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MARZO - ABRIL DE 1949.

MEMORIALDEL

EJERCITO DE CHILERevista bimestral

Organo divulgador de cultura militar, publicado bajo laautoridad del Estado Mayor General del Ejército.

Oficinas: Alonso Ovalle 1187 — Teléfono 65271 — Anexo 223

Director de la Revista: Tte. Coronel Jorge Armas Cruz.

AÑO XLIII N.° 229 ler. Semestre

S U M A R I O :

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1.—Otoño de sangre y gloria

2.—Base O'Higgins sin novedad

3.—La escucha enemiga.—Por el Capitán Harald Sievers F

4.—Mi General: Un médico desea hablar con Ud.—Por el Dr. Mario Folch A.

6.—Petróleo chileno.—Por el Ingeniero Luciano Glaude

6.—El mariscal Rommel.—De "Harper's Magazine"

7.—Reflexiones militares del momento actual.—Por el Coronel ManuelMartínez Merino...........................................................................................

8.—La guerra en el desierto.—Por André Gimonal..................................

9.—Previsiones sobre la guerra atómica.—Traducido por el CoronalRoger Soto M

TÉCNICA MILITAR.

Imp. I. G. M. O|T. 311-49.

(a la vuelta)

(De la vuelta)

10.—La estrategia en la guerra actual.—Traducido por el Capitán IgnacioSorasola

11.—Situación de la aviación francesa—Traducción por el Coronel MarceloMartin D.....................................................................................................

12.—El futuro del blindado como arma de la movilidad.—Por el Mayor D,D. C. A. Wilson.........................................................................................

13.—Algo más sobre caballería y mecanización.—Por el Tte. CoronelJosé M. Menéndez.....................................................................................

14.—La preparación de la guerra. Ideas generales sobre la doctrina.—Por el Tte. Coronel José Ruiz Fornellas

15.—La misión del Ejército.—Por el Teniente General Reymond S.Mac. Lato..................................................................................................

16.—¿Cuáles son los pueblos árabes?—Por el Mayor Edmundo González S.

17.—Geografía y estrategia moderna.—Traducido por el Coronel Priego

18.—El escudo nacional—Sección Historia del E. M. G. E

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HISTORIA Y GEOGRAFÍA

CRÓNICA

19.—Una obra de progreso y de beneficio

20.—Cuatro lustros celebró el Curso Militar de 1929.....................................

OTOÑO DE SANGRE Y GLORIA.

OTOÑO DE SANGRE Y GLORIA.

En casi todas partes el otoño llega velado de brumas, fríos y lloviznas quedesnudan a la naturaleza y pintan de ocres y dorados los paisajes. En cambio,en Chile, y especialmente en el valle central, es alegre. Empieza con un frescorque parece ablución con agua de vertientes sobre el rostro que aún tiene la mo-dorra y el rescoldo del verano, y coronado de frutas y de pámpanos, por elhuerto de Marzo se llega hasta el lagar de Abril para hacer el mosto burbujean-te que será más tarde vino de sol o color sangre.

Todos los otoños fueron iguales, pero aquel de 1818, entró por el parral desombras de la noche de Cancha Rayada, y fue con racimos de la muerte heroicaque hizo el cárdeno licor de la revancha que vertió en las cálices de la patria.

El 19 de Marzo de ese año lo usó el Destino como la prueba definitiva pa-ra ver si el pueblo chileno merecía la Libertad, el más preciado de los donesdel hombre, y su libre albedrío ciudadano. Y, fue la más dura, para la joveny esperanzada nacionalidad, porque la derrota tanto como desastre guerrero erauna tragedia moral para la población civil que ya conocía los hierros y el azotede la reconquista, y que veía can espanto esfumarse con una sola noche aciagael sol de Chacabuco.

Si se examina el lapso entre esa fecha infausta y el 5 de Abril, se determi-na a parejas con la enorme tarea de reorganizar el ejército que dio la victoriade Maipo, la otra gigantesca misión de soldar el frente interno, y de forjar unanueva voluntad popular capaz de derrotar al negro pesimismo abortado por lasprimeras noticias que llegaron a la capital, y al fatalismo de quienes miraronotra vez el éxodo transandino como única salvación.

Esta fue la obra del General Bernardo O'Higgins, y hasta un determinis-mo para darle más prestancia a sus palabras y a sus hechos de constructor delnuevo muro espiritual de la defensa, le regaló la herida del brazo, y le talló confiebres y dolores el perfil austero.

El pueblo de Santiago, tuvo que ver en él su propio drama y descubrir desu ejemplo el temple indomable que debía tener en aquellos momentos crucialesde la libertad chilena.

A los pocos, días de la llegada del General O'Higgins, de haber visto aSan Martín, y de certificar que más de tres mil hombres veteranas se habíanretirado en orden, el muro de las lamentaciones santiaguinas sirvió para apoyarla lanza de oro de la esperanza. La villa principal regló sus horas a toque decornetas y redobles marciales; los cuarteles se hicieron estrechos; y las muje-res se inclinaron confeccionando vendas y uniformes, y bordando banderas. Lashoras caían desde los campanarios como pisadas del avance de Osorio perotambién como chorros del bronce fundidor de cañones de Fray Beltrán.

La obra del Director Supremo en aquellos días fue múltiple y compleja,sin horas de descanso y muy difícil porque, internamente había enemigos realis-tas emboscados y otros, que siendo patriotas, deseaban el fracaso de O'Higginspara sus aspiraciones políticas. Repasando las medidas tomadas por su Gobier-no, salta a la vista, la decisión de continuar la lucha donde fuere, pero siempreen el propio territorio. Una terquedad que, se hace mística, que inflama a lospacatos y da bríos renovados a los que tienen fe en la revancha. Es una cruza

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MEMORIAL DEL EJERCITO.

da del hombre del brazo en cabestrillo, cuya sangre, de aquella misma nocheinfortunada, fue del primer racimo que apretó el otoño para el vino de gloriadel 5 de Abril.

La personalidad del prócer epónimo chileno, debe buscarse en sus quilatesmás puros e inimitables, en los momentos de crisis del espíritu público y dezozobra del patriotismo. Por su propia vida de niño y de adolecente, era en elcauce amargo o en los difíciles despeñaderos donde podía regalar, mejor, lagenerosa riqueza y las mejores potencias de su alma templada en el dolor y enlos sacrificios. Rancagua, la retirada desde Talcahuano, Cancha Rayada y laantesala santiaguinu de Maipo, son escalones para llegar después a la cumbre desu moral cívica en la abdicación, sabiendo que detrás de ello lo aguardaba laproscripción de su más grande amor que fue su patria. Escribir la obra de donBernardo O'Higgins en los días de fines de Marzo y comienzos de Abril, no secompadece con la simple relación de sus hechos, porque es la historia de unvolcán que derrotó la fiebre de una herida que pudo ser mortal, y de cuyofuego, sacó el sol de Maipo su luz de eterna libertad para la patria y para,América.

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BASE O'HIGGINS SIN NOVEDAD.

¡BASE O'HIGGINS SIN NOVEDAD!

El día 8 de Marzo del presente año se concluyó de relevar totalmente laprimera guarnición de la Base Militar "General Bernardo O'Higgins", des-pués de un esfuerzo magníficamente coordinado con personal y elementos delas tres instituciones armadas.

BASE GENERAL O'HIGGINS, ANTARTICA CHILENA.Se destaca, en primer término, y en fondo obscuro, la puntilla "Isabel Riquelme''. Sobre

ésta, las construcciones de la "Base O'Híggins" y las antenas de su radio estación.Al fondo, la cordillera "General Ramón Cañas".

Las circunstancias climatéricas, que fueron completamente adversas, nohicieron otra cosa que aumentar el brillo de la empresa del relevo y darle ma-jestad al cumplimiento del deber de quienes alargaron su tiempo regular deguarnición en esas frígidas regiones.

La constante utilización de los medios modernos de comunicación inalám-bricas acercó el lejano paralelo hasta el corazón del país, ya muchos los hizocreer que la guardia antártica era un bizarro turismo entre las nieves y pin-güinos, sin más necesidades que la posesión de mucha paciencia para soportardías y días, calcados sobre la misma perspectiva cotidiana de hielos, mar y rocas.

Sin embargo, conociendo los detalles de la permanencia no se sabe queadmirar más: si la lucha contra los elementos, de la naturaleza despiadada, queirrumpiera muchas veces en el seno del refugio y que amagara la integridadfísica de la guarnición, o la superación anímica, noblemente voluntariosa paraconservar la potencia espiritual incólume en aras de cumplir con digna entere-za su misión de centinelas de la soberanía nacional.

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MEMORIAL DEL EJERCITO.

Por eso, como síntesis admirable de su victoria sobre los afanes y preocupa-ciones materiales y psicológicas, hicieron vibrar en el espacio, diariamente re-petida, la frase de: "BASE O'HIGGINS SIN NOVEDAD".

En estas palabras, que en otras ocasiones y escenarios, serían de lógicarutina hay, ahora, toda una austera concepción del deber cumplido que ha sidotradición en nuestro Ejército, y que sólo faltaba probarse en el último y heladorincón del mundo, allí donde el drama de la soledad puede hacer abortar an-gustias capaces de atacar a los espíritus más fuertes.

La experiencia de la primera guarnición militar, que comandara con tantoacierto el Capitán señor HUGO SCHMIDT PRADO, deja múltiples enseñan-zas y comprobaciones objetivas profesionales y otras de utilización futura parael aprovechamiento integral de esas regiones por la nación. También, demues-tra que el índice de moral militar chilena sigue magnífico en todo campo y cir-cunstancia. Y, lo que regala como un corolario a la par que un galardón, es lafrase referida que pasará a ser una consigna de aquellas guarniciones o moteorgulloso que debe relucir en la portada espiritual de esa Base.

La obra genuinamente institucional en esas heladas regiones ha comenzado.pues, con dejar un cimiento hondo del más puro sentimiento y comprensión deldeber del soldado de Chile, de acuerdo, también con la auspiciosa denominaciónde la Base y la presencia modelada en bronce del Héroe Máximo que tuvo elalma dé oro para siempre ofrendársela a su patria.

El tricolor sacrosanto, el busto del gran General Fundador, y el honor deluniforme, han rimado sus grandezas para convertirse en la causa mística yfundamental de lo que pasará a la historia porque es capaz de hacerla: ¡ . . . BA-SE O'HIGGINS SIN NOVEDAD... !

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LA ESCUCHA ENEMIGA.

Capitán HARALD SIEVERS FONCK.

Contaba en una ocasión un marino norteamericano, que los japoneses, du-rante la guerra recién pasada, recibían y registraban todos los mensajes en cla-ve de los norteamericanos que. podían captar y, cuando no los podían descifrar,los volvían a transmitir al pie de la letra o bien modificado, algunas semanasdespués, a objeto de confundir la escucha enemiga, de hacerla perder tiempo,y de distraer especialistas, operadores y equipos.

Muchas veces los beligerantes concentraban buques menores en determi-nadas zonas, con el solo objeto de que sus señales de radio atrajeran la atencióndel enemigo, a fin de inducirlo a error. Cuando una flota poderosa abandonabaun teatro de operaciones, dejaba en esa región un número suficiente de radio-estaciones, para que la densidad de su tráfico hiciera creer al enemigo que éstaaún se encontraba ahí.

Todas conocemos el principio del radiogoniómetro, que permite localizaren breves minutos cualquier transmisor de radio y radar. Dijimos "en brevesminutos", y he ahí el punto débil de la radiolocalización: su ejecución de-manda un lapso determinado. Aprovechándose de esta característica, los sub-marinos alemanes que operaban en ultramar, solían hacer uso de un procedi-miento muy ingenioso. Para cursar, por ejemplo, un mensaje cuya transmisiónnormalmente demoraba diez minutos, primeramente grababan el mensaje a unavelocidad standard, tal como se graba una pieza de música en un disco, y des-pués lo reproducían a una velocidad tan elevada, que todo el mensaje salía enpocos segundos al espacio. Esto hacía imposible localizar los submarinos a gran-des distancias, de manera que había que recurrir al radar para las distanciasmayores, y al "sonar" para la localización a corta distancia. El radar localizay sitúa blancos de superficie o aflorados, periscopios, etc. El "sonar" detectaobjetivos sumergidos. Pero tanto el radar como el sonar delatan la propia posi-ción, ya que emiten señales cuyos ecos son aprovechados para la exploración.Resulta de ésto, que también el radar y el sonar están sujetos a la escucha ene-miga.

10 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Pero veamos — ¿Qué perjuicios nos puede acarrear el hecho, que el ene-migo nos escuche? Ya hablamos de la localización de nuestros transmisores, yde la posibüidad de que nuestra clave fuera descubierta. En general, ninguna cla-ve, y ningún código son indescifrables a la larga; puede el enemigo demorar al-gunas horas o varios años en el desciframiento, hasta que la criptología, la elec-trónica, el azar, los indicios y el ingenio humano terminen por destruir el secre-to. Desde el momento que el enemigo escucha una transmisión, hay que contarcon interferencias, ya sea en forma de transmisiones de entorpecimiento queimpidan escuchar o con transmisiones supuestas, en que mensajes falsos nospueden inducir a error. Esto es aplicable a la telefonía y a la telegrafía, al ra-dar y al sonar. Uno de los pocos medios inalámbricos a cubierto de la escuchaenemiga, es la telefonía por rayos infrarrojos, medio de enlace de reducido al-cance, que no puede emplearse sobre la marcha o durante la navegación o elvuelo. Otro de los peligros de la escucha enemiga es que cualquier transmisorpropio puede servir como un verdadero '' radiofaro'' para los aviones enemigos,que utilizan sus radiogoniómetros para acercarse a la estación.

Pero tanto las causas como los efectos de la escucha enemiga pueden dis-minuirse o neutralizarse. Las causas se aminoran, observando una disciplina detráfico a toda prueba; reemplazando las antenas comunes por radiadores alta-mente direccionales; empleando el sistema "Kurier" de los submarinos alema-nes, descrito más arriba; reemplazando los Oficiales de 'Transmisiones y losRadiooperadores comunes, por técnicos especializados y por verdaderos exper-tos y recurriendo a mil artificios técnicos que sólo una larga experiencia puedeenseñar.

Las consecuencias pueden neutralizarse en parte, cambiando todos los díaslas claves y las características de llamada; transmitiendo un mismo mensaje,por partes y en forma sucesiva, en distintas frecuencias y por distintos trans-misores situados, en lo posible, a considerable'distancia uno de otro; interfi-riendo fuertemente los centros de escucha enemigos con transmisores especiales;empleando la telefonía solamente en aquellos casos, en que el enemigo ya nopueda sacar ningún provecho de los mensajes captados, etc. Otro procedimien-to muy empleado consiste en transmitir un mismo mensaje en varias frecuen-cias, simultáneamente. Cuando existan indicios que las transmisiones supuestasirradiadas por determinado transmisor en una frecuencia determinada, hayansido reconocidas como tales por el enemigo, suelen intercalarse mensajes verda-deros entre los mensajes falsos o supuestos.

En las unidades más pequeñas del Ejército, en que se trabaja casi exclusiva-mente en telefonía, el problema toma un aspecto peculiar. Por regla general, losequipos de radio de canales presintonizados sólo comienzan a trabajar, cuandoel grueso ya ha tomado contacto con el enemigo, o cuando ya se ha roto el fuego;los equipos de frecuencia variable estarán en .escucha permanente —si sus ca-racterísticas lo permiten— para vigilar el espacio y captar las comunicacionesenemigas; comienzan a trabajar en transmisión, solamente cuándo se hayancumplido las mismas condiciones estipuladas para los equipos de frecuenciaspresintonizadas.

MI GENERAL: UN MEDICO DESEA.. . 11

"MI GENERAL: UN MEDICO DESEA HABLAR CON UD...'Dr. MARIO FOLCH A.

Anestesista del Hospital Militar.

En la mañana del día 2 de julio de 1864, se entreabrió la puerta de lonaque cubría la entrada a la tienda del General Ulyses S. Grant. Un ayudante,cuadrado rígidamente, anunció:

—"Mi General, un medico desea hablar con Ud".Inclinado sobre la mesa cubierta de mapas, un hombre alto, con aspecto

cansado, levanta la cabeza con un gesto de fastidio.—"¿Qué desea?" — pregunta tajante." Desea que se le proporcione una ambulancia para su uso personal, en las

visitas a los Hospitales del frente, mi General".En los ojos claros del General Grant brilla un destello de cólera."Ese hombre está loco — grita iracundo. Las ambulancias escasean y to-

das se necesitan en todas partes. Dígale que se retire a ese majadero..."Vuelve a inclinarse sobre sus mapas, sobre los que brillan multitud de

banderitas rojas y azules.El oficial carraspea discretamente..."Mi General, yo conozco a ese hombre. Ha hecho por la Humanidad mucho

más que cualquier soldado o civil haya hecho nunca. Le ruego que lo reciba".El general se lleva el cigarro a la boca. Sus ojos penetrantes se fijan, cu-

riosos, en el rígido oficial."¿Quién es?"— pregunta."Ese hombre es el Doctor Morton, mi general".El generar queda pensativo un instante. Luego, rápidamente ordena:"Haga Ud. que se ponga a disposición del Dr. Morton una ambulancia

completa y vea que se le den todas las facilidades que sea posible para quecumpla su humanitaria misión. Agregue Ud. que el General Grant está a sudisposición para todo lo que pueda servirle... "

Afuera de la tienda un hombrecillo de gris esperaba. Era el Doctor Morton,descubridor del éter.

Entonces la tierra americana estaba empapada con la sangre derramada enlucha fratricida. Desde que Lincoln, en septiembre del año 1862, lanzara suproclama célebre, declarando libres a todos los hombres esclavos del Sur, laguerra civil desgarraba a esa tierra, sin que se vislumbrara el fin de la cruelmatanza. .

"Whitman, el poeta exquisito, incorporado voluntariamente en el Ejército,ha dejado páginas terribles que describen las torturas de los heridos:

"Al aire libre, al pie de un árbol, distando diez yardas del frente o delpoblado, se amontonaban pies, manos y piernas amputadas, en cantidad sufi-ciente para llenar una carreta de un caballo.

Cerca yacían muchos cadáveres cubiertos con sus mantas pardas. Las casaseran abandonadas en tropel; todo se improvisaba; no había un sistema; las (he-ridas se pudrían pronto y los hombres, con sus viejos trajes sucios y sangrien-tos, presentaban un aspecto terrible.

12 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Los resultados de la última batalla se exhibían por doquier, en centenaresy aún millares de casos hacinados en los hospitales, de campaña de brigada o dedivisión. Estos eran simples tiendas de lona y muchas veces los desgraciadosheridos yacían en el suelo, felices si sus mantas estaban extendidas sobre camasde hojas y de ramas de pinos y de abetos. No había catres y rara vez colchones.

Hacía frío... Los campamentos de heridos... ¡Oh, cielos, qué escenas secontemplaban! ¿Había algo de humanitario en aquellos campamentos?

(Existían varios, instalados en lugares abiertos de los bosques, donde se acu-mulaban hasta dos o tres centenares de infelices compañeros. Los quejidos y losgritos, el olor de sangre mezclado con el perfume fresco de la noche, de los ár-boles, de la yerba... ¡ Qué horribles mataderos!"

La ola sangrienta continuaba su marcha dantesca: Wilderness, Spotsylva-nia, Court House, el cruce del río James... Todo el Sur se estremecía en con-vulsiones de agonía, mientras los muertos y los heridos manchaban los camposcomo millares de macabras flores rojas y grises.

El trabajo de Morton fue sublime.En una carta dirigida a un amigo, dice:"Cuando comenzaba alguna batalla las ambulancias se estacionaban cerca

y los camilleros evacuaban a los heridos. Los rebeldes no solían hacer fuego so-bre las ambulancias provistas de las insignias correspondientes.

"Una vez que las ambulancias llegaban al hospital de campaña los heridoseran examinados rápidamente y aquéllos que podían soportar la jornada eranenviados, con la mayor premura, a Fredericksburg. La naturaleza de las opera-ciones que había que efectuar en los restantes era decidida rápidamente, indi-cada sobre un trozo de papel sujeto con alfileres a la almohada o la manta arro-llada bajo la cabeza del paciente. Hecha la indicación yo dormía al enfermo,mientras las operadores realizaban, diestramente, las intervenciones, y en suturno los ayudantes vendaban los muñones".

Por primera vez en la historia de las guerras, se empleaba la anestesia, sis-temáticamente, en un ejército en campaña.

Los resultados fueron extraordinarios. El dolor se batía en retirada mien-tras un hombrecillo de gris, en el Ejército del Potomac, trabajaba día y noche,bajo el sol ardiente o alumbrado por el fulgor de las antorchas.

Más de dos mil soldados fueron anestesiados por Morton, liberados del do-lor angustioso del bisturí o de sus heridas.

Ni una sola vez el nombre de Morton fue mencionado en los partes de guerradel ejército victorioso, pero aquella alma ejemplar, templada ya en el dolor yen la injusticia, pudo escribir;

"Yo mismo he podido calmarme de las penas y disgustos que he padecidodesde que descubrí y empleé las cualidades anestésicas del éter sulfúrico, pen-sando que ha sido el instrumento para aliviar el dolor de miles y miles de muti-lados y heridos, que en el estado de anestesia han sido sometidos a intervencio-nes quirúrgicas que, en otro tiempo, eran c,ausa de intensas torturas. Esos hom-bres merecen la gratitud de la nación. ¡Feliz yo que he aliviado sus sufrimien-tos!" (1).

El Sur agonizaba. El General Lee era arrollado en Richmond. Shermaninvadía "Georgia, ocupando Atlanta y Savanah.

(1) Citado por Elisabeth Morton en Mc dure Magazine. Septiembre 1896.

MI GENERAL: UN MEDICO DESEA... 13

Los Estados Confederados de América desaparecían, ahogados en sangre,pero la anestesia había sentado pie en la senda que la llevaría, en marcha triun-fal, por los caminos de su perfeccionamiento.

Inspirados en el ejemplo inmortal de Morton, miles de hombres, a travésde los años, han luchado con fanática persistencia para derrotar al Dolor. Aligual que él, han sufrido persecuciones e injusticias, o han sido olvidados ypostergados.

¿Qué sabe el mundo de Priestley, Davy y demás hombres que descubrierony perfeccionaron el protóxido de nitrógeno, el gas milagroso que convierte elllanto en risas de alegría?

¿Qué sabe el mundo de Serturner, el alemán genial, descubridor de la mor-fina ? Si se revisan los archivos se encontrará, ¡oh paradoja!, el relato de lasdistinciones que, en el ocaso de su vida, le acordó el gobierno de Hannover porsu descubrimiento de una nueva aleación de plomo y antimonio que aumentabael alcance de las armas de fuego!

¡Nada sobre su descubrimiento del "'remedio de Dios", nada sobre aquellaodisea maravillosa que lo llevó a su genial descubrimiento.

Desde entonces ha pasado mucha agua bajo todos los puentes del mundo.La anestesia, relegada a un segundo plano durante decenios, ha empeza-

do a reclamar sus: derechos inalienables. La sombra del hombrecillo vestido degris ha velado, tutelar, sobre esta especialidad maravillosa.

Se alejan ya, de la cabecera de dos enfermos, los profanos y los ignorantes,para dejar su puesto al médico especializado en anestesia.

Se abren por fin, los oídos de los cirujanos a las preguntas interrogantesde sus pacientes:

"Doctor: ¿no me quedaré en la anestesia"?"Doctor, ¿resistirá mi corazón la anestesia que Ud. propone?"Doctor, en Ud. deposito toda mi confianza... pero... ¿Quién me adminis-

trará la anestesia"?El paciente teme, instintivamente, este sueño que es tan vecino a la

Muerte. Su corazón, acongojado, olvida casi el dolor de las carnes torturadaspara pensar constantemente en este profundo sueño.

¿Habrá alguien que, sereno y cuidadoso, vele junto a él durante estesueño, hermano de la Muerte ?

Ahora si lo hay. Es un hombre humilde, como Morton, que recibe sobresus hombros esta tarea sobrehumana.

En él depositan toda su confianza el enfermo y el cirujano: es elanestesista.

El anestesista es un filósofo. Sabe que no brillará jamás con luz propiay eso no le importa. Recibe el reflejo del Gigante, del cirujano, y lo apoyafirmemente con su labor silenciosa y eficiente. Se sabe indispensable y eso loconforta. Mientras el Grigante recibe los laureles, él ordena sus máquinas ysus instrumentos para la próxima batalla. Nadie sabrá nunca de sus desvelos,de sus angustias, de sus esfuerzos por sujetar la vida que se escapa. Atentosiempre, vigilante, guía con segura mano al enfermo hasta el puerto segurode la convalescencia. Se interpone siempre en el umbral mismo que separala anestesia de la Muerte.

Nadie sabrá de su íntimo gozo, cuando termina la operación, al compro-bar que el corazón del enfermo late rítmico y pujante, que el pulso es tran-quilo y poderoso, la respiración profunda y silenciosa, la presión elevada ysostenida. La tarea está cumplida y justificada la confianza que el enfermoy el cirujano depositaron en su competencia: el enfermo está vivo...

14 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Ya en los días que preceden a la intervención está el anestesista junto asu enfermo. Lo estudia, como un general antes de la batalla. Bajo su miradade médico desfilan los exámenes del laboratorio y todo el organismo presentasu estado de cuentas. A su corazón de hombre generoso está encomendada lamisión de alentar al enfermo angustiado, tranquilizarlo, infundirle la con-fianza en el éxito de la operación que es, siempre, el primer paso hacia eléxito total y definitivo.

Elige entonces la anestesia que más conviene, las técnicas que mejor seadaptan al tipo de operación propuesta o a las condiciones orgánicas de suenfermo.

¡ Qué de inquietudes si el enfermo es un " mal caso"! ¡Cuánta zozobra siaquél corazón no está fuerte y poderoso, si aquellos pulmones están lesionados,si la vía respiratoria no está libre! ¡ Cuidado, ese hígado no responderá bienal esfuerzo de la anestesia! ¡ Cuidado, este enfermo no tolerará, bien una ope-ración prolongada... !

, ¡ Cuántos problemas y cuánta responsabilidad!El anestesista está seguro y tranquilo. Una vez tomada su decisión, la

seguirá con inquebrantable tesón hasta el final. En sus manos está el timón,.el camino es largo y numeroso los bajíos y escolleras, pero el corazón está se-reno, el ojo avizor, al alma bien templada...

Mientras tanto, hora por hora, la especialidad crece y se agiganta. Elhombre no da tregua al enemigo secular, y el Dolor retrocede siempre más ymás, mientras la Muerte es vencida cada día en la lucha constante y repetida.

Nuevas y complicadas máquinas de anestesia; nuevas y complicadas téc-nicas de anestesias generales o regionales: ciclopropano, protóxido de nitrógeno,helio. Pentothal, curare, mianesina. Demerol, trileno, etileno; escopolámina,methopryl-éter, cyprome; cipreth, hidrocarburos fluorinados...

Armas y más armas para derrotar al Dolor y a la Muerte. Máquinas, téc-nicas, gases. Todas armas nuevas y potentes para que las maneje un hombrehumilde, siempre oculto detrás de las sábanas que ocultan la cabecera del en-fermo.

Firme la mano en el timón, la nave navega segura y gallarda. El cirujano,el Gigante, cosecha nuevos laureles. Los campos vedados al bisturí son invadidos,y pisados con firme pie por el cirujano. El corazón, las pleuras, los pulmones,los rincones misteriosos del cerebro y de la médula espinal.

Nuevas máquinas y nuevas técnicas. ¡Atrás la Muerte! Atrás. . .El anestesista seguirá siempre en su puesto, silencioso y eficaz. Sobre él

vela, cariñosa, la sombra del hombre que esperó, una mañana, en la puerta dela tienda de un general.

PETRÓLEO CHILENO. 15

PETRÓLEO CHILENO.Ing. LUCIANO CLAUDE.

Hace más de cincuenta años que se tiene conocimiento de la existencia demanifestaciones de petróleo en Chile. Las regiones que más han dado que hablara este respecto son el valle de Copacoya, cerca del límite con Bolivia; valle deLluta, en Arica; la región de Chintaguay, en Tarapacá; las vecindades de lacordillera de Domeyko, en Atacama y las provincias de Arauco, Bío-Bío, Llan-quihue y el territorio de Magallanes. (Estas últimas, sin embargo, presentabanposibilidades tanto mejores que las otras regiones nombradas, que prácticamen-te todos los esfuerzos por encontrar petróleo se han concentrado en ellas.

En efecto, en los primeros años de este siglo, empresas particulares empe-zaron las exploraciones petroleras con perforación de algunos pozos ubicados alazar en las cercanías de Punta Arenas, sin más resultados que algunas emana-ciones de gas sin valor comercial.

Estos esfuerzos, sin embargo, despertaron el interés del Gobierno que dis-puso la realización de estudios ¡geológicos para orientar a los particulares, losque se realizaron en los años 1912 y 1916 y confirmaron las posibilidades petro-líferas de la región. A pesar de ésto, las actividades particulares cesaron com-pletamente en 1917 después de haber sido perforados 10 pozos con un total de5.000 metros y son profundidades individuales variables entre 200 y 800 metros.

Posteriormente, algunas compañías norteamericanas realizaron estudios geo-lógicos en Magallanes, pero se ignoran sus conclusiones.

Luego vino la Ley que reservó al Estado todos los yacimientos petrolífe-ros vacantes e impuso a los dueños de pertenencias la obligación de ponerlas enexplotación y mensurarlas dentro del plazo de un año contado desde la fechade promulgación de la Ley.

Desde entonces puede decirse que la búsqueda de petróleo quedó entrega-da exclusivamente a los organismos fiscales. Es cierto que, con fecha 31 dediciembre de 1927, el Congreso facultó al Presidente para. otorgar concesionesde exploración y explotación y que esta facilidad fue aprovechada por la Stan-dard Gil, la Boyal Dutch y la Pan American que solicitaron cada una, unaconcesión por el máximo de superficie autorizada, es decir, 500.000 Has.: sinembargo, estas concesiones no alcanzaron a perfeccionarse, pues el 16 dé febre-ro de 1928 por la Ley N.° 4281, el Congreso dejó sin efecto la autorización an-terior.

Las exploraciones realizadas por el Gobierno en Magallanes se inician en1928 con el envío de dos comisiones geológicas que llegaron a conclusiones con-cordantes con las anteriores respecto de las áreas de mayores posibilidades.

Como consecuencia dé estos estudios, sin duda insuficientes, se inició en1980 y bajo la dirección del Depto. de Minas y Petróleo, una campaña de son-dajes. Los pozos perforados fueron los siguientes: tres en Tres Puentes, 12 Km.al NO. de Punta Arenas; uno en Tres Brazos, 25 Km. al SO. de Punta Arenas;uno en Punta Prat, en la costa Geste de la Península de Brunswick; uno enIsla tudesco, en la costa Sur del Seno de Skyring, y uno en Río Patos, 12 Km.al NO. de Punta Arenas. Con excepción del de Punta Prat que penetró en él

16 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Cretáceo, todos estos sondajes reconocieron capas del Terciario. Las perfora-ciones de Tres Puentes demostraron la existencia de petróleo y gas, pero no encantidades comercialmente aprovechables debido a la escasa porosidad y per-meabilidad de la arenisca y también por el escaso cierre de la estructura.

A pesar del mal éxito general de esta campaña de sondajes, ella aumentóconsiderablemente el conocimiento de las formaciones atravesadas, lo que mo-vió al Depto. de Minas y Petróleo a elevar al S. Gobierno un informe en el cualse hacía ver la conveniencia de realizar prospecciones geológicas en diferentesregiones de Magallanes no susceptibles de ser estudiadas por métodos geológicos.

Por su parte, don Guillermo del Pedregal, entonces Vicepresidente Eje-cutivo de la Corporación de Fomento de la Producción, aprovechó un viaje querealizó a los Estados Unidos de Norteamérica, a fines de 1940, para consultarcon diferentes funcionarios norteamericanos, sobre la posibilidad de conseguirun geólogo que reuniese las condiciones necesarias de competencia e independen-cia para estudiar las posibilidades petrolíferas de Chile.

Como consecuencia de lo anterior, se contrató al geólogo Sr. Glen iRubyquien, después de un estudio de seis meses en Magallanes, presentó su informeen julio de 1942. Este documento, aunque no muy optimista, establecía que losestudios y sondajes efectuados hasta entonces no eran suficientes para descar-tar la región, la que presentaba características suficientemente favorables parajustificar la realización de estudios más completos.

Basándose en el informe del señor Ruby, el Consejo de la Corporación, confecha 11 de agosto de 1942, autorizó una primera inversión de 20 millones depesos para iniciar estudios de carácter definitivo cuyo costo total se estimabaen $ 60.0000.000.— para lo concerniente a geología y geofísica.

Inmediatamente se contrataron en los Estados Unidos los servicios de 6geólogos especialistas y dos equipos geofísicos con su personal. Entretanto, porlos ¡Decretos 11 y 114 del 22 de enero y 26 de febrero de 1943, respectivamente,el Supremo Gobierno encomendó a la Corporación de Fomento la búsqueda deyacimientos petrolíferos que hasta entonces había sido dirigida por el Depto. deMinas y Petróleo del 'Ministerio de (Economía y Comercio.

Las comisiones geológicas iniciaron sus operaciones en los últimos días delaño 1942; las exploraciones geofísicas empezaren en abril de 1943.. Estos estu-dios se continuaron sin interrupción, verano e invierno, hasta abril de 1946; sinembargo, ya en mayo de 1944 los resultados obtenidos fueron considerados su-ficientemente favorables para que el Consejo de la Corporación autorizase lainiciación de una campaña de sondajes para reconocer las estructuras ya ubi-cadas.

Desgraciadamente, debido a las restricciones impuestas por la guerra, di-cha campaña de sondajes solamente pudo ser iniciada 16 meses más tarde. Enefecto, solamente se pudo adquirir una sonda de percusión, capaz de perforarhasta 1.500 metros, y arrendar una sonda rotatoria para pozos hasta 3.000 me-tros. Estos materiales llegaron a Punta Arenas a fines de agosto de 1945 y sudescarga y transporte a los sitios de sondaje estuvo a cargo de personal chilenode la Corporación. El hecho de que estas operaciones hayan sido realizadasdentro del plazo previsto y sin accidentes merece ser señalado. En efecto, estosequipos comprenden elementos indivisibles cuyo peso pasa de 15 toneladas y cu-ya descarga y transporte a Tierra del Fuego, donde no existen muelles ni grúas,representa una hazaña digna de mayores elogios.

La sonda de percusión empezó a trabajar en la península de Brunswick el15 de septiembre de 1945, primero en la estructura de Mina Rica y luego en la

PETRÓLEO CHILENO. 17

de Pecket que resultaron ambas estériles. Estos sondajes dieron tiempo paraterminar el camino de acceso a la estructura de Canelos, el cual tiene poco más0 menos 70 Km. de longitud y que exigió la construcción de tres viaductos. Laperforación de esta estructura se inició el 26 de mayo de 1946, para ser abandonada a los 1.050 metros en vista de la incapacidad de la máquina para llegarhasta las capas que podrían contener petróleo. Este sondaje de la estructura-de Canelos, una de las promisoras del Continente, tendrá que ser reanudadocon una sonda de rotación, pero esto será posible solamente después de haberreforzado los viaductos del camino de acceso.

La sonda de rotación inició sus operaciones el 22 de septiembre de 1945 enuna ubicación que, según los datos obtenidos por la geofísica, debía correspon-der al punto más alto de una estructura formada por capas desconocidas situa-das entre 2.200 y 2.300 metros de profundidad.

Los resultados de este sondaje son de todos conocidos: el 28 de diciembre-de 1945 se encontró a 2.243 metros bajo él nivel del mar, una arenisca, que alser probada en la madrugada del 29, dio un potente chorro de petróleo.

Con ésto quedó probado que la estructura de Cerro Manantiales (ex Spring-hill) contenía petróleo de excelente calidad, pero faltaba establecer la magni-tud del yacimiento, es decir, determinar los contornos de las superficies de con-tacto del petróleo con el agua que se encuentra debajo y con el gas que algunasveces constituye un casquete sobre el petróleo.

Para ésto no hay otro recurso que el de perforar pozos en cantidad sufi-ciente, algunos de los cuales necesariamente tienen que caer fuera de la zonapetrolífera. Se empezó con el pozo N.° 2, situado a 800 metros al N.NE. del N.º1 y sabré la línea que, según las indicaciones de la geofísica, constituía el ejede la estructura. Este pozo produjo solamente agua con algo de ¡gas y petróleo,por lo que se dedujo que era el que fijaba aproximadamente el límite Norte delyacimiento.

Por esta razón, los pozos Nos. 3, 4, 5 y 6 se perforaron todos al Sur del N.°1 con resultados, en general, no concordantes con lo que los datos dejados porlos geofísicos permitían prever. ¡En efecto, los Nos. 3, 5 y 6 resultaron demasia-dos "altos" y producen casi exclusivamente gas; en cambio, el N.° 4 cayó "ba-jo" como el N.° 2.

Debe tenerse presente que las superficies de separación de gas-petróleo ypetróleo-agua tienen en Cerro Manantiales una distancia vertical de 30 metros,mientras que la arena petrolífera tiene un espesor medio de unos 20 metros.Se comprende que es necesario adivinar con gran exactitud la forma de estacapá de arena, pues basta un error de 15 metros en más o menos, es decir, demenos de 1% en la estimación de la profundidad a la cual se va a encontrar,para que el pozo resulte seco o dé gas en vez de petróleo.

Felizmente el éxito de los pozos Nos. 7, 8, 9 y 10 ha permitido obtener, unconocimiento bastante exacto del flanco Este del yacimiento.

El resultado de los pozos ya perforados y el de nuevos estudios geofísicosrecién terminados, han conducido a modificar totalmente la idea de la forma delyacimiento que daban los datos primitivos. Sin embargo, no hay que perder-de vista lo que se dijo anteriormente sobre la precisión que necesitan estos da-tos, la que, desgraciadamente, es superior a la que pueden garantizar los mé-todos empleados. Por consiguiente, es seguro que la configuración de que actual-mente disponemos será modificada por cada uno de los sondajes que se vayanrealizando.

M. del E. 2.

18 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Esto no obstante, los datos actuales pueden ser considerados como bastanteprobables para una parte del campo total y, según estos datos, podría caber enesa parte mejor conocida unos 25 pozos productores de petróleo.

Con las reservas que estas previsiones requieren, se estima en 30 millonesde barriles la cantidad de petróleo que se puede esperar obtener en esaparte del campo. Esta reserva permitiría satisfacer las necesidades de Chile.en gasolina, kerosén, petróleo diesel, etc., durante 10 años.

A fines de 1946 la Corporación adquirió la sonda de rotación que hastaententes arrendaba y otras dos nuevas de mayor capacidad. Gracias a ésto,desde julio de 1947, se perforan simultáneamente dos pozos en Cerro Manan-tiales; en cambio, la tercera sonda no ha podido ser puesta en servicio todavíadebido a que carecemos de las existencias de cañería de entubación necesaria pa-ra asegurar la continuidad de su funcionamiento.

En efecto, los plazos de entrega de cañería y otros elementos indispensablesen los Estados Unidos son más largos ahora que durante la guerra, debido a lasupresión de las prioridades. Por esta razón, los pedidos deben ser colocadoscon un año o más de anticipación lo que, en el período en que se encuentran lasfaenas, constituye una dificultad muy grande. Desgraciadamente esta no esla única: los plazos de entrega raramente se cumplen; luego vienen las dificul-tades de embarque y transporte, especialmente entre Valparaíso y Punta Are-nas, que hace que algunos elementos pesados demoren hasta seis meses en lle-gar a su destino. Agréguese a ésto la necesidad de tener a mano todos los re-puestos y elementos posibles, aún los que probablemente no se necesitarán nun-ca, pues si llegan a hacer falta, pueden significar la paralización o pérdida deun pozo; la falta de caminos y medios de transporte; la inclemencia del climaa pesar de lo cual las faenas de sondaje se mantienen sin interrupción durantelas 24 horas diarias y todos los días del año, y se tendrá una idea del esfuerzoque tiene que mantener el personal de la Corporación en Magallanes, el que seha hecho acreedor al respeto ya la gratitud del país.

El hecho de qué contemos ya con cinco pozos productores de petróleo, conuna capacidad aproximadamente igual al cuarto de lo necesario para abastecerlas necesidades del país en gasolina, permite apreciar en su justo valor el es-fuerzo realizado y los resultados obtenidos. En efecto, con un gasto solamentede 180 millones de pesos y en menos de cinco años se ha demostrado que exis-ten en Tierra del Fuego yacimientos comerciales de petróleo, tres productoresde gas y cuatro secos.

Pues bien, este resultado es extraordinariamente favorable. En efecto, cuan-do la Corporación resolvió realizar exploraciones de carácter definitivo en Ma-gallanes, los asesores norteamericanos le advirtieron que debía nacerse el ánimode tener que invertir hasta 200 millones de pesos antes de saber si existía o nopetróleo en cantidades comerciales. Por otra parte, no creo que exista Otro paíspetrolero que, con tan poco, dinero, naya obtenido resultados semejantes.

En cuanto al futuro puede adelantarse lo siguiente: Los reconocimientosgeológicos y geofísicos indican la existencia de una faja de 50.000 Km2, en loscuales es permitido esperar encontrar formaciones semejantes a las de CerroManantiales. Ahora bien, la experiencia mundial indica que solamente un 2 a10% de esta superficie contiene yacimientos comerciales. Por consiguiente, elpetróleo acumulado debe, según esto, ocupar una superficie comprendida entre1.000 y 5.000 Km2, en total; si se considera que la acumulación de Cerro Ma-nantiales cubre a lo sumo 4 Km2, se deduce que hay fundadas esperanzas dé-encontrar varios centenares de campos como éste.

PETRÓLEO CHILENO. 19

En todo caso, y para dar razones no basadas exclusivamente en estadísti-cas, agregaré que nos quedan por probar siete estrusturas estudiadas en deta-lle. Entre éstas se encuentra la de San Sebastián que, antes del descubrimientodel petróleo de Cerro Manantiales, constituía nuestra mejor esperanza de 1948.

Fuera de éstas se sabe positivamente que existen otras estructuras en lasvecindades inmediatas a Cerro Manantiales, circunstancia que hace muy pro-bable que también sean petrolíferas, entre éstas la de Espora cuya perforaciónse iniciará en febrero. Además, los equipos sísmico y gravimétrico continuaránexploraciones en busca de nuevas estructuras.

A mi juicio los resultados obtenidos hasta ahora permiten mirar con opti-mismo el futuro de la industria petrolera chilena; sin embargo, también es ne-cesario señalar el enorme esfuerzo que todavía queda por realizar para llevara buen término la implantación de esta industria.

En efecto, se estima en cuarenta a sesenta millones de dólares (según sea.la profundidad media de los pozos) la inversión total necesaria para ponerlaen marcha. De esta suma, siete millones corresponden a lo ya gastado y entre14 y 30 a lo que falta por invertir en Magallanes; 6 millones a adquisición de-barcos petroleros y 18 millones a la refinería.

Esta inversión de 40 a 60 millones de dólares puede parecer aventurada,pero se justifica ya ampliamente. En efecto, los estudios económicos realizadosdemuestran que la explotación de la refinería dejaría una utilidad de 10%sobre el capital, pagando el crudo al precio del mercado mundial y después de-entregar al Fisco una suma equivalente a los derechos que los productos refi-nados habrían pagado al ser importados. Fuera de esto, se obtendría una eco-nomía de divisas variable entre 5 y 10 millones de dólares anuales, según si seopera con crudos importados o nacionales.

Por otra parte, y prescindiendo del sobreprecio que pueda traer el petróleo-de Cerro Manantiales debido a su calidad excepcional, esto es, atribuyéndole-un valor de solamente US $ 2.— por barril puerto a bordo, el campo ya descu-bierto representa por sí solo un valor superior al de la inversión necesaria paradesarrollar la industria.

Ya se han expuesto las dificultades con que se ha tropezado hasta ahoradebido a las restricciones impuestas a las exportaciones, por la guerra. Desgra-ciadamente, no ha mejorado apreciablemente este aspecto, y por esta razón noparece probable poder contar con una refinería moderna y el oleoducto y otroselementos accesorios indispensables, antes del año 1951.

Esto dará tiempo para que los estudios geológicos y geofísicos ubiquen lasnuevas estructuras necesarias para asegurar la reserva indispensable para, elabastecimiento y la reposición de los pozos que se vayan agotando. A este res-pecto, conviene señalar cual es, según las estadísticas, la proporción de pozos.de reconocimiento que descubren campos productivos, según el método emplea-do para ubicarlos:

METODOS DE UBICACION

Al azarPor gravimetríaPor geología........................................................................Por geofísica (sísmica reflexión)Por geología y geofísica combinada

PROPORCIÓN

1:201: 101:51:41:3

20 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Resulta curioso señalar que hasta ahora se ha cumplido exactamente laúltima proporción, pues de tres estructuras reconocidas, una resultó producti-va. Esto confirma la calidad de los estudios realizados y lo bien fundado deno haber iniciado las perforaciones sino después de haber completado estos es-tudios.,

Tomado de la revista "Anales del Instituto deIngenieros de Chile".

EL MARISCAL ROMMEL. 21

E L M A R I S C A L R O M M E LDe la Revista Harper's Magazine.

Uno de los mandos subordinados que más se distinguieron durante elavance alemán hacia la costa del Canal de la Mancha, en la primavera de1940 fue el comandante de la Séptima División Blindada, Mayor GeneralRommel. Su carrera desde el Mosa hasta Arras culminó en un golpe quedescoyuntó la única maniobra prometedora de los aliados en su esfuerzopara salir de la trampa. Ese éxito abrió el camino a la más fulminanteelevación que soldado alemán, cualquiera haya jamás alcanzado.

Erwin Rommel, hijo de un maestro de escuela de Wúrtemberg, aunquecomo joven oficial distinguióse durante la guerra de 1914-18, no fue decla-rado apto para ingresar, una vez acabada la misma, en la reducida Reichs-wehr, quedándose en Jefe subalterno de las fuerzas de asalto nazis. Sóloobtuvo empleo militar permanente cuando el ejército se agrandó, despuésde la ascensión de Hitler al poder. Entonces ya era muy viejo para poderingresar en el Estado Mayor General, y su entusiasmo por la guerra blin-dada no fue juzgado con título"suficiente para un puesto en este campo pro-metedor.

Estos contratiempos fueron reparados por su relación directa con Hitler,quien encontró en él un soldado poco sujeto a la tradición, con quien podíadiscutir nuevas ideas militares. La consecuencia de esto fue su nombramien-to de Oficial de enlace entre la Juventud Hitleriana y el Ejército, y luegofue llevado al Estado Mayor personal de Hitler con el grado de coronel. Es-to le proporcionó la oportunidad de dedicarse al estudio de la Geopolítica(fue discípulo de primera hora del profesor Haushofer), acompañó a Brau-

chitsch en una visita oficial a las fuerzas italianas y luego pasó a Libia yEgipto-, llevando a cabo un reconocimiento no oficial de estas regiones. Co-mo resultado de esto, quedaba capacitado para poner en juego su influen-cia en los planes para la organización y adiestramiento del "Cuerpo del De-sierto", que se estaba formando en Alemania para la futura guerra colonial.

Rommel, que continuó al lado de Hitler, tuvo a su cargo el Cuartel Ge-neral de éste durante la invasión de Polonia, y fue recompensado dándole elmando de la nueva Séptima División, blindada, que se conoció con el nombrede "División fantasma". Como su equipo no era completo, se la completócon un cierto número de automóviles enmascarados que simulaban ser tan-ques. A pesar de ésto, Rommel maniobraba, con ella en una forma tan audaz,que consiguió casi tanto éxito por medio del "bluff" como le hubiese sidoposible obtener, con la plantilla completa.

Después de la brillante dirección, de esta punta de lanza en la invasiónde Francia, era natural que se le diese el mando del Cuerpo del Desierto, aldecidirse Hitler a enviar dicho Cuerpo para la ayuda de los italianos enAfrica del Norte. Si una fuerza tan selecta, bajo un comandante que se im-puso de tal. manera, hubiera llegado antes, habría significado una diferen-cia vital en la invasión de Egipto en 1940. Afortunadamente para los britá-nicos, las pequeñas fuerzas del General O'Connor, puestas bajo el mando

22 MEMORIAL DEL EJERCITO.

superior del General Wavel, habían derrotado al Ejército del Mariscalziani un mes antes de que apareciera Rommel en la escena, en marzo de 1941.Aun así, los británicos sufrieron un rudo golpe como consecuencia de la vio-lenta carga de Rommel y fueron barridos en Libia. En esta ofensiva, elefecto del "Africa Korps" —al comienzo escasamente igual a una Divisióncompleta— se multiplicó por su avance fulminante, Rommel hizo avanzar sus.carros con tanta rapidez, que muchos de ellos se perdieron en el desierto;pero cuando alcanzó la principal posición británica disimuló inteligentemen-te el exiguo número, utilizando camiones para levantar una gran nube depolvo, creando así la impresión de que los carros convergían en todas di-recciones. Esto produjo el derrumbamiento.

Rommel no tenía ni la fuerza ni los abastecimientos necesarios para con-tinuar su persecución más allá de la frontera de Libia. Pero cuando los bri-tánicos reforzados, lanzaron otra ofensiva en junio, él la cortó con un contra-golpe de carros sagazmente calculado. En noviembre, los británicos habíanpreparado una ofensiva mayor, y esta vez cruzaron profundamente la fron-tera, pero fueron detenidos por la hábil táctica defensiva de las tropas blin-dadas alemanas, que además los atrajeron a emboscadas de cañones contra-carros, aplicando el método anzuelo para conducirlas al, terreno de combatede carros. Entonces Rommel trató de cortar toda la ofensiva con un ataquetemerario, cruzando la frontera y avanzando hacia las comunicaciones delEjército británico. Esta operación falló, lo que dio a los británicos la opor-tunidad de devolver el golpe, liberando la guarnición aislada de Tobruk yforzando a Rommel a retirarse completamente de la Cirenaica, parte orientalde Libia. Pero apenas se extendieron los británicos en su avance, Rommel,cuyas fuerzas aquellos creían haber aniquilado, devolvió de nuevo el golpey desalojó a sus perseguidores de la mitad del terreno ganado.

Los británicos se prepararon justamente para otra ofensiva en mayode 1942, cuando Rommel les precedió con un golpe de los suyos contra laposición de Gazala. Perdieron aquellos su equilibrio, fueron batidos piezapor pieza, y esta vez el resultado fue más serio. Mientras el cuerpo principalprecipitábase en dirección de la persecución, Rommel persiguió entonces alos derrotados restos de las fuerzas británicas a través del desierto occiden-tal y se adelantó peligrosamente para alcanzar el valle del Nilo, la arteriaprincipal de Egipto. De conseguirse dicho objetivo, correría peligro todala posición de Gran Bretaña en el Oriente Medio .

El 29 de junio de 1942, los carros blindados de Rommel tomaron con-tacto con la posición de El Alamein, que cubría los accesos del Nilo. La con-fianza de Rommel se reveló en su comentario sobre una especulación refe-rente a cuánto tardaría en llegar a El Cairo: "Estaremos allí en tres o cua-tro días". Pero el General Auchinleck, comandante en jefe del Oriente Me-dio, intervino en el momento crítico, tomando personalmente el mando delbatido VIII Ejército, y después de obtener la reagrupación de las tropas des-moralizadas, logró aferrarse definitivamente a la posición de El Alamein. Lastropas de Rommel, cansadas por la larga persecución y faltas de abasteci-mientos, quedaron desilusionadas por la tenaz e inesperada resistencia queencontraron. Dos de sus esfuerzos consecutivos fueron frustrados y rechaza-dos. Las tropas británicas recuperaron su moral, y también fueron benefi-ciadas por un huevo tipo de defensa proyectada por el Jefe del Estado Ma-

EL MARISCAL ROMMEL. 23

yor del General Auchinlek, Dorman-Smith. Ese revés resultó fatal para losproyectos del invasor.

Rommel quedó confiado en los resultados de su tercera tentativa, parala cual se preparaba desde hacía dos meses; tan confiado estaba, que al pre-guntársele cuál era el objetivo, contestó: "El golfo Pérsico". Durante el in-tervalo, los británicos habían sido reforzados con Divisiones frescas. Tam-bién hubo cambios en los Mandos, Churchill deseaba que los británicos to-masen la ofensiva tan pronto como llegaran los refuerzos. Aunchinlek, másprudente, insistió en esperar hasta que las tropas estuvieran acostumbradasa las condiciones del desierto. Como consecuencia, Auchinlek fue reemplaza-do por Alexander como Comandante en Jefe, mientras Montgomery tomó asu cargo el VIII Ejército. Pero Rommel atacó primero, a fines de agosto, yfue nuevamente contenido por el nuevo plan de defensa. En ese entonces lainiciativa cambió de mano. Después de un largo descanso para una prepa-ración completa, más tarde que lo pensado por Auchinlek, Montgomery lan-zó una ofensiva en la última semana de octubre, que esta vez había sido apo-yada por una superioridad tremenda de aeroplanos, cañones y tanques. Aunasí, fue una lucha dura durante una semana, ya que no había lugar paraninguna maniobra de flaneo. Pero el enemigo, además de estar demasiadoextendido por la distancia, fue especialmente perjudicado por el hundimien-to de sus barcos petroleros, al pretender cruzar el Mediterráneo. Eso decidióel resultado, y al debilitarse el potencial enemigo en su punto extremo másavanzado, no se halló en condiciones de oponer seria resistencia antes de al-canzar la parte oeste de Libia, más de 1.600 kilómetros atrás.

Para Rommel, personalmente, el golpe decisivo consistió en el resultadonegativo de su ataque en agosto. Como consecuencia de aquel contratiempo,habíase conmovido tanto, que su depresión moral debilitó su estado físico,debiendo trasladarse a Viena para someterse a un tratamiento contra los ma-les propios del desierto. Teniendo conocimiento de la ofensiva de Montgome-ry, insistió en volver inmediatamente por vía aérea a Africa, sin tener encuenta las objeciones de los facultativos pero no estaba en condiciones derehabilitarse en los meses que siguieron. Aunque condujo suficientementebien la retirada, esquivando toda tentativa de Montgomery para cercar susfuerzas, perdió la oportunidad para aplicarle un "freno"; puede achacarsea su enfermedad el tropezón que dió en la batalla de Mareth, la cual abrióa Montgomery el camino de Túnez, facilitando el derrumbamiento definitivodel enemigo en Africa. El personalmente abandonó Africa en el mes de mar-zo —para proseguir su tratamiento—, más de un mes antes dé que, ocurrie-se eso. Para Hitler había sido tan importante preservar el prestigio de Rom-mel como preservar sus servicios para el futuro.

Al año siguiente, 1944, Rommel reapareció como Comandante de un Gru-po de Ejércitos en la costa del Canal, para afrontar la invasión angloameri-cana. Allí quedó bajo el mando del Mariscal de Campo von Rundstedt. Co-mandante en Jefe del Occidente, quién, refiriéndose a Rommel con desdénsuperprofesional; le señaló como "el payaso que dirige el circo de AdolfoHitler". Tal actitud y su natural reacción en Rommel no contribuyeron afacilitar relaciones amistosas entre ambos. Las dificultades aumentaban porla diferencia de opinión con respecto a la mejor forma de afrontar la inva-sión, y también referente al lugar donde se la esperaba. Rundstedt preferíala defensa en profundidad, confiando en el efecto de una poderosa contra-

24 MEMORIAL DEL EJERCITO.

ofensiva cuando el invasor estuviese empeñado completamente. Rommel teníauna natural disposición para dar preferencia a ]a forma de estrategia quetantas veces siguió en Africa; pero, no obstante la experiencia recogida enel nuevo terreno de la lucha, cambió de opinión por considerar al invasoraltamente mecanizado. Sin embargo, estaba siempre ansioso de concentrarsus tropas bien adelante, con el objeto de rechazar la invasión antes de que.ésta llegara a establecerse en la costa. Rundstedt sostenía que la ofensiva prin-cipal de los aliados se llevaría a cabo cruzando directamente el canal en suparte más angosta, entre el Somme y Calais, mientras que Rommel pensó másen las posibilidades de una invasión en el oeste de Normandía, entre Caeny Cherburgo.

En este último punto, las suposiciones de Rommel eran acertadas. Ade-más hay pruebas de que se esforzó mucho en los últimos cuatro meses, antesdel día D., en mejorar las defensas costeras de la Normandía, que habían si-do descuidadas en comparación con las del Paso de Calais. Sus esfuerzos-afortunadamente para los aliados— fueron dificultados por la falta de recur-sos, de tal suerte que ambas, tanto las obstrucciones subacuáticas como lasfortificaciones costeras, no fueron completas.

En la otra cuestión, la opinión general de los aliados, especialmente lade los generales, era que el plan de Rundstedt, de retener las reservas y lan-zar un ataque en masa en el momento elegido, era bueno, y que Rommel lomalogró en el esfuerzo de encerrar los Ejércitos aliados en su cabeza deplaya, en Normandía. Esa era también la opinión más categórica de la ma-yoría de los generales alemanes. Aquellos que pertenecían al Estado MayorGeneral, consideraban a Rommel solomente como un aficionado de menorgrado que Hitler, y tenían un profundo resentimiento profesional por tenerque estar subordinados a él. También argumentaban qué Rommel no tenía unaexperiencia de guerra comparable con las obtenidas en la campaña de Ru-sia, que enseñaron la importancia de disponer de fuerzas de profundidad.

El plan de Rundstedt estaba, ciertamente, más de acuerdo con la estra-tegia tradicional. Pero cuanto se tiene en cuenta la magnitud de las fuerzasaliadas, conjuntamente con el dominio del aire y el gran espacio abierto pa-ra la maniobra, parece muy dudoso que cualquier contraofensiva de los ale-manes hubiera podido detener a los ejércitos invasores, una vez que se hu-biese penetrado profundamente en Francia. En tal circunstancia, la únicaesperanza consistía en impedirles la posesión de una cabeza de puente sufi-cientemente grande que los capacitase para organizar sus fuerzas en aquellado del Canal. Rommel estuvo a punto de privarles de esa oportunidad enlos primeros días, y su fracaso en ponerlos en aprieto debe buscarle más le-jos, no en sus errores sino en la parsimonia de Rundstedt en soltar las re-servas y su continua creencia de que el desembarco en Normandía era sola-mente un preludio para un desembarco mayor entre El Havre y Calais.

En todo caso, está claro que la divergencia de opiniones de los dos hom-bres y el conflicto de personalidades fue perjudicial para la aplicación efec-tiva de cualquiera de los proyectos. Esta divergencia dio origen al relevo deRundstedt, un mes después de haberse iniciado la invasión. Resultó signifi-cativo, sin embargo, que Hitler no concediera a Rommel el cargo de Runds-tedt. En cambio, es el Mariscal de Campo von Kluge quien recibe el mandosupremo en Occidente. Este pertenecía a la vieja escuela de generales pru-

EL MARISCAL ROMMEL. 25

sianos; pero tenía un temperamento más ecuánime y había menos proba-bilidades de que tuviera desavenencias con Rommel.

Sin embargo, había más de lo que se conoció detrás de los cambios. Geyrvon Scweppenburg, Comandante del VII Ejército en Normandía, declaróabiertamente que las fuerzas invasoras no podían ser detenidas por más tiem-po. Hizo presión para una retirada, como la única buena perspectiva, hastauna línea donde las fuerzas alemanas pudieran ser reorganizadas y dondelas Divisiones blindadas —las piezas principales del juego— pudieran serequipadas con carros nuevos para contraatacar luego. La recomendación deGeyr fue aprobada no solamente por Rundstedt, sino también por Rommel..Hitler rehusó considerar tal retirada, y fue inmediatamente después cuandoambos, Rundstedt y Geyr, fueron relevados del mando, Rommel quedó; peroinspiró su actitud considerando que ahora la única esperanza para Alema-nia era deshacerse de Hitler tan pronto como fuera posible y entrar en ne-gociaciones de paz. Un sentido común de desesperación por la ceguera deHitler ante la realidad redujo la distancia entre Rommel y los otros gene-rales, persuadidos de que ninguna otra cosa podía hacerse. Lo cierto es que,como la mayoría de ellos, Rommel conocía la conspiración que terminó conla tentativa del asesinato de Hitler el 20 de julio.

Tres, días antes de eso, y apenas una semana, después del relevo de Runds-tedt, Rommel resultó herido gravemente, al conducir su auto a lo largo, deuna ruta bombardeada por aeroplanos aliados. Por una rara coincidencia,esto ocurrió cerca de la pequeña población que Lleva el nombre de Saite deMontgomery. A fines de agosto, ya caminaba de nuevo; pero siguió aún en-fermo. Su repentina muerte fue anunciada en octubre. A causa de habersevuelto contra Hitler y su falta de precaución en manifestar sus sentimientos,quedó una cierta duda respecto a si su muerte fue realmente consecuencia decausas naturales. Se sabe ahora que fue visitado por enviados de Hitler, quie-nes le ofrecieron como alternativa suicidarse o ser llevado a juicio, con lacerteza de que sería ejecutado. Eligió la primera,. Fue un fin obscuro. La es-trella que brilló con tanto fulgor en Africa se apagó como la llama de una vela.

En ninguna parte se lamenta más este fin, que entre los soldados britá-nicos que lo combatieron en Africa. Esto se debió, en parte, al buen tratodado a los prisioneros británicos; en efecto, los que trataban de escapar y vol-ver a sus propias líneas, después de un contacto personal con él hablabande su caballerosidad.

Tuvo más repercusión aún, la impresión dejada por la rapidez de susmaniobras y sus reacciones sorprendentes después de sus aparentes derrotas.Había ¡llegado a ser el héroe de las tropas del VIII Ejército, artes de lallegada a la escena de Montgomery, y el grado de respeto que se le tenía sereflejaba en el uso de la expresión "un Rommel", como sinónimo de unabuena "performance" de cualquier naturaleza. Esta actitud de admiraciónllevaba consigo un sutil peligro para la moral, y cuando Montgomery asumióel mando británico, hiriéronse especiales esfuerzos para hacer acallar la "le-yenda de Rommel", como también para crear una contraleyenda alrededor de"Monty".

Esta propaganda difundió gradualmente la idea de que Rommel era unGeneral sobreestimado. Sin embargo, los sentimientos íntimos de Montgome-ry hacia Rommel se manifestaron en la forma que coleccionaba y colgaba conalfileres, detrás de su escritorio, las fotografías de éste. Aquí debe mencionar-se que Montgomery nunca afrontó a Rommel en sus mejores condiciones, y que

MEMORIAL DEL EJERCITO.

cuando se encontraron en la batalla, Rommel no sólo estaba debilitado por laenfermedad, sino también abatido tácticamente por una gran inferioridad defuerzas y, la falta de provisión de gasolina.

El mérito sobresaliente de los éxitos de Rommel está en que fueron obte-nidos, sin una superioridad de fuerza y sin ningún mando aéreo. Ningún otrogeneral de cualquiera de los bandos obtuvo la victoria en peores condiciones,con excepción de Wavel, en los éxitos de éste contra los italianos. Que Rom-mel haya cometido errores, está claro; pero cuando un hombre combate fuerzassuperiores, cualquier paso en falso, puede resultar una derrota, mientras quemuchos errores puede subsanarse cuando un general dispone de una gransuperioridad numérica.

Defectos más definidos fueron su tendencia a menospreciar la parte ad-ministrativa che la estrategia y su falta de meticulosidad en los detalles encontraste tanto con Rundstedt como con Montgomery. Al mismo tiempo, nosabía como delegar la autoridad; un defecto que ha sido muy irritante parasus jefes subalternos. No sólo quiso hacerlo él todo, sino que quiso estar en:todas partes; capaz de cabalgar por el campo de batalla, estuvo muchas veceslejos de su Cuartel General, cuando era necesario a su Estado Mayor paracualquier decisión importante. Por otro lado, tenía un talento maravillosopara aparecer en cualquier punto vital, dando a la acción un ímpetu decisivoen un momento crucial. También daba oportunidades a los oficiales jóvenesy dinámicos para probar su valor, lo que los oficiales más antiguos jamáshubiesen soñado en permitir. Como resultado, fue adorado por. los más jóvenes.

Como estratego, sus defectos eran suficientes como para contrarrestar se-riamente su perspicacia y audacia. Como táctico, sus cualidades eclipsaban susdefectos. Como comandante su excepcional combinación de autoridad dirigen-te y conductora iba acompañada de un temperamento mercurial, de modo queera capaz de oscilar con demasiada violencia entre la exaltación y la depresión.

En resumidas cuentas, era, un genio militar, más que cualquiera de lossoldados que obtuvieron alto mando durante la última guerra.

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REFLEXIONES MILITARES DEL MOMENTO... 27

REFLEXIONES MILITARES DEL MOMENTO ACTUAL

Crnel. MANUEL MARTÍNEZ MERINO.

Hacia un nuevo Arte Militar. ¿Qué cambios pueden introducir los últi-mos medios en la conducción de las guerras? Indudablemente, a nuevos me-dios seguirán nuevos modos o procedimientos. La influencia se ha sentido,y se hará sentir aún más, en la táctica, en la estrategia y en la organiza-ción; pero la revolución puede ser más profunda y alcanzar hasta a prin-cipios que se tuvieron por inconmovibles.

Tocamos así un punto delicado, en el que, con algo de miedo, no inten-taremos profundizar: la mutabilidad de los principios del Arte Militar.

En esta cuestión, tanto parece exagerado Considerar todos los princi-pios en crisis, como considerarlos todos intangibles. Siendo, como es, difícilla clasificación de los principios de la guerra, difícil ha de ser determinarsu variabilidad o invariabilidad, ya que admitiendo que esos principios noson sino leyes para obrar, que comprenden sólo la idea y el espíritu de laley, para dar mayor libertad de juicio y acción al que ha de ejecutar, noha de estar el nombre de principio monopolizado por los que podemos lla-mar fundamentales, y que son los que hasta hoy demostraron su inmuta-bilidad.

Algunos reglamentos señalan como tales la voluntad de vencer, acciónde conjunto y sorpresa, con la superioridad de medios. Para otros tratadis-tas y reglamentos son básicos la voluntad de vencer, libertad de acción yeconomía de fuerzas admitiendo, además, como principios la iniciativa, laseguridad, el secreto, audacia, concentración de esfuerzos, persistencia enla acción, ataque al punto más débil, superioridad de la ofensiva, conser-vación de la fuerza, etc.

En medio de tanta variedad, es. difícil hacer una clasificación clara delos principios, ya que ésta depende en mucho de la opinión particular deltratadista. Los llamados, en general, fundamentales son los comunes a todaempresa o actividad humana (voluntad de vencer, economía de fuerzas, li-bertad de acción...); por eso precisamente tienen poco de principios mili-tares. Son éstos los verdaderos principios eternos.

Pero hay otros —que algunas veces no son más que su interpretacióno traducción al lenguaje guerrero— de gran importancia, por constituir losque mejor pueden calificarse de tácticos o estratégicos, en los que la influen-cia de los medios es evidente, no sólo modificando, sino introduciendo prin-cipios nuevos.

Que sólo la ofensiva puede dar el triunfo, ataque al punto más débil,el secreto, la sorpresa y algunos otros, están tan subordinados a los mediosdel momento, que su observancia es muy aleatoria.

La concentración de esfuerzos, acumulando la mayor parte de los mediosdisponibles en el punto que se crea decisivo, podría pasar a ser una ideapeligrosa. El poder de sorpresa del transporte aéreo, con la posibilidad dedesembarcar fuerzas poderosas en varios lugares simultáneamente, puedehacer cambiar ese principio por otro más de acuerdo con los medios actúa-

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les: la flexibilidad de los dispositivos para variar, la dirección de su ataqueo el punto de aplicación de sus fuerzas, disponiendo en lugares favorables—seguramente dispersos— una gran parte de los medios, con rápidos ele-mentos de transportes para acudir a los puntos precisos. La misma libertadde acción, ¿no puede traducirse hoy por superioridad aérea?

Los nuevos medios, si no cambian los principios básicos del arte de la.guerra, trastornan casi todas las ideas sobre su conducción y planteamien-to, y ello muy marcadamente por el concepto de las grandes dimensiones, quees el fenómeno más claro de la evolución de la guerra moderna.

Las armas nuevas parecen haberse desorbitado. Necesitan teatros deoperaciones muy grandes, pues si no, no serían útiles. Las grandes Velocida-des, las grandes autonomías de los aviones y enormes alcances de los pro-yectiles supercohetes, ¿de qué servirían en territorios pequeños? Pero esque también las guerras se van desorbitando. Cada vez es más difícil queluchen solamente dos Estados, y las nuevas armas han nacido y se preparanpara las necesidades de una nueva contienda, que será absolutamente mun-dial.

Para emplear ese gran teatro de la guerra —el Globo entero— prontotendrán realidad los aviones, hoy en proyecto, de 20.000 kilómetros de auto-nomía (10.000 de radio acción, regresando al punto de partida); los proyec-tiles dirigidos con cuatro o cinco mil kilómetros de alcance; los bombardeosintercontinentales, y la invasión por tropas aerotransportadas. En una pa-labra, la futura guerra transatlántica, transcontinental y transártica, quétendrá que ser eminentemente aérea.

En el Arte Militar todo ello no será sino la coronación de un cambioprofundo que se venía incubando desde la aparición de la aviación en elcampo de batalla.

El aumento de escala en los teatros de operaciones, junto con la intro-ducción de la guerra de volumen o de tres dimensiones, han conmovido losantiguos conceptos. Consecuencias del movimiento de los Ejércitos en lasuperficie había de ser el encuentro en líneas de contacto; a la guerra en elespacio ha de acompañar la idea de superficie de choque o de contacto. Pasoa paso se nos va quedando anticuado el Arte Militar.

No hace muchos años, en nuestros días de Academia, ese arte bélico esta-ba representado perfectamente por las Táctica de las Tres Armas; conceptoapropiado a los medios terestres de entonces. Algo parecido podríamos decirdel Arte Naval Militar, y no hablamos del Aéreo porque no existía. Era lonormal el aislamiento total de un Ejército de otro, y la concurrencia se dabararas veces en operaciones combinadas.

La guerra tridimensional y el contacto de superficie crean el nuevo ArteMilitar, con el Ejército integral, con estrategia única abarcando los tres ele-mentos, y hasta con una táctica general. Las Tácticas particulares de los Ejér-citos de Tierra, Mar o Aire, ocupan en ese nuevo arte el lugar que en el anti-guo ocupaban las lácticas particulares de Infantería, Caballería o Artillería.

Ese nuevo Arte Militar está por escribir; .pero pronto será escrito por lasEscuelas de formación de Altos Comandos. Que no esté escrito no quiere de-cir que no se utilice.

Con los nuevos medios llega también la hora de revisar el concepto dela defensa estratégica. Países que pudieron considerarse en seguridad por es-tar separados de sus posibles enemigos por una faja de agua, empezaríana conocer que no era así con los medios anteriores. Pero los futuros han dé

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hacer igual con grandes extensiones de mar, tierra o hielo. Ya ningún paísestará fuera del alcance de la agresión de cualquier otro que, se prepare con-cienzudamente. ¿Qué valor tienen hoy los términos un tanto anticuados decobertura, seguridad de fronteras, etc.?

Estamos ya acostumbrados a ,1a idea de que sin previa declaración deguerra unos bombardeos aéreos pueden ser el primer aviso de la rotura dehostilidades: bombardeos de los que pueden derivarse grandes ventajas ini-ciales, como ya la historia reciente nos enseñó. ¿Cuáles pueden ser los resul-tados, en las mismas condiciones de sorpresa, de la presencia de un Ejércitoaerotransportado en el interior de un país que ninguna medida de defensatiene dispuesta contra ese género de invasión? Esto podía parecer una fan-tasía no hace mucho, pero será una peligrosa realidad en la próxima guerra.

Al lado de las clásicas líneas de invasión, en la futura estrategia Iserá-preciso definir estas nuevas zonas de invasión, atender a su estudio y pro-tección, ya que los desembarcos de fuerzas numerosas no pueden hacerseen todas partes, y la topografía del país puede todavía dar muy claramentemarcadas las nuevas puertas para la irrupción y los lugares cuya defensa de-be ser por lo menos, tan interesante como la de la frontera o costas.

Ha llegado la hora de cambiar denominaciones y algo del lenguaje cas-trense en general. No es muy apropiado hablar en muchas ocasiones de fren-te de batalla, teatro de operaciones, etc. En el mar nunca tuvo gran valorel concepto de frente, y fue siempre una de las características que más dife-renciaron las operaciones terrestres y navales ese concepto de movilidad queda al frente un valor momentáneo y solamente de evolución. Es indudable queen la actualidad la lucha de los elementos de tierra y aire unidos puede empe-zar a participar de esa movilidad; las zonas o lugares de contacto habrán desustituir a conceptos y expresiones más rígidos, que van careciendo de va-lor real.

La necesidad que sintió el gran Almirante al crear su Diccionario Militarse vuelve a sentir nuevamente. Estamos dominando cosas nuevas con térmi-nos viejos, y muchas veces no nos entendemos. Ya la expresión "bombardeoestratégico", tan empleada ahora, parece que rompe algo el molde clásico.¿Cuándo pudo pensarse que un bombardeo formase parte de la estrategia? Es-to hubiera parecido siempre empequeñecerla, y, sin embargo, nunca ha teni-do ámbito más amplio la estrategia que hoy, cuando unidades de aviones yaún proyectiles dirigidos pueden tener intervención estratégica.

Podría objetarse que es inapropiado el nombre de bombardeo estratégicoy que esos bombardeos no salen del marco de la táctica; pero no es así. El bom-bardeo a gran distancia y en el interior del país enemigo como brazo queasfixia, que estrangula y paraliza la industria, las comunicaciones y la vidadel adversario es un arma terrible en manos del director de la guerra, que élsólo debe emplear y dosificar, como un cerco o un bloqueo y su carácter eseminentemente estratégico. Lo mismo puede decirse de las tropas aerotrans-portadas, empleadas en gran profundida y gran masa.

Esas aciones, tácticas en sus orígenes, que al aumentar su radio de ac-ción y volumen se han metido en la estrategia ponen más de manifiesto lo con-fuso de los límites entre una y otra. Algunas veces se ha establecido la fron-tera artificial de la escala, pues una medía sus maniobras por centenares omillares de kilómetros y la otra por kilómetros y aun por metros. Otras, seha querido diferenciarlas en que una se movía sin llegar a combatir y la otraempezaba donde comenzaba el fuego. Ya nada de esto puede marcar la di-visoria. Si siempre hubo dificultad para establecerla, ahora sólo la interven-

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ción directa del General en Jefe o la dirección política o diplomática puedenhacerlo.

En la gran ampliación del teatro de la guerra, no será posible hablarde estrategia terrestre, naval o aérea. Solamente puede haber una estrate-gia total, la verdadera y única estrategia, que mueve y dispone las distintasfuerzas armadas bajo una sola dirección. De ahora en adelante las opera-ciones combinadas serán lo normal, y sólo excepcionalmente se luchará enun solo elemento. La acción de cada una de las fuerzas, en tierra, mar oaire estará limitada a la táctica. No pueden tener una estrategia propia. Siacaso las denominaciones de "estrategia naval" o "estrategia aérea", pue-den querer indicar alguna vez un matiz o preponderancia que, dentro de laestrategia total, la nación o el director de la guerra quieren dar a un elemen-to por mandatos geopolíticos o de otro orden. Que una División aérea realiceunos bombardeos estratégicos, no quiere decir que haga estrategia aérea;sirve con su intervención táctica a un plan estratégico total, lo que no eslo mismo. Aviación estratégica no es más que una abreviatura del lenguaje,para no llamarla "aviación de gran bombardeo al servicio del Mando estra-tégico".

Las bases aéreas, el radio de acción de los aviones, con su velocidad, car-ga útil y armamento constituyen los factores determinantes de una tácticaaérea. Pero es tal la interdependencia de los distintos elementos bélicos, queel establecimiento de las bases precisas, de acuerdo con el valor de los otrosfactores aéreos, ha sido el eje principal de la estrategia en la reciente guerraBasta recorrer sus episodios tanto en el Pacífico como en Europa y Africa,para ver cómo en muchas ocasiones las posibilidades de acción se han supe-ditado a la posesión de determinadas bases aéreas La conquista de ellas llegóa marcar un camino o dirección a todas las decisiones, hasta el extremo depoderse adivinar por dónde había de tener lugar un desembarco u ofensiva,sin más que saber a dónde llegaba el radio de acción de los aviones, espe-cialmente el de la caza, que era el más limitado, desde las bases de partida.A la lucha histórica por las bases navales había sucedido la lucha, militar opolítica, por las bases aéreas.

Las grandes velocidades y los grandes radios de acción hubiesen cam-biado completamente esas circunstancias. El establecimiento de bases lejanasplanteó serios problemas logisticos ¿Cuál será el futuro en este aspecto? Conlos nuevos medios todo ello puede variar. Las bases más cómodas, segurasy económicas serán las próximas a los centros de abastecimientos de mate-rial, combustible y armamento, siempre que puedan garantizar el acudir atiempo.

Sobre los efectos del bombardeo aéreo hay una conclusión en la últimaguerra que hay que suponer válida también para la próxima: El efecto moralaun siendo muy grande, es menor que el material, contra todo lo que se su-ponía. Alemania no fue vencida porque su moral se derrumbase: lo fue por-que su industria y sus transportes fueron aniquilados; porque a los seis me-ses del comienzo del ataque contra el petróleo la producción había sido redu-cida en un 90%; el ataque contra los ferrocarriles redujo el volumen de va-gones en un 75 por 100 en cinco meses, y tres meses de ataque contra, el Ruhrdisminuyeron la producción de su acero en un 80 por 100; y en estas pro-porciones la producción de carbón, armamentos, gas, electricidad, etc. Algoanálogo podría decirse sobre la liquidación del Japón. Todo eso da una ex-

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cepcional importancia a la selección de los objetivos y a los bombardeos deprecisión, y esa será una de las dificultades de la estrategia a emplear en-el futuro: buscar el verdadero talón de Aquiles enemigo. Los bombardeosde grandes zonas, buscando solamente efectos morales, han de darse pordesaparecidos.

La primera consecuencia de orden general que puede sacarse del estudiode las nuevas armas es que todas tienen más posibilidades ofensivas que de-fensivas. Todos esos medios tienen aún ante sí un ancho campo para la in-vestigación y perfeccionamiento; pero cuanto mayor sea éste, más mareadaparece que ha de ser esa modalidad de su empleo.

En el porvenir, la defensiva será cada vez más difícil. La bomba atómi-ca, el proyectil cohete, las tropas aerotransportadas y los superaviones con-vertirán en suicida la idea puramente de defensa. Hasta el "radar", queparecía el nuevo elemento más defensivo, ya vimos que al dificultar la sor-presa favorece al más fuerte, que nunca será el que esté a la defensiva.

Es preciso preparar la defensa por la ofensiva. El que no esté prepara-do para ello nunca más volverá a tener el tiempo necesario para hacer esapreparación, que ha sido el secreto de los éxitos aliados en lías dos últimasguerras. Está demostrado que la reciente contra Alemania la ganaron susenemigos por un margen pequeño; pero en la próxima lo probable es queese margen no exista para el retrasado. La preparación completa perma-nente será la única garantía de éxito, y acaso también la garantía de que laguerra no llegue a producirse.

En los límites de la táctica terrestre pura, serán menos profundas lasmodificaciones, pues no le son útiles los muy largos alcances o los proyec-tiles atómicos, ni tampoco los nuevos motores de reacción variarán la velo-cidad sobre el suelo. Pero la gran modificación es romper esos límites de laacción terrestre pura, introduciendo la acción aerotransportada y las opera-ciones de gran profundidad La creación de frentes invertidos y el cambiarel ataque a líneas por el ataque de zonas o superficies, con desprecio o des-valorizución de la rotura de frente, que puede ser substituida por el derrum-bamiento, consecuencia de la maniobra vertical. Ello será origen de operacio-nes tácticas nuevas.

Donde el futuro nos reserva más transformaciones es, seguramente, en-la guerra naval. Aun si los efectos de la bomba atómica no van más allá quelo qué nos han dicho de Bikini, es indudable que han de esperarse grandescambios en la arquitectura naval, en las formaciones, en la táctica y, porconsiguiente, en la batalla naval, que no puede ser más que una consecuen-cia de esos factores. Hay que prever una difícil supervivencia del portavio-nes, por ser un buque cuya necesidad de la cubierta de vuelo no le permiteamoldarse a las nuevas líneas de construcción en la Era Atómica.

El buque, en su armamento, sufrirá también grandes transformaciones,como consecuencia de la aparición del proyectil cohete Al hablar de esosproyectiles ya enumerábamos las dificultades que se presentaban para evi-tar la dispersión en los grandes alcances. Pero en distancias cortas —lla-mando ya así las inferiores a 100 kilómetros— el conseguir precisión y velo-cidad suficientes, que ya no es tan difícil, podría ser revolucionario dentrode las armas navales.

El "radar" mató al antiguo submarino, pero en la lucha continua en-tre las armas ofensivas y las defensivas ya se ve el nacimiento de otro nuevo.

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El sumergible, teniendo que salir con frecuencia a la superficie, y aun te-niendo que hacer casi todos sus servicios fuera del agua, tendrá muchas di-ficultades para actuar, ya que la detección se hace precisamente sobre elmar. Pero el moderno, el verdadero submarino, que pueda permanecer díasy aún meses en inmersión si le es necesario, tiene grandes posibilidades deactuación. ¡Además, para no tener que atacar a tan cortas distancias, el pro-yectil cohete le proporciona la posibilidad de disponer de una "artilleríagruesa", lo que hasta ahora no fue posible por los graves inconvenientesque presentaba el cañón de gran calibre (peso, par de escora, etc.).

Parece evidente que la Marina encontrará cada vez más difícil acercar-se a una costa defendida, por el aumento de poder de la reacción continen-tal. La reacción eficaz de la costa, con los medios hasta ahora empleados,estaba limitada a unos 500 kilómetros. Con las velocidades y cargas de losnuevos aviones, agresivos atómicos y radiactivos, proyectiles dirigidos yempleo del "radar", la zona peligrosa puede aumentar en proporciones enor-mes. Ello sería equivalente a una extraordinaria ampliación, de la artilleríade costa, por la capacidad de concentración de bocas de fuego (baterías decohetes), uniendo sus efectos a los de la aviación de bombardeo.

También los nuevos submarinos y aviones, el "radar", los proyectilescohetes y las bombas y torpedos con carga atómica podrían hacer imposiblelos convoyes marítimos, que fueron la clave del triunfo anglosajón. Pero alfin eso sólo sería una causa más de su desaparición; la principal será quepor su mayor velocidad y seguridad todos los convoyes transoceánicos seránaéreos. Más de 40.000 travesías aéreas de este tipo en la última guerra, laevacuación por el A. T. C americano de unos 160.000 hombres, con su mate-rial, al hacer el traslado hacia el Pacífico, y las actuales redes de trans-porte aéreo mundial, son un buen presagio.

Los peligros para la navegación pasan a ser tan considerables, que aca-so el transporte por mar quede para la paz, y el de guerra sea, aéreo y estra-tosférico. Este podría ser el hecho que acabase con las grandes escuadras,más que la bomba atómica o ningún otro ingenio, ya que su razón funda-mental de existencia —asegurar los caminos del mar, defender el tráficopropio e impedir el adversario— habría desaparecido. Acaso en las futurasguerras los mares están llamados a ser inmensos espacios vacíos, zona denadie, llena solamente de gloriosos recuerdos.

Pero aun los convencidos de que eso llegará en un futuro remoto de-ven atenerse a la realidad de hoy, que no es esa. Antes de ese fin faltanalgunas etapas de evolución. También sería equivocado pensar que ha lle-gado la Era del Cohete y del explosivo atómico, y el momento de dedicartodos los esfuerzos a ellos, por ser las demás armas inútiles. Cierto que ha-brá que estar preparados para luchar con esas armas nuevas; pero no ex-clusivamente, sino sumadas a las anteriores, de las que no se prescindiría enuna próxima contienda. Todo ello ha venido, en vez de simplificar la má-quina guerrera, a complicarla algo más, que es lo ocurrido con todos losnuevos descubrimientos de estos últimos tiempos.

Tomado de la Revista del Ejército del Aire, de Españajulio-septiembre, 1948.

LA GUERRA EN EL DESIERTO.

LA GUERRA EN EL DESIERTO.

ANDRE GIMOND

Los espestaculares avances de los ingleses a través del desierto de Libia,después de las precipitadas retiradas hasta 1942 atrajeron la atención del mun-do entero hacia la batalla en el desierto. Tanta importancia revistió esta luchapara salvar a Egipto del enemigo que otros encuentros en zonas desérticas fue-ron prácticamente pasados por alto.

Al igual que los mares, los desiertos sirven a los ejércitos como vías de co-municación, resultando su importancia de su posición geográfica. Con excep-ción del desierto mejicano, el de Kalaharí en Africa meridional y el australiano,los grandes desiertos del mundo se extienden casi en una faja continua de estea oeste a través de Africa y Asia.

Esta faja de desiertos separa las zonas mediterráneas del Africa central ymeridional, y las zonas de influencia rusas de las inglesas. Esta constituye laúnica ruta terrestre posible entre las colonias francesas de Africa septentrionaly ecuatorial y comprende la ruta terrestre tradicional de las, caravanas a lasIndias y ricos depósitos petroleros.

NATURALEZA DEL DESIERTO.

El concepto general del desierto es que es un mar de arena que se extiendemás allá del alcance de la vista, una duna tras otra, bajo un sol candente y des-lumbrador. En algunos sitios el desierto responde a esta descripción, pero no en-contraremos esta uniformidad característica en la vasta extensión del Sahara. _Porel contrario, uno encuentra en él una variedad considerable de terrenos y climas.Al lado de las arenosas planicies hay desiertos montañosos con desnudas rocasesculpidas por la erosión del viento. Estas montañas están separadas entre sípor abruptos cañones que a su vez están obstruidos por enormes rocas en elfondo. También hay depresiones llenas de lodo nauseabundo y áreas planas,rocosas, de superficie dura, que se extienden en vastas planicies interrumpidaspor zonas arenosas. En estas regiones desoladas, el agua subterránea sale a lasuperficie en algunos sitios produciendo los oasis. A la vera del desierto hayzonas semidesiertas con intermitentes extensiones cubiertas de vegetación.

Todas estas regiones tienen una característica climatológica común: pocaprecipitación con largos períodos de sequía. Los desiertos son zonas de alta pre-sión barométrica. Nada altera la limpidez del cielo y nada se interpone al calorde los rayos solares. Esto resulta en excesivas diferencias en las temperaturasdiurnas y nocturnas así como entre las de invierno y verano. Los cambios brus-cos de temperatura también dan origen a ventarrones de gran violencia que le-vantan nubes de polvo y arena imposibilitando a veces el tránsito. El calor queirradia la superficie arenosa crea el fenómeno de los espejismos por la reflexiónde la luz.

La lluvia es muy rara y se pueden citar lugares donde no ha llovido du-rante varios años, pero los aguaceros, cuando caen, pueden ser de carácter to-

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rrencial. Estas lluvias musitadas no penetran la tierra y fluyen en torrentes.Los "uadis", que están secos casi todo el año, se transforman, en término de pocashoras, en torrentes violentos que se pierden luego en las arenas o en algún pan-tano salino.

Hasta el presenta, la escasez de agua ha limitado las operaciones en el de-sierto. Excepto cuando ha sido posible transportar considerables cantidades deagua por medio de vehículos de motor, las formaciones militares han estado li-mitadas o más o menos cien hombres y a lo más, una compañía. El calor extre-mado reseca la piel y hace preciso tomar de cuatro a cinco litros de agua pordía. El consumo de tan grande cantidad de agua fatiga el estómago y el hígadoy conlleva el peligro 'adicional de complicaciones intestinales. La transpiraciónintensa junto con la arena, que todo penetra, pueden muy fácilmente causarúlceras que se infestan fácilmente.

Si bien es verdad que la motorización ha modificado las condiciones deltransporte, no ha podido, sin embargo, suprimir todas las inseguridades. Hayque tomar precauciones para que los convoyes no pierdan su camino, y hay quecontar con hacer altos cuando ocurren tormentas de arena o lluvia.

ASPECTO HISTÓRICO.

No podemos hablar del desierto sin pensar en la penetración francesa en elSahara. Las operaciones de policía contra las tribus nómadas de foragidos es-taban limitadas por el espacio y extensión del desierto. Para dominar este espa-cio los franceses contaban con muy escasos medios: unos cuantos puestos perdi-didos en las dunas, y patrullas de varias compañías de meharistes (tropas encamellos). Las incursiones de los pelotones mehariste ilustran los dos elementospermanentes y principales de la guerra desértica: sorpresa y agua.

(El factor sorpresa es favorecido por la inmensidad del espacio, por la na-turaleza del terreno, y por la rapidez y arrojo de las operaciones. Las fuerzasdel desierto deben conocer el terreno, contar con una buena red de informacio-nes, y tener la protección de destacamentos de seguridad. El abasto de agualimita el número de hombres que pueden operar en un lugar.

(Mientras el camello constituyó el único medio de transporte, las tropasfrancesas no podían esperar superar a sus adversarios en velocidad. Sólo eladiestramiento estricto, la resistencia a toda prueba, la voluntad tenaz y arro-jo de los jóvenes comandantes hacían posible el éxito.

Para vigilar el Sudán y penetrar en el Mediano Oriente, los ingleses crea-ron el "Camel Corps", similar a los meharistes franceses. Mucho más tarde lositalianos también organizaron unidades mehariste, cuando penetraron en Tri-politania.

En cierto sentido la pacificación del Sahara fue completa y, al concluir laGuerra Mundial I, los mandos de los territorios meridionales no creyeron ne-cesario utilizar los nuevos desarrollos técnicos modernos para facilitar la laborde sus tropas. Por lo tanto, continuaron manteniendo orden y seguridad en eldesierto, igual que en el pasado, mediante puestos esparcidos y compañías delSahara.

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VEHÍCULOS DE MOTOR.

El ejército francés no demostró tener interés en este asunto hasta 1935.Los pocos oficiales que intentaron usar vehículos de motor en el desierto lo hi-cieron por su propio riesgo y cuenta. No fue hasta 1935 que el ejército empezó ahacer pruebas con camiones y carros blindados de patrulla.

Las diversas pruebas demostraron que no se necesitaban vehículos espe-ciales o con tracción oruga. Los vehículos comerciales regulares servían consólo hacerle varias modificaciones, de las cuales la más importante concerníaa las llantas. Los muelles tenían que ser muy resistentes.

Es recomendable un radiador grande complementado con un condensadorpara aprovechar el agua que se evapora. El tubo de toma de aire y respiradero,así como los depósitos de combustible y el carburador, deben tener filtros efi-cientes para la arena fina. Los conductos del combustible deben ser de grandiámetro para evitar burbujas o bolsillos de vapor (vaporlock). Los depósitosdeben ser suficientemente grandes y, si preciso, deben complementarse contanques auxiliares de gasolina, aceite y agua, para proveer un amplio radiode acción (1.000 kilómetros, por ejemplo).

Un vehículo desértico con sólo dos ruedas propulsoras puede atascarse enla arena, pero le es fácil de salir mediante el uso de grillas plegadizas y escalas(sandladders), aunque mucho depende del adiestramiento y experiencia delconductor. A fin de poder salvar terreno escabroso, es necesario que el vehículoposea gran exceso de potencia, alrededor de dieciocho caballos de fuerza portonelada.

EXPERIENCIA BRITÁNICA.

Después de la Guerra Mundial L, las fuerzas del ejército, regular británi-co eran insuficientes para patrullar el desierto en la forma usual. Por lo tanto,dicidieron abandonar la defensa estática de puestos aislados y disperses substi-tuyéndola por un sistema de pocas, pero importantes unidades mecanizadas,equipadas para rapidez y gran radio de acción. Los reglamentos de 1927 esta-blecieron la composición y doctrina para emplear las unidades motorizadas yblindadas británicas. El equipo construido entre 1922 y 1926 incluía tanques,carros blindados de patrulla y camiones.

Se perseguía el máximo de velocidad. Los tanques más lentos desarrolla-ban veinticinco kilómetros por hora sobre carreteras, pero en 1929 fueron reem-plazados por otros que alcanzaban cincuenta kilómetros por hora. Estos carrostenían una autonomía de más o menos 200 kilómetros.

Las unidades motorizadas tenían numerosos camiones para transportarabastecimientos y extender el radio de acción hasta 1.000 kilómetros. La rapidezy el tonelaje que permitían transportar los camiones brindaban cierta indepen-dencia a los movimientos ya que las fuerzas no estaban tan restringidas por lacapacidad de los pozos y otras fuentes de abasto. El éxito de estas unidades lodeterminaban la velocidad, maniobrabilidad y capacidad para atacar pocos mi-nutos después de una larga jornada. El sistema requería un buen servicio deinformaciones políticas y de transmisiones que permitiese una pronta interven-ción en el momento oportuno. La acción en sí puede dirigirse muy provechosa-

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mente por la aviación de reconocimiento. Los ingleses poseían un excelente sis-tema de informaciones y construyeron aeródromos que permitían rápido enlacey apoyo a las unidades terrestres.

OPERACIONES DE GRANDES CONTINGENTES.

Por lo general las tropas desérticas ocupan temporalmente puntos de resis-tencia muy esparcidos entre sí o maniobran en columnas con sus flancos descu-biertos. Por consecuencia, las operaciones en el desierto son extremadamentemovidas y están sujetas a cambios rápidos. La maniobra es su rasgo principaly la ventaja será de aquellas fuerzas que gocen de mayor maniobrabilidad yvelocidad tanto en el ataque como en la defensiva.

Al iniciarse la campaña será más pronunciada esta falta de continuidaddel frente como resultado de la dispersión de fuerzas, abasto de agua, falta deorganización técnica apropiada y también por la necesidad de retener ciertoscentros de comunicación esenciales. De manera que siempre será posible paraun puñado de hombres arrojados efectuar excursiones contra la retaguardiaenemiga. Las fuerzas pequeñas pueden escapar de ser vistas en las inmensida-des del desierto, especialmente si se mueven de noche, se enmascaran de día y nousan las rutas corrientes de tránsito.

La Guerra Mundial II ofrece muchos ejemplos de operaciones desérticascon grandes contingentes. El alto mando inglés se vio obligado a combatir enlos cuatro puntos cardinales en el Mediano Oriente — al oeste, contra italianosy alemanes en Libia; al sur, contra italianos en el Sudán, Eritrea y Somalia;al norte, en Grecia y Siria; y al este, en el Irak y Persia, a fin de proteger aEgipto y las rutas a la India y, más tarde, el transporte de abastecimientos alia-dos a Rusia. Excepto la expedición a Grecia, todo el combate se condujo en eldesierto o sus inmediaciones, pero sólo fue en Libia donde realmente se enfrenta-ron adversarios de la misma calidad y poderío.

OPERACIONES DEFENSIVAS.

Cuando una fuerza por falta de medios asume la defensiva, es natural quese repliegue hacia el borde del desierto para acortar sus comunicaciones y alar-gar las enemigas. La línea exacta, o líneas sucesivas, en que ella se prepare pa-ra la defensa dependen de numerosos factores. Además del terreno, el agua yequipo mecánico disponibles influyen en la selección de los puntos a ser defen-didos.

La defensa de Egipto, de junio a septiembre de 1940, demuestra claramen-te como estos elementos entran en el problema. Los ingleses diponían de 36.000hombres que formaban casi una división blindada (la 7.ª División Blindada) yuna división de infantería (la 4.a División Hindú). Los italianos tenían en Li-bia y Tripolitania 230.000 hombres con cuatro divisiones en la zona de Tobruk.

Hay en la frontera, cerca de Solum, una posición naturalmente fuerte: unaescarpa rocosa bordeando el llano costanero que se extiende hacia el sudeste desdeSolum. El Paso de Halfaya, accesible por una tortuosa carretera, es uno de lospocos pasadizos transitables. Pero Solum está a 480 kilómetros del delta delNilo y escasea el agua. El puerta de Solum no es apropiado como puerto deabastecimiento y no hay ruta desde Sidi Barraní hasta la frontera. El estable-

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cimiento de fuerzas importantes en esta posición hubiese agravado los proble-mas de transporte y abastecimientos; el agua tenía que venir de fuentes situa-das a 200 kilómetros.

El mando inglés decidió, por lo tanto, establecer la defensa principal a160 kilómetros más atrás, en Marsa Matruh. Allí el terreno es menos favorable,pero la posición podía apoyarse en la depresión de El Quattara hacia el sur.Había suficiente cantidad de agua y Marsa Matruh era el terminal de la ferro-vía que se extendía 320 kilómetros al este hasta Alejandría.

La posición establecida por los británicos cerca de El Alamein era continua,con flancos protegidos, pero esto era debido a excepcionales condiciones topo-gráficas locales. En general, los frentes a ser defendidos son muy extensos parapermitir la organización de líneas continuas de defensa. La forma de defensacomún es una serie de posiciones escalonadas en profundidad a fin de hacermás difícil al enemigo el envolverlas.

Después de su avance en agosto, los italianos se establecieron al este de Si-di Barraní, entre el mar y la escarpa al sureste de Solum. Los campamentoscontenían de dos a tres mil hombres y los rodeaban bajas murallas de piedrasuelta y una zanja antitanque. La artillería y tanques estaban aglomerados enestos campamentos. Esta era la disposición rutinaria adoptada por los italianosen Africa. Los campamentos estaban dispuestos en una sola línea hacia el sur.La distancia entre los campamentos era muy grande para permitir apoyo mu-tuo. Las reservas, consistente mayormente de una división de "camisas ne-gras", estaban en Sidi Barraní. En la madrugada del 9 de diciembre, dos divi-siones inglesas pasaron por una brecha entre dos de dichos campamentos y losatacaron, uno tras otro, desde la retaguardia. El ataque en Nibeiawa puso fuera decombate la mayoría de los tanques italianos. La falta de fuerzas móviles en laretaguardia hizo imposible el contraataque de los italianos. Como resultado,30.000 tropas inglesas aniquilaron a 80.000 italianos .

OPERACIONES OFENSIVAS.

Más que en ningún otro sitio, los combates ofensivos en el desierto puedenbeneficiarse de la sorpresa. Su éxito depende mayormente de la ejecución de mo-vimientos y del transporte.

La inmensidad del espacio y la gran separación de los "frentes" antes deque uno u otro bando asuma la ofensiva, favorecen la sorpresa. Muchas veceslas posiciones ocupadas están a cientos de kilómetros de separadas debido aproblemas de suministros y de agua. Esta falta de contacto priva a las fuerzasdesérticas de una valiosa fuente de informaciones. Las patrullas y prisioneros,por regla general dan informaciones sólo sobre las posiciones de primera líneay muy poca en que preparar una ofensiva. Solamente la aviación y las incur-siones profundas pueden suministrar esta información sobre concentracionesen la retaguardia. Es evidente que el agresor debe contar con superioridadaérea. Las incursiones profundas requieren material superior y una fuerza es-cogida y como su ejecución lleva considerable tiempo son relativamente raras.Por lo tanto, no es sorprendente que la preparación de una ofensiva en el de-sierto pase inadvertida.

Fue así como Wavel pudo preparar su ofensiva contra los italianos en1940. La sorpresa táctica se logró por la confianza que tenían los británicos ensu material bélico y tropas.

38 MEMORIAL DEL EJERCITO.

La 7.ª División Blindada sumó a la sorpresa táctica la sorpresa técnica,pues los cañones antitanques italianos eran inefectivos contra sus tanques fuer-temente acorazados. Este mismo elemento de sorpresa favoreció a las tropas delEje en las ofensivas de Rommel. En 1941 la aviación del Eje había concentradosuficientes medios para dominar el aire y el mar entre Italia y Tripolitania.Los ingleses, por el contrario, carecían de aviación de reconocimiento de largoalcance. Cuando sus tropas motorizadas llegaron a la región de El Agheila alsur de Benghasi, su material estaba en malas condiciones mecánicas, haciendoimposible las incursiones profundas. A esto se añade que no tenían una red deinformaciones en Tripolitania antes de las hostilidades. Rommel, por lo tanto,pudo mover su Africa Korps hasta Tripolitania y sorprender a los ingleses.

En la segunda ofensiva de junio de 1942, Rommel se benefició con la sor-presa técnica, pues se creía que el calor entre mayo y septiembre imposibilita-ría las operaciones extensas. Rommel pudo llevar sus tropas al combate en junioy julio con tanques y carros blindados refrigerados. Además, contaba con tan-ques pesados armados con cañones de 75 mm. capaces de perforar la coraza delos tanques ingleses a una distancia de 2.000 metros, fuera del alcance de loscañones de 37 y 45 mm. de los tanques ¡británicos. Otro elemento de sorpresa loaporta la movilidad. Los movimientos largos y rápidos y las amplias maniobrasenvolventes permiten sorprender al enemigo. Un dispositivo audaz permite con-centrar todos los medios para atacar sucesivamente distintas posiciones y batir-las una a una. El atacante en un movimiento envolvente puede abandonar suslíneas de comunicación completamente sin temor de un contraataque enemigo,pues las líneas estarán protegidas por la inmensidad del desierto.

Los movimientos de varios cientos de kilómetros requieren muchos días parasu ejecución y son peligrosos. Las columnas moviéndose en el desierto puedenser descubiertas por la aviación enemiga. Por regla general las columnas cir-culan de noche y acampan de día lo más dispersas posible bajo la protecciónde. armas antiaéreas y aprovechando las irregularidades del terreno y la vege-tación existente para enmascaramiento. Para evitar graves errores, es necesa-rio tener superioridad aérea y mantener patrullas de cazas en el cielo duranteel día a fin de librar de aviones de reconocimiento enemigos las zonas por dondeavanzan las columnas principales y a la vez proteger a éstas y a sus líneas deabastecimientos. Muchas veces para no atraer la atención del enemigo no se re-conoce preliminarmente el terreno, aunque esto puede dar margen a dilacionesdebido a obstáculos imprevistos. Tampoco debe pasarse por alto la posibilidadde tormentas de arena que retrasen y hasta paralicen completamente el movi-miento. Antes de la ofensiva es indispensable tener conocimientos exactos delas condiciones meteorológicas locales y una precisa predicción del tiempo. Losataques ingleses en Libia nos dan numerosos ejemplos de tales osadas maniobras.

La posibilidad de encentrar una columna adversaria en la retaguardia dela posición enemiga, exige una formación capaz de retroceder inmediatamenteen caso de un contraataque motorizado y blindado. Veamos ahora la organiza-ción del Mot-Pulk usado por los alemanes en 1942 que fue igualmente adecuadapara penetraciones profundas en los llanos rusos y maniobras en el desierto.En general, el Mot-Pulk tenía elementos de reconocimiento veinte o treinta ki-lómetros al frente del cuerpo principal blindado. Este formaba una punta delanza, en varias columnas, sobre un frente de varios kilómetros, con los tanqueslivianos a la cabeza. Detrás de estos y en los flancos, iba la infantería motoriza-da apoyada por formaciones antitanque y cañones autopropulsados. Tambiénen los flancos, pero algo más atrás iban las formaciones antiaéreas con los fa-

LA GUERRA EN EL DESIERTO.

mosos cañones Flak-Pak de 88 mm., que también proveían fuego antitanque.Finalmente, en el centro, estaba la reserva de infantería, ingenieros y colum-nas de artillería remolcada y de abastecimientos, llevando principalmente com-bustible y municiones .

Esta disposición era susceptible, evidentemente, de variaciones según losmedios disponibles. Como era limitado el número de proyectiles de artilleríaque la columna llevaba, la acción de la artillería se complementaba con bom-bardeos aéreos. La aviación de apoyo tenía sus bases lejos en la retaguardia,pero era dirigida desde la columna por un E. M. de apoyo aéreo.

Durante la segunda ofensiva de Rommel, la columna blindada alemana quehabía penetrado la posición aliada, encontró tanques ingleses en el empalmedel camino de Knightsbridge. El éxito del blindaje alemán en este encuentrose debió tanto a sus tanques como al apoyo de las armas antitanques, particu-larmente los cañones de 88 mm.

En el ataque de posiciones organizadas el atacante es muy vulnerablefrente a un defensor atrincherado y enmascarado.

Cuando la acción ofensiva se prolonga se necesitan muchos medios de trans-porte. Para reducir las distancias que los convoyes deben recorrer es necesarioestablecer bases lo más cerca posible de la línea de partida. En el MedianoOriente los ingleses perfeccionaron la organización de su servicio de abasteci-mientos con un sistema de bases terrestres. Según uno se aleja de su base deabastecimientos tiene que suministrar agua además de gasolina, raciones y mu-niciones. Esto reduce la cantidad de abastecimientos que pueden transportarsey limita los efectivos a emplearse en la persecución.

Tan pronto como es posible, las bases se mueven adelante si hay suficien-tes medies de transporte. En esta forma, después de capturar a Tobruk, quese podia abastecer por mar, la base inglesa fue transferida allí permitiendocontinuar la ofensiva. La pérdida de Tobruk, por el contrario, privó de abaste-cimientos a 100.000 italianos que se retiraban a lo largo de la costa, donde esdifícil obtener agua para una fuerza tan importante.

El problema de bases y abastecimientos adquiere mayor importancia cuan-do se empeñan grandes contingentes. Durante la ofensiva final, Montgomerycontaba con 180.000 hombres. Después de capturar a Trípoli, el 23 de enero de1943, él esperó tres semanas antes de atacar en dirección a Túnez a fin de or-ganizar la base de Trípoli.

En operaciones limitadas y en situaciones defensivas puede compensarsela insuficiencia de transportes entre la base y el frente estableciendo depósitosavanzados. Estos pueden suplirse gradualmente aprovechando lo más posiblelos medios de transporte disponibles en periodos de calma. Sin embargo, estaforma de operación tiene sus riesgos, pues por bien enmascarados que estén,estos depósitos pueden caer en manos del enemigo o de prevenirle si sus patru-llas están activas.

DESGASTE DEL EQUIPO.

Otro factor que limita las operaciones ofensivas es el desgaste del equipomotorizado y los tanques. La arena se introduce en todas partes, hasta en losdistintos cojinetes y causa, por ende, un desgaste anormal. Además, al transitarpor sitios rocosos los muelles pierden la resistencia y las llantas se parten. Lasoperaciones desérticas requieren más reparaciones y conservación que ningún

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40 MEMORIAL DEL EJERCITO.

otro tipo de operación. Después de la primera ofensiva inglesa en Libia, al lle-gar a Benghasi el equipo de la 7.ª División Blindada estaba en tan deplorablescondiciones que fue preciso cambiarlo a la mayor brevedad: La 2.ª División Blin-dad, que la reemplazó, se hallaba casi en indénticas condiciones dos meses mástarde y perdió la mitad de su equipo debido a fallas mecánicas y a inexperien-cia de su personal durante los primeros ataques de Rommel. Por consiguiente,deben mantenerse numerosos vehículos de combate y transporte en reserva asícomo reparación y recuperación.

EQUIPO MODERNO.

Hasta la Guerra Mundial II, los ejércitos estaban aparentemente conformescon resistir el calor. Las tropas en el Sahara adoptaron la vestimenta usadapor los beduinos: ropa holgada, ajustada en los tobillos, un pedazo de tela paracubrir la nuca durante el día y un espacioso capote de lana para las nochesfrías. El uso de pantalones cortos y camiseta durante el día no se consideraun gran adelanto por los soldados de infantería que tienen que tenderse en laarena candente para pelear. Por otra parte, los anteojos obscuros evitan la fa-tiga excesiva de los ojos en el sol brillante. Es necesario usar anteojos ajusta-dos como los de motociclistas si el movimiento ha de efectuarse a pesar del viento.

En lo referente a ropa, la última guerra no aportó adelantos para las tro-pas desérticas. Quizás se desarrollen vestimentas que refresquen, la persona. Seconocen muchas subtancia que extraen el calor de cuerpos cercanos por evapo-ración, actuando, como refrigerantes. Pero mientras llegan esas vestimentas ten-dremos que desarrollar resistencia al calor mediante aclimatación y adiestra-miento. Se alega que los hombres de Rommel recibieron adiestramiento especialen Alemania, incluso trabajo intensivo en cuartos muy calientes.

Nosotros tuvimos ocasión de ver vehículos blindados con instalación frigo-rífica y cuarteles y hospitales provistos de aire acondicionado. En los tanquesy carros blindados ingleses, el aire para el enfriamiento del motor era aspiradoa través de un compartimento al frente del vehículo asegurando una suficienteventilación y manteniendo la misma temperatura que en el exterior. Pero cuan-do el aire circundante está a 40° ó 50º (centígrado) y el tanque está al sol delverano, las partes de metal se calientan a 70 u 80° e irradian calor. Los alemanesinstalaron dispositivos de refrigeración en los tanques de Rommel en 1942. Elmetal exterior estaba aislado por una capa de corcho de 2 cm. de espesor. Unpequeño compresor mantenía la temperatura en el interior del tanque 20 gra-dos más baja que en el exterior, si la ventilación se reducía y el aire se renovabatres o cuatro veces por hora solamente.

El acondicionamiento de aire en los cuarteles parece haber sido empleadopor primera vez por las firmas comerciales norteamericanas que organizaron lasbases aéreas aliadas en Massaua después de la conquista de Eritrea. No sóloconstruyeron cuarteles y hospitales con aire acondicionado, sino también talle-res y almacenes, obteniendo así mayor rendimiento del personal. En cualquiercampaña de alguna duración en el clima desértico surgirán siempre reduccio-nes de personal por motivos de enfermedad. Los cuarteles y hospitales con aireacondicionado son indispensables para la rápida recuperación de los enfermosy convalescientes.

El agua siempre ha constituido el problema principal en el desierto, perola motorización ha disminuido esta dificultad. Ya no hay que abrevar carne-

LA GUERRA EN EL DESIERTO. 41

líos y los grandes camiones permiten transportar agua en relativamente gran-des cantidades. Todas las tropas llevan consigo agua para su propio consumoy los transportes de campaña tienen camiones tanques para agua así come, paragasolina.

Pero no se podía depender de los escasos y contaminados pozos del desier-to para llenar dichos tanques, era preciso construir numerosas estaciones congrandes depósitos para extraer y filtrar el agua. ¿Las instalaciones más impor-tantes fueron montadas en el delta del Nilo. Donde el agua no era muy abun-dante, la solución lógica fue llevarla a las bases avanzadas por medio de tube-rías. Una de ellas fue la de 3:20 kilómetros de largo instalada desde Alejandríahasta Marsa Matruh pasando por El Alamein con estaciones de bombas en di-versos puntos. No se utilizaron estaciones para destilar agua de mar, pero eluso de tales instalaciones no debe pasarse por alto.

El almacenamiento de víveres perecederos requería precauciones y frigo-ríficos. Después de llegar a Trípoli, los ingleses repararon rápidamente losfrigoríficos que allí había y aumentaron su capacidad.

El mejoramiento de caminos comprende el marcar las rutas, organizaciónde relevos, un sistema de abasto de combustible y el ensanche de caminos por me-dios mecánicos y de explosivos.

Parecerá sorprendente que ninguno de los adversarios emplearon paracai-distas durante la campaña de Libia, pero la explicación es sencilla. Las tropasparacaidistas alemanes habían sido diezmadas en Creta y los aliados no contabancon suficientes aviones para tal operación hasta fines de 1942.

Nótese no obstante, que 5.000 hombres fueron enviados como refuerzos aTrípoli por aire. En operaciones futuras las tropas aerotransportadas jugaránpapel importante en el desierto y es probable que el abastecimiento por tierrasea reemplazado por aviones de carga cuando la distancia del viaje de ida yvuelta exceda 1.000 kilómetros.; esto es, siempre que los depósitos avanzadosestén a más de 500 kilómetros de las 'bases.

Notemos también que, aunque aún quedan zonas intransitables tales comolos pantanos salinos de chotts de Túnez o de la depresión de El Quattara, ve-hículos especiales serán capaces de salvar estos terrenos aumentando las posi-bilidades de maniobras.

Un general alemán que fue hecho prisionero en Tripolitania resumió lascondiciones tácticas de la guerra desértica así: "El desierto es el paraíso deltáctico, pero el infierno de la IV Sección". Para vencer en el desierto hay queposeer aviones, camiones y arrojo.

Tomado de la "Military Review", de agosto de 1948.

42 MEMORIAL DEL EJERCITO.

PREVISIONES SOBRE LA GUERRA ATÓMICA.

De la Revista "The Fighnting Forcea"Coronel ROGER SOTO MARÍN.

Cada vez que aparece un nuevo medio de destrucción, se anuncia enfá-ticamente el desaparecimiento del soldado.

Desde la invención de la pólvora en 1320, del aparecimiento del cañón,de la ametralladora, del carro de combate y del avión, viene siendo profe-tizado el fin del arte militar. Como bien sabemos, esto no ha sucedido nunca.Por el contrario. El soldado, en vez de volverse inútil, ha tenido cada vezmayores exigencias en el aspecto físico y moral.

El pueblo inglés fue ilusionado por la propaganda de los apologistas delbombardeo estratégico durante la segunda guerra mundial. Pocos compren-dieron que el país estaba siguiendo un camino errado y que, si nos hubiéra-mos visto forzados a luchar solos, habríamos llegado a una situación muydifícil. Empleamos cerca de un millón de hombres en la Fuerza Aérea y granparte de nuestra industria, estaba fabricando aviones y bombas.

Los resultados de esos bombardeos decepcionaron a mucha gente. Po-dríamos haber continuado bombardeando a Alemania durante 50 años sin al-canzar jamás un resultado positivo o decisivo; Alemania, a su vez, podríahabernos bombardeado en represalia y lo único que los dos países habríanconseguido, habría sido una constante mortalidad civil y un gasto anual fa-buloso, pues el bombardeo cuesta muy caro. Muchas veces, el costo total deuna incursión aérea, es más elevado que los perjuicios que él causa al ene-migo.

Hasta ahora, la bomba atómica ha sido considerada solamente comouna arma estratégica y de los efectos de su empleo en el Japón, se han sa-cado conclusiones precipitadas. Usada como arma de terror contra la pobla-ción civil japonesa, ella causó la rendición de ese país. Pero no nos ilusio-nemos con esto, pues fue el elemento sorpresa y el hecho de que el Japón noestaba preparado, la causa principal de su éxito. El mismo efecto se habríaconseguido si hubiésemos bombardeado mil veces Berlín, si los alemanes noposeyeran ninguna defensa antiaérea y si nunca hubiesen visto una bombapesada. El elemento sorpresa de la bomba atómica, ya no existe. Dejó de serlo que no se conocía. La protección antiaérea de todos los países, en el fu-turo, será adaptada para este tipo de ataque y fuera de eso, en algunos añosmás, todos los países poseerán la bomba atómica, como poseyeron los gases,que no se emplearon en la segunda guerra mundial. Los ataques de la bomba,si es que se emplea en el futuro, no sólo no conseguirán el efecto alcanzadosobre el Japón, sino que provocarán represalias, iniciándose entonces el mis-mo tipo de guerra de ataque y defensa recíprocos del pasado.

El señor Baldwin hizo una de sus pocas profecías exactas cuando dijoque el "bombardero siempre alcanza su objetivo". Los bombarderos de lasegunda guerra mundial siempre lo hicieron y una pérdida de un 5% ya eraconsiderada grande. Los proyectiles con piloto aun serán menos abatidos.Es evidente que nuestros Jefes están considerando la guerra atómica del

PREVISIONES SOBRE LA GUERRA... 43

mismo modo que encararon el bombardeo estratégico en el pasado. Es unamanera amable y educada de aplicar el antiguo principio de ganar las gue-rras aterrorizando y matando la población civil del país enemigo. Hastaaquí nada de nuevo. Durante la colonización de la América del Norte, lospieles rojas aguardaban el momento en que loe "pioners" estuviesen traba-jando en el campo, para atacar su propiedad, matar a su mujer, y a sus hi-jos, robar su ganado y quemar su casa. Si los pieles rojas hubieran ido a laescuela, se defenderían diciendo que era absolutamente justificable destruirJos medios de producción del enemigo y abatir su moral matando a su mu-jer y a sus hijos; que este sistema contribuía para salvar la vida de muchospieles rojas, pues si éstos atacaran directamente a los pioners, muchos deellos serían heridos o muertos.

En el siglo XVIII. Nadir Shah, sin haber oído hablar nunca de la Avia-ción de Bombardeo y sin haber oído jamás un discurso de Mr. Churchill,marchó sobre Delhi y masacró la población civil, lo que se compara en cali-dad pero no en cantidad, con los resultados de los bombardeos de las ciuda-des europeas. Si Nadir Shah hubiese nacido algunos siglos más tarde, habríadicho que los habitantes de Delhi eran todos operarios de guerra, cuyo tra-bajo ayudaba al Ejército enemigo y habría sido aclamado como un granJefe.

Los hombres de cualidades más elevadas vienen despreciando estos mé-todos de guerra desde mucho antes del siglo XX. Las razas más civilizadas yviriles siempre repelieron con horror la idea de asesinar a la familia de unhombre porque se tiene miedo de luchar con él. Se habla hoy de "producciónde guerra ", como si eso fuese una cosa nueva. Haroldo de Inglaterra y Wi-lliams de Normandía, necesitaban de muchas espadas, sillas, armaduras,arreos, uniformes, arcos, caballos, navios, víveres y combustibles, todo esoproducto del trabajo de los civiles, pero ninguno de los dos jamás consideróla idea de asesinar en masa a los fabricantes de arreos y elementos del ene-migo, como parte de su estrategia.

Fuera de la objeción de carácter moral a la guerra indirecta, esto es,el miedo a encontrar al enemigo, debe quedar bien claro que este métodoaplicado al bombardeo atómico, producirá pocos resultados decisivos y loque es peor, no nos protegerá en modo alguno, contra el mismo tipo de bom-bardeo, en represalia. No queda la menor duda de que el proyectil atómicoalcanzará su objetivo. Sus plataformas de lanzamiento, serán subterráneasy profundas, llegando a la superficie solamente para lanzar el proyectil. Es-tas instalaciones estarán esparcidas por todo el país y construidas a pruebade bombas atómicas. El otro país hará igual. El resultado sólo será una tre-menda destrucción de la superficie territorial de los dos países, mientras lasinstalaciones de lanzamiento y de fabricación permanecerán intactas. Habrásido desencadenada una guerra estéril, dispendiosa y sin finalidad. Sólo unsueño de locos de destrucción.

Una vez que el propio bombardeo atómico no constituye una defensacontra ese tipo de ataque. ¿Cómo podremos entonces proteger nuestro paísy nuestras familias contra tales proyectiles lanzados por algún enemigo im-piedoso y criminal, posiblemente a millares de millas de distancia?

A pesar de todas las invenciones y descubrimientos, uno de los factoresde la guerra permanece constante e invariable: el hombre. Al revés de lasciudades, molos y navios, él es invisible desde el aire y normalmente, también

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invisible desde tierra. Una trinchera, un abrigo, un hueco o un montón detierra podrán protegerlo contra una explosión capaz de destruir un fuerteo hundir un acorazado.

En 1943 y 1944, los Jefes Aliados comprobaron que después de que lasmáquinas altamente destructoras —aviones, carros y cañones— habían batidoun área, destruyendo todo lo que en ella se encontraba, el cuerpo humano,bajo la forma de un infante enemigo vivo, aun se encontraba allí inexpli-cablemente y fuera de eso, aun disponía de mayor protección dispensadapor los cráteres y las ruinas. La única manera de destruir a este obstinadoenemigo, era entonces enviar otro individuo semejante, otro infante con ar-mas para localizarlo y destruirlo. Destruirlo en la realidad y no sólo en loscomunicados y partes militares. Este combate era empeñado a una distanciaque variaba entre algunas centenas de metros y el cuerpo a cuerpo. Quedóen evidencia que en este último y decisivo combate, las armas altamentedestructoras creadas por la ciencia, no podían ser empleadas, pues los doscontendores estaban tan próximos que ambos serían detruidos. Así, lasbombas pesadas no pudieron ser usadas contra las tropas alemanas, cuandocombatían contra nuestra Infantería y las mayores bombas que pudieron em-plearse fueron las de 112 y 225 kilos.

Este principio se aplica integralmente a la bomba atómica. Una bombaque destruye un área de 10 km. cuadrados no podrá ser empleada cuandonuestra infantería esté empeñada con el enemigo a escasa distancia. Esteproblema existe desde que fue inventado el primer proyectil. Cuanto mayorsea el radio de acción de un proyectil, más limitado será el movimiento delas fuerzas que acompañan su empleo. Así como el soldado del sigilo XVIII.,no podía usar el sable y la metralla al mismo tiempo, el del siglo XX., tampo-co puede emplear simultáneamente el hombre y la artillería.

El aumento del poder destructivo de los proyectiles, fue relativamentelento hasta 1945. En el apogeo del empleo de los explosivos de guerra, lasgranadas de mano estallaban alcanzando un área de pocos metros cuadrados;los proyectiles de artillería, de algunos metros más y la bomba más pesada,algunas centenas de metros cuadrados. Los ejércitos se veían, vivían y acam-paban del mismo modo del que lo hacían en tiempos del César. El terreno enque se lucha, colinas planicies, montañas o ríos, permaneció inalterable através de los años. El tamaño de los objetivos-hombres, casas, caminos,fábricas, depósitos, vehículos, permaneció más o menos el mismo. Losmás poderosos proyectiles de 1945, no alteraron, por lo tanto, el aspecto ge-neral de la guerra.

El proyectil atómico lo alteró. Es indudable. Un sólo proyectil de estos,puede destruir un área de algunos kilómetros cuadrados.

En la guerra atómica del futuro, si es que ella se realiza, cuanto más le-jos estemos del enemigo, mayor será la, posibilidad de ser detruido en masa.

La más eficiente defensa contra un bombardeo atómico, será destruir ensu origen, las instalaciones de lanzamiento de proyectiles. Para destruir es-tas posiciones subterráneas, será necesario emplear la más flexible y eficien-te máquina de guerra: el hombre. Para transportarlo al país enemigo, sóloexiste un medio práctico, que es el avión de alta velocidad. Objetivos gran-des y vagos como navios o formaciones motorizadas en tierra, serán fatal-mente destruidos. Solamente el avión posee la velocidad necesaria para con-

PREVISIONES SOBRE LA GUERRA. . .

seguir la sorpresa de lanzar contra un país una represalia relámpago a unataque atómico lanzado por éste. Cada hora perdida corresponderá a unaenorme destrucción material.

En la guerra atómica, no podrá efectuarse la aproximación gradual alas líneas enemigas. No existirán zonas de retaguardia ni líneas terrestres decomunicación, ni el transporte y abastecimiento como lo conocemos actual-mente. La Infantería aerotransportada, que será la única defensa positivacontra la bomba atómica, estará compuesta exclusivamente de tropas deasalto.

Estas tropas tendrán que se desembarcadas suficientemente cerca delenemigo para evitar el empleo de su artillería atómica. El período crítico,estará comprendido entonces entre el momento del desembarco y el primercontacto con el enemigo. Tendrá que ser evitado a todo costo que éste las lo-calice durante este período y para esta finalidad, contribuirán valiosamentelos más importantes atributos de la infantería, o sea su capacidad de disimu-lación y su movilidad en el terreno. Cuanto más cerca lleguen del enemigoestas fuerzas, mayor será su seguridad, quedando completamente a salvo deataques atómicos, cuando establezcan contacto con el adversario. Porque elpeligro de destrucción será igual para las dos fuerzas.

La esencia de los principios estratégicos y tácticos de la guerra atómica,será aproximarse lo más rápidamente que sea posible al enemigo. "Aproxi-marse o perecer", podra ser la futura divisa del Ejército.

Las tropas desembarcadas por vía aérea serán la única salvación contrael asesinato en masa de nuestro pueblo. Las plataformas de las V-2, de lasegunda guerra mundial, simples recuerdos de un arma de poco poder ofen-sivo, sólo fueron puestas fuera de combate por la acción de las fuerzas te-rrestres. En la próxima guerra, no podremos demorar tres años en formaruna fuerza naval y terrestre de invasión y lanzar un ataque a 36 km. por ho-ra. Tendremos que movernos en el espacio de pocas horas y nuestra infante-ría aerotransportada, tendrá que dislocarse a una velocidad de 800 ó 900 Kms.por hora, so pena de ser destruida donde esté.

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46 MEMORIAL DEL EJERCITO.

LA ESTRATEGIA EN LA GUERRA ACTUAL.por el Capitán IGNACIO SOBASOLA LL, de laAcad. de Art. de España.

Si existe algún arte cuyo empleo exija conocimientos profundos de todasclases, geopolíticos, económicos, científicos, históricos, diplomáticos, es induda-blemente la estrategia. Puede, por lo tanto, afirmarse que tiene tanto de militarcomo de civil. Además, la guerra preparada y dirigida por la estrategia es unaempresa de toda la nación, la guerra total, como se dice hoy. Sus ciudadanostienen que trabajar más o menos intensamente para conseguir la victoria desu país. No hay nada más interesante, por consiguiente, para la Oficialidad delEjército que un estudio sobre la estrategia, toda vez que orienta la reflexión yel trabajo intelectual en múltiples direcciones.

Podría preguntarse si el objeto de la estrategia ha sufrido alguna varia-ción. Creemos que no. Leyendo, por ejemplo, a Foch, en cierto modo siemprede actualidad, dice: Los antiguos sistemas de guerra, grandemente conservado-res de la fuerza armada, empleaban, para conseguir sus fines, la astucia, la ame-naza, el combate, la invasión del territorio y ocupación de sus ciudades. DesdeNapoleón, la guerra moderna utiliza todos los medios a su alcance y no conocemás que un solo argumento: "La acción de las fuerzas". Hasta no derrotarcompletamente al enemigo en el campo de batalla, no se discute con él. Elestratega busca en todas sus operaciones la preparación de la batalla; luego unavez ganada, se repite el ciclo con el mismo fin: preparar y ganar otra batallamás. Poco hay que cambiar de esta definición para que siga teniendo aplicaciónen nuestros días; hasta substituir la palabra "batalla" por acción de fuerza, yes evidente que la estrategia, hoy como ayer, debe estudiar y preparar las ac-ciones de fuerza sucesivas que obliguen a la capitulación del enemigo. La bata-lla, como luego veremos, no es más que una de las acciones de fuerza que la es-trategia prepara. Aunque el objeto y fines de la guerra no hayan variado, laestrategia ha caído, sin embargo, durante este último conflicto, en una serie deconfusiones, debidas a la aparición de nuevas armas, y que han dado lugar,desde el cese de las hostilidades, a una multitud de reflexiones que trataremosde ordenar.

Hasta 1940, la dirección y ejecución de la guerra no había experimentadopor descubrimientos científicos, ninguna variación. Continuaban en vigor losprincipios inmutables desde Julio César a Joffre. Los nuevos medios que laciencia ponía a disposición del Ejército modificaban verdaderamente la manerade dirigir la batalla, su intensidad, violencia, velocidad; pero seguía siendo la"batalla", en tierra o en mar, hombres frente a hombres. Por consiguiente,la "táctica" se modificaba en mucho mayor grado que la estrategia.

Pero desde el final de la guerra es indudable que los progresos científicoshan cambiado no solamente la manera de combatir, es decir, la táctica, sino quetambién la estrategia ha experimentado, no una evolución, sino una revolución,o quizá mejor, empleando la definición del General Colin, ha sufrido una "trans-formación". Los progresos científicos han transformado profundamente la ma-niobra estratégica, ya se la considere en el espacio o en el tiempo; incluso ladefensiva estratégica, tal como la concebíamos hasta ahora, ha experimentadoigualmente notable transformación.

LA ESTRATEGIA EN LA GUERRA ACTUAL. 47

LOS NUEVOS MÉTODOS DE GUERRA.

Primeramente haremos una descripción rápida de ios descubrimientoscientíficos capaces de influir en la dirección y ejecución de las operaciones.

En primer lugar, las "telecomunicaciones"; su desarrollo extraordinario,a partir de 1940, en el campo de la televisión, de la detección electromagnéticay de la radiodirección, permite al hombre extender su radio de acción por todala superficie del globo. La detección electromagnética (el radar) es ya conocida.Dirigiendo por radar los cazas británicos contra los bombarderos alemanes, sesalvó Inglaterra de la invasión: la detección electromagnética se ha desarrolla-do desde entonces en una forma extraordinaria. En la actualidad, los avionesde bombardeo, la aviación de protección naval, los barcos de guerra, localizanpor radar el avión o submarino enemigo; el aviador ve, interpretando debida-mente su cuadrante florescente, el territorio por donde vuela; el marino ve, enidéntica forma, la costa sobre el mismo cuadrante, y el tiro en el mar puedeefectuarse igualmente por radar con cierta precisión. De los 80 equipos de radiode que dispone un acorazado y de los 10 de un avión de bombardeo, la mayoríason radars. El estudio de la propulsión cohete permitirá intensificar los pro-gresos de las telecomunicaciones mediante la teledirección y televisión. Por en-cima de la confusión de la batalla terrestre, aérea y naval —escribe el CoronelCombeaux— se alza el genio de la telecomunicación, que, burlándose y hacien-do caso omiso de la distancia y del tiempo, teje instantáneamente la malla deun pensamiento único entre los elementos dispersos de los Ejércitos modernos.Es el tercer elemento fundamental de la guerra, tan importante cerno el fuegoy el movimiento.

El "avión", que ha adquirido gran importancia estratégica merced a suradio de acción, en constante aumento, por ejemplo, el B-29 americano vuela10.000 Km. sin escala, y se anuncia que en estos próximos años aparecerán nue-vos tipos de aparatos que vuelen 21.000 Km. sin interrupción. La velocidadaumenta también constantemente más allá de 720 Km. por hora y 8.000 de al-titud, la hélice alcanza su máximo rendimiento; en su lugar aparece el motorde reacción térmica, que comprime y calienta el aire, que sale luego al exteriorpor una tobera y como por encima de 15.000 m. de altitud no existe aire sufi-ciente, la propulsión cohete da al avión velocidades considerables, supersónicas.El clásico combate aéreo no es posible ya a semejantes velocidades. En un por-venir inmediato, el, avión podrá atravesar las regiones polares en condicionesnormales. Merced a la radiodetección, se controlan y se efectúan desde tierralos aterrizajes dificultosos. Las condiciones atmosféricas entorpecen cada vezmenos la navegación aérea. Y, por último, el avión puede volar sin piloto: radio-dirigido, o piloto automático.

El "proyectil-cohete" es otro de los descubrimientos científicos apareci-dos en esta guerra, y que es actualmente objeto de estudios y ensayos. Se tratade un proyectil gigante, ultrarrápido, efectuando el recorrido de su trayectoriapor la estratosfera o por la ionosfera. Se cree que en un plazo relativamentebreve adquirirá una velocidad de 5.000 Km. por hora y 100 Km. de flecha tra-yectoria, pudiendo ser radiodirigido o automáticamente; en el primer caso, esdirigido por radio desde tierra o desde un avión; en el segundo caso, se lanzacontra el objetivo merced a un detector electromagnético instalado en el pro-yectil: el calor, el ruido, la luz, la masa metálica del objetivo actúan sobre eldetector, atrayendo al proyectil. Se han conseguido ya resultados interesantes

48 MEMORIAL DEL EJERCITO.

con esta clase de proyectiles; por ejemplo, la bomba americana "Slomb", em-pleada contra la marina japonesa, era radiodirigida sobre el objetivo por mediode las imágenes recibidas de un aparato emisor de televisión instalado en labomba; la "Rhenitochter'' alemana, cuyas pruebas finalizaron en mayo de3945, era radiodirigida desde tierra.

También deben mencionarse los progresos de la D. C. A. no obstante esténlejos de constituir una protección completa contra las agresiones aéreas. En laactualidad existen el proyectil-cohete que hace explosión por radio o automáti-camente por radar, en la proximidad de las formaciones aéreas: son objeto deestudio los llamados proyectiles "Cazadores", atraídos por el avión o proyectil-cohete enemigos. Teniendo en cuenta que la velocidad remanente de estos pro-yectiles es considerablemente superior a la inicial, es posible que los estudiosde la D. C. A. se orienten en el sentido siguiente: buscar a priori los robots ene-migos por robots cazadores que crucen el aire. No obstante la destrucción deobjetivos enemigos importantes, podrá efectuarse evidentemente por explosionesatómicas en altura: porque, a pesar de todo, y esto es muy importante, desdeel punto de vista estratégico "el espacio aéreo no está totalmente protegido"; Esde señalar igualmente el desarrollo y progreso de los medios técnicos de lanza-miento, de aterrizaje y abastecimientos de las fuerzas aerotransportadas.

Y llegamos al más sensacional de los descubrimientos científicos la "bom-ba atómica". El explosivo atómico es 13.000 veces más potente que el mejor detos explosivos químicos empleados hasta ahora; su eficacia se extiende a varioskilómetros alrededor del punto de caída. La bomba de Hiroshima ha arrasadotodo completamente en un radió de acción de 2 Km. y ha ocasionado enormesdestrucciones en un radio de 5 Km. Las pérdidas humanas fueron avaluadasen 65.000 muertos, 80.000 heridos, de los cuales 10.000 graves. La radioactivi-dad ha durado un mes. Se ha calculado que esta explosión fue equivalente alefecto de un bombardeo de 300 B-29 con 10 toneladas cada uno de explosivos.Por último, la temperatura se elevó alrededor de 100.000 grados.

Explosiones atómicas pueden efectuarse a "domicilio" mediante el empleode un avión, proyectil-cohete, o incluso por simples saboteadores.

Los sabios americanos han calculado en cinco años el tiempo que una granpotencia necesitará para encontrar el procedimiento de fabricación de explosi-vo atómico más apropiado a sus recursos y en tres años, el necesario para prin-cipiar la construcción de bombas; el costo de estas bombas oscilará entre 10 a100 veces menos que las bombas ordinarias en igualdad de destrucción.

Es interesante mencionar como nuevo método de guerra los venenos radio-activos de empleo posible en una futura guerra. En una conferencia dada enla Sorbonne en 1946, por Mr. Bertrand Goldsmith, miembro del Comité cientí-fico de energía atómica, ha aludido a este descubrimiento científico, cuyo estu-dio, iniciado en los Estados Unidos en 1942, hubo de abandonarse por su carác-ter terriblemente inhumano: consistiría en lanzar productos radioactivos deuna pila atómica sobre una ciudad, que quedaría inhabitable en el término deunas horas y muertos sus habitantes al destruir por radiación las células dela sangre.

Resumiendo esta rápida descripción que hemos hecho de los nuevos mediosde guerra, se ha de consignar que todos ellos se caracterizan principalmente porla potencia, gran radio de acción y velocidad muy elevada, de tal manera queconstituyen de por sí acciones de fuerza de gran alcance estratégico.

LA ESTRATEGIA EN LA GUERRA ACTUAL. 49

LAS ACCIONES DE FUERZA ESTRATÉGICAS

Hasta 1942, es decir, hasta el momento en que los aliados tuvieron un con-cepto racional de la guerra, la batalla en tierra o en mar no tenía otra finalidad .que destruir la voluntad de combate de una nación. La estrategia coordinabauna serie de batallas, que acababan efectuándose en territorio enemigo, con laocupación de sus vías férreas, puertos, centros políticos y económicos.

Napoleón, por ejemplo, antes de la batalla de Jena, buscaba en una o va-rias ¡batallas la destrucción del enemigo, del Ejército Prusiano, para finalizarcon la conquista de Berlín, centro político: Estaré en Berlín antes que ellos,decía, y en ésto basaba su plan de guerra.

La estrategia de l914-1918 continuó con estas mismas características queprevalecieron de nuevo en 1940, y más tarde, también, con la estrategia alema-na, que no supo o no pudo emplear la Luftwaffe más que con fines tácticos.

Pero, a partir de 1942, los aliados pusieron en práctica el "bombardeo es-tratégico", suya organización y planes definitivos quedaron trazados en Casa-blanca, en enero de 1943. En virtud de esa nueva modalidad de empleo de laaviación, los objetivos de toda guerra, como centros políticos, económicos, vías.de comunicación, son objeto de destrucción "antes de que la batalla terrestrellegue a ellos": ésta fue la misión principal de la aviación, y desde entonces sucometido estratégico. Por otra parte, aparece en 1945 la bomba atómica en elarsenal de guerra aliado; de tal manera, que actualmente pueden definirse lasacciones de fuerza siguientes:

—Bombardeo estratégico con bombas cargadas de explosivos químicos.—Batallas aéreas autónomas,—Explosión atómica—Batallas de superficie, terrestre y aeronavales.

¿Cuáles son las características esenciales?Del bombardeo estratégico escribe el General Carl Spartz: Esta acción de

fuerza que Alemania descuidó en sus años de triunfo comprende una campañade guerra aérea independiente, buscando la decisión y dirigida contra los cen-tros vitales del enemigo, y es —continúa diciendo— el primer procedimientoque la Historia registra para paralizar la vida mecánica de una potencia in-dustrial enemiga fuertemente organizada. Posee una movilidad estratégica ytáctica y una elasticidad propia del medio en que actúa: la tercera dimensión.

Esta acción de fuerza que exige el empleo en masa de la aviación se efectúa,contra objetivos estratégicos que no pueden ser destruidos por las fuerzas te-rrestres: cada beligerante, teniendo dispersada su potencia industrial por todoel territorio, las fuerzas terrestres del asaltante no podrían alcanzar los centrosde producción y transformación del enemigo hasta el final de las hostilidades

El bombardeo estratégico exige el dominio del aire mediante la batallaaérea. Esta constituye una acción de fuerza estratégica en toda la acepción dela palabra. Es menester, evidentemente, buscar la batalla con la aviación ene-miga con objeto de destruir su potencia y facilitar las operaciones aéreas autó-nomas. Se desprende del conjunto de operaciones aéreas que ninguna acciónefectuada en la tercera dimensión es independiente de las otras.

M. del E. 4.

50 MEMORIAL DEL EJERCITO.

El arsenal estratégico ha aumentado sus medios destructivos, como ya seha dicho, con la explosión atómica. En el inventario de las acciones de fuerza,antes citado, podría aducirse que los bombardeos con bombas atómicas debieranincluirse en la categoría de bombardeos con bombas ordinarias. ¿No es acasola potencia la única diferencia entre la bomba de explosivos químicos y la dela energía atómica? Además, 3.000 toneladas de explosivos ordinarios, ¿no efec-túan iguales destrucciones que una bomba atómica ? En efecto: los resultados sonexactos, pero las características son completamente distintas.

En primer lugar, el empleo del explosivo químico ordinario requiere masade aviación y numerosas bombas, mientras que el empleo de la bomba atómicaes mucho más discreto; es suficiente un avión o un proyectil de propulsión-cohete para provocar la explosión. Aun más, un simple saboteador que introduz-ca en el territorio enemigo los elementos de una bomba puede provocar la des-trucción de una ciudad. Una potencia, neutral en apariencia, puede ocultarsecretamente, antes de romperse las hostilidades, un avión y una bomba en be-neficio de un beligerante, al que está ligado por acuerdos secretos. Vemos, porconsiguiente, que la explosión atómica es una acción de fuerza que se apresta,en una forma tan intranquila como sorprendente, a la sorpresa estratégica, yesta particularidad debe tenerse muy en cuenta. Además, las destrucciones cau-sadas por una bomba atómica alcanzan una extensión tan considerable, que laprecisión del punto de caída tiene mucha menos importancia que la que necesa-riamente debe tener un bombardeo estratégico, si se quiere que sea eficaz.

Por último, y esto es de importancia capital, el espacio aéreo no está total-mente protegido; hace falta aún mucho más de lo que actualmente dispone laD. C. A., y si aviones y proyectiles-cohetes pueden ser derribados, no es posibledestruirlos todos antes de que lleguen a actuar, es decir, que no se puede impe-dir que cierto número de ellos pasen y actúen; el bombardeo estratégico ordina-rio puede que resulte, por consiguiente, comprometido, de poco rendimiento;pero si se trata de un bombardeo atómico, bastantes bombas llegarán a sus obje-tivos y aplastarán los centros vitales del país.

Y en este cataclismo destructor, ¿las batallas terrestres tienen todavía al-guna finalidad? Indudablemente, si. El objetivo de la guerra no ha variado;es preciso acabar con la voluntad de combate del adversario y el bombardeode su retaguardia, la destrucción de sus vías de comunicación y de sus zonasindustriales no impedirán que el enemigo siga combatiendo; sus fuerzas desuperficie estarán en condiciones de impedir que nuestra flota garantice lostransportes necesarios y se aproxime a sus costas, y al mismo tiempo quenuestro Ejército penetre en su territorio o en aquellos que controle. Y aunqueel final de la guerra no ofrezca dudas para el vencedor, es menester aniquilar

al enemigo, invadir su territorio, extenderse por toda su superficie, aplastarlas guerrillas y ocupar su capital, centro nervioso del país; Alemania no hacapitulado sino después de la batalla de aniquilamiento que principió el 6de junio de 1944 en el Oeste y aún antes, en el Este. Y, sin embargo, no po-dían tener ninguna esperanza en una solución airosa. La explosión atómicaacortará, sin duda alguna, la duración de esta batalla; pero, no obstante, liacapacidad de resistencia es enorme, el hombre se endurece y se acostumbra alas perspectivas más aterradoras de la guerra trabajará bajo tierra con la es-peranza de un cambio de fortuna en el curso de las operaciones, con el empleode nuevas armas (recordemos a Goebbels, que probablemente no mentía), yconservará la voluntad de vencer hasta el último instante.

LA ESTRATEGIA EN LA GUERRA ACTUAL. 51

En el mar, las líneas de comunicaciones tendrán una importancia ex-traordinaria en una guerra planetaria. Probablemente, el transporte maríti-mo de tropas se hará en menor escala, mientras que el transporte estratégico-aéreo aumentará. Es posible también que disminuya el transporte de explo-sivos por mar, por el empleo en gran escala de los proyectiles-cohete. Todo-redundará en una reducción del tonelaje marítimo; pero, sin embargo, el mar-estará siempre surcado por transportes y por los barcos de guerra indispensa-bles para asegurar las líneas de comunicaciones y las costas.

Como consecuencia de la explosión atómica, parece ser que se tiende adiluir las grandes formaciones navales, y que incluso desaparecerán los gran-des convoyes de transporte y los grandes barcos de guerra (los "Capital-ships", como dicen los anglosajones), substituyéndolos por barcos especiales de-guerra de menor tonelaje.

La batalla aeronaval conservará toda la importancia que ha tenido eneste último conflicto; a la disposición de las formaciones navales es posible sele asigne el carácter de una prohibición, efectuada lenta y prolongadamenteen una amplia zona.

La batalla aerotransportada deberá considerarse como normal en una gue-rra futura. Posee la sorpresa estratégica, y esta particularidad le permitiráefectuar una acción fundamental para da defensiva estratégica: conseguir alprincipio del conflicto, mediante el empleo de unidades aerotransportadas, ladestrucción por sorpresa de la industria atómica subterránea enemiga.

La batalla terrestre será a menudo anfibia. (Durante esta última guerra,,esas líneas críticas que son las costas han influenciado poderosamente en lasdirecciones estratégicas. Antes de 1944 se dudaba fueran posibles los desembar-cos a viva fuerza; en la actualidad se admiten perfectamente, incluso frente auna costa poderosamente fortificada. No hay más que comparar las direcciones,estratégicas de las principales batallas de 1914-1918 con las de 1940-1945, paraobservar el cambio que indicamos. Además, siendo la guerra futura interconti-nental, los vaivenes de los Ejércitos beligerantes, avanzando o retrocediendo deuna y otra parte de los océanos, hará que las batallas sean frecuentemente an-fibias. Por último, se ha observado también en esta guerra que la batalla te-rrestre efectuada en tierra firme mantiene una dirección estratégica, y nosobre un "frente" determinado, y que la guerrilla en la retaguardia ha sido,en Francia como en Rusia, lo mismo que en España en 1810, de una eficaciaconsiderable.

Tales son "actualmente" las acciones de fuerza esenciales de una guerra;probablemente mañana aparecerán nuevos medies y, con ellos, nuevos métodos,de guerra.

Resulta curiosa la característica totalmente diferente de estas acciones defuerza. :De un lado, la potencia aterradora de los bombardeos estratégicos, "po-tencia mecánica" que destruye sin distinción; de otro lado, potencia de la ba-talla de superficie, desarrollándose con lentitud; pero "potencia ágil e inteli-gente del hombre", capaz de adaptarse constantemente a los acontecimientos.

Los caracteres particulares de cada uno de ellos influyen diferente, peroprofundamente también, en el desarrollo de la maniobra estratégica en el tiem-po y en el espacio.

52 MEMORIAL DEL EJERCITO.

LA MANIOBRA ESTRATÉGICA EN EL ESPACIO.

Siendo la guerra futura intercontinental, los teatros de operaciones se-ex-tenderán a lo largo de mares y continentes, y, por consiguiente, la necesidadde la retirada estratégica se hará más imperiosa. Ya en 1940, el Ejército inglésretrocede y franquea el mar; el Ejército francés retrocede hasta el mar, y aun-que no lo franquea, la intención fue de replegarse a Africa y poner el mar depor medio. En 1942, los rusos retroceden hasta el Volga, y esta gigantesca reti-rada les permitió proseguir la lucha. Por otra parte, la violencia de las bata-llas terrestres adquirirá tal intensidad, que un incidente, puede ocasionar lapérdida de. un vasto territorio. Esta violencia, la amplitud de las operacionesaerotransportadas, la precisión del proyectil-cohete a distancias pequeñas (delorden que separan las pequeñas naciones europeas), ya no permiten consideraroperaciones importantes en el interior de continentes exiguos. Los métodos deguerra modernos necesitan espacio; por necesidad mecánica, la guerra se haceintercontinental. Además, la Historia va confirmando esta evolución, este ca-rácter intercontinental de las guerras, cada vez más acusado de un conflicto aotro. Lo que indica que la acción bélica no es más que la consecuencia de pro-blemas de tipo económico, político y diplomático. Admitido, por lo tanto, quela maniobra estratégica se desarrollará a través de mares y continentes, podemosrelacionar dos distancias: una, que el meridiano terrestre mide 40.000 Km., laotra, que un avión recorre ya 10.000 Km. sin essala, es decir, la cuarta partedel meridiano. El carácter intercontinental de la guerra tiene, por consiguiente,consecuencias importantes en la maniobra estratégica. Se habla de la "estrategiaártica", y, en efecto, el ¡hecho de que el Artico tenga la probabilidad de ser unnudo de comunicaciones intercontinentales, puede, efectivamente, convertirseen teatro de operaciones. Aviones y proyectiles-cohetes estarán muy pronto encondiciones de franquear sin obstáculos los espacios helados del Polo. Es preci-so tener en cuenta, por otra parte, que el hemisferio Norte comprende la mayorparte de las tierras emergidas; que la línea directa de Nueva York a Moscú(8.500 Km.) pasa por Groenlandia e Islandia; la de Nueva York a Trkoutsk oNamking (9-11.000 Km.) por el mismo Polo; la de Nueva York a Tokio por Alas-ka (1.000 Km.), y el camino más corto de París a Tokio (11.000 Km. aproxima-damente) pasa por la parte más septentrional de Siberia.

La amplitud de las operaciones de una próxima guerra exige que la naciónque dirija la maniobra estratégica disponga del mayor número de bases posi-bles.

Las llamadas bases estratégicas tienen hoy más importancia que nunca:además de su condición de bases aeronavales, contarán con rampas de lanzamien-to de proyectiles-cohete. Pero si estas grandes fortalezas, poderosamente ar-tilladas y protegidas, situadas en estratégicas posiciones geográficas, son nece-sarias, serán también de una utilidad excepcional para un futuro beligerantelas "bases ligeras" de reducida guarnición. En efecto; que una gran potenciatenga en distintos puntos del globo bases ligeras que guarden solamente algu-nos aviones con bombas atómicas, huelga decir la utilidad que le proporcionarándichas "bases". Incluso pueden ser secretas, o establecerlas con discreción ab-soluta en un país neutral simpatizante del beligerante y vecino del futuro ad-versario ¿Qué dificultad existe para disimular un pequeño avión y una bombaatómica? No echemos en olvido la importancia de estas bases.

LA ESTRATEGIA EN LA GUERRA ACTUAL. 53

El mapa político de la guerra futura seré evidentemente, menos complicado,más sencillo; se verá una gran potencia ocupar la totalidad de un continentepor grado o por fuerza, utilizando para la guerra intercontinental, y en benefi-cio suyo, la potencia económica de las naciones ocupadas. Estas naciones secun-darias, es decir, las que no dirigen la maniobra estratégica general, estarán al-gunas de corazón con el adversario, y otras, por lo contrario, trabajando a la fuer-za para él. La maniobra estratégica desencadenada a través del mundo exigeuna adaptación de las acciones de fuerza, según la naturaleza del objetivo y te-rritorio donde se encuentre situado. La explosión atómica, por ejemplo, seempleará difícilmente en la destrucción de una zona industrial de guerra si-tuada en territorio amigo, ocupada por el enemigo; probablemente se emplearánen este caso los bombardeos estratégicos con bombas ordinarias. En cambio, lasfábricas de superficie del adversario, puertos fluviales o marítimos, bases estra-tégicas, centros políticos, serán objetivos indicados para los bombardeos atómi-cos. La destrucción de las fábricas atómicas subterráneas, rampas de lanza-miento situadas bajo tierra, serán objetivos de los Ejércitos aerotransportados.

LA MANIOBRA ESTRATÉGICA EN EL TIEMPO.

Ha sufrido, si cabe, mayor transformación. En efecto, el peligro atómicoes de tal naturaleza, que la victoria será del primero que dé, máxime teniendoen cuenta que el espacio aéreo no está suficientemente protegido.

Las primeras explosiones atómicas que se produzcan en un país beligeran-te deshacen en un momento su organización política, administrativa y económi-ca, y esta parálisis inicial le causará probablemente la derrota. La sorpresaestratégica inicial no ha tenido nunca consecuencias tan categóricas; seráun Pearl Harbour elevado al infinito.

No es posible ya diferir ni aplazar el esfuerzo estratégico máximo, todavez que habrá que emplearlo desde los primeros momentos de la guerra.

Sorprendido por el bombardeo estratégico inicial con la destrucción simul-tánea de sus fábricas vitales subterráneas por unidades aerotransportadas, elenemigo estará vencido. Si no capitula, el bombardeo estratégico buscará ladestrucción de su aviación y potencia industrial. Y si el enemigo no se rindiesetodavía, aparecería la batalla terrestre en su propio territorio para aniquilarle,destruyendo sus fuerzas terrestres.

Y éste es el drama de la guerra futura, si representamos por una curva lasvariaciones del esfuerzo estratégico en función del tiempo, observamos, en loque respecta a la guerra futura, que esta curva es la inversa de la obtenida enconflictos anteriores; hasta ahora, dicha curva partía de un mínimum, por lomenos la que correspondiese a un beligerante que le sorprendiera la guerra,para alcanzar el máximum hacia el fin del conflicto. En la futura guerra, estacurva debe presentar un máximo desde ios primeros momentos, so pena de seraplastado. El panorama que se presenta es angustioso, porque es necesariopreguntarse: ¿Es posible en estas condiciones la defensiva estratégica, princi-palmente al principio del conflicto? La nación que, por ejemplo, nos hace hoyprotestas de amistad, puede atacarnos mañana por sorpresa. Podemos inclusoser objetos de sabotajes con bombas atómicas, introducidas en el interior delpaís por agentes de otra potencia y destinadas a la destrucción de centros vita-les, zonas industriales, etc. Por sorpresa también, su aviación y proyectiles-

54 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cohete impedirán nuestras posibilidades de reacción frente a la agresión de quesomos objeto. Actualmente, y por el momento, no se encuentra otra soluciónque no sea la ofensiva inmediata tan pronto como sea posible. De todas maneras,previamente y en tiempo llamado de "paz", deberá intensificarse la informa-ción política y el espionaje, como medios auxiliares indispensables de la defen-siva estratégica. Igualmente la preparación de un plan de guerra bien detalladoes una necesidad imperiosa de la defensiva, plan que deberá adaptarse constan-temente a las variaciones y fluctuaciones de la política exterior. Los mediomateriales de la maniobra estratégica inicial deben estar siempre a punto y enconstante alerta. En estas condiciones, ¿dónde está la paz? ¿Dónde está laguerra? Verdaderamente, la confusión es cada vez mayor entre estos dos esta-dos del planeta.

Si la puesta en marcha de los medios de la batalla terrestre puede dife-rirse en último extremo, la puesta en acción de los medios de la ofensiva estra-tégica no puede retrasarse. Esta declaración de un General japonés es, induda-blemente cierta: Nuestro antiguo concepto sobre las relaciones entre el espacioy el tiempo ha hecho sencillamente explosión.

Febrilmente, las grandes potencias se apresuran en estar al día respectoa los nuevos descubrimientos científicos de destrucción, ante el temor de que-dar retrasados, porque el retraso ya no supone una batalla perdida, ni la reti-rada de 1914, ni el armisticio de 1940; supone, sencillamente, el inmediato ytotal aplastamiento. Y si no se quiere conservar definitivamente el actual des-equilibrio entre las posibilidades de la ofensiva y las de la defensiva, es fun-damental hallar una solución que permita la protección total del espacio aéreode una nación, única manera de que el equilibrio quede nuevamente establecido.Como antes la táctica, la estrategia marcha a partir de ahora, a remolque dela ciencia.

Tomado de la revista "Ejército", de España.

SITUACIÓN DE LA AVIACIÓN FRANCESA. 55

SITUACIÓN DE LA AVIACIÓN FRANCESA

Traducción de MARCELO MARTIN D.Tte. Crnel. ex Agregado Mil. en Francia

I.—EL MATERIAL.

En el momento en que se organiza la unión política, económica y militaroccidental, parece oportuno mostrar cuál es la situación actual de la Avia-ción Francesa, la que podría ser llamada a jugar un rol importante en nues-tra Defensa Nacional y en la de la Europa libre.

Hablando francamente, esta situación no es brillante. Las fuerzas aéreasde 1939-1940, por muy insignificantes que fueron, se llenaron de gloria. Losmiles de aparatos de todos tipos de que se componía abatieron, en 1940, amás de mil aviones enemigos, en seis semanas.

Se conoce el hermoso esfuerzo de constitución de las fuerzas aéreas li-bres. En el momento de la liberación se componía de 4 escuadrillas de caza,3 de bombardeo, 1 de reconocimiento, 1 de transporte, 3 regimientos de pa-racaidistas y un regimiento de artillería anti-aérea; equipados de Thunder-bolt, Spitfire, Mustang y Aircobra para la caza; Halifax y Marauder parabombardeo; Lightning para reconocimiento y Dakota para transporte. Elgrupo Normandía-Niémen, que había combatido en el frente Oriental, con-taba con aviones de caza Yak - 9. Pero la infraestructura estaba completa-mente arrumada. A pesar de los cientos de obreros, las usinas no tenían la-boratorios ni oficinas de estudio.

Sería cruel volver sobre los errores del comienzo de la postguerra: laconstrucción en serie del material perdido, la ilusión de llegar a los proto-tipos originales en cinco veces menos tiempo que los ingleses, los maestrosen materia de aviación a reacción...

Esperando la realización de las promesas de los técnicos, los militaresno tuvieron más que comprar en Inglaterra y ¡los Estados Unidos el mate-rial y los repuestos necesarios para mantener" lo que tenían. Las" desilusionesse acumularon: el fracaso del So-6.000, prototipo del avión francés a reac-ción con turbina alemana; trágico accidente del "Cargo pesado Cormo-rán", dificultades del stato-reactor Leduc. El milagro es imposible en laAviación El señor P. H. Teitgen, reconociendo la política de megalomanía,declaró con coraje, que se encontraba en presencia de un "vacío" de lomenos tres años y que sería necesario taparlo con compras en el extranjeroy las fabricaciones bajo licencia, en Francia.

Gracias a una política de prudencia y de economía, la Aviación disponetodavía de tantos aviones como tenía en la victoria, alrededor de tres mil,de los cuales, más o menos la. mitad, serían disponibles para la primeralínea: aviones de batalla, de transporte, de enlace y de escuela.

El cuerpo de batalla está constituido por la primera División Aéreasituada en Alemania, bajo las órdenes del General Murtin. Está formadaa base de aviones de caza del tipo 1945, en la mayoría Thunderbolt o Spit-fire, y tiene igualmente una escuadrilla de reconocimiento que se hizo notar

MEMORIAL DEL EJERCITO.

el año pasado por los bonitos trabajos fotográficos que realizó en el AfricaCentral y en Francia misma, en provecho de organismos civiles.

A esta División Aérea hay que agregarle las escuadras de caza situadasen el Africa del Norte y las formaciones que siguen protegiendo; nuestrastropas contra las emboscarlas del Vietminh, en Indochina. En todos los terri-torios de ultramar disponemos de escuadrillas de seguridad, armadas de Sie-bel ex-alemanes. En cuanto al bombardero, demasiado costoso en tiempos depaz, debió ser abandonado, como en Gran Bretaña; sólo la escuadrilla de cua-drimotores Halifax de Burdeos, utilizada además en transporte, sigue repre-sentándolo. En total, el cuerpo de batalla propiamente dicho, cuenta, al parecer,más o menos con 500 aparatos, lo que es comparable a lo que la Real FuerzaAérea tiene actualmente en primera línea en Gran Bretaña. Pero ninguno deestos aparatos es moderno. En cambio la R. F. A. está completamente rearma-da de sus magníficos cazas a reacción, de los cuales hemos oído recientemente asus turbinas desgarrar el cielo de Bretigny. La Aviación Militar Francesa nodispone todavía de estos nuevos aparatos.

Después del viaje del señor Jean Moreau a Londres, Inglaterra ha con-sentido en darnos, bajo forma de préstamo, 30 Vampiros y un cierto númerode aparatos de entrenamiento. Nuestros pilotos constatan que Bélgica comoasimismo las naciones que no se han adherido al pacto de Bruselas, comoSuiza y Suecia, ya han recibido, por prioridad, magníficos Vampiros, o Me-teoros de Inglaterra.

La Fuerza Aérea tiene además una aviación de transporte de más o me-nos 200 aparatos: Junker-52 y Dakota-DC-3. Tripulado por un personal es-cogido, asegura numerosas relaciones lejanas hacia Saigón, Madagascar o Braz-zaville, realiza verdaderos esfuerzos y obtiene un magnífico rendimiento. En1947, transportó 130.000 pasajeros (30% de la cifra de la Air France) y al-canza a 164 millones de pasajeros-kilómetro (30% de la cifra de la Air Fran-ce) 18.800.000 toneladas-kilómetro (110% de la cifra de la Air France).

Si la situación es satisfactoria, en lo que concierne al personal, no es bue-na en lo referente al material.

Si muchos de los Junker-52 están todavía en buen estado, los Dakota encambio están usados hasta el límite. Luego sólo aquellos están capacitadospara realizar, en la línea de Indochina, por ejemplo, algunas largas etapasexigidas por la situación política. La prohibición de instalarse en Egipto o enLevante hace pasar la línea por Tobrouk, Chipre e Irak, saltando la escalade Palestina o El Cairo. Mientras tanto, se trata allí de una parte de laaviación francesa particularmente interesada para la economía general de lanación. Debemos agregar que no descuida sus tareas puramente militares yque asegura el entrenamiento de nuestras tropas llevadas por avión tanto aFrancia como al Africa del Norte.

La tercera parte —la más importante numéricamente— de nuestro mate-rial está constituida por la aviación liviana y de enlace. Tenemos ahí una ma-sa importante de más o menos 1.500 aparatos pequeños, generalmente de tipoalemán, construidos en 1944 y que están en condiciones de prestar buenos ser-vicios. Los principales son el Norte-l.000 (ex-Messerschmitt-108), pequeño cua-driplaza liviano y muy agradable, los bimotores alemanes Siebel, Ceasná, Be-echeraft americanos y Caudron-Goéland francés (no vale la pena citar aquílas desgracias sufridas por las alas de los Morane-500).

Por último, la cuarta categoría de aparatos es la que está en servicio enlas escuelas y cuya nueva dotación significa un grave problema. ¿ De qué ser-

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SITUACIÓN DE LA AVIACIÓN FRANCESA. 57

viría, en efecto, que nos suministraran mañana centenas de Meteoros o deSkystreak si no tenemos el personal capacitado para utilizarlos? Las escuelasson la base de renovación de la (Aviación Francesa.

II.—EL PERSONAL.

En lo ,que concierne al personal especialista, mecánicos y técnicos en ra-dio particularmente, nuestras escuelas están muy bien instaladas: ¡la escuelade mecánicos de Rochefort o la escuela de radios de Auxerre son modelos queacaban de admirar los extranjeros. Ahí no falta más que una cosa: los alum-nos.

La situación material de los cuadros subalternos sobre todo del personalde suboficiales no navegantes, es modesta a pesar de las recientes reclasificacio-nes y no alcanza a ofrecer sueldos comparables a ciertas remuneraciones in-dustriales. Un subteniente empieza con 173.000 frs. anuales; puede ganar co-mo máximo 241.000 frs. (a los cuales se le agregan 133.560 frs. de gratifi-cación de vuelo y 36.612 o 42.555 frs. de gratificación de alojamiento). Latasa mínima del sueldo de Comandante es de 402.000 frs. al año. máximo495.000 frs.; a estas sumas se le agregan 212.000 frs. por vuelo, 52.560 y53.976 frs. por gratificación de alojamiento (soltero). El sueldo total de unGeneral de División es o de un millón 67.888 frs. o de 1.138.616.

Actualmente, y a casi no hay contratas en la aviación, los suboficiales quecumplen su contrato no se quieren recontratar, y parten a la vida civil a unacadencia acelerada.

A nuestras escuelas de especialistas les faltan candidatos. No es de temerque Europa Occidental se encuentre luego en la situación de Bizancio de 1453que, con más de un millón de habitantes entre sus murallas, encontró apenas7.000 combatientes —de los cuales la mayor parte eran mercenarios extran-jeros— para defender su independencia en aquel momento del asalto final.

Los Oficiales.

Si el problema es grave para los suboficiales, para los oficiales lo es to-davía más. Se ha constatado que el número de los candidatos a la, Escuela deAviación es muy reducido. La Aviación ha dejado de contentarse con losfracasados de la Escuela Naval. Mas, esta empieza también, por las mismasrazones, a pesar del atractivo de algunos cruceros lejanos, a faltarle aficio-nados y su porvenir es cada vez más sombrío. En cuanto a la ilustre EscuelaPolitécnica ha cesado desde hace tiempo, de proporcionar un número conve-niente de oficiales al Ejército. A pesar de toda la propaganda que se ha po-dido hacer, el año pasado, un sólo X —el joven Méric de Bollefond— ha pe-dido ser aviador.

Para entender la razón de estas abstenciones basta considerar la escalade la reclasificación de los funcionarios públicos. Para el joven que sale dela Politécnica, la función de subteniente queda en un índice relativamente ba-jo: es cierto que este grado se pasa luego.

Mientras tanto, nos dirán, ¿los oficiales no han sido siempre mediocre-mente pagados? Es justo, Pero tocamos aquí lo más grave. Que los oficialeseran mal pagados es cierto, pero gozaban en cada ciudad de una estimacióny de una situación social que les hacía soportar con más facilidad sus asuntosprivados. Hoy día ya no es lo mismo. El Ejército se toma muy a menudo por

MEMORIAL DEL EJERCITO.

un cuerpo inútil, casi nocivo, puesto que absorbe una gran parte del presupues-to de la Nación. Los militares sienten a menudo esta disminución de conside-ración. Es de temer que sus hijos no entren a la Escuela de Aviación.

Además, en lo que concierne a los aviadores, hay que señalar que su si-tuación material es relativamente inferior a la que era en otro tiempo. Paradar un ejemplo, un teniente de 1914, ganaba 250 frs. al mes. Si era pilotorecibía una gratificación de vuelo de 250 frs., ésto doblaba su sueldo y lo con-vertía en un verdadero "boyard" con respecto a sus compañeros. Hoy díala diferencia ha llegado a ser casi despreciable, puesto que no es más que un11% del sueldo total.

Así la situación de las escuelas no es más que un reflejo de la situación,general del Ejército. Sin embargo, la aviación hace de los jóvenes que deseaningresar a ella, especialistas competentes para crearse, en seguida buenas si-tuaciones en la vida civil. Sus pilotos, sus mecánicos de aviones, auto, moto,sus técnicos en radios, sus especialistas en radar, sus telefonistas, sus armado-res de línea, tienen prioridad en las compañías privadas.

Pero la conveniencia no es esa y es preciso cambiarla rápidamente.Hay además otra razón, y más profunda todavía, sobre e lmalestar ge-

neral del personal en el Ejército y particularmente de la aviación. Es la queresulta, después de una depuración mal hecha, con la salida de una cantidadde oficiales y de suboficiales de valer técnico probado, considerados como fal-tos de sentimiento patriótico, porque la mayor parte, había obedecido a lasconsignas de sus jefes, siendo reemplazados por una masa de oficiales y sub-oficiales provenientes de la resistencia cuyas calidades de patriotismo eransin duda indiscutibles, pero de lo que menos se puede hablar es de su valertécnico y profesional, que era y es débil.

Luego, esta cantidad de mediocres, que por el juego de la ancianidad, esmás o menos seguro que alcance los grados relativamente elevados, tapa-rá muchos ascensos meritorios. Además, estos ascensos en tiempo de gue-rra han sido terriblemente mal administrados. Los franceses han cometido,una vez más, el error de recompensar los actos de heroísmo por ga-lones, es mejor, como lo hacen los anglosajones, reconocerlos por condecora-ciones. El galón debe sancionar no los actos extraordinarios, sino la capacidaddel comandante, que no tiene ninguna relación con las calidades de tiradorescogido necesarios para ser un as de la guerra.

Se había llegado pues, en 1945, a tener coroneles de 37 años y generalesde 41: esto daba a la aviación francesa el record del mundo de juventud paralos cuadros superiores; batía a los mismos norteamericanos cuyos generales, con-trariamente a lo que se cree, eran normalmente de edad madura.

El estancamiento entonces era seguro. Para evitarlo se han rebajado loslímites de edad. Bajo el pretexto engañoso de que Jos cuadros en la Aviación de-ben ser capaces de pilotear los aviones modernos, se ha llamado a retiro a lostenientes coroneles de 46 años, a los coroneles de 48 y a ios generales de 50.Como si el papel esencial de un oficial general fuera gobernar el bastón deun avión de caza. ¿Se le exige al director de la fábrica Renault que sea untorneador escogido o al señor Lemaire que conduzca un Pacific-231?

El resultado de estas medidas infelices es que actualmente un joven quequiere entrar a la aviación sabe, por una parte, que va a marcar el paso mu-chos años detrás de una masa de poco valer, y por otra que, aunque lleguea salirse del pelotón a precio de un gran esfuerzo, lo pondrán fuera del ser-vicio antes de sus 50 años, es decir, demasiado tarde para hacerse una situa-

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SITUACIÓN DE LA AVIACIÓN FRANCESA. 59

ción civil y demasiado temprano para vivir de su retiro, pues a los 50 añostodavía no se ha terminado, en general, la educación de una familia.

En cuanto a los suboficiales, que tienen la facultad de retirarse a los 35años, con una pensión proporcional, muchos ni siquiera esperan esta edadpara tomar la situación civil remunerativa que les vale una tecnicidad pro-bada. De todas maneras, su límite máximo, como sedentarios, es de 42 años,es decir que un ayudante-jefe mecánico se va en plena fuerza y en plena for-ma. Así lo han querido los legisladores.

III.—LA ORGANIZACIÓN Y EL PORVENIR.

¿Por qué tantos hombres para tan pocos aviones?

Por el momento la aviación francesa cuenta con alrededor de 80 milhombres, repartidos en 5.000 oficiales, 25.000 suboficiales y 50.000 soldados.Sobre estos 80.000 hombres el personal navegante no es superior a 4.500. Esomuestra bien el problema particular del personal que necesitan las armas téc-nicas, y singularmente, la Aviación.

Existe aquello tanto en un avión como en una locomotora. Antes que éstapueda remolcar su primer wagón, la Compañía debe haber dibujado el itine-rario de la vía, vaciado los túneles, acondicionado los terraplenes, construidolos puentes, aplanado las ramblas, señalado los paso nivales. También debenhaber sido construidas las estaciones: de pasajeros, de mercaderías y de dis-tribución, así como los talleres de reparaciones y de abastecimiento — sinhablar de los órganos de administración.

No le pidamos a la aviación hacer volar los aviones antes de que todo lonecesario esté en su lugar. Comprenderemos entonces que de los 80.000 hom-bres, los aviadores navegantes, sean solamente un número de 4.500. Se ha cal-culado además que el número de hombres puestos en línea por avión de com-bate, que se rebajaba a 55 al final de la guerra para la gigantesca aviaciómamericana, debe establecerse alrededor de 100 hombres para una Aviaciónpequeña como la nuestra.

Antes de pensar en el personal de las unidades de vuelo se pondrá en,su puesto la administración central y regional, los organismos territoriales mó-viles y los instructores; los servicios de material, de vigilancia, de seguridad,de D. A. T., de transmisiones, de infraestructura, el personal de las Escuelasy de los Establecimientos de investigaciones, de ensayos y de reparaciones.

Luego, un territorio tan grande como el de :1a Unión francesa, con susterrenos dispersos en las 5 partes del mundo, con sus redes que cubren elmapa-mundi, sus innumerables puntos sensibles, su organización centralizada,necesita como mínimun 60.000 hombres. Esta es la aviación de hoy día: hayque aceptarla tal como es, en todos los países del mundo. La aviación en Fran-cia, con respecto al total de las Fuerzas Armadas, es más o menos un 10%.En Rusia, esta proporción es de un 20%, en Inglaterra del 25% y en losEstados Unidos de un 30%.

La comparación que hemos hecho más arriba entre la aviación y unacompañía de ferrocarril nos ha hecho palpar la importancia de la infraes-tructura. La aviación francesa, destruida en un 90% vive en ruinas. No hayni una de nuestras bases donde no se pueda ver los hangares hundidos, losedificios destruidos, las murallas ennegrecidas, montones de piedras acumu-

60 MEMORIAL DEL EJERCITO.

ladas. Se ha corrido lo más rápido: se han rehecho las pistas y se han cons-truido barracas a toda prisa, solución de emergencia y costosa, que no asegu-ra ni el confort para el presente ni ofrece garantías para el porvenir. Losprecios fabulosos que tienen hoy día las construcciones nuevas, la falta deobra de mano y de materias-primas, la supresión dolorosa del señor Maroselli—que se trata actualmente en la Asamblea Nacional— la manía de las peque-ñas cuotas que acuerda una pincelada de créditos a cada una de las bases enlugar de concentrar todo el esfuerzo en una de ellas, para construir algo de-finitivo, además la incertidumbre del Estado Mayor sobre el desarrollo futu-ro de la Aviación, forman las principales causas de un estado de cosas casicatastrófico.

El Porvenir.

Así 79.000 hombres de las cuales 50.000 "2-clase", 3.000 aviones viejosdel tipo 1945, una treintena de los grupos de combate entrenados, las Escue-las bien organizadas, pero cuya vida técnica no tiene mas que un hilo, un sis-tema de enseñanza superior en pleno renacimiento, viril, atrevido y poco con-formista, una infraestructura que sale penosamente de sus (ruinas, una D. A..T. esporádica, un servicio del material que busca como mantener los 75 tiposdiferentes del material aéreo y los 800 tipos diferentes del material rodantecon que se cuenta, un servicio técnico compuesto de ingenieros jóvenes de ta-lento, pero que tropieza con una organización de sociedades de construcciónnacionalizadas, un personal de suboficiales con poca preparación, un per-sonal de oficiales cuyo valor medio ha bajado mucho desde 1939 y cuyo re-clutamiento aso ha sido normal, un alto Comando equivalente al de las otrasarmas (tiene la suerte de contar entre sus jefes al presidente del Comité delEstado Mayor, uno de los más eminentes cerebros militares del país) peroque le falta —como a las otras Fuerzas Armadas— una doctrina estratégicabien definida. Esta es pues, la aviación de 1948.

¿ Qué podría ser la de mañana?Tendría que llegar a ser el eje de nuestra Defensa Nacional. Ella recla-

ma el primer puesto. Quiere tener, como los EE. UU., la primera línea de de-fensa del país.

Para esto tiene que resolver 3 cuestiones capitales: la del personal, la delmaterial y la de la doctrina.

Para el personal de Oficiales, que se elimine a los que no valen, que es-torban a los de grados bajos. Para ello bastará, por una parte, reestablecerun serio examen de admisión para el grado de Capitán. Paralelamente se de-berá crear otro cuadro. El cuerpo de oficiales de los equipos del aire, análogoal de la marina —cuerpos de ejecutantes limitados a ciertas funciones, sepa-rado en todo caso del comando y de la perspectiva de los grados altos. LosOficiales salidos del rango podrán prestar ahí servicios útiles y alcanzar asíuna situación material conveniente. Ellos ya no estorbarán al cuerpo deoficiales navegantes del aire. Por otra parte —el problema más vasto— hayque revalorizar la función del militar. Entonces en tiempo de paz se necesi-tarán pocos militares, pero bien pagados.

Para el material la aviación se arreglará comprando, en el extranjero, má-quinas modernas, se comenzará a construir bajo licencia, y en fin se conti-nuarán sus investigaciones propias, para construir un pequeño número dé pro-totipos cuidadosamente estudiados.

SITUACIÓN DE LA AVIACIÓN FRANCESA. 61

Para la doctrina es indispensable que el Gobierno la precise. Es necesarioen fin que los soldados de tierra comprendan que un avión es más eficaz cuan-do abate el caza-bombardero que los va a acribillar a golpes que cuando tratade ir a ametrallar un bosquecillo en donde se ha creído descubrir una reu-nión o agrupación.

El dogma "batalla aérea ante todo" la deben admitir todos. La aviaciónllegará a ser el "senior service".

La salud de Europa Occidental puede y debe estar asegurada por unaaviación de defensa potente. En la hipótesis de un conflicto mundial la ba-talla aérea del Rhin sería para Europa como la batalla aérea de Inglaterra.Al lado de sus aliados la Aviación Francesa debiera tener un puesto importante.Hay que darle los medios para ganarlo.

62 MEMORIAL DEL EJERCITO.

EL FUTURO DEL BLINDADO COMO ARMADE LA MOVILIDAD

Mayor D. D. A. C. WILSON.

Cualquier artículo escrito en el presente momento sobre temas militares,está necesariamente colocado y afectado por los puntos de vista del autor so-bre las aplicaciones de la energía nuclear en la guerra terrestre. Dejar deconsiderar este factor, al tratar cualquier problema militar actual, es comorepresentar Hamlet sin el príncipe como una venganza y lleva inevitablemen-te a la formulación de ideas y conclusiones falsas.

Este artículo, entonces, está basado en la tesis de que la guerra nuclear,entre dos potencias o grupos de potencias cualquiera en el mundo, no será unaproposición práctica dentro de los próximos diez años. Solamente una poten-cia, Estados Unidos, está en posesión plena tanto de los secretos científicosy del potencial industrial necesario, como de los aparatos requeridos parala conversión de la energía nuclear para fines militares. Es dudoso que cual-quier potencia pueda considerarse suficientemente capacitada para lanzar una"blitzkrieg" nuclear, sin prevenir a una potencia adversaria, no sólo por te-mor a las represalias, sino también, debido al desastroso efecto que podría cau-sar tal ataque en la conciencia del mundo civilizado. Por estas razones, pue-de afirmarse, con un razonable grado de seguridad, que la guerra nucleardescrita por el General Turker en su libro "Energía y guerra nuclear " nose producirá, al comienzo de una guerra, dentro de los próximos diez años.

Dejando de lado temporariamente una "Blitzkrieg" nuclear, debemosconsiderar el desarrollo probable de los primeros acontecimientos de cualquier¡guerra mundial futura. El desarrollo de la guerra a través, de los tiempos,muestra que toda guerra ha comenzado siempre en forma parecida como habíaterminado la anterior; los períodos de paz raramente se ven caracterizadospor nuevas concepciones tácticas o estratégicas. Por ejemplo, las primerasoperaciones de la I. Guerra Mundial en 1914, fueron más parecidas a las dela guerra francoprusiana de 1870 que a las operaciones finales de 1918. Dela misma guerra, las operaciones en la línea Maginot en 1939 son más pare-cidas a la guerra de posiciones de 1918 que a la batalla de Normandíá y elfranqueo del Rhin en 1944-1945.

Es por lo tanto fácil deducir, que cualquier futuro conflicto terrestre durantelos próximos diez años entre las mayores potencias, será probablemente des-arrollado en sus comienzos en forma parecida a la II Guerra Mundial, supo-niendo siempre que la energía nuclear sea evitada en el principio de la gue-rra por las razones más arriba señaladas. Esto no significa negar que pue-den haber pequeños cambios, pero éstos probablemente serán de detalle.

Particularmente, hacia el fin de la campaña de Túnez y en algo menorgrado después, las fuerzas blindadas fueron él arma dominante durante laII Guerra Mundial. El ataque alemán a Polonia, el colapso de Francia, lasvictorias alemanas en Rusia en 1941, fueron todos debidos al concurso de lafuerza blindada. La guerra en el desierto del oeste y principalmente en Tú-nez, siguió también este impulso; sin embargo, hacia el fin del período, ladominación del blindado, en ambos bandos, fue disminuida grandemente porel aumento del calibre y poder de las armas antitanques. No obstante la do-

EL FUTURO DEL BLINDADO COMO ARMA.. . 63

minación del blindado, se reflejó en la minuciosidad con la que los coman-dantes de todos los grados estudiaron sus incursiones con tanques, lo que es-tablece y llega a ser segunda naturaleza, basar un plan en la cantidad y enel calibre del blindaje disponible de cada bando. El valor de la infantería,en la opinión de muchos comandantes, había sido reducido al mínimo, con-siderándola como "seguidora" de tanques y fue relegada a misiones de man-tenedora de bases firmes y desalojar los bolsones de resistencia que habíansido sobrepasados u omitidos por el todopoderoso blindado.

La batalla de El Alamein y la firme y dura lucha de la campaña de Tú-nez, hicieron mucho para nivelar la balanza, que en Italia durante las cam-pañas de invierno de 1943-1944 y 1944-1945, la llevó a inclinar hacia la in-fantería como el, arma dominante. Sin embargo, tan pronto como brilló el soly el barro del invierno y de principios de primavera, se convirtió en el polvode principios de verano, fue en el blindado en que los comandantes, tanto enel oeste europeo como en el teatro del Mediterráneo, fijaron las esperanzaspara sus éxitos decisivos. Los avances en Italia desde Cassino a Florencia(1944) y desde el Senio a los Alpes (1945), fueron predominantemente ope-raciones blindadas después de una lucha inicial; de infantería, mientras queen Francia y en Alemania las persecuciones desde Falaise al Sena y Scheldty desde el Rin hasta la rendición en Luneburg Heath, fueron igualmente ope-raciones en las que las formaciones blindadas representaron un papel prin-cipal. Es así evidente que el blindaje era el arma dominante en la tierra du-rante la última guerra, aunque muchos de sus éxitos no pudieron ser conse-guidos sin una victoria previa por el combate de la infantería.

¿A qué factor debe principalmente su prominente actuación el blindadoen la guerra recién concluida?

Una ojeada a la historia y al desarrollo de la guerra, no obstante rápida,hace esto muy claro. Durante la II Guerra mundial las fuerzas blindadas cons-tituyeron el arma de la movilidad, la que fuera representada por los elefan-tes de dos cartagineses, los caballeros de la dad Media, la caballería del Prín-cipe Ruperto y Cromwell en el siglo XVII o las brigadas ligeras de la guerrapeninsular y mantuvo siempre el centro de la atención militar. La única ex-cepción a esta tendencia ocurrió en el frente occidental durante la I GuerraMundial, cuando las concepciones tácticas y estratégicas en ambos por diver-sas razones, alcanzaron un nivel muy bajo. Los últimos acontecimientos de lacampaña de Palestina mostraron que la aparente excepción en el oeste, a laley de la dominación del arma de la movilidad, era ocasionada solamente poruna sorprendente falta de comprensión militar y la guerra de posición de1914-1918 puede por esta razón ser interpretada no como una excepción a una-ley de la historia, sino como el lógico producto de la falta de un profundoconocimiento táctico y estratégico por parte de los comandantes de ambosbandos de la "tierra de nadie".

El blindado debe, entonces, su posición dominante durante la guerra1939-1945, al hecho que constituyó durante todo su desarrollo el arma de lamovilidad. Debemos considerar ahora, hasta qué punto es probable que enel futuro retenga su posición de dominio. La reciente, guerra muestra la con-quista gradual del tanque por el arma antitanque. El artículo del BrigadierCarver "Tanque y antitanque", aclara que últimamente el tanque más pesa-do era incapaz de avanzar frente a una cortina antitanque si no era prece-dida por un rodillo de fuego de la artillería o por la aviación. Además, los in-fantes bien instruidos y disciplinados, con sus "basookas", eran capaces a lasdistancias próximas, de detener un ataque de tanques, a menos de que este

64 MEMORIAL DEL EJERCITO.

último fuese apoyado y acompañado por infantería. El contraste entre lasorganizaciones corrientes de la división blindada británica de 1941 (dos bri-gadas blindadas, un batallón de infantería) y la 6.ª División blindada britá-nica en Italia, 1944-1945 (una brigada blindada, dos brigadas de infantería),muestra la declinación del poder del tanque. En efecto, es casi cierto decirque, salvo contra resistencia desorganizada que ra sido ya derrotada por com-bate de la infantería, el tanque no es ya el ganador de la lucha, sino que hasido reducido a la categoría de arma de apoyo. Si bien las formaciones blin-dadas son incapaces de asaltar a posiciones organizadas, debido al dominiode los cañones antitanques bien emplazados y reforzados en el terreno, con-tinúan siendo los dominadores de las armas antitanques arrastradas, mien-tras que en similares condiciones, con la cooperación de infantería instruidaen el trabajo en unión con los tanques, pueden imponerse a los cañones anti-tanques autopropulsados. El continuo dominio de las, formaciones está bienpatentizado en esas circunstancias por las operaciones de las unidades blin-dadas del Mariscal Montgomery al otro lado del Rhin y por la otra parte de-cisiva jugada en la destrucción de los ejércitos alemanes al sur del Po, en Ita-lia, por la 6.ª División blindada británica. Debe, sin embargo, hacerse notarque en ambos casos la resistencia había sido arrollada por el combate de la in-fantería y que en ninguno de ellos los enemigos contaban con un arma aéreacapaz de cansar por ocupaciones, a las fuerzas aéreas aliadas.

El blindado, por lo tanto, habiendo sido el arma dominante en la tierradurante la guerra 1939-1945, fue perdiendo rápidamente su posición hacia elfin (grandemente como resultado de que su movilidad a la que había debidopreviamente su dominio, era restringida por el desarrollo del cañón an,titan-que y las armas antitanque de la infantería). Sin embargo, retiene su dominiocuando las operaciones llegan a ser fluidas, pero para que esto se produzcase requieren condiciones especiales, por ejemplo, en flanco abierto permanen-te (como en el desierto del oeste) o un enemigo derrotado previamente por com-bate de infantería (como después del franqueo del Rhin o del genio). Haciael fin de la guerra, en efecto, el blindado era el arma de la movilidad sola-mente en presencia de ciertas condiciones especiales, sean existentes natural-mente o creadas artificialmente.

Dejemos de considerar ahora cómo pueden ser obtenidas en el futuro es-tas condiciones especiales de guerra flúida, de otra manera que por combatecuerpo a cuerpo de la infantería, como en El Alamein o en el valle del Lirí,en mayo de 1944. La victoria bajó tales condiciones, de por sí costofeas, llegaa ser un lujo desastroso tan pronto como las bajas alcanzan la escala de lasoperaciones similares durante la I Guerra Mundial. Durante los últimos acon-tecimientos de la guerra 1939-1945, la capacidad de nuestros comandantes ynuestra abrumadora superioridad combinada mantuvieron limitadas nuestraspérdidas en este tipo de operación, pero debemos estar preparados en cual-quier conflicto en el que haya equilibrio de material para inclinar la balanzahacia el defensor, pues las bajas de un ataque directo llegarían a ser prohibi-tivas. El problema de iniciar la batalla de otra manera que por un éxito encombate de infantería, si bien no es apremiante en la actualidad, lo será encualquier guerra futura donde haya un equilibrio material aproximado entreambos contendientes.

La solución a este problema radica seguramente en un amplio desarrollodel transporte aéreo. La enorme evolución del avión de transporte, realizadaen los seis años pasados, puede verse claramente en el tiempo empleado parael despliegue de la fuerza expedicionaria británica y el de las cinco divisio-

EL FUTURO DEL BLINDADO COMO ARMA... 65

nes hindúes efectuado por aire desde el Arakan hasta el frente del Imphal en1944 en Birmania. El transporte aéreo está aún en los primeros pasos de sudesarrollo, pero los progresos ya hechos, muestran claramente su potenciali-dad tanto práctica como estratégica.

En la actualidad se puede decir con certeza que las fuerzas aerotrans-portadas solamente son capaces para misiones tácticas a causa del peso y vo-lumen limitado de equipo que puede ser transportado por aire. Arhem mostróque las tropas aerotransportadas son capaces solamente de avances muy limi-tados después de aterrizar y que dependen, para mantener su objetivo, de larápida llegada de las tropas terrestres que las siguen. En la última guerra,el éxito o el fracaso de una operación aerotransportada dependió de la llegadao no dé las tropas terrestres. El éxito de las operaciones alemanas en Cretaen 1941, constituye la excepción que prueba la regla, ya que los defensorescarecían de apoyo aéreo y fuerzas blindadas. Por eso, en futuros avances, lacapacidad de las fuerzas aerotransportadas para cumplir con éxito una mi-sión estratégica, dependerá del despliegue de las tropas terrestres que las sigan.

Puede afirmarse razonablemente que el desarrollo del transporte aéreo per-mitirá el movimiento por aire de las tropas que siguen en una operación aero-transportada.

Para los fines de este artículo es más distante suponer que puedan trans-portarse por aire tanques del tipo del Sherman.

¿Cuál será, entonces, el modelo de una operación aerotransportada en elfuturo?

La primera fase, probablemente, no diferirá mucho, salvo en magnitud,de la actual; tropas de paracaidistas empleadas como en la última guerra, conel apoyo máximo de todos los aviones de bombardeo y de combate disponibles.La diferencia principal radicará en la zona en que deban lanzarse las tropasparacaidistas, pues debiendo las tropas de abastecimiento que los siguen, di-rigirse hacia ellos, será posible lanzar el primer escalón mucho más profun-damente y, por lo tanto, estratégicamente opuesto a las líneas tácticas. Lazona de lanzamiento de los paracaidistas debe no obstante incluir a todacosta un aeródromo y terrenos descampados donde se pueda construir conel equipo que se lanza desde el aire nuevas pistas de aterrizaje necesarias pa-ra el gran volumen del transporte aéreo que sigue.

En la segunda fase aerotransportada, las, tropas que siguen llegarán enaviones de transporte a las pistas de aterrizaje que hayan sido capturadas oconstruidas. El segundo escalón incluirá unidades de una división blindadaaerotransportada, la cual saldrá fuera de la base firme mantenida por lainfantería aerotransportada del primer escalón, para operar contra el flancoabierto o las líneas de comunicación del ejército enemigo. Su tarea principalen esta oportunidad debe ser la captura y ocupación de todos los aeródromoso campos aptos para el aterrizaje con el objeto de obtener rapidezrien el fu-turo despliegue de la masa de las tropas aerotransportadas. El proceso de lasacciones durante este período seguirá en líneas generales el desarrollo de unacabeza de puente en cualquier otra operación combinada, pudiendo sobrevenirun período. de aparente estancamiento como en Auzio y en Normandíá, peroesto es tanto indeseable cómo peligroso.

En la tercera fase, el ejército aerotransportado operará en unión con lastropas terrestres que le siguen en un esfuerzo por aislar al enemigo en el cam-po de batalla. Este ha sido el último objetivo de los comandantes de tropas

M. del E. 5.

68 MEMORIAL DEL EJERCITO.

posible en las apremiantes horas de la guerra, vivir exclusivamente a ex-pensas de algo cuya posesión depende de la voluntad ajena.

Nadie que tenga idea de lo que es la guerra moderna, podrá negarel extraordinario recargo a que se verán obligados los automotores paraatender dentro de la zona del interior, la redoblada distribución de ele-mentos para las fuerzas armadas y el pueblo todo. Nadie podrá ignorar elenorme consumo de combustible, no sólo para los vehículos, sino tambiénpara el movimiento de la industria y las íntegras actividades de la nación.Y si a eso se agrega el fabuloso consumo de una poderosa y penetrante avia-ción, lo mismo que el de las fuerzas blindadas y mecanizadas dentro de laszonas de operaciones, si se piensa en la vulnerabilidad de las vías férreasante los ataques aéreos, lo que obligará a cubrir muchos sectores con eltransporte automotor, no costará deducir cuan rápidamente verá agotadassus existencias automovilísticas con sus correspondientes accesorios, quienhaya hecho un abundante y desproporcionado empleo de ellas desde la pazy desde los primeros momentos de la guerra.

Si las poderosas fuerzas germánicas, a pesar de las grandes acumula-ciones previas y de sus meditadas previsiones, se vieron obligadas en ciertosmomentos de la camparía en el frente oriental, a detener sus operacionespor la escasez de nafta y de repuestos para vehículos; si ni siquiera pudieronmantener el terreno conquistado frente a un enemigo de fuerzas más o me-nos equivalentes, fácil será suponer el pavoroso problema que se les presen-tará a todos aquellos países de escaso poder industrial que deban hacer unaguerra en territorios proporcionalmente tan extensos como aquellos.

Si se pudiese acumular, desde la paz, una enorme cantidad de aviones,vehículos blindados y camiones, el problema se solucionaría en cierta forma.Pero, tal cosa resulta casi imposible. Su financiación alcanzaría cifras sidera-les, no existiendo país en el mundo capaz de afrontarlas. Esto, sin contar que;llegado el momento culminante, lo más probable será que no pueda con-tarse con los medios calculados. Todo se habrá convertido en material anti-cuado. La mayoría se habrá gastado y diluido en la paz y durante las inicia-les operaciones de la contienda, lo cual será tanto más gravé en los territo-rios extensos y despoblados, donde las hostilidades pueden llegar a teneruna prolongada duración. Sólo los países fuertemente industrializadospodrán mantener el ritmo del progreso automovilístico y aéreo, lo mis-mo que prepararse adecuadamente para la movilización y la conveniente re-posición durante la guerra.

El dilema, por lo tanto, es apasionante para los pequeños países en for-mación. Si no tienen en el momento decisivo las fuerzas aéreas y blindadasindispensables, es condenarse a la derrota. Pero, si se las crea artificial ysacrificadamente desde mucho antes de iniciarse las hostilidades, en desme-dro de las energías físicas de la Nación, que son las que nutren las posibili-dades militares, es ir al agotamiento económico y, por consiguiente, también ala derrota.

Se trata de uno de los tantos complejos inherentes al estudio de lascuestiones orgánico-estratégicas. Y sólo lo resolverá con acierto el Estadoque cuente con estadistas y soldados capaces de vislumbrar cuando la gue-rra resultará inevitable, para hacer en sus vísperas la más conveniente con-centración de elementos. Y, entretanto, encarar el problema con espíritu

ALGO MAS SOBRE CABALLERÍA Y . . . 69

práctico. Extremar el análisis sin divagar en procura de ambiciosas posibi-lidades. Buscar el equilibrio de los factores y los medios.

Por lo pronto, debe aclararse que no se pretende que quienes no se en-cuentren en la privilegiada situación de las grandes potencias, han de re-nunciar a las armas modernas, trátese de la mecanización aérea o terrestre.Tampoco, que debe llevárselas a un estado de inconveniente debilidad. conrespecto a las de los probables enemigos. Lejos de la lógica, semejante cri-terio. No es posible quedar demasiado atrás del movimiento. Aún a costa delos mayores sacrificios y, llegando hasta la indigencia en algunos casos, debecontarse con las armas necesarias para la guerra que se ha de afrontar.

Lo que sí se afirma, es que éstos países que todavía no han alcanzadoun adecuado poder industrial y financiero, deberán proceder con suma cau-tela, no dilapidando el esfuerzo. Deberán evitar el deslumbramiento de lascosas aparentemente hermosas, pero irrealizables en la práctica. Manteneradecuados núcleos mecanizados, sostenidos por grandes reservas en poten-cia. Concretar la justa cantidad de elementos y la forma de alistarlos enel momento decisivo.

Desde luego, que la situación se complica hasta la desesperación paraaquellos pequeños pueblos como los europeos, que tuvieron y tienen en suinmediata vecindad, a pocos kilómetros de sus centros vitales, el peligro deana potencia de gran superioridad mecanizada y de espíritu netamen-te expansionista. Pero, para quienes se encuentran rodeados de potenciaspacifistas, aunque lo sean sólo momentáneamente y por el imperio de lascircunstancias; para quienes tengan, llegado el caso, que enfrentar fuerzasmás o menos equivalentes, el problema pierde buena parte de su gravedad,particularmente si a eso se une la ventaja de territorios extensos y des-cubiertos, que restrinjan la posibilidad de la sorpresa y donde la distan-cia vendría a constituir un factor para la ganancia de tiempo y la termina-ción de los aprestos.

Japón, magüer su poderío mecanizado, nada pudo hacer en los dilata-dos teatros de China, frente a un enemigo primitivo, pero dispuesto a la re-sistencia. Alemania, no obstante la estupenda proporción de armas blinda-das, fracasó en las heladas estepas de Rusia, frente a un adversario vale-roso que sabía aprovechar, flexible e inteligentemente, la desmesurada pro-fundidad de su territorio. Tanto uno como otro, pero más Rusia que China,pues, además, contó con el auxilio de una fuerte mecanización, aunque noten amplia como la de su oponente, supieron aprovechar la vastedad, de suterritorio para anudar la posibilidad de la sorpresa y de la "blitzkrieg" con-cebida.

Por eso, repetimos, cada cual deberá amoldarse a su particular situa-ción. Y compensar la carencia de lo que no se produce y que tantocostará introducir en las apremiantes jornadas de la guerra, con la incre-mentación de lo que se tiene y resultará aprovechable dentro de las propiasfronteras o en una vecindad accesible. Utilizar preferentemente lo que abun-dará en cualquier momento y no lo que deberá importarse desde lejos, acosta de un cuantioso consumo de divisas y sin la seguridad de su oportunallegada.

Los caballos y el forraje, tan escasos en Europa occidental, no lo sontanto en el este, ni en ciertas regiones de China, ni en América del sur,donde existen países que, a la inversa, sufren la penuria de automóviles,y neumáticos, por lo que les resultará conveniente crear una adecuada reser-

70 MEMORIAL DEL EJERCITO.

va de esos elementos, no abandonando la utilización, mientras tanto, de losmedios hipomóviles en los transportes lentos y a corta distancia, lo mismoque, de la caballería dentro de sus ejércitos.

Ningún país de limitada potencialidad podrá realizar la hazaña de man-tener el dominio de los mares y acumular en plena guerra la fuerza mecani-zada que lograron los británicos, por ejemplo, en las vísperas de la memora-ble y decisiva batalla de El Alamein. En cambio, para los que disponen deextensos y fértiles campos, cómo así también de una suficiente cantidad deganado, les resultará relativamente fácil reunir los caballos necesarios parareponer las numerosas bajas de la guerra.

Un distinguido militar norteamericano, refiriéndose a estos países degrandes posibilidades agropecuarias, acaba de emitir una opinión que estoda una advertencia. "Hay menos distancia —ha dicho— de los camposde pastoreo al estómago del caballo, que de los yacimientos petrolíferos alos tanques de abastecimientos". Como se ve, se trata de un llamado a larealidad por parte de quien contempla la situación con la sabiduría y laexperiencia que le confieren su victoriosa participación en "la más grandeguerra mecanizada.

No cabe duda, de que debe evolucionarse hacia la mecanización pero,evolucionar bien No proceder precipitada e irreflexivamente. No copiar ysí adaptar de acuerdo a la probable guerra que ha de librarse y no a las aje-nas. Tal es lo que hacen los pueblos que comprenden el problema de su de-fensa.

Para referirnos a un caso nuestro, en lo que respecta a la evolución haciala movilidad por medio del automóvil, ahí tenemos el viaje táctico realizadoprecisamente por nuestra caballería hace catorce años, en donde, ya en eseentonces, se supuso que todas sus columnas de abastecimiento eran motori-zadas, lo que proporcionó a sus jinetes un impulso y un vigor que les per-mitió llegar y operar oportunamente sobre la retaguardia enemiga.

Se sabía y se aplicaba prácticamente eso de que todo trabajo estratégicoy operativo carece de valor, si es que no se hace en base a un prolijo cálcu-lo sobre las posibilidades del transporte y abastecimiento en la zona del in-terior y dentro del mismo campo operativo, tal como se hizo en el referidoviaje, donde se confeccionaron croquis y planillas especificando hasta eldetalle la progresión de dichas columnas.

La caballería, que sabe ponerse a tono con la evolución de la guerra,por medio del relevamiento de sus fuegos y el mantenimiento de su movili-dad, continúa siendo un arma excelente. Así quedó últimamente probado enla misma Europa, no obstante su deslumbrante alarde mecanizado. Recuér-dese su empleo en España y en Grecia; la lamentación de Patton cuandoafirmase todo lo que pudo haber logrado en el sur de Italia, en el caso de"haber tenido una división completa de caballería, con artillería de monta-ña" ; y, sobre todo, el brillante desempeño de los jinetes soviéticos, que tan-to contribuyeron a la derrota de las renombradas unidades blindadas delReich.

Obstinarse en desconocer esta evidencia, no es realizar buena obra.Afirmar que es el arma destinada a desaparecer primero, aún dentro de lospaíses de precario desarrollo industrial, parece demasiado aventurado.

El caso de Estados Unidos y Gran Bretaña, donde la caballería casi noexiste ya, parece obsesionar a ciertos observadores. No alcanzan a com-

ALGO MAS SOBRE CABALLERÍA Y . . . 71

prender la enorme diferencia entre una guerra extracontinental y sobre lospaíses superpoblados y de pobre desarrollo ganadero y otra a realizarsedentro del propio continente, dotado de buenos pastos y excelentes caba-lladas.

Es natural que Estados Unidos, en su largo y difícil viaje a través delos mares que lo separan de sus probables teatros de operaciones, prefierallevar, en lugar de caballería, otras armas, toda vez que cinco o seis infan-tes resultan el equivalente de cada caballo y su correspondiente forraje.Pero, donde se disponga de estos medios, no existe razón para privarse deun arma tan útil como la caballería.

Para los sudamericanos y para algunos pueblos europeos y del Cercanoy Medio Oriente, más les valiera amoldarse a los procedimientos de Rusiaque, aprovechando su exuberancia agropecuaria y las características de suextenso territorio, resolvió mantener una fuerte caballería, con el éxito co-nocido, no obstante su poder industrial y la segura e inagotable ayuda enarmas mecanizadas proporcionada por sus aliados occidentales.

A l o ya dicho en el volumen 292 de la "Biblioteca del Oficial", podríaagregarse, entre los tantos episodios conocidos más tarde, el de la batalla deMoscú, descripto en REVISTA MILITAR dé abril de 1948, y el del Cuerpode Caballería "Kuban Cossack", en la de mayo de 1948, donde se demues-tra cómo fracasaron las unidades blindadas de Alemania en los dilatadoscampos soviéticos, en oposición al éxito obtenido antes frente a las mal ar-madas fuerzas de Polonia, Bélgica, Holanda y Francia, durante las trágicascampañas de 1939 y 1940.

Jamás había existido hasta entonces una tan elevada proporción de di-visiones blindadas, que la exhibida en aquella gigantesca batalla. Sobre docedivisiones destinadas al desbordamiento de Moscú, por el norte, siete eranblindadas, dos motorizadas y sólo tres de infantería. Y, sin embargo, fueronderrotadas. Canalizadas hacia donde se habían construido importantes y di-simuladas obras de barraje, llevadas hacia donde se encontraba en acechola artillería , antitanque, fueron totalmente acribilladas, mientras la caballe-ría y la aviación, accionaban contra las partes más lejanas de sus atacadascolumnas.

Es que, aparte de otros inconvenientes,. Alemania no contaba con ca-ballería. Carecía del arma con la cual hubiese podido acudir en rápido apo-yo de sus divisiones blindadas. No tenía con qué desbordar rápidamente lasdefendidas zonas del barraje,.

Pero, para que puedan reproducirse estos hechos demostrativos de lavulnerabilidad mecanizada, será preciso contar con buenas y numerosas ar-mas antitanques, diestra y serenamente manejadas. Móviles armas que, me-diante el acompañamiento blindado, motorizado, y de caballería, para pro-teger sus desplazamientos e impedir los desbordamientos laterales de susposiciones, puedan alcanzar rápidamente las zonas más indicadas desde elpunto de vista táctico operativo.

En cuanto al Cuerpo de Caballería "Kuban Cossack", su renombradaactuación constituye una, acabada muestra de la productiva forma en quepuede conducirse el arma en las operaciones de ruptura y en su explotaciónulterior. Una indiscutible demostración de su eficacia en la acción combi-nada con los tanques, tal como en otras ocasiones, lo demostró también en

72 MEMORIAL DEL EJERCITO.

los encuentros donde le fue dado contar con el inestimable apoyo de laaviación.

Los pantanos y los grandes ríos favorecen la canalización de los tan-ques hacia lugares donde su derrota puede ser relativamente fácil, como lofue en la referida batalla de Moscú. En los desfiladeros de los terrenos mon-tañosos, igualmente, pueden colocarse "trampas mortales" para los vehícu-los blindados, tal como se vio en los Balcanes, India e Italia.

Por eso, los pueblos cuyos teatros de operaciones tengan esas caracterís-ticas, dispondrán de una gran ventaja para su defensa contra esas armas,siempre que el adversario no posea una abrumadora superioridad en este sen-tido. Hasta los más grandes partidarios de los tanques, dudan que puedancruzar ríos de esas características, fuera de los contados lugares de pasaje.

Pero, lo asombroso es. que, quienes así dudan, continúen auspiciando undesproporcionado desarrollo de esas armas blindadas, no. obstante tener queoperar sobre terrenos similares a los anteriormente expresados. En otraspalabras, que fomentan el engrandecimiento de un arma —a veces, en de-trimento de otras— no obstante haber reconocido sus limitadas posibilida-des en los escenarios de la guerra probable.

Por otra parte, suelen verse ejercicios de táctica blindada, donde serecalca y pondera la destrucción de los tanques enemigos, después de ha-berse conseguido atraerlos hacia los lugares donde se encontraba agazapadala artillería antitanque, con lo que los propios jefes del arma ratificarían elconcepto sobre la vulnerabilidad de esos vehículos, una vez embretados enzonas fácilmente batibles.

Desde luego, en algunas partes donde se ha conseguido percibir estasverdades, no han querido desprenderse de su caballería, particularmentedonde no se cuenta con un gran poder industrial, disponiéndose, a la inversa,de abundantes y selectas caballadas. Pero, no basta con tener caballería.Es preciso tenerla con los efectivos y el poder necesarios, de acuerdo a lafuerza de los probables adversarios. De lo contrario, se corre el riesgo deque lo poco pueda convertirse en nada, luego de realizados los primeros en-cuentros con la adversaria.

Si se desea aumentar las fuerzas mecanizadas, en la esperanza de reci-bir durante la guerra toda la ayuda exterior como para mantener su poder,deberá hacérselo, pero sin disminuir las viejas armas que tanta utilidadprestaron donde no se había llegado a una densa potencialidad industrial.En todo caso, deberá tratarse de no perjudicar la caballería. Si se admiteque es preciso evolucionar en busca de una mayor movilidad, lo natural se-ría motorizar a quien se desplaza a cuatro kilómetros por hora y no al quelo hace a ocho. Conducir en automóviles a quien se mueve más lenta y sacri-ficadame'nte y no al que lo hace más rápida y cómodamente.

Por otra parte, no se necesita ser muy perpicaz para comprender queun hombre que marcha a caballo cuarenta kilómetros, tendrá que llegar másdescansado que uno que lo hace a pie. Más entero físicamente, más lúcido ycon un mayor caudal de energía para la lucha. Lo prueban nuestras manio-bras, comenzando por la Entre Ríos, en el año 1914, y siguiendo con lasotras hasta la de La Paz, en 1946.

Particularmente esta última, puso en evidencia que, descartando los au-tomóviles con tracción especial, nada se movió más segura e ininterrumpi-damente que la caballería. Fue el arma de la actividad inalterable, trasladan-

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dose por sus propios medios y en las peores condiciones climáticas, desde elUruguay al Paraná y de vuelta, desde éste a aquél, después de haber par-ticipado activamente en todos los ejercicios y, no obstante, no contar con losrepuestos de caballos de que se dispondrá en la guerra,

En cuanto al valor combativo de la caballería, no cabe duda que seráigual al de la infantería siempre que se le proporcione la potencia de fue-go que tanto viene recomendándose y siempre que se le dedique un mayortiempo a la instrucción de combate, en detrimento de la limpieza de gana-do. Su movilidad y su mayor integridad física harán lo demás, compensan-do la relativa inferioridad de fuego que pueda haber subsistido. Así lo hademostrado Rusia, en sus gloriosas experiencias de esta última gran guerra.

Por eso, interesa que se divulgue la necesidad de una mayor instruc-ción de combate, aún cuando deban aprovecharse gran parte de las horasdedicadas a aquella limpieza El arma no debe tener caballos que se enfer-men y se debiliten por la falta de aseo, sino ejemplares rústicos y sobrios, co-mo los de los rusos. Caballos que, con cinco o diez minutos de limpieza an-tes y después dé la ensillada, se encuentren ya en condiciones. Animales que,en la paz, permitan dos horas más de instrucción diaria y que, en la guerra,proporcionen al soldado la oportunidad de un mayor descanso, aumentandosu aptitud para el combate. Caballos que nazcan y se crien y trabajenbajo el sol y las estrellas.

Si con los delicados mestizos de la actualidad, nuestra caballería hademostrado su gran capacidad combativa, ¿qué será contando con resisten-tes caballos criollos que nada saben de mantas, ni de los sufrimientos ori-ginados por las privaciones, el calor, el frío o las lluvias?

En su movilidad y en el menor desgaste del personal, repetimos, resi-den, las grandes ventajas del arma. Ventajas que habrán de reconocer has-ta los más reticentes, una vea que examinen el asunto detenida y desapasio-nadamente, tal como los jinetes reconocen el fulgurante progreso de la me-canización. Tanto, que desde el principio, se miró hacia ella como medio parareforzar la caballería y multiplicar' sus posibilidades, aparte, naturalmente,de su gran función independiente de las características de cada país.

Es sabido que, más que hacia atrás, debe mirarse hacia el porvenir.Que, más que adoptar los sistemas consagrados en las últimas guerras, debepensarse en los que más resultarán en las del futuro, fundándose, claro es-tá, en la experiencia adquirida y en la probable evolución bélica. En tal caso,de admitirse la posibilidad de la guerra atómica o de la bacteriológica,o de la basada en los proyectiles dirigidos o en cualquier otro medio ultra-moderno, no será la caballería la que desaparecerá, sino todas las armas tra-dicionales y, con ellas, las mismas fuerzas blindadas y mecanizadas, preva-leciendo únicamente la aviación, si es que no se llega también a dirigir losproyectiles y la defensa contra los mismos desde distantes observatorios in-vulnerables.

Por consiguiente, el porvenir de la guerra estaría, más que en la meca-canización terrestre, en la aviación y, más aún, en el perfeccionamiento delos más científicos medios de destrucción.

Pero, si en bien de la humanidad se llegase a un acuerdo sobre el em-pleo de esas mortíferas armas, si los beligerantes llegasen a temer efectivasrepresalias, no cabe duda de que ellas serían eliminadas, tal cual últimamente se dejaron de usar los gases.

74 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Ante tales perspectivas, los Estados más fuertes del mundo se previe-nen para las dos posibilidades. Sin dejar de continuar sus investigacionescientíficas, para tomar en todo caso las represalias y adoptar las más indi-cadas medidas de defensa, lo mismo que para la aplicación de un golpe de-cisivo en el momento culminante, como el que aplicó Estados Unidos contraJapón, desfalleciente y debilitado, prosiguen con el perfeccionamiento de susantiguas fuerzas armadas, convencidos de que ellas serán las llamadas a ac-tuar, si es que se alcanza a comprender la cruel inconveniencia de una gue-rra terrorífica.

Los países más pequeños, en cambio, lo mismo que los más jóvenes, quetodavía no han alcanzado la debida madurez, deberán conformarse! con elmejor aprovechamiento de las ajenas experiencias científicas. Ni siquierales será dado preparar su defensa, en base de un amplio despliegue mecani-zado tanto en el aire como en la tierra, porqué fomentar por igual estosdos medios, conduciría a la desventajosa situación de ser débiles en los dos.

Entonces, teniendo que decidirse por uno de ellos, no es difícil deducirque la favorecida deberá ser la aviación, en virtud de ser la que prometeuna mayor efectividad, sea cual fuese la guerra del porvenir y porque es laque tiene el camino del aire libre de los obstáculos que tanto entorpecen ycanalizan el avance terrestre. La mayor dificultad, en cambió, estará en sa-ber determinar la debida proporción entre ella y la mecanización terrestre,siendo menester el más agudo examen de la potencialidad y característicaspropas en relación con la de los probables adversarios.

Ahora, en lo que se refiere a la proporción entre las fuerzas mecaniza-das del ejército y las tradicionales armas del mismo, no cabe duda de queaquellas y más las motorizadas que las blindadas, se encontrarán con visi-ble inferioridad con respecto a la infantería, la caballería y la artillería, sies que se desea dar a la aviación esa preeminencia que aconsejan las proba-bles características de las guerras del futuro, aún en la hipótesis de enfren-tarse pequeños países.

La compensación inicial de esa relativa escasez de la mecanización te-rrestre, estará en buscarle las mejores guarniciones de paz, en proximida-des de los probables teatros de operaciones, a objeto de que pueda aprove-char, con el menor desgaste posible y sin verse sometida a los largos y di-fíciles transportes de concentración, las mejores oportunidades de aoción enlos primeros momentos de la guerra.

Finalmente, dentro de las armas terrestres y en el caso siempre de paí-ses agropecuarios y de extensos territorios, no convendrá de ningún mododebilitar la caballería, que, de acuerdo a su moderna evolución, resultará unarma de gran utilidad, principalmente para operar donde la infantería nopodría llegar a tiempo.

Con una numerosa y potente caballería, impulsada por la velocidad desus motorizadas columnas de abastecimiento y fortalecida con el refuerzo,de suficientes armas blindadas, especialmente para las operaciones a largadistancia, sea antes, durante o después de la batalla, con una caballería cu-ya artillería pesada, antiaérea y antitanque fuese motorizada, lo mismo que

ALGO MAS SOBRE CABALLERÍA Y . . .

sus zapadores, se contará con el arma capaz de compensar, en cierto modo,la carencia de un verdadero poder mecanizado, pudiendo, realizar la gue-rra flexible y móvil que más conviene a los teatros de operaciones extensos,tal como lo demostró la caballería soviética en las arduas y agotadoras cam-pañas de Europa Oriental.

Tomado de la Revista "Ejército" de España, demarzo de 1948.

LA PREPARACIÓN DE LA GUERRA.

LA PREPARACIÓN DE LA GUERRA.

IDEAS GENERALES SOBRE LA DOCTRINA.

Teniente Coronel de E. M. JOSÉ RUIZ FORNELLES.

No es nuevo el concepto de "guerra total"; ni siquiera procede, comoa veces se ha dicho, de la primera guerra mundial de 1914-l8, parque entodo tiempo, siempre que se han puesto en juego intereses vitales para lospueblos, éstos han luchado con la totalidad de sus fuerzas y medios. Perola realidad es que aquella conflagración, fue de tal magnitud y duración yrequirió tal suma de esfuerzos por parte de los beligerantes, que se planteópor primera vez en toda su amplitud el problema de aunar para la consecu-ción del fin común de guerra las energías y actividades, hasta entonces dis-persas y aparentemente menos ligadas al desarrollo de la lucha. Se empezóa hablar del aspecto económico de la guerra, del social, del político, del dela propaganda..., etc., y se pensó en la conveniencia de tener estudiada des-de tiempo de paz la colaboración íntima de tan distintos factores del pro-blema bélico y su orientación y desarrollo para encontrar la solución deéste, una vez planteado, en las mejores condiciones posibles; comenzó a ver-se claro,: en lina palabra, que los responsables de la dirección política delpaís debían preocuparse de las cuestiones concernientes a la conducción ya la preparación de la guerra, y que los altos Jefes militares debían a su vezposeer conocimientos suficientes de los asuntos políticos, porque en, lo suce-sivo las acciones y reacciones de unos sobre otros para cumplimiento de sumisión habrían de ser casi continuas.

Después de esta segunda guerra mundial, la cuestión ha cobrado nue-va" importancia. De un lado, los medios de acción de las fuerzas armadas, alhacer sentir sus efectos en intensidad y extensión en forma insospechada,han llevado la guerra a la totalidad de los territorios y de los mares de lospaíses beligerantes y hasta de sus dominios y colonias; por otra parte, laamplitud de los teatros de, operaciones, y la enorme masa de efectivos movi-lizados, con sus necesidades de, armamento, vestuario, alimentos y transpor-tes, exigen, una contribución cada vez mayor de la capacidad económica eindustrial de la nación; y, por último, el prodigioso aumento de la capacidadde intercambio mundial de ideas y opiniones ha creado un peligroso génerode guerra, el de la propaganda, de una poderosa influencia. Aparecen tam-bién junto a las fuerzas armadas de un país otros aspectos sensibles de ata-que, de los que los más importantes son su economía, que puede ponerse enpeligro por el bloqueo y por la destrucción o la neutralización de sus fuen-tes, y la moral de sus poblaciones, que puede aminorarse y hasta destruirsecon una hábil propaganda. Todas estas circunstancias, junto al carácter ac-tual y previsiblemente futuro de las guerras de coalición, van transforman-do éstas en gigantescos, "sitios" de naciones o grupos de naciones a las quese hace ceder ante la amenaza de asfixia.

En cuanto se refiere concretamente a la actuación de las fuerzas arma-das en la guerra, la transformación profunda del empleo de la aviación con

78 MEMORIAL DEL EJERCITO.

misiones propias y la íntima cooperación en la batalla de las Armas navaly terrestre con la aérea, han suscitado una serie de cuestiones de orden es-tratégico y táctico de dirección y de ejecución que exigen un premeditadoestudio.

Resulta, por lo tanto, que el problema de preparar la guerra o preve-nirse' contra ella y conducirla en todos sus aspectos es tan complejo y vasto,que no puede plantearse y menos resolverse con el criterio particularista deuna concepción puramente militar. Esté problema es de difícil solución, enla práctica, y cuántas soluciones se han propuesto o se han ensayado adole-cen de multitud de inconvenientes, que no pocas veces han impedido o hanentorpecido el normal desarrollo de los acontecimientos precisamente en losmomentos más críticos, cuando más necesidad se siente de poseer una orga-nización.y irnos instrumentos perfectos. El establecimiento de una doctrinageneral de guerra crea una disciplina de las ideas, hace nacer el senti-miento de la cooperación y orienta sobre el planteamiento y resolución detan interesantes cuestiones. No se concibe una serie de organismos que ha-yan de cooperar estrechamente sin que para su funcionamiento exista unaley única que para bien del fin común rija y coordine sus acciones y condi-ciones particulares.

El momento actual y la doctrina de guerra.

La proximidad de la última experiencia guerrera, no muy bien conoci-da todavía, y de la que por lo tanto puede parecer aventurado obtener con-secuencias objetivas y concretas, podría hacer pensar en que es prematuroelaborar Una doctrina qué, por razones psicológicas de natural sugestión, seapoyaría en principios deducidos dé las causas reales y también de las apa-rentes del éxito de los vencedores.

Es fenómeno corrientemente producido al final de cada conflicto quelos sucesos de más notoriedad acaecidos en el transcurso del mismo impre-sionen el ánimo de los observadores, de tal manera que en las épocas depostguerra tanto los que permanecieron neutrales cómo los propios belige-rantes se apresuren a adaptar las organizaciones, sistemas o procedimientosde los vencedores. Y aunque no falten voces prudentes que adviertan, querara vez los hechos se repiten de idéntica manera, la realidad es que casisiempre, generalizando lo que a veces es sólo particular y accidental, se in-curre en errores graves que pueden ser de funestas consecuencias. Esto ocu-rrió en Francia, por ejemplo, después de la guerra de 1870, con la doctri-na de ofensiva a toda costa y de ataques de la infantería sin preparaciónartillera; y ésto le ha ocurrido nuevamente en la última guerra, a la queacudió con el recuerdo de los frentes rígidos casi continuos y el auge de lafortificación, creyendo de bueña fe que con la Línea Maginot estaba a cu-bierto de todo peligró, idea abonada por el hecho de que los alemanes cons-truyeran también su Línea Sigfrido, pero sin darse cuenta de que ésta eraúnicamente un medio para permitir y asegurar el éxito de su maniobra.Tales ideas falsas produjeron en Francia una deformación de la visión realdel problema y una disminución sensible en la moral de su Ejército.

Otros países, en cambio, más avisados, supieron extraer de la experien-cia pasada lo fundamental y así Alemania, examinando las causas de su de-rrota de 1918, dedujo: 1.°, que la maniobra para buscar la batalla era in-

LA PREPARACION DE LA GUERRA.

dispensable y que para ello se necesitaba aunar los dos factores hasta enton-ces contradictorios: potencia y movilidad; 2.º, que para evitar el "sitio" te-nía que crear la posibilidad de obtener la victoria en una guerra "relám-pago", pero preparando al propio tiempo la guerra "larga" en previsióndel fracaso de aquélla, lo que exigía ensanchar su base territorial a costade los países europeos circundantes. Estas premisas en la preparación de laguerra estuvieron a punto de proporcionarle la victoria, que no alcanzó sinduda por defectos de aplicación, por una orgullos» subestimación de los: va-lores de sus enemigos y por una serie de errores políticos y estratégicos co-metidos después de comenzadas las hostilidades.

Lo interesante, pues, es saber deducir lo fundamental y hacer abstrac-ción de lo accidental, y como la cuestión de los principios doctrinales delarte de la guerra está suficientemente debatida, y como su persistencia através de los tiempos ha sido generalmente admitida, incluso después de laprimera guerra mundial, bastará contrastarlos con la realidad actual, y porun trabajo de análisis del presente y por un proceso imaginativo del por-venir, deducir sus posibles modificaciones en relación con la guerra futura.

Estos tres factores, pasado, presente y porvenir, han de jugar siempreen todo estudio que pretenda establecer una base previsora de acción; y,por consiguiente, cualquier momento puede ser a tales efectos. Mas, co-mo normalmente los factores presentes se darán en una época de paz, ven-drán afectados de un coeficiente de indeterminación, consecuencia de la im-posibilidad de poder verificarlos en un ambiente de guerra, debiendo re-currirse a las especulaciones teóricas y a la práctica de ejercicios y manio-bras que sólo muy parcialmente permiten darse idea de la realidad. Poreso, el aprovechar la coyuntura de una actualidad bélica como la inmedia-tamente pasada es más bien una garantía de acierto.

El grave peligro de adoptar normas o sistemas equivocados no puedeexistir en una labor que trate tan sólo de recoger lo fundamental, y comoel peligra de guerra, subsiste latente hoy como nunca, si es evidente, ade-más, que en la guerra moderna los tres elementos armados de tierra, mar. yaire han de actuar coordinadamente y su dirección ha: de mantener estrechocontacta con los elementos directivos de la vida total del país, es lógico quela primera fase de la preparación de la guerra deba ser la de establecer unadoctrina general de la dirección y de la conducción de ella.

Características de una doctrina de guerra.

En general, toda doctrina, entendida, como conjunto de principios omáximas, debe recoger sólo lo fundamental, lo básico, aquello que no puedaser discutido ni se presta a frecuente variación; debe prescindir de lo quepor referirse a las formas es siempre mutable, exponiendo únicamente lo quetenga carácter de permanencia. Debe ser, en una palabra, un conjunto deideas que formen como un canevá, como un armazón constituido por puntosfijos y sólidos capaces de resistir los embates del tiempo.

Sobre ese canevá se podrá trabajar con los materiales peculiares dellugar y del tiempo, y edificar así un conjunto bien cimentado y al propiotiempo armonizado con las circunstancias y, sobre todo, fácilmente cambia-ble en su forma de una manera evolutiva.

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80 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Pero no debe tomarse esto en un sentido demasiado absoluto, porquetodo principio excesivamente absoluto pugna con la realidad, la cual se re-suelve permanentemente en una continua transacción entre radicalismosopuestos, tendiendo a combinarlos de modo que queden satisfechas las opi-niones contradictorias y buscando en el justo medio la virtud, la equidad yla mayor estabilidad. No hay organismo, bien se trate de colectividades hu-manas o del hombre aislado, que a través del tiempo, y del espacio no varíe,y que a pesar de sus variaciones, no ofrezca en su manera de ser un fondopermanente Pues bien, recoger este fondo inmutable y ser apta para acomo-darse a aquellas variaciones debe ser la característica principal de toda doc-trina que trata de regular las funciones de cualquier actividad humana.

El conocimiento de la Historia. sumado al de la humana naturaleza per-mite, afirmar en el orden social la persistencia de la fuerza militar. Esafuerza podrá transformarse; desaparecer jamás. Por ello, una doctrina deguerra, que en síntesis trata de regular la aplicación de tal fuerza, no debedesconocer que en su origen y en su permanencia obedece a leyes fijas einvariables, pero que en su aplicación está sujeta a múltiples: transformacionesque guardan, relación con el carácter políticosocial de cada, época y de cadapueblo y con las condiciones naturales del lugar de aplicación. Mas, ha detenerse en cuenta también que hay elementos generales aplicables a todoslos pueblos en una misma época y que existen asimismo elementos particu-lares en función de la raza, de la tradición, de la historia, del carácter, de lasituación geográfica, de la cultura, de las costumbres y del clima de cada:país. Tan falsa sería una doctrina militar que tuviera sólo en cuenta los pri-meros elementos, los generales, como la que recogiera únicamente los últi-mos, los particulares:

Un país no puede tener sus fuerzas armadas organizadas y preparadaspensando únicamente en una "determinada clase de guerra" o en un "prefi-jado teatro de operaciones", porque por muy meditada que hubiese sido laelección dé la hipótesis base siempre estaría expuesto a tener que hacer frenó-te a otra distinta, con el grave peligro de encontrarse entonces con una estruc-tura no adecuada a la función. Tampoco sería juicioso prescindir en absoluto,al organizar y preparar el instrumento bélico, de la peculiar estructura de susbases de sustentación y de las cualidades y condiciones concretas de suscomponentes. .

La guerra tiene, y a de tener cada vez más, un acusado carácter detotalidad y exige poner a contribución elementos, actividades y energías he-terogéneas del amplio campo de la vida humana considerada aisladamojtey en colectividad, y no solamente en el interior del propio país, sino en elconjunto de las relaciones internacionales; por esta razón evidente una doc-trina de guerra no puede limitarse al aspecto puramente militar del proble-ma y ha de. extenderse en otras múltiples direcciones buscando una ley decoordinación de tan variados aspectos.

Resumiendo y concretando ideas, resulta que una doctrina de guerra de-be poseer las siguientes características:

1.°—Punto de vista elevado y visión de conjunto.2.º—Estar impregnada de un espíritu de cooperación y coordinación.3.°—Huir de la rigidez y de la excesiva casuística para buscar una fle-

xibilidad de adaptación en relación con las circunstancias, siemprevariables, de cada momento.

LA PREPARACIÓN DE LA GUERRA. 81

4.°—Tener en cuenta la situación del mundo exterior y la evolución delproblema bélico en los demás países.

5.°—Acomodarse a las líneas generales y permanentes de la proyecciónexterna de la política del propio país.

6.º—Conformarse a la situación y condiciones geográficas del país y delos presumibles lugares de aplicación de su fuerza bélica;

7.°—Tener en cuenta los factores políticos, sociales, económicos y mora-les del propio país, tanto en su valor absoluto como en el relativorespecto al de otros países y especialmente de los presumibles ri-vales.

8.º—Claridad y concisión en su redacción.

Extremos que debe comprender la preparación de la guerra.

Es difícil fijar a priori los puntos que debe abarcar un estudio generalsobre la preparación de la guerra, evidentemente relacionados con una doc-trina general de guerra. La dificultad estriba en dar satisfacción a las con-diciones que antes hemos apuntado y que frecuentemente son contradicto-rias, y sobre todo, en crear las bases de la cooperación entre política y es-trategia y entre los diversos elementos que constituyen las fuerzas armadas.

Habrá que empezar, como siempre, por fijar los tres conceptos clásicosde situación, misión y decisión, de su estudio meticuloso podrán deducirseun conjunto de puntos que constituirán el esquema del trabajo a realizar..A título de ejemplo, susceptible, desde luego de reducirse, ampliarse o va-riarse por la discusión, se señala a continuación lo que pudiera ser elel guión de tal estudio:

A) Concepto de la guerra.

B) Conducción de la guerra.

a) Fines de la guerra.b) Medios de conducción de la guerra.c) Formas de la conducción de la guerra.d) Sistemas de guerra.e) Dirección de la guerra.

C) Conducción militar de la guerra.

a) Objetivos militares.b) Clase de guerra.

D) Organización durante la paz de la preparación general de la guerra.

a) Plan de guerra — La política exterior— La política militar — Lapolítica financiera y económica — La opinión pública — La propa-ganda.

b) Constitución de órganos adecuados — Junta de Defensa Nacional

M. del E. 6..

MEMORIAL DEL EJERCITO.

E) Organización durante Ja paz de la preparación militar de la guerra.

a) Organos de la defensa nacional.b) Previsión del Mando único y de los Mandos combinados.c) Medidas orgánicas — Ponderación de efectivos y medios entre las

fuerzas armadas terrestres; aereas y marítimas — Organización deUnidades — Distribución geográfica de Unidades — Redes de co-municación — Redes de transmisión — Sistemas de movilización depersonal, económica y técnicocientíficas — Sistema de reclutamien-to de Oficiales y tropa — Sistema de ascensos — Organización de lainstrucción.

d) Planes de operaciones.e) Concentración y despliegue.f) Preparación del terreno.g) Constitución de las reservas estratégicas

F) Los principios del Arte de la guerra.

G) Los medios de la guerra: humanos y materiales.

H) Características, empleo y posibilidades de las fuerzas de Tierra, Mary Aire.

I) Ejecución de la guerra.

a) Organos directivos — Gobierno de guerra — Dirección de la guerra.b) El Mando único — Estados Mayores — Mandos de teatros de opera-

ciones.c) Iniciación de la guerra.d) Las operaciones de guerra.

Tomado de la Revista "Ejército", de España»de marzo de 1948.

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LA MISIÓN DEL EJERCITO. 83

LA MISIÓN DEL EJERCITO.

PERSPECTIVA PARA 1949

Tte. General RAYMOND S. MC LAIN,

EL ASPECTO ESTRATÉGICO.

Al discutir la misión de las Fuerzas Armadas de los EE. UU., es mi pro-pósito hacer hincapié especialmente en la misión del Ejército y los recursos a.su alcance para desempeñar dicha misión; y más especialmente, estudiar lasimplicaciones que conllevará para el Ejército en el futuro inmediato el tratar-de acomodar los recursos disponibles de los deberes que le han sido encomenda-dos y que deberá desempeñar día tras día.

La Orden Ejecutiva número 9877, del 26 de julio de 1947, define la misiónde las Fuerzas Armadas de los EE. UU. como sigue:

1.—Apoyar y defender la Constitución de los Estados Unidos contra cual-quier enemigo, extranjero o nacional.

2.—Mantener la seguridad de los Estados Unidos, sus posesiones y zonasvitales mediante acción militar efectiva y a tiempo.

3.—Sostener y promover la política e intereses nacionales de los EstadosUnidos.

De acuerdo con la Orden Ejecutiva 9877 y la Ley de Seguridad Nacionalde 1947, la. misión del Ejército abarca todos los aspectos relacionados con elcombate terrestre. En el desempeño de esa misión es obligación del Ejércitomantenerse, al más alto nivel posible de preparación. Es obligación dé los jefesmilitares mantener a los, jefes de gobierno informados constantemente de lasnecesidades que exige el combate terrestre y de que se carece para satisfacer-dichas necesidades. Estos cálculos deben concordar con la situación prevalecien-te según ésta se va desarrollando.

Es obligación de las agencias civiles del gobierno establecer la política ex-tranjera que habrá de ser apoyada por la política militar. Es responsabilidadprimordial del Congreso velar porque los medios disponibles a la política mili-tar sean suficientes para apoyar la política extranjera; de lo contrario, lapolítica nacional resultaría inefectiva. Aunque las agencias civiles determinadla política nacional, es deber de los jefes militares indicar qué medios se nece-sitar para llevarla a cabo y avisar cuando dichos medios sean insuficientes. Sisus indicaciones fueran pasadas por alto, aún seguiría siendo deber de lasFuerzas Armadas realizar el máximo esfuerzo con los medios disponibles paraapoyar la política establecida. Esto no constituye una crítica sino una simpleaplicación de los principios de la Constitución, la cual las Fuerzas Armadasestán llamadas a apoyar. El deber de un departamento de incendios será siem-pre combatir los incendios, cuente o no con personal y equipo adecuados.

Mi propósito es estudiar algunos de los problemas que el establecimientomilitar tiene que resolver para acomodar los medios disponibles a los fines.

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que se persiguen. Deseo dedicar este artículo en particular a los jóvenes oficia-les del Ejército que quizás se hallen Confundidos en cuanto a la importanciaque ha de tener el ejército en una guerra futura y quienes tal vez crean que laparticipación espectacular de los otros servicios ha reducido sus propias obli-gaciones. Nada más ajeno a la verdad. La modalidad de la guerra en la actua-lidad simplemente ha extendido el alcance de las operaciones, mas la misión delejército sigue siendo vital y de gran importancia. Esto no le resta méritos aninguno de los otros servicios, cuya importancia y poderío están bien estable-cidos.

En el pasado histórico, esta misión no era tan urgente, Lord Bryce des-cribió la situación de los EE. UU. hace más de cincuenta años en The AmericanCommonwealth como sigue:

América vive en un mundo propio... Libre de ataques y de amenazas, oyedesde lejos los gritos de guerra de las distintas razas y credos europeos... SiCanadá o Méjico hubiesen alcanzado posiciones de grandes potencias, si Fran-cia no hubiese vendido a Luisiana, o si Inglaterra, establecida en el continenteamericano, se hubiese convertido en una nación déspota, los EE. UU. no hubie-sen podido gozar del optimismo que les permite tolerar las faltas de su gobierno.Tal como es, aquello que resulta enfermedad mortal para una nación europeano es aquí sino una dolencia pasajera... Por ahora, por lo menos —puede queno siempre sea así— América navega por un apacible mar de verano.

Ese "Mar de Verano". que predijo Bryce es ahora asunto del pasado. Yadesapareció el sistema de equilibrio de fuerzas —que proveía el amortiguadorpara los EE. UU. y les daba, en períodos de emergencia, el margen de tiemponecesario para prepararse antes de entrar en acción militar en el escenariomundial. Junto con aquél desapareció el privilegio de tener una política militarprovincial—esto es, de no tener en realidad política militar alguna, exceptocuando el desequilibrio de fuerzas en el exterior nos forzaba a adoptar una ya enfrascarnos en ]a guerra resultante. Ya jamás podremos dejar de teneruna política militar de vasto alcance aun en tiempos de paz. Tampoco podre-mos considerar nuestra política extranjera independientemente de la políticamilitar. Nuestra política debe planearse con la circunspección de un abogadoy la prudencia de un banquero, de manera que nuestras obligaciones no exce-dan nuestros medios. Esto requiere constante y estrecha colaboración entreaquellos que trazan nuestra política extranjera y los que son responsables denuestra defensa.

TRES ASPECTOS PRINCIPALES.

Existen tres aspectos principales de la guerra que pueden afectarnos enel futuro:

1.—Nuestra seguridad interna.2.—Nuestro perímetro de defensa.3.—Las bases necesarias para acción de represalia cuando se inicien hosti-

lidades y se asuma la contraofensiva.Los problemas más difíciles incluyendo la determinación de una sabia po-

lítica militar que pueda ser bien comprendida tanto por los civiles como porJos soldados, no surgen en relación con la defensa interna —esto es, defensa

LA MISIÓN DEL EJERCITO. 85

del territorio continental de los EE. UU. contra agresiones de afuera. Tampocosurgen en relación con el perímetro de defensa estratégica— aquellas zonasdirectamente relacionadas con la defensa del continente como son: Alaska,Hawaii, Zona del Istmo, el Caribe, y los accesos del nordeste. Casi todos losnorteamericanos preven la necesidad de defender esas zonas, y los medios paraello son evidentes. Es en otros asuntos donde han surgido en el pasado y conti-nuarán surgiendo en adelante los problemas de la política extranjera y militarnorteamericana.

El problema crítico de este siglo lo ha constituido el hecho de que, para susupervivencia como nación, los EE. UU. no pueden permitir que el territoriode Eurasia caiga bajo el dominio de ninguna potencia cuyos designios amenacenal gobierno democrático y que, imponiendo regímenes despóticos y tiránicos,encaminados al dominio y la explotación, amordacen la voluntad de pueblosde otra suerte pacíficos. Esa fue la cuestión principal en la reciente guerra.

En el pasado histórico, el sistema de equilibrio de fuerzas nos aliviaba detener que trazar una política militar y extranjera que impidiera el dominio deEurasia por nación alguna con la consecuente amenaza para, el resto del mundo.Al mirar hacia el futuro confiamos que las Naciones Unidas podrán resolvermuchos de los problemas provocativos de guerra que surgen en el mundo. Eléxito que tengan evitando posibles guerras tendrá que evaluarse según el cursode los acontecimientos lo vaya revelando. En el ínterin, mientras dicho orga-nismo adquiere madurez como vehículo de paz mundial ,nos veremos forzados arecurrir a nuestro poderío nacional. En su proclama conocida ahora como"Doctrina Truman", dijo el Presidente: "La política de los EE. UU. debeser apoyar los pueblos libres que se resisten contra los intentos de minoríasarmadas o presión extranjera para subyugarlos". Esa es una de las piedrasangulares de nuestra política extranjera y nuestra política militar debe de irde la mano con ella, pues de otra suerte se frustrarán y minarán los propósitosde nuestra seguridad nacional.

No quiero decir con esto que esta doctrina signifique acción militar norte-americana en todo teatro de operaciones imaginable. No constituye un pactoni un contrato; es una declaración al efecto de que nuestros intereses estraté-gicos ya no están limitados geográficamente. Es una actitud de apresto paraprotegernos contra la sorpresa o el asedio. Una agresión en cualquier parte delmundo revestirá interés directo para los EE. UU. Esto lo decimos anticipada-mente, en la esperanza de que nuestra advertencia y nuestra indicación de quetestamos dispuestos a utilizar nuestro poderío si nos vemos forzados a ello puedandetener la agresión. Es preferible que demos a conocer nuestra posición a esterespecto antes de que nos veamos precisados a ponerla en juego.

NECESITAMOS ALIADOS.

La primera conclusión que derivamos de la enorme extensión de nuestrocompromiso estratégico es que no podemos llevarlo a feliz término por nuestrapropia cuenta. Para ello necesitaremos aliados. Para contar con aliados ten-dremos que comprometernos a algo más que a liberarlos una vez hayan sidoconquistados. Tendremos que comprometernos a la defensa mutua, o habremosde hacer nuestra posición tan clara que indique nuestra probable acción. De-bemos disponernos a ayudarles a evitar que un enemigo potencial penetre susfronteras y capture sus territorios. Esto significa que debemos tener fuerzasadecuadas para conducir acciones defensivas en el extranjero. No podemos de-

MEMORIAL DEL EJERCITO.

dicarnos principalmente a mantener fuerzas de ataque so pena de sacrificar laayuda potencial en los teatros de operaciones donde tendremos que combatir sihemos de evitar que la guerra se extienda y llegue a nuestras playas. En unpaís como el nuestro, con limitaciones. constitucionales, tendremos siempre queconfrontarnos con la fase defensiva de acción militar. Esta debe ser dirigidano sólo con el propósito de detener al enemigo, sino de conservar nuestro po-tencial ofensivo cuanto más, a la vez que reducimos el del enemigo. El tiempola distancia, los aliados y recursos disponibles son factores principales, perodeben sincronizarse con exactitud para que rindan el máximo de efectividad,pues de otra suerte agotaremos unos antes de poder utilizar los otros..

En segundo término, por nuestro propio bien, no podemos permitir al ene-migo capturar el territorio de Europa para tener que expulsarle de allí en unasubsiguiente etapa de la guerra. Eso sería una economía de guerra poso sabiaque brindaría al posible adversario acceso a todos los recursos del más rico yextenso territorio en el mundo. Una economía de guerra sabia nos indica quedebemos privar al enemigo de todos los recursos ya sean naturales, de ordentécnico o ¡humanos, conservándolos para beneficio nuestro y de las nacionesamigas. Más aún, una potencia que procure dominar la Eurasia ciertamentetratará de dominar al mundo, y la consecución de lo primero le brindará losmedios para lograr lo segundo.

El tercer punto es que no podemos depender de una estrategia que .pre-tenda utilizar recursos materiales que no tengamos o que, teniéndolos, conduz-ca a su rápido agotamiento, bien sea en el curso de la guerra o en la rehabili-tación subsiguiente.

Como cuarta consideración debemos de mirar hacia la paz que sigue acualquier guerra con la misma prudencia que usemos en el planeamiento delos medios para ganar la guerra misma. Debemos analizar con la debida cir-cunspección aquellos planes que tiendan a agotar nuestros recursos naturalestales como el petróleo, fuente de vida de nuestros procesos industriales y denuestro medios de transporte en actividades civiles a la par que de nuestrasfuerzas armadas altamente mecanizadas. Si la nación agota su petróleo en elcurso de alcanzar la victoria, quedará imposibilitada de rehabilitarse despuésde lograrla. De igual manera, no podemos depender de una estrategia que tien-da a destruir los recursos de la zona ocupada por el enemigo. La victoria nodebe ser tan costosa. No debe dejar al mundo tan desequilibrado industrial-mente y económicamente agotado que no se pueda obtener una paz honrosa. Se-ría muy precaria,, por cierto, una victoria que nos pusiese a la cabeza y noscargara de responsabilidad en un mundo así.

En nuestra planeamiento militar debemos recordar que la guerra no esuna finalidad de por sí, es sólo un medio hacia un fin. La finalidad es la pazresultante. Los elementos de primordial importancia son, la aplicación delesfuerzo en el momento" oportuno y la concentración del poderío, cuidadosa-mente equilibrado y con tropas y medios orientados hacia un objetivo bien de-finido.

Debemos contar con una fuerza capaz de retener zonas vitales en otroscontinentes así como en el nuestro y de protegerlas contra la destrucción queconlleva la guerra moderna. Esto nesesariamente quiere decir que los ejércitosterrestres siguen siendo la base de una sabia política estratégica; especialmentesi ésta ha de emplearse contra una potencia de gran extensión territorial. Nocreo que esta conclusión sea contradictoria aunque aceptemos el punto de vistade aquellos que predicen que la próxima guerra se conducirá mayormente en elaire —y ciertamente no deseo negar el tremendo poderío de las fuerzas aéreas.

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LA MISIÓN DEL EJERCITO. 87

Sólo me refiero al equilibrio de fuerzas y grado de preparación necesarios paraun propósito definido y las misiones con que nos confrontamos en la actualidad.

Es evidente que la eficacio del poderío aéreo se multiplica según se reducela distancia que el avión tiene que volar para lanzar su carga de bombas. Elloresulta en menor tiempo de vuelo, mayor protección de cazas y menos probabi-lidades de ser descubiertos. Forzando al enemigo a salvar mayores distanciaspor aire —lo cual requiere mayor carga de combustible— se aumenta la opor-tunidad de interceptarlo, se reduce grandemente el número de aviones que po-dría utilizar, la cantidad de su carga destructiva y el efecto de su acción. Esobvio, entonces, que debemos privar al enemigo de ocupar zonas desde las cua-les puede fácilmente llegar a Estados Unidos. Así, además de limitar el uso dela fuerza aérea enemiga en las primeras etapas del conflicto, esa estrategiaaumentará la eficacia de nuestra fuerza aérea y facilitará nuestra ofensiva totaluna vez movilizados y preparados para atacar. Sin restar méritos en ningunaforma al poderío aéreo, podemos observar en esta proposición que la misión delejército sigue siendo un factor principal. Afirmamos que se necesitan fuerzasterrestres para capturar y operar las bases aéreas.

LA MISIÓN DEL EJERCITO EN EL FUTURO.

Creo que debemos apartarnos de la idea de que una fase particular de laguerra pueda ser la fase decisiva, según se interpreta comúnmente. Es comple-tamente posible ganar la "acción decisiva" y aún así perder la "decisión"'final. Podría muy bien argumentarse que aunque Hitler condujo acciones de-cisivas a principios de la pasada guerra, perdió, sin embargo, la decisión finalpor no haber prestado importancia a los elementos vitales a la misma en lafase final. La guerra tiene muchos aspectos que se relacionan entre sí comopartes de un todo. Cada uno de ellos es parte esencial del total. Elimínese unode ellos y se 'transformará la naturaleza de la guerra. En ese sentido, cadaaspecto es decisivo. No quiero indicar con esto que el combate terrestre será lafase decisiva de la próxima guerra, si la hubiera. Sólo quiero decir que el com-bate terrestre será vital para la decisión, especialmente si nuestro enemigo esuno de firme determinación y ocupa una gran extensión de territorio, como fueel caso de Alemania en la pasada guerra. La Armada, la Fuerza Aérea y elEjército desempeñarán partes indispensables —y, por lo tanto, decisivas— ensus respectivos campos de acción en el curso de la guerra. Su importancia rela-tiva dependerá de las circunstancias en que se encuentre el enemigo.

Señalar un medio de combate como el medio predominante, posiblementeconduzca a prestar indebida atención, a los preparativos y a crear un desequi-librio de fuerzas. Esto sólo puede resultar en una desigual y desequilibradaconducción de la guerra. En el Ejército debemos tener cuidado de que se pres-te la debida atención a la misión de las fuerzas terrestres. Ese es nuestro pri-mordial interés.. Nadie más habrá de ocuparse de nuestro problema, pues todoslos demás tendrán los suyos. Sin embargo, siempre debemos tener en cuentala parte que desempeñan los otros servicios, pues su acción puede muy bienreducir proporcionalmente nuestros propios problemas. El desequilibrio encualquiera de ambas direcciones reportará resultados adversos para nuestraseguridad nacional. Debemos insistir en que el papel que ha de desempeñar elEjército reciba el debido reconocimiento y apoyo, tanto garantizando su gradode apresto como manteniendo sus fuerzas en proporción a las bajas que puedansurgir en el desempeño de su misión.

MEMORIAL DEL EJERCITO.

La próxima guerra será diferente de la pasada, pues ninguna guerra esun facsímile de la anterior. Sin embargo, no sería enteramente distinta, puesninguna guerra se aparta totalmente de las formas de guerra del pasado.

Entonces podemos esperar que, si surge otra guerra, ésta se conducirá engran parte con armas conocidas para aquellos que participaron en la pasada.Dichas armas tendrán mayor precisión, movilidad y potencia y estarán com-plementadas por otras armas que no se usaron en la Guerra Mundial II o queestaban entonces en su etapa de desarrollo. En lo que concierne a las operacio-nes terrestres, creo que entre las armas de la Guerra Mundial II y las de la próxi-ma guerra hipotética existirá la misma relación que existía entre las armas dela Guerra Mundial I y la Guerra Mundial II.

Las armas de la Guerra Mundial I eran sencillas comparadas con las dela Guerra Mundial II. Consistían principalmente del fusil, la bayoneta, ametra-lladora, artillería, granada, gas y morteros imperfectos. La aviación y el armablindada aparecieron, pero jugaron un papel secundario. El manejo de dichasarmas requería una organización relativamente sencilla.

La Guerra Mundial II utilizó todas esas armas con la notable excepcióndel gas, que estuvo potencialmente presente, aunque no en uso actual, debidoquizás a que el enemigo se abstuvo de usarlo dada la cantidad preponderantedel mismo con que contaban los aliados. (Creo que muy pocos se percatan delhecho de que el uso de la bomba atómica puede sufrir igual suerte, dependien-do de las circunstancias). Gran parte de esas armas, según se usaron en laGuerra Mundial II, eran tipos ya conocidos, pero muy mejorados. La aviacióny el blindaje alcanzaron etapas de desarrollo nunca soñadas en la guerra ante-rior. La Guerra Mundial II también trajo grandes cambios en la técnica deoperaciones anfibias, aerotransportadas, en la guerra selvática y el combate, enregiones montañosas. Los cohetes, el Nébelwerfer, la V-l y V-2, la Bazooka, lasminas, el empleo táctico del radio y el radar, fueron adiciones al armamentode la Guerra Mundial II, pero mayor importancia aún revistió el grado de mo-vilidad alcanzado.

ESPECIALIZACION.

Es obviamente imposible adiestrar todas las tropas en el uso de tantas ar-mas distintas. La especialización tiene que correr pareja con la diversificación.En cierto sentido, sin embargo, el soldado combatiente debe comprender todaslas armas —en el sentido de saber defenderse contra ellas cuando las emplee unenemigo diestro. También debe el soldado saber operar dichas armas en gradoque le permita la flexibilidad necesaria para valerse de ellas cuando las condi-ciones del combate. así lo exijan. En esta época de guerra tridimensional, deactividades de quinta columna, de operaciones terrestres de gran movilidad ydel empleo de las tácticas "relámpago" no podemos pasar por alto la necesidadde que el soldado obtenga un cierto grado de familiarización con las armas bá-sicas de combate. Es imposible mantener guarniciones dedicadas únicamente ala defensa de instalaciones en las zonas de retaguardia, como es imposible tam-bién mover las tropas del frente para rechazar inesperadas incursiones de quin-ta columna, o irrupciones y lanzamientos de paracaidistas detrás de las líneas.El factor tiempo y la necesidad de las tropas en el frente no lo permitirían.Por lo tanto, la defensa de instalaciones de retaguardia tiene que delegarse alas tropas de servicio allí presentes y éstas se verán precisadas a conducir accio-nes análogas a las de la línea de fuego.

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LA MISIÓN DEL EJERCITO.

Recuerdo que la 90.° División, bajo mi mando durante el avance a travésde Francia, fue atacada varias veces por el flanco. Fuerzas principales enemi-gas penetraron detrás de nuestras posiciones de artillería y del CG de la divi-sión. Para rechazar dichos ataques se cambió rápidamente la posición de laspiezas de artillería para usarlas como piezas antitanques. Conductores de ve-hículos, oficinistas, personal de transmisiones, todos ocuparon posiciones y uti-lizaron las armas que se les había provisto para tal contingencia. Cerca delpueblo de Briey, en el sector de Metz, toda una brigada panzer penetró nuestrofrente e invadió la zona divisionaria, que entonces ocupaba un frente de 85millas con un flanco muy vulnerable. La misión de la brigada enemiga erarelevar una guarnición que había sido cercada por nuestras fuerzas. En la ba-talla, que se peleó totalmente detrás de las líneas durante toda la noche y eldía siguiente, resultó destruido un 80 por ciento de la brigada enemiga. Esfácil deducir que la potencia de fuego detrás de las líneas era tan grande comoen la misma línea de fuego cuando los hombres pudieron ocupar y defenderasí sus posiciones.

El adiestramiento básico en el uso de las armas fundamentales es tan esen-cial para la guerra moderna como lo. es la educación elemental para el buenorden social. Es fundamental que, mientras el hombre camine por la tierra,use transportación rodante o dependa de la tierra para su subsistencia, los ele-mentos básicos del combate terrestre mantendrán su alta importancia en laconducción de la guerra. Las fuerzas terrestres serán el único elemento capaz deasestar el golpe final y decisivo contra una potencia de firme determinaciónque ocupe una gran extensión de terreno. Cuando el fusilero pone pie en unsector del territorio enemigo se suspende toda resistencia allí. La infanteríaes "reina de los campos de batalla" ahora como siempre, así como el avión es"rey de los espacios" y la embarcación es "reina de los mares''. Su importan-cia relativa depende del tipo de acción que se proyecte. Cualquiera de los tres ser-vicios puede resultar el factor decisivo, dependiendo de las fuerzas y circuns-tancias del enemigo.

ARTILLERÍA.

La artillería moderna, secuela de la antigua catapulta, aún desempeña encombate un papel de importancia crítica. Las estadísticas demuestran que laartillería causó el sesenta y siete por ciento de todas las bajas sufridas por losfranceses en la Guerra Mundial I. No obstante, los alemanes menospreciaroneste hecho,en la. Guerra Mundial II, pues concentraron sus esfuerzos en el po-derío aéreo y el blindaje, descuidando la artillería. Las nuevas armas, desdeluego, produjeron grandes resultados, pero la ausencia de la artillería clásica sehizo crítica en ciertas fases decisivas de la guerra. Esta era la opinión generalde los prisioneros alemanes que comentaban: "si hubiésemos contado con arti-llería como la de ustedes, hubiéramos conquistado el mundo'', lo cual bien pudohaber sido cierto. La artillería detuvo a Rommel en El Alamein. La superiori-dad en artillería decidió la suerte en Salernp, Anzio y Normandía. Si los ale-manes hubiesen tenido igual equipo y adiestramiento en artillería, los ejércitosatacantes no hubiesen podido sobrevivir en aquellos campos de batalla. Es inútiltratar de argumentar si la artillería contribuyó con el 5 ó el 76 por ciento ala victoria aliada en esas ocasiones. El punto es que contribuyó en forma ma-terial a acciones airosas, sin las cuales hubiesen fracasado posteriormente otras.

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MEMORIAL DEL EJERCITO.

El menospreciar las viejas armas por el mero hecho de que datan de años pue-de significar la derrota en un momento crítico.

"He usado aquí la artillería como ejemplo. Lo mismo pudo, haberse dichode la infantería, los ingenieros o tropas de transmisiones. Igualmente ciertosería respecto a las tropas del servicio de sanidad, cuya eficacia en el trata-miento de los heridos con miras a su pronta reintegración a las líneas proveyómuchas veces el margen de recursos humanos que determinó el éxito de lacampaña. Uno de los factores más menospreciado su el reciente conflicto fuenuestra movilidad. La movilidad hizo que. cada soldado equivaliera a dos o más,y permitió al General Bradley concentrar sus tropas en Aquisgrán. Bradleyaprovechó la movilidad para evitar que Von Rundstedt le forzase a acogersea las disposiciones alemanas, y logró así ganar el tiempo que los alemanes lenegaban. Cuando los alemanes atacaron, Bradley desvió el ejército de Pattoncontra el flanco de la saliente alemana en Los Ardennes en cuestión de horas.Ninguna otra potencia hubiese podido hacer esto en días ni semanas. Biradleyya halbía experimentado la movilidad en sus osados avances de desbordamientodespués de la irrupción en Normandía.

Mi opinión es relativamente conservadora en cuanto a la naturaleza de lasarmas que determinarán el éxito en la próxima guerra. No deseo con ello des-estimar el poderío de las nuevas armas, sino simplemente aseverar que en la con-ducción de guerras futuras no debemos pasar por alto la utilidad de aquellasarmas ya probadas —tanto en sus aplicaciones principales como en circunstan-cias especiales. Tampoco debemos olvidar que con el tiempo, contra cada armase desarrolla una defensa efectiva. La historia de la guerra ofrece muchos ejem-plos de armas que se consideraron por un tiempo como decisivas. La invenciónde la dinamita, en sus comienzos, se consideró en la misma forma que hoy con-sideramos la bomba atómica. Así también, repetidamente ha hallado el defen-sor los medios de evadir el nuevo método de ataque o desobrevivirle. El merohecho de que cada nueva arma ha sido igualmente adoptada por el adversariotiende a neutralizar su ventaja final.

En ciertas etapas de la pasada guerra tal pareció que el blindaje habíallegado a ser el principal factor en el combate terrestre. Sin embargo, la bazookasurgió como medio efectivo de defensa. Recuerdo un incidente en la batalla deChambois, al cercar el bolsillo de Falaise. Dos hombres, que jamás habían dis-parado un solo tiro en combate y que sólo habían disparado cien tiros de prác-tica durante su adiestramiento, inutilizaron cuatro tanques M-4 en diez minu-tos con cinco disparos de una bazooka —arma que mientras tanto había alcan-zado un alto grado de efectividad. Entre otras técnicas que han alcanzado unalto grado de efectividad contra el blindaje se hallan la de bombardeo y la delos campos minados. No obstante, el blindaje es hoy día un arma probada queno ha perdido su valor como una de las grandes armas del moderno campo debatalla.

El poderío aéreo se desarrolló en la Guerra Mundial II hasta un grado ja-más soñado en la guerra anterior, pero aún así su efectividad ha sido neutrali-zada en parte por la espoleta de proximidad, el avión caza propulsado a chorro,el radar, los dispositivos automáticos de ajuste de miras y otros tales. Sólo, laguerra misma podrá decidir hasta qué punto tales artefactos limitaran el desa-rrolló del poderío aéreo. Por supuesto que nadie negará que el poderío aéreoseguirá siendo un gran factor en combate. Siempre será un factor principal,y habrá muchas ocasiones en que será el factor predominante. Yo no creo quehaya circunstancia alguna en una gran guerra en que no sea un factor principal.

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LA MISIÓN DEL EJERCITO. 91

LIMITACIONES ATÓMICAS.

En muchos círculos se ha considerado la bomba atómica como el arma abso-luta. Creo, sin embargo, que existen muchas razones para dudar que haya de serel único factor determinante del éxito en combates futuros. Quizás se alega concierta validez que no existe defensa contra ella, pero eso se refiere al momentode la explosión. Existen otras circunstancias que presentan limitaciones.

La bomba atómica permanece sujeta a la limitación de que la conducciónde una campaña debe ir dirigida hacia el prepósito final de la misma. Ningunode los bandos puede conducir la campaña de suerte que frustre la finalidad delesfuerzo bélico. El uso de la bomba atómica se simplificaría grandemente silas campañas se condujesen únicamente sobre el territorio enemigo; o si elúnico propósito de la campaña fuese destruir los recursos del enemigo; o si susindustrias, puertos y sectores de comunicaciones fuesen altamente vulnerables.Pero existen obvias limitaciones a su empleo en el territorio de un aliado poten-cial o real, o en el nuestro. Igualmente, sería poco sabio destruir ciudades ysus (habitantes en un sector del territorio que apoya al enemigo cuando el' pro-pósito de la campaña fuera privar al enemigo de dicho sector con objeto deexplotar o conservar nosotros sus recursos,

Por ejemplo, el separar a Italia de Alemania en la última guerra nos brin-dó una tremenda ventaja al permitirnos colocar nuestro esfuerzo aéreo máscerca de los objetivos enemigos mediante el uso de aeródromos italianos. Tam-bién nos permitió inmovilizar una gran porción de las tropas enemigas. Laactitud amistosa del pueblo italiano, a medida que nuestras tropas invadían suterritorio, fue un gran factor en aquella situación. Si por el contrario se hubie-sen mostrado hostiles hubiésemos necesitado muchas más tropas para crear con-diciones, favorables que permitiesen utilizar el territorio. Bajo condiciones comolas que existieron en la campaña italiana no hubiese sido, recomendable usarla bomba atómica, pues su empleo hubiese enajenado la población italiana,frustrado el propósito del esfuerzo y creado problemas morales de grandes pro-porciones.

La probabilidad de que si surge otra guerra ésta tomaría la forma de ac-ción de guerrillas en su fase inicial o final, ofrece circunstancias en que el usode la bomba atómica sería imposible. Tal acción requiere particularmente tro-pas terrestres adiestradas en lo que podríamos llamar las armas clásicas. Requi-riría la dispersión de fuerzas y una furtiva movilidad.

Debemos recordar que la dispersión y movilidad son la regla en el combatemoderno. Esto de por sí impone una seria limitación a la utilidad combativade la bomba atómica. La dispersión y mayor movilidad han creado una aperen-te paradoja en que la mayor potencia de las armas modernas ha ido acompa-ñada de una reducción en su poder destructivo, considerado el tanto por ciento dehombres muertos en las principales batallas. Ninguna de las principales bata-llas de la reciente guerra produjo, considerada su duración, una proporción debajas tan grande como batallas similares en la Guerra Mundial I, en la GuerraCivil de los EE. UU, o en las Guerras Napoleónicas. Los mismos desarrollostecnológicos que han puesto a nuestro alcance tremendas fuerzas destructivas,han traído progresos equivalentes en la velocidad y flexibilidad del transportey las comunicaciones. Eso ha permitido a los ejércitos actuar en estrecho enlacesobre grandes extensiones y neutralizar el efecto de la potencia del fuego ene-migo. Ya la guerra no se lucha con ejércitos "en masa", aunque ello no quieredecir que no nos confrontaremos con grandes ejércitos, pues ahora son más

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grandes que nunca. Esta condición del combate, disperso pero organizado, pro-vee un factor que limita la utilidad táctica de la guerra atómica. Su empleo nosería provechoso contra ejércitos modernos, desplegados normalmente. Sólopodría utilizarse contra instalaciones u objetivos concentrados. Podemos anti-cipar, pues, que la dispersión aumentará en lugar de disminuir. El desarrollodel poderío aéreo puede determinar una dispersión en las zonas de retaguardiamayor que la alcanzada en la última guerra —utilizando para los abastecimien-tos playas lejanas o lugares de lanzamiento aéreo y almacenándose en pequeñosdepósitos bien esparcidos en lugar de utilizar grandes puertos y enormes depó-sitos. Esta modalidad de dispersión puede extenderse más allá de las zonas deretaguardia, hasta incluir las industrias básicas de las naciones combatientes.Así pues, el mismo poderío alcanzado por los bombardeos en sus viejas técnicas,puede muy bien traer como resultado situaciones que disminuirán la efectivi-dad de los bombardeos atómicos.

APRESTO RELATIVO.

La eficacia del establecimiento militar puede determinarse sólo en términosdel grado de apresto relativo de todas sus armas. Ese es el significado esencialde la frase "equilibrio de fuerzas" según se ha usado recientemente en discu-siones alrededor de la política militar general de los Estados Unidos. "Equili-brio" o "Apresto Relativo", debe ser la medida con la cual habremos de ava-luar nuestra preparación para la guerra. Debemos considerar su efecto ennuestra economía. Debemos aplicarla al medir nuestros recursos industriales yhumanos en relación con los de maestros aliados; al comparar nuestros recursoscon las carasterísticas de los posibles teatros en que hayamos de combatir; almedir la capacidad de nuestros servicios para apoyarse mutuamente en el des-empeño de sus misiones y relacionarla con el tipo y naturaleza de las fuerzas.enemigas; al coordinar la potencia de fuego con la movilidad y al distribuirlos recursos humanos entre los establecimientos de combate y de servicio. Deigual importancia es que equilibremos nuestras fuerzas con miras hacia la fina-lidad de la guerra. Si esto se logra, ningún servicio se hallará menoscabado.

IMPORTANCIA DEL ADIESTRAMIENTO.

Así resulta que el Ejército se confronta, con la posibilidad de verse llamadode nuevo a combatir extensamente en acciones terrestres y tendrá que demos-trar su pericia en una gran variedad de técnicas, si es que ha de superar alenemigo.

El problema de planeamiento y fijación de normas para el Ejército seríasencillo si nos limitáramos meramente a determinar el número de, hombres ne-cesarios para, brindarnos la superioridad numérica que garantice nuestra segu-ridad ante tal o cual enemigo, y a determinar el tiempo necesario para queesos hombres llegasen a un nivel satisfactorio en el manejo de sus armas.

Sin embargo, el Ejército tiene que desempeñar su labor con mucho menos.Sólo puede obtener el número de hombres que determinen los jefes civiles dela nación, cuyas decisiones estarán afectadas por factores económicos, sociales,y políticos. El Ejército puede adiestrar esos hombres sólo por el período detiempo que le permiten las condiciones de alistamiento o las, políticas estable-cidas del servicio selectivo y sujeto, más aún, a las limitaciones que imponen

LA MISIÓN DEL EJERCITO. 93

otras obligaciones reduciendo el número de hombres disponibles para adiestra-miento. Me refiero a las obligaciones incidentales a la administración y conser-vación en el Ejército, sus funciones en relación al desarrollo de puertos y víasfluviales y —ésta es de gran importancia— su misión de ocupación en las zo-nas de Alemania, Australia, Trieste, Corea y Japón. No sabemos cuanto se pro-longará la ocupación, pero requerirá muchas horas de trabajo de nuestros hom-bres y consumirá muchas energías y esfuerzo que de otra suerte estarían dispo-nibles para utilizarse en apoyo de la misión más fundamental del Ejército.

Es un hecho manifiesto que el sostener un ejército activo con los efectivosy el nivel de adiestramiento necesarios para garantizar la seguridad nacionalen tiempo de paz es incompatible con el espíritu de nuestras tradiciones e ins-tituciones políticas e impondría una carga crítica, quizás insoportable,.a nuestra economía nacional. El Ejército, tanto como la población civil; estádeseoso de preservar un alto nivel de vida. La situación impone una limitaciónen los efectivos del Ejército y esto, a su vez, realza la necesidad de un nivelmás alto de adiestramiento, pues la importancia de la pericia en un ejércitoaumenta en proporción inversa al número de sus efectivos. En estas circunstan-cias, debemos depender de las reservas, pero debemos adoptar medidas paragarantizarles las fuerzas y el nivel de adiestramiento adecuado para el desem-peño de su misión.

ADIESTRAMIENTO.

Deseo discutir aquí el nivel de adiestramiento en su relación con nuestroproblema.

El término de adiestramiento para el ejército regular en tiempo de paz esusualmente tres años. En ese tiempo el soldado dedica 6.000 horas a adiestra-miento, si otras obligaciones lo permiten. Un ejército cuyo personal y unida-des cuenten con ese adiestramiento puede convertirse en una fuerza flexible,muy eficaz en operaciones anfibias, aerotransportadas, de montaña y selváticas.

En los componentes civiles el programa generalmente, consiste de dos ho-ras semanales, con cincuenta semanas al año —o sean 100 horas en total— ydos semanas en un campamento anual que comprende de 85 a 100 horas deadiestramiento. El alistamiento normal es por tres años. En el término de esos.tres años el individuo recibe un máximo de 600 horas de adiestramiento. Estacifra puede usarse como típica ya que, mientras hay un cambio de aproxima-damente 30 por ciento anual en personal, otros hombres cuentan con más detres años de servicio. Creo que, para que una organización alcance el requisito-mínimo para llevar a cabo operaciones básicas terrestres, se necesitan de 2.500a 3.000 horas de intenso adiestramiento bajo instructores y jefes competentes.Una unidad de la reserva que haya alcanzado un alto nivel de adiestramientodentro de tal programa habrá alcanzado de un 16 a un 20 por ciento del nivelde pericia necesario. Su servicio en caso de movilización, por lo tanto, aunquemuy valioso, no es adecuado para cumplir las misiones de proteger nuestroperímetro de defensa estratégica en vista de la actual velocidad de la guerra.Precisa pues, hallar un medio para elevar su nivel de adiestramiento.

Eso nos lleva al Adiestramiento Militar Obligatorio, bajo cuyo plan cadajoven en la nación recibirá seis meses de adiestramiento básico, o aproximada-mente 1.000 horas. Si las unidades de reserva recibiesen reclutas con 1.000horas de adiestramiento básico y pudieran dedicar 600 horas a adiestramiento-de unidades, el resultado sería un total de 1.600 horas o más y levantaría su

94 MEMORIAL DEL EJERCITO.

nivel de un 16 a 20 por ciento a un 60 a 75 por ciento del nivel de pericia ne-cesario para operaciones básicas terrestres. Ese nivel les capacitaría para ope-raciones defensivas estratégicas y les colocaría en posición de, en pocas semanas,poder moverse a reforzar las fuerzas regulares desplegadas en zonas estratégi-cas de ofensiva para hacer frente al enemigo.

El Adiestramiento Militar Obligatorio contribuiría en varias formas aldesarrollo económico de una fuerza adecuada: Al analizar el AdiestramientoMilitar Obligatorio es muy importante relacionarlo con el problema de vitalizarnuestras unidades de reserva. Dicho programa no tiene relación directa con losproblemas inmediatos de nuestras fuerzas regulares.

1.—Proveería un centro activo de adiestramiento que relevaría a las fuer-zas regulares de la necesidad de servir de instructores en tiempos de emer-gencia.

2.—Aumentaría los efectivos en las reservas a un total conmesurable conel desempeño de su misión y —más importante aún— elevaría su adiestramientoal nivel necesario para desempeñar misiones de combate inmediatamente luegode movilizadas. Bajo la actual distribución de tropas proveería a la Guardia Na-cional 27 divisiones, 22 agrupaciones de combate y 27 grupos de aviones cazalistos para misiones de combate y fuerzas análogas en las,demás reservas.

3.—En vista de lo dicho, el Adiestramiento Militar Obligatorio dejaría, alas Fuerzas Regulares libres para tomar acción inmediata donde fuese necesario.

4.—Proveería una fuente de reemplazos adiestrados listos para enviar adonde se necesitasen. Dichos reemplazos contarían con más adiestramiento queel que se proveyó a los reemplazos durante la Guerra Mundial II en centros deadiestramiento de reclutas. Este adiestramiento se ofrecería con mayor delibe-ración, medios más efectivos e instructores más competentes. También mejora-ría las probabilidades del individuo a sobrevivir y aumentaría su efectividadcomo soldado.

El valor residual del Adiestramiento Militar Obligatorio radicaría en que,al dejar de ser elegibles para servicio combatiente por razones de edad, respon-sabilidades de familia, ocupación, etc., los hombres adiestrados por dicho pro-grama contarían con un adiestramiento básico que les haría útiles en funcionesde seguridad local y defensa civil." Este adiestramiento previo también reduci-ría los efectos de la movilización en la agricultura e industria. Contribuiríasubstancialmente a elevar la moral de la nación al depositar en cada individuo,en una etapa específica de su vida, cierto sentido de responsabilidad y recono-cimiento de causas en la protección de su patria.

El Adiestramiento Militar Obligatorio proveería también adiestramientoprevio a los estudiantes del Cuerpo de Adiestramiento de Oficiales de ¡Reserva,mejoraría sus planes de estudios universitarios y les proveería horas de adies-tramiento necesarias para hacer de ellos oficiales competentes.

El Adiestramiento Militar Obligatorio está aún en su etapa de planea-miento, pero en el ínterin contamos con el expediente transitorio del renovadosistema de Servicio Selectivo, medida adoptada para mantener el nivel de efec-tivos necesarios, especialmente en las fuerzas regulares en vista del reducidonúmero de alistamientos y de las exigencias que requieren las misiones delEjército.

En junio de 1948 el Congreso autorizó de nuevo la implantación del siste-ma de servicio selectivo de tiempo de guerra con ciertas modificaciones funda-mentales. El Congreso actuó en vista de que ciertas condiciones que se presu-mieron al descontinuar el servicio selectivo dos años atrás no resultaron como

LA MISION DEL EJERCITO.

se esperaba. Por ejemplo, se presumió entonces que se formularían y pondríanen vigor tratados de paz para establecer nueva base permanente de relacionesentre las naciones aliadas de la Guerra Mundial II y el enemigo derrotado;que la responsabilidad de ocupación se aliviaría progresivamente, que la esta-bilidad mundial se fortalecería gradualmente y que la autoridad de las nacio-nes Unidas como agencia de paz mundial se manifestará progresivamente.

La Ley que renueva el Servicio Selectivo y da opción a los jóvenes de 18años a alistarse por un año y transferir luego a las reservas es una legislaciónconstructiva que logra parte del propósito antes mencionado de estabilizar las-reservas. Lo que es dudable es si la nación estará dispuesta a aceptar el servi-cio selectivo como una solución de largo alcance en tiempo de paz. Su principaldefecto desde el punto de vista de apoyo público radica precisamente en elaspecto fundamental que le distingue del Adiestramiento Militar Obligatorio.Los beneficios de la democracia son universales y la obligación de apoyar ydefender sus instituciones debe ser igualmente universal. Sin embargo, el Ser-vicio Selectivo impone esa responsabilidad selectiva, no umversalmente. En loreferente a las reservas, el Servicio Selectivo no parece demostrar con certezaqué efectivos le proveerá, y hasta la fecha no ha habido casi ninguno.

En tiempo de paz la injusticia de imponer las obligaciones militares selec-tivamente es muy seria; extendida a tiempo de guerra puede resultar trágica.La falta de hombres adiestrados significa, en una situación de combate, esca-sez de reemplazos y, por lo tanto, una dura prueba para los hombres empeñadosen la acción. Aunque los jóvenes de 18 años con un año dé adiestramiento vo-luntario estarán mejor preparados que los adiestrados en seis meses de ServicioMilitar Obligatorio, su número será mucho menor. Nunca más debemos lanzartropas al campo de batalla ni emplearlas en situaciones críticas mundiales sino podemos apoyarlas o relevarlas, debidamente. Muchas veces en Europa me-encontré con hombres que habían estado combatiendo día tras día, semana trassemana, mes tras mes, sin haber sido relevados y les oí comentar que sólo seríanrelevados si resultaban heridos.

Muy a mi pesar, no discutiré aquí cuan antidemocrático es requerir de unos-pocos que carguen con toda la responsabilidad cuando todos por igual disfrutande los beneficios. Insisto en que, aunque en el curso de los acontecimientos lasresponsabilidades se distribuyen desigualmente, resulta muy distinto, y consti-tuye un reto a nuestra moral, hacer planes deliberadamente hacia tal fin. Deseo,pues, recalcar que el Servicio Selectivo es una solución temporera y parcial yhacer hincapié en el hecho de que aún no contamos con el Adiestramiento MilitarObligatorio. En otras palabras, la nación no ha llenado aún los requisitos desus planes estratégicos de vasto alcance.

RESPONSABILIDAD DEL MANDO.

Repito aquí lo que dije antes al comenzar el artículo: los jefes del Ejército-tienen la obligación de buscar lo que ellos consideran los recursos mínimos ne-cesarios para garantizar la seguridad nacional en lo que se relaciona al combateterrestre. Mientras tanto, continúa siendo la obligación del Ejército hacer lomejor posible con los medios a su alcance, aunque aquellos que pueden brindar-les los medios adecuados se abstengan de hacerlo. Más bien, aumentan las res-ponsabilidades del oficial y el soldado a medida que disminuyen los medios asu alcance. Esto nos lleve a estudiar las obligaciones del mando en la situación

95

MEMORIAL DEL EJERCITO.

presente. Deseo rendir el mayor tributo a las essuelas de servicio por la laudablelabor que realizaron antes y después de la guerra en ese campo.

El provecho no radica en la eficacia con que se desempeñan las laboresde ocupación, ni en el número de horas dedicadas a adiestramiento, ni en lahabilidad con que se emplean las armas en los ejercicios o en maniobras. La utili-dad surge en el campo de batalla. Es muy fácil presumir que al enfrentarsenuestras fuerzas con el enemigo todo ha de salir a pedir de boca y tendremoséxito proporcional a la ingeniosidad de nuestros planes tácticos y nuestra po-tencia de fuego. La eficiencia en combate depende de cualidades morales a lavez que de pericia técnica y muchos jefes han recibido una provechosa lecciónde ello cuando sus tropas han entrado en la batalla. Las tropas sin experienciatienden a detenerse al primer contacto con el enemigo. Las tropas cuyo adiestra-miento ha alcanzado el más alto nivel posible darán el frente y dominarán eseimpulso haciendo acopio de sus recursos naturales, y si no lo hacen, entoncestodo depende de sus jefes. Ante todo, la iniciativa y firmeza del jefe determi-narán si una unidad que se detiene inicialmente en combate habrá de perdertodo su ímpetu o sobreponerse. La experiencia general ha demostrado quelos hombres seguirán al jefe que se hace cargo de la situación y se mueve ade-lante con sus tropas. Pero los hombres que prefieren dirigir sus tropas desdelejos, recluidos en sus puestos de mando y al amparo de un abrigo, no puedenproveer esa clase de dirección.

Es momento propicio para el jefe reunirse con sus hombres no preci-samente el primer día de la batalla, sino el primer día de adiestramiento yluego proseguir dicha práctica con igual fervor en medio del combate. El jefeque sigue ese principio hallará que sus hombres no han de fallarle en el díade la gran prueba. El que lo ignore descubrirá que el día de la batalla es yamuy tarde para establecer una relación armoniosa con sus hombres y consigomismo.

No importa qué unidad sea la que se detenga, es responsabilidad de su jefeestimular sus tropas a proseguir, trátase de un pelotón, batallón, regimiento,división o cuerpo de ejército. La tradición en el mar es que el capitán debeser el último en abandonar la nave y, en último caso, debe hasta morir en supuesto. En igual forma, debiera ser la práctica en las fuerzas terrestres, queavance el jefe, hasta si fuese necesario, solo. Esta aseveración está sujetaa la excepción de aquellos casos en que a los jefes se les encomienda el mandode unidades que ellos no han adiestrado y en las cuales no han tenido oportu-nidad de desarrollar un espíritu combativo. En tal caso, aun la más denodadamanifestación del más desesperado valor de parte del jefe surtirá poco efectopara hacer avanzar a los hombres. Sin embargo, no importan las circunstan-cias, el jefe debe ir a las líneas avanzadas y dejarse ver por sus tropas. Nodebe tratar de dirigir la organización, aunque sea un cuerpo de ejércitos, des-de su puesto de mando. Es- asombroso el interés y acción que surgen cuando,en medio del fragor de la acción, el jefe del cuerpo de ejércitos se apersona enlas líneas de un batallón combatiente. Es mi firme opinión que el valor en elcampo de batalla es el factor más importante para ganar las batallas —siem-pre lo ha sido y siempre lo será— úsese o no la bomba atómica.

Yo recomiendo a ios altos jefes en combate la siguiente regla: Que relevendel mando de cualquier unidad subordinada al jefe a quien encuentren en

su puesto de mando en tres ocasiones consecutivas. El puesto del jefe es consus. tropas. Después que el jefe ha hecho las decisiones fundamentales, suEstado Mayor puede hacerse cargo del puesto de mando y en caso de emer-gencia, con el sistema actual de comunicaciones, puede ponerse en, contacto

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LA MISIÓN DEL EJERCITO. 97

con el casi instantáneamente. Este debiese ser un principio básico a enseñaren los cursos para jefes, y debe recalcarse enfáticamente. El fracaso en esesentido fue causa de muchas situaciones de falta de agresividad en la pasadaguerra. Hubo muchos jefes que entraron en acción con la idea inicial de que suprimera obligación era protegerse a sí mismos por considerarse muy valiosos.Esa actitud no tiene ningún valor positivo. Los jefes deben compartir lospeligros que amenazan a los demás hombres de su unidad. Es asombroso cómo,según se desarrollada la guerra, desaparecía esa actitud de parte de algunosjefes, pues de no ser así eran rápidamente relevados de sus puestos por losjefes superiores que reconocían la necesidad de hacerlo. Mi experiencia gene-ral fue que nuestros jefes, desde el Jefe Supremo en el Teatro Europeo hastael mas bajo, encontraron ocasión muchas veces de inspeccionar personalmenteel combate activo hasta el nivel de las pequeñas unidades en la línea de fuego,y que fueron muy severos eliminando a los faltos de efectividad.

Mi propósito aquí, sin embargo, no es recomendar un remedio para lafalta de don de mando en combate, sino instar a que ese espíritu tan necesarioen combate inspire al ejército y sus jefes afrontar su obligación actual de ha-cer lo mejor posible con los medios a su alcance.

Los jefes agresivos y el arrojo personal en el campo de batalla siguiensiendo la característica sobresaliente de cualquier fuerza militar bajo cuales-quiera condición.

(Tomado de "Military Review", de enero de 1949).

Fragmento de una carta de O'Higgins a su padre, Virrey del Perú.

Londres, 28 de febrero de 1799.

Me voy a incorporar a una academia militar de navegación, si puedo conseguirlo, paraaprender esta carrera como a la que más me inclino, por lo cual, y mediante a lo que hecomunicado a V. E. en mis anteriores, que confío habrá V. E. recibido,, espero que decidirálo que encuentre más propio y conveniente, en la inteligencia de que me hallo apto, pero con-siderando las ventajas y honor que al presente resultarán de la carrera militar, la cual cier-tamente congenia con mis inclinaciones, y me muestra señales de suceso, solamente esperocon ansia las órdenes de V. E. para obedecer y emprender lo que V. E. disponga, seguro deque mi deber e intención no es sino agradarle. Le haré a V. E. una corta relación del media-no progreso de mía estudios en este país, cual es el inglés francés, geografía, historia antiguay moderna, etc., música, dibujo, el manejo de las armas, cuyas dos últimas, sin lisonja, lasposeo con particularidad, y me sería de gran satisfacción si varias de mis pinturas, particu-larmente en miniatura, pudieran llegar a manos de V. E., pero las presentes inconvenienciaslo impiden.

** * ..

M. del E. 7.

¿CUALES SON LOS PUEBLOS ÁRABES?Mayor EDMUNDO GONZÁLEZ S.

A propósito del actual conflicto armado de Palestina, cuya incubación ori-ginara la aparición de la Liga Arábiga y la reivindicación de los derechos delos hijos de Mahoma sobre esas tierras ardientes del Antiguo y Nuevo Testa-mento, no cabe sino preguntarse cuáles pueden ser las tales nacionalidades delos escogidos de Alah.

Porque, a decir verdad, éstas son tantas, tan variadas y se encuentran tandispersas en el Africa y en el Asia, que no es cosa del otro mundo enredarseen tan enmarañada madeja ecuménica y etnográfica y caer en renuncios talescomo el de confundir, v. gr., a los árabes con los turcos o viceversa... confu-sión asaz desagradable e inconfortable para los '"agraciados" de ambos bandos.

Ignorancia (si es que pudiéramos llamarla así) por demás relativa y queno entraña gravedad alguna, si consideramos que no son pocos los ciudadanosde naciones de cultura superior, que no saben qué cosa es Chile y que imaginanque Brasil es Argentina, o que los araucanos viven en el Caribe.

Pueda que estas líneas tengan la virtud de aportar algunas luces respectoa los muy guapos y sabios hijos del desierto, cuyas hazañas "constituyen elrelato más asombroso de conquistas que puede hallarse en toda la historia denuestra raza" (1), de la misma manera que los libros y revistas que consulta-ra el autor para saciar su curiosidad, consiguieren sacarlo del laberinto "ará-bigo" en que estaba metido.

Y en cierto modo solamente. Porque violentando todas las conclusiones delnunca bien ponderado Pero Grullo de que los chinos viven en la China; losaustralianos, en Australia, los alemanes, en Alemania; etc., resulta que, en elcaso de los árabes, podría aplicarse aquello de que "no están todos los que son,ni son todos los que están". En otras palabras, no todos los árabes son hijos dela Arabia, ni están en la Arabia. Y si no, veamos. La Liga Pan Arábiga pro-testó de la actitud belicosa de monsieur de Gaulle para con Siria; se opuso a lainmigración judía a Palestina (causa del actual conflicto); se adhirió al mo-vimiento pro-independencia del Egipto y declaró —por último— que no permi-tirá la intromisión de potencia extranjera alguna en la Tripolitania.

Por otra parte no deja de llamar la atención que los habitantes del Saharay de la región nord-africana vistan, vivan y se comporten a la usanza de losintrépidos hijos de Ismael y de Agar, conforme lo hemos constatado en pelícu-las, fotografías, acuarelas y grabados mil que han llegado hasta nosotros.

(1) H. G. Wells.—"Breve historia del mundo".

100 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Bien vale la pena, por lo demás, echar un mirotazo en dirección a aquellaslatitudes tropicales, que nos hablan de mujeres de belleza singular, de lujosfantasmagóricos y. de machos de espingarda y cimitarra. Porque dos gigantesdescomunales se disputan —por la razón o la fuerza— nuestro zarandeado ydolorido globo terráqueo y no estaría fuera de las humanas probabilidades quefueran los habitantes del jardín de Alan algunos de los más "pololeados" portan prepotentes galanes... con miras a atraerlos a sus zonas de influenciarespectivas.

No es necesario devanarse los sesos para colegir lo que significaría que esamasa de millones y millones de fanáticos se plegara como un solo hombre a lashuestes del enigmático José Vissarionovich Djugarhhvili o al carro de las po-tencias de Occidente.

El tiempo lo dirá.. . que, por ahora, procederemos a entrar en materia

1.—PINCELADAS DE GEOGRAFÍA NECESARIAS.

ARABIA.

Es una península cubierta, en cierto modo, de desiertos y bañada por tresmares que la limitan en otras tantas partes: el Mar Rojo al oeste, el de 'Omány golfo Pérsico, al este y el de las Indias, al mediodía. En su extremidad sur-oeste está separada del Africa por el canal de Suez. Hacia el norte sus fronte-ras están mal definidas. Podríamos decir, sin embargo, que parten dé Gaza—ciudad palestina del Mediterráneo— continúan por el sur del Mar Muerto,en seguida por Damasco, hasta rematar en el Eufrates, en la parte que tocael golfo Pérsico.

Los antiguos habían dividido la Arabia en tres regiones: La Arabia Pétrea,al nor-oeste y que comprendía la península del Sinaí —situada entre la Pales-tina y el Mar Rojo— la Arabia, Feliz, al sur-oeste, que abrazaba la parte meri-dional de la península (Nedped, Hedjaz, Yemen, Ornan, etc.), y la Arabia De-sierta, al centro y este, que se componía del gran desierto de arena que seextiende desde los confines de la Siria y Mesopotamia hasta el Eufrates y golfoPérsico.

Los geógrafos orientales no aceptan tal división y no conciben la ArabiaPétrea como parte integrante de la Arabia, ya que —según ellos—ésta com-prende el Hedjaz, el Yemen, el Hadramaut, el Marah, el Ornan y el Hazá.

Una rápida ojeada a estas regiones.Arabia Pétrea.—Pese a la opinión de los geógrafos de Oriente, es imposi-

ble separarla de Arabia, bajo el punto de vista geográfico y etnográfico. Elcalificativo de pétrea corresponde exactamente al aspecto del país, pues el cen-tro de la península del Sinaí está ocupado por la alta montaña granítica desu nombre. La región que la rodea es pedregosa y la arena no se empieza a versino hasta las proximidades del mar. La vegetación es escasa y de la más ínfimacondición.

Esta región es una de las más célebres de la historia universal. (Es la Idu-mea de la Biblia, la tierra donde vagaron tan largo tiempo los israelitas despuésde su salida de Egipto en busca de la tierra de promisión.

Nedjed.—Es una meseta inmensa y fértil, situada en el centro de Arabiay rodeada de desiertos y montañas. Es el asiento de los wahabitas, tribus decondiciones militares sobresalientes, conforme nos cuenta Lamartine en. su "Via-

¿CUALES SON LOS PUEBLOS ARABES? 101

je al Oriente" y poseedores de los mejores caballos del mundo, según el decirde sus habitantes.

La agricultura es la principal actividad de la comarca.Hedjaz.—Célebre por haber sido la cuna del islamismo y el asiento de las

ciudades santas de la Medina y la Meca que, año tras año, atraen a peregrinosde los puntos más remotos del mundo musulmán. Situado en el litoral del MarRojo, y aunque posee algunas regiones fértiles, es —en su mayor parte— un.territorio estéril.

La Mesa es el caso típico de la ciudad de Arabia. Las regiones que la ro-dean no bastan al sostén de sus habitantes, que se ven obligados a usar de Djedda—en el Mar Rojo— como puerto propio y que es el mismo caso de Medina conrespecto a Yambo.

Tierra del Acyr.—Se encuentra entre el Hedjaz y el Yemen y hasta hacepoco los europeos no conocían nada de lo que ocurría en su interior. Hoy sabe-mos únicamente que está poblado por tribus belicosas y que posee varias ciu-dades importantes.

Yémen.—Forma la parte sur-oeste de la península y es la región más fértil,más rica y poblada de la Arabia y —por otro lado— la más importante de lallamada Arabia Feliz por los antiguos.

Sus habitantes son, a la vez, comerciantes y agricultores y —desde lostiempos más remotos— se han hallado en relaciones con los egipcios, persas,hindúes y otros pueblos orientales. Entre las ciudades importantes del Yemenpodemos citar los puertos de Moka, uno de los mayores depósitos de café en elmundo y Aden, en el Mar Rojo que —a causa de su posición estratégica— seencuentra en manos de los ingleses desde el siglo pasado.

Hadramaut y Mahrah.—Se extienden desde el este. del Yemen hasta elOrnan, a lo largo de la costa del océano Indico, están poblados por tribus inde-pendientes y poseen algunas ciudades muy poco conocidas.

El Ornan —a continuación del Mahrah— está bañado por las aguas delIndico y del golfo Pérsico y, aunque arenoso, está cruzado por muchos oasis yvalles fértiles.

El Haza corre entre el Omán y la desembocadura del Eufrates, a lo largodel golfo Pérsico. Desde El Kalit hasta Bassorah el país es un vasto desierto,pero delante suyo se encuentran las islas Bahrein, las más importantes pesque-rías de perlas que existen en él mundo.

SIRIA.

Por tratarse dé un territorio que no es parte integrante de la Arabia, nocorrespondería —en realidad— referirnos a él en la .brevísima descripción geo-gráfica que estamos haciendo, como no lo haremos tampoco con otras regionespobladas de árabes, como Nord-Africa y el Egipto.

Pero al revés de lo que ocurre en los susodichos territorios, se puede decirque Siria es, hoy por hoy, un país netamente árabe, con las características —ytambién con las salvedades— que veremos al referirnos a sus respectivos habi-tantes. No está demás, por lo tanto, decir unas cuantas palabras sobre su aspec-to geográfico e histórico, a manera de complemento de lo que viene en seguida.

En la historia antigua el nombre propio y primitivo de la comarca fueAram (país alto), a causa de las elevadas montañas que dominan toda su costa.Por otra parte se cuenta que los habitantes de Siria designaban a ésta en dicha

102 MEMORIAL DEL EJERCITO.

forma en honor a uno de los hijos del mismo nombre de Sem, (sabemos que lossirios son de origen semita). En el siglo VIII A. J. C. —después de su someti-miento a los reyes de Asiria— se extendió hasta ella el nombre de la naciónconquistadora, pero en forma abreviada como es Siri. Esta extensión del nombre,tan en uso entre los antiguos, tiene su explicación etnológica, pues todos lospueblos comprendidos entre la extremidad del Mediterráneo y el Tigris, perte-necen a la misma raza y hablan la misma lengua, con pequeñas diferencias dedialectos.

Bajo el aspecto estrictamente geográfico, la Siria comprende el territoriolimitado al oeste por el Mediterráneo, que la baña desde el norte de Alejandret-

¿CUALES SON LOS PUEBLOS ÁRABES? 103

ta hasta la ciudad de Gaza; al norte, por el Akma-Dagh (antiguo Amanes) yel curso medio del Eufrates, que la separan de Anatolia y de la Mesopotamiarespectivamente; al este y sur, por la frontera ya vista al hablar de Arabia.

Ahora, un poco de historia. Antiguamente la Siria propiamente tal erasolamente el país comprendido entre el 'Tauro y la Armenia al norte; el Eufra-tes, al este; la Palestina al sur y la Fenicia y el Mediterráneo, al oeste. Con-quistada por los persas y unida a la satrapía formada por Fenicia, Judea yMesopotamia, los escritores griegos extendieron el nombre de Siria a la Feni-cia y a la Judea, como asimismo a la Mesopotamia.

Después de ser conquistada múltiples veces y por varios pueblos —entreellos israelitas, asirios, caldeos, babilonios, partos, etc., etc.,— fue convertidapor Pompeyo, el año 614 A. J. C. en provincia romana y en el siglo I de laHégira —700 años más tarde— caía en manos de las huestes del Profeta.

En el siglo XI se apoderaron de su territorio los turcos seldjucidas, pro-cedentes del Turquestán y descendientes de los kirguises, que —lejos de mos-trar la tolerancia de los árabes en cuanto a religión, costumbres y bienes—gobernaron con el fanatismo muy propio de ellos. Tal estado de cosas durahasta la primera guerra mundial, conforme veremos en el capítulo que sigue.

ARABIA Y SIRIA EN LA ACTUALIDAD.

Iniciada la guerra del 14, Gran Bretaña trató de asegurarse la cooperacióndel mundo arábigo, instigando a los emires a sublevarse contra la soberaníaturca. Por medio de un tratado, en 1915, con el jerife Hussein —cuyos dominiosse extendían desde La Meca hasta el Hedjaz— se delineaba exactamente el lí-mite del futuro Gran Imperio Arabe, a cambio, solamente, de una pequeñazona de influencia en la Mesopotamia (además de su antigua posesión de Aden)y una franja costera en la Siria (algo al sur de Beirut) para la república fran-cesa,

En base a estas promesas los árabes participaron activamente en la con-tienda, del lado de los aliados y a las órdenes del célebre "coronel Lawrence.

Pero al término de la conflagración las cosas ocurrieron de otro modo. Si-ria propiamente tal fue convertida en mandato francés y Palestina, en manda-to inglés. Al este se creó el territorio de Transjordania, bajo las órdenes delemir Abdullah (hijo de Hussein), que pronto se subordinó a la soberanía bri-tánica y, más al este, el del Irack, que alcanzó su independencia en 1932 —por"papeleta", por lo demás— ya que continúa a las órdenes de sus creadores deLondres. La importante plaza de Ajkaba (parte norte del Mar Rojo), comoasimismo el extenso territorio del Hadramaut y la región de Kolweit (golfoPérsico y al S. del Irack) dejaron de pertenecer —igualmente— a los valerososdescendientes de Harun-al-Raschid.

En resumen, podemos decir que la única parte, independiente de la penín-sula es la Saudi Arabia o Arabia Saudita (marcada con líneas oblicuas en elcroquis) y cuyo rey es el valeroso Ibn Saud, nombre abreviado de Abdul'AzizIbn-Abdur - (Rahman Al - Feisal Al Salud. A Israel no nos referimos, porahora, ya que el resultado de la contienda en Palestina es aún incierto.

La Siria ha sido dividida, también, en varias partes. Alrededor de Beirut,la capital —y a lo largo del Líbano— se creó el estado de este mismo nombre, pa-ra que los árabes cristianos que lo habitan (maronitas), "puedan ser protegi-

104 MEMORIAL DEL EJERCITO.

TÍOS de los Aluitas, al norte del Líbano; de los drusos, en el sur este y deDeschssireh, con gran disgusto de los sirios nacionalistas, cuyo centro es Da-masco.

Siria alcanzó su independencia en 1946.

2.—Y AHORA, LOS PUEBLOS ÁRABES...

Atendiendo a sus tradiciones y a su género de vida, podemos clasificar alos arates en dos grandes ramas: árabes nómades y árabes sedentarios.

Los nómades o beduinos, tienen, desde Marruecos hasta la Arabia, un gé-nero de costumbres y usos exactamente igual al de muchos miles de años atrás.Como en los tiempos bíblicos viven reunidos en tribus que cambian de residen-cia tan pronto como sus rebaños esquilman el suelo donde han acampado tran-sitoriamente.

Poseen como característica principal un sentimiento de independencia lle-vado a tan extremo grado, que difícilmente podremos concebirlo los occidenta-les. Desdeñan profundamente al habitante de las ciudades y lo consideran co-mo esclavo, pues quien se liga a la tierra —según ellos— no tarda en estarsujeto a un amo.

"Aunque tienen mucha semejanza con los otros árabes —según monsieurCarrey, médico mayor del ejército de Napoleón en Egipto (2)— sus ojos sonmás brillantes, sus facciones generalmente menos pronunciadas y su estaturamás baja que la de los árabes civilizados. En cambio son más ágiles, y aunqueflacos, muy vigorosos. Tienen viva imaginación, y carácter altivo e independien-te; y aunque desconfiados y disimulados, son valientes e intrépidos. Distín-guense particularmente por una gran destreza y por una profunda y rara in-teligencia. Son tenidos por excelentes jinetes y con razón se celebra su habili-dad en manejar la lanza y arrojar la jabalina. Además tienen mucha aptitudpara el ejercicio de tedas las artes y oficios''.

El árabe sedentario, en cambio, se modifica según los lugares y poblacio-nes variadísimas con que se halla en contacto, como veremos en seguida. Hechoeste preámbulo, procederemos a recorrer los diferentes pueblos arábigos.

Arabes de Arabia.—Los beduinos forman una raza semi-salvaje, sin civi-lización, ni historia y para saber lo que eran 3.000 años atrás basta observarlo que son en la actualidad, pues fuera de la religión nada ha cambiado enellos. Han vivido siempre como hoy, en pequeñas tribus, cobijadas a la sombrapatriarcal de un jefe llamado jeque que tiene una autoridad tan refringidaque se extiende únicamente a llevar los guerreros al combate, a presidir la dis-tribución de botín y a algunas otras ceremonias secundarias.

Sus dos ocupaciones exclusivas son la guerra y la cría del ganado. Los com-bates que se traban entre las tribus por el menor pretexto, son interminablesy cada muerte produce la represalias consiguientes. Sólo cuando aquellas sehallan poco menos que aniquiladas, se avienen a hacer las paces aceptando unacompensación por las bajas producidas.

Los árabes sedentarios difieren mucho de los beduinos, empezando por suinstrucción, pues —según Palgrave—no sería difícil hallar en el Nedjed indi-viduos tan aptos como los europeos para construir máquinas o trazar ferroca-

(2) Citado por el distinguido escritor G. Le Bon en su obra "Civilización de los árabes",que —en gran parte— me ha servido de guia para confeccionan mi trabajo.

¿CUALES SON LOS PUEBLOS ÁRABES? 105

rriles. Hasta fines del siglo XIX había en el Yemen dos universidades, la deZóbid y la de Damar que, aun cuando no tengan la importancia de la antiguay célebre del Cairo, contribuyen a difundir una instrucción sólida entre lasclases ilustradas del país.

"He dicho una de las más nobles razas de la tierra —dice Palgrave— y enefecto los árabes de las ciudades merecen este elogio, pues como he viajado mu-cho y he tenido frecuentes relaciones con pueblos tan diferentes como africanos,asiáticos y europeos, muy pocos me parecen dignos de descollar sobre los habi-tantes de la Arabia central" (3).

Arabes de Siria—Se dividen, también, en nómades y sedentarios: Exceptolas poblaciones, el país pertenece de hecho a los beduinos. Poseen aquel doblecarácter de rapacidad y de generosidad de los nómades de la Arabia y el foras-tero, a quien han concedido hospitalidad, es para ellos tan sagrado que soncapaces hasta de ofrendar su vida si las circunstancias lo requieren.

Nada ha podido obligarlos a renunciar a la vida errante que llevan y siem-pre han desdeñado las concesiones territoriales y todo trabajo agrícola o deotra índole que los obligue a estacionarse.

Además de los beduinos —que profesan el Corán— hay en Siria tribus quesiguen cultos diferentes y que, separadas por sus creencias religiosas y no cru-zándose sino entre sí mismas, han acabado por adquirir caracteres que permitendistinguirlas fácilmente. Las más importantes son las de los metualis, ansariés,maronitas y drusos.

Los metualis son tribus montañesas que viven muy aisladas. Pertenecen asecta mahometana de los chiitas y son muy intolerantes, de modo que nunca seavienen a comer con los forasteros. Se supone que son antiguas tribus kurdas,pero tienen caracteres complejos, correspondientes a la vez a los mongoles,

árabes y persas.(Los ansariés se componen igualmente de tribus montañesas que profesan

una religión derivada del islamismo, pero que difieren sensiblemente de la fun-damental, pues creen en la metempsícosis y adoran el sol, la luna, etc.

Los maronitas —aun cuando se parezcan a los sirios— forman una sectadistinta, vanidosa y pendenciera, pese a que sus cualidades guerreras no seande las más recomendables.

Los drusos componen una secta mahometana altiva e independiente que—desde muchos siglos— vive separada de los árabes y de los sirios. Son valien-tes y temibles y odian en grado sumo a los maronitas del Líbano.

En cuanto a los habitantes de las poblaciones, forman un tipo mezclado devarios pueblos, como fenicios, egipcios, judíos, babilonios, persas, griegos, ro-manos, turcos, árabes, etc., que ocuparon breve o largo tiempo la comarca. Re-signados a todas las dominaciones que han caído sobre ellos, no han conservadojamás energía sino para las disputas religiosas, pues muestran una notableconformidad en todo lo que no se refiere a ello, acatando del modo más sumisoa cualquier poder que se cierna sobre sus cabezas.

Arabes de Egipto.—Los egipcios —que habían sido refractarios a las civi-lizaciones persa, griega y romana— adoptaron rápidamente la lengua, religióny civilización árabes, al ser invadida su tierra por los guerreros de Amrú (si-glo I de la Hégira) hasta el punto de llegar a ser los más arábigos de los maho-metanos. Los cruzamientos entre conquistadores y conquistados eran tan fre-

(3) Autor y obra citados.

106 MEMORIAL DEL EJERCITO.

cuentes que —desde la segunda y tercera generaciones— se habían formadotipos intermedios, cuyo origen no era ya posible distinguir. Pero la superiori-dad numérica de los antiguos descendientes de Tutankamón y la lentitud delas invasiones, dieron motivo a que pronto desapareciera —casi por completo—la influencia de la sangre ismaelita.

Así es como el habitante sedentario de Egipto —árabe por la lengua y lareligión— es, en realidad, el hijo de los antiguos egipcios del tiempo de laspirámides, conforme lo revelan sus anchos hombros, sus labios gruesos y pómu-los pronunciados y —sobre todo— su parecido con las figuras grabadas en losmonumentos antiguos. Han heredado, igualmente, su carácter, que se distinguepor una afabilidad y una cortesía llevadas a un grado sumo.

El fellah no tiene casi necesidades, bastándole lo estrictamente necesariopara considerarse feliz. Vive sin cuidado del porvenir y sin la menor nocióndel tiempo y de las distancias.

Los nómades, a consecuencia de su género da vida, no han podido mezclarsesino entre sí, conservando —lógicamente— el tipo árabe de los días de Mahoma:nariz algo aguileña, labios delgados, rostro oval alargado y ojos ardientes. Plan-tan sus tiendas en los desiertos arenosos que se hallan a lo largo del Nilo, a cor-ta distancia de sus orillas; temen poco a las autoridades y no entran en relacio-nes con los fellahs agricultores, por experimentar contra ellos una no disimu-lada antipatía. En resumen, podemos decir que la existencia de estos nómadeses idéntica a la de los demás beduinos del desierto, bajo el aspecto que se lamire.

Aráb&s de África.—Exceptuando Egipto, que es considerado generalmentecomo parte de Oriente, todo el norte de África está ocupado por poblaciones—si no de sangre— de religión árabe y que, en algunas partes se extienden másallá del Ecuador. Dichas poblaciones constan de berberiscos, de árabes y denegros más o menos mezclados.

Los habitantes de África son también nómades y sedentarios y represen-tan —en especial los últimos—el producto de mezclas muy complejas: carta-gineses, romanos, vándalos, griegos, berberiscos, árabes, turcos, europeos y ne-gros que, desde hace muchos años, se han encontrado en estas regiones.

Los nómades, que han recibido menos mezclas y que —por consiguiente sonmenos degenerados— se parecen bastante a los beduinos de las otras comarcasy, como ellos, se muestran refractarios a cualquier paso hacia la civilización.

En este punto debiera dar por terminadas mis investigaciones, pero mehe encontrado con una novedad notable: Gustavo Le Bon, que ha hecho un es-tudio interesantísimo sobre la materia en "Civilización de los árabes", agregaen la cuenta a España y —¡ cosa extraordinaria!— también a la China.

{Respecto a los árabes de la primera, expone que "han desaparecido com-pletamente, sin dejar descendientes que perpetúen su imagen a través de lasedades". Por lo que toca a la patria de Confucio nos cuenta que, constituido elimperio de Mahoma "los califas de Oriente y los soberanos de China se envia-ron frecuentes embajadas" y que "el islamismo hizo luego muchos progresosen China y hoy se cuentan allá 20 millones de musulmanes". (4). Agrega en

(4) El autor se refiere a las postrimerías del siglo pasado. John Günther en ."El dra-ma de Asia" (1ra. ed. 1940) hace subir el nómero de mahometanos a 25 millones.

¿CUALES SON LOS PUEBLOS ÁRABES? 107

seguida: "Ya se habrá comprendido que estos musulmanes no son de origenpuramente árabe, sino que están mezclados con sangre china".

Había terminado ya el presente artículo cuando un amigo —con quien con-versaba sobre los diversos pueblos arábigos— me declaró estar convencido quelos turcos y los persas tenían el mismo origen de aquellos y que la India no-dejaba de contar con minorías de esa noble raza del desierto. Me alegro detener la ocasión de decir algo sobre el particular, ya que —de lo contrario— eltrabajo habría quedado trunco y pudiera haber dado lugar a más de alguna,duda.

Respecto a los turcos hemos hablado lo suficiente en el capítulo dedicado:a la Siria, para insistir nuevamente sabre ello. En cuanto a la Persia, podemos,decir que sus habitantes descienden de los arios emigrados de la India y que.los árabes estuvieron en su territorio en los primeros tiempos del islamismo(siglo I de la Hégira) y por un espacio de trescientos años aproximadamente.La Persia cayó después en manos de las dinastías independientes y efímeras,que sobrevivieron hasta la aparición de los turcos seljucidas, que fueron des-plazados por los mongoles en el siglo XIII, desposeídos —a su vez— por losturcomanos en 1403.

Estas invasiones sucesivas dieron por resultado la destrucción de todos los.monumentos antiguos construidos por los sasánidas y los árabes. La influenciade éstos queda demostrada por el hecho de haber los persas adoptado su religióny, aunque no sucedió lo mismo con la lengua, hállase ésta extendida, empero,en el país, que desempeña un papel análogo al del latín en la Europa de laEdad Media, estudiándose todavía las ciencias, la teología y la historia en librosárabes.

En resumen, podemos decir que la influencia ismaelita en Persia fue pro-funda en la religión, en los conocimientos científicos y en la lengua, pero muyrestringida en las costumbres y en la arquitectura. Pero lejos de transformaraquella su antigua civilización —como lo hiciera en el Egipto— la conservó fir-memente en sus partes esenciales.

* * *

Aunque los árabes tampoco desempeñaron en la India un papel políticoimportante, su influencia religiosa y civilizadora tuvo —en cambio— un ecoconsiderable y, a fines del siglo pasado, el país contaba con 50 millones de cre-yentes en Mahoma. Desdé los primeros años de la Hégira aquellos empezarona penetrar en el país de Mahatma Gandhi, pero a manera de exploración única-mente y ello no duró más allá de un siglo, siendo reemplazados por dinastíashindúes, primeramente y por turcos y mongoles, que se habían convertido alislamismo, en seguida.

Ademas de su religión —como queda dicho— los conquistadores dejaronen 1a India un tesoro de incalculable valor: los monumentos. Hay algunos deellos —como la puerta de Aladino, el mausoleo de Akhar, el Tadj Mahal (mau-soleo de Shan Jean), el palacio del Gran Mongol, etc.—, que son verdaderasmaravillas del arte arquitectónico y cuya más brillante descripción, habladao escrita, resultaría pobrísima ante la perfección sublime de la realidad.

Santiago, Abril de 1949.

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA.

GEOGRAFÍA Y ESTRATEGIA MODERNA.CORONEL GOUTARD

Las condiciones estratégicas son esencialmente condiciones geográficas cuyovalor depende de los medios de que disponen los beligerantes, aunque ellasinfluyen a su vez, de manera capital, sobre el rendimiento de tales medios.

Ante los progresos de la Técnica los obstáculos geográficos desaparecen yel valor de los elementos geográficos fundamentales varía según la potenciade los medios puestos en juego. De esta doble circunstancia se deriva unamayor amplitud del campo estratégico, que se extiende por encima de los océa-nos y hasta la zona ártica para una lucha de hemisferio a hemisferio. Y pues-to que, de este modo, el valor de los elementos geográficos evoluciona en fun-ción de los progresos técnicos, el estudio de los aspectos militares de la Geogra-fía necesita ser constantemente revisado.

Desechar conceptos anticuados o reducirlos a su actual valor, reconocién-doles acaso una importancia nueva, es el objeto que se propone el presenteensayo. Tal estudio nos abrirá perspectivas reveladoras acerca del fundamentoestratégico de la política mundial del presente, cuyos móviles se basan, tanto enel dominio realista de los geográficos, como en el de las ideas.

Después de una ojeada preliminar sobre la relación entre la Geografía yel potencial bélico, estudiaremos los problemas planteados por la extensiónsuperficial; en segundo lugar, las características nuevas que deberá revestirla insularidad; más adelante, las ventajas acrecidas de la posición envolventey, por último, el papel estratégico del Artico.

El examen de esos aspectos militares de la Geografía aplicado a los dosgrandes bloques que se disputan la hegemonía mundial, nos llevará a conside-rar la respectiva situación actual mundial, nos llevará a considerar la respec-tiva situación actual de esas dos grandes agrupaciones antagónicas, y al com-probar la neta superioridad de una de ellas en materia de bases, examinaremoslos imperativos que de ello resultan para la otra con vistas a romper el cerco,especialmente en dirección de Francia y de la Península del Mediodía europeo.Lo que nos obligará a considerar, todo lo objetivamente que podamos, la posi-ción de Francia entre ambos bandos y el papel que correspondería a nuestrasbases de la Metrópoli y de Ultramar.

Todo se reduce, en efecto —al menos de momento—, a una lucha por lasbases; a la conquista, todavía pacífica, de una mejor posición inicial.

Empeñada abiertamente desde el tiempo de paz, paralelamente a la luchasecreta de los laboratorios, esta lucha por las bases, que prepara directamenteel conflicto de mañana, merece nuestra atención, ya que aclara los actualesesfuerzos de las agrupaciones rivales; esfuerzos que posiblemente, traducenmás bien las reacciones defensivas de aquéllas contra el peligro atómico, quelas miras imperialistas que se les atribuyen.

No se trata más que de estudiar —¡Dios quiera que inútilmente!— el pre-ludio de acontecimientos que no desearíamos ver realizados. Pero, suponiendoque el hombre persista en su locura, tal estudio permitirá ahora claras perspec-tivas sobre la futura lucha atómica que hoy amenaza al Mundo.

109

110 MEMORIAL DEL EJERCITO.

RELACIÓN ENTRE LA GEOGRAFÍA Y EL POTENCIAL BÉLICO

Esta cuestión ha sido ya estudiada por un autor que nos previene contra la(sobreestimación del factor geográfico (1).

Es evidente, en efecto, que una situación geográfica favorable no es, por símisma, un elemento decisivo y no puede compensar una inferioridad de fuerzas-demasiado grande. Tal situación procura únicamente, a aquél de los beligeran-tes que dispone de ella, una ventaja suplementaria que aumenta considerable-mente la eficacia de sus fuerzas, al asegurarle la superioridad estratégica. Noes necesario insistir sobre este punto. Lo mismo en el campo de la Táctica queen el de la Estrategia, una ventaja geográfica no aprovechable, por falta defuerzas suficientes o de medios adecuados, es como si no existiera. Sólo puedellegar a tener un valor negativo, y en este caso no tardará en aprovecharla elenemigo.

Así vemos cómo la inmensa ventaja adquirida por Alemania, de mayo ajunio de 1940, al conquistar las costas del Paso de Calais, de la Mancha y delAtlántico, que le proporcionaban un magnífico trampolín contra Inglaterra,resultó inutilizable por falta de medios materiales adecuados. Ya es sabido, enefecto, con certeza, después del proceso de Nüremberg, que si Hitler no sacópartido del formidable triunfo que tenía entre manos fue porque no estabapreparado materialmente para franquear el pequeño brazo de mar que le sepa-raba de su objetivo. Tal obstáculo continuó siendo, pues, para Inglaterra, unfactor decisiva

La misma entidad geográfica en poder del mismo beligerante puede reves-tir valores muy diferentes conforme evolucionen las fuerzas o la situación deladversario. .

De este, modo, las mismas costas belgas y francesas, que en 1940 constituíanun trampolín contra Inglaterra, habían perdido este carácter en 1944 para con-vertirse en los muros de una fortaleza sitiada. Esta vez era Inglaterra la quese había convertido en trampolín." Tal transformación se debía no solamente ala considerable desproporción de fuerzas consecutivas a la intervención ameri-cana, a la entrada en liza, de Rusia y si desarrollo de la Aviación aliada, sino»también al cambio radical del conjunto de las condiciones geográficas.

En 1940, Alemania ocupaba una posición envolvente, desde la punta nortede Noruega hasta Brest, amenazando a Inglaterra por el Norte, el Este y elSur. En 1944 —sin haber cambiado todavía la situación sobre nuestras costasfrancesas— era la "Fortaleza europea" la que. estaba rodeada y sitiada portodas partes.

I.—LA SUPERFICIE.

La superficie ha planteado siempre problemas arduos a los jefes militares.Uno de los más importantes es el recorrido de esta superficie, es decir la dis-tancia a recorrer, con su corolario: la duración de tal recorrido, o sea el tiempo:

Otro problema representa la ocupación de la superficie; ocupación quepuede resultar tan costosa que llegue a paralizar las operaciones.

. (1) Altairante Castex: "Sobre algunos aspectos, militares de la Geografía". Révue deDéfense Nationales. Enero 1946.

La superficie limita, por otra parte, la eficacia de los modernos ingeniosde guerra, especialmente de los aéreos, por la dispersión de objetivos que per-mite.

Finalmente, relacionando con el anterior se encuentra el problema de lafacultad de absorción o, más bien, de la dificultad de saturación, que ha sidotambién citado como un obstáculo serio a la supremacía de la Aviación estraté-gica.

Pasando revista a tan diferentes factores, examinaremos si, teniendo encuenta los perfeccionamientos de la técnica y a base de desarrollar una estra-tegia apropiada, la superficie continúa siendo la gran "devoradora de medios"de que se ha hablado, generadora de la dispersión y del desgaste y susceptible de"socavar" realmente los fundamentos de la Estrategia.

En lo que concierne a la distancia repararemos ante todo en que este pri-mer obstáculo ofrecido por la superficie no detuvo jamás a los antiguos conquis-tadores, a pesar de que, para superarlo sólo contaban con las piernas de susinfantes y las patas de sus caballos.

Recordemos cómo Alejandro sometió todas las orillas orientales del Medi-terráneo hasta Egipto, antes de lanzarse a la conquista del Asia Menor, y cómopersiguió al Gran Rey hasta el corazón de Persia, profundizando hasta el Indo.

Hagamos también memoria de Aníbal, que rodeó el Mediterráneo Occiden-tal a través de España y de los. Alpes para llegar en son de amenaza, ante losmismos muros de la aterrorizada Roma.

Citemos todavía a César que recorrió con sus huestes el Oriente, África,la Galicia y la Germania, y tantos otros caudillos a quiénes el espacio no detu-vo y para los que el tiempo no importaba.

No nos extenderemos sobre las facilidades que proporcionan los modernosmedios de locomoción para resolver a la vez el problema de la distancia y eldel tiempo que revisten tan especial importancia en nuestra época de "Guerra re-lámpago".

En tierra, las columnas motorizadas ligeras pueden llegar a recorrer cen-tenares de kilómetros por día, si el estado del terreno y de las vías de comuni-cación lo permiten.

En el aire, los más recientes bombarderos pesados americanos alcanzan unradio de acción de 10.000 kilómetros.

Paralelamente, el obstáculo "tiempo" va siendo también superado. Entierra, las velocidades de los elementos motorizados o blindados ligeros oscilaentre los 50 y los 100 kilómetros por hora; sobre el mar y por debajo de susuperficie, los estudios en curso permiten prever velocidades aceleradas. Pare-ce ser que los ingleses han construido un modelo de sumergible dos veces másrápido en sumersión que los mejores tipos actualmente en servicio.

En el aire, con la propulsión por reacción y la navegación estratosférica,no se prevé límite alguno al progreso de los ingenios autopropulsados. En cuan-to a los aviones piloteados, de los que ciertos modelos construidos alcanzan los900 kilómetros por hora, si todavía no se atreven a enfrentarse con el temible"muro sónico", rebasado por los aparatos radiodirigidos, se puede admitir que,adoptando formas nuevas, lo superarán a su vez y no encontrarán ya otro lí-mite que la resistencia del organismo humano.

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA. 111

112 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Ante los progresos técnicos, el obstáculo ''superficie" tiende pues, a dis-minuir de valor, tanto por lo que se refiere al factor "distancia" como aifactor "tiempo".

'Generalmente se considera la "ocupación" de la superficie como una cues-tión enojosa. A ella se atribuye especialmente la "debilitación" de las fuerzas.del beligerante que se ve obligado a afrontarla. Tomando a Francia como tér-mino de comparación, el eminente autor a cuyo estudio nos hemos ya referido,escribe respecto a las exigencias de la superficie:

"No podría ocuparse un solo distrito, de nuestro país sin dedicar a ello,por lo menos, un regimiento de tres batallones, y aún así las fuerzas quedaríandemasiado dispersas y diluidas en el espacio. Con tan escasa densidad de fuer-zas, la ocupación podría compararse a una débil tela de araña cuya fragilidadse pondría de manifiesto al menor incidente serio".

Esta manera de ocupar la superficie mediante pequeños destacamentosdispersos por el país, tal vez resultase admisible en una época en que se desco-nocían la radio y los vehículos terrestres o aéreos susceptibles de intervenirrápidamente.

En la actualidad, tal procedimiento puede considerarse caducado. Toda,ocupación racional debe, por el contrario, evitar la dispersión de fuerzas y li-mitarse a guarnecer algunas bases sólidas desde las que irradiarán columnas,móviles.

La acción aérea —combinada, si es preciso, con la de esas columnas móvi-les constituidas principalmente por fuerzas blindadas— sobre ciertas vías de-comunicación esenciales permite por sí sola una ocupación económica. Un te-rritorio quedará así dominado de un modo más efectivo que mediante batallo-nes dispersos, pronto bloqueados en caso de insurrección. Bien conocido es elejemplo del "control aéreo" británico sobre el Irak, que logró economizar nu-merosos batallones.

Pero —se dirá—, cuando no se trate simplemente, de ocupar, sino de apo-derarse de una superficie durante el curso de las operaciones, tal sistema depolicía no bastará. Y se podrían sacar a relucir los efectos desastrosos de la"superficie" rusa sobre el Gran Ejército de Napoleón, así como sobre las hues-tes de Hitler lanzadas hacia el Cáucaso.

Sin embargo, tales dificultades parecen más bien imputables al alarga-miento de las líneas de comunicación y a la insuficiencia de los medios detransporte que las sirven, que a la superficie propiamente dicha.

En realidad, la superficie no ha detenido nunca a los que han sabido do-minarla sin dispersar sus medios.

Ella no ha "devorado" los ejércitos de los grandes conquistadores de laantigüedad ni los de los grandes jefes modernos. Las vastas llanuras de laEuropa Central no han absorbido a los ejércitos rusos de 1944-1945. Los de-siertos africanos no consumieron ni el Ejército de Montgomery en Libia ni ala columna del General Leclere entre el Lago Tehad y Túnez.

(Pocos caudillos se han arriesgado a combinaciones estratégicas de una am-plitud geográfica comparables a las que han dado la victoria al General MacArthur y al Almirante Nimitz en el Pacífico. El segundo de éstos tenía querecorrer una distancia de 4.000 millas desde su base de partida de Hawaii hastaRiu Kiu, y tan enorme espacio se hallaba jalonado por centenares de islas y

GEOGRAFIA Y ESTEATEGIA MODERNA.

defendido por bases enemigas potentes. La Geografía favorecía netamente alos japoneses.

Muchos jefes europeos —por no decir franceses—, ante un problema se-mejante, habrían "naufragado" en la inmensidad y hubieran malgastado susfuerzas en conquistar sucesivamente todas las bases y en ocupar todas las islas,designando como "avance metódico" lo que sólo hubiese sido una soluciónformularia, fruto de la pereza espiritual y de la falta de imaginación. Y al vera sus fuerzas derretirse sin provecho, no hubieran dejado de invocar la "tira-nía de la superficie gran devoradora de medios".

, Por el contrario, Nimitz y Mac Arthur supieron liberarse de esta tiraníay resolver el problema, limitándose a conquistar las bases estrictamente nece-sarias y desdeñando las demás, por potentes que fueran, como Rabaul, Truck,Yap y Mindanao. La amplitud de sus saltos estuvo determinada por el alcancede las bases avanzadas sucesivas, indispensable para sus operaciones aéreas yanfibias.

Un avance moderno no tiene por qué revestir las características de una ocu-pación de la superficie, simo que debe limitarse al desplazamiento de bases avanza-das aeronavales o aeroterrestres y al establecimiento de líneas de comunicación,neutralizando o simplemente vigilando el resto del país.

La dispersión es el medio principal de defensa pasiva contra los ataquesaéreos, y será tanto más eficaz cuanto la superficie sea más considerable.

Gracias a la inmensidad de su territorio, Rusia pudo, utilizar en grandeeste recurso en favor de sus industrias de guerra y superar así la crisis con-secutiva a la invasión de sus regiones industriales del Oeste.

La superficie representa, pues, para una aviación estratégica que operasobre territorio enemigo una importante dificultad. Esta, sin embargo; no es;insuperable. Pueden reducirse, ciertamente, de un modo considerable los efec-tos de la dispersión por el empleo combinado de los siguientes medios:

—La información, que permite localizar los objetivos diseminados sobre unvasto territorio.

—La precisión del bombardeo aéreo o de la teledirección de los proyectilessobre tales objetivos. Se acaba de poner en, servicio un aparato de punteríaque no solamente es de una precisión extrema, sino que libera al avión de la.necesidad de seguir una línea recta para descargar sus bombas. En cuanto ala teledirección y autodirección de los ingenios autopropulsados, se encuentranen constante progresó.

—El aumento de la densidad de los bombardeos.—El aumento considerable del área de destrucción de cada proyectil, de-

bido a la utilización de la energía atómica nuclear. Se llegará así a neutralizarzonas enteras, en las que el enemigo creería haber dispersado suficientementesus fuerzas, sus depósitos y sus fábricas.

Aquí también la técnica ha reducido la importancia del obstáculo.

Finalmente, se ha invocado en pro de la superficie su dificultad de satu-ración por proyectiles aéreos, citando como ejemplo a Londres, que existe to-davía como ciudad después de haber recibido millares de bombas de Aviación^y de los tipos V. 1 y V. 2.

M. del E. 8

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114 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Hemos de advertir a este respecto que la saturación carece de interés lasmás de las veces. La aviación de bombardeo no aspira, generalmente, más quea una neutralización, a una invalidación más o menos duradera a a un efectomoral. Las bombas que serían necesarias para "destruir por completo", en lu-gar de limitarse a "inutilizar", podrían ser mejor empleadas en otra parte, ydeberían, pues, considerarse como perdidas.

En todo caso, los dos últimos procedimientos antes indicados para evitarlos efectos de la dispersión, el aumento de la densidad del bombardeo y elempleo de la bomba atómica, permitirán aproximarse mucho al punto de satu-ración ideal. El resultado podría todavía "mejorarse" mediante emisiones deiperita o de otros gases, que no deben considerarse excluidos porque no hayansido empleados en el último conflicto. ¿ No encontraron los aliados en Alema-nia, en 1945, gran provisión de granadas y de bombas cargadas de "tabun"?Por otra parte, ya se conoce la eficacia sobre amplias superficies de las emi-siones de productos radioactivos.

De este rápido examen de los problemas planteados por la superficie po-demos, por lo tanto, concluir que sólo "devora" a quienes se dejan "devorar"por ella y que el perfeccionamiento de los medios modernos permitirá dominar-la cada vez más eficazmente.

II.—LA INSULARIDAD.

Conocida es la influencia capital que la insularidad ha ejercido siempreen la defensa de ciertos Estados.

El ejemplo más notable de esta protección que proporciona la insularidadnos lo da la Historia de Inglaterra. Acabamos de ver la eficacia con que el estre-cho brazo de mar que separa a esta nación del continente europeo la salvó toda-vía de la invasión en 1940. Pero las destrucciones sufridas por las ciudadesinglesas a causa de los bombardeos aéreos demuestran cuánto han disminuidolas ventajas de la condición insular. En el futuro, la insularidad británica verádecrecer de tal modo su importancia, debido al empleo de bombas atómicas yde grandes unidades aerotransportadas, que podrá considerarse prácticamenteinexistente.

En el estado actual de las cosas, solamente un océano constituye un fosolo suficientemente ancho para proporcionar a un país cierto carácter de insu-laridad. América, separada de los demás continentes por los dos grandes océa-nos que bañan, respectivamente, sus costas orientales y occidentales, puedeconsiderarse que disfruta de tal carácter insular, pero sólo hasta cierto puntoy en determinadas condiciones.

Ya es sabido, en efecto, que los actuales aviones de bombardeo y los arti-ficios autopropulsados pueden franquear fácilmente los océanos y llevar, desdeel primer momento y por sorpresa, la devastación al territorio adversario. Eltemor de semejante "Pearl Harbour" atómico obsesiona con razón a los espí-ritus del otro lado del Atlántico.

¡Los artificios autopropulsados por reacción, datados de velocidades super-sónicas y radiodirigidos, serían particularmente temibles.

Sin embargo, desde el punto de vista de la ofensiva, la radiodirección amuy grandes distancias, por encima del océano, no ha sido conseguida todavía,y sería, de todos modos, muy imprecisa. En cuanto a la autodirección por ondasde radar, sonoras, magnéticas o caloríficas, su falta de selectividad excluyeprácticamente su empleo a grandes distancias.

GEOGRAFÍA Y ESTRATEGIA MODERNA.

Por lo tanto, tales artificios deberían ser, o bien radiodirigidos por avioneslanzadores o seguidores con pilote, dotados también de velocidades supersónicas—lo que todavía no se ha conseguido— o bien "recogidos" al otro lado delOcéano por bases avanzadas que los dirigirían hacia su objetivo con suficienteprecisión; solución esta última que, en el estado actual de la técnica, parece-la única realizable.

Por otra parte, en lo referente a la defensiva, la protección del continenteamenazado sólo puede ser organizada con alguna probabilidad de éxito median-te bases situadas al otro lado de ambos fosos. Atlántico y Pacífico. Unicamen-te, desde tales bases sería posible efectuar oportunamente la detección de los.artificios, atómicos o no, con velocidades supersónicas, el entorpecimiento desu radiodirección o su interceptación y destrucción por cohetes autodirigidoso por rayos infracósmicos (1).

Además, puesto que la mejor defensa antiatómica consiste en el ataqueatómico de las bases industriales y rampas de partida adversas, se comprendepor, las razones antedichas que tal respuesta, que debe ser inmediata y precisa,sólo puede ser organizada desde las mismas bases avanzadas que hayan señala-do la agresión enemiga.

Finalmente, desde el punto de vista naval, y, sobre todo, desde el aerona-val, la posesión de tales bases avanzadas "en contraescarpa" procura el domi-nio casi seguro del foso protector y mantiene su valor defensivo.

Por todas estas razones, un continente como el americano, para poder go-zar de la ventaja de la insularidad, debe asegurarse un cierto número de basesal otro lado del océano que le cubre.

De este modo, solamente los Estados Unidos pueden, si no disponer en.absoluto del margen del tiempo de que habla el informe del Departamento de-Guerra del 12 de abril de 1947, al menos evitarse una sorpresa demasiado bru-tal y procurarse una respuesta inmediata.

Ahora bien, si echamos una ojeada sobre el mapa, advertiremos que, afor-tunadamente, tal condición aparece realizada al otro lado del Pacífico por laocupación más o menos eventual de las bases del Japón, de las Filipinas y delos archipiélagos oceánicos, e igualmente se la puede suponer asegurada en laotra orilla del Atlántico, merced a las bases aliadas o amigas de las costaseuropeas y africanas, que no es necesario enumerar.

Así, por lo que respecta, al menos, a la dirección Este-Oeste, los EstadosUnidos y una parte importante del Imperio Británico conservan todavía sucarácter insular; es decir, que se trata de países que sólo pueden ser atacados,a través del mar mediante operaciones de gran envergadura que exigirían, comocondición previa, el dominio del océano y de su cielo.

Más adelante veremos si sucede lo mismo por lo que se refiere a la direc-ción Norte.

(1) En Rusia parecen haberse realizado con éxito experiencias con el fin de hacer esta-llar, por medio de rayos infracósmicos, bombas cuya aproximación haya sido señalada por elradar.

No hay que insistir a tal respecto sobre el Interés que tendrían los Estados Unidos en quetales detecciones y destrucciones por explosión se produjeran sobre el territorio europeo yno sobre el cielo de Nueva York o de otras grandes ciudades costeras.

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116 MEMORIAL DEL EJERCITO.

III.—LA POSICIÓN GEOGRÁFICA ENVOLVENTE.

Desde la antigüedad más remota, los caudillos militares, conscientes de losefectos considerables, tanto materiales como morales, de los golpes efectuadosconcéntricamente, han perseguido el envolvimiento de su adversario, sin pederrebasar las más de las veces el escalón táctico, debido a los medios limitados deque disponían.

Pero el desarrollo de los medios modernos de combate y de transmisiones,y especialmente de los medios aéreos, ha ampliado considerablemente el campoestratégico, permitiendo realizarse desde muy lejos combinaciones de esfuerzosconducentes a envolvimientos eficaces.

¿En este terreno, la Aviación se convierte de día en día en la fuerza estra-tégica por excelencia.

Además de su efecto moral, que sigue siendo tan grande hoy como en loscombates primeros, la posición envolvente asegura tres principales ventajas.Permite cortar las comunicaciones vitales del enemigo; obliga a éste a disper-sar sus medios de detección y de la defensa en todas las direcciones del hori-zonte, y da al agresor la posibilidad de alcanzar directamente si no la totalidad,la mayor parte de las fuerzas o del territorio del contrario.

Actualmente, con el aumento prodigioso del radio de acción de los avionesde bombardeo y de los ingenios autopropulsados, la última posibilidad citadaresultaría muy desventajosa para todo país envuelto por bases enemigas, seacual fuere su superficie.

Se comprende que, si dicha situación envolvente pudiera ser realizada poruna potencia anteriormente a la apertura de hostilidades, tal potencia se encon-trará en condiciones de aplastar por sorpresa al adversario y adquirir, desdeun principio, sobre él, una ventaja que podría ser decisiva.

Así la lucha para el cerco geográfico del bloque de potencias consideradocomo enemigo probable o, al contrario, para romper dicho cerco se desarrolla,como acabamos de verlo, desde el tiempo de paz, simultáneamente con la luchapor la superioridad atómica que decuplicaría sus efectos.

La Ciencia y la Geografía condicionan la victoria o la derrota del futuro.

Pero retrocedamos algún tanto en la Historia. Hasta el último siglo, losconflictos bélicos revestían las más de las veces o bien el carácter de expedicio-nes más o menos devastadoras, o el de torneos, y las batallas campales decidíanla suerte de la campaña.

El trazado de las fronteras y el emplazamiento de las bases tenían relati-vamente poca importancia. A estas últimas no se les asignaba otra misión quela de asegurar la alimentación normal de las fuerzas en campaña.

El mismo Napoleón —que, después de su expedición a Egipto y el Oriente,se vio reducido de nuevo por la necesidad al escenario europeo continental—no parece haber tenido de esta noción geográfica más que una concepción pa-siva: la del bloqueo.

Es cierto que en 1805 intentó organizar desde el trampolín de Boulogneun desembarco en la costa inglesa; pero se trataba más o menos, de un desem-barco directo, sin aspirar a un envolvimiento, para el cual carecía de medioss6uficientes. Igualmente, desde el punto de vista defensivo, al agrupar a Euro-pa bajo sus águilas, nunca pensó en emplear la expresión "Fortaleza europea",

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA. 117

que implica la idea de un asedio, pues ninguna amenaza concéntrica pesabasobre nuestro continente.

Al principio del siglo XX, por el contrario, en la era del ferrocarril y delautomóvil, la nación de envolvimiento geográfico aparece netamente. Ya se sa-be el influjo que ejerció en 1914, sobre Gruillermo II, el temor del "cerco deAlemania", por lo que respecta al desencadenamiento de la Primera GuerraMundial.

No hay necesidad de recordar que, desde 1914 a 1918, se esforzó Alemaniaen romper, tanto por el Este como por el Oeste y con diversa fortuna, el dogalque le asfixiaba. Finalmente, no obstante la defección rusa, fue el esfuerzoaliado de Oriente, combinado con el empuje desde el Oeste, lo que provocó elderrumbamiento de las Potencias Centrales.

Derivada, de una tentativa fallida, pero llena de posibilidades estratégi-cas, sobre los Dardanelos, la campaña de Macedonia permitía al Ejército deOriente amenazar al bloque central por su flanco sudeste, el más vulnerable.

Mientras que los Ejércitos aliados del Oeste proseguían lentamente, en losúltimos meses, su empuje frontal para rechazar al enemigo sobre su territorio,la ofensiva de Oriente progresaba en escala geográfica sobre él camino de Vie-na, liquidando sucesivamente la resistencia de Bulgaria, Turquía y el ImperioAustrohúngaro, y amenazando el corazón de Alemania.

Se tiende demasiado a olvidar que no fueron solamente nuestras ofensivasfrontales del Oeste, las que dieron la victoria a los aliados en 1918, sino la con-vergencia de ambos esfuerzos occidentales y orientales sobre la fortaleza centralgermánica.

En 1939, con su pintoresca reivindicación de "espacio vital", Hitler de-mostraba, en resumidas cuentas, el mismo temor de verse cercados que su coro-nado predecesor. .

Ya se. sabe como liquidó primeramente la amenaza oriental de Checoeslo-vaquia y Polonia, y como, después, volviéndose contra sus adversarios, occiden-les, aplastó a Francia; mejorando, en seguida, constantemente, al Sur y al Este,en los Balcanes, en labia y hasta en el Cáucaso, su situación estratégica. Tam-bién es sabido, como, a partir de 1942, a causa de la reacción rusa y del desembar-co aliado en el Africa del Norte, la situación cambió y el cerco de la Fortalezaeuropea comenzó a precisarse.

Todavía más; gracias al formidable desarrollo de la Aviación estratégicaaliada, tal cerco no se tradujo solamente en uña amenaza de invasión por todoslos frentes, sino en ataques aéreos directos, que debían reducir considerable-mente el potencial industrial de Alemania y, sobre todo, paralizar sus comuni-caciones, y, por consiguiente, sus movimientos estratégicos y sus abastecimien-tos, abarcando simultáneamente teda la superficie enemiga; el campo estraté-gico iba a alcanzar así su máxima amplitud.

En enero de 1943, se organizó desde las bases de la Gran Bretaña y delÁfrica del Norte, el ataque aéreo concéntrico de la Fortaleza europea. Después,a partir de octubre de 1943, nuevas formaciones de bombarderos, partiendo dela región de Foggia, en Italia —trampolín de la 15.ª Fuerza Aérea—, desarro-llaron, en combinación con las 8.ª y 9.a Fuerzas Aéreas, centralizadas en Mil-denhaD, una ofensiva en forma de tenaza, que se esforzó en machacar simultá-neamente los objetivos de la Alemania del Norte, de Baviera, de Austria y deSilesia.

Finalmente, en 1944, con el desembarco en Francia y la progresión rusaen el Este, el dogal se estrechó y, partiendo de todos los puntos cardinales, los

118 MEMORIAL DEL EJERCITO.

golpes se concentraron, por tierra y por el aire, en un espacio cada vez másreducido, hasta el encuentro final de los ejércitos rusos y americanos al Oestede Berlín en ruinas.

Es verdad que los alemanes habían utilizado hasta el último momento sutrampolín de las costas de la Mancha como rampa de lanzamiento de sus V1 yV2 sobre Inglaterra, pero, cualesquiera que fuesen les daños que tales artificiospudieron producir, aquella tentativa desesperada no podía cambiar la situacióngeográfica envolvente de los aliados y evitar el desenlace inexorable que deella se derivaba.

Durante este tiempo, como ya hemos visto, en el Pacífico, Mac Arthur yNimitz "aplicaban progresivamente sus esfuerzos desde la periferia de las con-quistas niponas hacia el centro" —según las propias palabras del GeneralMarshall—, hasta el bombardeo atómico final de Hiroshima.

Allí también, las leyes geográficas se pusieron en contra de los japoneses,demasiado ampliamente desplegados en abanico sobre direcciones excéntricas.

IV.—LA SITUACIÓN ACTUAL..

En la actualidad, después de una completa victoria de los aliados, nos en-contramos en paz. Se hubiera podido creer que, una vez desaparecida la ame-naza nazi, la estrategia mundial tendría solamente un carácter económico yque no se ocuparía de las costas oceánicas más que en función de sus bases co-merciales.

[Desdichadamente, tenemos que reconoser que no es así y que dos enormesbloques antagónicos se ven obligados a considerar todavía, desde su punto devista estratégico y con un interés aerecido por el rápido desarrollo de los téc-nicos de destrucción, los factores geográficos de que disponen o ambicionandisponer.

Puesto que las fuerzas de uno y otro bloque son casi equivalentes —o almenos, lo serán cuando los dos lleguen a disponer prácticamente del arma atómi-ca—, nos taca solamente examinar, del modo más rápido y objetivo que seaposible, las ventajas que al uno y al otro confiere la Geografía.

Que uno de ellos sea, ante todo, insular y marítimo, y el otro preferente-mente continental, resulta un lugar común sobre el que no necesitamos exten-dernos.

Con respectol a la insularidad americana, ya hemos examinado las condi-ciones necesarias para el mantenimiento de tal característica, mediante el es-tablecimiento de bases avanzadas al otro lado de ambos océanos.

Nos referiremos, más bien, al factor capital que representa la "posicióngeográfica envolvente " d e uno de los bandos y a las reacciones que tal situa-ción, impone al bando adverso.

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA. 119

SITUACIÓN GEOGRÁFICA DE RUSIA, SU ENVOLVIMIENTO POREL ESTE, SUR Y OESTE.

¿Cuál es actualmente la situación geográfica de Rusia, en la parte delMundo que ella ocupa?

Su masa es bien temible, a causa de sus 200 millones de habitantes que"actúan en el mismo sentido" con una disciplina perfecta, una discreciónabsoluta y un patriotismo innegable. Geográficamente dispone de una super-ficie inmensa que le permite un alejamiento y una dispersión industrial que lahan salvado en 1942.

Desde este punto de vista, particularmente importante en caso de guerraatómica, reúne condiciones más favorables que Norteamérica, cuyas industriasvitales se hallan desdichadamente concentradas en la periferia del país y re-sultan difícilmente dispersables.

El informe del Departamento de Guerra norteamericano de fecha 12 de abrilde 1946 reconoce tal inferioridad: "El esfuerzo industrial ruso sobrevivió alos avances alemanes, que destruyeron una capacidad de fabricación equivalente& los resultados de un número considerable; de bombardeos estratégicos. La dis-persión completa de nuestras grandes ciudades constituye una empresa querebasa todas nuestras posibilidades. Ello requería, en efecto, no solamente su-mas considerables, sino un esfuerzo de construcción imposible. Además, el pue-blo americano opone una tenaz resistencia a toda clase de procedimientos quepretendan militarizarlo y hacerle abandonar sus viviendas en contra de suvoluntad".

No es, por lo tanto, la superficie en sí misma la que favorece a Rusia desdeeste punto de vista, sino la posibilidad de explotarla al máximo, gracias a ladisciplina del pueblo" ruso, que permitirá también mantener secreta la disper-sión realizada.

Pero si este factor geográfico de la "superficie" actúa en favor de laUnión Soviética, los restantes factores que acabamos de examinar le son neta-mente desfavorables.

No puede hablarse actualmente con respecto a ella de insularidad, puestoque sus adversarios eventuales disponen o dispondrán de importantes cabezasde puente sobre el continente eurasiático y de bases inmediatas a este conti-nente.

En cuanto a la situación geográfica envolvente, una simple ojeada a lacarta permite comprender por qué el bloque soviético se halla bajo la impresiónde hallarse ya cercado o a punto de estarlo, y tales impresiones suelen tenerconsecuencias peligrosas.

Al Este y al Oeste se dibuja la línea de bases avanzadas, mediante las cua-les —como ya hemos visto—, América cubre o cubriría los fosos del Atlánticoy del Pacífico. Y estas dos barreras Norte-Sur se hallan enlazadas por otralínea de bases Este-Oeste que encerraría por el Sur a una Eurasia sometida ala obediencia soviética.

Al Oeste, en el sector "eurafricano", los dos enclaves británicos de Nigeriay de Kenya prolongan más allá del Atlántico el eje americano Panamá-Cuba.

Estos dos "muelles", que desempeñaron ya su papel en el último conflicto,se apoyan al Sur en el bloque de la Unión Sudafricana, que Inglaterra refuerzaconstantemente y a la que Montgomery denomina "la nueva clave del sistemade defensa del Imperio".

120 MEMORIAL DEL EJERCITO.

En la parte Meridional del Mediterráneo, no hay necesidad de citar lasbases de Gibraltar, Malta, Tripolitania, Cirenaica, Chipre, Egipto y Palestina(sin contar otras bases importantes que podrían ser englobadas en el mismosistema) para darse cuenta de la solidez de la plataforma del Africa septen-trional.

Finalmente, al norte del foso mediterráneo y asegurando su dominio (enla hipótesis de una alianza con los Estados ribereños), el sistema podría sercompletado con una serie de cabezas de puente peninsulares relativamente fá-ciles de defender por las potencias marítimas; las penínsulas ibérica, itálica ygriega, y la Tracia turca. Y las tendencias manifestadas por los Gobiernos quese encuentran en el Poder de tales países no dejan lugar a dudas sobre el papelque desempeñarían en caso de conflicto.

No mencionaremos a la Francia metropolitana, cuyo carácter continental ha-ce su situación más delicada respecto a una potencia eurasiática.

En Oriente, el sistema sudasiático de cobertura, apoyado sobre el OcéanoIndico y sus apoyos exteriores de Kenya y de Australia, asegura la continuidadde la barrera hasta el bastión de las Filipinas. Para ello se puede contar antetodo, con la sólida Anatolia turca y con el Irán, que ha sabido hasta ahoralibrarse hábilmente de las garras de su temible vecino del Norte, aunque sehalla todavía muy expuesto. Estas dos posiciones avanzadas se encuentranapoyadas directamente por las bases británicas del Sinaí, de Palestina, delIrak (Habbanya) y del Golfo Pérsico.

Finalmente en Extremo Oriente, las bases mantenidas en las Indias, Cei-lán. Singapur e Insulindia —puente indispensable entre las bases inglesas deAsia y de Australia— se unen en las Filipinas a la línea Sur-Norte que vigilalas orillas orientales del Continente asiático.

Se concibe que, ante este círculo de bases que se cierra sobre ella desdeIslandia hasta las Aleutianas y desde donde pueden ser alcanzados todos lospuntos de su territorio, Rusia pueda sentirse en peligro, a despecho del ba-luarte protector que se ha creado en sus fronteras occidentales y que se revelainsuficiente.

Camille Rougeron escribe a este respecto (Forces Aériennes Frangaises,del 2 de noviembre de 1947) : "Bajo la amenaza de las nuevas armas la U. R.S. S., encerrada por un cinturón de Estados, al Oeste, al Sur y al Este, se hallatan "asfixiada dentro de sus millones de kilómetros cuadrados de superficie co-mo la Alemania de 1939 entre Polonia y Francia".

Pero, ¿no tiene Rusia una salida, una puerta abierta para una ofensivahacia el Norte?

EL ÁRTICO, NUEVA ZONA ESTRATÉGICA.

Hasta los últimos años, nadie pensaba que la zona ártica pudiera ser con-siderada un día como zona estratégica importante. Región misteriosa y hostil,defendida por el rigor de los elementos por el frío mortal y los bancos de hielo,se pensaba que podría a lo sumo servir de escenario a expediciones científicas,guiadas tan sólo por la curiosidad del espíritu humano; pero se olvidaba quetodos los descubrimientos científicos tienden inexorablemente a la guerra.

Una "Carta de Otawa" publicada recientemente por Le Monde, recuerdaque Morris, uno de los fundadores de la Confederación canadiense, declarabaque tal Dominio no tenía nada que temer, hallándose limitado al Sur por unpaís amigo; al Este y al Oeste, por dos océanos, y al Norte, por las regiones

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA. 121

polares infranqueables; constituyendo un ejemplo casi perfecto de insularidad.Pero, también allí, el desarrollo de la Aviación ha logrado ampliar el cam-

po estratégico. Después de los fracasos de comienzos del siglo, el empleo deaviones modernos para las exploraciones científicas permitió demostrar la po-sibilidad de volar sobre las regiones polares.

Más adelante, las necesidades de la guerra se impusieron. El ataque japo-nés contra las islas Atu, Agattu y Kiska —que constituía una amenaza, no so-lamente para el dominio del Pacífico septentrional, sino para el propio terri-torio americano— obligó a los Estados Unidos a operar sobre esta regiónintermedia entre las Kuriles y Alaska. Crearon allí la importante base aerona-val de Amchitka y equiparon a Alaska para servir de bastión frente al Asia.Para ello mejoraron los puertos de su costa sur, construyeron grandes aeródro-mos en Fairbanks y enlazaron esta última base con Edmontcoi por la célebrecarretera Alean, que ha de ser prolongada hasta Nome.

Fue precisamente Fairbanks el lugar de partida de los millares de avionesfacilitados a Rusia durante la última guerra, eludiéndose toda posibilidad deintersección enemiga mediante el vuelo ártico sobre Yakutsk. Con ello quedabaampliamente probado que volar sobre las regiones polares no ofrecía dificulta-des insuperables.

Las principales dificultades con que hasta entonces se había temido trope-zar allí eran: el clima, el magnetismo y la ausencia de vida sobre el suelo.

Ahora bien, el frío no demostró ser un obstáculo importante, siempre quese adopten dispositivos especiales para el personal y los motores y para desem-barazarse del hielo los aparatos.

Las corrientes aéreas, salvo en la zona de depresión de las Aleutianas, queno es propiamente ártica no se manifestaron con mayor violencia que en muchas«tras regiones del globo habitualmente practicables a la Aviación.

En cuanto al magnetismo, es cierto que dificulta siempre la navegacióncon los actuales instrumentos, al menos por encima de la zona limitada del po-lo magnético (zona de unos 150 kilómetros de anchura, situada al norte de laisla de Bathurst, a 1.500 kilómetros del polo geográfico), pero este inconvenien-te no parece irremediable, y dicha zona ha sido atravesada en vuelo repetidasveces.

Finalmente, la ausencia de vida sobre el suelo y la consiguiente imposibi-lidad de ayuda o de abastecimiento en caso de accidente constituyen impedi-mentos que tienden a perder su importancia ante el aumento del radio de acciónde los aparatos. Por otra parte los reconocimientos fotográficos hechos por losnorteamericanos a lo largo del casquete glacial, especialmente al norte de Groen-landia han descubierto emplazamientos favorables para la instalación de depósi-tos de esencia, campos de aterrizaje y estaciones de radar.

Dos condiciones geográficas dan particular importancia a este nuevo cam-po estratégico: el hecho de hallarse rodeado casi exclusivamente por Américay por Rusia y el hecho de constituir el camino más corto desde el corazón delos EE. UU. al corazón de la U. E. S. S., y viceversa.

Por lo que concierne a esta vecindad, detallemos que Rusia bordea el Océa-no Glacial a lo largo de 170 grados de paralelo y los Estados Unidos y el Cana-dá, a lo largo de 110. Decimos: "Los Estados Unidos y el Canadá" porque estanueva situación ha ligado a los dos países vecinos como nunca lo han estado

122 MEMORIAL DEL EJERCITO.

ahora; necesitando el segundo de los potentes medios del primero para su de-fensa ártica y constituyéndose a sí mismo en el escudo septentrional del continen-te americano.

De la contigüidad rusoamericana en la zona ártica se desprende que losdos gigantescos países, que antaño se creían defendidos al norte por una zonaglacial infranqueable, se encuentran ahora frente a frente de uno y otro lado-del casquete polar. Este puede considerarse hoy como un muro que se derrum-bo o como un puente que se tiende. Desgraciadamente, la inutilización de talpuente no parece hallarse encaminada al intercambio pacífico y comercial.

Desde diciembre de 1945, el General Spaatz, Jefe de Estado Mayor Gene-ral de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, escribía a este respecto: "Sinos atenemos a los actuales radios de acción (hoy en día superados), el vuelo-por encima del polo tiene un alcance estratégico de primer orden. Un cuadri-motor que despegue del extremo norte puede franquear el polo y atacar uncentro industrial del otro lado del hemisferio. Ahora bien, es en el hemisferio-norte donde se encuentran todas las grandes potencias".

Y concluía: "Una guerra aérea a través del Artico es posible en el presen-te y probable en el futuro".

Por lo que se refiere a la brevedad de la ruta polar del continente ameri-cano al continente eurasiático, debida a la forma del casquete terrestre y quecontrasta con la longitud de las rutas oceánicas tradicionales, las cifras son elo-cuentes.

Sin hablar del estrecho de Behring, donde apenas les separan 80 kilómetros,las tierras árticas rusas y americanas no distan más de 2.500 kilómetros porencima de los bancos de hielo.

El litoral continental del norte de Eurasia y la vía marítima a lo largo delmismo, a la cual atribuyen los rusos una importancia capital, se encuentra entoda su longitud a menos de 3.500 kilómetros de la tierra de Grant. En la zonaatlántica, mientras que Nueva York y Berlín se encuentran separados por 6.500'kilómetros a través del Océano, las bases de Groenlandia pondrían a los moder-nos bombarderos norteamericanos a 3.000 kilómetros de Berlín y a 4.000 de Moscú..

Inversamente, su posesión por los rusos colocaría a la Aviación soviéticatan sólo a 2.500 kilómetros de Otawa y a 3.500 de Washington. En la zona delPacífico, las bases americanas de Alaska no están más que a 3.250 kilómetrosde Yakutsk y a 4.800 de Wladivostok.

Calcúlense las posibilidades que proporciona esta situación geográfica alos nuevos aviones de 10.000 kilómetros de radio de acción y como se ha reducidola insularidad de los continentes americano y eurasiático. Además esta víaártica, no sólo es la más corta, sino, también, la más cubierta y menos vigilada,.y, por consiguiente la más segura. Es, pues, la que asegura actualmente unefecto de sorpresa máximo.

LA SITUACIÓN GEOGRÁFICA DE AMERICA Y DE RUSIAANTE LA AMENAZA ÁRTICA.

Antes de examinar la posición estratégica activa de los dos grandes bloques-adversos en la zona ártica, conviene considerar brevemente su situación estra-tégica pasiva, es decir, su respectiva vulnerabilidad.

GEOGRAFIA Y ESTRATEGIA MODERNA. 123

Del lado eurasiático, hemos visto ya que el bloque soviético se beneficiabade una superficie y de una dispersión efectiva o en potencia más eficaz. Por elcontrario, los centros industriales de Rusia europea y de Siberia son más sep-tentrionales que los centros americanos, y, por consiguiente, más expuestos a losataques aéreos de la zona ártica.

Leningrado (60°) está poco más o menos a la latitud de la punta norte delLabrador; Magnitogorsk (53° 5'), a la de Edmcnton y Moscú (56°), a la delcentro del Labrador.

Este inconveniente se halla aún agravado por el hecho de que las tierrasemergidas se remontan mucho más al Norte en el hemisferio americano y lasbases desde donde se pueden remontar aviones de bombardeo o ingenios auto-propulsados se encuentran más próximas al casquete pelar, pudiendo así desem-bocar por sorpresa en el otro hemisferio.

América disfruta, pues, de la ventaja geográfica inversa. Pero si sus cen-tros industriales, más meridionales, disponen de una cobertura más profunda,son a su vez, —como ya hemos visto— más vulnerables por más cencentrados.

La región New York - Chicago - Filadelfia, con sus enormes aglomeracioneshumanas e industriales sería particularmente sensible a los efectos de proyec-tiles aéreos de gran radio de destrucción y de aquí la necesidad imperiosa deuna cobertura muy amplia.

LA POSICIÓN AMERICANA.

Desde el punto de vista activo, ofensivo y defensivo, la posición propiamente-americana es favorable.

El bloque Estados Unidos-Canadá dispone sobre su frente norte, de dosgrandes bastiones naturales orientados el uno hacia Asia y el otro hacia Euro-pa y dominando cada uno la parte norte de un océano. Esas dos plataformasesenciales son: en el Pacífico septentrional el conjunto Aláska-Aleutianas; enel Atlántico septentrional, la Groenlandia.

Hemos estudiado ya la posible acción sobre la Rusia asiática desde el bas-tión Alaska-Aleutíanas con sus bases de Kodiak, Dutch, Harbour, Fairbanks yNome.

Groenlandia, por su parte, constituye el bastión capital de América frentea Europa. Ya hemos visto qué peligros supondría para los Estados Unidos laocupación de tal bastión por una potencia enemiga, y, en cambio, de hallarse enpoder de los norteamericanos, su Aviación se aproximaría extraordinariamente alos objetivos europets. A la misma distancia de 5.000 kilómetros, podrían alcan-zarse a la vez Marsella, Astrakán y el Lago Baikal.

En el interesante estudio publicado por el Teniente Henriot en la ¡Revista"Informations Militaires" (núm. 101) se dice a este propósito: "Unir la suer-te de Groenlandia a la suya propia desde el tiempo de paz es, para América,una cuestión esencial".

Este artículo recuerda que las antiguas diferencias entre Dinamarca yNoruega respecto a la posesión de Groenlandia fueron zanjadas en 1933, en fa-vor de Dinamarca por el Tribunal Internacional de la Haya. En 1941, los Es-tados Unidos se pusieron de acuerdo con Dinamarca para ocupar temporalmen-te, los puntos útiles de Groenlandia; habiéndose instalado en ellos aeródromos,puestos meteorológicos y estaciones de radar, especialmente cerca de Juliane-shaad y Thele, sobre la costa occidental y de Anagmasalik y Scoresby. Sund, so-

124 MEMORIAL DEL EJERCITO.

bre la costa oriental; bases todas ellas que debían evacuarse en principio den-tro de 1948. Tal evacuación parece problemática, puesto que los Estados Unidoshan solicitado a Dinamarca la autorización para conservar bases militares per-manentes especialmente "Blue West" sobre las costas sudeste y sudoeste.

El bastión de Groenlandia quedaría ventajosamente prolongado por Islan-dia, cuya situación, a 850 kilómetros tan sólo de Inglaterra, es todavía más fa-vorable pero si bien este país independiente se encuentra sometido a la influen-cia económica de los Estados Unidos, existe en él una minoría comunista muyactiva que se opone a una intromisión americana. Sin embargo, los EstadosUnidos, que después de ocupar la isla durante la guerra la evacuaron en 1947,han obtenido la concesión por cinco años a la "American Overseas Line" dela base aérea de Keflavik, con autorización para que la utilicen los aviones mili-tares.

Cualesquiera que sean los acuerdos que se efectúen durante el tiempo depaz y a despecho de las resistencias internas del país, la situación estratégicade Islandia de tal importancia que parece destinada en caso de conflicto aquedar bajo el dominio de la potencia que pueda conquistarla, y todas las pro-babilidades a este respecto son favorables a un grupo de potencias marítimasque no necesitamos nombrar.

Entre estes dos bastiones, el frente norte canadiense dispone en ánguloentrante y en posición central sobre la bahía de Hudson de la gran base dePort Churchill, cubierta hacia el Norte por las dos bases "Crystal" sobre laTierra de Baffin.

Port Churchill se halla enlazado, en todas las épocas del año, por ferroca- .rril, a Winnipeg, sobre la gran vía férrea transcontinental canadiense, precisa-mente donde "ésta se enlaza con la que proviene de Chicago.

Para la organización de la defensa del Continente por el norte ha sidoconstituido un "Comité de defensa americano-canadiense", que se ha impuestocomo primera tarea la unificación del material de los dos ejércitos y la aporta-ción común de los recursos militaras de los dos países. El "Libro blanco" re-cientemente publicado por el Ministerio Federal de la Defensa Nacional revelaque, dicho Comité ha sido creado especialmente para la organización militar delos territorios del Extremo Norte.

La expedición aérea americana del "Aries", realizada en mayo de 1945sobre más de 5.000 kilómetros, volando sobre el polo magnético; la expediciónmotorizada canadiense Musk-Ox, salida de Port Churchill, en mayo de 1946,para un recorrido de 3.200 millas, con experimentación de vehículos especialespara la nieve y apoyo aéreo de reconocimiento y paracaidismo; las maniobrasamericanas en Alaska, el año 1947; la creación de estaciones meteorológicas yde radar, hasta en la isla Ellesmer y en Tule a 77° de latitud Norte, y, final-mente, el reciente viaje del General Eisenhower a tales regiones, muestran elinterés que, tanto el Canadá como los Estados Unidos se toman por cuanto; serefiere a los problemas militares del Ártico.

Añadamos, para dar mayor realce a dicho interés, que en el norte del Ca-nadá se encuentra el segundo en importancia de los yacimientos de uranio delmundo.

LA POSICIÓN RUSA.

Geográficamente la posición ártica rusa parece menos favorable. Ya hemosvisto uno de los aspectos de esta cuestión.

GEOGRAFÍA Y ESTRATEGIA MODERNA. 125

En lo que concierne a bastiones, si bien Rusia posee en Oriente la baseavanzada Tchuktes-Anadir-Kuriles correspondiente a la base americana Alas-ka-Aleutianas no tiene en Occidente ninguna que equivalga a Groenlandia.

Le sería, pues, necesario disponer como mínimo a falta de Islandia de lascostas de Noruega y de Spiazsberg, lo que aumentaría la profundidad de su de-fensa, le aseguraría por lo menos el mar de Barentz y le proporcionaría un tram-polín contra Inglaterra y Groenlandia, Una petición de establecimiento de unabase militar permanente en Spitzberg para la defensa común de Eurasia ha sidopresentada a Noruega en 1946 y no ha sido concedida todavía debido a la resis-tencia de los medios comerciales orientados hacia Inglaterra.

Entre estas dos bases avanzadas del Este y del Oeste, Rusia dedica desde-hace tiempo grandes esfuerzos a mantener expedita la gran vía marítima a lolargo del litoral norte de Eurasia que se encuentra protegida mediante la ocu-pación de las islas de Francisco José, Lenín, Nueva Siberia y Wrangel.

Esta vía marítima que sirve a Rusia de camino de ronda septentrional en-tre Murmanask y Wladivostok por el estrecho de Behring, se halla subrayadapor una línea aérea y enlazada con el territorio por una serie de vías de pene-tración aéreas terrestres (por carretera y por ferrocarril) que van reemplazándoprogresivamente las vías tradicionales, pero sólo practicables en la buena esta-ción de los grandes ríos siberianos; Obi, Yenisei, Lena, etc.

A lo largo de este camino de ronda y sin rebasar apenas los 70º de latitudNorte, se hallan escalonadas las futuras bases de partida de los aviones o delos ingenios de guerra rusos.

¿Cómo están organizadas dichas bases? ¿Qué hay exactamente en Novyi-Port, Dickson, Bülum, Ambartchik, etc...?

Se conoce bastante bien la gran base de Yakutsk, por el frecuente uso quese hizo de la línea que la enlaza con Fairbanks, pero el misterio envuelve el con-junto del sistema.

Podemos, en todo caso, estar seguros de que la infraestructura estratégicaártica se encuentra muy desarrollada ya que Rusia se halla mucho más adelan-tada que las demás potencias en cuanto se refiere al estudio de la zona polar.

Institutos polares y escuelas navales y aéreas árticas preparan cuadros yespecialistas en Leningrado, y los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire disponen deun personal siberiano numeroso y entrenado que supera, al menos numérica-mente, al personal canadiense.

En resumen, si bien América dispone en la zona ártica de mejores posicio-nes, el ejemplo de lo ocurrido al Japón en la última guerra nos demuestra quelas ventajas geográficas iniciales pueden ser contrarrestadas por fuerzas supe-riores, y, sobre todo, por acertadas disposiciones estratégicas.

Ahora bien; en la palestra del Artico, ¿de qué lado estarán la superioridadde fuerzas y de estrategia? Es difícil predecirlo. Limitémonos, pues, a estaratentos a cualquier manifestación perceptible en esta zona y guardémonos de-toda idea preconcebida.

128 MEMORIAL DEL EJERCITO.

campo de batalla atómico y a sus habitantes transformados en "robots" (au-tómatas). La resolución es la primera condición para la independencia de unpueblo.

No extraeremos más conclusiones. No hemos pretendido exponer un alegatoa favor de tal o cual solución ni realizar un estudio profético de un conflictofuturo. Para ello, hubiéramos necesitado tener en cuenta muchos otros elemen-tos: fuerzas militares, fuerzas morales, estado de las investigaciones técnicas,potencia industrial, etc.

Hemos intentado solamente precisar los aspectos geográficos del problematales como se nos ofrecen en la era atómica, con sus incidencias estratégicasampliadas y sus consecuencias políticas.

Nos hemos esforzado así en proporcionar, lo más objetivamente posible anuestros camaradas del Ejército y a todos los franceses que nos hagan el honorde leernos, elementos de juicio para explicarse muchas cosas y, acaso también,un fundamento ¡geográfico de decisión personal, de esa decisión reflexiva quehasta que la espada del destino haya cortado el nudo de la confusión actual, debeorientar la elección y aclarar el deber de un hombre libre.

De la Revista Informations Militaires", (Traduccióndel Coronel Priego) en Revista "Ejército", de España.

EL ESCUDO NACIONAL. 129

EL ESCUDO NACIONAL.

Sección Historia del E. M. G. del E.

E. A. M.

En diversas ocasiones se ha escrito sobre los orígenes de nuestro actualescudo nacional y se discuten algunos detalles de su forma, los que han sidodivulgados por escritores y periodistas en ocasión de los números especialesde la prensa y las revistas dedicados, generalmente, a la celebración de lasfestividades patrias.

Sin embargo, el claro nacimiento de este blasón de Chile perfectamenteubicado en su génesis y fundamentación creadora, en su interpretación sim-bólica, y en su sanción legal, no ha permitido discrepancias fundamentalesentre sus historiadores y cronistas, los que más bien han abundado en glosassobre su representación emotiva y patriótica ya que en el fondo sólo puedendar vueltas al Decreto Supremo de 26. VI. 834., firmado por el Presidentedon Joaquín Prieto y el Ministro don Joaquín Tocornal, que promulga co-mo Ley del Estado lo referente a la forma, colores y detalles del escudo dearmas chileno hoy en uso.

Como esta resolución no ha tenido modificaciones hasta el tiempo pre-sente, el escudo actual es el mismo de entonces, y las diferencias que puedahaber tenido son únicamente la colocación adicional de su leyenda, y que elazul primitivo ha variado por analogía con el de la bandera en otro azul másoscuro, como lo veremos más adelante.

De todas maneras hay interesantes antecedentes y acotaciones que ha-cer y que se detallan a continuación:

LA HERALDICA EN LOS SÍMBOLOS PATRIOS.

La heráldica o ciencia del Blasón es la fuente de los emblemas patrios,como el escudo y la bandera, y nacen de ella porque es más antigua que elEstado ya que arrancan su origen desde el individuo aislado que pintandoen su simple escudo de defensa algunos signos referentes a sus acciones deguerra, de caza, o de simple gusto o auspicios para la victoria, cambió esaforma defensiva en un testimonio de personalidad característica, que tomósigno de emblema familiar, de clan, u otra agrupación, en que el lazo desangre era común.

Con el correr del tiempo, cuando el escudo con sus colores, sus figurasy formas, se convirtió en propiedad exclusiva del grupo familiar y tomó elcarácter de insignia hereditaria y en su esencia pura fue el orgulloso distin-tivo del linaje, con el nombre dé Escudo de Armas; no porque fuera sólopara las empresas guerreras, sino debido a que, en su origen, estas insigniasse pintaron en las armas de combate lo que motiva que la Heráldica, se lla-me también "Armería", o ciencia del Blasón.

M. del E. 9.

130 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Con el agrupamiento de las familias, de los clanes, de los señoríos regio-nales, así como se fue embrionando la nacionalidad, nació la necesidad debuscarle a ésta iguales distintivos que sirvieran de unión entre los conglome-rados. Del Jefe común, se tomó generalmente el blasón que caracterizaba elagrupamiento, y, en lo más raro, se creó uno nuevo porque todavía las unio-nes se hacían por lapsos en que la guerra era el motivo principal y transi-torio.

Con la aparición del Estado y el decaimiento de los jefes feudales, elblasón de estos últimos volvió a encastillarse en el grupo familiar, y el pri-mero tomó los suyos generalmente de la dinastía real que lo regía. Y, en lasRepúblicas, o las ciudades libres, se crearon blasones de carácter nacionalya fuera tomando los de una, ciudad, o de la simbolización de sus fueros polí-ticos o tradiciones relevantes.

Con el escudo nació la bandera, en su lata acepción de estandarte, pen-dones, oriflamas, etc., porque llevaba en su tela los colores del escudo de ar-mas, sus figuras, su divisa y demás detalles, o simplemente tenía estampadoeste blasón completo sobre el fondo de ella. Sin embargo, el primitivo fin dela bandera fue tener una insignia para los ejércitos que iban a la guerra yque, flameando, con los signos del blasón de la causa o del linaje, pusiera an-te los ojos de los guerreros el ideal por el que había que buscar la victoria ola muerte.

En una patria, nación o estado, los escudos de armas y las banderastambién hermanaron su representación de linaje por la fuente heráldica desu nacimiento. La diferencia está con los hechos y doctrinas consagrados porel tiempo y la realidad, ya que el escudo fue remarcando, más y más, su ex-clusividad de blasón de estirpe y alcurnia, quedándose entonces en el frontisseñero del solar patrio, mientras que la bandera ha llevado esos blasonesencaminando a los pueblos en empresas y epopeyas heroicas.

En el escudo, el blasón nacional, está hierático, inmarcesible y mages-tuoso; en la bandera, el blasón se humaniza porque guía la aventura y tra-sunta en ella misma el alma del pueblo que la sigue a la victoria o la muerte.

El escudo de armas, tiene algo de ídolo, y la bandera de la deidad pa-trona que descendiendo del Olimpo aparecía entre los guerreros para com-batir como uno de ellos.

De aquí la mayor popularidad de las banderas y la creación de una sub-jetividad que fue haciendo olvidar su representación de prosapia y linaje paratransformarse en el alma mater del ideal heroico y combativo, y en espejosentimental de todo lo que el hombre es y tiene por patria.

Con ésto, en su génesis histórica y en el concepto moderno, situamos alescudo nacional como puro blasón de estirpe, y en este sentido fue deter-minada su creación entre nosotros.

Cuando la Heráldica pasó a ser una ciencia y dio lugar a prerrogativasde los más favorecidos en ilustres o pretendidos linajes, se creó un Derechobien estricto al cuidado interpretativo de heraldistas y, ejecutivo de Reyesde Armas. Así como se reconoció y protegió el uso del blasón particular, enel caso de los escudos de armas nacionales tomó el carácter de un Derechopositivo y, es como ya en la Ley 15, Título I., Libro VI., de la Nueva Reco-pilación, dictada por los Reyes Católicos en 1480, se ordenaba:

EL ESCUDO NACIONAL. 131

"Nadie puede usar el Escudo de Armas nacional, no siendo los Poderesy Corporaciones del Estado. Nadie puede usar del Escudo de Armas reales,ni de sus emblemas, no siendo dignidad regia".

Estas normas, y especialmente la primera le dieron en España y porsecuela colonial posterior, toda la jerarquía al concepto de Escudo "Nacio-nal" y a su uso prerrogativo sólo de quienes representaban al Estado. Regla-mentación restrictiva que ha seguido en su esencia en todos los Decretos re-publicanos sobre el uso del Escudo de Armas, porque el concepto "Estado"no varía en su fundamentación filosófica-política.

Hay otra razón de aspecto material para restringir su uso porque "ar-mado", o sea, "hecho un Escudo de Armas", y reconocido oficialmente, nopuede sufrir cambios de detalle porque todo se ha determinado en conformi-dad a las reglas precisas, acuciosas de la Heráldica, que no están en el co-nocimiento sino de personas especialistas y doctas en su materia. Porque elcambio de un detalle, insignificante para el profano, puede desvirtuar com-pletamente el símbolo representativo, y aún "infamar" el Blasón.

Y, autorizado su uso para todo el mundo, se llegaría a confecciones deescudos caseros y en que la destreza o la imaginación irían poco a pocotransformando el original, que empleando, un término exótico pero apropia-do, debe ser en su reproducción casi un "T a b ú".

Si el Escudo de Armas es el Blasón de estirpe y de la noble y generosaalcurnia de una patria, nación o estado, compete a éste último guardarle sumagestad primitiva y andar con celoso cuidado en cualquier transformaciónque quiera hacerle; aunque sea dueño de ello, porque su voluntad soberanafue la que casi siempre auto generó el emblema. Pero, lo que es estirpe, se en-raiza en el tiempo, y mientras más años y siglos caigan sobre las armas delEscudo, mientras más ingenuos parezcan los dibujos, colores, formas, frentea las estilizaciones que sufren la resaca de los "ismos" de cada época estética,más respetables serán, porque representarán la satisfacción y la fé, puras y or-gullosas, hechas voluntad legal, en el génesis, la cuna y el solar de su raza y na-cionalidad.

EL ESCUDO DE ARMAS DE CHILE.

No haremos la historia completa del Escudo de Armas de nuestra Repú-blica, de todos conocida, en ios dos modelos anteriores al actual, sino que glo-saremos sobre ellos a medida que alguna concordancia o relación tengan conel de hoy en uso porque siendo objetivamente tan desiguales hay elementosque son comunes en los tres. Pero, para hilvanar reseñaremos sinópticamenteque el primer Escudo, el de la Patria Vieja, que representaba una columnacentral, manteniendo en su parte superior el globo terrestre sobre el cual ha-bía cruzado una lanza y una palma; con un indio y una india a los lados de lacolumna; con una estrella de cinco puntas sobre la lanza y la palma; y, quetenía dos lemas, que decían "Post tenebras lux" y "Aut consillo aut ense"colocados arriba y abajo respectivamente; fue el blasón, encargado hacer porel General don José Miguel Carrera, Jefe del Gobierno de Chile en 1812, alescultor en piedra y pintor Andia y Varela, y que fue exhibido con motivo dela celebración de nuestras fiestas patrias, el día 30 de septiembre de 1812,junto con la primera bandera nacional, el tricolor con azul, blanco y amarillo.

132 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Este primer escudo murió en las cenizas heroicas de Rancagua con su ban-dera.

Viene en seguida un segundo Escudo de Armas de la República, consoli-dada nuevamente después de la victoria de Chacabuco, y de la cual nació lallamada bandera de transición, con los tres colores; azul, blanco y rojo: enfranjas horizontales y que tiene importancia porque aparecen los tres esmal-tes del Escudo de Armas actual. Esta bandera duró poco,desde mayoa noviembre de 1817. En este lapso na hubo Escudo de Armas, pro-piamente tal, porque el primero desapareció de la vista de todos con la ocu-pación española de la Reconquista, y cambiada la bandera nacional, habíaque esperar la resurrección del antiguo escudo carrerino, o, la creación de unonuevo, de acuerdo con el sentido simbólico que pudiera darle a los emblemasde la patria el Director Supremo, O'Higgins.

Efectivamente, un senado consulto del 23 de septiembre de 1819, que or-denaba colocar las armas nacionales sobre el fróntis del Palacio de Gobiernodescribía el nuevo Escudo, consistente: "en un campo azul oscuro, y ubicadaen su centro una columna de orden dórico sobre un pedestal de mármol blan-co, encima del mundo nuevo americano; submontada de un letrero que dice"Libertad", y sobre éste una estrella de cinco puntas, representante de laprovincia de Santiago, presentándose a los lados de la columna otras dos es-trellas iguales por Concepción y Coquimbo; orlado todo de dos ramos delaureles, atados sus cogollos con una cinta, y rosa tricolor; apareciendo en sucircuito toda la armería; por el orden de: caballería, infantería, dragones, ar-tillería y bombardería; con los demás jeroglíficos alusivos a la cadena de es-clavitud que supo romper América".

Esta determinación del Poder Legislativo fue sancionada por el Decreto.Supremo del General don Bernardo O'Higgins, y un día después: 24. IX. 1819,se colocaba este emblema en la Casa de Gobierno, tallado en Madera, por elescultor Sr. Santelices. Figuraba también un indio que sostenía este escudo;ana Amaltea (cuerno de la abundancia); y, un caimán, derrotando al león ya los signos reales hispanos. Estos aditamentos, no han llegado a divulgarse-gráficamente después.

El segundo Escudo de Armas duró teóricamente hasta el año 1834, y eneste lapso, la bandera actual, o sea la tercera, en que ya aparece la estrellasolitaria y la nueva disposición de los colores, —ideada por el Ministroseñor José Ignacio Zenteno, en 1817 según consta de testimonios de per-sonas ilustres de la época—, fue popularizándose a tal extremo que, la gen-te pasando sobre,un Decreto del año 1826 que excluyó el uso de la con estre-lla, para los buques mercantes y particulares, siguió usándola como es, paracada festividad de la patria.

La innovación de la bandera de Zenteno no se compadecía con el segundoEscudo de Armas en la analogía visual y simbólica que debe existir entre dosemblemas que deben tener igual fuente y contenido heráldico.

Y, fue como en el año 1832, el Presidente de la República, don JoaquínPrieto, y su Ministro don Joaquín Tecomal" solicitaron del General Zenteno unproyecto de mensaje para crear otro Escudo de Armas nacional. Nadie mejor,que el creador de la bandera con las estrella solitaria para idear el nuevo, em-blema y. hacerlos concordantes. Así fue, como el original de puño y letra deZenteno sirvió para hacer el Mensaje del Ejecutivo al Congreso Nacional, don-de fue aceptado, y dando lugar para que, dos años más tarde, con fecha 26;:

EL ESCUDO NACIONAL. 133

VI. 834., se promulgara la Ley que establece la forma y detalles de nuestroactual Escudo de Armas, con la firma del Presidente Prieto y del MinistroTocornal.

Muy interesante es el Mensaje de Zenteno que fue desenterralo del olvi-do por el escritor don Miguel Luis Amunátegui y publicado en el DiarioEl Ferrocarril" de 18. IX. 872, y digno de conocerse en todos sus detalles,

porque andan explicaciones antojadizas de sobre lo que representa. Su conte-nido es el siguiente:

"La República debe tener un Escudo de Armas que la simbolice confor-me al uso inmemorial de todos los pueblos y naciones. No puede considerarsecomo tal el que se introdujo en los primeros tiempos de la revolución, —porquea más de haber carecido de la sanción de la autoridad competente, no contienepieza alguna alusiva al objeto que debe representar. Ha creido pues el Gobier-no, que no debiendo tolerar por más tiempo ese escudo insignificante y abor-tivo, se sancione de una vez el que reúna a la legalidad de su origen, la pro-piedad de su alusión. Al efecto, se ha hecho presentar varios diseños y entrelos que parece haberse acercado más a desempeñar el asunto, es el que tienela honra de adjuntar".

"En él observará el Congreso un campo de dos esmaltes, cuyos bien co-nocidos atributos cuadran perfectamente con la naturaleza del país y con elcarácter de sus habitantes. Alude también al antiguo distrito colonial de Chi-le, y el territorio de Arauco, importante adquisición de Chile. La estrella deplata es el blasón que nuestros aborígenes ostentaban siempre en sus pendo-nes y el mismo que representa ese pabellón a cuya sombra se ha ceñido lapatria de tantos y gloriosos laureles; puede referirse también a nuestra posi-ción geográfica, la más austral del orbe conocido".

"La insignia que va por timbre es la que adorna el sombrero del Pre-sidente de la República, como característica de su dignidad suprema".

"Los soportes representan un huemul y un cóndor: esta es el ave másfuerte y animosa y corpulenta que puebla nuestros aires y aquél el cuadrú-pedo más raro y singular de nuestras tierras, de que no hay noticias que ha-bite otra región del globo y de cuya piel, notable por su elasticidad y resisten-cia, hacen valientes naturales sus corseletes y botas de guerra".

"Por último, la corona naval que supera la cabeza de ambos animales se-rá el monumento que recordará para siempre el glorioso triunfo de nuestrasfuerzas marítimas sobre las de España en las varias aguas del Pacífico, triun-fe de eterna nombradía, menos por lo heroico del suceso que por su trascen-dental influjo, pues a la vez que afianzó sólidamente nuestra independencia,franqueó paso a nuestras armas para que llevasen tan inestimable bien alantiguo Imperio de los Incas".

Sí, como es de esperar, mereciese esta idea la aprobación del Congreso,el Gobierno somete a su consideración el siguiente Proyecto de Ley, decreto:

"El Escudo de Armas de la República de Chile, presentará en campocortado de azul y gules una estrella de plata; tendrá por timbre un plumajetricolor de color azul, blanco y encarnado por soportes, un huemul a la dere-cha y un cóndor a la izquierda coronados cada uno de estos animales por unacorona naval de oro.

(Fdo.).—Prieto.—Tocornal.—Santiago, Agosto 22 de 1832.

134 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Este Mensaje, aprobado por el Congreso Nacional, dos años después, da-ba lugar a la Ley respectiva, igual a la propuesta, y con la firma de los mis-mos representantes del Ejecutivo, con fecha 26. VI. 834; publicada en el Bo-letín de las Leyes, órdenes y decretos del Gobierno, Libro VI., Boletín N.º5, del 12. XI. 824, N.° 51.

EL MODELO OFICIAL.

Según el Mensaje, se adjuntó un modelo al Congreso, elegido entre otrospor ser el más representativo de las ideas expuestas.

El autor de él, fue un inglés don Carlos Ch. Wood Taylor, nacido en1793, y, que era notable como pintor de paisajes y marinas, según el juicio dechilenos contemporáneos. Su a,rte en las filigranas de lo decorativo que es loque se aplica a la heráldica, debe haberlos consolidado cuando estudió cerá-mica en Burdem ganándose varios premios. Por lo demás, la época de la pin-tura, y las escuelas pictóricas inglesas siempre han dado suma importancia aldibujo detallista.

Inquieto y aventurero, marino por consecuencia, llegado al país ingresóa nuestro ejército como Teniente de artillería en octubre de 1820; hizo carrerade gloriosos servicios y en 1841, era ya Teniente Coronel de artillería. Susviajes le dieron motivo para practicar su arte y, su pedigree conocido de pin-tor heraldista comienza con el proyecto de nuestro escudo y, se rubrica, conla composición suya del dibujo del Escudo de Armas y pabellón del Perú; aña-diendo a ésto, su diseño para el monumento a "La Libertad" en Lima, queganó en concurso público.

En la prestación anterior de servicios a nuestro Gobierno para recorrer ylevantar planos de la frontera de Arauco. hizo una estada en San Fernandoobligado por una enfermedad y el mal tiempo.

Aquí conoció a una distinguida dama la señorita Dolores Ramírez deArellano, y se casó con ella, convirtiéndose al catolisismo; todo ello, antes dehacer nuestro escudo. Murió en su tierra natal de Kensal Green de Londres,en febrero de 1856.

De su aposentamiento en el país en la forma dignamente efectiva que lohizo; de sus servicios militares y técnicos, en nuestras empresas de guerra ylibertad, y de ordenamiento interno en la Araucanía, debe considerarse lallama idealista y fielmente interpretativa que culminó con el proyecto del es-cudo. Chileno de corazón y por sus hechos tiene más connacionalidad que elilustre músico español Ramón Carnicer, que compuso la música de nuestrohimno nacional.

Este escudo de armas, según las crónicas, se conservó durante muchotiempo en el fróntis de la antigua Aduana, y fue ejecutado bajo la direcciónpersonal del Sr. Wood, y suponemos que tallado en piedra para hacer juegocon la fachada pétrea de lo que es hoy la casona antigua de la esquina surde las calles Bandera con Compañía.

Con respecto al proyecto pintado para acompañar el Mensaje al Congre-so debe estar en los Archivos Nacionales.

EL ESCUDO NACIONAL. 186

LA HERALDICA Y NUESTRO ESCUDO.

Del Mensaje, debido a Zenteno, y del Decreto que trasunta fielmente alprimero, se ve que la Heráldica, Blasón o Armería, fue aplicada con toda lapropiedad que se debe en la creación ideológica y confección material de esteemblema.

La terminología y la preceptiva heráldica que confunde al profano con-viene puntualizarla, hasta por cultura general, y sobre ella, someramente, di-remos algunas cosas, en lo. que fue escrito para nuestro emblema de linaje li-bérrimo.

Veamos lo que dice el Decreto:

1.—"El Escudo de Armas de la República de Chile presentará en cam-po cortado de azul y gules una estrella de plata...".

a) Escudo de Armas: El escudo es la pieza más importante de la He-ráldica, porque en su. campo o superficie se presentan todos los signos y atri-butos del blasón. Se llama "de armas", porque éstas se llevaron primitiva-mente pintadas en las armas de guerra, lo que dió origen a que la, HeráldicaBe llame también "Armería"; y, componer un Escudo con sus piezas dife-rentes se llame: "Armar" un escudo. Los escudos de armas sólo podían dar-se por gracia de los Reyes y Gobiernos como distintivo de nobleza o en pre-mio de servicios y méritos.

El término "de armas" no alude a que sea emblema guerrero de exclu-sividad militar. Es, como lo dijimos, en la primera parte de este ensayo, em-blema de blasón de estirpe y dé linaje.

La generación de un escudo de armas, parte, se concede, y se sancionapor autoridad con atribuciones de derecho para ello.

Zenteno, en su mensaje referente al primer escudo lo destaca por ha-ber carecido de la "sanción de la autoridad competente", y lo trata de "in-significante y abortivo". Creemos que el gran patriota, héroe y hombre pú-blico nacional, removía un poco el recuerdo de que este emblema fue carre-rino, y que nació de los golpes revolucionarios del guapo y bravo don JoséMiguel. Aunque en la frase última no debe verse otra cosa que "no conte-nía pieza alguna alusiva al objeto que debía representar", y, a que habíanacido antes de tiempo, según él. Ño hay duda que el tercer escudo, nacíaen el momento que la República, con Portales, había consolidado el PoderEjecutivo del Estado y situado en su misión a los demás poderes e institu-ciones.

De este modo la sanción legal tenía, ahora, la magestad plena, aunquelo más real e interesante era que los colores y piezas del nuevo escudo ibana concordar plenamente con los de la bandera de la estrella, hecha por Zen-teno; y, ambos blasones, señalarían mejor y con idéntica prosapia, la cunay el camino de las glorias de la raza. No obstante, de tratar de apagar alprimer escudo, éste daría la leyenda que se le puso más tarde al tercero; rei-vindicando sino su propiedad heráldica y legal, por lo más que por lo menos,el espíritu orgulloso y heroico de los hombres que a la Patria Vieja le die-ron el lema de "Aut-concilio aut ense".

136 MEMORIAL DEL EJERCITO.

b) Campo coartado de azul y gules.—Se llama "campo" la superficiecomprendida entre los límites del escudo mismo, sin sus aditamentos exte-riores, y dentro del cual no debía haber nada sin su respectiva significa-ción heráldica. Las divisiones de este campo dan lugar a ciertos términoscomo ser: "cortado", que significa que el campo está dividido, horizontal-mente en dos mitades iguales; "partido", cuando está verticalmente endos mitades iguales; "tajado" o "tronchado", cuando se dividen diagonal-mente, según sea el ángulo superior de donde parte , o el ángulo inferior adonde llegue la división.

Nuestro escudo, como lo dice el Decreto es "cortado", y según el Men-saje lo está en dos "cuarteles", como se llaman las partes del campo en queestá dividido. Según el Mensaje tendría dos "esmaltes", que se instituyenen el Decreto como azul y de "gules".

En Heráldica el esmalte es sinónimo de color, y reconocía también dosmetales. Los esmaltes clásicos eran: oro y plata, en los metales: "gules" orojo, "azur" o azul, "sinople" o verde, y "sable" o negro. Otros colores sese permitían, pero los clásicos eran los nombrados.

Los colores para nuestro escudo eran pues el azul y el rojo, en su colo-ración determinada y precisa cromática, igual que en nuestra bandera; sinembargo, hubo variación en la intensidad del azul, el cual se especificó mástarde como "azul turquí" que es el más oscuro y el que vulgarmente se lla-ma azul marino oscuro; y, que tiene importancia de aclarar porque el tér-mino "turquí" lleva a algunos a creer que es color turquesa o azul claro,basándose en la simbolización corriente de que representa en nuestros em-blemas al azul puro del cielo chileno.

La variación "turquí", aparece si no en la bandera tricolor, en las ban-deras y estandartes del ejército y Guardia Nacional del año 1843, que erande un solo color con la estrella en el centro; fondo rojo para los del ejér-cito permanente, y azul "turquí" para los Cívicos.

Mientras tanto, la bandera tricolor con la estrella siguió usando el co-lor azul a secas, y así, lo ratifica la "Declaración acerca de la bandera e in-signias de la República" del 7. VII. 854, del Ministerio de Guerra a propó-sito de una consulta de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, en el año 1912, la Ley 2.597 del 12 de enero, firmada porel Presidente Barros Luco y el Ministro Alejandro Huneeus, que fijaba loscolores de la bandera nacional, de la banda presidencial y colocación de lasfajas que la componen, y de las cucardas o escarapelas, instituye ya el azul"turquí" en lo pertinente a estos emblemas, aunque no menciona para nadaal escudo de armas que debemos suponer que seguía con su primitivo azulheráldico, más bajo de tono que el "turquí". Sin embargo, por la unidadde colores en todos los emblemas patrios estimamos que el "turquí" tam-bién debe ser el del cuartel superior de nuestro escudo.

Sobre el esmalte o color "gules", ya se dijo que es el rojo, y éso no ad-mite variación ni a granates, anaranjados, ocres, rojizos, rosas o púrpuras.

c) Significación de los colares del escudo nacional.—En el Mensaje deZenteno, refiriéndose a los dos esmaltes dice: "cuyos conocidos atributoscuadran perfectamente con la naturaleza del país y con el carácter de sushabitantes. Alude también al antiguo distrito colonial de Chile y al territo-rio de Arauco, importante adquisición de la República,".

EL ESCUDO NACIONAL. 137

Se colige, que estos dos atributos de los colores había que buscar-los en la significación heráldica, y sobre ellos se simboliza lo siguiente:

ESMALTE AZUL: Representa la justicia, celo, verdad, lealtad, cari-dad, hermosura.

ESMALTE GULES: Representa la victoria, la fortaleza, osadía, alteza,ardid.

De acuerdo con estas significaciones, Zenteno las tradujo también paraaludir con el primero al "distrito colonial de Chile", ya que su organizaciónpolítica y legal dentro del imperio español, con sus instituciones de regi-miento ciudadano y comunal, lo colocaba concordante con los conceptos sim-bólicos de este esmalte del blasón; con magéstad de nación y de Estado po-tencial que ejercía las virtudes propias del azul y azur.

En el "gules", significaba al "territorio de Arauco", porque sus he-roicos aborígenes personificaron con su epopeya continuadamente rebelde,todos los adjetivos de este color que es representativo en lo más simple desangre y guerra, de luchas, y victorias, aún en pueblos salvajes donde estecolor se usa por las más primitivas simpatías y reacciones sensoriales, sinentrar en lucubraciones esotéricas.

No conocemos la explicación que el mismo Zenteno le diera a los colo-res de la bandera de la estrella que ideó en 1817, y cuya paternidad creadorale ha sido bien atribuida por documentos particulares de testigos capacescomo el Coronel de nuestra Independencia don Agustín de Gana y López.Si no dejó explicaciones en ese entonces, tiene que haber aprovechado la .ocasión de ratificar los colores y su significado en el Mensaje de los esmaltesdel escudo, que él continuaba absolutamente concordantes en los tonos yla estrella con su enseña tricolor de 1817.

d) Una estrella de plata. En el Mensaje, Zenteno explica que: "Es elblasón que nuestros aborígenes ostentaban siempre en sus pendones y elmismo que representa ese caro pabellón". Se deduce así, que ese enraiza-miento histórico se produce en la fuente étnica autóctona de nuestra nacio-nalidad, lo cual da mayor jerarquía como representación del blasón linaju-do. Después alude a que ya está en la bandera, con lo que aparece clara laconcordancia y semejanza que le dio al Escudó con el pabellón de 1817, desu creación.

Completando su explicación sobre el significado de nuestra estrella,termina: "puede referirse también a nuestra posición geográfica, la másaustral del orbe conocido". Muy interesante es esta parte, porque asocián-dole con la representación de la estrella en nuestra bandera, en que figurapresidiendo con magéstad el fondo azul oscuro de su cuartel, deduce objeti-vamente el concepto de que es un astro señero, aislado, solitario, y justifi-ca esa, frase corriente y hermosa, que se le aplica con toda propiedad: "Laestrella solitaria del Pacífico", y que se ha extendido hasta para referirse aChile.

Algunos comentaristas han explicado que probablemente la representa-ción de' nuestra estrella se haya tomado de, la bandera de los Estados Uni-dos, porque su pabellón es tricolor con los colores nuestros y porque sus es-trellas representan a sus Estados.

Si hubo un escudo o una bandera, que pudo haber recibido esta influen-cia fue el primero: el de los dos indios y de la columna con el globo terres-

tre, porque en aquel tiempo don José Miguel Carrera, su creador, andaba

138 MEMORIAL DEL EJERCITO.

en estrechas amistades y recibiendo consejos del Cónsul norteamericanoPoinsett llegado a Chile a comienzos de 1812 y que se constituyó en un pa-triota tan ferviente como si hubiera nacido en el país. Sin embargo, Carrerahizo su pabellón azul, blanco y amarillo, sin ninguna analogía con el norte-americano, y en el escudo donde figura una estrella no aparece ninguna sig-nificación de representación territorial, como ya las tenían los astros de labandera de la gran república del norte. Lo que se demuestra mejor porquesobre la estrella del escudo carrerino está la leyenda "Post tenebras lux".—La luz después de las tinieblas—. que hace significar a esta pieza de bla-són como que se había terminado con la esclavitud colonial y sus fulgoresde luz, de grandeza, y de paz presidían la libertad chilena. Aparece, enton-ces, la primera estrella de nuestro emblema, como astro propiciatorio y pro-tector; además que se le presenta sin el fondo azul de las norteamericanas,y en algunas reproducciones con radiantes de luz.

En cambio, en el escudo de transición de septiembre de 1819, si que laestrella tuvo significado de representación territorial gubernativa; por elSenado Consulto la explica que será de cinco puntas representantes de laprovincia de Santiago, y que habrá otras dos laterales a la columna dóricadel centro, significando las provincias de Concepción y Coquimbo, y sobreun campo azul oscuro.

Resulta de aquí una simbolización de dominio geográfico y de sobera-nía política. Analógico con la bandera norteamericana, y que es raro si sebuscara una génesis mental para su época, porque O'Higgins tuvo más biensimpatías por lo inglés, así como Carrera las tuvo por los americanos delnorte. De todas maneras, la simbolización no es exclusividad de nadie, ycomo los elementos nobles eran contados, las analogías no pueden dar se-ñal de imitación entre blasones que tienen iguales piezas.

En el Mensaje de Zenteno, la significación de la estrella, es la más idó-nea para nuestras características, y cosa curiosa, está más emparentada laestrella del primer escudo que él tratara de "insignificante y abortivo" yque "no contiene pieza alguna alusiva al objeto que debe representar", conla estrella del suyo, porque además de los significados que le da en el Men-saje, el Decreto la coloca en el centro del campo, en el lugar en que, hastasegún las leyes heráldicas, sobre puntos y posiciones del escudo, significa"patronato"; muy en relación con el carácter auspicioso y protector del as-tro que tallara Andía y Várela en la Patria Vieja.

Nuestra estrella es, pues, absolutamente original desde su aparición enel primer escudo, y la ideada por Zenteno, tanto para la bandera como parael escudo actuales, simboliza aspectos exclusivamente chilenos y con propie-dad de linaje racial y de blasón de soberanía que, últimamente, con nuestratoma de posesión antártica vuelve a tomar actualidad, ya que una de sus sig-nificaciones fue vidente y, ahora, se ratificó en su límite, al decir que repre-senta nuestra posición en el mundo; la más austral del orbe conocido.

Volviendo el Decreto de 1854, se la constituyó de "plata" o sea de unmetal que según la. heráldica se representa gráficamente como esmalte blan-co, y que simboliza: pureza, integridad, obediencia, firmeza, vigilancia, elo-cuencia y vencimiento.

La mención taxativa del color "blanco" no existe en el mensaje sinoque en el Decreto, cuando dice : Tendrá por timbre un plumaje tricolor decolor azul, blanco y encarnado.

EL ESCUDO NACIONAL. 139

En algunas representaciones dibujadas se la hace aparecer como en re-lieve, pero lo exacto debiera ser en blanco liso, porque el metal "plata" serepresenta así en dibujos sin colorear, y el "o ro" con puntitos. Sin embargo,a pesar que no sea ajustado a las normas clásicas, la estrella cobra más vi-da dibujada en relieve y aparenta con más objetividad que es de metal"plata", dándole más prestancia al escudo.

La estrella en la bandera, por el fondo azul, si que se presta para lacomparación de ser el astro del cielo chileno al cual puede buscársele infi-nitas y bellas significacioires; pero, en la forma que lo explica Zenteno pa-ra la del escudo tiene más sentido de blasón porque una de las significacio-nes, como ya vimos, es con referencia a nuestra raza araucana, y la otra ala situación geográfica chilena entre todas las naciones del mundo. Por ahí,se ha visto comparaciones de ser "una de las estrellas de la cruz del surque alumbra la ruta de Chile"; así como ésta hay otras; bellas sin duda;pero, en la forma de Zenteno, la situación geográfica aludida, tiene una mé-dula de soberanía chilena que se compadece más con el escudo de armas deun Estado o su bandera que la simple comparación poética,, por hermosísi-ma que fuere.

e) Tendrá por "timbre" un plumaje trieolor de color azul, blanco y en-carnado.—El Decreto sigue con esta frase; y, en la parte correspondientedel Mensaje dice que esta insignia "es la que adorna el sombrero del Pre-sidente de la República como característica de su dignidad suprema. Estasson las partes legales, pero antes veamos lo que significa "timbre".

Entre los llamados ornamentos exteriores del escudo figura el "timbre"con otros que se denominan: lambrequines, soportes, tenantes, banderas,divisas, mantos, etc. Y, se entiende por el referido para nosotros, a las pie-zas que se ponen en la parte superior del escudo, que pueden ser coronas,yelmos, cimeras, tiaras, cruz, etc. El plumaje está dentro de la categoría delas cimeras, colocada como penacho, y usualmente sus plumas tenían loscolores que iban en el campo del escudo, como en el nuestro.

Sobre su uso característico de dignidad suprema, en el Presidente dela República, no tenemos lo que se haya legalmente instituido sobre ello, pe-ro entendemos que parte desde el primer Director Supremo de la Repú-blica, General don Bernardo O'Higgins, en cuyo sombrero apuntado, mili-tar, figuraban las tres plumas tricolor, como lo demuestra el cuadro de laépoca que lo retrató en ese carácter, pintado por José Gil.

Si no fue legal esta modalidad de uniforme, la continuación de manda-tarios supremos militares debe haber consagrado esta costumbre; y en eltiempo del Decreto y Mensaje del actual escudo, también el Presidente, eramilitar: General don José Joaquín Prieto. Sin embargo, dos años antes elDecreto de 2. VIII. 1832, sobre asistencia a ceremonias oficiales y públicas,instituyendo el protocolo, dice que "el distintivo del Presidente será, porahora, y hasta la publicación del reglamento permanente, el que acostumbraa llevar". Entendemos que esta parte, que no fue cambiada por otros decretosposteriores se la fue entendiendo, con el tiempo, con referencia a la banda pre-sidencial y el uso de traje civil o militar según fuera la condición del pri-mer mandatario, y de acuerdo con la realidad ciudadana. Pero hay queconsiderar que la mención simbólica de Zenteno sobre el distintivo presi-dencial de las plumas, y hecho suya, por el Ejecutivo de la época, le da mu-cha fuerza legal.

140 MEMORIAL. DEL EJERCITO.

Con referencia al color del plumaje, no tiene mayor importancia por-que azul y blanco, son los colores bien determinados, pero si, cuando expre-sa que una de ellas es de tono "encarnado". Este color, según la significa-ción, no es propiamente el rojo heráldico o sea el "gules", sino de colorcarne o colorado. Probablemente una de las plumas del sombrero presiden-cial no era del rojo clásico heráldico, y para conservar su estricta reproduc-ción bajó el tono al referirse a la correspondiente del timbre. Sin embargo,según la heráldica debían reproducir estos plumajes los esmaltes del campodel escudo, y como allí se determina el rojo o gules, no hay para que haceren nuestro emblema una diferencia. Toda vez, que en la actualidad se pin-tan de igual tono; con lógica realidad práctica, como con unidad cromá-tica, estética y objetiva.

f) Tendrá por "soporte" un Huemul a la derecha y un Cóndor a la iz-quierda.—En el Mensaje se explica bien la razón de haber escogido estos:"el ave más fuerte y animosa y curpulenta que puebla nuestros aires", y,el cuadrúpedo "más raro y singular" de nuestras tierras, del que no haynoticias que habite otra región del globo", para servir de "soporte" delescudo.

Los "soportes" y los "tenantes", son las figuras exteriores al escudomismo, que se ponen al lado de atrás para apoyarlo con manos o garras,y que también lo custodian. "Tenantes", son las figuras de ángeles y hom-bres, y "soportes" son las de animales, por ello, las del, escudo chileno sedenominan así.

La aparición del cóndor y del huemul caracteriza con sentido autócto-no y nacional a la heráldica de nuestro emblema, porque no figuraban enlos tratadistas europeos, por razones obvias. Bien buscados están además,porque el cóndor viene a reemplazar el águila tan corriente en los blasoneseuropeos, y cuya primera significación general, en toda representación deaves, es de libertad. El cóndor, para quien hay que traspasar los significa-dos' de la reina de las aves, es el rey del espacio, y por eso simboliza: rei-nado, dominio y hegemonía suprema política.

El huemul, buscado en el más igual a él, debe tener los atributos delCiervo, que representa al recelo, y al soldado experimentado, y prudente.Zenteno, explica al huemul como de piel elástica y resistente y de la cuallos aborígenes hacen corcelete y botas de guerra. El huemul, completandolo ya referido, como propio o por asimilación al ciervo de la heráldea euro-pea, puede simbolizar por su rareza y forma montaraz y solitaria de vidalo señero y vigilante; la libertad e independencia; la agilidad grácil y ase-gura; la belleza y la prestancia cotigénita; la altivez y el orgullo. Y, esti-mamos que Zenteno tuvo el gran acierto como "armador" del escudo, deencontrar en lo propio chileno a dos figuras que son dignas de blasonar auna nación, a su espíritu, a su razón, con características tan exclusivas, yque en lo estético, a pesar de ser piezas exteriores, completan con armoníay elegante propiedad los esmaltes, la estrella, y la simera de plumas; aún enconcordancia con la leyenda, que no fue de Zenteno, y que se colocó después.

El cóndor y el huemul, deben estar "coronados" por una corona "na-val" de aro, y el mensaje explica por la preponderante actuación de nues-tras fuerzas marítimas en el afianzamiento de nuestra independencia y li-bertad del Perú.

EL ESCUDO NACIONAL.

¿Qué particularidad tenía ésta? Venía desde los romanos que la usabanpara premiar al soldado que era el primero en penetrar armado a una gale-ra enemiga, y por eso tenía representaciones de proas o quillas sobre la cin-ta, metálica y ancha, circular que coronaba al agraciado.

Se la llamaba por estas representaciones: "rostradas" y era condeco-ración de victorias navales. Por el hecho de tener puntas de quilla o espolón,puede haber diversidades de dibujo.

Sin embargo, no se cumplió lo que decía el decreto y que explicaba elmensaje porque, solamente el cóndor tiene "corona naval", y el huemul os-tenta lo que se llama "corona mural", o sea, la que se daba al soldado queasaltaba, el primero, una plaza o fortaleza enemiga y plantaba allí el estan-darte del jefe (Espasa y Rubio) ; esta corona era de oro y representaba to-rrecillas almenadas, como es la que tiene el huemul.

Esta variación con lo estipulado en el mensaje e instituido en el decre-to, no se ha podido fijar cuando se hizo, o si venía así, erróneamente desdeel modelo de Wood, lo que sería raro porque acompañó la presentación delEjecutivo al Congreso. Puede ser que se le haya hecho por orden competen-te y sin mayores Tuces informativas para, evitar discusiones, toda vez, queera más lógico y justiciero hacer compartir en las dos coronas de los ani-males soportes, la representación del ejército que teñía tantos e iguales, mé-ritos, y hasta más antiguos, que nuestra marina de guerra en la epopeyade nuestra libertad e independencia, como en la empresa libertadora delPerú.

El cóndor con su corona naval, signo de victorias de nuestras fuerzasmarítimas, y el huemul con su corona mural alusiva a los triunfos del ejér-cito terrestre, completaban el blasón, de glorias integrales de las armas dela nación chilena. Y, en un escudo de armas, emblema que es síntesis d,e to-das las prestancias de la estirpe y del linaje, la empresa guerrera debe te-ner para Chile los reflejos gloriosos de sus hechos militares y de tierra ymar compartidos justicieramente en su máximo blasón.

g) El lema del escudo nacional.—Tanto en el Mensaje como en el De-creto referente al Escudo actual, no se dice nada sobre el lema y estimamosque debió pasar algún tiempo antes que se le pusiera porque se han vistoreproducciones del escudo en que no aparece ésto, y que deben ser fidedig-nas porque el dibujo a tinta está hecho con el rayado clásico interpretativode los esmaltes Pero antes de explicar algo sobre la fuente del actual lema,es interesante saber que en la antigüedad los Caballeros agregaban a su es-cudo una divisa o mote, o empresa, o lema, ya fuera como leyenda senten-ciosa o de simples letras o como figuras, o en combinación de ellas. Esta di-visa era un aditamento al escudo, un ornamento exterior, pero vinculadocomo esencia del mismo, porque significaba los designios o deseos particu-lares del Caballero, o de su doctrina heroica, u orgullos del linaje o del bla-són. Colocado dentro o fuera del ,escudo, era lo mismo y tomaron tal fuer-za que no fueron al último particularidades de tal o cual Caballero sin noque pasaron a constituir blasón hereditario familiar o nacional.

En nuestros escudos de armas, tuvo dos lemas, el primero de ellos; elsegundo tenía la palabra "Libertad"; y, el tercero, llamárnosle el de Zeu-teno, porque hace a lo que sigue, nació sin ninguno. Sin embargo, tomó des-pués el lema de: "POR LA RAZÓN O LA FUERZA", cuya raíz venía casiliteralmente del primer escudo llamado Carrerino, y del cual se había ex-

141

142 MEMORIAL DEL EJERCITO.

presado en forma tan despectativa el mensaje de 1832, declarándolo, insig-nificante, abortivo, sin signo ni alusión alguna a lo que debía representar,y sin sanción legal; un descastamiento, que habría hecho decir a un heral-dista que era un escudo de armas "irregulares" e ilegítimas. Sin embargo,su revancha fue que su leyenda inferior que dice: "AUT CONCILIO AUTENSE" ("CONCILIO" en otros dibujos) y que significa": "El Conseja(o la razón o el buen criterio) o la espada", viene a dar la estricta paterni-dad del mote actual de nuestro escudo, y en el cual se puntualizó un pocomás el concepto, y se buscó la forma psicológica para concordarlo con el al-ma de nuestra libertad soberana, sus derechos, y la virilidad y orgullos delpueblo chileno, para defenderlos.

La edición del lema no debe ser muy posterior, porque en la Ley sobroMonedas de nuestra República, del 24. X. 834, firmada por el PresidentePrieto y el Ministro Tocornal, establece en el artículo 10, que las monedas.de plata tendrán por el anverso el escudo de armas de la República sin sopor-tes, y por el reverso: "un cóndor despedazando cadenas con el lema: PORLA RAZON O LA FUERZA". Esta ley era posterior sólo en cuatro mesesa la del escudo y le daría la divisa o lema o mote sobre cuyo espíritu se haregido el Estado y la nación chilena, desde la Patria Vieja.

Conviene decir que. nuestro lema, no es "grito de guerra" como algunoslo dicen. Este grito que también se llama militar, es el que dan los comba-tientes para animarse en el combate o atemorizar al enemigo, y puede serhabitual o de circunstancia.

h) Su representación gráfica.—Debe considerarse que si el escudo se di-buja sin colores, el esmalte azul debe representarse con líneas horizontales,,y el rojo o gules con líneas verticales. Igual rige para la bandera, escarape-la o cucarda. Sobre Ja estrella dijimos que siendo de metal "plata" deberíadejarse blanca solamente, tal como se deja este color. Sin embargo, y deacuerdo con un sentido más objetivo, puede dibujarse dándole relieve a suscinco picos y así parecerá de plata.

Los adornos inferiores en que apoyan sus patas los soportes (Huemúl yCóndor), son aditamentos que usan algunos escudos. Según la regla clásicadel blasón deben ser pintados de amarillo; heráldicamente representativosdel oro, tal como en las coronas navales y los bordes que contornan el cam-po del escudo. No obstante, pueden pintarse imitando el color del oro mis-mo. Así va haciéndose más real y no se faltaría en nada a la, esencia objetivadel metal referido Su representación dibujada sin colores debiera ser conpuntitos chicos.

El huemul y el cóndor se colorearán tal como son, con sus tonos natu-rales.

El escudo dibujado y pintado, por el Instituto Geográfico Militar es.más estilizado que el Wood, y como no pierde ningún detalle ordenado porel Decreto, puede adoptarse como modelo oficial y divulgársele.

i) Sobre su significado.—Bastante explícito es el mensaje de Zenteno so-bre los significados de cada esmalte y piezas ya los hemos glosado. Pero,con un criterio más realista resulta mejor para la comprensión popular darexplicaciones más de síntesis y sencillas a los niños y personas de poca cul-tura, y que serían iguales para la bandera, escudo y escarapela.

Así, el azul, significaría: la pureza del cielo chileno y el océano que ba-ña todas nuestras largas costas. El rojo, la sangre derramada en el campo

EL ESCUDO NACIONAL. 149

de batalla por los héroes y el pueblo chileno para conquistar la libertad. Elblanco, la nieve pura y eterna de nuestras montañas de Los Andes. La estre-lla, simbolizaría la posición de Chile en el mundo como el país más australya que nace su territorio desde el mismo Polo Sur.

Con respecto a las otras cosas del escudo de armas, no variarían parael plumaje del timbre, ni los soportes,

j) El uso del escudo.—Debe ratificarse o rectificar nuevamente su usooficial, y creemos que, por ser el emblema más característico de prestanciay jerarquía de linaje y estirpe nacionales, estará reservado para el uso delas más altas dignidades representativas del Estado, e instituciones funda-mentales: Poderes del Estado, como Presidencia de la República, Ministrosde Estado, Ramas Legislativas del Congreso Nacional: Corte Suprema deJusticia; y Comandos en Jefes de las Instituciones de la Defensa Nacionaly de las Fuerzas de Orden. Representaciones Diplomáticas y Consulares deChile en el exterior, Navios de Guerra, Cuarteles e instalaciones principalesde las Instituciones Armadas y de Orden, Uniformes, etc. Correos y Telégra-fos del Estado. Ferrocarriles y Líneas Aéreas del Estado. Y, como educa-ción, en los frontis de las escuelas y establecimientos de educación fiscales,estadios, etc. En cuanto al uso particular debe tenerlo siempre el Presidentede la República en sus insignias de mandato cívico y distintivos públicos yprivados. El escudo nacional presidencial se debe instituir en una formaexclusiva de bordado, de dimensión, sin alterar las normas legales estable-cidas por el Decreto único al respecto, el del año 1834.

En resumen, este emblema representativo de los blasones del Estado,debe estar colocado en todo lo que sea Estado o del Estado.

k) Porte del Escudo.—Según los heraldistas, estipulados en porte paralos escudos de armas, es la proporción entre el alto y el ancho del campodel escudo propiamente tal. Unos dan seis partes de alto contra cuatro deancho y, otros, establecen ocho contra seis, Pero, no es regla fija, toda vezque hubo escuelas heráldicas españolad, alemanas, francesas, etc. y cada se-ñor trataba de encontrar cierta originalidad que a veces hacía a costa delporte y de la forma, aunque los modelos se hicieron típicos por cada una deescuelas. La regla común es que el escudo de armas no es nunca tan largocomo el de combate o defensa personal, aunque este llevará pintado los mis-mos blasones que el de armas respectivo.

Nuestro escudo de armas tiene el alto y el ancho casi igual, y con eltimbre del plumaje tiene casi dos altos iguales. El modelo mejor, estilizado,dentro de todo lo que dice el mensaje y el decreto, confeccionado por elInstituto'Geográfico Militar, está bien equilibrado en sus proporciones ob-jetivas, de manera que debe ser tomado como modelo, según nuestra opi-nión tradicionalista, legal, y sentido estético.

El porte del escudo puede variar, pero estas proporciones deben ser es-tatuidas tal como son en el modelo referido, y cuya reproducción en coloresse figura a la tapa primera de este Memorial.

UNA OBRA DE PROGRESO Y DE BENEFICIO.

Con fecha 13 de noviembre del año póximo pasado, con asistencia del Co-mandante en Jefe del Ejército, General de División don Ramón Cañas Montal-va, del Cuartel Maestre General, don Horacio Carmona Vial, del Jefe del De-partamento de Sanidad, Dr. Samuel Mollina Barros y de otras altas autori-dades militares, se inauguró oficialmente en el Hospital Militar un nuevo pa-bellón con instalaciones completas para Laboratorio Farmacéutico Industrialy, al mismo tiempo, un moderno Banco de Sangre con capacidad potencialsuficiente para hacer frente a cualquiera contingencia.

El aludido Laboratorio, denominado "FENWAL", atendiendo al nom-bre del investigador que ideó el sistema automático con que está dotado, en-tró en pleno funcionamiento con fecha 2 de enero del presente año; está ubi-cado en el subterráneo, en el local que ocupaban antiguamente las bodegas;de Farmacia y el Almacén Técnico, previa cuidadosa y completa refacción.Sus mesones de concreto, con cubiertas de azulejos, le prestan un hermoso as-pecto y ofrecen la sensación de la más absoluta limpieza.

El agua bidestilada que se utiliza como vehículo de las diversas prepara-ciones, se obtiene de un Destilador eléctrico Barnstead con capacidad de hasta 30 litros por hora; la pureza de estas aguas se determina con un moderno-instrumento llamado Ionómetro, que permite investigar la presencia de hasta.un millonésimo de ion sodio por litro, en razón de su relación directa con laconductibilidad eléctrica del agua.

Se cuenta, también con un Potenciómetro industrial de Beckman para lasdeterminaciones de pH y de potenciales de óxido reducción, lo que deja alLaboratorio en condiciones de producir soluciones de vitaminas y de hormonas,con garantía suficiente de eficacia terapéutica.

Pero lo que representa el mayor adelanto y que ha colocado al HospitalMilitar a tono con las mejores Clínicas de Chile y de América, es el reempla-zo que se ha hecho de ios tubos con fluidos para uso parenteral por frascosespeciales con dispositivos adecuados, en los que se cuidad desde la calidad delvidrio, que debe ser neutro, el lavado, que se hace por medio de detergentesy la preparación de las soluciones, que se hace en forma totalmente automáti-ca. No existe peligro alguno de schock por pirógenos, los que son secuela delas aguas añejas contaminadas y con materia orgánica, ni existe peligro por-reacciones secundarias debidas a impurezas de las materias primas, por cuan-

M. del E. 10.

146 MEMORIAL DEL EJERCITO.

to éstas son cuidadosamente seleccionadas y sometidas previamente a los en-sayos de identidad y de pureza que determinan las Farmacopeas Chilenas IIIEdición y de los EE. UU., XI Edición.

Cada envase con soluciones salinas o azucaradas para uso parenteral se en-trega con un equipo que, incluye todo lo necesario para su administración,lo que va cuidadosamente esterilizado al autoclave a una temperatura de 120°por 30 minutos, suficiente para destruir cualquier bacterio o espora.

El equipo para la administración de sueros incluye:

—1 funda de popelina blanca;—1 bandeja de aluminio;—1 tubo de goma especial, de 1,40 mts. de largo;—1 tubo de vidrio con ventana;—2 agujas, una N.° 18 y una N.° 19;—1 porta agujas de vidrio;—1 adaptador de agujas, de vidrio;—1 pinza Hoffman; y—1 gota a gota, de vidrio.

Este equipo, conjuntamente con los envases para fluidos, se recuperaíntegramente, lo que, desde un punto de vista comercial, significa una eco-nomía de aproximadamente un 50%. Esta economía es aprovechada, en pri-mer lugar, por los enfermos, para quienes el costo del suero es muy inferioral precio antiguo, y por el propio Hospital Militar que, según los cálculoshechos, recuperará antes de 5 años el valor total de las instalaciones hechasy que significó un desembolso de aproximadamente $ 40.000,00 (cuatrocien-tos mil pesos).

Hasta la fecha sé han elaborado ya los siguientes productos:

—Suero glucosado isotónico, envase de. 1.000 cc.—Suero fisiológico, en igual envase.—Suero glucosalino, en igual envase.—Agua bidestilada en 10 cc.—Novocaína en solución al 1% en 2 y 20 cc, de empleo diario en Trans-

fusiones y en Cirugía Menor.—Morfina al 1% en 1 cc.— Citrato de sodio al 10%, etc.

Ya se han envasado en el Hospital, con presentación propia, Suilfatiazol,comprimidos de 0.50 gr., Aspirina y Cafeína, Aguas de Colonia, etc.

El programa de elaboraciones incluye, además, soluciones de:

—Suero fisiológico en 20 cc.—Suero glucosado al 30% en 20 cc.—Suero fisiológico en 10 cc.—Morfina al 2% en 1 cc.—Soluciones de Vitamina B1 con 100 mgrs. por 2 cc.—Soluciones de Vitamina C con 500 mgrs. por 5 cc.—Soluciones de Piridoxina y de Piridoxina-Vitamina B1.—Soluciones de Adrenalina para uso hipodérmico y en solución para su

empleo en forma de gotas.

UNA OBRA DE PROGRESO Y DE BENEFICIO. 147

Medios anticoagulantes del tipo I. H. T. y de Tzanck como colaboraciónal Banco de Sangre.

Soluciones de alcaloides y de glucósidos, etc.. etc.El Banco de Sangre entrará en funcionéis inmediatamente después de

un plazo prudencial en que el empleo de sueros, determine fehacientemente queno existe peligro alguno en emplear como vehículo de las soluciones anticoa-gulantes el agua que proporciona el Bidestilador del equipo Fenwal.

El Hospital Militar experimentaría, sin duda, viva complacencia si el per-sonal del Ejército se diera la molestia de visitar estas nuevas instalaciones, delas cuales, con justo motivo, puede enorgullecerse. Se trata, en efecto, de unaobra de positivo progreso y de evidente beneficio para el propio Hospital ypara los componentes de nuestras Fuerzas Armadas, en servicio activo y enretiro.

C A U P O L I C A N

CAUPOLICAN, (cuyo significado es "Lanceta de Cuarzo") el bravo caudillo de lashuestes de Arauco, es el símbolo de la raza araucana. Nació en Pilmaiquén y fue elevadoa la dignidad de toqui en 1553.

Tan pronto como hubo empuñado el hacha, distintivo de su jerarquía y autoridad, atacóla plaza de Arauco, artillada y defendida por considerable número de españoles. Poco des-pués del asedio la rindió en singular batalla. En seguida, tomó y arraso el fuerte de Tucapel-

Cuando tuvo conocimiento Valdivia de este nuevo levantamiento de los indios, acudió ensocorro de las guarniciones de Arauco y Tucapel; pero no creyendo de mayor importancia elmovimiento de los indígenas, llevó consigo solamente unos cuarenta jinetes.

(De la Historia de Chile Ilustrada, por Walterio Millar).

La cantinera Candelaria, subteniente de Ejército.

La mujer chilena ha prestado, siempre y en todo caso su concurso varonil a la Patria,sobre todo cuando ésta se ha encontrado en peligro, sin economizar ni su sangre ni su propiavida. Ejemplo: las tres heroicas cantineras del 2.9 de línea que perecieron a igual de losmás valientes soldados en la quebrada de Tarapacá el 27 de noviembre de 187.9 y la famosa,cantinera Candelaria Pérez que tanto se distinguió el año 1838 en las filas del Ejército Res-taurador del Perú.

La patria agradecida, por conducto del Congreso Nacional, le concedió honores, y ascen-sos en la forma siguiente: "artículo único.—Concédese a Candelaria Pérez la pensión dedoce pesos mensuales desde la fecha en que fue asignada por el General en Jefe del EjércitoRestaurador, condecorándola al mismo tiempo con el grado de subteniente de Ejército".

(De "Efemérides y recopilación de reminiscencias,históricas", por J. Arturo Olid).

CUATRO LUSTROS CELEBRO EL CURSO... 149

CUATRO LUSTROS CELEBRO EL CURSOMILITAR DE 1929

Hace veinte años que salió de la Escuela Militar de Chile, la promociónde oficiales que cumpliera su último año de cadete en 1929, y que como sub-tenientes hicieran sus primeras armas en 1930. Esta nominación escuetade años nada dice, si no se piensa que representan ya cuatro lustros de ser-vicios duros como son los primeros grados en la carrera militar y que, agre-gados a los de estudiantes en la propia Escuela, completan un cuarto de sigloreglado a toque de corneta, con responsabilidades de minuto a minuto, y coacalificaciones diarias de los subalternos, compañeros y jefes.

Los alumnos del Curso Militar de 1929, acompañados de sus Jefes, instructores y profesores,que asistieron a la visita a la Escuela Militar en la mañana del 18 de diciembre de 1948,

se retratan en la tradicional escala de piedra del viejo solar de sus almas de cadetes.

Rememorando el día en que trocaron su penacho albo por el (airón de ofi-cial mosquetero, se reunieron el día 18 de diciembre del año próximo pasadopara recordar ese ayer que los forjara a golpe de yunque de la diana a laretreta; pasar lista a los que siguen en las filas y a los que están en la vidacivil, o a los que ya se fueron por los umbrales helados del misterio; parajuntarse nuevamente con sus jefes e instructores de la Escuela, y para estarcon los profesores de la misma, que dejaron en sus almas la (semilla de susvigorosas mentes. En una palabra, para sentirse siempre apretados en la mis-ma gavilla, sin importancia del traje, de la edad u otra condición exterior.

150 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Firmada por un representante de cada arma de este curso, circuló unacitación para el programa de las festividades recordatorias, y tal fué el éxitode este clarinazo de compañerismo que de 136 componentes de esa pléyade,más del ochenta por ciento se hizo presente con su asistencia personal o lasexcusas cariñosas y alusivas llegadas de algunas guarniciones del país y hastadel extranjero.

VISITA A LA ESCUELA MILITAR.

El primer número del programa fue la visita a la Escuela Militar, y querevistió una solemnidad impresionante porque todos los alumnos esperaronformados la aparición de los "sub-tenientes de 1929", que avanzaron llevan-do a su cabeza a los jefes de entonces: señor general Teófilo Gómez, y generalen retiro señor Nicolás Fernández, y a dos demás instructores y profesores,entre los que se hacía notar la figura venerada del capellán de la Escuela,Prbto. don Bernardino Abarzúa..

Frente a frente, en el patio de honor, los cadetes de hoy y del antaño,escucharon la palabra de bienvenida del Director de la Escuela Militar delGeneral Bernardo O'Higgins, el señor general de brigada don Carlos Mei-relles Gallardo, a la antigua cohorte que volvía a remozar sus almas en lacasa solariega, llena de tradiciones y dé gloria. A su vibrante ofrecimiento, ple-no de emotividad que conmovió a todos, porque sacudió el fondo de los máscaros recuerdos de las horas allí transcurridas en el crisol cotidiano de lasclases y del servicio, contestó en nombre de los egresados de 1929, el ¡mayorseñor Tulio Marambio, con frases impresionantes, significativas de la visita,y de las cuales reproducimos las siguientes:

"Llegamos hasta aquí a testimoniar en esta ceremonia con nuestro virilafecto a todos los maestros en las ramas civil y militar del saber profesional,y también con el laudable propósito de estrechar más una camaradería quepor llevar de existencia muy cerca del cuarto de siglo está virtualmente se-llada con manifestaciones de algo definitivo y perdurable que no podría de-rribar fuerza alguna y que nos empeñemos en conservar más allá de las fron-teras institucionales".

"Cuando hace un momento atravesamos por debajo de este tibio aleroacogedor, en compacta formación, por entre los adustos corredores o por en-tre las sombrías salas de clases, donde en cada tramo surge un recuerdo delos años distantes, nos pareció que asomaban como antaño, la alta y vigorosasilueta del coronel Director don Caupolican Clavel Dinator o la dinámica figu-ra del Subdirector don Ariosto Herrera Ramírez o la del otro Subdirector,tranquillo, recio e imponente, don Néstor García Kowel, y a su lado, como po-niendo un edificante telón de fondo a los recuerdos, se nos presentaban lasfiguras de los capitanes comandantes sucesivos del Curso Militar, don NicolásFernández Muñoz y don Teófilo Gómez Vera. Con ellos ahí están siempre connosotros los tenientes instructores que, para abreviar la enunciación de todossus nombre, como en un simbólico abrazo los quiero involucrar sólo con lacita de don Ruperto Concha Varas y don Julio Valenzuela Peña y Lillo".

A continuación habló, en brillante improvisación, el señor general donTeófilo Gómez Vera, y con sus frases que resumieron la honda espiritualidadde la ceremonia efectuada, y el ejemplo para los alumnos del presente dadopor la promoción que ya llevaba palas de jefes y zarcillos de plata en las sienes,

CUATRO LUSTROS CELEBRO EL CURSO... 151

fruto de las vigilias del noble ejercicio de las armas, se puso término al actoen el patio de honor, y se procedió a recorrer las viejas salas, dormitorios ydependencias, entre las cuatíes se forjó el alma militar de todos los visitantes.

ROMERÍA AL CEMENTERIO GENERAL.

A continuación, los asistentes se trasladaron en masa al Cementerio Gene-ral, con el objeto de colocar, ofrendas florales en las tumbas de los compañerosfallecidos. Poco antes del mediodía, con la banda de la Escuela de Ingenierosa la cabeza, se introducía por los jardines de nuestra Necrópolis, la columnadel curso encabezada, como siempre, por sus antiguos jefes y profesores. En suprimera visita, llegaban hasta el viejo Mausoleo del Ejército, en cuyo interiorcelebraba el capellán señor Abarzúa los oficios fúnebres y de réquiem. Tam-bién, como voz oficial de los presentes emocionados, el señor mayor OscarHurtado Manríquez, en un sentido discurso, hacía revivir la figura y el almade los ya desaparecidos, tan tempranamente. En esa hora, velada de muchaslágrimas viriles, expresó, entre otras frases:

"La vida del solidado es así; No se comprende sin culto a la tradiciónheroica del pasado, sin veneración a los muertos, sin desprecio por si mismocuando se trata de velar por los sagrados intereses de la patria. Ellos, nues-tros compañeros caídos, han muerto así, con honor, dignidad y modestia desoldados; por eso es que llegamos hasta aquí a rendirles este sencillo home-naje que para nosotros tiene toda la grandeza y sublimidad de nuestra pri-mera retreta en, esta gran batalla que es la vida".

Luego, el señor mayor Hurtado, leyó la lista de los fallecidos para quie-nes eran las oraciones y recuerdos de ese instante solemne. He aquí, su rela-ción: Señor Director de la Escuela Militar, coronel don Caupolicán Clavel;cadetes, Darío Aguilera Passig, Juan Díaz Donoso, Julio Aros Santibáñez, Os-ear Gorigoytía Boggiano, Alvaro Palma Fierro, Raúl Gac Moya, Germán Fer-nández Quintana, Víctor Maturana Yávar y Héctor Guerra Miranda.

Concluida la lista de nombres, que fue un lento desfile de rostros que-ridos, agregó:

"Aquí, estamos de nuevo, juntos, apretando las filas de ese antaño tanquerido y sintiendo otra vez la cadena de corazones que. supo encerrar a laamistad y al compañerismo en una torre de marfil para que como flores siem-pre frescas y llenas de ilusión, reverdezcan con raíces de sinceridad entre to-dos nosotros".

Al finalizar en emocionante homenaje, rompió un clarín con el toque de"Silencio", y en sus notas emotivas y guerreras comulgó el alma de los pre-sentes el alma sagrada de sus muertos. Momentos después, se visitó a los com-pañeros de la Fuerza Aérea caídos en el cumplimiento del deber, y lias demástumbas que estaban en mausoleos privados. Digno de atención fue el arreglode los sitios donde estaban los fallecidos, y en los cuales, dos soldados con fu-sil y bayoneta montaban guardia de honor postuma.

ALMUERZO DE CAMARADERÍA EN EL CLUB MILITAR.

El broche final de ese día tan lleno de recuerdos, fue el banquete cele-brado en el Club de la Institución, y en donde tomaron parte, además de loscomponentes del curso de 1929, como invitados de honor las siguientes perso-

152 MEMORIAL DEL EJERCITO.

nas: señor general don Teófilo Gómez Vera, señor coronel (R) Nicolás Fer-nández, señor teniente coronel Ramón Salinas, señor capitán (R) HernánLeygthon, señor capitán (R) Edgardo Andrade, señor profesor Juan Faríasy capellán de la Escuela Militar Prbto. Bernardino Abarzúá.

El banquete comenzó con la lectura de la Orden del Día del Curso, y pa-sada de lista, hecha por el entonces alférez mayor señor Cardos de Vidts Val-derrama. Militares y civiles, contestaron la vieja llamada de las filas, y frentea cada caso de ausencia, se leían las excusas correspondientes o se evocaba lafigura compañera y eterna del fallecido.

Por el impedimento de la lejanía no asistieron: teniente coronel e ins-tructor del curso, señor Julio Valenzuela Peña y Lillo, mayor Feliciano Grea,mayor Ernesto Barriga, mayor Eduardo Silva, mayor Fernando Silva, tenien-te coronel e instructor del curso señor Jorge Cañas Montalva, capitán. Eduar-do Muñoz, capitán de administración (R) César Palacios, mayor Roberto Mo-lina, mayor Andrés Berríos, mayor Víctor Coll, mayor Eneas Aguirre, mayorOscar Erbetta, Héctor Sotomayor, Eugenio Ponisio, Renato Lerou NicanorVargas, mayor Roberto Oliva, mayor Tulio Valenzuela, Luis Rojo, coronel einstructor del curso señor Joél Flores, mayor Luis Miqueles, mayor de In-tendencia Romeo Romo, mayor Carlos González, y con un afectuoso cable des-de Caracas, Venezuela, Jorge Basulto.

El ofrecimiento de Ja manifestación fue hecho por el mayor señor Alber-to de la Parra, en un discurso lleno de remembranzas, evocando los hechosmás sobresalientes del largo y feliz tiempo de cadetes. En una de las partesfinales expresó:

"Y en este instante nos parece que se volaran de nuestros cuerpos esosaños que nos envejecen, y con nuestros capitanes, teniente y profesores junioa nosotros, parece que volviéramos a ser los muchachos de ayer, sin preocu-paciones qué amargan, sin pensar en ganar el sustento, pero sí profundamen-te empeñados en captar sabias enseñanzas para ser buenos oficiales al enfren-tarnos, cara a cara, con la vida".

Durante el almuerzo y al final, dijeron también sentidas y brillantes im-provisaciones, los señores: general Gómez, coronel Fernández, teniente coronelSalinas, capellán Abarzúa, capitán Andrade y alférez mayor de Vidts.

A esta manifestación, que duró hasta horas avanzadas de la tarde, asis-tieron :

Carlos de Vidts Valderrama, mayor Alberto de la Parra Enríquez, Car-los Sáez Sáez, Reginaldo Goddard Alamos, Germán Castro Cuevas, Jo-sé Bravo Albina, mayor Juan Márquez Huerta, mayor Eugenio Bittner Ci-fuentes, mayor Iván Sierralta Escolla, mayor Jorge Hidalgo Cortés, mayorMiguel Casals. Morales, mayor Arturo Sepúlveda Rojas, Sergio Montes Mo-reira, mayor Carlos Muñoz Morales, mayor Roberto Proust Jiménez, mayorRamón Elzo Barbosa, mayor Hugo Escobar Silva, mayor Carlos SepulvedaCéspedes, mayor Abraham Figueroa Lazo, mayor Raúl Figueroa Martínez,mayor Emilio Solminihac Bustamante, mayor Hernán Cruz Concha, Cdte.Escuadrilla Guillermo Marín Rodríguez, mayor Eduardo Carrasco Vilches,mayor Oscar Madrid Pizarro, mayor Oscar Román Bolelli. mayor GermánValdivia Muro, mayor Juan Bancalari Zappettini, Jorge Navarrete Gárate,Guillermo Palma Saldiviá, Carlos Cruz Bravo, mayor Héctor Chávez Campos,mayor Tulio Marambio Marchant, mayor Emilio Araya Céspedes, mayor JuanMardones Verdugo, Carlos Thiel Mulach. mayor Octavio Fuentealba Moena,mayor Eduardo Catalán Jeria, mayor Roberto Labra Muñoz, mayor Jorge del

GUATEO LUSTROS CELEBRO EL CURSO... 153

Fierro Lazo, mayor Hernán "Vigil Simpson, mayor Osear Hurtado Manríquez,mayor Diego Olea Vergara, mayor Arturo Pröschle Raposo, mayor HumbertoLeón Gómez, capitán Carlos Barrera Solovera, capitán Miguel Baeza Maram-bio, capitán Claudio Pra Balmaceda, capitán Renzo de Karzow da Bove, ca-pitán Berty Walker Geisse, capitán Osvaldo Donoso Lobos, capitán Víctor Iri-goyen Fernández, cdte. de escuadrilla Felipe Araya Stiglich, capitán EduardoArmijo Botto, José Otero Garay, Jorge Rengifo Lira, capitán Oscar GuzmánSoriano, capitán Gustavo Cruzat Mac-Cutcheon, capitán Juan Hernández Va-lece, capitán Raúl Bustos Gaete, capitán Raúl Ramírez Bravo, Enrique delValle Reyes y Raúl Galleguillos Villarroel.

Y, por último, .en esta crónica que significa destacar una realización es-piritual, renovadora de viejos e indestructibles lazos de compañerismo comode reconocimiento a la obra de jefes, instructores y profesores, hay que seña-lar la acción silenciosa de quienes organizaron esta reunión: mayor Albertode la Parra E., mayor Eugenio Bittner C., mayor Germán Valdivia M., ma-yor Juan Bancalari Z., y mayor Octavio Fuentealba M. Cooperaron también,a la mejor realización de ella, los siguientes oficiailes: mayor Juan Márquez H.,mayor Emilio Solminihac B., mayor Héctor Chávez C, capitán Raúl RamírezB., y el teniente (R) José Otero G. La Secretaría coordinadora estuvo infati-gablemente servida por el mayor de la Parra.

Con ésto, se cierra una etapa brillante del Curso Militar de 1929, quetendrá que sentirse renovado para continuar sus labores profesionales, y queservirá a los que llevan el traje civil para remozar los lazos invisibles y pe-rennes a la Escuela Militar, a sus compañeros, y antiguos jefes, instructoresy maestros.

E. A. M.