Invasión de Pueblos 2015

Meditando el lema con el Papa Francisco (EG 273)

“Yo soy una misión en esta tierra”

273.La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político del alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo.

1ro. “Completando la frase”

“Yo soy una misión en esta tierra y PARA ESO estoy en este mundo”

Lo primero que hace Francisco es explicarnos que la MISION es una parte inseparable de mi existencia, no es “un adorno que me puedo quitar”, ni siquiera un tatuaje que, con láser, me pueden borrar –no sin dolor previo y posterior, claro-.

“Es algo que no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme”.

Apa, ¡exagerado el Papa! ¿Exagerado? Mmmm podemos decir que Francisco es un tanto zarpado para los modelos de cura u obispo o –más aún- de Papa a los que estamos acostumbrados. Pero…suele ser bien tranqui al hablar, no grita, no exagera…Te la tira así, “de una”.

¿Hace falta explicarlo a Francisco? ¿Bajarlo? No, super -clarito y al pie. Eso sí, te puede tirar la pelota al pie y vos revolearla a la tribuna… o fuera del estadio directamente…

Dios no crea “al pedo”. Y sí, TE creó a VOS. Nadie puede reemplazarte, sos único e irrepetible y TU MISION es SER VOS. Ah, sí, es complejo. Es más fácil hacer un cosplay de un superhéroe, un “cover” de un clásico o “tunearte”… Nop. Nop. Nop.

Mirá como le fue a Michael Jackson. Un genio, un talentoso, un dotado en la música, el baile, el canto…y –en su cuerpo- queriendo ser otro… ¿Para qué Michael? Querer ser otro, otra cosa… es camino de destrucción…

2do Mirando el verbo (“no sustantivo”, como dice Arjona).

Yo SOY una misión. No ESTOY o VOY “de” misión, como solemos decir en nuestras comunidades cristianas.

MISIÓN, dice el diccionario de la rae, “acción de enviar”, un enviado un PROYECTO.

Pero el proyecto tampoco es un sustantivo ni es algo “que voy a hacer” en el futuro mediato o inmediato, cercano o lejano.

Proyecto es ser lanzado hacia adelante, en permanente movimiento, en búsqueda, en actitud de peregrino… “Hay que seguir andando nomás”, cantan las comunidades populares que construyen la liberación entre los pobres.

Ser misión, ser proyecto –es una forma de vivir- es el modo de vivir como cristiano. No es un momento, un evento o una actividad por hermosa, motivadora y fundante que sea… es un borrador, unos sueños que voy dibujando, borrando, mejorando el trazo y haciendo distintos capítulos de mi novela de vida.

Sentirte, experimentar que hay un impulso interior que te envía no que te “manda” (porque entendemos mandar como un verbo autoritario), ni que te da “un encargo o mandado”: porque eso es pequeño, aunque sea algo lindo e importante. “Ir” a misionar no es “ser” misionero, aunque el misionero –sin dudas- va a misionar. Mmmm… ¿cómo es esto?

SOY todo el tiempo misión, enviado, lanzado hacia adelante como una bala, como un wapp que atraviesa las redes digitales y llega –como lo hace Jesús en los sacramentos- a cada uno con palabra y acción. Siendo signo y acto de amor para cada uno, con lo que el otro –no yo- necesita.

San Pablo era un tipo intenso, hoy diríamos “estresado”… no paraba, sentía la urgencia de anunciar a ese Jesús que se le había aparecido… (Hch9 desarrollar).

Ser misión, sí –seamos claros- es SER PARA LOS DEMÁS. Comprender y experimentar tu vida como don para dar.

3ro. Ser, soy… Mirando para adentro para poder saber qué instrumento-misión soy. “Reconocerse a sí mismo como marcado a fuego”

¿Qué soy? ¿Quién soy? Mirar para adentro… sin miedo a los que vas a encontrar o a lo que “no” vas a encontrar. ASÍ, sos misión. ASÍ, te envía Jesús a amar.

Para ser proyecto, tengo que saber qué hay en mi proyectil, en mi interior… Esa es mi pólvora, la que hace que mi vida pueda explotar amor por doquier… Pero debo

conocerme bien porque también puedo destruir, matar, destruirme si no sé como disparar, como amar y dejarme amar…

Lo que soy… la humilde aceptación de mí mismo

de mi historia: mi familia, mi situación social, mi pueblo; de mi cuerpo: mi ser varón-mujer, mi altura, peso, color de ojos, pelo…; mi carácter: mis defectos para corregirlos, mis virtudes para potenciarlas…

Todo eso es DON, incluso las experiencias jodidas que he transitado. Porque desde ellas puedo hacerme Palabra para aquellos que no ven salida a esas situaciones… porque esas experiencias de dolor han moldeado mi barro y me permiten anunciar con mi vida a otros que Jesús Vive, porque me ha sanado…

4to. Para eso… “iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar”, “con y para los demás”

Somos preparados, desde toda la eternidad. Imagen y semejanza de Dios, por eso únicos e irrepetibles para AMAR.

Francisco parece darnos los “verbos” para nuestra vida-misión, para nuestro proyecto de vida.

¿Qué aspectos de mi vida tengo que iluminar?

¿A qué o a quienes estoy llamado a iluminar, dar la luz de Jesús…?

Pensar testimonios de proyectos de vida (testigos concretos) que.

DAN LUZ

DICEN BIEN…: usan las palabras-obras para hacer el bien, denunciando las injusticias, anunciando el amor.

VIVIFICAN, dan vida a lo moribundo, luchan por la cultura de la vida.

LEVANTAN puentes y no muros… como Yahvéh “que levanta de la basura al pobre para hacer que se siente entre los príncipes de su pueblo” (Salmo 113,7).

SANAN, son agentes del perdón, de la misericordia. Sanan con amor los vínculos heridos, se dejan sanar en sus historias de dolor y de pecado.

LIBERAN, son agentes de liberación en las comunidades, en las estructuras políticas y sociales.