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Año. 4, Nº.17. MAYO –JUNIO 2015 ISSN 2322-617X Fundada el 01 de septiembre de 2011
MISIÓN
La Corporación Científica Internacional de Dactiloscopia es la Institución que
busca estandarizar los procedimientos y unificar los criterios, para poder hablar
un solo lenguaje científico actualizado, en lineamiento con los estándares
Internacionales de las mas importantes agencias de investigación criminal; así
como la divulgación, capacitación y diseño de políticas relacionadas con la
identificación humana por medio de los dibujos papilares, indispensables para el
desarrollo individual y colectivo de los peritos.
VISIÓN
La Corporación Científica Internacional de Dactiloscopia liderará las políticas y
acciones relacionadas con la investigación forense papilar, con la participación
de la comunidad para democratizar de esta manera el acceso a las publicaciones,
conferencias y al conocimiento. Para ello será la columna vertebral de la
Comunidad para que los intereses y servicios ofrecidos respondan en términos de
calidad a las exigencias de las autoridades judiciales y a las expectativas de la
comunidad científica.
Nit. 900473002-9
Personería Jurídica 10264
Código Postal 687033 - Apartado Postal 044
COLOMBIA
Contáctenos Correo Electrónico [email protected]
Revista Virtual http://revistaminucias.blogspot.com/
Twitter @DACTILOSCOPIA
Facebook http://www.facebook.com/CCIDD
www.dactiloscopia.es.tl/
Año.4, Núm. 17.
SUMARIO
Pag.25. HUELLAS LÁTEX
Por. Lic. Samuel Alfonso Delgado Caballero
Pag.27. REVELADO DE HUELLAS DEJADAS
CON MANOS ENGUANTADAS
Por. Lic. Gastón Narcotti y Hernán Fontana
Pag.44. MUERTE DE MATEO MORRAL ROCA.
Por. - María del Mar Robledo Acinas
- Ioannis Koutsourais Rodríguez
Pag.69. LA CAUSA CRIMINAL DE FRANCISCA ROJAS
Año.4, Núm.17 MAYO – JUNIO 2015.
FINGERPRINT INTERNATIONAL
CIENTIFIC CORPORATION
Corporación Científica Internacional de Dactiloscopia
CCIDD
www.dactiloscopia.es.tl/ Comité Editorial
Director Minucias
SAMUEL DELGADO
Colombia
Editor en Jefe
ATILIO ROBERTO OJEDA
Argentina
Editores Asociados
SERGIO JAVIER GIROTTI
Argentina.
HENRY MARCANO
Venezuela.
Secretaría de Redacción
ZUNY FUENTES ROJAS
Colombia
Asistente de Redacción
YENNY CECILIA MENESES
Colombia
Revisión Artículos
COMITÉ CIENTÍFICO
Toda correspondencia, peticiones de envío, canje, etcétera, deben dirigirse a la Corporación Científica
Internacional de Dactiloscopia. Las normas de presentación de originales se encuentran en la página web
www.dactiloscopia.es.tl/ http://revistaminucias.blogspot.com/
La Revista MINUCIAS Journal, no es responsable de las opiniones o juicios que los autores exponen en uso de
la libertad intelectual que cordialmente se les brinda.
Diseño de cubierta: CCIDD.
© Los autores.
© De la presente edición: CCIDD.
ISSN: 2322-617X Depósito Legal
Producción: LATINOAMERICANA
FICHA CATALOGRÁFICA
La revista MINUCIAS Año.4. N°17, (2015) FINGERPRINT INTERNATIONAL CIENTIFIC CORPORATION
Corporación Científica Internacional de Dactiloscopia CCIDD.
Bimestral.
ISSN: 2322-617X
Corporación Científica Internacional de Dactiloscopia
Código Postal 687033
Apartado Postal 044
www.dactiloscopia.es.tl/
http://revistaminucias.blogspot.com/
Colombia
“La ciencia en sus manos.” CCIDD
Un Mundo, Una Comunidad, Una Corporación,
“Comunidad Científica”
Imágenes del Perito ANTONIO FARELO.
Imágenes del Perito ANTONIO FARELO.
MAESTROS QUE DEJAN
HUELLA
POR MAS DE 25 AÑOS DE SERVICIO A LA CIENCIA
PAPILOSCÓPICA
El CCIDD rinde un sencillo y merecido homenaje a todos los peritos en Papiloscopia que han dado su juventud al servicio de la justicia y de la ciencia.
Por su excelencia y trababjo abnegado,
Es por ustedes que existimos, Mil y mil Gracias.
GERMÁN GONZALEZ MORALES Natural de Cúcuta (N de S) Colombia, realizo el curso 41 de Dactiloscopistas del DAS año 1973, prestó servicios al DAS como dactiloscopista en la Sección de Identificación, posteriormente pasó a la REGISTRADURIA NACIONAL DEL ESTADO CIVIL en la División de Menores y en la Actualidad presta servicios a la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN CUERPO TÉCNICO DE INVESTIGACIÓN, como Técnico Investigador IV perito Lofoscopista en la Ciudad de Cúcuta.
Ha realizado los siguientes estudios:
Experto Lofoscopista EICCF Fiscalía General
Experto en Tratamientos de Pulpejos (Identificación de Cadáveres
en estado de descomposición) EICCF Fiscalía General
Curso de Dactilotecnia EICCF Fiscalía General
Operador AFIS EICCF Fiscalía General
Investigador Testigo UNITED STATES DEPARTMENT OF JUSTICE
(ICITAP)
Curso MACH Formación de Formadores En Manejo y Análisis
Técnico Criminal del Lugar De Los Hechos.
El Testimonio Pericial en el Sistema Acusatorio Colombiano UNITED
STATES DEPARTMENT OF JUSTICE (ICITAP)
Evidencia Demostrativa UNITED STATES DEPARTMENT OF
JUSTICE (ICITAP).
Miembro de la INTERNATIONAL ASSOCIATION FOR
IDENTIFICATION
Tecnólogo en Investigación Judicial Fundación Universitaria
Autónoma de las Américas.
Estudiante de Derecho Universidad de Santander IV semestre.
Conferencista de la Universidad Central de
Caracas República Bolivariana de Venezuela.
Conferencista de las Universidades Libre y Simón Bolívar
Se ha ganado las siguientes condecoraciones:
Gobernación Departamento Norte de Santander
Alcaldía Municipal de Cúcuta.
Dirección Nacional del CTI Fiscalía General de la Nación
División de Criminalística Nivel Central CTI Fiscalía General de la
Nación.
Exaltación Pública Premio LOW MULTRA Fiscalía General de la
Nación.
Este es un recuento de su vida como Dactiloscopista noble profesión, que
algunos menosprecian pero no saben lo importante que es para la
Humanidad.
La singularidad Biológica
“Opinan los expertos”
RIDGEOLOGY
“La singularidad biológica existe o no existe. La diferenciación biológica como una incidencia natural y coherente, la singularidad, no puede ser
parcial a veces y a veces no parcial. Cualquier parte de una huella dactilar, por grande o pequeña que sea, sólo tiene un origen”
(Estudio de David Ashbough, de la Real Policía Montada del Canadá).*
La singularidad biológica de las crestas papilares La singularidad biológica existe en todos los seres vivos, el ser
humano no es la excepción; se creería que los gemelos univitelinos o monocigotos tendrían crestas papilares idénticas porque son portadores del mismo código genético, sin embargo, sus crestas papilares aparecen diferentes. La singularidad biológica puede considerarse entonces como el producto de las presiones tanto genéticas como físicas a que están expuestas en su desarrollo y evolución, durante la formación del feto en el vientre materno. Las variaciones físicas en la forma y ubicación de las características, se percibirán en mayor proporción, en la medida en que realizamos análisis más detallados; es posible que encontremos diferencias considerables, solamente al examinar el contorno general del dibujo o tipo dactilar, pero la importancia de la singularidad se va tornando más relevante cuanto más profundizamos en el análisis.
J.C.A Mayer, fue el primero en hacer énfasis en dos principios
fundamentales, que constituyen las bases de la identificación por medio de las crestas papilares a saber: el primero tiene que ver con las características de clase, las cuales nos permiten asociar en forma rápida los dactilogramas por dibujos o tipos y el segundo respecto de las características individualizantes, por medio de las cuales llegamos a la identificación de una persona, a través del análisis de las formaciones accidentales de cada una de las crestas; entre mas raro es el detalle, mayor valor identificativo tendrá (principio de la rareza básico en los estudios de la Criminalística).
En cuanto mayor sea la nitidez de las impresiones o huellas a analizar, mejores oportunidades tendremos de obtener características individualizantes, sin importar el área; habrá entonces fragmentos muy nítidos con crestas que carecen de formaciones y que se han denominado campos abiertos; es en estos casos es donde requerimos hacer un análisis pormenorizado sobre la forma, dirección, bordes y poros de las crestas, para lograr establecer el origen del fragmento motivo del estudio; es aquí donde nos debemos proponer llegar mas allá de la comparación basada solamente en las diferentes formaciones de las crestas;
pero para esto necesitamos de capacitación y dotarnos de los instrumentos y equipos adecuados, para asumir con responsabilidad este nuevo reto que nos exige la modernidad y la tecnología. DORA CECILIA PINEDA. Directora CCIDD Colombia.
EL OBJETO DE LA SINGULARIDAD
El estudio de las huellas dactilares (dactiloscopia), históricamente fue utilizada como respaldo a las transacciones comerciales que se realizaban en la época, desde el año 300 A.C en Chica se utilizo como un sistema de identificación y más tarde se incorporo a nivel mundial. El análisis de las huellas dactilares siempre ha estado fundamentado en el conocimiento que nos aportan otras ciencias como: la anatomía, la neurología, la genética, la embriología, entre otras. La anatomía, genética y embriología aportaron el conocimiento de la formación de la piel de fricción. La neurología, la forma como percibe el cerebro a través de los ojos y el razonamiento de las imágenes. Los avances de la ciencia han permitido descifrar como se forma las diferentes crestas en cada una de las etapas de desarrollo de la piel de fricción, esto ocurre desde que el individuo se encuentras en el cuarto mes de gestación. Permitiendo desde este momento una individualización en sus características. El proceso de identificación, tiene tres etapas a desarrollar: la primera es el análisis, este se refiere a un examen riguroso de los componentes de la huella dactilar; el segundo consiste en comparan las zonas conocidas con las desconocidas; el tercero, en la evaluación donde se determinan las similitudes o diferencias de la estructura de las crestas de fricción. Para la dactiloscopia existen métodos de investigación como la poroscopia y la crestoscopia. La crestocopia en su metodología muestra un proceso de identificación donde se comparan características a lo largo del borde de la cresta y la poroscopia la identificación se basa en el tamaño, forma, posición y frecuencia de apariencias de poros. Con los estudios realizados desde las diferentes ciencias que apoyan a la dactiloscopia para lograr la individualización, se presenta la diferenciación biológica desde el momento de formación, siendo así permanente y modificada solo por la mano del hombre.
En dactiloscopia la singularidad se presenta como un conjunto de características únicas desarrolladas en cada individuo. Teniendo en cuenta que desde su formación y su singularidad el tamaño de la impresión dactilar que se halle, siempre tendrá patrones que permiten diferenciar e identificar a quien pertenece. Por estas razones la dacticolospia es confiable en las investigaciones que requieran identificación de individuos en procesos judiciales. Myriam Pineda Pérez Bogotá- Colombia (29 de agosto de 2013)
SI EXISTE O NO LA SINGULARIDAD BIOLÓGICA,
Si como expertos lofoscopistas después de mas de cien años de investigaciones, nos cuestionáramos o nos preguntáramos si existe o no la singularidad biológica, es como dudar de la Lofoscopia como ciencia, es como desconocer los principios científicos que rigen la Lofoscopia, es como desconocer que en esta época los peritos forenses ya deberíamos dictaminar aplicando la microlofoscopia para cumplir con el cuarto principio “la originalidad”. Si a diario se comprueban los principios científicos y técnicos con cada dictamen que realiza un perito en todo el mundo, concluyendo que no existen dos impresiones dactilares iguales que correspondan a dos personas, entonces como vamos a dudar de la singularidad biológica, si este fenómeno natural es intrínseco en cada ser; no nos podemos escudar los peritos forenses en que no existen protocolos en nuestras instituciones para avalar nuestros estudios sobre la originalidad de las impresiones aisladas, debemos apoyarnos en la ciencia, para adentrarnos en el mundo del microscopio, dejando atrás el paradigma de que solo podemos trabajar macroscópicamente por que se volvió costumbre o simple mente no se quiere incursionar en algo mas científico; muchos prefieren la parte técnica como algo “seguro” facilista o simplemente no se atreven y prefieren rechazar a aquellos inquietos científicos que no se conforman con lo “ya escrito, investigado o practicado”. La experiencia de tantos casos conocidos, me han hecho pensar en que nos quedamos anquilosados en una técnica, que si bien sigue siendo certeza para comprobar a quien corresponde la impresión dactilar en duda, no es definitiva para establecer su originalidad; ocasionando negligencia por parte nuestra, sin tener conciencia de cuantas personas estarán
pagando un delito que no cometieron, por el solo hecho que dictaminamos identidad plena con una impresión dactilar utilizada para inculpar un inocente. Por ello la singularidad no puede seguir siendo parcial a veces, tiene que realizarse un estudio completo, ya que no nos podemos conformar con identificar simplemente el origen de la huella, sino también la originalidad de esta. Tampoco debemos seguir rechazando los dactilogramas incompletos como no aptos para ser identificados, por el solo hecho de analizar la morfología del dibujo en general y no microscópicamente, rechazando así su singularidad biológica. Marisol Jiménez Acosta Lofoscopista forense
LA SINGULARIDAD BIOLÓGICA ES REAL
La singularidad biológica es real y hace referencia a la originalidad y la singularidad del ente, que queda precisada por la mismidad. No hay dos, es única e irrepetible, esencial del ser vivo.
El ser humano posee como parte de su diferenciación biológica los dibujos papilares, los cuales de manera natural y coherente constituyen una verdad absoluta del origen de una persona; las crestas papilares determinan por sus características intrínsecas la Uniprocedencia, aspecto que permite identificarlas, pues se perpetúan durante la existencia de una persona hasta que la putrefacción las destruye, naturalmente hablando.
Las crestas papilares existen como sello biológico único, personal, divino y no hay dos iguales, no es heredado, ni es transferible genéticamente. Por eso nos podemos diferenciar e identificar.
Genéticamente el ser humano transfiere características innegables de los padres, de los abuelos y otros familiares, es decir, van pasando de generación en generación, también adquiriendo las propias a cada ser. Cabría la posibilidad de realizar un análisis a conciencia de las crestas papilares de las personas a través de las generaciones para ver si hay características papilares que se hereden; sin embargo, se han analizado dibujos dactilares de gemelos univitelinos y no se identifican entre sí las características en lo que tiene que ver con ubicación morfológica y topográfica de los dibujos papilares.
A pesar de los grandes avances y la capacidad del hombre para manipular genéticamente los procesos naturales de las especies, la singularidad de las características de las crestas papilares no se logrará manipular y si se logra, éstas serán únicas también, ya que científicamente éstas son perennes, inmutables y diversiformes no sólo a nivel general de cada dibujo dactilar, sino a nivel mínimo teniendo en cuenta las características de cada una de las crestas papilares a nivel microscópico, nivel que debe avanzar cada día más en su análisis, en lo relacionado con formas, grosor de las crestas, bordes de éstas, ubicación, distancias entre sí, forma de cada uno de los poros y la relación topográfica entre éstos.
La singularidad de las crestas papilares en el hombre hace que este se destaque y se diferencie de entre los demás, es único, es irrepetible.
LUZ MERY ABRIL GOMEZ Lofoscopista forense
LA NECESIDAD DE ESTABLECER LA ORIGINALIDAD.
Con este pequeño párrafo, el autor nos lleva a la hipótesis hecha teoría en el postulado samdel, de la necesidad urgente que existe de establecer en los informes de identificación de dactiloscopia, la originalidad de las huellas dactilares con las que se desarrolla la identificación, logrando crear conciencia en los expertos dactiloscopistas que todo fragmento lofoscopico tiene un origen, natural o artificial. La singularidad biológica existe y se encuentra fundamentada en los estudios realizados por los que han sido considerados a la fecha como el abuelo de la dactiloscopia, el profesor de anatomía Marcello Malphigui, quien usando el microscopio, estudio minuciosamente los relieves de las dedos y las manos, dando paso a uno de los axiomas que actualmente existe denominado como la individualidad, que establece la unicidad irrepetible de las crestas papilares en un individuo, en otras palabras se estableció que en la raza humana, no existe persona alguna que tenga singularidades biológicas idénticas a otra persona.
La diferenciación biológica tiene su centro de estudio en el uso de los medios tecnológicos por parte de los expertos, por cuanto sus resultados estarían basados en el procedimiento al realizar el análisis, esto es de la forma macroscópica, que nos permite analizar la morfología de las crestas papilares estableciendo unicidad con la búsqueda de puntos característicos, sin entrar a establecer si la impresión dactilar o huella latente tenga origen determinado, lo que conlleva a realizar identificaciones numéricas y que dan correspondencia entre dos impresiones dactilares. De ahí la importancia que existe actualmente por implementar lo que el profesor Marcello Malphighi, Johannes Evangelista Purkinje y recientes estudios sobre la crestoscopia (forma de las crestas) y poroscopia (forma de los poros) para la identificación de originalidad de de las impresiones dactilares o huella latentes, como complemento a los niveles I y II que se usa hasta el momento en los análisis dactiloscópicos. Diremos que se es parcial y a veces no parcial, cuando no se ha establecido la originalidad de una huella latente, por cuanto las impresiones dactilares aportadas directamente por la persona ante la entidad encargada de la asignación de un documento como medio de identificación siempre serán las originales del individuo identificado y serán las impresiones dactilares que se usen al momento de un análisis. Ahora bien, las huellas latentes tienen su origen ya sea de un dibujo dactilar natural o de un dibujo dactilar artificial, por consiguiente establecer la originalidad de un fragmento dactilar de origen lofoscopico es el reto del experto en análisis de huellas, quien debe estar bien equipado para poder desempeñar el trabajo de la manera más adecuada, con un nivel elevado de experiencia y una debida formación.
OSMEL DURAN FIAYO Lofoscopista forense
ES LA CUALIDAD QUE PERMITE QUE HAYA UNA DIFERENCIACIÓN
La singularidad existe, definida como la Característica principal de una cosa que es única, extraordinaria o rara en su nivel biológico, es la cualidad que permite que haya una diferenciación y que hace que una persona sea especial y la hace destacar entre los demás, ilustrándonos diariamente que uno de los rasgos que singularizan al hombre, respecto a todas las demás especies, es su capacidad de interferir libremente en los procesos naturales y evolutivos de las otras especies por su propia dotación biológica, capaz de protagonizar activamente sin estar determinada totalmente a las leyes de la naturaleza y es por eso que el ser humano debe sentirse responsable por el destino biológico de otras especies e incluso del suyo propio.
Una de las teorías que podemos aplicar para este ensayo es La teoría de la evolución de Darwin, como una idea ampliamente sostenida de que la vida está relacionada y que ha descendido de un ancestro común, pero aun así a pesar que estemos frente a los mismos genotipos la diferenciación biológica se ha puesto a prueba a través de los tiempos, estas comparaciones que se han hechos a nivel del aprendizaje, al tomar dos hojas de un mismo árbol y observar su forma y tamaño en la que se puede observar características similares, determinando inicialmente que son iguales, se ve anulado cuando frente al microscopio se observas esas cualidades intrínsecas, notamos que esta incidencia natural contiene la información genética de su antecesor con cualidades que podemos determinar que pertenece a cierta familia y especie, pero son esas rarezas intrínsecas que permiten definir que estamos frente a dos seres distintos que reconocen que sean únicos e irrepetibles; ejemplos sumados a esta teoría fueron aportados a la dactiloscopia por investigadores como Pedrola1 quien habiendo trascurrido casi un siglo en el cotejo de millones de dactilogramas estableció que nunca se ocasionaron la confusión de personas distintas e incluso examinados con hijos de una misma pareja, hermanos univitelinos, los de siameses vertebrales y cerebrales, reconociendo que en la mayoría, hasta las formas generales mostraban disparidad y que entre dos nunca ocurría paridad de detalle, todo esto obedeciendo a la singularidad biológica y diferenciación como un estado natural. Es así como se puede definir que al ser únicas e irrepetibles producto de las leyes naturales, las impresiones dactilares dejadas sobre cualquier superficie tienen una única originalidad, en el entendido que solo esta puede denominarse así, por su estado natural de su origen en la falange distal, en la que el tamaño de un fragmento que se produce al contacto con cualquier superficie es independiente por las condiciones de sudoración, calidad, nitidez, continuidad y forma de sus relieves epidérmicos
WILMER ALEXANDER FERNANDEZ PEÑALOZA Lofoscopista forense
NO SE PUEDE DESCONOCER LAS CARACTERÍSTICAS MICROSCÓPICAS BIOLÓGICAS.
La dactiloscopia dejo de ser una técnica, gracias a la singularidad biológica de las crestas papilares, demostrada científicamente en la aplicación de un método científico (ACEV), reconocido y aplicado por la comunidad científica internacional, afirmando de esta forma que los análisis de impresiones de las crestas de fricción, en un 100% sean confiables, gracias a la aplicación de un sistema lo bastante robusto, de tal forma que no haya cabida al error y por supuesto a crear una duda razonable en las personas que perciben esta información para impartir justicia. Los estudios de las crestas papilares que se remonta a cientos de años atrás con investigaciones de la formación temprana y única, hecha por parte de los eminentes padres de la Dactiloscopia, quienes de forma muy juiciosa y científica aportaron con el transcurrir de los años unos peldaños para llevar a la dactiloscopia junto con el ADN, a convertirse en una ciencia la cual hoy día es un sistema irrefutable para identificación de las personas, superando a un la sagacidad y el arsenal delictivo que cuenta con gran material altamente técnico, pero que a la fecha no ha podido ni podrá superar esas formaciones (poros) que se encuentran dispuestos de tal forma en las crestas epidérmicas que no dan pie a ser copiados por algún sistema distinto al natural. Si bien es cierto que para nosotros hasta hace unos años esta era simplemente una técnica, mediante la cual tan solo nos enfocábamos a aplicar dos de los pasos, cuáles eran analizar y comparar, aun en impresiones aisladas y viéndolo desde este punto de vista sin ir mas allá, se trataba de un paso practico y por demás sencillo, observándose para la actualidad que muy seguramente mucha de esta labor requería profundizar sobre si esta impresión en efecto había sido impuesta de forma directa o por el contrario medio algún sistema de impresión diferente al natural, para lo cual, en su momento mediante el empleo de un tercer nivel se hubiese hablado de originalidad de la impresión materia de estudio. Por lo expuesto anteriormente, a los estudios consultados sobre el tema, el sin número de impresiones dactilares por mi analizadas durante mi carrera como dactiloscopista, luego de un análisis concienzudo, sobre la formación de los poros en las crestas de fricción tanto de la dermis como de la epidermis, donde juega un rol importante estudios tan profundos, como los movimientos del feto en el vientre de la madre, la disposición de las glándulas sudoríparas, formación anatómica y de una u otra forma características hereditarias, la ubicación de los poros no es un capricho de la naturaleza, ya que por el contrario se trata de un sistema tan perfecto que solo es característico de los seres humanos y que si aplicamos un
método científico como el ACEV, para el análisis de huellas aisladas, no habrá duda con respecto a la identificación de una persona, mediante el análisis de impresiones de la piel de fricción, por lo tanto estoy de acuerdo con existencia de la Singularidad Biológica ya que desconocer las características microscópicas biológicas, que diferencian las impresiones originales de las reproducciones artificiales seria darles el mismo valor como prueba. NESTOR OCTAVIO CORTES NARANJO Lofoscopista forense
LA DACTILOSCOPIA NO ES UNA TÉCNICA, ES UNA CIENCIA.
Es necesario tener en cuenta en primer lugar, que la dactiloscopia pasó de ser una técnica para convertirse en una ciencia, basándose en el hecho precisamente de la SINGULARIDAD BIOLOGICA de las crestas papilares, demostrando sus cualidades y aplicando el método ACEV, asegurando de esta manera que los análisis de tipo dactiloscópico, fueran confiables ciento por ciento, empleando de acuerdo a cada caso los niveles requeridos. Si se tiene en cuenta que el estudio de las crestas papilares que se remonta al año 1.800 con la investigación de su formación temprana y única, hecha durante años por parte de los pioneros, bien llamados abuelos y padre de la Dactiloscopia, que año a año fueron aportando todo el producto de sus pesquisas hasta llegar a poner a la Dactiloscopia en el peldaño que se encuentra ahora como el principal método de identificación y que inclusive hoy en día, con toda la malicia indígena de la mano con el alto grado de tecnología alcanzado por la delincuencia, no han logrado siquiera acercarse al altísimo grado de dificultad y de grandeza que se observa en las formaciones naturales del relieve epidérmico. Ahora bien cuando se realiza un cotejo de tipo dactiloscópico en una reseña decadactilar, con el fin de establecer la plena identidad, en una situación donde se conoce el origen y se cuenta con las diez impresiones dactilares, es muy sencillo llegar a una conclusión, de inclusión o exclusión, empleando solo dos de los niveles del método científico, pero cuando se tiene una impresión dactilar aislada, producto de una exploración Lofoscópica o un documento de duda, llegar a una conclusión ya no es tan sencillo y menos empleando solo los dos primeros niveles del método científico, es sin duda indispensable emplear el tercer nivel, con el fin de demostrar no solo la unicidad, si no también la originalidad de la huella dactilar analizada.
Sin duda alguna y teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, coadyuvado por toda la experiencia acumulada en todos estos años de experticios y análisis en miles de impresiones y huellas dactilares, no podría poner en duda y estaría alejándome de la verdad si no estuviera de acuerdo, con lo escrito en el párrafo transcrito al inicio de este ensayo, pues sin lugar a dudas una huella dactilar cualquiera sea su tamaño, tiene un único origen y su singularidad solo se puede demostrar empleando el método científico y cada uno de sus niveles, agotando la metodología exigida nivel por nivel, de manera que se pueda llegar a una conclusión clara, bien sea de inclusión o de exclusión, con una certeza claramente demostrable a través de la CIENCIA DE LA DACTILOSCOPIA. MARIA LUCIA BUSTAMANTE BELLAIZAN Lofoscopista forense
NECESITAMOS DEL TERCER NIVEL,
Es necesario empezar este ensayo diciendo que los peritos inicialmente se formaban y se especializaban solo en cuenta crestas, sin tener en cuenta la Singularidad Biológica de las crestas papilares, aplicando hoy por hoy el famoso y respetado método ACEV, asegurando de esta manera que los análisis de tipo dactiloscópico, tengan la calidad y la confiabilidad ciento por ciento, utilizando para estos el estudio de los respectivos niveles, como lo profesan los diferentes estudios realizados por el grupo de estudio de la INTERPOL. Si nos remontamos en la historia observamos que nuestros antepasados empezaron sus estudios con la observación, luego con los respectivos análisis se observó que estos dibujos tenían algunas características particulares, que al final les sirvieron a otros estudiosos a realizar los diferentes sistemas de clasificación y archivo, perfeccionados por otros y que al final conocemos hoy en día. Hoy después de muchos años se realizan cotejos de tipo dactiloscópico con reseñas decadactilares, las cuales son tomadas por nosotros mismos, o de alguna manera conocemos su origen, por lo tanto podemos llegar muy fácil a una determinada conclusión, enfocándonos únicamente en el análisis del primero y segundo nivel, dejando por fuera el importantísimo tercer nivel. Finalmente después de muchos años de experiencia acumulada y de muchos debates académicos, se ha llegado a la conclusión que necesariamente necesitamos sin duda alguna del tercer nivel, mucho más cuando hoy trabajamos la mayoría de casos con una o fragmentos de una huella de origen Lofoscópico. Cordialmente, HUGO NESTOR CAMACHO BARBOSA Lofoscopista forense
LA SINGULARIDAD, NO PUEDE SER PARCIAL.
Comparto la idea de que la singularidad biológica existe en el entendido que permite de conformidad con la cantidad de información pertinente lograr establecer parámetros para lograr una identificación e individualización, está ligada al estudio y entendimiento de otras ciencias como la anatomía, genética y embriología, lugar donde tienen formación la piel como órgano y su fundamentación científica y características. La singularidad, no puede ser parcial a veces y otras no, se debe tener claro el concepto del principio de originalidad, lo que nos permitirá adentrarnos en la era de una identificación evaluativa, de conformidad con la infinita cantidad de variables y formaciones dactilares que se pueden dar en las crestas de fricción. Entendiendo la formación y estructura de la piel como órgano, está demostrado que la piel de fricción en su formación de cordilleras de crestas; adopta un sin número de características que nos permite mediante el método acev, observar una diferenciación biológica de dichas formaciones o características que se dan de forma natural, con sus características cualitativas y cuantitativas. Estos postulados y estudios nos dan las herramientas para expresar un claro y contundente resultado después de un análisis, comparación, evaluación y verificación que cualquier parte de una huella dactilar, por grande o pequeña que sea, sólo tiene un origen.
CARLOS FERNANDO PEREZ GUTIERREZ.
“RIDGEOLOGY”, incursión al interior de la huella.
La determinación fehaciente de la originalidad de una impresión Lofoscópica natural, enmarca un conjunto de disciplinas aplicadas mediante metodologías aceptadas por la Comunidad Científica, métodos diseñados y compendiados por expertos en investigación médica y judicial, apoyados en experticia y autodidactica. El análisis y procesamiento de las impresiones dactilares siendo el método más viable a nivel económico para la identificación humana tanto civil como judicial, propende por una actualización y desarrollo investigativo a fines de obtener nuevas facetas de aporte para el proceso. Es claro, que a medida que avanza la tecnología y la creatividad de impresión, se vulnera considerablemente el sistema universal de identificación judicial, pues se obtienen duplicados que a simple vista resultan irrefutables, aportando a un decremento en el sistema que se ha reconocido desde hace siglo y medio.
El análisis de poros, sus características, direccionamiento y ubicación permiten afianzar el proceso de identificación; no podemos desconocer que a la fecha poseemos herramientas tecnológicas necesarias para ir más allá de lo tradicional e incursionar en un nivel más profundo. El proceso de identificación dactilar forense es, ha sido y será el sistema más viable para identificar un individuo, teniendo como base fundamental, que las crestas de fricción son inmutables, perennes, diversiformes y que poseen a nivel micro características individualizables que afianzan el método. Desde el punto de vista idealista, las crestas de fricción, su origen, su diseño, su singularidad al azar, no es más que una obra de arte de la naturaleza irrepetible por la riqueza de sus componentes. La crestología “RIDGEOLOGY” ponderada por el Científico Forense David Robinson Ashbaugh, nos ofrece un vasto aporte al desarrollo a fines de escalar en el proceso de identificación judicial, abriendo un umbral en las mentes de quienes hacemos parte del proceso, entendiendo, que incursionar en un nivel de avance tecnológico y minucioso en el proceso de análisis de huella, nos permite obtener un resultado certero e irrefutable que a la postre limita el crecimiento delictivo y es un avante del poder judicial en pro del esclarecimiento del hecho punible.
JORGE HERNAN CUENCA TORRES
Lofoscopista forense
CADA CRESTA ES ÚNICA E IRREPETIBLE,
Respecto a la singularidad biológica, existe, ya que una de las cualidades del ser humano, es precisamente que no es repetible, lo que indica que cada formación de cresta por más pequeña que sea es única e irrepetible, así mimo es totalmente imparcial ya que al tener su origen biológico, solo la naturaleza tiene esas condiciones irrepetibles y ese poder de crear un ser único, con una única formación del paquete nervio vascular y celular, lo que lo hace excepcional e identificable. Las crestas papilares solo tienen un origen, al ser una cualidad, ya que nace en la dermis, es de origen genético, lo que no permite un cambio natural, siendo especifico en cada ser.
ERMEN NAUTT TAPIA CHARRASQUIEL
Lofoscopista forense
ARTÍCULOS FORENSES
Revelado de huellas
Dejadas con manos enguantadas
Autores: -Lic. en Biotecnología Narcotti, Gastón.
-Lic. en Criminalística Hernán Fontana.
Gastón Narcotti
Egresado de la Universidad Nacional del Litoral con el título de Licenciado en
Biotecnología, Gastón Narcotti ha dedicado por completo su actividad profesional
a las Ciencias Criminalísticas. Con más de 15 años de experiencia laboral en la
División Química Forense y Toxicología y la División Rastros de la Dirección
Criminalística de la Policía de Entre Ríos, su conocimiento, espíritu inquisitivo y
pasión por la docencia, han derivado no sólo en la creación de la cátedra Química
Papiloscópica perteneciente a la Tecnicatura en Papiloscopía de la Universidad
Autónoma de Entre Ríos, sino también en el desempeño como docente de esta
asignatura, la cual es una de las primeras a nivel nacional en especializarse por
entero en el revelado de huellas digitales latentes por métodos químicos. Su pasión
por la investigación y la docencia no se ha limitado a las aulas universitarias
donde que ha dirigido, un gran número de tesis de grado para jóvenes graduados
en la Licenciatura en Criminalística, sino que se ha extendido hasta ámbitos
judiciales, organizando jornadas de capacitación para personal judicial y
magistrados, o bien participando como expositor en congresos nacionales e
internacionales.
Este autor del libro, “LA FOTOGRAFIA DIGITAL IR COMO HERRAMIENTA
PERICIAL”, demuestra esta su primer obra como su formación profesional,
aunado con su basta experiencia laboral, han desarrollado en él una forma
particular de aproximación a las ciencias involucradas en el esclarecimiento de
hechos delictivos, además del convencimiento férreo que la materia prima para la
evolución como perito investigador se basa fundamentalmente en el
perfeccionamiento constante y la adquisición de nuevos conocimientos.
INTRODUCCION
La comisión de delitos simples y complejos en países como la Argentina no
ha mermado en las décadas pasadas, siendo por el contrario algo cada vez más
numeroso y habitual, al punto tal que ya nadie se sorprende porque un familiar, un
conocido o un vecino haya sufrido la violación de su domicilio en ocasión de un
robo, hurto o simplemente un daño. La brecha social ha dividido a la gente en dos
bandos claros, los que tienen y quieren proteger sus pertenencias y los que menos
tienen y quieren lo poseído por otros. En esta disputa por lo material, ambos
bandos se esmeran en reducir al mínimo las posibilidades de los opuestos, unos
maximizando las medidas de seguridad y otros aprendiendo y perfeccionando las
formas de vulnerarlas evitando a su vez dejar cualquier tipo de indicio en el lugar
que los relacione con una pena judicial. En este sentido, hoy es de uso habitual, en
la comisión de robos y otros delitos más complejos, la implementación de guantes
como medio para evitar dejar impresiones digitales en el lugar del hecho. Ya sea
que este conocimiento provenga de los medios informativos, que muchas veces
explican la forma en la cual se llevara a cabo un delito, sin advertir, que el nivel
de detalle puede servir de escuela para aquel delincuente novato; o bien, provenga
de los programas de televisión, el hecho es que, el uso y empleo de guantes de
látex u otros materiales en la comisión de delitos, es cada vez más frecuente,
tornando infructuosa y frustrante la labor de los criminalistas quienes intentan
recuperar impresiones digitales en el lugar del hecho. Ante tal escenario, el
presente trabajo tiene por objetivo brindar información acerca de cómo ésta
situación aparentemente insorteable, puede ser salvada aplicando los
conocimientos actuales de la Química Papiloscópica.
Para enfrentar el problema relativo a la “ausencia de impresiones
digitales” debido a que las manos se hallaban protegidas con guantes, uno debe
preguntarse en primer instancia si es real que no hayan quedado huellas en el
objeto manipulado, o si es que tal inferencia se hace a partir de que el método de
revelado empleado no es lo suficientemente sensible como para evidenciar las
impresiones digitales presentes. En tal sentido, hoy en día es muy común observar
como conclusión en un informe pericial lo siguiente:” En el objeto peritado no se
hallaron huellas…”, sin que se haga la salvedad y distinción de que por el medio o
método aplicado no se hallaron huellas. Esta ausencia u omisión en la conclusión
tiende a formar la idea errónea, en quien lee tal conclusión, que “no existían
huellas”, lo cual es para nada cierto, ya que no fue comprobado por otros métodos
o técnica exhaustivas tal situación. En tal sentido, si tomo un objeto con mis manos
protegidas con guantes de látex y posteriormente intento revelar las huellas
dejadas en el objeto con un reactivo físico particulado, al no obtener impresiones
esto quiere decir que no había huellas?, ABSOLUTAMENTE NO!, esto quiere
decir solamente que mi método no ha sido lo suficientemente sensible para
detectar el material presente en el sustrato receptor de las impresiones latentes.
Ahora bien, ¿de dónde es que viene esta certeza?, no sólo de los resultados de
nuestra investigación, sino también de las observaciones realizadas por otros
investigadores, de organismos tales como el F.B.I. quienes recomiendan el
recambio de los guantes empleados en el lugar del hecho, a períodos o intervalos
determinados de tiempo, puesto que han observado que los guantes de látex en
particular comienzan a tornarse permeables luego de cierto tiempo de uso, lo cual
puede conducir a que se transfiera material de las manos a los objetos
manipulados.
Quien alguna vez haya trabajado con el reactivo revelador de Amino
Acidos Ninhidrina, habrá notado que al cabo de cierto tiempo las porciones
externas de las puntas de los guantes comienzan a teñirse del color púrpura
característico de este reactivo revelador, lo cual indica indudablemente que
“algo” ha sido detectado por el reactivo revelador, y que este algo en el caso de
ser amino ácidos, han debido atravesar el guante. Entonces, ¿por qué razón no
pensar en que sí estos amino ácidos han permeado el guante no puede pasar a
formar parte del residuo que conforma una impresión latente cuando uno toca un
objeto aún con las manos cubiertas por el guante?, asimismo, uno también podría
preguntarse, sí es que otros componentes que habitualmente recubren la piel y que
pasan a formar parte del residuo que conforma una impresión latente, no han
también permeado el guante.
Habitualmente, los peritos desconocen o no tienen en cuenta que las
impresiones digitales latentes se conforman de distintos componentes químicos los
cuales constituyen lo que se denomina como residuo de la huella latente, el cual
puede ser evidenciado según la reactividad química de cada componente y que, a
diferencia de lo que sucede con los reactivos físicos particulados de uso
convencional, los cuales evidencian la presencia de impresiones latentes por
simple adhesividad del residuo, la cual decae drásticamente en función de la
cantidad de residuo que compone la huella, los reactivos químicos pueden
evidenciar cantidades mucho menores de materia y a su vez lo pueden hacer de
forma más o menos específica, es decir, pueden detectar determinados
componentes químicos del residuo que constituye la huella latente, sean estos
lípidos insaturados, ácidos grasos, amino ácidos, sales cloradas, proteínas, etc. .
Ante tal situación, es muy probable que se crea que no hay huellas latentes por el
empleo de un medio de revelado inadecuado, pero en realidad, pueden existir
cantidades mínimas de materiales que pueden ser evidenciadas químicamente y
que en muchas ocasiones permiten definir una huella digital latente volviéndola
completamente visible.
Nuestra investigación se ha centrado en la búsqueda de impresiones
digitales latentes sobre soportes no porosos, por ser este tipo de materiales, los
más inocuos para el residuo que compone una huella latente, habida cuenta de que
estamos tratando con cantidades mínimas de material muy por debajo de las
cantidades observables en una huella latente dejada por una mano desnuda. La
elección de este soporte se debe además a que es uno de los tipos de materiales
más abundantes en la escena de hechos delictuosos. Para llevar adelante tal
comisión hemos decidido trabajar, con uno de los reactivos reveladores más
adecuados para este tipo de superficies, siendo la aplicación de Vapores de
Cianoacrilato en cámara, una de las metodologías más sensibles para la detección
de pequeñas cantidades de material presentes en una impresión latente, a la vez
que su implementación no requiere de equipamientos complejos o de costos
elevados.
Vapores de Cianoacrilato
Para comprender los alcances y capacidades de una técnica o metodología
de revelado se debe, en primer lugar, entender de la mejor forma posible la
manera en la cual un reactivo revela la presencia de determinados compuestos
químicos a fin de poder incentivar o exacerbar esta reacción cuando lo que se
quiere evidenciar se supone es muy escaso, como es en nuestra situación donde se
estima es ínfima la cantidad de material que puede atravesar los poros de un
guante. El cabal conocimiento de la técnica y las variables que la afectan pueden
conducir al éxito o al total fracaso si no son ajustadas y respetadas debidamente.
La técnica de revelado mediante Vapores de Cianoacrilato (VCA),
involucra la polimerización de monómeros de Etil o Metil cianoacrilato
(dependiendo del tipo de cianoacrilato que se emplee), sobre el residuo que
conforma una impresión latente. La detección de impresiones latentes mediante
esta técnica se sustenta en polimerización de las moléculas de cianoacrilato
catalizada por la presencia de radicales libres (moléculas con carga neta) en el
residuo de huella. Esta polimerización conduce a la unión de los monómeros
(unidad mínima del cianoacrilato) uno a uno, como eslabones de una cadena,
derivando en la formación de pequeñas hebras, cuya longitud dependerá
únicamente de que tanto cianoacrilato haya en el medio o cámara de revelado.
(ver imagen Nº 1).
Imagen Nº 1 : Aquí se puede ver como dos hebras crecen a partir del depósito que conforma una huella
latente y como sus extremos presentan nuevas ramificaciones
Sin ánimo de profundizar en la química que subyace a la detección de
impresiones latentes mediante VCA dado que no está completamente comprendido
el mecanismo por el cual se revelan las impresiones latentes, sólo diremos que
esta técnica de revelado, y sus resultados, se encuentran íntimamente influenciados
por la humedad y a la temperatura relativa a la cual se lleva adelante el proceso
de polimerización. Estas variables condicionan la forma en la cual se produce la
polimerización, siendo particularmente evidente en el orden que adquieren las
fibras del polímero y su extensión, lo cual determina la forma en la que dispersan
la luz incidente haciendo a que las huellas reveladas por este proceso sean más o
menos visibles a ojo desnudo. Vale aclarar, que las impresiones digitales reveladas
mediante VCA, presentan un aspecto blanquecino, indicando algunos autores, que
su aspecto se asemeja a una escarcha de hielo sobre la huella. No sólo el aspecto
es extraño, sino también su comportamiento, ya que, una impresión revelada por
este método adquiere alta dureza, razón por la cual una vez procesado un objeto,
estas quedan fijadas y adheridas firmemente al soporte, resistiendo acciones de
borrado mecánico leves, tales como fricción propia del traslado o manipuleo del
objeto.
En relación a la humedad a la cual debe desarrollarse el proceso de
revelado, investigaciones recientes han indicado que aquellas impresiones latentes
reveladas en cámaras con ausencia total o baja presencia de humedad relativa,
conducen a la formación de polímeros de cianoacrilato sobre el residuo de la
huella que no muestran la formación de fibras habitualmente observadas, sino más
bien, la formación de pequeñas burbujas que no difractan la luz y tornan a la
huella casi imperceptible al ojo desnudo, dándole un aspecto translúcido a la
huella revelada. Esta situación, es similar a lo que sucede con huellas latentes
envejecidas, en donde el residuo que la conforma se encuentra deshidratado,
cuestión que muestra la importancia del ajuste de la humedad interna de la
cámara al momento del proceso de revelado si lo que se quiere es obtener una
impresión visible a ojo desnudo.
Imagen 2 : Microfotografía obtenida mediante un microscopio de barrido electrónico de una impresión
latente deshidratada por vacío, revelada mediante vapores de cianoacrilato.
MOTODOLOGIA DE REVELADO
La aplicación de VCA, convencionalmente se lleva a cabo en el interior de
una cámara de revelado hermética, donde los objetos a peritar se suspenden y se
dejan expuestos a los vapores, hasta tanto se haya alcanzado la calidad de
revelado requerida a criterio del perito. En el interior de la cámara se ajustan
además el porcentaje de humedad y la temperatura, los cuales rondan los 90 º
Centígrados y el 80 % de humedad, para un procesado de rutina. El tiempo de
procesado depende del volumen interno de la cámara y de la cantidad de vapores
de cianoacrilato inyectados a ella. Así, cada investigador ajusta estos valores a sus
propios equipos acelerando o retrasando el proceso de revelado, mediante el
agregado o no de más cianoacrilato gaseoso al interior de la cámara. Como
contrapartida a un proceso de revelado acelerado por la inyección de gran
cantidad de cianoacrilato, se observan muchas veces procesos de sobreexposición
la cual conduce a un revelado inadecuado por deposición excesiva de
cianoacrilato, quedando la huella revelada con un aspecto de mancha o empaste,
el que no permite reconocer con claridad las crestas de los valles, y que no puede
ser revertido. Es por esto que se suele ser conservador al momento de procesar
una evidencia, siendo paciente y no acelerando demasiado el revelado por exceso
de vapores.
Teniendo en cuenta estas condiciones sugeridas y consensuadas por gran
parte de los investigadores, es que se intentó el revelado de impresiones dejadas
con manos enguantadas. Para llevar adelante una investigación sistematizada se
propuso un protocolo de trabajo, estableciendo las condiciones estrictas de higiene
que debían tener los soportes a utilizar como sustrato de las huellas, indicando la
forma precisa en la cual debían estar las manos del operador antes de colocarse
los guantes y la forma y tiempos a los que debían depositar las huellas con las
manos enguantadas. Así, el donante de las impresiones digitales, debió
higienizarse exhaustivamente las manos con jabón blanco previo a la colocación
de los guantes, a fin de eliminar cualquier tipo de secreción natural del cuerpo o
material exógeno, secando posteriormente las manos bajo flujo de aire. Una vez
colocado el guante, se depositaron impresiones digitales, empleando siempre el
dedo pulgar de un mismo donante, con el cual se hicieron estampas a tiempo cero,
es decir, inmediatamente luego de colocado el guante, y a tiempos de 5, 10, 20, 40
y 60 minutos. Cómo medida de control del funcionamiento del proceso, se realizó
la estampa de una huella con la mano desnuda, denominada “blanco”, con el
objeto de establecer el normal funcionamiento del proceso de revelado. Durante
los períodos de tiempo antes mencionados, el operador mantuvo sus manos
suspendidas, evitando todo contacto con el cuerpo u otras superficies con el
objetivo de no contaminar la superficie del guante. Para la deposición de las
impresiones digitales se emplearon trozos de vidrio rectangulares, sobre los cuales
se demarcaron casilleros donde estampar las huellas según su tiempo relativo.
Como medida adicional, todos los trozos de vidrio empleados durante la
investigación fueron limpiados mediante la aplicación en secuencia de tres agentes
limpiadores, Combustible Súper – Acetona – Alcohol Isopropílico, entre cada uno
de los cuales se procedió al secado mediante toallas de papel absorbente.
Bajo este protocolo de trabajo los primeros resultados fueron sumamente
alentadores ya que se evidenciaron impresiones, aunque de muy baja calidad de
definición, para la totalidad de los tiempos evaluados (ver fotografía Nº 3). No
obstante estos resultados, se observó la inconsistencia a lo largo de distintas
pruebas, obteniéndose muchas veces imágenes de impresiones con calidad y
definición necesaria para ser identificadas por el Sistema Dactiloscópico
Argentino, con 9 puntos característicos o más, mientras que en otras ocasiones las
impresiones eran apenas líneas discontinuas sin llegar a configurar un diseño.
Imagen 3 : Fotografía de los resultados obtenidos a partir del proceso de revelado mediante vapores de
cianoacrilato. En ésta imagen se puede apreciar cómo, aunque sin buena calidad de definición, se ha
obtenido el revelado de impresiones para la totalidad de los tiempos de uso del guante evaluados.
Debido a estas incosistencias en los resultados, es que se modificaron las
condiciones de revelado ajustando la temperatura y humedad interna de la
cámara, hasta alcanzar reproducibilidad prueba a prueba y una calidad de
definión necesaria para que estas sean pasibles de ser identificadas por el SDA.
AJUSTE Y MODIFICACION AL PROCESO DE REVELADO
Como se mencionara anteriormente, la percepción de una huella revelada
mediante VCA a ojo desnudo, depende fundamentalmente de la configuración o
desorden que adquieran las fibras o hebras del polímero y en consecuencia como
éstas difractan la luz. Estudios recientes han demostrado que el efecto del choque
térmico determinado por la diferencia de temperatura entre la supurficie del objeto
que contiene las huellas y el medio donde se lleva adelante el proceso de revelado
mediante los vapores de cianoacrilato, favorecen la velocidead del dopósito y la
formación de polímeros desordenados sobre las huellas cuando existe una
diferencia de temperatura cercana a los 17 º C, siempre y cuando la humedad
ambiente sea aproximadamente igual a 55 %. Atentos a esta información se
practicó el proceso de revelado bajo dichas condiciones, refrigerando los soportes
de vidrio, previo a su inmediato ingreso a la cámara, hasta que los mismos
alcanzaran una temperatura aproximada a lo 6 º C, ajustando la temperatura
interna de la cámara a 23º C . Respecto de la humedad relativa, esta se situó en
un valor cercano al 55 %, mediante el control electrónico de un interruptor el cual
activaba el ingreso de vapor al ambiente de revelado.
RESULTADOS FINALES
Los resultados obtenidos no sólo fueron reproducibles prueba a prueba, a
lo largo de 60 experiencias (las cuales incluian 300 impresiones digitales), sino
que demostraron una calidad de revelado y definición impensadas. Basta con ver
algunas de las imágenes que se presentan a continuación para corroborar lo
antedicho.
Alentados por los resultados obtenidos con guantes de látex, las mismas
experiencias se llevaron acabo con guantes de Vinilo y de Nitrilo.
Guantes de Vinilo:
Guantes de Nitrinilo:
ANALISIS:
Para valorar y estimar no sólo la calidad de las impresiones reveladas
sino tambien la cualidad de ser o no idóneas para ser identificadas por el Sistema
Dactiloscópico Argentino, se estableció un sistema de calificación de las
impresiones reveladas :
- (-) : sin reacción.
- (a) : apenas indicio de mancha.
- (b) : detalles de la cresta.
- (c) : impresión clasificable por el SDA.
- (d) : impresión identificable por el SDA.
Mediante esta clasificación las 300 huellas estampadas con manos
protegidas con guantes de Latex, Nitrilo y Vinilo, fueron agrupadas según el
material de constitución del guante y su calificación relativa a la calidad de
revelado, en función del tiempo al que fuera depositada la huella, permitiendo
confeccionar los siguientes gráficos:
GUANTES DE
LATEX
GUANTES DE
VINILO
Figuras Nº 1, 2 y 3: Gráficas ilustrativas de la relación existente entre la calificación de las huellas reveladas
según el tiempo de uso del guante y deposición, indicando en cada caso la cantidad de huellas observadas para
cada caso.
Como se puede observar a partir de los resultados, en la gran mayoría de
los casos las impresiones reveladas exhibían la calidad de definición e integridad
suficiente como para ser catalogadas como “impresiones identificables”. Fue sólo
en el caso de las impresiones dejadas con dígitos cubiertos por guantes de nitrilo,
que ésta tendencia no fue continuada, observándose que las impresiones reveladas
exhibían calidad suficiente como para ser clasificables por el SDA, pero el dibujo
de las minucias no era claramente legible como en el caso de las huellas dejadas
con manos cubiertas por látex o vinilo. Esta situación es comprensible dada la
textura que muestran los guantes de nitrilo, la cual fue transferida a las
impresiones estampadas.
Es importante reconocer de estos gráficos, como la aparente
permeabilidad de los guantes no se incrementa con el transcurso del tiempo, sino
que permanece constante, no habiendo tendencias crecientes en la calidad de
definición de las huellas reveladas a tiempos mayores de uso de los guantes. Esto,
lo cual debería ser la situación lógica, es decir, esperar que la permeabilidad se
incrementara con el transcurso del tiempo de uso y por ende se obtuvieran huellas
mejor definidas por un permeado de más material desde la piel al soporte, no
sucedió; verificándose por el contrario que las impresiones exhibían bajo esta
metodología de revelado, igual calidad de definición a tiempos cortos como a
tiempos largos de uso. Cabe preguntarse entonces, ¿Qué tan segura es la
implementación de guantes como medio para evitar dejar impresiones digitales
cuando se manipulan evidencias?. Puede también surgir la interrogante relativa a
cuál es el material que está detectando este método de revelado que no parece
estar influenciado por la permeabilidad del guante o el tipo de material con que se
confeccionan los mismos?. Una posible respuesta, podría ser ante esta última
pregunta, la capacidad que tienen las moléculas de agua de funcionar como
catalizador (acelerante o facilitador) de la reacción de polimerización y que bien
podrían permear el guante dado pequeño tamaño. De ser este el caso, la primer
pregunta hallaría su respuesta, puesto que ninguno de los otros métodos de
revelado, sean estos químicos o físicos tradicionales, pueden revelar la presencia
de agua. De esta forma, de no emplearse a los VCA como medio de procesamiento
de la evidencia, no habría riesgos de dejar impresiones “detectables” por otros
métodos. Sin embargo, estas son sólo suposiciones, y por ende, es necesario una
investigación profunda a fin de establecer el mecanismo y la razón por la cual este
proceso de revelado puede evidenciar impresiones digitales latentes sobre soportes
no porosos dejadas con manos enguantadas.
CONCLUSION:
A lo largo de este artículo hemos destacado, a partir de lo dicho y de los
resultados obtenidos, la importancia de como el juzgar una situación por los
resultados más obvios, puede llevar a una conclusión errónea, privando al
criminalista de evidencias tales como las impresiones digitales, al tiempo que, esta
valoración incorrecta del especialista puede en muchos casos llevar a terceros a
conclusiones equivocas.
Vale aclarar, que si bien estos resultados son más que prometedores, se
hallan en el marco de experiencias controladas en un ambiente de laboratorio, lo
cual si bien no resta méritos a los resultados alcanzados, deben ser tomados con
las consideraciones del caso, ya que por ejemplo, estas condiciones de revelado,
bien podrían ser inapropiadas para soportes no porosos tales como algunos tipos
de materiales plásticos cuyos coeficientes de transferencia térmica es muy
diferente al del vidrio. No obstante lo antedicho, este artículo tiene el ánimo de
incentivar a los investigadores a superar aquellas aparentes barreras insorteables,
siempre de la mano de un espíritu crítico, inquisitivo y sistemático propio de un
criminalista.-
Jesús, señor Dios de bondad, padre de misericordia, aquí me presento ante ti y te suplico de todo corazón, me otorgues la fuerza divina para respetar cada cuerpo que yace delante de mi señor. Hazme sin miedo ante la muerte, para aceptar tu santa voluntad. Sin odio, para hacer cada tratamiento, con respeto y dignidad. Sin envidia, para trabajar en armonía con mis compañeros. Alegre, para hacer que la vida se torne más hermosa y en mi amor a mi profesión. Firme, en mi fe para que el trascurrir de mis años los dedique al bien de la humanidad, empleando todos mis conocimientos como Tanatópractor. Te pido pues Señor me bendigas, bendice mi instrumental y el recurso que voy a utilizar, dejando constancia, de lo que en este cuerpo vea, y practique será como en secreto ante los demás y no ante tus ojos. Dios todo poderoso ten misericordia también de los míos, que murieron, por ellos te pido paz sobre sus tumbas, amén
Ruben Dario Nuñez Tanatólogo -Tanatopractor (Manizales Caldas Colombia - Enero de 2000)
Oración del tanatopractor, embalsamador o preparador
Imágenes del Perito ANTONIO FARELO.
EL INTENTO DE REGICIDIO: MUERTE DE MATEO MORRAL ROCA.
Foto: D. Ramón de Mesoneros Romanos, por esta foto negoció el precio
de 25 pesetas a 300 pesetas, algo nunca antes negociado. Fondos de ABC e internet Mateo Morral Wikipedia
¿Quien fue Mateo Morral Roca? Morral Roca nació en Sabadell (Barcelona) el año 1880, falleció con 26 años de edad el día 2 de junio de año 1906 a las 22:09, un año antes de su muerte, el 8 de de junio del año 1905 en Sabadell, renovó su cédula personal (DNI), soltero, de 25 años en ese momento, profesión comercio, nº de cédula 4.136 de orden y 829.964 de la Fábrica Nacional, de clase 11ª. Domicilio en la Rambla nº 109 de Sabadell. Morral El día 31 de mayo del año 1906 intento asesinar al rey Alfonso XII en el día de su enlace matrimonial lanzando un artefacto explosivo desde el balcón de la habitación que estaba ocupando en ese momento y que alquilo con el propósito del regicidio, en la calle Mayor numero 88 4ª panta. Alfonso XIII ya había sufrido un atentado justo el año anterior en Paris (Francia) a la salida de una representación en la opera de Paris, también le lanzaron un artefacto explosivo, Alfonso XIII salió airoso de dicho lance, en el atentado ya se relacionó a Mateo Morral con dicho acto criminal.
31 de mayo de 1906 Madrid está en galardonado para celebrar el regio enlace matrimonial entre Alfonso XIII y Victoria Eugenia, todas las principales coronas europeas están representadas en la ciudad de Madrid, los cuerpos de seguridad de los países visitantes se despliegan por la ciudad para la protección y la seguridad de las personalidades, dadas las sospechas fundadas de producirse un atentado en el desarrollo de los festejos matrimoniales. Al amanecer del 31, el rey Alfonso XIII partió hacia el palacio del Pardo y junto a la princesa disponerse comulgar, después se dispusieron a tomar dirección a Madrid junto el cortejo nupcial, para continuar con el enlace. En la iglesia de los Jerónimos lugar del enlace, se había concentrado toda la seguridad policial y militar, porque se creía que allí seria el lugar escogido para el atentado. A las 10:40 de la mañana la marcha real anuncia la llegada de Alfonso XIII a la iglesia de los Jerónimos, al poco tiempo el himno inglés anuncia la llegada de la princesa Victoria Eugenia, que recorre el pasillo hacia el altar mayor de la iglesia seis sacerdotes la acompañan con el palio, El cardenal y arzobispo de Toledo y primado de España, junto al representante y obispo de los soldados católicos de la Gran Bretaña, la ceremonia nupcial termina entonando el Tedeum. “La comitiva nupcial se organiza y empieza el regreso al palacio, el recorrido se estableció pasando por el Paseo del Prado, Cibeles, calle Alcalá, Puerta del Sol, calle Mayor, y llegada al Palacio de Oriente, pero los acontecimientos están a punto de cambiar y tornarse una celebración en uno de los mayores atentados sufridos en Europa, cuando el cortejo nupcial recorría la calle Mayor a la altura del número 88, serian las 13:55 horas, entre las bocacalles de San Nicolás y la calle Factor, se produjo una tremenda explosión, “Viéndose caer herido a uno de los palafreneros que cuidan en el lado derecho los caballos del coche regio; viòse caer también a varios soldados, y en el instante llegó el inspector Sr. Pons con los agentes a sus órdenes que se hallaban de servicio de Bailén y Mayor, y al tratar de penetrar en el portal de la casa núm. 88 de la repetida calle Mayor, halló cerca de la acera varios cadáveres ensangrentados, entre ellos el del palafrenero mencionado y los de varios soldados de Infantería del regimiento Wad-ràs; dos oficiales del mismo, y algunos soldados del mismo regimiento heridos, y varios paisanos que se habían refugiado en el portal de dicha casa; y al tratar de penetrar en el portal con sus agentes para cortar la salida de persona alguna, por efecto de la confusión de los primeros momentos, la fuerza del Ejército le impidió penetrar ni estacionarse; conociéndose por la unanimidad del público que se hallaba
próximo, que la bomba que había producido tales estragos fue arrojada, envuelta en un ramo de rosas, desde uno de los balcones del piso 4º. De la mencionada casa de la calle Mayor, núm. 88; pasados los primeros momentos pudo penetrar; y revisados todos los cuartos de la casa, se halló en el piso principal los cadáveres, por efectos de la bomba, de la Sra. Marquesa de Tolosa y niña María del Carmen Ulloa, hija de los Sres. Condes de Adanero; y en otro piso principal los cadáveres de D. Antonio Prieto y Calvo y el de una hija del inquilino Sr. Prieto. En el piso segundo, por los mismos efectos, se hallaban los cadáveres de D. José Sola Tejada y el de D. Luis Ponseca Caballero. En el piso cuarto el cadáver del huésped D. Eusebio Flórez Turbado, el cual se hallaba en el balcón de al lado del que fue arrojada la bomba, y reconocida la habitación correspondiente al balcón de donde partió el explosivo, acompañados del dueño de la casa de huéspedes, D. José Cuesta, nos manifestó éste que pertenecía al huésped que dijo llamarse Mateo Morral, de veintiséis años, soltero, fabricante, con cédula personal núm. 4.136, y cuyo sujeto dijo ser procedente de Barcelona, y se trasladó a su casa desde la fonda “La Iberia”, sita en la calle del Arenal, núm. 2, habiéndole alquilado la habitación en que ha estado el día 21 del presente mes, pagándole hasta el día 24 a razón de 15 pesetas diarias, entregando para el pago de las 45 un billete de 500 pesetas; y en casa del Sr. Cuesta, Mayor, 88-4º. Aparece, y así consta en el libro y partes, que dicho Mateo Morral tomó la habitación en 22 del presente mes pagando por ello a razón de 25 pesetas diarias, tan sólo por dormir. Que dicho sujeto salía a las once de la mañana y no volvía hasta las seis de la tarde, que permanecía en la casa hasta el siguiente día, ignorándose el punto donde hacía sus comidas, no habiendo recibido visita alguna y teniendo la costumbre de hacer traer diariamente a su habitación un ramo de flores, que colocaba en un gran puchero forrado de papel amarillo. En la mañana de hoy hizo indicación a los dueños de la casa de que pensaban venir unos amigos a ver el paso de la comitiva regia, pero que se alegraría no fuera nadie, porque se encontraba algo malo y no quería que le molestaran, encerrándose en su cuarto……D. Augusto Enault, mientras explotaba la bomba subía la escalera de la casa con doña Rosa Rosellò, y al minuto de ocurrir la explosión, se encontraron en la escalera con Mateo Morral que bajaba precipitadamente, y les preguntó que qué ocurría, teniendo la certeza de que pudo ganar la puerta y fugarse después de cometido el atentado. Fueron recogidos en el lugar del suceso por las autoridades militares, muertos: un Capitán del regimiento de Wad-Ràs, un Teniente del mismo, un guardia municipal, y agonizando un soldado de la Escolta Real, que falleció al llegar a la Clínica del Buen Suceso, y heridos 20 soldados del Regimiento de Wad-Ràs, uno de los Ingenieros, uno de la Escuela de Guerra, dos palafreneros de la Casa Real, un Teniente del Cuerpo de Seguridad y un guardia municipal, que fueron conducidos a la antedicha Clínica de Urgencia del Buen Suceso…..”. El cómputo estimado de las víctimas fue de 23 muertos, y
más de 100 heridos de diferente consideración, los muertos contabilizados por este atentado se produjeron hasta en una 4º planta por los efectos destructivos del artefacto explosivo. Mateo Morral Roca, se alojó en la casa de huéspedes de la calle Mayor, número 88, regentada por el matrimonio integrado por doña Ana Álvarez Varavander y don José Cuesta Gálvez, ubicada en la cuarta planta derecha. Para llevar a cabo el atentado del día 31 de mayo del año 1906 sobre las 13:55 horas, Mateo Morral se asomó al balcón de su habitación que estaba orientado a la calle Mayor, en la 4ª planta para lanzar desde un artefacto explosivo de inversión (Orsini) al paso del Cortejo Nupcial del rey Alfonso XII y Victoria Eugenia, el artefacto explosionó, con un resultado estimado de 23 fallecidos y más de 100 personas heridas de diferente gravedad, entre las víctimas varios niños que no fueron identificados ni contabilizados por esta causa siendo enterrados como desconocidos. Un año antes, en Paris, la noche del 31 de mayo 1905 a la salida de la ópera, sobre las 00:30, Alfonso XIII sufrió un atentado con bomba, se relaciona la participación de Mateo Morral Roca con este atentado. Mateo Morral Roca, aprovechó la incertidumbre de la detonación para emprender su huida, según la versión oficial; primero pasó por la redacción del periódico “El Motín” en la calle Ruiz a las 15:10, pidiendo amparo al director y periodista el señor Nakens Pérez, que junto con un colaborador, Aquilino Martínez. le acompañaron en los primeros momentos de la huida, se reunieron con varias personas en diferentes puntos de la ciudad de Madrid para solicitarles que dieran protección a Morral, les costó encontrar alguien que diera alojamiento a Morral, incluso lo hicieron pasar por italiano, se unió al grupo Isidoro Ibarra, desesperados marcharon a ver a su última posibilidad ya de noche avanzada, visitaron a Bernardo Mata en la habitación que ocupaba junto a la mujer de este, y sus dos hijos, Mata fue sargento primero del regimiento de Caballería de Albuera, se sublevó por la República con el general Villacampa, exiliándose y regresando al sobreseerse su causa, se ocupaba en obras de construcción y también de jornalero, Nakens presentó a Mateo Morral como un periodista fugado del penal de Ocaña (Toledo), pidiendo a Bernardo que le acogiera por una sola noche, este aceptó, después de intercambiar impresiones se despidieron de Bernardo Mata y de Mateo Morral.
Bernardo sobre las cuatro de la mañana se marchó al trabajo, pero antes le solicitó a su esposa Concepción, que comprara ropa de trabajo para Morral en la tiendas de tejidos de la calle de Toledo número 41 y en la tienda de los Estudios número 14 de la misma calle, para que Morral pasara desapercibido, Mateo Morral, le entregó un billete de 50 pesetas y le indicó que podía disponer del resto del dinero para comprar ropa para su familia. La mujer llegó a la habitación ya avanzado el día, era 1 de junio de 1906, le dió el traje de trabajo color azul, una camisa y unas alpargatas, mientras Morral se cambiaba de ropa la mujer preparó un café con leche, que no bebió, dado que nada más cambiarse Morral se marchó. El día 2 de junio de 1906, aproximadamente a las 18:00 horas del sábado, Mateo Morral Roca entró en el “Ventorro de los Jaraíces”, en el termino de San Fernando, tenía hambre, preguntó qué podía comer a la esposa de Jenaro Chamorro que juntos regentaban el ventorro, la mujer le enumeró todo lo que disponía en ese momento para comer; bacalao, chorizo, huevos, salchichón, Morral le pidió una tortilla de tres huevos, un trozo de bacalao, un poco de pan y una jarra de vino tinto. Sentado en una mesa se disponía a empezar a comer cuando el matrimonio, no se sabe muy bien cómo, llegó a la conclusión de que el forastero era el responsable del atentado, que era la persona buscada por el intento de magnicidio en Madrid días atrás, decidieron dar aviso al cuartel de la Guardia Civil, marchando el marido Jenaro Chamorro dejando a su mujer con la persona más peligrosa y buscada en España, Jenaro, salió por detrás del ventorro, marchándose con dirección al cuartelillo de Torrejón de Ardoz, para dar parte del forastero. En el interior del Ventorro de los Jaraíces, se encontraban otros clientes, don Antonio Reyes acompañado por dos señoras, al poco de salir Jenaro del local, entraron tres hombres, Fructuoso Vega, Luciano Ramos y Fructuoso Yágüez, que entablaron conversación con Morral y se dejaron invitar a vino por el mismo, por alguna razón después de beber varios vasos de vino y terminar de comer Morral, Fructuoso Vega exclamó a Morral que debía detenerle, por más que resultara inocente, le preguntó directamente si le acompañaría tranquilamente y éste asintió, Fructuoso Vega era guarda del Soto de Alborea, (Guardia Forestal) estaba identificado con placa y portaba un arma larga una tercerola Remington. Los testigos declararon que al levantarse Fructuoso invitó a los dos hombres que hicieran lo mismo, estos contestaron que se fueran adelantando, que ya los alcanzarían, Fructuoso contestó que “Si no venían, él se bastaba”, muy sorprendente este dato, Fructuoso y Morral salieron del ventorro para ir al cuartel de la Guardia civil de Torrejón de Ardoz,
según los testigos a cincuenta metros del ventorro, Mateo se volvió sacando una pistola, Revolver, (pero en realidad fue una pistola Browing llamada de “jugador de cartas”, de bolsillo, de chaleco) Morral disparó contra Fructuoso en la cara entrando el proyectil por el maxilar inferior y saliendo por el cuello, este se desplomó muerto en el acto, Mateo se distanció unos veinte metros del cuerpo y se disparó un tiro en el pecho suicidándose. Esto se describe en varias de las declaraciones de los testigos oculares, pero contrastándolas, son contradictorias entre ellas, así se recogen en las actas de la causa, principalmente en lo que coinciden unas con las otras, es en que Morral y Vega se distanciaron del ventorro unos 50 pasos y que una vez que Morral disparó sobre Vega asesinándole, éste se separó unos 20 pasos para dispararse en el pecho, suicidándose, en lo que difieren en sus declaraciones, unos testigos declaran que Mateo dispara sobre Vega y al dispararse en el pecho, esté se desploma fulminantemente, otro que después de dispararse en el pecho camina unos pasos tambaleándose, finalmente Morral se desploma al suelo, otro declara que después de dispararse en el pecho camina unos pasos con la intención de abalanzarse contra un caminero con la intención de dispararle a él también, interviniendo un Guardia civil quien corre hacia Morral para neutralizarle e impedir esta acción, pero Morral queda sin vida en el intento, como ven muchas dudas razonables para cuestionar estas declaraciones. Así mismo analizando el peritaje del maestro armero que hace a la única arma interviniente en esta escena criminal, queda invalidada o por lo menos cuestionado toda la investigación del presunto suicidio, recordemos que es un proceso oficial y juzgado por lo civil y lo militar, recordemos que oficialmente solo se disparó el arma corta que portaba Morral, única arma que participó oficialmente y se disparó en el asesinato de Fructuoso Vega y en el suicidio de Mateo Morral Roca. Fue la pistola Browing nº 52.512, de la Fábrica Nacional Herstal, (FN) de Lieja, Bélgica, arma que fue rectificada, y arma usada el día del suceso, tenía un calibre de 8 mm, así lo dictaminó el maestro armero, designado por el Juez para analizar la pistola Browing de Morral. Mateo Morral Roca es descrito por los forenses como un hombre moreno, de 1,71 cm de estatura, complexión fibrosa y musculado, cuerpo velludo, ojos pardos, cara estrecha, pelo castaño oscuro corto en los lados corto y poblado encima, formando en la región frontal un tupé, nariz y boca regular, barba negra, y bigote fino afeitado aproximadamente de cuatro o seis días al parecer a tijera.
El día de su muerte, según las descripciones oficiales vestía con pantalón y cazadora de tela azul, como de mecánico, camisa gris con rayas blancas, teniendo desabrochada la blusa; con calcetines color café y alpargatas nuevas, también de tela verde gris, con ojetes dorados y la planta de cáñamo, observándose que estas son nuevas, o por lo menos poco usadas; no usando camiseta; dichas prendas exteriores, denotan por su dureza que no han sido lavadas, nuevas, suponiendo por esta circunstancia que han sido usadas por primera vez, una gorra de plato negra muy usada y rozada en la visera. Los forenses que practicaron la autopsia, describen lo siguiente: En su hábito exterior presenta las siguientes lesiones: orificio de proyectil de entrada de 15 mm borde esternal del lado derecho y en el cuarto espacio intercostal, de derecha a izquierda, y de arriba abajo, orificio de salida región infraescapular izquierda a nivel de la sexta vertebra dorsal, se desprende una pequeña cantidad de sangre ya coagulada, en el dedo medio de la mano derecha, y en la parte izquierda de la primera falange, dos erosiones en el dedo índice y medio de la mano izquierda, se observa una pequeña erosión y cicatriz en el pómulo izquierdo presenta igualmente una equimosis y en la frente una erosión, así como otra de mayores dimensiones en el labio inferior y superior izquierdos y próximo a la barbilla, una antigua cicatriz sobre la ceja derecha, igualmente se hace constar que la camisa se encuentra manchada de sangre y que los ojos los tiene entreabiertos. Mateo morral Roca, sufría una enfermedad venérea, Blenorragia, motivo por el cual utilizaba suspensorio. En el momento de su muerte, en el acto de cacheo en el lugar de los hechos se le encuentran las siguientes pertenencias encontradas: “ un billete de 100 pesetas, núm. 273.787, fechado en Madrid á 24 de Junio de 1893; otro de 50 pesetas, número 1.193.857, fechado en Madrid en 30 de Noviembre de 1902, con el busto de Velázquez y el anterior con el de Jovellanos, ambos del Banco de España; dos monedas de á duro del busto de Amadeo I, del año 1871; seis pesetas sueltas, tres de ellas con el busto de Alfonso XIII de los años 1901, 1902, 1896 y otra del mismo busto del indicado año, y dos del busto de la República de los años 1869 y 1870; seis monedas de á 10 céntimos una, 25 de cinco céntimos y una de dos céntimos; un reloj extraplano marca Bonheu, con el volante descubierto, empavonado negro, anilla y llave de cuerda dorada, esfera blanca y números romanos; una pistola sistema Browing empavonada, con un cargador lleno y otra cápsula cargada: la pistola referida se supone es de siete tiros, de los cuales cinco hizo el disparo el Sr. Teniente de la Guardia civil, con objeto de descargarla, y otro cargador con siete cápsulas cargadas; un cacho de queso manchego en aceite y media libreta, sin que se encontrase cédula personal ni documento alguno.”
Es conocido el lugar en el que se encontraba Morral en el momento de perpetrar el atentado en la calle Mayor, éste se marcha del lugar del atentado inmediatamente al tiempo que comienza la investigación del mismo. A este respecto, consta en la causa la siguiente Diligencia.- Inmediatamente el Sr. Juez, se presentó en la casa número 88 de la calle Mayor, en la cuarta planta, el piso donde ya estaba constituido un Juzgado de Guardia Militar. “La puerta del referido cuarto se hallaba abierta, y después del recibimiento hay una habitación á la izquierda, para cuya entrada se necesita recorrer un pequeño pasillo. En la expresada habitación se observa, en su parte derecha, una cama de hierro, de las llamadas camera, con su correspondiente juego de ropas, compuesto de colchón de lana, dos sábanas é igual número de almohadas, con sus correspondientes fundas. Inmediata á dicha cama, y en la parte de su cabecera, existe una mesilla de las llamadas de noche, de madera, al parecer con hoja de caoba, y con su correspondiente piedra de mármol; en el cajón superior de dicho mueble se encuentra un pañuelo ensangrentado, una jeringa uretral, un pedazo de algodón, un trapo manchado de pús y dos cuellos de camisa de color, planchados; en el cajón inferior aparece un orinal conteniendo orines. En la expresada línea de la habitación, y al lado de la citada mesilla, se encuentra una consola de madera, sobre la que hay varios números de periódicos El Liberal, Diario Universal, La Correspondencia de España y Las Noticias, de Barcelona; un recorte de otro periódico, en el que se hallan impresas las disposiciones de las Autoridades para la Policía de las fiestas, y un plano de Madrid; en el centro de dicha mesa también aparece un puchero que contiene agua, hallándose por su parte exterior forrado de papel de seda de colores; un cepillo, un plato que contiene un vaso con una pequeña cantidad de agua con una cucharilla de bastantes dimensiones; encima también del referido plato, hay otro pequeño, de cristal, con unos polvos blancos, al parecer de bicarbonato de sosa, y otra cucharita pequeña de metal; en la pared, y sobre la referida mesa, aparece colgado un pequeño espejo con un marco negro. En el ángulo formado por la expresada pared y la correspondiente al muro que compone la fachada que da frente á la calle Mayor, hay un lavabo de madera, con un espejo en la pared superior y su correspondiente palangana de loza. En el ángulo que hay en la misma situación que el relatado, pero en la parte izquierda, se ve un sofá de regulares dimensiones, y delante del mismo una butaca de la misma clase, encima de la cual se encuentra las siguientes ropas: nueve pañuelos, algunos de ellos ensangrentados, dos camisetas de lana oscura, una blusa azul, una camisa de tela de color con las iníciales bordadas en seda encarnada M. M., un par de calzoncillos, una gorra, un sombrero flexible negro y una guía de ferrocarriles, así como una blusa azul. Inmediata al citado sofá hay una silla de madera curvada, sobre la cual hay una maleta de cuero de las llamadas de viaje, conteniendo, en completo desorden, cuellos, cepillos, peines, espejos y otros objetos de tocador. En la parte izquierda de la
habitación donde nos encontramos, la cual ha sido ya reseñada, hay también una percha, en la que aparecen colgados una americana de panilla, color aceituna, y un gabán de los llamados rusos. Acto seguido S. S. hizo comparecer á la dueña de la casa, la cual manifestó llamarse Ana Álvarez Varavander, casada con José Cuesta Gálvez, de treinta y nueve años de edad, y después de juramentada en forma, dijo: Que su citado esposo no se hallaba en aquel momento presente porque había sido llamado para declarar en el Gobierno civil; pero que ambos tienen destinada la habitación donde se encuentra constituído el Juzgado para casa de huéspedes. Que el día 22 del actual se presentó un individuo de estatura alta, delgado, color cobrizo, con el pelo y el bigote negros, siendo éste de reducidas dimensiones, y cuyo sujeto vestía traje de color café, de americana y sombrero del mismo color. Que el mismo manifestó que se presentaba con el fin de alquilar una habitación, pues tenía el pensamiento de permanecer en esta Corte durante las fiestas Reales, y al efecto quedaron convenidos en el precio de la habitación antes referida, que fue la que desde el primer momento escogió por considerarla más á propósito para presenciar el paso de la Comitiva Regia. Requerida la doña Ana para que exhibiese al Juzgado el libro que, según la dispuesto por la ley, deben llevar todas las casas que se dediquen á la mentada industria, lo hizo en el acto, pudiéndose comprobar que el mismo fue abierto en 11 de Octubre del pasado año, y que con fecha 22 del actual aparece la entrada del sujeto en cuestión, apareciendo con el nombre de Mateo Moral, de veintiséis años, de estado soltero, natural de Barcelona, y de profesión fabricante; manifestando la declarante que al llevar á efecto dicha inscripción exhibió cédula personal con las indicadas circunstancias. Á otras preguntas del Juzgado, manifiesta: Que la vida ordinaria de Mateo Moral era la siguiente: salía de la casa diariamente de diez á once de la mañana y regresaba á igual hora por la noche. Que cuando se quedó el indicado día en la habitación llevó como equipaje una maleta de grandes dimensiones, un paraguas y un gabán. Que nunca recibió ningún encargo ni ninguna visita, debiendo hacer presente que quería estar solo y se encerraba en la habitación, porque cuando coronaron al Zar le robaron el dinero. Que anoche regresó á la casa de once á doce, y metiéndose en la habitación se encerró. Que el que le abrió la puerta del cuarto fué su marido, pero no le vió que llevase ningún bulto. Que esta mañana se levantó sobre las once, y llamando á la que habla la pidió agua y un poco de bicarbonato, lo que en el acto verificó, y á continuación, mientras salía la exponente, vació agua sobre una copa, volviendo á cerrar. Que según su marido pudo ver por el balcón contiguo, las persianas del correspondiente á la habitación donde nos hallamos se hallaban entornadas, y por la cerradura de la puerta de entrada observó también que estaba sentado. Que en el día de ayer su repetido marido, para que el Mateo no tuviese calor, quitó las persianas antes dichas, pero cuando éste
se enteró, ordeno que las colocara. Que la exponente estuvo asomada por un balcón de los que daban á la calle del Factor, y en otro su marido é hijos. Que en el balcón contiguo al de Mateo Moral se hallaban asomados el huésped Enrique de la Lama, de profesión Ingeniero agrónomo, con familia en Santander, y en unión suya Eusebio Flórez Torbado, también huésped, un amigo de éste llamado Nemesio Valdes Alonso, una señora que en ese momento se encuentra en el Gobierno civil, llamada doña Sara y que es esposa de un señor apellidado Domenech, que se encuentra ausente, y una sobrina suya llamada Josefa Escribano. Que desde el balcón de la calle del Factor pudo ver el paso de la Comitiva Regia, debiendo hacer presente que el huésped D. Bartolomé Somilla también la acompañaba; que cuando comprendió en el público las manifestaciones de júbilo por el hecho de que se aproximaba la carroza regia, oyó una formidable explosión y en el acto perdió el conocimiento, y á los pocos momentos, repuesta ya de la primera impresión, se apercibió de que en la casa se oían exclamaciones de dolor, y recorriendo las habitaciones para enterarse de lo ocurrido, fué á parar instintivamente á la del Mateo Moral, observando que la puerta de entrada se hallaba abierta, así como la del cuarto, notando que el indicado sujeto no se encontraba allí, y que un ramo de flores que había comprado dos días antes y que tenía colocado en un puchero que al efecto pidió y había forrado con papel de color, no se encontraba en aquel sitio; que á continuación fue á la habitación donde se encontraba el huésped Eusebio Flórez y las demás personas duchas, viendo con sorpresa que el referido Flórez era cadáver. Acto seguido se concluyó el Juzgado en la referida habitación, en donde, y en el centro de la misma, se encuentra un hombre en posición decúbito supino, con las piernas y brazos extendidos, representando tener de veinticuatro á veinticinco años, vistiendo pantalón negro, sujeto por la cintura por un cinturón de cuero con hebilla color avellana, botas de becerro del mismo color, calcetines obscuros, camisa blanca con las iniciales E. F., con una cazadora de tela clara, y usando bigote negro, de cuyo color es el pelo. Presente el que dijo llamarse D. Nemesio Valdés Alonso, mayor de edad, Abogado, con domicilio en la calle del Barco, número 9, después de juramentado en forma, dijo: Que el cadáver que tiene á la vista es el de Eusebio Flórez Torbado, de ventiséis años de edad, estudiante hijo de D. Juan y natural de Sahagun (León), en cuyo punto reside su familia y de cuyo individuo era amigo desde hace bastante tiempo; que ayer por la tarde estuvo el causante en su casa y le invitó para que fuese al sitio donde nos encontramos, para ver con mayor comodidad el paso de la comitiva Regia, cuyo ofrecimiento aceptó; que esta mañana sobre las once se personó en este sitio, y como quiera que no estaba el Eusebio, optó por esperarle, y al efecto estuvo hablando con el huésped D. Enrique de Lara
hasta próximamente las doce en que llegó el interfecto; que durante el tiempo que estuvo conversando con el D. Enrique, y en uno de estos momentos se asomó al balcón y pudo ver que en el inmediato de la izquierda había un sujeto asomado de espaldas á la calle, con sombrero de paja, no pudiéndose fijar en más detalles porque en el acto el que se dice se metió en la habitación; que posteriormente, y hallándose todos asomados presenciando el paso de la comitiva, al llegar frente á la casa la carroza regia, oyó una fuerte detonación, notando un resplandor grande; pero en este acto el que expresa, como todos sus acompañantes, por una fuerza impulsiva cayeron al suelo, perdiendo el conocimiento; que al recobrarle el que le dice, vió con sorpresa que su citado amigo Eusebio era cadáver; que desde el primer momento ignoraba las causas del accidente, pero que luego después se enteró de ella porque no le dejaban salir de la casa. En este momento acuerda el Sr. Juez, á los fines de la identificación del causante, á pesar de las manifestaciones hechas por el anterior testigo, requerir á la doña Ana Álvarez para que condujese al Juzgado al sitio donde hallasen las ropas del interfecto, y una vez verificado, en la habitación contigua y sobre una cama se encontraba una cazadora y en el bolsillo interior de la misma una cartera que, registrada por el alguacil de servicio, contenía varios papeles sin importancia, cartas, retratos, y además de unas matrículas, una cédula personal de undécima clase, núm. 683, extendida á nombre de Eugenio Flórez, natural de Sahagún, provincia de León, de veintidós años, soltero, y de profesión estudiante; en el bolsillo derecho del chaleco se hallan cinco piezas en plata de á cinco pesetas, 15 céntimos en calderilla y un reloj Roskopf y una peseta en plata, cuyos objetos y á los fines procedentes fueron incautados por el Juzgado, así como la caja de cartón ya descrita y que se hallaba en la primera habitación; la camisa del autor del hecho, porque se procede, y tres pañuelos del mismo. De orden de S. S. se hizo comparecer á la sirvienta de la casa, la cual dijo llamarse María Molina Buendía, de cuarenta y cuatro años, casada con Manuel Rey, con domicilio en la calle de Rodas, núm. 7, y después de juramentada en forma, dijo: Que desde hace tres semanas está presentando servicios como sirvienta en la casa donde nos hallamos constituídos, y que el día 22 del actual llegó el huésped Mateo Moral, y como dijo á la declarante que buscase á un mozo para llevarle el equipaje, la dicente, para que su marido se ganase una propina, avisó á su marido para que lo hiciese, y al efecto, el Mateo Moral mandó á su citado esposo á la fonda de la Iberia, en donde, y según la habían encargado, le mandó recogiese una maleta de viaje y un gabán; que el autor del hecho nunca ha recibido encargos ni visitas, debiendo hacer presente que se acostaba diariamente de diez á once de la noche y se levantaba á igual hora del día,
y que en el de hoy lo debió verificar sobre las once, porque á esta hora llamó á la que habla y la pidió un jarro de agua para lavarse, enterándose después que al ama pidió bicarbonato; que debe hacer presente que hace dos ó tres días vino el Moral con un ramo de flores de grandes dimensiones, y que llamando á la que habla, la pidió un puchero, y adornándole con papel de colores, puso el ramo sobre el mismo y le colocó sobre la mesa que en su habitación hay; que según cree recordar, su amo hace días preguntó al referido Mateo Moral si tenía algún amigo, porque le extrañaba no fuese nadie á verle, contestando que tenía dos, pero que creía que no le visitarían; que la que habla estaba en uno de los balcones del comedor que da acceso á la calle del Factor en unión de una niña de los amos, y que cuando estaba pasando la Comitiva Regia oyó una explosión formidable, y respuesta de la primera impresión, como también oyó exclamaciones de dolor, recorrió las habitaciones, viendo en la contigua á la que ocupaba Moral á Eusebio Floréz que era cadáver, y en la antes expresada, á ninguna persona, observando que la puerta de dicha habitación y la del cuarto se hallaban abiertas. Acto seguido se hizo comparecer á la sobrina de la dueña de la casa, la que manifestó llamarse Josefa Escribano Álvarez, de diez y nieve años, soltera, con domicilio en la calle de la Palma Baja, núm. 69, donde habita con su padre y hermana, y juramentada en forma, dijo: Que anoche fué visitada por su tía é invitó á su familia para que fueran á su casa en el día de hoy para presenciar el paso de la Comitiva Regia, y al efecto, en el día de hoy se presentó en la casa en que nos encontramos; que momentos antes de pasar la comitiva estaba en la habitación donde se encuentra el cadáver de Eusebio Flórez en unión de éste y otras personas, y asomándose al balcón pudo observar que en el contiguo, que por cierto estaban las persianas entornadas, había un sujeto que continuamente asomaba la cabeza mirando hacia la parte izquierda de la calla Mayor; que á continuación volvió, la que habla, á introducirse en la habitación, asomándose de nuevo al balcón cuando empezaba á pasar la Comitiva; que cuando la carroza regia llegaba frente á la casa de donde nos encontramos, vió en el aire incendiarse un objeto que echaba humo, y á los pocos segundos una fuerte detonación los hizo retroceder, cayendo al suelo, perdiendo en el acto el conocimiento; que cuando lo recobraron vieron con horror que el Eusebio, que se hallaba en el balcón colocado en primer lugar, estaba en el centro de la habitación tendido en la misma y al parecer cadáver. Igualmente se hizo comparecer al huésped de nacionalidad francesa llamado Augusto Hernault, de diez y nueve años, el que juramentado, dijo: Que hace dos meses vive en tal concepto en dicha casa; que sólo conocía de vista al Mateo Moral por haberle observado en diferentes ocasiones
entrar en su habitación; que esta tarde se encontraba presenciando el paso de la Comitiva Regia y cuando el coche que conducía á SS. MM. llegaba frente á la casa de referencia, oyeron una detonación grande en la calle, y para enterarse mejor de lo ocurrido, trató de salir de la casa, lo que no pudo conseguir porque lo detuvo la Guardia civil, y que por el estado de excitación en el que se encontraba no se fijó en las personas que bajaban por la escalera. Retirado este testigo se hizo comparecer al que dijo llamarse Narciso Cuspineda, de diez y nueve años, soltero, estudiante, y juramentado, dijo: Que está como huésped en la casa en que nos hayamos desde el mes de Octubre último; que en la tarde de hoy, y en unión de doña Sara, bajó á la calle, y después de ocurrir la explosión subió precipitadamente la escalera en dirección á su casa, y al llegar al piso segundo se cruzó con el Mateo Moral, á quien de vista conocía, el cual bajaba por la escalera bastante azorado; pero el dicente, medio aturdido, nada le preguntó, continuando su camino, debiendo significar al Juzgado que el sujeto en cuestión vestía traje de americana color café y sombrero flexible color marrón; que una vez en el piso, se enteró de lo ocurrido, y que en unión de su amigo salieron de nuevo á la calle para buscar al Mateo, pero no encontrándole estuvieron en el Gobierno civil, en donde les pusieron de manifiesto varios retratos de anarquistas, entre los cuales no se encontraba el de Mateo……”. Morral fue reconocido, por tanto, como autor del atentado, no obstante, la cuestión es si el arma que se vincula con la muerte de Mateo Morral pudo ocasionarle la muerte como se ha afirmado hasta el momento y si la muerte fue un suicidio. Teniendo en cuenta la munición de la época, proyectiles blindados, y un disparo supuestamente a cañón tocante o bocajarro, es poco probable que un proyectil de 8mm produjera el orificio de entrada de 15mm que describen los forenses que le practicaron la autopsia. Por otro lado, el mecanismo de la muerte, un disparo a la altura del pecho con trayectoria de derecha a izquierda y descendente, es poco habitual en una muerte de etiología médico legal suicida.
Foto del sumario proporcionada por Francisco Pérez Abellán.
Foto del sumario perteneciente a la habitación de la posada en la que
Morral se hospedo para acometer el magnicidio, situada en la calle Mayor número 88, 4ª planta. Actas de la causa.
Este trabajo es el resultado de la investigación de las actas del proceso judicial del magnicidio, nunca antes realizada, como se demuestra en la siguiente imagen los libros de las actas, publicados en 1911, son intonsos, nunca antes se habían abierto.
¿Por qué creemos que Mateo morra era zurdo?
Después de analizar en profundidad toda la documentación oficial, encontramos varias periciales, entre ellas pericias caligráficas, éstas fueron encargadas a dos expertos peritos caligráficos designados por el Juez instructor, también extrajimos información de las declaraciones ante el juez de los testigos presenciales. Ponemos un ejemplo: Días previos al intento de magnicidio del día 31 de mayo del año 1906, en el parque del Retiro, un militar observo a dos hombres que cogieron un banco del parque y lo acercaron al tronco de un árbol, posicionándolo de cara al tronco, realizando un movimiento sospechoso, esto despertó la curiosidad del militar (testigo), quedando a la espera para poder observar con sus ojos lo que los dos individuos estaban perpetrando con tanta confidencialidad y secretismo, el testigo describe que son dos sujetos, también describe la manera de vestir de estos y que los dos individuos escriben de cara al tronco del árbol al mismo tiempo, “Codo pegado con codo” esto significa, un individuo escribe con el brazo derecho y el otro individuo escribe con el brazo izquierdo. Los dos peritos caligráficos analizan el escrito del árbol, que es una amenaza directa al rey Alfonso XIII. “EJECUTADO SERA ALFONSO XII EL DIA DE SU ENLACE. UN IRREDENTO. DINAMITA”. Estaba escrito a lápiz, los dos hombres hicieron un rebaje en la corteza del árbol para enmarcar el texto, los peritos, dictaminaron que el escrito era compatible con la escritura de Mateo Morral. La descripción del testigo, militar, situaba sentado a la derecha a Mateo Morral usando la mano izquierda para escribir.
Por qué nos interesamos por el caso de Mateo Morral Roca,
como llegan los informes a nuestras manos, las sensaciones al
estar frente a esta documentación...
La génesis de este proyecto parte del periodista Francisco Pérez Abellán, nos reúne, nos muestra fotografías del cadáver de Morral y nos pide nuestra opinión profesional, y que investiguemos científicamente sobre lo que aconteció en la muerte de Morral, (fotografías que ordenan hacer para la instrucción, principalmente para la identificación del cadáver de Morral 1906).
A partir de ese momento la Dra. Marimar Robledo y yo, iniciamos una investigación científica médico legal y criminalística, accediendo a varios fondos de documentación histórica, militar, hemerotecas, etc.
De toda la documentación consultada, destacaríamos por la importancia que tiene tanto históricamente como por la información que contienen y proporcionan en esta investigación, son las actas completas, de los dos procesos abiertos judiciales sobre el intento de magnicidio contra el rey, y el atentado en Madrid, el proceso civil y el militar, contiene todas las periciales realizadas, imágenes nunca antes vistas ni publicadas, se trata de una publicación de 1911, lo importante de estos documentos recogidos en cinco Tomos, es que nadie antes se había acercado a estos cinco Tomos para consultar la información oficial del proceso, ni para estudiado, ni para conocer los detalles del proceso etc. La prueba científica de esto es que estos cinco Tomos son “Intonsos”.
Las sensaciones que afloran cuando nos enfrentamos al estudio de miles de folios que nadie antes ha estudiado en 115 años, es de un profundo respeto por nuestra historia y la responsabilidad de tener que hacer un trabajo impecable junto con una sensación de estar descubriendo algún dato importante de nuestra historia, abriendo un camino nuevo en nuestra historia, porque estas hojas “intonso“ que estamos descubriendo nos muestran que lo escrito oficialmente anteriormente no se ajusta a la ciencia forense, quedando cuestionado el suicidio de Mateo Morral Roca, esta investigación y los documentos analizados certifican que somos los primeros en consultar y abrir estos Tomos, sus hojas, somos los primeros en querer analizar científicamente lo sucedido y recogido en estos Tomos oficiales, y por consiguiente sentimos la responsabilidad y la obligación de hacerlo público.
Éste estudio médico legal y criminalístico nos lleva a la conclusión de que, una vez más, al igual que ya pudimos demostrar en el estudio del cadáver momificado del general Juan Prim y Prats, que la historia, no es como nos la han contado, que se puede demostrar la incompatibilidad con un profundo estudio de investigación científica médico legal y criminalística.
Las conclusiones de nuestro estudio médico legal y criminalístico, junto con las aportaciones que desarrolle y haga el periodista D. Francisco Pérez Abellán, se harán públicas en sede universitaria, concretamente en la Universidad Antonio de Nebrija, el próximo mes de octubre del 2015.
Sospechas razonables del último momento de la vida de mateo
Morral.
Las declaraciones en sede judicial de los testigos presenciales del “Ventorro de los Jaraíces” se contradicen entre sí, unos dicen que Morral dispara a Fructuoso Vega y después se dispara en el pecho desplomándose en el acto, otro dice que después de disparar a Vega se dispara en el pecho, andando unos 20 pasos y muere, otro testigo declara que después de disparar a Vega y dispararse en el pecho se abalanza contra un caminero, intentando dispararle a él también, interviniendo en este punto la Guardia civil, entre las declaraciones unos dicen que Morral cae decúbito supino, otros declaran que cae decúbito prono…. queda una incógnita por despejar, si, Morral dispara a Vega en el rostro con la pistola
Browning, y Morral se dispara en el pecho con la misma pistola, cómo puede ser que el calibre no sea compatible con el orificio del pecho?, entonces, quien y con qué arma dispara a Morral? "El próximo mes de octubre se harán públicas las conclusiones del estudio sobre la muerte de Mateo Morral en la Universidad de Nebrija".
AUTORES
María del Mar Robledo Acinas
Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid [email protected] Doctora en Medicina Legal y Forense Especialista en Antropología Forense y en Investigación Criminal Experta profesional en Pericia Sanitaria Experta en Criminología Colaboradora con diferentes organismos gubernamentales internacionales en muertes violentas Medalla del Derecho de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega Medalla de la Universidad del Chaco Asesora de diferentes medios de comunicación en temas relacionados con sucesos violentos, terrorismo y perfiles criminales. Ponente y disertante en Universidades y Congresos de Criminología y Criminalística internacionales. Autora del Libro “Las Muertes de Prim”. Estudio Médico Legal del General Prim.
Ioannis Koutsourais Rodríguez
Especialista en Antropología Forense Especialista en Investigación Criminal Fotógrafo Científico Experto en Organizaciones Criminales Experto Criminalístico en delitos contra el arte y el patrimonio Colaborador con diferentes organismos gubernamentales internacionales en muertes violentas Medalla de la Universidad del Chaco Asesor de diferentes medios de comunicación en temas relacionados con sucesos violentos, terrorismo y perfiles criminales Ponente y disertante en Universidades y Congresos de Criminología y Criminalística internacionales. Autor del Libro “Las Muertes de Prim”. Estudio Médico Legal del General Prim.
Rompecabezas
Imprimir, recortar, armar y describir el tipo de dactilograma.
Autor: Maria Rubiela Miranda Jaramillo Cali, Colombia, Junio 12/2015
Imágenes del Perito ANTONIO FARELO.
Ceremonia en homenaje a los 123 años de la creación
del sistema Dactiloscópico Argentino.
Año 2014 y la designación Honoris Causa a la
jerarquía de Comisario General de Don Vucetich
Ceremonia en homenaje a los 123 años de la creación
del sistema Dactiloscópico Argentino.
Año 2014 y la designación Honoris Causa a la
jerarquía de Comisario General de Don Vucetich
LA CAUSA CRIMINAL DE FRANCISCA ROJAS,
de la cual esta Revista publica el informe del Inspector de Policía que hizo la
investigación, carece de interés en cuanto al hecho en sí, y no tendría cabida
en estas páginas si no fuera porque fue el primer delito en que se aplicaron las
teorías de Vucetich, con el éxito de que se instruye en la carta que sigue al
informe.
En 1892 las impresiones digitales eran una tímida iniciación revolucionaria,
cuyos procedimientos enteramente desconocidos entonces sorprendían y
concitaban -como en las cosas nuevas- en los menos la admiración, en los más
la desconfianza y hasta sentimientos hostiles.
La carta privada que el instructor del crimen dirigiera al inventor del más tarde
universal sistema de identificación, es la expresión clara y espontánea del
pesimismo con que se acogiera los nuevos procedimientos identificativos, y al
propio tiempo la confesión sincera de un espíritu que se convierte a la verdad
por la evidencia de los resultados.
El informe no ha sido publicado nunca (por lo menos ignoramos que lo haya
sido alguna vez); no así la carta, que lo fue en la "Conferencia sobre el Sistema
Dactiloscópico", por Vucetich, 1901. Ambos originales se conservan, el primero
en el Museo Vucetich, el segundo entre los papeles de la familia del inventor.
La ficha dactiloscópica de Francisca Rojas pertenece al archivo de aquella
institución. Fue sacada varios años después de la condena, como consta en el
reverso de la ficha.
Parte del Inspector del crimen, La Plata, Julio 12 de 1892.
Al Señor Jefe de Policía D. Guillermo J. Nunes:
Ampliando los datos que tuve ocasión de suministrar a V. S. en la conferencia
que por telégrafo tuvimos desde Necochea, a propósito del crimen perpetrado
en el cuartel tercero de ese partido en la persona de los menores Ponciano y
Felisa Caraballo, de seis y cuatro años respectivamente, hecho que llegó a
conocimiento de esta Jefatura como cometido por Ramón Velázquez, vecino de
la casa donde se produjo aquél, a quien se acusaba no sólo de ser el autor de
la muerte de dichos menores, sino también de haber intentado hacer lo mismo
con la madre de ellos, doña Francisca Rojas de Caraballo, llevo a conocimiento
de V. S. el resultado de las averiguaciones que he practicado y que vienen a
evidenciar los hechos tal cual como han sucedido.
Mi intervención en este asunto, motivada por el segundo telegrama del Señor
Comisario de Necochea, que juntamente con aquel en que daba cuenta del
hecho, se adjunta, tenía por objeto aclarar los puntos que aparecían dudosos
por lo contradictorio de dichos telegramas, así es que sin intervenir
directamente en la instrucción del sumario, sino que indagando lo sucedido y
oyendo al acusado y demás personas que por cualquier causa hubiesen tenido
que ver con el hecho, limité mi procedimiento una vez obtenida la constatación
de los hechos, a ordenar la inmediata liberación del acusado Ramón Velázquez,
que resultó completamente inocente y por consiguiente víctima de una
acusación calumniosa hija sólo del deseo de hacerle daño, manifiesta por la
misma. declaración de la mujer Francisca Rojas de Caraballo, convicta y
confesa hoy de ser la única autora del hecho, por el cual acusaba y fue preso
aquél.
En consecuencia paso a relatar a V. S. los hechos, como resultan haberse
desarrollado y todas las circunstancias conducentes a tener como verídica la
última declaración de la mujer de Caraballo, única autora, como digo, del doble
asesinato.
El crimen llevado a cabo en la tarde del día 29 del pasado, tuvo por teatro la
misma casa habitación de la familia Caraballo, en la cual a esa hora sólo se
encontraba la esposa de éste, Francisca Rojas y sus dos hijos. Fue cometido en
el interior de la pieza cuya puerta y ventana fue cerrada por dentro, aquélla
trancándola con una pala, y ésta con pasadores, siendo encontradas las
víctimas degolladas sobre la cama de la madre y ésta al parecer moribunda,
presentando una no muy profunda herida en el cuello, por la cual se veía había
perdido muchísima sangre. Su aparente estado de postración fue causa de que
no se la examinara con mayor detención y después de prestarle algunos
auxilios, evitando siempre que hiciera movimiento alguno, se obtuvo su
primera declaración, acusando a su compadre Ramón Velázquez, cuya casa
queda a cuatro cuadras más o menos de la suya, de que era quien había
muerto degollando a sus dos hijos y que había intentado hacer lo mismo con
ella, después de haberla malamente maltratado con una pala. La mencionada
Francisca daba como única causa para el hecho, el haberse negado ella a
entregarle sus hijos que Velázquez, por encargo de su marido Ponciano
Caraballo, venía a quitarle. Con esta declaración se procedió sin pérdida de
tiempo a la aprehensión de Velázquez, que se hallaba trabajando en el
establecimiento del señor Molina, sito en este mismo cuartel.
Aún cuando aquél negara desde un principio otro conocimiento de lo ocurrido
que el que tuvo, cuando a pedido de Caraballo, fue acompañándolo hasta su
rancho, cuya puerta tuvo aquél que echar abajo para poder entrar, viendo
entonces a la mujer y sus hijos en el estado que ya se ha mencionado, fue
tenido como único autor y sometido a diversos interrogatorios, manteniéndose
siempre en la misma negativa, y sin que de ellos se obtuviera otros datos que
saber que esa mañana Francisca había ido a su casa y tenido un altercado con
su mujer, Llegando a irse a las manos, causa que dieron entonces como
impulsora del hecho: pero poco después conducido Velázquez a presencia de
los cadáveres de Ponciano y Felisa, continuó su negativa, e hizo reflexiones a
su acusadora y reproches que al parecer la sacaron del verdadero o fingido
Letargo en que se encontraba e incorporándose en la cama repitió su
acusación, pero en una forma contradictoria a la que antes había dicho;
empleando palabras ofensivas contra Velásquez, demostrando la cólera de que
se hallaba poseída.
El médico que la había reconocido y que diagnosticó el caso perdido,
manifestando que el estado de postración en que se hallaba era consecuencia
de los golpes que había recibido por la espalda, con la pala; pudo recién
examinarla detenidamente, adquiriendo el convencimiento de que tales golpes
no existían y que lo que entonces había observado como un fenómeno (la
normalidad del pulso, en Francisca, era la natural) pues nada tenía que pudiera
alterarla, salvo la pequeña incisión que en el cuello presentaba y ésta en
extremo desprovista de gravedad.
En perfecto estado normal fue conducida a Necochea la mujer mencionada y el
acusado Velázquez continuando uno y otro sosteniendo sus primeras
declaraciones y recién después de varios días se obtuvo la confesión de
Francisca, de que su acusación carecía de fundamentos y que la única autora
del hecho era ella, que ofuscada porque su marido la había echado de su lado y
le iba a quitar sus hijos había resuelto matarlos, quitándose también ella la
vida, pues prefería ver muertos a sus hijos y morir, antes que aquellos fueran
a poder de otras personas.
Esta declaración que podía suponerse desprovista de verdad y arrancada a la
detenida más que otra cosa, está perfectamente de acuerdo con lo que desde
un principio resultaba a la simple vista y que a no dudarlo no se tuvo en
cuenta, creyendo posible y verídico el hecho en la forma en que los denunciaba
entonces la hoy convicta y confesa autora única del crimen, pues hay infinidad
de detalles que no debieron pasar inapercibidos y que tenidos en cuenta
hubieran evitado el error que se ha podido notar en el procedimiento
observado.
Ante todo tenemos que la pieza donde se cometió el hecho pudo constatarse
que se hallaba cerrada por dentro y que para sujetar o trancar la puerta, se
había hecho uso de una pala de puntear la que había dejado señales en el piso
y en la puerta a la altura en que descansaba el mango, como asimismo que
dicha pala se hallaba hecha un arco, en la parte de fierro, lo que aún cuando se
decía producido por los golpes aplicados con ella, no era posible aceptarlo
como verosímil, pues cualquier golpe que la torciera, no digo así sino mucho
menos, sería más que suficiente para producir una muerte instantánea. Luego
el arma de que, decía Francisca se había servido Velázquez para consumar el
hecho, era un cuchillo de propiedad de ella, y esta circunstancia debía haber
llamado la atención, pues no es dable creer que a un hombre de campo llegue
a faltarle su cuchillo en la cintura y en tal caso había que buscar el por qué hizo
uso de otro y a ese respecto nada había que lo justificase. Sobre todo, el hecho
producido en la forma que aparecía no resultaba imputable a un hombre que
ya sea por cuestiones de familia o por las causas que daba Francisca, lo
comete, pues en tal caso, sería en ella y no en sus hijos en quien se efectuaría
la venganza y en el caso actual resultaba lo contrario, pues era ella quien
menos había sufrido, puesto que la herida que presentaba no era suficiente
para que se le dejara muerta. Un crimen tan salvaje debería tener una causa y
esa causa no existía para Velázquez, cuyas relaciones con los esposos
Caraballo, si no completamente cordiales en lo que respecta a Francisca, no
eran hostiles.
He creído, Señor Jefe, que debía entrar en estas consideraciones para
demostrar no sólo cómo aparecía realizado el hecho sino también las razones
en que me fundo para juzgar verídica la última declaración de Francisca Rojas
y conceptuarla por consiguiente única autora de un hecho sin precedentes en
nuestros días, cometido a no dudarlo en un estado anormal de sus facultades,
producido por sus propios malos procederes y ante la actitud de su marido que
sabedor de que le había sido adúltera, con más su propia confesión, se
proponía quitarle los hijos y dejarla en libertad de que hiciera lo que mejor le
pareciese; pues es de advertir que el encono que Francisca tenía hacia la
familia de Velázquez era motivado porque con o sin fundamento, sospechada
que fueron ellos quienes habían puesto a su marido sobre aviso o héchole
saber que mantenía relaciones con otro sujeto, como asimismo que eran
quienes lo aconsejaban que la abandonase. Su propia declaración así lo
establece y a ello atribuye el disgusto que con la mujer de Velázquez tuvo esa
mañana antes del crimen en ausencia de Ramón Velázquez.
Todas las declaraciones que figuran en el sumario instruido por la policía de
Necochea, y todas las circunstancias que rodean el hecho y que he hecho
notar, conducen a constatar de una manera evidente, como digo, la
inculpabilidad de Velázquez y a establecer con precisión que la verdadera
autora ha obrado bajo la influencia de una fuerza superior a su voluntad no
llegando a la completa consumación de lo que se proponía, ya fuera porque
vino entonces la reflexión o porque sus fuerzas flaquearon al llevar a la
práctica consigo misma lo que con toda impunidad había realizado momentos
antes con sus dos hijos.
Otra de las circunstancias que debía haberse tenido en cuenta y que sin
embargo en el primer momento ha pasado inapercibida es el sitio donde fue
ocultada el arma. Esta se hallaba oculta entre las pajas del techo del rancho,
frente a la cabecera de la cama de Francisca a la altura de la primera tijera, y
segundo, empleado cañas, de manera que para ser colocada allí tenía
forzosamente que haberse subido a la cama, quien le colocaba en ese sitio y no
es posible sospechar lo hiciera quien, ajeno a la casa, cometiera el hecho, pues
desde que después de consumado salió, tenía el pozo y muchos otros sitios,
donde ocultarlo. Por otra parte las manchas de sangre que se notaban en la
ventana del interior y en la puerta correspondían a una mano chica y no a la
del acusado. Un trapo hallado a inmediaciones del pozo con señales evidentes
de haberse limpiado en él las manos y oculto en unas matas de pasto, se ha
constatado fue en el que se secó las manos Francisca, después de haber
degollado a sus hijos, saliendo por la ventana que da al sud y yendo a
lavárselas en la cocina, antes de efectuar lo cual teniendo como tenía las
manos cubiertas de sangre, que dejó en la ventana las huellas, que no tenidas
en cuenta, prueban lo que he manifestado.
Múltiples circunstancias más podía hacer notar a V. S., pero a la simple vista
del sumario, que no dudo llegará pronto a su poder, podrá apreciarla, pues son
consecuencia lógica de las mismas declaraciones que en él figuran.
A fin de que puedan practicarse las diligencias conducentes a la aplicación o
conocimiento de lo que pueda importar el estudio de las impresiones digitales,
he traído dos pedazos de madera donde se notan señales de los dedos y en
una tarjeta las impresiones de los de Ramón Velázquez y la mujer Francisca
Rojas.
He traído así mismo el cuchillo de que se sirvió esta, de acuerdo con lo
ordenado por V. S., la devolución del cual espera el señor Comisario de
Necochea, para ponerlo como es de práctica a disposición del señor Juez
juntamente con el sumario y la detenida.
Creyendo como ya he dicho evidenciado el crimen y la forma en que se había
llevado a cabo he tenido en cuenta las instrucciones recibidas de V. S., para no
tomar otra intervención que la que he mencionado dejando en consecuencia
que el sumario se termine, para que el Señor Comisario que lo instruye ponga
a disposición del Juez competente a la autora del crimen.
No creo deber silenciar las irregularidades que se han cometido con motivo de
este hecho, para con los detenidos o más bien dicho para arribar a su completo
esclarecimiento, pues he podido observar que el señor Comisario de Necochea,
olvidando por completo las prohibiciones que establece nuestro Reglamento, y
todo buen sentido, ha incurrido en la grave falta de aplicar castigos morales a
la autora del crimen, para obtener su declaración, llegando hasta establecer
una capilla ardiente, donde colocados los cadáveres de sus dos hijos fue
llevada a deshoras de la noche: único medio que creyó adoptable para
conseguir lo que se proponía, sin tener en cuenta que, aparte de faltar
abiertamente a su deber, tenía mil otros medios de que valerse que le hubieran
dado el mismo resultado y mucho más en un hecho como este cuyas huellas
no dejaban duda acerca de quien fuera su autor o más bien dicho constituían
pruebas abrumadoras que hubieran establecido la verdad, aun ante la negativa
de la sospechada.
Este mal procedimiento que pudo haber sido de fatales consecuencias, ha sido
una imprudencia que como digo, pudo ser fatal, pero que debido al estado de
imbecilidad, por decirlo así, en que se encontraba la mujer Francisca Rojas, no
hizo efecto en su ánimo, pues miró aquello y lo conceptuó aún como la cosa
más natural. Su declaración ha sido lo que lógicamente debía esperar sin
apelar a medios tan reprobados, imposibilidad de continuar negando ante las
pruebas de inocencia que presentaba su acusado y los continuos
interrogatorios a que se le sometía, único proceder correcto a que estaba
autorizado el Comisario sumariante.
Acompañado a V. S. el recibo de la oficina de depósito por el cual consta,
quedan en ella los pedazos de madera a que me he referido y un croquis del
lugar del hecho con las referencias oportunas.
Creo así dejar cumplida la misión que me fue encomendada, pues aun cuando
existe una grave falta por parte del señor Comisario Blanco, ha sido antes del
dominio de V. S., que del mío, y he procedido en consecuencia desaprobando
ese proceder, castigo que ignoro si lo juzga suficiente.
En consecuencia V. S. resolverá como corresponde.
Dios guarde a V. S.
(Firmado): Eduardo M. Álvarez.
CARTA DE ÁLVAREZ A VUCETICH
Estimado Juan:
Ha llegado el momento de darte la razón, en aquello que como novedad me
explicabas y que con tanto empeño tomó nuestro Jefe Nunes. Me refiero a las
impresiones digitales, que ahora, en el caso del crimen de Necochea han
servido como auxiliar poderoso para demostrar, de una manera evidente,
quien era la verdadera autora del un crimen salvaje por el que se había preso a
un vecino honrado a quien acusó en primer momento.
Cumplido los deseos de nuestro Jefe, manifiestos en el siguiente telegrama:
"Oficial urgente: Haga todo lo posible aun cuando no lo juzgue necesario, por
obtener los rastros de las impresiones digitales dejadas por el criminal y traiga
las muestras. –G. J. Nunes”. te dejo dos tarjetas que contienen, las del
acusado como autor cuando recién intervino la policía y las de aquellas que
después resultó única victimaria, así como dos trozos de madera que he
quitado a la puerta de la habitación donde se llevo a cabo el hecho, en los que
encontrarás señales inequívocas que corresponden a la mano de la mujer
Francisca Rojas. Para que te des cuenta exacta de lo enorme del hecho, y
puedas comprobar que aquello (lo de las impresiones digitales) fue un auxiliar
poderoso para su esclarecimiento, y sobre todo para que hagas tu estudio
dándole la importancia que en sí tiene este asunto, te adjunto copia de parte
que he pasado a la Jefatura; pues, como sabes, el sumario los instruía el
comisario local y este obtuvo a última hora la declaración de esa desgraciada
mujer, valiéndose de medios inaceptables, que he reprobado y condeno
enérgicamente, y mi intervención, fue motivada por lo contradictorio de los
datos suministrados a la superioridad.
Confesado el crimen por esos medios, siempre quedaba la duda para el que,
con el fin de corregir faltas de procedimiento y para comprobar bien los
hechos, intervenía varios días después, y ahí tienes el por porqué de esta
reseña hecha a quien, preocupándose de asuntos tan importantes para nuestra
Repartición, nos proporciona esos medios de comprobación que, dada la base
sólida en que parecen reposar, han de llegar a prestarnos servicios
indiscutibles.
Que esto te sirva de base y de aliento para continuar difundiendo ese sistema
de identificación, son mis deseos, y para que te des cuenta de cuanto aprecio
la indicación de no descuidar las impresiones digitales y la importancia que
tienen en este caso, te declaro bajo la fe de mi palabra, que si no fuera porque
he obtenido la constatación de que las huellas dejadas en la puerta y las
impresiones de la mujer Francisca Rojas, correspondían las unas a las otras, a
pesar de su confesión, me hubiera quedado siempre la duda respecto a su
culpabilidad; pues el hecho en si la presenta como un ser excepcional; pero
ahora si fuera juez y a la detenida, por su crimen., hubiera de aplicársele la
pena capital, firmaría sin titubear la sentencia y sin que el pulso se me
alterara.
Adelante, pues, y que, como digo, este ejemplo o este caso, sea la base de lo
que puedes hacer. - Tuyo affmo.: Ed. M. Alvarez.
Junio de 1892.
Esta obra deriva de la traducción de Francisca Rojas, publicada bajo la Licencia de documentación
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