Mito Ritual y Cuento Popular

7/25/2019 Mito Ritual y Cuento Popular

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MITO, RITUAL Y CUENTO POPULAR

1. Preliminares

Cabra esperar de n especialista en Clsicas que elige como

argumentos de su estudio la naturaleza de los mitos, que dedicarala mayor parte de su esfuerzo a la discusin de los mitos griegos.Por ello he de explicar ante todo por qu no oy a hacerprecisamente tal cosa, atenindome, sin embargo, al autnticoob!etio de las conferencias "ather que dieran origen a este libro.Para ser brees, los mitos griegos han de compartir nuestro tiempoy nuestra atencin con otros, pues, en #ltimo trmino, puedeaprenderse ms sobre ellos a tras de un enfoque indirecto,mediante la re$exin acerca de la naturaleza de los mitos engeneral, que mediante un ataque frontal a problemas que, en elpasado, se mostraron desesperadamente inabordables. %s ms, el

problema general de la naturaleza de los mitos es de por s, almenos, tan importante y constituye un reto tan grande comocualquier otro traba!o de tema estrictamente clsico.

Por el propio ttulo quedara su&cientemente claro que no oy aocuparme primordialmente en seguir el desarrollo indiidual dedeterminados mitos en diersos periodos o autores, ni tampoco enla mitologa comparada como tal, ni en la elaboracin de suutilizacin en literatura. 'o supone ello negar que el estudiodetallado de temas mitolgicos en la literatura del perodo clsicode (recia es esencial para la comprensin de la cultura en su

integridad. )esultara absurdo criticar la persistencia y deocinque han dedicado a esta tarea espec&ca en los #ltimos cien a*os,por no hablar del propio mundo antiguo, en el cual el estudioerudito de los mitos, el registro de sus diersas menciones endiersos autores y la asociacin de ciertos mitos con determinadoscultos, pueblos y lugares se prodigaban casi con entusiasmo. +aen el siglo - a.c. se lanzaban teoras sobre el signi&cado de losmitos, que hallaron luego tan in$uyente como tediosa expresin enlas obras de %mero y en los alegoristas neoplatnicos. osespecialistas modernos disponan de amplio solar sobre el queedi&car. /s si sus frutos, istos desde una perspectia amplia,

resultan a la ez recalcitrantes y pedestres, la culpa ha deachacarse tanto a la pedantera de la tradicin antigua como a ladescorazonadora comple!idad de las propias ariantes mitolgicas.0a de admitirse, empero, que las cualidades necesarias para hallarel propio sendero en la sela potica y mitolgica del mundohelenstico imaginatia y al mismo tiempo $exible del mitoconsiderado globalmente.


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a importancia de traba!ar por una concepcin de este tipo nodebera necesitar ninguna defensa especial. 'o nos interesa sololos mitos por el papel que desempe*an en las culturas primitias,grafas, tribales o no urbanas, papel que los conierte en uno delos principales ob!etos de inters de la antropologa1 ni tampoco

slo por la seduccin que las ersiones de los antiguos mitosgriegos han e!ercido a lo largo de los siglos sobre la culturaliteraria de occidente. "i no tambin por la persistente querenciadel hombre por trasladar a una poca supuestamente cient&camodos de pensamiento, expresin y comunicacin casi mticos.2esde todos estos puntos de ista resulta esencial tener idea clarasobre lo que son los mitos y lo que no son, y, en la medida de loposible, sobre cules son las maneras en las que stos podranfuncionar. + hablo de maneras, en plural, por que considero unaxioma que los mitos no tienen una #nica forma, que no act#anseg#n una simple serie de reglas, ni de una poca a otra ni entre

culturas diferentes.

/uchas personas inteligentes estiman que el mito no es asuntoacadmico ni razonable, sino ms bien potico, simblico y bello.os mitos no tienen en realidad nada de eso, muchos sonprosaicos, utilitarios y feos. "in embargo, lo que a la mayora nosinteresa est quiz ms cerca de la isin potica de los mitos ydel alor que acumulan en la utilizacin que de ellos hace laliteratura. 'o obstante, se ha de efectuar, ante todo, un enfoquehistrico, analtico y &los&co. %n el momento clae de de&nir unmito, de decidir lo que son y lo que no son los mitos, lo que hace

mitolgico, analtico y &los&co. %n el momento clae de de&nirun mito, de decidir lo que son y lo que no son los mitos, lo quehace mitolgico a tal smbolo y no al otro, el anlisis debepreceder a la intuicin. Centenares de patticos y presuntuososensayos, obras de a&cionados a la literatura, as lo prueban.

a actitud clsica ante el mito, rescatada de Cruezer por/annhardt, de /ax /uller por 3ndre4 ang, se ha isto dominadaen este siglo por las tendencias inauguradas por 5. (. 6razer.7anto en sus comentarios a Pausanias y a 8idio, como en lapropia La rama dorada y otras obras de basto alcance, pareci

abrirse a horizontes hasta entonces desconocidos en lainterpretacin de la religin griega y de los mitos y rituales que laacompa*aban. (ilbert /urria en 8xford, 5ane 0arrison, 3. 9. Coo:y 6. /. Cornford en Cambridge, aplicaron los nueos conocimientode antropologa comparada al estudio del mito y la religin. + conellos la idea de que los motios presentes en las costumbres ymitos de las sociedades primitias podran iluminar las de otrasculturas ms desarrolladas, sin exceptuar los de la antigua (recia,


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se conirti en la fuerza que impulsara obras de tan ariaerudicin como chocante ingenuidad. "e dispona de un almacnentero de disparates e informaciones antiguas, con frecuenciaincoherente, sobre la religin y los mitos griegos, especialmenteen la iconografa y los anticuaristas del propio mundo

grecorromano, tales como Plutarco y Pausanias1 y se hurgaba eneste sobre ictimas propiciatorias, espritus de la fertilidad,n#menes anuales y matrimonios sagrados, as como los mana,orenda, ttem, tab# y todos los nueos y fascinantes conceptosque desde polinesia y Per# parecan extender su autoridad hasta lapropia 3crpolis de 3tenas.

%n el me!or de los casos el enfoque antropolgico aport nueaitalidad al estudio de la religin y los mitos clsicos y permiti asus seguidores despertar del letargo que los poseyera desde quedescansaran en paz, una ez exhausta, las decimonnicas falacias

de animistas, simbolistas, de la escuela mito;naturaleza, de lospanbabilonios y de los panegipcios. os liber tambin de latirana de las inhibiciones y per!uicios cristianos en cuento serefera a la inestigacin de las fuentes del sentimiento religioso, yabri un inmenso campo de nueo material que comparar, partedel cual proporcion indudablemente la clae para solucionaralgunos de los rompecabezas, por largo tiempo incomprensible,que la religin y la sociologa de la 3ntig


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parecidos entre s, a#n cuando el n#cleo esencial de cada uno sigasiendo totalmente distinto de otros. 3 pesar incluso de laindulgencia con que la mirase el mtodo comparatio, en boga poraquel entonces, tal actiidad era censurable, por ms que nadielograra censurarla con acierto. /s recientemente, ba!o la gua de

personalidades como Pronisla4 /alino4s:i y 3. ). )adcliDe;9ro4n,la idea de atender a fenmenos tales como los mitos y lasprcticas culturales, aislndolos del comple!o social en sutotalidad, ha sido considerada globalmente, al menos por losantroplogos, como una prdida de tiempo y un mtodo adesechar.

6razer no era la #nica in$uencia fuerte sobre 5ane 0arrison, /urriay ConfordE tenan por mentores a 2ur:eim y y;9ruhl =y, en elcaso de /iss 0arrison, tambin a 9ergsonB en su concepto decreencias y emosiones de grupo y en la idea, extrada de %. 9.

7ylor y posteriormente desarrollada, de un tipo especial deFFmentalidad primitiaGG, idea que ha sido modernamentereisada de arriba aba!o por i;"trauss en su obra La Pens'e!au(age =Pars, >?HB. os resultados pueden erse con todaclaridad en uno de los primeros libros de Conford, )rom Religi&n toPiloso*" =ondres y nuea +or:, >?>B, en el cual s sostenaque las FFrepresentaciones colectiasGGde un pueblo, basadas enprincipios relatios a la organizacin social, habran sidoracionalizadas gradualmente hasta conertirse en conceptosprimarios de &losofa. %sta isin del desarrollo del pensamientogriego se ha mentando en ciertos pagos hasta el da de hoy.

2igamos, generalizando, que este brillante y con&ado grupito, lallamada FFescuela de CambridgeGG, que aplicaba las instituciones,ms de #ltima hora que los socilogos franceses al ensambla!e dedatos culturales suministrado por 6razer y la moderna etnografa,obtuo una in$uencia sorprendente, al menos entre los estudiososde Clsicas. -ncluso ahora existe un amplio consenso al considerarque, a pesar de sus exageraciones en el empleo del nueomtodo, su labor fue correcta en los aspectos de mayorimportancia, en la medida que hicieron aanzar el estudio de lareligin y el mito griegos hasta un punto a partir del cual se ha

progresado muy poco. + en alg#n sentido es cierto. %ncomparacin con esa poca se ha aanzado poco desde entoncessin que haya surgido ning#n 3ndre4 ang que denunciarafalsedades bsicas en tal mtodo. /artn 'ilsson en su historia dela religin griega>I>J adopt una actitud cauta ante la idea delespritu del 3*o, uno de los conceptos ms dudosos ymachaconamente expuestos por (ilbert /urria y 5ane 0arrison1

1[1] Geschichte der griechischen Religion, I (Munich, 1967, 3 aed.)


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pero mucha de la precipitacin comparatista y de la libredisposicin de datos de estos autores persiste todaa en lassobrias pginas d 'ilson, a pesar de su mentalidad emprica. 'opuede decirse lo mismo acaso de su seguidor 0. 5. )ose, conocidosobre todo por un +andoo% o# $ree% M"tolog"=ondres, >?KA, Ka

ed.B que esta todaa ampliamente difundido entre los lectores dehabla inglesa y alemana. )ose, bsicamente un fol:lorista, adoptel enfoque del sentido com#n y rechaz la mayor parte de lasexcitantes especulaciones de la escuela antropolgica. 6ueadems abiertamente crtico a ciertas actitudes unilaterales,como las de la escuela FFmito y ritualGG. Con todo, el escueto ir algrano de mtodo conllea, apegado como est al intento de dar larelacin de los mitos ante todo y sobre todo en orden cronolgico ygeogr&co, mnima interpretacin y teorizacin, de!a en muchoslectores =incluyndome a mB la impresin a de que a la mitologagriega le corresponde algo ms que tal simpli&cacin. a reaccin

ms corriente ha sido recurrir a las presentaciones FFexcitantesGGde 0arrison y Cornford por un lado y, por otro, a los traba!os msmodernos de escritores prol&cos como Larl Lerenyi y /ircea%liade. 6ue precisamente la sensacin de que los profesionales delas Clsicas as como otro tipo de lectores no disponan en materiade mitos griegos de ms puntos a los que dirigirse que la errtica0arrison, el elemental rose, el !ungiano Lernyi, el reiteratio%liade, o incluso el brillante aunque totalmente despistado en estecampo )obert (raes, lo que me anim a hacer aanzar un poco lainestigacinIJ.

2[2] os no!"re #ue ha !encionado hasta el !o!ento son $rinci$al!ente los de a#uellos

autores cu%as o"ras son accesi"les en ingl&s, $ero la situaci'n es !u% distinta en otras

lenguas, al !enos en lo #ue se reiere al !ito. atural!ente $uede o"tenerse una *astacantidad de inor!aci'n es$ec+ica, $or ee!$lo en elAusfuhrliches Lexikon der

griechischen und romischen Mythologie de -. . Roscher (ei$/ig, 1001937), Cuyosegundo olumen, acerca de los mitos heroicos, es obra slo de Carl )obert y siguesiendo de gran alor. %n 6rancs, 6rancis ian ha escrito extensamente y nos hailustrado a cerca de los mitos tebanos, pero en los puntos clae se limita a s mismopor su adhesin a la teora de 2umsil sobre la organizacin indoeruropea =ase pag.>MB. %l progrso ms espectacular en el estudio de la religin griega =ms que de losmitosB se ha efectuado en el campo de los cultos y &estas, especialmente por parte de

. ). 6arnell, /. P. 'ilsson, . 2eubner y recientemente N. 9ur:ert. 2esde esta zonaiene a re$e!arse alguna luz sobre la mitologa, pero est constre*ida a ser una luzdistorsionada en la medida en que se sigue faltando una comprensin del mito ensentido ms amplio. 8tro enfoque prometedor iene por la ruta del Prximo 8riente1recientemente el alioso comentario de /. . Nest a la Teogon-a=8xford, >?HHB y lainteresante obra +esiod and te Near East =CardiD, >?HHB de P. Nalcot, han abierto loshorizontes de esta cuestin, aunque la discusin sigue estando limitada demasiadoestrechamente a Poema de la Creacin babilnica, la serie hurrita Lumarbi y Oli:ummi,y =en el caso de NalcotB a la literatura sapencial egipcia. %spero ampliar el campo deposibilidades en los captulos A y .


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%n la esfera estrictamente antropolgica, los resultados del estudioesforzado y continuo de los mitos son un poco menosdecepcionantes. Casi todas las obras modernas de antropologasobre los mitos se hallan afectadas por lo exiguo de suenergadura y esto es lo que les impide ofrecer de manera

adecuada los criterios preliminares esenciales de clasi&cacin yde&nicin, aun en aquellas es las que su autor demuestraposeerlos. %ste error en la energadura parece ser el resultado dela tendencia de los antroplogos a escribir brees artculos, ms omenos a la manera cient&ca, me!or que libros de extensinadecuada, y a presentar reimpresiones de ellos, seleccionadas ycomplicadas al azar, los llamados s"m*osia, me!or que exigir untratamiento unitario y sistemtico de conceptos esenciales. %n elcaso de traba!os de campo que dan lugar a libros, la tendencia esdiidir la temtica en diersas y a eces arti&ciales secciones, unade las cuales seran los mitos, por ms que la opinin ms

extendida insista en que la estructura social ha de erse como untodo integradoAIAJ. %xiste por lo menos una cualidadcuriosamente ingenua en lo que respecta a las discusionestericas que mantienen muchos antroplogos sociales. "ocilogos&lsofos del tipo de 2ur:heim;/arett son con frecuencia ob!eto deburla, mientras que, por el contrario, las cualidades empricas quems necesarias son para la obseracin en este campo suelenpresentar de&ciencias en el aspecto terico. %s ms, el rigorpositiista de un %ans;Pritchard, a pesar de lo alioso que ha sidoal herir de muerte a las teoras sala!es sobre los orgenes de lareligin y de la magia, que hasta hace bien poco gozaban de gran

popularidad, ha supuesto que otros se abstuieran de dar lasgeneralizaciones necesarias acerca de otros problemas msiables.

a antropologa debe mucho a 9ronisla4 /alino4s:i, pues aunquesus mtodos sean considerados primitios hoy por hoy, sus puntosde ista acerca de los mitos contin#an e!erciendo un poderosodominio. 7endr que hablar ms de l despus, pero ha dedestacarse aqu que ha conseguido restringir el campo de mira demuchsimos antroplogos de la escuela angloamericana con suspuntos de ista sobre la funcin primordial de los mitos, a saber, la

de registrar y realidar las instituciones. )ecientemente se harestablecido el equilibrio de la manera ms sorprendente desde laperiferia de la tradicin gala, completamente opuesta a la anteriory mucho ms terica. Claude i;"trauss y sus teoras a&rmanque todos los mitos son especulatios o el re$e!o de alg#n

3[3] o!$4rese con la cr+tica de 5. R. Radcliero! a los intentos de deinir el

toteris!o en "re*es or!ulas8 Structure and Function in Primitive Society(ondres, 192),

131.


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problema, una ez que son correctamente comprendidos. "ucorrecta comprensin requiere una concentracin en la estructurade relaciones que los sustentan, ms que en sus contenidosexplcitos o cualquier interpretacin estrictamente alegrica.)esulten o no !usti&cados los m#ltiples presupuestos que su teora

implica, es mani&esto que su contribucin, todaa en actio,altera radicalmente el aspecto terico de la materia, al mismotiempo que sus traba!os sobre el parentesco han cambiadotambin radicalmente el aspecto excesiamente mecnico queeste importante tpico estaba empezando a asumir. 'o creo quei;"trauss aya a tener un efecto muy directo en nuestracomprensin de la mayor parte de los mitos griegos, por razonesque quedarn claras ms tarde, pero la fecundidad de sus ideas, apesar de lo oscuro de su expresin, en comparacin con laesterilidad de casi todos los dems tratamientos recientes de losmitos en sus aspectos tericos, !usti&ca que dediquemos un

captulo entero a la exposicin y crtica de su pensamiento.

%n una cuestin se equioca claramente i;"trauss, y es alpretender que todos los mitos en todas las culturas tienen unafuncin similar, a saber la de FFmediadorGG en las contradicciones,alinendose innecesariamente as con una serie de moimientosinterpretatios =como el de la naturaleza;mito o FFmito y ritualGGB,que han reducido sus posibilidades de implantarse &rmemente,precisamente porla excesia generalidad de sus supuestos. 'oexiste una sola una sola de&nicin de mito, una forma platnica demito, a la cual deba amoldarse cualquiera de los casos que se

puedan presentar. os mitos, como eremos, di&erenenormemente en su morfologa y en su funcin social y seobseran indicios de que una erdad tan obia est empezando aser ampliamente aceptada. Ono de los &nes de la presente obraes examinar la naturaleza de los mitos en diferentes aspectos ycon e respaldo de ms de un tipo de culturaIJ.

-nicio

. Mito, Religi&n " Ritual

[] Incluso Mircea :liade, #ue ha i!$ulsado $rol+ica!ente una *isi'n de la unci'n

!+tica deri*ada $rinci$al!ente de Malinos;i, e!$e/' $or ad!itir, en una reciente

deinici'n del !ito (enEncyclopaedia Britnica, 1aed., tre!a!ente co!$lea.


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a etimologa es un punto de partida habitual, pero en este caso noresulta de ninguna utilidad. Para los griegos mutos signi&cabasimplemente FFrelatoGG, o FFlo que se ha dichoGG, en una ampliagama de sentidosE una expresin, una historia, el argumento de unaobra. a palabra FFmitologaGG puede resultar confusa en nuestra

lengua, pues puede denotar tanto el estudio de los mitos como sucontenido o una serie determinada de mitos. Para Platn, el primerautor conocido que emplea el trmino, mutologiano signi&caba msque contar historias. a ambialencia del trmino moderno esdoblemente desafortunada, pues hace pensar que estamosrealizando un traba!o cient&co cuando decimos que nos gusta lamitologa griega, de igual forma que podramos manifestar que nosencanta la paleontologa, cuando solo queremos decir que sushistorias nos resultan entretenidas1 o nos da pie para hablar deFFsistemas de mitosGG y expresiones de ese estilo, cuando en lamayor parte de las culturas nuestra experiencia se reduce a un grupo

espordico que puede no formar en absoluto un sistema. %n el casode los mitos griegos, casualmente, poseemos algo parecido a unsistema. + en ello consiste parte del embrollo, pues tal sistema fueestablecido en un periodo relatiamente tardo =comparado con laprobable antig


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mundo griego =generalmente para conducir a errorBKIKJ. 'o esintencin ma minimizar el papel de los estudios de griego en lacomprensin global de la cultura, ni negar el encanto, la nostalgia ola brillantez de los mitos griegos1 ms considero, sin embargo, que, aquienes estudian la naturaleza de los mitos en general, ms les

aldra mirar los e!emplos griegos que han sobreiido como unoms de los captulos importantes, ni ms ni menos, de los quecomponen un largo y ariado olumen.

3 pesar de todo, es saludable usar los mitos griegos, entre otros,para controlar las teoras que se basaron fundamentalmente en ellos.Perseo y /edusa, Olises y el Cclope, por e!emplo, nos poneninmediatamente, por lo com#n, directamente, ariando slo el gradode explicitud. %l primero de ellos es que todos los mitos tratan dedioses o derian de rituales1 el segundo es que todos los mitos soncompletamente diferentes, o, por el contrario, no pueden

diferenciarse de los cuentos populares. a consideracin de estosprosupuestos y su elaboracin ocuparn el resto de este capitulo.

%l dogma de que todos los mitos tratan de dioses se puedefcilmente eliminar en esa formulacin, si aceptamos que lashistorias de Perseo y /edusa =y 3ndrmeda en este casoB, y %dipo,ayo y +ocasta son realmente mitosE pues ninguno de ellos FFtrataGGde dioses, si FFtratarGGsigni&ca FFreferirse fundamentalmente a unacosaGG. Perseo puede que este protegido o sea conducido por3tenea, igual que las acciones de %dipo estn determinadas por unorculo de 3polo, pero el segundo de estos cuentos trata

esencialmente de un hombre que se deuele en un medio humano,y el primero se re&ere a un ser, un hroe, que puede que sea msque un hombre, pero no llega a ser en absoluto una autenticadiinidad. %stos e!emplos se pueden reforzar con otros procedentesde otras culturasE (ilgamesh, por e!emplo, de quien se habla mscomo un rey que como un dios, y que, a pesar de su madre diina, seconertir en el arquetipo de rey mortal. Que este presupuestogeneral, tan fcil como es de refutar, ha sido seriamente mantenidodurante un largo periodo, se puede demostrar con unas cuantascitas.Como a&rmaba %rnst Cassirer, mencionando a dos de las &guras msin$uyentes del siglo pasado en el estudio del mito, FFpara "chelling,

[] AAuna a!iliaridad de $ri!era !ano con las literaturas cl4sicas es condici'nindis$ensa"le $ara el etudiante de ol;loreCC(5. . Dra$$e en


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que se basaba principalmente en el libro de (eorg Creuzer !"moli%und M"tologie der alten /ol%er =>M>@;>MAB, toda la mitologa eraesencialmente la teora y la historia de los diosesGG. 8 comoexpres . )adermacher, mitologa clsica durante todo el siglo R-Rdesignaba la religin griega y romanaHIHJ. %n el siglo RR tal punto de

ista subsisteE )udulf 8tto, el autor del libro curiosamente in$uyente0as +eilige=>?>SB, estimaba el mito =!unto con la magia y la creenciaen las almasB FFel estbulo al umbral del sentimiento realmentereligioso, la turbacin primera de la conciencia sobrenaturalGG,mientras que 'orthrop 6rye a&rmaba en cualquier caso, en realidadms bien de manera banal, que un mito es FFuna historia en la quealgunos de los protagonistas son diosesGG, y pretenda ser laa&rmacin de la cualidad esencial del mito. a opinin de unafamado antroplogo, %. N. Count, con&rma que no estoy buscandocitas excntricasE FFen una sola cosa estn los especialistas deacuerdoE os mitos son una forma literaria... que trata de sioses o

semidiosesGGS

ISJ. %l propio Count, hemos de a*adir, no comparta talpunto de ista.

irtud de los especialistas en Clsicas es que son tan proclies ahacer tal clase de generalizaciones, al menos de una manera tansimple, sin duda porque los hroes, que desempe*an tan importantepapel en los mitos griegos, no son eidentemente dioses. Con todo ycon eso, la Teogon-ade 0esodo, en parte porque es el documentoms antiguo de la literatura griega que ha sobreiido que sededique principalmente a argumentos mitolgicos, ocup el puestoms prominente en muchos de los traba!os sobre mitos griegos,

contagiando un tinte fuertemente diino a la mitologa en general.N. L. C. (uthrie, por e!emplo, en el captulo sobre FFa religin ymitologa de los griegosGG que &rma en la ersin reisada de TeCamrige Anient +istor", ol. --, de!a er por intencin de sutratamiento que considera la mitologa, al menos en su periodo msantiguo, un aspecto de la religin. "obre este particular puedecontar con el apoyo de otro poderoso especialista en este campo,3ngelo 9relich, quien cree que los diersos enfoques de hoy da handemostrado que FFla mitologa no puede reducirse gradualmente afactores a!enos a la religin, y es considerada generalmente en elmismo plano que otras formas fundamentales de la religin, sino de

hecho su fuente ms profundaGGMIMJ.6[6] :. assirer, @


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7ambin esta asociacin indisoluble entre mitos y creenciasreligiosas, o sentimientos y prcticas de esa ndole parece errnea./uchos mitos comportan una creencia en lo sobrenatural, y en lamayor parte de las culturas ello implica un religin politesta1 peromuchos otros mitos, o lo que mitos pudiera parecer, no. 3l margen

del caso de %dipo =que merece un e!emplo irrefutable de un mito portodos reconocido con una asociacin super&cial, tan solo en suestructura episdica primaria, con la religin o lo sobrenaturalB,existen los tipos de mitos llamados frecuentemente leyendas ocuentos populares. os estudiar ms a fondo despus, pero por elmomento obserar que es una imprudencia ignorar, en las etapasms antiguas de su de&nicin, relatos como los de la seduccin de0elena por Paris, o la muerte de 0ctor por 3quiles1 o los de la mu!erque se desembaraza de sus pretendientes mediante una reta, o laotra mu!er =o su padreB que elige a su esposo en un certamen. osdos primeros e!emplo podran llamarse FFleyendasGG, los dos #ltimos

FFcuentos popularesGG, aunque la erdad es que los cuatro entrandentro de lo que la mayora entiende por FFmitoGG, a pesar de nocontener ning#n componente religioso serio de ning#n tipo. Perosupongamos que de!emos de lado tales casos T e ignoremos por elmomento el caso diferente de %dipo, que contiene alguno de loselementos del cuento popular, pero no es en esencia un cuentopopular T, Utodos los que nos quedan son religiososV Creo que no. "iechamos un istazo fuera del mbito griego, hay muchos mitos desociedades sala!es que no tienen conexin conocida o probable conun culto, y se re&eren a seres que, por mucho que existieran en sutiempo a!eno a la historia o realicen acciones fantsticas y

sobrenaturales, ni son dioses ni nada que er tienen con la religinEson hombres, con frecuencia los primeros hombres, queestablecieron costumbres y prcticas y se clasi&can por losobseradores externos ba!o el lema FFhroes culturalesGG. a mayorparte de los mitos de los indios sudamericanos que estudi i;"trauss son mitos de origen en un sentido o en otro. %xplican elorigen de fenmenos culturales como la cocina o la cermicapintada, o fenmenos naturales como las especies animales odeterminadas constelaciones. "us persona!es son tanto sereshumanos como animales, que a eces tienen poderes extra*os. Perono hay razn alguna para asociarlos en su mayora ni ahora ni en el

pasado con el culto o la propiciacin, las erdaderas marcas externasde la religin. %l argumento de que ellos y las historias acerca deellos son FFsagradasGG en sentido estricto, es una cuestincompletamente diferente.

general!ente considerata sullo stesso $iano delle altre or!e onda!entali della religione,

se non addirittura con onte ulti!a di #ueste altre or!eCC. 5 los estudiosos de las l4sicas,

cree &l, no ha llegado a con*encerles co!$leta!ente este eno#ue.


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Con menor razn puede defenderse la postura a#n ms sutil de quetodos los mitos estn asociados con el ritual1 o el colmo de lalimitacin, la que supone que todos ellos derian o tiene su origen enrituales, cu%a causa o !oti*o $resentan. Bal teor+a estu*o sor$rendente!ente en "ogadesde el !o!ento #ue la ad#uirieron ($r&sta!o de ro"ertson

$rinci$al!ente) los estudiosos de la i"lia, #ue *ieron #ue resulta"a atracti*a enrelaci'n con los !itos % ritos de Hriente @r'>i!o, %, $articular!ente, #ue $od+a dar unsentido, teol'gica!ente ace$ta"le, a $arte del !aterial he"reo. :s induda"le el caso de

!uchos !itos, #ui/4 so"re todo en Hriente Medio, #ue est4n asociados con rituales, %

#ue !uchos de ellos han sido creados co!o e>$licaci'n de acciones cu%a inalidad noresulta"a %a *isi"le. on todo, resulta di+cil con recuencia decir, s'lo $or la or!a del

!ito % de ritual, cu4l de los dos tiene la $ree!inencia, % la cautela se hace !4s #ue

nunca necesaria. 5 !odo de ee!$lo, la seguridad de Era/er en el siguiente caso es

co!$leta!ente inustiicada8 FFa historia que cuenta cmo 3tis seemascula deba!o de un piro iba dirigida claramente a explicar porqu sus sacerdotes hacan lo propio !unto al rbol sagrado coronado

de ioletas durante su &estaGG?

I?J. %s probable que as fuera, perono cierto. as palabras de un escrupuloso crtico, ). de anghe,resultan muy saludablesE FF2el mismo modo que el estudio de losmitos y las prcticas rituales de los llamados pueblos primitios hanreelado en algunas ocasiones una estrecha relacin entre mitos yrituales, es igualmente cierto que tambin ha demostrado queexisten mitos a los que no acompa*a ninguna e!ecucin ritual. %ntreuno y otro extremo pueden atestiguarse muchos tiposintermediosGG>@I>@J. 9asndose en el testimonio de otras culturas yen el propio testimonio del Prximo 8riente, especialmente el de losmitos ugarticos en los que es experto, de anghe rechaza la tesis de

que todos los mitos se asocian y en #ltimo termino derian derituales. +, yendo directamente a la fuente mesopotmica, madre dea tradicin mtica de 3sia occidental, "amuel 'oah Lramer cree queFFlos mitos sumerios tienen poca conexin, si es que tienen alguna,con el rito y el ritual, a pesar de que este #ltimo tuiera un papel tanimportante en las prcticas religiosas sumeriasGG>>I>>J.

/uchos de los expertos de esta escuela del FFmito y ritualGG los hatratado competentemente 5oseph 6ontenrose en su reciente TeRitual Teor" o# Mit. =9er:eley, >?HHB, quien expone, entre otrascosas la inconsistencia de las ideas de 6razer en torno al FFrey de los

bosquesGG, que forman el tema central de La rama dorada. %ntre losmodernos sostenedores de la teora 6ontenrose se centra en 6razer,)aglan, -mn y (aster>I>J. /e gustara erle tambin dirigir su

9[9] J. G. Era/er,Adonis Attis 'siris (ondres, 19F6), 169.

1F[1F] R. de anghe enMit( )itual and *ingship, ed. ord, 190), 13111[11] $osici'n sucinta del $unto de *ista de Bheodor Gaster, =&ase su art+culo

so"re AA


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crtica atencin a los especialistas en 8riente /edio de la escuela de0oo:e, que =seg#n predigoB caer como el proerbial castillo denaipes.

Ono de losms in$uyentes aliados de la escuela fue 6. /. Cornford,

quien, como (ilbert /urria y 5ane 0arrison, hall siempre algoparticularmente fascinante y lido en los rituales ie!os ysemiolidados. "u actitud requiere un examen ms minucioso pornuestra parte. "us admiradores franceses, como el mundointeligente 5ean;Pierre ernant, citan a#n el libro de Cornford #ormReligi&n to Piloso*"=>?>B con respecto, en parte por que es unaobra dur:heimiana, pero tambin porque supone una alternatia alpunto de ista que sobre la religin griega implica la mentalidad de'ilsson, nada inclinada a la sociologa. %l propio Cornford lleg alamentar su libro, y ms #til resulta tener en cuenta sus #ltimospuntos de ista, que suponen un re&namiento en alg#n sentido de

sus primeras actitudes, un poco ingenuas. On artculo no publicadoen sus das, que debe ser uno de los ms citados ahora de entretodos sus escritos, pretende demostrar que FFel grueso de losepisodios Isc. 2e la Teogon-ade 0esiodoJcabe en l modelo de un mitomuy antiguo dela creacin, para nosotros conocido por fuentesorientales y basado en #ltimo trmino en el ritualGG>AI>AJ. %n elpensamiento de Conford, el testimonio babilnico demostrabaconcluyentemente que este mito griego dela creacin era etiolgico yderiaba de un ritual del a*o nueo>I>J. + UCul es este testimonioconcluyenteV Pues es que la epopeya babilonia de la creacin, elEnuma Elis, que escriba cmo /ardu: logro encer a la monstruosa

7iamat y con su cuerpo form el cielo y la tierra, era recitada en la&esta de a*o de a*o nueo de 3:itu1 o, como expresara con mayordramatismo Conford, FFel cuarto da dela &esta de a*o nueo delequinoccio de primaera se recitaba este himno de principio a &n porboca del sumo sacerdote, encerrado solo en el santuarioGG. Cornfordlo describe como si se tratara del arco central delas ceremonias1pero, de hecho, como ha se*alado 6ontenrose con admirable

$or $oe!as destinados original!ente a ser cantados o recitados en los oicios religiosos.clusi*a!ente literarias, #ue $od+an ser !odiicadas o ela"oradas a *oluntad.

General!ente han llegado hasta nosotros en esta or!a desarrolla... CC. 5 $esar de su tono

de con*icci'n, este $asae es la $resentaci'n de una !era hi$'tesis (al !enos $or lo #ue se

reiere a !uchos !itos se!+ticos), % no un hecho $ro"ado.13[13] AA5 Ritual asis or esiodKs $heogonyCC, $he +n,ritten Philosophy(a!"ridge,

19F), 9 % sigs.

1[1] H$. it., 11F.


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perspicacia, no hay nada de eso>KI>KJ. %ra slo un episodio en unaserie completa de plegarias, puri&caciones y actos rituales, queduraban en total doce das. a descripcin que de ello se hace, entrminos menos enfticos que los utilizados por Cornford, explicaalgo menos de la quincuagsima parte del total del texto ritual

tardo, de poca selucida, que describe tales actos>H

I>HJ. 2uranteesas &estas se hacan y decan toda serie de cosas curiosas a lo largode una interminable e!ecucin, cuya &nalidad era celebrar laentronizacin del rey al principio del a*o natural, fortaleciendo supoder sobre la naturaleza con ayuda del dios al que representaba,por lo que resultaba ineitable que formara parte de lascelebraciones el popular Enuma Elis, que contaba el ordenamientoinicial del mundo por obra de /ardu:.

a teora de Cornford no exige la demostracin de que cada una delas partes del Enuma Elistiene una &liacin ritual, pero supones que

los acontecimientos de la &esta de 3:itu *ruean que el mitocosmognico babilonio referente a 3psu, tiamat y /ardu: tiene en sutotalidad un origen ritual1 de modo que, al re$e!ar el episodiohesiodeo sobre 7ifoeo, ente otros, tal cosmogona, en #ltimo trminoel mito griego de la creacin deriada del ritual. 'o se prueba nadade eso. Partes del poema babilonio puede que tuieran asociacionesrituales durante largo tiempo, sin que pueda excluirse, desde luego,que surgieran en cierto modo del ritual. Pero con todo se trata slode una posibilidad. Para cornford, he aqu lo extra*o, sta es la #nicaposibilidadE no oda concebir que una historia como la de /ardu:,que despedaza a 7iamat para formar el cielo y la tierra, pudiera

surgir ms que como la incomprensin de un ritual, en el que unsacerdote, que representaba al rey, enca a otro, que lleaba unamscara de dragn y representaba al rey, enca a otro, que lleabauna mascara de dragn y representaba las fuerzas del desorden.FF"lo un luntico ba!o los efectos del hachsGG, escriba, FFpodrallegar a la teora de que se formaron Isc. %l cielo y la tierraJ de cortarel cuerpo de un dragn en dos mitadesGG>SI>SJ. Cmo lleg Cornforda esta inslita frmula de burla de los actos de la imaginacin yfantasa no lo sabremos nunca, y quiz no sea ahora muy importante.Pero es que ni en sus propias premisas se sostiene el argumento1pues, si en un ritual un sacerdote que representa el desorden puede

llear una mscara de dragn, UPor qu fuera del ritual no iba apoder representar el propio dragn la condicin del desordenprimaeralV "i, adems, la &gura primitia representa tanto eldesorden como el agua, como es el caso de 7iamat, UPor qu no iba a

1[1]Pit-n, 366.16[16] a $arte del te>to #ue nos ha llegado est4 traducida[al ingl&s] $or 5.


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poder abarcar la idea de separar las aguas de las aguas =como loexpresa el (nesisB la forma de cortar al propio dragn en dospedazosV a temprana entrega de Cornford a los atractios del ritualprimitio lo lle a ridiculizar los posibles poderes simblicos yexplicatios del mito. 3l refutar la de&nicin que 6razer da del mito

de la lucha del dragn, seg#n la cual FFpor la crudeza de supensamiento merece ser colocada !unto a las extraagancias yfantasas delos sala!es ms inferioresGG, cay el mismo en unade&nicin igualmente cruda, seg#n la cual la tangibilidad constituyeel me!or criterio de credibilidad, pues lo que le excitaba =comoescribiera en una reeladora nota ad!unta a este artculo pstumoBera la idea de que FFla primitia cosmogona &los&ca no slo es unatranscripcin de la cosmogona mtica, sino que, en #ltima instancia,tiene su raz en el ritual, algo que existe de manea tangible...GG>MI>MJ.

a postura propia de 6ontenrose, al menos cuando escribi P"ton,

era la de que FFes ms sencillo suponer que un tipo bien conocido dehistoria haya sido introducido en muchos lugares para serir deprecedente primigenio de los rituales, que creer que en otros tantoslugares los rituales generan espontneamente un modelo uniformede mitosGG>?I>?J. %sta postura, seguramente, s razonable, frente alas teoras generales, del estilo de las que propuso 7heodor 0. (asteren su Tes*is ='uea +or:, >?K@B. Con todo, la limitacin que seimpuso 6ontenrose a los mitos de combates, que guardan unaconexin ms eidente con los rituales, frente a otras tipologas =pore!emplo, los mitos del parasoB, lo llearon a sobrealorar, alprincipio, la asociacin de todos o la mayor parte de los ritos con los

rituales, y lo indu!eron a a&rmaciones de este estiloE FF%s innegableque los mitos se hallan estrechamente ligados a los rituales. %nefecto, si una historia no se ha asociado con un culto o ritual,explcita o implcitamente, es me!or no llamarla mito, sino leyenda ocuento popularGG@I@J. /s recientemente ha modi&cado este puntode ista, aun subrayando simultneamente su acuerdo con la idea deque el trmino FFmitoGG debera restringirse a FFlos cuentostradicionales de los hechos de los n#menesGG>I>J.

-ncluso cuando los mitos se allan asociados a los rituales, lasrelaciones son comple!as y ariadas, como demuestran e!emplos

griegos bien conocidos. %l primero trata de la &esta de Crila,celebrada cada ocho a*os de 2elfos. %n esta &esta, seg#n Plutarco,el FFreyGG reparta cebada a todo el pueblo, pero se lo negaba a una

10[10] H$. it., 116. a cita de Era/er $rocede de $he .ying #od (/ $he #olden Bough,

III $arte, I= *ol.) (ondres, 1911), 1F6.19[19] @%thon, 61.

2F[2F]Python, 3.

21[21] Bhe Ritual Bheor% o Mit. (er;ele%, 1966), .


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mu*eca llamada Crila y arremeta contra ella con su zapato IJ."e lleaba la mu*eca a !un barranco y se la enterraba, con unacuerda enrollada a su cuello, !unto a la tumba tradicional de ciertapersona de nombre Crila. 7al era el ritual. %l mito cuenta que laautntica Crila era una hurfana a la que se le neg la cebada

durante una poca de hambre, y que fue ignominiosamente golpeadapor el rey, tras lo cual se march y se ahorc de pena. "e a*adi alhambre una peste, y el orculo orden la propiciacin ritual de lamuchacha corriente, hurfana o no, sino un numen del hambre=seg#n la creencia de 6ontenroseB o un espritu de la fertilidad que sehaba de renoar. 2e un modo u otro, la mu*eca es una tpicactima propiciatoria arti&cial. %n una segunda &esta de 2elfostambin celebrada cada ocho a*os, el "epterion, se quemaba unacaba*a de pa!a y un muchacho acompa*ado de un grupo de !enessala corriendo hacia 7empe, se puri&caba y ola luego en triunfo."e relacionaba todo ello en la propia 2elfos con la historia de 3polo

cuando mat al dragn Pitn, el monstruo que anteriormenteposeyera el santuario. %l propio Plutarco hace expresar, y con razn,a uno de sus persona!es las reseras que le merece esta asociacindel mito con el ritual, basndose en que la choza quemada parecepresentar ms el domicilio de un rey que el cubil de un dragn, y quela huda de los muchachos representa ms bien la puri&cacin dealguna mancha que de respuesta de 3polo a su ictoria sobre elmonstruoAIAJ. "e puede discutir si el muchacho es precisamenteuna ctima propiciatoria o no =tal como concluye 6ontenrosesiguiendo a 0ollidayB, pero desde luego el ritual es de tipo catrtico,mientras el mito que se le asocia no lo es. %n un tercer caso, narrado

por Pausanias, el ritual celebrado en Platea de 9eocia cada seis a*oso menos, los llamados 2dala, exiga que los platenses hicieran unaimagen de madera con el tronco de un roble desigando por loscueros sagradosIJ. "e esta de noia la imagen y se le lleabaen carreta a la cima del monte Citern. Casa cincuenta y nuee a*osse quemaban en holocausto all mismo todas las imgenesacumuladas, procedentes de Platea y otras ciudades de la comarca.%s ste un tpico rito de la fertilidad, seme!ante a la in$acin delFFnueo fuegoGG en la cima de las colinas, a pesar de algunos rasgososcuros y de determinados rasgos oscuros y de determinados rasgosdestacados por motios polticos. Pues bien, el mito que se relaciona

con ello como aition o explicacin es el siguienteE 0era habadiscutido con Weus y se haba marchado a la cercana %ubea. Weus,desconsolado, fue aconse!ado por Citern, rey de Platea y afamado

22[22] @lutarco, Moralia, 293" J. Eontenrose,Python, 0 % sigs. . R. Earnell, #reek

%ero &ults and !deas of !mmortality (H>ord, 1921), 323.23[23] @lutarco,Moralia, 10a" c. J. Eontenrose,Python, 3 % sigs. -. R. allida%,

ed., $he #reek 0uestions of Plutarch(H>ortd, 1920), 66 % sigs.

2[2] @ausanias, IL, 3, 1 % sigs. @lutarco, r. 17, 6


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sabio, y as habra construido una imagen de madera y la habrapuesto en el carro, haciendo correr la oz de que era su nuea esposa,Platea, hi!a de 3sopo. 0era, enfurecida, le quit el elo y se calm aldescubrir que su rial tena tan poca realidad como su disputa conWeus. "eg#n se sostena, la &esta conmemoraba esta reconciliacin.

Cada uno de estos tres mitos se desarrolla de manera en cierto mododiferente. %l cuento de Crila supone una simple trasposicin de lasacciones e!ecutadas en el ritual a la sencilla historia sin el msmnimo inters, sin ms asociaciones mticas ni de cuento popular.%sta es una manera deriatia e intranscendente, de inentar unmito. %l cuento de platea, por otra parte, utiliza la tradicin mtica yafamiliar acerca de las precarias relaciones conyugales de Weus y0era, es decir, el tema del ingenio, tpico del cuento popular, sobrecmo poner celosa a la propia mu!er creando una rial imaginaria.%n este caso, materiales mticos y de cuento popular preexistentes se

agrupan para formar una nuea historia a la luz del ritual. %n elsegundo e!emplo dl&co =el "epterion de 2elfos y el cuento de 3poloy PitnB un mito ya existente ha sido burdamente aplicado comoaitiondel ritual, a pesar de no tener mucha ms relacin entre s queuna misma localidad.

8tros casos bien conocidos en los que hay una clara asociacin de unritual con cierta clase de historias con&rman que no hay una relacinsimple y uniersal entre los dos. %n la &esta tica de los %ora unasmuchachas se balanceaban en columpios colgados de unos rboles.3parentemente se haca en memoria de %rgone, que se colg

cuando su padre, -cario, sacerdote de 2ionisio, fue muerto por unospastores, que creyeron que los haba enenenado, cuando sloestaban gloriosamente borrachos. Columpiarse en un encantamientode la egetacin, asociado en este caso sin duda con la endimia. aconexin con la muchacha ahorcada no es muy directa, y el mitoutiliza un tema narratio independiente de los orgenes del ino. %notro mito de la fertilidad, procedente de la isla de emnos, lasmu!eres fueron castigadas por obra de 3frodita con tal mal olor, quesus maridos se abstenan de acercrselas. (eorges 2umzil en unbrillante artculo, de los primeros que escribi, demostr que estahistoria se relacionaba con la abstencin ritual del contacto sexual,

que formaba parte de un rito anual de puri&cacin y renoacin delfuegoKIKJ. 'o estoy seguro de que aqu se halle toda la respuesta,pues el desembarco de 6iloctetes por causa de su hediondo pietambin en emnos sugiere que debieron de exigir determinadasrazones para relacionar esta isla con los malos olores, pero desdeluego es este caso un mito erdaderamente muy comple!o, que

2[2] G. ?u!&/il,Le crime des lemniennes (@ar+s, 192) el te!a es desarrollado $or

-alter ur;er,&lassical 0uarterly, .


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termina con le asesinato de los maridos de las lemnias y su posteriormatrimonio con los 3rgonautas, se desarroll gradualmente a partirde un acta anual de abstinencia conyugal. On desarrollo de la mismacomple!idad, pero procedente de un probable rito de iniciacin me!orque de la promocin de la fertilidad agrcola, puede erse en el

cuento, bien conocido por la Medea de %urpides, de la muerte de loshi!os de /edea en el templo de 0erea 3craia frente a Corinto. %n elritual, siete muchachos corintios y otras siete muchachas pasan una*o en el santuario, al trmino del cual se sacri&ca una cabra y sepermite marchar a los muchachos. "eg#n el mito, los propios ni*oseran sacri&cados o por /edea o por los corintos =elaboracionesdiersas del tema siguieron realizndose hasta tiempos de %urpidesy a#n despusBHIHJ. Como se*al 'ilsson, la etiologa dedeterminados cultos se forma con frecuencia de manera hartomecnica sobre la base de mitos ya existentesSISJ.

%n ninguno de estos casos el ritual determina el signi&cado real deun mito concreto, ni siquiera su n#cleo narratio bsico. Por elcontrario, su relacin con el ritual es casi siempre triial y casual, sinque tenga ninguna efectiidad en la esencia de los temas narratiosque emplee, sean stos los que sean. %s preferible, por tanto,de&nir los elementos narratios independientemente de susasociaciones rituales, a menos que se pueda demostrar que stasson ms estrechas y ms signi&catias que en los e!emplos que heanalizado anteriormente. + eso que no he elegido estos e!emplos alazar, sino que se los menciona, porque son, entre toda la serie demitos y rituales griegos conocidos, los que pasan por ser las ms

claras muestras de conexin entre ambosM

IMJ. 7ales casos sonpocos, comparados con el n#mero de mitos griegos que no tieneconexin ritual eidente o plausible alguna. %s difcil concebir queindiquen la gnesis de todos lo dems, pues no hay nada que losugiera, y mucho que sugiere lo contrario.

26[26] =&ase so"r todo -alter ur;ert, AAGree; Braged% and


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3dems de ser actos rutinarios de propiciacin y sacri&cio, lo ritostienen a ser rites de *asa2e o a estar en contacto con la fertilidadagraria. a continuidad de la regularidad social y natural, de modoms general, explica los dems tipos. os rites de *asa2ecomportanaislamiento, regresin a un estado natural, combate, pruebas1 los

ritos de fertilidad llean consigo ctimas propiciatorias,$agelaciones, puri&caciones, cremaciones, relaciones sexuales yariadas manipulaciones eidentes de plantas y animales. %ltraestismo y otras inersiones de orden natural y cultural sonfrecuentes en ambos. %sta es en &n la clase de actos que see!ecutan en la mayor parte de los rituales que quedan al maren delos sacri&cios y ofrendas de rutina. -nterpretados de manera mtica,tienden a dar origen, de modo bastante natural, a determinados tiposde narraciones que conllean, precisamente, aislamiento,$agelaciones, matrimonios, traestismos, ariados usos del fuego,manipulaciones de plantas y animales. Cada ez que encontremos

estos elementos fuertemente acentuados en un mito, que resultarainexplicable o inslitamente descoyuntado de otra forma, podemossuponer una referencia u origen ritual. Pero stos no son los #nicostemas de los mitos ni los ms comunes. os dems no parecen tenernada que er con los ritos1 puede que a eces conlleen a problemas,como el de la fertilidad, que tambin son temas de rituales, pero demanera distinta.

%l clasi&car los mitos !unto a los rituales, por lo dems, es unamanifestacin particular, pero no ms atractia, de la tan difundidaopinin, seg#n la cual los mitos tratan de los dioses o estn

asociados con la religin o son necesariamente sagrados.

-nicio
http://www.unimag.edu.co/antropologia/mito_ritual_cuento_popular.htm#Mhttp://www.unimag.edu.co/antropologia/mito_ritual_cuento_popular.htm#M

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