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estratificación socioeconómica Mesa de expertos de Anexo 3. Medidas complementarias

Mesa de expertos de estratificación socioeconómica

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estratificación socioeconómica

Mesa de expertos de

Anexo 3. Medidas complementarias

MESA DE EXPERTOS DE ESTRATIFICACIÓN SOCIOECONÓMICA

ANEXO 3.

MEDIDAS COMPLEMENTARIAS

Carlos Eduardo Sepúlveda Rico – Líder General

Érica Ortiz – Líder Operativa

Juan Miguel Gallego, Jorge Iván González, Diego Fernández,

Rutty Paola Ortiz, Jorge Salinas, Javier Torres, Gustavo Valbuena.

Marzo, 2021

MESA DE EXPERTOS DE ESTRATIFICACIÓN SOCIOECONÓMICA

Anexo 3.

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Tabla de contenido

1. Ajuste de porcentaje subsidios/contribuciones ......................................................... 4

2. Filtros para identificar poblaciones específicas sujetas al subsidio ......................... 5

2.1 Estrato y SISBEN ...................................................................................................................... 5

2.2 Nivel de subsidio .................................................................................................................... 5

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Anexo 3.

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1. Ajuste de porcentaje subsidios/contribuciones

Como se mencionó en el documento principal, todos los trabajos que han analizado el

cruce entre la estratificación de las viviendas y los niveles ingresos de los hogares han

concluido que su principal error es de inclusión, con cerca del 45% de los hogares

clasificados en un estrato inferior al que le correspondería con una estratificación más

precisa, o que tomara en cuenta el decil de ingreso de las familias. Un hogar clasificado en

un estrato más bajo al que debería pertenecer genera alguno de estos efectos: i) deja de

realizar la contribución que le correspondería si estuviera en el estrato adecuado o ii)

recibe un nivel de subsidios que no le corresponde al estar en estratos subsidiables (i.e. E1,

E2 o E3).

La materialización de alguno de estos dos efectos, o de ambos, depende del contexto del

municipio. En la mayoría de los municipios pequeños difícilmente se encuentran viviendas

de estratos 5 y 6, pero sí las hay de estrato 4 que aparecen clasificadas en 2 y 3. Aunque las

contribuciones que resultarían de una adecuada calificación no sean muy altas, sí es

evidente la inconveniencia de este subsidio. El efecto fiscal depende de las características

del error de inclusión.

En la práctica, mientras que en el sector de energía (cuya carga presupuestal del déficit de

subsidios está a cargo del Presupuesto General de la Nación) los factores de subsidio

máximo definidos en la ley se aplican a todas las viviendas clasificadas en los estratos 1, 2 y

3, en el sector de acueducto, alcantarillado y aseo (cuya carga presupuestal del déficit de

subsidios está a cargo de los presupuestos municipales) se aplican los factores de subsidio

y sobreprecio definidos anualmente (o al menos quinquenalmente) por los concejos

municipales. Las restricciones presupuestales que enfrentan esos municipios menores han

llevado a que en la mayoría de ellos no se asignen subsidios a los usuarios del estrato 3 en

los servicios de agua, alcantarillado y aseo. En general, en estos municipios el impacto en

sostenibilidad financiera del esquema es débil (Ortiz Jara, Pérez-Arriaga, Andrés González,

Eslava Mejía, & Révolo, 2020).

Los errores de inclusión y exclusión en más de 800 municipios, en los sectores de

acueducto, alcantarillado y aseo, pueden tener un efecto fiscal bastante bajo. El estudio de

Economía Urbana de 2015 realiza propuestas directas de reducción del porcentaje de

subsidios para cada uno de los servicios en SPD. Estas correcciones impactan

positivamente la estabilidad financiera del sistema.

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Anexo 3.

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2. Filtros para identificar poblaciones específicas sujetas al

subsidio

2.1 Estrato y SISBEN

Como medida complementaria para reducir los errores de inclusión, se proponen

alternativas que permitan identificar poblaciones dentro de los estratos subsidiables. Una

opción es excluirlos como beneficiarios del subsidio (MTE 2019), si están por fuera de un

determinado rango del puntaje SISBEN. Otro camino es determinar un rango de

vulnerabilidad al interior del estrato, y definir a los hogares que podrían recibir el subsidio

(Economía Urbana 2018). Claramente, este procedimiento busca combinar la estratificación

de vivienda con registro de hogares. Esta es la forma como algunas ciudades seleccionan

beneficiarios para políticas como la de mínimo vital. Para este caso, Bogotá y Cali lo

focalizan directamente a los hogares de estratos 1 y 2. Pereira y Manizales combinan el

estrato (1 y 2) con puntaje SISBEN. Manizales introduce un criterio adicional que es el

consumo por debajo de un nivel específico. Medellín y Bucaramanga, por su parte, optan

por personas que están en un rango de puntaje del SISBEN, o en registros o programas

sociales (desplazados en el programa de la Secretaría de Bienestar Social, para el caso de

Medellín, o Pila Pública, para Bucaramanga).

2.2 Nivel de subsidio

De acuerdo con la ley, el Ministerio de Minas y Energía, por intermedio de la UPME,

determina el consumo básico o de subsistencia para gas combustible y para energía

eléctrica. Estos niveles se han mantenido desde 1996 y 2004, respectivamente. Con la

evolución de la tecnología y el desarrollo de la eficiencia energética, estos niveles resultan

altos para considerarse de “subsistencia”. Varias propuestas sobre esquemas de subsidios

apuntan a la revisión de los niveles de consumo subsidiable ((MTE, 2019), para energía,

(Economía Urbana, 2015) para todos los servicios; y Economía Urbana (2018), para agua).

Sin embargo, como sucede con las reducciones de tarifa, disminuir la base del subsidio no

mejora la focalización y su impacto es exclusivamente financiero. Es positivo para el

financiador del subsidio, pero es negativo en términos de consumo y disponibilidad del

ingreso de las familias. Este último aspecto resulta especialmente sensible para las familias

más vulnerables que tienen alto consumo, debido al mayor número de miembros

del hogar.

En conclusión, por supuesto que es importante revisar el consumo subsidiable, pero no

con el argumento de una mejora en la focalización. Además, siempre se debe tener

cuidado de no agravar las condiciones de vulnerabilidad de los más pobres.

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Anexo 3.

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Por otro lado, MTE (2019) propone que los suscriptores que superen ciertos umbrales de

consumo no sean receptores de ningún nivel de subsidio. Puesto que usualmente el

consumo es mayor en hogares con ingresos más altos, este sistema protegería a los

hogares más vulnerables. Vale la pena precisar que, en su eventual diseño, debe

considerarse el caso de familias vulnerables con un alto número de miembros en el hogar,

o viviendas multifamiliares con hogares de bajos recursos.

Un límite a la recepción de subsidios para hogares con consumo inferior a un cierto nivel

genera incentivos virtuosos al uso eficiente de la energía. Este mecanismo de incentivar un

uso responsable del servicio a través del consumo puede incrementar los errores de

exclusión, especialmente de hogares pobres con un número significativo de miembros del

hogar que no pueden contener el consumo por debajo del umbral del límite subsidiado.

Adicionalmente, existen algunas políticas sociales que han aplicado criterios

complementarios mixtos como sucede con el mínimo vital. Por un lado, el acceso a un

consumo máximo subsidiado funciona como un correctivo de consumo eficiente. Y, por

otro lado, los criterios de focalización mezclan identificación por estratos y filtros a través

de SISBEN o registros sociales. En cerca de 15 municipios del país, principalmente de

mayor tamaño como Bogotá, Medellín, Cali, Pereira y Manizales, se ha establecido, para

acueducto y/o alcantarillado, la política de mínimo vital como complementaria al subsidio

al consumo mínimo establecido por la Ley 142 de 1994. En tal caso, los municipios asumen

el costo de brindar un nivel de consumo a las familias beneficiarias.

Las políticas varían entre ciudades. En Bogotá y Cali, el mínimo vital cubre el consumo de 6

m3/mes/suscriptor sin incluir el cargo fijo y solo para el servicio de acueducto (es decir no

aplica a alcantarillado) para todos los usuarios de los estratos 1 y 2. En Medellín cubre 2.5

m3/mes/suscriptor, tanto de acueducto como de alcantarillado para personas que pasen el

test de pobreza definido por el municipio. En el caso de Pereira el beneficio cubre el

consumo de 6 m3/mes/suscriptor, sin incluir cargo fijo, tanto de servicio de acueducto

como de alcantarillado para personas con puntaje SISBEN inferior a 30 puntos.

www.dane.gov.co / www.dnp.gov.co