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¡.,;: "..:-E:+.:.?* :é=-,.n *...;:.*_ "1". § No es seguro que los mega¡itos sean sólo monumentos funerarios. ¿Qué significación oculta encierran esas obras admirables? EL uEcnlrrtsrtro (de la expresión de origen griego "megalitor, que significa «piedra gran- de») fue, estrictamente hablando, un fenóme- no cultural que consistió en utilizar en la cons- trucción de monumentos de diversos tipos grandes bloques de piedra sin desbastar. Hasta aquí la definición escueta bajo la que se agru- pan esos antiquísimos documentos pétreos, mudos testimonios de pueblos remotos que adoraban al Sol, rendían culto a los muertos y que, una y otra vez, nos sorprenden con signos de cultura poco acordes con el supuesto estado evolutivo de las sociedades en que apare- cieron. Los dólmenes: tipos y usos Sabemos que la arquitectura megalítica se de- sarrolló en Europa en los períodos Neolítico y Eneolítico (tercer y segundo milenios a. C.). Pero hay muchas cosas que desconocemos to- davía. Por ejemplo, la ruzó¡ de la inmensa diversidad de los tipos de construcción, que puede deberse a las distintas finalidades de los monumentos o bien al grado de evolución de los pueblos que adoptaron la «idea megalíti- ca». El enorme esfuerzo de estos pueblos pri- mitivos, ¿respondía a una necesidad prácfica? ¿Era la expresión de una inquietud cultural (social o religiosa), y por tanto de una sensibi- lidad insólita en el hombre neolítico? Es nece- sario entrar en detalles para intentar com- prender. El dolmen (del antiguo bretón tol, mesa, y men, piedra) es e1 tipo de megalito más exten- dido dd todos, y bajo su denominación genéri- ca se pueden distinguir varios subtipos. El dol- men simple consiste sólo en una cámara forma- da por dos o tres soportes verticales y cubierta por una gran losa. - El dolmen con galería presenta dos partes: una cámara que viene a ser un dolmen simple, y una galería, que da acceso a la cámara, for- mada por dos alineaciones de soportes, más o La arquitectura megalítica ofrece a menudo un aspecto sobrecogedor. En el claroscuro interior de algunos sepulcros megalíticos -en la foto, la Cueva de Menga, en Antequera (Málaga)-, ¿qué clase de ceremonias se han celebrado a lo largo de la Historia? (Foto Salmer.) : =E-: :i '€ti )JJ

Megalitos - Catedrales Del Neolítico - E-005 Vol III Fas 28 - Lo Inexplicado - Vicufo2

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    *...;:.*_ "1". No es seguro que los megaitossean slo monumentosfunerarios. Qu significacinoculta encierran esas obrasadmirables?EL uEcnlrrtsrtro (de la expresin de origengriego

    "megalitor, que significa piedra gran-de) fue, estrictamente hablando, un fenme-no cultural que consisti en utilizar en la cons-truccin de monumentos de diversos tiposgrandes bloques de piedra sin desbastar. Hastaaqu la definicin escueta bajo la que se agru-pan esos antiqusimos documentos ptreos,mudos testimonios de pueblos remotos queadoraban al Sol, rendan culto a los muertos yque, una y otra vez, nos sorprenden con signosde cultura poco acordes con el supuesto estadoevolutivo de las sociedades en que apare-cieron.

    Los dlmenes: tipos y usosSabemos que la arquitectura megaltica se de-sarroll en Europa en los perodos Neoltico y

    Eneoltico (tercer y segundo milenios a. C.).Pero hay muchas cosas que desconocemos to-dava. Por ejemplo, la ruz de la inmensadiversidad de los tipos de construccin, quepuede deberse a las distintas finalidades de losmonumentos o bien al grado de evolucin delos pueblos que adoptaron la idea megalti-ca. El enorme esfuerzo de estos pueblos pri-mitivos, responda a una necesidad prcfica?Era la expresin de una inquietud cultural(social o religiosa), y por tanto de una sensibi-lidad inslita en el hombre neoltico? Es nece-sario entrar en detalles para intentar com-prender.

    El dolmen (del antiguo bretn tol, mesa, ymen, piedra) es e1 tipo de megalito ms exten-dido dd todos, y bajo su denominacin genri-ca se pueden distinguir varios subtipos. El dol-men simple consiste slo en una cmara forma-da por dos o tres soportes verticales y cubiertapor una gran losa. -

    El dolmen con galera presenta dos partes:una cmara que viene a ser un dolmen simple,y una galera, que da acceso a la cmara, for-mada por dos alineaciones de soportes, ms o

    La arquitectura megaltica ofrecea menudo un aspectosobrecogedor. En el claroscurointerior de algunos sepulcrosmegalticos

    -en la foto, la Cuevade Menga, en Antequera(Mlaga)-, qu clase deceremonias se han celebrado a lolargo de la Historia? (FotoSalmer.)

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  • Megalitismo

    tr*q' c cubierta falsa cpula

    camara

    menos paralelas. sobre las que descansan laslajas o piedras planas que hacen de techo. Enla galera cubierta los soportes verticales di-bujan un rectngulo, ms o menos alargado,generalmente abierto por uno de los lados me-nores; la cubierta la forman varias lajas degran tamao.

    ,A1 sur de la Pennsula Ibrica, supuesto focodel megalitismo europeo, se da el tipo ms es-pectacular de dolmen, el dolmen de falsa cpu'/a o simplemenfe sepulcro de cpula. Estos se-pulcros consisten en una larga galera que ter-mina en una cmara de planta circular con b-veda cnica de mampostera, cerrada, por locomn, con una gran losa. Estos monumentossorprenden por su grandiosidad

    -totalmentedesproporcionada para la poca en que fueronconstruidos- y por la perfeccin de suejecucin. El ms importante de todos ellos qui-z sea el sepulcro del Romeral, en Anteque-ra (Mlaga); su longitud total es de 25,05 m,con una cmara de 5.20 m de dimetro. Enesta misma localidad malaguea est tambinla Cueva de Menga, cuya estructura es lige-ramente distinta a la de los dems sepulcros decpula. Se trata de una cmara gigantesca, conplanta ovoide, de casi 2'7 m de largo por 6.10 mde anchura mxima, y una altura que oscilaactualmente entre los 2,70 y los 3 m. Este se-pulcro presenta la particularidad, adems, decontar con tres pilares monolticos que asegu-ran la solidez del techo, formado por cuatroenormes losas. Para dar una idea de la magni-tud de este dolmen, baste decir que el bloquede mayor tamao pesa unas 170 toneladas.

    A pesar de las dificultades que entraaba laconstruccin de estos complejos monolitos. los

    \..+

    Esquema de los principales tiposde megalitos: dolmen simple (1),dolmen de galera (2), galeracubierta (3), dolmen de faisacpula o sepulcro de cpula (4) ycorte del mismo (5), con lasdiferentes partes de que secompone (archivo Delta).

    dlmenes de falsa cpula son tan abundantesen aquel sector, que casi se podra hablar dezona ceremonialr: la .Cueva de la Pastora,en Castilleja de Guzmn (Sevilla); el sepulcrode Matarrubilla, en Valencia de Alcor (Sevi-lla); los sepulcros de Los Millares y Almizara-que (Almera). y el sepulcro del Soto, en Tri-gueros (Huelva). En este ltimo, la cmaratiene la cubierta a 3.40 m de altura.

    Aparte de estos tipos fundamentales, un sin-nmero de detalles aumenta la variedad dol-mnica. Existen dlmenes en los que las hila-clas de soportes, en lugar de ser paralelas, for-man un extrao ngulo; otros se presentan ce-rrados por sus cuatro costados; a otros se acce-de por medio de una abertura situada en unode los laterales: los medios dlmenes" slopresentan una hilada de soportes y las losas decobertura se apoyan sobre ellos y directamentesobre el suclo: otros, sin embargo. presentandobles alineaciones de puntales. Algunos dl-menes de forma rectangular presentan unagujero labrado en uno de los soportes del la-do menor; se trata de un caso muy frecuenteen los dlmenes de la regin de Dakan, en lalndia. aunque ms raro en los de la Europaoccidental. Se cree que estos agujeros se utili-zaban para pasar ofrendas a los muertos, obien para permitir que el alma de los difuntosescapase de la tumba. Pero tambin es posibleque toda esta serie de variantes respondiera aun abanico de significaciones simblicas que senos escapan.

    Un caso especial, a caballo entre el dolmeny el menhir, son 1as tctulas de la isla balear deMenorca. Se trata de monumentos megalticosconsfituidos por un soporte encima del cual

  • Arriba: en la zona septentrional dea Pennsula lbrica son muyabundantes los dlmenessimples, la forma megaltica mssencilla. En la foto, el dolmen deVallgorguina (Barcelona) [foto J.Lormanl.

    Arriba a la derecha: dolmen degalera cubierta llamado

    "Covad En Daina", en Romany de laSelva (Gerona). La lnea depiedras que lo rodea constituyeun ejemplo de

    "falso crmlech,,ya que slo serva para contenerla tierra del tmulo que recubra elsepulcro (foto J. Lorman).

    reposa una gran losa en equilibrio. La finali-dad de esta construccin no est clara: mien-tras unos ven en ella un simple elemento arqui-tectnico (pilar y cubierta) de una construc-cin ms amplia

    -posiblemente de madera-desaparecida, otros le confieren carcter reli-gioso y hablan de altares, mesas de descarna-miento presepulcral, smbolos astrales o repre-sentaciones de la divinidad. El megalitismo ba-lear, posterior en el tiempo al megalitismo dela Europa continental, permanece como unade las grandes incgnitas de nuestra prehis-toria.

    Culto a los muertos y canbalismoCon frecuencia se han encontrado dlmenesbajo tmulos artificiales de piedras o de tierra,que recubren y ocultan aI megalito. Se suponeque han existido bastantes ms construccionesbajo tmulo, pero que los agentes de erosinse han encargado de ponerlos al descubierto.La finalidad del tmulo parece ser, por unaparte, la de proteger la cmara funeraria deposibles profanaciones y, por otra, la de real-

    Megalitismo

    zar y destacar el sepulcro como punto o lugardel culto. En algunas ocasiones, en la cima deltmulo se yergue un menhir a modo de seali-zacin.

    Tradicionalmente se ha sostenido que losdlmenes tenan un objetivo meramente fune-rario, teniendo en cuenta el gran nmero derestos humanos encontrados en el interior demuchos de ellos. Pero las caractersticas deesos enterramientos son, cuando menos, intri-gantes: los restos aparecen indistintamente in-cinerados o inhumados; en algunos lugares, loscrneos haban sido perforados cuidadosamen-te; en otros, las osamentas estaban intenciona-damente troceadas en pequeos fragmentos;tambin es frecuente encontrar esqueletos in-completos. Todo esto hace pensar en extraosritos funerarios o en un posible canibalismo-ritual o habitual- practicado por aquellosque levantaron los megalitos. Hay sepulcrosen los que se ha hallado un nico esqueleto,posiblemente un personaje de gran relieve so-cial dentro de la comunidad (un jefe de tribu,un hechicero, un sumo sacerdote), mientrasque otros parecen haber sido utilizados comoverdaderos osarios en los que los crneos secuentan a cientos. Uno de los rasgos ms des-concertantes de estas fosas comunes es que aveces los crneos pertenecen arazas distintas.Todo esto parece poner en evidencia una seriede incoherencias en las teoras clsicas del me-galitismo: cabe explicar todas esas diferenciasslo como particularidades locales de un mis-mo culto a los muertos generalizado?

    Por si fuera poco, existen otros muchos dl-menes que no han contenido jams ningn res-to humano

    -aunque en muchos, especialmen-te en el Pas Vasco, han aparecido extraosamuletos- y que por su construccin y ubica-cin no parecen destinados a hacer de se-pultura. Se trata, como afirmaban los primiti-vos arquelogos franceses, de altares donde seinmolaba a las vctimas de un extrao culto,tan remoto

    -o tan misterioso- que no nos hallegado ningn vestigio de l? Estamos antesealizadores de.enclaves mgicos, como sos-tienen algunos ocultistas? O se trata tan slode simples monumentos de una determinadadivinidad del momento y que las creencias po-pulares han utilizado

    -seguido utilizandepara ritos de fertilidad y salud? Las investiga-ciones realizadas en Gran Bretaa en torno alas lneas ley (vase pgina 330)

    -canales defuerza telrica que segn todos los indiciossubyacen a algunos monumentos megalticos ya otros emplazamientos de cariz mgico o reli-gioso- han arrojado luz sobre el potencialenergtico e incluso sobre el poder curativo delos megalitos.

    Pero adems hay quien ha establecido unparalelismo entre los monumentos megalticosy las catedrales gticas, poniendo de manifies-to la incongruencia que significara sostenerque la nica funcin de las catedrales es lasepulcral, por el simple hecho de que en ellasreposan los restos de mrtires, santos, gbisposy nobles. En efecto, la funcin del gran templogtico va mucho ms all de la meramente fu-

    535

  • Megalitismo

    neraria y constituye el paradigma de una con-cepcin determinada del mundo y de las cosas,e incluso del mundo sobrenatural. Una cate-dral gtica evidencia, con su sola presencia,prescindiendo de la riqusima simbologa quecontiene cada uno de sus elementos tanto es-tructurales como iconogrficos, un orden mo-ral y social establecido, un concepto del hom-bre. configurado en funcin de su vida espiri-tual, sujeta a los poderes omnipresentes de lareligin cristiana. En definitiva, son el puntoculminante de la cultura de la Europa medie-val. Ante esta interpretacin, cabe plantearsela necesidad de ir ms all de las simples apa-riencias y preguntarse qu queran simbolizarexactamente los megalitos. Qu pretendandecirnos esos templos, levantados bajo obser-vaciones astronmicas de una exactitud pas-mosa. esos monumentos con su exacta ubica-cin y orientacin, con sus formas aparente-mente caprichosas?

    :,t: .fir:ra ji{i,', rr .. ..r . ii:! ,: a ..

    Menhi res, crmlechs y alineacionesEl otro gran tipo caracterstico de monumentc'tmegaltico es el menhir (del brctn nten, pie-dra.y hir,larga). Se trata de una simple piedrasin labrar, de alturr muv variable, clavada ver-ticalmente en el suelo. El ms alto de estosmonumentos fue el gran menhir de L.ocn.raria-quer, en Bretaa. de 23.5 m de altura; ahorase halla cado en el suelo v roto en cuatro pe-dazos. El menhir ms alto actualmente en piees el de Plouarzel. tambin en Bretaa

    -lazona de mayor concentracin de menhires deEuropa-, y mide 12 m.

    E,n la Pennsula Ibrica los menhires son esca-sos; tan slo en Catalua hay algunos ejempla-res, como la

    "Pedra Dreta (Piedra de pie), enLtug (Barcelona), pero ninguno sobrepasa lostres metros de altura. En la parte occidental de laPennsula. Portugal y Extremadura, tambinaparecen, espordicamente aislados, pequeosmonolitos con atributos antropomorfos.

    : tt

    Uno de los monumentosmegalticos ms impresionantesdel mundo: el menhrr deLocmariaquer (Bretaa. Francia).Originariamente meda 23,5 m dealtura. An en su estado actual,roto en cuatro trozos. impresionapor su grandiosidad, Cmopudieron levantar esta mole unoshombres que slo contaban consu fuerza muscular Y su ingenio?(Foto Salmer.)

    Los menhires van asociados con frecuencia alos dlmenes; como ya hemos dicho, algunosse localizan en la parte alta de los tmulos, loque hace sospechar que entre sus funcionesest la de sealizadores de sepulturas o de otrotipo de lugares sagrados. Tambin se ha ba-rajado la posibilidad de ue e1 menhir, al igualque el crmlech, sealase el lugar donde secelebraban las reuniones de los ancianos de latribu. que en aquel entonces llevaban las rien-das del poder sobre la comunidad. De ah, qui-z, arranque el sentido de proteccin con queva cargado el monumento y

    -por qu no-incluso su marcada componente masculina decaracter flico,.que la supersticin popular hautilizado secularmente para vencer la esterili-dad de la mujer.

    Los menhires se encuentran a menudo for-mando grupos que llegan a delimitar sobre elterreno una figura determinada

    -crculo, elip-se. rectngulo y semicrculo son los ms fre-

    cuentcs : u esta formacin se la clenonrittacrmlech (del bretn crom. crculo, y lench,plaza).

    El ma-vor crmlcch conocido es el de Ave-bury, en Wiltshire (Inglaterra); su crculo prin-cipal tiene 365 m de dimetro y encierra unasuperficie cle 105 000 m2. El total de piedraslevantadas es de 650 v todo el conjunto estdelimitado por un talud y una fosa circular condos o tres accesos que permiten entrar en elinterior del recinto. Este complejo monumen-to

    -cuva forma se ha interpretado como la de

    una gigantesca serpiente (vase pgina 242)-se relaciona. mediante una alineacin de men-hires. con otro crmlech circular. de ntenoresproporciones. situado a dos kilmetros de dis-tancia.

    Pero, sin duda alguna. el monumento mega-ltico ms impresionante es el crmlech de Sto-nehenge. en Salisbury (Wiltsnire, Inglaterra).El crculo exterior. de unos 31 m de dimetrc.

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    ';i!d:iil'

  • est constituido por bloques piedra de 4.1-5 rnde altura, unidos, dos a dos, por un dintel. E,nel interior de este crculo hay otro de piedrasms pequeas, solitarias. Dentro de este se-gundo crculo se inscribe un gran arco en he-rradur constituido por diez enormes bloquesunidos tambin dos a dos por un dintel; sualtura es de unos 6,70 m. Y dentro del arco enherradura se erigen 19 piedras semejantes a lasdel segundo crculo, que dibujan la misma fi-gura arqueada. Finalmente, casi en el centrodel monumento, una ancha piedra plana, rec-tangular, se apoya sobre el suelo.

    De las 120 piedras verticales que en un prin-cipio deban de constituir el monumento, sloquedan en pie 40, y sin embargo, el conjuntopresenta un aspecto sob'recogedor. Se tiene lasensacin de encontrarse, realmente, en un lu-gar elegido por los dioses, un verdadero um-bral de lo ignorado.

    Por distintos procedimientos, la construc-

    El tmulo de Kilchberg (Baden-Wrttemberg, Alemania), rodeadopor un falso crmlech y coronadopor un monolito labrado. Estosmonumentos, asociados siemprea lugares mgcos o de culto,aparecan muchas vecesagrupados (fotoLessi ng/Laenderpress).

    Megalitismo

    cin se ha fechado hacia el ao 1850 a.C., ypor el conjunto de conocimientos tcnicos yastronmicos desplegados en su ejecucin, seha supuesto que fue realizada o inspirada porgentes extraas a la Europa occidental del mo-mento, ya que el estado cultural en que se en-contraban haca imposible la concepcin y eje-cucin de una obra semejante. La gran incg-nita que se plantea es la siguiente: quin le-vant Stonehenge?

    En cuanto alas alineaciones, estn constitui-das por una o varias hileras, paralelas o no, demenhires. Algunas de estas alineaciones se ha-llan precedidas de un crmlech o un dolmen, yparecen indicar el camino que conduce al re-cinto sagrado, al lugar de prctica de misterio-sos cultos.

    En la Pennsula Ibrica no hay crmlechs nialineaciones. En Catalua, sin embargo, exis-ten alrededor de ciertos dlmenes unos crcu-los de piedras que pueden ser interpretadoscomo crmlechs; en realidad se trata de blo-ques anclados como contencin de la tierra deltmulo que cubra el sepulcro. Tal es el casodel falso crmlech que rodea al dolmen llama-do Cova d'En Daina", en Romany de la Sel-va (Gerona).

    La posibilidad de que tanto crmlechs comoalineaciones fuesen templos solares, lugares deculto al gran astro, donde se oficiaban deter-minados ritos y donde se celebraban y sacrali-zaban los actos y acontecimientos ms impor-tantes de aquellas comunidades eneolticas,parece ser la hiptesis ms aceptada y acepta-ble. La apoyan, entre otras cosas, testimoniosantiguos como el de Diodoro de Sicilia, quenos habla de Stonehenge en los siguientes tr-mlnos:

    ...en frente del pas de los Celtas, hayuna isla en el Ocano tan grande comoSicilia... habitada por los Hiperbreos...los habitantes honran a Apolo ms que encualquier otra parte. En la isla le es dedi-cado un recinto sagrado, as como unmagnfico templo circular, lleno de ricasofrendas.,Recurdese que Apolo era, en una de sus

    numerosas vertientes, el dios de la Luz astral,el que iluminaba el intelecto. Recientes com-probaciones astronmicas sobre la orientaciny distribucin de los bloques de piedra queforman algunos de estos monumentos megal-ticos tambin parecen confirmar la hiptesisde cultos solares. Algunas de estas investiga-ciones han obtenido resultados realmente sor-prendentes: un astrnomo norteamericano de-mostr, mediante exhaustivos anlisis mate-mticos, que Stonehenge constitua una enor-me pero perfectsima computadora astro-nmica.

    Cabe esperar, entonces, que algn da po-damos conocer la significacin oculta de losmegalitos, y la intencin de aquellos

    -fuesenquienes fuesen- que los levantaron?

    La tecnologa que utilizaron los constructoresde los megalitos despierta todava nuestra admi-racin. Vase pgina 570.

    f,

    537

  • OI|\IIXPUCADOEL MUNDO DE LO EXTR,AO,INSOLITO Y MISTEB,IOSO

    Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelonay comerc alizado en exclusiva porDistribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

    Vol. Ill-Fasc. 28

    Director: Jos Mas GodayolJefe de Redaccin: Gerardo RomeroCoordinacineditorial: GloriaGutirrez

    Redactores y colaboradores :Prof. A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podest, Jos Lorman.

    Para la edicin inglesa:Editorial Director: Brian lnnesEditor: Peter BrookesmithEditorial Manager: Clare ByattAsesor para la edicin espaola: Julio Peradejordi

    Realizacin grfica:Luis F. Balaguer, con la ayuda de C. Esteruelas

    llustracion: Orbis, Atlas y agenciasBedaccin y administracin :

    Provenza, 290, entl.o 1.4, Barcelona-8Tels.: (93) 215 10 32-21510 50 - Tlex: 97848 EDLTE

    LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAO, INSLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascculos de apari-crn semanal, encuadernables en diez volmenes. Cada fasccu-lo consta de 20 pginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascculo que completa cada uno de los diez volme-nes de que se compone la obra, se pondrn a la venta las tapaspara su encuadernacin. Adems, coleccionando la tercera ycuarta pginas de cubierta, se obtendr un interesante dossiersobre los HRESTnOS DE LO INSLITO.

    ASTROLOGIALa elaboracin de un horscopo completoy fiable resulta complicada y laboriosa.Las relaciones entre los planetasconstituyen un detalle de especialimportancia.

    c0NcrDENcrAsLas coincidencias se basan muchas veces enacontecimientos triviales y sin importancia. Pero esto nohace que sean menos asombrosas!

    MEGALITISM()El hombre primitivo, con una mezcla de fe, astucia ysabidura, consigui vencer las inmensas dificultades:ecnolgicas que implicaba la construccin de los megalitos.O es que haba algo ms?

    El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascculo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado as lo exigieran.Los fascculos atrasados podrn ser adquiridos, sin'incrementoalguno en el precio de venta, en todos los quioscos y librerias.

    O 1980 Orbis Publishing Ltd. LondonO 1981 Editorial Delta, S,A. BarcelonaISBN: 84-85822-15-3 (obra complela), 84-85822-25-0 (tomo 3)

    84-85822-16-1 (fascculo)Depsito legal: B-1263/1 982Fotocomposicin:

    Tecfa, S.A. Pedro lV, 160 - Barcelona-Slmpresin:

    Cayfosa, Santa Perptua de Mogoda (Barcelona) 24823lmpreso en Espaa - Printed in Spain 1982

    Comercializa en exclusiva para Argentina, Chile, Uruguay, Per,Bolivia y Paraguay: Viscontea lnternacional,S.A. Buenos Aires.

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