Memoria de los Virreyes que han gobernado el Perú durante el tiempo del coloniaje español. T.I. (1859)

8/2/2019 Memoria de los Virreyes que han gobernado el Per durante el tiempo del coloniaje espaol. T.I. (1859)

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MEMORIASDK

LOS VIREYESQUE HAN GOBERNADO EL PER.


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c;alla, tipografa de agi'ST-i?( h&\a \ .calle dk pescadores. >". 135.


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MEMORIASDEL H T T^nj

QUE HA.\ GIOBEUNAO EL PER,DURANTE EL TIEMPO

DEL COLOMiUl UnUi.' IMPRESAS DE IIDEN SU1'UE.M A

TOMd l'RlilElK).

Don Juan de Mendoza y Luna, Marqus de Montesclciros.Don Francisco de Borja y Aragn, Prncipe de Esquiiache.

Don Baltasar de la Gu3va, Conde de Castellar.IlaKtrisinio Don Melchor de Lian y Gisneros.

J.IBRERIA (vENTRAL DE FELIPE BAILI.Y. EDITOR.1 8o9.

G. E. Slwhert 4 Co.Alred HofnerNew York


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ylegada a manos del Excmo. Seor (ieneral D. Ramn Ca^ti-11a la relacin que el Virey del Per, D. Teodoro de (Von, hi/o su sucesor, de todos los acontecimientos ocurridos y de todaslas medidas gubernativas expedidas durante su gobierno, no |)ud


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VIndole y la vida poltica de un pueblo en sus primeras edades, ydifuntr los conociniientos quede tales documentos pueden sacarlos hombres del gobierno, el estadista y el historiador. En efec-to, las relaciones de los Vireyes no son una simple enumeracinde medidas gubernativas: los Vireyes no solo tuvieron la misinde goberaav, sino la de ir organizando pueblos que, despus delas crisis violentas porque los hiciera pasar la conquista, tenanque entrar en un nuevo gnero de vida yjoltica, que cambiar dehiibitos, de costumbres y de religin. Tan altas y tan delicadaseran pues las funciones de los Vireyes y tantos los objetos quesimultneamente deban aplicar su atencin y cuidados, que noes diicii su]oner el abundante material ([ue s encuentra deposi-tado en las numerosas relaciones que algunos de ellos dejaron sus sucesores, indicando los progresos y estado dp todos y decada uno de los ramos que abrzala administracin piblica, y delas medidas que tanto por ellos, cuanto por el Rey de Espaa seexpidieron. La Nacin debe pues S. E. el General Castilla yal Seor Coronel Salcedo, la publicacin de una obra que loshombres de letras y los verdaderos patriotas no podrn menos(|ue apreciar debidamente, tanto mas cuanto que publicacionesde esta clase no pueden realizarse .por particulares causa delgrande gasto que exigen y de la caresta que por este motivoalcanza la obra.Muy sensible es que los incendios, saqueos y desrdenes delos archivos pblicos hayan hecho desaparecer las copias de algu-nas lielaciones que no pueden obtenerse hoy sino ocurriendo las bibliotecas archivos de Madrid, y (pie espero recibir dentrode poco tiempo para completar la coleccin que hoy se d luz.Por otra parte, el hallarse diseminadas las relaciones en poder dedistintas personas y la premura con ([ue he (juerido procederpara evitar cualquier acontecimiento que pudiera paralizar la pu-blicacin, rae han obligado interrumpir en ella el orden rigurosode las fechas.

Para dar vma idea del origen de esas inemprias, de su impor-tancia y de todas las obras que ios historiadores deben consul-tar para dar conocer el Perii, bajo todas sus faces, en el tiempo(jue fu colonia, rae ha parecido de grande utilidad insertar con-tinuacin la disertacin escrita por el D. i). Ambrosio Cerdn,-Oidor de Lima, publicada en el antiguo Mercurio Peruano del3 de Abril de 1794.


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VltPor mi parte, y como imple encargado del Supremo Gobiernopara cuidar que se conservara la exactitud del texto, he pre-

tendido hacer una edicin tan buena como lo permiten los pocoselementos que Lima ofrece para ello.

M. A. Fuentes.


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Disertacin preliminar a los APUTAatNTos iisiRiCOSD .S MAS principales HECHOS X AjCACIMIENTOS D CADAUNO DE LOS SEORES GOBERNADORES, PRESIDENTES Y VIRE-YES DEL PER, CON PRODUCCIN DEL EXTRACTO Dli SUS RELA-CIONES DE GOBIERNO, Y DE OTROS DCUJiTOS ANTIGUOSINDITOS, PARA DESEMPEAR EL ARTlCUL> 16 DEL PLAN Dt.MATERIAS PUBLICADO EN EL MERCURIO PERUANO POR L SE-OR DON AMBROSIO CERDAN DE LANDA SIMON PONTERO, OIDORDE ESTA REAL AUDIENCIA, IPRESIDENTE D LA SOCIEDAD DHAmantes dl pas, dVido d la real Academia spa-^LA D LA lilStRA.

Lr principal felicidad del Per, povcio inestimable del Irape-r Rspaiol, se ha vinculado dichosamente en la eleccin acer-tada que han hecho nuestros Catlicos Soberanos de vSupremosJefes que en s real nombrt gobiernen en estas remotas distan-feis, ioh unin moral la persona augusta de que son verdaderairhgeh, y con trasmisin de sus altas prerogativas que los eri-grandecen en cuanto no les CvStn expresamente coartadas.Por los mas de los Excelentsimos .Seores Gobernadores, Pre-T5dentes y Vii-eyCs, cuyas respectivas pocas de ingreso al mandoson harto notorias por los catlogos histricos, se han trasladado la |X)steridad duraderos y muy apieciable monumentos deusSabias, eelosas y oportunas providencias.Por lo que respecta los tiempos primeros, lograrn siemprfeinmortal gloria, entre otras loables obras y produccioues de losJefes anteriores, las acertadas y completas ordenanzas generalesdictadas por el Seor Virey D. Francisco de Toledo despus deuUa prolija y detenida personal visita- de todo ei Heiiio s^guncorren impresas con un vigor muy recoifteidable, i nAs 'de las


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que promulg p.ira el gobierno de esta ciudad en cuanto lasartes y ocios mecnicos, orden de las aguas de la Capital y delcampo, y otros ramos de polica.Desde luego parecia regular que por estos Jefes, aun los masantiguos, se hubiese, por escrito de palabra, dejado los suce-sores suyos una relacin exacta compendiada de los acaeci-mientos mas notables de sus gobiernos, providencias aplicadas,establecimientos formados, resoluciones reales comunicadas, cum-plimiento de ellas, efectos advertidos, observaciones granjeadas,arbitrios planes ideados, estado de la Real Hacienda en todossus ramcs: en una palabra, una instruccin comprensiva de todolo concerniente al gobierno Militar, Poltico, Eclesistico, y delReal Erario.A pesar, de este juicio prudente, bien sea por la distancia delos tiempos recientes al de la conquista, por las ocurrencias deviolencia, alteracin trastorno entonces ocurridas, bien porefecto de las ruinas espantosas experimentadas en esta ciudadpor resulta de sus mas crueles terremotos: las primeras Re-laciones de Gobierno que hoy existen en esta Capital esfuer-zos de una curiosidad activa y diligente, son la de los SeoresMarqus de Montesclaros, Prncipe de Esquilache, Marqus deGuadalcazar, y Conde del Chinchn.Aunque no hay en esta Capital Relacioii del Seor Marqusde Manzera (sin embargo de ser induvitable que la dio su su-cesor Conde de Salvatierra, del estado del Gobierno del Per, lacual se imprimi en 1648, segn el respetable testimonio de laBiblioteca adicionada de D. Antonio Len Pinelo) corre impresoun memorial difuso de sus mritos que present la Majestaddel Seor D. Felipe IV, donde pidiendo mercedes, puntualiza susgrandes servicios y mritos labrados en este Vireinato.De los Seores Conde de Salvatierra, Alba de Liste, y Santis-tevan, no se hallan Relaciones; pero esta Real Audiencia Gober-nadora, la dio al Seor Conde de Lemus, formndola igualmentepara el Seor Conde de Castellar, que entreg la suya al SeorArzobispo Virey D. Melchor de Lian y Cisneros, quien a hizoal Seor Duque de laPalata, cuya instruccin dada al Seor Con-de de la Moncloba es un depsito inestimable de noticias y deaciertos.Por fallecimiento del Seor Conde en esta Capital, extendi laReal Audiencia Relacin de su Gobierno para el Seor Marqus


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de Cas-tel-dos-rius, quien no consta haberla dejado (aunque en lamencionada Biblioteca se refiere haber escrito el estado de suGobierno, y todo lo que le sucedi en el Per, hasta el ao de1689) como ni el Seor Obispo de Quito Virey D. Diego Ladrnde Guevara, ni el Seor Prncipe de Santo Bono, ni el Seor Ar-zjbispo Virey D. Fray Diego Morcillo en las dos veces que tomel bastn interinamente, bien que en la primera no gobern sinosolos cincuenta dias, pasados los cuales se restituy su Metr-poli de Charcas.El seor Marqus de Castel-fuerte la desempe para su suce-sor el Seor Marqus de Villa-garca Conde de Barrantes, quiense content con presentar un Informe al Seor D. Joseph Mansode Vclasco des])ues Conde de Supcrunda, cuya Relacin de Go-bierno al Seor D., Manuel de Amat en los diez y seis aos queestuvo su cargo, fu nivelada por el tenor de una Real Ordende 20 de Agosto de 1751, que mand extrcchsimamente exten-derla bajo de la mas circunstanciada norma, y ha merecido al Su-premo Consejo de estos Dominios, y los Seores Vireyes suce-sivos tenerse muy la vista, por la claridad, solidez, ilustracincon que fu extendida.

Por el Seor Amat se entreg la correspondicTite al Excelen-tsimo Seor D. Manuel de Guirior, cjuien con el mayor pulso yadmirable juiciosidad desempe igual obra con el Seor Donx\gustin de Juregui, en cuyo nonrbrc, por haber fallecido en estaCapital antes de concluir su Relacin, la finaliz y suscribi suhijo primognito D. Toms, Coronel hoy en el Regimiento deDragones de Almansa, ponindola en manos del Seor Caballerode Croix del Orden Teutnico, quien dio la 'suya respectiva alactual Excelentsimo Seor Virey Fray D. Francisco Gil y Le-mos; habiendo reunido la ilustrada y sabia penetracin de S. E.las Relaciones indicadas, fin de que copindose las antiguas quehan podido recogerse, se archiven en su Secretara con las postarriores conservadas, y sirvan oportunamente en lo sucesivo losusos mas dignos y convenientes, entre los que ha merecido a esteerector benfico de la Sociedad su franqueza, ])ara que las tenganpresentes en sus incubaciones los aplicados acadmicos.Bajo de estas indudables indicaciones, es desde luego visibleno poder presentarse al pblico por el Mercurio Peruano obse-quio mas precioso que la ptoduccion sensata y metodizada delresultado en fieles extractos, y cuando sea oportuno aun de tro-


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XIIIy que no siendo posible verse nitu.amente, la dejase el relevadoen pliego cerrado en poder de persona de confianza, para que lapusiese en manos del sucesor luego que llegase; habindose aa-dido por la ley 32, tit. 14, lib. 3, que es organizada por el tenorde otra Real Cdula posterior dada en Madrid IG de Octubrede 1628, la prevencin los Seores Vireyes, de que antes de fe-necido el tiempo de sus gobiernos, den aviso Su Majestad delestado en que dejaren las materias de su cargo, con Relacionesdistintas por diarios de los negocios graves cjue hubieren sucedi-do, si quedan resueltos y acabados, y cuales no se hubieren con-cluido, fuera de otras notables advertencias que la misma ley es-tablece, fin de asegurar ([ue no se omita diligencia de tanta im-})ortancia al real servicio y Gobierno ])iiblico.Un empeo de esta clase fcilmente se comprende requerir elmas prolijo escrutinio, por mejor decir el hallazgo dichoso detoda la multitud necesaria de ])apeles antiguos, no muy abundan-tes en los archivos de esta Cajtal, donde la frecuente ocurrenciade ruinas por los principales temblores, auxiliada de algn des-cuido de otros com])rincipios segn se indic antes, basta paraque se lamente la carencia en la mayor ])arte insanable, de mu-chos documentos pertenecientes los tiem])os remotos.En medio de las chficultades que rodean la empresa, no hejjodido rehusarme abrir el camino ella: y la verdad, si noestuviese vo lioado los diarios afanes de la mae-istratura, meholgara ciertamente en poner mano atan implicada y seria obracon una dedicacin absoluta; pero aun en tal libertad desconfiariamuy mucho de avanzar al logro de toda la ijuntualidad, orden,pulso y acierto, sin cuyos caracteres cualidades sirven poco losescritos de esta clase en el juicio imparcial y prudente de lossabios, hacindose objeto del ludibrio y del escarnio sus autoresdesgraciados, en el conce])to inexorable de los fciles censores,las mas veces tan rgidos, como imponentes para dar luz pro-ducciones iguales las que sufren su spero criterio.Los historiadores todos sobre los sucesos del Per, fcilmentemanejables en sus notorios anales, comentarios, descripciones,historias, relaciones, crnicas y colecciones, no hay duda que mi-nistran muchas luces, que su vez pueden concurrir al esclareci-miento solicitado: pero ni es decoroso el copiarlos con un ciego material plagio, ni dejan de advertirse obviamente en sus escritosimpresos, inditos, algunas palpables contradicciones segn el


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XIVespritu de partido, variedad de ideas que pudieron servir demvil sus plumas, no indignas por otros respectos de aprecio yde elogio: de suerte que es forzoso afianzar la principal esperanzadel xito feliz que pueda caber las personales esploraciones,sobre los papeles antiguos, preservarlos por dicha entre el polvoy la polilla, guardados cuidadosamente en uno otro archivo alacena domstica, encontrados como por casualidad esfuer-zos de las mas solcitas diligencias, adquiridos con maoso artedel poder de algunos misteriosos guardadores, sin omitirse encuanto las historias publicadas su oportuno uso, bajo las reglasdel mas justo discernimiento.Nada es ciertamente mas necesario que este, tanto para detes-tar los delirios, los errores y los descuidos maliciosos de algunosescritores especialmente extranjeros, como Hermano Coringio yFelipe Andrs Oldemburg en su Colegio y Tesoro de las ep-hlicas (por no mencionar otros harto conocidos), cuanto para lamas diestra y circunspecta eleccin de los historiadores de dondehayan de beberse, no perderse de vista las especies hechosque deben entrar en parte al plan de obra proyectada, refirindose las veces sus testimonios para demostrar sus implicancias, es-tablecer con la mayor certeza verosimilitud los medios de con-ciliacin mas genuina.Qu fecundo y anchuroso campo ofrecen para tan delicado ylaborioso afn las selectas historias publicadas, y los inestimablesmanuscritos que no han logrado por desgracia la luz pblica! Nodebo detenerme en hacer mencin de las luminosas obras com-prendidas en las colecciones generales de vulgar manejo, ni de laHistoria general de las indias por Francisco Lopes de Gomaraimpresa en 1552, y mandada recogerse por libre en Cdula anti-gua del Supremo Consejo, aunque en 792 se permiti por el mis-mo Tribunal su reimpi-esion (segn sucedi con la Historia delPer por Diego Fernandez de Falencia, que contiene en dos par-tes las guerras civiles de estas Provincias) ni de las Dcadas deHerrera y sus continuadores, entre quienes es muy de sentir nodejasen perfeccionado su trabajo los cronistas D. Pedro Fer-nandez del Pulgar, y D. Tomas Tamayo de Vargas.Sin embargo quin desconocer la ilustracin franqueada entremultitud de otros escritores; ya por Levino Apolonio Candobru-jano, en su Descubrimiento del Per y de sus cosas, impreso enlatin en 1583; ya por el Licenciado Juan Castellanos en sus Va-


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XVroes iluf^tres de las Indias, cuya parte primera se imprimi enverso en 1589; ya por el Padre"^ Claudio Clemente, en su TablaCronolgica de los Descubrimientos, Conquistas, Fundaciones,Poblaciones y otras cosas ilustres de estas Indias, desde el aode 1592 hasta el de 1(5-12, con su adicionador Diego Jos Dor-mr y el Licenciado Vicente Miguel Jos Valenciano cjue la con-tinu hasta el de 1689; ya por el Padre Diego de Torres, Co-mentarios del Per, impresos en italiano en 1603 y traducidos allatin por el Padre Juan Hay; ya por Fray Alonso Fernandez Do-minicano en su Historia Eclesistica de Indias de 1611; por FrayGregorio Garca del mismo Orden, en su Istoa Eclesistica ySecular de las Indias, impresa en 1626; y por el sabio MaestroGil Gonzlez de Avila, en su Teatro Eclesistico de las Iglesiasde ellas, de sus Arzobisjjos y Obispos y cosas memorables de esteReino?Cmo podr negarse igual golpe de esclarecimiento para laidea propuesta al "Mercurial del Per", por Juan de Padilla, im-preso en esta ciudad en 1660; al "Informe de la Provincia delPer", por Fray Antonio Gonzlez de Acua Dominico; la "Re-lacin de sus grandezas", por Bernardo de la \'ega en 1661; y la "Lima 1-imata", por Fray Francisco Ilaroldo Franciscano, im-presa en 167;3?

rA (juin se esconder ser de no menor im])ortancia y seguraconsulta las Crnicas de las Religiones, ])0r lo respectivo estasIndias Occidentales? Verdaderamente se recomiendan respecti-vamente por s mismas, la "Moralizada" escrita por Fray AntonioCalancha Agustino, que tradujo en latin Fray Joaqun Brulio en1651; la Franciscana de Fray Diego de Crdova; la Historia ge-neral de la Merced, por Fray Alonso Piernn impresa en 1633 entres tomos, tratando en el segundo sobre los sucesos del Per,donde rene la "Relacin de los Religiosos", hecha en 1617 ])orFray Blas de Atienza; y los "Verdaderos Tesoros de las Indias"])or Fray Juan de Melendez, natural de esta ciudad, habiendo re-gistrado este ornamento de la Religin Dominicana para hacermas til su obra dada luz en 1681, los archivos no solo de supas en donde ejerci los cargos mas honrosos, sino tambin enMadrid y en Roma, en cuya Capital residi en calidad de Procu-rador, valindose su vez de la "Historia Descripcin de la Po-blacin de ellas" compuesta por Fray Reginaldo de Lizarraga.ltimamente: contribuirn no poco al esclarecimiento apete-


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xvrcido el "Memorial de la Historia y excelencias de la ciudad deLima", por Fray Buenaventura de Salinas Franciscano, quien loimprimi en ella en 1630, y en Madrid en 1639; la "Relacin delos casos notables" sucedidos en esta Capital, y cmo dej burla-dos los Holandeses la Armada de Espaa; impresa en 1625; ladel "Temblor y Terremoto acaecido en el Cuzco 31 de Marzoy siguientes dias de Abril de 1650, que arruin toda ac[uella ciu-dad y muchos pueblos de su Provincia, la que se dio la prensaen 1651; la "Estrella de Lima" que escribi imprimi en 1688D. Francisco de Echauz y Assu del Orden de Santiago, descri-biendo las grandezas de esta Capital, con su compendio de la"Historia Eclesistica de su Iglesia"; y el "Poema Histrico dela fundacin y grandezas de Lima", compuesto en latin y en cas-tellano por el Padre Rodrigo de Valdez, que supli imprimien 1687 su sobrino el D. D. Francisco Garabito de Len.

Deducindose llanamente por lo que ya se ha expuesto, cualesson los Seores Gobernadores y Vireyes de quienes se tienen enesta Capital Relaciones extractables, y cuales sean los vacos huecos que han de suplirse con ajuste los documentos mas ve-rdicos que puedan rastrearse segn lo que se ha insinuado, esmuy sencilla y fcil la adopcin de las noticias franqueadas encada una de las obras que se han puntualizado segn las pocas ([ue respectan, en que fueron escritas.

Sin embargo, como sea mi ]3rincipal designio anteponer lasfuentes de donde puedan beberse las noticias necesarias, no creoinoportuno explicarme con mas cercana referencia algunos delos Supremos Jefes, especialmente los mas antiguos, sin desviar-me del ramo de escritos, apuntamientos histricos de que hetratado.

As, por lo respectivo ai Seor D. Francisco Pizarro, no hayquien ignore haber escrito su Secretario Francisco Jerez la "Re-lacin de la Conquista del Per y Provincia del Cuzco", que seimprimi en 1534, segn la trae en su Coleccin el HustrsimoSeor D. Andrs Gonzlez de Barcia del Supremo Consejo y C-mara de Castilla, habindola traducido en italiano Juan BautistaRamusio, insertado Jerez en ella la "Relacin del Viaje de Her-nando Pizarro" desde CajamarcaPachacamac,trabajada por Mi-guel de Estete; no siendo desatendible la que escribi en 1571,por orden del Seor Virey D. Francisco de Toledo, Diego de


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XVIITrujillo, '"de la, tierra que descubri con Pizarro cu el Per"desde que llegaron Panam en 1530.Realmente fuera muy plausible el hallago del manuscrito queconsta con seguridad fu obra de Fra)' Vicente de Valverde (pri-mer Obis])o del Per, por fallecimiento en Panam de D. Fer-nando de Luque c[ue habia sido electo ))ara tal Ministerio) con elttulo de "Relacin de las guerras entre J-*izarros y Almagros' ;pero mas de la ilustracin que rinden sobradamente en esta})arte los libros ]>ublicados, existen depositadas las mas segurasnoticias en algunas C'dulas primitivas (jue he reunido testimo-niadas, acerca de aquellos alterosos sucesos; y no deber despre-ciarse el "Discurso legal y poltico de D. Fernando Pizarro yOrellana", sobre el cumplimiento de la merced de ttulo y veintemil vasallos, hecha al mismo Gobernador D. Francisco Pizarropor la r^Iajcslad del Seor Emperador Carlos V, el cual se impri-mi despus de sus "Varones Ilustres" en ItoD; ni omitirse lasolicitud del Repartimiento c[ue hizo el Seor Marqus Pizarroentre sus soldados en Cajamarca del tesoro que se tom eu ISSal Cacique Atabaliba, ]Hies la Biblioteca de Len Pinelo ya ci-tada hace mencin de un testimonio de ella, sacado del archivode esta Real Audiencia ])or su Escribano de Cmara Franciscode Carvajal ])edimento del Capitn Gernimo de Aliaga, :2l2de Octubre de lo 7.En cuanto al Licenciado Cristbal X'acade Castro, nadie ignora(jue Juan Cristbal Calvete de la Estrella, escribi en latin sus"Hechos en los Comentarios del PervV, (|ue pudieran ser, sise hallasen, del mas oportuno uso: bien que no faltarn monu-mentos en esta Capital relativos su Gobierno, sin olvidar los queexistan sobre Diego de Almagro, (jue despus de la alevosa muer-te del seor Marqus Pizarro, consta como se abrog el Gobiernohasta la llegada de Vaca de Castro.Acerca de Blasco Nuez Vela, que habiendo sido el primer Go-bernador condecorado con el ttulo de Visorey, ])lantific, segnlas rdenes soberanas que se le confiaron, el Tribunal Superiorde la Real Audiencia y Chancillera de esta Capital, sobrar ma-teria para no limitados esclarecimientos, especialmente si una di-ligencia poderosa logra algunos datos seguros que pueden existiren su archivo secreto respetable.

El seor Presidente Licenciado Pedro de la Gasea, transmitimuy singulares noticias sobre sus acciones y providencias guber-


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XVIIInativas en su "Historia del Per" (lue se imprimi en 1567; pu-diendo ilustrar entre otros papeles la "instruccin" c(ue constadio esta ciudad Frav Tomas de San Martin cuando pas Es-paa en compaa del mismo Presidente.Al hablar antes del Sr. VireyD. Francisco de Toledo, hice men-cin con e! debido elogio de sus Ordenanzas insertas en la Co-leccin general impresa de las del Per, que form en 1683 elLice]iciado D. Tomas Ballesteros por comisin del Seor VireyDuque de laPalata,bajo la aprobacin de su Asesor sapientsimo elSeor D. Pedro Fraso, Oidor que fu en esta Real Audiencia; yno es justo se pierda de vista, que segn asegura el Prlogo delColector, se contienen all reunidas las providencias gubernativassobre los ramos respectivos, dictadas por los Seores VireyesMarqueses de Caete y de Salinas; sin que se echen de menos lasdel Presidente Gasea y otros Seores Gobernadores, pues de es-tas las mas esenciales insert en las suyas el Seor Toledo, dequien refiere el mencionado Len Pinelo, haber escrito un "Me-morial del Per", despus de haberlo gobernado por trece aos.

Respecto del Seor Virey D. Martin Enriquez, convendr nopoco solicitar la "Relacin" que ie dio en 1585 Francisco de Hi-nojosa, "de lo sucedido en la entrada de los Mojos", algn otrodocumento equivalente, as como por lo tocante al Seor Condede Villar Domiiardo, fuera de todos los papeles mas seguros querespecten al Seor Arzobispo Santo Toribio Mogrovejo, y lasocurrencias de su rgimen ejemplar de esta Metrpoli (sobre lascuales y otros puntos ser oportuno tener presente para los finesque convengan al Ilustrsimo Seor Villarroel en su GobiernoEclesistico de las Indias) la "Instruccin de lo que pas en elPer desde 26 de Abril de 1588" en que despach los galeo-nes, librando otras acertadas providencias para defensa de esteReino y contra los corsarios ingleses, con los pareceres de Al-berto de Meiidaa Adelantado de las Islas de Salomn y de otrosMinistros sobre lo que deberla efectuarse en tales circunstancias; igualmente en cuanto al Seor D. Garca Hurtado de Mendoza,sus Ordenanzas que imprimi en esta ciudad en 1594, contralos excesos de los Corregidores de Indios en sus tratos y nego-ciaciones: por los daos que les causaban.Aunque del S. Marqus de Montesclaros conservamos la Relacincompleta de su Gobierno, no daar tener presentes las "Adver-tencias los Seores Vireyes del Per" que escribi sobre el Go-


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XXen 1706, sobre si Da. Josefa Portocarrero, hija del Seor VireyConde de la Monclova, cumplia su juramento de ser religiosa enEspaa quedndose en uno de los conventos de esta ciudad, igualmente una "Carta Pastoral" que escribi en 711 siendo yaVirey del Peni, segn corre impresa en ella, para sus Diocesanosde Quito, fin de vindicar los legtimos derechos de Nuestro Mo-narca el Seor D. Felipe V. la Corona de las Espaas contralas injustas inicuas pretensiones del Archiduque Carlos, y po-dr suplir en gran parte por Relacin de Gobierno en aquel Pre-lado Virey por el singular cmulo de noticias que ministra la"Respuesta"' que su nombre extendi la buena pluma del Doc-tor D. Toms de Salazar los 23 cargos de su residencia tojnadapor el Seor Alcalde de Corte D. Jos de Potau y Olcina, ha-bindose impreso en esta ciudad en 1718, sin jue deba olvidarseque por disposicin del Seor D. Fray Diego Morcillo escribi im])rimi en 1723 el D. D. Pedro Peralta los "Jbilos de Lima"y Fiestas Reales que hizo en esta Capital en los Augustos Casa-mientos de Nuestro Soberano Luis I y de Luis XV de Francia,donde trae la "Descripcin del Per y de Lima, y la Historiadel origen de los Incas y de las Indias".Fcilmente se comprender que el mtodo mismo indicado parasolicitar un copioso conjunto de noticias seguras sobre los Go-biernos referidos, deber emplearse acerca de los Seores VireyesD. Antonio Mendoza Marqus de Caete; Conde de Nieva; Li-cenciado Lope Garca de Castro; D. Martin Enriquez; Marqusde Salinas; Conde de Monte-rey; Marqus de Manzera; Condesde Salvatierra, de Alba, de Liste, de Sanistevan, y de Lemos;Marqus de Castel-dos-rius: Prncipe de Santo Bono, y demsJefes Superiores.No conducir menos al mas cumplido xito de una tan impor-tante empresa, la detenida especulacin y prolija consulta delcmulo de Reales Ordenes, Cdulas y Pragmticas expedidasantes y despus de la Conquista de todos estos Dominios, dondese ha de encontrar forzosamente un conjunto de conocimientoslos mas seguros para el esclarecimiento de los hechos histricos...Consiguientemente no debe perderse de vista la Coleccin queen cuatro tomos trabaj por real determinacin de S. M., Diegode Encinas, Oficial Mayor de la Secretara de Cmara del Supre-mo Consejo de Indias, y se imprimi en Madrid en la ImprentaReal en 1 596, como que en ella se hallan ntegras varias sobera-


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XXIIluminosas reglas del "Gazofilacio Real Peruano" con todas lasReales Ordenes Instrucciones libradas hasta el dia presente porpor nuestros Catlicos Soberanos, desde el ao de 1675 en ([ueescribi aquel sabio y celoso Magistrado.No hay duda en i{i\e las Reales Cdulas contenidas en seme-jantes Coleccion.es, estn insertas en la Recopilacin de Leyesque nos rige, y se public en 1680 con la dada en Madrid 18de Mayo del mismo ao (i[ue la precede, como que de ellas seform un tan respetable Cuerpo de Legislacin la mas sabia, pru-dente y justiciera, segn la eleccin dichosa de los mas singula-res y selectos personajes que concurrieron progresivamente unatan ardua interesante obra desde que se ide; entre quienesbasta nombrar las dos inextinguibles antorchas de la Jurispru-dencia, los Seores D. Juan de Solrzano Pereira v D. FranciscoRamos de Manzano: pero cuando se aspire ima averiguacin se-gura y exacta de los hechos tocantes cada poca remota, pue-de ser de absoluta necesidad en infinitos lances tener la vista eltenor entero de una Real Decisin, en cuyo exordio preces seevidencia su razn motiva y la persona quien fu dirigida; locual fcilmente se descubre cuan gehuinamente conduzca al des-cubrimiento de muchos puntos historiales, sobre que han proce-dido acaso erradamente algunos escritores.A mas de esto, no habindose formado por lo tocante al PerColecciones separadas como en Nueva Espaa, excepcin de laque mencion antes del Seor Virey D. Antonio Mendoza (bienque estos Reinos respectaron igualmente los tomos de Enci-nas), y por otra parte, no habindose podido comprender en laNueva Recopilacin todos los Reales Rescriptos emanados delTrono para comisiones particulares y para personas determina-das, es inevitable acudir al reconocimiento de su tenor cuando setrate de calificar con ellos algunos acaecimientos, providencias yacciones mas notables de cada uno de los Gobernadores Supe-riores, especialmente al urgir el lleno de los huecos vacos deunas Relaciones otras.Los copiosos Cedularios existentes en la Secretaria de Gobier-no de este Vireinato, empiezan nicamente desde el ao de 1620,por haber perecido en incendios y temblores de ruinas los librosanteriormente formados; pero desde ese ao hasta el presentehay en su archivo un muy abultado nmero de volmenes, dondese ven reunidas las Reales Cdulas y Ordenes que se han librado.


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XXIUen [ue se encuentran ecisiones muy dignas de consultarse parael fin propuesto.

El Tribinial respetable de esta Real Audiencia ha ex])erinien-tado iguales prdidas en sus preciosos archivos, y aun(uela pri-mera Real Cdula que se halla en sus libros encuadernados esreferente Mayo de l88, yo he conseguido felizmente el reco-bro, para la colocacin en l despus de su correspondiente em-pleo para el trabajo emprendido de un grueso tomo testimoniadopor sus Secretarios de Cmara Francisco Carvajal, Alvaro Rui/de Nabamuel, (iernimo de Aliaga, Juan (hiticrrez de Molina,Juan de Montoya y otros sucesivos; en el cual hay el mas prove-choso acopio de Reales Cdulas desde el ao de 1534 en adelan-te, hasta el mencionado de 1GS8, llenas dlas mas luminosas vseguras noticias acerca de los ])rimeros .lefes de estos Reinos, ])araparticularizar muchos hechos de historia sobre sus Gobiernosque no es ficil autenticar de otra manera, por no contenerse enlos Cuerpos Legislativos, causa de haber recado sobre casosy personas singulares, sin trascendencia formar decisin gen-rica.

Tales son entre otras los Reales Rescriptos que se dirigieron alSeor Marqus D. Francisco Pizarro en derechura, para su ma-nejo en el Gobierno de estas Provincias y puntos particulares,como Ordeuauzes por l formadas: al Licenciado Vaca de Castrosu sucesor, nombrado anticipadamente, y aun destinado paraaconsejarlo y dirigirlo con sealadas Listruccioncs que se leconfiaron, siendo muchas de ellas respectivas los sucesos alte-rosos de aquellos tiempos y ocurrencias entre Pizarros y Al-magros: Blasco Nuez A^ela: al Licenciado Pedro de la Gasea:y as progresivamente los dems sucesores en los mandos: do-cumentos realmente los mas recomendables, v cuva ntegra pro-duccion en todo su tenor respetable, ser respectivamente nece-saria para mas completa calificacin de las ocurrencias que seespecifiquen de algunos primeros Gobernadores, y mas si no hu-bieren logrado hasta ahora la luz pblica: siendo este el frutoprincipal de semejantes inquisiciones, para que sea mas aprecia-ble el Mercurio Peruano'", en que debe huirse de toda repeti-cin que no sea inevitable, de lo que ya est presentado por losescritores, y aspirase en cuanto sea factible, una certera yverdica novedad.Aunque los mismos funestos accidentes de incendios v ruinas


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XXIVlian comprendido al archivo del Muy Ilustre Ayuntamiento deesta Capital, subsiste custodiado en l, con decoroso esmero, untesoro apreciabilsimo de monumentos de la antigedad hasta lospresentes tiempos, cuya presentacin al pblico en su oportimi-dad debida, llenar en la mayor jmrte los deseos de poner aclaraluz las pocas progresivas de los Gobiernos sobre que no existenRelaciones, y los huecos advertidos entre unas y otras.De tal clase son sin duda los libros originales que se conservande las Actas Capitulares primitivas, corriendo el primer tomodesde el ao de 1534 hasta el de 539; donde existen con el expe-

diente de Ereccin de esta Ciudad seguido y firmado por el mis-mo Seor Pizarro, as los dictmenes que precedieron sobre ellaen Jauja de Francisco de Godoy, Hernn Ponce de Len, Fran-cisco Dvalos, Hernando Gonzlez, Juan Alonso de Badajoz,Pedro Barrasa, Juan de Salinas, Pedro Arconchel, Hernando deSosa, Miguel Astete, Francisco de Salcedo, Francisco de Her-rera y otros Regidores y vecinos, como las Ordenanzas y Pro-videncias primordiales que expidi aquel Jefe para su gobiernoy polica; conteniendo igualmente multitud de Reales Cdulasantiguas, de las cuales form en 1713 el Regidor D. FranciscoAlvarez y Gato del Orden de Santiago, tres tomos que subsistendecentemente forrados, en que reuni su costa todas las quese hallaban dispersas y pudo.recobrar, segn su generoso esme-ro, en obsequio del M. I. Cabildo.Es sensible ciertamente falte, no haya podido recobrarsehasta ahora el tomo 2 de actas que debia correr desde 4 de Fe-brero de 539 en que acaba el primero, hasta el ao de 544: peroen el tomo 3, en lugar de cuyo mimero se ve enmendado y sus-tituido el de 2, he ledo asientos respectivos al de 542, y testi-monio entre otras muchas cosas de las Reales Cdulas y Orde-nanzas expedidas en se mismo ao por el Seor EmperadorCarlos V, en resulta del tratado escrito por el demasiadamenteconocido y maliciosamente celebrado por solos los preocupadosextranjeros Fray Bartolom de las Casas, con el ttulo de "Re-medios que refiri por mandado del Ayuntamiento de Preladosdispuesto en Yalladolid" por aquel celossimo Monarca, cuyasconsecuencias por defecto exceso en las manos ejecutoras,fueron tan odiosas y funestas para estas Indias.El que hoy es tomo 3" empieza desde Octubre de 548, y el 4desde 553: pero en unos y otros se advierten apuntamientos res-


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XXIXla tierra, con la repeutiua ocurreucia de las. mas fuertes agita-ciones y de los mas funestos trastoruos. , ,,.!: ,:

Servira igualmente el cmulo de documentos incontrastables,y de noticias distantes de toda sospecha que se logre congregar.de un socorro nunca desatendible la sabia y diestra mano delilustrado y muy conocido ya por sus otras obras, D. Juan Bau-tista Muoz, quien acaba de publicar el primer tomo de la His-toria general de las Indias, empezando por la de Nueva Espaa,como de conquista mas antigua, cuando llegue tratar de estaspartes Peruanas.Por medio de las Reales Cdulas, Ordenes y Pragmticas quese indiquen transcriban, especialmente si se aadiese la expre-sin 6 el asomo de sus orgenes, progresos, variedades y obser-vancias, no menos que el de los principales autores de las glosasy comentarios con que hayan sido ilustradas, igualmente de laactual prctica forense (designios gi-andes que reservaba yo parasu desempeo, auna formal Acad&mia de Leyes Indianas, segnmi anhelo por su ereccin en esta Capital, repetidamente solici-tada con propuesta mia, que aun pende, imitacin dla que es-tablec en Santiago de Cliile con real aprobacin muy honorfica):por este medio, vuelvo decir, podr formarse un ensayo para la'Themis Indica"', que grangee facilite unas acertadas notas, ejemplo de las que la -'Themis Hispana" dio luz en 1780 lafinsima y experta mano de I). Francisco Cerda y Kico, publi-cando una tan original obra, digna ciertamente de que no la se-paren nunca de s los jurisconsultos espaoles, como fruto de lasabidura y literatura poco imitables de su autor verdadero elSeor D. Juan Lucas Corts, dignsimo Ministro que fu en elSupremo Consejo de las Indias, segn la vindicacin convincentedel eruditsimo D. Gregorio Mayans, que precede la edicincontra la usurpacin y robo grosero de Gerardo Ernesto deFranckenau, juntamente con la inestimable carta suya sobre laHistoria del Derecho Espaol, vertida al latin por el mismo inge-nioso anotador.

Se grangear en fin esta "Sociedad de Amantes del Pas" paralos venideros siglos, la inmarcesible gloria do haber concurridocon sus indagaciones empeosas, y con sus constantes tareas la ilustracin mas segura de un ramo de Historia el mas impor-tante por la variedad de objetos que se extiende: y yo sersobradamente honrado con la satisfaccin de haber seilalado elA


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XXXsendero, dispuesto la tentativa una empresa siempre gi-ata la Repblica de las letras, para pblico testimonio del verda-dero "inters que me inspiran el amor y la gratitud, en que sos-tenga este dichoso Reino dentro de ella el mas distinguido yvistoso asiento.


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II-'.

DEL ESTADO DEL mBm DE ESTOS REKOS (jlE MCE EL EXCMO. SESllDON JM DE HOZA Y LOA, MROS DE MONTESCLAROS, AL EXDIO.

SEMIR PRI'AIPE DE ES!jll.A;iE SU SECESOR.

Es rdeu de S. M. que los Vireyes de estos Reinos adviertanal sucesor del estado eu que los dejan: mandmelo m en per-sona de V. E. por carta de 8 de Noviembre de 1614 aos.Y por la sustancia y motivo de este mandato y del gusto conque V. E. lia sido servido de acordar su ejecucin, principalmen-te mira ser informado desde luego en aquellas cosas para cuyaintroduccin podran hacer falta las primeras noticias; este in-tento procm'ar encaminar mi relacin dejando la cmosidaclde otra cosmografa las dems particidaridades de estas Provin-cias, mas propias de aquel cuidado, que de la presente necesidad.Pero sin embargo, ni el excusar esta parte que tanto habia dedilatar nuestro papel, ni la natural condicin de abreviar los quesalen de mi mano, lo podrn ahora conseguir por mas que mi de-seo lo procure, porque la materia consta de muchos cabos, don-de furiosamente habremos de tocar, dems de que es ciencia detan particulares trminos, y tan solas propias ella, que anlos que venimos por el rodeo de la nuestra Espaa extraamos


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2 MEMORIAS DE LOS VIREYES.SU lenguaje, y nos es preciso, obviar tartamudos los primerosaos, preguntar desautorizadamente algunas menudencias, quesolo sirven de cimbria el edificio y mquina principal. Sufrapues V. E. que vueltas de lo que sin este trabajo no pude yoalcanzar, le repitamos algo de lo mucho que su grande talentoy discurso le habr ya dado tanto mas barato.Es de mucha grandeza este cargo de que V. E. se hace en-trego, y no me he de volver esta vez de la otra significacin dela palabra [porque as lo entiendo] no es cargosa su ocupacin,de cuidado s, que la continua presencia de tantos y tan gravesnegocios, solicita, desvela, pero alienta y anima como quien pa-ra facilitar el movimiento del brazo, y avidar al cuerpo echa pe-so en la mano, con el cual alcanza con agilidad lo que la mismaligereza le habia de impedir y hacer estorbo.En la variedad de las materias, [segunda clavija que sueleiapretar las vueltas de este tormento] he hallado yo el mayor ah-vio, pero notado en su dificultad que siendo de tal grandeza cadauna, que solas pide un sugeto entero, llegan veces tan juntasy tiran un tiem^io tan igualmente, que ponen en peligro de re-partir el todo y en tan menudas partes, que ninguna valga, nipueda contra el cuidado.

Para excusarme esto peligro me hall tambin con no entre-garme jams al cautiverio de la ocasin, sin im seguro que deella me pudiese rescatar. Creo es de tal manera hacer rostro lanecesidadpresente, que presum siempre mas de la que tras de ehahabia de sobrevenir: con que no me ha turbado mucho la batera,ni he desconfiado de hallar salida en la mayor aj)retura.La jurisdiccin, mano, y autoridad del Virey se esfuerza hastalo que pide una representacin tan inmediata muchas veces con-fesada y repetida del Rey Nuestro Seor. liar pues verdaderaproposicin quien dijere: Puede lo que S. M. en estas Provincias;y entre otros testimonios de comprobacin [que cada uno la ha-ce cierta solas] bastar el poder general que trugimos, y debetraer V. E. para el gobierno de este Reino en aquellas palabras.Yfinalmente jpara que pueda hacer' y proveer iodo aquello que yo


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MEMORIAS DE LOS VIREYES.nuestra brevedad^ que son tantos los celosos de este poder. Y nose dice bien por tal trmino, si celoso se toma por buen deseo deencaminarle, digo que son tantos los que se estiman contra estasuperioridad, y los rabiosos que intentan morder en ella, que consu acuerdo veneran mi olvido yotro cualquier descuido, estudia-rn por todos en la cieucici, haciendo en ella mas decisiones quepudieran Bartulo y Xason en su facultad, en que V. E. [y esteaviso] tendr harto que manifestarse, que tambin desvelan los mosquitos, y son mosquitos.

Esta potestad del Virey cual habernos pintado tiene su ejecu-cin en 1200 leguas Norte Sur lo largo, y no llega por lati-tud 300, comprende las Audiencias de Panam, Lima, Quito,Chuquisaca, Santiago de Chile, y en el distrito de cada una di-ferentes Provincias, y no hemos de gastar mas tiempo en lacosmografa, pero se ha de advertir que no debe obrar la manodel Virey igualmente en todas partes, por hallarse algunas ental desvo y donde no la fuerza apenas, aun llegan las puntas delos dedos, y en estas pide la conveniencia y la necesidad dejarmucho cuenta de la confianza de Gobernadores particulares,que bien se v cuan estorbado y d.etenido andarla el despachosi los oficios de Tieira Firme, y las plazas del Ejrcito de Chileabsolutamente pendiesen de la voluntad y eleccin del Virey ycon ellos otros expedientes embarazosos la dilacin, fciles labrevedad. En casos as, me he yo contentado con saber queeUos sepan nuestra superioridad y su obligacin.

Distribuyese, pues, y est comprendido el uso de este dominiouniversal en la persona del Virey, por razn de tres ttulos conque Su Majestad le honra, el primero abraza los tres nombresde Virey, Lugar Teniente y Gobernador. Es el segundo de Pre-sidente y el ltimo de Capitn General: cada una de estas ocu-paciones le daremos lo que le pertenece, lo menos ir apun-tado algo de lo mas dificultoso que se podria ofrecer desde luego;conision y embarazo con que se llegar el fin de nuestro papely pi"omesa. ;.crarf ofei .';>) -ojfixrr o ON JUAN DE MENDOZA. 19mas su desventura, el ser tales que para que sean suyos es me-nester darles dueo, y que la piedad y buen tratamiento estribeen el favor del Virey y el castigo de lo contrario, porque su in-dignacin y despego de todos buenos respectos no obliga quienlos trata y conoce excuse sus daos y trabajos, si ellos no losmira; y aunque sea tal la barbandad de esta gente en compara-cin de otras que conocemos y tratamos todava y se les permiteen lo compatible con la nueva Ley y profesin que recibieron denosotros.

Dems de los Supremos Reyes en cuyo derecho damos porasentado que sucedi la Corona de Castilla, hallaron los Espa-oles otros seores inferiores ellos, pero superiores otrosparticulares de quien eran obedecidos llambanlos entonces Cu-racas y ahora tambin Caciques, nombre que trujeron los prime-ros conquistadores de la Isla de Santo Domingo: sobre la juris-diccin, seoro y preeminencias de esto se litig mucho y costgrande trabajo sacar luz su derecho y convenirle con la justiciay piedad cristiana; al fin el seor don Francisco de Toledo lo pusoen debida forma, y en sus ordenanzas hallar V. E. todo lo quepudiere desear en ejste gnero, pues de aquel maestro somos todosdiscpulos, yo lo menos de voluntad lo confieso.

Estos oficios se heredan por sucesin de sangre: anda con ellosel cargo de Gobernador de aquellos naturales que pertenece alCacicazgo. Tambin en este punto hubo, y hay en que reparar,solo he dicho ahora lo que presentemente corre en estas Provin-cias, y cuando la herencia viene parar en nio, impedido poralgn defecto natural, el Corregidor del partido nombra tres, yde ellos elige el Virey, y en el nterin que van y vienen ios des-pachos suele gobernar el Alcalde Indio mas antiguo de los ordi-narios de aquel ao, para todo hay provisiones acordadas en eloficio de la Gobernacin. En llegando la pretensin pleito de


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20 MEMORIAS DE LOS VIREYES.manera que pai'a despacharle ttulo de Cacique sea necesario masque aprobar' filiacin, lo he remitido yo la Audiencia, y me pa-rece que as conviene por excusar tiempo y costas, sin embargoque estos stores, mis antecesores, de ordinario actuaban en casossemejantes. Los Corregidores no pueden conocer de ellas ni pren-der Cacique si no fuere por delicto grave cometido en el mismotiempo de la probacin. Tambin despus de la venida de los Es-paoles se introdujeron en el nombre de Caciques ciertos man-doncillos, tantos y de manera que los habia de diez y veinte In-dios. Justamente lo moder el seor don Francisco mandando queademas del Cacique principal hubiese solo luio, quien dio nom-bre de Cacique segunda persona, y otros dos de Pachaca y Pisca-Pachaca, que es lo mismo en su lengua que decir de 100 y de 500Indios; son estos obedecidos, siempre en mejor lugar el Caciqueprincipal, tras l la segunda persona, y as los dems conforme alnmero de los sugetos: todos tienen sealados su estipendio mo-derado en las tasas del tributo, y acudan por menor en su cobranzaen toda la gruesa, tampoco entran en rebaja de este salario, anteses uno siempre como el de los Curas. De la Repblica menor deestos naturales, del nmero de oficiales de que consta y de la for-ma de elegirlos hablan las ordenanzas del seor don Fracisco deToledo, y no es de las materias eu que por no saberlas antes detomar el Gobierno peligrar el acertamiento de T. E. y as lasdejo al tiempo y vista de papeles.

nm.Presuponga V. E. que los Espaoles de la conquista de las In-

dias quisieron ser dueos tan absolutos de las personas y libertadde los naturales, que cual si fueran de Guinea los trocaban com-praban y vendan tenindolos por esclavos, y siendo esta su princi-pal comodidad y ganancia, pareci luego este trato derechamenteopuesto la justicia, razn y piedad; pera la instancia de los in-teresados y el recelo con que entonces servia de alguna generalalteracin que tantas veces alzaron cabezas muchos de Iob ha-


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DON JUAN DE MENDOZA. 21bitadores de aquel tiempo entretuvo resolucin tan importante6 oscureci de manera su malicia que por muchos aos corri ad-mitida j tolerada aun de los muy piadosos. ltimamente conjjrecepto inviolable arrancaron los Keyes tan cruel y perniciosacostumbre, y queriendo hacer esta reformacin en veces que nohay novedad en las Indias aunque sea tan obligatoria en que nosea preciso entrar con tiento su introduccin, todo lo que seobraba en orden que los viniesen gozar enteramente su liber-tad, descubra mas la necesidad de algn medio eficaz para quelos Espaoles quien se quitaba la granjeria, tuviesen recurso yentretenimiento que obligase j^ermanecer en lo ya adquirido,y se pudiese esperar en todo lo dems mucho ensanche la pre-dicacin de el Evangelio; y as pareci que sin contravencin deaquel primer intento ni ofensa la justicia, igualando estos na-turales con otros muchos subditos y vasallos de la Corona deCastilla, se les podia obligar que hiciesen de su parte algn re-conocimiento de que gozasen los Espaoles en nombre de SuMajestad, sobre cual habia de ser y en qu gneros, cmo se ha-bia de repartir y cobrar hubo grandes dificultades, vencironseltimamente las mas principales en ima Junta que mand hacerel Rey Nuestro Seor Felipe II el ao de 508; cometise la eje-cucin al Seor Virey D. Francisco de Toledo que estaba departida para este Reino, procedi en eUa con el acierto del restode sus acciones, aproblo todo Su Majestad y sin embargo lamudanza de los tiempos lo ha pretendido alterar: mndemelo m el Rey Nuestro Seor, que Dios guarde, por carta de 16 deMayo de 611, los inconvenientes que tendra innovar cosa algunaen lo que se habia resuelto y ejecutado con tal prudencia, sir-vise Su Majestad de hacer rplica con nuevas dudas admirable-mente ponderadas en otra suya de 28 de Octubre de 612; procurcon una mia de 2 de Marzo de 614 satisfacer las dudas. Las car-tas de Su Majestad quedan en sus legajos, de las mias con esteentrego V. E. copia de la primera la illtima; ayer besndole lasmanos me dijo Y. E. que con las dems de aquel ao se las habiamandado entregar el Real Consejo: pase Y. E. los ojos por todas,

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22 MEMORIAS DE LOS VIREYES.y en particular vea im libro en el cual tomando el nombre del efec-to, llam el Sr. D.Francisco de Toledo, libro de Tasas, y puso en lel sealamiento y reformacin del tributo que con casi general-mente deben pagar y pagan los naturales aunque en los gneros])Ocas veces se mudan en las cantidades, s conforme sube bajael nmero de Indios que entra sale en esta obligacin, por es-tar dispuesto tributen en teniendo 18 aos antes si se casaren,y queden libres en pasando de 50: para averiguar lo. que estotoca se envan Jueces, comete los ordinarios que hacen re-tasa, revisita que ambos son trminos con que habla en lamateria; hallar V. E. en el oficio del Secretario de Gobierno lainstruccin y forma que en esto se guarda y cundo, porqu per-sonas y qu costa se han de ir despachando las dichas revisitas.

Tratndose pues de los dos puntos del captulo precedente qui-tar la esclavitud de los Indios, y dar de comer los Espaolesque habitaban la tierra, se comenz lo primero tenindolo conrazn por mas obligatorio, y as fueTon declarados por libres an-tes mucho que les sealasen el tributo que hablan de dar. Jun-tse esto la muchedumbre que entonces habia de naturales, yla bizarra y aliento de los soldados que no se acomodaba tra,-bajar aun esos ministerios que les fueran honrosos en su propiatierra: con lo cual toda ocupacin servil vino cargar sobre iosIndios, y por este camino disimuladamente y con otro nombrecobraban y se hacian otra vez seores de su libertad, habiendosolo excusado con las disposiciones anteriores la voz y ttulo deesclavos; defendindose cuando se les hacia este cargo, diciendoque la ocupacin de aquellos Indios reciban en cuenta y pago desu tributo, y que eUos mismos se holgaban mas de satisfacer ypagar por este camino, tornse al mal estado del principio, y pa-ra mejorarle se prohibi el uso de estos naturales para cualquierministerio sin su voluntad expresa y que ni con ella se les pudie-se recibir el tributo en servicio personal: usando pues ellos mal


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DON JUAN DE MENDOZA. 23de esta licencia con el natural aborrecimiento al trabajo huande l y no queran acomodarse ;i ninguna ocupacin, con (|ue to-do andaba desaviado, mal compuesto, y en riesgo de acabarse,3" visto que sin la crianza de los ganados labranza de la tierra[estribos principales de cualquiera repblica] no podian perma-necer ni liabia otros peones de quien valerse eu defecto de los quetanta fuerza liaciau para ser relevados. Empezaron los Gober-nadores introducir por buenos medios de ocuparlos en cosastiles y forzosas fabricas de Iglesias, y casas de labor de tierras,y guardas de ganado, y otras de esta calidad, y ttulo de quelas repblicas bien ordenadas no sufran vagamundos [ley co-mn todo gnero de gente] pareci se les podia liacer algunacoercin pues iba enderezada su mayor bien y comodidad.Para lo cual mandaron que viniesen las plazas de ciudades ypueblos de Espaoles donde se alquilasen con quien tuviese ne-cesidad de su servicio. Sealronles jornal, y proveyeron algmiascosas en orden su buen tratamiento, y porque fuese menos lavejacin y no tan general en todos que les privase perpetuamentede sus casas ni imposibilitase de acudir al beneficio de sus lia-cenduelas en los tiem.pos del ao que pidiese su asistencia: lii-cieron un repartimiento limitado de los que haban de servir encada Provincia, para que por su turno fuesen todos entrando enl. A esto llaman ]\Iita en todo el Per: que en lengua del Ingadice lo mismo que Vez: el seor don Francisco orden que estaMita Vez estuviesen obligados la stijua parte de los moradoresde cada pueblo. Y en algunos particularmente los que estn alNorte de Lima se crece la sexta y quinta. Tengo por de mu-cho escrpulo alterar esta obligacin en mayor carga, harn ins-tancia casi generalmente suplicando Y. E. en esta su entradalo acreciente, pareciendoles que la ocasin del recien venido esmas dispuesta para gracia y merced: de esto se valdrn con Y.E, : conmigo presumieron mas, y fu engaarme por la poca cien-cia que les pareci habia de tener un hombre nuevo. rmese Y.E. contra esta batera, crame y no deje tan cruel despertador la quietud y buen sueo que le espera en la Corte cuando des-


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24 MEMORIAS DE LOS VIREYES.pues de haber dado la buena cuenta que esperamos de estos cui-dados se quisiere volver su casa, y tanto mas aventajado lu-gar como el que tiene los ojos y presencia de S. M.

m.Sobre que distancia de pueblos se ha de enviar, la igualdad

de los Templos, tasa de jornal, y seguridad de paga, hay muchosproveimientos en Cdulas de Su Majestad y Ordenanzas de Vire-ys; es muy necesario verlas, y tornarlas ver y reparar: ejerci-cio en que se emplea bien cualquier tiempo y ocupacin pues re-sulta el provecho en gente tan fiada la piedad del Rey NuestroSeor y sus Yireyes, que raras veces pondr de su parte mas quela necesidad y dependencia de este favor. Y porque esta cienciase adquiere por la continuacin y asistencia de los papeles queno es compatible con el breve despacho de algunos negocios queal presente instarn Y. E. en que habr quien artificiosamentelo quiera prendar, es mi consejo que por algunos meses no admitanovedad en lo que hallare asentado, respecto no los anteceso-res, aunque la prudencia de los mios se le debe muy grande,sino por autorizar mas los ojos del Reino lo que despus se hi-ciere con la presuncin de que ocup Y. E. todo aquel tiempo enpensarlo mejor. Al pi de ocho meses me embaraz m estemiedo sobre cuatro aos del Gobierno de Nueva Espaa. Lacapacidad y talento de Y. E. suphr los aos y los meses. Yo loconfieso juntamente con mi remisin, pero es menester velar mu-cho desde luego en que todo gnero de gente haga buen trata-miento y paga los Indios de quien se sirvieren, castigando conrigor cualquier exceso; heme visto veces apretado cerca de estoen las haciendas de algunas Religiones, y sobre pendencias quetenian con sus vecinos los que administraban, que de ordinariosuelen ser gente licenciosa, y sin las obligaciones de el habito,aunque le visten como donados. Tom por medio requerirlos pu-siesen mayordomos meramente legos, di cuenta de eUo Su Ma-jestad, respondime en carta de 2 de Diciembre de 609 habia


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DOX JUAN DE MENDOZA. 25parecido rigor obligarles ello, sin embargo persuadido de laimportancia les amenac con que no daria Indios al que no lohiciese, lianse reducido muchos j todos proceden con mas tientoy as se ha mejorado el estado que esto tenia. Tambin suplico Y. E. vea la tasa de los jornales de todo gnero de ocupacinque ser posible parezca alguno bajo, particularmente el de lospastores en que yo habia resuelto de hacer crecimiento, pero comono ha de ser igual en todas las Provincias es forzoso que precedandiligencias para justificarlo, y no he tenido tiempo de sustanciarla causa.

MITAS PMA OBRAJES.El principio y motivo de las Mitas fu la provisin de mante-

nimientos, despus ha ido extendindose, mas que no es nuevollamarse una necesidad otra; hanse dado Indios para obrajes,son cosas donde se labran paos, fresadas, sayales y cordellates.Todo mi juzgar la ocupacin mas tolerable y fructuosa quelos naturales tienen en este Reino guardndose las ordenanzasdel seor Virey don Luis de Velas co, y otras sueltas que hemosaadido despus ac. Tambin gozan de privilegio las Mitas delazogue, plata y oro, en cuya permisin y lcito uso se ha desve-lado la teologa de este y los Reinos de Espaa: algo diremosmas cuando se trate de beneficio y saca de metales, y en ningunaparte se puede hablar sin miedo en la materia.

Para Chasques, que es lo mismo que Correos de pi, hayIndios Diputados en sitios de veredas prhicipales: es cargo delCorreo mayor la paga de su trabajo; cuando llegu este Go-bierno se les debia suma de plata, y si bien desde luego procurminorarla no fu posible: antes creci la deuda. Visto lo cualembargu las haciendas y tributos del Correo mayor, y ltima-mente tom con l el asiento que V. E. ver en los papeles del

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DON JUAN DE MENDOZA. 27nulas, dcense all los motivos mi parecer de sustancia. V. E.lo ver y proveer como mas convenga.

ms PARA \m,Tampoco se pueden dar Indios para vias y olivares ni al ser-

vicio de trapiches ingenios de azcar, y en esto ni voluntaria-mente pueden trabajar por las desgracias que comunmente suelehaber en los que andan cerca de las ruedas, y el dao que lesresulta de una bebida de agua miel que llaman guarapo, y .salede la caa.

ITAS PARA MOMSAS.En la ciudad y puerto de Guayaquil y su comarca tienen al-gunos Espaoles granjeria de cortar madera, para lo cual echaban

Indios en las montaas donde se perniquebraban, morian debajode los arboles que caan mordidos de animales ponzoosos.Teniendo de esto noticia Su !Maj estad, mand en Cdula de 24 doNoviembre de 601 se pusiese remedio en semejantes daos. Elseor Virey don Luis hizo ordenanzas este fin; m me parecicerrar del todo la puerta en semejante peligro, y as lo prohib ylas partes usan ya de negros esclavos, pero cuando se ofrece fa-brica de Galeones de Armada Real, se ha dispensado y debe dis-pensarse con grande tiento y moderacin.

JAMIS (i CARGAS.La aspereza de la tierra y falta de bestias, necesit al principio

que se cargasen Indios, y tan desigualmente de lo que podanal tamao de sus fuerzas, que muy ordinario rendan la vida desa-lentados, por lo menos les duraba poco en semejante afliccin,y como su resistencia fu siempre tan flaca cualquiera que lespretenda hacer ofensa, vino ser preciso que el Rey y Consejocuidasen de esta como una de las mas sustanciales; prohibise elhacerlo con graves penas, hubo despus limitacin y alguna licen-


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MEMORIAS DE LOS VIREY15S.cia; tornse mandar esforzando de nuevo el rigor: hay muchoescrito en Cdulas y Ordenanzas: hallaralo V. E. debajo de Ja-memes (por llamarse as en lengua mejicana) ciertos instrumentosque ponian los Indios en las espaldas donde ataban la carga.

C'uando como hemos dicho se hizo tanto esfuerzo en ((ue losIndios consiguiesen libertad, cesando de todo punto el horror delnombre de esclavos, hubo muchos Espaoles que se hallaban conalgunos, y por no perder el provecho que hasta entonces habiangozado de su compaia, maosamente les lieron haciendo casas ypoblacion dentro de sus tierras y estancias; despus con el tiempoy otras inteligencias notadas muy seguras, han ido aumentando laprimer suma, de tal manera que habindose hecho una visita porcomisin mia, el Oidor don Francisco de Alfaro en solas las cha-caras, haciendas de campo del Distrito de los Charcas hall 25,000almas; estos llaman yanaconas, natonas, corpas: todo es lomismo que criados, sirven la cultura de campo, dndole sus amoslo necesario para el sustento y vestir y un pedazo de tierra quebeneficiar. Cranlos en sus enfermedades y pagan por ellos eltributo, pero causa de que envuelta entre estos beneficios sehallaba demasiada estrecheza y extraordinario dominio, pues unavez dentro el yanacona, quedaba con su familia y sucesin tan deasiento en la chcara que ninguno le podia sacar, ni l desampa-rarla; pareci necesario reparar este portillo por donde otra veztornara la esclavitud. Y as en diferentes Cdulas, particularmenteen la de 601, que habla de servicios personales, declar Su Ma-jestad que estos tales se habian de tener y reputar por gente li-bre, y mand lo supiesen ellos as, y que podan de su voluntaddejar los sitios c|ue habian, cuando quisieren, sin que nache se loimpida. Los Vireyes han puesto grande esfuerzo en esta ejecu-cin. El seor don Luis de Velasco fu quien mas obr en ella,aunque como se hall ya al fin de su Gobierno (tiempo en quela obediencia de los subditos est pendiente en los postreros ner-


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DON JUAN DB MENDOZA. 2I>vios de cortesa) no pudo conseguir el intento si bien sobre l yotros puntos bien importantes despach diez y ocho provisionesen conformidad de lo dispuesto en Cdula de 601; esta y las de-mas de Su Majestad generalmente dan libertad todo yanacona,pero el intento del seor Virey entonces fu, segn parece, dejaren las chcaras aquellos que el seor don Francisco habia asigna-do por yanaconas en el tiempo de la visita general, quienes llamel seor don Luis originarios y los tuvo por obligados al serviciode ellas. Y as no quiso dar lugar en su salida; lleg el Gobiernodel seor Conde de Monterey, y aunque fu una de las adver-tencias que hall en el papel de su antecesor, la poca salud y cortavida imposibilit la resolucin de tan grave y dificultosa materia:pero todava dio principio una visita general en todo el Reinode que entendi sacar luz que le guiase al acertamiento: muriel seor Conde, y la Audiencia adelant poco esta causa, pormanera que puedo yo decir que la hall entera. Vime obligado buscar la salida por el medio del seor Conde; continu la visitaencargando lo principal de ella don Francisco de Alfaro, comohe dicho dur algn tiempo, aunque l puso harta diligencia enabreviarla; descubri al fin los yanaconas de cada chcara, y elderecho que habia en los dueos para retenerlos, diles enten-der ellos y sus amos como eran libres y depositlos en ciertaforma en las mismas haciendas mientras se dispona otra cosa, vi-nieron los papeles al oficio de la Gobernacin donde quedan. Ydon Francisco en esta Audiencia, que podr informar de palabralo que no se hallase por sus escritos. j\Iien tras se tomaba la finalresolucin que mi entender es bien dificultosa: quise atajar eldao lo porvenir, prohib el empadronar yanaconas de nuevo,as en las ciudades, donde tambin los hay, como en el campo; ypara lo dems buscaba medio justificado, porque confieso no meconvence aquel dictamen del seor don Luis, para dejar en estosasientos los yanaconas originarios, porque aunque se debe presu-mir mucho de los fundamentos que llevara en esto el seor donFrancisco de Toledo, no se pudiese hacer ley de conciencia lossucesores; ni que baste su determinacin justificar un servicio

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W MEaiORIAS DE LOS VIREYE?.mas apretado en estos que en aquellos, pues no lo fund en ha-lterios hallado de peor condicin que otros quienes dej sin estioai'ga, que sin duda se puede tener por tal, y la piedad obliga ((ue se reparta en lo forzoso con igualdad, y cuando se le diesenombre de comodidad excepcin por lo que estos Indios gozande sus amos, justo parece entren en parte los dems que han es-tado despojados y privados de ella siendo de una misma natura-leza, pens si corriera por mi cuenta, desatar cortar el nudo esta empresa, hacer un tanteo de las fanegas de comida que miao dan aquellas haciendas, y esto queda ya averiguado en lospapeles citados: falta y cre computar con aquellas cantidades lasque son menester para que la Provincia est cmodamente abas-fctcida, y luego quitara yo la sobra, rebajando los yanaconas .quien mandara reducir en nuevas antiguas poblaciones desam-paradas hoy, por huir de las Mitas y obligacin que carga sobrelos pocos que se conservan en sus primeros sitios, cuyo excesivotrabajo los va acabando muy priesa. Esta causa y en primerlugar la de su buena doctrina oblig que por todos medios sereparen aquellas y las dems reducciones excusando aun de muylejos lo que diere ocasin su menoscabo, y no es la menor ciertacautela de que muy de ordinario se valen los Espaoles pidiendolicencia para traer Indios voluntarios en el beneficio de sus ha-ciendas, y que se se mande las justicias no lo impidan. Misantecesores las concedieron, y yo tambin, los principios, aunquecon calidad que acudiesen su Mita forzosa, despus mostr laexperiencia el dao de esta concesin, y los dueos de chcaras, Iquiban haciendo yanaconas; fuera del riesgo ordinario de valerse deestas provisiones para diferente intento y ministerio y obligar conellos que se les den Indios de Mita, mostrando la firma del \'i-rey los Caciques y mandoncillos quienes engaan fcilmenteque no todos saben leer, y aunque lo sepan no les dan tiempo deaveriguar lo que en la provisin se les manda.


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1)0K '.rAN DE MENDOZA. 31

NEGROS, MATOS Y iSTOS.La falta que hay en estas Provincias de servicio, por las razones

que hemos dicho, obliga que generalmente sea todo de negros,de la mezcla de estos con gente blanca han resultado mulatos;tambin el poco nmero que al principio hubo de mujeres de Cas-tilla, y la sobra con que despus crecieron, ha ocasionado, ya pornecesidad, ya por hasto que las Indias sean apetecidas de losEspaoles, y de estas dos naciones salen mestizos, ha de pensarV. E. que cada uno de estos mulatos y mestizos es rayo contra losIndios, por lo cual se manda que no vivan ni conversen entre ellos,as por el mal tratamiento que les hacen, como por las ruines cos-tumbres que aprenden de su compama. Es muy necesario apar-tarlos, aunque no tan generalmente los mestizos, porque muchasveces sucede vivir en casa de sus madres Indias, beneficiarle sushaciendas y no ser perniciosos los naturales, dems de que si laprohibicin se ejecutase extendindola los que se derivan deaquella especie vendra ser mucho el rigor, y se hallaran inte-resados hombres que no merece su buen trato tal ofensa. No esde menor cuidado el que pondra unos y otros si se intentasenalgn alzamiento general porque el nmero excede mucho al delos Espaoles, las obligaciones de la Religin y fidelidad ya se vecuan poco les enfrena, con que viene quedar la defensa de estepeligro en la proteccin y misericordia de Dios. Algo cuida la Pro-videncia del Gobierno para estorbar el riesgo, y muchas ordenan-zas se enderezan este fin: lo mas sustancial es traer la vista susjuntas y bailes que todo sea en partes pblicas, y conservar laseparacin de Naciones que ellos guardan entre s, por lo mal queae concierta la diversidad en seguir una resolucin: esta fu lacausa (aunque la voz diferente) de haberle yo denegado siemprela pretensin de fundar compaias como en otras partes las tienen,y lo han intentado en Lima, estos meses postreros, con ocasin dela entrada del Holands: si este medio como es verdad les ha deensear la obediencia de muchos un Capitn que hoy no se


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32 MlMOIUAS DE LOS VIRBYES.acomodan: quejar se ha con razn el sosiego que gozamo; cuandonuestra misma industria lo haya turbado.

Entre los Espaoles de estas Provincias conocer V. E. muchanobleza y buena sangre de caballeros, ser muy dependientes dela voluntad del Virey y deseosos de agradarle: pide la obligaciny su calidad tratarlos con agasajo y blandura, y satisfacense conpoco si conocen amor y acogida, en el semblante de quien los go-bierna. Raros son los {[ue pueden sustentarse con la herencia desus padres y abuelos, que como entonces hallaron gruesa la tierramenospreciaron riquezas, lo menos las esparcieron tan prdi-gamente como si su casa hubiera de ser eterna; y as los de estey otro menor grado todos pretenden, y entre ellos justsimamentemanda Su Majestad se repartan los aprovechamientos del Reino.En los principios sufri esta Ley algn ensanche, ya no tanto por(jue su necesidad ejecuta y con apremio: menoscabado est elcaudal para satisfacer deuda tan grande, porque los tributos hancado con la falta de naturales, y mucha parte ver V. E. divertidapor liberalidad del Rey Nuestro Seor en poder de quien pudieraen Espaa merecer por cierto mayores premios de hecho en favorde los de ac las instancias posibles mi autoridad, y aun el amordel servicio de Su Majestad que en esto es muy interesado, se es-forz veces mas que ordinaria defensa; de esto hablaremos enlas Juntas de nuestra comunicacin, como quiera en lo restantede esta gruesa, y en los oficios y corregimientos se ha de hacerpaga como alcanzare ios benemritos antiguos y modernos, digo los que pretenden por servicios de sus abuelos y propios. Encuanto oficios mayormente de administracin de justicia, ha-cienda del Rey, y de ios Indios vale mucho lo personal; hllesedonde estuvieren, en cuanto rentas debe ser mas estrecha lagraduacin, pocos hay que se midan conozcan; antes cada unose hace el primero, diranlo as V. E. y piense le tratan como Dios, quien por una oracin de memoria le pedimos cada dia loque l tanto antes sabe, le habremos de suplicar: desagradansetambin de cualquiera merced que les hace el Virey aunque seala que pretendieron: terrible propiedad: murmuran y desacredi-


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DON JUAK DE MENDOZA, ;33taai con libertad y desacuerdo la justicia de otro cualquiera que larecibe, mayor tentacin, y para deseo en V. E. mayor sufrimientoque es preciso muclia prudencia en este Gobierno para templarla ignorancia y la malicia, de los que no el agravio, el desconocerse,si los hace quejosos, deseando que la distribucin en cuanto ren-tas fuese atenida las reglas de justicia y conciencia. Supliqu Su Majestad en carta de 7 de Abril de 612 mandase hacer ciertasdeclaraciones sobre puntos en que embaraz mi poco saber; allestn pendientes, y por si entretanto viene respuesta, quisiereV. E. buscarle salida dejo la copia con este papel.

La provisin de los oficios pertenece al Gobierno; algunos proveeSu Majestad con ttulo suyo, y en estos no tiene el Virey mas quenombramiento del nterin con la mitad del salario: hay preceptos})articulares para elegir en los dems: el principal, ya le he dicho,es preferir ios benemritos, en estas Provincias. No puede serCorregidor el vecino encomendero, as lo mandaron muchas C-dulas en los principios, ces el rigor entonces justo, y ya la con-veniencia y el tiempo admitieron lo contrario, aunque se debe ex-cusar darles cargos de justicia donde tienen sus Indios; son ex-cluidos tambin los esclavos del Virey, sus deudos personas dela Audiencia; ahora hemos de hablar en esto. Barranco es en quetodos tropiezan, pero unos mas que otros: slvele V. E. slvesedel que es mayor perfeccin, y si no dlo por consejo al sucesorque Dios le diere, que lo mismo har l con el suyo, pide sin dudala conciencia moderacin, y la prudencia pide maa para hacertolerable lo que en ello no se puede excusar. El antdoto maspoderoso contra la fuerza de este veneno, es que el Virey se quiera s mas que sus criados; llgalo V, E. y crame, que aun elPadre Francisco con ser padre y abuelo de V. E. no le pucheraaconsejar mas en su provecho.

Otro miembro principal de esta Repblica, la universidad deTOM. I. 9


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54 MEMORIAS DE LOS YmEYK.mercaderes: entre ellos hay hombres de muclia (confianza y ver-dad, y eomo las Indias se viene ganar de comer, son ac losmercaderes de mejor estofa que en Espaa, y se puede decir queexceptuando los que por Ministros del Rey se hallan impedidos,todos tratan con la hacienda sin decada considerable de la auto-ridad: pero al fin este nombre se d los que tienen negociacionespropias y ajenas aqu, en Espaa. Parecime conveniente es-forzar la conservacin de tan importantes vecinos para la estabi-lidad de estas. Provincias. Tom por medio entre otros formar miTribunal de Consulado que hasta ahora no habia en el Reino, aun-que diversas veces se intent por otros Vireyes: queda ya en for-ma, y con ordenanzas para su Gobierno. Enemigos tiene el reciennacido, y la utilidad mi entender merece dejacin de V..E. Lachusma de oficiales mecnicos tiene sobre s el cuidado de las jus-ticias ordinarias, y ver al Virey. Sobre los Gobernadores no hayque advertir en ellos cosa particular.

Llmmm^^

Anda otra gente suelta en este Reino con nombre de soldado?!,(j^ue suele traer vida muy licenciosa: son los que en otra parte lla-maran vagamundos, peligrossimo gnero y embarazoso al buenGobierno; tiene grandes contradictorias de admitirlos expelerlos,])orque todo suceso viene ser este el principal cuerpo en cuanto; numeroso, para el acontecimiento y defensa de cualquier in-quietud. Su Majestad ha mandado diversas veces no se consientanen la'tierra; yo he procedido con algn tiento, porque acosadosen las ciudades principales se andan entre Indios, y por las ventasy mesones, que llaman ac tambos, donde sus insolencias valen yobran sin resistencia: represent solo Su Majestad, y tuvo porbien procediese en ello al peso de estas consideraciones: en su re-formacin lie hecho lo posible, quiere el negocio continuo y ex-traordinario cuidado, en la prueba de muchos medios, porque biense v, es punto en c{ue consiste la principal quietud de estas Pro-vincias, la paz y obediencias de sus moradores tan importante y


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RON JUAK DE MENDOZA. .?Sde alivio para ellos, cuanto es la conservacin onerosa quien losgobierna; estos soldados y otro cualquier Espaol les est de-fendido vivir en poblaciones de Indios, no puede ser regla generalen todos, y as los que gobiernan estrechan mas menos segn sudictamen, y hay razn que ivorecen ambas partes, lo que nusufre duda es, que el perjudicial anda muy apartado de su couipa-iia sin admitir excusas.

ERES YDe las mujeres no hemos hablado: sepa V. E. que son como en

Madrid, menos las ropas, porque andan en cuerpo por las calles: losceladores que es oficio en las Indias compatible con todos oficios,han murmurado que no se les quiten los rebozos: alguno de misantecesores quiso intentarlo, mostr su diligencia la imposibilidadde conseguirlo sin algn efecto. Yo me rend ia dificultad y pormenos animoso lo dej correr, encargando estos predicadorespersuadan los maridos que no las consientan andar tapadas, ycomo he visto que cada uno no puede con la suya, he desconfiadode poder con tantas: para corregir la libertad de algunas quiso elseor Virey don Luis fundar un recogimiento donde las distradas*pudiesen estar detenidas y encerradas, ayud al intento unabuenamujer dando casa pagada al Hospital de San Diego: fu muya losfines del Gobierno del seor don Luis, y as no pudo mas quecomenzar la obra y encargarla al seor Conde I\onterey cuyacorta vida no dio lugar este cuidado. La Audiencia que sucedien el Gobierno se embaraz en el conocimiento de una demandaque pusieron los hermanos de aquel hospital pretendiendo erasuya la casa. Vine yo al fin ser quien pobl el palomar, helesustentado hasta ahora con socorros y limosnas de tributos vacos;por este motivo de la direccin de costumbres. El mismo Sr. Vireymand hacer en Lima lista y padrn de los muchachos hijos degente cuya pobreza imposibilitaba su crianza y doctrina, y quese repartiesen por maestros de escuelas quien dio salario porquelos enseasen, y encarg la Superintendencia al Dr. Juan de la


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MMIOBIAS DI I,OS VrREYRS.Bota, Cura de esta Iglesia, persona de mucha virtud y satisae-cion: esta buena obra ces hasta que yo tom el Gobierno y lavolv entablar, y la he conservado; muy justo es que V. E. lohaga, con advertencia que para ella y la del captulo precedenteno hay mas caudal que su favor.

De propsito he dejado para este lugar hacer mencin V. E.de los mineros, otros vasallos ios mas fructuosos que Su Majestadtiene en estos Reinos, cuya conservacin merece el principal cui-dado del buen Gobernador; y digo de propsito porque no ser asera preciso entablar con ellos ocupacin, y de ella y ellos hablar enun contesto tan largo que divirtiera y aun hiciera olvidar lo de-mas. Por aqu habamos de comenzar las advertencias del Go-bierno. Son ios que con su trabajo y porfa han sacado y van sa-cando de las entraas de la tierra, envvielto en su provecho, el Te-soro y materia de que podemos decir, se renov la Corona deCastilla tan gastada y estrecha por uso de tantos aos que pudieramal, sin este nuevo, lucir y abrazar sienes de la Soberana de talMonarca; comunmente los llaman Mineros por que son minas ellugar que encubre este depsito. Solo en Potos dejan los dueosprincipales aquel nombre sus mayordomos y criados, tomandoellos para s el de Azogueros y Dueos de Haciendas; obra muchagente de esta, esparcida en diferentes puestos donde buscan losmetales y juntamente su fortuna; pero los asientos formados sonnueve: Potos, Pasco, Oruro, Bilcabamba, Castrovirreina, NuevoPotos, estos de plata; Carabaya y Zaruma de oro; Huancavelicade azogue: todos tienen para su labor Indios de Mita, exceptoOruro, que como el mas moderno es comprendido en una leydonde Su Majestad prohibe se den los nuevos asientos que sedescubrieren y poblaren, y porque los principales son Potos yHuancavelica; de estos hablaremos lo forzoso con que se tendrBticia bastante de los dems.


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fOTOS.Potoche autes, ahora Potos, palabra antigua, no sabemos tenga

significacin particular, es el nombre propio del cerro donde estnlas minas, de all le tom la villa qu por hacerse en tiempo delEmperador mi Seor, se llam Villa Imperial: est situada por labanda del Norte. Es alto el cerro, grande, redondo, bien hecho lo que por de fuera parece, aunque de cerca tiene sus desigual-dades; remata arriba en punta, y en ella hay otra plaza llana, debuen tamao, casi en forma circular; arfimado y algo incorporadopor la misma banda del M orte tiene otro cerro mas pequeo res-pecto del primero y tan semejante l que decian los Indios erasu hijo, y as le llamaban y llaman hoy todos Guama Potos, queen su lengua dice Potos el mozo: este padre y este hijo es elerario tan conocido y famoso en todas Naciones: el depsito delos bienes que las ha enriquecido; el Norte principal de sus Na-ciones, el santuario de universal devocin infieles, catlicos; yfinalmente es en estos Reinos la hiedra que un mismo tiempocome la pared y la sustancia, que esto es poblar con sus tesoros,lo que con sus trabajos va arruinando largo paso.

POTOS.

Las vetas principales del cerro son cinco, sus nombres: Rica deCenteno, del Estao, de Mendieta y Corpus Cristi; hay otrasmuchas vetillas procedidas de las cinco, corren todas Norte Sur,y veces se tuercen algo. Veta es el camino que hace el propio me-tal hasta el centro suelo que llaman clle, y porque v entrepeas, las que le tocan mas vecinamente llaman caxa, y lo queest en medio metal, por lo que viene despus ser, que al sacarlede la mina es piedra, es tierra muerta.

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DON JUAN DE MENDOZA. '39parte del trabajo valindose del agua para rodear el molinete, ycuando se hace as; lo llaman- lavadero, y no tina, solas, (lavadoel metal) sacan la plata y azogue en una pella: pnenla en un an-geo, tuercen, golpean hasta que despide el agua y algo del azogue;luego lo meten en moldes y tornan golpearla hasta que tomaforma de pia: esta ponen en un hornillo de harro que llamande.siliazgaderas, y fuerza de fuego le van quitando de todo puntoel azogue cayendo abajo en un barreo de agua que llaman vil-ques; de all sale la pina algo granujada, asientan la plata con unmartillo, con que queda acabada esta obra hasta hacerla barras,y ensayarla- como adelante veremos.

POTOS.

Ya digimos que entre las dems ocupaciones que los Indiosson obligados por Mita, es una la saca, beneficio y labor de losmetales; el trabajo que en esto tienen es grande por mas que lomoderen muchas Cdulas de Su Majestad y ordenanzas de losseores Vireyes; si bien guardndose esta ser tolerable y su tra-tamiento el que parece compatible con aquel servicio; parala Mitade este asiento seal el seor don Francisco, primer fundador,13,500 Indios, repartidos por todo el Reino hasta 150 leguas, yllegados Potos, mand se fuese mudando por semanas el terciode ellos para que anduviese el trabajo igualmente en todos, yholgando siempre las dos partes la obligacin servir, quedase encaiatro meses de un ao, trmino que quiso durase cada Mita, yque acabado comenzase otra, volvindose sus casas los que pri-mero hablan servido; esto no se puede conseguir como convendray as sea por la codicia en los naturales de mayor ganancia, pormiedo del camino largo y mala acogida c^ue les espera en su casacon la vejacin de los Corregidores, Curas y Curacas, por todojunto, la comn opinin es que pocos vuelven los pueblos dedonde salieron,, causa principal de su total ruina y amenaza ciertade que la ha de haber en lo dems, pues no puede la naturalezarestaurar por generacin una saca tan numerosa y ordinaria, y


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40 IViiGMORAS DE T.OS VIRRYES.acabada e&ta se acaba todo. Ha intentado salidas por muchaspartes tan conocida y apretada necesidad, y entre las dems co-sas se ha tratado diversas veces de reducir la poblacin de Potos los indios de Mita general que se hallasen entonces dentro de lavilla. Todo tiene sus dificultades y diciendo verdad, me han pa-recido siempre medios que busca la congoja de quien se ahOga,que tan presto ech mano de zarza que la espina, y no le detienecomo del tronco del rbol que menos costa le pudiera asegurar.Tambin se ha juzgado c[ue volviendo componer y poblar lasreducciones que form el seor don Francisco y ha deshecho eltiempo y otros accidentes, se pondra el negocio en diferente es-tado, para lo cual enviaron j\ieces los seores Vireyes don Luisy Conde de Monterey, y yo tambin lo hice; no se consigue mu-cho fruto de estas diligencias; y as me parece lo mas seguro en-cargarlo apretadamente los Corregidores, y que echen y noadmitan indio que no fuere del distrito y jurisdiccin.

Estos Indios de Mita tienen en Potos sus mandones que ilamiinCapitanes, los cuales se les d cargo del entero de ella, valin-dose de los que estn en ia villa de aquel Aillo y parcialidad, y pai-alos de fuera suele el Corregidor enviar jueces costa de Caci-ques y porque ellos la repartan entre sus ludios con que de to-das maneras cargaba la vejacin sobre los pobres naturales: pro-hib el hacerlo, y mand se cobraseu los salarios del Corregidorque hubiese faltado esta obligacin, y para que no se excedieseen el envo de estos comisarios, di orden que antes de su despa-cho fuese necesario consulta del Presidente de los Charcas: esbien continuarlo y no privar enteramente de la facultad al Cor-regidor por que sin el miedo de esta pena j castigo no habrMita segura: y aun con l anda bien quebrada y tanto que de-bi

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Memoria de los Virreyes que han gobernado el Perú durante el tiempo del coloniaje español. T.I. (1859)