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t' DttHOtDA ''7 DtmalDA AL Sm~MARQUEZ DE LORETO, VâREY YCAPtTAN GENERAL PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA, <«)<< LOt OMTAtMK't ft MAX NtCetfmABO, T t.At VMtJtJAt <UB ftOMM*)* <.0t MT**LM'* NttXTOt MWTMTABM tf M CeM* PATAOOWtC*. D FRANCISCO DE VIEDMA, aUSBIINADOIt t IN(TiNDilITi Di LAf ~OYIIICIAi Di fAPITA C><UZDi LA ftEttA Y CUCHAIA1l. (tOBEXKABOtt t tKTZKDZKTt Dt ~t PttOVtMCtA* Ot MKTA C~M DB LA <tZ)m* V CUCHAtAM tA, TCOMtMtttO MfMtKTMtOtKTt QUE rm Dt MCHO< BtnTABLMtMtEKTOt (Mt'HE NT A DEL ESTADO, BU! LA') POt ~nm~ra ~bntMt. BUENOS -AIRES. 1836.

Memoria dirigida al Marquez de Loreto

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Memoria dirigida al sr. Marquez de Loreto virrey y capitán general de las provincias del rio de la Plata. Francisco de Viedma. 1836.

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Page 1: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

MEMORtAt' DttHOtDA

''7

DtmalDA

AL Sm~MARQUEZ DE LORETO,

VâREYYCAPtTANGENERAL

PROVINCIAS DEL RIO DE LA PLATA,

<«)<< LOt OMTAtMK't ft MAX NtCetfmABO, T t.At VMtJtJAt <UB ftOMM*)* <.0t MT**LM'*

NttXTOt MWTMTABM tf M CeM* PATAOOWtC*.

D FRANCISCO DE VIEDMA,

aUSBIINADOIt t IN(TiNDilITi Di LAf ~OYIIICIAi Di fAPITA C><UZDi LA ftEttA Y CUCHAIA1l.(tOBEXKABOtt t tKTZKDZKTt Dt ~t PttOVtMCtA* Ot MKTA C~M DB LA <tZ)m* V CUCHAtAM

tA, TCOMtMtttO MfMtKTMtOtKTt QUE rm Dt MCHO< BtnTABLMtMtEKTOt

(Mt'HE NT A DEL ESTADO,

BU! LA')

POt

~nm~ra~bntMt.

BUENOS -AIRES.

1836.

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~~W~M'<!$!C~M~~)~t$W<M~

1

DÏSCU~SO PRELIMINAR

A LA MEMORtA DE VÏEDMA

NOBRE PATACONÏA

Si todoolos empteadoa qae enviaba Eapana à América habieaen si-

do como el autor de la preaente Memoria, hnbieran progreaado lu

cotoniaa, y talyez no hubiera sido tan générât y véhémente el deseo

de Matraerae de la dominacion de la metropoU.–Miembro de una de

tM pnnoipt!ea famHiM de Andalacia, y regidor 6 ~tH~eM~ro det

ayuntamiento de Jaen, M patria, D. Francisco de Viedma disfrataba

en Eap~n~ de ana coMider&cion merecida.

El interes con que la Corte de Madrid empezaba à mirar

sus ettaMecimientM ultramarinos, y la actividad del Ministro Gatvez,

qae presidia entonces el Consejo de Indias, iban cortando los abusos

que ae habian mtrodacido en tan vasta y complicada maqaina. El

buen éxito que tuvo en Mejioo el plan de oolonizacion de Sonora,

inepiro â zu autor el deseo de extenderto a otfaa provincias, y Vied-

ma faé encargado de plantificarlo e8 Patagonia.

Las cïfcunatancias que acompanaron este nombramiento me-

recen aer referidas. Se esoMaba Viedma por las machaa atenciones

de <amiMa,y por su ninguna aptitnd para esta ctaM de empleos. tn-

sMtta el Ministro, y volvia à eacutane el candidate.–Por fin caMado

Galvez de la reisistencia que encontraba en au protegido, mudo de con-

veraacion, y le preganto en qaé estado habia dejado las haciendas.-

Viedma, que ponia todo an orgullo en pasar por el primer agricultor

de Andalucia, le conteato, que a fuerza de cuidadoa y trabajos habia

logrado Mevadas à nn estado de proapehdadextraordinana.·

la

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11

~'Esto es precisamente to que quiere el Rey que V. haga en Patago-

"tna", le dijo cl Ministro, devolviéndole su renuncia.

Por primera vez esta porcion considerabie ~el antiguo vireina-

to de Buenos Aires contaba con el celo de un babil administrador. Sus

habitantes, desatendidos y entregàdos a sus propios recursos, no habian

dado hasta entonces un paso fuera de la senda obscura y degra.

dante de la vida salvage. Las tentativas hechas por los Misioneros

no solo habian sido limitadas, sino efimeras, y hasta el recuerdo de

sus trabajos evangélicos se habia borrado en aquellas regiones. La

dificultad de sojuzgar los ind!genas, y la ninguna utilidad que pro-

metia una inmensa extension de tierras incultas, despobladas y, se-

-gun decian, ~sténtes, ïaNhabian sustraido de la accion gubemativa de

estas provincias. Los Vireyes, satisfechos -con tener en su dependen-

cia à tas fértiles campanas del Paraguay, y a to<ricos valles del Perù,

apartaban la vista de la parte meridional de su jurisdiccion, que mi-

raban como la Siberia de América. Este abandono, 6 mejor diremos

desprecio, durô hasta que Viedma fue instalado en su cargo de Su-

per-intendento de los establecimientos patagonicos. Desde entonces

todo fué vida y actividad; y aunque tuviese el dolor de ver malogra-

do sus esfuerzos, no por esto renuncio à la csperanza de hacer va-

1er su experiencia para que se acogiesen sus indicaciones.

Entre los arbitrios que propone, y que nos han parecido

.oportunos y practicables, hay uno que debe Ilamar la atencion del

<!obierno, porque puede contribuir &aumentar los recaKOB del erario.

Inculca Vicdma en que se imite el egemp!o de la Corona de Portugal,

que concedia licencias temporaneas à companïas establecidas, para

ocuparso en la pesoa de ballenas y lobos en la isla de Santa Catalina.

El producto de este ramo deberia ser de aiguna importancia, si ae

catcu!a la extension que tienen nuestras costas, y la prodigiosa abun-

dancia do estos cetâceos.

Tambien pondera la utilidad de ocuparta isla de Choelecheï;

y à este proposito no podemos dispensarnos de transcribir un trozo

de su Memoria, para que se admire su prévision. "Tomando el sitio

de Choelechel, ya ascguramos el pasage para los indios de aquellas

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Mciones(Peguenches y Araucanos) que son numerosisimos le qui-

tamos estos enemigos à los campes y fronteras de BuenosAires y

vamospreparando la internacion y demas impoitantea proyectos,

que puede atMernoa el Rio Negro por la parte de Valdivia." Es-

tos aàb~OBpenMHnientoafaeron deaatendido«,y solo al cabo de un

medio eigto, el Senor Général ROSAS ha tenido la gloria de rea-

lizarlos.

Promovidoal gobierno de las importantes provincias de Cocha-

bamba y Santa Cruzde la Sierra, et que esto eacribiatuvo por sucesor

en la auperintendonciade Patagonïa à au hermano D. Antonio, que

Io imite en el vivo interes con que miro la prosperidad de aqueltoa

estabtecimïentoa.

Viedmaaiguioadministrandosu nuevo departamento,y murio en

Cochabambaen 1809,dejando susbienes à una casa de hospicio para

la educacion de ninos pobres, y fundando otra de huérfanas. Estos

fueron sus servicios,toca à los Americanos à venerar au memoria.

El original de esta memoriaae conserva en el archive privado

del Senor Dr. y Canonigo D. Saturnine Segurola, que ha tenido la

generosidadde franquearlo para su publicacion.

Bueno. Aires, 30 de Enero 1836.

~z~mo nz AiKMMa.

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tetcttttow1

MEMORIA

Dirigida (il tS~~or JM~or<yMe~(le J~o~<o, <Sfa.

EXMO. SE~OR:–

Et mucho arnor con que he mirado 'ot estabtecimientoa patagon!'

co<, por el conocimiento que iba tomando dt !a< ventajas que podian pro-

ducir ai Estado, me cmpenaba cada dia mas y mas & MK<tenerio<y fo-

mentarlos pcro ni mis con~tantea e~fuerM<, ni las repetidas repre~eotacio-

nes con que hacit ver hu importancia por loi descubrimientos y experien-

cias de la pr~duccion de sus terrenoa, fueron capaces à contrarettar ei

Mpintu de oposicion que les ~prsfguia; y al fin <rium<îesta, dej:indo!o<

reducidos at extremo que hoy M mira. No obstante, espero ha de ser la

mis que Ilegue à fomentât to mucho que hc:no< perdido en su abando-

no y a dar una verdadera luz y conocimiento de tu< grandes ventajas

por medio de las elevadas prendas que adornan à V. E., capaces Mta~.

mente & reataurar unos eatabtecimicnto< que pueden servir de muro in-

contrMtabte a los enemigos de la Corona, de MguriJad à esta capital, de

fomento a su comercio; y la qae c< mas, de medios para propagar nues-

tra Santa Religion, de extender el beneficio de la Redencion a ana pro-

di~iosa multitud de idolâtra~ que la experiencia me ha hecho conocer son

dociles, y de quien sin icmeridad se pucdc prometer una abundante miet

à los obreros evangëticos.

Alienta mas mi confianza el ver, que tuego que tuve el honor de

enterar 'a V. E. muy por encima de los acaecimientos de dichas po-

blaciones, sus proporciones y utilidades, le mereci grato oido, le encon-

tré muy adicto y deseosode enterarse radicalmente de todo e!to; y como

el un Munto tan vasto, que ni puede fiarse &in(brme<verbales, ni retener-

M e<tM noticiaa para un pcrfecto conocimiento, me mando V. E. !o hicie<e

por escrito, en obsequio de tan superior precepto, en desabogo de mi

amor al ter~icio del Key, y en bien comun de estas provincias, me atrevo,

con la coonanM que dicta la verdad y la buena causa, à proponer à V. E.,

que to« empeno* que en todos tiempos ha tenido nuestra Corte en fijar po-

blaciones en la referida costa, han nacido de la ilustracion que se tenia de

t

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ESTABLECFMiENTOS

las ventajas que habia de traer al Estado y à la Religion sin que de-ba mudarse de concepto, porque no haya correspondido et éxito a to fe-liz del proyecto.

Que à pesar de la emulacion con que se ha mirado siempre, seraûtit, como lo es en el dia la subsistencia y fomento del que ha quedadoen el Rio Negro, por las prosperidades que atrae y se haràn ver; pro.poniendo igualmente los medios y modos de fomentarlo sin dispendio deterario. Tres partes forman el plan de esta memoria. ~Oja!a que yoacierte à desempefiarla segun mis dese~, y como merece la importancia delasunto!

PARTE PRIMERA.

Desde que !ogrd la Espana unir sut dominios el vasto, fértil yriquîsimo reino del Perû, siempre ha sido el objcto del infatigable celode !<MReyes y sus Ministres, el conservar inviolados sus fieles vasalloi, ymejorar la disposicion de las almas idotatnM, para atraerlas a nuestra

sagrada Religion. At logro de estas importantea y benéncas ideas, conorden y permiso del Gobierno, se han hecho diferentes expedicione< àdescubrir las is!as, costas y puertos de la mar del sur y tierras australes.Tales fueron tas de Pedro Sarmiento de Gamboa en el ano de !579,desde la ciudad o puerto de Lima, en la navegacion que hizo por la mardel sur à la del norte, descubriendo las islas ques componen el archipié-lago de Chonos, el estrecho de Magallanes por donde cruxo, con los puer-tos, bahtM, ensenadas, bajos, arrecifes y cuantas circunstancias ofrecen:por cuyos pianos, relaciones, diarios y seguras noticias de haber pasado elEstrecho el corsario ingles, Hamado Francisco Drake, se détermine la se.gunda que se apresto en Espaua el ano de 1580, de veinte y tre3 bage-les al mando de Diego Flores de Valdés, con destino de transportar tro-pas at reyno de Chile, para el socorro de tas guerras que habia en et,y dejar en el estrecho de Magallanes la gente que iba à poblar bajo ladirecciun y mando de Sarmiento, la cual se hixo a la vela el siguiente de1581, del puerto de San Lucar. Y habiendo sufrido muchas pérdidas,atrasoe y arribadas, por los grandes temporales y otras contrariedades, alfin desde et rio Janeyro resotvio el Comandante, con acuerdo de ios de-mas oficiales, q~<; Diego de la Rivera con dos navios y tres fragatas sa-liese para el Estrecho con la gente, vïverea y efectos destinados à poblar.Que con efecto asi se e~ecutd: y habiendo entrado en aquel parage cosade media legua, écho en tierra 280 personas, por no querer pasar ade-lante, con pérdida de una de dichas embarcaciones, de la que solo pu-

Page 7: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

EN PATAGUNÏA<

dieron salvar la artilleria y viveret. Todo !o cuat dejo 'a cargo de Sarmien-

to, y un bagel pequeno, ûnico auxilio para tan grande empresa; retiran-

dose con ta* demas naveo, sin haber tomado otra providencia para el fo-mento y «ubsiatencia de aquelta< gentet.

Con tan redweidaa fuerza< fbrno coa poblacion Sarmiento en el mis-

mo titio del deaembarco, y otra namada San Felipe en un puerto peque-iio y hondable mai en to interior del Ettrecho !a<que no pudieron <uMa-

tir por el abandono con que ee mir6 aquella miserable gente, perecien-do todos, à exepcion de un Midado llamado Tomé Hernandez, natural de

Badajoz, que lietatvo en una embarcacion ioglesa que paaaba por el Estrechoa la mar del sur. La expedicion de los dos hermanos Nodalcs que cruzaron

el Eetrccho la de los padres Cardiel, Quiroga y Strobl, con el capitan Oli-

vares el ano de 1746, con destino 'a reconocer, y poblar la bahîa de SanJulian la del capitan de fragata D. Francisco Pando, para los miamos

reconocimientos: la de D. Domingo Perler, oficial de igual clue con la

de tu mando, Ilamada et Chambequin ~n<&ï~M~;y ultimamente taa quehan salido de Montevideo y Buenos Aires, para formar pobtaciones en la

Bahia sin Fonde, o Punta de San Matiaa. donde detagoa el Rio Negro

y de San Julian, desde Diciembre del ano pasado de i778. He traido a la

memoria estas expediciones por la férie de tiempo en que acaecieron, para de-

mostrar los empeno* de la Corona en fijar estabtecimientot en aquellos des-

poblados paraget.

El poco ticmpo a que eatoy cenido, por to que estrecha mi viage,no me da mârgen a demostrar los grandes gutos que han ocasionado à

la Corona, y taa gentei que se han sacrincado en tan ârduas empresas.Los diarios, relaciones y noticias daràn una verdadera idea de esta ater-

cion. Pero ~quë hemos conseguido en tan repetidas tentativas? ;Qué he-

mos aaeado de tantos gastos y pérdida!< tan considerables?-A la hora pre-sente solo podemot decir, nada mas que satisfacer nuestra curiosidad para

franquear la puerta y et camino que qucrercmos cerrar y defender a nucs-

troa enemigo<; y hacer imposible la reduccion de las almas idotatras, que

siempre ha sido el mayor deaveto de nuestros catoticea y religiosisimosMonarcae.

~Rara de~gracia de nuestra nacion, que tan aagrados fines tengan

semejantet resnttasï Las ordenet y dMpo<iciones de la Corte jamas han

fattado al logro de enos: no <e ha perdonado gasto, Mm en medio de toa

tiempos mas calamitosos que a8igian & la Espana: pero la inconstancia,

la emulacion, la falta de sinceridad y el poco sufrimiento a les trabajosen todas ocasiones, han sido unos poderosos enemigos que han matogrado

tan heroicas empresas.

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4 HS'fAHt<HCi M11;NT<ts

Para convencimifnto de <ta verdad, h:tgatno~ critica con los esta-

btecimiento~ y pobtacione< que formé Sarxnextu, y loi de San Julian yRio Negro. Para aquelias satH una armada del puerto de San Lucar, ai

mando de Diego de Flores de 23 naves; y bien que no toda ella de<tina-

da à este fin, como va sentado, fué reforzada posteriormente en el Rio

Janeyro con cuatro galeones; y por taxpétdidasqueocaaionaron Io$ tempo-rate' no pudieron destinarse a la egecucion de dichas poblaciones ma* quedos navios y tres fragata*, a las 6rden<:a de Diego de Rivera. ~<te ea-

pitan, como cofa perdida, arroja o deeentbarca la gente que iba a poblar,media legua dentro del Estrecho, pierdo una embarcacion, no deja ma*

resguardo ni auxitioa a Sarmicnto que un bagel pequeno para el socor-

ro de aqueUaa gentes en tan remotas distancias y parage*, cuyos terrenot enmucho tiempo no podian producir frutos para !<u conservacion y subsistencia.

Se v'tche con tas demaa nao! sin hacer memoria do repetir los socorros.

Con estas dioposicionet, ~que fin habian de tcner aquellos mi<erabtes?–Claro e~tà. La perdida de todo*.

Veamos ahora cuat fué la causa de eataa dergraeias, y de que *e

matograae un fin tan santo. ~La inutitidad de aquellos terrenot, o lu ma-

ïat dispoaiciones de Diego de Rivera?–Bien te deja entender que estas

ûltima~. Los terronot ni podian producir, ni dar fruto* en mochot anot

para que eubsittiese la gente, ya por falta de ganado~ que e$ el mayor

ïlgor y atma de tas poblaciones, y ya porque, para proparar la. tierras

con las labores de la agricultura, era menester observar los tiempot mai

adaptados à las sementeras, y tener los apero" y bueye~ que pide la nece-

sidad. Nada de esto renexiona su iuconstancia, y el poco sufrimiento à los

trabajos de la navegacion, que debia hacer por el Estrecho a Lima y a

otros puertos para sostener, fomcntar y asegurar las publaciones. Se efec-

tua tan extrano y violento dc~embarco: ~e mira con indiferencia el servicio

del Rey, y el estado en que quedaban aquellos miserables, abusando de la

lealtad, obediencia y valor con que deapreciaron la muerte.

~Qaé mas pudo hacer la Corte, en unos tiempot en que se hat!aba

afligida la Espana con los empenos que le ocasionaba la obstinada rebe-

Hon de los Flamencos, que aprontar tan respetable armada, y reforzarla

posteriormente con cuatro galeones? Si Diego de Rivera hubiera desempe-nado sus encargos con mas prévision, con otro amor, <î con mas humanidad;

repitiendo los auxilios con tas embarcaciones de su mando, <e hubieran nja-do aquellas poblaciones; <ï por lo menos no se hubieran perdido tan teates

y desgraciados espanotes: pero sn inconstancia, y el ningun sufrimiento a los

trabajos, hicieroa inutiles los cefuerzoe del Rey, y sacrinearon a estos infelices.

Aunque la experiencia de estos sucesos dieron à los sabioa Minis-

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EN PATAHONIA.

H<Qtm)C!

2

tros, que con tanta gloria de la nacion dirigen la monarquia, las tuccs

y conocimientos, para que no ttegasen à tener tan de~graciado fin estos ùt-timot estabtecimientos de tas Bahias sin Fonde y San Julian, no por psohan podido libertarse de iguates contrastes, que al fin lograron rcducirtosa un estenuado e<que!eto de la corta poblacion del Rio Negro.

A estos dos grandes motivos, que siempre han movido el reli-

gios~imo coraton de los reyes para el logro de estos establecimientos, lennieron en la présente ocasion tos fundados recelos de tas notic:a< que re-cibio la corte de Kspana, que intentaba la de Londres establecerse en ta

Bahia sin Fonde, o Punta de San Matias, donde df~a~ua el rio Negro,por los conocimientos que de estol parage* tomo Futkncr, y su.~tn~trj

a aquel ministerio en su descripcion patagonica. Con tan fundado motivo

(aunque jamas ha des!<t!do del intento de estas pobtac<ouc<),détermine et

Rey tuviesen efecto a toda costa en las dos expresadas bahias. A este

fin nombro comisionados, y mande familias de diferentes provincias de Es-

pana, siendo <n reat voluntad, que se alistasen tas mas honradas, laborio-fas y de mejor conducta.

Pnesta en pract!ca este proyecto con la primera cxpedicion que sa-liû de Montevideo, a! mando de D. Juan de la Piedra, ae descuhrio et

pucrto de San José, donde quedd formado el primer provisional estableci-

miento y por la poca agua que ttevaban tas embarcaciones, falta de ca-

hattoo, bneyes y mutas para conducirt~ de tas fuentes que se dcscubrie-

ron, y mata calidad de tos Tt~eret, enfermo la gente, y fatto la constan-

eia à espéra? los socorros del Rio de la Plata o del Rio Npgro, que à po-co tiempo fué descubierto: obtigando con los términos mas violentes al coman-

dante D. Antonio de Viedma à que se retirase con casi el todo de la gen-

te, a la plaza de Montevideo, en el paquebot Santa Teresa.

Este contrario suceso to ocasiono la arribada que hizo a Buenos Ai-

res D. Basilio Vittarino del Rio Negro, donde le despacho el Super-inten-te D. Francisco de Viedma, para que socorriese el puerto de San José,con la mucha aguada que conducia el bergantin Nuestra Schora del Car-

men y Animas, y la perdida de la urca, ttamada la Visitacion, que csta-

ba para hacerse a la vela en aquella hahîa a conducir auxitios à la de

San José: pues a haber logrado cualquiera de estos socorros, no ~e hubie-

ra arraigado el escorbuto con muerte de 28 nombres; no se hubiera desam-

parado aquel puesto, ni ocasionado la pérdida de los efectos y viveres

que alli quedaron.

Estos defgraciados principios alteraron y previnieron générât mente

los ânimos de mudo, que nada ha sido mas odioao que los cstabt<dimicn*

2

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6 ESTABLEC!MtENTOS

tos patagunicos, y todos no han conspirado & otro fin que & destruirlos.

Los muchos trabajos que mediaron para fijar el de San Julian, ya

rn et ticmpo que acampo la gente en el Puerto Deseado, donde la poca

t onstanci:tv sufrimiento del oficial comandante de la tropa, y cootador in-

tcrino, sedujcron é int!m!daron a los dema~; en términos que por evitar

mavorcs inconvenientes 8e vio ohligado el Super-intendente D. Antonio

de Viedma mandarto~ â disposicion del Exmo. Sr. D. JuanJoMde Vertiz,

notichndo los motivos de esta deliberacion y ya por las enfermedades

que se padecieron en dicho pucrto de San Julian, por el desabrigo, 1arga

navegacion, aUmcnto de carnes saladag, y otras cau<a<, acabaron de le.

vantar el unneraat clamor contra ambos establecimientos; cuyatcontinua-

dax qupjaa y suspiros abrieron en el bcnignîsimo coraMn del Sr. Vertiz

!n brecha a que se dirigian; por la cual le Hegaron a ocupar é impre-

sionar con el mi~mo horror.

Aunque el establecimiento dcl Rio Negro e<tuvo exento de lu ca-

iamidades que sufrieron los otros, por sus excelentes aguaz, abundante ca-

za, y ganado Tacuno con que ncs socorrieron los indios, no por eso pudo

Ubrarae de tgualea <ï mayores persecuciones. Desde loi principios reind en

las principales cabezas un espiritu de emulacion, de inconstancia, y nin-

gun sufrimiento a los trabajo": de cuyas preocupaciones no eataban exen-

tas las personas mas caracterizadas, y todas juntas dirigian tu* ideas a con-

tnover to~ animes de la demas gente, para que se abandonase el puesto,

cuyot intentos siempre fueron rebatidos por la constancia del Super-inten-

dente.

Fruttradas estas primeras tentativas, viendo que por el superior Go-

bierno de Buenos Aires se habia sostenido y tocorrido el establecimiento

del extremo de necesidad en que se vio, prepararon las armas por otros

medios para de~ruir!os. Ponderaban loi muchow gastos que ocasionaba;

la esterUidad de la tierra, que solo era ûtH en los cortos y reduoidoa peda-

zos que en la orilla del rio baaaban sus innundaciones, no suficientes &

mantener una poblacion. La barra del rio, que hacia imposible la nave-

gacion a los enenugos de la Corona, por cuyo motivo por natnrateza esta-

ba defendida aqueUa entrada; no haberse descubierto la jurisdiccion de

Mendoza por la dificultad de navegar el Rio Negro, a causa de su rapi-

da corriente, y los muchos indios salvages que transitaban y concurrian

â aquellos parages, cuyas invasiones serian frecuentes, y por ellas no no-

recerian los vecinos, quedando muy expuestos a ser victima de estos infieles.

Sin embargo de haber dado diferentes informes el Super-ihtendente

à dicho Seuor Virey, con toda sincetidad, solidez y conocimientos de cuan<

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BM PATACONtA. 7

tas cireunstancias ofrecian aquellos parages, remiticndo mue~tras de los ftt:-

tos de 'u< terrenos, en que acreditaba su fertilidad, y de haber aproba'Juel mismo Senor Virey, por ordan de 15 de Noviembre de 1780, el cs(ab!c-

cimiento expresado–~M~ <oJo promete que ~o~<t hacersr, MMOM~7y/~&

cion; y de no résultat, tegun entiendo, otro~ fundad<M ntothos quehiciesen iÎMona, tteg<! & prevenine de tal medo con tas rcpettJaB q'x-

jae y clamoret, que nada le era tnae violento, ni n)as repugnante que <!i-

chos e<tab!ecunient<M. Tomaron<e informes de !o< tntstno: contrario;, cuy:~

pro<€<ïene$,experiencia y talento en algunos los haccn sospechosos, y n:t-

da 6titM para calificar la verdad. La misma adversion, qtt<! incitai !(~

ma< violentoa de<eo<para triunfar de sus innuencias, era 1~ macitra que d!taba estos infirme*.

Con la niultitud de eUM hay noricia*, bien qoe no Mgura~ de que <r

mando formar unajunta de Io<capitanes de navio y coroneles que existian ft'

Montevideo, para que reconociéndotoa, manifestasen au dictâmen aobre iau!i-

lidad o inutilidad que ocasionaba à la Corona la prosecucion de los fst;<-

btecimientot. Todow ûnanime<, se dice, estuvieron por este û!timo: tales probanzM tenia la caua.

Con e<to*documento* y decisiones, tin esperar otras resutta', que !.t

misma experiencia y descubrimientos podian calificar de tinceroso de infu:

dadoe, M procuro impresionar el real ânimo del Rey, y sus sâbios ~!i-

nistrot, cuya~ résulta* fué la real ordeo de i.~ de Ago~to del ano anh-

rior proximo, mandando abandonar los establecimientos de San Julian v

San José, y que solo <ubsMtie<eel del Rio Negro, reducido a! triste f

queleto eon que manifiesta dicho Senor Virey podia permanecer.

Cuando iban caminando a E«pana estas justincaciones, Hego de Lt

bahia de San Julianala plaza de Montevideo el Super-intendente D.i.

tonio deViedma,y tepresento una informacion, que a <u pedimento recib.

el capitan de iafanteria D. Felix Iriarte, compuesta de tos poMadorcs ~0

aqueUa colonia, en que unanimes declaran, con referencia à io pxpcrimcn-tado en los frntos de <us zementera:, que aquellos tcrrcnos cran produ.ttvoa para mantener la pobtacion.

El Super.intendente del Rio Negro, con la co<ccha df! triro de (:

cho ano, que ascendio â 1269 fanegas y tres cuartiUa~ acrcdito podia ~ui;mtir la poblacion con sus frutos; y de resultas del reconocinupoto <!p

aquel rio, que emprendiô el tegundo piloto de la rcat armada, D. B:~i~o

Villarino, internando<e hasta muy cerca de Yatdi~ia, proporciones de lo.

parages que anduvo, esperanzas que premetian los rios que quedaron porMcoMcer, y la deacubierta que a poco tiempo hizo el teoiente de infant".

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8 EBTABLMtMIENTOt

ria D. J(~c de Salazar, abriendo camino por tierra desde dicho poertode San José â dicho rio, en oficio de t3 de Octubre del mtMno ano, ex-

pu'o al Scf~' trey to importante de ambes MtaMecimientos; fundando las

razones y moUvos en estas ûttitnas résultas, que rebatian las objeciones de

lus informes y dictamenes, y à un mittMo tiempo maaitestando ta* ulilida-

des que podian Mcar~e de etto$. Peru como todc !teg<! tarde, no btute

a contener la dct.gracitdt tuerte que <ufren; que, aunque no tan infolices,como las de Sarnxcnto en el estrecho de M<gt!hne<<,han tenido casi la m!Mn<

inutilidad !<M~<tef<,trabtJM,pcrd)dMy muerte<qoe cogaron para Hev*rta<

at c<t<doen que <e httttb~n al tiempo d<)<uabandono; pues el de San Julian

ya tenia htbittcione< para rep~rar~e con alguna comodidad de la inclemen.

cia de los ticmpo*; cuyo abrigo co<tv et tMorbuto cau'ado de t<Mmueh<Mfrio!!

dc aqucl clima. Empczabanà producir sus terrenos, frutos para tnantener<e;

to~ indios cada d!aM ihan dotnetttctndo y ancion&ndMe & tott nue$tro$, de

modo que con fundados tnottvo~podiaesperar~e tareducci<Mïdentrode poco<!nnos de e~tos !d<ïtatra)!al gremio de nue<(ra Santa Fé; y por este medio, quetuviera et Rey nuevas poblaciones de c<tM natur~te~, ttrvtonde et ejempto<!e unos para sus convecmotatansanto fin. Y ohitnan<ente,con pocomat

que fc hubiera gastado, quedaba etectuada la poblacion, y en términw de

mb-i~!r por n, siempre que M le hubiera podido auxiliar con todo gé-ncro de ganadoa, cumo ûttico vigor de la agricuttnra, y alma de iMpue-b!os. De forma que puede decirse e~Hro esta poblacion cuando empezabaa (omar aliento, y à dar nnat grandes pruebait de poder coniteguir io quecun tanto anhcto y- tan repetidamente ha intcntado la Corte.

Si rcHexionamot en taa poblaciones de Sierra Morena, encontrare-

n~os una segura hilacion de los ei-fuerzos y opoMcion<Mque hahràn media-

do contra los e'tabtec)m!fntos patagonicos. En la formacion de aquellasno podian mediar las grande< dificultades, rie~gowy trabajoft, que en los

dp esto<, por estar en el centro de Eepana, y no carecer de cuanto nece-

~!ta el hombre para la contervacion de au vida y de<ahoge del animo en

ta Fociedad ractonat. b1 uy at contrario eran las proportiones de e<tM es-

<ab!ccimien(ot. La carne <a!ada, el mal tocino, la miniettr* picada, y !a~

harinas anejas por lo regntar han sido et principal <u<tento de sus indi-

viduos. Et trato racional reducido unos à otro!, los rie'goa tnueho~ -por!os indios sahajcs, y las habitaciones unos miscrabtes ranchoa, o barracas

de paja, irresistibles a la inctetnenciade las estacionet. Véasepuet la de.

nguatdad que médis de unas d otras. En las de Sierra Morena no ha-

bia mas que hacer que edificar las casas, operacion muysencitta por los mu*

chos materiales y operarios con que fueron sostenidos. Para et cultivo de

las tierraa se les facilitaron bueyes domados, yaperos excelentes que tte-

nahan sus deseos. En tas de la costa patagonica de todo careciamos: el

clima es rigoroso de-frios, particutafmcnte en San Julian, y solo encontra-

Page 13: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

EN PATAOONtA. 9

mas MXUMM,3

bMM<et BMyw àMÏMe deode debit reeet~rte e! rie<~e. Lot <nd!et

vagM BM M~nvieMn y <enMn<Monen ~qoe! puerto, Meomende & !e<in-Mteee pebtadoMt eon la e~rne de gu~Mee, sin cuyo texUie habier~n pe-ree<d<t,y M el Rio Negro, con !M iïebrew, c~bt))<w y macho ganado v~

oaeo. ~hoM pM<, eetejcM ÏM venttJM que gouban !<Mde Sierra Mo-

reM eea lu infeHetd~dM de !«§ de San Julian y Rio Ne~re, y jmtMten-te pedrà deei)r<e que ~M! todo era gu~ y alegria, y ~qu! todo in.

falicidad y <rM(eM. No obt~nte e<t<tde<:gua!dtd, y estar à ht iomed)~-ciene* de an rey el mes Mb!e que tegrt el univeno, <e urdieron las in.

trigM y eentMdMcienew que Mn ne<enM, de tM cuales M puede infenr JM

que tMtbrtn medMe en tan dilatado hemixferio, donde unicamente lot doscon~en~det h~n aide y seràn MM<ine<pogMMe< roaM en Mttenerte.

PARTE SEGUNDA

La peMt de la betteM, el tbMte de Miea prev!neia de Bue-nee Airer, y propordoMr por este medio el comercio de carnes, de lasmuehM que te pierden en los inmeMM cempet del Rio de la Plata, fa-cilitar puerto para que arriben nuestros buqae* que navegan à la mar

del <or, y se haga ma. suave y c<ïmod&e<t& navegacion, abrir ca-mino por tt~m 6 por tierra para Valdivia y Chile, por donde con me-n<MgMtM y He~M poede tntMit~ne é introducirM el comercio que !e-

gr~ Boenet Aires; y ultimamente reparar y extender el que tiene esta

capital en el conMnbre de sus camp&nM, taliez hMt&el Rio Ne~ro, ooien-

do & esta importancia la M~urid&dde <Mfronter&<,en que eltriba el Mmento

de IM poblaciones, tugecion de loi indios y medios de ttntertot verdaderoconeeimtente de D!<My bien dcl E<mdo, son las utilidades que coa et

tiempo podem<MMMM y conseguir de la ccMervacion del e<t*b!eeimien-to del Rio Negro. Lo vMto y «ombroM de eitM, & la primera im-

presion, m~niRett~ an a~ecto tan extrano que le mïrarà con el mayordesprecio. No obwtMte nada me acobarda, porque el amor y e<pir!ta de

patriotismo cen que he mintde !M jmtM, piadoMMy benéficar intencMnMdel Rey, en la ejecacion de e<to<establecimiento% & todo arrottr~

Voy & MtM&cer por la misma série los p~rtico!~re< que Heve pro-pne<tc<t,con )M r«one$ y fundamentM que me MMten, <Madot de la ex-

periencia y conecïmiento que he tomado de tqueUo« ptrtget.

Lc$ !ngte<ewnet han abierto to<oj<Msobre el inagotable tesoro que trae

la pesca de la ballena; pne$ de tan remotM regiones, y â tanto ne<ge, <e

eotreg~n & la diterecien de ÏM mares Hn mM puertot, sin mas &uxiH<M,Q

Page 14: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

10 ESTABLBCIM!ENTOa

m mas refrcMO: que ta ÏMegoridad de to* élément', y lo que. condacen

sua entbarcacionet. t < estos trabajos y pe!igros bacln sus pesqMfiM, y

&aoangrandMmas utitidades do nosotros mismos, por medio del aceite que nos.

yenden para carenar naestros navios: de modo que, siendo este oomercio

ffutos de nuestros mares, somos peregrinos de él, y perdenM* et dinero

que nos ouesta, que debia quedar â benencio del Estado, y el que podia-

!Hos adquirir por los mismos medios de e«ta nacion y otra~ coy<w intere.

ses darian mucho aumento y gloria à la nuestra.

No quiero referir irepetidos hechoe de las vecew que hemox encoa-

trado en ettoa mares a tôt !ngtete< ocopadoa en eu pe<qaena, porque ba*-

ta la preaa que fe les bizo el dia 10 de Marzo del ano anterior proxi-

mo, de la fragata Hamada el Mayo, MLre to< 34 a 35 grados sur, que con

otras de la misma nacion estaban ocupadas en dicha faena, y las que re-

conocieron las fragatas Santa Sabina, y la Perpétua, ea el viage que aca-

haban de hacer a Montendco, conduciendo à V. E. Voy solamente a de-

ntostrar con cuan diferentes ventajas nos podemos aprovechar de eata< ud-

lidades por medio dot estableeimiento del Rio Negro.

La tentativa que acaba de hacer D. Francisco de Medina, vee!no

y del comercio de esta ciudad en el puerto de San José, ooa la fragata

ttamada la Ventura, (y antes el Mayo cuando fué de loa Ingleses) nos da

no verdadero conocimiento de las proporciones que pretenta aquel puerto.

Sin salir de é!, arponearon 50 ballenas en un met. Es verdad que se ma-

logré esta loablc empresa por la mala oatidad de los arpones, e inepti-

tud de aqueltos operarioa.

Repitiendo iguales tentativas, reparadae las eamat que la malogra-

ron, e~ta todo vencido; y con les auxilios que le franquee el establecimien-

to del Rio Negro en la venta de sus frutea, te hace mas facH y menow

gravoaa al interesado esta pesqueria; y &un mismo tiempo togra enanto ne-

cesit* para desde aquel puerto, sin tocar en el Rio de la Plata, hacer via-

ge oon su cargamento 'a los de Espana. El ettaMecimiento del Rio Ne-

gro se va sosteniendo y prosperando con BaHda de sus frutot, y por

medio de eMot puede haeerM esta pesca, sin el guto de mantener otras

embarcacionea que las menores que se necesitan para eUa. Las otras que

son de mayor costo y gastoa, en et intermedio que se proporcionan sus car-

gamentos, pueden ocuparse en conducir sat del Puerto de San Jeee, o Rio

Negro a la capital de Buenos Aires y Montevideo; y por nnas misatas ope-

raciones, como accesorio, logra de este util abasto la Provincia; su abun-

dancia franquea cotnedidad para salar y benenciar lu carnes que se p!er-

den en eus inmensas campanas, introduciendo este naevo comercio en Es-

p&aA) Afri<Mtt ot!~t paragea de Earoptc puea aolo cea el tnaciM con-

Page 15: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

ZWTPATACOWti. !<

MtM de na<Mt)ra<armadas pMsidiow tendrtn despacho, y se comigue<tT)<arlM extraectonts de dinero que nos atrae la que compramos en

el norte, quedando & benencio del reyno. Los intereMdes en la pescade la balle na M aproTecharàn de Io que puede rendirles este primer

genero. Las naturalM de Buenos Aires y sus conveeinaa pobtacione~ en

tax matanzas de ganado, para el acopio de corambre, tienen esta noeva

ntiUdtd al aumento de eutt jornales. Lot duenos podran sacar tatvet

por este medio libres tow cMto< de cllas, y iot del Rio Negro se ocu-

pan en el trabajo de la saca y concluccion de ta! al muelle, que es

otro apoyo grande a an subsistencia. Por e*t<Mmedios ha de ir tomando

incfemente la poblacion, y talvez, viendo el fruto que M saca de e<ta~

nueva* ptantacionez, M extiendan los e<panote<con tM pesquerias mas ha-

cia el sur, y tM$ descubran y faciliten a!guno< puertos con comodidad y

proporcion para arribar los buques que naTegan a Lima, ya vohiendo à

fbmentar el e~abtecimicnto de San Julian, pues la experiencia ha mani-

fettado puede subsistir de tua frutos; ya reconociendo el estrecho de Ma-

gallanes con la exactitud que necesita y merece, donde todos !o< derro-

teros aseguran hay abundancia de maderas: circunstancia que le acredita

adaptada para pobtar, sin que pueda causar prueba en contrario el efec-

to de las poblaciones que hizo Sarmiento, que no podian tener otras re-

tutta* con el método, forma y disposiciones que las intentaron.

En la Tierra del Fuego, que <e compone de varias islas, el ano d~

1765, « 1766, Mperdtd etnavio ItamadotaConcepctonde Escurruchea, en

las costas de una de citas, cerca de 14 leguas de la boca dei Estrecho.

La tr!putacion que M salvo, hizo por ei un barco de battante porte pa-

ra transportarse con su* provMiones a Buenos Aires; donde informaron a

tu Gobernador D. Pedro Ceballos, que toa indios de esta isla habian s

do muy humanos y caritativos, ayudandoles a pasar madera para la cons-

truccion del barco, y ast:t!éndoles en todo; con otras particularidades v

noticias de aquellos parages de todo lo cual envio D. Pedro Ceballos una

relacion exacta a la Corte, y propuso establecer una colonia en la )<a

Pero, habiendo sido en ocasion que se trataba comprar à los france:e<

las Malvinas, no tuvo efecto esta propuesta.

Que estas noticias ofrecen muchas esperanzas de poder subsistir po-blaciones en aquellos terrenos, y ser utilisimas at comercio, estado y reli-

gion, no puede dudarse.

La Iat!tud de o2 grados y minutos, al polo, aunque es clima muy frio,

no puede compararse con la eituaoion de Suecia, Dinamaroa y Rusia, que por

eetar a mas de 70, no dejan de tener terrenow fértiles y abnndant!sunos. Que-

Ter sin.el auxilie de gaRadeS) sin et benencio de la agrieultura, sin la prneba

Page 16: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

t2 EaTABLECÊMHWTOa

de loaexperimento$,arreglar y perfeccionar<a~atidad de terrenee, o00eeew-cimiento de <u intempérie al uso de ta< iaboree,y éjecte de «M prodao.cionew,et tirar al btanco con tex ojo< cerradee. Lot ctima* dedortos va-rian por el concuMode gente* y ganados que compoaeo ana estable po.blacion. Con la fuegot, atito< y calor de los vivientea,. poeo&pooo te

va templando ia~tmo<<era, y produce en la t!erf~vapore<, que !e hMen

mM bénigne y le atraen ctra fertilidad.

EttM Mm!Mpr!nc!pi<My fundamentM <egarM,en qoe <ehan de Mt-

tener y apoyar onaa empre<M tan ârdu~ y unM d!ncutttde<que & la

vista de todos te han gr~dnado por imposibles. Et establecimiento del Rio

Negro y fomento de la peac&de la ballena han de <er el ûnice tgente

que con el tiempo insensiblemente iM h~ de &tlanM y vencer.

En et dia, towque se dediqnen & promoTer esta pe<(qoeriapor M

propia utilidad te han de ver obttgadoa, el tiempo que dure, à mantenerun puesto o establecimiento provisional en el puerto de San Jo<e para

reparar au gente de ta intempérie, y coMervar t<Mviveret, uteMitio* yefectot. Si i este comercio unen el de ta Ml, de ta que ail! abnn~a,esocupacion de todo él ano. Para ello necesitanbueye?, y la carne fre$ca

les serïa muy provechosay barata. A todo ofrecen proporcion aquettowter-

rcnot: fumentando la cria de ganado, puede abundar con el tiempo, en

termino* que se <aquealgun fruto de <u<cueros y de taa carné*; pues ait!

sera muy <ac!i y barato este comercio, por ta abuhdanciayexcèt~nteMt

de <u<salinas, y <er de auperior calidad aquellas carnes â la de iM~am-

pos de Montevideo y Buenos Aires, por lo salitroso de tua pMtoa. Este

es otro incentivo que, unido à los antécédentes, prepara una poblacionque

haga util aquel puerto para nuestrosbuques que navegana la mar del <ur en

sus arribadas: pues con la inmediacion ~tet Rio Negro pueden refrescar

y abasteceMedecuanto necesiten, pro~perandodee<ta*uerte las navegacio-

nes, cerrando â los Ingleses esta puerta por ta cuât tienen Ïacit entrada

en aquel rio, y por consiguiente en todo et reyno del Perû, cortindoles

los progresos que hacen, y pueden adelantar con las luces que nos han

dado estosdescubrimientos en ta important!sima pesca de la ballena; como

todo ello con mayor extension le tengo expuesto â dicho Sener Vertiz en

mi citado oficiode 13 de Octobre à que me remito.

Si nuestros eapanotes Itegan à eatabtecer este comercio con tos

accesorios que ee proponen, en térmMMMque prodazca a la Corona los

nMamos 6 mayores intereses que eaca la de Portugal de la isla de

Santa Catalina, por las temporales licencias que concède à las com-

.pamas estableoidaa à este fin, puede ser el maa eficaz, y proporcio-

Page 17: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

EN PATAOONÏA. 13

m~u4

Mdo modo de ir reconociendo la costa y Estrecho, y adelantando las

poMacionee.

Solo ea iacultativo do la potestad roal conceder licencia tem<

porat 6 abaolnta para et aprovechamiento de estaa pesquerias, como

mare* que pertenecen à sus dominios. Abiertos los ojos con conoci-

miento pràctico de la mucha utilidad de este comercio, ha de atraer

interesados a au aprovechamiento. Este es el estado en qao puedeMcar fruto la Corona, no por medio de los intereses que gira Portugal,sino por lo< reconocimientos y poblaciones en aquellos paragea mas

avanzados a! sur, que tanto nos importa ô interesa. Al que se aventajeen los mas utiles, y nos demuestre puerto seguro para el abrigo de las em-

barcaciones, ofreciendo poblar, compcnscsete estos gastos con la con-

cesion de algun privilégie, 6 licencia para hacer su pc~queria en el

tiempo que parezca regular, con formai obligacion y contrata de hi-

potecas. Unansele aquellas gracias que permite la real proteccion y

soberania, y de este modo, sin dispendio del real crario, conseguiràel Rey hacer utiles estos despoblados dominios, preparando los me-

dios de atraer à verdadero conocimiento tantas aimas idolâtras que

los ocupan, en la propagacion de la Fc y utilidad del Estado, y pro-

porcionarâ diferentes venta~as a la navegacion y comercio.

Aunque del estrecho de Magallanes é islas del Fuego nos es impor-

tantisimo un verdadero y exacte reconocimiento, por si permite puertos

que nos faciliten aquel pasage à la mar del sur, no dcbc despreciarse el

golfo de San Jorge, que esta situado à los 45 grados y minutos, para

mirarlo con la indiferencia que hasta aqui.

El reconocimiento que en Marzo de 1780 hicieron los pitotos de

la expedicion que saho al mando de D. Antonio Vicdma, para esta-

blecer en San Julian, solo reconocieron con la lancha del paquebot

San Sébastian, unas 40 leguas por la banda del norte, tirando al oeste

de dicho golfo. Por informes y noticias que se han tomado de los in-

dios pràcticos de sus inmediaciones, aseguran que à este rumbo Ilega

muy cerca de las cordilleras, donde desaguan algunos arroyos de agua

dulce, y que en el terrcno que media à ellas, estâ el camino de los

indios de San Julian para el rio Tucamelel, 6 de la Encarnacion. Esto

se comprueba con el diario de Villarino del reconocimiento del Rio

Negro, en que ronere el viage que acababan de hacer a las inme-

diaciones de aquel rio los expresados indios. Si el ingles roconociera

y se apoderàra de este golib, tendria entrada por él para Valdivia y

otros pueblos del reyno del Perù, y le seria facil establecerse sin no-

ticia nuestra. Abunda de grau numéro de ballenas, cuyo parage pro-4

Page 18: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

t4 MtAMtcnm:~TM

porciona esta pcsca coa mayerea vcntajaa que etrM. Est« ~damea-

tos, que a aer ciertos maniRestan au importancia, atentar&n & !o< in.

teresados en la pesqueria a su rcconocimiento, el que nos ha de desen.

ganar, y dar una ~crdaderà to~ de la importancia de aquel golfo, yMmunicacion que se teme. Lo cierto c<rque los indiol de aqtaellos

parages transitan et Rio Negro por el camino qae ae dice, y detde

este rio pasad à !M frMtera~ de Bcenoa Airea.

T~odaseata< oti!!dad~ nos laa ha de atraer la Mbnwtencia y<bïftento de la poblacion del Rio Negro. E!ta le ha de dar la mano

al puerto de San José con sus frutos y ganados, y como por eocala,han de aa!tf estoa aH~iHospara tas domaa poblaciones, descubriendo

!o< caminos que transitan los indios, aaa aguadaw, campanaa y montes

hasta el Estrecho: pues do todos hay noticia, y solo ha faltado en

el anterior miu~terio el calor que ae neceaita en Mmejantea ca.

sM, para que en el tiempo que amboa Super.intendente< han eatado

en sus respectivas comisiones, hubioran reconocido la parte mas prin.

cipal de este continente.

La internacion del comercio para Valdivia, Ohile, Mendoza yotros parages por el Rio Negro, seria utilisima por la menor diatan-cia que media comparada à la do Buenos Aires, por el auxilio de la

navegacion, y porque se presentan otras comodidades que pueden ha-

cer mas suaves las asperezas det camino.

Los mas opuestos enemigos del establecimiento del Rio Negroconfiesan la utilidad de esta internacion, pero !o dan por imposible,habtanJo con tanta valentia y seguridad, como si hubieran medido

pa~o à paimo aquellos camtnos, y so hubieran enterado con un co-

nocimiento pràctico de la navegacion del rio.

No falta sugeto a quien se le debe hacer la justicia de con-feearte instruccion y tatento superior, que apoye y sostonga la misma

imposibilidad, y me aseguran to ha hecho manifiesto en un papet que

cntrego at superior Gobierno; et que por mas diligencias no he podi-db obtener. Seria ntitisimo que estas impugnaciones fueran rectproca~,y con conocimiento mùtuo de ellas: porque de la contenciosa y ra-cional oposicion résulta el esclarecimiento de la verdad, que es la que

apétecen y buscan los que procuran el acierto. Si tantôt dictamenes

que se tomaron para dar en tierra con tes establecimientos, esto

et, para disuadir al Rey y sus Ministros de la importancia de

eUos, ae les hubieran primero pasado à los Super.intendentes, paraque en su vista infbfmaaen y respondieoen, entonces. ae hubieran

Page 19: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

MTP~A~OWL~ t~

iwtido etrM notieiM y ceoocMMeotM qm ctcta~~ciwse~ la werd~d d<tode< Por watMttottve* <e aotici~ y a~p~iec~ etcito~o pap~i, pa<Mson Mantes qae no debea reservarse con tanto aMsterio de «nos sa.

gete* que h*n tnerweido la con6aa<a dei Rey para ci dMempeno detan importante comision; mayormente caando parece ha corrido $e-tre pertoatt que MOtienen conexion con estas m~teriM, po. co<~les M mo noticia aquellos puntos mM ewenciatet de dicho pape!.Mnqae en oon<<MO,las que exp<M~drcpara Mt~~acM'y d<MBMtn*rcutn.to Uevo p)fopae<t&

Do* son !a< mas poderosas otjecioM* que parece den«te<tf~este sugeto, en las cuales apoya y eottiene to< fundamentoa de au

oposicion. La primera, la dificultosa aavegacio~ que tujtoVillarino enel reconocimiento del Rio Negro haxta el Cat~putichc. donde Uego,que ella misma demueatrt tu inutilidad p~~ el cotoercto. La t~-

gunda, graduar de MtfMBttaMea taa cordttterM, de$<ie aquel parageha~ta Valdivia.

Por ta* milmas operaciones, expresadas et et diario de ViHa.rino, demueatra este aageto to inacco&tbtedei Rio ~egro en au nave-

gacion. Si hubieramos de estar à aquel punto, à aquella ettacion, &

aquel estado en que encontre y navego el rio Villarino, es menester

con~oMr M inutilidad pero si todo eHo varia con la di~ereocta de

tiempos, y con maa repetidas pruebas que déat una verdadera !ozde los canatett, arrecifes, saltos y corrientes del rio, demostrando elmodo de venceriat con otros auxilios, parece ep a~g~unmodo extrano

que con tanta viveza,ain espefar à distinto conocimiento pràctico, &econdene y falle por inùtit ua atunto que tanto interesa à nuestrafelicidad.

La navegacion que hizo Villarino fuéen la estacion mas con-

traria. Los cuarenta y cinco diaa que se detuvo en el Choelechel,

esperando vîverea para continuar!a, le atrasô el tiempo, de modo quecuando t!eg6 à la conHuenda que hace el Diamante con el Rio Ne.

gro, habian bajado tas aguas, en termines que causaron to penoso deau navcgacion. Esta falta clescubrié saltos y arrect~cs, y su Tenci.

miento fué la mayor dificultad. Si se hobiese salido a este ro-

conocimiento por el mes de Jatio, que es el tiempo en que prin-

cipian tas crecientes, y duran hasta Marzo. seria menos dificultosa ymas suave no se descubrioran tantos saitos y arrecifes; y tas canarles no causarian tan véhémentes corrientes, originadas de to angostode ettas, pues con la mayor agna se extiende el rio y evita el im.

petu de sus efectos. Con el auxilio de los cabalJos 6 muiM (de que

Page 20: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

16 ESTABLEC!mENT08

M pudo vateMe Villarino, por los riesgos que se preveian de los in<

dios, que son et atractivo de sus invasiones) se suavizaba y facilita-

ba la navegacion, tirada de ellas & la sirga, recayendo el mucho

trabajo de los marineros en las fuerzas y vigor de este ganado, des-

montando y abriendo camino por las orillas del rio à hacer util estas

operaciones.

Para tomar un verdadero conocimiento de todo esto, ea me-

nester distintas experiencias que la gravedad del caso lo pide: pues

no debemos deferir à la relacion de una precipitada y obscura tentativa,

que por muchas razones puede engaiiarnos.

Es caractéristico de todo descubridor ponderar las dificultades

y trabajos que ha vencido para hacer valcr su mérito, y aun sin fal-

tar à la sinceridad y buena fé, aquellas primeras impresionea suelen

causar en el hombre distintas apariencias à proporcion de los aiec-

tos en que lo cogen. No séria estraiio que à ViUarino y los suyos,

las soledades de aquellos parages, falta de comunicacion, y otros aca-

soB, les produgesen un afecto 6 pasion odiosa, que en su imaginacion ele-

vase à cncumbradas montanaa do dificultades laa colinas 6 barrancas

accesibles.

Cuando descubrieron el Rio Negro, el primer piloto de la real

armada, D. Manuel Brune!, y el teniente de infanteria D. Pedro Gar-

cïa, en la zumaca San Antonio la Oliveyra, fué tal la impresion queles causé la barra, que retrocedieron al puerto de San Joaé, y dieron

por imposible su entrada. Fué Villarino, y demostro lo contrario y

en el dia se hace tan facil, que con viento por la proa à bordos han

entrado los bergantines. Si hubieramos estado à la décision é in-

formes de aquellos sugetos no hubieramos visto un desengano tan claro.

La navegacion del Rio Negro no se nos presenta imposible, sino

diScultosa: esto es accesorio à todos principios, pues las mayores ia-

cilidades que despreciamos en el dia, en su origen costaria mucho tra-

bajo y vencimiento.

El tiempo, y la demostracion prâctica de lo importante de esta

entrada y camino, subsistiendo el establecimiento del Rio Negro, han

de dar luz à ir preparando y allanando tanto horror, tanta dificultad

como se aparenta, extendiendo sus poblaciones rio arriba, que serviran

de escala à su comodidad prcpararàn mayores intereses al comerciocontendràn el atrevimiento de los indios en los insultos y robos que

experimentan las fronteras de Buenos Aires, seràn los cimientos mas

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M PATAGONÏA. 17

5

sôlidowen que se han de fandar las esperanzas de redncir estes in.

Reles habitadores de los vastos y fertiles terrenos que componen el

Huechuhuehuem y faldas de las cordilleras, hasta la Concepeion de

Chile, coyas indnatriosaa operaciones en el beneficio de las lanas, de

que <abrican ponchos y manias, el cultive de la agricuttnra en quenos imitan, la poblacion Cja, aunque muy dispersa de sus domicilios,nos

ofrecen las mas vastas y felicel ideas para la exaltacion de nuestra

santa Fé, y prosperidad dei Estado; y puede ttegue el dia que a imi-

tacion nuestra te rian de estas aparentes dificultades.

Para taUtiacer à la eeganda objecion, necesitaria enteramente

de la* pruebas y fundamentos que le dà au autor, pues en la primera

adquir! algonaa noticias que las aaqué del diario que ttevo Villarino

en au navegacion. Pero en esta, M ea cierto que dà por inacce-

sibles laa cordilleras por aquellos parages, no puedo atinar con ellos,

porque no lot ha de sacar de sn vasta comprension, ciencias y lite-

ratura, si no e. en el de un desengano fisico, del que puede dar ra-

zon, y estar instruido el rùatico mas zafio.

Ea cierto que las cordilleras son inaccesiMes por muchos para.

ges. Los indios de San Julian contestan, que desde el Estrecho, tiran.

do por la parte del norte, to son aun para los brutos lo mismo noto

el Super-intendente D. Antonio de Viedma cuando reconocio el rio

de Santa Cruz hasta su naciente (a), pero no debe entenderse con el

rigor que piensa el autor, pues solo las encuentra accesibles por el

camino que usamos por Mendoza a Chile. Son igualmente transitables

desde Huechuhuehuem, 6 Catapuliché, por el PortiUo, a los indios y

ganados que conducen. La prueba que doy à esta afirmativa es la

uniforme contestacion de los indios habitadores de aquellos parages,a quienes he preguntado con proligidad repetidas veces, cuyas noti-

cias se fueron comprobando con los descubrimientos de Villarino yacon haber encontrado cerca del rio Diamante, el ganado vacuno y ca-

ballar que IIevaban los indios hurtado de las fronteras de Buenos Ai-

res, para vender a Valdivia, donde habian ofrecido esta remesa un ano

antes; y ya por haberle informado estos infieles, cuando Hego al Ca-

tapuliché, que habia bajado un cristiano de Valdivia, como un dia de

camino, donde se hallaba, para tratar y ajustar la compra de él, dan-

dole individuales senas de su persona (b).

(a) DMcn~ctOHde los <«-r<not,pM<r<o*,indios y fo~hMA la mar, J< D.MM

de ~t~Ma, JttJe /e< 44 ~raJM <Md,~a«a lot 52, ~M~ «<e <~ca6o de la. !'<~<n«.

(b) Diario d. Villarino, dd f<ceMC<~tttt<e<M Rio ~~rc.ru

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18 ESTABLEOMtENTOS

TodM estas pruebas son de hecho propio ÎM del autor han de terde reitexionea y referenciaa, coy& desigua!dad et notoria en la fé de~oa justificacion que esta apoyada tan legalmente. Pero enhorabue-

na, he de concedt<r la igualdad, que no tienen: en elte caM, <no de.biamos haber ocurrido & Valdivia à examinar y comprobar MnetiMcitas que eran un verdadero testimonio de la verdad 1 Pero ~qué <ehizo? Diferir en un todo à la autoridad del autor, como M las inacceM-btes montafias, que formaba M imaginacion y diacurao, faeaen verda-

deras.

Supuesto que hay pruebas expuestas à favor y en contra de lo inac.

cesible 6 transitable de las cordilleras por el Cataputiché, Huechuhue.

liuem à Valdivia, debemos estar en favor de estai ùitimas, à menos qne un

deacngano fisico de personas nnceraa y verdaderas hagan ver to con.

trario. No podemos dejar de conocer, que nos presenta la naturaleza

!os dos caminos que !!cvo propuesto por agua y por tierra a dicha plaza

y reyno de Chile: pues en los tiempos oportunos no solo se puede na-

vcgar como llevo demostrado al parage donde itego Villarino, sino

de la laguna Huechum-lauquen, 6 del limite de donde nace el rio, queesta un dia de camino mas distante. Desde este sitio & Valdivia echan

los indios on mula tres dias, por la aspereza de las montanas: trân-

sito muy corto, comparado con el que media por Mendoza à Chile,

que nos franquea menos gastos y otras comodidadcs.

Dcsde el establecimiento del Rio Negro à la laguna Huechum-

lauquen por tierra, su distancia aun no Hega â 160 leguas hasta la

punta del Diamante ae puede abrir camino muy cdmodo para carretas,

por la orilla del mismo rio, cuyas aguadas es el mayor aocorro y ali-

vio del ganado. A este sitio puede conceptuarse 120 leguas desde

c! a dicha laguna 40, y desde esta à Valdivia 80; de modo, que aien-

do toda la distancia 180 leguas, las 120 es camino carretero muy suave

y comodo; las 40 con el tiempo talvez se pondran en igual disposi-

ciou, apUcaodose à suavizar algunos malos pasoa; y las 20 restantes

es el unico ma!o que hay que transitar. l'ero este, segun to expHcan!os indios, no tiene aquellos voladeros y precipicios que el de Mendoza

à Chile. Compàrcse, pues, lo dilatado de este desde Buenos Aires, que

pasa de 500 léguas, to penoso y arriesgado de la travesia de sus pam-

pas, por la escasez de agua é indios, con !o corto y suave del que

puede abrirse por el Rio Negro, y de la seguridad de estos infieles,

tomadas sus principales avenidas y puestos, que es otro de los asuntos

que mas importa à la prosperidad de Buenos Aires, como demostraré

en su lugar, por medio de las expresadas poblaciones.

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EN PATAMNÏA. ~9

He hablado con concepto & io que promete to descubierto en

el Rio Ntgro para la plaza de Vatdivia prescindiendo del rcconocimieo*

to del rio Diamante, 6 Sanquel, que por la observacion hecht por el

pitoto Villarino, en la continence de este rio con el Negro, de 38 gra-dos 44 minntow y otras combinaciones y noticias, hay fundadas espc-

ranzas, la tiene con el Tunnyan, quo pasa por la ciudad de Mendo-

M, y & aer ciertM deacubren ignatea proporciones.

Llegamos ya al panto mas importante, y en que eltriba toda la

felicidad de la Provincia; esto es, en reparar el destrozo de ganado

que causan los indios en tas dilatadas campanaa y fronteras de Bue-

nos Aires en librar à aquellos inûeies de tantas mucrtes, robos y

cautiverics en aprovechar los inmensos campos que de esta capital me-

dian al Rio Negro, donde puede dilatarse y fomentarse la cria de ga-

nado, que debe ser otro de los ramos que ha de sostener este esta-

blecimiento, y el apoyo de los demas. Los asnntos son grav!simot,

pero la felicidad de etioa pende en una misma causa, cuat es refre-

nar à los indios.

Por las noticias adquiridas del reconocimiento del rio que hizo

Villarino, hemos comprobado los informes que habian dado mnchos

indios, de no tener otro paso los de la nacion Tehuelche, Villiches,

Puetches, y otras naciones habitadoras del Huechuhuehuem, é inme-

diacianes de Valdivia en las cordilleras, que et sitio Uamadoel Choe-

tcch~, para transitar al Colorado, sierras de la Ventana, Tandil, Vol-

can, Caahuati, y fronteras de Buenos Aires por carecer de aguadaslos otros parages, y ser terrenos intransitables. La seguridad de es-

tas ~art!cu!ares noticias me hizo creer se extendia à todas la nacio-

nes te indios, que nos causan tanto dano, y que tomando aquel pa-so e taban sugetos. Este concepto me estimulaba à repetir las ins-

tanc M al Sr. Virey para ocuparle y asegurarie.

Posteriormente traté un indio muy ladino, y prictico de aquellosvastinimosterrenos, MamadoJosé Yati, el que me desenganô, inïbrmàndo-

me, <~e el Choelechel era paso respectivamente de tas naciones de indios

que llevo citadas, pero no de todas, pues habia otros dos caminos pordond(; venian, y se internaban: el uno caia à tas Salinas, de donde se

ha proveido de sal Buenos Aires con tas carrelas y es transitado de

los iodios Peguenches, y Aucases, cnyo cacique nombran Guchulap, yel otro, mas al norte y no muy distante de la ciudad de Côrdoba, que

frecucntan los de nacion Ranqueles.

El motivo de usar Je diferentes caminos estas naciones, es por la

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~0 MTABLBCtMtENTOS

eneniistad que tienen MBMoon cirât, y ettar mu inmediatM & M< t:emM;puM de hacene cMaanew en el trantito, habian de atMve~r por las deM eenveeioM.

Tomando el sitio del Choetechet, ya ateguramM el pwMge parat<M indios de aqueMa* naciones, que son nnmerMhimM: le quitametew-tM enemigM & lot campowy fronteraw de Buenos Aire<; y ~mc$ propor-cionando la interoMion, y demas importantes proyectos, que puede atraer.nos el Rio Negro por la parte de Valdivia.

Lo< otrowdos caminos es asunto que merece mayor atencion en eldia, porque no tenemow conocimiento fisico de eHo$, lo que no acaece conel de Choelechel: M!o h~bkmot por informe$ y noticias de ÏM indiot, yee necetita un deMubnmiento format de etto. parages para tirar !M itneMde <u seguridad.

Aun sin la noticia de tan importantes mot:vet, en ~cio de 31 deJulio de t78t, propuse al Senor Virey cuan ûtU era ir adquiriendo co-nocimiento de h. naciones de indios que habitaban !o. campo. de BuenosAires; sus albergues y retira, donde ponian & seguro, ..and. veianp.r..gu~do,, o atacadM de noMtro.; à cuyo intento habia de.tinado & !o.peones, Antonio Godoy y Juan José Gonzales, que con el prêtât, de pa-~r a sus toldos â comprarles ganad<~ t~ M. agnardiente, ..a!.r~y yerba, con cuyas dadira, iban f.ar,~nd. con unos, y t.~n~noticias de otros; un. medio que podia vencer esta. dificultades.

diligencias manifesté a dicho Exmo. S.E.r serian ûtite. practicar des.de la fronteras deB.en<. Aires y ,u, guardias, destinando ~eJadap;tados para el caso; con cuyos conocimientos era iacit con do, expedicio-nes que salieran de esta capital y Rio Negr.ntenerlo. y refrenarlos.

d.Esta propuesta no merec:<!aprobacion, y Godoy y G.nza! habién-dolos ~andad.n cartas para S. E., ye.te haber sido el primer, quese aventure a transitar el camino por entre tant<~ indios, y dado cono-

cimiento para el viage que hizo el piloto D. Pablo Si.ur por tierra a di-cho establecimiento, tuvieron amb~ el desgraciado fin de parar en unacârcel, de cuya prision los librd su propia inocencia.

No obstante el desprecio cou mi P~OP~~ oonti-.uado, ~u!t.sy r.b<. de lot indios, obligaron al Seiior Virey â deter-!a!"n.~nr~ r" salido de

M.nd.~y<~ta ~pi.tal; pero no del Rio Negro, que es el parage mas iomediato â eUo,. Lacausa no soy capai d. comprender au~q.. me dé mucha margen la .p~

Page 25: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

EK PATACOKtA. 2t

6

siaion de los Miabie<Mmiento<. Dio$ quiera no M malegfwn «tM ga<t<M,

por haber dejado libre aquel portillo.

K<tM Mpedicienew eran t<Mmejore~ prineipi~ para descubrir y n~

conooer los do* citadM ptMt y Mminoa; porque tM de Mendoza y Cor-

doba deben croMrto*, y eemunicando a sus respeetivot eomandantea tt< inx-

trucciones y notïcm-s con un mismo gasto ~e te~ntaban planos de aque-

Uua sitio;, acotnpMMdotea eugetoa facultativot de ~inceridad y verdad, y no

Ilenos de la preoc'tpacïon que rcina de t<Mesttbtecim!entos ti aca;o se

han internado, puede Mr que Mrvan de mucho sas noticias.

Totnado un verdadero conocimiento de estos pa«M y caminos, po-

dian furtittcanc, y reparane, extendiendo à <M las guard:M de taa fron-

teras, porque cortada. estas aven!da«, y la del Choelechel, quedaban libres

las demas campana«, y & Buenos Aires, y poblaciones del Rio Negro se

daban la mano por tierra para t.u comuo!Mc:on, para la cria y fomento

de ganado, y para la extension de sus poblaciones. VeMe pues, que ven-

taja< tan grandes resultaban a la provincia, y aun a todo et reyno el re-

conocimiento y Mgnndad de estos pasos.

La< inmensas iodiadas que por etioa bajan & proveene de caballol

y ganados, ea una langera, o plaga de <u destruccion: qae a no ser unos

campoa tan ditatados y fértiles, no dejarian casta. El no acabar de apu-

rarles, dan una segura idea de su abundancia y propagacion cc~ando es-

ta causa Mra un anmento Tfntajo~imo para et comercio de la corambre,

que, c~no fruto de t:t tierra, tncrecc la primera atencion por ser perma-

nente y no precario. Las pobtaciones de los campos de Buenos Aires irian

tomando otro incremento y exten!'ion, particularmente si <e reunieien â etta<

to tecinoa, que en deapobtados disperi;os habitan en chacras, como esta

mandado por repetidas reales cédulas: pues e~te disimulo e~ perjudiciat~i.

mo al bien espiritnat de aquellas atma< y legislacion real, porque carecen

de in-truccion cristiana en nuearos sagrados dogmas; rara vez frecuentan los

santos Mcramentos de la penitencia, y cucarisHa, y casi no tienen, 6 reco-

nocen a quien obedecer y tcrner: de modo que poco se diferencian de los

indi<M~atvages.

Efde método de gobierno es la destruccion de M miMmM,porque 1~

mucha extension, que MM!di&de una <:hàcra à otra, di margen a los

iodiM para robar los ganado~ cautivar y matar & habitadores, & cu-

yM deegraotas coadyuvan en mayor parte los que frecuentemente se pa.

MMa estos iH('et~ comunioandotes !a~ noticias y caminos <eguroa â sus

invaMonc! de tal modo que oinguna malogran.6

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M EtTABLECtMtKNTO~

Enterad~ yo en el Rio Negro por to< mismos indtew, y viages qawhicieron to< dos expresados peonM Godoy y GoMa)e<, de esta maldad en!<MnuMtrot, han tido repetidat ta< inttanda* que he hecho at Senor Virey,para que se les cattigue con egemplar riger at que M a~prenda haber in-currido en tan horroroM delito, y juntamente di cuenta & S. E. deuno de e<to< imptotquetew dirigia: el que Ue~e & tal extremo Meruei-

dad, que no e<!uvi<ronexento< de eHn sus propios padres, &quien él nM<-mo mato en una de las entMdM que hizo oon los indios.

Redt:eiJ<M& p$MMione< !<Mvec!no<de estas ch<cra<, tendràn dite-

rente instruccion y gobierno, y por mej!o de ptdrone< donde M anoten,h&br&conocimiento de ÏM sugetos que <a!ten en el pueblo, y podra sabersecon otra facilidad wu par~dero.

No puedo omitir, por el mucho conocimiento adquirido en b<e!n-

co anot que he estado tratando Cttoa Mhage< en el Rio Negro, cuan ûtM

nos es el método que obtervan to< france~M en sus Indias con <emejante<birbttw, y con cuan<a rason nos lo recomienda el Senor Ward en <u pro-yecto fcononnco. Sin tener yo las mas tevea noticiai de e*tM regtM, las

he feguido; y notoria es la buena armonia que he conMrvado con ette<,

y tj ûtit que han sido at fomento det e~tabtec!m!ento: y no puede decir-

<e que Ion de mejor indole aquellos que los de estoi campot, porque at!!

han concurri,lo to< que aqui nos d<man. Todo. me han con<ervado ona

verda !era amistad y buena fc, à excepcion de a!gon robo de cabat!o<,de que aun entre nosotros anismos no estamos tibrea.

Esta experiencia demue~tra la importancia de poner en las guar-dia!, o pueb!oi que <e establercan, sugeto< de afabilidad, talento y juicio

para tratar con los indios, y que a cambio de abalorios y otro< etectoa

qae no nos perjt)d!quen, se introdusca con ellos comercio de tu< propiosfruto'; como son pieles de liebre, zorrillo, goanMo, y guaracha, r!enda!t,

ptumero<, ponchos y otros efecto~ de que abundan: por estos medio< con

atilidad propia vamo< conciliando y adquiriendo eu amistad como to ha-

een y logran lot franceses.

Tengo demostrado el método y esperanzas de las muchas utHMa~

des que podemos Mcar del establecimiento del Rio Negro, to vaste é im-

portaate de ellas nnnine<ita la creacion o formacion de un nuevo reyno.Todas acreacentan el comercio, aumentan, o forman un cuerpo de ma-

rina mercantil, que es el mayor nérvio de la folicidad de una monarquta,

y por consiguiente atraen el aumento de las poblaciones. Todo ello no

puede emprender<e en la présente época, es menester poco a poco ir ade-

lantando, y dàndose la mano uno con otro, à proporcion de sus pro~-

Page 27: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

EM PATAUONtA. 23

peridadu y vontaja<. Uu prudente, <aMo y cet<MoGobierno, ïnnamado

een et Mpir!tM de patnotiMto, sin mtermioon de otro< entUtMMmo*,bajode una proteccion. real, cua! togramow en el dia, dedieada toda al aumen-

to y folicidad de to< va<towdominios que rige, seràn taw pftncipate* ba-

taa y cotu<nn<Mdonde M apoyen, y Mwtengan Miz ésito de w$tMde-

MMtnMiMMttHdtMiM.

PARTE TERCERA.

Lot eort<w principtM del ettablecimiento del Rio Negro, y <Mob<-

ttnadtt epeeic!ene< causa de tantes de~perd!c!<My g*<to*, (a) le tienen tan

en el aire, que al menor huracan, todo él da en tierra. Para su con'efva-

don y aumento, <e nece<ita mucho tino y putao, porque la reat hacien-

da no se natta en e$tado de gastos, y la mottitud de informes y papetearemitidos à la Corte, han entibiado aquel primer fervor con que M pro-moïid, borrando en el real animo sus fundamentos y cama<, y Mahora

no <e procura MMtener,todo es perdido.

E<ta< renexione< me hicieron, o por mejor decir, obligaron a dar

el informe de 16 de Fehrero de este auo, que por Jrden de <4 del mis-

mo me pidid el Senor Virey D. Juan J<Mede Vert! para arreglar el e~-

tablecimiento en la forma que manda Su Magestad por la reai orden de

de Agosto. La ciega obediencia y estado deplorable dee~to* atun-

tos no me dieron otro arbitrio, que manifestar el modo y forma de <u re-

duccion, dejando campo para que tan corta raiz fjmcnta'e, y pro'iuJMela. grandes Mperanza: que anteriormente tengo expresada'; pues de haber

manifestado yo, que en aquet estado no podia sut»istir, preparaba el hura-

can a <u entera ruina.

AH! reforme el ettablecimiento al solo numéro de t~tarnîtiat; pro.

pongo to< medios de <u contervacion y subsistencia, y abro campo con el

fomento de la pesca de la battcna, y abasto de la sal para que se M<-

tenga y I)rospere t!n ga'to de la real hacienda y estos medio~ ton los

ûn!cos que le han de aostener y fomentar, y los que deben mereeer toda

la atencion del présente Gobierno.

Aunque et primero e< de mas importancia que el wegondo, este es

ma< pronto y facit, porque cl gasto de la Provincia no cewa; y impetran-do drden de Su Magestad, para que no <e permita en Espana embarque

(t) E<t ea<Q M~fMarto, ~< AaraH ver /e< /M'MtmttM<« A M<<t~r<~tt«et<.

Page 28: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

W

24 E<TAM.BC!MttNTOS

y eondwcoion de «K g<nerw & te* puMt<Mdel Rio de ia Piata, y M pro.

h~ba el que tM ca~retas satgan para tas Sati<MUcomo hasta aqa! M ha

practicado, M qu<da este provecho à benenc!e de aquetta poblacion, ysas vecinos, eowpadowea tas taceas de sus acopioa y en el dewpaeho de sus

frutos, !egran la provec~osa utilidad' de esta industria y comercio; que con

la pe<ca de la ballena establecida en et puerta de San José sera mas

importante.

~i el estado en que M ballan los indiol, y exped!don<'3 nuestras

en su alcance, obligaren à reforzar aquel puerto con mas tropa, es otro

fomento y utilidad de los vecinos pue< el dinero de su pre~t to mas

qued& a se beneficio; proeurando eUos hacer ffuctîfer~ aqueHo! terrenos

con la industria y trabajo de sua laborei, tomanJo d~tinto método quo

el que han llevado, pues ya por su raturât desidia y haraganeria, y ya

por las seduecienes con que los desanimabao y entibiahan para que se

apt!ca<en a la agricultura, a<eguràndote) que pronto 'os habian de sacar

de aquel deet!no, y mudarlos a los amenÏMmos catrpos de Montevideo,

que abundan de tanto ganado, que sin mote~tarse en poco tiempo togra.

rian enriquecerse, eran tos que por todot medios pfoouraban hacer inutii

la poblacion. Y estas influencias les atentaban para dedicar sus c!amore<

al Sr. Vertiz, ponderando la esterilidad de los terrenos, los peUgros â que

estaban expue~toa los indios, y el rigor del Super-intendente: porque su

terwor, eficacia y fatiga no los dejaba dormir en et ocio de su haragane-

ria, y les obligaba a trabajar en la agr!cuttura, por cuyos med!<Mcon las

producciones de sus frutos ha verificado sus informes.

La conclusion de tas obras det fuerte es otro medio que ha de

coadyuvar en beneficio de ioa pobladores, porque el dinero que causen es-

tes gast<M,redunda como el pret de la tropa en su provecho, todo ello

coadyuba a un mismo fin; pero es mpnester pobtadoret activos é indus-

triosus y este ea uno de to" puntos mas p<enciate~ que debe tener pre-

sente et Superior Gobierno, porque d poco d nada servira fe, les propor-

cione trabajo y satida a sus frutos, ~i dan con hombres que no los apro-

vechan, antes si los deaprecian.

~t gasto que debe reformarse es el que causan a la real hacien-

da los bergantines destinados a los establecimientos de cuenta del Rey, por-

que este es et de mayor consideracion, y solo es utit a sus respectives pa-

trones d capitanes. Por medio del comercio de sai y pesquenade la ba-

Uena se proporciona modo de abafteeer el establecimiento de cuanto ca-

resca y nece<ite, y facilitar el transporte de tos destacamemos de opera-

rios y tropa que se mude para to primero coadyuva su propio interes,

porque estos génères los venden en el establecimiento, y con sus utilida-

Page 29: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

tN PATAGONtA. 25

7

d« <MM el costo de! transporte de <at, y & cnenta de et!<Mpagario tes

jornaiMde sacs y eondnooion al mneUe a lot vecinow. Para io Mgnnde

podra Mttputarse por regalia de ettaw HcenciM; y cnando ne, menwtce*-

to le ha de tener at Rey Ptf*~ "<~ cuando <e le ofresea, que mante-

net nna< ambarcaciones, que le han de importar el todo de cada una at

ano feit mil peMM, y el &ete por mucho que taba no ha de ttegar &

quinientM.

Si tiene efecto el refuerzo de tropa en el Rio Negro, tttve~ M pro-

percien&rà ecMÏon que contenga & l<w indios, y libres de recetce los pe-

b!~dere<, puedan èxtender<e en el egercicio de la agrieultura4 y cria de

ganado; pues uno y otro han de ter los mas teiïdos cimientos en que es-

tribe, y te augure la poblacion, atrayendo mayor numéro de vecïn<M,

que por si mismos fbrmen cuerpM para re<Mtir!e<, y eMannentartew en to-

do tiempo. Lowterrenos, en la proporcion que ofrece el rio, vaUendowedel

arte, & peea costa se pueden beneficiar con el riego, como tengo demoxtra-

do ai Senor Virey en oficio de 86 de Marzo del ano prdximo anterior,

nûtnero 26; y aun sin loi mediox que att! propongo, <i toa vecinoN ton

aptyadot, con norias que muevan caballos pueden adelantar mucho; ma-

yormente cuando aUl no tienen costo, y es muy poco lo que cuesta este

ganado.

Todo to cual parece haber penuadido que !ot conatos y desve-

iow de nuestros catdHcos monarcas en proyectar y promover esto$ estable-

cïnnentot, han sido efectos de un profundo conocimiento y ettudio sobre la

religion y la polïtica; que estas dos bases de todo Gobierno itnstrado y

cristiano, fueron el fundamento de las expediciones de Sarmiento. La< de

los dos hermanos Nodales, la del capitan Olivares, con los Padres Cardiel,

Quiroga y Strobl la del capitan de fragata D. Francisco Pando; la de

D. Domingo Perlier, y ultimamente las que han saH'!o de Montevideo y

Buenos Aires, para tas cemiaiones que se nos han confiado a los dos her-

manos que a pesar de todos los émules que tas quieren contradecir, siem-

pre seràn ûtites estos establecimientos, por el fomente del comercio que

proporcionan en la pesca de la baUena, en la conduccion de sa! a Bue-

nos Aire<, y salida de tas carnes de los ganados que crian sus inmensas

C!<mpana< por facilitar puerto para hacer mas suave la navegacion y co-

mercio â la mar del sur, por cerrar y defender la puerta a nuestros ene-

migos, asegurando !o interior del reyno; por los progresos de la extension

de sus poblaciones, porque ellas seràn la mejor trincheraque contendràa

los indios salvajes, que a manera de un torrente impetuoso cada dia inun-

dan estos campos, tte~andose tras si innumerable ganado cabaUar y vacu-

no, asolando tas tristes habitaciones de los vecinos fronterizos â <sta capi-

tal, haciendo que los caminos no sean seguros, y victima de su turor àmu-"1

Page 30: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

SC MTABLEOMÏBNTOS

chMdMgmcitdM, que pereeen inhumMMnente mda di& &lui mMM,deun modo horrible y MpM«wo. Y finalmente podft conxegaine j~ Myerde IM utitidtdM, que ooMMteen haoer hombret, y hombre. crMMe. &este grau nûmeMdeMt~jet. UtiHdadet qoe pn<MienMMiMane .in eldMpendi. del real Mno, y que son lu que nM pMpuM dMcnNr en lMtre. pMtM de esta memoria, en la coal si habieM alguna expr~ion me-nowdigna, debe ser atribuida at ardiente celo cen que miro <MtMMtuMe.ctmientM, puel mi &mmojamM ha .ido ~enr con mi. MprMienM&persona atguna. T~M ellas lu ,~to & !uperior corr~cio. de V.E.; iMonje&nd.me,que atendiendo al bueo fin con que Mtan dieMM. ht ded~muiar.~qui.rd.f~.qu. ~c.tr.. S:, S.5.rE~p~yo dudar que

benigna ~d~~.am~n~ d~do. a prosperidad del Estado, y al de~on? 1 V. E., que p~ todas !M co~ en la b~ del ~ber,canza mejor que ~\?~ '°'~ propone para emplear toda' la.c~dad de ,u h~ .Ireat ~id.. NI. puede hacJrsa época en ti.mp~ f.!i~ del mando de V. E., quienh~â i.

m.j.r.-Buen~Air~ de Mayo de t784.~P"

FRANCISCODE VtEDMA.

Page 31: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

INDICE

DE LAS OB&AS CONTENIDAS EN EL TOMO PRIMERO.

t.

Ilieloria ~~MMt del dMCW&UtMMM~,~O~CMMt y MN~MM~de luprwtMCMKdel Rio de la J'~o, por Rui JO~ de CM~aMM.

/)MCMr~jM'~wMo~ del editor de dicha obra.

J~OCM de O~MMMacontecimientos importantes, ~MM apunia C~autor de la ~fM<ûrM~~M<Ma.

Tabla de /M grados de latitud de o~MMMctM<f~My parages, ~t~se hallan <fe<crMttMC~M el CM~M<~ dicha historia.

IL

Viage de D. Z,MMde la Cruz desde el.fuerte del Ballenar Aa~e la ctM<dad de Buenos Aires.

jPMCMtWJ~MtM<MM' ~<r de <Kctc WM~W.Ta8acion <~ <yMpM~ ~or~ <wtt.M <~A. el fuerte ~~M~c~

~<« BMMM Aires.

Tabla8 de d~OMCM~ rc~a~tp<Ma dic~c riage.

m.

Descripcion de la Mo~Mr~M de <e~T<<w;y cp~tM~r~ de los Pe.

~Me«~e~, por D. Z~M de la <?r<M.

ÏV.

~McrycMM de JPo~M~, por el Padre T~MMMjF~~Mer.DMcMrMpreliminar del e~or de dM~ <~ra.

Page 32: Memoria dirigida al Marquez de Loreto

n~I

vrD~r~~M y pt~~ <! C<~a~~ce~a< de C~~r~,

DMCWrMj~C/MMM~rdel ~</t~M'M&r<~M«~WtCH~MdcCWH«M<M.

––D~rof<To por el TTa«d~y <<F<~c«M,por J?c/<«.

––C~r~ot del I~<f~ Cdrdiel sobre el ~CM~Mtc~c de /M C~M~M.

––C~~a del jf~~e Z~za~e sobre 7M C~MfM.

––D~no~ro ~~c BMCMMAires A<MfayMC~MrM,por Falkoer.

––JReJactCM ~MMoftctM~~M<W<fo~sobre lot CcM~t, por J~MM~r.

––C~t~a a~ Virey del ~M~ sobre CpMfM,por JoM~<y«t.

––JVMeco <fM<'M~<M<M<~preparado ~or c~Cc&M~c~of<fe FoM~~e.

––jPM/aroctc~ sabre ~<ciudad de los C~MrM,por Ft~~re.

––JiX/erMe y <Me<<~Mdel JF~M~ CA~c,Mtre C~MrM.

Vï.

Diario de WMctor~e4 CMifoJM<ï~aM~MM'e,< J?M~<M~<~ A<M-

<ocf E&<rMAo~ybrMO~ M&re las o~erpac<CMC<de ~MJPP. Car-

<f<~y QM<r~o,por el Padre Pedro jLoMMO.

t4A~r~<cMtdel ~<~r.

VU.

Jï~reM~~CM~ sobre la <fc*M~ac<cMde <e<j~M<~<Mde J9<WMM.4<rM

al IK~ Negro y Colorado,por tT~~tOM~y C<M<

J~MMrorMde «McoMMMd~de ~M~M~~~MM<!la cttfdad de 2~~M,por

Cerroy ZoMwdtc.

Jdwr<MCM del edigor.

vm

JM~t<crt«sobre lu o&~<M'MFo~~«e han encontrado, y laa MM~<M~Mc

jtrcM~M ~o&~ctM<M<<Mde la costa jPH~jMtM, par

Fted~o.

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