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“UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA FACULTAD DE EDUCACION Y HUMANIDADES ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS CURSO: DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANO TEMA: ELEMENTOS DEL ESTADO. PERSONALIDAD JURIDICA. DOCENTE: MG. LUIS EDGARDO PAZ FLORES CICLO: III INTEGRANTES: GIRÓN FERRER STEFANY LOZANO DE LA CRUZ ZAHORY MONTENEGRO RODRÍGUEZ ALESSANDRA SÁNCHEZ ADRIANZÉN KHARLA VEGA CARLÍN ANDRÉ

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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA FACULTAD DE EDUCACION Y HUMANIDADES ESCUELA ACADMICO PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLTICAS

CURSO:DERECHO CONSTITUCIONAL PERUANOTEMA:ELEMENTOS DEL ESTADO.PERSONALIDAD JURIDICA.DOCENTE: MG. LUIS EDGARDO PAZ FLORESCICLO:IIIINTEGRANTES:1. GIRN FERRER STEFANY1. LOZANO DE LA CRUZ ZAHORY 1. MONTENEGRO RODRGUEZ ALESSANDRA1. SNCHEZ ADRIANZN KHARLA 1. VEGA CARLN ANDR

NUEVO CHIMBOTE, ABRIL, 2015DEDICATORIA

A Dios por habernos dado la vida, salud, conocimiento y mucho ms y tambin por guiarnos a ser cada da mejores personas.

A nuestros profesores, quien con mucho empeo siempre nos imparte conocimientos, por lo cual tambin forma parte de nuestra preparacin estudiantil.

A cada uno de nuestro padres, por apoyarnos siempre, y quienes tambin nos han educado con mucho amor y paciencia, para as llegar a mejores hijos.

CAPTULO I

PRESENTACINEl estudio de la Constitucin es, sin lugar a dudas, uno de los temas que mayor inters ha concitado en los doctrinarios del constitucionalismo. Esto se debe, en principio, a que su naturaleza, como la de cualquier otro concepto jurdico, es por esencia polmica; pero adems, a que ella constituye el nexo que da mudad a las diversas esferas de la realidad poltica, jurdica y sociolgica del Estado.Las primeras referencias acerca del trmino lo encontramos en la antigedad griega, en donde tiene su origen la democracia, sistema en el que se forman las primeras nociones de los derechos polticos de los ciudadanos.Una de las grandes realizaciones de Aristteles estuvo referido, precisamente, al estudio de la historia constitucional de las aproximadamente 158 constituciones ms importantes de su tiempo, que como se .sabe, fueron definidas por l como la regla poltica de los habitantes de un pueblo, la ordenacin de los poderes del Estado, en tanto determina la forma como se divide el poder supremo, segn en quin resida y los fines de la comunidad que le han de estar encomendados.La nocin aristotlica de Constitucin difiere, pues, notablemente del senndw que hoy se atribuye al trmino. Su significado hace alusin a la forma de organizacin o establecimiento de un Estado, una manera de ser, un modo de vida propio que hace que todo Estado, por el slo hecho de serlo, tenga una Constitucin.Esta nocin coincide con la acepcin etimolgica del trmino. En efecto, la palabra Constitucin proviene del verbo latino "constituere", que significa deliberar, establecer, ordenar, imponer. De ella deriva "Constitutio" que se traduce como ordenamiento, prescripcin, imposicin, las reglas bsicas de organizacin, aquello que se ha ordenado o impuesto, o. como dice el diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua, Constitucin es accin o efecto de constituir.El constitucionalismo clsico, desde una moderna perspectiva, reserv la nocin de Constitucin al cuerpo normativo escrito que tiene por finalidad garantizar la libertad y los derechos del hombre y del ciudadano.

INTRODUCCINEl Estado posee elementos estos son el elemento humano, es el pueblo que viene a ser el conjunto de individuos o grupo humano sobre el que el Estado va actuar y manifestar su poder de imperio.El territorio es la base geogrfica, donde se asienta el pueblo es la parte geogrfica que este va a ocupar, a la vez el Estado ejercer su soberana en este espacio territorial. Esto va a comprender el suelo, el subsuelo, el espacio areo, mar territorial, zcalo continental.El poder es la fuerza de obligar a otros hacer la voluntad de uno, en este caso el Estado organiza la vida del hombre dentro de la sociedad, a la vez el poder institucionaliza el poder a poder poltico. El titular real del poder es el pueblo, mientras que el abstracto es el Estado en s mismo.El Estado como persona jurdica se presenta como sujeto de derecho pues tienes derechos y deberes, y se sujeta a las normas existenciales, que buscan la realizacin de los valores jurdicos y que el hombre se desarrolle en la sociedad.

ELEMENTOS DEL ESTADO1. EL PUEBLO Socialmente. Concepto de nacin de SMITH:La nacin es el grupo considerable de seres humanos, que posee una integracin vertical de la poblacin en torno a un sistema comn de trabajo, un territorio ms que local con una movilidad horizontal dentro del mismo, pertenencia directa al grupo con iguales derechos de ciudadana, al menos un signo de relativa disimilitud reconocida por el cual sus miembros pueden distinguirse de los de otro grupo semejante y relaciones de alianza, competencia, o conflicto con otros grupos semejantes, as como un elevado nivel de sentimiento de grupo. Las siete caractersticas de la nacin ideal son, pues, el tamao, la integracin econmica, la movilidad territorial, una cultura distintiva, relaciones externas, iguales derechos de pertenencia y lealtad al grupo.

Jurdicamente: es el sujeto titular del poder poltico del Estado, el mbito personal bajo el poder del Estado y su ordenamiento jurdico.

Segn Garca (2010): Esta nocin alude a un conjunto de personas que tienen en comn su vinculacin poltico-jurdica con un cuerpo poltico soberano. Su gnesis hace referencia a un grupo humano coexistente en una determinada zona geogrfica, luego de un proceso de adaptacin y una posterior presencia del fenmeno poltico. (p.76)El pueblo de un Estado puede ser de composicin tnica homognea o heterognea.En el primer caso se acredita sociolgicamente la unicidad tnica. En el segundo caso se acredita sociolgicamente la existencia de una pluralidad de etnias.La pertenencia de un pueblo a un Estado determinado puede ser consecuencia de un hecho casual o fortuito; nacer del propio inters o voluntad del grupo, o incluso emanar de una accin compulsiva Como refiere Alberto Borea Odra (Citado por Garca, 2010 ): El centro del poder poltico puede comprender tanto a las personas que libre y espontneamente deciden vincularse entre s a travs de la organizacin estatal, o puede atarse como consecuencia de una medida de fuerza (es el caso del pueblo kurdo con relacin a Turqua o de los tibetanos en relacin a China). El pueblo se distingue por su carcter uti signoli, es decir, implica la apreciacin de unos individuos vinculados con los otros por teora del estado y derecho constitucional el mero acto de agrupacin polticaEste aparece como el destinatario de las determinaciones emanadas del poder poltico. Es usual que se confundan las nociones de pueblo y poblacin, las mismas que difieren substantivamente. La expresin pueblo denota un concepto eminentemente poltico, donde aparece una relacin jurdico-poltica entre un grupo humano y el Estado; as, se manifiesta en una unidad cuya conducta constituye el orden jurdico estatal. En cambio, la expresin poblacin denota un concepto tnico-demogrfico: designa una agregacin mecnica de personas, carente de significado y consistencia poltica. La nocin de pueblo comprende cuatro condiciones concatenadas: vnculo personal, vnculo principal, vnculo permanente y vnculo de correspondencia social.1.1. El pueblo, la nacin y la patriaPueblo, nacin y patria expresan conceptos distintos y claramente inconfundibles. La expresin pueblo tiene una connotacin poltico-jurdica, en tanto que la expresin nacin tiene, adems de lo anotado, un sustento histrico y social. El pueblo implica una multitud, masa o pluralidad de personas consideradas uti signoli, es decir, se configura por la mera agregacin de unos individuos con otros; en suma, hace referencia a la simple agrupacin de seres humanos dentro de un territorio donde un Estado ejerce poder poltico.La nocin pueblo carece de consideraciones sociolgicas, culturales e histricas; se remonta a la unidad social por imperio de la ley. Por ende, tal integracin es estrictamente normativa. En cambio, cuando hacemos referencia a la nacin aludimos al pueblo unido y adems vinculado, ya sea por factores histricos-culturales heredados de una vasta y larga sucesin de generaciones, o por razones poltico-sociales de forjar un destino comn y mantener de manera libre, consciente y deliberada una continuidad gregaria.Como bien seala Tadeo Gonzles citado por (Garca, 2010): La nacin es una pluralidad o multitud de personas enlazadas por factores que tienen cepa en el tiempo; o por la afinidad de intereses comunes con trascendencia de futuridad (p.79)Es cierto que en el caso del pueblo existe una conciencia ficticia de unidad; empero cuando esa conciencia se eleva por la conviccin espontnea de perennidad, abre camino a la nacin. El pueblo se convierte en nacin cuando la conciencia de pertenencia llega a transformarse de una conexin de voluntades polticas, a una unidad racional y emocionalmente querida, deseada y con vocacin de permanencia y trascendencia.Fernando Silva Santisteban [Antropologa. Lima: Universidad de Lima, 1986] seala que la idea de nacin es ms bien [] el sentimiento del nos, los miembros de una nacin sienten que entre ellos existe un nexo de empata, de comunin afectiva, as como el deseo de compartir una vida comn.Debe recordarse como amarga experiencia de la historia que tras la consagracin de una realidad distinta y superior se cobij el totalitarismo nacionalista conforme al cual, la nacin necesita del Estado para alcanzar su plenitud; observndose a esta como el principio y el fin al que todos los individuos deben someterse. Al respecto Benito Mussolini , lleg a plantear lo siguiente: El Estado es la encarnacin de la nacin. Las instituciones polticas son eficaces en cuanto los valores nacionales encuentran en ellos expresin y proteccin [...] La nacin no es meramente la suma de los individuos vivientes, y menos an el instrumento de los partidos polticos para la obtencin de sus propios fines, sino que es un organismo que comprende las generaciones ante las cuales los individuos son solo elementos transitorios, es la sntesis suprema de todos los valores espirituales y materiales de la razn.Segn Jorge Sarmiento Garca la patria entraa una cierta proyeccin subjetiva de la nacin, siendo una y otra como sugiriera Vsquez de Mella el anverso y reverso de la misma. La patria se traduce en el culto a los mrtires y hroes defensores del suelo, as como en la exaltacin y veneracin cvica de las tradiciones forjadas en la interaccin social; por ende, es representada a travs de smbolos como la bandera, el escudo, la escarapela, el himno y los monumentos. En suma, expresa la condicin de comunin de afectos de los miembros de una nacin que se reconoce y valora a s misma con afecto, amor y ardor cvico.

1.2. El pueblo y el principio de libre determinacinAl trmino de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) la nacionalidad se convirti en una poderosa idea fuerza en el mbito poltico europeo; mxime cuando se consum la unificacin de Italia y Alemania. En ese contexto, el Presidente norteamericano Woodrow Wilson formul el concepto de autodeterminacin que en la praxis concretaba la vigencia del principio de las nacionalidades. Al momento de discutirse la redaccin de la Carta de las Naciones Unidas (San Francisco, 1945), los Estados Unidos y la Unin Sovitica plantearon postulados comunes contra las prcticas colonialistas an existentes; en cambio Inglaterra, Francia, Blgica y los Pases Bajos formularon la defensa de dicha situacin. En ese contexto, la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) promovi una solucin transaccional que consisti en que los territorios coloniales de los pases vencedores en la Segunda Guerra Mundial denominados no autnomos, continuaran regidas por sus respectivas metrpolis, en virtud de ttulos jurdicos preexistentes derivados del Derecho Internacional Pblico.En cambio los territorios sometidos a la potestad de la propia Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) denominados como de administracin fiduciaria en virtud de haber sido retirados del dominio de los pases perdedores de la Segunda Guerra Mundial o haber sido puestos voluntariamente bajo dicha condicin por sus anteriores Estados-Administracin, quedaran sujetos a los acuerdos internacionales. Es dable consignar que en el artculo 1.2. de la Carta de las Naciones Unidas se establece como propsito de dicho ente el fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y al de libre determinacin de los pueblos [...]. Posteriormente el 14 de diciembre de 1960, la Asamblea General de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU) adopt por ochenta y nueve votos a favor, ninguno en contra y nueve abstenciones la Declaracin de la Independencia a los Pases y a los Pueblos Coloniales. La doctrina ha denominado dicho instrumento como La Carta Magna de la Descolonizacin. Al respecto, el referido texto expone lo siguiente: - La sujecin de los pueblos a una subyugacin, dominacin y explotacin extranjera, constituye una afrenta a los derechos humanos fundamentales y compromete la causa internacional de la paz. - Los pueblos tienen el derecho a la libre determinacin; por ende, pueden en ejercicio de su albedro determinar su condicin pol- tica y promover su desarrollo. - La adopcin de medidas inmediatas para trasladar el poder de decisin a los pueblos adscritos a territorios bajo administracin fiduciaria o bajo coloniaje. Posteriormente el 24 de octubre de 1970, la propia ONU aprobar la Declaracin de los Principios de Derecho Internacional referente a las Relaciones de Amistad y Cooperacin entre los Estados. En dicho documento el principio de libre determinacin de los pueblos ser objeto de un mayor y preciso desarrollo conceptual

1.3. La nacionalidadLa nacionalidad es el vnculo jurdico entre una persona y un Estado, segn se establece en la legislacin del Estado, y comprende derechos polticos, econmicos, sociales y de otra ndole, as como las responsabilidades del Estado y del individuo.El trmino Nacionalidad, podemos utilizarlo en un sentido sociolgico y en un sentido jurdico En el primer de los casos cabe hablar de una Nacionalidad de hecho, y en el segundo De un Derecho. La nacionalidad de hecho se fundamenta en el concepto de Nacin; es decir, que se asienta en la existencia de un grupo humano con pasado histrico que lo une y con deseo de vivir junto, el porvenir y caracterizado objetivamente por la identidad racial, de lengua y de religin. En suma: por ser un grupo racialmente homogneo que participa de la misma cultura.Segn Garca (2010), La nacionalidad se manifiesta de doble manera: Es social porque representa un nexo con los usos y costumbres de una nacin determinada.

Es jurdico-poltica porque crea derechos y obligaciones entre las personas, amn de manifestar implcitamente un sometimiento al poder poltico establecido en el respectivo Estado. (p.84)Pareja (1981), seala que: Los nacionales son los individuos que conforman el Estado, identificndose por ello con una colectividad determinada, por lo que se distinguen al mismo tiempo de los extranjeros. Debe dejarse constancia de que el nacional debe lealtad al Estado; a cambio de ello tiene el derecho de ser protegido por la organizacin poltica.1.3.1. Los modos de adquisicin de la nacionalidadEn lo que se refiere a los tipos o modos de adquirir la nacionalidad, la doctrina reconoce como tales al originario y al derivado. Al respecto, veamos lo siguiente:a) Modo originario Segn la Constitucin Poltica del Per y la ley de Nacionalidad, se puede adquirir la nacionalidad peruana:a) Las personas nacidas fuera del territorio peruano, que residan por lo menos 5 aos en el pas, que sean mayores de edad y manifiesten su voluntad de adquirir la nacionalidad. b) Los extranjeros unidos en matrimonio con un ciudadano peruano, residente en el pas por lo menos 2 aos, que exprese su voluntad de adquirir la nacionalidad. sta no se pierde con la muerte del otro cnyuge. c) Las personas de padres peruanos nacidos en territorio extranjero que manifiesten su deseo de adquirir la nacionalidad. Dicha adquisicin se sustenta en el nacimiento de una persona. Este modo admite tres posturas jurdicas: el sistema de ius sanguini, el sistema de ius soli y el sistema dual. El sistema de ius sanguini Este sistema radica en la aplicacin del derecho de sangre, que consiste en otorgar al infante la nacionalidad que tienen los padres en el momento que se produce su nacimiento (sistema auspiciado con el auge de la Roma antigua). La filiacin determina la vinculacin con un Estado. En este caso es irrelevante, para los efectos y adquisicin de la nacionalidad, el lugar donde se produjo el nacimiento. Este sistema es el de mayor antigedad y es un rezago del derecho personalista de los romanos. Es aplicado preferentemente por los estados de Europa y Asia, inspirados en el propsito de conservar el vnculo con aquella parte de su poblacin que reside en el extranjero. El sistema de ius soliRadica en la aplicacin del denominado derecho a la tierra, haciendo abstraccin de la filiacin (sistema auspiciado con el auge del feudalismo). Consiste en el otorgamiento de la nacionalidad del Estado en cuyo territorio se produjo el nacimiento. En este caso resulta irrelevante, para la adquisicin de la nacionalidad, la que tengan los padres en el momento en que se produjo el nacimiento. El sistema dual Radica en la aplicacin simultnea y paralela de los anteriores sistemas dentro de un mismo Estado; empero dicha aplicacin sucede en casos especficamente establecidos y diferenciados. Este es el sistema que se aplica en nuestro pasb) El modo derivado Dicha adquisicin se sustenta en hechos o circunstancias posteriores al nacimiento de una persona. Este modo admite dos posturas: la adquisicin de la nacionalidad con expresin de voluntad y la adquisicin de la nacionalidad sin expresin de voluntad. La adquisicin de la nacionalidad con expresin de voluntadEn esta modalidad se produce la manifestacin de voluntad de una persona de adquirir una nueva nacionalidad. Es el caso de la naturalizacin. Esta requiere tambin la emisin de un acto estatal de avenencia a admitir a un extranjero como nacional. Esta modalidad plantea un concurso de voluntades: as, debe existir la voluntad de un residente extranjero de convertirse en nacional de otro Estado, y la concesin graciosa de dicho cuerpo poltico de acceder a la peticin. Esta adquisicin de la nacionalidad puede efectuarse por opcin o por adopcin. La adquisicin con expresin de voluntad implica el acceso a la nacionalidad en razn de haberse acreditado la radicacin en el territorio de un Estado, con nimo de permanencia fsica y realizacin personal dentro de l. Su gestacin se inicia con una manifestacin de voluntad por parte de la persona interesada, y se consuma por una expresa decisin estatal de admitirla en su seno. En este caso no existe per se un derecho a alcanzar necesaria e irremisiblemente la nacionalidad por opcin o adopcin (naturalizacin), ya que el Estado tiene reservada la prerrogativa de admitir o desestimar la solicitud del peticionante, aun cuando se encuentre reglado el proceso de naturalizacin. El cuerpo poltico emite un acto de libre arbitrio y por eso su determinacin de desestimacin no requiere ser motivada, como tampoco puede discutirse por la va judicial. Usualmente la naturalizacin no lleva necesariamente a equiparar la situacin jurdico-poltica del naturalizado con la del nacional de origen: es el caso del Estado peruano, en donde existe reserva en favor del ltimo para acceder a los ms importantes cargos pblicos (Presidente de la Repblica, congresistas, ministros, etc.). La excepcin a esta regla puede encontrarse en los Estados Unidos, en donde un alemn de origen, Henry Kissinger, se convirti en uno de los ms respetados secretarios de Estado del siglo XX La adquisicin de la nacionalidad sin expresin de voluntadEn esta modalidad una persona adquiere una nueva nacionalidad sin haberse producido ni manifestado exprofesamente una voluntad en ese especfico sentido: la nueva nacionalidad la adquiere sin haber existido preexistencia de voluntad de desearla. Dicha nacionalidad surge como simple consecuencia de la realizacin de un acto diferente, que no tiene ninguna relacin directa con la nacionalidad como status jurdico (tal el caso del acto jurdico del matrimonio).

1.4. El problema de la doble nacionalidadLanacionalidad mltipleociudadana mltiplees elestatusjurdico que disfrutan ciertos individuos, al ser reconocidos como ciudadanos simultneamente por variosestados.Ladoble ciudadanaes la condicin de ser ciudadano de dos naciones; tambin es llamadadoble nacionalidad, siendo este estatus ms comn que el de nacionalidad mltiple. Elderecho internacionalno prohbe a ninguna persona tener doble o mltiple ciudadana.La ciudadana mltiple puede ser adquirida mediante el uso diferente entre dos o ms naciones de sus leyes. Algunos pases otorgan la ciudadana automticamente al nacer cuando uno de los padres es un connacional (ius sanguinis) o cuando la persona nace en territorio nacional (ius soli). Tambin es dada a las personas que se casan con alguno de sus coterrneos. Adems, la ciudadana de un pas se puede adquirir a travs de lanaturalizacin.Algunos pases ven la ciudadana mltiple como indeseable, por lo cual toman medidas legales para prevenirla, consistentes, sobre todo, en la prdida automtica de una nacionalidad cuando se adquiere otra voluntariamente. Esto ocurre en pases comoAzerbaiyn,JapnoSingapur.Existe tambin el castigo o penas criminales para quienes ejercen doble nacionalidad, como es el caso deArabia Saudita, donde una persona que posea doble nacionalidad puede ser encarcelada si se le encuentran dospasaportes. Por el contrario, otros pases permiten a sus ciudadanos tener las nacionalidades que posean. De todos modos, puesto que cada pas puede decidir quines son sus ciudadanos y quines no basndose en sus propias leyes, sin contemplar las leyes de otros pases, es posible para una persona el ser considerado ciudadano de ms de un pas, incluso cuando algunos o todos los pases prohban la mltiple o doble nacionalidad.Muchos pases, aun aquellos que permiten ms de una ciudadana, no reconocen la mltiple o doble ciudadana en sus propias leyes: as pues, algunos ciudadanos son tratados como de una o de otra nacionalidad, y su ciudadana del otro pas es considerada irrelevante. Por ejemplo: las oficinas consulares en el extranjero no pueden tener acceso a sus ciudadanos si estos poseen la nacionalidad de ese pas, como ocurre enIrn,Mxico, muchospases rabesy los pases de la antiguaURSS.Algunos pases pueden proveer acceso, como cortesa, pero no aceptan obligacin alguna para hacerlo, bajo sus propios acuerdos internacionales. El derecho de estos pases para actuar de esta manera est protegido bajo la Regla maestra de nacionalidad, la cual se refiere a pases que reconocen mltiples ciudadanas y que, en casos especficos, la prohben ante la falta de algunos estatutos (dejando a un lado las dificultades de hacer cumplir estos derechos escritos).Cabanellas de Torres (1979) seala: que el concepto de la doble nacionalidad hace referencia a aquella posesin por parte de una persona de derechos polticos y civiles de dos estados. Sin embargo, estas facultades no pueden ser ejercidas simultneamente dentro del territorio de un mismo Estado.La doble nacionalidad puede presentarse desde dos perspectivas: la situacin concordada y la situacin no concordada. Al respecto, veamos lo siguientea) La situacin concordadaLa doble nacionalidad es el producto de la situacin en que dos legislaciones estatales coordinadas entre s, consideran simultneamente a una persona con derecho a la doble nacionalidad. b) La situacin no concordadaLa doble nacionalidad es el producto de la situacin en que dos legislaciones estatales sin coordinacin alguna entre s, consideran simultneamente a una misma persona como nacional.Tula Snchez Domnguez plantea siete situaciones concretas en que se produce la doble nacionalidad, a saber: Cuando como consecuencia de la suscripcin de un tratado internacional se considera a una persona como nacional de dos estados. Es lo que se hizo en el caso del tratado suscrito entre el Per y Espaa en 1959 (situacin concordada). Cuando un Estado establece la doble nacionalidad en su legislacin interna. Empero la aplicacin efectiva del derecho a la doble nacionalidad queda supeditada a la posterior existencia del principio de reciprocidad entre los estados involucrados (situacin concordada). Dicha decisin estatal se fundamenta bsicamente en razones de ndole poltica y en una identificacin social, cultural e histrica entre las organizaciones polticas. Al respecto debe recordarse lo previsto en el artculo 92 de la Constitucin de 1979 con relacin al caso de los latinoamericanos domiciliados en el Per. Cuando una persona que posee una nacionalidad determinada adquiere involuntariamente una segunda nacionalidad (situacin no concordada). As, sin que esta hubiese renunciado o perdido su nacionalidad de origen, por el mero hecho de efectuar un acto jurdico que nada tiene que ver con un proceso de naturalizacin, se genera la adquisicin de una segunda nacionalidad. El ejemplo ms claro es el del extranjero que contrae matrimonio con una persona natural de un Estado que no es el suyo. En esta hiptesis el referido acto jurdico debe realizarse en el territorio del Estado que otorga la segunda nacionalidad, as como que se registre e inscriba conforme a las exigencias establecidas por la legislacin interna de este. Cuando la legislacin interna de un Estado otorga su nacionalidad a los hijos de nacionales ius sanguini que nacen en territorio extranjero (situacin no concordada). En este caso la doble nacionalidad puede ser imperativa y automtica cuando no se requiere de expresin de voluntad, u opcional cuando se requiere que la persona cumpla determinados trmites previstos. En esta hiptesis el sujeto tiene la nacionalidad del pas en cuyo territorio ha nacido (ius soli), pero simultneamente adquiere o puede adquirir la nacionalidad de sus padres (ius sanguini). Como puede verse, no se produce de modo alguno ningn tipo de renuncia. Cuando un Estado a travs de su legislacin interna fija los requisitos que debe cumplir una persona para obtener la naturalizacin, sin exigirle la renuncia previa a su nacionalidad de origen (situacin no concordada). En esta hiptesis no existe acuerdo entre los estados involucrados para la dispensa de dicha renuncia. En puridad, el fundamento de esta postura jurdica radica en la identificacin poltica, histrica y cultural de la persona con el Estado que toma dicha postura. Cuando un Estado no reconoce efecto legal alguno de la renuncia a la nacionalidad presentada por un nacional para optar por otra. En esta hiptesis la persona obtiene una nueva nacionalidad y solo suspende la de origen (situacin no concordada). Al respecto, son citables los casos de Alemania y Uruguay. Cuando un Estado declara como nacionales a personas extranjeras, en virtud de los servicios prestados en su favor por ellas (situacin no concordada). Este fue el caso previsto en el artculo 11 de la Constitucin peruana de 1826, que otorg su nacionalidad a los libertadores de la Repblica. Tambin fue el caso previsto en el artculo 6 de la Constitucin de 1839, que sealaba similar derecho a los extranjeros admitidos al servicio de la Repblica (milicia, burocracia, etc.).En suma, las personas que gozan de esta prerrogativa ejercitan los derechos y obligaciones de la nacionalidad del pas en donde domicilian y en relacin a un tercer pas, solo pueden ejercer alternativamente una de ellas.

1.5. La prdida y la renuncia de la nacionalidadLa nacionalidad peruana no se pierde, excepto por la renuncia expresa ante las autoridades peruanas. En ese caso se debe devolver el Documento de Identidad (DNI), y presentar el pasaporte as como la Libreta Militar (si el interesado la tiene) para la debida anulacin de dichos documentos.

1.6. La recuperacin de la nacionalidadLos peruanos por nacimiento que han renunciado expresamente a la nacionalidad peruana, tienen el derecho de recuperarla, con estos requisitos:a) Establecer su domicilio en el territorio de la Repblica, por lo menos un ao ininterrumpido.b) Declarar expresamente su voluntad de recuperar la nacionalidad peruana.c) Ejercer regularmente profesin, arte, oficio o actividad empresarial; o acreditar la prxima realizacin de estas actividades.d) Tener buena conducta y solvencia moral.

1.7. La relacin entre nacionalidad y ciudadanaComo refiere Pareja (1981): La nacionalidad es el gnero y la ciudadana la especie. La primera de las citadas es una categora jurdica que contiene, entre otras, la nocin de la segunda. En tal sentido, la nacionalidad es un requisito indispensable para el ejercicio de la ciudadana.La ciudadana es un derecho derivado de la nacionalidad; se trata, en esencia, de una consecuencia de ser nacional. Empero al ser condicionada por el Estado, plantea doctrinariamente la existencia de las cuatro reglas siguientes:a) La persona tiene derecho a una nacionalidad. b) El nacional, en caso de cumplir con todas las exigencias que se- ala la legislacin de su Estado, puede convertirse en ciudadano.c) La persona que pierde la condicin de nacional, ipso facto deja de ser ciudadano.d) La persona que es suspendida en su condicin de ciudadano, no necesariamente sufre similar consecuencia en su condicin de nacionalEn consecuencia todo ciudadano es siempre un nacional, pero no todo nacional es siempre ciudadano.Carlos Snchez Viamonte citado por (Garca, 2010) seala que el ciudadano es el individuo, miembro del cuerpo social, que interviene en la formacin del gobierno, que participa en la sancin de la Constitucin y de las leyes por medio de sus representantes amn de estar facultado para controlar el desempeo de sus funciones pblicas y que asume una parte de la responsabilidad que le incumbe al pueblo como titular de la soberana

1.8. El caso de los extranjerosDenomnese como tales a aquellos que no tienen la calidad de nacionales de un Estado.En relacin al cuerpo poltico, estos estn sujetos a su discrecionalidad para ser admitidos dentro de su territorio ya sea como residentes o transentes.Ahora bien, cualquiera sea la condicin de su admisin, estos se encuentran protegidos por las convenciones internacionales en lo relativo al ejercicio de los derechos humanos.Adase a ello que existen estados que facultan a los extranjeros residentes a participar en la vida pblica, a travs del derecho de sufragio. En nuestro caso, el artculo 31 de la Constitucin y la Ley N 26864 establece que pueden elegir y ser elegidos en cargos edilicios.

2. EL PODER POLTICOPinto (1991) seala que: el poder es un proceso social, un hecho objetivo de la convivencia de los hombres, un fenmeno especifico de la sociedad.El poder es una fuerza social destinada a imponer comportamientos humanos en la direccin que fija quien la ejerce. Se trata de una accin vigorosa que expresa una cualidad dominante de la voluntad personal o de la de un conjunto de hombres.Entre las distintas configuraciones del poder destaca ntidamente la que fluye del Estado. El poder estatal o poder poltico se diferencia del que proviene de las asociaciones, sociedades, comits, etc., existentes en su interior, en razn de lo siguiente:a)El poder estatal o poltico surge como respuesta a la necesidad de unificar, ordenar y dirigir la accin de todos los miembros de la colectividad estatal, en aras de alcanzar fines de utilidad general o comn.b)El poder estatal o poltico est dotado de una categora que es irresistible para el resto de los poderes existentes en su interior: posee el monopolio de la coaccin fsica juridizada o legitima.Por otro lado, el poder estatal es simultneamente personal y territorial, pues alcanza a todos los habitantes del Estado sin distincin alguna y se extiende a lo largo y ancho de toda el rea geogrfica en donde este ejerce soberana.El poder estatal presenta tres caractersticas:a)La omniinclusividad, porque abarca y alcanza a todos los grupos sociales asentados dentro de su territorio.b)La coercitividad, porque las ordenes que dicta son exigibles por la fuerza.c)La soberana, porque su voluntad es suprema, exclusiva, irresistible y esencial en relacin con los dems entes instalados al interior de su territorio.A su vez al ser soberano agrega a su potestad d mando, las siguientes connotaciones:a)La incontrastabilidad, los mandatos del poder estatal no pueden ser contrastados.b)La incondicionalidad, el contenido de las decisiones del poder estatal no puede serle predeterminado o previamente impuesto por terceros.c)La juridicidad, los mandatos del poder estatal no representan simples actos de compulsin material, sino que son consecuencia de una decisin coherente y coordinada con una idea de derecho.d)La irrenunciabilidad, la potestad del mando del poder estatal no se puede trasferir o enajenar hacia terceros.e)La supremaca, el poder estatal se encuentra por encima del resto de los poderes existentes en el Estado.

2.1. Los componentes del poderEl poder contiene dos elementos: la energa y la competencia. Al respecto, veamos lo siguiente: 1. La energa:

Expresa el vigor o la fuerza que posee un ente por razn de su propia naturaleza. El poder es la potestad de mando en el que subyace el fenmeno sociolgico de la dominacin; en cuanto tal, representa la capacidad efectiva de hacerse obedecer. Ello implica la posibilidad o capacidad de ejercer algn grado de coaccin material para alcanzar acatamiento.

El poder supone la disposicin psicolgica y material de vencer la resistencia de los no obedientes al mandato del jefe, lder o gua. Alude a una inclinacin de mando amparada en la amenaza o uso de la compulsin, a efectos de asegurar socialmente la obediencia.

1. La competencia:

Expresa los fundamentos tico-polticos y las cualidades, conocimientos, virtudes y atributos necesarios para alcanzar los efectos y consecuencias previamente determinadas. Es la suma de razones, facultades personales, experiencia y conocimientos manifestados en torno a la relacin coexistencial de mando-obediencia.

La competencia equivale alegricamente a la fuerza o energa en el orden moral e intelectual. Por tal, genera una suerte de sujecin espiritual de la verdad sobre el error, del conocimiento sobre la ignorancia, del talento sobre la mediocridad, de la virtud sobre el vicio, de la destreza sobre la impericia, etc.

Ahora bien, en el ejercicio del poder, es importantsimo que se genere el convencimiento del acatamiento espontneo. Es decir, que se le preste respetuosa observancia de sus disposiciones.

En la praxis, en el poder se integran incuestionablemente y de manera armoniosa el seoro o imperio, con la justificacin ticopoltica y la aptitud o capacidad para dar rdenes apropiadas a problemas que se plantean en la conduccin de un grupo social. As, la voluntad de mando, la razonabilidad y la idoneidad en el ejercicio de este se conjugan plenamente.

Existe, pues, una unin entre la voluntad que se hace obedecer por la disposicin y el empleo de una fuerza de coaccin material, con la cualidad esencial de la atribucin, capacidad, conocimiento y experiencia prctica que permiten, al que dispone u ordena, abarcar todos los elementos del problema del gobierno de los hombres, ubicando a cada uno de ellos en su lugar y dndoles la importancia que se merecen.

El contenido de la justificacin de la relacin mando-obediencia es cambiante; vara segn los criterios de espacio-tiempo histrico. As, Maurice Duverger declara que: cada sociedad se forma ideas particulares sobre la naturaleza y las modalidades del poder y la obediencia.

El poder es ejercido dentro de los cnones de la legalidad y de la legitimidad para mandar, cuando se verifica dentro de los parmetros del derecho que se considera vlido en una sociedad especfica y concreta. Se entiende que el derecho recoge el cmulo de creencias, convicciones y sentimientos compartidos que justifican la relacin mando-obediencia. En ese contexto, el marco normativo implica el mnimo de consenso existente en relacin con los valores bsicos de una determinada sociedad poltica.

Como afirmara Santo Toms de Aquino en su obra El Rgimen del prncipe no existe sociedad sin normas, ni normas sin poder.

Ahora bien, cuando existe un divorcio entre el ejercicio del poder y el derecho que justifica su ejercicio, o cuando se produce una disociacin entre el orden jurdico justificador del ejercicio del poder y las creencias y convicciones colectivas de quienes obedecen, se produce entonces una crisis de legitimidad. Dicha situacin es obra de la conducta negativa del que manda o del desfase histrico del derecho justificador del mando. Su resultado es el despojo del poder, lo cual obliga a poner en accin al poder poltico en potencia.

En la hiptesis extrema de que no apareciera el poder que reemplace al poder decrpito, nos encontraramos ante la extincin del Estado, debido a la falta de energa y competencia para cumplir sus fines. La sociedad se mantiene normativamente ordenada por la coaccin y el consenso. En determinadas circunstancias esta relacin puede variar en grado; sin embargo, ser imprescindible un equilibrio mnimo entre el temor de ser castigado y el reconocimiento de que es preciso obedecer, ya que el mandante debe encontrarse siempre justificado para hacerlo.

Todo ejercicio del poder tiene una legitimidad subyacente; como bien afirma Luis Snchez Agesta: No manda quien quiere, sino quien puede; quien encuentra obediencia. Tal ejercicio presupone propsitos y objetivos comunes de los que son partcipes quienes son objeto de alguna accin de mando. Estas tendencias necesitan, para desarrollarse, de un orden que les fije lmites ticos y que permita la mutua y justa realizacin entre los miembros adscritos a una sociedad determinada.

En suma, el ejerciente del poder ser obedecido sin la necesidad de la actuacin fsica de aquellos agentes que tienen la tarea de imponer el orden bajo compulsin, cuando se halle vinculado ntimamente a las ideas, creencias y representaciones colectivas que derivan en una nocin consensuada de derecho.

Desde una perspectiva sociolgica, es notorio que el poder se integra con una disponibilidad de vigor, posibilidad y eficacia, que tiene una medida o cantidad de energa. En el caso de las organizaciones poltico-gubernamentales, esa medida o cantidad se actualiza a travs de los rganos estatales, lo que significa que aumenta, decrece o desaparece en cuanto acto, segn sea el tipo de Estado que lo encarne, detente o ejerza.

En consecuencia, la voluntad del cuerpo poltico tomada en conjunto es permanentemente activa: el Estado existe en cuanto acta; teora del estado y derecho constitucional 99 en el momento en que deja de hacerlo se paraliza, extingue o fenece.

Es evidente que cuando quien ejerce el poder carece de legalidad o legitimidad para sostenerse en el mando, tendr inevitablemente que engendrar miedo y temor entre los ciudadanos. Evitar esto exige que se tengan en cuenta los tres aspectos siguientes: a) Quien manda lo hace con la pretensin de alcanzar obediencia. b) Cuando la pretensin de mando se funda nica y exclusivamente en la posibilidad de aplicar una sancin, el poder deviene en inestable; es mera coaccin pura. c) Se requiere de la creencia y de la necesidad de justificar la obediencia del ciudadano, sbdito o siervo, por la existencia de valores sociales, fines institucionales, etc.

Entre las distintas configuraciones del poder destaca ntidamente la que fluye del Estado. El poder estatal o poder poltico se diferencia del que proviene de las asociaciones, sociedades, comits, etc., existentes en su interior, en razn de lo siguiente:

a) El poder estatal o poltico surge como respuesta a la necesidad de unificar, ordenar y dirigir la accin de todos los miembros de la colectividad estatal, en aras de alcanzar fines de utilidad general o comn. b) El poder estatal o poltico est dotado de una energa que es irresistible para el resto de los poderes existentes en su interior: posee el monopolio de la coaccin fsica juridizada o legtima. En ese sentido, Georg Jellinek seala que el poder estatal es dominante, en tanto que el de las asociaciones, sociedades, comits, etc., es meramente disciplinario. Este ltimo es restringido y derivado: lo primero, porque solo opera sobre sus afiliados (socios, asociados, etc.); lo segundo, porque proviene y acta conforme a una autorizacin emanada de la ley dictada por el Estado.

Por otro lado, el poder estatal es simultneamente personal y territorial, pues alcanza a todos los habitantes del Estado sin distincin alguna y se extiende a lo largo y ancho de toda el rea geogrfica en donde este ejerce soberana.

2.2. El poder, los gobernantes y el derechoLos gobernantes devienen en aquella parte poco numerosa de la sociedad poltica, que conduce a esta, a la consecucin de sus fines existenciales.

Pedro Flores Polo define la autoridad como la facultad de conducir y hacerse obedecer dentro de ciertos lmites preestablecidos. As pues, el poder deviene en el recurso de que se dispone para hacer respetar esa facultad y salvaguardar la conduccin y la obediencia social.

La autoridad subraya un ttulo o condicin amparada por el derecho; es decir, expresa el fundamento jurdico o legal para hacerse obedecer, y apunta al ejercicio legal del poder. Se manifiesta como un status cristalizado en normas escritas o consuetudinarias.

La autoridad acta coactivamente en la medida en que el incumplimiento de lo dispuesto por ella le concede la atribucin de aplicar sanciones. Se hace viable a travs de normas jurdicas; por tanto, no recibe obediencia por s misma, sino por la existencia de una nocin jurdica que la sustenta.

La autoridad manda en nombre de un atributo de juridicidad y se apoya en esta. Es indiscutible que la conquista ms lograda del siglo XVIII es aquella en que solo se puede mandar o prohibir en virtud de la ley.

No obstante, no se puede aceptar una separacin tajante entre la autoridad y el poder. As, cuando la primera carece de poder resulta ineficaz; en tanto que un poder sin autoridad se convierte en tirana. Un ejemplo claro es el de un presidente constitucional en el exilio. Sin embargo, existen casos atpicos como el sealado por Ral Ferrero Rebagliati, donde la Iglesia Catlica, careciendo de medios de compulsin material, no obstante goza de una autoridad eficaz y eficiente.

Es evidente que el hombre tiene la necesidad espiritual y racional de sustentar su deber de obediencia ante aquel que ejerce la condicin de gobernante, del mismo modo que este ltimo tiene la responsabilidad de sustentar sus atributos de mando. Ambas justificaciones deben ser buscadas en el campo de la tica social.

Al respecto, Julio Tobar Donoso seala que no sera necesario el ejercicio del poder en el caso de que el bien comn pudiera conseguirse por los esfuerzos directos de los individuos; mas tal consecuencia es moralmente imposible. Aun si todos los ciudadanos estuviesen resueltos a procurar el bien comn y no le antepusiesen su propio inters, siempre quedara la posibilidad de errores y divergencias en la aplicacin de lo que constituye el bien comn [...]. Por ende, es indispensable la intervencin de la autoridad para sealar decisoriamente a los ciudadanos el bien al cual deben tender mediante accin comn proporcional a sus facultades y medios.

Asimismo, Georg Jellinek [ob. cit.] establece que toda unidad de fines en los hombres necesita la direccin de una voluntad. Esta voluntad, que ha de cuidar los fines de la asociacin, que ha de ordenar y dirigir la ejecucin de sus ordenaciones, es precisamente el poder de la asociacin.

Resulta obvio que el ejercicio del poder por parte del gobernante debe encontrarse juridizado. En ese aspecto, el historiador y poltico francs FrancoisGuizot [Citado por Jacques Pirenne. Historia universal. Barcelona: Ocano, 1987] seal con acierto: Concebid no digo un pueblo sino la reunin ms pequea de hombres; concebidla sometida [...] a una fuerza que no tenga ningn valimiento jurdico, sino el de la fuerza misma; que no gobierne absolutamente por ningn ttulo de razn, de justicia, o de verdad; pues al instante, la naturaleza humana se rebelar contra esta hiptesis, ya que es menester que ella crea en el derecho. Es el gobierno de derecho lo que busca; y es el nico al cual consiente en obedecer.

El poder en las manos de un gobernante no es una energa exenta de justificacin y control; ms bien, como sealara el Papa Juan XXIII, consiste en la facultad de mandar segn la razn. En ese sentido, el derecho como representacin de un orden, y el poder como ejecutor de su efectividad, integran un ciclo que expresa y resume los cambios y transformaciones que se producen en la realidad social y poltica.

Como ha expresado Georges Burdeau, alrededor del poder se reconcilian dos elementos de la realidad social que a menudo se pretenden contraponer: la fuerza y el derecho. Esto es evidente, pues el poder es una prolongacin natural de una idea de derecho, de la que procede y a la que adems justifica, y, por otro lado, en el aspecto fctico este dispone de prerrogativas de potencia material que aseguran en l un reencuentro de la idea de derecho con la fuerza.

Por otra parte, es sabido que los fundamentos del derecho se encuentran en la propia naturaleza humana, en razn a que se encuentra plenamente acreditado lo siguiente: - Los hombres se relacionan entre s conforme a tendencias naturales.- Las tendencias naturales de relacin necesitan para desarrollarse, de un orden que les fije lmites ticos y que permita dicha realizacin de manera justa. - Los hombres conocen naturalmente por la razn, los primeros principios que ordenan la convivencia y el bien comn. - Los principios que ordenan dicha convivencia finalista necesitan de su aplicacin sujeta a compulsin, en caso de renuencia, para conseguir plena eficacia.

2.3. El origen del poderEn la teora constitucional, este origen se explica desde dos grandes posiciones: la doctrina teocrtica y la doctrina de la voluntad social.

Al respecto, veamos lo siguiente:

1. La doctrina teocrtica:

Para esta doctrina la fuente del poder se encuentra en Dios; idea que se funda en lo establecido en el Antiguo y el Nuevo Testamento. El Papa Len XIII (conductor de la Iglesia entre 1878 y 1903), en su encclica El origen del poder, hace un resumen de un conjunto de citas bblicas que justificaran esta fundamentacin:

- Proverbios VIII, 15,16 Por m reinan los reyes [...] por m los prncipes mandan y los jueces administran la justicia.

- Libro de la Sabidura 6,3 Escuchen, pues, reyes y comprendan [...]. Porque el Seor es el que les dio el poder y la realeza se las dio el Altsimo.

- Juan XIX, 11A Pilatos que se arrogaba con ostentacin el poder de absolver y de condenar, contest Nuestro Seor Jesucristo: No tendras poder alguno sobre m si no te fuera dado de lo alto.

Esta doctrina cobra auge a travs del Apstol de los Gentiles, San Pablo, y tambin a travs de los Padres de la Iglesia.

As, San Pablo en su Epstola a los Romanos XIII, 1-5 seal: Toda persona est sujeta a las potestades superiores, porque no hay potestad que no provenga de Dios; y Dios es el que ha establecido las que hay pues en el mundo [...] por lo cual, quienes desobedecen a las potestades, a la ordenacin o voluntad de Dios desobedecen [...]. El prncipe es un ministro de Dios puesto para tu bien; por tanto, es necesario que le estis sujeto no solo por temor al castigo, sino tambin por obligacin de conciencia.

Por otro lado, San Agustn haba afirmado: As como es el creador de la naturaleza; as es dador y dispensador de todas las potestades.

Y Santo Toms de Aquino] manifest: El Estado, por ser una necesidad natural, es al mismo tiempo querido por Dios, y la obediencia a sus mandatos constituye un deber, admitindose que el fin del Estado es la adecuacin del hombre para su vida virtuosa; y en ltimo trmino una preparacin para unirse a Dios. La doctrina teocrtica se expresa de dos formas, a saber: - Doctrina del derecho divino sobrenatural. - Doctrina del derecho divino providencial. La esencia de la doctrina teocrtica se inspira polticamente en las ya citadas palabras de San Pablo: Non estpotestasnisi a Deo (No hay potestad que no provenga de Dios). Los aportes de esta doctrina sealan que no cabe interpretacin sobre el fundamento del poder expuesto en las expresiones de San Pablo, salvo en la manera como se manifiesta o plasma la delegacin de mandar o conducir a las sociedades polticas.

La doctrina del derecho divino sobrenatural es anterior histricamente a la doctrina del derecho divino providencial, que surge cuando el padre de la Iglesia de Oriente, San Juan Crisstomo, aclara el enunciado de San Pablo en el sentido de que este no se haba referido a que todo prncipe viene de Dios, sino a que toda potestad viene de Dios.

Expliquemos brevemente cada una de las formas anteriormente citadas.

a.1) La doctrina del derecho divino sobrenatural

Defendida por el obispo, escritor y orador sacro francs Jacques BenigneBossuet en el libro La poltica. Esta se afirma en la idea de que Dios elige por s mismo a los gobernantes y los inviste de los poderes necesarios para asegurar la coexistencia social. Establece que la divinidad deposita el poder o facultad de mando directamente en determinadas personas, quienes por este hecho se constituyen en representantes de Dios en la tierra.

Con ello, Jacques BenigneBossuet adherente de la poltica religiosa de Luis XIV proclama el carcter sagrado y absoluto del poder monrquico. As, atentar contra la majestad terrena de los reyes deviene en un sacrilegio, hasta el extremo de que ni la impiedad declarada ni la persecucin eximiran a los sbditos de este deber de obediencia, so pena de condenacin celestial.

Bossuet afirmaba que los sbditos no deban oponerse a la violencia de los prncipes ms que con exhortaciones respetuosas, sin sedicin ni murmullos y con oraciones para su conversin.

La fuente del poder del que se hallaban investidos los gobernantes era consecuencia de una delegacin suprahumana; solo a Dios deban aquellos dar cuenta de sus actos. Teora.

a.2) La doctrina del derecho divino providencial

Defendida por el escritor y filsofo francs Joseph de Maistre y Berrald (1753-1821) en el libro Estudio sobre la soberana. Esta se afirma en la idea de que en principio el poder forma parte del orden providencial del mundo, pero est puesto a disposicin de los gobernantes por medios humanos.

Esta doctrina sostiene que los gobernantes son designados como consecuencia del entramado de acontecimientos histricos guiados por la voluntad divina; la accin providencial no se manifiesta en forma expresa ni directa, sino mediante un cmulo de acontecimientos histricos que no pueden ser desviados del curso impuesto por Dios.

En suma, los gobernantes son producto de la disposicin visible e irresistible del Supremo Hacedor; la voluntad social de la comunidad en la eleccin de sus autoridades se encuentra encauzada por una volicin divina.

El cuerpo poltico es un medio o instrumento dentro de un contexto histrico prefijado que forja el designio divino de encomendar el gobierno de los hombres a otro hombre. Este ejercicio de poder divino providencial se justifica en la medida en que polticamente el gobernante acate y respete los designios divinos, pero el control de los actos de aquel queda a cargo nica y exclusivamente de Dios, por ser este el fundamento de toda potestad.

La doctrina teocrtica en sus dos expresiones fundamenta la potestad de mando en la gracia divina, sea por medios directos o indirectos, y considera que el Estado es un instrumento para el cumplimiento de los designios del Supremo Hacedor.

A pesar de la obsolescencia poltica de esta doctrina, en el siglo XX ha habido casos de estados adscritos a dichos postulados. Al respecto, Rodrigo cita a guisa de ejemplo los casos de Pakistn, Libia y Espaa, a los que agregamos el caso de Irn. Al respecto, veamos lo siguiente:

1. Doctrina de la voluntad social (contractualismo)

Para esta doctrina la fuente del poder se encuentra en la voluntad razonada de los miembros de la colectividad humana. Se funda en la inicial vocacin renacentista (siglos XV y XVI) de buscar y descubrir en libre examen la naturaleza de las cosas, erigindosele a la razn como el argumento supremo para la bsqueda de la verdad; as se produce la liberacin del fenmeno poltico de los dogmas religiosos.

Para esta doctrina la autoridad emana del convenio o convencin humana, accin contractual que erige un poder poltico sujeto a determinados y especficos lmites y condiciones. La expresin de esta vocacin contractualista de la sociedad permite justificar racionalmente la obediencia al poder poltico.

Esta justificacin se sustenta en el hecho de un poder espontneamente constituido a efectos de promover y garantizar los intereses y fines de la colectividad.

As, es establecido para beneficiar a todos los miembros de la colectividad; por ende, es menester que este decida acerca de la organizacin y funcionamiento.

El acto convencional o contractual de que tratamos no tiene categora jurdica ni es la verificacin prctica de la gnesis histrica del Estado, sino que es un postulado racional y un principio deontolgico.

En efecto, de manera figurada se expone que el ejercicio del poder poltico es producto de una relacin contractual. As, de un Estado de naturaleza en donde no existe sociedad se forja un Estado de comunidad ordenado y regulado por reglas pactadas.

De lo expuesto se colige que dicha doctrina establece un cambio cualitativo del Estado de naturaleza al Estado de comunidad, por la va del pacto social; ello a efectos de crear la ley y asegurar una vida pacfica y ordenada.

La doctrina de la voluntad social hace hincapi en la necesidad de la constitucin del poder poltico a efectos de poder satisfacer el cumplimiento de determinados fines gregarios (seguridad, orden, justicia, bien comn), los cuales no podran alcanzarse sin la existencia de una autoridad encargada de la unidad y direccin social, amn de la necesaria especializacin en el arte-ciencia de orientar y guiar la armnica coexistencia social. As, la motivacin del nacimiento del poder poltico radicara en la obtencin de metas compartidas por el grupo social.

El fundamento del poder se sustenta en un alegrico acto de convencin social, por el cual, a cambio del aseguramiento y obtencin de determinados fines, un reducido grupo de personas ejercen por delegacin la capacidad de ordenacin social. El postulado racional y principio deontolgico del nacimiento del poder poltico por la va contractualista, se apoya en la igualdad metafsica y jurdica de todos los hombres, correspondindole a la sociedad en resguardo de su carcter instrumental para la realizacin humana la seleccin o determinacin de sus gobernantes.

El poder pertenece a la colectividad, mbito en el que encuentra su fundamento. El gobernante lo recibe condicionadamente y por delegacin consensuada.

Ahora bien, el poder poltico tiene la obligacin de la verificacin prctica de los objetivos que legitiman su constitucin, amn de que la voluntad de mando debe desarrollarse con sujecin a la voluntad general contenida en las leyes: en el entendido de que la ley es la expresin de la voluntad general pues es establecida a travs de los representantes de la propia colectividad, el gobernante tiene como valladar de mando el respeto de esa voluntad. Por ello, quien tenga la calidad de gobernante se encuentra obligado a actuar dentro de las limitaciones legales impuestas por la sociedad va la ley, como condicin inexcusable para exigir la obediencia del pueblo.

Con la doctrina de la voluntad social se plasma la idea de un poder poltico limitado por el derecho, una de las grandes conquistas consagradas por las revoluciones liberales del siglo XVIII (Francia, Estados Unidos, Inglaterra).

Entre los principales representantes de esta doctrina destacan Hobbes, Rousseau y Locke. El escritor ingls Thomas Hobbes (1558-1634) en su libro El Leviathan expone lo siguiente:

Una multitud constituye una sola persona cuando est representada por un solo hombre; a condicin de que sea con el consentimiento de cada uno en particular de quienes la componen.

El escritor francs Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) [El contrato social. Mxico: Taurus Ediciones, 1966], en su libro El contrato social, plante lo siguiente:

Ya que por naturaleza nadie tiene autoridad sobre sus semejantes y que la fuerza no produce ningn derecho, solo quedan las convenciones por base de toda autoridad legtima entre los hombres [...] en el animo de defender y proteger con toda la fuerza comn la persona y bienes de cada uno de los asociados, pero de modo que cada uno de estos, unindose a todos, solo obedezca a s mismo y quede tan libre como antes.

El escritor ingls John Locke (1632-1704) [Citado por Walter Theimer. ob. cit.], en su obra Consideraciones sobre el gobierno civil, manifest lo siguiente:

Siendo los hombres naturalmente libres, iguales e independientes, ninguno puede ser sacado de este estado y sometido al poder poltico de otro sin su propio consentimiento, por lo cual puede l convenir juntarse y unirse en sociedad para su conservacin; para su seguridad mutua; para la tranquilidad de su vida; para gozar pacficamente de lo que le pertenece en propiedad y para estar ms al abrigo de los intentos de quienes pretendiesen perjudicarles y hacerles dao.

2.4. Las caractersticas del poderEl poder estatal presenta las tres caractersticas siguientes: la omniinclusividad, la coercitividad y la soberana. Al respecto, veamos lo siguiente: 1. La omniinclusividad

El poder estatal es omniinclusivo en razn a que abarca y alcanza a todos los grupos sociales asentados dentro de su territorio. Ninguna otra organizacin presenta tal capacidad de decisin y mando sobre los comportamientos sociales. 1. La coercitividad

El poder estatal es coercitivo en razn a que las rdenes que dicta son exigibles por la fuerza. En ese sentido el Estado guarda para s el monopolio del uso de la fuerza organizada e institucional, en caso de ocurrir resistencia o desacatamiento.

1. La soberana

El poder estatal es soberano en relacin con los dems entes instalados al interior de su territorio, en razn a que su voluntad es suprema, exclusiva, irresistible y esencial. Como tal, no admite a ninguna otra, ni por encima ni en concurrencia con ella. La potestad de mando del Estado no puede ser contestada ni igualada por ningn otro poder al interior de la comunidad poltica.

Ello expresa una capacidad privativa de tomar decisiones que tienen como destinatarios las personas y entes que actan en el mbito de su territorio; as como enfatiza el atributo formal de su independencia e igualdad jurdica ante sus homlogos.

Como bien afirma Frederic Hinsley], la idea de soberana supone la existencia de una autoridad poltica fiel y absoluta dentro del Estado.

2.4.1. Los alcances de la soberana

Dicha nocin alude a una cualidad o propiedad central del poder estatal que lo convierte en titular de las funciones legislativas, ejecutivas, judiciales y de control.

Ahora bien, para hacer referencia de la soberana es menester que exista un poder poltico, pero para que este realmente exista se requiere de la presencia del Estado.

Es por eso que carece de sentido hablar de dicho concepto sin que exista un Estado con ejercicio pleno de su poder, as como es inoperante hablar de una soberana que se ejerza ms all del territorio del Estado. En resumen, ni antes ni fuera del Estado existe poder susceptible de ser caracterizado con la propiedad de ser soberano.

Correspondi a Jean Bodin el mrito de haber sealado en su obra Los seis libros de la Repblica (1576) que la soberana era la calidad suprema del poder estatal, antiguamente llamada voluntad del prncipe. Ella hace que el Estado sea aquella organizacin que dispone de un poder propio, supremo o irresistible que se impone en sus decisiones sin depender de ningn otro, por su fuerza innata y con superioridad sobre los dems poderes existentes en su entorno jurdico-poltico.

La palabra soberana deriva del latn superanus y fue utilizada por Jean Bodin en 1576 bajo la concepcin de una potestad absoluta y perpetua que se ejerce sin restricciones legales, ms sujeta a ciertos lmites ticos que apuntan a cumplir la palabra empeada; a saber: la ley divina, las leyes naturales, las leyes fundamentales del reino, los tratados internacionales y los contratos suscritos con los sbditos.

El citado la perciba como una energa poltica supra encarnada en el rey y que operaba sobre los sbditos y vasallos.

Es evidente que la nocin de soberana comienza a elaborarse en la poca en que los estados europeos (XVI), se esforzaban por emanciparse de la tutela poltica del papado y de los emperadores. Jorge Sarmiento Garca [ob. cit.] consigna que se trataba de afirmar el poder del rey frente a la Iglesia, al Sacro Imperio Romnico Germnico, los grandes seores feudales y las corporaciones de artesanos.

El propio Jean Bodin seala como actos propios de la soberana los ocho siguientes: - El atributo de legislar. - El atributo de decidir sobre la guerra y la paz. - El atributo de designar a los altos funcionarios. - El atributo supremo de administrar justicia. - El atributo de exigir a los sbditos fidelidad y obediencia. - El atributo de ejercer el derecho de gracia. - El atributo de acuar monedas. - El atributo de recaudar impuestos. Daro Herrera Paulsen [Curso de derecho constitucional. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1970] citando a Le Fur indica que la soberana no le pertenece al poder estatal, sino que es intrnseca a dicho poder, de la misma manera que la blancura no pertenece al objeto blanco, sino que este lo realiza o concreta.

El poder estatal al presentar la cualidad de soberano agrega a su potestad de mando, las cinco connotaciones siguientes: la incontrastabilidad, la incondicionalidad, la juridicidad, la irrenunciabilidad y la supremaca.

Al respecto, veamos lo siguiente:

1. La incontrastabilidad

Los mandatos del poder estatal no pueden ser confrontados; vale decir, no cabe que se les oponga resistencia u obstculo de tal vigor que impida la realizacin de lo ordenado.

1. La incondicionalidad

El contenido de las decisiones del poder estatal no puede serle predeterminado o previamente impuesto por terceros.

1. La juridicidad

Los mandatos del poder estatal no representan simples actos de compulsin material, sino que son consecuencia de una decisin coherente y coordinada con una idea de derecho; as pues, la juridicidad es una capacidad otorgada al Estado para el cumplimiento de sus fines.

1. La irrenunciabilidad

La titularidad de mando del poder estatal no se puede transferir o enajenar hacia terceros, porque su reconocimiento es inexorable y vital para la existencia del Estado.

1. La supremaca

El poder estatal se encuentra por encima del resto de los poderes existentes en el Estado, se centraliza y se superpone sobre estos, los cuales quedan relegados, sometidos, absorbidos, subordinados, etc. Esta supremaca asegura la existencia y unidad del Estado.

La soberana conlleva a ser entendida como la potestad polticojurdica que permite decidir libremente sobre los asuntos internos y externos de un Estado.

Germn Bidart Campos [Derecho constitucional. Buenos Aires: Ediar, 1968] seala que la nica definicin admisible sobre la soberana es aquella que inexorablemente se ofrece por negacin: Se trata de una cualidad del poder que lo hace no dependiente ni subordinado, y que garantiza la existencia y supremaca del Estado.

Como cualidad objetiva del poder estatal pues no es un atributo personal del gobernante, en modo alguno puede ser susceptible de gradacin o parcelacin; as, no existe un Estado ms o menos soberano, como tampoco se puede concebir un Estado con soberana absoluta o relativa. En otras palabras: la soberana existe o no existe.

El Estado, por ejercer un mando soberano, se encuentra en condicin supraordinadora respecto de los dems poderes en lo interno; por ende, es el ms vigoroso en el mbito de su competencia espacial y personal. En lo relativo a sus relaciones externas orden internacional goza de los atributos jurdicos de la libertad e isonoma.

Manuel Quigne sostiene que en lo interno el Estado manda sobre todos aquellos que componen su poblacin, y en lo externo representa a sus miembros y comparece por ellos en sus relaciones y compromisos con otros estados.

Los condicionamientos que pudieran provenir del iusnaturalismo o de los valores ticos no se incluyen en su esfera, porque, en verdad, ellos representan limitaciones suprapositivas.

A tenor de todo lo parcialmente reseado es admisible establecer una clasificacin de la soberana en interna o externa y en soberana poltico-territorial y poltico-econmica.

Al respecto, veamos lo siguiente

1. La soberana interna o autonoma consiste en el atributo pol- tico-jurdico que permite al cuerpo poltico escoger a discrecionalidad su forma de intraorganizacin estadual; su sistema y rgimen de gobierno; as como la dacin y aplicacin de las normas de convivencia dentro de su territorio. En cambio la soberana externa o independencia hace referencia a la determinacin discrecional acerca de sus relaciones internacionales y de su poltica exterior.

1. La soberana poltico-territorial consiste en el ejercicio del poder pleno, exclusivo y excluyente del que dispone un Estado sobre el territorio, pueblo y bienes materiales e inmateriales que se encuentran dentro de sus fronteras.

Dicha soberana se caracteriza por su plenitud ya que no admite limitaciones en sus atribuciones poltico-jurdicas, ni acepta la copresencia de otro poder poltico; amn de su inviolabilidad, ya que no consiente la tangibilidad de su territorio, salvo propia decisin.

Ahora bien, an cuando dentro de la soberana poltico territorial se encuentran virtualmente comprendidos los aspectos de naturaleza econmica, como consecuencia del desarrollo tecnolgico, la preocupacin creciente por el medio ambiente y la lucha por el progreso, se alude a la soberana econmica como aquel atributo de decidir sobre el destino y explotacin de los recursos naturales y la realizacin de las actividades econmicas.

As, el Estado tiene plena potestad para reglamentar y ejercer autoridad sobre la posesin, uso y disposicin sobre los recursos naturales; as como sobre las inversiones extranjeras.

2.4.2. La distincin entre soberana y poder constituyenteEl poder constituyente originario es aquella voluntad de mando que toma la decisin de organizar y constituir polticamente al Estado. Es anterior a la existencia jurdica del cuerpo poltico, porque es quien le da legitimacin y organizacin.

La soberana estatal, en cambio, es una cualidad del poder constituido, es decir, aparece una vez que ya existe Estado.

La capacidad de decisin originaria que tiene la comunidad para promover su propia organizacin poltica cuyo mandato no deriva de ningn otro poder, ni se ejerce por delegacin o comisin es exclusiva (y excluyente) del poder constituyente, en un momento histrico en donde jurdicamente no existe Estado.

Es constitucionalmente objetivable que antes de la creacin o recreacin ex novo de un Estado carece de sentido aludir al concepto de soberana estatal, dado que an no existe para el derecho poder alguno que tenga la connotacin de estatal ni susceptible de ser calificado de soberano.

2.4.3. La soberana, el dominio y la jurisdiccin

En doctrina se seala que las potestades del Estado en relacin con el territorio son las tres siguientes: la soberana, el dominio y la jurisdiccin.

La expresin dominio proviene del latn dominium, que significa propiedad. As, el dominio implica en el mbito del derecho pblico, el conjunto de bienes muebles, inmuebles y derechos patrimoniales que se hallan a disposicin del Estado, con el objeto de asegurar directa o indirectamente el cumplimiento de los fines para los cuales se ha creado el cuerpo poltico. Es obvio que el territorio se encuentra bajo el dominio del Estado.

Este dominio es eminente; es decir, que conlleva la potestad de emplear el territorio y los bienes contenidos en este, para los fines que la Constitucin le ha asignado al cuerpo poltico.

Por otra parte, la expresin jurisdiccin proviene de las voces latinas ius y dicere, que juntas significan aplicar o declarar el derecho. As, la jurisdiccin implica en el mbito del derecho pblico el atributo de la aplicacin de las leyes del Estado sobre las personas y bienes ubicados dentro de su territorio.

En lo que respecta a la soberana, ella alude al poder exclusivo y excluyente que ejerce un Estado dentro de su territorio. Como declara Juan Antonio Carrillo Salcedo [Curso de derecho internacional pblico. Madrid: Tecnos, 1974], es el conjunto de competencias y derechos del cual cada Estado [] es titular.

Desde nuestro punto de vista, la soberana deviene en un concepto genrico, a diferencia de dominio y jurisdiccin, que seran conceptos especficos dentro de aquel.

2.4.4. La soberana, la globalizacin y la nocin de SupranacionalidadLa globalizacin puede ser definida como la manifestacin dinmica de los flujos de intercambio internacional de los procesos tecnolgicos, ideolgico-culturales, econmicos y polticos.

Jorge Romero-Prez [Soberana y globalizacin de las constituciones. En: Memoria del X Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional. Lima, Pontificia Universidad Catlica del Per, 2009] sostiene que se trata de un proceso que implica el acceso a las nuevas tcnicas en la informtica, comunicaciones, industria; la homogenizacin de los modelos de convivencia; la promocin de la integracin regional; la actividad de las corporaciones empresariales en mercados cada vez ms abiertos.

Gattas Abugatts seala que dicho concepto alude a la unin del mundo, en razn a que lo que acontece en un extremo del globo terrqueo depende y repercute en el otro, por la rpida comunicacin permitida por la tecnologa. As, la globalizacin, como proceso genera un fenmeno de interdependencia planetaria.

En ese contexto se hace notoria la relacin entre el Estado y las organizaciones internacionales.

Al respecto, Jos Manuel Sobrino Heredia sostiene que uno de los rasgos ms sobresalientes del mundo contemporneo es la presencia y proliferacin de las organizaciones internacionales, esto es de mecanismos institucionalizados de cooperacin libre y permanente que dan vida a unos sujetos independientes dotados de voluntad propia destinados a alcanzar especficos objetivos colectivos.

Los organismos internacionales han logrado ocupar, progresivamente, un lugar significativo en la vida internacional. En ese contexto, si bien ello no ha significado el desplazamiento del Estado-Nacin, que contina siendo la espina dorsal de la sociedad internacional, sin embargo, si ha abierto fisuras en el monopolio que este ejerca en materia de subjetividad internacional y, por ende, cuestionar el dogma de la soberana clsica del Estado.

Al respecto, tal como lo plantea Jos Pastor Ridruejo [Curso de derecho internacional pblico. Madrid: Tecnos, 1986] denomnese como tales a aquellos entes que renen las seis caractersticas siguientes:

a) Carcter interestatal

Su organizacin y fines se vinculan con las relaciones externas entre dos o ms estados.

b)Establecimiento voluntario

Su gestacin es la consecuencia de actos soberanos de los estados que libre y espontneamente conciertan y acuerdan su constitucin.

c)Organizacin permanente

Su estructuracin se fija para tener una actividad ininterrumpida en el tiempo, ya sea a plazo determinado o indeterminado. d)Voluntad autnoma

Las decisiones que adoptan son jurdicamente distintas a los estados miembros.

e)Competencia propia

Las tareas, actividades y acciones que realizan son distintas a las que desempean los estados miembros.f) Finalidad cooperativa

Las razones y mviles de su creacin radican en la conjuncin de esfuerzos solidarios para la satisfaccin eficiente y eficaz de intereses comunes.

Las organizaciones internacionales pueden ser clasificadas de la manera siguiente: en funcin al criterio de participacin, en funcin al criterio de la materia y en funcin al criterio metodolgico.

Al respecto, veamos lo siguiente:

a) En funcin al criterio de participacin se distinguen en universales y restringidas

Las organizaciones internacionales universales son aquellas que abarcan o intentan abarcar a todos los estados. Aqu opera el principio de inclusin. Tal el caso de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU). Las organizaciones internacionales restringidas plantean la asociacin de un nmero limitado y cerrado de estados miembros. Aqu opera el principio de exclusin. Tal el caso del extinto Consejo para la Ayuda Econmica Mutua (COMECOM) que comprenda nicamente a los estados de filiacin marxista-leninista.

b)En funcin al criterio de la materia se distinguen en organizaciones con competencia general y con competencia especial

Las organizaciones con competencia general son aquellas en donde el tratado constitutivo prev la asociacin en todos aquellos aspectos que pudieren ser tiles y oportunos para los intereses de los estados adscritos a esta. Por tanto, parte de la aspiracin a la no limitacin. Tal el caso de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU).

Las organizaciones internacionales con competencia restringida son aquellas en donde la asociacin exprofesamente se dirige a la obtencin de objetivos claramente definidos. Tal el caso del Laboratorio Europeo para la Fsica de Partculas (CERN).

c)En funcin al criterio metodolgico se distinguen en organizaciones de coordinacin, control, operacionales y de integracin

Las organizaciones internacionales de coordinacin se proponen orientar y armonizar el comportamiento de los estados miembros mediante la difusin de informes, la realizacin de estudios, la elaboracin de informes, etc. Tal el caso de la Organizacin Meteorolgica Mundial (OMM).

Las organizaciones de control son aquellas que se dirigen a velar por la observancia de lo establecido en un tratado. Tal el caso del Organismo para la Proscripcin de Armas Nucleares en Amrica Latina (OPANAL) creado por el Tratado de Tlatelolco, Mxico 1967.

Las organizaciones operacionales son aquellas que per se actan ejecutivamente en el mbito internacional. Tal el caso del Banco Mundial (BM).

Las organizaciones internacionales integracionistas son aquellas que reciben por transferencia competencias tradicionalmente ejecutadas por los estados miembros.

Cabe sealar que a diferencia de los estados cuya competencia es general o plena in abstracto y, que, por ende, sus limitaciones no se presumen, las organizaciones internacionales de integracin tienen las denominadas competencias de atribucin.

A estas se les reconoce como nuevos sujetos internacionales poseedores de una existencia jurdica propia, y, por tal, distinta del conjunto de los estados que lo componen.

En efecto, a diferencia de los estados sujetos originarios y soberanos que poseen una personalidad plena y general, la referida a los entes de integracin est limitada por el principio de especialidad que inspira todo su rgimen jurdico; es decir, est parametrada por los objetivos y funciones que le son confiados a travs de los tratados constitutivos y por el desarrollo de la praxis institucional.

Las organizaciones internacionales integracionistas, han surgido como consecuencia de una multiplicidad de factores histricos, polticos y econmicos; entre los cuales pueden mencionarse los cuatro siguientes: a) La otrora existencia de una cierta identidad comn, que por razones polticas internas o externas derivaron en una cierta dispora estatalista.b)La afirmacin de una ideologa promotora de la concertacin comn en pro de alcanzar objetivos igualmente uniformes. c)La necesidad de cancelar experiencias regionales en donde prim un nacionalismo extremo que deriv en conflagraciones blicas. d)La declinacin de las economas nacionales.En relacin al modelo ms avanzado, que es el de la Unin Europea, cabe sealar que este se avizor embrionariamente con la idea lanzada por Winston Churchill sobre una Europa Unida, y se inicia el 9 de mayo de 1950 con la famosa e histrica Declaracin Schuman, en la cual el entonces ministro de Relaciones Exteriores francs Robert Schuman, anunciaba la propuesta hecha a Alemania de crear una comunidad europea del carbn y del acero, as como dejaban abierta la participacin de los dems pases de dicho continente. Esta organizacin se instituir formalmente el 18 de abril de 1951, introduciendo en el lenguaje jurdico el concepto de la supranacionalidad.

La expresin supranacionalidad surgi primero en la legislacin y despus en la doctrina. Ello sirvi para definir el carcter independiente de las instituciones comunitarias.

Milton H. Cairoli Martnez [Derecho constitucional y procesos de integracin. En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Montevideo: Konrad Adenauer, Steflung A.C., 2003] expone que son comunidades creadas por el Derecho y a su vez generadoras de Derecho, son comunidades unidas por el Derecho [].

La caracterstica esencial de la supranacionalidad es la amalgama de elementos estatales e internacionales.

Ahora bien, no son desdeables las experiencias fallidas de la Corte de Justicia Centroamericana (Cartago, Costa Rica, 1907), en donde se reconoci el derecho de los ciudadanos centroamericanos a recurrir a dicha instancia en procura de reivindicacin jurdica; as como de los Tribunales Arbitrales creados por el Tratado de Versalles (Pars, 1919) y el de la Alta Silesia creado por la Convencin GermanoPolaca de 1922.

Es dable consignar que en el caso de la Corte de Justicia Centroamericana, con acierto Jorge Antonio Giammattei Avils [La Corte Centroamericana de Justicia como Tribunal Constitucional de la Comunidad Centroamericana. En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Montevideo: Konrad Adenauer, Steflung A.C., 2003] expone que no es la forma como se organiz o los procedimientos empleados para resolver disputas lo que constituyen su nota saltante, sino el hecho de haberse constituido en el primer organismo judicial internacional, permanente y obligatorio en el que los particulares pudieren plantear demandas contra los estados, lo que se constituye ya se gloria. Durante su existencia de diez aos (1907-1917) resolvi seis procesos de particulares contra una unidad estadual y tres entre gobiernos.

Al respecto, Robert Schuman [Citado por Isaac Guy. Manual de derecho comunitario general. Barcelona: Ariel, 1991] define dicha expresin de la manera siguiente:

Lo supranacional se sita a distancia entre el individualismo internacional [...] que considera intangible la soberana nacional y no acepta como limitacin de la misma mas que las obligaciones contractuales ocasionales y revocables, y [...] el federalismo de Estado que se subordina a un sper Estado dotado de una soberana territorial propia. La institucin supranacional no posee las caractersticas de un Estado, pero detenta y ejerce ciertos poderes soberanos.

Cabe advertir que en 1957, a travs del Tratado de la CECA, se crea la Comunidad Econmica Europea y la Comunidad Europea del Acero y del Carbn.

Mediante dicho tratado se estableci un mercado comn del carbn y el acceso que gener la supresin de los derechos de aduana y de restricciones administrativas a la libre circulacin de dichos productos. Para tal efecto, la Comunidad fue dotada con competencias propias y anlogas a las de un Estado, con un marco jurdico y un tribunal de justicia.

De todo lo anteriormente expuesto se desprende que el ente integracionista tiene funciones propias; las cuales por consiguiente, no ejerce a ttulo de delegacin por cuenta de los estados miembros.

El adecuado desarrollo de este fenmeno paralelo de atribucin de competencias y de auto-desposeimiento de poderes soberanos, descansa en que los sistemas constitucionales de los estados miembros lo permitan.

La supranacionalidad nace, pues, en virtud de la transferencia de atribuciones de competencias de los estados miembros a entes integracionistas, cuyas instituciones pasan a ejercer efectivamente las competencias soberanas que les han sido cedidas.

En ese sentido, lo que caracteriza a dichos entes es que sus estados miembros han delegado el ejercicio de competencias y no solo a aquellas que son relativas a concretas materias tcnicas como ocurre en la generalidad de las organizaciones internacionales, sino tambin, y, esto es lo novedoso, respecto a funciones que corresponden al mbito esencial de la propia existencia en tanto Estado.

Debe advertirse que en relacin a las competencias del ente integrador ellas son la resultante de un acto soberano de cesin libre y voluntaria, formalizada a travs de la suscripcin de un tratado constitutivo. A partir de all los estados miembros no pueden invocar posteriormente sus propias constituciones para sustraerse a las obligaciones derivadas del tratado de integracin.

En relacin a lo expuesto resulta impropio referirse a la soberana en trminos idnticos a los que prevalecieron hasta antes de la primera mitad del siglo XX. Dicho concepto como muchas de las categoras del pensamiento, ha variado en el transcurso del tiempo, del mismo modo en que las posibilidades de la vida econmica y social se han ampliado. Por ello, la cesin de transferencia debe considerarse no como una restriccin o fraccionamiento de la soberana, sino como un nuevo modo del cumplimiento de los fines que legitiman la constitucin y existencia de las comunidades polticas.

Al respecto, como bien afirma Calogiro Pizzolo [Constitucin nacional y procesos de integracin regional. El desarrollo del problema de la soberana. En: Memoria del X Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional. Lima: Pontificia Universidad Catlica del Per, 2009] el Estado expone la titularidad de las competencias de legislacin, imparticin de justicia, etc., mas por propia conveniencia puede ceder el ejercicio de las mismas a un organismo supranacional.

Por dicha calidad tiene potestad para limitar o no limitar su desenvolvimiento funcional.

El propio expone que como titular de la soberana, el Estado goza de dos atributos, a saber: a) El jus legationem o capacidad para decidir libremente acerca de su adscripcin o no adscripcin a un ente supranacional.b) El justratatium o capacidad para crear en concierto con otros homlogos las normas que regulan a dichos entes supranacionales.

Esta cesin no indica renuncia a dichas competencias, ya que en puridad las ejerce a travs de terceros; y en todo caso retiene la potestad de determinar su posterior apartamiento del ente supranacional.

La nocin clsica de soberana es incompatible con la de un orden jurdico regional o planetario y, por eso mismo, como bien refiere Milton H. Cairoli Martnez [ob. cit.] inconciliable con cualquier atisbo de integracin [].

La supranacionalidad no conlleva a que el Estado quede subordinado o sometido a un poder ajeno, sino que se integra a un sistema jurdico obra de la libre anuencia y coordinacin entre todas las sociedades estaduales pertenecientes a un ente comunitario.

El ente comunitario no es en puridad soberano, ya que depende de la voluntad de los estados que lo conforman.

Como bien afirma Edgard Camacho Omiste [El marco constitucional y el principio de supranacionalidad. En: Integracin y supranacionalidad. Lima: Comunidad Andina, 2001]: Ningn Estado ingresa a tales procesos [...] con el propsito de perder soberana o debilitarse, sino para ganarla y fortalecerse.

La cesin de competencias es la expresin de autodeterminacin poltica estadual de la autolimitacin. As, cada Estado en ejercicio pleno de su soberana se aviene a aceptar como suya las decisiones de los rganos de integracin y retiene para s lo esencial de su poder soberano.

2.5.Tipos de legitimacin del poder segn Max Weber .

El desarrollo de las sociedades humanas ha hecho que el poder poltico se vaya constituyendo en Estado. En el pasado diversas asociaciones, empezando por el clan familiar, utilizaban la violencia para imponer sus intereses. En la actualidad, el Estado reclama para s el monopolio de la violencia fsica legtima. Por otra parte, para que el Estado subsista, los sbditos deben aceptar la autoridad de los que mandan. Pero, por qu deben obedecer?

Max Weber cree que hay tres tipos de justificaciones, tres fundamentos distintos para legitimar la dominacin:

Legitimidad tradicional. La legitimidad procede, en este caso, de la tradicin y de las costumbres. En ellas se integran prejuicios, soluciones prcticas, sedimentaciones de la sabidura popular, etc. Es la legitimidad que se da en los regmenes monrquicos y en las sociedades patriarcales.

Legitimidad carismtica. La legitimidad proviene ahora del "carisma" de una persona, de su capacidad para crear o impulsar ideales colectivos. Es la autoridad de los grandes lderes, profetas o caudillos. Los pueblos se identifican y creen en ellos, los siguen y obedecen.

Legitimidad legal-racional. Es propia de las sociedades adultas. Los hombres quieren dar una solucin racional a los conflictos. Para ello se organiza un Estado de derecho en el que la Constitucin y las leyes determinan las competencias del gobierno y dems autoridades. En ella, la legitimidad depende, pues, de la razn y las leyes.

Esta ltima, la justificacin legal-racional, es la propia de las sociedades democrticas modernas. Quiz no exista todava en estado puro. En su seno subsisten con frecuencia instituciones que reciben su legitimidad de la tradicin, y aparecen lderes que se rodean de una aureola de carisma. Pero han abierto un camino por el que intenta avanzar la humanidad.

2.5. El papel institucional del poderEn trminos globales, el poder estatal es un mero instrumento al servicio de una idea de derecho. Este papel se resume en los tres conceptos siguientes: la unidad, la direccin y la especializacin.

Desde esta perspectiva, debe recordarse que la especie humana sociable por naturaleza estima y necesita de todo aquello que le asegure cohesin; el ejercicio del poder es una herramienta indispensable para la consecucin de dicho propsito.

El ejercicio del poder consiste en coordinar la accin de los miembros del Estado y de protegerlos de sus propias fuerzas de disposicin; busca mantenerlos unidos, cohesionados, organizados y con vocacin y nimo para alcanzar metas u objetivos previamente determinados y para su plural provecho; contribuye decisivamente a evitar el caos social y a condicionar los comportamientos a efectos que no contravengan las bases fundamentales de la vida comunitaria.

Por otro lado, cuando Santo Toms de Aquino [ob. cit.] afirma que es natural al hombre la vida en sociedad y en accin con sus semejantes, pues si solo no puede conseguir lo que necesita, es necesario que exista entre ellos alguien que los gobierne. En efecto, no ocupndose cada uno ms que de su propio inters, la sociedad se disgregara si no hubiera alguien a quien le incumbiese el cuidado del bien comn; conceptualmente coincide en que las sociedades humanas tienen que aceptar la irremediable necesidad de que alguien mande, es decir, de que haya gobernantes.

La realidad sociolgica nos advierte no solo por explicacin lgica, sino por comprobacin emprica, de la existencia de gobernantes y gobernados, de la distincin entre mandar y obedecer. El ejercicio del poder estatal contribuye a colocar lmites ticos a la libertad de los hombres como consecuencia de una exigencia del derecho, para asegurar la unidad social en torno a la realizacin del bien comn. La razn primordial del poder es proporcionar direccin y asegurar la unidad de la accin comunitaria en las reas de los comunes propsitos coexistenciales. As, el poder permite promover y asegurar el bien comn mediante el establecimiento y la conservacin de un orden y una organizacin sin los cuales el bien y la felicidad consuna de los miembros de una comunidad no podra ser garantizada: el poder del Estado constituye el ejercicio del gobierno con arreglo a derecho, que permite la armonizacin de las necesidades individuales con las aspiraciones sociales.

Por otra parte, se supone que quien ejerce el poder cuenta con cierto grado de especializacin; ello porque aunque el gobierno interesa a todos los miembros de la sociedad poltica, es menester que exista un grupo de hombres consagrados exclusivamente a la tarea de conduccin, a fin de realizarla de una manera continua y con la mayor aptitud y competencia posibles.

Como bien afirma Germn Bidart Campos [ob. cit.]:

El gobierno es siempre minoritario y no puede haber identidad de gobernantes y gobernados, porque gobernar no es una tarea accesible a la multitud, ni por la mayora. Quienes doctrinariamente postulan esa afirmacin acuden a ficciones por ejemplo la representacin para salvar la teora frente a una realidad diferente.

La ordenacin del poder, con todo lo implicado en l origen, funciones, distribucin de competencias, etc., interesa no solo a quienes lo detentan o son sus titulares, sino fundament