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EL monologo
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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ATIPLANO
Facultad de Ciencias Contables y Administrativas
Escuela Profesional de Administración
Monografía
Tema:
“Monólogo”
Presentado por:
1.- Briyith Kenny Melo Condori2.- Stephany Esmeralda Condori Burgos
3.- Elvis Arela Quispe4.- Lilibeth Yareli
Docente:
Puno – Perú
2015
I. INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia del teatro, el monólogo ha tenido una desigual
importancia y en muchos periodos ni siquiera ha sido utilizado. Con el apogeo
del naturalismo, por ejemplo, y su deseo de reproducción de la realidad en
escena, el monólogo no existe propiamente, precisamente por su “irrealidad”.
II.
III. CONTENIDO DEL ANALISIS
1. Definiciones
Técnica narrativa que consiste en reproducir en primera persona los
pensamientos de un personaje tal y como salen de su conciencia.
Reflexión en voz alta de una persona para sí misma o ante otras
personas que no intervienen.
Es un discurso que emite una sola persona tanto para hacia a un solo
ente receptor (que puede ser uno mismo) como para hacia otros
receptores (personajes, lectores, auditorio, a una cosa, a un personaje o
a un narrador).
El monólogo es un recurso utilizado en todos los géneros literarios que
puede encontrarse tanto en poesía, cuento, periodismo, discusión,
teatro, como en novela.
Es un discurso ininterrumpido que expresa audiblemente los propios
sentimientos sobre un tema específico.
Un monólogo es como una conversación, con uno mismo, dicha en voz
alta, sobre un tema del cual se conoce bien.
2. Características
Lo emite una sola persona
No hay interacción con el publico o receptores
La duración debe ser corta aproximadamente de 10 a 30 minutos
Ininterrumpido
Fluido y sin pausas
Un solo tema
3. Tipos
1. El monólogo dramático
En dramaturgia, el monólogo, soliloquio, o escena unipersonal, es el género
dramático en el que un personaje reflexiona en voz alta expresando sus
pensamientos, ideas y emociones al público. Sirve para caracterizar a los
personajes y por tanto posee un gran valor psicológico, al ser una herramienta
de introspección. En ese sentido, son famosos los monólogos de las obras de
Shakespeare, como en Hamlet. El monólogo puede encubrir en realidad un
diálogo que efectúa un personaje consigo mismo o que proyecta sobre un ser
inanimado o desprovisto de razón: una mascota, un cuadro, una planta, una
fotografía etc. De esa forma el personaje proyecta sus emociones fuera de sí.
Los monólogos, en el teatro del Siglo de Oro español, solía encomendarse a
los sonetos o a las décimas y así, en comedias donde existe un gran juego de
caracteres, aparecen muchos sonetos, por ejemplo en El perro del hortelano de
Lope de Vega.
Aunque el monólogo es un recurso utilizado por todos los géneros literarios, se
aproxima especialmente al género lírico por su insistencia en el yo y en la
subjetividad. Y pueden encontrarse monólogos tanto en el cuento como en el
periódico o en la discusión.1 Por ejemplo, el monólogo dramático es un género
de la lírica moderna creado en el posromanticismo del siglo XIX por Alfred
Tennyson y consolidado por Robert Browning, y todavía en boga entre los
poetas culturalistas.
2. El monólogo cómico
El monólogo cómico (también conocido como comedia en vivo o 'stand-up
comedy') es una técnica teatral interpretada siempre por una sola persona
normalmente de pie y sin ningún tipo de decoración o vestuario especial.
Normalmente el intérprete o monologuista expone un tema o situación de la
que va haciendo diversas observaciones siempre desde un punto de vista
cómico con la intención de provocar la risa. Durante el transcurso del monólogo
el público se va haciendo partícipe de la situación con planteamientos muchas
veces ridículos y absurdos, y con frecuencia suele utilizarse un tono picante o
reivindicativo de algo que suele ser una utopía. Es muy típico ver monólogos
cómicos en diferentes locales de la vida nocturna (bares, películas clubs,
discotecas, etc.). Su popularización se está incrementando notablemente en los
últimos años en España, si bien es un arte que existe desde hace mucho
tiempo.
3. El monólogo interior
El monólogo interior es una técnica que intenta plasmar en el papel el flujo de
presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los
protagonistas. Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado
descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones
que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan
utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas. También es una
característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros
elementos conectores, cambios radicales del foco del pensamiento,
interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas. Así mismo, es frecuente el
uso del estilo libre indirecto (es decir, la inclusión de pensamientos del
personaje en el relato del narrador). Durante el modernismo, varios escritores
exploraron los diferentes mundos que constituyen la esfera privada (el interior
de uno mismo, sus deseos o ideales) con la esfera pública (lo que se muestra
al exterior), tema que, sobre todo al modernismo británico interesaba como
reacción ante la era victoriana. No debe confundirse con el monodiálogo, que
por el contrario está completamente ordenado.
4. Proceso (Fases)
1.- Escoge un monólogo adecuado para tu rango de actuación, edad, género y
apariencia: Es mejor optar por los monólogos de roles que se asemejen más a
tu apariencia física.
2.- Ten en cuenta el tipo de audición que harás y escoge un monólogo basado
en el género y en las posibles demandas del papel:
3.- Escoge una parte que exhiba tu rango y tus talentos: Preséntate de manera
firme dentro de tu capacidad interpretativa.
4.- Memoriza tus líneas. A menudo, esto significa leerlas y recitarlas una y otra
vez hasta que las memorices. En este punto, no te preocupes por los detalles
adicionales, solo dedícate a memorizar las palabras para que todo lo demás
salga de manera más sencilla.
5.- Desarrolla tu personaje: Puedes desarrollar tu personaje practicando frente
al espejo, ya que puedes ver tu actuación. También puedes filmarte y luego ver
la filmación, lo que puede ayudarte a determinar lo que funciona para ti y lo que
no. Diviértete y experimenta mantén tu mente libre y abierta. Puedes
desarrollar tu personaje practicando frente al espejo, ya que puedes ver tu
actuación. También puedes filmarte y luego ver la filmación, lo que puede
ayudarte a determinar lo que funciona para ti y lo que no.
6.- Ensaya tu monólogo en frente de las personas que te darán comentarios
útiles: Recuerda que los actores deben estar abiertos a la crítica y no tomárselo
de manera personal ni exagerar
7.- Realiza calentamientos vocales antes del monólogo. Los calentamientos
vocales te aflojan la voz, permiten que te concentres y te relajan antes de una
audición estresante.
8.- Realiza el monólogo Después de toda la preparación, del miedo escénico o
la angustia que tengas, este es el momento de la verdad.
5. Recomendaciones o sugerencias
Piensa en los gestos adecuados para tu monólogo, tales como los que
realizas con las manos. Los monólogos son más que solo recitar
algunas líneas.
Piensa en tu monólogo como una historia y asegúrate de conocerla. A
algunos actores les gusta pensar en una línea a la vez. Para los
principiantes, debe bastar con conocer la historia completa para que en
caso de que se les olvide las líneas puedan improvisar unas que encajen
dentro del relato.
Asegúrate de ver a la audiencia cada vez que sea necesario.
Lee la obra o mira la película adaptada antes de presentarte tu
monólogo. Muchos actores encuentran un monólogo en línea o en un
libro pero nunca leen la obra para saber quién es el personaje, lo que
hace que nunca lleguen a conocerlo.
Si es posible, encuentra apoyo individual que te ayude en la
presentación de un monólogo. Si estás en la escuela o en la universidad,
tu profesor de teatro podría tener la disposición para ayudarte a lo largo
de este proceso, sobre todo si nunca antes has intentado realizar un
monólogo. Los teatros comunitarios también te brindarán un poco de
ayuda.
6. Ejemplos
1.- ¿Quién fue el iluminado que inventó la escuela?
La escuela, ese lugar donde solo vas a sufrir y a pasar horas sin sentido,
cuando solo el 15% te servirá en tu vida. El colegio es un zoo muy exótico,
repleto de gallitos, jirafas, focas… Después entre los vigilantes de este ‘’zoo’’
destacan el típico soltero que acaba de salir de la ‘’uni’’ y todo el mundo le toma
el pelo o el hombre mayor que tiene más canas que neuronas y que parece
que acaba de salir del funeral de su madre. ¿Y el lugar donde comemos?
Porque no me parece que haya mucha diferencia con la comida de los burros.
Luego, ¿las instalaciones?, también tienen un parecido asombroso, lleno de
basura y de cerdos que lo ensucian. También en cada clase hay un pequeño
zoo. Mi clase es como una jaula de leones, donde todos se pelean por ser el
mejor, hasta que llega el leonus profesorus y pone orden (o lo intenta).
Claro que al salir de clase nos transformamos de leones a elefantes,
provocando una autentica estampida. Además parece que nuestra clase viene
con un aeropuerto encima, siempre volando notitas de un lado a otro. Esos
especímenes pueden venir de varios lugares: África, China… pero todos tienen
en común una pequeña cuestión: detestan el colegio y sus exámenes. AH¡¡ los
exámenes, esos papeluchos que utilizan los profesores para sus ‘’actos
personales’’. En conclusión, el colegio sería el lugar perfecto para rodar la
última temporada de ‘’ El Último Superviviente’’, un lugar donde solo te aburres
cuando esa noche has dormido poco.
IV. CONCLUSION
El monólogo es, por antonomasia, una ficción teatral. Nadie, en su sano juicio,
sostiene en la vida real una conversación consigo mismo durante un periodo
amplio de tiempo. Alguna exclamación ante el espejo, algún taco, algunas
palabras musitadas inconscientemente en el autobús, en el fútbol,
afeitándonos, depilándonos, etc., o cuando estamos escuchando música o
totalmente absortos en alguna actividad, no pueden ser considerados un
monólogo propiamente, aunque pueden servirnos como punto de partida para
reconocer una cierta necesidad humana de hablar, de expulsar fuera de
nosotros utilizando la palabra, un pensamiento, una preocupación, una
obsesión, un temor, etc., en la más completa de las soledades.