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Expediente N° 2016-281 Sentencia N° 2016-349
Voto N° 2016-396
Sentencia N° 2016-349. Tribunal Aduanero Nacional. San José, a las nueve horas con cincuenta y un minuto del día seis de octubre de dos mil dieciséis.
Recurso de apelación por xxx xxx Costa Rica, S. A., cédula 3-101-000000, representada por
su agente de aduana HAS, S. A., cédula 3-101-000000, representado a su vez por el agente
de aduana persona natural señor SPPG, cédula 02-0000-0000 contra el ajuste realizado en
el despacho al Documento Único Aduanero 001-2015-050661 del 20 de julio de 2015 de la
Aduana Central.
RESULTANDO:
I.- Con Documento Único Aduanero número 001-2015-050661 del 20 de julio de 2015 de la
Aduana Central (en adelante el DUA), la empresa XXX XXX Costa Rica, S. A., representada
por su agente de aduana HAS, S. A., representado a su vez por el agente de aduana
persona natural, señor SPPG, presentó a despacho 82 bultos de electrodomésticos. A las
mercancías ingresadas se les solicito y aplicó por el declarante trato arancelario preferencial
al amparo del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los
Estados Unidos, en adelante CAFTA. (Folios 68-101).
II.- Que la Aduana Central durante el proceso de revisión física, dispuso desaplicar el trato
arancelario preferencial debido a que las copias de los tres certificados de origen transmitido
presentan alteraciones que afectan claramente su validez. Ese acto le es notificado al
Agente de Aduana por medio del sistema informático el 24 de julio de 2015, generando una
diferencia en el adeudo inicialmente declarado en favor del Fisco. (Folio 78).
III.- Contra el ajuste efectuado por la Aduana Central, el día 13 de agosto de 2015, XXX XXX
Costa Rica, S. A., representada por su agente de aduana HAS, S. A., interpone los recursos
de reconsideración y de apelación. Las argumentaciones del escrito, en palabras del propio
recurrente, se resumen el hecho de que “… la aforadora no dio oportunidad ni de
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presentación ni de corrección, a pesar que para corregir, a saber, presentar una nueva
certificación, la disposición reglamentaria es clara y contundente…”. (Folios 77, 32-39)
IV.- Con resolución RES-AC-DN-1484-2016 de fecha 04 de julio de 2016, la Aduana conoce
el recurso de reconsideración y resuelve rechazarlo. Además emplaza al recurrente para que
dentro del plazo de diez días hábiles siguientes a la notificación de esa resolución reitere o
amplíe los argumentos de su pretensión ante el Tribunal Aduanero Nacional. (Folios 50-57)
V.- Con escrito del 28 de julio de 2016 se apersona la recurrente a esta instancia, dice
reiterar y ampliar argumentos y solicita se tengan por ampliados sus argumentos; se refieran
a cada uno de ellos y en su orden numeral de exposición; se acoja su recurso y se ordene a
la Aduana aplicar los certificados de origen. (Folios 61, 67)
VII.- Que en las presentes diligencias se han respetado las formalidades legales en la
tramitación del recurso de apelación.
Redacta el Máster, Licenciado Dick Rafael Reyes Vargas; y,
CONSIDERANDO:
I.- Objeto de la litis: El objeto de la litis se refiere a la aplicación o no del trato arancelario
preferencial al amparo del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República
Dominicana y los Estados Unidos (en adelante CAFTA o Tratado) para las mercancías
amparadas a las líneas 1, 4-8 del DUA 001-2015-050661 del 20 de julio de 2015 de la
Aduana Central. A las mercancías ingresadas se les desaplicó el trato arancelario
preferencial debido a que no se aportó el certificado original, motivo por el cual se re-liquida
la obligación tributaria aduanera, generando una diferencia por pagar a favor del Fisco por la
suma de ¢6.318.769.00.
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II.- Sobre la admisibilidad del recurso de apelación: En forma previa, revisa este Órgano
el aspecto de admisibilidad del recurso de apelación interpuesto conforme la Ley General de
Aduanas (en adelante LGA), para establecer si en la especie se cumplen los presupuestos
procesales que son necesarios para constituir un procedimiento válido. En tal sentido
dispone el artículo 198 de la LGA que contra la resolución dictada por la Aduana cabe
recurso de apelación para ante este Tribunal, el cual debe presentarse dentro de los quince
días hábiles siguientes a la notificación del acto impugnado, es decir, en tiempo. Así,
tenemos que en este caso el ajuste apelado, para todo efecto legal, fue notificado mediante
el sistema informático Tica, el día 24 de julio de 2015 y el recurso fue interpuesto el 13 de
agosto siguiente (ver folios 77, 78), siendo que ocurrió dentro del plazo legalmente
establecido. Además, el recurso debe cumplir con los presupuestos procesales de forma,
relativos a la capacidad procesal de las partes que intervienen en el procedimiento, lo cual
no genera problemas en el presente asunto, toda vez que quien recurre es el agente
aduanero interviniente, el cual se encuentra debidamente acreditado para actuar en dicha
condición, según se observa a folios 102-107 del presente expediente administrativo,
cumpliéndose en la especie con el presupuesto procesal de legitimación. En razón de ello,
tiene este Tribunal por admitido el recurso de apelación para su estudio.
III.- Hechos Probados: De interés para las resultas del caso, se tienen en expediente como
demostrados los siguientes hechos:
1. Con la declaración aduanera a la importación DUA número 001-2015-050661 del 20 de
julio de 2015 de la Aduana Central (en adelante el DUA), la empresa XXX XXX Costa Rica,
S. A., representada por su agente de aduana HAS, S. A., representado a su vez por el
agente de aduana persona natural, señor SPPG, presentó a despacho 82 bultos de
electrodomésticos. A las mercancías ingresadas y declaradas en las líneas 1, 4-8 se les
solicito y aplicó por el declarante trato arancelario preferencial al amparo del Tratado de
Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos, en
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adelante CAFTA. Consta lo anterior en la documental de folios 68-101 y lo reconoce así el
recurrente en sus escritos.
2. Que durante la etapa de verificación física, previo requerimiento de la Aduana el
interesado aporta lo que él considera como los originales de los tres certificados de origen
transmitidos como imagen adjunta al DUA. Consta así en la documental de folios 9 y lo
reconoce expresamente el recurrente en su escrito de recibo el día 14 de agosto de 2015
específicamente en su primera página y recuadro de la segunda página (folios 32, 33).
3. Que los certificados que el recurrente aporta como originales, y que responden a las
imágenes transmitidas con el DUA, no son tales es decir no son originales, puesto
presentan las siguientes características:
a) Carecen de la firma en original en la casilla doce,
b) Presentan características de ser fotocopia,
c)- La firma en todos y cada uno de ellos es idéntica y se encuentra en la misma
posición, es decir los trazos pasan por las mismas letras y espacios.
Consta lo anterior en el testimonio de la funcionaria de la Aduana reflejado en el acto
recurrido visible a folios 13, 14, se observa en la documental de folios 19-21 y 96, 98 y por
ser un hecho no controvertido por el recurrente.
V.- De la nulidad alegada. Los argumentos de nulidad y de fondo constituyen los mismos,
es decir, arguye el recurrente nulidad por vicio de procedimiento en dos sentidos, a saber,
procedimiento propiamente tal, al no cumplirse lo estatuido en el artículo 4 del Decreto
Ejecutivo número 36938-COMEX, es decir, al no conferírseles la oportunidad procesal para
presentar otro certificado de origen corregido; y en segundo lugar por una motivación nada
clara ni precisa, subjetiva y sin fundamentar. Iniciaremos analizando los aspectos de
motivación para luego considerar los relativos al vicio de procedimiento propiamente tal.
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De la motivación. Reclama el recurrente que la resolución apelada no es clara ni precisa
como tampoco objetiva ni fundamentada. Analicemos tales reclamos a la luz de lo
acontecido conforme los hechos tenidos por demostrados. Así las cosas, vemos que como
es usual, el funcionario de la Aduana después de, posiblemente hacer una revisión
documental, y para los efectos de la verificación física con la presencia de los interesados,
requiere, por duda o no, que se le presente el original de los documentos de respaldo, y
especialmente los certificados de origen transmitidos, lo cual sirve a su vez para comprobar
el cumplimiento de lo establecido en el artículo 4.15.4.b) del Tratado, que obliga al
importador que solicite trato arancelario preferencial, a tener en su poder al momento de
hacer la declaración de importación, la respectiva certificación de origen. Así las cosas
durante dicha etapa de procedimiento y verificando los documentos que se le aportaron,
producto de su experiencia y de la mínima malicia que debe tener todo fiscalizador, observó
que los certificados de origen que se le aportan como originales no son tales, pues
presentan las características recogidas en el tercero de los hechos probados y, que
claramente podemos inferir, refieren a una muy elaborada creación que solo la experiencia
permitió descubrir. Lo cierto es que solo les faltaron las firmas en original para parecer tales.
No obstante lo señalado es lo cierto que el funcionario insiste en que se le aporten los
originales y por ello envía la nota mediante el sistema en la que hace ver que no se le han
presentado los originales y que es en deber tenerlos al momento de hacer la declaración, sin
embargo la respuesta del interesado es contundente señalando que los certificados
presentados durante el despacho junto con la demás información son los originales, los que
la agencia recibió del importador. En otras palabras y como reconoce implícitamente no
tienen los originales. En razón a lo anterior y dada la contundencia de la respuesta del
agente de aduana es claro que no hay nada más que hacer que tomar una decisión y así lo
hace la aduana mediante el acto que se impugna y respecto de la cual se achaca no ser
clara ni precisa como tampoco objetiva ni fundamentada. No comparte esta instancia los
vicios señalados al acto final. En efecto estima el Tribunal que la resolución impugnada es
clara en señalar el presupuesto de hecho que se tuvo para denegar el Trato a saber la
ausencia de los certificados originales conforme dispone el numeral 4.15 párrafo 4 inciso b
que obliga al importador a tener en su poder, al momento de hacer la declaración de
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importación el respectivo certificado de origen, cuando tal sea la base de la solicitud. Si bien
reconoce esta instancia la Aduana hace referencia incorrectamente al numeral 5.2.3.b) y no
4.15 párrafo 4 inciso b como corresponde, es lo cierto que y respecto del contenido de la
norma se utiliza correctamente por lo que la fundamentación salvo el yerro apuntado es
acertada.
Es claro además que, la descripción que se hace de los certificados que se aportaron en el
despacho no tiene sino por objeto dejar claro que, los mismos, no son los originales y que
tales no se aportan, y por ello, es que se concluye que no se tienen ni se tuvieron al
momento de hacer la declaración, que es la base para denegar el trato arancelario
preferencial. Así las cosas, es la posición de este Tribunal que, el acto es claro, preciso,
circunstanciado y fundamentado, tanto en cuanto sus presupuestos de hecho, como los de
derechos aplicables, y por ello el vicio de motivación apuntado no existe.
Del Procedimiento Propiamente tal. Reclama el recurrente no haberse cumplido lo
estatuido en el artículo 4 del Decreto Ejecutivo número 36938-COMEX, es decir, no se le
confirió la oportunidad procesal para presentar otro certificado de origen corregido.
Primeramente y por mera forma, debe aclararse que tal referencia al artículo cuatro del
Decreto Ejecutivo número 36938-COMEX es incorrecta, en cuanto tal solo se compone de
dos artículos, el primero que pone en vigencia la Decisión de la Comisión de libre Comercio
del “Tratado” relativa a las directrices comunes para la interpretación, aplicación y
administración del Capitulo Cuatro del mismo, y el segundo artículo que dispone respecto
del rige o vigencia de dicho decreto y de lo que en él se dispone. Así la cosas lo correcto es
referirse al Anexo 1 de dicha Decisión que contiene las “DIRECTRICES COMUNES PARA LA INTERPRETACIÓN, APLICACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DEL CAPÍTULO CUATRO DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE REPÚBLICA DOMINICANA¬CENTROAMÉRICA-ESTADOS UNIDOS”, más específicamente a su
“Segunda Parte” nominada “Reglas de Origen y Procedimientos de Origen” en su
“Sección B: Procedimientos de origen” “Artículo 4: Corrección de la Certificación de Origen” que lee:
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1. Si una Parte determina que una certificación es ilegible o defectuosa o no ha sido
llenada de conformidad con el Tratado, el importador, exportador o productor en el
territorio de una Parte, tendrá un plazo razonable de tiempo para presentar una
certificación corregida.
Conforme lo visto supra, es claro que, el presupuesto de hecho por el cual se está
denegando el trato arancelario preferencial refiere a que, el interesado no ha demostrado
tener en su poder, al momento de hacer la declaración de importación el respectivo
certificado de origen, conforme dispone el artículo 4.15 párrafo 4 inciso b del Tratado, ni
siquiera ha demostrado tenerlo, en tanto ni con posterioridad sea durante el despacho ni en
el curso del procedimiento ha presentado los verdaderos originales de los certificados
transmitidos, sino que pretende se le admitan otros distintos de los transmitidos. Así las
cosas, es claro que la administración no ha imputado ilegibilidad, defecto o no haberse
llenado el certificado en conformidad con el Tratado puesto que ni siquiera ha tenido éste a
la vista a los efectos de poder verificar tales aspectos. Si bien es cierto, se han señalado
algunos defectos, lo son respecto de las copias aportadas, y su objeto lo ha sido,
únicamente a los efectos de determinar si son los originales o no, pero no otra cosa. Así, es
claro que no se ha incumplido procedimiento alguno, sino, la sola obligación de parte del
importador de tener en su poder el original del certificado de origen en que fundamenta su
petición.
Argumenta además el recurrente que “… el importador dispone de los certificados de origen,
incluso el exportador le aporta varios juegos ya que pueden ser solicitados por la autoridad
en distintos momentos o lugares, y no hay norma que prohíba la emisión de esta manera…”
En otro asunto y si bien para otro Tratado de Libre Comercio el mismo agente de aduana
argumento algo similar lo cual se estima válido también en el presente caso a pesar de ser
otro el régimen arancelario preferencial, toda vez que las disposiciones en uno y otro en tal
sentido son las mismas. En aquella ocasión se indicó: (ver sentencia 180 del año 2015)
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“V.- Sobre el fondo. Resulta oportuno rescatar primeramente lo argumentado por la parte
respecto a la supuesta indeterminación de los términos “el certificado” y “un certificado” contenidos
en el tratado. Procura el recurrente que se interprete que los conceptos “el certificado” y “un
certificado” contenidos en el capítulo seis del Tratado son indefinidos y no limitan el derecho del
exportador a emitir varios originales y que la eficacia de cada uno de ellos no debe ser mermada
por interpretación, máxime que se emiten de esa manera para respaldar el beneficio de origen en
operaciones de alto volumen.
No comparte el Tribunal la apreciación que en este sentido procura el recurrente, las operaciones
de alto volumen como bien lo llama el recurrente están expresamente contempladas y para facilitar
el acto certificante el Tratado ha dispuesto que baste con la emisión de una sola certificación que
puede tener, incluso, validez de un año a partir de su firma. En efecto dispone el artículo 6.02
párrafo cuatro aparte b) lo siguiente:
4.- Cada Parte dispondrá que el certificado de origen llenado y firmado por el exportador ampare:
…
b) varias importaciones de bienes idénticos a realizarse en un plazo establecido por el exportador en el certificado de origen que no excederá el plazo establecido en el párrafo 5.
De la norma anterior, es claro que el propósito del convenio o Tratado resulta en la facilitación y no
en la complicación, como bien lo ha probado en el presente asunto la recurrente. Dicha facilitación
debe recaer tanto de la operativa y control particular de los sujetos privados que intervienen
expidiendo y aplicando el certificado de origen como de las Administraciones Tributario Aduaneras
de los Estados Parte, a los efectos de dar fiel cumplimiento de lo establecido en los numerales 6-03
párrafo 1 aparte d), 6-03 párrafo 2, 6-03 y 6-04. A manera de ejemplo consideremos lo analizado a
la Luz de la disposición del numeral 6-03 párrafo 3 que dispone:
3.- Cada Parte dispondrá que la certificación o la declaración de origen falsa hecha por un exportador o por un productor en el sentido de que un bien que vaya a exportarse a territorio de la otra Parte califica como originario, tenga las mismas consecuencias jurídicas, con las modificaciones que requieran las circunstancias, que aquéllas que se aplicarían a un importador que haga declaraciones o manifestaciones falsas en contravención de sus leyes y reglamentaciones aduaneras.
Si como en el caso, estamos en presencia de once certificados de origen, más el transmitido, es
decir en total doce certificados expedidos por el mismo exportador para la misma mercancía y si se
llegara a la probanza que no es el caso por el momento, de que tal o tales resultan falsas
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tendríamos entonces que sancionar al certificante por doce delitos de falsedad para una sola
importación dado que es claro que existen doce actos certificantes aun cuando los mismos tiendan
a respaldar la misma mercancía, lo que no es posible afirmar en forma diáfana. Por el contrario, si
actuamos conforme dispone la norma y emitimos una sola certificación por ejemplo para doce
importaciones realizables en período de un año y al amparo de un solo certificado de origen, es
claro que el acto sancionable será uno solo en tanto una es la certificación con entera
independencia de la cuantía de lo defraudado. Como se aprecia la lógica sostiene el sistema
implementado y la interpretación que se pretende resulta totalmente alejada de lo dispuesto.
Debe recordarse que en términos generales un tratado de libre comercio es un acuerdo de política
exterior bilateral o multilateral, mediante el cual los países establecen reglas comunes para normar
la relación comercial entre ellos, con el fin de consolidar y ampliar el acceso de sus productos y
eliminar barreras arancelarias y no arancelarias.
Entre las fuentes de nuestro conjunto normativo, los tratados internacionales ocupan una posición
predominante, tal y como lo dispone el artículo 7 de la Constitución Política, estableciendo que los
tratados debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa tienen, como regla general, autoridad
superior a las leyes. Lo que implica que el legislador, en el ejercicio de su potestad legislativa, debe
respetar ese marco jurídico internacional que ha sido integrado a la legislación interna.
Así, los tratados poseen un lugar de privilegio dentro del principio de jerarquía normativa, el cual
establece que en el Ordenamiento Jurídico existen unas normas que son superiores a otras,
teniendo como consecuencia, que la norma superior prevalece sobre la norma inferior, por lo que la
de menor rango no puede modificar a la de superior jerarquía debiendo siempre optarse por la
norma de mayor rango, todo lo cual genera claridad y seguridad, evitándose confusiones ante la
posibilidad de un conflicto de normas.
Según el numeral 38 de la Corte Internacional de Justicia, los tratados se disponen como una de
las fuentes principales del Derecho Internacional, configurándose en instrumentos privilegiados
para que los Estados acuerden y reconozcan reglas y limiten sus potestades soberanas,
precisando el contenido de sus derechos y obligaciones1.
Asimismo, el numeral 6.03 establece las obligaciones de los importadores que soliciten la
aplicación de un trato preferencial, estableciendo como tales en lo de interés:
1 “Pacta sunt servanda”, artículo 26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, Ley número 7615 del 24 de julio de 1996.
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1. Cada Parte requerirá al importador que solicite trato arancelario preferencial para un bien importado a su territorio proveniente de territorio de la otra Parte, que:
a. declare por escrito, en el documento de importación con base en un certificado de origen válido, que el bien califica como originario;
b. tenga el certificado de origen en su poder al momento de hacer esa declaración;
c. proporcione copia del certificado de origen cuando lo solicite su autoridad competente; y
d. presente una declaración corregida y pague los aranceles correspondientes, cuando el importador tenga motivos para creer que el certificado de origen en que se sustenta su declaración de importación contiene información incorrecta. Si presenta la declaración mencionada en forma espontánea conforme a la legislación de cada Parte, no será sancionado. (…)”2
En relación a la obligación dispuesta en el inciso b) del citado numeral, las Reglamentaciones
Uniformes del Tratado, correspondientes al Decreto Ejecutivo 34592-COMEX del 04 de julio de
2008, señalan en su Sección II, apartado 8, el deber del importador de tener en su poder el original
del certificado de origen válido al momento de efectuar la declaración.
Por su parte, el apartado 2 del numeral del Tratado transcrito, dispone que cuando un importador
no cumpla con cualquiera de los requisitos establecidos en los párrafos 1, se negará trato
arancelario preferencial a la mercancía importada del territorio de otra Parte para la cual se hubiere
solicitado la preferencia.
Por lo tanto, es obligación del importador tener en su poder el certificado original al momento de
efectuar la declaración dispuesta por el TLC, caso contrario, la normativa permite que se deniegue
el beneficio arancelario a la mercancía importada, siendo que en la especie se ha comprobado que
no se tenía el mismo al momento señalado, y que posteriormente se transmitieron documentos que
presentaban diferencias con el originalmente transmitido; al punto que en el documento emitido por
la empresa EM S.A., transmitido por el interesado con el fin de cumplir con las prevenciones
efectuadas durante el despacho aduanero y citado como prueba en los argumentos recursivos, se
acepta que existe una diferencia, citando: “la diferencia que se presenta en el Certificado de Origen
del DUA 001-2012-055052, (…); se haya dado en que el documento escaneado sea diferente al que se le entregó posterior al cliente en Original”3, además de aceptarse la existencia de
diversos “originales”, lo cual es improcedente.
2 El resaltado no corresponde al original.3 El resaltado no corresponde al original.
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De esta forma, se ha comprobado fehacientemente en autos, que al momento de diligenciarse la
declaración de cita no se tenía el original del certificado de origen transmitido, dado que el
supuesto original les fue entregado con posterioridad a la Declaración, según los elementos
probatorios citados, al punto que se transmitió un certificado que no concuerda con los que
posteriormente se aportaron. Respecto a este último punto, y en relación al argumento del
recurrente, sobre que el exportador expide varios originales, dicha circunstancia no es procedente,
dado que solamente puede existir un original del certificado de origen, las restantes son copias del
mismo, siendo que de conformidad con la normativa expuesta, el Tratado exige la posesión al
momento del despacho, del documento original.
No existe duda respecto al incumplimiento de la obligación señalada, siendo que una vez aceptado
el punto por el interesado, mismo que es respaldado por la prueba documental que obra en el
expediente, siendo que el declarante efectivamente no poseía el documento original en forma
reglada, al momento en que lo dispone el Tratado, y que además.
Así, la actuación de la Aduana Central al revisar el certificado de origen adjunto a la Declaración
Aduanera de cita, logra demostrar que no se cumplió con las disposiciones del Tratado en cuanto a
tener el certificado de origen original al momento de efectuar la declaración dispuesta por el
Tratado, siendo que el incumplimiento achacado ha sido fehacientemente comprobado, tanto así
que se aportaron con posterioridad documentos que no eran iguales al documento transmitido al
Sistema Informático Tica, todo lo cual respalda el ajuste recurrido.”
En el presente caso es claro que, el recurrente incumplió con las regulaciones expresas
sobre la tenencia del certificado de origen para realizar la declaración señalada por el
numeral 4.15.4 del Tratado, siendo este motivo suficiente para rechazar el recurso de
apelación y confirmar la resolución recurrida.
POR TANTO:
De conformidad con los artículos 198-20, 205 al 210 de la Ley General de Aduanas y demás
citados en la parte considerativa, Por mayoría este Tribunal resuelve sin lugar el recurso y se
confirma el ajuste realizado en el despacho. Se ordena devolver el expediente a la oficina
de origen. Voto salvado de los Licenciados Céspedes Zamora, Gómez Sánchez y Soto
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Sequeira quienes resuelven con lugar el recurso y revocan el ajuste practicado en el
despacho.
Notifíquese, a la recurrente por cualquiera de los medios o lugar señalado a saber, correo
electrónico [email protected], su asistente aduanero destacado en la Aduana
Central o en sus oficinas sitas XXXX en Paseo Colón, y a la Aduana Central.
Loretta Rodríguez MuñozPresidenta
Shirley Contreras Briceño Alejandra Céspedes Zamora
Dick Rafael Reyes Vargas Luis Alberto Gómez Sánchez
Desiderio Soto Sequeira Elizabeth Barrantes Coto
Voto salvado de los Licenciados Céspedes Zamora, Gómez Sánchez y Soto Sequeira: No comparten los suscritos lo resuelto por la mayoría en la presente caso según Sentencia número 349-2016, del expediente administrativo 281-2016, toda vez que estimamos
apegado a derecho la apelación presentada teniendo que resolver con lugar el recurso de
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alzada tomando en cuenta las pruebas incorporadas en el expediente administrativo. Para lo
cual externamos el siguiente razonamiento:
Para la resolución del caso que nos ocupa es preciso delimitar la litis únicamente en relación
al ajuste realizado en el despacho y sobre el cual es que se interpone el recurso de
apelación, ya que la Aduana desaplica el trato arancelario preferencial al amparado al TLC
CAFTA-DR- al notificándole el día 24 de julio de 2015 al agente aduanero, que pudo
constatar durante el procedimiento de verificación algunas discrepancias porque los
certificados de origen presentados no cuenta con firma original en la casilla 12, y además
menciona que los documentos son fotocopias. (Ver folio 78)
Así las cosas también se encuentra acreditado en autos que el agente aduanero al recurrir la
decisión de la autoridad de aduanas, con escrito de fecha 14 de agosto de 2015, aporta los
tres certificados de origen de fecha 01-01-2015, vigentes hasta el 31-12-2015, para que se
mantengan los beneficios arancelarios declarados conforme el tratado de libre comercio con
CAFTA-DR. (Ver folios 32-42)
En la especie queda demostrado que la Administración desaplica el beneficio preferencial, al
considerar que los interesados transmitieron tres certificados de origen no válidos, por la
ausencia de firma, omitiendo efectuar la prevención a efecto de brindar la oportunidad legal
de subsanar el error, que la normativa les permite valorar, de conformidad con la Decisión de
la Comisión de Libre Comercio del TLC, relativa a las Directrices comunes para la
interpretación, aplicación y administración del Capítulo Cuatro del Tratado y su Anexo,
adoptada por Costa Rica y Estados Unidos de América, puesta en vigencia por Costa Rica el
27 de octubre de 2011, mediante Decreto Ejecutivo N° 36938-COMEX de fecha 25 de enero
del 2011. En la Sección B) sobre el Procedimiento de Origen:
“Artículo 4: Corrección de la Certificación de Origen.
Si una Parte determina que una certificación es ilegible o defectuosa o no ha sido
llenada de conformidad con el Tratado, el importador, exportador o productor en
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el territorio de una Parte, tendrá un plazo razonable de tiempo para presentar
una certificación corregida.”. (el resaltado es propio).
Como puede apreciar ambas partes, tanto la aduana como el recurrente, la normativa
indicada permite la corrección de los certificados de origen, conforme lo acordaron las
autoridades administradoras del Tratado, siendo que las Reglamentaciones Uniformes
forman parte integral del Tratado. Como se puede apreciar, la certificación de origen se
convierte, en caso que la misma sea la base de la solicitud de trato arancelario preferencial,
en el documento que acredita el origen y procedencia de las mercancías, permitiendo así
aprovechar las preferencias arancelarias otorgadas a través del Tratado de cita,
respondiendo su concesión a la validez de dicha certificación, constituyéndose en el
documento por excelencia legalmente pactado como probatorio del origen de las mercancías
y favorecedor de la preferencia arancelaria, le corresponde al importador su debida
presentación y probanzas respecto a dicho documento, y en caso de invocar errores en el
llenado y solicitar corrección, le corresponde la carga de la prueba. Lo cual no presenta duda
en la especie dado que corre a folios 40-42 los certificados emitidos por la empresa
Electrolux Major Appliances DBA Electrolux Home Products, INC domiciliada en Estados
Unidos de Norteamérica, a favor de la empresa importadora XXX XXX Costa Rica S.A.,
domiciliada en Alajuela Costa Rica. Por ello el requisito procesal se encuentra cumplido,
ya que el recurrente en condición de agente aduanero presentó ante la autoridad aduanera
los tres certificados de origen corregidas, desde el día 14 de agosto de 2015, según rola a
folios 32 y siguientes, con la correspondiente firma en la casilla 12 del formulario
correspondiente. Consecuentemente, nos encontramos obligados a reconocer la razón al
recurrente, teniendo que declarar con lugar el recurso de alzada revocando el ajuste
practicado en el despacho 001-2015-050661 del 20 de julio de 2015.
Alejandra Céspedes Zamora Luis Alberto Gómez Sánchez
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Expediente N° 2016-281 Sentencia N° 2016-349
Voto N° 2016-396
Desiderio Soto Sequeira
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