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N.º 11 MARZO/ABRIL 1994 BOLETIN INFORMATIVO JUE(ES t'"1I'~ OEl10(04(14 EDITADO POR EL SECRETARIADO DE JUECES PARA LA DEMOCRACIA (reintroducción del Jurado, am- pliación de las competencias del Consejo General del Poder Judi- cial, enfoque sanitario y no repre- sivo para el aborto, propuesta de reforma procesal civil fundada en el reforzamiento de la oralidad, etc.), no ha eludido las críticas en aquellas cuestiones en que se apreciaban problemas de fondo (invasión disciplinaria del conte- nido de las resoluciones judicia- les, caso Amedo y Domínguez y cambio de modelo de Instrucción penal aprovechando el proyecto de Ley de Jurado). Somos conscientes de que es- tas críticas provocan un dLstancia- miento (¿quizás podríamos decir un "sano" distanciamiento?), pero no se efectuan, desde luego, por "marcar distancias". Se trata, en cada caso, de medidas que afec- tan a principios básicos del idea- rio común de Jueces Para la De- mocracia, a temas que no son, en absoluto, baladíes. En efecto el establecimiento de una vía de control político-dis- ciplinario de los contenidos de las resoluciones judiciales, represen- taba un notable riesgo de censura administrativa del núcleo de la ac- tividad jurisdiccional. Hoy sabe- mos que la independencia judicial no es un valor conservador ni un privilegio de los jueces, sino la piedra angular del Estado de De- recho constitucional, garantía de los derechos ciudadanos. La opo- sición manifestada a esta reforma, en primer lugar en conversacio- nes directas con el Ministerio, pos- teriormente de forma más contun- dente en el Congreso de Sevilla, propiciaron afortunadamente la reconsideración del Texto primiti- vo, eliminando la responsabilidad disciplinaria "ad intra". ¡Chapeau! Jueces para la Democracia tenía también que manifestar su firme oposición a la posibilidad de que -tras la propuesta pública del Sr. Ministro del Interior-, se concediese el tercer grado peni- tenciario a Amedo y Domínguez. Se trata de un caso paradigmático de necesaria contundencia en la reacción de la Instituciones de un Estado de Derecho, frente a la vio- lación de sus reglas básicas por los funcionarios encargados de defenderlas. Afortunadamente, también en este caso se ha obteni- do, al menos, un aplazamiento y la reconducción de la facultad de propuesta al Organo competente, que no es, desde luego, el titular del Ministerio al que perteneció el funcionario condenado. Jueces Para la Democracia apoya rotundamente la reintro- ducción del Jurado, como instru- mento de participación ciudada- na en la administración de Justicia, hasta el punto de que es: te objetivo figura entre nuestros fines fundacionales. Por ello va- loramos muy positivamente que, ¡por fin!, se aprecie una voluntad política decidida de cumplimen- tar el mandato constitucional. Re- chazamos, por tanto, las posturas de aquellos colectivos cuyas críti- cas de oportunidad envuelven, en muchos casos, rancios argu- mentos antijuradistas. Asimismo sabemos apreciar el esfuerzo efectuado para configurar un modelo de Jurado que respon- diendo a las líneas fundamenta- les del Jurado puro, sea compati- ble con el respeto a las garantías constitucionales, aportando solu- ciones novedosas e ingeniosas. Lamentamos, sin embargo, que se haya considerado conve- niente introducir con el Jurado APOYO CRITICO jueces Para la Democracia acogió el nombramiento del ac- tual equipo ministerial con lógi- ca satisfacción y esperanza, haciendo público nuestro reco- nocimiento de que lo integran magistrados "conocedores de lo que es necesario hacer para me- jorar la Justicia, y con capacidad política par hacerla" (1. P. D. a EL MUNDO, julio de 1993). Asimis- mo, desde un primer momento, hicimos público que nuestra ló- gica colaboración y apoyo a un equipo procedente de J P. D. no haría perder a la Asociación su característico sentido critico, "al contrario, seremos aÚn más exi- gentes, precisamente porque co- nocemos su capacidad para in- troducir los cambios que son necesarios para transformar la justicia española" (j. P. D. a EL PAIS, 14 de agosto de 1993). Eramos, desde luego, cons- cientes de que el control y la críti- ca son absolutamente esenciales par;! el ejercicio democrático del Poder, y que la crítica de los más prÓximos -aunque más penosa de formular y más dura de acep- tar- es precisamente la más ne- cesaria. Porque el Poder ha en- gendrado su propia autodefensa frente a la crítica ("animadversión política", "puro resentimiento", "ladran, luego cabalgamos", "me- ro corporativismo"), por lo que sólo la crítica de quienes proce- den de una tradición cultur,¡] co- mÚn es capaz de traspasar las ba- rreras y suscitar la necesaria reflexión. Ya veces, ni esa. Por ello Jueces Para la De- mocracia, junto al apoyo pÚbli- co prestado a las líneas generales de la política ministerial y a la de- fensa en los medios de comunica- ción y en el interior del colectivo judicial de proyectos concretos E D 1 T o R 1 A L una reforma del modelo de ins- trucción contraria a acuerdos congresuales de Jueces Para la Democracia, que necesaria- mente iba a cerrar la posibilidad de nuestro rotundo apoyo al Pro- yecto, en su redacción inicial. La- mentamos también que todos los esfuerzos argumentales emplea- dos a lo largo de las numerosísi- mas reuniones celebradas con la representación ministerial no ha- yan logrado variar un ápice su postura en esta materia. La gra- vedad de la cuestión implicada (no están los tiempos para intro- ducir reformas procesales limita- doras de las facultades de inves- tigación de oficio del Juez de Instrucción en delitos de corrup- ción, como el cohecho, el tráfico de influencias y la malversación de caudales públicos) así como la inflexibilidad y el cierre de los cauces de diálogo, llevó al Secre- tariado y posteriormente al Co- mité Permanente a decidir nues- tro apartamiento de l;¡ Mesa sobre Jurado y a hacer públicas las razones de esta decisión. Ello no implica, sin embargo, un cambio sustancial en la línea seguida por nuestra asociaciÓn, que sigue y seguirá siendo la de colaboración exigente, la de apo- yo crítico. Crítica leal que expre- saremos siempre por las vías de diálogo interno, agotando las posibilidades de la argumenta- ción. Pero crítica contundente que haremos llegar ante la opi- niÓn pÚblica, porque esta es el arma que la sociedad civil tiene frente al Poder Político. Y cuan- do el asunto merezca la pena, y no nos quieran oir, gritaremos. De igual forma apoyaremos cual- quier iniciativa ministerial dirigi- da a la tansformación progresista y democrática de la Justicia: por- que este es precisamente nuestro terreno de encuentro. SUMARIO COMUNICADOS DEL SECRETARlADO ELJURADO PASA POR VALLADOLID LOS JUECES TAMI31EN OPINAN LIBELO CONTRA MANl lELA ENTREVISTA ANTONIO ESCOHOTADO COMENTARIO SOBRE LA LEY DE SUBROGACION HIPOTECARIA LEY 2/1994, DE 30 DE MARZO, Pago 2 SOBRE SUBROGACION Y MODIFICACION DE Pago 4 PRESTAMOS HIPOTECARIOS Pago 11 LOS CAMBIOS DEL CAMBIO Pago 5 JUDICIAL Pago 11 Pago 5 TRIBUNALES E INSUMISOS Pago 12 RELACIONES Pago 5 INTERNACIONALES Pago 13 ASOClACIONISMO JUDICIAL EN COLOMBIA: ASONAL- Pago 7 JUDICIAL Pag.14 BOLETIN INFORMATIVO JUE(!S~¡"DmO(R4(14 Secretariado de jueces para la Democracia Director: Javier Martinez Lázaro Redacción: Ramón Sáez, Mario Pestana, José Ricardo de Pr"d" Coordinación: José Rivas Esteban Nuñez Morgado, n.o 4- Despacho 307 - 28036 Madrid Preimpresión: AMORETI1 Imprime ROMAGRAF, S. A. Depósito Legal: M.2l.194-1990

N.º 11 MARZO/ABRIL BOLETIN INFORMATIVO · postura en esta materia. Lagra-vedad de la cuestión implicada ... EN COLOMBIA: ASONAL-Pago 7 ... por el propio Sr. Gomez de Lia-ño, constituye

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N.º 11 MARZO/ABRIL 1994

BOLETIN INFORMATIVOJUE(ESt'"1I'~OEl10(04(14

EDITADO POR EL SECRETARIADO DE JUECES PARA LA DEMOCRACIA

(reintroducción del Jurado, am-pliación de las competencias delConsejo General del Poder Judi-cial, enfoque sanitario y no repre-sivo para el aborto, propuesta dereforma procesal civil fundada enel reforzamiento de la oralidad,etc.), no ha eludido las críticas enaquellas cuestiones en que seapreciaban problemas de fondo(invasión disciplinaria del conte-nido de las resoluciones judicia-les, caso Amedo y Domínguez ycambio de modelo de Instrucciónpenal aprovechando el proyectode Ley de Jurado).

Somos conscientes de que es-tas críticas provocan un dLstancia-miento (¿quizás podríamos decirun "sano" distanciamiento?), perono se efectuan, desde luego, por"marcar distancias". Se trata, encada caso, de medidas que afec-tan a principios básicos del idea-rio común de Jueces Para la De-mocracia, a temas que no son,en absoluto, baladíes.

En efecto el establecimientode una vía de control político-dis-ciplinario de los contenidos de lasresoluciones judiciales, represen-taba un notable riesgo de censuraadministrativa del núcleo de la ac-tividad jurisdiccional. Hoy sabe-mos que la independencia judicialno es un valor conservador ni unprivilegio de los jueces, sino lapiedra angular del Estado de De-recho constitucional, garantía delos derechos ciudadanos. La opo-sición manifestada a esta reforma,en primer lugar en conversacio-nes directas con el Ministerio,pos-teriormente de forma más contun-dente en el Congreso de Sevilla,propiciaron afortunadamente lareconsideración del Texto primiti-vo, eliminando la responsabilidaddisciplinaria "ad intra". ¡Chapeau!

Jueces para la Democraciatenía también que manifestar sufirme oposición a la posibilidadde que -tras la propuesta públicadel Sr. Ministro del Interior-, seconcediese el tercer grado peni-tenciario a Amedo y Domínguez.Se trata de un caso paradigmáticode necesaria contundencia en lareacción de la Instituciones de unEstado de Derecho, frente a la vio-lación de sus reglas básicas porlos funcionarios encargados dedefenderlas. Afortunadamente,también en este caso se ha obteni-do, al menos, un aplazamiento yla reconducción de la facultad depropuesta al Organo competente,que no es, desde luego, el titulardel Ministerio al que perteneció elfuncionario condenado.

Jueces Para la Democraciaapoya rotundamente la reintro-ducción del Jurado, como instru-mento de participación ciudada-na en la administración deJusticia, hasta el punto de que es:te objetivo figura entre nuestrosfines fundacionales. Por ello va-loramos muy positivamente que,¡por fin!, se aprecie una voluntadpolítica decidida de cumplimen-tar el mandato constitucional. Re-chazamos, por tanto, las posturasde aquellos colectivos cuyas críti-cas de oportunidad envuelven,en muchos casos, rancios argu-mentos antijuradistas. Asimismosabemos apreciar el esfuerzoefectuado para configurar unmodelo de Jurado que respon-diendo a las líneas fundamenta-les del Jurado puro, sea compati-ble con el respeto a las garantíasconstitucionales, aportando solu-ciones novedosas e ingeniosas.

Lamentamos, sin embargo,que se haya considerado conve-niente introducir con el Jurado

APOYO CRITICOjueces Para la Democracia

acogió el nombramiento del ac-tual equipo ministerial con lógi-ca satisfacción y esperanza,haciendo público nuestro reco-nocimiento de que lo integranmagistrados "conocedores de loque es necesario hacer para me-jorar la Justicia, y con capacidadpolítica par hacerla" (1. P. D. a ELMUNDO, julio de 1993). Asimis-mo, desde un primer momento,hicimos público que nuestra ló-gica colaboración y apoyo a unequipo procedente de J P. D. noharía perder a la Asociación sucaracterístico sentido critico, "alcontrario, seremos aÚn más exi-gentes, precisamente porque co-nocemos su capacidad para in-troducir los cambios que sonnecesarios para transformar lajusticia española" (j. P. D. a ELPAIS, 14 de agosto de 1993).

Eramos, desde luego, cons-cientes de que el control y la críti-ca son absolutamente esencialespar;! el ejercicio democrático delPoder, y que la crítica de los másprÓximos -aunque más penosade formular y más dura de acep-tar- es precisamente la más ne-cesaria. Porque el Poder ha en-gendrado su propia autodefensafrente a la crítica ("animadversiónpolítica", "puro resentimiento","ladran, luego cabalgamos", "me-ro corporativismo"), por lo quesólo la crítica de quienes proce-den de una tradición cultur,¡] co-mÚn es capaz de traspasar las ba-rreras y suscitar la necesariareflexión. Ya veces, ni esa.

Por ello Jueces Para la De-mocracia, junto al apoyo pÚbli-co prestado a las líneas generalesde la política ministerial y a la de-fensa en los medios de comunica-ción y en el interior del colectivojudicial de proyectos concretos

E D 1 T o R 1 A L una reforma del modelo de ins-trucción contraria a acuerdoscongresuales de Jueces Para laDemocracia, que necesaria-mente iba a cerrar la posibilidadde nuestro rotundo apoyo al Pro-yecto, en su redacción inicial. La-mentamos también que todos losesfuerzos argumentales emplea-dos a lo largo de las numerosísi-mas reuniones celebradas con larepresentación ministerial no ha-yan logrado variar un ápice supostura en esta materia. La gra-vedad de la cuestión implicada(no están los tiempos para intro-ducir reformas procesales limita-doras de las facultades de inves-tigación de oficio del Juez deInstrucción en delitos de corrup-ción, como el cohecho, el tráficode influencias y la malversaciónde caudales públicos) así comola inflexibilidad y el cierre de loscauces de diálogo, llevó al Secre-tariado y posteriormente al Co-mité Permanente a decidir nues-tro apartamiento de l;¡ Mesasobre Jurado y a hacer públicaslas razones de esta decisión.

Ello no implica, sin embargo,un cambio sustancial en la líneaseguida por nuestra asociaciÓn,que sigue y seguirá siendo la decolaboración exigente, la de apo-yo crítico. Crítica leal que expre-saremos siempre por las vías dediálogo interno, agotando lasposibilidades de la argumenta-ción. Pero crítica contundenteque haremos llegar ante la opi-niÓn pÚblica, porque esta es elarma que la sociedad civil tienefrente al Poder Político. Y cuan-do el asunto merezca la pena, yno nos quieran oir, gritaremos.De igual forma apoyaremos cual-quier iniciativa ministerial dirigi-da a la tansformación progresistay democrática de la Justicia: por-que este es precisamente nuestroterreno de encuentro.

SUMARIOCOMUNICADOS DELSECRETARlADOELJURADO PASA PORVALLADOLIDLOS JUECES TAMI31ENOPINANLIBELO CONTRA MANl lELAENTREVISTA ANTONIOESCOHOTADOCOMENTARIO SOBRE LA LEYDE SUBROGACIONHIPOTECARIA

LEY 2/1994, DE 30 DE MARZO,Pago 2 SOBRE SUBROGACION Y

MODIFICACION DEPago 4 PRESTAMOS HIPOTECARIOS Pago 11

LOS CAMBIOS DEL CAMBIOPago 5 JUDICIAL Pago 11Pago 5 TRIBUNALES E INSUMISOS Pago 12

RELACIONESPago 5 INTERNACIONALES Pago 13

ASOClACIONISMO JUDICIALEN COLOMBIA: ASONAL-

Pago 7 JUDICIAL Pag.14

BOLETIN INFORMATIVOJUE(!S~¡"DmO(R4(14

Secretariado de jueces para laDemocraciaDirector: Javier Martinez LázaroRedacción: Ramón Sáez, MarioPestana, José Ricardo de Pr"d"Coordinación: José RivasEstebanNuñez Morgado, n.o 4-Despacho 307 -28036 MadridPreimpresión: AMORETI1Imprime ROMAGRAF, S. A.Depósito Legal: M.2l.194-1990

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COMUNICADOS DEL SECRETARIADOLA ACTIJACION DELVOCAL GOMEZ DELIAÑO

Ante la situación creada porla actuación del Vocal Gomez deLiaño en relación con la titulardel juzgado de instrucción, nº 4de Madrid, el Secretariado deJpD, en su primera reunión trasproducirse los hechos y despuesde tomar conocimiento del exten-so informe emitido por el propioVocal, desea hacer público:1") La actuación denunciada porla Juez y reconocida con maticesque no desvirtuan lo esencial,por el propio Sr. Gomez de Lia-ño, constituye un ejemplo perfec-to de como NO debe actuar unVocal del Consejo General delPoder Judicial, órgano constitu-cional específicamente destinadoa garantizar la independencia delos jueces y magistrados.2") Precisamente por ser garantesde la independencia, y al mismotiempo titulares de la potestaddisciplinaria, los Vocales del Con-sejo no deben interesarse perso-nalmente ante los Organos delPoder Judicial, por procedimien-tos en curso que afecten a susamigos o conocidos.3") Con mayor razón NO PUE-DEN utilizar desviada mente susfacultades para impulsar accionesinspectoras y disciplinarias enasuntos por los que han mostra-do previamente ante el juez unconocimiento o interés personal.4") Con independencia de loanómalo del procedimiento porel que se ha iniciado en este casola actividad disciplinaria, la inédi-ta ultraceleridad de la visita deinspección parece más relaciona-da con e! conocimiento previodel asunto y del interesado por elVocal que le urgió, que con laspresuntas infracciones procesalesque se trataba de perseguir, conlo que esta actuación inspectora amodo de Brigada Ligera adquierela lamentable apariencia de unaacción de represalia.5") La imposición sumarísima dela sanción disciplinaria de repren-sión (art. 420 b, de la Ley Orgáni-ca del Poder Judicial), ejecutadasin más trámite por el propio Vo-cal por via telefónica, constituyeuna clara manifestación de abusode poder.

Por todo ello el Secretariadode JpD estima que la actuacióndel Vocal Sr. Gomez de Liaño esmanifiestamente censurable, yconstituye un incumplimientograve de los deberes de su cargoque debería motivar su cese, con-forme a lo dispuesto en el arto 119de la L.O.P.]. En cualquier caso elConsejero cuestionado deberíaabandonar, de inmediato, su res-ponsabilidades como Vocal delTerritorio de Madrid y miembrode la Comisión Disciplinaria, fun-ciones directamente relacionadascon su actuación irregular.

Junto a ello, JpD deplora lanula reacción del Consejo Gene-ral del Poder Judicial que sinapreciar lo tremendamente preo-cupante de este modo de actuar yla natural alarma que iba a oca-sionar, ha dejado pasar nada me-nos que dos plenos sin censurarlay sin exigir ningun tipo de res-ponsabilidad interna. Por el con-trario ha respaldado la alarmante

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e irregular actuación de uno desus miembros, provocando conello una reacción corporativa deincalculables consecuencias. Sutolerancia ante el incumplimientode los deberes de su cargo poruno de los consejeros, le hacenresponsable de la desmesuradaextensión que esta alcanzando elconflicto institucional creado.

También debe censurarse laactuación políticamente incalifi-cable de los dos Vocales disiden-tes que han hecho lo posible porenconar un interesado enfrenta-miento institucional de los juecescon el Consejo, actuación quecontrasta con el silencio manteni-do en relación con otros episo-dios de corrupción judicial.

El Consejo General de! Po-der Judicial ha utilizado interesa-damente en la polémica el temadel principio de inmediación paraenfrentar a los jueces con la opi-nión pública y debilitar su posi-ción en el conJ1icro institucionalplanteado. Pese a esta utilizacióninteresada, JpD desea reiterar, eneste momento en que se pone encuestión, su defensa del principiode inmediación que ha promovi-do siempre.

JpD considera esencial que latrascendental diligencia de "oir al

inculpado" se realice EN TODOCASO de modo personal por elJuez. Cabe aprovechar esta la-mentable polémica para efectuaruna reJ1exión sobre el carácter degarantía esencial que tiene el es-tricto cumplimiento del principiode inmediaciÓn y la necesidad desu cumplimiento, tanto como obli-gaciÓn personal del juez como de-ber del Consejo de promover unasinfraestructuras que lo posibiliten.

Por último JpD quiere hacerun llamamiento a la serenidad y ala reflexiÓn, pues la prolongacióny encono de una situación de en-frentamiento entre el Consejo ylos jueces no es beneficioso nipara el uno ni para los otros. Pe-ro, sobre todo, no es útil a la so-ciedad española ni favorece la

causa de los ciudadanos, que loque demandan es que todosnuestros esfuerzos se centren enmejorar la deficiente calidad y ce-leridad del Servicio Público queles prestamos.

Pero recordando al Consejoque la vuelta a la normalidad ins-titucional pasa necesariamentepor la exigencia de responsabili-dad política a quien ha provoca-do esta situación.

Madrid a 21 de Enero de 1.994

El Secretariado de IpD

SOBRE LA ANUNCIADACONCESION DELREGIMEN ABIERTO ALOS CONDENADOSAMEDO y DOMINGllEZ

La rumoreada concesión delTercer Grado penitenciario conacceso al régimen abierto de losex-policías Amedo y Dominguez,condenados a 108 años de prisiónpor unos hechos extremádamentegraves, no puede ser calificada, enabsoluto, de funcionamiento nor-mal de los mecanismos legales

penitenciarios sino de su aplica-ción forzada y privilegiada, cons-tituyendo un verdadero indultoencubierto, que podria estimarseconcedido con desviaciÓn de po-der.

Madrid 23 de Febrero de 1.994

El Secretariado de J.p.D.

LA LEY DE ASILO

En el proceso de elaboraciÓnde la nueva normativa sobre e!Derecho de Asilo se han puestode manifiesto planteamientos tanrestrictivos que ponen en seriopeligro su reconocimiento efecti-vo en nuestro País. JpD estima ne-

cesario hacer pública su posiciónen el sentido de declarar que el re-conocimiento de un recurso judi-cial suspensivo contra las denega-ciones tramitadas por e!procedimiento de urgencia, cons-tituye una garantía absolutamenteesencial. El derecho a la tutela ju-dicial efectiva reconocida en el ar-tículo 24 de nuestra Constituciónimpone que el control jurisdiccio-nal de la actividad administrativano quede vaciado de contenidopor una expulsiÓn prematura delsolicitante de asilo.

La conveniente celeridad enla resoluciÓn de las reclamacio-nes no puede ser un obstáculoimpeditivo de la tutela judicial, si-no que debe constituir un acicatepara establecer los medios técni-cos y organizativos que permitanobtener la decisión judicial con lanecesaria prontitud.

Madrid 25 de Febrero de 1.994

El Secretariado de IpD

"APOYO AL TRIBUNALSUPERIOR DE JlJSTICIADE CANTABRIA"

Las Instituciones del Estadomerecen un respeto que implicala legitimidad de la crítica , peroexige de ella racionalidad y rigor.

Esto es algo que las institu-

ciones tienen derecho a esperarde todos los ciudadanos, en espe-cial si desempeñan funciones pú-blicas, incluso cuando, como enel caso de Juan Hormaechea, seencuentran sujetos a un procesopenal.

Pertenece a la mejor culturaprocesal democrática una actitudde la máxima tolerancia con eluso por los imputados de los re-cursos dialécticos requeridos porsu derecho de defensa. Pero estederecho tiene también sus nor-mas, que el Presidente de Canta-bria sin duda no ignora ni olvida,sino simplemente patea, al sem-brar dudas sobre la imparcialidaddel Tribunal que ha de juzgade,haciéndolo contra toda regla, le-galo deontolÓgica.

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FONDOS RESERVADOS

EL ANTEPROYECTO DE LEY DE JURADO

LAS DELEGACIONES DE LOS SECRETARIADOS DE LA FEDF-RACION DE ASOCIACIONES DE JURISTAS PROGRESISTAS YDE JUECES PARA LA DEMOCRACIA, REUNIDOS EN MADRIDEL 16 DE MARZO DE 1.994, HAN EMITIDO CONjUNTAMEN-TE EL SIGUIENTE COMUNICADO SOBRE:

Madrid a 24 de Enero de 1.994

El Secretariado de IpD.

una vía realista de solución adichos problemas por la víadel mínimo sacrificio a los de-rechos de los trabajadores,hasta ahora en situaciÓn de desi-gualdad material en las relacionesde trabajo, y partiendo, en todocaso, del carácter excepcional, fi-nalístico y meramente transitoriode las medidas a adoptar.

1º,- La FederaciÓn de Asociaciones de juristas Progresistas esfirme partidaria de la introducciÓn del Jurado como instrumen-to de participación de los ciudadanos en la AdministraciÓn dejusticia, y en consecuencia valora positivamente la decisiÓnpolítica de hacerla efectivo en esta legislatura.2º.- El jurado debe constituir un avance en la profundizaciÓndel sistema democrático, y en ningÚn caso un retroceso. En unEstado de Derecho es esencial e! Control Judicial independien-te del correcto funcionamiento del aparato del Estado.Por ello la F.A..].P. en la que se integran Abogados, Profesores,Jueces, Fiscales, Secretarios Judiciales y otros juristas, muestrasu preocupación por la posibilidad de que a través de este Pro-yecto se limiten las facultades investigadoras del Juez de Ins-trucción en delitos muy sensibles como los de Malversación decaudales públicos, Cohecho, o Tráfic de Influencias, lo quepuede representar una cortapisa de las investigaciones sobrecorrupción, y no será entendido ni admitido por la opinión pú-blica,

- Los Fondos Reservados existen en todos los países democráti-cos, pero en absoluto pueden destinarse ni a financiar la reali-zación de actos delictivos ni a pagar sobresueldos a los políti-cos o funcionarios encargados de su administración,

La F.A.JP. estima indispensable condenarel uso indebido dedichos fondos reconocido por el ex-Ministro del Interior parapagar gratificaciones y sobresueldos, y exige el establecimientode un sistema de control, parla'mentario y judicial, que con lasnecesarias reservas y cautelas adecuadas a su naturaleza, in-cluído, en su caso, el anonimato de los confidentes, garanticede un lado que dichos fondos se destinan a los fines legalmen-te prevenidos y de tro que ni se los apropien quienes los admi-nistran ni se puedan usar en ningún caso para financiar activi-dades criminales,

LAS DELEGACIONES DE LOS SECRETARIADOS DE LA FEDE-RAClON DE ASOCIACIONES DE JURISTAS PROGRESISTAS YDE JUECES PARA LA DEMOCRACIA, REUNIDOS EN MADRIDEL 16 DE MARZO DE 1.994, HAN EMITIDO CONjUNTAMEN-TE EL SIGUENTE COMUNICADO SOBRE:

te las referidas reformas manifies-tan gran nÚmero de trabajadores,y la utilización del derecho cons-titucional a la huelga, cuyo ejerci-cio también reivindicamos paralos jueces,

Propugnamos, por Último,que todas las partes con res-ponsabilidades en la adopción yen la aplicación de las medidasnecesarias para ajustar la normati-va laboral y de Seguridad Social ala actual situación económica, ce-dan en sus dogmáticas inicia-les posiciones y encuentren

presarial con la propia plantillaya existente.

Por el contrario, no compar-timos la necesidad de adoptaraquellas otras medidas que, sinjustificación razonable, van a pro-vocar una mayor desigualdadmaterial entre las partes con-tratantes, trabajador individual yempresario, en especial en em-presas en que no exista una eficazimplantación sindical que velepor los derechos de los trabajado-res o mientras que no se pueda lo-grar un control eficaz del realcumplimiento de la normativa la-boral por medio de la InspecciÓnde Trabajo y Seguridad Social o dela Autoridad Administrativa,

En este sentido, nos opone-mos a la proyectada debilitaciónde principios como los de "nor-ma mínima", de "irrenunciabili-dad de derechos", de "condiciónmás beneficiosa", o de "eficacianormativa de los convenios", encuanto pueden obligar al trabaja-dor aislado a aceptar injustifica-damente desventajosas condicio-nes laborales con tal de obtener omantener el puesto de trabajo.

No compartimos, tampo-co, la necesidad de adoptar concarácter de urgencia otras seriede medidas de variada naturalezay finalidad sobre las que no hapodido existir una previa re-flexión serena sobre la bondadde las soluciones propuestas, nide aquellas otras que por su sim-ple enunciado denotan e! que lanorma nace para ser incum-plida, como las relativas a lasagencias privadas de colocación"sin ánimo de lucro".

Es incongruente, asimismo,el que, a pesar de la implantaciÓnde amplias formulas posibilitado-ras de la contrataciÓn temporal,se aproveche injustificada mentela reforma para instaurar un dis-frazado sistema de pleno des-pido libre, dejando en manosde! empresario que manifieste es-tar dispuesto a abonar una in-demnizaciÓn tasada la posibilidadde despedir, en cualquier mo-mento y sin causa, a cualquiertrabajador de su plantilla concontrato vigente, sea éste tempo-ralo indefinido.

Carece también de justifi-cación el legalizar la des pro-tección de determinados tra-bajadores ante situacionesevidentes de necesidad. El quequienes estén vinculados a lasempresas por determinados tiposde contratos a tiempo parcial oque los sujetos a contratos deaprendizaje no puedan gozar delos proporcionales beneficios dela Seguridad Social, vulnera elprincipio constitucional de garan-tía de prestaciones sociales sufi-cientes ante situaciones de nece-sidad, y resulta asimismodesproporcionado, en relación ala finalidad a favorecer la crea-ciÓn de nuevos puestos de traba-jo, el sacrificio exigido al referidocolectivo al privársele de la posi-bilidad de obtener las prestacio-nes por desempleo, o las presta-ciones econÓmicas en caso dematernidad, o incluso, en algu-no de ellos, el que el tiempo coti-zado no les sirva para completar,en su día, la carencia precisa paracceder a las pensiones de inva-lidez, viudedad o jubilaciÓn.

Compartimos por ello ple-namente la insatisfacción que an-

lA REFORMA LABORAL

La Asociación "JUECES PA-RA LA DEMOCRACIA" quiere ha-cer patente su grave preocupa-ción derivada de las medidasnormativas, ya realizadas y de lasde previsible aprobaciÓn, afectan-tes al contenido de las relacioneslaborales entre trabajadores yempresarios y al ámbito de pro-tección del Régimen públicode la Seguridad Social.

¡{('conocemos y comparti-mos la necesidad de adopciÓn demedidas excepcionales ten-dentes a paliar los efectos dela crisis económica que nosafecta, sin va lorar ahora el ori-gen de sus causas.

Pero la soluciÓn a la crisis noes pn,ible ni se debe centrar, co-mo parece estar pretendiéndose,en el exclusivo marco de lasrelaciones laborales y de laSeguridad Social, ni se puedejustificar bajo el disfraz de ofrecerremedios a la crisis la realizaciÓnde una trascendental rL'Í<>r1lladeprincipios que, gracias a largosaÚos de acciÓn en favor de laigualdad material, estaban vigen-tes en nuestro ordenamiento jurí-dico y que con la promlllgaciónde la ConstituciÓn cabia enten-derlos consolidados.

Aceptamos exclusivamenteaquellas medidas que tiendan,por una parte, a repartir iguali-tariamente las fuentes de riquezapara reducir con ello dr:lstica-mente el insostenible número depersonas desempleadas, asi co-mo. por otra parte, las encami-nadas a adecuar proporcional-mente el contenido de lasprestaciones de la Seguridad So-cial a los limitados recursos pre-supuestarios sin agravar con elincremento de las cotizaciones lasituaci(m económica de las em-presas para poder por esa limita-da vía contribuir al mantenimien-to y creaciÓn de puestos detrabajo. E incluso, hasta ciertoslimites, podrían resultar explica-bles algunas medidas justificadasde movilidad laboral tendentes aobtener una mayor eficacia em-

Madrid a 5 de Marzo de 1.994

El Comité Permanente de IpD

Al difundir tal clase de insi-dias, no hace uso de ningún de-recho reconocido, sino que puray simplemente rompe los usosdel comportamiento civil en de-mocrácia, buscando cubrir de for-ma tan delecnable su bien cono-cido perfil moral y político.

Ni Claudio Movilla -la lim-pieza de cuya ejecutoria, comociudadano y como Magistrado,esta fuera del alcance de opera-ciones de ese jaez-, ni ningunode los miembros del Tribunal en-cargado del enjuiciamiento delPresidente de Cantibria necesitandefensa alguna. Pero la insensataescalada del procesado Hormae-chea en la descalificaciÓn, con elúnico fin de impedir la vista deun juicio por hechos que pudie-ran ser criminales, merece el re-pudio más absoluto de esta Aso-ciación y de la opinión pública y,desde luego, una seria respuestapor parte del Consejo General de!Poder Judicial.

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EL .JURADO PASAPO]{ VALLADOLID

JesÚs Fernández Entralgo.

Dos individuos conversan an-te un paño de pared cubierto, dearriba abajo, de baldas vacias deseñorial hechura. Uno de elloscomenta a su interlocutor:«Yo,aquí, si quisiera, podría tenerhasta lihros». La cáustica viñe-ta, publicada, hace años en ladesaparecida «La Codorniz»,ilustraría muy bien la cada vezmás larga andadura del articulo125 de la vigente ConstituciÓnEspañola. Su proyecto de articu-laciÓn del jurado cmo instru-mento de participaciÓn popularen la funciÓn jurisdiccional pare-cía condenado a convenirse enuna de esas normas «ad po m-pam vel ostentation<:m», pre-ceptos de puro ornato, como losviejos «salones de recibir»,dispuestos sÓlo para deslumbrara las vi.~itas «<Vean, vean:noso-tros aquí, si quisiéramos, podria-mos tener hasta Jurado» l,mientras se acumulan las telara-ñas por falta de efectivo uso co-tidiano.

Pasaron muchos años de indi-ferencia; tantos, que el vecinda-rio se sorprendiÓ cuand un bar-hado flamante Ministro deJusticia se interesÓ por hacer elcamino hacia el castillo de la Be-lla Durmi<:nte. Corrian malostiempos de crisis en el Reino delas Reformas de Nunca Jamas.«¿Por qué precisamente ahora,el Jurado'», preguntaron los an-tijuradistas más o menos confe-sos, palpándose los blsillos re-pletos de chinitas. «¿Por quéno, precisamente ahora'», con-test(), lapidario, el Ministro. Y pu-so manos a la obra.

Con el nuevo año de 1994 viola luz un borrador de Antepro-yecto de Ley Orgánica del Tribu-nal de Jurado. El equipo redactorhabía aprendido de los erroresdel pasado histÓrico español ytomado buena cuenta de los re-sultados de experiencias extran-jeras, continentales y anglosajo-nas.

Sin embargo, el perfil del pro-yectado Jurado del siglo )LXI te-nía rasgos de originalidad que,en cierta medida, permitían ha-hlar de un «modelo español».Las novedades eran especial-mente llamativas en el sistema deproposiciÓn del cuestionari queilustraría el veredicto final y enlaprevisiÓn de un mecanismo defundamentaciÓn que no dejase ladecisión de los jurados al margendel deber de motivar las senten-cias, consagrado por el artículo120.3 de nuestra vigente Ley Fun-damental.

El borrador no ocultaba laspropias vacilaciones. La concre-ción de los delitos a enjuiciarmediante el tribunal con Juradofue, desde un principio, campoabonado. En los últimos quinceaños se había repetido muchasveces, a propósito de otras tan-tas resoluciones judiciales con-trovertidas, que un Jurado ha-bría resuelto el caso de otromodo. El oscuro mundo de ladelincuencia sexual y el resbala-dizo territorio de los delitos con-tra el honor de los particulares ycontra el prestigio de las institu-ciones y de las personas en que

encarnan hahían sido dos ámhi-tos en que menudearon las que-jas de aquel tipo. Sorprenclente-mente, ahora, sectores sociales yprofesionales que se habian dis-tinguido en la ruw de la cmzada,dudaban a las puertas de Jerusa-lén, y descubrían -¿habrían equi-vocado el rumho, y enfjlado[)amasco'- las hasta entoncesdesconocidas virtudes de losjueces profesionales.

Con todo, el problema princi-pal surgiÓ al leer el texto comple-to del Borrador y comprenderque, aprovechando la coinciden-cia del paso del Pisuerga por Va-lladolid, disimulada en un nacIa

inocente dohle fondo del paque-te prclegislativo, latía una refor-ma trascendental de la fase ins-tructora, limitada, eso sí (nadamenos), a los juicios conocidospor tribunal con Jurado. Se trata-ba de circunscribir las posibilida-des investigadoras del Juez ins-tructor al objeto fijado cuantoantes (incluso prematuramente)por las futuras partes acusadoras.

El alijo fue olfateado rápida yfácilmente. La polémica estabaservida.

La instrucciÓn eternizada deun sonado caso proyectó una luzmalsana sobre lo que en seguidase convirtió en un diálogo de sor-dos.

Los partidarios de la soluciónpropuesta en el Borrador aducí-an (y i con qué razÓn !) que erapreciso poner coto a las inquisi-ciones generales, prlongadas sinsentido más allá de lo necesariopara preparar el juicio oral, comoquiere el veterano artículo 299 dela Ley de Enjuiciamiento Crimi-nal; y, de pasada, garantizar queel instructor, que un día habrá de

decidir sobre la razonabilidad dela apertura del debate procesal.dé la imagen pÚblica más impar-cial posible.

Precedidas por alguno~ movi-mientos de inquietud, al empezara circular el Borrador, las sesio-nes intensas y productivas de ElPaular dejaron bien clara la opo-siciÓn cerrada y pr(lcticamenteunánime, no al ¡urado nialas líne-as generales de su diseiJo, sino aesa reforma de la instrucciÓn quese pretendía contra bandear.

En definitiva. la determinaciÓndel alcance de la investigaciÓn(y, de rebote, del futuro eventualjuicio) podía quedar en manos

del Ministerio Fiscal; y, lamenta-blemente, existe una sensaciÓnde desconfianza hacia el papelque pueda desempeiJar -singu-larmente en casos que compro-meten al Podero a sus aledaños(y n se olvide que entre las com-petencias del tribunal con Juradofiguran los delitos cometidos porfuncionarios pÚblicos en el ejer-cicio de sus cargos) una institu-ciÓn estructurada sobre los prin-cipios de unidad y dependenciajerárquica, y cuya cÚspide es de-signada por el Rey a propuestadel Gobierno, previa audiencia(no vinculante) del Consejo Ge-neral del Poder Judicial. La pre-vista citación de psibles perjudi-cados para que tengan laoportunidad de sustituir la inacti-vidad fjscal no es cautela bastan-te cuando se trata de delitos sinvíctima. o cuyos perjudicadosson de difícil individualización; yno existe un trámite de ofreci-miento de intervenciÓn al pÚbli-co «< provocatio ad popu-lum») que abra la vía a unaposible acción popular.

En «Jueces para la Democra-cia» existe un extendido estadode opiniún favorable al mante-nimiento del sistema actual deinstrucci(m judicial izada, al me-nos mientras no se abonbse unareforma de mucho mavor calado,de momento imlwnsa¿la y quizá,también de monll'nto, impensa-ble.

«Ju<:ces para la Democral'Ía»coincidía, en su oj)osci(m a la re-forma de la instrucciún, con otrasasociaciones, aunque las motiva-ciones respectivas pudieran dis-cordar. En estas condiciones, losdebates interasociativos convoca-dos por el Ministerio de .Iustici~1concluveron en la retirada de lasiudicial~s, ante elcallej(m sin sali-da al que' había conducido el nu-mantino doble encastillamienlo.

Presentar esta retirada comoun acto de corporativismo judi-cial, o cmo un intento de obstruirla (re lintroducciún de'l lurado enEsparb, constituye una' maniohrapoco elegante de intoxiclci(m de

la opiniún pÚblica, puede quem(ls o menos d iscul pa blc como

'arrehato inLmtil u ohcecal'Í(lI1 deenamorado del propio proy<:cto.Las asociaciones judiciales nopretendian conservar ningÚn pri-vilegio de casta en manos de losJueces, sino asegurarse de que elaparato judicial no se llegue aconvertir en la tela de araña dellÚcido y socarrÓn Martín Fierro,« ...que la ruempe el bicho gran-de/y sÓlo enrieda a los chi-cos ... ». Y, desde luego, «¡ue-ces para la Democracia»demostrÓ desde un principio unadecidida vocaciÓn ek colabora-ción para que la Ley resultantefuese lo más perfecta y eficaz (olo menos imperfecta e ineficaz,que también hay escépticos) po-sible.

Dialogar significa estar dis-puesto a contrastar opinionesdiscrepantes, e incluso a admitirque se puede no tener razÓn. Sisólo se quiere escuchar, arroba-do, la repeticiÓn de la propiavoz, es mejor viajar al valle del<:co.

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• Nota de la Redacción: Esta carta fue puhlicada en el diario EL PAIS comoconsecuencia de las críticas desatadas por el cmunicado del Secretariado so-bre la Reforma Laboral, que tamhién se puhlica en este nÚmero.

Es frecuente en algunos me-dios socialistas cuestionar la le-gitimidad de la crítica de las de-cisiones de la mayoría. Así hasido con la de los sindicatos so-bre la reforma del mercado la-boral y ahora con la de una aso-ciación judicial sobre la mismamateria. En este caso -lo cuentala revista El Siglo de Eu.ropa- elproblema es que Jueces para laDemocracia "opina sobre lo di-vino y lo humano" y, al pronun-ciarse en aquel asunto, habríaincurrido en "clara injerencia ...sobre el ejecutivo"; molestandoa "varios ministros, incluido ...el propio Felipe González'·.

Dice el semanario que paralos ilustres irritados sería acepta-ble que los jueces asociadosopinaran "sobre los aspectospuramente procesales -en estecaso lo divino- de la reforma".Pero que si desbordan ese mar-co (en portada, con forma degabinete de prensa y lamenta-ble falta de profesionalidad) esporque "las togas quieren legis-

LOS]UECESTAMBIEN OPINAN

Perfecto Andrés Ibañez

lar" y ello haria de los críticos"jueces contra la democracia" .

Parece olvidarse que los jue-ces son ciudadanos con todos

los derechos (menos el de ins-cribirse en partidos y sindicatos)y que, cuando se asocian ha-ciendo uso de un derecho cívi-co, son sociedad civil. Como seolvida que el Parlamento, queno es un simple heredero cole-giado del monarca absoluto, nomonopoliza toda la legitimidaddemocrática. Y, también, quedonde no hubiera opinión libremal podría hablarse de demo-cracia.

Jueces para la Democracia cri-ticó en su momento muy dura-mente la actuación parlamenta-ria expresada en el artículo 21.2de la ley Corcu.era, declarado in-constitÚcional hace unos meses.No soy lector de El Siglo y no sécómo rotuló entonces, pero megustaría saberlo. Tampoco sé sihubo enfadados tan insignes y,en ese caso, con quién y por quémotivo.

LIBELO CONTRAMANUEIA

Javier Martínez Lázaro

El Boletín Informativo de laAsociación Profesional de laMagistratura "Deliberación" de-dica un largo artículo en su últi-mo número a "analizar" la ges-tión de nuestra compañeraManuela Carmena como Deca-na de los juzgados de Madrid.Entrecomillamos analizar por-que en realidad se trata de dospáginas de insultos e imputa-ciones injuriosas cuya única fi-nalidad es denigrar al máximola figura de Manuela.

El artículo se publica sin fir-ma. No sabemos si porque alautor le falta valor para asumirpúblicamente su contenido oporque la redacción de "Delibe-ración" lo hace suyo. En cual-quier caso descalifica a la publi-cación por dar cabida en suspáginas a un libelo tan lamenta-ble.

Jueces para la Democracia,obviamente, difiere en sus plan-teamientos de la AsociaciónProfesional de la Magistratura; yes lógico que la A.P.M. critiqueaquellas actuaciones de compa-ñeros de nuestra Asociaciónque considere desacertadas,particularmente si estos compa-ñeros ocupan responsabilida-des en la gestión de la Adminis-tración de Justicia. Pero,creemos, estas críticas debenenmarcarse en un mínimo éticode respeto y honestidad.

El libelo de "Deliberación" estristemente todo lo contrario:un modelo de rencor y, vamosa llamarla "mala intención".

Sólo desde el rencor por laderrota se puede cuestionar unaño después el resultado deuna votación en la que Manuelasacó más de veinte votos al si-guiente candidato y quedó es-casamente a ocho votos de la

mayoría absoluta con sesenta yocho votos sobre ciento cin-cuenta y cuatro votantes, en vo-tación a la que concurrierontres candidatos. No, ManuelaCarmena no se "encontró con elDecanato", sino que ganó hol-gadamente unas elecciones de-mocráticas y ejerce su cargoporque un mayor número delos jueces de Madrid así lo qui-so.

Es necesaria una importantedosis de mala intención para, asabiendas, incurrir en tantas fal-sedades e inexactitudes comohace el articulista. Porque es in-cierto que la gestión de los ser-

vicios comunes sea un "rotundofracaso"; basta consultar concualquiera que trabaje en Pza.de Castilla para saber que, porel contrario, el funcionamientode dichos servicios ha mejora-do sensiblemente, reduciéndo-se notablemente el tiempo em-pleado en la práctica decitaciones, notificaciones y em-bargos. Es incierto que la Deca-na, a espaldas de la Junta deJueces, haya negociado la crea-ción de un tercer Juzgado deGuardia y que esta creación sehaya condicionado a la supre-sión del justo y legal derecho aldescanso de jueces y funciona-

rios: el tercer juzgado lleva yafuncionando varios meses y ennada se ha perjudicado a los ci-tados colectivos. Es también in-cierto que en la revista "La Ba-lanza" trabajen ocho o diezfuncionarios liberados; que laDecana se autoatribuya funcio-nes jurisdiccionales; que ignoreo no convoque a las Juntas deJueces o que las haya converti-do en un "simple expedientepara simular una transparenciainexistente y crear una imagende diálogo y apertura que resul-ta falsa", y lo es porque, entreotros motivos, los magistradosque participan en las Juntas noson tan simples o faciles de en-gañar como piensa el articulis-ta. Es también incierto ..., en rea-lidad es más facil decir que nohay quizás ni un solo dato cier-to en todo el articulo.

Pero lo más lamentable es laideología que trasluce el desco-nocido autor del libelo cuandoironiza sobre la "calidad de vidacon reinserción", al enjuiciar unproyecto de rehabilitaciÓn depenados en el que indirecta-mente participó el Decanato.Probablemente para el, la fun-ción rehabilitadora de la pena yla integración social de los quela sufren no sean más que pam-plinas que proporcionan unabuena ocasión para "hacer gra-cias sobre la gestión de Manue-la". Pésimas "gracias" con lasque adorna el simpatico perso-naje todo su artículo utilizandoexpresiones tales como "la per-secución es progre", "despotis-mo postmoderno", "maneras decasero de mal estilo" y otras lin-dezas semejantes.

Es una pena que "Delibera-ción" se preste a ser portavozde tales voceros anónimos.

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Antonio Escohotado, profesor de Filo-sofía de la Ciencia en la UNED, es un pen-sador sugerente, de gran proyección enciertos públicos juveniles y liber¡¡les, pro-vocador y, sobre todo, vital. Su historia de.las drogas, que fue precedida de otras in-tervenciones, entre ellas un libro de deli-ciosa lectura titulado majestades, crímenesy víctimas, conmocionó la política oficiarbasada exclusivamente en la prohibición yposibilitó la apertura de un debate serenoy original sobre las razones de la repre-sión, los límites de aquellas políticas y losvalores de libertad que estaban en juegoen la llamada cruzada contra las drogas.

Pero además, el profesor Escohotadoes un experimentador: antes que historia-dor y filósofo de las drogas es un profundoconocedor de esas sustancias, cuyo usoreivindica y propone como estímulo vital.Cultiva una imagen de hombre malditoque le aproxima más Jean Genet que aunliberal radical americano.

Antes de comenzar e! "interrogatorio"nuestro personaje nos propuso: "la conde-na de Rafaél Medina me preocupa. Todoshemos hecho cosas peores que mirar.Quiero conseguir la sentencia para leeda ycriticada" .

- ¿Nuestra sociedad necesita lacárcel?

- Lo que define a los encerrados esque en e! 99"/0 de los casos son no propie-tarios. Es el rasgo que los caracteriza. Notienen nada y lo aceptan. Es por ello quesegún mi experiencia, mucha gente se rea-liza en la cárcel.

La prisión no debería estar para quie-nes cometen crimenes contra la propiedad.La respuesta a ese cont1icto ha de encon-trarse en la reparación del mal causado. Yoconvertiría a la judicatura en una oficina deempleo.

Una de las funciones de la cárcel mu-chas veces olvidada, es la de ser campo dereclutamiento de miembros de la policíasubalterna: chivatos, confidentes y soplo-nes. Elementos que son imprescindibles enla persecución de los delitos sin víctima, ya

-que en ese espacio es preciso utilizar gen-tes que acepten el sistema y sus creencias.

- El Derecho Penal moderno ha si-do elaborado desde posiciones progre-sistas para proteger los derechos delos marginados y de la colectividad.¿Es una vía aceptable?

- El Derecho Penal hay que inventarioporque actualmente es pura moralina. Unamoral social protegida por el derecho, fun-ción que cumple el Derecho Penal, es uncrimen.

- ¿Cuál es tu opinión sobre el trata-miento en las cárceles y los beneficiospenitenciarios en función de su resul-tado positivo?

- Estoy en contra de esa propuestaque viene a legitimar el sistema. Si ustedme confirma mi discurso, proponen ellos,usted podrá vivir bien. Es una lógica infer-nal.

- ¿Cuál es el estado de la cuestióndrogas?

- Se trata de un problema que se hacronificado. Es necesario dar un salto cua-litativo con iniciativas novedosas tales co-mo la de constituir una plataforma quepromueva un referendum para preguntarle

El'-TTREVISTA CON

ANTONIOE~,COHOTADO

ELANTIPROHIBICIONISMO

YIALIBERTAD

a la ciudadanía si quiere continuar con laactual situación o desea un cambio.

Hay que reivindicar con valor la peda-gogía del placer y consentimos a nosotrosmismos lo que nos gusta.

En los tiempos del miedo inducido demanera canalla por el Sida, yo afirmo que lasalud, la paz y el poder están con quien notiene miedo: yo hago lo que me dá la gana.

- ¿Cómo valorar el cambio opera-do entre los consumidores de heroínaque han abandonado el "pico"?

- Desde la prohibición el teatro es im-portante en el mundo de las drogas. El tes-tigo y la liturgia son fundamentales.

La heroína es un estimulante por anal-gesia que produce una euforia inconcretamuy prolongada. Es un estimulante igualosuperior a la cocaína. El vicio del heroinó-mano es incomparablemente inferior al delfumador.

El cambio de conductas en los consu-midores de heroína propiciado por e! Sidaes bueno, ya que la aspiración de la sus-tancia es tan eficaz como su administra-ción intravenosa.

- ¿Yel Sida?

- A la gente se le envenena con la mani-pulación de la heroína. El virus no es la cau-

sa del mal. Se mueren de dieciseis enferme-dades, conocidas todas ellas desde hacemucho tiempo. Pero conviene atemorizar ala población para cargarse a las drogas.

- ¿La insumisión como fenómenode desobediencia a la ley está ponien-do en cuestión al Ejército?

- Efectivamente, hay que relacionar alos insumisos con la transiciÓn de un Ejér-cito policía a una milicia democrática.Frente al modelo de ejército actual basadoen regimientos y brigadas, propongo e! sis-tema suizo de milicia de movilización per-manente. En ese país está prohibido cons-titucionalmente la instrucción de ordencerrado. Ese modo de instrucción no esÚtil para el aprendizaje del uso de las ar-mas. Su finalidad es enseñar la obedienciaautomática. Se trata de una obediencia gu-tural basada en onomatopeyas: eim ar undos, tres ... ' , ,

Así se educa al soldado. Y siemprehay una santidad que pasa a su lado (unabandera o un sargento) y que le obliga a ti-rarse al suelo. Así descubrieron las tesis dePaulov antes de que e! científico las elabo-rara.

Frente a esa realidad quiero una mili-cia que defienda e! territorio racionalmen-te, es decir, a partir de una reflexi(lI1 sobrequién nos puede atacar.

- ¿Para qué sirven los fondos re-servados?

- La seguridad del Estado implicl laimpunidad de! Gobierno. Por ello, bajo esaexcusa, esos fondos sirven 1);lr;1p;¡gar gen-les que trabajen para garantizar la impuni-dad de quienes nos gobiernan.

- En tu obra "El espíritu de la co-media" pones de manifiesto una ciertapasión por )efferson ...

- Estudié de niIl.o en la escuela ameri-cana en Brasil donde conocí la declara-ci6n de independencia de los U.s.A. ydonde descubrí por primera vez la reivin-dicación de! derecho a la felicidad comoderecho inalienable. Es una manera deproclamar la alegria por la creación y lavida, alegría que anima mis actos. En esecamino me encontré a Jefferson.

- ¿Conoces a la juventud actual ysus relaciones con la vida y con lasdrogas?

- Si, no solo a través de mis hijos. No-sotros crecimos sin necesidad de dinero.De jovenes queríamos joder, pasear y ha-blar con los amigos. Sabíamos que conuna oposición tendríamos resuelto el futu-ro. Ahora no. Nuestros jóvenes necesitancomprar y nunca tienen suficiente con e!dinero que se les da. Ven que ellos no tie-nen futuro. La ebriedad, la cultura de! co-nocimiento y la fornicaci6n son los unicoselementos que tienen como horizonte, lodemás es fraude.

La conversaciÓn discurrió por otros te-mas de interés comÚn. Al final e! profesorEscohotado, ahora ocupado en la experi-mentación de una nueva sustancia descu-bierta por el profesor Alexander, catedráti-co de toxicología de Berke!ey, nos prestóuna cita de .Jefferson: ningÚn país está lle-no de borrachos si el buen vino es barato.

R.S.

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COMENTARIO SOBRE lA LEY DESUBROGACION HIPOTECARIA

De entrada, sólo podemos dar la bienvenida a la Ley en ma-teria de hipotecas, que ha de permitir a los consumidores adqui-rentes de vivienda beneficiarse de la bajada de los tipos de inte- .rés abaratando y facilitando la adquisición de viviendas; con elloel legislador cumple con lo que le toca a tenor de lo que estable-cen los artículos 47,51 y 53:3 de la Constitución, quitando ade-más trabas al juego de la libre competencia, en el que tanto énfa-sis se hace últimamente.

No obstante, ya desde la exposición de motivos parece queel legislador legisla en este caso con un ojo puesto en las pode-rosas asesorías de los grandes bancos y otro en el Tribunal Cons-titucional, con temor de estar cometiendo una tropelía poco pia-dosa con el artículo 9.3 de la Constitución. Temor que le lleva abuscar coartada en el Código Civil, intentando encajar la reformaen instituciones civiles e hipotecarias que tienen poco que vercon la nueva regulación, en vez de buscar justificación en losprincipios que la Constitución consagra: en el propio artículo 9 yen los preceptos citados anteriormente y en la misma idea de Es-tado social y democrático de Derecho. Esta búsqueda de coarta-da hace extremadamente complicada y farragosa la nueva regu-lación, con no pocos problemas técnicos que pueden ser fuentede pleitos y de fraudes en buena medida evitables y que puedenincluso complicar esas otras instituciones con las que se preten-de relacionar la nueva regulación. Por ello, entendemos que de-bió abordarse la regulación sin complejos y con decidida actitudde regular algo que claramente compete al legislador.

y es que, como acertadamente se apunta en la propia expo-sición de motivos, no podemos dejar de tener en cuenta el carác-ter institucional de este tipo de contratos, que comprometen gra-vemente el interés social, lo que da titulo suficiente al legisladorpara innovar su tratamiento legal cambiando incluso la regula-ción de la relación establecida por las partes, en un ámbito en elque, además, hablar del dogma de la autonomía de la voluntades casi una broma.

Así, la actividad bancaria es una actividad regulada, lo quepermite a la Administración bancaria un amplio margen de con-trol, disciplina y ordenación, por lo que resultaría un sinsentidoque cosas que le están permitidas al Banco de España no laspueda hacer el legislador. En definitiva, partiendo de que nosencontramos ante una institución, de acuerdo con la propia doc-trina del Tribunal Constitucional, no cabe hablar de retroactivi-dad por el hecho de que la nueva regulación, modificando elpacto, se aplique a contratos celebrados con anterioridad a suentrada en vigor, al igual que no se considera retroactividad queuna nueva regulación en materia de contrato de trabajo o dearrendamientos protegidos o de seguros se aplique a contratoscelebrados con anterioridad. Se nota un cierto temor reverencialhacia los bancos.Subrov:ación Hipotecaria.- Se pretende que este cambio deacreedor hipotecario no es más que una aplicación de! supuestoprevisto en el artículo 1211 del CódigoCivil, que "la configura [la subrogación] como un acto potestativo-voluntario- del deudor". Pero habría que tener en cuenta que enese caso el pago supone la existencia de una obligación vencida,lo que no ocurre cuando de lo que se trata es de una amortiza-ción anticipada. Por tanto, lo que interesa efectivamente es, co-mo se señala en el párrafo segundo del artículo primero, conver-tir en norma legal lo que es un pacto generalizado hoy: laposibilidad de amortización anticipada por decisión del deudor.Esto además no es un capricho en estos tiempos, sino algo urgi-do por la cambiante realidad, que obliga a constantes ajustes ypodría haberse conseguido si las cláusulas de revisión hubiesensido leales.

Comienza la redacción del artículo segundo con una trans-posiciÓn del artículo 1211 admitida la posibilidad de considerarvencida la deuda por decisiÓn del deudor. Se regula a continua-ción un procedimiento sumario, idéntico a] previsto por el artícu-

lo 153.5 de la Ley Hipotecaria, de liquidación de hipotecas demáximo, cuando no exista acuerdo ente las entidades financierasacerca del importe líquido de la deuda. Pero lo que no se aclaraen dicho precepto es cuál sea la finalidad de dicho procedimien-to ni de la resolución que pone fin al incidente. En efecto, se tra-ta de un procedimiento que afecta sólo a las relaciones entre lasentidades financieras, cuya resolución final no ha de afectar a lahipoteca ni al deudor, por lo que no sabemos cómo se inserta enel desenvolvimiento de la relación hipotecaria. Por otra parte, es-tá clara la finalidad del incidente en las hipotecas de máximo: li-quidación de la deuda, que permite completar el título de ejecu-ción, pues, por principio, ha de ser por cantidad líquida. Peroeste incidente que comentamos no se inserta en el procedimien-to de ejecución de la hipoteca y para nada ha de afectarle. Pare-ce ser un procedimiento sumarísimo para resolver el particularrelativo a las diferencias entre entidades acerca del importe líqui-do de la deuda, lo que ha de complicarle no poco la vida al juez,quien ha de vérselas con complicados cálculos financieros sinmás auxilio que el de los documentos. Por otra parte, el auto quepone fin al procedimiento: ¿es título de ejecución que ha de per-mitir la apertura de la vía de apremio? Así parece ser puesto quese habla de apelación en un solo efecto. Queda también sin re-solver la cuestión de si el auto que pone fin al incidente resuelvela cuestión entre entidades con efecto de cosa juzgada o ha deser posible acudir después al procedimiento ordinario que co-rresponda, dada la limitación de medios de defensa y de conoci-miento del Juez que este procedimiento supone. En todo casono estaría de más dejar indicada, por ejemplo, la posibilidad deun arbitraje especializado por los servicios correspondientes delBanco de España, sobre todo si se trata de cuestiones de prácticabancaria y cálculos financieros. De todos modos, como se expre-sa en la exposición de motivos, habrá que esperar que estascuestiones se resuelvan en el ámbito de la lealtad entre comer-ciantes.Claúsulas de Penalización.- En el artículo tercero es, si acaso,donde mejor se pone de manifiesto cómo ese intento de encajarla nueva regulación en instituciones del Código Civil impone unatécnica defectuosa. En definitiva de lo que se trata es de acabarcon los créditos cautivos, con las cláusulas que penalizan abusi-vamente la amortización anticipada, sin relación alguna con elverdadero daño que sufre la entidad financiera, y que son unamera técnica disuasoria de eso que se reconoce como un dere-cho del deudor, pero cuyo ejercicio, mediante esta cláusulas, seconvierte en algo ilusorio.

Para justificar que la nueva regulación se aplique a contratosantiguos, ahuyentando al demonio de la retroactividad, se señalaque tales cláusulas son penas convencionales, que si conformeal artículo 1154 del Código Civil pueden ser moderadas por e!Juez, ningún obstáculo hay a que puedan ser moderadas por ellegislador. Entendemos que esta consideración incurre en unmanifiesto error. En efecto, en primer lugar, no es cierto que ta-les cláusulas establezcan propiamente penas, ya que no se tratade establecer una pena por e! incumplimiento, necesariamenteculpable, sino ]a posibilidad, admitida por el artículo 1153 delCódigo Civil, de liberarse del plazo, establecido en beneficio delas dos partes, y del correspondiente abono de intereses, me-diante la entrega de un dinero: precio del desistimiento o dinerodel arrepentimiento; a este tipo de cláusulas no se aplica la facul-tad moderadora del juez que establece el artículo 1154 del CÓdi-go Civil, ya que aquí no hay incumplimiento culpahle parcial ocumplimiento irregular, sino una facultad expresamente reserva-da a una de las partes. Pero es que además no es cierto lo que sedice acerca de que, si el juez puede moderar, con mayor razÓnha de poder la Ley, ya que, por principio, tal moderaciÓn suponeuna adecuada ponderación de las circunstancias del caso, del in-cumplimiento concreto, lo que resulta imposible hacer en unaLey, que se mueve en un nivel abstracto de regulación. En defi-

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_________ COMENTARIOSOBRE lA LEY DE SUBROGAClONHIPOTECARIA----

nitiva entendemos que si de lo que se trata es de buscar una justi-ficación, antes habría que buscarla, por ejemplo, en la legisla¡;iónrelativa a consumidores y usuarios, ya que si estas cláusulas"tie-nen por finalidad encadenar al deudor, pueden ser consideradasabusivas, contrarías a la buena fe y al justo equilibrio de las pres-taciones y, por tanto, nulas de pleno derecho. Ningún obstáculohay para que, desde esa perspectiva, el legislador concrete la re-gulación estableciendo un tope máximo para tales cláusulas decomisión por amortización anticipada.

La moderación de estas cláusulas sólo se prevé para los ca-sos de interés variable, lo que se explica en e! preámbulo dicien-do que, en estos casos, apenas existe riesgo para el banco. Enten-demos que también aquí se está incurriendo en un claro error, yaque lo mismo que el plazo en los préstamos se establece en be-neficio de las dos partes, también esta cláusula se establece enbeneficio de las dos partes y el riesgo dependerá de los tiemposque corran. Así, en épocas de intereses al alza, los préstamos deinterés fijo suponen un mayor riesgo para el banco, que se com-pensa con tipos más altos, mientras que, en tiempos de bajada, eltipo de los préstamos a interés fijo suele ser más bajo... Claro,hasta que la ingeniería jurídicofinanciera ha puesto en marcha enlas cláusulas, que luego comentaremos, por las que se estableceun tipo de interés de oferta inferior en más de dos puntos al MI-BOR, que sólo dura un año y que, en la primera revisión quedaen un tipo superior en dos puntos al MIBOR.

Además, si bien en los préstamos hipotecarios a interés varia-ble es posible que el prestatario se haya beneficiado de la bajadageneral de los tipos de interés siempre que la cláusula que regulela variación del tipo de interés responda a criterios de buena fe yequidad, y permita que se refleje en el préstamo esa variación ala baja, lo que realmente no ocurre siempre, en los préstamos ainterés fijo concertados hace algunos años el prestatario no se hapodido beneficiar de tal bajada del tipo de interés, por lo que ten-dría aún más justificación la moderación de estas cláusulas deamortización anticipada para permitirle el "cambio de hipoteca",ya que si no va a quedar con un préstamo hipotecario cuyo tipode interés puede estar incluso 5 ó 6 puntos porcentuales por en-cima del que es actualmente habitual.

Por lo demás, aunque es cierto que el plazo en préstamos coninterés se establece en beneficio de las dos partes, hoy, cuando elnegocio de los bancos se ha diversificadotanto, en un tiempo en elque los bancos ofrecen todo tipo de productos, servicios y aseso-ramiento financiero, en el que la percepción de intereses por prés-tamos no constituye el único negocio de los bancos, no puede sos-tenerse sin matices la afirmaciónde que la amortización anticipadaconstituye un verdadero perjuicio para el banco. Así, la amortiza-ción anticipada permite al banco absorber mayor ahorro del deu-dor, que se traduce en mayor cobertura y en mejora general delnegocio; y, desde luego, en tiempos de intereses al alza, suponeun ahorro para el banco, por lo que, teniendo en cuenta el plazode este tipo de préstamo, en el que tantas cosas pueden ocurrir, laafirmación que se hace acerca de los perjuiciosy riesgos es incon-sistente y sin base alguna en lo real.

Por todo ello entendemos que limitar la moderación legal delas comisiones de amortización anticipada a las operaciones a in-terés variable carece de fundamentación positiva desde el puntode vista de los riesgos y de los perjuicios efectivos;y si de lo quese trata es de poner coto a los créditos cautivos, permitiendo alconsumidor beneficiarse la bajada de los tipos de interés, la solu-ción adecuada y más igualitaria es la de poner un límite a talescomisiones, tanto en uno como en otro caso. Tenido en cuenta loque es usual en el tráfico bancario -en tiempo de alza no se pactatipo alguno y en otros tiempos suele ser tipo de referencia el deldos por ciento- nos parece perfectamente ponderado el límite es-cogido del uno por ciento. Pero, en todo caso, entendemos que,seal cual sea, el límite debe regir tanto para préstamos a interésvariable como para préstamos a interés fijo.

En defmitiva, nos parece que ningún obstáculo existe desdeel punto de vista del principio de irretroactividad,para que el le-gislador ponga un límite razonable a las comisiones por amortiza-ción anticipada que impida penalizaciones que, sin relación algu-na con los perjuicios reales, tengan por única finalidad amarrar alcliente, ya que no ha de poder más el Banco de España que elpropio legislador.

En definitiva, entendemos que se pierde una oportunidadperfecta para regular de una manera adecuada, tratándose decontratos que afectan a consumidores y de contratos de adhe-sión, las cláusulas de revisión. Y es que, como ya denunciamosen anterior comunicado de esta asociación, basta leer cualquierperiódico para comprobar la práctica bancaria desleal con el con-sumidor que se está desarrollando como consecuencia de estaguerra de tipos. Vemos cómo se seduce al prestatario con un in-terés inicial que sólo puede ser calificado de preferencial, mien-tras que se pacta una cláusula de revisión (por ejemplo, MIBORmás dos puntos), que, por muy bien que vayan las cosas y pese aque bajen los tipos, al ano ha de suponerle al cliente una subidade los tipos de, al menos, dos puntos; esta cláusula sólo puedeser calificada de sorpresiva y, como contraria a la buena fe, nulade pleno derecho. Con está práctica, se están desarrollando cam-pañas de publicidad engañosa que nadie se ocupa de atajar.

Por lo tocante al artículo cuarto, creemos que ningÚnobstácu-lo serio existe para que la renovación pueda extenderse al plazo.Acceso al Reilstro.- En e! artículo cinco se regula el acceso alRegistrode la Propiedad de estos cambios de acreedor hipoteca-rio. Se prevé que e! cambio se haga constar en el Registro pornota marginal. Y, sin perjuicio de entender que el legislador pue-de hacerla, entendemos que la solución perturba el sistema re-gistral, ya que vendría a modificar, solo en caso de hipotecas pa-ra adquisición de viviendas o locales de negocios en favor deentidades de crédito, lo dispuesto en el artículo 140 de la Ley Hi-potecaria y 240 del reglamento. Y es que no debe olvidarse quese trata de un negocio que implica la transmisión de un derechoreal sobre la finca inscritay no parece razonable que el tracto su-cesivo haya de seguirse a través de notas marginales. Por lo de-más, e! contenido que se prevé de la nota no es el propio de unanota marginal, e incluso podríamos dudar de si en el espacio físi-co destinado a notas marginales en los libros del Registro ha decaber tanto. Parece que esta solución reproduce la de la reglaquinta de! artículo 131de la Ley Hipotecaria; pero no se tiene encuenta que e! caso es completamente distinto, ya que, en el casodel artículo 131,de lo que se trata es de la ejecución de! derechode hipoteca, que ha de suponer su extinción. En definitiva, si delo que se trata es de agilizar y abaratar el trámite registral, cree-mos que puede esto lograrse sin mengua de la seguridad y sinperturbar e! funcionamiento del Registro.En cuanto a los dos in-cisos finales, entendemos que no anaden nada nuevo y no justifi-can el precepto, ya que es obvio que la calificaciónha de limitar-se al nuevo pacto y no a aquel que ya consta inscrito y laescritura pública a que se refiere el párrafo primero del artículodos ha de ser el título de inscripción.

El artículo seis no anade nada al artículo 131de la LeyHipo-tecaria.Ré¡jrnen Fiscal.- En cuanto al régimen fiscal, aparte de la dudaque se plantea a la luz del artículo 30 del Texto Refundido de laLeyde! Impuesto sobre ActosJurídicos Documentados, acerca deque el sujeto pasivo de! gravamen sea el deudor, pues es el trans-mitente y no el adquirente del derecho real y no puede sostener-se que el documento se expida en su interés, lo cierto es que ladeclaración y pago se hace recaer sobre el prestatario, por lo quevemos saludable que, en todo caso, se declare exenta la opera-ción, pero sólo respecto al prestatario, quien, con dicho cambiode acreedor, no manifiesta capacidad contributiva alguna, sino alcontrario. De todas formas, creemos que, tratándose de impues-tos transferidos, las Comunidades Autónomas tendrán algo quedecir.

Los artículos 8 y 9 nos parecen perfectamente razonables yun sano estímulo para que, sin necesidad de cambiar de banco,los acreedores se avengan a que sus dientes se beneficien de labajada de los tipos de interés.

En cuanto a los gastos del cambio, no se ha contado con lossorpresivos gastos que pueden venir de prácticas irregulares delbanco subrogado. Y es que se están generalizando cláusulas conlas que dichos bancos obtienen un rendimiento adicional mani-fiestamente irregular. Asi, por ejemplo, se está empezando a vercómo se prevé la retención de elevadas cantidades como gastosde gestión (liquidación de tributos, presentación al Registro),quese realiza por gestorías ligadas o creadas por el propio banco, encompetencia manifiestamente desleal con otras gestorías, y cuyos

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••••• ,COMENTARIO SOBRE IA LEY DE SUBROGAClON HIPOTECARIA ---------

precios son desproporcionados en relación con los que son usua-les cuando de estas gestiones se encargan gestores ordinarios o elpropio notario. Tal como vienen establecidas, estas cláusulas pue-den considerarse nulas conforme a lo establecido en el artículo1O.1.c),5p de la Ley General para la Defensa de los Consumidoresy Usuarios. Pero, como por estas cosas no suele llegar al juzgado,hasta tanto no se desarrolle la normativa comunitaria y se reguleen nuestro país lo relativo a las condiciones generales de los con-tratos, entendemos que aparte del control administrativo del Ban-

co de España -siempre dulce, por cierto, pese a las previsiones dela Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuariosen materia de derechos de los consumidores- sigue siendo im-prescindible una adecuada información. En la misma línea de lareforma del Reglamento rela~iva al deber de informar a los consu-midores y usuarios sobre sus derechos y sobre las posibles cláu-sulas abusivas, parece conveniente seguir con el propósito, a cu-yo cumplimiento pueden servir previsiones como la del derechodel consumidor a la elección de notario, prevista para los adqui-

rentes de viviendas. Y, aunquees cierto que en la práctica lasgrandes empresas, asiduasclientes notariales, no dejan alos consumidores ejercitar talderecho, sigue siendo una me-dida que pem1ite abrir el cami-no a una leal competencia en-tre notarios, lo que ha detraducirse en un beneficio ymejor información de los con-sumidores. Por ello, creemosque es esta una buena oportu-nidad para extender tal dere-cho de elección de notario a laconstitución de hipotecas. Esmás, si se tiene en cuenta quemuchas adquisiciones de vi-vienda van ligadas a la constitu-ción de hipoteca, los bancos,alegando que tal derecho noexiste en materia de hipotecas,imponen sus notarios, lo queperjudica a una leal competen-cia y a los derechos de los con-sumidores.

Comisión de DerechoPrivado

LEY 2/1994, de 30 demarzo, sobresubrogación y

modificación depréstamos

hipotecarios.

Artículo 1. Ambito.1. Las entidades finan-

cieras a las que se refiere elartículo 2 de la Ley 2/1981,de 25 de marzo, de MercadoHipotecario, podrán ser su-brogadas por el deudor enlos préstamos hipotecariosconcedidos, por otras enti-dades análogas, con suje-

ción a lo dispuesto en estaLey.

2. La subrogación a que serefiere el apartado anterior seráde aplicación a los contratosde préstamo hipotecario, cual-quiera que sea la fecha de suformalización y aunque noconste en los mismos la posibi-lidad de amortización antici-pada.

Artículo 2. Requisitosde la subrogación.

El deudor podrá subrogara otra entidad financiera de lasmencionadas en el artículo an-terior sin el consentimiento dela entidad acreedora, cuandopara pagar la deuda haya to-mado prestado el dinero deaquélla por escritura pública,haciendo constar su propósitoen ella, conforme a lo dispues-to en el artículo 1.211 del Códi-go Civil.

La entidad que esté dis-puesta a subrogarse presentaráal deudor una oferta vinculanteen la que constarán las condi-ciones financieras del nuevopréstamo hipotecario. La acep-tación de la oferta por el deu-dor implicará su autorizaciónpara que la oferente se la noti-fique a la entidad acreedora yla requiera para que le entre-gue, en el plazo máximo desiete días naturales, certifica-ción el importe del débito deldeudor por el préstamo hipote-cario en que se ha de subrogar.

Entregada la certificación,la entidad acreedora tendráderecho a enervar la subroga-ción si en el plazo máximo dequince días naturales a contardesde dicha entrega, formalizacon el deudor novación modi-ficativa del préstamo hipoteca-rio. En caso contrario, paraque la subrogación surta efec-tos, bastará que la entidad su-brogada declare en la mismaescritura haber pagado a laacreedora la cantidad acredita-da por ésta, por capital pen-diente e intereses y comisióndevengado s y no satisfechos.Se incorporará a la escritura unresguardo de la operaciónbancaria realizada con tal fina-lidad solutoria.

No obstante, si el pago aúnno se hubiera efectuado por-que la entidad acreedora nohubiese comunicado la canti-dad acreditada o se negase porcualquier causa a admitir su pa-go, bastará con que la entidadsub rogada la calcule, bajo suresponsabilidad y asumiendolas consecuencias de su error,que no serán repercutibles al

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deudor, y, tras manifestado,deposite dicha suma en poderdel notario autorizante de laescritura de subrogación, a dis-posición de la entidad acree-dora. A tal fin, el notario notifi-cará de oficio a la entidadacreedora, mediante la remi-sión de copia autorizada de laescritura de subrogación, pu-diendo aquélla alegar error enla misma forma, dentro de losocho días siguientes.

En este caso, y sin perjui-cio de que la subrogación sur-ta todos sus efectos, el juezque fuese competente para en-tender del procedimiento deejecución, a petición de la en-tidad acreedora o de la entidadsubrogada, citará a éstas, den-tro del término de ocho días, auna comparecencia, y, des-pués de oídas, admitirá losdocumentos que se presenten,y acordará, dentro de los tresdías, lo que estime proceden-te. El auto que dicte será ape-lable en un sólo efecto, y el re-curso se sustanciará por lostrámites de apelación de losincidentes.

Artículo 3. Comisiónpor amortizaciónanticipada.

En las subrogaciones quese produzcan en los préstamoshipotecarios, a interés variable,~eferidos en el artículo 1 de es-ta Ley, la cantidad a percibirpor la entidad acreedora enconcepto de comisión por laamortización anticipada de sucrédito, se calculará sobre elcapital pendiente de amortizar,de conformidad con las si-guientes reglas:

1¡ Cuando se haya pactadoamortización anticipada sin fi-jar comisión, no habrá derechoa percibir cantidad alguna poreste concepto.

2' Si se hubiese pactadouna comisión de amortización

anticipada igual o inferior al 1por 100, la comisión a percibirserá la pactada.

3' En los demás casos, laentidad acreedora solamentepodrá percibir por comisiónde amortización anticipada el1 por 100 cualquiera que sea laque se hubiere pactado. Noobstante, si la entidad acreedo-ra demuestra la existencia deun daño econÓmico que noimplique la sola pérdida de ga-nancias, producido de formadirecta como consecuencia dela amortización anticipada, po-drá reclamar aquél. La alega-ción del daño por la acreedorano impedirá la realización dela subrogación, si concurrenlas circunstancias establecidasen la presente Ley, y sólo darálugar a que se indemnice, ensu momento, la cantidad quecorresponda por el daño pro-ducido.

Artículo 4. Escritura.

En la escritura de subroga-ción sólo se podrá pactar la me-jora de las condiciones del tipode interés, tanto ordinario co-mo de demora, inicialmentepactado o vigente.

Artículo 5. Registro.

El hecho de la subrogaciónno surtirá efecto contra tercero,si no se hace constar en el Re-gistro por medio de una notamarginal, que expresará las cir-cunstancias siguientes:

1.ª La persona juridica su-brogada en los derechos delacreedor.

2.' Las nuevas condicio-nes pactadas de! tipo de inte-rés.

3.' La escritura que seanote, su fecha, y el notarioque la autorice.

4.' La fecha de presenta-ción de la escritura en el Regis-tro y la de la nota marginal.

5.' La firma del registra-dor, que implicará la conformi-dad de la nota con la copia dela escritura de donde su hubie-re tomado.

Bastará para que el regis-trador practique la inscripciónde la subrogación que la escri-tura cumpla lo dispuesto en elartículo 2 de esta Ley, aunqueno se haya realizado aún lanotificación al primitivo acree-dor. No serán objeto de nuevacalificación las cláusulas inscri-tas del préstamo hipotecarioque no se modifiquen. El re-gistrador no podrá exigir lapresentación del título de cré-dito.

Artículo 6. Ejecución.

La entidad sub rogada de-berá presentar para la ejecu-ción de la hipoteca, además desu primera copia auténtica ins-crita de la escritura de subro-gación, el título de crédito, re-vestido de los requisitos de laLey de Enjuiciamiento Civilexige para despachar ejecu-ción. Si no pudiese presentare! título inscrito, deberá acom-pañar, con la copia de la escri-tura de subrogación, certifica-ción del Registro que acreditela inscripción y subsistencia dela hipoteca.

La ejecución de la hipote-ca se ajustará a lo dispuesto enla Ley de Enjuiciamiento Civily en la Ley Hipotecaria.

Artículo 7. Beneficiosfiscales.

Estará exenta la escrituraque documente la operaciónde subrogación en la modali-dad gradual de «Actos Jurídi-

cos Documentados» sobredocumentos notariales.

Artículo 8.Honorariosnotariales yregistrales.

Para el cálculo de los ho-norarios notariales y registralesse tomará como base la cifradel capital pendiente de amor-tizar en el momento de la su-brogación, y se entenderá queel documento autorizado con-tiene un sólo concepto.

Artículo 9. Beneficiosfiscales y honorariosnotariales yregistrales en lanovación modificativadel préstamoshipotecarios.

Estarán exentas en la mo-dalidad gradual de «Actos Ju-rídicos Documentados» lasescrituras públicas de nova-ción modificativa de préstamoshipotecarios pactados de co-mún acuerdo entre acreedor ydeudor, siempre que el acree-dor sea una de las entidades aque se refiere el artículo 1 deesta Ley y la modificación serefiera a la mejora de las con-diciones del tipo de interés,inicialmente pactado o vigen-te. Conjuntamente con estamejora se podrá pactar la alte-ración del plazo.

Para el cálculo de los ho-norarios notariales y registra lesde dicho tipo de escrituras, setomará como base la que re-sulte de aplicar al importe dela responsabilidad hipotecariavigente el diferencial entre elinterés del préstamo que semodifica y el interés nuevo.

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LOS CAMBIOSDEL CAMBIOJYJI>I<=~

José Ricardo de prada,miembro del Secretariado de JpD

Los resultados de la Últimaencuesta sobre la Justicia del Cen-tro de Investigaciones Sociológi-cas (CIS) ampliamente difundidospor la mayoría de la prensa diariaespañola -País, Vanguardia, El Pe-riódico, YA, Diario 16- ponen demanifiesto algo sobre lo que con-tinuamente se ha llamando laatención desde distintos medios:el gran esfuerzo de inversión eco-nómica en la Justicia no ha servi-do para dotarla de una mayorconfianza de los ciudadanos. Es-taba claro que lo que se estabahaciendo era insuficiente y que sila gran inversión en medios mate-riales y humanos no venía acom-pañada de un radical cambio deactitudes, en gran medida, seríabaldía.

El 3H % de los esparíoles piensahoy -la toma de datos de la en-cuesta fue realizada en 1992- quela justicia funciona malo muymal, el 26 % regular y solo el 17 %cree que bien y Únicamente el 1 'y"que muy bien. Ocho aiios antes -19H4- solo el 2H%, de los encuesta-dos tenía la opinión de que la jus-ticia funcionara malo muy mal.La tendencia es incluso a que em-peore este de por si ya muy nega-tivo estado de opini(m Cualquierpersona sensata necesariamentetendría que sacar conclusiones ..

Ciertamente, segÚn se ha di-cho. este tipo de encuestas rara-mente reflejan la multitud de ma-tices que tiene la justicia. Sinembargo, es innegable que hapuesto de manifiesto, mas allá delo que se intuya o se sospeche,que los espar101estienen una ideamuy negativa de la Justicia. Es po-sible que los grandes numeros dela justicia hayan mejorado objeti-vamente. Es cielto que el nÚmerode órganos judiciales ha aumen-tado considerablemente en los Úl-timos ar10Sy que se dictan en estemomento muchas más resolucio-nes judiciales. Sin embargo, estono parece ser suficiente. Por unaparte, y es un fenómeno comÚncon otros países de nuestro entor-no jurídico, consustancial con lacomplejización de las sociedadesoccidentales, se ha producido uncrecimiento de la litigiosidad, queno obstante las mejoras estructu-rales de la justicia dejaría los ra-tios, probablemente, en las mis-mas cifras o en muy parecidas acon anterioridad. Pero no es elÚnico factor. Hay que pensar queen estos momentos a la sociedadesparíola ya no le es suficienteobtener cualquier justicia, sinoque, por mÚltiples factores ya su-ficientemente analizados y queno es necesario pormenorizar -madurez democratica, integra-ción en el entorno político-cultu-ral europeo, ete., exige una mayorcalidad de los servicios pÚblicos.No existe ninguna razón parapensar que la credibilidad o bue-na consideración de la justicia noeste en directa relación con la ca-lidad y eficacia de ésta. Entre losfactores que integran el conceptode calidad de la justicia, en senti-do amplio, estarían, sin duda: larespuesta judicial proporcionadaen tiempo a la complejidad de la

cuestión planteada, la efectiva re-solución del conflicto planteado,el cumplimiento de las garantíasinherentes a toda actuación judi-cial, real intervención del Juez ycontrol judicial del proceso, efec-tividad de las resoluciones, des-burocratización, proximidad de lajusticia a los ciudadanos, accesi-bilidad y comprensión por estos,seguridad y predictibilidad de lasresoluciones, de.

No se puede trivializar una co-lectiva opinión negativa sobre lajusticia. La mala imagen respondea circunstancias objetivas, y ya no

existen disculpas, ni es suficientecualquier coartada. La necesariareforma de la Justicia ya no es unacuestión de opiniones o, mejordicho, si lo cs. Los esparíoles, ma-yoritariamente, con su negativaopinión sobre la actual justicia,evidenciada en las encuestas re-cientemente publicadas, estánexigiendo no otra cosa distintaque una justicia eficaz y con unmínimo de calidad que de verdadse ajuste a sus aspiraciones comociudadanos de un Estado demo-crático de Derecho.

LaReforma Judicial.-

El relevo en el Ministerio deJusticia producido en Julio del pa-sado arío despertó muchas ex-pectativas al respecto, Muchospensamos que la esperada horade los auténticos cambios de laJusticia había llegado. Ocho me-ses después las opiniones se divi-den entre los que siguen afirman-do que todavía las expectativas semantienen incolumes y aquellosotros que empezamos a no tener-lo tan claro.

En cualquier caso existen unaserie de datos objetivos que nose pueden dejar de tener encuenta. Por el momento, a lasCortes solo ha llegado el proyec-to de reforma urgente y parcialde la Ley Orgánica del Poder Ju-dicial. De todos es sabido que lagénesis de este proyecto ha sidotodo menos pacifica. Lo que apa-rentemente gozaba de un amplioconsenso -la asunción de compe-tencias por parte del Consejo Ge-neral del Poder Judicial en mate-ria de selección de jueces- semezcló con las cosas mas dispa-

res, desde la urgente reforma delrégimen disciplinario de los jue-ces bajo criterios que enseguidaprovocaron la contestación de latotalidad de las asociaciones judi-ciales, hasta la ponnenorizada re-gulación de ciertos aspectos derelativos a los funcionarios desti-nados en los órganos técnicosdel CGPj.

El resultado de la primera me-sa de trabajo ministerial con asis-tencia del conjunto de asociacio-nes judiciales fue este Proyectode Ley que en nuestra opiniónno resulta nada satisfactorio. ElProyecto contiene una regula-ción muy desvaída del tema quedebía ser central: la Selección deJueces. Así, deja todos los aspec-tos conflictivos para un posteriordesarrollo reglamentario por elConsejo General del Poder Judi-cial. Sin embargo, sí se ocupa deciertos aspectos e introduce cier-tas limitaciones que pueden lle-gar a incidir muy negativamenteen la posición que debería ocu-par la Escuela Judicial -el nuevoCentro de Selección de Jueces-como eje central en el futuro pro-

ceso selectivo de jueces. La regu-lación que contiene del régimendisciplinario, afortunadamente,no tiene nada que ver con la ini-cial propuesta del Ministerio cu-ya principal novedad y pareceser que virtud, desde la perspec-tiva ministerial- consistía en en-trar a saco en el contenido de lasresoluciones jurisdiccionales; sinembargo después de una durarespuesta dada prácticamente ensolitario por nuestra asociación -el resto de las asociaciones judi-ciales mantuvieron en todo mo-mento unas posturas muyambíguas, mucho mas preocupa-das por cuestiones corporativascomo las del tercer y cuano tur-no, que por el tema disciplinario- han desaparecido los aspectosmas controvertidos, pero el re-sultado es una mediocre y preci-pitada regulación de esta mate-ria, en la que se perpetÚancriterios y formas de regulaci(manticuadas, mas propias de unaley de lH70 que para el momentopresente.

No obstante el desgaste que scprodujo con este proceso fue im-portante y, lógicamente, llevoconsigo el que se desataran lasprimeras desconfianzas.

El Jurado v otros proyectos.-

Un anteproyecto de la Ley delJurado se encuentra en este mo-mento pasando el trámite de in-forme en el CGPj. La prensa dia-ria pone de manifiesto lasdistintas opiniones que suscita.Existe general coincidencia, almenos en determinados ámbitos,en lo inadecuado que resulta elcrear un procedimiento de Ins-trucción "ad hoc" que encubririaun traspaso de las competenciasde Instrucción al Ministerio Fiscal,en lo dudoso del modelo generalque se propugna, en el carácterdemasiado restrictivo de los deli-tos que se someterán al conoci-miento del Jurado, etc ... Todas lasasociaciones judiciales han termi-nado por levantarse de las mesasde trabajo, en el caso de JpD, ex-clusivamente, por la patente faltade voluntad negociadora de los

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representantes ministeriales. Larespuesta ministerial no se ha he-cho esperar...

Existe también constituida enel Ministerio de Justicia una mesade trabajo cuya finalidad sería ela-borar un proyecto de ley de refor-ma de otros aspectos de la LeyOrgánica del Poder Judicial; peroni se parte de un documento detrabajo, ni existe una fecha apro-ximada de cuando podría estarculminado este proyecto. Tras lapropuesta por los distintos colec-tivos intervinientes - asociacionesde jueces, secretarios y fiscales -de los posibles temas a tratar, elMinisterio de Justicia tenía previs-to nombrar a continuación unacomisión que elaboraría una pro-puesta de texto que serviría debase para la discusión. Sin embar-go, el Ministerio no ha revelado,mas allá del hecho de convocaresta mesa de trabajo, cual es suvoluntad real de modificación dela LOPJ, ni si esta voluntad modi-ficadora estaría integrada dentrode una mas amplia de reformaglobal de la Justicia, ni por su-puesto el modelo que se seguiríani los plazos para llevarla a cabo,etcétera.

Parece ser que también esta enmarcha, si bien se desconoce enque estado se encuentra, una re-forma de los procedimientos civi-les. Sobre esta posible reforma,como decimos, no existen mu-chos datos.

Falta de planteamientos.-

La única conclusión a la que sepuede llegar, después de este maso menos pormenorizado relato delo llevado a cabo hasta ahora porel actual equipo ministerial, esque a estas alturas no hay un plan-teamiento global minimamenteclaro de lo que se tiene que hacercon la justicia española y que, porel contrario, se ha apostado abier-tamente por unas iniciativas, lla-memosles, "espectaculares" conlo que se pretendería salvar la le-gislatura. Como principio, nadietiene elementos para poner en du-da la autenticidad de la voluntadjuradista del Ministerio de Justiciay no debe contribuir a crear esaduda el empecinamiento en man-tener contra el general criteriociertas peligrosas opciones; perolo que si tiene que producir gene-ral preocupaciÓn es que el acome-

ter la reinstauración del jurado -loque no cabe duda que es impor-tante y así es valorado por el 63 0/0de los españoles según la encues-ta del CIS- pueda servir de panta-lla o pretexto para no hacer lomismo con el resto de los aspectosen crisis de la Justicia, lo que tam-bién viene exigido por el 64 % denuestros conciudadanos, que asilo han expresado con una no muypositiva opinión sobre el funcio-namiento de la justicia española.

Esta preocupación también hasido hecha pública por JpD enmúltiples ocasiones, desde losprimeros momentos de la anda-dura ministerial, pasando por losdocumentos elaborados en el Co-mite Permanente de Baiona en elmes de Septiembre -se elaboro unprograma de política judicial y undocumento de prioridades que enla actualidad sigue plenamentevigente-, hasta cualquiera de lasactuaciones en las mesas de tra-bajo en las que JpD participa ac-tualmente, manifestando conti-nuamente su plena voluntad decolaborar en cualquier iniciativaseria y rigurosa que tenga cornofinalidad la mejora del serviciopúblico de la justicia.

Desde esta primavera del año1994, no cabe sino reiterar men-sajes anteriores, el tiempo es es-caso y con independencia de loque en la realidad vaya a durar lapresente legislatura, lo que resul-ta dificil de prever dado lo deli-cado e incierto del momento po-lítico, existe un factor temporalobjetivo: todo lo que no haya en-trado en las Cortes antes de fina-lizar el año con suma probabili-dad no será discutido en estalegislatura. Corre prisa, pues, po-ner las ideas en claro y trabajarsobre las cuestiones sobre lo quehay general consenso, sin que laesperada reinstauraciÓn del Jura-do se vea empañada por intentosde introducir de soslayo distor-sionantes formas procesales queel momento actual no tendríanotro sentido que el de intentarminar la capacidad investigatoriade la Justicia, ni sirva como coar-tada para secuestrar el gran de-bate sobre la reforma de la justi-cia española ...

Pese a lo dicho, en .lpD las es-peranzas y la voluntad de colabo-rar siguen abiertas ... Más, no po-demos hacer, y el resto nodepende de nosotros ..

Mario Pestana

TRIBUNALES EINSUMISOS.

Tres resoluciones judiciales recientesreavivan la polémica en torno al trata-miento penal de la insumisión. La sec-ción prímera de la Audíencia Províncialde Sevilla, en Auto de fecha 16 de Marzo(ponencia de Miguel Carmona), planteacuestión de inconstítucionalidad respec-to al artículo 2º.3 de la Ley Orgánica8/1984, de 26 de Diciembre, sosteniendoque la pena establecida en el precepto cuestionado infringe los artí-culos 1.1,9.3 y 10.1 C.E., en cuanto consagran el principio de pro-porcionalidad de la pena, y señalando como parámetro del juiciode proporcionalidad tanto el arto 16.1 C.E. como el propio arto30 dela norma fundamental. En la fundamentaciÓn de la duda sobre lainconstitucionalidad, la resoluciÓn se adentra en un campo de re-flexión sobre la necesidad de que la pena se vincule a la protecciónde un bien jurídico, respecto del cual debe respetar una doble rela-ción de necesidad y de propor- ••cionalidad, examinando des-pués la doctrína del TribunalConstítucional al respecto y tam-bién la producida sobre la insu-misión, cuidando en este últimocaso de evidenciar que tal doc-trina, lejos de excluir la dudaque anima la cuestiÓn planteada,da soporte a la misma. Posterior-mente se examinan las basesideológicas de la insumisiÓn, lainsercíón constitucional de laobjeción de concíencia comoconcreción de la libertad ideoló-gica, sus consecuencias jurídi-cas, y el bien jurídico protegidopor la norma cuestionada, con-cluyendo que "... no resulta con-gruente con los principios generales de libertad y dignidad humanasancionar un incumplimiento administrativo que tiene su base enun disenso ideológico con una pena privativa de libertad de dura-ción superior a 28 meses, que lleva consigo necesariamente el cum-plimiento en prisión, sin posibilidad de tratamiento penal sustituto-rio, de naturaleza meramente retributiva, añadida además a unapena privativa de derechos de igual duración. El sacrificio que ellocomporta para la libertad personal y para la libertad ideológica quesubyace en la conducta sancionada no guarda la exigible propor-ción con la entidad del bien jurídico protegido ni con la gravedadobjetiva de su lesión y resulta, por ello, contrario a los citados prin-

cipios constitucionales, lo que debe lle-var a su anulaciÓn".

Las otras dos resoluciones, la senten-cia dictada por la sección cuarta de laAudiencia de Sevilla el día 14 de Marzo(ponente: Juan Romeo) y la dictada porel Juzgado de lo Penal nº 2 de Barcelo-na (Antonio Doñate) con fecha 1 delmismo mes, albergan enfoques seme-

jantes. Así, ambas sentencias rechazan las eximentes alegadas deactuar en ejercicio legítimo de un derecho y el estado de necesidady ambas, también, concluyen aplicando el art.6 bis a) del CódigoPenal. En la sentencia de la Audiencia de Sevilla, se aprecia en laconducta del acusado un error de prohibición ... "en su faceta deerror de validez de la nom1a, o como error sobre causa de exculpa-ción ...", de carácter vencible o evitable, al estimar el acusado ... "que su libertad de conciencia, como valor supra o meta positivo

prevalece, en conexiÓn con elarto 16.1 de la Constituci(m, so-bre el deber de contribuir a ladefensa nacional, tal como estáregulada ...". La resolución termi-na aplicando el arto 66 del CÓdi-go Penal y condena a una penade multa. más lejos llega la sen-tencia del Juzgado de lo Penalde Barcelona, donde se estimaque "El acusado, al rehusar elservicio militar obligatorio y nosolicitar el reconocimiento for-mal de su condición de objetor,

'" no obra en ejercicio legítimo deun derecho prevalente. recono-cido así legal o constitucional-mente, sino bajo la creencia errÓ-nea de que puede hacerlo

lícitamente. Conoce la norma jurídica que infringe pero cree, errÓ-neamente, que esa norma es injusta y no debe ser cumplida". Seaprecia, pues, que el acusado actuó con la creencia errÓnea de quehabía una .... "colisión de derechos -deber de defensa versus con-ciencia individual- que se debe resolver por la preeminencia de es-ta última", existiendo un error sobre los presupuestos de una causade justificación. Finalmente, la sentencia valora como invencible lacreencia errónea del acusado de estar obrando lícitamente, tantopor las circunstancias personales del mismo como por la controver-sia social, con manifestaciones institucionales y doctrinales que lainsumisíón está generando en España.

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REPLICA DE UNA «IN~JERENCIAINADMISIBLE»

Enel curso de la instrucción del caso Roldán nuestra compañera AnaFerrer, solicitó del Congreso una transcripción de las declaraciones

del señor Esparza. Uneditorialista de Diario 16 -al parecercandidato a Defensor del Pueblo, hoy rechazado, y poco amigo de

<!Juecespara la Democracia>)- criticó en un chusco editorial laactuación judicia~ aprovechando para arremeter contra la escasa

«formación»de los jueces. Publicamos aquí, por su indudable interés,la respuesta de Ana Ferrer en carta al Director y el comunicado

emitido por el Secretariado.

Leo con estupefacción sueditorial "Injerencia inadmi-sible", en el que se enjuicia miactuación y se critica entérminos de extrema durezami profeslonalidad en relacióncon la solicitud a la ComisiónParlamentaria que investiga laactuación del señor Roldán,ex director general de laGuardia Civil, para que se mefacilite copia de las declara-ciones prestadas el pasado 21por el señor Esparza.

Como usted sabe -superiódico ha informadoampliamente al respecto-desde diciembre de 1993 setramitan en mi JuzgadoDiligencias Previas nÚmero8792-93 en las que se inves-tiga la comisión, en su caso,por el señor Roldán de distin-tos delitos: entre ellos, el demalversación de caudalespÚblicos. El inicio de la inves-

tigación penal es, por tanto,anterior a la constitución de laComisión Parlamentaria.

Vaya por delante laexpresión de mi máximorespeto a la Institución Parla-mentaria y a su dignidad comorepresentante de la soberaníadel pueblo español -respectoque su editorial cuestiona- ytambién a las formas quedeben regir las relaciones entreel poder legislativo y el poderjudicial. Pero en virtud de lasobligaciones que como juezinstructor de una causa meimpone la ley, estaba oligada asolicitar a la ComisiónParlamentaria la copia de lasdeclaraciones, efectuadas porel señor Esparza, pues, obvia-mente, podían contribuirdecisivamente al esclareci-miento de los hechos queinvestigo.

Por ello, solicité del

presidente de la ComisiónParlamentaria diese las ór-denes oportunas para que seremitiesen las citadas actas. Encuanto no se trataba de unSuplicatorio y las actuacionesno se dirigían contra nadieprotegido por la inmunidadparlamentaria, la Ley de Enjui-ciamiento Criminal meautoriza a dirigirme, directa-mente, al presidente de laComisión, lo que hice, ade-más, por la urgencia del caso;no obstante, paralelamentesolicité a la Presidencia delTribunal Supremo que tras-ladase también la petición a laPresidencia del Congreso.

Es verdad que mi so-licitud fue llevada por dospolicías judiciales no unifor-mados, los mismos que inves-tigan el caso pero éste es unmecanismo corriente para larecogida de documentación

de especial transcendenciapor razones obvias de segu-ridad y protección. Desdeluego, los policías, excelentesprofesionales, no tenían ordende irrumpir sesión parlamen-taria alguna, sino exclusiva-mente de solicitar al presi-dente de la Comisión copiadel acta, y estoy convencidade que así lo hicieron.

No entiendo a que serefiere su editorial cuando meacusa de ingerirme en elfuncionamiento parlamentariopues me he limitado a cumplirmi obligación como juez deinstrucción: investigar unposible delito que de habersucedido provocaría una granalarma social. Y creo haberlorealizado con el máximo res-peto que la dignidad de laInstitución Parlamentariamerece. Respeto que enrelación con mi persona hechoen falta en su, cuanto almenos, precipitado editorial,cuando se cuestiona tanfrívolamente mi profesio-nalidad y se me imputa atentarcontra uno de los principiosque más respeto me merecen:la dignidad e independenciadel poder legislativo.

Solicito de usted laíntegra publicación de estacarta, pues creo que su edi-t()fial implica un graveatentado contra mi dignidad.

Ana Ferrer García.Magistrada juez del

Juzgado de InstrucciónNúmero Dieciséis de

MADRID

COMUNICADO DEL SECRETARIADO•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

'Jueces para la Democracia" quiere poner de manifiestoalgo que, pese a su obviedad, conviene recordar. Lainvestigación de los delitos corresponde en exclusiva al PoderJudicial, sin perjuicio de que, cuando los hechos puedan tenertrascendencia política, las Cámaras Legislativas puedanconstituir las comisiones de investigación previstas en elartículo 76 de la Constitución. Sin embargo, la finalidad de suactuación debe centrarse en la depuración de esasresponsabilidades políticas y, si en el curso de su actividad,aparecen datos o hechos relevantes para la investigacióncriminal ya iniciada por un juzgado, la información debeponerse a su disposición de forma inmediata. En los casos enque no existe previo procedimiento judicial, los datos han deser puestos en conocimiento del Ministerio Fiscal, según elcitado articulo.

En cumplimiento de su deber de investigación, el juez, conla urgencia que el caso requiera, debe recabar de los demáspoderes del Estado los datos de los que disponen y éstos, encumplimiento del artículo 118 de la Constitución, tienen laobligación de proporcionárselos a la mayor brevedad.

Ante un caso como el del ex director general de laGuardia Civil, señor Roldán, con una causa penal abierta, en elque los medios de comunicación estaban recogiendo datos dela investigación parlamentaria, con trascendencia en el ámbitopenal, resulta lógico que el órgano encargado de lainvestigación judicial recabe con la urgencia y medios que elcaso requiere, y de forma directa, la información al órganolegislativo que la tiene, pues al no existir fuero del investigadono es preciso ningún cauce especial de investigación.

En todo caso, si en el futuro se regulan unos caucesprecisos de relación entre el Poder Judicial y el Legislativo,respetando los anteriores principios, ello puede contribuir auna mejor colaboración y eficacia.

En consecuencia 'Jueces para la Democracia" estima quela actuación de la juez Ana Ferrer ha sido la adecuada,coherente y exigible, dadas las circunstancias del caso.

Madrid, 29 de abril de 1994

EL SECRETARIADO

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ASOCIACIONISMO JUDICIAL ENCOLOMBIA: ASONAL-JUDICIAL

H4~lmootRomero DeviaVioE:presidente de AsonalJudicial.•••••••••••••••••••••••••••••

En Colombia a mediados de los años sesenta, un grupo deJueces decidió reunirse y conformar entre ellos un pequeño"club de amigos", que transcurrido e! tiempo y ante la inobjeta-ble mala situación por la que atravesaban los trabajadores de!sector judicial, comenzó a reivindicar los mínimos derechos la-borales, lo que no se había hecho hasta ese instante. Es enton-ces cuando se piensa, en la posibilidad de crear una organiza-ción que agrupara a miembros de la judicatura, funcionarios yde! Ministerio Público con fines de reivindicación laboral, na-ciendo así en el año 1.970 la ASOCIACION NACIONAL DE MA-GISTRADOS, JUECES, FISCALES Y EMPLEADOS DE LA RAMAJURISDICCIONAL y DEL MINISTERIO PUBLICO DE COLOM-BIA "ASONAL JUDICIAL" a la que solo se le reconoció legal-mente por e! Estado mediante otorgamiento de Personalidad Ju-rídica, e! 16 de enero de 1.976, yello luego de una denodada per-sistencia y una grandísima cons-tancia desplegada por quienes ha-bían concebido la idea, personasentre las que es menester mencio-nar a un hombre que fue, hasta elmismo día en que las balas asesi-nas bañaron con su sangre la tie-rra de los trabajadores colombia-nos, el alma y nervio de laorganización; me refiero a JAIMEPARDO LEAL.

Pues bien, constituida legal-mente ASONAL JUDICIAL, comomera asociación, comenzó a desa-rrollar todas las actividades pro-pias de un sindicato de trabajado-res; es decir, solicitar mejorassalariales y prestaciones negocian-do para ello con el gobierno plie-gos de peticiones, reclamar dota-ción adecuada para las oficinasdonde funcionaban los despachosjudiciales con dotación de equiposy medios suficientes para el de-sempeño de las labores, etc, ejer-citando para ello todos los meca-nismos de protesta que laConstitución y las leyes consagranpara los trabajadores, habiéndosellegado incluso hasta la realiza-ción de huelgas prolongadas y degran trascendencia. Y de hecho,hoy día ha llegado a considerarse-le una de las más poderosas orga-nizaciones sindicales de trabajado-res al servicio del Estado enColombia y Sur América.

Pero, la pregunta surge. ¿Cómoes posible que los Magistrados y Jueces puedan pensar en unsindicato? La razón en bien sencilla. Estos, como cualquiera otrapersona, son un trabajador más, que percibe un salario, que tie-ne un patrón -el Estado-, que tiene unos derechos y unas obli-gaciones laborales, y fundamentalmente que está vinculado a laproducción laboral. Es cierto que su tarea es diferente, más cua-lificada que muchas otras, en algunos casos demasiado riesgosa,pero siempre de máxima responsabilidad pues en sus manos es-tá la dificilísima misión de impartir justicia entres sus congéne-res; pero sin embargo ello no le quita ni le quitará nunca su con-dición de TRABAJADOR. Por eso tienen el derecho asindicalizarse.

Pero bien, a pesar de todo ASONAL JUDICIAL decidió noquedarse en la actividad meramente reivindicativa y por e! con-trario, comenzó a jugar un papel fundamental en la vida nacio-

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nal. Fue así como procuró con las armas que la legalidad le ofre-cía, la derogación o revocatoria de muchísimas leyes que seconsideraron lesivas a los intereses de la justicia y que violenta-ban los derechos de! pueblo en general; se opuso siempre a laexistencia del estado de excepción que en Colombia ha sido laregla durante más de 50 años, pues su levantamiento se ha obte-nido en muy pocas oportunidades; luchó y lo sigue haciendopor la existencia de una democracia verdadera y un real Estadode Derecho; intercedió ante el Presidente de la República deaquel entonces, cuando en el año de 1.985 el Presidente de laCorte Suprema de Justicia y todo el pueblo Colombiano clama-ban por un cese al fuego frente a la toma que del palacio de jus-ticia habían realizado un grupo de alzados en armas, más ellofue infructuoso pues a nadie se escuchó, siendo así como el mi-

litarismo de estado arrasó con laedificación dentro de la cual pere-cieron más de una centena de per-sonas vinculadas de una y otra ma-nera a la judicatura.

y en los últimos años, con otrossectores democráticos del país yapoyada por los miembros de la ju-dicatura, ha desplegado su activi-dad en defensa de! principal dere-cho del hombre, el derecho a lavida, sentando su posición frente ala existencia del narcotráfico y delos grupos paramilitares; pero todoello ha costado la vida de cientosde miles de personas, entre ellasmás de doscientos Magistrados,Jueces, Fiscales y empleados. Estaes la cuota de sangre que se pagadopor la Justicia para lograr algún díala paz tan anhelada, en un país de-solado por la guerra que interna-mente viene librando, pero de lacual muy poco se ha dado a cono-cer hacia e! exterior. Para comple-tar este cuadro, he de decir que amás de tal cantidad de muertos, unalto número de Magistrados, Juecesy empleados, han tenido que salirdel país, en un exilio forzoso,si asíse le puede llamar, buscando lapreservación de sus vidas y las desus familias, únicamente contandocon la ayuda que ha podido ofrecerASONAL JUDICIAL y la colabora-ción prestada por organizacioneshermanas de otros países, comoJUECES PARA LADEMOCRACIA deEspaña, y otras asociaciones de Ma-gistrados y Jueces de toda Europa,

quienes no han podido mantenerse al margen de la situaciÓn quesus colegas en Colombia están viviendo.

Varios dirigentes suyos han sido asesinados, otros han sidoobligados a salir forzosamente del país, algunos han sido retira-dos de la judicatura por defender sus posiciones, pero a pesarde todo ello ASONAL JUDICIAL continúa existiendo y desarro-llando todas aquellas actividades que considera necesarias paralograr el mejor estar de la Justicia Colombiana.

Cuenta en la actualidad ASONAL JUDICIAL con algo m{ISdeun 60% de afiliados en las 43 seccionales en que se subdivide entodo el país, y por tanto, mientras exista en la judicatura un solotrabajador con mentalidad democrática, abierto a los cambiossociales y dispuesto a afrontar todas las contingencias que pu-dieran sobrevenir en pro de la unidad, seguirá existiendo ASO-NALJUDICIAL en Colombia.

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ASOCIACION ''JUECES PARA lA DEMOCRACIA"el Núñez Morgado, n.º 4 - Apto. 307

28036 MADRID

Don/ña

Juez o Magistrado con destino en el

, solicita su ingreso en la Aso-ciación "Jueces para la Democracia" conforme a lo establecido en el artículo 401 de la Ley Orgánica del Po-der Judicial de 6/1985 de 1 de Julio.

a

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de de 1994

Domiclliación BancariaEntidad Bancaria

calle

DatosLocalidad

Sucursal de la

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Banco Oficina D.e. Num.Cuenta

(Estos datos los encontraras en tú talonario de cheques)

Domiciliación Bancaria(Ejemplar a remitir al Banco o Caja de Ahorros)

Muy señores mios: les ruego que con cargo a mi cuenta n.º , atiendan hasta

nuevo aviso el pago de los recibos que presentará la Asociación "Jueces para la Democracia" al cobro a

nombre de

Firma

a de de 1994

NUÑEZ MORGADO, 4 - 307 - Tel. 314 1964 - Fax 314 27 52 - 28036 MADRID

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