelizadora. Si alguien mereci y se gan a pulso el ttulo de "apstol de la buena prensa" fue el benemrito y eficaz P. Jos Dueso seguido de cerca por el mrtir P. Leocadio Lorenzo. Con su genial esfuerzo el P Dueso cre la agencia de noticias Prensa Asociada; como apoyo cre los Legionarios de la Buena Prensa (formaron 6.822 coros de once miembros que pagaban su cuota para soporte de la prensa catlica). Los Contrarios acusaron el golpe: "Los neos escriba El Radical de la asquerosa laya del Dueso han conseguido causarnos inmensos daos". Y terminaba invitando a la lucha: "Es bochornoso que sabiendo por la voz fatdica de sus administradores que El Imparcial ha quedado reducido a la mitad de su antigua tirada, y que El Heraldo baja, y que el "Trust" tiene que atender, y nos consta, con los productor de El Liberal a esos dos colegas...: no le devuelvan al Dueso y a los neos las pedradas. Porque si quisieran esos tres colegas, slo ellos tres, adnde habra ido ya el Padre Dueso con su Urden, su Iris y sus tracumundanas difamatorias?". La energa creadora del P. Dueso la despleg, en el mbito periodstico, el batallador P. Leocadio Lorenzo, que har famo15

so su seudnimo "Lorvent". Sus valientes campaas, su talento de escritor y su brillante narrativa, a travs sobre todo de las pginas de El Iris, despertarn la ms dura agresividad de los adversarios: "En la calle Buen Suceso anidaron cuatro grajos que a la plaza del Progreso van echando sus gargajos... Aquel chico de la granja conocido por Lorvent es caparra o es mosquito? Es un chinche mal-olin. El Iris por lo que calla el Iris por lo que dice y la sal con que lo dice el Iris es un canalla". Al servicio de la Msica Sagrada Tambin bajo este aspecto la contribucin de varios de los Mrtires del Santuario alcanz los niveles ms elevados. El impulsor fue el malogrado genio musical P. Luis Iruarrzaga. Llegaba a Madrid, a la casa de Buen Suceso, en 1916, cuando acababa de cumplir 2.5 aos. Lo primero que se propuso fue organizar el culto musical en el Santuario: depurando la formacin del coro, seleccionando programas, ajustndose a los moldes litrgicos, alcanz tal brillantez en las funciones que fue la admiracin de toda la capital. Sus cualidades como compositor, cantor, organista, Director y profesor l las entenda y ejerca con pleno sentido apostlico. La msica era su plpito de misionero. En 1917, funda la revista Tesoro Musical, que alcanza luego su mayora de edad con el ttulo de Tesoro Sacro-musical, y empieza su dedicacin a la Schola Cantorum del seminario, hacindose cargo de toda la formacin musical del mismo, y a la organizacin de grandes conciertos sacros en el Teatro Real y en otros lugares de dentro y fuera de Espaa. En 1923 pone en marcha la Escuela Superior de Msica Sagrada de Madrid. En 1928 mora el E Luis. En unos aos, desde esta casa de Buen Suceso, haba logrado cambiar la fisonoma de la msica sagrada en Espaa, 16

ayudando a un renacimiento sorprendente. La Congregacin vio en su hermano Juan, nuestro futuro mrtir, al sucesor que poda continuar los xitos y dar plena realidad a los proyectos iniciados. A sus dotes naturales, al genio familiar, uni el P. Juan una esmerada preparacin, que realizar en Pars de 1924 a 1926. La muerte de su hermano Luis le trae a Madrid como organista del Santuario del Corazn de Mara. Se distinguir, sobre todo, como organista en la ejecucin expresiva e impecable con la que confirmar la fama que ya tena el Santuario. Contina tambin la labor de estudio y composicin de msica religiosa, completada con la formacin de coros. En el Santuario tena a su disposicin tres coros: el de voces blancas, el de voces mixtas y el gran Orfen para las ocasiones ms solemnes. Y colaborar estrechamente con otro futuro mrtir, el P. Juan Manuel Fernndez, que asume la direccin del Tesoro Sacro Musical. La figura y obra musical del mrtir P. Juan Iruarrzaga fue creciendo con la admiracin de cuantos le seguan. Los planes de Dios, sin embargo, fueron otros: a sus treinta y ocho aos se le va a pedir y va a saber ofrecer el ms sublime concierto con la entrega libre y voluntaria de su vida en homenaje de fe. Sus otros hermanos, los PP. Gervasio y Ruperto Iruarrzaga recogern e intentarn, junto con otros, continuar aquella gran herencia musical. Proyeccin social Ya desde el principio la accin social de la comunidad se abri a una serie de instituciones de proteccin y ayuda a diversos grupos de necesitados, adems de la presencia asidua en diversos hospitales, en especial en el hospital provincial. El P. Juan Antonio Latorre fund la Hospedera del Patrocinio de Mara para la proteccin de jvenes obreras desplazadas a la capital. Su continuador fue el futuro mrtir E Rosendo Ra17

monet, que logr llevar la institucin a un bello y amplio edificio. Coloc la primera piedra en 191 I , con asistencia de SS. MM. la reina doa Victoria y la reina madre doa Mara Cristina y un importante nmero de la aristocracia. Las personas de la comunidad. Los Mrtires Una tan rica y variada actividad requera la colaboracin de un conjunto de notables personalidades, algunas realmente excepcionales, en las que brillaron, adems, slidas virtudes humanas y sobrenaturales.

Para quien conozca algo de esa historia, bastar un rpido recuerdo de algunos nombres para constatarlo; entre ellos viven y trabajan los que sern nuestros Mrtires: el incansable y eficaz P. Pedro Mata; el polifactico P. Juan Postus, conocido y admirado por los religiosos, por los Obispos y hasta por las jerarquas del Palacio Real; el santo profundo conocedor de la asctica y de la mstica, P .Antonio Naval; el chileno, escritor y predicador, P. F. Alejandro Cepeda; el P. Ruiz Stengre, ingeniero militar; el emprendedor y humorista P. Dueso; el valiente 18

narrador incansable P. Leocadio Lorenzo; el eminente msico P. Luis Iruarrzaga y su hermano Juan; y tantos Otros. Mantener el ritmo de trabajo. la armona comunitaria y el espritu necesario para todo ello fue obra de la sabia dedicacin de los superiores y de la labor escondida y enormemente valiosa de un grupo de abnegados y eficaces Hermanos coadjutores. Sobresalieron: Gregorio Garca Tello, Eugenio Aguirre, litigo Ramn Agudo, Eleuterio Arroyo, Conrado Gonzlez, Agapito Garca, Pedro Vives, Jos Bada, Casimiro Oroz, Luis Garro, etc. Entre ellos se contaron tambin algunos que haban de coronar su vida con el martirio. En 1903 la Comunidad estaba formada por apenas siete personas. En 1913 eran va veinte, y no dejara de crecer. En los primeros das de 1935, trasladado va desde el ao anterior el Gobierno General a Roma, la composicin de la comunidad contaba con veintisiete sacerdotes y ocho hermanos, un total de treinta y cinco religiosos. Con levsimas variantes ser la comunidad que afrontar los trgicos das de Julio de 1936. En verdad que sabr escribir la ms gloriosa de sus pginas con el testimonio martirial de un buen grupo de sus miembros. Los acontecimientos producirn la dispersin de los individuos y la destruccin de la Casa y del Santuario del Corazn de Mara. La suerte que corri cada uno fue muy desigual. Todos vivieron la angustia de la persecucin y de la amenaza constante para sus vidas. La mayora conoci y vivi las penalidades propias de las crceles. Y trece de ellos sellaron con la aceptacin de la muerte el hecho de mantener su identidad religiosa y sacerdotal, "no amaron tanto sus vicias que temieran la muerte", supieron ser testigos de su fe hasta el final. Sin querer adelantarnos al veredicto final de la Iglesia, y hablando simplemente en trminos coloquiales, los podemos nombrar como los Mrtires de Buen Suceso, si bien, con mayor propiedad, deberamos darles el nombre de "MRTIRES DEL SANTUARIO". El Santuario del Corazn de Mara, situado en el cruce de la calle Mendizbal con Buen Suceso, fue el centro 19

alrededor del cual haba pivotado su trabajo y la vida de toda la comunidad.

IV.- LA

PERSECUCIN RELIGIOSA EN

MADRID

Todo lo anterior era necesario para conocer el mbito personal en que se movieron y trabajaron nuestros Mrtires del Santuario del Corazn de Mara de Madrid, valorando as su personalidad humana, claretiana y misionera. Pero para comprender lo que, en definitiva, va a constituir lo ms valioso del testimonio de sus vidas, necesitamos dedicar tambin unas pginas a presentar el contexto histrico en que se produjo su muerte violenta, considerado! especialmente bajo el punto de vista socio-religioso. Ha sido muchsimo lo que se ha escrito sobre el particular. Sealar las causas, relatar los acontecimientos, buscar las culpabilidades, valorar las consecuencias se convirti en un afn colectivo, en el que, a la bsqueda de la verdad histrica, se aadieron siempre intereses y necesidades de justificacin. A estas alturas, a nadie puede sorprender que, en medio de tanto escrito y de tanta oscuridad, se vayan clarificando ideas y posturas, aun cuando se siten con frecuencia en posiciones extremas y contradictorias. No es cuestin de plantear aqu el debate. Para nosotros, ha hablado ya suficientemente la historia dejando en claro la realidad de una persecucin religiosa de proporciones enormes, y, sobre todo, ha hablado la Iglesia. El proceso iniciado de beatificaciones de las vctimas de aquella persecucin, a las que con toda razn hemos de considerar como mrtires de la fe, est todava abierto. Pero ha dado ya pasos decisivos. En ese mismo contexto se sitan nuestros Mrtires del Santuario. Lo que deseamos aqu es ayudar al lector a comprender la situacin concreta de Madrid y las caractersticas persecutorias en las que se vieron envueltos para apreciar mejor su trayectoria martirial. 20

Primeros acontecimientos La persecucin religiosa, que estallar en Madrid como tormenta arrasadora en Julio de 1936, amenazaba ya con desencadenarse desde 1931. En Mayo de ese ao tiene lugar la quema de conventos e iglesias, iniciada en la Casa profesa de la Compaa de Jess y en su iglesia de la calle de la Flor y extendida a ms de once. A partir de ese momento, se vive en iglesias y comunidades en permanente ansiedad de espera de repeticin de los mismos hechos vandlicos. En determinados momentos, comunidades enteras buscarn refugio fuera de la casa religiosa. En las comunidades religiosas empieza a vivirse la conciencia de la inminencia del martirio a corto plazo y con ella se despierta una autntica espiritualidad martirial. En los ambientes ms cristianos de toda Espaa, sealadamente en el clero y en las comunidades religiosas, la seguridad de un peligro permanente de persecucin, vivido con creciente evidencia desde 1934, haba creado una intensa espiritualidad martirial. Los testimonios se podran multiplicar largamente. La lealtad y el realismo ms normales no podan menos que impulsar a presentar difanamente a los candidatos a la vida religiosa la perspectiva de persecucin a la que se enfrentaban, al ingresar en los institutos religiosos. No se trataba simplemente de una informacin que resultaba en cierto modo superflua, por cuanto los mismos candidatos y sus familias tenan que captar perfectamente la situacin, sino de una seria concienciacin cristiana de la dimensin martirial que la situacin presente confera a la profesin religiosa en Espaa. Son muchos los testimonios que se encuentran acerca de esta conciencia de la inminencia de la persecucin en toda Espaa y que produjo un intenso movimiento de renovacin cristiana en todos los ambientes. En las ordenaciones, que confera el Obispo de Madrid, Don Leopoldo Eijo y Garay en la monicin que diriga a los ordenandos de Subdliaconado, les adverta que su paso adelante, 21 como aceptacin de sus compro-

misos clericales y del celibato, importaba tambin el de la disposicin al previsible martirio. En la visita pastoral del Cardenal D. Isidro Goma, Primado de Espaa, al Noviciado de Mohemando, ante la declamacin de un novicio: "Esprimendo i comuni sentimenti per il martirio..., Sua Eminente rispose facendo notare che il martirio poteva veramente effectuarsi parl delle disposizioni con cui tutti dovevano accoglierlo. La detenninazione alla donazione suprema fi unanime da parte de tutti ed i commenti si prolungarono ed accesero ancor pi questa passione del martirio. Altretanto neli Esercizi Spirituali che precedettero inmediatamante lo scoppio della rivoluzione...". Los claretianos de Buen Suceso, desde 1931, y ms habitualmente desde las elecciones de febrero del 36, se fueron acostumbrando a permanecer en vela durante parte de la noche, acompaados por fieles amigos como el comandante retirado D. Luis Franco, el Jefe de Armada D. Juan Viniegra (asesinado en la tarde del 20 de julio), el arquitecto D. Alfonso Calsina y el capitn D. Jess Vlez. El ltimo nmero de Iris de Paz, el 1 de julio, recoga el dramtico discurso de Calvo Sotelo del 16 de junio, y se haca eco de la total descomposicin social que reinaba en el pas. Ilustracin del Clero, por su parte, concretaba: "Toda la vida catlica de Espaa se resume en las inquietudes de la hora presente". En la asfixia de aquel ambiente de desasosiego y nerviosismo vivieron la fiesta de la fundacin de la Congregacin el da del Carmen. Era casi una fiesta de despedida: "Dos das despus aquella comunidad tan simptica, tan activa, tan polimorfa, tan acogedora, tan ilustre, era dispersada por el vendaval que haba de aventar hasta las piedras de nuestra casa y Santuario". Tambin levantara hasta lo alto la gloria de sus hijos mrtires. 22

Estalla la situacin. Panorama general Apenas conocido en Madrid el Alzamiento del Ejrcito en Marruecos, el 18 de Julio, antes de cualquier definicin de su carcter poltico y antes de la revolucin, que desborda a las autoridades del Estado de la Repblica, la persecucin religiosa se cobra ya las primeras vctimas en Madrid. El primer acto violento con una vctima mortal por motivos religiosos del que tenemos referencia es particularmente execrable, dentro de lo que representa cualquier atentado contra la vida humana de un inocente, pero muy significativo para nuestro propsito. Tuvo lugar en la maana del sbado 18 de Julio de 1936, y fue el asesinato a sangre fra de un nio, hijo del sacristn de la Parroquia de San Ramn, en el Puente de Vallecas. "El da 18 de Julio, a las nueve de la maana, las hordas asaltaban la iglesia despus de violentar las puertas a golpes. El templo fue saqueado en un segundo. Al penetrar los desalmados, un nio se esconde en uno de los rincones del templo. Sus ojos reflejan el espanto que le producen aquellas escenas, y exttico y mudo no se atreve a moverse. De pronto, uno de los desalmados repara en el nio inmvil. Quin eres t y qu haces aqu? le pregunta. El nio no responde. Slo clava sus ojos, hondos y tristes, en el rostro patibulario del verdugo. Pero no Me oyes? Quin eres t? Contesta! Atrados por las voces de aquel salvaje acuden otros camaradas. Uno de ellos le reconoce: Anda Pero si es un fascista Es el hijo del guardin. Uno de esos de la Accin Catlica. No hace falta saber ms. Una descara cerrada abate al pobre nio, que, baado en su sangre, expira como un 23

ngel, dulcemente, sin exhalar una queja". Es de notar que ya para el domingo 19 de Julio los diversos comits se reconocan recprocamente jurisdiccin y competencia como para juzgar y como para remitirse los IMOS a los Otros a los detenidos que consideraban que eran "sbditos" de otro comit distinto. Y juzgaban atribuyndose el derecho incluso de infligir la ltima pena. Y, por mucho que pudieran correr las noticias para entonces, ni se conoca oficialmente que el alzamiento del ejrcito de frica hubiera tenido consecuencias fuera de Marruecos, ni poda estar claro, en Ventas o en Hortaleza, lo que podra estar sucediendo en Campamento o en el Cuartel de la Montaa. Todo ello contribuye a hacer pensar que la persecucin religiosa fue cualquier cosa menos improvisada, y que las noticias vagas, de momento sobre la situacin militar sirvieron nicamente como detonante de lo que ya estaba minuciosamente proyectado. Inmediatamente comienza el incendio de conventos y de iglesias y la prisin y asesinato de sacerdotes, de religiosos y de monjas. La primera andanada es ya aterradora, la misma tarde del 18, pero sigue implacable la quema de todo lo sagrado: cuarenta y tres parroquias y doscientas setenta y seis iglesias y oratorios. Solamente doce iglesias se salvan de la destruccin total. Enseguida se desatara una persecucin planificada y concienzuda, pero desde el primer momento "este gnero de persecucin religiosa anrquica", que no cesar en su intensa actuacin sauda, simultanendose con la ms metdica y eficaz de checas y tribunales populares, se hace omnipresente y pronta a atisbar el menor indicio de presencia de personas consagradas o reconocidas como especialmente catlicas. As, hasta la vspera misma de la entrada de los nacionales en la ciudad el 25 de Marzo de 1939, en que es asesinado por el SIM el movilizado Vctor Bdenas Nebot, seminarista de la dicesis de Barcelona. Los primeros momentos son de total zozobra e inseguridad 24

en los grandes centros religiosos, que no han podido buscar refugio adecuado. Noviciados, teologados, grandes residencias y comunidades femeninas, quedan indefensos y sin amparo ante lo indiscriminado de los ataques e incendios de que son objeto por parte de grupos heterogneos y abigarrados, hordas de hombres y mujeres. Durante la noche del 19 al 20 de Julio, en Madrid, fueron incendiadas cincuenta iglesias. Resulta indiscutible que en el lunes 20 de Julio, da en el que sobre las once de la maana se culmina la conquista del Cuartel de la Montaa, son asesinados en Madrid diecisiete, entre sacerdotes, religiosos y religiosas, a los que hemos de sumar los dos Hermanos Pales, que dados por perdidos ya el da anterior, fueron vistos con vida en ese da, y el Prroco de Meco, Cecilio Hernndez Caballero, fusilado al amanecer del mismo da 20. La persecucin persigue de modo radical a la Iglesia. No discierne entre sacerdotes y religiosos, entre hombres o mujeres, entre conventos o iglesias, entre instituciones culturales o de enseanza y de caridad y asistencia pblica. Se suprime total y radicalmente a la Iglesia. En el mbito de Madrid, como en el de toda la Espaa dominada por los rojos, la Iglesia deja de existir. El balance es verdaderamente terrible: Comenzando por la Catedral de San Isidro, totalmente asolada por el fuego, todas son incendiadas o devastadas y convertidas en servicios militares o pblicos, con la sola excepcin de seis, que permanecan cerradas como patrimonio del Estado. La Dicesis de Madrid cuenta, en la causa de declaracin de martirio iniciada y en las de diversas congregaciones religiosas, con mil ciento cincuenta y dos vctimas martiriales: Sacerdotes y seminaristas, 497. Religiosos y religiosas, 184. Seglares, 447. Muertos en crceles, etc., 24. Entre los religiosos y religiosas cuyas causas promueven sus Institutos suman varios centenares ms. Son notables los asesinatos de veinte Adoratrices, de siete Salesas y de quince hermanas de la Caridad. Pero 25 puede afirmarse que de millares

de los asesinados en Madrid durante la dominacin roja la nica causa determinante fue su prctica cristiana. De las novecientas mujeres asesinadas esto puede afirmarse con total seguridad. Las mujeres de significacin poltica en esos aos en Madrid se reducen a muy pocas decenas. La persecucin no termin con la supresin de la Iglesia en Madrid, de todas sus formas de vida y de todos sus miembros visibles, sino que se continu con una campaa de difamacin y de calumnias, sauda y pertinaz, a lo largo de los tres aos de dominacin sobre la ciudad. Algunos detalles de la persecucin y martirio en Madrid En Madrid, la persecucin religiosa fue fundamentalmente anrquica, aunque compleja. El estado de derecho y sus distintas instituciones unas veces se mostraron pasivos y consentidores con esa anarqua y otras veces crearon sus propias formas de actuacin persecutoria, movindose siempre en un contexto revolucionario netamente sectario y antirreligioso. Al fervor revolucionario de las masas, a las pasiones desbordadas, en un clima de completa indisciplina social, se uni la voluntad de los polticos. La calle queda en manos de turbas armadas, que son las milicias del Partido Socialista, de la UGT y de la CNT. Lo primero fue el asalto, saqueo e incendio de iglesias; enseguida, una desatada furia a la bsqueda de sacerdotes y religiosos, sin otro objetivo que su extincin directa. En los primeros das, sobre todo, son frecuentes los casos de ejecucin de las vctimas en plena calle sin ms complicaciones. Como sombra y pretexto de organizacin surgen las checas, ms de doscientas; su comn distintivo ser el terror.

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Desde la Direccin General de Seguridad se llevan a cabo algunos esfuerzos de moderacin y de control. Se intenta, entre otras cosas, poner en funcionamiento viejas y nuevas crceles con un mnimo de apariencia de legalidad. En el interior de las mismas, sin embargo, se impone la voluntad de la persona o grupo dominante. Actan a su libre albedro, dueos de la libertad y de la vida de las personas. Una de las ms tristes figuras que se ir imponiendo es el de las "sacas". No se puede negar que estaban amparadas e impulsadas por la Junta de Defensa, creada en la ciudad al huir a Valencia el Gobierno, con el intento de controlar su defensa y su administracin. Las dificultades de la vida en Madrid Y el enorme aumento de presos en las crceles hicieron que no pocos pensaran en la eliminacin sistemtica de stos. Las actuaciones, a veces, eran directas, sin ningn tipo de rubor; otras, las ms, se camuflaban bajo la orden engaosa de un traslado a otras crceles. Pero terminaban en la soledad de un recodo de la carretera, junto a las tapias de un cementerio o en las fosas comunes de Paracuellos. Para cada fecha prevista, y eran frecuentes, se preparaba una lista con los nombres elegidos, a los que se aada corno apostilla la sarcstica frase: "En libertad". Al amparo de la 27

noche, se obligaba a los presos a adelantarse cuando eran nombrados, se les amontonaba en unos vehculos bien protegidos y se les llevaba a la "libertad", precedida del tiro de gracia. Grupos de trabajadores estaban previstos para abrir las zanjas, echar la cal y cubrir los cadveres amontonados.

V.- NUESTROS MRTIRES

UNO A UNO

A) Los CUATRO primeros, fusilados en Retamares-Carabanchel.

1. P. ANTONINO MARN LPEZ (18921936) Superior de la Comunidad y organizador de sus actividades

Nace el 12 de junio de 1892 en Cuzcurrita del Ro Tirn (La Rioja). Muere mrtir el 25 de julio de 1936 en los Cuarteles de Retamares (Madrid) Con 46 aos, el P Antonino Marn se encontraba en la plenitud de la vida. Haba nacido en Cuzcurrita del Ro Tirn (La Rioja), el 12 de junio de 1892. Por aquellos pueblos fue a predicar una Semana Santa el P Jos Bruned, Claretiano de Calahorra, quien con su simpata se gan a un pequeo grupo de nios, que aspiraban a ser Misioneros. Antonino tena doce aos y fue 28

uno de ellos. Empieza su camino hacia el sacerdocio en el seminario claretiano de Alagn (Zaragoza). Pasa despus a Barbastro (Huesca), aunque ser en Cervera (Lrida) donde profesar en la Congregacin claretiana en 1908 y cursar la mayor parte de sus estudios eclesisticos. Al final, volver a Alagn, donde ser ordenado sacerdote en 1916. Su vida activa como sacerdote y misionero la inicia en Aranda de Duero. All los claretianos atendan un pequeo colegio de primera enseanza. El P. Antonino, adems de dirigir la Congregacin mariana, los Infantes del Corazn de Mara y la catequesis de toda la ciudad, da clases en el colegio y lleva la administracin del mismo. Su espritu emprendedor hace que pronto establezca la segunda enseanza y abra un internado. Cuando en 1934 es destinado como Superior a la casa de Buen Suceso, en Madrid, no se ve capaz de asumir un cargo tan comprometido, intenta renunciar, pero acepta por obediencia. El nuevo destino supona una gran responsabilidad. Puede dar una idea de ello lo que por entonces se escriba acerca de dicha comunidad: "Representa en Madrid el mayor- centro de irradiacin y de convocatoria de piedad y de culto, de predicacin y de publicaciones, de coordinacin de las rdenes y congregaciones religiosas de toda Espaa, y est siendo en estos momentos sede frecuente de la asamblea de metropolitanos" [antecedente de la actual Conferencia Episcopal]. Aqu es donde va a ejercer su ministerio y donde el P Antonino va a concluir su trayectoria apostlica coronada con el testimonio del martirio. Su cometido como superior es la atencin a las personas y la organizacin y coordinacin de las actividades. De l depende un total de 35 claretianos, muchos de ellos hombres de gran preparacin y reconocido prestigio, 29

multitud de actividades de todo tipo como centro, el mantenimiento del culto en el Santuario del Corazn de Mara. Pronto los problemas de cada da pierden relieve y protagonismo ante la situacin social y poltica. Su tarea de superior se ve violentamente interrumpida. La zozobra de los ltimos meses desemboca en la tragedia de la dispersin de la comunidad y de la devastacin de la casa y del Santuario. El 20 de julio de 1936 el P. Antonino se refugia en un piso de la calle Marqus de Urquijo. All intenta mantener, en forzado retiro, la comunicacin con su comunidad y la tensin espiritual, celebrando cada da la misa. Pero las cosas se van a precipitar con enorme rapidez. A pesar de las precauciones, el da 25, de forma rpida y violenta, es asaltada la casa y el P. Antonino con dos de sus religiosos (el P. Leocadio Lorenzo y el anciano II. Conrado Gonzlez) es subido por la fuerza a un camin, en el que se encontraba ya detenido otro miembro de la comunidad, el H. Agapito Garca. Alguien que contemplaba la escena desde la casa de enfrente, cuenta cmo no falt un grupo de mujeres y nios que enardecan a los milicianos insultando a los religiosos. El camin se dirige hacia la Casa de Campo. No conocemos bien ms detalles. Pero ese mismo da, tras los barracones militares de la zona de Retamares (Carabanchel) aparecern los cuatro cadveres, que fueron perfectamente identificados, tal y como queda demostrado en la relacin escrita que hizo el Ayuntamiento de Carabanchel. Los datos all consignados concuerdan exactamente con los datos de cada uno de los cuatro mrtires. El que corresponde al P. Antonino, describiendo su cadver, dice as: "b) 25-7-36. Retamares, por bala, de cuarenta y tantos aos. Sexo masculino, grueso, moreno y pelo negro". Fue enterrado en el cementerio de Carabanchel.

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2. P. LEOCADIO (18921936)

LORENZO

VENTOSA

Apstol y defensor de la Buena Prensa

Nace el 9 de diciembre de 1892, en Ventosa de la Cuesta (Valladolid). Mucre mrtir el 25 de julio de 1936, en los Cuarteles de Retamares (Madrid). El P. Leocadio era vallisoletano, nacido en Ventosa de la Cuesta, el 9 de diciembre de 1892. Su padre, maestro de escuela, le inculc muy pronto el gusto por la lectura y una inclinacin curiosa por nuevos inventos, que calaron en su temperamento imaginativo y que seguiran sugestionndole toda su vida. Su formacin sacerdotal la lleva a cabo en los seminarios claretianos de Segovia, Cervera (Lrida) y Alagn (Zaragoza). Ordenado sacerdote, vuelve a Segovia, ahora como profesor. Y all empieza tambin lo que ser su vocacin de gran escritor y periodista. En 191 I lo encontramos ya en Madrid, en la casa de Buen Suceso, colaborando en el "culto esplendoroso" del Santuario del Corazn de Mara y sobre todo, en el apostolado de la pluma. Pronto se har famosa su firma con las iniciales de sus dos apellidos "Lorvent". Primero como redactor jefe y luego como director de la Revista "El Iris de Paz". Al lado del P. Dueso, gran apstol de la buena prensa, fundador de la Agencia Prensa Asociada, creada bajo la proteccin de los Obispos y de la Cofrada de los Legionarios de la Buena Prensa, se emplea a 31

fondo en una sucesin de campaas de actualidad que contribuirn a elevar al "Iris de Paz" a la mxima altura entre las revistas de su tiempo. El P. Leocadio, dotado de gran talento y de enorme personalidad que anidaban en un cuerpo ms bien endeble y de precaria salud, desplegar sus grandes cualidades de escritor prolfico y batallador y se convertir en autntico apstol de la prensa. Todo ello sin olvidar el cultivo de una fina espiritualidad, demostrada en gran nmero de conferencias, de ejercicios espirituales, en sus Intervenciones en Radio Espaa, e incluso en sus largas horas de confesionario tanto en el seminario de Madrid como en el Santuario del Corazn de Mara. Su valenta hizo que gran parte de los insultos y ataques que la prensa antirreligiosa lanzaba contra la Iglesia fueran dirigidos contra el buen P Leocadio. Le consideraban culpable principal de sus prdidas y fracasos. Desde la proclamacin de la Repblica, y especialmente desde el triunfo del Frente popular en Febrero del 36, el ambiente sociopoltico y religioso se haba ido cargando de nubes de tormenta e inquietud. El 1 de Julio el P. Leocdio publicaba el ltimo nmero de "Iris de Paz". El estallido incontenible se produce a partir del 18 de Julio. Ese mismo da se inicia en Madrid una desatada furia de asalto a las iglesias y persecucin de sacerdotes y religiosos. La comunidad claretiana de Buen Suceso no puede permanecer en su casa e inicia su dispersin el da 20. El P. Leocadio Lorenzo se refugia en casa de su hermana Cecilia, en la calle del Norte. Casualmente, en la tarde del 25, acude al nmero 2 de la calle Marqus de Urquijo. Haba ido a actualizar, junto a su Superior, la lista de direcciones de refugios en los que se han repartido los miembros de la comunidad y a organizar, en lo posible, las ayudas oportunas. El asalto de un grupo de milicianos no le deja escape. Correr la misma suerte que los dems: esa misma tarde ser asesinado tras los barracones militares de Retamares, en Carabanchel. 32

Los detalles que recoge la relacin del Ayuntamiento sobre los cadveres que aquel da se encontraron son precisos y coinciden con otros datos que tenemos, "aquel espritu grande actuaba en un cuerpo endeble. La cabeza un poco abultada por un lado". La descripcin de los cadveres recoge as sus datos: "25-7-36. Retamares, por bala, de cuarenta y tanto aos, sexo masculino, estatura mediana, moreno, cabeza voluminosa". Era el P Leocadio, el indomable defensor de la "Buena Prensa".

3. H. CONRADO GONZLEZ DE ANTONIO (1865-1936) Cuidador solcito del Santuario

Nace el 19 de febrero de 1965, en Aldea-nueva del Campanario (Segovia). Muere mrtir: 25 de julio de 1936, en los Cuarteles de Retamares (Madrid). Nace el H. Conrado Gonzlez el 19 de febrero de 1965, en Aldea-nueva del Campanario (Segovia). Una esbelta espadaacampanario apoda al minsculo pueblo segoviano de Aldeanueva, en tierras de Seplveda. A su sombra, creci el H. Conrado, el de mayor edad de nuestros mrtires del Santuario, mientras reciba de sus padres una firme herencia cristiana y una slida formacin. Apenas iniciada su juventud, Conrado marcha a Segovia intentando abrirse paso como 33 aprendiz de algn oficio. All se

le abren nuevos horizontes para su espritu inquieto y generoso. Con 18 aos, dispuesto a dar un nuevo sentido a su vida, ingresa en el Noviciado de los Misioneros Claretianos. Una vez profeso, la obediencia le va llevando por diversas comunidades: primero, a Pamplona; despus, a Calahorra; de nuevo a Segovia y; finalmente, a Madrid, a la casa de Buen Suceso, Santuario del Corazn de Mara. Lo suyo es servir a los hermanos con aquel acento especial que l pona de cordialidad y de afabilidad: la sastrera y la lavandera, la enfermera y, si hay lugar para ello, como en Calahorra, tambin la huerta; por la noche tiene todava tiempo para ciar clases nocturnas a trescientos jvenes obreros que desean mejorar su preparacin. Ya en Madrid, un servicio ms agradecido para el H. Conrado: atender la sacrista del Santuario del Corazn de Mara. Servicio agradecido por lo que significaba, pero mprobo y agotador a causa de la intensidad de los cultos, de la fuerte afluencia de fieles y de la enorme variedad de asociaciones y actividades. Haba que multiplicarse para llegar a todo y a todos. Tres acontecimientos, celebrados en el Santuario durante esos aos, le exigieron un plus importante de trabajo: las Fiestas de la Beatificacin del R Claret en 1934, los Funerales por Sor ngela de la Cruz, presididos por el nuncio y el obispo de Madrid, y las bodas de plata del Santuario. La eficacia, la discrecin, la calidad humana y la piedad destacaban en su presencia continua dentro del Santuario desde las cinco y media de la maana en que daba comienzo la primera misa hasta las horas de la tarde en que se reunan las asociaciones. Ningn esfuerzo le pareca excesivo con tal de mantener la dignidad de aquel lugar santo. Quin le iba a decir a l que sera pronto profanado como sala de espectculos rastreros y terminara por ser totalmente devastado? Pero all fue gastando su vida y realizando su vocacin. El 20 de julio de 1936 el H. Conrado tena 71 aos bien 34

cumplidos. Disuelta la comunidad, no le era nada fcil marchar l slo por las calles de Madrid. Se refugi, junto con su Superior, en la calle Marqus de Urquijo. All fueron a buscarle el da 25 y, junto con los otros, fue obligado a subir a un camin. Muchos testigos los vieron; algunos se compadecieron al ver cmo empujaban a la fuerza y sin ninguna consideracin a aquel anciano; otros, en cambio, se mofaban y gritaban "que los maten". El camin enfil hacia la cercana casa de campo, donde fue fusilado al lado de sus otros tres hermanos de comunidad al llegar a los cuarteles de Retamares. El Ayuntamiento de Carabanchel, en la relacin y descripcin de los cadveres encontrados aquel da, nos ofrece un testimonio fehaciente de su muerte manida': "25-7-36. Retamares, por bala, de unos 60 aos, sexo masculino, delgado, pelo blanco, estatura mediana". Es el aspecto del H. Conrado, aun cuando su edad era mayor.

4. H. AGAPITO GARCA PREZ (19021936) Un buen religioso y Gerente fiel de la Editorial

Nace el 28 de noviembre de 1902, en Moral de la Reina (Valladolid). Profesa claretiano: 9 -9-1921. Muere mrtir el 25 de julio de 1936, junto a los Cuarteles de Retamares 35

(Madrid). El hermano Agapito Garca naci el 28 de noviembre de 1902 en Moral de la Reina (Valladolid), poblacin cercana a Medina de Rioseco. All pas los primeros aos de su infancia con la normalidad que corresponde a un hijo de labradores de mediana posicin, ricos en sentimientos cristianos. A los 14 aos deja el pueblo natal y se traslada a Medina de Rioseco para entrar al servicio de un comerciante. Su afn por aprender lo lleva a solicitar clases en la comunidad claretiana que hay en Medina. El E Emilio Lpez Ganuza, que ser despus compaero de comunidad y de martirio, va a ser su profesor en temas de comercio y tenedura, y, ms que eso, se convertir en su amigo y en el anzuelo del que se valdr el Seor para atraerlo a la vida religiosa. Marcha Agapito a Valladolid para iniciar los estudios de Magisterio, pero, a los dos aos, abandona stos para ingresar en el noviciado de Salvatierra, siguiendo los consejos del E Emilio. Hecha su Profesin religiosa, es destinado a Segovia para ejercer como maestro, tarea que desempe durante 11 aos "con la mayor diligencia y con el espritu de verdadero apostolado". Nos han quedado no pocas referencias laudatorias de su trabajo y de su benfica influencia sobre sus alumnos, uno de los cuales escribe: "gracias a l he tenido la oportunidad de situarme en la vida". Su actividad educadora y la del propio colegio de Segovia se ven interrumpidas bruscamente a fines de 1931, al imponerse las nuevas orientaciones educativas dictadas por la Repblica, que impedan la accin de la Iglesia y de los religiosos. El hermano Agapito se ver conducido por las circunstancias a la comunidad de la calle Buen Suceso en Madrid. All volver a encontrar al E Emilio Lpez Ganuza, y al hermano Conrado Gonzlez, con los que compartir el martirio. En febrero de 1932 inicia su cometido como Gerente de la editorial Coculsa, sociedad annima que daba continuidad, de acuerdo con la nueva legislacin republicana, a la editorial del Corazn de 36

Mara, que funcionaba en la calle de Guzmn el Bueno, 22. Cuantos le conocieron en esta etapa hablan de sus grandes cualidades, de su buen hacer para el mejor desarrollo de la editorial y, sobre todo, de su "religiosidad profunda, tierna y matiza". Era, dicen, "una verdadera joya del Instituto", "un verdadero santo", y nos hablan de una intensa vida de oracin y de trabajo, que hicieron del hermano Agapito un ejemplo de vocacin religiosa y misionera laical. Su trayectoria martirial va ser muy paralela a la que vivieron los PP. Antonino v Leocadio y el H. Conrado. Es el P. Arturo Tabera quien nos da los datos Ms precisos. En la dispersin de la comunidad producida el da 20 de julio, el hermano Agapito ha encontrado refugio en la casa de Da. Hiplita Hernndez. El da 25, sbado, da de Santiago, por la maana, menospreciando los incendios de iglesias en Madrid, acude a ayudar a misa y comulgar al piso de la calle Toledo donde todava se mantienen algunos claretianos. Hacia las tres de la tarde, fiado de su buena documentacin como gerente de Coculsa, se dirige a las oficinas de la editorial en Guzmn el Bueno, muy cerca de su refugio. Es el momento en el que aparece un camin, con un grupo de milicianos armados, capitaneados por Fortunato Rico, que haba sido antiguo empleado de la editorial. Detienen a todos, les obligan a subir al camin y parten en direccin a Rosales. Parece ser que el camin se detuvo en una checa de la calle de la Encomienda, de donde les remitieron a la calle de la Luna, sede del Comit Central de la CNT. All varios de los detenidos fueron puestos en libertad, quedando preso nicamente el hermano .Agapito. Con l al fondo de la caja del camin, se dirigen con rapidez hacia la calle del Marqus de Urquijo 2. All efectan breve parada; lo suficiente para obligar a subir a sus tres compaeros de comunidad y de martirio: los PP. Antonino y Leocadio y el H. Conrado. Y, desde all, el camin enfilar hacia el lugar donde fueron asesinados los cuatro, junto 37 los barracones militares de a

Retamares, en el trmino municipal de Carabanchel (Madrid). En la descripcin de los cadveres abandonados en aquel lugar, hecha por el Ayuntamiento, aparece esta nota: d) "25-7-1936. Retamares, por bala, de treinta y tantos aos, sexo masculino, estatura mediana, pelo negro, delgado". Datos concisos que coinciden totalmente con la figura del hermano Agapito Garca Prez. En una misma fosa comn, en el cementerio de San Sebastin de Carabanchel, segn recoge el Diario de fallecidos del mismo, fueron enterrados los restos de estos cuatro primeros mrtires de la comunidad de Buen Suceso. B) Los CINCO Mrtires de Paracuellos

1. P. JUAN ECHEVARRA MAURULAGOITIA (1886-1936) Apstol de la palabra hablada y escrita

Nace el 10 de noviembre de 1886, en Meaca (Vizcaya). Profesa: 15-8-1903. Sacerdote: 16-7- 1911. Muere mrtir el 24 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jarama (Madrid). El P. Juan Echevarra nace en la villa vizcana de Meaca, el 10 de noviembre de 1886. Vasco por los cuatro costados, hereda tambin un profundo 38 sentido cristiano. Su hermano

Toms, ocho aos mayor que l, ha ingresado en la Congregacin claretiana, en la que llegar a brillar, como figura destacada, como misionero y escritor. Juan, a los trece aos, sigue sus pasos. Cursa con excelente aprovechamiento sus aos de formacin sacerdotal en los Colegios de Valmaseda, Segovia, Cervera, Santo Domingo de la Calzada y Aranda de Duero. Inicia su vida pastoral y misionera en Segovia como profesor del colegio postulantado, destacando por su influjo orientador, su gran talento y buen gusto, centrados, sobre todo, en la enseanza de la literatura y de la oratoria. Pronto, liberado de sus clases, emplear sus magnficas dotes en la tarea de predicador, primero en Segovia y despus en Tolosa y Calahorra. Completa esta tarea desde muy pronto con la de escritor, manteniendo una asidua colaboracin en las pginas de "El 1715 de Paz". Es lo que le llevar a ser destinado a la casa de Buen Suceso en Madrid. Aqu se encuentra va en 1921, y residir hasta su muerte en 1936. Son aos de madurez tanto en su faceta de orador sagrado como de escritor. Publica, entre otros escritos, dos libros: "Horas del corazn" y "Recuerdos del Beato P Claret", que alcanzaron varias ediciones. Su carcter alegre y expansivo le facilit el gozar de amplias simpatas y amistades en la vida social. En 1934, el P Felipe Maroto, Superior General, en su visita a la casa de Madrid, resuma con acierto sus impresiones sobre el P. Juan: "Edad 44 aos; robusto de fuerzas, brillantes dotes de inteligencia, predicador de nombrada, escritor competente, productivo y galano". El 18 de julio de 1936, el P Juan Echevarra se encuentra en Zafra, donde ha ido a predicar la novena de la Virgen del Carmen. La muerte de Calvo Sotelo, con cuya familia mantena estrecha amistad, le impresion enormemente a pesar de su optimismo, que le permiti predicar todava el domingo 19. Ese mismo da cerraron la iglesia. Al da siguiente, un grupo de 39

milicianos se present en la casa donde resida; intervino el alcalde, amigo de la casa, y logr que le permitieran marchar a donde quisiera "menos a Sevilla". Vestido de seglar, tom el tren hacia Madrid. Aqu encontr hospedaje en la calle de Luisa Fernanda, pero la sospecha de unos milicianos hizo que le condujeran a la checa instalada en el edificio de Bellas Artes en Alcal. Con la ayuda de uno de los milicianos logr escapar, dirigindose a Argelles. Aqu busc refugio en casa de Da. Ramona lvarez en la calle Marqus de Urquijo. En el semistano de su casa qued instalado, sin que se diera noticia de su presencia al P. Juan Iruarrzaga, al H. Casimiro Oroz y a algunos ms, refugiados en la misma casa. Durante ms de un mes se mantuvo la situacin hasta que se produjo la denuncia de una joven que viva frente por frente. El da 10 de octubre, un grupo de policas asaltaba la casa y se llevaba presos a todos los refugiados. El P Juan fue llevado, primero, a la crcel de Ventas y, ms tarde, a la de Daz Porlier, donde compartir su suerte con otros cuatro claretianos. La crcel se haba improvisado en el colegio de los PP. Escolapios; hasta el 2.5 de noviembre funcionar fuera de toda legalidad. Por ella pasarn, con desigual suerte, otros muchos venidos desde la crcel Modelo v otras. En nmero muy superior a la capacidad del inmueble, en condiciones de inmundicia, de miseria, de hambre, y bajo un trato duro y desconsiderado por parte de los carceleros, acompaados de una total inseguridad y de la constante desaparicin de personas a consecuencia de las misteriosas "sacas" o "paseos", as fue el ambiente en que vivieron hasta el final. En contraste, sabemos que el clima espiritual, basado en la conciencia del muy posible prximo martirio, en la oracin frecuente y en la celebracin a escondidas de la Eucarista, era muy elevado y ayudaba a unos a sostenerse con el testimonio de los dems. En noviembre, con la voluntad no disimulada de reducir drsticamente el nmero de presos, se recrudece el 40

sistema de "sacas" nocturnas. La responsabilidad de las mismas parece fue compartida por muchos grupos, incluido el propio Gobierno. El hecho real fueron las famosas ejecuciones en masa ante las fosas del cementerio de Paracuellos. En una de esas "sacas", la del 24 de noviembre de 1936, formada por un total de doscientos cincuenta y dos, fueron llevados, fusilados y enterrados en fosas comunes cinco de nuestros mrtires del Santuario: los PR Juan Echevarra, Juan Iruarrzaga, Juan Manuel Fernndez Jos Joaqun Portero y el H. Casimiro Oroz. Una sencilla lpida recuerda sus nombres y su gesta en el lugar del martirio.

2. P. JUAN MANUEL GONZALO (1896-1936) Misionero, msico y mrtir

FERNNDEZ

Nace el 8 de febrero de 1896, en Valladolid. Profesa: 15-81912. Sacerdote: 3-51920. Muere mrtir el 24 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jarama (Madrid). El 18 de Febrero de 1896 naca el P. Juan Manuel Fernndez en Valladolid. A los pocos aos, qued hurfano de padre. Apenas haba cumplido los 10, cuando solicita su ingreso en la Congregacin de los Misioneros Claretianos. Dbil de cuerpo, de aspecto delicado pero sano, de carcter dcil y franco, piadoso, con una madurez y discrecin superiores a su edad, llamaba la atencin por su talento prctico y sus variadas cualidades. Inicia sus estudios en el postulantado de Santo Domingo de 41

la Calzada (La Rioja), de donde pasa a Segovia y despus a Beire (Navarra), para volver de nuevo a Santo Domingo. Aqu ultima sus estudios eclesisticos y es ordenado sacerdote. Desde el principio, su vida misionera va a ir muy unida a su vocacin de musiclogo. Es lo que le traer a Madrid en 1926. Entre las mltiples actividades apostlicas que tienen su centro en la casa de Buen Suceso, estn las relativas a las Revistas que all se publican. El P. Juan Manuel asumir la direccin efectiva del Tesoro Sacro Musical, que haba fundado el P Luis Iruarrizaga, y colaborar en La Ilustracin del Clero. El inesperado fallecimiento del P. Luis, dos aos ms tarde, ofrece al P Juan Manuel la oportunidad de publicar un nmero especial en su honor, que estar a la altura de los mritos de tan eminente msico. Su futura labor al frente de Moro Sacro Musical, a la que se aade la publicacin de una brillante coleccin de artculos de divulgacin de la msica gregoriana y polifnica, convertirn al P Juan Manuel, a la zaga del P. Luis Iruarrizaga y de su hermano Juan, que ser compaero de martirio, en el impulsor del nuevo renacimiento de la msica sagrada que se despert en Espaa en aquellos aos. Su dedicacin musical no deja en la sombra su eficaz y asiduo servicio pastoral al Santuario del Corazn de Mara, tanto en la predicacin como en la catequesis y a travs del confesonario. Corno apoyo publicar el II Curso del Catecismo de Ripalda , que lleg a obtener gran aceptacin. Los que le conocieron entonces hablan con elogio de su gran capacidad de trabajo, de su afn por el estudio y de su carcter emprendedor, embebido siempre en nuevos planes y proyectos. No pueden por menos de lamentar que su muerte, en la plena madurez de sus cuarenta aos, nos haya arrebatado "un sinnmero de ideales y de esperanzas". Las noticias, pocas, que sobre l nos han llegado de lo sucedido a partir de la disolucin de la comunidad, nos llevan a pensar que el P. Juan Manuel fue el primero en ser detenido. Parece que lo fue a poco de abandonar la casa de Buen Suceso; 42

quiz debido a su sencillez e inocencia, no supo ni pudo disimular su condicin de fraile. Debi de pasar por comisaras y crceles hasta que le encontrarnos preso en la crcel de Porlier. Al ser trasladado desde otra crcel anterior, no aparece determinada la fecha ni otros datos de su ingreso, pero s, aunque algo cambiado, su nombre: "Juan Manuel Fernndez Gonzlez" (en lugar de Gonzalo). De su estancia en la crcel de Porlier tenemos el testimonio del P. Miguel Panads, que afirma que ingres el 19 de agosto, y la nota del P. Juan Postus, quien dice haber recibido una carta del E Juan Manuel el 28 de ese mes. All tendr tiempo de comunicarse con otros hermanos y amigos que corran la misma suerte, v, en especial, con los cuatro claretianos de su misma comunidad, que sern tambin compaeros de martirio. Juntos viven semanas de miseria, de hambre, fro y maltrato, pero tambin de viva conciencia cristiana e incluso de cierta exaltacin ante la perspectiva de un martirio ms que predecible. Y juntos escucharon sus nombres escritos en aquella negra lista que determinaba quines formaban parte de la "saca" del 24 de noviembre de 1936. Sarcsticamente, en la lista de ingreso, detrs de su nombre, aadirn "en libertad el da 24 de noviembre de 1936". Liberado definitivamente para el Seor, su cuerpo fusilado qued enterrado en una de las fosas comunes del cementerio de Paracuellos. Una lpida en el lugar nos lo recuerda.

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3. P. JUAN IRUARRZAGA AGUIRRE (18981936) La msica acerca a Dios

Nace el 21 de noviembre de 1898, en Yurre (Vizcaya). Profesa: 15-8-1915. Sacerdote: 26-5-1923. Muere mrtir el 24 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jaranea (Madrid). El P. Juan Iruarrzaga Aguirre perteneca a una gran familia de msicos. Grande por su nmero. Y grande por la calidad de su fe y el genio de su msica. Siete hermanos y dos hermanas; nueve en total. De ellos, seis sern religiosos claretianos. Los seis, msicos eminentes (Luis, Francisco, Gervasio, Juan, Crescencio y Ruperto). Del P. Juan, que haca el nmero cuatro, dira su Maestro de novicios: "A pesar de sus aficiones musicales, es muy piadoso, humilde, sencillo, formal, prudente y sumiso a cuanto se le indica". Haba nacido y crecido en Yurre, en el hermoso valle de Arratia. A los diez aos pasa a vivir con un to sacerdote en Bilbao, donde se inicia en el coro de tiples de los jesuitas. Ha visto ir marchando a sus hermanos a Valmaseda (Guipzcoa) para ingresar en el postulantado que all tienen los Misioneros Ciare-danos. Y, a los doce aos, decide seguir su camino. De Valmaseda, primeros estudios de Humanidades, pasa a Segovia para hacer el noviciado. Luego ser Beire y Santo Domingo de la Calzada. 44

Terminada la carrera sacerdotal, el conjunto de buenas dotes humanas, religiosas y musicales observadas en el P Juan hace que sea destinado a Pars para proseguir su formacin musical. Fue una magnfica oportunidad, completada por largas horas de estudio y profundizacin antes y despus. Permaneci all dos aos, iniciando va una intensa colaboracin en las pginas de la Revista Tesoro Sacro Musical. Su hermano Luis haba abierto el camino y lo haba situado a gran altura. La inesperada muerte de Luis deja un enorme vaco con grandes proyectos iniciados. Juan ser el encargado de continuarlos. Es destinado a la casa de Buen Suceso, en Madrid, en la que ocupar el puesto de su hermano en el rgano del Santuario del Corazn de Mara y se responsabilizar de la edicin de textos musicales en el Tesoro Sacro Musical. En Madrid, y concretamente en el Santuario del Corazn de Mara, desarrolla sus magnficas cualidades de organista. Sumamente expresivo e impecable en la ejecucin participa en constantes celebraciones y armonizacin de misas, como era costumbre del tiempo, dando suelta a su aficin por la msica de los grandes organistas. Completa su trabajo con la composicin de msica religiosa y la direccin de coros. En el Santuario nacen bajo su direccin tres coros: el de voces blancas, un pequeo grupo de siete voces, educadas con la mejor tcnica de voz infantil, que era su especialidad; el de voces mixtas y el gran Orfen, para ocasiones solemnes y conciertos. Testigos competentes afirman: "No se cantaba en iglesia alguna de dicha capital tan bien, tan ajustadamente y con tanta uncin sagrada como en el Santuario del Corazn de Mara. Muchos artistas acudan a l atrados por la belleza del canto y la suavidad del rgano". De l mismo se escriba tambin: "Como religioso y sacerdote era un modelo. De la msica haca su culto, era el misionero artista..., msico que empa45

paba de misticismo las funciones sacras con su arte soberano". Ante la negra situacin que se vea venir, en la tarde del domingo 19 de julio, el E Juan Iruarrzaga y el H. Casimiro Oroz buscan refugio en la casa que Da. Ramona, generosamente, ha puesto a su disposicin en la calle Marqus de Urquijo. All acudirn algunos ms por el mismo motivo. La situacin se prolong incluso ms de lo que poda parecer posible. Al final, y al parecer por denuncia de una vecina, el 10 de octubre, "polica motorizada y de a pie", que rode toda la manzana en que estaba el edificio, se apoder de los refugiados en el stano, entre ellos el P. lruarrzaga y el H. Casimiro Oroz. Para el da 12, ambos aparecen entre los ingresados en la crcel de Porlier por orden de la Direccin General de Seguridad. Los datos no dejan lugar a duda, aunque los apellidos estn mal transcritos: "Juan Izuarrizanga (sic) Aguirre. Hijo de Ignacio y Casimira, natural de Yurre (Vizcaya), de 37 aos, soltero, religioso". All compartirn con tantos otros las penalidades propias de una prisin improvisada, llena a rebosar, falta de los ms elementales servicios de limpieza y de alimentacin. Pero conocemos que tambin participaron de un clima colectivo, que intentaba sobreponerse al temor y la incertidumbre ante una muerte prxima con la oracin, la Eucarista y la conciencia martirial que sostena a muchos. Su ficha de la crcel termina irnicamente con el aadido: "En libertad, el 24 de noviembre de 1936". Era la autntica libertad de quien mora dando testimonio de su fe y de una vida entregada al servicio de. Dios, cayendo fusilado junto a las fosas del cementerio de Paracuellos. Una fosa comn recogi los restos de aquel Misionero que, habiendo dado en la tierra gloria a Dios con el arte de la msica, pasaba a cantar eternamente las maravillas del Seor. 46

4. P. JOS JOAQUN PORTERO MARTN (1902-1936) Misionero, Artista y Mrtir

Nace el 6 de mayo de 1902, en Ciudad Real. Profesa: 19-31923. Sacerdote: 14-6-I 930: Muere mrtir el 24 de noviembre de 1936, en Paracuellos del lamina (Madrid). El E Jos Joaqun Portero Martn es natural de La Mancha. Nace en Ciudad Real el 6 de mayo de 1902. A sus 34 aos era uno de los dos ms jvenes del grupo de la comunidad destinado al martirio. Contaba 11 aos cuando sus padres se trasladaron a Madrid para regentar un establecimiento comercial. A los 14, siente la llamada sacerdotal e ingresa en el seminario de los Santos Justo y Pastor de Alcal. Es un muchacho nervioso, de carcter muy sensible, de constitucin fina y delicada, piadoso, en el que apuntan, adems, claras inclinaciones artsticas. De Alcal pasar al seminario de San Dmaso. Nuevas inquietudes, sin embargo, le llevan al noviciado claretiano de Salvatierra (lava). Antes de profesar, una enfermedad le obliga a volver un tiempo a casa de sus padres. Superada la enfermedad, reingresa en los Claretianos, ahora en el noviciado de Jerez de los Caballeros (Badajoz). En la cercana ciudad de Zafra completar sus estudios de Filosofa y Teologa y ser ordenado sacerdote en Cdiz, en 1930. Tras leves estancias en Sigenza y beda, en 1934 llega 47

destinado a la casa de la calle Buen Suceso (entonces llamada Roso de Lima). Se le encomienda la direccin artstica de la revista "El Iris de Paz". Su bautismo de fuego lo tendr con el nmero extraordinario y monogrfico editado para festejar la primera fiesta litrgica del recin proclamado Beato, Antonio Mara Claret. Ser un nmero casi totalmente grfico, a dos colores, en offset, a la. altura de las mejores revistas de entonces. Desde entonces, la mano del P. Jos Joaqun se har notar en las portadas y en el interior. Como diseador y artista, se le encomienda la capilla que en el Santuario del Corazn de Mara de Madrid se dedica al R Claret y otros trabajos similares en Aranda de Duero. Estas tareas son slo una parte de su vida sacerdotal y misionera. Colabora como los dems en los ministerios comunes de cada da en el Santuario, en las catequesis y en la atencin ministerial a diversas comunidades religiosas. Disuelta la comunidad claretiana de Buen Suceso, el P. Jos Joaqun Portero encuentra fcil refugio en casa de su hermano Ricardo, en la calle de Larra, nmero 15. Para mayor seguridad se agencia un carnet de la CNT Tal vez debido a la fecha reciente de emisin de dicho documento, motivo suficiente de sospecha, o su propio aspecto, que mal disimulaba su condicin de sacerdote, o bien a causa de uno de los registros sistemticos que empezaron a practicarse desde primeros de agosto, el hecho es que el 22 de agosto es detenido en casa de su hermano y llevado a la crcel de Porlier, como lo confirmar su hermana Julia al final de la guerra. En la lista de ingresados en dicha crcel se dice: "Jos Joaqun Portero Martn. Natural de Ciudad Real, hijo de Pedro y Joaquina, de 34 aos, dibujante, soltero. Ingresa el 22 de Agosto de 1936... En libertad el 24 de Noviembre de 1936". Esta coletilla sarcstica significaba la fecha en la que se inclua a un preso en una de las frecuentes "sacas". Una vez en la crcel de Porlier, sigue la suerte de los otros hermanos 48

claretianos de comunidad. Fueron tres meses de sufrimiento continuo debido a las condiciones inhumanas en que vivan. Tres meses sostenidos por la fuerza de la asidua oracin, de la celebracin frecuente de la Eucarista y del vivo testimonio de fe que flotaba en aquel ambiente de terror y de amenaza constante. Los que haban mantenido durante todo ese tiempo lazos fuertes de comunin y de fraternidad podrn al final sentir el apoyo y el consuelo espiritual de or uno tras otro, en la misma noche del 24 de Noviembre, sus cinco nombres. Los cinco respondern "odo", y se adelantarn para formar parte de la misma "saca" y ser conducidos hasta la entrada del cementerio de Paracuellos. Unos a otros se dan la absolucin sacramental. Unos disparos acaban con sus vidas y una fosa comn acoge sus cuerpos martirizados.

5. H. CASIMIRO OROZ IDOATE (18941936) Misionero trabajador, alegre y fiel hasta el final

Nace el 17 de noviembre de 1894, en el Valle de Egs (Pamplona). Muere mrtir el 24 de noviembre de 1936, en Paracuellos del Jarana (A4adrid). El H. Casimiro Oroz Idoate es oriundo de Navarra. En el valle de Egs, cerca de Pamplona, nace el 17 de Noviembre de 1894. Pertenece a una familia numerosa y patriarcal, que vive en una casona blasonada. Tres de los siete hermanos, 49

Ulpiano, Miguel y Casimiro, profesarn como claretianos. Ulpiano muere a los veinticuatro aos en Antofagasta (Chile), dejando una estela de hombre piadoso y trabajador. Miguel fue el primero en profesar. Destinado a Argentina, all dio un giro a su vida abandonando la Congregacin, pero no su servicio a la Iglesia, pues lleg a ser presidente de la Accin Catlica Nacional. Casimiro, el ms joven, ingresa en el noviciado de Segovia en 1909. Tiene quince aos, pero es ya un joven apuesto y bien desarrollado. Hecha la Profesin, permanece en Segovia hasta 1920, trabajando en las mltiples tareas que la atencin a la sastrera de aquella numerosa comunidad requera. En 1920 es destinado a Beire (Navarra) con una misin anloga. Mientras tanto, su reconocida profesionalidad, la bondad de su carcter y su buen humor hacen que sea reclamado para que ofrezca sus servicios en la comunidad de Buen Suceso de Madrid, a la que llega en Agosto de 1921. Una comunidad de 38 individuos, incluido el Gobierno General de la Congregacin, con frecuentes transentes, cuenta con no poco trabajo para el encargado de la sastrera y del servicio de habitaciones. No se limita a ello su actividad, ya que, dada su generosa disponibilidad, se extiende tambin a otros servicios comunes, como la portera, colaborando incluso en campaas de publicidad de las revistas y de la editorial Coculsa, servicios que lleva a cabo con su proverbial simpata e inalterable buen humor. De 1934 tenernos una nota del P. Felipe Maroto, Superior General, que visita la comunidad: "H. Casimiro Oroz. Edad cuarenta aos. Sano, robusto, trabajador Es sastre y lleva bien su trabajo; es bueno y afable; religioso observante". Su vida muestra una trayectoria de perfecta continuidad, dentro siempre de esa jovialidad con la que desempea su trabajo y con la que colabora a hacer ms fcil y agradable la convivencia fraterna. 50

El P. Arturo libera, que por entonces era joven sacerdote de la comunidad, y despus ser Obispo y Cardenal de la Iglesia, recordaba ms tarde el protagonismo del H. Casimiro en las horas de descanso y de distensin, en las que su sastrera se converta en amena sala de tertulia, donde de alguna manera se olvidaban las horas de tensin que tena que vivir aquella laboriosa comunidad. Cuando lleg el momento de la dispersin, aquel 19 de julio de 1936, el H. Casimiro acompaa al P. Juan Iruarrzaga al refugio ofrecido por Da. Ramona lvarez en el semistano de su cercana casa de Marqus de Urquijo. All vivirn escondidos, en permanente zozobra, cuidados en las ms urgentes necesidades por un hermano de Da. Ramona, hasta el asalto producido el 10 de octubre. De all fueron llevados a la Direccin General de Seguridad. Y ambos aparecern, el 12 de octubre, en la lista de ingresados en la crcel de Porlier, con el segundo apellido deformado, y con la consabida coletilla final: "Casimiro Oroz "Idrauti". Natural de Egs (Navarra), hijo de Fermn y Segunda, de 41 aos, soltero, con domicilio en Madrid, Mario Raso de Lima 22. Ingresa el 12 Octubre de 1936 por orden de la Direccin General de Seguridad. En libertad el 24 de Noviembre de 1936". Desde ese momento sigue los dolorosos pasos de sus otros hermanos de comunidad, los PP. Juan Iruarrzaga, Juan M. Fernndez, Juan Echevarra y Jos Joaqun Portero. Con ellos comparte la dura situacin de una crcel con tantas deficiencias. Cerca de ellos ve pasar los das y las noches, llenos de sobresalto, que suponemos hara ms soportables su innato optimismo. Junto a ellos participa en los momentos de oracin y de celebracin eucarstica, que son los que confortan su espritu. Al final, compartir tambin con ellos el viaje sin retorno hasta el cementerio de Paracuellos, donde alcanzar la verdadera "libertad". 51

C) ASESINADOS EN LA CALLE

I. P. ROSENDO (1866-1936)

RAMONET

GATUELLAS

Qu poco vale la vida de un cura!

Nace el 12 de febrero de 1866, en Solsona (Lrida). Muere mrtir el 18 de agosto de 1936 entre la Plaza de Espaa), el Cuartel de la Montaa (Madrid). El P. Rosendo Ramonet nace en Solsona (Lrida). Profesa como religioso claretiano en Barcelona y completa sus estudios eclesisticos en Santo Domingo de la Calzada. Es destinado a Mxico, y en Toluca permanece unos aos como profesor y misionero. Sin embargo, en 1902 le encontramos en Madrid, donde transcurrir el resto de su vida hasta 1936, al servicio de la casa y del Santuario del Corazn de Mara. Fiel siempre a su ministerio sacerdotal, realiza mltiples actividades; sobresale en la de predicador, que le lleva por todas las regiones de Espaa. El tiempo que le dejaban sus viajes misioneros, lo dedic con todo entusiasmo a tres obras: la Asociacin de Nuestra Seora de Lourdes, radicada en el Santuario, que convocaba especialmente a seoras y jvenes devotas de la alta sociedad, la Hospedera del Patrocinio de la Santsima Virgen Mara y la restauracin de la Congregacin de las Misioneras Claretianas. La hospedera era una obra social, iniciada por el P A. Latorre, que acoga a jvenes empleadas y obreras que, al llegar a Ma52

drid, eran fcilmente, dada la fragilidad de su situacin, vctimas de errores y engaos. El P. Ramonet le dio un impulso extraordinario, con nuevas y amplias instalaciones. En la restauracin de las Claretianas, secund la labor iniciada por el P. Felipe Maroto, hacindose cargo de la direccin formativa del noviciado de Viclvaro. En 1933, al cumplir 50 aos de vida religiosa, sus hermanos de comunidad le dedican un pequeo homenaje, resumiendo as la trayectoria de su vida en las pginas del "Iris de Paz": "Ha sabido llenar muy cumplidamente ese medio siglo con su labor de Misionero, que le ha hecho popular, primero en Mxico y despus en Madrid, campo principal y dilatado de sus actividades desde hace muchos aos. No querernos ofender su modestia ponderando sus mritos... Quin hay que en Madrid no conozca al P Ramonet?". El desenlace martirial de su vida no pudo ser ms directo y rpido, y tuvo mucho que ver con esa popularidad del P. Ramonet. Al disolverse la comunidad de Buen Suceso, haba encontrado cobijo en la calle Bailn junto a un anciano y su hija, a los que haba dirigido espiritualmente. Provisto de una cdula, proporcionada por un amigo, se crea a salvo de cualquier amenaza. Para qu andar con demasiadas precauciones? Su temperamento y su deseo de hacer el bien le llevaron a ejercer un intenso ministerio: deca misa, confesaba, llevaba la comunin a numerosas familias y grupos de religiosas escondidas, se interesaba por sus hermanos de comunidad presos. 'Vencido el miedo, actu corno un autntico hroe, pues no ignoraba los peligros. Un da, en la calle Quintana, una mujer lo reconoci y dijo: "se es un fraile del corazn de Mara". Otra que lo oy aadi: "voy a seguirle, para ver dnde se mete". Lo que muchos teman ocurri el 18 de agosto de 1936. Siguiendo los que eran sus pasos habituales que conocemos, podemos recomponer la trayectoria de aquel da. A las siete de 53

la maana se dirige al Asilo de las Mercedarias de la Caridad en calle Ayala para celebrar la misa como otras veces. Nunca lleg. Y es que esta vez ocurri algo nuevo. Por cierto nada sorprendente en aquellas circunstancias, pero que no deja de ser curioso y significativo. Trajeado con un sencillo traje gris, sombrero grande color caf, botas negras y un bastn, con sus setenta aos, poda muy bien dar la imagen de un mdico que de maana va en busca de la casa de un paciente. Esa maana se cruza con unas nias que le conocen, y que le saludan jovial e ingenuamente: "Adis, P Ramenet". No se necesitaba ms. Quedaba identificado como sacerdote. Un miliciano que lo oye se le echa encima; acuden otros, y arrastrndole entre golpes e insultos lo llevan hasta la explanada cerca del cuartel de la Montaa. Sin ms juicios, un tiro en la cabeza acaba con su vida. All, en medio de la calle, queda su cuerpo desangrado. Tena 70 aos. A quien le haba avisado del peligro, l le haba respondido: "Si me cogen dir: Bendito sea Dios, bendita sea la Virgen". Seguramente, ni le dio tiempo. Una ambulancia recoge, ms tarde, de la calle su cuerpo muerto. No se supo ms.

2. P. EMILIO LPEZ GANUZA (1884-1936) Larga y penosa odisea hasta el martirio

Nace el 5 de enero de 1884, en Echarren de Guilguillano (Navarra) Muere mrtir la noche del 2 al 3 de octubre de 1936 en el Km. 7, Carretera de Vallecas (Madrid). De padres alaveses, Emilio Lpez Ganuza nace en Echarren 54

(Navarra), donde su padre ejerca de maestro y sacristn. Nio an, ingresa en el seminario claretiano de Valmaseda (Guipzcoa). Continuar luego sus estudios en Cervera (Lrida) y los culmina en Magn (Zaragoza). Se ordenar sacerdote en 1907 festejando el primer centenario del nacimiento del P. Claret. Celebra su primera misa en Madrid, en la iglesia del Caballero de Gracia, con la presencia de un ntimo amigo del P Claret, el marqus del Arco, con quien una hermana suya haba emparentado al casarse con el nieto y futuro heredero del marqus. Su primer destino misionero fue Crdoba, en Argentina. Pero muy pronto la muerte de su hermana fuerza su vuelta a Espaa; el marqus del Arco le nombra defensor de sus seis bisnietos que han quedado hurfanos de madre. Le espera una rpida sucesin de destinos: Segovia, como profesor y luego director del colegio; Medina de Rioseco, Bilbao, y ya en 1922, la casa de Buen Suceso en Madrid, con el cargo de administrador. Aqu llevar el duro trabajo administrativo propio de una casa, que, aparte de dirigir una Editorial y varias Revistas, cuenta con otras muchas actividades. El P. Emilio colabora en las revistas, llegando a actuar de secretario y