Mates Con Amor (Spanish Edition - Sheridan, Emma

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Mates con amor

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  • Mates

    con Amor

    Todos los derechos reservados@EmmaSheridan1ra. Edicin

  • Dedicatoria

    A mi familia por el apoyo incondicional que

    me brindan ao a ao.

    A mi compaero de vida, mi gran hombre.

    A mis amigas del alma, esas que el Universo

    ha puesto a mi merced para poder disfrutar

    la locura de la gran amistad que nos une sin

    barreras

    A mis lectores, muchsimas gracias.

  • INTRODUCCIN

    Mientras me cebo un mate conjengibre y hojitas de menta, me siento aescribir estas ltimas palabras.

    Los invito a hacer un recorrido porestos relatos, donde el valor de amistad,

  • el amor sincero y no tanto, lasrelaciones entre padres e hijos estnacompaados por este tipo de infusinque tanto placer nos ha dado a travs dela historia, y lo sigue haciendo, sobretodo si lo hacemos en compaa de seresqueridos.

  • Cuando una costumbre, un uso o unestilo determinado se enrazan en una

    sociedad, pasan a integrar su tradiciny su leyenda. Nadie puede entoncesmedir la exacta proyeccin de su

    incidencia.Es que ese algo se integra como unaforma de sentir nacional y slo quien

    puede palpitarvivencialmente ese sentir, por haberlo

    heredado y pertenecer, puedecomprender su entraable

    alcance.Tal es el caso del mate, entre nosotros,

  • los argentinos

    (El Mate Francisco N. Scutell)

  • Da de la Independencia, Buenos Aires,Argentina

    Maana bastante particular ese ao,

  • en el que no solamente se festejaba elda de la Independencia, sino quetambin, se vivira el aire de unin entrepersonas sin importar credo o clasesocial, lo que los encontrara sta vezsintiendo y haciendo fuerza por lomismo, tena un nombre Mundial deFtbol, en el que el grupo de jugadoresde Argentina deban jugar contraHolanda en las semifinales.

    Sabrina se levant temprano, comotodos los nueve de Julio desde hacams de cinco aos, para preparar la granolla de locro que luego vendera en la

  • ruta.

    Haca seis aos que haba quedadohurfana y no haba tenido otra opcinms que salir adelante y hacerse cargode su hermanita pequea, Lara, y de unascuantas deudas que su padre le habadejado en forma de herencia.

    Durante la semana trabajaba en ungeritrico; a la maana, mientras Laraestaba en la escuela, ella haca lalimpieza del lugar y durante las tardes,junto a su hermanita, cuidaba de losviejitos, los entretena, y hasta jugaba alas cartas con ellos. Lara era la que le

  • daba vida al lugar, siendo tan pequea,con solo nueve aos, los llenaba deenerga mientras les bailaba y cantabalos temas de moda del momento.

    Los fines de semana y feriados, salaa la ruta a vender las tortas fritas ybuuelos rellenos que tan ricospreparaba y a veces cuando el dinero lealcanzaba, la llevaba a Larita a pasear aalgn centro comercial para comprarlelo que ella le pidiera. Eran inseparables.Y se adoraban con ese amor dehermanas, de almas que se habanelegido.

  • Ese ao era muy particular, hacaveinticuatro aos que el grupo Argentinode la seleccin no llegaba a semifinales,as que todo se cubra de celeste yblanco.

    Entonces, haba decidido, venderlocro, como todos los nueve de Julio,que era la comida tpica que la mayorade los habitantes de Buenos Aires,decidan comer por tradicin y unoscuantos no tenan ganas de prepararlo.Muchos de ellos ya saban que el queella preparaba era especial.

    Y ste ao s que era especial, como

  • tena alma de comerciante, el negocio lovio no solo en el locro, sino que tambinvendera banderas, gorritos, banderitas,cintas, cintos, maquillaje.

    Todo en celeste y blanco y hastatodo lo que uno se pudiera imaginar paraadornar el cuerpo, las casas o los autos.Y as sali a la calle, camin doscuadras con su carrito, su ollarebalsando de locro y dos cajas llenasde cotilln de Argentina como ella lollamaba, hasta llegar a la ruta donde seinstalara hasta minutos antes queempezara el tan esperado partido.

  • Desde temprano comenz a venderese locro tan pedido por sus msallegados y por algunos vecinos, y hastapor algunas personas que obligadamentedeban pasar por la ruta durante algnmomento de la maana por cuestiones detrabajo.

    Ella solo esperaba a alguien, aunquemientras esperaba, le encantaba juntardinero. Ese da, juntara ms que nunca ylo destinara para llevarla a su hermanaal cine y para comprar ese par dezapatos que tanto le gustaban.

    Ese alguien pasaba todos los fines de

  • semana, en un auto rojo, lo estacionabacerca de donde ella estaba y se bajabapara preguntarle qu era lo mas rico delda. Y claro, tambin le peda un mate.

    Se haba hecho una costumbre desdehaca ms de un ao.

    Ella no conoca nada de l, ni lsaba nada de ella. l solo saba queella era Sabrina, la de las comidas ricasde la ruta, y ella, solo conoca sunombre y el color de su auto.

    Matas, ese era su nombre, y tenaunos hoyuelos que cuando sonrea, se le

  • transformaba la cara en lo ms hermosoque Sabrina hubiera visto alguna vez.

    La chica de las cosas ricas yaconoca el rugir del motor del auto rojodel chico y su corazn comenzaba adanzarle con toda la energa, se sentaviva, contenta y ansiosa; quera verlo, al, a ese hombre.

    Ese da, como todos los das, no sehizo rogar y mientras ella atenda a unpar de clientes, sirvindoles locro en los"Tupper" que los clientes estabanacostumbrados a llevar para suscomidas ricas, l se baj de su auto y se

  • acerc al puesto de comidas, banderas ydems cosas, esa maana, pareca unaromera.

    Hola Sabrina! Cmo ests hoy?pregunt como tratando de llamar suatencin.

    Muy bien, bastante ocupada comovers y vos Matas, cmo ests? contest, intentando que su voz nosaliera temblorosa.

    Muy bien, bastante cansado deltrabajo, pero no poda dejar de pasarpor ac, me voy a llevar ms que una

  • comida rica.

    Genial! Esprame que ya teatiendo.

    Y eso hizo, el chico del auto rojoesper, ms cerca de ella que decostumbre.

    Sabri trataba de que no se le notarael corazn que estaba a punto de salirsede su pecho, no quera que l se dieracuenta de lo movilizada que la tena consu cercana.

    Matas observaba cada movimientode ella como si fuera la primera vez que

  • la vea moverse, le encantaba elcontorneo de su cuerpo al servir comida,o al verla tratar con la gente.

    Estaba enamorado de unadesconocida. Se senta terriblementeatontado. Pero l tena novia.

    Su novia era lo opuesto a Sabrina.Era preciosa, pero no tanto como Sabri.Era inteligente, trabajadora y de altaclase social.

    Tambin poda ser una perra aveces, y hasta muchas veces suraciocinio le deca que era interesada ysuperficial, pero una de las tontas partes

  • de su ser le deca que era una buenamina.

    Ese da, cuando la vio a Sabrina, yse par cerca de ella, todo su mundocomenz a girar en otra direccin. Seolvid de su novia que lo estaraesperando con el ltimo modelito de suropa de marca favorita y se qued acharlar con Sabrina.

    Se apoder del mate y le ceb unomientras ella atenda a los demsclientes.

    Se encontr a s mismo disfrutando

  • de la meloda de su voz, de la luz de susojos y de la hermosura de su sonrisa, nihablar de su cuerpito, que en cuanto bajla mirada para observarla con cuidado,descubri unas curvas preciosamentedelineadas.

    Sabrina no crea lo que vea, elmismo Matas, le cebaba mates y lehablaba, de cosas sin sentido, era comos i l le hablara en otro idioma, ellatardaba en responderle, porque estabaocupada atendiendo pero todo su servibraba y no quera que llegara elmomento de su partida.

  • La voz del hombre del auto rojo eragrave y sensual, sus ojos, de color claroe indefinido brillaban y su cuerpo eraenorme, escultural e imponente.

    Ese medioda, el se qued aalmorzar con ella, se sentaron en las dosbutacas que ella llevaba a la ruta ycompartieron el mismo plato de locro,mientras charlaron de la idea de ella devender todo lo relacionado al mundial,se rieron de varios comentarios sobreftbol que l haca con respecto a losdems equipos, como por ejemplo laderrota de Brasil contra Alemania el da

  • anterior, que haba sido devastadorapara todo el pas Brasilero.

    El celular de Matas comenz asonar, una y otra vez, Sabrina, hizocomo que no lo escuchaba y l tambin,hasta que en un momento ella decidihacer que ese aparato se callara,metiendo la mano en el bolsillo traserode Matas y apagndolo, no sin leerantes en la pantalla las 15 llamadasperdidas de una tal "Jackie", ella searrepentira ms tarde de esa accinpero en ese momento no querainterrupciones.

  • l la mir y le sonro, solo logrbalbucear un "perdn", risueo y acot:

    Tengo el control pidindome quemarque tarjeta, es algo difcil deexplicar

    Est todo bien, ests ocupado, melo imaginaba, pero creo que hoy noquiero pensar en eso. Le susurrSabrina mirando hacia abajo.

    E s to y "ocupado" dijo Matihaciendo ademn con sus manos como sidibujara comillas en el aire No estoycasado, solo rutinario y aburrido.

  • Ella no supo que responder a eso,solo sonri bajando su cabeza, en ciertamanera, que l le dijera eso, que estabaocupado, no le gustaba en absoluto, peropor otro lado, prefera la verdad antesde las sorpresas tardas.

    Ey Sabri! se acerc Mataslevantndole la cara con su dedo pulgar.Mrame preciosa acerc su cara ala de ella, para poder sentir surespiracin bien cerquita de l.

    Ella lo mir, y dej salir un suspiro,el hizo como si tomara el aire de esesuspiro y como si eso fuera suficiente

  • para darle fuerzas para hacer lo queestaba pronto a hacer, acerc su cara ala de ella, le hizo un mimo en su narizcon la de l y luego la bes, lentamente,sabore sus labios, por un rato largo,hasta que ella cedi y le abri la bocapara dejarlo entrar y para que suslenguas danzaran al comps de ese besotan esperado por los dos.

    El mundo se paraliz para ellos, esebeso hizo que ella se derritiera en susbrazos y que l se olvidara de todo tipode compromiso que alguna vez habaprometido a su novia.

  • l la abraz mientras la besaba, ellase dej abrazar y acariciar, y hastadevolvi el abrazo y se atrevi abesarlo con ms intensidad. Siguieronbesndose por un largo tiempo hasta queunos cuantos bocinazos los devolvi a larealidad, a la ruta, al puesto de comidasde ella para sobrevivir da a da, y alcompromiso que l tena con su noviaquien lo estaba esperando paraalmorzar. Ya era demasiado tarde.

    Sus cuerpos se separaron, ella leenvolvi unos buuelos rellenos debanana y se los puso en las manos, l se

  • despidi con un "hasta pronto" y ellasolo logr sonrer sonrojada.

    El resto de las horas antes de queempezara el partido, pasaron de maneratal que ella ni se dio cuenta. Se sentacomo en una nube, como en una burbujade la que no quera salir nunca ms, yrogaba que llegara el da siguiente paravolver a verlo.

    Junt sus cosas minutos antes delpartido y se fue cantando el tema demoda.

    Al da siguiente la ruta pareca unafiesta desde temprano, por que el equipo

  • Argentino haba llegado a la final, habasido un partido bastante duro, en el cualhaban logrado ganar en el momento delos penales, hasta ese horrible punto loshaba hecho sufrir ese partido. Pero ellase senta diferente, sta vez tena otromotivo mucho mas importante para estaren esa ruta, ya no le importaba el frodel mes de Julio, ni las horas quedebera estar all para lograr hacer eldinero necesario para comer ese da,para ahorrar y pagar las deudas.

    Pero ese da, el auto rojo no pas, niel fin de semana siguiente, ni el

  • prximo, tampoco volvi a pasar ningnsbado, ni domingo en el mes que lesigui, ni siquiera al comenzar laprimavera, en Septiembre.

    Sabrina, se apagaba cada da ms, nolograba entender que podra habersucedido, haba pasado por todos losestados esperados y analizados portodos los padres de la psicologa y solorecordaba dos cosas, el nombre Jackieen el celular de l y ese beso.

    No volvi a saber de l, ni siquierase cruz el auto por ninguna parte.Estaba arrepentida de no haberle pedido

  • su nmero, pero al recordar que tenanovia, se cuestionaba para que loquerra, si solo haba sido un beso.

    Ese veinticuatro de Septiembre, elda de su cumpleaos, su hermanitaestaba con ella, festejando su renacer ascomo tambin que no debera trabajarms en la ruta, ya haba logradodeshacerse de las deudas de su padre yhaba decidido que tendra por fin losfines de semana para ella y para Lara,tendra una vida social ms activaporque se haba anotado en un curso deBarman los sbados a la maana y

  • pensaba que eso le dara nuevo aire a suvida.

    Sbado 27 de Septiembre de 2014

    Sabrina haba llegado temprano alcurso que tendra una duracin de tresmeses en un principio y se extenderapor unos meses ms luego de fin de ao.

    Se sent en uno de los primerosasientos as podra prestar ms atencin,estaba emocionada de poder recomenzarsu vida. Se senta como nueva y feliz,

  • solo le faltaba algo, un amor.

    Los dems alumnos comenzaron allegar y a tomar asiento, una chica muybien vestida se sent a su lado y sepresent como Karina, le dijo queestaba all porque le haban prometidotrabajo en un bar y necesitaba hacer elcurso. Y entre otras cosas que le cont,le dijo como al pasar que haba elegidoese curso en particular porque elprofesor era un bombonazo de ojosclaros, que estaba para comrselo.

    Y as era, cuando lo vio entrar, y

  • saludar, casi se cae al piso de laemocin, dej caer la lapicera sin darsecuenta y sta pic al lado del pie delprofesor, quien se agach lentamentejunto con ella, y al levantarse se mirarona los ojos, otra vez, l se descubri ensus ojos y ella se volvi a perder en losde l.

    Era Matas.

    Hola Sabri salud Matasformalmente teniendo en cuenta lacantidad de alumnos que tena enfrente, mientras el corazn se le burlaba

  • danzando una rumba.

    Hola respondi ella con unavoz temblorosa.

    El resto de la maana continunormalmente, para los demsestudiantes, era una simple clase depresentacin del curso, deberan anotarlos utensilios a llevar la prxima claseas como el programa que seguirandurante los meses que durara el curso,adems de las preguntas o dudas quealgn que otro futuro barman tenamientras transcurran los minutos.

    Para Sabrina no era una clase

  • normal, era una acumulacin deemociones atropellndose en su pechoantes de saltar en alguna que otrarespiracin y su cabeza era una listainterminable de preguntas.

    Para Matas, tampoco era una clasecomn y corriente, estaba horriblementenervioso y se senta una mierda, sesenta una mala persona por no haberpasado nunca ms por ese lugar, pero enrealidad, tena pensado pasar ese mismomedioda, cuando diera por finalizado elhorario de trabajo como profe.

  • Ese da s que tena pensado pasarpara verla, porque al fin haba tomado ladecisin de dejar a su frvola novia,haba hecho el duelo y ya estaba listopara ella, para Sabrina, solo que nosaba si ella estara lista para l. Perojugara esa carta. Aunque el destino sele adelant y cuando la vio sentada ah,en primera fila, se quiso morir de losnervios y de la emocin. Senta los ojosde ella clavados en todo su ser y querahablarle, y explicarle.

    A mitad de maana, l mir su relojy dijo que tendran diez minutos para

  • descansar y tomar algo.

    La mir a Sabrina, quien selevantaba para retirarse y tomndola delcodo le susurr:

    Qudate por favor, charlemos

    No tenemos nada de que hablarcontest framente Sabri.

    S, preciosa, tenemos mucho deque hablar, tengo que explicarte unmontn de cosas, pero tenemos pocotiempo ahora. Pasar por tu puesto decomidas ms tarde.

    No tengo ms el puesto de

  • comidas contest sonrojndose.

    Entonces te invito a almorzar,quiero hablar con vos, no me tens quedecir que s en este momento, pero megustara una respuesta para cuandotermine el horario del curso. Y creo quedebes saber una cosa. Estoy solo.

    Sabrina lo escuch, respir profundoy se solt de su agarre, con el mismoimpulso que utiliz para soltarse salidel saln sin decir nada.

    Luego del receso de esos pocosminutos, mientras todos regresaban a suslugares, y Matas comenzaba a explicar

  • lo que tena planeado para esa hora ymedia que quedaba, miraba el lugar queSabrina haba dejado vaco.

    Sabrina nunca regres a su asiento, yl tuvo que juntar fuerzas para podercontinuar con la clase como buenprofesional que era.

    En el horario de salida, despidi asus alumnos hasta el prximo sbado yfue interrumpido por uno de los dueosdel Instituto quien le hizo unas preguntasque l no lograba entender, tampocoentendi como logr librarse de esa

  • persona, ni como pudo contestar a suspreguntas, solo pensaba en Sabrina y envolver a verla, y no tena idea de qujuego le tena preparado el destino stavez, porque ahora saba que ella notrabajaba ms en el lugar de siempre, notendra donde encontrarla.

    Mientras juntaba sus cosas pararetirarse a su hogar, pensaba comopoda haber sido tan idiota, y secuestionaba porque no haba pasadoantes a explicarle por todo lo que habatenido que pasar cuando decidi cortarcon su ex novia. Quien luego de que l

  • terminara con ella, haba decididolastimarse a s misma, y haba tenidoque pasar por tratamiento psiquitrico.Pero ya era tarde, se dijo.

    Y as sali del edificio, cabizbajo,con una opresin en el pecho ynecesidad de un cigarrillo, pero se habafumado el ltimo luego de que ella se leescapara de sus manos. Entonces levantla vista para divisar donde podracomprar ms, cuando la vio, a ella,sentada en un banco de la plaza quedaba justo frente a la puerta del Instituto,ella estaba con las piernas dobladas y se

  • las abrazaba con sus brazos, su frente seapoyaba en sus rodillas y su cabellocastao oscuro caa naturalmente y semova al comps del viento deprimavera.

    Cruz corriendo la calle y searrodill frente a ella. Le tom lasmanos y ella levant la vistasobresaltndose.

    Haba decidido no quedarse en elcurso porque se estaba volviendo loca,quera ms de l, lo quera todo, y si sequedaba, no iba a poder prestarleatencin, al menos no a lo que dira.

  • Entonces decidi esperarlo, pero al verque todos los alumnos salan y l no, seacurruc y se abraz a si misma como situviera miedo de desarmarse. Hasta quesinti unas manos clidas que tocabanlas suyas.

    Cuando lo vio le sonri mientrasdejaba rodar una lgrima por su mejilla,y a l sus ojos le jugaron la mismapasada, se llenaron de lgrimas.

    La abraz, le acarici el pelo, labes, y le susurr al odo:

    Quers ser ma?

  • Ella no poda creer lo que estabaviviendo, le estaba tocando a ella, nopasaba solo en las novelas que miraba oen las que lea, suceda en la vida real,en su vida real, y estaba a punto detomar una gran decisin.

    S, con una condicin lecontest en un hilo de voz.

    La que quieras mi amor la besdulcemente.

    Quiero que me des tu nmero detelfono as no te pierdo nunca ms se dej besar y le habl en los labios.

  • Tendrs mi nmero y todo lo quequieras de m preciosa la volvi abesar ms intensamente hasta que semiraron a los ojos y se sonrieron.

    El sol volvi a brillar para los dosesa tarde de primavera y dos corazonesvolvieron a latir enloquecidamente.

    * FIN *

  • Valeria deba mudarse. El fleteromas conocido que tena en la zona era elex de su amiga Betty.

    El maldito que haba abandonado a

  • su mejor amiga por una menor de edad.

    Junt fuerzas para llamarlo, peroesas fuerzas tuvo que usarlas en buscarsu celular por todos lados. Era tandespistada que siempre perda el celularo las llaves, las malditas llaves eran untema aparte. Al fin lo encontr dentro deuna de las bandejas donde guardaba eltermo, el mate, la yerba y el estpidocelular que siempre desapareca de suvista como por arte de magia.

    Lo llam, tratando de concentrarsepara no llamarlo por el sobre nombre

  • que entre Betty y ella le haban puesto,ya hasta le costaba recordar suverdadero nombre de pila, lo tena quepensar ms de una vez para noequivocarse, sobre todo teniendo encuenta que sta vez necesitaba unpequeo favor.

    Luego de varios intentostartamudeados, Valeria logr pronunciarbien su nombre, Santiago, pero suinconsciente le canturreaba, "Grassi,Grassi" o "Julio, Julio", esa era la formadespectiva de llamarlo, Grassi, era elapellido de un sacerdote, el cual tena

  • una causa abierta por abuso de menores.Al menos hasta que se demostrara locontrario.

    Santiago, Santiago, ese s era sunombre, ni "Julio ", ni "Grassi", logrvocalizarlo perfectamente y el qued enpasar por su casa el da estipulado parala mudanza, y por hacer de buensamaritano, o reivindicarse o lo quefuera que el estuviera pensando, le haraun descuentito por ser amiga de supreciada pero mal cuidada ex.

    Tres das despus, y llena de cajasselladas con papeles importantes, vasos,

  • vasitos, tazas, tacitas, teteras y todo loque le haban regalado alguna vez,esperaba a Grassi, perdn, a Julio, no,no, a Santiago! que aparecera encualquier momento. Mientras, remarcabalas etiquetas de las bolsas que tambinestaban listas para ser llevadas por elcamin de mudanza.

    Lo esper media hora, y no llegaba,al ver que pasaban los minutos empez adudar, si realmente haban quedado parahacer la mudanza para ese da o paraotro, o tal vez haban dicho otro horarioy ella haba entendido mal, o

  • simplemente estaba retrasado, pero siestuviera retrasado, le habra mandadoun mensaje, o tal vez su celular estabasin batera o tal vez, simplemente, sehabra olvidado.

    Mientras su cabeza divagaba einventaba hiptesis, su celular recibiun mensaje, y el timbre de la puerta desu casa son.

    Espi por la ventana que daba a lacalle y vio un camin de mudanza, y a unhombre parado a punto de volver a tocarel timbre.

    Mientras grit un "ya voy", cheque

  • su celular:

    De "Grassi"

    Asunto: Vale no voy a poder ir yo,pero te mando a un amigo, se llamaMariano. Es de confianza.

    A lo cual respondi con un rpido:

    "OK, tendr que confiar en vos, sedonde vivs. Gracias por mandarme aalguien."

    Volvi a sonar el timbre y eran susamigos que venan a colaborar, Miguel,Vanina y la misma Betty con unhombretn, el nuevo novio.

  • YA VOYYY! volvi a gritar,mientras buscaba las malditas llaves.

    Llaves de mierda que nunca lasencontraba, ella viva sola con un gatopero la nica culpable de perderlas eraella misma y su despiste, tena varioslugares que haba destinado paracolgarlas as como un par de rinconesdonde generalmente las tiraba.

    Recorri el living de su futura viejacasa con la vista y las vio, en realidadvio el llavero, que haba comprado apropsito, un llavero en forma de nosabia de que forma era, pero eran varias

  • piedras de diferentes tamaos una masgrandes que otras, de color fucsia, biengrande para lograr encontrarlo en casode prdida, era como decir, paraencontrarlo todos los das.

    Entonces lo vio, al manojo depiedras, y las llaves debajo de suadorado y peludo compaero gatuno.

    Para cuando fue a abrir la puerta erauna congregacin de gente saludndose yhaciendo las presentaciones necesariaspara poder pasar un par de horasamenas.

  • Hola nena, al fin encontraste lasllaves? grit Betty al verla,conociendo su mala costumbre deperderlas.

    Pon la pava! grit otro.

    Yo preparo el mate se apur adecir Betty siempre llevaba el ttulo decebadora oficial.

    As comenz el movimiento, losamigos entraron a la vivienda comopanchos por su casa, Mariano esper aque Vale lo saludara y lo hiciera entrar.

  • Cuando Valeria lo mir, lo primeroque vio fue una cicatriz debajo de su ojoizquierdo, una pequea marca de "riacallejera" dira su abuela si lo viera. Lepareci hasta sexy verla, y se imaginoacaricindola.

    Pero qu le estaba pasando? Ella nosola pensar en esas cosas condesconocidos y menos con hombres concartel de no profesionales.

    Se saludaron, ella le dio las graciaspor poder hacer el trabajo que Grraaa,Santiago no poda hacer y lo invit apasar para comenzar con el trabajo de

  • manipulacin de brtulos.

    Los amigos de Vale se habanorganizado de tal manera que unosllevaban bolsas, otros cajas y todollegaba a manos de Mariano que ibaacomodando dentro del camin a modode rompecabezas perfectamenteencastrado.

    Todas las bolsas y las cajas eranpesadas para manipular, se necesitabautilizar todos los msculos del cuerpo yhasta movimientos raros para que nadase rompiera o cayera a pesar delperfecto embalaje que llevaba.

  • En un momento en que Vale seacerc a Mariano a llevarle un mate,ste con una sonrisa de machote pcarole dijo:

    La prxima vez que te agaches deesa manera con el culo hacia m, te doyun azote y te lo dejo picando

    Voy a hacer de cuenta de que noescuch lo que acabas de decir yseguimos trabajando, te parece? contest Vale tratando de disimular susonrojado rostro.

    El que avisa no traiciona mueca,

  • y ese culo pide a gritos un azote murmur de modo audible el grandotemientras le devolva el mate.

    Valeria se dio vuelta para retirarsede la escena, antes de revolearle con elmate por la cabeza, pero no se quedcon las ganas de rematarlo con unacontestacin, as que gir su cabeza pararesponderle.

    Sos un atrevido confianzudonenito, no tens idea de quien soy yo.

    En eso te doy la razn mueca, nisiquiera me interesa quien sos, meinteresa tu culo y el chirlo que le voy a

  • dar en cuanto te descuides, ya me picanlas manos de las ganas que tengo dehacerlo sonri Mariano al ver lacara de enfado de Vale y el color de supiel que se tornaba cada vez mas roja.

    Vale respir profundo y sigui sucamino hacia adentro de la casa dondela esperaban Betty y Vanina, quieneshaban observado toda la escena.

    Guau! Qu fue eso mueca? seburl Vanina, haciendo gesto de machoteganador de mujeres.

    Ni me hables, es un grosero

  • Grosero o no, est bien crocantito,vos le viste el cuerpazo que tiene? Esenorme nena, y esa cara de nene malo lequeda divina.

    No, la verdad, ni me fij minti Valeria que ya le haba visto esacara de chico malo sta mudanza metiene re podrida y agotada, mir si voy aandar perdiendo el tiempo mirando alque maneja el camin de mudanzas, queni siquiera debe ser el dueo, dejate demolestarme!

    No te creo nada nena!Seguramente se te cruz por la mente

  • algn pensamiento pecaminoso, uno deesos gracias a los cuales tu abuela te hara rezar ms de diez padres nuestrosy avemaras se carcaje Vaninamientras le pasaba una bolsa gigante enla mano a Vale, quien otra vez debaacercarse a Mariano.

    Esa vez ninguno de ellos hizocomentario alguno. Pero s hubo un parde miradas donde sus ojos seencontraron, y sus manos se tocaron enmovimientos involuntarios para lograrmanipular la bolsa que ella le llevaba,en ese momento exacto donde ella sinti

  • un escalofro, porque lo vio, a l, alhombre, no al "fletero", y lo que vio legust. Y mucho, pero no lo admitira.Jams.

    As continuaron subiendo, cargandoel camin y entre risas y chistes, mates ymiradas cmplices de sus amigos, elrato que estuvieron desocupando ellugar, se hizo muy ameno y hastadivertido, a pesar de las sutilesinsinuaciones que contino haciendoMariano. Y que Vale hac a como que noescuchaba.

    Una vez que el vehculo estuvo

  • pronto para salir, Vale le dio lasindicaciones de la nueva direccin aMariano, y l se comenz a rer acarcajadas, pero como a ella no leinteresaba nada de l, ni siquiera lo quepensara en ese momento, solo porque loconsideraba un ordinario y desubicado,no le import la risa de ese hombre concicatriz sexy debajo del ojito izquierdo.

    Fue a cerrar la puerta de su viejacasa y se dirigi a su coche, el cualestaba lleno de cosas ms pequeas yalgunas de las que ella consideraba devalor sentimental.

  • Betty se hizo un lugarcito y se senten el lugar del acompaante. Con unamaceta enorme entre sus piernas, y el"lazo de amor" que sobresala por todoslados.

    Por qu tens esa cara Vale?,pareciera como si estuvieras a punto dematar a alguien, tanto te afect lo que tedijo el grandote?

    Me molesta que la gente, si se lopuede denominar as, se tomeatribuciones fuera de lugar.

    Pero dejate de joder Valu! Si a

  • m, un morocho as, me llega a decir queme va a azotar el culo, sabes como mepongo en cuatro enseguida y le digo "spapito es todo tuyo"

    Sos una tarada! A vos porque tegustan as, guarros y mal hablados. Ami, no.

    A vos te hace falta uno as paraque te borre la arruga del ceo, que laverdad, mi querida amiga te avejenta.

    Basta! no quiero hablar ms deese tipo, ya demasiado voy a tener quesoportar su presencia un rato ms, todopor ahorrarme unos pesos. Tendra que

  • haber llamado a un profesional para quehiciera el trabajo y no a alguien comoste que lo hace de onda para cubrir a unamigo en apuros.

    Todo lo que digas y ms, puedeser que tengas razn, pero que est paraque te de una buena sacudida, no me lopods negar, y ni siquiera estoymencionando la sonrisota hermosa quetiene. Lo ests mirando mal, me parece.

    No me interesa, no tengo tiempopara boludear, necesito acomodarmerpido as logro ponerme al da con mi

  • trabajo. Tengo clientes que atender yestoy atrasadsima. Hay casas quenecesitan ser redecoradas y varias deellas tienen una fecha lmite, y laresponsable soy yo.

    OK. Pero no me digas que no te loadvert. ste tipo va a lograrlo

    Vale simplemente decidi ignorar elcomentario de su amiga y se dijo a smisma que slo lo mirara, un par deveces, tal vez sus amigas tenan razn yrealmente estaba potable.

    En otro auto la siguieron Vani yMiguel, y Juan, un vecino que haba

  • pasado por el lugar en pleno movimientoy haba decidido ayudar.

    Llegaron a destino, una casa confachada vieja pero por dentro bienmoderna. Pintada con colores pasteles ydecorada con cuadros y fotos.

    Esa vieja casona haba pertenecido ala abuela de Vale, y se la haba dejadocomo herencia. Al principio la ideamucho no la convenca pero a medidaque fue pasando el tiempo, y cuandocomenz la cuenta regresiva pararenovar o no el contrato de alquiler,

  • tom la decisin de instalarse en lacasona.

    Dos horas despus, estaban todos losamigos tirados en los sillones queacababan de acomodar y slo seescuchaba bajito la msica de una de lasestaciones de radio favoritas de laduea de casa. Mientras que Marianoterminaba de acomodar el camin paraentrar a cobrar por su trabajo y lograrrobarle alguna otra mirada ruborizada ala rubia de culo respingn.

    Betty y el hombretn de turno fueronlos primeros en marcharse, prometiendo

  • volver al da siguiente para ayudarla adesembalar. Vanina ceb un par demates ms y se fue de la mano deMiguel, caminando despacio.Hablndose al odo. Como dostortolitos.

    Juan, el ahora ex vecino, antes deretirarse, le dijo que si llegaba necesitaralgo ms, que no dudara en llamarlo, acualquier hora. l estara disponiblepara ella, textuales palabras. A lascuales ella respondi con un simple"gracias Juancho, siempre tan atento".

    Al ver que no iba a obtener nada ms

  • de ella esa tarde, el ex vecino se retir.Casi vencido, pero no del todo, yalograra atreverse a invitarla a cenar.

    Vale no entenda por qu Marianohaba corrido el camin al cordn deenfrente. As que luego de despedir alltimo ayudante, se acerc lentamentehacia l con la billetera en la mano, listapara pagarle.

    Gracias de nuevo por poderayudar en la mudanza con tan poco avisoprevio se escuch a s misma sonartoda diplomtica cuando en realidad loque quera era huir de ah, aunque una

  • fuerza magntica que ella desconoca laatraa hacia l. Decime cuanto te debopor las horas de trabajo y por la ayudade carga y descarga

    Mariano fue ms rpido sta vez y letom la mano, la que tena la billetera.Todo su cuerpo se tens y su entrepiernale cosquille de emocin al volver atocarla.

    Una cena, rubia tu compaa enuna cena, eso es lo que me debes y yoinvito, nada de pagar, esto fue gratis, lohice de onda porque Santiago es miamigo.

  • No, no quiero deberle nada anadie, te pido por favor que te dejes detonteras y me digas cuanto te debo, sinolo llamo a Santiago y le pregunto cuantome iba a cobrar l.

    No, mueca, nada de eso, me locobro en una cena, vos y yo. Y punto.Maana a la noche te paso a buscar. Alas ocho en punto; si no ests lista a esahora, entro por una de las ventanas y tecacheteo el culo que ganas me sobranle impuso el grandote con una vozsocarrona.

  • Sos un desubicado, no puedomaana a la noche, ni pasado, ni ningunanoche. Maana paso por lo de Santiagoy te dejo el dinero all. Gracias por tusservicios. Contest Vale hacindosela ofendida.

    Maana a las ocho estoy ac. Ypunto. Hasta entonces princesita.

    Dijo eso y cruz la calle, abri lapuerta de rejas negras de la casa quedaba directamente en frente a su nuevacasa y se perdi de su vista.

    Valeria se qued boquiabierta, no

  • poda creerlo, l viva all? Tena queser un chiste de muy mal gusto.

    Esa noche solo tena ganas de unabuena ducha lo suficientemente largacomo para limpiar y renovar energa,mirar un capitulo de su serie favorita ytratar de dormir, sin pensar en todas lascajas y bolsas que todava la esperabanen una habitacin para ser abiertas yacomodadas, por supuesto tampoco tenaenerga para pensar en esa cicatrizdebajo de ese ojo celeste detrs de esecabello descuidado, de ese hombre que

  • le quera azotar el culo.

    A la maana siguiente el despertadorson a las siete como de costumbre losdas lunes, debera presentarse en unacasa desconocida para hacer su trabajode decoradora de interiores. Valeriatena varios contactos en negociosinmobiliarios y eran los que hacan denexo entre los nuevos inquilinos y ella.

    Al llegar a la direccin que habaagendado, y ver la fachada del lugar,pens que solamente la fachada le iba allevar tiempo, aunque su trabajo fuerasolo interiores la mayora de las veces,

  • los dueos de las casas tambin lepedan que hiciera algo con los frentescomo para que combinara con todo elespacio.

    Nadie contest al timbre de lapuerta, por lo cual decidi esperar.Esper cinco minutos y volvi a tocartimbre, en el momento en que ella estabaa punto de retirarse del lugar, yacaminando en direccin a su auto, unauto negro de alta gama con vidriospolarizados estacion en la puerta dellugar, ella sigui caminando endireccin a su auto; la ponan muy

  • nerviosa las llegadas tarde de susclientes; as que solo esperara que lavolvieran a citar, estaba anotando en suagenda la fecha y la hora en la que sehaba presentado al lugar y la ausenciadel cliente, cuando escuch que alguienla llamaba por ese sobrenombre quetanto le haba molestado o tal vezmovilizado los nervios un tiempo nomuy lejano.

    Mueca? Vos sos ladecoradora?

    Cuando se gir para verlo, era l, elatrevido que quera darle chirlos en el

  • culo, bajando de ese precioso auto.Vestido de elegante sport, y con elcabello seductoramente ordenado.

    Sus ojos no podan creer lo que vea,lo vio hermoso, pero trato de disimularsu sonrisa.

    Me ests confundiendo conalguien, me parece. Yo no soy unamueca, soy Valeria Tarziano,decoradora de interiores.

    Mueca debo confesarte que alver ese culito movindose, te reconocenseguida. Te ayud a hacer la mudanza

  • ayer, no saba que eras vos la que iba adecorar el nuevo hogar de mis padresque hermosa noticia!

    Ya te dije que tengo nombre, simal no recuerdo, Mariano es el tuyoverdad?

    S, mu Valeria, que gustovolver a verte, ya me volvieron a picarlas manos el grandote junt lasmanos en forma de plegaria y se lasfrot.

    Sos un ordinario nene, si creesque te voy a dejar, ests muyequivocado.

  • sta noche a las ocho muequita.Espero que ests lista. Y perdn por latardanza de hoy, podemos pasar a lapropiedad para que le des un vistazo asya podes comenzar con tu trabajo. Herecibido muchas y buenasrecomendaciones de tu nombre, veremosque podes hacer, y si realmente sos tanbuena como dicen.

    Esperemos que supere tusexpectativas. Pasemos

    l la dej pasar primero y cuandoestuvo a una distancia lo suficientemente

  • prudencial, le azot el culo, tal y comose lo haba prometido, Mariano no erahombre de promesas rotas.

    Ella se gir y le dio un cachetazo queel no esquiv, al contrario, disfrut deese contacto, y se burl de ella dndoleotro chirlo, uno ms suave de esos quehasta eran cariosos, ella volvi alevantarle la mano para darle otracachetada, pero l se le ataj, la acerchacia l con un movimiento rpido, laarrincon contra la pared y le estampun beso, al que ella no pudo ms quedevolver.

  • Ese hombre tena el poder dedescolocarla y hacerle hervir la sangre.Luego de ese beso, l la soltlentamente, se dio vuelta y se fue,dejndola sola, toda acalorada ytotalmente fuera de s.

    Esa misma noche, a las ocho enpunto, Valeria, vestida para matar,estaba lista para esperar a Marianoquien puntualmente llam a su puerta.

    El resto, queda a la imaginacin decada lector, pero podra decirse que aVale le encantaban los chirlos cariososde Mariano, y a l, el carcter enojn de

  • ella.

    *FIN*

  • Susana era la empleada de su maridodesde haca ms de cinco aos, s, ascomo lo digo era la "empleada" de la

  • verdulera que el marido, "el Tito" habapuesto haca ya unos cuantos aos atrs,y como "el Tito" era encargado de hacerotros "negocios", haba decidido, comomacho alfa que se senta; que su mujer,la madre de sus cuatro hijos, estuviera acargo, no solamente de atender la casa,cocinar, criar a sus hijos; sino tambinde trabajar en el negocio familiar, comolo llamaba l, durante todo el da,teniendo un tiempito libre a la siesta.

    "Libre" era una forma de decir.

    Todas las maanas, Susana tena latarea de levantarse antes de las seis para

  • despertar a todos sus nios en edadescolar; eso inclua desayuno, cambiosde ropas, chequear mochilas, salidasapuradas y trastabilladas hacia la cuadradonde se encontraba el jardn dondeiban los ms pequeos y la escueladonde iban los dems nios.

    Ya lo haca como una autmata, eratodo tan rutinario que muchas vecessala con un zapato de cada color y ni sedaba cuenta hasta que alguno de sushijitos le deca con una sonrisita pcaraen los labios:

    Mami que linda estas hoy con esos

  • dos colores en los pies

    Volva corriendo a levantar lapersiana del negocio y a sacar loscajones de manzanas, bananas y demsverduras, las que ms lindas se vieranpara atraer a ms clientes.

    La maana en la verdulera "El Tito"comenzaba antes de las ocho y cerrabadespus de las doce del medioda. Unavecina se haba ofrecido para ir a buscara sus hijos cuando salieran de clase, asella podra cerrar tranquila, y correr aprepararles la comida, que generalmenteera lo que quedaba de la noche anterior,

  • y algn que otro men dependiendo delos gustos de cada nio.

    Luego del almuerzo los dejaba quejugaran media hora y los mandaba adormir la siesta; como los ms grandescolaboraban bastante con ella, hacandormir a los ms chiquitos.

    Eran esos momentos, escasos perovaloradsimos, en los que reinaba la pazen su hogar, buscaba en el dial, su radiode msica favorita que la hacanrecordar viejos tiempos y soardespierta.

  • Era hija de trabajadores humildes ydecentes. Sus padres se haban opuestorotundamente a la relacin con Alberto,alias el Tito; ellos haban visto algo queella no, porque ella lo amaba, o esocrea. Su padre le haba dicho algunavez que ese hombre la iba a hacer sufrir,y ella, se neg a seguir escuchando.

    As fue como una tarde, arm unbolso, llenndolo con sus pocaspertenencias y alguna que otra de valor,como un prendedor de oro que una desus tas le haba dejado a modo deherencia, el cual a los pocos das de

  • convivencia con el joven Albertodesapareci sin dejar rastro. El joven,en esa poca todava con todo el cabelloen su cabeza y con un cuerpo demuchacho de rias callejeras, aleg quejams lo haba visto.

    Vivieron juntos en una habitacinque un amigo, de un amigo de l, lehaba conseguido hasta que lograronjuntar un dinero y comenzar a construirsu hogar en un espacio donado por algnotro conocido.

    Los primeros meses para Susanahaban sido como un cuento de hadas, su

  • hombre desapareca durante el da yvolva a la noche con regalos ysorpresas y con juegos amatorios queella jams se hubiera imaginado.

    Hasta que un da ella quedembarazada. Eran Mellizos. Atrs queduna pequea ilusin de retomar laUniversidad.

    As pasaban sus das, todos los daslo mismo, el Tito, su marido volva soloa la noche, a cenar, a imponer orden y adiscutir con ella por el poco dinero quehaba hecho de ganancia.

  • Siguieron tratando de recomponer lafamilia, y luego de muchas idas y vueltasllegaron dos nios ms. Otra parejita.

    Da tras da, Susana repeta la mismatediosa y terrible rutina que la agobiaba,recordaba las palabras de su padre y lamirada triste de su madre al tomar ladecisin de dejar esa vida de sencillascomodidades, mimos y matescompartidos atrs.

    Antes de conocer a Tito, tenapensado estudiar arte, Historia del Arteen la Universidad, era muy buena consus manos y una excelente artesana. Pero

  • eso qued relegado en la historia al sermadre por primera vez. Alguna vez queella le habra planteado a su compaeroque le gustara estudiar, l le decasiempre lo mismo, que eso era paramujeres locas que queran abandonar sushogares y que no confiaban en susparejas y por eso tenan que escapar;todo eso, sin tocar el tema de lo "malasmadres" que eran aquellas que querantener una vida Universitaria fuera de lafamilia.

    Lo de escaparse por un rato, s, claroque ella lo admita, pero lo de ser mala

  • madre, no se lo crea, aunque no legustara que la gente pensara eso de ella.

    Vea cmo otras mujeres tambintrabajaban pero no eran esclavas de susmaridos.

    Amaba a sus hijos y siempre lesdaba todo lo que ellos necesitaban opedan.

    Alberto, ya entrado en aos, un dale dijo que se ira de gira con su bandade msica, haba decidido que l era unexcelente percusionista; o eso le habanhecho creer sus amigos tan atorrantes

  • como l.

    La banda era de Cumbia, la giradurara al menos un mes, y recorreranlas ciudades aledaas. Ella le preguntpor qu deba irse de la casa, y dejarla acargo de todo, l, hacindose eldesinteresado, no quiso hacerse cargode una respuesta que no quera discutir,le dijo simplemente que los"muchachos" as lo haban decidido.

    Lo vieron partir un viernes, se llevbesos y hojitas de dibujos hechas porsus hijos y algo de los ahorros quetenan en comn con Susana. Los que

  • estaban dentro de un frasquito demermelada, en un estante del placard,entre la ropa de ella.

    Se fue con la promesa de llamarlatodos los das para contarle como leestaba yendo y para enviarle algn queotro mensaje para avisarle por qu canalsera transmitido en vivo cada show.

    Un adis, unas cuantas promesas, yun "portate bien nena" fue todo lo queella recibi de l antes de que semarchara en su auto.

    Claro, l tena auto, ella tena que

  • andar en bicicleta. Si deba llevar aalguno de los nios al doctor, tena quepedirle favores a los vecinos para que lecuidaran al menos dos de los hijos,porque ms de dos nios no podacargar en su bicicleta.

    Estaba agotada. Y no era feliz. Enabsoluto. Haba dejado de sentirsemujer haca mucho tiempo y no sabacmo iba a lograr volver a ser aquellaSusana artesana, de hermoso cuerpo yprecioso cabello castao claro.

    Los primeros das de ausencia de

  • Alberto, ese hombre de pronunciadapanza y al que ahora le faltaban algunosdientes, fueron algo raros para Susana;se dio cuenta de que no lo extraaba.Tena emociones encontradas, porquerecordaba todo lo que haba dejado paraestar con l, todo lo que ella habasacrificado para convivir con l, paracriar a los hermosos hijos que Dios lehaba dado y haba perdido a su familia,al menos eso crea ella, en realidad, loshaba abandonado, entonces no se sentacomo una mala madre; sino como unamala hija. Eso logr pensar una de las

  • primeras noches en la que se encontrabasola con sus hijos a la hora de la cena.Uno de los mayores pregunt:

    Mami, donde viven losabuelitos? Tenemos abuelitos?

    Claro hijito que tienen abuelitos,yo tengo mam y pap, ellos son susabuelitos.

    Por qu no los vemos nunca?

    Ella no supo que responder, esapregunta haba demorado demasiado enser formulada por uno de sus hijos, se laesperaba, s que la esperaba, pero no

  • estaba preparada para contestar.

    Esa noche los durmi a todos, seasegur que estuvieran todos dormidos.Se prepar el equipo de mate y se senten la terraza a tomar mates y a llorar,desconsoladamente, llor y llor hastaque se prometi a s misma que volveraa verlos, los buscara y les pediraperdn por abandonarlos, ira con suscuatro angelitos para que se conozcan.Se fue a dormir con el corazn tranquilo,comenzara a reconstruir su vida desdeah.

    Al otro da se despert sintindose

  • como nueva, llena de energa. Busc dosbolsos grandes, los llen de ropa, secolg su morral con su billetera dentro ypuso un cartel en la persiana de laverdulera que se lea "Volver".

    Haca dos das que no reciba nisiquiera un mensaje de "el Tito", esotambin la impuls a tomar la decisinde ir en busca de sus padres.

    Dos nios de cada mano, esperaronen la parada de colectivo de la esquinade la casa, y viajaron un poco ms demedia hora hasta llegar al barrio que lahaba visto crecer, en el cual haban

  • quedado familia, amistades y algn queotro pretendiente, pero ella, parapretendientes, no estaba, no era elmomento, jams lo sera.

    Los nios en sorprendente silenciosolo la seguan y los mayorescolaboraban, como siempre con los mschiquitos en los momentos de cruzar lascalles o para responder algunaspreguntas inocentes.

    Llegaron a un portn de colorblanco, Susana le pidi a uno de losmayores que tocara el timbre.

  • Todo sucedi demasiado rpido parapoder memorizarlo, pero en algn lugarde todo su ser, su corazn volvi a latira un pulso acelerado y contento.

    Sus padres salieron a la puerta alprimer timbrazo y corrieron, en unaforma de decir, se apuraron a abrazar asu hija y a sus nietos, no crean lo quevean, no les alcanzaban los avejentadosbrazos para abarcar a esas cincopersonas a las cuales haban esperadodurante tanto tiempo. Los mayoreslloraban y los nios copiaban el llanto.Se abrazaron en ronda y as entre

  • tropezones y palabras de amor, fueroninvitados a pasar a la casa.

    Don Juan, el abuelo puso la pava acalentar, y Mara, los invit a sentarseen el comedor, les sirvi leche concacao a todos los nios y les llev losbolsos a la habitacin que haba sido desu madre.

    Susana dej caer una lgrima cuandosu padre le ceb un mate con cascaritasde naranja, como a ella le gustabancuando viva con ellos, pero lo que lahizo emocionar no fue la cascarita denaranja sino el mate, su pap, con manos

  • ms arrugadas ahora, le estabaalcanzando el mate que ella les habacomprado en su viaje de egresados desecundaria. Tena el nombre de ellosdentro de un corazn "Juan y Mara" enun lado del mismo, y del otro lado selea "Susy". Recordaba el momentoexacto en que haba hecho tallar esosnombres en ese mate. Y lo agradecidosque ellos lo haban recibido.

    Disfrut de ese mate como haciaaos que no disfrutaba de uno, los mira los ojos a los dos, y les dijo casiagachando su cabeza:

  • Perdn viejitos, por abandonarlostodo ste tiempo.

    La madre le sostuvo las manos entrelas suyas y le respondi con una vozsuave y enternecida:

    Nada que perdonar hija, es la leyde la vida, cada uno toma las decisionesque considera necesarias o importantes.Siempre hay tiempo para volver aempezar. El amor que sentimos por vos,nunca cambi, siempre se mantuvointacto, incluso creci mucho mscuando nos enteramos por casualidadque tenamos cuatro nietos al escuchar a

  • una vecina hablar de vos y de lotrabajadora que eras mientras tu marido,desapareca con su banda de cumbia.

    Perdn viejos, los extra tanto,me han hecho tanta falta todos estosaos, qu ciega he sido! volvi allorar Susana sta vez en los brazos desu madre.

    Su pap, Don Juan, no sala de suasombro, solo miraba a esos cuatroangelitos que observaban la situacin,mientras mojaban las vainillas dentro delas tazas con cacao.

  • Eran dos nias y dos varones, losmayores eran Juana y Mariano. Losmenores eran Ana y Mateo. Todos,excepto uno de ellos, tenan los ojosclaros de su madre, el que no, los tenianegros, ese era el mayor de losvaroncitos, pero ese color negro en susojos resaltaba aun ms por el colorcastao claro, casi rubio de su cabello.

    Eran preciosos y demostraban serbien educados. Don Juan no poda dejarde observarlos, se senta muybendecido. En un momento tom lapalabra:

  • Hija ma, lecciones nos da la vida,as como tambin bendiciones. Si hastenido que pasar por todo lo que tuslgrimas demuestran que has tenido quepasar, y todo eso ayud a que hoy estsaqu con nosotros, bienvenidas sean laslgrimas y las experiencias de vida. Teamamos hija, con el alma. Y despus detodos estos aos en los cuales perdimoscontacto, hemos tenido tiempo de darnoscuenta de algo muy importante, de algoque nunca logramos decirte porquenosotros tambin cometimos errores,estuvimos muy enojados con vos y con

  • ese chanta de tu marido, quien te llevlejos de nosotros, no nos habamos dadocuenta que vos estabas eligiendo. Hizo una pausa, para tomar aire ycontino. Siempre pods contar connosotros, queremos que sepas eso,somos incondicionales, y no queremosque te olvides de eso jams

    Susana se deshizo del agarre de sumadre y se levant para ir a abrazar a supadre.

    Perdn pap! Tenas razn. Elpadre de mis hijos es un desalmado.

    Ahora eso no importa hija, lo que

  • realmente importa es que te hayas dadocuenta.

    Continuaron charlando, madre e hijamientras el abuelo feliz les mostraba asus cuatro nietos el parque que tenandetrs de la propiedad, y les contabasobre las especies de pajaritos que losvisitaban todas las maanas.

    Mientras organizaban el almuerzo, eltelfono de Susana son, en el visor selea "numero desconocido", ella atendiigual pensando que era Tito llamndola

  • desde algn telfono de alguien.

    No era Tito.

    Hola

    Hola, vos sos Susana? Necesitohablar con Tito reclam una voz demujer.

    ste no es el nmero de Tito,quin sos y para qu lo necesits? Lepuedo dejar dicho algo?

    Ya s reina que no es el nmerode l, l no me atiende. Soy Lul. Y, s ,ya que me preguntas s me podshacer el favor de darle ste mensaje

  • "Positivo".

    Ni gracias ni nada, as termin lacomunicacin la tal "Lul".

    Susana se qued con el aparatomvil en la mano sin poder creer lo quele acababa de suceder y se cuestionaba"positivo" Qu cosa? Sida?Embarazo? Alguna otra enfermedad?

    Deba llamarlo y preguntarle de quese trataba eso de "positivo" relacionadocon "Lul"

  • Marc su nmero y en cuantoescuch su voz, supo que algo habacambiado en su interior, y a eso lesumaba el llamado de "Lul" y sumensaje.

    Hola mamita cmo ests, queconts?

    Hola Alberto, necesito pasarte unmensaje que recib de una amiga tuya,una tal Lul.

    No conozco a ninguna Lulmamita linda, no s a que te refers.

    "Positivo" Alberto, ese es el

  • mensaje. Ahora te voy a tener que dejar,estoy bastante ocupada con nuestroshijos. Adis.

    Respir profundo y volvi alcomedor a ayudar a su madre, con elalmuerzo. Le cont que tena pensadovolver a la Universidad o tal vezanotarse en alguna Academia de Arte,era lo que ella amaba y tena hacamuchsimo tiempo en modo pausa.

    La madre le dijo que ella se ofrecaa cuidar de sus nietos para que ellaestudiara, pero que no quera tenerproblemas con el loco de Alberto.

  • Nunca le haba gustado ese tipo y menosahora que la observaba a su hija tantriste y la vea tan abandonada comomujer.

    Le pidi a su hija que por favor sequedaran con ellos una semana y as lohicieron.

    Durante esa semana, su madre seocup de cuidar a los nios y la envo aella a un spa, donde la dejaron casicomo nueva, su cabello haba recobradoforma, sus uas hermosamente pulidas y

  • su piel volvi a su color natural. Deba bajar unos kilos que tena de ms parasentirse ms bella todava, pero ascomo estaba se volvi a sentir mujer.

    Cuando volvi a la casa de lospadres, se encontr con algo que no legust en absoluto. En la puerta de lacasa estaba aparcado el auto de Alberto.

    Ella se senta fuerte, tena a sufamilia de su lado y no se dejara volvera manipular por ese hombre.

    Cuando l la vio entrar, primeropens en decirle algo as como "estsms hermosa que nunca mamita" pero

  • como su carcter era celoso y posesivo,no pudo con su mal genio y le gritdelante de todos.

    De dnde vens puta?

    Susana, con toda su paciencia dejsu bolso sobre una silla que tena cercay se acerc a l, le dio un cachetazo conmano abierta. Y le contest altivamente:

    Puta ser Lul! Yo soy la madrede tus hijos. Es la ltima vez que mellamas as!

    Pero de donde vens? Qu tepenss que sos ahora que por qu

  • vens toda producida y bonita no dejasde ser lo que sos? Una ramerafrustrada?

    Susana que lo observaba, se volvi aacercar a l, y envalentonada le dio otrocachetazo, con la otra mano y del otrolado, solo para emparejar. Y continu:

    Ramera, Lul, que vino a molestara mis padres, buscndote a vos, pedazode hijo de puta, que teniendo cuatrohijos, dejaste embarazada a una pendeja,le preguntaste acaso la edad que tiene?Te comento, tuviste suerte, por queacaba de cumplir la mayora de edad

  • sino, querido mo en ste momentoestaras preso.

    El Tito, se acerc a ella y comenz allorar, pidindole disculpas, jurndoleque no saba como haba sucedido lo deLul y prometindole amor eterno.

    Susana, no le crey una palabra.Todo haba cambiado.

    Cuatro aos despus

    Aeropuerto Internacional MinistroPistarini, Ezeiza Buenos Aires.

  • Susana volva de su tan aoradoviaje a Europa. Y sus padres con sushijos la estaban esperando paraabrazarla y mimarla.

    Luego del episodio con el Tito en lacasa de sus padres, ella decidi volvera su casa, la que estaba arriba de laverdulera, y contino trabajandoarduamente vendiendo frutas y verdurascon un solo fin, ahorrar para su viaje.

    Como su madre le haba prometido,se encarg de cuidarle a sus hijos tresveces por semana durante ms de tresaos as ella poda estudiar. Y sentirse

  • de verdad una persona completa.

    Con Alberto mantenan una relacinde "negocios" nada ms, a l le convenatenerla trabajando all, mientras l seiba de gira y ella necesitaba del dineroque la verdulera le dejaba para poderviajar.

    Susana no dejaba que l la tocara, yun da l dej de insistir, asdesapareca ms tiempo sin ni siquieraavisar donde estaba, a ella le dola, perono por ella, sino por sus hijos, que lo

  • esperaban a su padre para cenar o jugaro para algn que otro acto escolar, perol nunca estaba presente.

    El da que parti con destino aRoma, al lado de ella se sent unhombre de porte conocido perodesconocido a la vez. Ella, si bien sehaba vuelto a sentir una mujer segura des misma, no se animaba a mirarlo. Lacuriosidad la estaba matando hasta quesinti que el hombre se aclar lagarganta.

    Hola Susy me parece que vosno te acords de m le estrech la

  • mano y a ambos se les puso la piel degallina.

    Hola dijo Susana tmidamentemientras esconda su mano en unbolsillo de su chaqueta. Todava lepicaba el chispazo que haba sentido altocarlo. Tens razn, no s quien sos,pero algo dentro de m te reconoce

    Soy Nacho, bueno Ignacio ahoray le sonro.

    Esa sonrisa hizo que ella volara y sesonrojara a ms no poder. Claro que loreconoca, haba sido su primer

  • noviecito, de secundaria, el primer beso,el primer contacto con un hombre, yestaba sentado a su lado. No lo podacreer.

    Nacho! Qu alegra volver averte! Hacia donde vas?

    Hola preciosa Susi! Qu buenoque me recuerdes! Voy con destino aRoma, primera parada. Soy el gua deturismo asignado por una agencia deviajes para pasear a un grupo de artistasArgentinos que van a hacer un par devisitas a algunas presentaciones enalgunos puntos de reunin de pintores y

  • escultores. En realidad estoyreemplazando a mi compaero, quienacaba de ser padre, sino esto a m no metocaba.

    Continuaron charlando y se dieroncuenta que l estaba asignado a hacer degua de ella y de sus compaeros deviaje durante toda la estada por Europa.

    Una noche mientras todo el grupocenaba en un bar, de un conocido deIgnacio. Susana se sinti un pocomareada, se quiso levantar de la silla

  • donde estaba sentada, trastabill y secay, con todo su cuerpo sobre su manoizquierda. Y del susto, se desmay.

    Cuando volvi en s, ya no seencontraba en el bar, sino en suhabitacin del hotel en donde les tocabahospedarse por tres das ms, antes departir nuevamente hacia Buenos Aires.

    No estaba sola, a su lado estabaNacho, el hombre que durante esos dasla haba acompaado, la habaescuchado y abrazado como ellanecesitaba de un hombre, abrazosprotectores.

  • Hola hermosa, ya ests de vuelta,que alegra ver esos hermosos ojostuyos otra vez.

    Susana se sonroj y estaba a puntode responderle cuando sinti un dolorpunzante en su mano izquierda, abri losojos asustada y vio una venda enormeque le llegaba hasta el codo.

    No te asustes, solo te doblaste lamueca, no hubo necesidad de intervenirde ninguna manera, ni siquieraconsideraron que debas llevar un yeso.As que se ve peor de lo que realmentees. Tu encanto sigue deslumbrando, con

  • o sin venda.

    Susana no crea lo que estabaescuchando, era la primera vez enmuchsimos aos que senta escalofrosen todo su cuerpo sin ser tocada. Esehombre la estaba volviendo loca. Noquera perder la cabeza pero realmentele gustaba.

    Gracias Nacho por cuidar de m,s que es tu obligacin como nuestrogua, pero de verdad te agradezco.

    No es mi obligacin, lo hice

  • porque quise, le ped a la enfermera queestaba cuidndote que por favor medejara cuidarte. Lo hizo a regaadientesy me dijo que le avisara en cuantodespertaras.

    Entonces avisale, as se quedatranquila.

    Le voy a avisar dijo Ignacio conuna voz mas ronca que de costumbre Pero primero voy a hacer algo que tengoganas de hacer desde que te volv a ver,sentada a mi lado en el avin, no tengoidea de cmo logr contenerme todo stetiempo acerc su cara a la de ella,

  • le dio un beso casto en la sien y luegosigui bajando con suaves besos hastaque qued a un centmetro de su boca, lamir a los ojos y ella se mordi el labioinferior, sin creer lo que le estabasucediendo. Me volvs loco lesusurr y la bes, apasionadamente, sincontenerse, le devor la boca para luegoentrar en ella con su lengua hambrienta.

    Ella solo le devolvi el beso con lamisma pasin que l, tratando decontener sus gemidos, sin embargo se leescaparon varios y a l tambin.

    Sus labios se apartaron lentamente y

  • sus miradas se encontraron, sus ojosestaban llenos de promesas.

    Los interrumpo? se escuchuna voz con acento Italiano.

    No, enfermera, se acaba dedespertar, le estaba diciendo lo que lehaba sucedido minti Nachosonrojado por la situacin, un hombrecomo l, fuera de sus cabales por unamujer. Quin lo hubiese imaginado?

    Buenos Aires, una semana despusdel arribo

  • Susana lleg a Buenos Aires, sedespidi de Nacho con la promesa devolver a verse luego que ella ordenarasu hogar, y l le prometi que laesperara. El tiempo que fueranecesario.

    Dos das despus de haber llegado,se mud a la casa que los padres lehaban comprado, gracias a la venta deunos terrenos que les haban dejado unosamigos, una casa pequea pero algopara ellos cinco. Para que tuvieran paz ypara que ella se alejara de esa

  • verdulera.

    De Tito, no se supo nada ms, cadatanto apareca para pedir perdn y hastaalguna que otra vez se haba atrevido apedirles plata a los padres de Susana,ellos, lo amenazaban con llamar a lapolica y todo se calmaba.

    Al quinto da de estar instalada en sunuevo hogar, su celular comenz asonar, y en el visor vio un nombre y sucara se ilumin.

    Hola hermosa, te invito a cenar,aceptas?

  • Hola Nacho. Si acepto encantada.Mis hijos estn en lo de los abuelos.

    Genial entonces, a las ocho tepaso a buscar.

    Y as cenaron esa noche, y la nochesiguiente, y todas las dems noches delresto de sus vidas.

    *FIN*

  • Me encuentro a m misma mirndomeal espejo. Veo mi reflejo, y dirijo mivista hacia mi cara, una lgrima hace su

  • recorrido desde mi ojo derecho, hasta lacomisura de mis labios, la saboreomientras me observo como en cmaralenta.

    Estoy anonadada, sin palabras, felizy asustada. Mi corazn late a mil porhora, es increble, que gran noticia.

    Tengo en la mano el test: Dos lneasrojas. Lo miro una y otra vez, no s sirerme a carcajadas o llorar a mares,tengo miedo de saltar de la alegra ylastimarme, lastimarlo, o tal vez,lastimarla. Ser nia? Ser varn?Ser uno? Sern dos?

  • Cuanta ansiedad. Y estoy sola enste preciso momento. Ivn, el padre,est enojado conmigo, y lo peor de todoes, que est de viaje.

    Julianna Guzman es m nombre, soyProfesora de Literatura Inglesa en unInstituto de nombre reconocido en elPas.

    He sido criada en cajita de cristal,junto a mis dos hermanas menores, Abigail y Elena. Pero he roto el molde,he cortado los lazos con mi familia y me

  • he rebelado al punto mximo, o tal vezal que yo crea mximo. Existenrebeldes y rebeldes. Yo estoy de ntro delos medio rebeldes, pero siconsideramos que eructar delante de unfamiliar es tomado como una osada enla casa de mis padres, entonces yo notengo perdn de Dios.

    Me suelto el cabello, cae en cascadapesado hasta la mitad de mi espalda, elcolor natural del mismo me atrevera adescribirlo como bronce, pero en stemomento lo tengo teido de un colorrojo con algunas mechas negras.

  • Tiro la cabeza hacia atrs, balanceomi cuello desde un lado hacia el otro,acompaando con la respiracin paracalmar la ansiedad.

    Voy a ser madre. Que paso gigante!Qu noticia inesperada!

    Observo mi figura en el espejo unavez ms, estoy usando un trajecito, quees el uniforme del Instituto, es color grisperlado, pollera tubo, chaqueta con tresbotones al frente, camisa blanca,pashmina al cuello, tonos grisceos yrojos, zapatos taco medio color negro.Parezco una ratita de biblioteca, lo

  • nico que corta con ese look es elcabello, los lentes que uso y el aro de lanariz.

    Recuerdo que los dueos delrenombrado lugar donde ejerzo, hanintentado por todos los medios que mequitara el piercing de la nariz, pero nolo han logrado, soy una de las mejoresprofesionales que tienen, y cuentanconmigo al ciento por ciento, hecolaborado en todo emprendimiento. Elaro con brillante se queda.

  • Estoy embarazada! No s a quienllamar primero, tal vez a mi amigaPaulina, pero ella est de gira porEuropa con la banda, es la esposa delbaterista en la cual Ivn es cantante, talvez no pueda contenerse y se lo cuente,entonces descarto esa idea.

    No llamar a nadie, lo disfrutar ensilencio, al menos por unos das.

    Los chicos de la banda vuelven endos o tres das y ah podr hablar cara acara con Pauli, as me da ese abrazo quetanto necesito.

  • Sigo frente al espejo, no puedo dejarde mirarme, es maravilloso como de unda para otro, dejar de ser "MissJulianne" para ser "la mam de".

    Tengo que pensar en nombres, si esvarn, qu nombre combinara con elapellido de Ivn?, si l se quiere hacercargo, claro. Lo mismo si es nia, talvez si es nia, me gustara elegir algnnombre de reina. Ya lo debatir cuandomi mente se enfre, si es que eso algunavez sucede.

    Me miro los pies, ya los sientohinchados, no puede ser verdad, tiene

  • que ser mi cabeza, de todas maneras medescalzo. Corro hacia mi habitacinpara buscar ropa cmoda y vuelvo alespejo, que desde ste preciso instanteva a ser mi gran compaero de aventura.

    Adems de la ropa, agarro unalmohadn. Me saco la horrible yremilgada pollera tubo, y la chaqueta, yas hasta quedarme en ropa interior, mevuelvo a observar detenidamente, metoco la panza, ya estoy haciendo unduelo por tener que sacarme el piercingdel ombligo. Pero lo har mas adelante.

    Me pongo una camiseta de algodn

  • con una inscripcin al frente que dice"Fuck Off", una buena traduccin seria"Vete la Mierda"; pero como est eningls, no ofende a muchos, solo a losque conocen el idioma, y en una ciudaddonde el ingls se ensea como lenguaextranjera, no afecta realmente a muchagente, y menos si sigo frente a mi espejo.

    Los pantalones que decido ponermeson del mismo material que la camiseta,mi cuerpo se siente aliviado.

    Estoy a punto de sentarme en elalmohadn frente al espejo, cuando el

  • timbre de mi departamento me despiertade mi propio ensueo y de mis auto-mimos.

    Levanto el portero y escucho unosgritos de una voz conocida y ansiosa:

    Miss Julianneeeee estoy devuelta!! Abr yaaa!!

    Estoy tan sorprendida, es mi amigaPauli, toco el botn sin decir palabra yla dejo entrar.

    Adis a soar despierta. Estiro todomi cuerpo y me dirijo hacia la cocinapara poner la pava, y prepararle unos

  • ricos mates como le gustan a mi queridaamiga casi hermana Pauli, no sin antesesconder el test en uno de los cajones demi mesita de luz.

    Los mates para Paulina los preparogeneralmente yo, le agrego jengibre a layerba, porque as es como le gustan,picantitos y amargos.

    Pauli entra en mi casa como si fuerala suya, la veo llena de bolsas deregalos, las desparrama por el suelo delliving y corre a abrazarme.

    Te extra loca linda! me gritamientras me da un abrazo de esos que

  • estaba necesitando.

    Yo tambin Pauli, no sabescunto! se les adelant la vuelta? Qupas?

    Cierto que vos no sabes nada! Nolees las noticias, desde que teenemistaste con la prensa amarillistavivs en un frasco de mayonesa mecontesta mi amiga mientras se toma unmate.

    Ahora s me ests asustando lespas algo a alguno de los chicos? Porqu no me llamaste?

  • Porque quise venir en persona!!!En realidad se salvaron porque tuvieronun ngel que los estaba protegiendo,queda linda esa frase para vos que creesen todas esas cosas, para m tuvieron unculo terrible, muchsima suerte, solo unpar de huesitos rotos y raspones.

    Pero tonta! Contame bien quepas! Por favor! le digo casigritando, rozando un ataque de nervios.Son las hormonas, yo lo s, pero miamiga no lo sabe an, de solo pensarque el hombre de mi vida est pasandopor un mal momento y yo no estoy

  • acompandolo porque soy una nenacaprichosa de mierda, me vuelvo loca.

    Pero nena, qu te pasa?Tranquila! Vos crees que estaramosac tomando tus ricos mates si algograve les hubiera pasado? Relajate Juli!que estn bien me abraza mi amigaal verme tan desorbitada.

    Tens razn, soy una loca demierda, perdoname. Y contame con lujode detalles.

    Nos sentamos en el silln del living

  • de mi casa y mientras empiezo a abrirlos regalos que me trajo Pauli, entreperfumes, bolsos, algo de ropa, algunosadornitos, trato de escucharla atenta.

    Paulina es la tpica hija de ricos;rebelde y a pesar de su belleza siempreest con cara de perra mala, por dentro,es un sol, tiene un corazn de oro, yadems, no es bella, es bellsima, si nofuera por todos los vanos intentos deafearse ella misma todo el tiempo, serauna modelo famosa. Pero es todo locontrario, ella s es una ratita de

  • biblioteca y claro, novia de Patricio, elfamoso baterista de la banda de rock queest de moda en estos momentos.

    Comienza a relatarme que Ivn,Patricio, y dos chicos ms de la bandaiban en su auto por las calles de no squ ciudad europea, cuando se les cruzuna moto, y sin importar lo rpido quehubieran clavado los frenos, el motoristavol por el aire y el auto de ellos diovarios giros a modo de trompo y entren una confitera. Por suerte sin daar ams personas que ellos mismos y al

  • motorista que ya est fuera de peligro.En estos momentos estoy muy nerviosa yno puedo retener muchos detalles, solopienso en el padre de sta nueva vidaque comienza a crecer dentro de m y mepongo a llorar sin consuelo.

    Paulina se acerca y me abraza, meapretuja como si creyera que me puedejuntar, que puede sanar mi dolor.Lgrimas son derramadas sin permiso ysin pausa, ella llora conmigo, meconfiesa que ella tambin se asustmuchsimo, primero cuando vio el auto,en el estado en que haba quedado,

  • irreparable; y luego cuando los vio aellos cuatro, vendados y entablillados.

    As lloramos juntas por un buen rato,hasta que nos miramos en un momento ala cara y nos comenzamos a rer, por quelas dos parecemos payasitos, con elmaquillaje corrido, y la nariz coloradade tanto moquear.

    Veo a Pauli respirar hondo, me tomalas manos y me dice:

    Amiga, tengo que contarte algoque no te va a gustar

    Creo que me pongo plida y

  • comienzo a temblar, bajo la miradacomo pidindole que me cuente, queestoy lista para lo que sea.

    Escupilo Pau!

    Se trata de Ivn, l est enojadocon todo el mundo, con la vida, no sabsel humor que tuvo durante ste mes queestuvimos de gira, y nos volvimos porque l se neg a seguir con el contrato,quiso volverse y no dio motivos. Elmanager les dijo que suspendieran losdos conciertos que les quedaban peroque dieran un par de entrevistas y fuerancomo invitados a eventos sociales, pero

  • l se neg rotundamente, y vos, amigama, sabs que cuando al loco se le ponealgo en la cabeza, no hay quien logredisuadirlo.

    S, creo que lo s pero ques lo malo de lo que me ests contando?Si sabemos que l es as digoapenada y a la vez aturdida por saberque l no estuvo bien durante esa giratan deseada.

    Bueno, cuando le dije que venapara tu casa, le pregunt si quera venirconmigo a verte, y me dijo que l ya notena nada que ver en tu vida, me dijo

  • que vos lo habas echado de su vida elmismo da que te negaste a acompaarloa la gira, que solo te haba pedido que tetomaras de licencia una semana para ircon l y vos le dijiste que no eso hizoque se enojara tanto.

    Oh Pauli! y ahora que puedohacer? l no quiere saber nada de m yyo me arrepent tanto de no haberaceptado su invitacin, pero sabes loorgullosa y testaruda que soy yo

    Testarudos de mierda los dos, yoquedo en el medio, sufro con los dos, yno puedo entender que dos personas que

  • se amen tanto se maltraten de semejantemanera, cmo se les ocurre estarseparados? levanta el tono de voz miamiga y la desconozco, se la veindignada de verdad.

    Tengo algo que contarte perome tens que prometer que no le vas acontar nada a nadie hasta que yo tedeje le susurro mientras me levantopara ir a buscar el test de embarazo.

    Dnde vas tonta? Ven! No teescapes! Te prometo que no le cuentonada! Pero sons tan sospechosa que laverdad me atrapaste no s con lo que

  • me vas a salir ahora, ni con lo que mevas a sorprender, pero quiero que me locuentes ya! Qu hiciste? me gritasorprendida mientras sigue mis pasoshacia la habitacin y me observa sacaralgo de la mesita de luz.

    Cuando se lo muestro se calla derepente. Se sienta en mi cama, y se ponea llorar.

    Vas a ser mam!!! JulianaGuzman! Loca de mi vida! Amiga demi alma!!! Voy a ser ta! comienza ahacer un bailecito tpico que hacemos

  • las dos cada vez que algo nos llena defelicidad, hasta que de repente se frena as misma.

    Qu vas a hacer ahora?

    No lo s mi mano tiemblamientras sostengo el test. Hace unahora que me lo hice. Tena la esperanzade recuperarlo. Ahora s que no tengoninguna chance

    Ay amiga ma! Qu vamos ahacer? Le vas a tener que contar, Ivn seva a volver ms loco de amor por vos sise entera que ests esperando un bebsuyo, fruto del amor que se profesan

  • Callate loca! No me quiere msen su vida, no s que voy a hacer, y vosno podes hacer nada, me prometiste queno ibas a decir nada. Confo en tupalabra.

    Claro amiga ma, me voy a morderla lengua, no s como voy a hacer paraguardarme semejante noticia. Ahoracontame algo por favor decime qusents? cmo te sents? qu se siente?

    Estoy en shock, casi no puedocreerlo, no tengo sntomas, tal vez elnico sntoma que se podra asociar con

  • el embarazo es el cansancio que sentestos ltimos das, tengo ganas dedormir mucho, pero la verdad que laansiedad no me dejaba descansar, ahoraque lo s. El dolor por haber perdido alhombre de mi vida no me va a dejarsentir el alivio que necesitaba, parapoder disfrutar de ste embarazo.

    Nos volvemos a abrazar ycompartimos lgrimas, es mi gran amiga,es mi gran apoyo y el nico en stemomento.

    Me niego a creer que l me hayadejado por semejante estupidez. No

  • puede ser verdad.

    Pauli se levanta, se va hacia lacocina y pone la pava, s que me va amimar, preparndome los mates como am me gustan, con hierbas, en ste casolo necesitar con tilo, melissa yvaleriana, para serenarme.

    Ella sabe donde est cada cosa en micocina, se mueve libre por all, mientrasyo me acurruco en uno de los sillonesque tengo cerca de la pequea chimenea.

    Esa noche mi amiga se queda

  • conmigo, me prepara una rica comida,receta no s de quien, lo que s, es queest sper sabroso y devoro todo comosi fuera la ltima cena que voy a probaren mucho tiempo.

    Miramos una de mis pelculasfavoritas, como en los viejos tiempos,solo nos falta el helado, pero tengoalgunos dulces que me trajo Pau deEuropa, que cumplen la misma funcin.

    Me despierto sobresaltada, tengonuseas, corro al bao resbalando conuna alfombra, al punto de terminar con

  • mi nariz en el suelo, tengo suerte y llegoal bao, donde termino vomitando todolo que haba cenado la noche anterior.El manjar devorado, ahora est en elinodoro, un asco total.

    Miro la hora en mi celular, lascuatro. Y veo un mensaje que mesorprende an ms que la hora:

    De: Amor Ivn

    Asunto: tenemos que hablar.

    Nada ms que eso, a secas, que feo!que doloroso! que cortante! que

  • patada en el corazn! En los doscorazones que ahora y por nueve mesestendr latiendo dentro de m. Meimagino ese corazoncito latiendo muchoms rpido que el mo y me vuelvo aponer a llorar, sta vez sin consuelo.

    La puerta del bao se abre y es miamiga, que se arrodilla frente a m, mesaca el celular de las manos y me miraanonadada.

    Yo no dije nada me dicecompungida.

    Te creo, nadie lo sabe, solo vos.Tal vez quiere dejarme personalmente.

  • Tengo tanto miedo! No quiero estarsola en este recorrido sigo llorandosin poder parar.

    No s que decirte solo s que lno estaba bien sin vos, es como unanimal enojado cuando no ests cerca.Le haces falta, de eso no tengo dudas.

    Decido no contestar el mensaje,porque tengo terror a lo que tenga paradecirme, no quiero enfrentarme a lomalo, no se me ocurre que pueda llegara ser algo positivo; prefiero hundirme en

  • mi propia angustia.

    Mi amiga me lleva al silln de nuevoy me prepara una infusin con hierbas,sta vez no ser un mate. Necesito algoms fuerte, que haga un efecto msefectivo.

    Nos volvemos a quedar dormidashasta que unos golpes en la puerta medespiertan.

    Sobresaltada, con la cara hinchadade tanto llorar, miro a mi amiga Pau queya est mirando por la mirilla de lapuerta para saber de quien se trata, sinembargo yo no tengo ninguna duda.

  • Es Ivn dice Paulinacorriendo a ponerse calzado. Yo losvoy a dejar solos, tienen mucho de quhablar.

    No, Pau! Por favor quedateconmigo! Lo que sea que tenga paradecirme, no quiero estar sola lesuplico.

    OK, haremos esto, si viene acometer la locura de abandonarte enpersona, me quedo si viene connimos de paz, de recuperarte y decharlar, me voy te parece?

  • S, gracias.

    Los golpes se hacen ms sonoros, ycon ms nfasis, me pongo algo arribadel pijama y me arreglo un poco elcabello, aunque si soy sincera, nadatiene arreglo, solo espero lo peor.

    Julianna Guzman! Abrime lapuerta o despierto a todos tus vecinos!S que ests ah adentro! escucho suhermosa voz, suena enojado, pero paramis odos es lo ms hermoso ymelodioso que haya escuchado algunavez.

  • Haca un mes que no lo escuchaba, yla ltima vez que lo haba escuchado,tambin estaba enojado.

    Calmate loco que ya voy! ledigo levantando la voz.

    Abrime ya! Deja de hacerterogar nena!

    Si vas a venir a hacerte elmandn, no te abro nada! le digomientras apoyo mi mejilla en la puerta ylo espo por la mirilla, es el hombre msprecioso sobre la faz de la tierra, lo amocon el alma.

  • Mi corazn se vuelve loco por l.

    Dale Ju abrime por favor medice en tono ms calmo.

    Miro a mi amiga quien me asiente ensilencio con una media sonrisa, entoncesabro la puerta.

    No puedo mirarlo a los ojos elcabello me cubre medio rostro. El pasade largo sin mirarme. Est inquieto,nervioso. La ve a Pauli.

    Pods dejarnos solos por favor?dice como conteniendo su tono devoz.

  • Pau lo mira y le hace frente sinproblema.

    Si prometes que vas a cuidar deella, me voy. De lo contrario, me quedo.

    A eso vine, a cuidar de elladice mientras se acerca y corre elcabello de mi cara para ponerlo detrsde mi oreja.

    Entonces los dejo solos esperoque puedan hablar como dos personasadultas que se aman sonre Pau,mientras se encamina hacia la puerta desalida, pero gira y se vuelve para decir,

  • mientras lo seala con el dedo Sdonde encontrarte, la tratas mal y temando a unos cuantos grandotes paraque te den una buena leccin me daun beso en la frente y se va, no sin antesdecirme que la llame cuando pueda.

    Chau Paulinita, anda a patotear aPatricio, a ver si le gusta. Le contestaIvn en tono medio juguetn.

    Entonces quedamos solos, me tomade la mano y me lleva al silln, me hacesentar y l se sienta en la alfombra sobreel suelo.

    Al fin me observa, sus grandes ojos

  • azules no se pierden detalle, s que estmirando la hinchazn de mis ojos,acompaados de ojeras, me mira lanariz colorada y luego desciende sumirada hacia mis labios, que tambinestn inflamados de tanto llanto.

    Qu nos sucedi Juli? Por questamos enojados? pregunta mientrasme da un beso en la nariz.

    Mi corazn sigue latiendo muyfuerte, pero mi ansiedad se va disipandoal sentirlo tan dulce cerca de m. S quemi otro corazoncito tambin se

  • tranquiliza.

    S que debera haberteacompaado, s que me habas dado eltiempo necesario como para pensarlo yorganizarlo todo, pero sabes como soyde responsable con mi trabajo ledigo mientras mis ojos siguenderramando lgrimas. No puedoentender de donde salen todava, contodo lo que he llorado.

    No importa eso ahora mi amor,cuando tuvimos el accidente en lo nicoque pens fue en volver a verte. No meimport nada ms. Necesitaba que

  • estuvieras conmigo, por eso decidcancelar todo y volver lo ms prontoposible, para decirte cuanto te amo ycuanto quiero estar con vos. Quiero quesepas que no me importa que no hayasvenido conmigo, porque aprend que seadonde sea que vaya, vos vas a estarsiempre. Te voy a llevar dentro de micorazn, ah es donde pertencs. stemes y medio ha sido un martirio sinsaber nada sobre vos, solo el dolor quesenta en mi pecho dice todo eso,casi sin aire en los pulmones, y yorompo a llorar sin guardar ningn

  • sonido.

    Lloro y lloro porque no puedocreerlo, l vino a decirme que me ama.

    No llores as por favor, sabes quesoy fuerte nena pero me voy a poner allorar yo tambin si segus llorando deesa manera.

    Trato de respirar hondo, y calmarme,mientras l me abraza, con esos brazosfuertes que amo, que me protegen y memiman.

    Pens que te haba perdido parasiempre y que venas a decirme adis en

  • persona.

    Me mira y me sonre, veo que unalgrima se le escapa de uno de sushermosos ojos, se acerca y me besa,lentamente, suave, como pidiendopermiso.

    No recuerdo cuanto tiempo estamosbesndonos, hasta que un dolor en elestmago se hace presente, tengo quecontarle, o no.

    S que si quiero seguir con l,deber ser honesta. En el momento queme pongo nerviosa, por lo que estoy apunto de contarle, siento nuseas y tengo

  • que correr al bao, solo sufro algunasarcadas y espasmos leves pero no puedoocultar los sonidos.

    Ivn entra corriendo al bao y me ve,abrazada al inodoro, me levanta elcabello y me da un beso en el cuellomientras me susurra.

    Ju qu te pasa? Ests enferma?

    S que es el momento de contarle,me encomiendo a todos los angelitos queme protejan y a sus angelitos para que llo tome bien.

    Debo contarte algo, no te asustes,

  • no estoy enferma le digo mientrasme incorporo y me lavo la cara.

    l me mira asustado. No tengo ideaque cree que puede estar pasando, peros que no se lo imagina.

    Quiero que sepas, que no importacual sea tu reaccin con respecto a loque te voy a contar, me encantara quefuera la que yo deseo, pero no lo s

    Dale! contame! Me estsasustando de verdad Qu pasa?

    Estoy embarazada.

  • Ivn sale del bao agarrndose el lacabeza, yo lo sigo sin emitir sonido. Sesienta en el silln y se pone a llorarcomo un nene. No s que hacer, no sque pensar, no s que pasa por su menteen ste momento. Y ahora la que seasusta soy yo, otra vez.

    Espero a que se le pase el ataque dellanto. Se levanta, se arrodilla frente am, y abrazndome la cintura me da unbeso en la panza. Escucho que se aclarala garganta para decirme:

    Mi amor, me acabas de hacer elhombre ms feliz del universo. Te das

  • cuenta que dentro de ste living hay trescorazones latiendo en este momento?Gracias mi vida por semejante noticia.Me abraza y apretuja contra sucuerpo.

    Respiro aliviada, todos mis miedosme abandonan y comienzo a rerme acarcajadas, lo abrazo fuerte y le grito:

    Bienvenido pap!

    *FIN*

  • Maldita gente adulta!

    Y mis padres dentro de ese grupo

  • llamado "adultos", gracias a esos dospersonajes que me han dado la vida, dospersonas que amo incondicionalmente yque me aman de la misma manera, hoyes un nuevo comienzo para m al menos.Para ellos, creo que tambin, no scuanto les durar sta vez, pero la queliga los rebotes soy yo. Siempre.

    Me llamo Giselle, gracias a unBallet del mismo nombre segn mecontaron mis progenitores, ellos adoranese nombre, as como todo el resto de lafamilia. En mi opinin, es nombre deprostituta. Nada que hacer. No lo

  • cambiar. Tendr que lidiar con esenombre por respeto a ellos, o al menoshasta que cambie de parecer, de todasmaneras todava no he cumplido mimayora de edad.

    Por suerte mis amigas me llamanGis, o Gise. Me gusta ms.

    Primer da del resto de mi vida

    Me despert antes de que sonara elmaldito despertador en forma que Kittyque me regalaron mis abuelos para stenuevo comienzo, pareciera que ellos no

  • se enteraron que no tengo mas cinco aos, ya estoy pronta a cumplirdieciocho y odio a Kitty, ni siquiera laodio por el mito de que fue creada poruna bruja, ni todo lo que se dice de lacreacin de esa gatita sin boca, ladetesto porque en ste preciso momentoest sonando y estoy a punto derevolearla contra la pared, pero porrespeto, otra vez esa estpida palabra,por respeto a mis abuelos, que tantoquiero no lo har, tal vez le pueda sacarlas pilas y dejarla de adorno para que lavean cuando me vienen a visitar. Lo har

  • luego.

    Me levanto despacio, estiro todo micuerpo, miro hacia la ventana que est ami derecha y ya entra un rayo de sol, meparo frente al rayito de sol para que meatraviese, es como si necesitara de esepequeo toque de energa para poderafrontar este nuevo da que comienza;una amiga me dijo as como al pasar:"es parte de la aventura de vivir", mecuestiono la definicin de la palabraaventura.

    Camino unos pasos y vuelvo a estirarmis brazos hacia arriba, bostezo sin

  • guardar el sonido, lo primero que hagoes mirar mi mvil para ver que mensajesnuevos tengo, y si no hay mensajes,enviar uno a mis amigas Vero y Ale, lastengo en un grupo de Whatsapp, as esmas fcil ponernos al da ya que no lasvoy a ver hasta el fin de semana quepienso escaparme a la casa de alguna deellas para la dosis de abrazos y matesnecesarios para poder sobrellevar todoeste lo que tengo, si es que sobrevivo ami primer semana en la nuevasecundaria, claro.

    No hay mensajes, decido enviar uno:

  • "Hola perritas lindas cmo estan?Duermen? Qu me pongo para el primerda de clases en donde voy a ser "lachica nueva"?"

    Mientras espero la contestacin dealguna de ellas, abro mi ropero y mirohacia arriba y hacia abajo, hay variasopciones, vestidos, jeans, camisas,remeritas, camisolas, ms abajo estnlos zapatos, todava desordenados,teniendo en cuenta que la mudanza fuesolo hace dos das.

    Entran dos mensajes:

  • Vero: "remera y jean nena asmatas!"

    Ale: "de acuerdo con Vero!"

    Mi contestacin es:

    "No quiero matar! Quiero ponermela capa de invisibilidad de HarryPotter!! Pero no la encontr!"

    Vero y Ale insisten: "Remera y jean,y mostr esas tetas hermosas que tens!"

    Vero: "contanos si ves algopotable!"

    Ale: "portate mal, y enva fotos,mucha merde!"

  • Yo: "ok, gracias chicas, las quiero!Remera y jeans son los ganadores. Bye!"

    Y as es como me visto, jeansdesgastados, tengo que pensar por unrato el color de remera para usar porquea pesar de que me encantan las blancas,esas marcan ms mis tetas, y todava nome he amigado con ellas, y menos parael primer da de clases en un lugarcompletamente desconocido para m,por lo tanto me decido por una remeraazul oscuro escote en V, no muyajustada, aunque para ser honesta no

  • disimula una mierda mis tetas. Graciasabuela! La mejor herencia, ya sabrcomo utilizarlas de forma efectiva.

    El calzado es lo mas fcil, ya queestoy vestida informalmente me pongounas botitas de tela con detalles de"animal print" gris y negro en las puntas.Me encantan.

    Mi cabello, otro tema para charlar enterapia, mucho, enrulado y con vidapropia. Si me hago un rodete, no sedisimulara mi gran trasero en forma demanzana. Si me lo dejo suelto corro elriesgo de parecer un len.

  • Me miro en el espejo, hagomorisquetas, me lo acomodo para unlado, para el otro, pruebo un peinado,pruebo otro, maldito pelodescontrolado de mierda que hacercontigo! Sigo haciendo morisquetas,pienso en ponerme un sombrero, queridiculez, la chica nueva y consombrero, no es una buena opcin, ladescarto totalmente.

    Entonces decido hacerle dostrencitas finas una de cada lado y unirlasdetrs de mi cabeza, as estoy prolija,sin pelos en la cara y mas o menos

  • presentable.

    Bajo a desayunar, y veo a mi queriday desordenada madre, intentando tenertodo organizado en la mesa para que sunica hijita, o sea, yo, pueda tener unadieta balanceada.

    Buen da hija! cmo te preparaspara ste gran nuevo comienzo? pregunta mi mam mientras se toma unmate.

    A mi hermosa madre los mates legustan con limn, pero no con unacascarita de limn en el mate, le ponejugo de limn al agua caliente dentro del

  • termo, y medio litro de endulzantediettico, segn ella, la peluquera ledijo que era muy sano y que eliminabano s que del organismo. Si eliminaragrasa al menos, los tomara con mscario, pero como son de mi madre, nole puedo decir que no los quiero, encierta manera, ya me he acostumbrado alcido del limn y al sabor metlico delendulzante. Horrible.

    Hola mam, te digo la verdad ote miento? le contesto mientrasmastico una tostada.

  • Siempre la verdad Giselle me contesta en tono serio.

    La verdad es que me sientoterriblemente ansiosa, enojada ydesconcertada, no es justo que yo tengaque cambiar de escuela en el ltimo aode secundaria.

    Ests preciosa, sabs que dondevas brills, y no vas a tener problemashija, confa en vos misma.

    Ok mam, como vos digas, sabsque lo que me digas en ste momento, nome va a entrar por ningn lado

  • contesto haciendo un revoleo de ojos.

    Bueno hijita, s que va a estartodo ms que bien. Tomate unos mates yte llevo.

    Me bajo del auto y camino abrazadaa mi cuerpo, cuando soy consciente deese mecanismo de defensa, me descruzolos brazos y enderezo mi cuerpo. Sigocaminando hacia la entrada del Instituto,tengo varios escalones que subir, y tengoque esquivar estudiantes, si se les puedellamar estudiantes a ese grupo de genterara con pelos pintados de diferentes

  • colores y ropas que pareciera queestuvieran listos para una fiesta dedisfraces. Ms que raros son ridculos.

    Entro al aula de clases que me tocadurante toda la maana y estoy sola,parece que la puntualidad en ste lugarno es un comn denominador, comotengo asientos para elegir elijo elprimero de la izquierda, al lado de laventana, con vis