Marx y El Derecho Moderno

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Marx y El Derecho Moderno

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  • Nicos Poulantzas

    MARX Y EL DERECHO MODERNO*

    Es imposible tratar de exponer los princ1p1os ge-nerales de un anlisis marxista del derecho sin se-alar previamente ciertas deformaciones que sufri, durante mucho tiempo, la teora marxista del dere-cho. Estas deformaciones no son especficas de di-cha teora pues forman parte de corrientes tericas generales en la historia del pensamiento marxista que interpretaron de manera errnea a Marx. Si bien es cierto que Marx en ninguna parte trata del derecho de manera sistemtica, o sea como objeto especfico de investigacin terica, no es menos cierto que su teora nos proporciona algunos principios para esa in-vestigacin. De este modo, las deformaciones de la teora marxista del derecho, considerando la relacin del derecho y del Estado y la importancia poltica de este ltimo objeto terico, reflejan directamente las de-formaciones tericas y polticas del pensamiento mar-xista en general.

    No es cuestin de hacer aqu un inventario de esas deformaciones sino de trazar sus lineamientos gene-rales. Sin embargo, como toda lectura de la historia de un pensamiento procede de principios de lectura, me inclinar a dar esos lineamientos exponiendo el contenido original del pensamiento marxista que preci-samente nos proporciona las claves de un descifra-miento sistemtico de la historia de sus variaciones deformadoras.

    En efecto, se puede trazar el esquema de la histo-ria de la teora marxista del derecho localizando sus oscilaciones entre una tendencia que se puede carac-terizar como "economista" y otra caracterizada como "voluntarista". No me extender en estas dos tenden-cias sobre las que insiste Cerroni en su artculo del

    Este artculo est reproducido, de acuerdo a las dis-posiciones legales vigentes, del libro Hegemona y do-minacin en el Estado moderno, Ed. Pasado y presen-te, Crdoba, 1969.

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    presente nmero de los Archivos, sino que me limi-tar a trazar sus lineamientos principales. (1)

    La primera, representada de manera muy caracte-rstica por Stuchka y Pashukanis, opera una "reduc-cin" del nivel jurdico a la instancia econmica. Es-ta tendencia, a pesar del valor terico de un autor como Pashukanis, de alguna manera considera al de-recho como un reflejo inmediato de la "base" eco-nmica. Para Pashukanis ms particularmente, el dere-cho privado consiste en un orden de relaciones socia-les imitado de las relaciones de los poseedores de mercancas. Se asemeja a una concepcin puramente instrumentalista de las superestructuras, que ve en ellas un elemento de la estructura social directamen-te determinado por la base econmica, de la que se limita a seguir sus meandros y caminos, ms o me-nos fielmente, como simple apndice. La consecuen-cia terica de esta tendencia es que el sistema ju-rdico no aparece en ella como un objeto especfico, tericamente construido, de investigacin cientfica. Pa-recera que lo que est implcitamente cuestionado por esos autores es la posibilidad de una teora mar-xista del derecho relativamente autnoma de las otras ramas de la teora marxista. Y esto a pesar de sa-ber que la posibilidad de una teora particular est basada en la autonoma y la especificidad de su ob-jeto; no en la realidad social emprica -hecho ad-mitido por Pashukanis a propsito del derecho- si-no como objeto constituido por esta teora en obje-to de investigacin terica. Una teora marxista del derecho slo tiene validez en la medida en que cons-tituye su propio objeto. Bajo este aspecto, no sera exagerado ver en Pashukanis y Stuchka la continui-dad de la tendencia terica "economista" de la Se-

    1 Para las obras de Pashukanis y de Vyshinsky, me baso en la antologa de Hazard: Soviet legal philo-sophy, 1951.

  • gunda Internacional, segn la cual el marxismo, sien-do una teora general de las sociedades y de la his-toria, se reducira a una "ciencia de lo econmico". En Karl Korsch (2) hay una exposicin descriptiva de las consecuencias de esta concepcin para las inves-tigaciones marxistas en el dominio de las ciencias so-ciales.

    La segunda tendencia, voluntarista, est represen-tada por autores tales como Reisner y Vyshinski. El derecho es considerado como un conjunto de nor-mas emitidas por el Estado, que encarna la volun-tad de la clase dominante. (3) Esta tendencia de cons-titucin de un objeto terico, en este caso el univer-so jurdico considerado como un conjunto normativo, est ligada a toda una concepcin errnea de las su-perestructuras y de su reiacin con lo econmico. La base econmica, concebida en forma mecanicista, con-sistira en un campo inerte "accionado" por la volun-tad y la conciencia humana. El princ:pio de la rela-cin entre lo econmico y el sistema jurdico est re-presentado por un sujeto creador de las normas jurdi-cas, a partir de las "condiciones" de la base. A su vez, stas se presentan, en tanto que forma de con-ciencia social, como "actores" del sistema en su con-junto, concepcin que est, menos paradojalmente de lo que pueda parecer, en relacin directa con el pen-

    2 Ver su resea del libro de Pashukanis en Archiv fr die geschichte des Sozialismus und der Arbeiterbe-wegung, ao 1930.

    3 ". . . Reisner y Vyshinsky consideraron a las normas jurdico-estatales como datos-hechos, las "redujeron" de alguna manera colocndolas entre parntesis en tanto que "objetos normativos", separndolas as de los valores concretos que expresan. Todo universo de nor-mas, de mandatos prcticos, presupone una cristaliza-cin -explcita o no en ese universo- de valores en funcin de los cuales se estructura la jerarqua nor-mativa. El carcter particular de aquellos dominios de la superestructura que constituyen un conjunto nor-mativo, la moral, la religin, el derecho y el Esta-do, el mismo arte (aunque en otro sentido) reside precisamente en el hecho de que expresan el deber-ser social. Esos dominios son as genticamente es-tructurados y deben ser metodolgicamente captados en funcin de los valores histricos concretos, engen-drados a partir de la base, que encarnan. Dicho de otro modo, la condicin de existencia de una regla o institucin de nivel jurdico-estatal reside en los va-lores histricos que especifica jurdicamente, en la medida en que esos valores, en un contexto histri-co dado, han revestido ese modo particular de ex-

    samiento de Lukcs en Historia y Conciencia de cia-se. La consecuencia terica de esta tendencia es que el derecho es constituido como objeto terico autno-mo de investigacin slo en la medida en que est en relacin gentica con un sujeto creador histrico -voluntad de clase- de ese objeto. Sin embargo, aunque es verdad que un objeto terico no puede de ninguna manera ser reducido a la historia de la g-nesis de un objeto real, esta tendencia de la teora marxista del derecho no est dirigida a un objeto cientfico sino a un objeto ideolgico. Ninguna re-lacin cientfica puede ser basada as entre lo eco-nmico y el universo jurdico, y no es casual que los textos de Vyshinski no contengan ninguna indi-cacin til referida al derecho, en oposicin a los tex-tos de Pashukanis. Si el empirismo y el pragmatis-mo de Pashukanis son la causa de que fracase su proyecto (la constitucin de una teora marxista del derecho), el idealismo de Vyshinski sita su investiga-cin en un vaco, en una ausencia de objeto cient-fico que no es otra cosa que la omnipresencia de un objeto ideolgico.

    La tendencia de Vyshinski converge adems en una teora marxista que consiste en lo que puede designar-se como una "superpolitizacin" del objeto de investi-gacin. Al estar la constitucin de este objeto refe-rida a un sujeto de su gnesis sujeto de la sociedad y de la historia (en este caso la clase o voluntad

    preswn que es el campo jurdico. Las nociones mis-mas de regla, norma o institucin jurdicas, en tanto que realidades histricas y objetos ele anlisis, no son genticamente captadas y son, pues, operatorias slo en la medida en que son axiolgicamente concretadas. Para esto, no es suficiente con poner, a imitacin ele Reisner y Vyshinski, esas normas en relacin inme-diata y desde el exterior -en tanto que objetos ya estructurados- con la lucha ele clases, limitando su contenido axiolgico a su carcter ele hecho como "nor-mas-tendientes-a-la aplicacin-de-las-clases- oprimidas". Explotacin, por cierto. pero por mediacin de qu valores concretos? Cmo, por ejemplo, los valores ac-tuales de igualdad y de libertad (que precisamente, en tanto que valores, hacen aparecer al Estado co-mo un "orden superior" de conciliacin de los diver-sos intereses) actan como fuerzas de explotacin y en qu sentido esta explotacin reviste, en razn tam-bin de esos valores, un carcter particular?" ( Pou-lantzas, Nicos, "La teora marxista del Estado y del derecho ... " en Hegemona y dominacin ... , p. 13; N. del E.)

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  • de clase) todo nivel de estructura social es reducido a su significacin poltica considerada como su causa de existencia. El corto circuito entre el objeto terico y la realidad histrica operado por la identidad polti-ca-histrica y expresado por la emergencia del obje-to ideolgico, repercute en el estatuto de la teora: se trata de la expresin "ciencia burguesa-ciencia prole-taria" cuyo representante tpico en la teora del dere-cho es Vyshinski. La teora marxista en general se convierte as, en ltima instancia, en una "ciencia de la revolucim".

    Sin embargo, localizar esas deformaciones de la teo-ra marxista, y en particular de la teora marxista del derecho como variaciones de la temtica "voluntaris-mo-economismo" es slo el primer paso hacia su lec-tura. Lo que interesa, en efecto, es ver cmo esas variaciones son slo las expresiones de una misma invariante. Lo que sumariamente se ha caracteriza-do como tendencia "economista" y "voluntarista" son en realidad dos caras de una misma moneda, dos ex-presiones de una misma problemtica ideolgica. Si sus conclusiones parecen diametralmente opuestas, es slo porque sus principios, idnticos, implican esta va-riacin continua. Esa problemtica -el orden interno que rige las cuestiones planteadas por una teora a su objeto- es la de una cierta interpretacin de la obra de Marx. Implcita con frecuencia en las obras en cuestin, se encuentra en realidad en el propio Marx. Es la problemtica del joven Marx. No quiero decir con esto que los autores que nos interesan hayan te-nido conocimiento, o se inspiren conscientemente, en las obras de juventud de Marx, sino que esta pro-blemtica, relativa en su ncleo a las relaciones en-tre Hegel y Marx, consiste en una cierta concepcin terica acerca del punto de partida real de Marx y de qu es lo que abandon definitivamente en sus obras de madurez. Este problema es particularmente importante para la teora marxista del derecho. En sus obras de juventud Marx se ocup sistemticamen-te de los problemas referidos al campo jurdico y, sin embargo, no se puede extraer de all nada referido a un fundamento cientfico de la teora marxista del derecho.

    Esta problemtica puede ser caracterizada como una problemtica historicista del sujeto. Cules son sus caracteres generales? Los diversos niveles del conjunto de la estructura social, y sus relaciones, es-tn fundados en su origen gentico por un sujeto creador de la sociedad y pr:ncipio unilineal, en su

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    autodesarrollo, de la historia. Esos niveles forman una "totalidad" en la medida en que se supone que son engendrados por un centro, constituyendo todo nivel una "pars totalis", una simple expresin de ese suje-to central. Dicho de otro modo, las diversas realida-des sociales son consideradas como si tuviesen un sentido en tanto que manifiestan, bajo formas y apa-riencias variadas, una esencia. Se reconocen aqu los elementos caractersticos de la teora hegeliana, en la que el Espritu absoluto ocupa el lugar de sujeto cen-tral. La transposicin de esta problemtica en el mar-xismo rev:ste diversas formas: ese sujeto puede es-tar representado ya sea por la "clase social", o por la "praxis", o tambin por un cierto nivel de la es-tructura social, en este caso por lo econmico. To-memos este ltimo ejemplo por ser significativo. Con-siderando la relacin Marx-Hegel bajo la metfora de "trastocamiento" en el sentido de que Marx habra puesto de pie la dialctica de Hegel, lo econmico, la "base", recibe el lugar que ocupa en Hegel, el Espritu: es el sujeto central de la estructura social, detentando las claves de la inteligibilidad de esta es-tructura. Cada nivel puede as ser explicado slo co-mo expresin de lo econmico. Sin embargo, este lu-gar de sujeto central puede ser ocupado por otros principios, por ejemplo la "praxis". Las relaciones de los diversos niveles de la realidad social estn fun-dadas en su reduccin a un principio de origen ge-n8tico -la praxis- que sera su denominador comn en tanto que princ:pio de g8nes;s de su sentido. Pa-ra resumir esta problemtica podramos decir que una estructura social y las relaciones de sus niveles son reducidos a un sujeto central, desempeando necesa-riamente la investigacin cientfica el papel de una his-toriografa de la gnesis, en un proceso de esenc:a a existencia, de las distintas expresiones fenomnicas a partir de esta esencia central.

    Cules son las consecuencias de esta proble-mtica? En primer lugar, una imposibilidad de inves-tigacin terica concerniente a los diversos dominios de la superestructura. Volvamos a la tendencia eco-nomista: las superestructuras no pueden ser conside-radas en su autonoma relativa y su eficacia espec fica. Slo tienen sentido como expresin de lo eco-nmico. Se insistir en vano sobre su autonoma, se destacar el hecho de que hay una "accin recpro-ca" de la base y de la superestructura. Lo que apa-rece como viciada es la relacin misma entre la ba-se y las superestructuras. La accin de la superes-

  • tructura sobre la base ser considerada como el im-pacto externo y accidental de una excrecencia sobre el tronco que la engendr. La autonoma relativa de un nivel superestructura! no estar fundada en la es-pecificidad de sus estructuras propias, dado que esas estructuras se ordenan slo como un reflejo de la ins-tancia central, sino como producto de una deforma-cin, en su sentido ms riguroso, del autodesarrollo lineal de esta instancia. Estar basada en la concep-cin de la autonoma de las superestructuras calca-das del esquema de una historicidad simple de los orgenes, sobre su "retraso" o "adelanto" con respec-to de ese sujeto central que los engendra, en este caso lo econmico. En ltima instancia, tal autono-ma ser una astucia de la historia.

    En segundo lugar, no se pueden descubrir rela-ciones entre la base y las superestructuras. Esto es tan cierto que en ese sentido slo puede hablarse de relaciones entre dos trm:nos, ambos constituidos en tanto que tales en y a travs de su relacin; entre dos trminos a los que su relacin precisamente los constituye en su especificidad y autonoma. Si, por el contrario, esta relacin est referida a un sujeto cen-tral que sera el origen de esos trminos, la relacin deviene identidad (y no unidad). Tal identidad resul-ta de la absorcin de un trmino por el otro, o de su reduccin en el interior del sujeto central que ma-nifiestan. En la tendencia voluntarista aparece claro que la clase sujeto, la voluntad de clase, constituye implcitamente el sujeto originario a la vez del dere-cho y de la estructura econmica, en este caso de la estructura econmica por "mediacin" del dere-cho. Su relacin est basada en el hecho de que seran los productos del mismo principio originario, de la voluntad de una clase.

    Se ve ya esbozarse el terreno terico comn del voluntarismo y del economismo: la base econmica y la voluntad de clase, en este caso bajo su aspec-to de productora de las superestructuras, ocupan a su turno el lugar del sujeto central de la "historia". Se trata, en realidad, de un sucederse, de una to-talidad circular que implica un desplazamiento cons-tante del centro de gravedad, pero siempre en el mis-mo crculo. Si es lo econmico lo que ocupa este lugar, las superestructuras slo pueden aparecer all como simples apndices. En consecuencia, aunque no se quiera poner el acento en las superestructu-ras, esto slo es posible a condicin de un tras-

    tocamiento que desplace el centro hacia las superes-tructuras. Por el contrario, si son las superestructu-ras las que ocupan este lugar, aunque no se quiera poner en evidencia la importancia de lo econmico esto slo es posible a condicin de un desplazamien-to simtrico, que atribuya ese papel a lo econmico. El aspecto economista existe en la tendencia volun-tarista, as como el aspecto voluntarista en la tenden-cia economista. Lo que interesa es que la problem-tica en cuestin permite esa continua transmutacin, en la medida en que las relaciones de hornologa y de circularidad, que caracterizan sus conceptos de totalidad y de historia, hacen lcitas esas transmuta-ciones de papel y ms an, las implican. El econo-mismo y el voluntarismo son las dos variables, te-ricamente coexistentes, de una misma invariable que es la concepcin historicista del sujeto.

    Por otra parte, esta es precisamente la concepc1on del joven Marx quien, criticando a Hegel mediante la reversin, yendo de lo abstracto idealista a lo con-creto materialista, permanece prisionero de la proble-mtica hegeliana expuesta anteriormente. En resumen, la crtica de Hegel por Marx est hecha sobre el mo-delo feuerbachlano. En el joven Marx el lugar del sujeto es detentado por los "individuos concretos-hom-bre genrico", esencia de la sociedad. Los niveles de la superestructura, en este caso el derecho y el Es-tado, son considerados segn el modelo de la alie-naclon. Constituyen fenmenos ilusorios y falsos, mistificaciones cuya nica funcin es ocultar la esen-cia de la realidad social que consistira en el hom-bre genrico-individuos concretos. El Estado y el de-recho se identifican aqu con la ideologa que opera como un fenmeno alienante. Esta es la concep-cin "humanista" del marxismo que contina actual-mente haciendo estragos entre los investigadores mar-xistas.

    Por el contrario, el Marx de la madurez abandona esa concepcin de una esencia del hombre como principio central de la sociedad y de la historia pa-ra referirse a estructuras. Con ello, opera en reali-dad una verdadera ruptura terica con sus concepcio-nes de la juventud abandonando definitivamente la pro-blemtica historicista del sujeto. Esta ruptura se es-boza ya en la Ideologa Alemana y se consolida en

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  • el Prlogo a la Contribucin a la crtica de la eco-noma poltica. (4)

    En efecto, para el Marx de la madurez, una es-tructura social, un modo de produccin o una for-macin social, consiste en un conjunto de niveles con estructuras propias y eficacia especfica, con predo-minio, en ltima instancia, de lo econmico. La uni-dad de una formacin social o de un modo de pro-duccin no est de ningn modo referida a una con-tradiccin simple y originaria -la contradiccin eco-nmica Capital/Trabajo- produciendo, en su auto-de-sarrollo de esencia a existencia, los diversos momen-tos-niveles-elementos en una equivalencia circular. La unidad social es s:empre compleja en el sentido de que las estructuras econmicas, como dominantes en ltima instancia, slo pueden ser lo~alizadas en el in-terior de esta unidad. Sus otros niveles, digamos las superestructuras, no son el simple producto de lo eco-nmico-sujeto, sino, en su propia especificidad, las condiciones de existencia vigentes de lo econmico. Los diversos niveles superestructurales intervienen no secundariamente sino originariamente en una estruc-tura social global. Slo en el interior de tal estruc-tura lo econmico puede ser localizado como elemen-to dominante en ltima instancia. Se puede de ese modo caracterizar el tipo de unidad marxista de un modo de produccin o de una formacin social como "estructura con dominante" (structure dominante). Debido a que el tipo de unidad marxista que carac-teriza al conjunto es una estructura de las caracte-rsticas de las sealadas, el predominio en ltima ins-tancia de lo econmico slo existe como reflejo, en el interior de un conjunto, de niveles especficos, sien-do stos condicin de existencia de aqul y aqul condicin de existencia de stos. En resumen, de-cir que en una cierta estructura lo econmico es pre-dominante en ltima instancia, es indicar que ocupa tal lugar slo en funcin de la especificidad y de la eficacia propia de los otros niveles que constituyen la estructura social como unidad compleja. Es tam-bin indicar que esta especificidad y eficacia propia es funcin de la unidad compleja ordenada por el re-flejo en otros niveles del predom;nio en ltima ins-tancia de lo econmico. Lo econmico no constituye

    4 l\Ie refiero aqu a los textos ele Louis Althusser: Pour Marx [hay edic. cast: La revolucin terica de Marx, Siglo XXI, Mxico, 1966] y Lire le Capital, t. I y II, Pars, 1965, as como mi artculo "V ers une thorie marxiste", en Les Temps Modernes, mayo 1966.

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    as un sujeto central cualquiera de la unidad. Esta unidad consiste en un descentramiento de los diver-sos niveles, en un desplazamiento originario de las ins-tancias de un todo complejo en el interior del cual lo econmico detenta el predominio en ltima ins-tancia.

    Estas observaciones nos conducen a concluir que la especificidad y la eficacia propias de un nivel par-ticular de la estructura -digamos el derecho- no depende de su naturaleza, sino de su ubicacin y de su funcin en un tipo de relaciones de los niveles en el interior de una unidad compleja. Tampoco las relaciones entre los diversos niveles de estructuras y prcticas sociales pueden ser tematizados simplemen-te como una accin recproca de la base y de la su-perestructura, como relaciones externas entre niveles cuya especificidad es eliminada por simple reduccin del uno al otro, o entre niveles que se consideran especficos pero que aparecen como ya constituidos en su heterogeneidad y exterioridad. Su especificidad y su eficacia propias dependen de su ubicacin y fun-cin en una unidad global. Sin embargo, dicha uni-dad slo est ordenada por el reflejo concreto en su esqueleto del predominio en ltima instancia de lo econmico.

    Evidentemente, se trata aqu del problema del mo-do de determinacin, por medio de lo econmico, de la especificidad y de la eficacia propia de los diver-sos niveles en el interior de una estructura social de conjunto. En efecto, es tan peligroso creer que lo eco-nmico se caracteriza por una misma naturaleza en toda unidad social, como que su predominio en lti-ma instancia reviste en toda unidad la misma for-ma. En lo que concierne ms particularmente a este ltimo punto, toda estructura social est caracterizada por una "matriz" especfica, por un tipo particular de articulacin de las diversas instancias y niveles que depende del modo particular que reviste all el pre-dominio en ltima instancia de lo econmico. Ese modo puede hacer, por ejemplo, que el "papel domi-nante" en el conjunto de una estructura social sea detentado por otra instancia que no sea lo econmi-co, digamos por el derecho o el Estado. Ocurre que el predominio concreto en ltima instancia de lo eco-nmico se refleja aqu a travs del desplazamiento del papel dominante a otro nivel. Este es frecuente-mente el caso de numerosas formaciones sociales. Marx nos indica por ejemplo en El capital, a prop-sito de lo ideolgico, que es la ideologa -la reli-

  • gin- quien tiene con frecuencia el papel dominan-te en las formaciones feudales. Observa, sin embar-go, que en esas formaciones es precisamente lo eco-nmico lo que hace que lo ideolgico revista el pa-pel dominante.

    Esto nos conduce a precisar los conceptos de mo-do de produccin y de formacin social.

    Por modo de produccin se designar no lo que se indica en general por instancia econmica, las re-laciones de produccin en sentido estricto, sino un sistema de combinaciones especficas de las diversas instancias o niveles que all constituyen otras tantas es-tructuras regionales de ese modo. El modo de pro-duccin, como lo dice de manera esquemtica En-gels, comprende diversos niveles de estructura o de instancias: lo econmico, lo poltico (la superestructu-ra del Estado y del derecho), lo ideolgico y teri-co. El tipo de unidad que caracteriza, para el marxis-mo, un modo de produccin, es el de un todo com-plejo de niveles de estructuras con dominante, en l-tima instancia, de lo econmico. Esto no significa que lo econmico ocupe siempre el lugar dominante, sino que lo econmico es determinante eA ltima instan-cia porque determina a aquel nivel que ocupa el pa-pel dominante en un modo de produccin dado, cons-tituyendo una unidad con dominante. Lo que diferen-cia a un modo de produccin de otro, lo que especi-fica la "matriz" de un modo de produccin, es el ti-po particular de articulacin y de relaciones que man-tienen los diversos niveles, en ese todo complejo con dominante. Dicho de otro modo, hablar de un "mo-do de produccin" determinado es descubrir la ma-nera particular en que se refleja, en el interior de s-te, el predominio en ltima instancia de lo econmi-co, reflejo que determina el tipo de articulacin que caracteriza ese modo. En esta perspectiva, la espe-cificidad de los diversos niveles de un modo de pro-duccin, no estando ya esos niveles determinados por su naturaleza sino por su ubicacin y su funcin en la totalidad compleja, slo puede ser estudiada por su localizacin, en tanto que instancias regionales, en el interior de la matriz de ese modo.

    Sin embargo, el "modo de produccin" constitu-ye un concepto que exije un examen 'terico" de la combinacin "pura" de los niveles y del sistema de las formas. Una formacin social histricamente deter-minada, en la realidad "histrica" y en tanto que forma de individualidad histrica, presenta una com-

    binacin particular de varios modos de produccin tericamente establecidos en su "pureza". Esta for-macin social presenta una unidad compleja con do-minante, en la medida en que, entre los diversos mo-dos de produccin que la componen, un modo par-ticular detenta el papel dominante. Se trata aqu de una formacin social histricamente determinada por un modo de produccin dado. El predominio de ese modo de produccin en la formacin social en cues-tin, hace que la matriz de ese modo de produccin, sea la reflexin particular del predominio en ltima instancia que la especifica, deje su impronta en el conjunto de la formacin, impregnndolo de la matriz del modo de produccin dominante. En ese sentido, una formacin social histricamente determinada es es-pecificada por un tipo particular de articulacin y de predominio de sus niveles o instancias econmicas, polticas, jurdicas, que es, por regla general, tenien-do en cuenta diversos desajustes, el del modo de produccin dominante. Y esto en la medida exacta en que la unidad compleja con dominante (manifiesta en la formacin social por el predominio de un modo de produccin sobre los otros) es debida, en tanto que "tipo" de unidad caracterstica de una formacin, a la unidad compleja con dominante en ltima instancia de lo econmico, que caracteriza el tipo de unidad del "modo de produccin" dominante.

    Detengmonos aqu en dos series de reflexiones concernientes por una parte a los problemas de m-todos, y por la otra al problema que plantea el con-cepto de historia en el marco de una teora marxis-ta del derecho.

    En primer lugar, es evidente que proceder al exa-men cientfico del nivel jurdico de un modo de pro-duccin dado, supone como premisa terica localizar-lo como nivel particular en el tipo de articulacin y de relaciones de niveles que especifica un modo de produccin "puro". En ningn caso se puede comen-zar la investigacin con una concepcin general de lo que es el derecho, a riesgo de descubrir las for-mas particulares o el contenido diferencial que revis-te en los diversos modos de produccin. La demar-cacin terica de un objeto de investigacin -el de-recho en este caso-, la definicin misma de cier-tas estructuras y prcticas como jurdicas, depende del

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  • Jugar y de la funcin que revisten en un modo com-plejo tericamente definido que constituye un modo de produccin especificado. En resumen, si bien se conoce en general que todo modo de produccin com-prende ciertos niveles con predominio en ltima ins-tancia de lo econmico, si bien se conoce una cier-ta disposicin de Jugares, en cambio no se conoce nada sobre los ocupantes de esos Jugares, sobre las estructuras especficas de los diversos niveles, de mo-do tal que no se ha definido tericamente el todo complejo que distribuye esos lugares, que rige las re-laciones de los niveles y, de ese modo, sus estruc-turas.

    En ese sentido, as como se trata de construir tericamente el todo complejo de un modo de pro-duccin, para una teora marxista del derecho se tra-ta tambin de construir tericamente el concepto de su objeto especificado. Me detengo en esto porque creo que es un problema muy importante. Esta ope-racin cientfica distingue la teora marxista de toda investigacin fundada en "modelos", "esquemas" o "ti-pos ideales". Para esta ltima, esos "modelos" o "ti-pos ideales" residiran en una relacin "abstracto-con-creto", "ideal-real", "objeto de conocimiento-real em-pr:co" que se origina en una problemtica empirista y positivista del conocimiento. En el caso por ejem-plo del "tipo ideal" de Max Weber su produccin consiste en una localizacin de Jos desajustes dife-renciales de muchos fenmenos "reales" pertenecien-tes al mismo tipo "abstracto". El valor operatorio de ese "tipo" est asegurado por su aptitud para acla-rar lo "real concreto" de los fenmenos que se pre-sentan como otros tantos desajustes de ese tipo "abs-tracto". Esta concepcin del objeto de conocimiento, del objeto terico como esquematizacin de lo real, finalmente como simple generalizacin y abstraccin, surge precisamente de una concepcin empirista del conocimiento que no puede reconocer una autonoma propia de la teora como nivel particular de las es-tructuras y prcticas sociales. Implica el postulado de una armona preestablecida entre "abstracto" y "real", residiendo la abstraccin tipolgica en una adecuacin asinttica, aunque necesaria, con el real concreto del que sera extrada. Por el contrario, para la pro-blemtica marxista de la teora, se trata de producir el concepto de una instancia regional de un modo de produccin no mediante la "abstraccin" a partir de Jos fenmenos "reales concretos" de una formacin social, sino mediante el proceso de construccin teri-

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    ca del concepto de ese "modo de produccin" y del tipo de articulacin de las instancias que lo especifi-can. El resultado de la ciencia de los modelos o de los esquemas es llegar, en oposicin con la teora marxista, a nociones que no pueden dar cuenta del objeto especfico de una ciencia particular. En efec-to, este objeto no es lo "real concreto" esquema-tizado, sino un concepto tericamente construdo.

    Hemos visto las aporas de las tendencias econo-mista y voluntarista de la teora marxista del derecho en lo que concierne a sus principios metodolgicos referidos a la teora del conocimiento: ausencia de objeto especfico en Pashul

  • la historia se distingue radicalmente de una concep-cin historicista que la reduce a un desarrollo lineal de tipo cronolgico. La construccin del concepto de un objeto de investigacin terica (el derecho moderno por ejemplo) no consiste en la investigacin de sus antecedentes "histricos" ni en la de sus orgenes. La historia del derecho no consiste en una investigacin de cierto desarrollo lineal de lo "jurdico" cuyo presente nos dara las claves de comprensin de su pasado, cuya actualidad sera el desarrollo o la degradacin de su esencia. Se trata de construir conceptos del derecho siguiendo los diversos modos de produccin en el in-terior de los cuales est previamente localizado. Si es verdad que en su autonoma y especificidad lo jurdico puede ser el objeto de una investigacin his-trica particular, esta ltima est subordinada a la construccin terica de esos conceptos. Dicha cons-truccin permite descifrar su historicidad propia, sus ritmos diferenciales siguiendo las formaciones socia-les consideradas y el orden de sus sucesiones y trans-formaciones en el proceso real. Habra que cuidarse de emplear, a propsito de esos conceptos-objetos de investigacin, el trmino terico-histricos pues revela una ambigedad capital. En efecto, no se trata de construir esos conceptos en medio de una generaliza-cin y abstraccin a partir del derecho tal como exis-te concretamente en las formaciones sociales, a par-tir de una "realidad" que poseera en s una inteli-gibilidad histrica, sino a partir de una construccin terica de los diversos modos de produccin cuya co-existencia y lucha sirven de base al proceso de transformacin de las formas de que habl Marx.

    A la luz de un concepto del derecho semejante, de una investigacin terica semejante, se puede aclarar el nivel jurdico concreto de una formacin social his-trica. Ya que una formacin social real est carac-terizada por una coexistencia histrica de varios mo-dos de produccin definidos en su pureza terica, el nivel jurdico de una formacin consiste en una co-existencia concreta de varios "derechos" pertenecien-tes tericamente a los diversos modos de produccin coexistentes. Sin embargo, lo que predomina por re-gla general en el nivel jurdico, es el derecho per-teneciente al modo de produccin dominante en esta formacin. Tambin el examen, en su "impureza" his-trica, del nivel jurdico de una formacin -por ejem-plo de una formacin capitalista, o sea de una for-macin con dominante del modo capitalista de pro-duccin- supone previamente la construccin terica

    de los diversos modos de produccin coexistentes y de los diversos tipos tericos de derecho que les ca-responden. Propiamente hablando, el examen de lo jurdico en una formacin social dada en la realidad histrica, procede de diversos conceptos de derecho as construidos.

    Esta complejidad de la estructura de una forma-cin social, que implica varios niveles con historici-dades propias, no permite adems descifrar los desa-justes histricos que pueden existir entre las estruc-turas de esos niveles. Ya se ha visto que estos des-ajustes, considerados por el h'storicismo como acon-tecimientos excepcionales, fueron tematizados como "avances" o "retrocesos" de la estructura jurdica en relacin a la estructura econmica. Esta es implcita-mente reconocida como detentando ias claves de una historicidad lineal que dirigira el conjunto de una for-macin. Vista la autonoma relativa y el ritmo propio de los diversos niveles, esos desajustes, debidos, al desarrollo des:gual de las diversas estructuras, son el fundamento mismo de su existencia histrica. Dicho de otro modo, esos desajustes "histricos" de lo ju-rdico en relacin con lo econmico no constituyen avances o retrocesos de la estructura del derecho so-bre la estructura econmica. Forman parte de una misma estructura, que es la del conjunto de una for-macin social histricamente determinada con niveles que poseen historicidades propias y cuyo desarrollo desigual es funcin de esta estructura misma.

    Despus de estas observaciones, podemos hacer algunas consideraciones generales referentes al exa-men marxista del derecho en el modo de produccin capitalista. Si bien es cierto que Marx no nos da en El Capital un anlisis del nivel jurdico de ese modo, tampoco es menos cierto que en esa obra expone el tipo de articulacin que lo especifica y nos da as los principios de una investigacin similar.

    Yo dira muy esquemticamente que ese tipo par-ticular de articulacin de los niveles que caracteriza el modo capitalista de produccin reside en la auto-nomizacin especfica que all revisten sus diversas instancias. En efecto, si slo se consideran los tres niveles que nos interesan ms particularmente, el eco-nmico (relaciones de produccin) el poltico (el Es-tado) y el jurdico, se comprueba que en las forma-ciones precapitalistas se presentan como estrechamen-te imbricados. Imbricacin de lo econmico y de lo poltico, de lo econmico y de lo jurdico, de lo po-

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  • ltico y de lo jurdico caracterizan el ethos antiguo o los privilegios feudales. El modo de produccin capi-talista est especificado, por el contrario, por una au-tonomizacin caracterstica, o sea una especificidad es-tructural propia, de lo econmico y de lo poltico (se-paracin de lo econmico y de las estructuras del Es-tado), de lo econmico y de lo jurdico (derecho mo-derno).

    Ese tipo de articulacin del conjunto de la estruc-tura del modo capitalista de produccin, est ligada a la combinacin especfica que caracteriza las rela-ciones de produccin capitalistas. Depende por lo tan-to de la forma concreta que all reviste el reflejo del predominio en ltima instancia de lo econmico. Ob-servemos ms detenidamente: las relaciones de pro-duccin consisten en general en formas de combina-cin entre ciertos elementos constitudos por el tra-bajador (el productor directo), los medios de produc-cin (objetos y medios de trabajo) y el no-trabaja-dor que se apropia del trabajo excedente. Lo que es importante sealar, ms particularmente en el caso de un anlisis de lo jurdico, es que la combinacin en-tre esos elementos no consiste en una simple rela-cin de propiedad (propietario no trabajador) o de no-propiedad (productor directo) jurdica de los medios de produccin. Consiste en una doble relacin, una re-lacin de propiedad jurdica de los medios de produc-cin -que Marx designa como propiedad y que pro-viene de la superestructura- y una relacin que Marx designa algunas veces como propiedad, pero ms fre-cuentemente como "posesin" o "apropiacin real" y que distingue claramente de la primera. (5) Esta concier-ne ms particularmente a una relacin especfica del productor directo -del trabajador- y de los medios de produccin que es una relacin realmente econ-mica que designa lo que se puede caracterizar como la posibilidad para el productor directo de introducir en el proceso de reproduccin los medios de produc-cin. E insisto en este punto pues origin una serie de discusiones en la teora marxista. Al no distin-guir las dos relaciones, se tiende a identificar la re-lacin jurdica de propiedad con la relacin econmi-ca de la apropiacin real. (6)

    .5 Ver al respecto el texto capital de Balibar: "Les concepts fonclamentaux du materialisme historique", en Lire le Capital, t. 11.

    6 En la discusin marxista terica, este problema se plantea de la siguiente manera: la relacin de pro-piedad es una relacin econmica?

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    Lo fundamental es que, segn Marx, en los mo-dos pre-capitalistas de produccin, aunque estn ca-racterizados por formas de propiedad que instauran una separacin jurdica del productor directo y de los me-dios de produccin, la relacin realmente econmica de posesin o de apropiacin real consiste en una no-separacin del productor directo y de los medios de produccin. Como Marx lo expresa en los Grundrisse, no hay todava separacin del productor directo y de las "condiciones naturales del trabajo". En el caso del esclavo y del siervo, esos productores directos estn "ligados" a la tierra por toda una serie de nexos "mixtos", econmicos, jurdicos y polticos, indepen-dientemente de la propiedad de la tierra que pertenece a los propietarios terratenientes. Esta no-separacin en la relacin de posesin se mantiene todava en la manufactura. Por el contrario, en la gran industria del modo capitalista de produccin, se asiste a una separacin de productor director de los medios de tra-bajo en el marco de la posesin, caracterizndose el modo capitalista de produccin precisamente por una correspondencia entre la propiedad jurdica -la se-paracin en el marco de la relacin jurdica- y la separacin en el marco de la apropiacin real.

    Esas observaciones capitales, por otra parte, slo pueden despertar reminiscencias al terico del Dere-cho. Son harto conocidos los problemas que a par-tir del derecho romano se plantearon a propsito de la "posesin", radicalmente distinta de la prop:edad, a propsito de este "infra-derecho", de este "estado de hecho" cuya emergencia en el campo de lo jurdico dio lugar a tales controversias. Lo que interesa sea-lar aqu es que la no-separacin del productor direc-to y de los medios de prduccin en la apropiacin real de los modos precapitalistas de produccin da lu-gar a una estructura social "mixta" caracterizada por una estrecha imbricacin de lo econmico, lo jurdico y lo poltico. Marx lo expresa de ese modo en El capital indicando paralelamente que esa relacin pro-funda es el fundamento oculto de las superestructuras En todas las formas "en que el trabajador directo es 'poseedor' de los medios de produccin y de las con-diciones de trabajo necesarias para la produccin de sus propios medios de subsistencia, la relacin de pro-piedad jurdica debe manifestarse a la par como re-lacin directa de dominio y servidumbre. . . En estas condiciones, slo la coaccin extraeconmica, cualquie-ra que sea la forma que revista, puede arrancar a es-tos productores el trabajo sobrante para el terrate-

  • niente. . . La relacin directa existente entre los pro-pietarios de los medios de produccin y los produc-tores directos. . . Es la que nos revela el secreto ms recndito, la base oculta de toda la construccin so-cial y tambin, por consiguiente, de cada forma es-pecfica de Estado. (7)

    En el texto capital de los Grundrisse zur Kritik des politischen Okonomie, ms particularmente en la par-te titulada "Formaciones econmicas precapitalistas". Marx expone los diversos tipos de propiedad jurdi-ca de los modos de produccin correspondientes que varan siguiendo las formas que reviste la no-sepa-racin del productor directo y de los medios de pro-duccin en el marco de la apropiacin real. Esas for-mas tienen algo de comn: consisten en tipos parti-culares de no separacin y, en consecuencia, de im-bricacin estrecha de lo econmico, lo jurdico, y lo poltico. Esto se manifiesta en el hecho de que las relac:ones de propiedad (jurdica) y de apropiacin real -posesin- (econmica) tienen por presupuesto te-rico la pertenencia de los agentes de la produccin a una comunidad poltica.

    Un agente slo es propietario o poseedor de esos medios en la medida en que es, previamente, miem-bro de esta comunidad. Marx dir por ejemplo que el elemento comn de las formas de prop:edad y de apropiacin de los modos de produccin precapitalis-tas asitico, antiguo, germnico, etc., caracterizados por esta no-separacin, es el siguiente. "La actitud ante la tierra, ante la tierra como prop:edad del individuo que la trabaja, significa que un hombre se presenta desde el comienzo como algo ms que la abstraccin de "individuo que trabaja", presentndose como un mo-do objetivo de existencia en su propiedad de la tie-rra, modo que precede a su actividad y no aparece como su simple consecuencia y tiene tanto de con-dicin previa de su actividad como su piel y sus sen-tidos, pues en el proceso vital se desarrollan, repro-ducen.. . . la piel y rganos sensoriales. . . que tam-bin son presupuestos por ste. Lo que inmediatamen-te media esta actitud es la existencia del individuo como miembro de una comunidad". (8) Las formas ju-rdicas y Jos tipos de Estado varan siguiendo las for-mas especficas que reviste esta no-separacin. (9) En el

    7 El capital, edic. cit., t. III, p. 732-733. 8 "Formaciones econmicas precapitalistas", en El mo-

    do de produccin asitico, op cit. p. 14. 9 lhid. p. 5.

    modo de produccin asitico, son las comunidades particulares las poseedoras de la tierra, propiedad del Estado. Esto corresponde al hecho de que "la uni-dad omnicomprensiva que est por encima de todas estas pequeas comunidades puede presentarse como el ms elevado y el nico propietario, s:endo las co-munidades reales tan slo poseedores hereditarios". Asf "es perfectamente posible que ella aparezca como al-go separado y superior a las numerosas comunidades concretas y especficas. . . Aqu el dspota aparece co-mo el padre de todas las numerosas comunidades me-nores, realizando as la unidad comn de todas". (10) En el modo de produccin antiguo, el agente de pro-duccin es propietario privado pero en tanto que miembro de la comunidad poltica: "Ser miembro de la comunidad sigue siendo la condicin previa para la apropiacin de la tierra, pero en su capacidad de miem-bro de la comunidad el individuo es un propietario privado. . . Pero esta "pertenencia" est mediada por su existencia como miembro del Estado, a travs de la existencia del Estado; y por lo tanto a travs de una condicin que es considerada como divina". (11) La diferencia entre el hombre libre y el esclavo no es aqu, en primer lugar, una diferencia entre propieta-rio y no-propietario de los medios de produccin si-no una diferencia entre miembros de la comunidad po-ltica y aquellos que no lo son. En el caso particu-lar de la forma de propiedad germnica, Marx nos muestra dicha forma poltica en estos trminos: "En-tre los germanos, con jefe independiente de familias que se establecen en los bosques, separados por gran-des distancias, incluso desde una perspectiva externa la comunidad slo existe en virtud de cada acto de unin de sus miembros, si bien su unidad existente en s misma est encarnada en la prosapia. . . Por esto la comunidad se presenta como una asociacin y no como una unin, como un acuerdo cuyos sujetos in-dependientes son los terratenientes y no como una unidad. De hecho, pues, la comunidad no tiene exis-tencia como Estado, como entidad poltica segn ocu-rra entre los antiguos. . . Para que la comunidad in-grese a la existencia real, los terratenientes libres de-ben celebrar una asamblea, en tanto que en Roma, por ejemplo, existe con prescindencia de esas asam-bleas". (12) Esos anlisis de los Grundrisse son ade-ms completados por anlisis semejantes referidos al

    10 lbid. p. 5. 11 lhid. p. 7. 12 lbid. p. 12

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  • modo de produccin feudal -accidentalmente tratado aquf- en el tercer libro de El capital, en el captu-lo sobre la gnesis de la renta de la tierra.

    Es importante observar que en las relaciones que tienen como condicin terica la no-separacin del pro-ductor directo de los medios de produccin, o sea una relacin de no-separacin hombre-naturaleza en el caso de los modos de produccin fundados en la pre-ponderancia de la agricultura, los agentes de la pro-duccin slo entran en las relaciones de produccin y en relaciones de "propiedad" en tanto que perte-nezcan, como presupuesto, a una unidad "poltica". Dicho de otro modo, la forma de individualidad de los agentes de la produccin es su pertenencia a una comunidad "mixta", econmica y jurdico-poltica. Esto es vlido en primer lugar para los agentes de pro-duccin-propietarios, pues slo son propietarios en tanto que miembros de la comunidad poltica. Y tam-bin es vlido para los productores directos no-pro-pietarios {o simples poseedores). Estos son no-propie-tarios en la medida precisamente en que son, o bien excluidos de la comunidad poltica o bien tienen un status pblico especfico en esta comunidad. Son po-seedores en esa misma medida.

    En el modo capitalista de produccin, la separa-cin del productor d:recto de los medios de produc-cin en el marco de la relacin de posesin o de apropiacin real, implica una autonomizacin especfi-ca de lo econmico, de lo jurdico y de lo poltico. Esto se manifiesta en lo que se designa en general como "separacin del estado y de la sociedad civil". En el caso de las relaciones de lo econmico y de lo jurdico, se manifiesta en el carcter sistemtico del universo {con estructuras internas axiomatizadas) de reglas normativas que consttuyen el derecho moder-no y que lo distinguen radicalmente de las formas an-teriores de lo jurdico. En el caso de las relaciones de lo jurdico y de lo poltico, aunque el caso sea aqu ms complejo, se manifiesta en una autonoma rela-tiva del derecho con respecto a la actividad propia-mente poltica del Estado, cuya dstncin en el inte-rior de lo jurdico entre "derecho privado" y "derecho pblico" es slo una de sus expresiones.

    No es mi intencin profundizar esos principios pre-liminares de la investigacin: me limitar as a sea-lar algunos puntos importantes que se prestan a con-fusin. Antes que nada, en el marco de esta au-tonomizacin de las instancias del modo capitalista de

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    produccin, cul es el modo de determinacin de lo jurdico por lo econmico? o, dicho de otro modo, cul es el modo en que se refleja el predominio en ltima instancia de lo econmico a nivel del derecho? En realidad, este reflejo, la determinacin de una es-tructura por otra, se manifiesta en ciertos lmites que lo econmico y la estructura global del modo de pro-duccin determinan a nlvel jurdico, y en el interior de las cuales se ordena toda una serie de variaciones de lo jurdico debidas a su sistematicidad propia. En resumen, los efectos de una estructura (lo econ-mico) sobre otra (lo jurdico) se manifiestan como l-mites que rigen las vaiaciones de esas estructuras pe-ro tambin el modo de intervencin de una estructu-ra sobre otra. La intervencin de lo econmico sobre lo jurdico se ejerce a travs de las estructuras pro-pias de lo jurdico originadas a partir de los lmites planteados por lo econmico y el conjunto de la es-tructura de ese modo. Esa relacin de lmites y de variaciones no es, por otra parte, de ningn modo un-voca: lo jurdico sirve tambin para determinar los l-m:tes de lo econmico en el interior de una estruc-tura de conjunto donde lo econmico slo se mani-fiesta como dominante en ltima instancia. Dentro de estos lmites donde se plantea lo jurdico en lo eco-nmico tiene lugar la intervencin de lo jurdico sobre lo econmico. En El capital Marx presenta lo ms claramente posible al derecho moderno como condi-cin de existencia de lo econmico en el modo ca-pitalista "puro" de produccin.

    Trat de demostrar, adems, cmo a partir del con-cepto de modo capitalista "puro" de produccin, se puede construir el concepto terico del derecho mo-derno como sistema con normas generales, abstractas, formales y estrictamente reglamentarizadas en el sen-tido deque poseen una reversibilidad completa. (13) Di-cho carcter haba sido ya observado por Engels cuan-do indicaba que: "En un Estado moderno, el derecho no slo debe corresponder a la situacin econmica ge-neral y ser la expresin de sta, sino que debe ser tambin una expresin coherente y que no parezca, debido a contradicciones internas, palmariamente incon-

    13 Tambin he tratado ele manera sistemtica este pro-blema en mi libro: N a tu re des choses et droit. Essai sur la dialectique du fait et de la valeur, Pars, 1965. Sin embargo, y esto tiene el sentido ele una auto-crtica, todava estaba influenciado por el historicismo humanista del joven Marx.

  • sistentes". (14) Har aqu una sola observacin; con de-masiada frecuencia existe la tendencia a referir esos elementos del concepto terico del derecho moderno a su n:ca funcin en la reglamentacin de los in-tercambios capitalistas (y no simplemente mercantiles). Es evidente que esas estructuras del sistema jurdico moderno se refieren a toda una serie de estructuras de lo econmico, tanto a las de la circulacin de las mercancas-intercambios (de la que forman parte el con-trato de trabajo o compra-venta de la fuerza de tra-bajo), como a las de la distribucin (vg. el reparto de los frutos del trabajo al que se refiere Marx en los famosos pasajes de la Crtica del programa de Gotha} y a las estructuras del proceso de conjunto de la produccin capitalista, por ejemplo a la calculabilidad y previsibilidad incJ:spensabies para la reproduccin am-pliada que caracteriza el sistema capitalista y a las que Max Weber ya prestaba atencin. Sin embargo, esas caractersticas del derecho moderno slo pueden ser cientficamente descifradas a partir de las "relaciones de produccin" capitalistas en el estricto sentido defini-do ms arriba, relaciones de produccin que tienen ade-ms el predominio sobre las otras estructuras de lo eco-nmico.

    Slo mediante el estudio cientfico de esas relacio-nes de produccin se puede descifrar el significado exacto de lo que Marx designaba como el surgimien-to, dentro del modo capitalista de produccin, del "individuo desnudo", del "propietario privado" y del "trabajador libre". (15) Es conocida la importancia de to-do esto en la estructuracin del derecho moderno, reconocible no simplemente en nociones jurdicas ta-les como "personas o sujetos de derecho". En reali-dad, el conjunto del sistema jurdico moderno est es-tructurado con referencia, como principio externo de organizacin, a los agentes de produccin en tanto que "individuos desnudos". Estos aparecen como el prin-cipio de ordenacin de un universo de normas abs-tractas, generales, formales y estrictamente reglamen-tadas que rigen sus relaciones sociales. Dichos ca-racteres de las estructuras sistemticas autonomizadas del derecho moderno tienen como punto de referen-cia una "atomizacin" e "individualizacin" especfica de los agentes de la produccin.

    14 Carta a Conrad Schmit, del 27 de octubre de 1890. 15 "Formaciones econmicas ... ", op. cit., pp. 25, 26,

    33, 36-37, etc., as como en numerosos pasajes de El capital, en especial en el tomo I y en el t. III, captulo sobre la "Gnesis de la renta territorial".

    Indudablemente esta cuestin provoc numerosas confus:ones en la teora marxista del derecho. Por una parte, se ha tendido frecuentemente a ver en este he-cho un fenmeno ideolgico, o sea una extrapolaci'n engaosa segregada por el derecho moderno a fin de ocultar su carcter de clase. Cmo se podra ha-blar de una atomizacin individualista de los agentes de la produccin capital!sta cuando se sabe fehaciente-mente que stos slo existen en las relaciones sociales como miembros de una clase social? Por otra parte, la tendencia humanista historicista del marxismo, ad-herida en ese caso a la concepcin de los "indivi-duos concretos" del joven Marx como sujetos de la sociedad y de la histor:a, ha terminado por ver en esos "individuos desnudos" el producto histrico real del desarrollo de la esencia del hombre genrico, el fundamento del derecho moderno que representara la alienacin o la reificacin de esos individuos-hombres genrico.

    Sin embargo, este problema podra dilucidarse me-diante el anlisis de las relaciones de produccin ca-pitalistas. Los "individuos desnudos" constituyen en primer lugar para Max los presupuestos tericos del modo de produccin cap:talista; y digo los presupues-tos tericos pues se presentan tambin como condicio-nes histricas de ese modo por la disolucin de las relaciones de produccin feudales. Este ltimo pun-to, sin embargo, revela en Marx una genealoga de los elementos del modo capitalista de produccin, y se distingue netamente de su investigacin terica. As, el "individuo desnudo" como presupuesto terico de ese modo, tanto en los Grundrisse como en El Capital est ligado precisamente a la separacin del produc-tor directo de los medios de produccin en el mar-co de la apropiacin real de las relaciones de produc-cin capitalistas; ello corresponde a lo que Marx mis-mo caracteriza como la autonomizacin mutua de los productores.

    Esos "individuos desnudos" no son por ello sim-plemente un producto ideolgico, a pesar de su ex-trapolacin ideolgica en el universo jurdico como "personas-sujetos", ni una simple forma de individua-li'dad histrica de los agentes de produccin capitalis-ta, sino un presupuesto terico del modo capitalista de produccin y, de esa manera, del derecho moder-no. Los "individuos desnudos" son la forma de indi-vidualidad que especifica a los agentes de la pro-duccin capitalista distribuidos en clases sociales mo-dernas. Esto es lo que constituye la diferencia fun-

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  • damental entre las clases modernas. Es verdad que en la realidad histrica esos agentes de la produccin funcionan como clases sociales, lo que no impide que, en la construccin del concepto terico del modo ca-pitalista "puro" de produccin, las clases sociales modernas impliquen "individuos desnudos" distribuidos en clases. Por otra parte, es errneo ver en esos in-dividuos realidades histricas-sujetos y fundamento del derecho moderno. Esto surge de la antropologa eco-nmica del joven Marx. Por el contrario, el Marx de la madurez aprehende estructuras: los agentes de la produccin -los "hombres"- no son el fundamento y el origen de las estructuras, sino su soporte. Los "hombres", en oposicin a una concepcin humanis-ta, slo aparecen en el Marx de la madurez como los portadores histricos de las estructuras. Esos "in-dividuos desnudos" no son "hombres" histricos con-cretos sino formas tericas que, constituyendo los pre-supuestos tericos de las estructuras, son a la vez sus efectos. Los individuos desnudos aparecen terica-mente en "relaciones" estructuradas que son las rela-ciones de produccin capitalistas "puras". Este anli-sis cientfico, y no una referencia a la obra juven;l de Marx, es lo que permite ver que el derecho mo-derno es un derecho de clase, aunque, y precisamen-te en la medida en que, la explotacin y el dominio poltico de clase est constantemente ausente de sus

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    estructuras sistemticas organizadas a partir de los "in-dividuos desnudos".

    Al terminar estas observaciones tan sumarias, es-quemticas y fragmentarias, querra concluir con la re-lacin del Derecho y de la dominacin poltica de cla-se, dejando sin embargo de lado el problema capital de las relaciones del derecho moderno y de las estruc-turas del Estado capitalista. En oposicin a ciertas tendencias actuales que tratan de distinguir entre el "aporte cientfico" y el "tinte poltico" del marxismo, es evidente que el derecho moderno corresponde a la explotacin de clase y a la dominacin poltica de clase. La relacin del derecho y de la dominacin de clase no puede en ningn sentido ser reducida a la concepcin de una voluntad de clase, sujeto creador del Derecho. Tampoco puede ser reducida a la san-cin represiva que caracteriza las reglas jurdicas, en resumen, a un cierto papel indistinto de la violencia en la historia, a imitacin de la concepcin sorelia-na. El desciframiento de la relacin constitutiva del Derecho y de la lucha de clases slo puede ser cientficamente establecida por su localizacin previa en el conjunto complejo de las estructuras de un mo-do de produccin y de una formacin. Precisamente esta localizacin es la que nos da las claves para la investigacin de su relacin con el campo de la lu-cha de clases.

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