Sobre el fondo rojo que ha forjado laclase trabajadora en años y años de lucha,se asoma, desde la izquierda, nuestroquerido Che, iluminando un camino derevolución que sigue latiendo en AméricaLatina. 

No es sólo nuestra bandera. Son tambiénnuestros sueños los que brillan con ella,cada vez que logramos generar un nuevoaporte a la lucha de nuestro pueblo. Y hoypodemos decir, con orgullo y entusiasmo,que hemos dado un nuevo paso.

Después de un cuidadoso y muy ricoproceso de confluencia de casi dos años, elMovimiento de Izquierda Revolucionaria(MIR), la Organización de TrabajadoresRevolucionarios (OTR) y la AgrupaciónLeandro Fote, junto a nuevoscompañeros y compañeras independientesque decidieron sumarse durante el procesode Frente Único, damos nacimiento a unanueva organización nacional.

Así nace Izquierda Revolucionaria, un granpaso adelante que recupera los másvaliosos aportes de cada destacamento yde cada compañero y compañera, con laconciencia de que el intercambio deexperiencias y la puesta en práctica de launidad multiplican nuestras energías ypotencialidades para una militanciarevolucionaria. 

Quienes integramos IzquierdaRevolucionaria somos militantes queluchamos cotidianamente contra elatropello que sufre nuestro pueblotrabajador. Somos conscientes de que elcapitalismo no puede ni podrá nunca dar

solución a los más acuciantes problemasde las masas populares. Es por eso que noscomprometemos diariamente en la luchaobrera y popular con la certeza de quenuestros esfuerzos deben encauzarse enun proyecto revolucionario por elsocialismo. 

Para avanzar por ese camino, lostrabajadores y trabajadoras necesitamosdotarnos deuna herramienta fundamental: laorganización política. Es por eso que, desdenuestras anteriores experiencias hemosbregado por desarrollar procesos de unidadque contribuyan a la conformación de unaorganización más potente, para interveniren la lucha de clases y promover sudesarrollo y  perspectiva revolucionaria. Lapuesta en práctica de la unidad nos hahecho ver, inmediatamente, la potenciaque adquirimos cuando integramosnuestros esfuerzos. Vemos como seacercan  compañeros y compañeras muyvaliosos, como se fortalece nuestraintervención política, como se amplificanuestra voz. Por eso es que consideramosa Izquierda Revolucionaria como una etapasuperior en nuestras construccionesmilitantes, desde la cual seguiremospromoviendo la unidad de las y losrevolucionarios con la perspectiva deconstruir una herramienta política quenuclee al conjunto de los compañeros ycompañeras que se comprometen en lalucha revolucionaria y por el socialismo. 

Con esa perspectiva y con la fuerza que nosda encontrarnos entre más compañeros ycompañeras con el mismo proyectoestratégico, nos proponemos volcar toda

nuestra energía militante en elfortalecimiento de la lucha obrera ypopular. Apostamos a afianzar lasherramientas de base en lasque intervenimos junto a tantosotros luchadores y luchadoras en elmovimiento obrero, en el estudiantil, en lamilitancia antirrepresiva, en la luchafeminista y de géneros, en el trabajoterritorial y en el cultural. Aspiramos afortalecer el desarrollo de nuestramilitancia en las distintas regiones delpaís donde ya venimos construyendo, asícomo iniciar nuevos trabajos orgánicosdonde aún no hemos comenzado y existenposibilidades concretas de hacerlo. 

En ese camino, apostamos a confluir en lalucha y en la acción política con todas lasorganizaciones sociales y políticas con lasque nos hermana una práctica militante yuna similar lectura de la realidad,apostando a construir un Frente Político delas organizaciones en lucha que potencienuestras energías y dé visibilidad a lasprincipales reivindicaciones sociales ypolíticas de la clase trabajadora y elpueblo. 

De esa forma, nos proponemos irabonando un camino que más tempranoque tarde alumbre una salidarevolucionaria para nuestro pueblotrabajador, permitiéndonos construir esefuturo socialista que tanto necesitamos.

Por el poder obrero y popular 

Por un partido de la clasetrabajadora y el pueblo

Organizarnos para la revolución Izquierda Revolucionaria

Avanza el 2015 y prácticamente todo el añoestará atravesado por la agenda electoral, queincluirá recambio presidencial, de gobernado-res, intendentes y parte de las bancas legislati-vas.

En este escenario, los candidatos patronales seenfocan en la campaña, los trabajadores y tra-bajadoras seguimos padeciendo el ajuste sobrenuestros salarios y condiciones de vida. Los go-biernos nacional y provincia-les, de la mano con laburocracia Celeste de CTERA,ya marcaron la cancha con laparitaria docente, con au-mentos que en la mayoría delos casos no alcanzan al 30%,cuando la inflación del añopasado rondó el 35% y no seespera que descienda conside-rablemente este año. Por elcontrario, la reciente devalua-ción de la moneda en Brasilaumenta las presiones de sec-tores importantes del empre-sariado local para “no perdercompetitividad”; es decir,ajustar aún más sobre sala-rios y condiciones de trabajo.

Por otra parte, con el objetivode resolver en lo inmediato lafalta de dólares –mientrascontinúan las tensiones conlos buitres de Griesa-, elkirchnerismo ha concretadouna serie de acuerdos conChina que, entre otros puntos,le otorgan la realización de grandes obras pú-blicas sin licitación y favorecen la explotaciónminera e hidrocarburífera. Acuerdos que, bienlejos de apuntalar una política soberana, reac-tualizan escandalosamente los mecanismos dedependencia, dando vía libre para el saqueo delos recursos naturales e insistiendo sobre lamatriz de país agroexportador de fines de delsiglo XIX.

Por derecha viene el recambio

Por el lado del FPV, Scioli despunta como laprincipal figura para suceder a CristinaFernández. Sólo Randazzo parece dispuesto adarle pelea al gobernador bonaerense hasta elfinal. Sin embargo, es prácticamente imposibleque alguien pueda sacar a Scioli de la cabeza delas listas del FPV para octubre, por lo que -mása allá de los deseos de algunos sectores del ofi-cialismo- toda la tropa kirchnerista terminaráalineada tras el gobernador de Buenos Aires.

Macri y Massa son los otros dos candidatos quecompetirán en octubre con alguna incidencia.Ambos se vienen disputando el apoyo de secto-res no kirchneristas del PJ y de la UCR para po-der ampliar sus armados a nivel nacional. Enlo que va del año, Macri es quien más ha avan-zado en ese sentido, con la incorporación deReutemann –hombre fuerte en el PJ santafeci-

no- a su equipo y con el reciente triunfo deSanz en la Convención de la UCR, lo que le per-mitirá contar con gran parte del aparato nacio-nal de este partido.

Esta definición del radicalismo, días despuésde que Binner anunciara su renuncia a la can-didatura presidencial, le da la estocada final alFrente Amplio UNEN. De esta forma, esta expe-riencia que reeditaba a la Alianza y que se pre-sentaba a sí misma como una alternativa

progresista de gobierno, llegará a las PASO consus principales referentes alineados detrás deMacri.

En el mes de abril continuarán las primariasen varios distritos importantes, como la Ciudadde Buenos Aires y la provincia de Neuquén, loque irá delineando, un poco más claramente, elcontorno de las PASO nacionales.

Nuestras tareas

Los posibles triunfadores en las presidencialesya han anunciado su intención de beneficiaraún más a las patronales, especialmente agra-rias, eliminando todo tipo de retenciones; “or-denar” los números de una economía“desfasada” y combatir los “desmanejos” de lagestión kirchnerista. En distintos espaciosanunciaron que, de resultar ganadores, sus go-biernos resultarán de “ordenamiento” y “pro-greso”: más ajuste, más control, más durezapara aplicar las políticas públicas y sostener losbeneficios para los privados.

Frente a la evidente derechización “necesaria”que todos comparten (aquí no hay disputa conlos medios de comunicación hegemónicos),frente a la inevitable política pro-patronal queninguno se avergüenza en sostener, desde Iz-quierda Revolucionaria consideramos obligato-rio comenzar a forjar una unidad propia del

pueblo trabajador, entendiendo que en los me-ses que se vienen se presentan diversos de-safíos para el pueblo trabajador.

En el plano electoral, sostenemos la necesidadde levantar una alternativa de izquierda, paraenfrentar a las distintas variantes patronales.En ese sentido, desde Izquierda Revoluciona-ria damos nuestro apoyo al FIT por ser la únicaopción que defiende claramente la indepen-dencia de clase y una orientación anticapitalis-

ta. Saludamos, también, que el FIT (poriniciativa de IS y PO) haya decidido ceder luga-res en sus listas a distintas organizaciones delcampo popular, como Pueblo en Marcha y elMPLD. Consideramos que, de esta forma, elFrente se amplía con la inclusión de otras co-rrientes anticapitalistas y, en esta coyuntura,se fortalece como herramienta electoral delpueblo trabajador.

Por otra parte, se vuelve fundamental avanzaren la construcción de un frente político de lasorganizaciones en lucha, que aglutine a distin-tos agrupamientos políticos y sociales de la iz-quierda, para unificar una intervenciónpermanente –que trascienda lo electoral- en lalucha de clases. Porque más allá de que esteaño estará signado por las elecciones, la uni-dad que se vaya construyendo en esa perspecti-va, junto al desarrollo de la organización por labase y el impulso de las luchas contra el ajustey la flexibilización de la vida, será fundamentalpara que vaya despuntando una alternativa in-dependiente para el pueblo trabajador.

Por una alternativa de izquierda,contra las opciones patronales.

Por un frente político de las or-ganizaciones en lucha.

Por una alternativa delpueblo trabajador

Organizarnos para la revolución Izquierda Revolucionaria

NuestrasdefinicionesestratégicasIzquierda Revolucionaria nace como síntesis de las expe-riencias de distintos destacamentos precedentes, con latarea de aportar, de forma humilde pero constante, a laconstrucción de un partido que exprese al conjunto de laizquierda revolucionaria. Entendemos que sólo es posibleconstruir una organización de este calibre a partir de laconfluencia con otros destacamentos y con miles de tra-bajadores/as y luchadores/as populares, con el pueblooprimido en su conjunto, harto de las injusticias que pro-picia este sistema, y con la firme convicción de tomar lahistoria en sus manos.

Luchamos contra el capitalismo, porque es un sistemasocial basado en la explotación y la alienación del hombrey la mujer. En esta sociedad la burguesía se llena sus bol-sillos a costa del sudor de los trabajadores y las trabaja-doras. Es también la burguesía quien controla el aparatodel Estado y el poder político, sosteniendo la opresión deamplias capas del pueblo, e impidiendo el desarrollo deuna sociedad igualitaria y solidaria. Además de la explo-tación capitalista sobre la clase trabajadora, sujeto centralde la revolución a la que apuntamos, se desarrollan todouna serie de opresiones a las que combatimos de conjun-to. Por eso, en nuestra lucha contra el capitalismo, recu-peramos la tradición del feminismo revolucionario yasumimos la lucha contra el heteropatriarcado, así comola lucha contra los regímenes racistas y cualquier otro ré-gimen y forma de opresión.

Nuestra lucha es por el socialismo, objetivo que entende-mos solo se puede conseguir mediante la toma del poderpolítico en manos de la clase trabajadora y el pueblo. Jun-to con la transformación de las estructuras económico-sociales, y del propio Estado, apostamos a la construcciónde una nueva subjetividad socialista, centrada en la soli-daridad y el compañerismo de hombres y mujeres nue-vas.

Nos pronunciamos por la defensa de la independenciapolítica de la clase trabajadora, rechazando los proyectosque plantean una posible conciliación de clases, ya sea ensu vertiente reformista como populista. Al mismo tiempo,entendemos a la clase trabajadora como una clase inter-nacional, cuya condición de vida sólo cambiará con unalucha global.

Reivindicamos la tradición del marxismo revolucionariocuyas principales figuras entendemos que son Marx, En-gels, Lenin, Trotsky y el Che Guevara, al tiempo que toma-mos los valiosos aportes de grandes revolucionarios comoGramsci, Rosa Luxemburgo y José Carlos Mariátegui. Re-cuperamos las lecciones de las grandes revoluciones queabrieron el camino a sociedades dirigidas por los trabaja-dores y el pueblo como la revolución rusa y la revolucióncubana. De la misma manera tomamos las valiosas expe-riencias del PRT-ERP en nuestro país y el MIR chileno que,a nuestro entender, expresan lo más avanzado de la lucharevolucionaria de los años ´70.

Nos sentimos hijos e hijas de las luchas obreras y popu-lares que nuestro pueblo protagonizó a lo largo de su his-toria. De la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, aCutral Co y Plaza Huincul, desde el Cordobazo, el sindica-lismo de liberación de la mano de Agustín Tosco y los sin-dicatos clasistas de SITRAC-SITRAM, a la rebelión populardel 2001, Darío Santillán, Maximiliano Kosteki y MarianoFerreyra.

Izquierda Revolucionaria pretende aportar, entonces, a laconstrucción de una organización que sea capaz de llevaradelante todas estas tareas, que tenga bases sólidas, quesea capaz de tomar la táctica adecuada en cada momen-to para el avance de la revolución. En definitiva, queapueste sin dudas y consecuentemente a la construccióndel socialismo.

Desde que el kirchnerismo llegó alpoder, una de sus principales preocu-paciones fue apropiarse, como si de supropia historia se tratara, de la reivin-dicación popular de Juicio y Castigo ala que nunca habían puesto el cuerpo(ni ninguna otra cosa). Con poco es-fuerzo, su táctica de cooptación resultóexitosa con los organismos que yavenían conciliando desde los tiemposde Alfonsín, Menem, De la Rúa yDuhalde, aunque su mayor triunfollegó cuando lograron incorporar co-mo aliada irrevocable a quien, hastaentonces, era el emblema de la inde-pendencia del movimiento de DDHHdel Estado y sus sucesivos gobiernos.

En diciembre de 2003, la XXIII Marchade la Resistencia fue convocada por laAsociación Madres de Plaza de Mayo,dirigida por Hebe de Bonafini, con laconsigna de “celebrar los pequeños es-pacios que se abrían con la nueva ges-tión presidencial”. La Marcha XXIV, alaño siguiente, tuvo plena participa-ción de cuadros oficiales y estuvomarcada por el abandono de la histó-rica bandera de No al Pago de la Deu-da. Finalmente, en diciembre de 2005,Bonafini anunció que “ya no había ra-zones para resistir”, al mismo tiempoque el gobierno anunciaba su decisiónde convertir el 24 de marzo en feriadonacional.

Pero el intento de convertir la jornadade lucha del 24 de marzo en un feriadopara hacer festivales y picnics, cuandono miniturismo, fracasó. Año tras año,desde el espacio unitario del Encuen-tro Memoria, Verdad y Justicia, inte-grado por centenares deorganizaciones populares, se sostuvie-ron las banderas, y se marchó a la Pla-za de Mayo no sólo para repudiar larepresión del pasado, sino tambiénpara denunciar la del presente. Costóenfrentar presiones y aprietes, comoese mismo 24 de marzo de 2006, cuan-do una patota del partido oficial (lamayoría, adherentes a la “transversa-lidad” que hoy se alinean con otras op-ciones burguesas y patronales) sealistó frente al palco y trató de impe-dir que se leyera el documento que re-clamaba la libertad de los presospolíticos, el cese de las persecuciones,el cierre de causas contra luchadores,

y denunciaba la represión cotidianaen los barrios y contra los trabajadoresorganizados.  

Por varios años, quienes denunciába-mos el carácter represor de los gobier-nos kirchneristas y sus aliados deturno fuimos acusados de no ser capa-ces de comprender su naturaleza “na-cional y popular”, de “atrasar en lahistoria” y de ser “antidemocráticos”.Una década después, está mucho másclaro que no es posible repudiar lasviolaciones a los DDHH del pasado sinreclamar por los que son torturadoshoy en cualquier cárcel y comisaríadel país, por los fusilados del gatillofácil, por los represaliados y los presospolíticos. Tanto más claro cuando ve-mos que, quienes se presentan hoy co-mo alternativas patronales aloficialismo, en cualquiera de sus va-riadas presentaciones (PRO, UCR, PJ nokirchnerista, Frente Renovador, Coali-ción Cívica, “Socialistas” estancieros,etc.) no pueden mostrar una sola ges-tión de gobierno provincial o munici-pal que no esté plagada de hechosrepresivos y de políticas dirigidas aldisciplinamiento de los trabajadores yel control social del pueblo. Valgan co-mo pocos ejemplos las realidades re-presivas de la ciudad de Buenos Aires ode Tigre, y de las provincias de Córdo-ba, Santa Fe, Tierra del Fuego o Men-doza.

Este 24 de marzo nos encuentra denuevo en las calles, en todo el país,señalando a todos y cada uno de ellos,reivindicando a cada compañero quecayó luchando y denunciando cadahecho represivo contra el pueblo tra-bajador.

Nos encuentra, también, en nuestrocaso, inaugurando una nueva expe-riencia organizativa, en la tradicióndel marxismo revolucionario y su ver-tiente guevarista. Una nueva experien-cia que, tanto para los destacamentosque confluyeron en la construcción deIzquierda Revolucionaria, tras un ricoproceso de Frente Único, como para losmilitantes que nos sumamos indivi-dualmente, estará signada por la bús-queda de la unidad de losrevolucionarios y el compromiso depotenciar todas las luchas del pueblocontra sus enemigos históricos, y porel socialismo.

El 24 de Marzo en las calles

por María del Carmen VerdúIzquierda Revolucionaria