Monique Wittig

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  • 8/7/2019 Monique Wittig

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    Monique Wittig

    La mente htero

    Los discursos que particularmente nos oprimen a todas nosotras y a todosnosotros, lesbianas, mujeres y homosexuales, son aquellos que dan porsentado que lo que funda una sociedad, cualquier sociedad, es laheterosexualidad. Esos discursos hablan de nosotras y de nosotros ypresumen de estar diciendo la verdad en un terreno apoltico, como si hubieraalguna cosa significable capaz de escapar de lo poltico en este momentohistrico y como si, en lo que a nosotras y nosotros concierne, pudieran existirsignos sin significado poltico. Esos discursos de laheterosexualidad nos oprimen en el sentido de que nos impiden hablar a

    menos que hablemos en sus trminos. Todo lo que los cuestiona esinmediatamente descalificado como elemental. Nuestro rechazo a lasinterpretaciones totalizadoras del psicoanlisis les hace decir a sus tericosque despreciamos la dimensin simblica. Esos discursos nos niegan todaposibilidad de crear nuestras propias categoras. Pero su accin ms feroz esla tirana inflexible que ejercen sobre nuestro ser mental y fsico.

    Cuando usamos el ms que generalizador trmino ideologa para designar atodos los discursos del grupo dominante, estamos relegando esos discursos alterreno de las ideas irreales y olvidamos as la violencia material (fsica) queejercen directamente contra las personas oprimidas, una violencia que es

    producida tanto por los discursos abstractos y "cientficos"; como por los de losmedios.

    Me gustara insistir en esta opresin material que ejercen los discursos sobrelas personas.

    No hay nada abstracto en el poder que tienen las ciencias y las teoras, elpoder de actuar en forma material y concreta sobre nuestros cuerpos y mentes,an cuando el discurso que las produce sea abstracto... Todas las personasoprimidas conocen ese poder y han tenido que vrselas con l. Es el que dice:no tens derecho a hablar porque tu discurso no es cientfico ni terico, porque

    ests en un nivel equivocado de anlisis, ests confundiendo los discursos conla realidad, tu discurso es ingenuo, entends mal tal o cual ciencia, etc.

    Si el discurso de los modernos sistemas tericos ejerce poder sobre nosotras,es porque trabaja con conceptos que nos tocan muy de cerca. Pese alsurgimiento histrico del movimiento de lesbianas, del feminismo y del deliberacin gay, cuya actuacin ya ha sacudido las categoras filosficas ypolticas de los discursos de las ciencias sociales, esas categoras siguensiendo sin embargo utilizadas por la ciencia contempornea sin mayor anlisis.Funcionan como conceptos primitivos dentro de un conglomerado dedisciplinas, teoras e ideas actuales que llamar la mente htero.

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    En esos conceptos incluyo "mujer", "hombre", "sexo", "diferencia" y toda laserie de conceptos que llevan su marca, entre ellos "historia", "cultura" y lo"real". Y si bien en los ltimos aos se ha aceptado que no existe nada a lo quese pueda llamar "naturaleza", que todo es cultura, sigue habiendo dentro deesa cultura un ncleo de naturaleza que se resiste a todo examen, una relacin

    excluida de lo social en el anlisis, una relacin cuya caracterstica es serineludible en la cultura as como en la naturaleza, y que es la relacinheterosexual. A esto le llamo la relacin social obligatoria ente "hombre" y"mujer"... Con ese carcter ineludible, como conocimiento, como principioobvio, como algo dado previo a toda ciencia, la mente htero desarrolla unainterpretacin totalizadora de la historia, de la realidad social, de la cultura, dellenguaje y de todos los fenmenos subjetivos al mismo tiempo. Apenas puedosubrayar el carcter opresor que reviste la mente htero en su tendencia auniversalizar inmediatamente todo concepto que produce como ley general ysostener que es aplicable a todas las sociedades, pocas y personas. Ashablan del intercambio de mujeres, de la diferencia entre los sexos, del orden

    simblico, del inconsciente, deseo, cultura, historia, dndole un significadoabsoluto a todos esos conceptos que en realidad son slo categoras basadasen la heterosexualidad, o sea el pensamiento que produce la diferencia entrelos sexos como dogma poltico y filosfico.

    La consecuencia de esta tendencia a universalizar todo es que la mente hterono puede concebir una cultura, una sociedad donde la heterosexualidad noordene no slo todas las relaciones humanas sino tambin la mismaproduccin de conceptos e inclusive los procesos que escapan a la conciencia.

    Rechazar la obligacin del coito y las instituciones que esa obligacin haproducido como necesarias para la constitucin de una sociedad essimplemente imposible para la mente htero, dado que hacerlo significararechazar la posibilidad de constituir un otro y el rechazo del "orden simblico", ytambin hara imposible la constitucin de significados, sin lo cual nadie puedemantener su coherencia interna. As el lesbianismo, la homosexualidad y lassociedades que formamos no pueden ser pensadas ni habladas, an cuandosiempre han existido. As la mente htero contina afirmando que el incesto, yno la homosexualidad, es su principal prohibicin. As, cuando es pensada porla mente htero, la homosexualidad no es otra cosa que otra heterosexualidad.

    S, la sociedad htero se basa en la necesidad de lo diferente/otro en todonivel. No puede funcionar econmica, simblica, lingstica ni polticamente sinese concepto. Esa necesidad de lo diferente/otro es ontolgica para todo elconglomerado de ciencias y disciplinas que yo llamo la mente htero. Peroqu es lo diferente/otro sino lo dominado? Porque la sociedad heterosexualno slo oprime a lesbianas y homosexuales sino a muchas y muchosdiferentes/otras/otros; oprime a todas las mujeres y a muchas clases dehombres, a todas aquellas personas que estn en la posicin de dominadas.Constituir una diferencia y controlarla es un acto de poder, dado que esesencialmente un acto normativo. Todas las personas tratan de mostrar que laotra o el otro son diferentes. Pero no todas tienen xito en su empresa. Hay

    que ocupar una posicin social de poder para lograrlo.

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    Por ejemplo, el concepto de la diferencia entre los sexos constituyeontolgicamente a las mujeres como diferentes/otras. Los hombres no sondiferentes, la gente blanca no es diferente, ni lo son los amos. Pero la gentenegra, as como las esclavas y los esclavos, s lo son. Esa caractersticaontolgica de la diferencia entre los sexos afecta a todos los conceptos que son

    parte del mismo conglomerado. Pero para nosotras o nosotros no existe eso deser-mujer o ser-hombre. "Hombre" y "mujer" son conceptos polticos deoposicin y la cpula que dialcticamente los une es, a la vez, la que los hacedesaparecer. Es la lucha de clases entre mujeres y hombres la que va a hacerdesaparecer a hombres y mujeres (lo mismo sucede con todas las otras luchasde clase donde las categoras en oposicin se "reconcilian" mediante la luchacuya meta es hacerlas desaparecer). El concepto de diferencia no tiene de pors nada de ontolgico. Es slo la forma que tienen los amos de interpretar unasituacin histrica de dominacin. La funcin de la diferencia es enmascarar entodo nivel los conflictos de intereses, incluidos los ideolgicos.

    En otras palabras, para nosotras y para nosotros, esto significa que ya nopuede haber mujeres y hombres y que, como clases y categoras depensamiento o lenguaje, tienen que desaparecer poltica, econmica eideolgicamente. Si nosotras como lesbianas y ustedes como homosexualesseguimos hablndonos y pensndonos como mujeres y como hombres,estaremos preservando la heterosexualidad. Estoy segura de que ningunatransformacin poltica ni econmica puede quitarle su dramatismo a esascategoras de lenguaje. Podemos redimir las palabras esclava o esclavo.Podemos redimir nigger, negress (trminos derogatorios para las personasnegras). En qu difiere "mujer" de esas palabras? La transformacin de lasrelaciones econmicas no alcanza. Debemos producir una transformacinpoltica de los conceptos claves, es decir, de los conceptos que sonestratgicos para nosotras y para nosotros. Porque hay otro orden de lomaterial, el del lenguaje, y el lenguaje se va elaborando en base a estosconceptos estratgicos. Est a la vez profundamente conectado al campopoltico, donde todo lo que concierne al lenguaje, a la ciencia y al pensamiento,se refiere a la persona como subjetividad y a su relacin con la sociedad. Y nopodemos dejar esto dentro del poder de la mente htero, o sea delpensamiento basado en la dominacin.

    ... Rompemos el contrato heterosexual. Esto es lo que las lesbianas estamos

    diciendo por todas partes, si no con teoras, mediante prcticas sociales, y anno sabemos cules podrn ser las repercusiones de esto en la cultura y en lasociedad htero. Alguien que se dedique a la antropologa podr decirnos quetenemos que esperar cincuenta aos. S, si una quiere universalizar elfuncionamiento de estas sociedades y hacer aparecer sus rasgos invariantes.Mientras tanto, los conceptos htero se van socavando. Qu es la mujer?Pnico, alarma general para una defensa activa. Francamente, es un problemaque las lesbianas no tenemos porque hemos hecho un cambio de perspectiva,y sera incorrecto decir que las lesbianas nos relacionamos, hacemos el amor ovivimos con mujeres, porque el trmino "mujer" tiene sentido slo en lossistemas econmicos y de pensamiento heterosexuales. Las lesbianas no

    somos mujeres (como no lo es tampoco ninguna mujer que no est en relacinde dependencia personal con un hombre).

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