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) ) ) ) ) ) ) ) ) ) .Barthes, Roland, tre plaisir du telte, París, Seuil, rg13. [El placer del texto y lección inaugural, trad. de Nicolás Rosa y Oscar Terán, A.rgentina, §iglo XXI, zoo3l. Booth, Wayne, The rhetoric offcfion, Chicago, Chi- cago Universi§ Press, 196r. lLa retóríca de Ia fceión, trad,. de Santiago Gubern-Nogués, Vir- ginia, Antonio Bosch, 19781. Bt¡rke, Sean, Iñe death andthe renrn ofthe outhor, cnho'sm and subjectíuity ín Barthes, Foueauld and Derrida, Edimtrurgo, Edinburgh University Press,1992. Diaz, José-Luis, L'ecriuain imaginaire. Scénogra- phies auctoriales d I'époque romantíque, Paris, Honoré Champion, zoo7. F'oucault, Michel, "Qu'est-ce qu'un auteur?"[1969], en Dits et écnb, tomo r, ed. de Defert, Daniel y Ewald, Franqois, Paús, Gallimard, 1994, pp. 789-821. Genette, Gérard, Nouueaux discours du récit, París, Seuil, 1983. Kindt, Thom y Müller, Hans-Harald, The ímplied - author. Concept aná controuers¿, Berlín, Wal- ter de Grulter,2006. Littell, Jonathan, Les bienueillantes, París, Galli mard, zoo6. Maingueneau, Dominique, Iz discours líttémire: p- mtopíe et sr;éne d'énonciatbn,Pans. Colin, 2oo4. Meüo¿ Jér6me, Posturcs líttáru¡:res. Mises m *¿ne fiio- dernes de l'outeur, Ginebra-París, Slatkine, 2oo7. Sell, Roger D., (ed .), Literory pragmatrcs, l,ondres y Nueva York, Routledge, r99r. Viala, Alain, "Sociopoétique", en Viala, Alain y Moli- nié, Georges (dirs.), Approches de la réception. Sémíostylistíque et socíopoétique de Ic Clézio, París, PUF, 1993. Yanoshevs§, Galia, "L'entretien d'éerivain", Reuue des Sciences Humaines, núm. 273, t , Marges du dialogue, Dominique Viart (ed.), París, zoo4, pp.13r-148, -, les disoours du Nounau Romon, Essa§ entre- tr'ens, débo§ Ulle, Editions du Septentrion, 2006. Aquello que le hacemos decir al silenciu- postura, ethos, imagen de autor. Jéróme Meizoz [...] lo ímaginario es asumido por diferentes másmras (personae), escalonadas según la profundidad de Ia escenc (y sin embargo nadie estó iletrás) Roland Barthesr R oland Barthes par Roland Barthes C,omo apendice tardío a Postures littéraires fPosturos literaríasl, y para conünuar con los fructuosos intercambios con Ruü Amos- sy y Dominique Maingueneau sobre la perti- nencia y la extensión de la noción de "postu- ra", este artículo propone una discusión sobre algunos términos vecinos con los que se ven confrontados tanto los analistas del discurso como los sociólogos de la literatura-l¿-afii- culación entre dichos términos merece ser explicitada y discutida. haré sin una gran ambición teórica, teniendo ya Ia costumbre de'pensar por casos", como preconizan Re- Tomado de Jér6me Meizoz, "Ce queLonfait dire au silence: posture, ethos, image d'auteur", Argumen- tation etAnalyse du Discours [en línea], núm. 3, ¿¿hos discursiF¿t image d'auteur, actualizado el 15 de octubre de zoo9, http://aad.revries.orgl667, consultado el z de enero de 2013. vel y Passeron, lo que permite reformular, al contacto corl nuevos hec_hos discursivos, -nuevorbosquejos de teorizaciones¡ .Asum8- mos pues este camino como una inütación a la discusión, sin endurecer así las aserciones. En lo que respecta al plano metodoló- gico, la noción de "postura" me parece fun- damental para superar la vieja diüsión de tareas entre 1ós especialistas'delasaproxi- maciones internas y externas al texto: una postura de autor implica pues una relación entre los hechos discursivos y las conductas de üda en el campo literario.' I Tomo prestada la noción de "conductas de üda" (Leben$)hanrq) de Max,Weber, quienhace de est¿ una de las nociones-faro para el estudio de las sec- tas protestantes, pero, en un sentido más general, un concepto sociológico &.I- ¿, inuencíéti det autor

Meizoz_Postura_ethos_imagen de autor.pdf

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    .Barthes, Roland, tre plaisir du telte, Pars, Seuil,rg13. [El placer del texto y leccin inaugural,trad. de Nicols Rosa y Oscar Tern, A.rgentina,iglo XXI, zoo3l.

    Booth, Wayne, The rhetoric offcfion, Chicago, Chi-cago Universi Press, 196r. lLa retrca de Iafcein, trad,. de Santiago Gubern-Nogus, Vir-ginia, Antonio Bosch, 19781.

    Btrke, Sean, Ie death andthe renrn ofthe outhor,cnho'sm and subjectuity n Barthes, Foueauldand Derrida, Edimtrurgo, Edinburgh UniversityPress,1992.

    Diaz, Jos-Luis, L'ecriuain imaginaire. Scnogra-phies auctoriales d I'poque romantque, Paris,Honor Champion, zoo7.

    F'oucault, Michel, "Qu'est-ce qu'un auteur?"[1969], enDits et cnb, tomo r, ed. de Defert, Daniel y Ewald,Franqois, Pas, Gallimard, 1994, pp. 789-821.

    Genette, Grard, Nouueaux discours du rcit, Pars,Seuil, 1983.

    Kindt, Thom y Mller, Hans-Harald, The mplied-

    author. Concept an controuers, Berln, Wal-ter de Grulter,2006.

    Littell, Jonathan, Les bienueillantes, Pars, Gallimard, zoo6.

    Maingueneau, Dominique, Iz discours lttmire: p-mtope et sr;ne d'nonciatbn,Pans. Colin, 2oo4.

    Meo Jr6me, Posturcs lttru:res. Mises m *ne fiio-dernes de l'outeur, Ginebra-Pars, Slatkine, 2oo7.

    Sell, Roger D., (ed .), Literory pragmatrcs, l,ondres yNueva York, Routledge, r99r.

    Viala, Alain, "Sociopotique", en Viala, Alain y Moli-ni, Georges (dirs.), Approches de la rception.Smostylistque et socopotique de Ic Clzio,Pars, PUF, 1993.

    Yanoshevs, Galia, "L'entretien d'erivain", Reuuedes Sciences Humaines, nm. 273, t , Marges dudialogue, Dominique Viart (ed.), Pars, zoo4,pp.13r-148,

    -, les disoours du Nounau Romon, Essa entre-tr'ens, dbo Ulle, Editions du Septentrion, 2006.

    Aquello que le hacemos decir al silenciu-postura, ethos, imagen de autor.

    Jrme Meizoz

    [...] lo maginario es asumido por diferentes msmras (personae), escalonadas segnla profundidad de Ia escenc (y sin embargo nadie est iletrs)

    Roland Barthesr R oland Barthes par Roland Barthes

    C,omo apendice tardo a Postures littrairesfPosturos literarasl, y para connuar conlos fructuosos intercambios con Ru Amos-sy y Dominique Maingueneau sobre la perti-nencia y la extensin de la nocin de "postu-ra", este artculo propone una discusin sobrealgunos trminos vecinos con los que se venconfrontados tanto los analistas del discursocomo los socilogos de la literatura-l-afii-culacin entre dichos trminos merece serexplicitada y discutida. I har sin una granambicin terica, teniendo ya Ia costumbrede'pensar por casos", como preconizan Re-

    Tomado de Jr6me Meizoz, "Ce queLonfait dire ausilence: posture, ethos, image d'auteur", Argumen-tation etAnalyse du Discours [en lnea], nm. 3,hos discursiFt image d'auteur, actualizado el15 de octubre de zoo9, http://aad.revries.orgl667,consultado el z de enero de 2013.

    vel y Passeron, lo que permite reformular,al contacto corl nuevos hec_hos discursivos,

    -nuevorbosquejos de teorizaciones .Asum8-mos pues este camino como una intacin ala discusin, sin endurecer as las aserciones.

    En lo que respecta al plano metodol-gico, la nocin de "postura" me parece fun-damental para superar la vieja disin detareas entre 1s especialistas'delasaproxi-maciones internas y externas al texto: unapostura de autor implica pues una relacinentre los hechos discursivos y las conductasde da en el campo literario.'

    I Tomo prestada la nocin de "conductas de da"(Leben$)hanrq) de Max,Weber, quienhace de estuna de las nociones-faro para el estudio de las sec-tas protestantes, pero, en un sentido ms general,un concepto sociolgico

    &.I- , inuencti det autor

  • As, los estudios de caso llevados a caboen Postures littraires pretenden articularlasdimensiones retrica y sociolgica, estoes, el discurso de los actores y sus tomas deposicin en el campo literario. All observa-mos las conductas enunciativas e institueio-nales compleias por mediojg Ias cuales unavoz y urra figura se imponen como singula-res en un estado del campo literao-

    La apuesta hacia una articulacin entre re-tricaysociologa me parece importante paraIos estudios literarios actuales; justamente enel momento en que Ia problemtica nocin de"autor", reformulada y revaluada a Ia luz delos recientes logros adquiridos en varias disci-plinas, reaparece en todas partes.

    Nociones para articular

    En Postures littrares' defin la posturacomo la presentacin de s que hace un es-critor tanto en la gestin del discruso comoen sus cpnductas literarias pblicas. EI mejorequivalente de esta noein sera eI trminode persono, trmino que designa Ia ms-cara de teatro: etimolgicamente haee refe-rencia a aquello a travTe lo cual uno ha-bla (personare) y que instifuye a su vez unavoz y su lugar social de inteligibilidad. En loque respecta a la escena de enunciacin dela literatura, el escritor se presenta y se ex-presa provisto de la mediacin que constitu-ye supersono, esto-es, desu postnra o drs"mseara de autoridad".s O, para deeirlo ms

    Jrdme Meizoz, Postures linraires. Miies en scdnenndmes de l'outur, Ginebra-Pas, Slatkine, zoo7.Claude Calame, Masques cl'autorit- Fiction etpragmatique dans la potque grecque antique,Paris, Les Belles Lettres, 2oo5.

    claramente: una persona solo existe comoescritor a travs del prisma de una postura,histricamente construida y referida al con-junto de posiciones del campo literario.q Unapostura es heredera de una "escenografiaautorial" de conjunto. Segn Maingueneau,esta describe la dramaturgia inherente a todatoma de palabra que centra su atencin sobrela instancia enunciativa del discurso. Hablarde postura supone describir ese proceso endiferentes niveles simultneamente.

    As, una postura no es nicamente unaconstruccin autorial, ni una pura emana-cin del texto, ni una simple inferencia dellector. Esta revela un proceso interaciuo:es coconstruida a su vez por el escritor en eltexto y fuera de este, por los diversos media-dores (periodistas, crticos, bigrafos, etc.) ypor los pblicos. En tanto imagen colectiva,esta comienza con el editorjusto antes de lapublicacin, en esa primera formalizacindel discurso. La seguiremos a lo largo de laperiferia del textq desde el peritexto

    -(pre-sentacin del libro, noticia biogrfica, foto)al epitexto (entrestas con el autor, cartas aotros escritores, diario literario). La posturase forja as gracias a la interaccin entre elautor, los mediadores y los pblicos, antici-pando o reaccionando a sus juicios.

    He estudiado la postura sobre todo enlos gneros factuales, comola autobiofra-fia,donde el autor y la instancia que gestiona eldiscurso son asimilados por el ya clebre

    4 Innombrables juegos autoriales tienen como obietivodewiar el carcter inmediato del pacto autobiogrfi-co. As, en Rolond Barthu por Roland Earthes, lee-mos frmulas como estas: ''Todo aqu dbe ser col-siderado como dicho por un personaje de novela

    -oms bien por vafios-" (Roland Barthes, Roland Bar'thes par Roland Bartles, Pars, Seuil, r97lp.L4).

    86 . Iinuencuintlel autor Aqtrcllo qne le hacemas decir al silencio: postur, thos , inagen de autor ' 87

    pacto autobiogrfico dscrito por Lejeune.s-*ero a partir del momento en que hablamos

    de los gneros de ficcin, surge un nuevoproblema. En una ficcin, idnde se sita elautor? Cules son los vnculos que se pue-den establecer entre el autor, el narrador ylos personajes? El etos de cadauno de ellosno tiene por lo general nada en comn. iPo-demos hablar entonces de "postura" en unaficcin?

    Una parte del problema radica en Ia con-fusin inherente a la nocin de autor y a sususos corrientes.6 Segn Maingueneau,T queme parece da actualmente la mejor descrip-cin de este fenmeno, tres instancias seimbrican como en el anillo de Moebius:

    I-a persona (ser cil).El escritor (larncin-autor en el campoIiterario).El escrptor (el enunciador del texto).

    As las cosas, estudiar una postura esabordar simultneamente r cruzar esoselementos, con la prudencia que esto re-quiere) las conductas del esctor, el ethosdel escriptor y los actos de la persona. Es elcaso de la relacin compleja entre Michel,narrador de la novela Plataforma,s Mi-chel Houellebecq, el escritor pblieq y MichelThomas, el ciudadano francs que se hacellamar en literatura Houellebecq. Ocurre lomismo con Ferdinand, narrador de Muertea erdito,e Louis-Ferdinand Cline, el es-critor pblico, y Louis Destouches, la per-sona civil. Cuando Jean-Jacques Rousseau,en los Dilogos (Rousseou juez de Jean-Jacques),'" desdobla su enunciacin en lavoz de Jean-Jacques y en la de Rousseou,tiene como finalidad retrica disociar lasdn" caras-delutor Esta operacin debapermitirle redimir al escritor (objeto depeligross ataques) deTalualidades de lapersona. En efecto, la pureza de las inten-ciones de "Jean-Jacques" es all citada paracontrabalancear los riesgos concomitantesal estatuto del escritor, sospechoso de por-tar siempre un disfraz. As, convertido enpersonaje pblico, el "escritor", en cuanto

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    5 Philippe Lejeune, leSeuil,l975.

    outobiographique,

    En su libro del zeeT+itCo-I+erruen imaginire.Scnogrophies auctorales d l'poque romanque,Jos-Luis Diaz desarroll la nocin de "escenografiaautorial". Para presentar los diferentes planos de lainstancia mtorid, Di'az+eeutre r una disin difrrente de Ia de Maingueneau: el homtre de letrm, queincluye a la persona y al erritor de Maingueneau, elalrninistmdor formal del texto, que coincide conel escriptor, y, finalmente, la figura del escritor co-nespode-al ordenje-lo imaginario, legible en lostextos (Jos*Luis Diaz, op. ct., Pars, Champion,r.a parte, captulo r). Esia ultima nocin coincide conla de "imagen de autor", con la diferencia de que Diaz:r) mezcla sin razn alguna el escritor (en cuanto rolsocial) y la persona (en cuanto identidad civil)y z) disocia el hmbre deletras de la figura del es-critor y s priva as de considerar relaciomlmente suinteraccin y sus efectos. Para m, se tmta de separarartificialmente fenmenos que estn ligados ente s.Dominique Maingueneau-.1e, diseours littrare:poratopie et scne cl'nonciation, Pars, ArmandColin, zoo4.

    t:""

    Michel Houellebecq, Plateforme, Pars, Flamma.rion, zoor. (Vase la versin en espaol: Plataor-mo, trad. de Encarna Castejn, Madrid, Anagranta'zooz. [N. del C.J].luis-Ferdinand Cline, Mor crdit, Parls, De-no1, 1936. (Vase la versin en espaol: Muerte ocrdio, trad. de Carlos Manzano, N{adrid, Debol-sillo, zoo6. IlV. del C./).Jean-Jacques Rousseau, "Rousseau juge de Jean.Jacques, alogues-, en Guures compltes, t LesCon;tessrbrs. Autres rcrtes autobiographiquu, e'cin publicada bajo la direccin de Bemard Gagnebiny Marcel Raymond, Pas, Gallimard, 1959. (Vasela versin en espaol: Ios con/esiones, tmd. deIuauro Amio, lladrid, Alianza editorial, 2oo7.tN. del c.l).

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    representacin de s mismo, no se pertenecepor completo, sino que se conoce gracias ala imagen que el pblico le reenva. En r9ro,Lanson apuntaba ya lo siguiente: "ta da yel carcter.de-Rousseau..nccuentan ms porlo que realmente fueron, sino por las solasimgenes, verdaderas o falsas, que los lec-tores se hacan de l y que podan confun-dirse, en mayor o en menor medida, con Iasimpresiones del libro".,'

    En V7a, cuando Rousseau welve a Pa-rs despus de un largo exilio, se puede leeren su Correspondencialiterario una escenaemblemtica:

    Se mostr pblicamente muchas veces en elcaf de la Regencia, que queda en la plaza delPalacio Real; su presencia atrajo una muche-dumbre prodigiosa, y hasta el populacho seagrup en la pfuza para verlo pasar. Si se lepreguntaba a la mitad del populacho lo quehaca all; responda que era para ver a Jean-Jacques. Y cuando se le preguntaba quin eraese Jean-Jacques, responda que no saba,pero que iba a pasar.,2

    Genette radiealiz*esta. idea, en el casode Stendhal, hasta el punto de que hace de\a persona cil una reconstruccin del es-critor seudnimo: "legtimamente, Beyle espara nosotros un personaje de Stendhal".,s

    los actos de la persona ci] no se exclu-yen, pues-del anlisis siempre cuando se

    Gustave lnson, "[a mthode en histoire littraire",Rewte du Mo Pars, octubrg r9to, retomado enEssais de nret ode, Pars, Hachette, 196. Citado porMichel Charles, "Amateurs, savants et professeum',,Poeh?ue, Pars, nm . 96, tgql,p.496.Jean-Jacques Rou sseau, Corresponda nr:el it trair e(1770), citado por Jean-ClaudaBonret, Nal'ssancduPanthon,Pans, Faard, 1998, p. zrr.Grard Genette, "'Stendhal,,,, en Frgures { paris,Seuil, 1969, p. r6r.

    . Lainuencitdel autor

    pueda establecer un nculo entre estos y lasconductas del escritor en el campo literario.Si existe un vnculo, es si-duda gracias alhabins, esto es, al conjunto de disposicio-rres sociales de un ind.iduo actualizablesde manera diferencial segn el campo en elque el escritor se eneuerrtra inscrito, Peromis intuiciones, por ahora, no van ms allde este punto.

    -

    Efhosy postura

    En noviembre del2oo7, durante un semina-rio internacional sobre Anlisis del discursollevado a cabo en el EHESS,'4 DominiqueMaingueneau, intado por nuestros cole-gas nomegos, se preguntaba si el trminode postura repeta en su uso el de ethos. Lapregunta es pertinente. Segn el principiode la navaja de Ockhas,'s v|s Ia pena pre-guntarse si resulta til para el eonocimientomultiplicar las endades nominales infini-talrente. Sin embargo, tras haber examina-do Ia cuestin; rcspondefia negativ-arrrerte,pues en el corpus de Ia literatura escrita eletos se infiere a partir del interior de undiscurso y no preae incluir una conductasocial como el traje que lleva aquel que sepresenta como escritor. En efecto, afirma elmismo lVfaingueneau, ''el ethos es una no-

    Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales.IN. del C.].Es un principio atribuido al frailefranciscano inglsdel siglo xrv Guillermo de Ockham. Dicho principioafirma que en iguoldad ile condiciones, lo sofucinms sencilla es probablemente lo correcto. En sufoma ms simple, el principio de Ockham indicaque las explicaciones nunca deben multiplicar lascausas sin necesidad. Cuando dos explicaciones seofrecen para un fenmeno, la explicacin completams simple es pues preferible. IN; del C.J,

    cin discursiva, este se construye a travsdel discurso, no es una 'imagen'del locutorexterior a la palabra".'o

    Para ilustrar por qu la nocin de "postu-ra" designa un fenmeno ms amplio quelanocin de ethos, en Postures littrares doyel ejemplo de la famosa blusa blanca de m-dico con la cual L.-F. Cline se present enlos nredios durante el lanzamiento deViajeaIfin de la noche'7 en el otoo de 1932. Setrata de un elemento vestimentario, externoal discurso de Ia novela, pero que constitu-ye, para los periodistas y los lectores, un ele-mento para tener en cuenta para su retratodel nuevo autor "Cline". Aunado a esto, elsistema narrativo de las novelas de Clineinta (no sin astucia) a una lectura biogr-fica, particularmente en Muerte a crditoy,posteriormente, en relatos autoficcionalescomo De un cash/o a otro.'8 Mi hiptesis esque el ethol discursivo que construye Clineen sus novelas ejerce una limitacin en ]apuesta en escena del escdtor pblieo. Asi-mismo, en Le gueux philosophe [El poro-sero flsofo!, me pregunt si el ethos dis-curSjvo que construye Rousseau en sus dosfamosos Ducursos'n no pesaba tambin,

    16 Dominique Maingueneau, Le discours littraire,op. crt., p. zo5.

    r7 louis-Ferdinand Cline, Voyage au bout de ktstit,Paris, Denrl, 1932. (Vase la versin en espaol:Viaje alfin de la noehe, trad. de Carmen Xurtz, Ear-celona, Seix Barral, t983. [N. del C).

    l8 luis-Ferdinand Cline, D'un chdteau l'autre,Pars, Gallimard, 1957. fVase la versin en es-paol: De un castillo al ofro, trad. de CarmenKurtz, Barcelona, Ltmen, t972. [N. d.el C.]).

    r9 Jrdme Meizoz, Le guew philosophe (Jean-Jacques Rousseau), Lausana, Antipodes, 2oo3.

    zo Jean-Iacques Rousseau, "Discours sur les sienrcset es arts" (17So) y "Discours sur I'origine et les fon-dements de l'ingalit pami les hommes" GZSS), en(Euures mmpltes. ilt: Du contrat social. crits poli-

    con todo su espesor, en las eonductas pblicas que el escritor s ti obligado a asu-mir hasta el final de su da. Dicho de otraforma, la imagen discursiva que el autorcqnstmye en el discurso, al imponerse a tra-vs de la circulacin de sus escritos, tiendea devenir, en estos casos, un patrn para laconducta pblica del escritor: Cline termi-na por seguir el "clarn" que l mismo toc,para retomar la expresiva imagen de Gracq.Se trata en efecto de una pista de investiga-cin que el mismo Maingueneau encuentramuy fecunda.

    Para precisar mejor la extensin de lasnociones de ethos y de posturo, Maingue-neau me sugiri, retomando la terminologa,de sus trabajos, lo siguiente: el efhos desig-naa esa imagen que el escriptor da de smismo en un texto singular y que se limitanicamente a este (el efhos de Los castigos"'no es el mismo que el de El orte de ser abue-lo2'). La posfura, por el contrario, se referira+l+imagenque el escritorconstmye ala largode+n*serie de obras fimadas+on su nom-bre.'s Encuentro esta formulacin rnuy per-tinente, pues necuerda que el ethos se origi-na erel discEso; miertras que la posturanace deuna-soeiologa delas+onduetes-. Enefecto, la "postura" denota la manera me-diante la cual un autor se posiciona singu-la+mente, deniro del campo literario, al ela-

    lthques, ed. bajo la direccin de Bernad Gagnebin yMarcel Raymond, Pars, Gallimard, 1964.Victor Hugo, Les citiments (r8S3), Pars, J. Het-zel & Cie, r87o. asela versin en espaol: VutorHugo en Amrica. trad. de M. Rivas, Bogot, 1889.IN. delC.]).Victor Hugo, L'art d'tre grand-pre, Pars, Cal-mann L,ely, 1877. (Vase la versin en espaol: Vic-tor Hugo en Amrica, op. cit. [N. del C.]).Coreo de Dominique Maingueneau, z7 de no-viembre del zoo7.

    21

    88 Aqlella que le hwws decir al slencio: posturo, ethos, imagen de autor ' 8t)

  • borar su obra- Tal presentacin de s mismo

    se constnye en el tiempo y, de cierta forma'

    de manera acumulativa' Erltte r762y 1778'esto es, entre las Cartas a Malesherbes'las

    Confesiones y Las ensoaeiones del pasean-

    te solitario,"4 los escritos de Rousseau exhi-

    ben varios ethd diferentes: giacias al etos

    estoico que. enarbolan (diversos intertextoshan siilo identificados), Las ensoacionesproponen una imagen diferente de la ima-

    gen de autor inquieto, estremecido por los

    ataques y presto ajustificarse que Rousseauhaba acuado en los Dlogos' Sin embar-go, el conjunto de escritos que componen laltima parte de su vida, posteriores al exilioy a la condenacin de sus obras, contribu-ye a forjar una postura que establece unacoherencia entre el discurso (los escritoscitados) y las conductas Iiteradasablicasde Rousseau (el retiro meditabundo' el trajearmenio). Y se trata adems de una posturaperfectamente identificable, inchrso paro-diada por sus contemporneos: "imono de

    * Digenesl", exclamaba Voltaire' Significan-

    - -

    te y +romoda a la celehiilad en los lti-mos escritos autobiogrificm de Rousseau,la coherencia de esta postura resulta delproyecto pragmtico que diehos textos en-globa: desbaratar, a traves de diferentes es-trategias, eI complot de las "tinieblas" que lorodea. Otro ejemplo: en eI captulo sexto de

    24 Lettres Malesherbes, Conlessions y Riueries dupromeneur solitaire, en Jean-Jacques Rousseau,les Conlessions suiui des Rrrnies du promeneursolitoire, edicin de Louis MartirChauffier, Paris,Gallimard, 1933. Para las ConSfusiones, vase la tra-duccin ya citada Mauro Amio, Madrid, Alianza,zoo7. (Para los ensoaciones del poseante so-Io"n y las Cartas a Molesherbes, vase los en-soocones del paseante soh-lorio, trad. de MauroAmio, Madrid, Alianza, zoo8. fN. del C.).

    9O . La invencin del autor

    Postures littraire.s,ts afirm que, a lo largo

    de la trayectoria de L.-F, Cline, la misma

    postura del "descubridor maldito" se per-

    peta a pesar de las variaciones del ethos,

    relativas a los gneros practicados y a los di-

    ferentes momentos del campo literario (lasnovelas anteriores a la guerra, 1932-1936;los panfletos, 1937-1941; las autoficcionesde las posguerra, 1944-1967)'

    Postura e imagen de autor

    Una vez hecha la distincin entre ethos ypostura, queda por analizar la nocin deimagen de autor que Ruth Amossy utiliza en

    sus trabajos. Estos, como el brillante anli-sis que hace de Lasbenuolos de JonathanLittell,'6 tienen como mrito tratar tanto los

    textos factuales como los textos de ficcin'

    Gracias a su enunciacin, seala Amossy,la

    instancia autorial proyecta una imagen de s

    misma en el texto. El lector se hace una ima-

    gen del escriptor con Ia aluda de las diver-sas huellas que este deja- As, laimaggrdeautor se distingue de la del narrador, que'

    en Io que le concierne, est incluido en el

    universo de la ficcin. En sntesis, el ethos

    discursivo del escriptor constituye, a mi pa-

    recer, uno de los elementos de Ia irnagen de

    autor, pues est tejida a padir de mltiplestipos cle informacin, intra y extratextuales'

    l nocin de imagen de autor coincidecon la de "autor-implicado" (implied au'thor) que propone en 1961 Wayne Booth en

    Jr6me Meizoz, Postures littraires, op' clt 'pp.1o1-109.Jonathan l,ittel, es bienueillantes,mard, loo,

    25

    26

    La rettica de laficcin.'7 En una fina dis-cusin de esta nocin, Tom Kindt'8 precisa

    sus usos aetuales y demutra la importan-cia que esta tieile para una investigacinrmo Ia nuestra. Segn Booth, en el texto

    se manifiesta una figura implcita del autor,diferente del autor emprico y del narrador

    de la ficcin. La triparticin de Maingue-neau (persona, escritor, escriptor) tieneIa misma rtud heurstica. En la obra deBooth, el autor implcito, ms all de seruna figura intencionalmente elaborada, esuna inferencia del lector. Por su partg en lafiaseologa de su tiempo, Barthes armabaque es necesario postular o desear aI autor

    para contimtarla lectura. "Como instuein

    -deca Barthes-, el autor est muerto ["'],pero en el texto, de cierta lnanera, ileseo el

    autor: tengo necesidad de su figura (que noes ni su representacin. ni su proyeccin)como l tiene necesidad de la ma"'a

    27 Wayne Booth, The rhetorc offiction, Chicage'Nue-va York, Univers of Chicago Press, r98& fVasela versin en espaol: La retrica de la ficcin'

    .. lrad. de Santiago Gubern-Nogus, Virginia' Anto-nio Bosch, tgll. IN. del C.D'

    :8 Tom Kindt, "L'auteur-implieite" Remarques propos de l'volution de la critique ll'une notionentre narratologie et thorie de l'interprtaon"'en John Pier (ed-), Thone du rcit' I,'appo Jela recherche allemonde [en lnea], UIle, PressesUniversitaires du Septentrion, 2oo7, http://www'vox-poetica.com/t/articles/kindt'html, consriltado el

    t7 de seP:embre del zoo8.z9 Roland Barthes, I.e plaisir du terfe, Pas' Seuil'

    1973, pp. 45-46. Vanse tambin las rellexioes de

    Brian Gill sobre S/Z de Barthes: Brian Gill' 'Struc-turs d'auteur, mtaphores de lecteur" lEstflrdurasde autor, rnetforas de lector'1, en ngeles Sirvent'Josefina Bueno y Silvia Caporale (eds'), ^Autor ytexto: lragmentos de una presencio, Barcelona'PPU, 1996, pp. 259-66. A1l, afirma Gill:'El textoparece entonces como un lugar en el qre el autor

    est condenado a lijarse, quiralo o no (Balzac loquera, Barthes se resista). Y eI lector' por poco quesepa leer bien, es decir, por poco qrre relea y reescri-

    Booth no lleg a afirmar lo mismo queBarthes, pero, segn 1, cada lector se haceuna cierta imagen del autor del texto quelee, ya sea a travs de los heehos discursivos

    o ile los conocimientos biogrficos anterio-res a la lectura, o, para decirlo en el lenguajecle la retrica, a travs de la deduccin dezu etl,rs preexistente. En efecto, cada lector

    posee (o no) ciertas iformaciones sobreel escritor, esto es' sobre la persona civil'que l puede cotejar libremente con los ele-mentos textuales y constmir as su propioretrato del autor implcito'3" Alain Vialademostr por su parte que una "imagen" se

    elabora a travs de una serie de tettos a los

    que se les atribuye la misma funcin-autor'Esta imagen contribuye a situar al autor en

    el campo literario y determina o endurecesu horizonte de recePcin:

    lentrqar una obra, et fautorl construyeuna imagen de s mismo, y, a io largo de las

    obras siguientes, dicha imagen se confirma o

    evoluciona: esperamos que Gide "se compor-

    ba, est obligado' comoBarthes, a rechazar el c-uerptl

    dJl autoi y a remplazarlo con el suyo' como un anti-

    cuerpo. S/Z es la celebracin ejemplar de dicho pro-

    .

    "eso. Barthes r*rpera torlas las huellas de la cultura

    de Balzac en Sonosine, las empaqueta organizada-mente en su cdigo cultural y luego las fustiga confirerza ('se trata de/atrasies', etc'); el cuerpo del au-tor es exhumado, violentado, abandonado' Al mismo

    tiempo, la cultura de Barthes se propaga en su texto'

    habita las metforas, los comentarios' el ttulo' la es-

    tmcturacin misma del libm: ocupa todo el teneno'

    hasta el punto de que 1a no hay ms lugar para otra

    cosa- t lectura es aqu una verdadera agresin' unasubstitucin (de sentido y de cuerpo)' una victoriasobre el Otro'.

    3o Obsenemos de pasada que si el "autor implcito"puede ser, mmo el "autormodelo'de Umberto F'fo'

    la imagen personal que cada lector forja' la nocinde "escritor" de Maingueneau supone la construc-

    cin colectiva y acumulativa que realiza una "comu-

    nidad interpretativa", segn los trminos de S' Fish

    q

    (,{

    ((((((

    Pas, Galli

    Aquello qw le hacentos decir aI si[ettco: postura, ethos' imagen de ottor ' L) |

  • te como Gide" y que, al mismo tiempo, no seaotro completamente distinto, ni exactame[te-el mismo en sus otros libros 0o mismo concualquier otro autor).3'

    Diversos trabajos se han ocupado tambindel stock de informaciones (especialmentebiograficas) de las que spone el lector parainferir. Kindt cita dos principalmente:

    [Dad] Darby, por ejemplo, observa lo si-guiente sobre la historia de Ia teoria narra-tiva: "en s mismo, un autor implcito es elproducto de las negociaciones entre los rei-nos intratextuales y extratextuales". SandraHeinen se aleja an ms de la nocin segn Iacual conene definir al autor implicito nica-mente como una inferencia que reposa en untexto dado. En un artculo del zooz publica-do en la resta Sprachkunst, Heinen propo-ne comprender Ia nocin de autor implcitocmo la "imagen" de un autor que se hacenlos receptores, teniendo en cuenta todas ]asinformaciones disponibles, cuando leen unoo varios de sus textos.:'

    Con toda certeza, al leer una novela deMichel Houellebecq que ha sido precedidapor un intenso rumor meditico, no pode-mos prescindir

    -en el momento en el quenos sumergimos en los propsitos de unnarrador que, como e\ Plataform& se lla-ma Michel- de+odas-esas informaciones.Esto no signifrca que renunciemos a la con-vencin novelesca para identificar pura ysimplemente al autor con el narrador. Sinembargo, dichos saberes externos modifi-

    Alain Viala, "sociopotique", en Alain Viala yGeorges Molini (dirs.), Approches ile Ia rceptiott.SmiosQrlrhque et sociopotqu.e ile Le Clzio,Pars, PUF, 1993, pp. 197-198.Tom Kindt, "L'auteur implicite', op. cit.,p.74.Jrdme Meizoz, L'el sociologue et la littroture,Ginebra-Pars, Slatkine Erudition, 2oo4-

    can nuestras inferencias de la lectura.e Esjustamente lo qu busca, desde mi puntode sta, Houellebecq o Christine Angot, yque alimenta los enfureeidos debates sobreel tema. Como lo demostr en L'@il socio-Iogue et la lttrature [El ojo sociolgico yla literatural,ts estos atores incluyen hoyen da en el espacio de la obra, de acuerdocon los propsitos del arte contempor-neo, la actuacin pblica del escritor (en-trevistas, Iecturas, etc.).ro 6.i, el lector esintado a confrontar el escriptor con elescritor, razn por Ia cual dichos autores"ambigizan":7 las relaciones. Para los Ii-teratos que tienen como dogma heursticodistinguir al autor del narrador, el gesto deHouellebecq, que retoma en la telesin(como escritor).las declaraciones islamof-bicas de su narrador, constituye rm choque -- *

    34 Vase rambin Raphal Baroni, "Revenances deI'aut_eur...", en Kaenel Philippe, Meizoz Jrdme,Rosset Franqois, Valsangiacomo Nelly (eds.), Ic"uie et l'nuur"Tcercfies iur le biographique,-Iusana, Universit de lausanne, 2oo8. Este ar-tculo fue retomado, bajo el ttulo "Ce que l'auteurfait au lecteur (que son texte ne fait pas tout seul)",en L'teuire du tmtry, Pars, Seuil, 2oo9. Vasetambin el captulo "Rega{er Ie monde en face?"que trata sobre la escenografia de La possibiltd'une ile (La posibiliilad ile ma isla) y sobre Ia pos-tura de Houellebecq.

    3Jffim Meoz,T-@il sociologue et la littrature,op. cit.Recientemente, Nathalie Heinich observ un fen-meno semejante al hablar'del desplazamiento, enla figura del artista, del trabajo de creacin, de laestilizacin y de la singularizacin hasta entoncesinvestida en las obras. l construccin del artistase conerte no nieamente en un juego, [...] sinoen una verdadero trabajo [...]" (vase I'lite arste,Pars, Gallimad, zoo5, pp. 280-281).l,a palabra "ambiguisenf-itili2ada por el autor enla version original, no existe tampoco en francs. Setrata de una invencin. IN. del C.J.

    que, a pesar de dicho dogma, debe ser ex-plicado,

    Llegados a este punto, la imagen de au-tor puede articularse con la nocin de pos-tura, que se rene con aqrrella tomando ladireccin opuesta. As, resumir la disinde tareas, que considero inherentes a dichasnociones, de la siguiente forina:

    - Como resultado de un anlisis interno,la nocin de ethos discursivo concierneal discurso del escriptor.Como resultado de un anlisis interno,la nocin de imagen de autor concierneal discurso del escriptor en relacin conlas informaciones de las que dispone elIector sobre el escritor.Rechazando la distincin entre lo in-terno y lo externo, la nocin de posturag!4q!qne a las conductas del eseritorsen relacin con el discurso del escriptory con los actos de la peEona.4o

    Nos encontramos entonces con una seriede nociones ligadas por indusin, desde Iams englobante (y, por tanto, la ms proble-mtica) hasta la ms fina:

    38 Vase por ejemplo Raphal Baroni: "Revenancesde l'auteu...", op. eit., y "Regarder Ie monde enface?" , op. ct. ; Jr6me Meizoz , L'eil soeiologue etIa littrantre, op. cit.; y Raphal Clis, "De quelquesenjeux thiques et anthropologiques de l'aurcromanesque de Michel Houellebecq", en FlorenceQuinche y Aatonio RodrBuez (dirs.), Qu elle thiquepour Ia liftrature? Pratiques et dontologies, Gi-nebm, Labor & Fides, 2oo7, pp.95-124.

    39 O, dicho de otra foma, a las estrategias de posicio-namiento del escritor dentro del campo literario.IN. ilelC.].

    40 La postura del autor, en tanto puesta en escena des mismo, no repar demasiado en su recepcinefectiva por el pblico. Existe sin embargo un mo-vimiento dialctico complejo entre la postura pro-puesta y su recepcin efectiva.

    -

    Postura.

    -

    Imagen de autor.-

    Etlos discursivo.

    Entre las tres escenas donde se juega laemergencia del discurso literario,r' la nocinde "escenografia" (o escena de enunci:in)involucra en s misma esos tres niveles:

    -

    Escenaenglobante.

    -

    Escena genrica.

    -

    Escenografia:

    Postura.Imagen de autor.Ethos discursivo.

    EI silencio, sigrrifica algo?

    Para ilustrar esta discusin, terminar conun breve comentario de una famosa novelacorta: EI silencio delmar,a'Para ello, cruza-r las herramientas de lectura inher-entes ala tocin de efho#s con los'cofiocimiertoshistricos disponibles y con una proposi-cin metodolgica que formula Roger Char-tier: 'La historicidad primera de un texto esaquella que se le adjudica gracias a las en-tramadas negociaciones entre el orden deldiscurso qigobierna su escritra, su gne-

    Dominiqne Maingueneau, Le iliscours iitteraire,op. cit.Jean Bruller lVercolsl. I-e silnc de Io mer, Pars,ditions de Minuit, 1942. (Yase la versin en es-paol: El silencio del mor, trad. de Cristina PeriRossi, Bareelona, l.aia, 1978. [N. del C.]).Ruthisrossy (dir.),Images de soi dans I discours.La construction tle I'ethos, lausana-Pars, Dela-chaux & Niestl, 1999; y Maingueneau, Le discourslitttryoire, op. cit.

    41

    31

    43

    33

    , O, . Loinuercin-delautor

    )

    Aqnello qtte Ie hacemos d.ecir al slencioj posturo, ethos , imagen de autor ' L) )

  • ro, su estatuto y las condiciones materiales con su sobrina' se ve obligado a acoger en su

    desupublicacin,.gPublicadoclandestina-casa,pordecretomilitar'aunoficialalemn,-.mente el zo de febrero de tgzbajo eI seu- Walter von Ebrennac, quien termina

    por re-

    dnimodeVercors,estepequeovolumenvelarsuamorporlaculturafrancesa'Entreconstuye el acto fundado, d. la. ditions los anfitriones y el husped se entreteje unade Minuit (Pans). Este seala el nacimiento relacin marcada, ante todo'

    por el silencio'

    deunescritor,Vercoryrguelascircunstan-perounsilencioenelqueseesbozaunpo-ciasylafoncindHinguendelapersonaSiblesentimientoamorosoentrelasobrinade-JeanBruIler(r9oz-r991),ilustradordeyeloficial.A]tomarconcienciadelasin-prensaquenohabapublicado,hastaen-tencionesdestructorasquelosnazistienentonces,ningunaobraliteraria.AlafuncinconrespectoaFrancia,pueslosdiscursosdel autor seudnimo, Bruller rene la del lenitivoshabanterminadoporengaarlo'eleditor seudnimo fbajo el nombre de Des- oficial, decepcionado, logra que lo trasladengnes),puesesteestambinelcofundadoralaprimeralnea,loquehacequesupartiday animador clanclestino de las ditions de se asemeje a una forma de suicidio'Minuit:detrsdelaposturadeautor,ha-Elethoscliscursivodelnarradorproyec-br tambin que contemplar una postura ta Ia imagen de una serena ryd*:^t:.deeditor,macrofiguradelaenunciacinconfiada,ciertamente,perosinseragresrva:que, gracias a la seleccin de textos polti- digamos que el narrador penanece segurocamente compromedos, es la responsable "de s mismo"' En ningn momento

    juzga al

    de Ia totalidad del cIogo sin nrbargo, lo ocial alemn, tampoc:o expresa su ira' A laeseneiales,paranosotros,lapolmicaqueocasindesurecepein'enfebrerodetg4z'clicho acto produjo: Ia publicacin de EI si- los lectores de la novela, que circul princi-lencio delmor suscitar, en el momento de palmente en el medio literaris y dentro de 'surecepcin,unaquerellamemorablequelosresistentescomunistasygaullistas'infi-opusoesencialmentelalecturade}osresis-rierondedichoethosunaimagendeautortentesgaullistasylade}oscomunistas,epi.antagnicayproblemtica.Estoseexplicasoilio que hasido reconstruido en detalh.qs si se tiene en cuenta las circunstancias

    de la

    Laintrigau,"*.ont.*porneaalapublicacin:alaparecerdeformaclandesti-publicacin, pues est; evoca la invasin na' la mayor parte de ]os lectores ignorabana]emana'Tiempodespus,Vercorsreco.porcompletolaidentidadirE[6BruIIr.nocie]sustratobiogrficodesurelato,Antesdelaguerra,estehabasidounilustra-transpuestoenseguidaenlaficcin:lmis-dorcuyasposicionescleizquierdamoderadamo, y su esposa, tuvieron que albergar a Ios se acereaban a las del gaullismo de junio desoldados alemnes despus de la derrota r94o. El desconocimiento de la identidad delde junio de 194o. Resumamos la historia: autor' que se prolongar hastaelnarrador,unhombredeedadquevivefinalescleagostode1944,46permitiasuna

    prueba doblemente a ciegas' pues la infe-

    Roger Chartier, auts les morts auec les yeru,Pais, Fayard, 2oo8, p-51.Anne Simonin,Ie 'Deuoir dlnsoumrsion'. Ies di-tions de Minuit t94z-r955 Pas, IMEC' 1994

    . Lainuencindelautor

    46 Gisle Sapiro, lo guerre des criuains 1940-1953'Pars, FaYarcl, 1999, P, 5o3'

    L)+Aquelloqrrckrlracrnoslecirolsilencio:postra'ethos'imagendeautor'95

    rencia de los lector6s no puede corroborarse

    aqu con el conocimiento previo del escritor'

    As, en su libro, Vercors se presenta al mis-

    mo tientpo a sus lectores como n defensor

    de la resistencia pasiva (es ta lectura gaullis-

    ta) y como un traidor que, debido a la pasi-viilad que preconiza frente a los enemigos,entra en el juego de los enemigos de Francia(es la lectura comunista de Ily Ehrenburg,para dar tan solo un ejemplo)' Despus dearduos debates mediatlos por la prensa, y de

    diversas tentativas para desacreditar la nove-

    la, la primera imagen de autor triunfa en IoLberatrotr,al apoyada por las redes gaullistas

    de Iondres, que decidieron incluso lanzar el

    texto en paracadas en el territorio francs'Sin embargo, la ambigedad que produ-

    jo su recepcin dej dolorosas buellas en

    Vercors, quien sinti Ia necesidacl decorregir el texto y de agregar una frase que

    condena explcitamente al oficial alemn'En la edicin "definitiva" de la novela que

    aparecer en 195r (estipulada por el autor),se puede leer lo siguiente: "As, se somete'

    He aqu pues todo lo que saben hacer' To-dos se someten, incluso ese hombre"'a8

    Primero, un ethos, luego, una imagen de

    autor, producto de las luchas de interpreta-ein, finalmente, una postura (de autor y'ms all, de editor), sealada desde el seu-dnimo del escritor y exhibida luego en ese

    aadido o rectif,cacin tarda, ltimo reto-que que le har a Ia novela justo cuando lasinstituciones iban a hacer de esta ese monu-

    mento de Ia historia literaria pacificada que

    todos conocemos.

    qq(((II(I(I(

    I(

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    96 . La nuencindel autor

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