3
Desde los albores de la Humanidad, la po- lítica nos da cuenta de cómo una minoría domina a la mayoría. En esos procesos de dominación, los de abajo periódicamente generaban movimientos de resistencia más o menos desesperados, mayormen- te sin éxito. Estas reacciones violentas se dirigían contra el tirano, el dueño, el señor y su castillo y más recientemente costaron la vida de Luis XVI y de Nicolás II. En estos momentos, el dominio opre- sivo de la minoría ha alcanzado su mayor perfección. Gobiernos elegidos democráticamente introducen sin debate medidas que nos devuelven al s.XIX, al parecer obligados por el gran amo: los mercados. Los mer- cados han decidido que nuestros sueldos están sobrevalorados en un 30%, que nuestras pensiones son un lujo insostenible. Los mercados deciden subirnos los impuestos y deciden que ellos no pagarán nin- guno. No satisfechos con expropiarnos económicamente han decidido apoderarse de nuestra vida espiritual. Mercados ocultos dictadores perfectos Fotografías: Roberto Molero Texto: Victor Berros 29

Mercados ocultos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: Mercados ocultos

Desde los albores de la Humanidad, la po-lítica nos da cuenta de cómo una minoría domina a la mayoría. En esos procesos de dominación, los de abajo periódicamente generaban movimientos de resistencia más o menos desesperados, mayormen-te sin éxito. Estas reacciones violentas se dirigían contra el tirano, el dueño, el señor y su castillo y más recientemente costaron la vida de Luis XVI y de Nicolás II. En estos momentos, el dominio opre-sivo de la minoría ha alcanzado su mayor perfección.

Gobiernos elegidos democráticamente introducen sin debate medidas que nos devuelven al s.XIX, al parecer obligados por el gran amo: los mercados. Los mer-cados han decidido que nuestros sueldos

están sobrevalorados en un 30%, que nuestras pensiones son un lujo insostenible.Los mercados deciden subirnos los impuestos y deciden que ellos no pagarán nin-guno. No satisfechos con expropiarnos económicamente han decidido apoderarse de nuestra vida espiritual.

Mercados ocultosdictadores perfectos

Fotografías: Roberto MoleroTexto: Victor Berros

29

Page 2: Mercados ocultos

La particularidad de esta nueva esclavi-tud es que no vemos el rostro de nuestro amo. El esclavo en Roma, el siervo me-dieval tenían identificado a su opresor. Nosotros no.

Nuestros políticos se quejan de recibir un odio injusto. Para evitarlo les invito a que descorran el velo. Queremos ver los rostros de los mercados: sus nombres, donde viven, su nacionalidad, su sexo, su edad.

Estos nuevos tiranos mueven cada día miles de millones de euros en cantidades superiores al PIB de algunos países.

Ahora determinan el contenido de la educación de nuestros jóvenes, lo que debe ser enseñado o silenciado en las Universidades. Dentro de poco ya nadie se manifestará en contra de esta situación, querremos lo que ellos quieren, nuestros anhelos y nuestros sueños serán los que convengan a los mercados.

30

Page 3: Mercados ocultos

Esta gente y sus secuaces mediáticos utilizan los argumentos de Adam Smith o David Ricardo que escribían en los inicios de la Revolución Industrial. Los padres del liberalismo probablemente quedarían horrorizados al comprobar cómo grupos sin control someten a su interés a la sociedad civil y a Estados soberanos. En 2012 echamos de menos a Alfonso X. Cuando este rey otorgaba a pequeñas villas sus Cartas Pueblas fi-jaba un día para el mercado. El domin-go aquí, el martes 30 km más allá. Hoy en día, Alfonso X tendría que cambiar la Carta Puebla cada 72 horas en fun-ción de la prima de riesgo. ¡Ah, cómo echamos de menos al Rey Sabio! ¡Cómo echamos de menos aquellos años! Se iba al mercado el día que el Rey nos fijaba y allí podíamos ver, oler y tocar las ver-duras, la fruta, la carne, las especias que venían del Lejano Oriente…

Quizás están consiguiendo que echemos de menos la Edad Media, allí sufrías, pero tenías la última satisfacción de in-cendiar el castillo del opresor o podías acudir a la Justicia del Rey. Hoy al pue-blo no lo queda esa posibilidad. El Rey se ha doblegado a la nueva aristocracia levantisca del dinero. Una aristocracia sin rostro, incorpórea y vaporosa.

La única posibilidad de liberación es descubrir quienes son los mercados. Tocarlos, verlos y olerlos. Para tener la posibilidad de poner fin a la tiranía de-bemos identificar al tirano. Identificar a nuestro Hipias, encontrar a nuestro nuevo Pericles. No queremos tiranos ni oligarcas. Queremos la democracia que se nos prometió y que ha sido raptada y violada. Raptada y violada. Esta es la única realidad. Esta es la urgencia.

La única posibilidad de liberación es descubrir quienes son los mercados.

31