Naturalistas, Monedas y Duendes

7/28/2019 Naturalistas, Monedas y Duendes

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Parte uno

2013

Pasco Publica Digital

JorDan Ramrez


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Todos los contenidos del presente libro estn debidamente registrados en el Registro de

Propiedad Intelectual, bajo la autora de Don Hgado bajo su nombre real. Esta prohibida la

reproduccin total o parcial de la obra sin previa autorizacin del autor, segn el real

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Abril, 2013

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El material y las ilustraciones para la composicin de este libro son de propiedad de nuestrogrupo de trabajo

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A Alondra

Tus palabras y tus mensajes de viento

Le devolvieron los sentimientos a mis letras


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Introduccin

Me he encontrado sumergido en relatos cortos, poesas breves e historias simples; casi

todas mis publicaciones no nos han llevado mas all de algunas paginas, pero esta vez les

presento una historia dividida en dos libros de muchas paginas y uno que sirve de

complemento a todo lo escrito, formando una triloga, NATURALISTAS,MONEDAS Y

DUENDES, es una novela fantstica, es por eso que advierto que el contenido no es apto

para todos, quizs me haga acreedor a las mas duras criticas de un lector intelectual.

El presente libro ha estado en espera durante largos das, sus orgenes se remontan mas o

menos cuatro aos atrs, cuando una historia curiosa contada por una persona que formo

parte de mi vida por aquellos das, sirvi de punto de inspiracin para escribirla.

En este libro les presento la historia de Dark, un duende que habita en un lugar llamado

Villa Amanecer. Durante su historia podremos compartir con l su inmenso amor por la

naturaleza, su forma de actuar poco comn alejado de todo aquello que se ha ledo acercade ellos; los lugares donde habita y los seres mgicos que lo acompaaran durante su vida.

Adems de muchas de las frases de los duendes mayores que se encuentran dispersas

entre lneas.

Una vez mas debo de decir que el presente libro contiene una historia, slo para aquellos

que poseen una mente abierta, capaces de separar un poco de su tiempo para soar.

Estoy seguro que encontraran mucha o poca similitud con algunas personas, hechos o

lugares, pero cranme que no he utilizado ningn lugar ni personaje en particular, ni

siquiera e intentado reflejar un poco de ello.

Por ultimo debo de decir que despus de un cuento corto publicado en el mes de febrero

llamado BUSCANDO UN CORAZON AZUL, me atrevo a poner ante sus ojos esta

historia, espero que la disfruten conmigo, tanto como yo la disfrute escribiendo esta mi

primera novela fantstica.

Agradezco a la persona a quien va dedicado este libro, sus palabras y comentarios en el

Facebook me impulsaron a terminarlo y publicarlo.

Espero en algn momento compartir con ustedes la segunda parte y el agregado, que

forman la triloga de NATURALISTAS, MONEDAS Y DUENDES, sin nada mas quedecir, les escribo desde la Capital del Per,

JorDan Ramrez

Cerro de Pasco, viernes 09 de Abril del 2013


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ndice

Pgina

Introduccin .. 4

NATURALISTAS, MONEDAS Y DUENDES

Villa Amanecer, sus atardeceres sobre una roca.. 6

La Villa se estremece y un duende iluso.... 10

Reflexiones de duendes, ante el paso de los gigantes.. 16

Gigantes luchando.. 21

Las preguntas de un duende y una luna triste?............................................ 28

Sombras en los campos de las seoras duendes.. 33

Duendes amarillos y sus corceles mgicos. 47

Los cuatro valientes y palabras de esperanza. ... 52

Un lder maligno y su ejrcito en Villa Amanecer... 56

La ltima noche de libertad de los duendes de Villa Amanecer.. 65

Duendes esclavos y un malvado lder codicioso. 70

Naturalistas, monedas y duendes.. 75

Un ejrcito dorado de duendes... 86


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N a t u r a l i s t a s , m o n e d a s y d u e n d e s |6

Villa Amanecer, sus atardeceres sobre una roca.

Dark observaba el atardecer a travs de un surco que haban formadosus zapatos frente a sus ojos, l se encontraba de lo ms cmodo conlas manos debajo de su cabeza y tirado de espalda en plenitud; allestuvo mucho rato pensando en como se puede ver el mundo tanpequeo dependiendo del lugar en que uno se encuentre; luego algocambio en el ambiente, no slo fue la presencia de un viento frio.Aquello, lo oblig a sentarse de pronto como impulsado por unpresentimiento. Se acomod lo mejor que pudo y dejo sus pequeaspiernecitas colgando a una gran altura del suelo, sus manitosapoyaron todo su cuerpo y el desvi su atencin otra vez hacia suszapatos, ahora notaba como la hebilla, un cuadradito perfecto brillabacon un tono dorado incandescente, reflejaba los ltimos rayos del solque ya comenzaba a ocultarse en su horizonte cercano.

Estuvo all mucho rato con la mirada fija y pareca triste. De improviso

se dibujo una sonrisa casi macabra en su rostro, una sonrisa slocomo un duende sabe sonrer; sin dudar ni un segundo y casi sinningn esfuerzo salto hacia el vaco, y cay como una pluma desde lainmensa roca en la cual se encontraba sentado. Luego comenz acorrer tan rpido como si fuera arrastrado por el viento, el crepsculo


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se presentaba y la luz comenzaba a escasear, las sombras otra vezjugaran imperceptibles en la oscuridad.

Dark era un duendecillo joven, caprichoso como el sol, siempre habahallado la forma de escabullirse de sus labores para visitar a la granroca junto al abismo para observar el atardecer; no sabia el por quepero los ltimos rayos del sol siempre le habran llamado a que losobservara, l acuda diariamente, desde algn da olvidado en elpasado a su cita diaria, aquellas tardes haba aprendido a reflexionar

sobre la vida.

Pero en su villa l no era realmente un duendecillo ejemplar, Dark erauno de aquellos que siempre se encontraba formando parte de lastravesuras, aquel que causaba incomodidad a los mas pequeitos, elque jugaba bromas exageradas a los mayores y un gran inventor deexcusa para evitar trabajos; aquello de trabajar no era lo suyo, l habanacido para hacer amigos, inclusive un da comenz a hablar con lassirenas que le ensearon una cancin, pero eso pareca que a nadie leimportaba, todos estaban muy ocupados en sus labores diarias.

- nada se puede esperar de l- comentaban los duendecillos mayores.

An as, l no le daba importancia a los comentarios, pareca siempreestar sumergido en un mundo que haba inventado.

Las veces que le hablaron casi con un tono de regao, l terminrevolvindose sus cabellos castaos, luego apoyaba su sombrerito ensu cabeza dura, justamente entre las orejitas puntiagudas quesobresalan ambos lados.

Aquel Dark siempre andaba bien peinadito y arreglado, los demstrabajaban duro y el hacia su parte. Realmente nadie sabia que hacia


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pero el siempre estaba inmerso junto a los trabajadores en las minas;al final del da todos salan cansados y sucios, pero l se daba la

maa para estar mas presentable que cualquiera de ellos, tan pulcroque pareca vestido para una fiesta. Al principio todos lo regaaron,pero con el tiempo se acostumbraron a su mala actitud.

Continuando, aquel atardecer Dark corri un largo tramo, luego uncamino, una pendiente muy escarpada no detuvo su carreradesenfrenada, velozmente lleg hasta un pequeo puentecito echo de

trozos de maderas diminutas sobre un poco angosto canal por dondediscurran las aguas de un rio mayor que quedaba a mucha distancia,claro que aquel canal para los habitantes de aquella Villa era mas omenos como un rio caudaloso para nosotros.

Adelante el pequeo camino de tierra segua desparramado hasta unarco de piedras que los habitantes de aquel lugar habran construidocon mucho esfuerzo, all se poda leer claramente Villa Amanecer.

Dark evito el ingresar a travs del arco y se escondi muy cerca alpuentecito, se qued all observando a todos un largo rato; ante susojos fueron pasando uno a uno los habitantes cansados que llegabande las minas, era la hora tambin en que algunos terminada su labordiaria aprovechaban para realizar un corto recorrido por las callecitasde la pequea Villa.

Cuando un gran grupo de trabajadores provenientes de la mina sehicieron presentes. l se apresur en acercarse a ellos y pedirle

prestado a su amigo Jomar un pala, luego camino en medio del grupohacindose al cansado, lo miraban algo incomodos por su presencia,pero ya estaban acostumbrados a esta actitud; luego todos apretabansus manecitas y se daban un saludo de despedida hasta el da,siguiente, pero a Dark no le ofrecan mas all de un par de apretones;esto no le disgustaba a l, por que aprovechaba esta cortsima reunin


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para narrarles alguna experiencia graciosa o un chascarrillo que se lehaba ocurrido; nadie deca nada pero les pareca simptico, adems a

nadie le cae mal una carcajada al terminar el da.

Apartado ya del grupo y con la compaa de Jomar, su cmplice encuanta aventura se le haba ocurrido, se apresuraban en ir a caminarpor entre medio de las callecitas y molestar a las duendecillas del

pueblo, claro que Dark era un tipo que sabia que decir y sabia arrancarsonrisas y miradas picaras,

- hasta para eso tiene arte! - comentara Jomar, algo triste.

La vida era buena sin duda en Villa Amanecer un sitio justo al final

del arcoris, un lugar habitado por pequeos duendes, encargados detrabajar sus tierras y tambin de trabajar en sus pequeas minas, dedonde extraan pequeas porciones de oro que eran repartidas entretodos en partes iguales, siempre respetaban a la naturaleza; como unagran sociedad, convivan all familias, hijos, casitas, callecitas con pisos

de piedras.

Aquellos pobladores eran seres pacficos, la pequea Villa estabarodeada de vallecitos y una gran fuente natural de aguas muy claras,era casi como un pequeo pueblo nuestro al que visitamos de paso aalguna Ciudad, era muy parecida con la nica diferencia que all seviva en paz.


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La Villa se estremece y un duende iluso.

Una maana, un inmenso grupo de gigantes sobre sus bestias decuatro patas de un tamao descomunal atravesaron muy cerca a Villaamanecer.

Estremecieron la tierra, removieron los pastizales en su trayecto, casitodas la piedras fueron arrancadas y muchas de ellas atravesaron elcielo y golpearon sobre las casitas; parte de la villa fue sepultada portierra hmeda. A la hora del estrpito casi todos los duendes se

encontraban trabajando en su mina, slo algunas seoras y lospequeitos duendes que se encontraban en Villa amanecer, corrieronvelozmente hasta las orillas de una hermosa fuente de aguas, queellos llamaban, la laguna de las sirenas.

Los duendes trabajadores de la mina, salieron corriendo tambin muyasustados por que las paredes comenzaron a ceder, temieron elquedar enterrados vivos dentro; afortunadamente todos salieron, peroaquel lugar qued irreconocible; sin perder el tiempo fueron alencuentro con los dems habitantes,

Dark que aquel da por alguna razn haba logrado escabullirse de sustrabajos mucho ms temprano de sus acostumbradas huidas, seencontraba caminando cuando los seres gigantescos hicieron suaparicin y atravesaron frente a sus ojos sin notar su presencia.


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l qued fascinado por lo que vio, as que se apresuro en seguir lamarcha del grupo. Desde la cima de una pequea colina y escondido

entre la escaza vegetacin pudo observar, como aquellosdesconocidos poblaron un gran espacio; como sus enormes bestiasque cargaban con ellos y su equipaje, caminaban muy cerca a ellos yhasta parecan obedecer sus ordenes, vio como compartan susalimentos, escucho sus voces agresivas que golpeaban al viento comorayos. Permaneci all observando mucho rato, para luego otra vezsalir corriendo en busca de su amigo Jomar y compartir con losdems pobladores sobre los seres que se encontraban muy cerca a

ellos.

l alguna vez haba soado con aquellos gigantes y les haba habladode ellos a todos, nadie le presto odos a aquello que pareca undesvaro; Dark nunca supo de donde haba nacido en el la idea deaquellos seres, pero como les dije nadie le crey, sino hasta aquelmedioda.

Dark continuaba corriendo al ver que la noche se acercaba y a cierta

distancia pudo observarla gran roca, pero no se detuvo all, continusu paso veloz, por los caminos y por la pendiente; al llegar alpuentecito, y ms all ingres por debajo del letrero que anunciaba elnombre se su villa, pero unos pasos mas adelante se estremeci, alver seriamente afectadas las callecitas.

Villa Amanecer, se presentaba ante el como una dama herida y todaella pareca estar deshabitada; se apresur en ir a su hogar perotampoco hall a nadie, muy asustado, atraves presuroso muchas

callecitas, cuando unos metros mas all not a Jomar caminando muylentamente, no tard en acercarse en su amigo.

-Qu pas?- Interrog Dark


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- llegaron unos gigantes desde los cerros y por poco aplastan nuestrascasas respondi.

- yo los he visto y se donde estn, vamos a verlos -

- no! - , contesto Jomar, algo sorprendido por la actitud de Dark. -todos estn reunidos cerca a la laguna de las sirenas, y sepreocuparon por ti, me enviaron a buscarte

Ambos caminaron entonces en direccin hacia donde se encontrabanlos habitantes de villa amanecer, Jomar cada vez mas tranquilo y Darka cada segundo mas emocionado, hablando de los gigantes y de suscostumbres, de todo aquello que haba observado y como eran. Aveces exageraba, su voz cambiaba se pona aguda y hasta pareca unchillido.

Cuando se encontraron con todos los habitantes, la madre de Dark fuela primera en acercrsele y abrazarlo como si fuera un nio pequeito,los dems no se acercaron pero no ocultaron su agrado por verlo bien.Dark no tard mucho rato en dar inicio a su relato, muy emocionado,como si se hubiera olvidado de todo lo ocurrido. Hablaba tanto y haciagestos y trataba de que lo siguieran, pero fue detenido de manerabrusca por uno de los duendes mayores.

- silencio!, ahora es mas importante el reconstruir nuestro hogar que

conocer que fue aquello que nos ocasion estas desgracias.


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- adems no estamos, dispuestos a creerte una mentira como esa! -

- gigantes, claro!, eso lo explica todo, como no pensamos es eso? -dijo otro en tono muy sarcstico.

Seguidamente, comenz un gran debate, que a veces se transformabaen una discusin, hasta que acordaron retornar a la frgil y queridaVilla a reconstruirla desde aquel mismo instante.

Como es sabido los duendecillos siempre han sido muy laboriosos,

Es as que ellos acostumbrados a trabajar en las minas, hicieron usode su arte diario de internarse en la tierra y una a una fuerondesenterrando las casitas sepultadas mientras que las duendecillaslimpiaban la fachadas de las dems y los mas pequeos movan uno

que otro diminuto objeto; todos laboraban, menos Dark, que estabatan feliz e ilusionado con ver a los gigantes que no tard en convencera Jomar para que lo acompae a verlos.

Se encaminaron hacia all, muy cerca al lugar desde el cual losobservo la primera vez. Jomar no le poda dar crdito a lo queobservaba, por un momento, l acostumbrado a las bromas de suamigo haba dudado de la veracidad de su historia, pero estaban all.

Desde mucha distancia los observaron aquella noche, los vieroncuando se calentaban con sus fogatas que la imaginacin de Dark notard en comparar con un cielo oscuro salpicadas de estrellasamarillas debajo de sus pies; pasadas unas horas ambos retornaron ala Villa y observaron como el trabajo en equipo de los pobladores fuetan fructfero, que para aquel momento ya pareca que nada hubaraocurrido all.


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Otra vez Dark cogi una herramienta e intento entremezclarse entrelos laboriosos duendes, pero esta vez ellos no estaban dispuestos a

aceptar este comportamiento.

- que quieres aqu! - , le gritaron,

- t siempre estas de espaldas a todos nosotros, siempre trabajamostodos y tu casi no haces nada, aun hoy que la desgracia ha caminado

en la villa, decidiste irte a perderte en tus locuras! -

- Jomar! - Dijo otro, de aquel duendecillo iluso se puede esperarcualquier cosa, pero de ti deberas escoger mejor tus amistades -

Y otro sentencio, - Desde ahora no sers mas bienvenido aqu, tucorazn duro ni siquiera te permiti compadecerte de tus vecinos,

desde hoy no te creas parte de nosotros -, luego lo ignoraron, mientrasotros alejaban a Jomar de l.

Aquella noche, Dark fue hasta su roca desde donde observaba losatardeceres, se tumb sobre ella como en las tardes de poco sol ymiraba hacia el cielo oscuro, y pensaba

- acaso seria cierto que el era un mal duende? Qu seria aquello

que lo mova ser as?,

Se cuestiono durante la noche, hasta que sinti una gran tentacinpor ir a ver a las bestias de cuatro patas donde viajaban los gigantes;la idea lo invadi por slo un par de segundos, luego, comoolvidndolo todo salto y quiso correr, pero una voz lo detuvo.


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- sabia que te encontrara aqu

Era Jomar, que lo conoca bien y sabia que Dark no se resistira en ir aver a aquellos seres;

Estuvieron all hablando largo rato, hasta que el duendecilloemocionado, fue convencido de desistir de su idea para despusretornar muy inconforme a su Villa en compaa de su amigo.


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Reflexiones de duendes, ante el paso de los gigantes.

Cuando amaneci, los trabajos para reconstruir las instalaciones de lapequea mina en la que laboraban los duendes mayores,comenzaron muy temprano; todos llegaron puntuales como erahabitual, menos Dark, que aquella maana se quedo dormido hastacasi media maana.

Al despertar se sinti algo extraado por el silencio que se presentabapor todas partes, se apresur en mirar por su ventana y vio las calles

vacas, se asom con un poco de esfuerzo para mirar a ambos ladospero no vio a nadie. La noche anterior l se haba prometido quedesde aquel nuevo amanecer tratara de cambiar su actitud hacia losdems e intentar recuperar la amistad de todos, pero se sintidecepcionado al notar al sol que ya casi anunciaba el medioda.

Se apresuro en vestir su diminuta indumentaria de trabajo, cogi susombrero y fue hasta un almacn de su hogar, donde guardaba susherramientas, pero por mas que busco por todas partes no pudo hallarsu pala, muy presuroso busco por todas partes en los pasillos, enlos grande cajones, increblemente en la cocina y hasta debajo de sucama, pero no la hallo. Luego se quedo muy quieto parado con lamano en la barbilla y mirando hacia el techo tratando de recordar,donde la habra dejado, y como el techo nunca sabe donde uno dejalas cosas, no tuvo otra mejor idea que en ir a buscar a su madre para


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preguntrselo, ya que a diferencia de l, ella si sabia donde estabatodo en la casa.

A una distancia respetable se encontraba un campo de cultivo, dondelas duendecillas mayores, tenan plantaciones de todo tipo devegetales que les servan de alimento a todos los habitantes de laVilla, all trabajaban ellas empeosas y con mucho esfuerzo lograbantener hermosos campos verdes; para aquella hora los duendecillospequeitos estaran en las escuelas donde adems de ensearles acomunicarse correctamente, tambin aprendan a respetar a la

naturaleza, a trabajar la tierra y todo tipo de labores para que en elfuturo fueran unos grandes constructores (como lo dicen todas lashistorias), para que trabajaran en las minas de la Villa y para queluego les enseen a los nuevos habitantes.

Dark al llegar hasta ella, trato de disfrazar de ingenuidad su pregunta,pero ella que lo conoca bien, no tard en decirle

- una herramienta guardada es tan intil como un duende que notrabaja, ambos son juguetes que se van desgastando intilmente

en el tiempo y slo sirven para ocupar un espacio -.

- Dark pregunto - que hiciste con ella? -

- Yo no le hice nada, pregntate que es lo que tu hiciste con ella -,

l no entenda aquella respuesta, aun as insisti - la has visto? -

- Las herramienta son para los que trabajan, por que no se lo

preguntas a tu padre? -


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Estas palabras las escuch atnito, su padre siempre lo habaregaado por menos de eso; llegar muy tarde al trabajo y encima el

preguntarle por su herramienta, aquello si era grave.

Con la mirada hacia el suelo, se despidi de su madre con un beso ycamin ahora casi sin ganas y casi contando cada uno de sus pasos,emprendi el camino rumbo al lugar donde los dems estabanlaborando desde muy temprano.

Al llegar a aquel lugar, ingres en silencio y lentamente fueavanzando, pudo ver como todos estaban muy ocupados, tanto que ni

siquiera lo miraron, para aquel momento casi todos los destrozosocasionados la maana anterior poco a poco iban siendo olvidados,por el duro trabajo de los duendecillos.

Hasta ya exista un nuevo ingreso hacia el corazn de la tierra; eraalgo que ellos deban de hacer, pues necesitaban el oro que lesbrindaba la madre tierra, para adquirir productos que de cuando envez llegaban desde muy lejos en diminutas carretas impulsadas porpequesimos caballitos mgicos de cabellos largos y rubios, que eranguiados por unos duendes que vivan a muchos das de distancia deVilla Amanecer. Adems que seria de un duende sin su oro?, msaun que seria de alguien que tendra fuerzas para trabajar y no lohacia?, Seguramente seria un juguete que no ocupa mas que espaciocomo dira la madre de Dark.

l se acerco a su padre, pero no se atrevi a decirle nada, por queaquel duendecillo se le adelanto y lo reprendi por sus actuar;

entonces se mantuvo largo rato caminando de un lugar a otro, hastaque en un momento se encontraba sentado observando como losdems trabajaban; entonces una idea se le hizo presente como sifuera una inspiracin.

acaso aquella pala trabajaba sola?no eran sus manos y sus brazosy ms aun su fuerza la que la impulsaba?, se perdi entre muchas


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Los duendes mayores al ver a su Villa casi destruida no se pusieron adiscutir en si vala la pena el reconstruirla, no se perdieron echndose

la culpa unos a otros, ellos saban que queran reconstruir su hogar ylo iniciaron aquel mismo segundo en que observaron lo ocurrido, hastalos mas pequeos hicieron su parte, seguramente esto es lo que hacerealmente grandes a los pequeos Lo que hace grande a alguienno es su estatura, sino su voluntad y su fe.


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Gigantes luchando.

Amaneci sobre duendes trabajando y hombres acampando muycerca; quizs en una cantidad de un par de miles, pero tantos ojos nofueron capaces de distinguir a una pequesima Villa que casiaplastaron en su ruta.

Aquella maana Dark, otra vez lleg tarde al trabajo, pero esta vez nose quedo quieto sino que labor al lado de los dems y al terminar elda otra vez corri a sentarse sobre la gran roca, satisfecho de la labor

realizada durante el da, muy tarde y al retornar a su Villa observ queno haban pasado sino unas pocas horas y todo estaba en su lugar,ms aun, las callecitas aparentaban estar mas limpias que otroratiempo; el deslizo lentamente sus zapatos sobre los caminos hasta suhogar.

Muy temprano y antes de que el sol se hiciera presente y anunciara alos dems que la hora del trabajo estaba pronta a anunciarse, Darkestaba intranquilo, el sueo se le haba cado de sus ojos y se perdien el suelo de su habitacin, entonces se puso a pensar en el silenciode la madrugada, justo a la hora en que los relojes estn bostezandoen las paredes. Pens otra vez en su roca y en sus atardeceresluego impulsado por un deseo sali casi sin hacer ruido de su hogar ycamin con rumbo a la gran roca de los atardeceres, esta vez senta lanecesidad de ver un amanecer:


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Quien sabe si un presentimiento lo guiaba;

Adems tena planeado en ir a ver si los gigantes, quizs todavaestaban acampando muy cerca a ella y luego con un poco de fortunade su parte, retornar para la hora del inicio de los trabajos en las minasjunto a los dems duendes.

Atraves las callecitas casi oscuras, el pequeo puente y el caminohacia la gran roca; subi en ella sin dificultad y se puso a observar alcielo que se iba pintando muy lentamente de colores cada vez msclaros, l esperaba un amanecer que tardaba en hacerse presente

la espera y el frio se entremezclaban en sus rostro y l cada vez masansioso, pero el nuevo da todava se hacia esperar. Dark algoimpaciente, se tumbo otra vez como lo hacia en las tardes, con losbrazos sobre su cabeza y sus pies frente a sus ojos, ansiaba ver comoamaneca detrs de sus zapatos. Pero el amanecer todava se haciaajeno; l esperaba y esperaba muy impaciente.

Acostado all, apreci que el aire helado que lo golpea todo, a veces

furioso, no poda llegar hasta donde se encontraba, de a pocos se fuesintiendo cada vez ms a gusto hasta que en un momento se quedodormido

Muchos minutos despus, despert extraamente abrigado. Luego dela confusin propia del amanecer en un lugar apartado de lo cotidiano,not que el sol hacia mucho rato ya, que estaba en lo alto del cielo yque continuaba ascendiendo, entonces se lamento por no haberlovisto aparecer all en la frontera de la noche. Algo triste quiso saltar de

su observatorio de atardeceres, pero algo llam su atencin.

A mucha distancia haba algo que se acercaba velozmente, l no pudodistinguirlo claramente; se quedo all muy intrigado, luego observalgo que pareca una sombra que a cada segundo se iba haciendomucho mas grande y no cesaba en crecer, poco despus comenz a


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or a la tierra crepitar debajo de la roca, para ese entonces la sombraya se haba desparramado por casi todo el horizonte y segua

creciendo.

Dark sinti miedo y se vio forzado a aferrarse a su roca ya que el ruidoque se hacia presente era capaz de rasguar los caminos y aun eracapaz de ahuecar el viento.

l se encontraba tirado con la cara sobre el suelo de la gran roca,con las manos en los odos, tenia miedo y no se atreva a levantar lamirada. En un segundo de aquellos le vinieron a su mente, sus padres,

y los habitantes de Villa amanecer - Qu seria de ellos? - ,hacindole frente a su temor natural intento ponerse de pie y correr adar aviso a todos lo que ocurra, aunque el tampoco saba bien lo queera, pero al levantar la mirada pudo observar claramente, un grupomucho mas numeroso de gigantes que venan sobre sus inmensoscaballos, eran muchos y vestan de azul, con cosas extraas sobre elhombro, el que iba adelante llevaba una gran espada y no se cansabade dar ordenes, su voz era como el rugido de un depredador.

Pudo observarlos bien ya que no tuvo ni siquiera tiempo deincorporarse cuando aquellos gigantes pasaron muy cerca a l, casipodan tocarlo con slo estirar sus manos. Dark calcul su numero enmillones cuando en realidad eran unos miles de soldados, que tanrpido como se hicieron presentes pasaron de largo; lo curiosos fueque esta vez tampoco pudieron a ver al duendecillo aferrndose a suroca all en lo alto; fueron slo cuestin de segundos en los que aquelejercito de gigantes cruzaron, pero para l fue un tiempo

indescriptiblemente largo.

Estuvo largo rato pasmado con la mirada haba el horizonte ahoravaco y oyendo el paso de aquellos visitantes que haban sidodesprendidos de una sombra de distancia. Ni siquiera se atrevi agirar la cabeza para verlos alejarse. Un rato despus casi impulsado


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por el movimiento de la roca, salt hacia el camino que llevaba a suVilla, desde all casi de manera inevitable pudo observar a los gigantes

otra vez convertirse en sombra silenciosa, pero esta vez se ocultabandetrs de una nube de polvo.

Dark comenz a correr camino abajo rumbo al puentecito de maderas,en su carrera sinti que el camino corra junto a l y sus pies parecanser mas lentos, sus piernas parecan de granito vivo que a ratos seincrustaban en el suelo; al llegar hasta el puentecito lo cruz sin dudary continuo su camino hasta su hogar gritando

Vienen los gigantes! Vienen los gigantes!

Para ese entonces casi todos los pobladores se encontraban en unahuida con camino hacia la laguna de las sirenas, al or los gritos deDark, apresuraron aun mas su marcha, l continuaba gritando ycorriendo por todas las callecitas, el miedo se entremezclaba con lospasos apurados y el camino.

Minutos despus todos, sin faltar uno se encontraban a orillas de una

hermosa laguna; formaron un gran tumulto que esperaban que losduendes mayores explicaran que es lo haba ocurrido, pero ellosmismos no lo saban.

Dark no tard en decirles que es lo que el haba observado y fueronpocos al principio que le creyeron.

- Aquello no era cuestin de gigantes - , dijo alguien, despus de todoel que deca esto era quizs el duendecillo mas mentiroso de todos.

Luego por primera vez comenzaron a discutir sobre que es lo quehaba pasado en realidad, y llegaron a la conclusin de queseguramente, fue un movimiento natural de la tierra y que no habranada de que temer. Luego enviaron a un grupo de duendes a ver quehaba ocurrido en su Villa.


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Los elegidos fueron y no tardaron en retornar con la buena nueva deque nada o casi nada haba sucedido all, que era seguro y que los

campos de cultivo y aun la mina estaba tal y como el da despus dehaberlas reconstruido. Con tan buenas noticias, todos retornaron a suvilla y no tardaron en reiniciar sus labores.

Dark segua narrndole a todo el que poda lo que haba observado,pero casi nadie le prestaba atencin.

- acaso no era l, aquel que siempre haba inventado algo nuevopara escaparse de las labores? -, seguramente aquel da no quera

trabajar. - Ya todos estaban empezando a mirarlo con otros ojos, porlas labores que realizo los das anteriores -.

- que se le puede hacer, no tiene remedio!- . Se dej or

Nadie le prestaba atencin en serio, slo Jomar su gran amigo deaventuras, que tambin dudaba de las explicaciones de los mayores,as que impulsado por la curiosidad decidi en acompaarlo a la horadel descanso del medioda a ver por donde haban pasado aquellos

seres.

Al llegar la hora se detuvieron en la gran roca y la vieron rodeada porhuellas gigantescas, luego apresuraron su paso hacia donde seencontraban acampando los que hacia dos das haban arruinadoparte de Villa Amanecer. En aquel lugar los dos amigos de aventuras,vieron como el ejecito de gigantes que haba llegado hace poco seentrelazaron en una batalla con los otros, vieron como el de la espadahiri de muerte a uno de ellos, todos luchaban y se atacaban

mutuamente con pequeas dagas brillantes, esto los horrorizo,(aquellas piezas brillantes con las que se provocaban heridas, en Villaamanecer y en todas las villas de los duendes solo eran utilizadaspara cortar el pan o para distribuir las sogas de maneras equitativa,jams haba atravesado la idea por la mente de los duendes el maluso diablico que le daban los gigantes).


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En solo minutos, haban heridos y mucho muertos desperdigados y elcampo de batalla se fue haciendo cada vez mas grande hasta casi

alcanzarlos, toda la pampa herva en una guerra furiosa, aun el vientotemblaba ante el salvajismo de lo inmensos seres, en un momentoambos duendecillos casi fueron aplastado por un par de aquellosseres que luchaban; Dark y Jomar salieron corriendo aterrados y sindetenerse llegaron hasta la mina donde los dems duendes ya habancomenzado con sus labores.

Estos al verlos no tardaron en sobrecargarlos de preguntas. Pero los

dos temerosos no podan siquiera hablar un par de palabras sinenredarse en la duda de que si aquello vivido haba sido real, pero dea pocos fueron diciendo lo que estaba ocurriendo apenas a unoscuantos minutos de su hogar, algunos todava algo incrdulos, decan:que Jomar haba sido engaado y enredado en una jugarreta de aquelduendecillo que le gustaba observar los atardeceres.

Pero su padre crey en l y luego se le sumaron unos cuantos ms,ellos conocedores del lugar de la roca y sus alrededores emprendieron

su camino hacia all, pero no tardaron muchos minutos en poder orgritos de todo tipo entremezclarse con golpes sobre la tierra; entoncesla duda vacilante invadi a su incredulidad.

Cuando llegaron hasta la roca se vieron rodeados de gigantesluchando, pudieron observar la crueldad de los hombres, hirindose ymatndose sin pensar ni siquiera un segundo; ellos no comprendanaquello.

Al verse tan pequeos se ocultaron lo mejor que pudieron a los piesde la inmensa piedra, apenas tuvieron una oportunidad salierondisparados con direccin hacia donde se encontraba la mina donde losdems aguardaban su retorno. Aquellos siempre ocupados en suslabores.


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Minutos despus, los gritos llegaron antes que los duendecillos a loslaboriosos, todas las palabras de Dark eran ciertas y los gigantes

estaban luchando y se acercaban cada vez ms.

Todos se llenaron de pnico; cuando apenas terminaron de hablar ungrupo de aquellos seres inmensos montados sobre sus animalesatravesaron ante sus miradas y dejaron herido a uno de los seresinmensos, de a pocos ms y ms seres gigantescos se hicieronpresente, todos luchando, heridos y feroces, perdidos en una batalla.Los pequeos laboriosos duendes corrieron a ocultarse dentro de la

mina en la cual laboraban, desde all adentro pudieron ver la lucha, loshombres y sus armas, los heridos y sus muertos, las voces y suferocidad.

Para ellos pelear era algo nuevo, discutir era una cosa pero esto eratotalmente algo impensable para un duende. Observaron como encuestin de largos minutos, todo termin y aquel da hasta muy tarde yparte de la noche, grupos de gigantes retornaron y se llevaron a todoslos cados.

Ellos con un temor desconocido hasta aquel da, se vistieron desombra y avanzaron en silencio en la oscuridad de noche condireccin a su Villa, con mucha prisa pero con pasos casiimperceptibles.

Aquel da, Dark no lleg a su cita con la gran roca, el atardecer no sedormira detrs de sus zapatos


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Las preguntas de un duende y una luna triste? .

La noche eterna de pocas horas, se hizo presente en los pequeoshabitantes de la Villa amanecer; entre palabras, miedos yespeculaciones y algunas discusiones los primeros rayos del sol leregalaron un nuevo amanecer a todas las tierras en derredor. La dudauna vez mas recorra todas las calles, los duendecillos con un miedonatural, se pasaron su porcin de noche envuelta en insomnio,preparados para que en cualquier momento, pudieran emprender la

huida hacia los campos alejados de sus hogares.Las callecitas de Villa amanecer estaban vacas, aquella maana losduendes laboriosos salieron ms lentamente que de costumbre condireccin a las minas, los dems tambin retornaron a sus labores, lasseeras duendes a sus campos de cultivo y los mas pequeos a susescuelas, pero todos tenia miedo, ms nadie se atreva a hablar deaquello a lo que le teman.

Aquella maana, hasta Dark lleg a trabajar temprano, quizs por quela noche anterior se la pas caminando por toda su casa, con lasdudas propias nacidas de un echo casi increble para ellos, l en susdas de vida haba visto a muchos seres mas grandes que el.

Animales, plantas y hasta alguna vez una mariposa atraves con susenormes alas muy cerca a la gran roca; incluso una maana vio a un


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viejo sapo, con un extrao sombrero que lideraba un grupo depequeos batracios, que iban buscando un corazn azul y llamaban alviejo maestro raigones.

Tambin alguna vez haba observado a dos sirenas conversando enla laguna, una de ellas se quejaba de que una de las cuerdas de suguitarra estaba arruinada, y Dark sin perder oportunidad de vivir unanueva aventura se acerc a ellas y se entremezclo en suconversacin; luego fue corriendo hasta su Villa y busco en su hogaruna de las hebras mas grandes, de esas que utilizaban, para atar

cosas y hasta algunas veces para levantar grandes trozos de paredesen las construcciones de su casas; l con un poco de esfuerzo, hizouna gran bola y la fue empujando hasta donde se encontrabanaquellas sirenas, luego les presento lo que haba llevado, con tantasuerte que aquella hebra era casi exactamente como la cuerda faltantede la guitarra, esto fue celebrado por las sirenas por que llevabanmuchos das sin cantar una cancin a falta del instrumento, este echorpidamente convirti a Dark en uno de los amigos mas apreciados deaquella comunidad de seres acuticos, que de cuando en vez sesentaban en las tardes para cantarles al sol.

Aquella tarde Dark llego a su villa y narr lo sucedido, pero como eranatural nadie le crey, por que nadie haba visto a una de ellas,

- le llamamos as a esa laguna, por que los antepasados narrabanhistorias en las que decan dicen que all Vivian unos hermosos serescapaces de realizar unos cantos que llevaban a la locura, esa es larazn de su nombre - dijo un duende anciano muy confiado en su

palabra,

Los dems lo tomaron como si estuviera loco

Hablar con las sirenas! -, aquello si era graciosos y poco creble.Adems, creyeron que l haba tomado aquel gran trozo de hebrasduras para hacer una travesura o por que quera evitar realizar algn


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trabajo. Tuvo que conformarse con un - yo si te creo - de su madre yuna media duda de su amigo Jomar.

Pero como bamos diciendo:

Dark haba visto muchos seres que eran mucho mas grandes que l,incluyendo claro a las sirenas, (slo en su imaginacin y en sussueos haba dado crdito a la posibilidad de la existencia de losperversos gigantes) aquellos que lucharon la tarde anterior eran

muchsimos mas grandes que ellos, pero demasiado semejantes,manos, pies iguales y todo el cuerpo, pero adems de ser parecidos ycasi iguales, aquellos gigantes, no saban hablar, slo gritaban y seenfurecan, pelaban y hasta se asesinaban..

ser posible que estn enfermos?, pens, quizs una enfermedadmental podra justificar su comportamiento tan salvaje, ellos eranmillones de veces mas grandes que cualquier habitante de VillaAmanecer y seguramente su fuerza era inmensamente mas grande

que la de ellos, entonces Por qu la utilizaban para hacerse dao?, siellos en su pequeas limitaciones, luchaban por construir un mejorlugar para todos, respetando a los seres aun a los hurfanos depalabra, como algunas flores (estos duendecillos podan comunicarsecon algunos arboles)

que extraos eran aquellos visitantes!. - Con su tamao y fuerzas,nuestros campos serian verdes hasta el infinito - pensluego unconsuelo extrao llego a su corazn, - me alegro de no ser tan grande

para no causar tanto dao!.- y suspir aliviado

Aquella tarde antes de la hora de la cita con la roca, grupos deduendecillos ya se haban formado, designados para cumplir laslabores propias de los veladores, cada uno llevaba una campanita, conla cual haran el mayor ruido posible, si acaso algn otro ser


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gigantesco se acercara a ellos.

Dark se ofreci a vigilar desde la cima de la gran roca.Aquella noche se la pas conversando con la luna

- mi voz slo puede llegar hasta ms arriba de los rboles -, pensaba yentristeca,

- que suerte la de los gigantes que con su gran tamao era seguro quela luna podra escucharlos-; el sol era muy afortunado por que lassirenas se encargaban de cantarle, pero la luna siempre estaba all

arriba, alumbrndoles el camino y acompaado sus ojos tristes.Entonces el decidi hacerle una cancin. Aquella noche acaso naciel primer poeta que se inspiraba en la dama blanca de las noches?

El tiempo transcurri y los duendes siguieron con sus labores de da yvigilantes de noche, pasaron tantos das que el miedo comenz adesvanecerse, hasta el punto de que ya casi nadie le tema al paso de

aquellos gigantes, slo uno que otro se apresuraba a ocultarse cuandoalguna nube traviesa posaba su sombra cerca a la Villa.

La vida retorn casi a su normalidad; hasta Dark ya comenzaba otravez a soar y a llegar tarde a sus labores, a salir antes del plenoatardecer

- que se le puede hacer -. Habra exclamado su padre algodesilusionado.

Dark, no haba perdido la costumbre de ir a mirar los atardeceres, perouna noche se descubri muy preocupado por que hacia mucho tiempoque las lluvias haban comenzado y la luna ya no se presentaba en loscielos, sin darse cuenta l necesitaba verla, quera cantarle con sudiminuta voz, pero aquella caprichosa se ocultaba de sus ojos.


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Una noche de aquellas le pregunto a su madre

- Por qu la luna ya no quiere verme? -Aquella pregunta pareci impresionar a la madre duende. Desdecuando pues era importante la luna para su hijo?, adems para ellaera casi natural el no prestarle atencin a cosas como esa

- No es que no quiera verte, es slo que las nubes la cubren con susmantos oscuros, pero ella esta detrs - le contest

Dark sinti pena. Por l y por todos, aun por los gigantes, aquellos

eran muy grandes pero la luna definitivamente estaba mucho msarriba que cualquiera.

- Ella esta detrs pensaba - estar triste como yo?sus lagrimas semezclaran con la lluvia?, quizs lo mismo pasa con los gigantes ellospelean aqu ocultos detrs de las nubes de polvo y las distancias, sepelean y destruyen mutuamente, que ser de sus familias?, ellostambin mezclaran sus lagrimas con las lluvias al saber que susgigantes queridos no retornaran jams a sus hogares?. Pensabamientras caminaba en busca de su amigo Jomar,

Los das continuaron, hasta que un da aquellos hechos casi eran uncuento, que se fue deformando de acuerdo a quien lo contara, claroque los nios le agregaron su propia versin, por que los ms grandessiempre tratando de protegerlos creen que es mejor nunca decirles la

verdad.


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P g i n a | 33

Sombras en los campos de las seoras duendes.

Una Maana de lluvia, una noticia se desparramo por todos lados, unade las seoras duendes encargadas de los cultivos, haba observadouna sombra el dirigirse hacia los campos casi al filo del amanecer, ellahabra presumido que era una de las laboriosas seoras; as quedecidi ir en su ayuda, pero al llegar hasta el lugar, se dio con laingrata sorpresa de que parte de sus cultivos haban sido arrancados yaquellas pequeas porciones haban sido destruidas.

Aquella seora duende llego muy alarmada y dio el aviso a todos agrandes voces. Todos se apresuraron a salir de sus casas y correrentre la incesante lluvia muy cerca a la laguna de las sirenas. Con lasropas mojadas y sus pequeos sombreros arruinados algunos sedirigieron a ver que es lo que haba ocurrido, con el miedo propio alpensar que otra vez los gigantes hubieran pasado por all.

Con mucho sigilo vieron que aquello no podra ser obra de ellos, porque esos seres gigantescos no eran capaces de ver un duende sobreuna roca, ni siquiera una Villa entera, como podran haber visto suscampos de cultivo?

El padre de Dark fue el primero en advertir de que por all habanmuchas pequeas huellas, un poco mas grande que las de los zapatosde ellos, algo extraas. De a pocos el pequeo grupo encargado de


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investigar lo ocurrido vieron extraados tal cantidad de huellas y frutosdesperdigados, que no le encontraron explicacin.

Al retornar adonde se encontraban todos lo habitantes de la Villa, ellosnarraron lo visto, la misma seora duende que fue la primera en ver ladestruccin dijo que aquello no era obra de gigantes, sino mas bien dealgn ser pequeo como ellos

- quizs un duende travieso - dijo.

Para aquel momento no faltaron los que pensaron que era una

jugarreta ms de Dark, pero aquel duendecillo aquella hora todavacontinuaba durmiendo ajeno a toda noticia, mientras los demsestaban reunidos.

- no fue l - dijo categricamente uno de los mayores que fue al lugar

- esto no fue obra de uno sino de muchos, halla existen millones dehuellas, los frutos han sido arrancados y algunos comidos ahi mismo -

- desde ahora un grupo de los trabajadores se dedicara a vigilar los

campos hasta saber que ocurre, el culpable ser reprendidoseveramente - sealaron, luego hablaron muchos y formaron losgrupos.

A causa de las lluvias, la labor de vigilar los campos no era tarea fcil,mucho menos para ellos que una lluvia era casi como un gran aluvin,aun as se las ingeniaron para construir dos pequeas casitas desde

las cuales, podran observar la cerca de ramitas que protegan suscultivos, adems de resguardarse de las gotas de agua.

Las labores de vigilancia solo fueron asignadas a los mayores, asque Dark aunque no era exactamente un nio, tuvo que conformarsecon sus atardeceres sobre la gran roca y sus noches tristes esperando


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a una luna que se encontraba all, lejos de sus ojos, pero no de sucorazn.

Una noche, cuando ya todos dorman aun la lluvia, una campanita,una de aquellas que utilizaban para darse avisos, comenz a sonar enla oscuridad, su sonido pareca el llanto de un ave herida; fueronpocos los que la oyeron y acudieron a ver que es lo que ocurra, muypresurosos los cuatro o cinco que oyeron el llamado se acercaron a lacasita, desde donde provena el ruido, al ingresar encontraron a unduende horrorizado, el solo dijo que vio a un gran grupo de extraos

duendecillos que se aparecieron como sombras cadas de algnrbol, estas sombras habran de haberlo perseguido al versesorprendidos mientras el duende caminaba por el contorno de suscampos. El reducido grupo al or esto se apresuraron en dirigirse haciael lugar sealado, estando muy cerca, pudieron ver una sombra eldeslizarse velozmente; Los duendes se apresuraron en ir detrs deella, tenan miedo pero queran saber quienes eran aquellos queestaban destruyendo el trabajo de las seoras duendes, y mas aun lesestaban arrancando el alimento a todos los pobladores de VillaAmanecer.

Sigilosamente siguieron la ruta que haba tomado aquella sombra, apesar de la penumbra propia de una noche al final de una lluvia , ellospodan notar la presencia de numerosas huellas impregnada en laslodosas tierras, estuvieron caminando en grupo, hasta que al abrirunos diminutos matorrales vieron como un grupo muy grande, quizscincuenta o sesenta demonios, parecidos a ratas se divertan,

arrancando y destruyendo todos los frutos de la tierra, esto llen demiedo a los duendes, que se vieron muy superados en nmero ytambin en tamao, pero aun as, uno de ellos se atrevi a coger unaramita del piso y gritar con una voz temblorosa y grave

- que quieren aqu?!


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N a t u r a l i s t a s , m o n e d a s y d u e n d e s | |36

Esto causo una gran carcajada entre las ratas, que sin ningn temorse le fueron acercando; al notar la afrenta los otros cinco tomaron la

misma actitud, pero vieron que aquellas invasoras no daban muestrasdel menor miedo.

Los valientes duendes siguieron all, hasta que nortearon, que estabasiendo rodeados, entonces, comenzaron a correr, con direccin a lapequea casita desde la cual vigilaban los campos; tan rpido corra elpequeo grupo de duendes que las ratas, comenzaron a lanzarles,piedras y todo lo que se les cruzara en el camino.

Despus de unos minutos el grupo de duendes lleg hasta la casita yall, se protegieron de las invasoras. Cerraron las puertas y lasaseguraron con los limitados muebles que haba adentro y sequedaron todos apoyados a la puertecita de ingreso.

Las ratas demoraron un poco en llegar hasta all, al llegar trataron deforzar las puerta, pero no pudieron, estuvieron largo rato empujndola,pero los duendes hicieron el uso de todas sus fuerzas y la puertecitano se abri, entonces las carcajadas empezaron a entremezclarse,con el sonido de una campanita, que llamaba a los habitantes de laVilla, hasta que en un momento, los duendes decidieron que eramejor, no dar aviso a los dems, bastaba con que ellos estuvieran enpeligro, as que el llanto de la campanita ces de improviso; pero lasinvasoras seguan all afuera, burlndose y araando la puerta y lasparedes del improvisado refugio de duendes. All estuvieron casi todala noche, hasta que la lluvia otra vez se hizo presente y todo quedo ensilencio, aun los cansados duendes asustados, dentro de una casita

que las ratas se haban encargado de convertir en una prisin.

Poco despus del amanecer, las seoras duendes encargadas decultivar las tierras se dirigieron rumbo a sus tierras para realizar lalabor diaria, pero se dieron con la ingrata sorpresa de ver que la cercaestaba tirada en diminuto trozos por todos lados, alarmadas se


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dirigieron hacia donde se encontraban las casitas de vigilancia. Laprimera notaron que estaba totalmente destruida y la otra casi

sepultada por todo tipo de objetos; hasta una piedra grande semostraba apoyada en la puerta de ingreso; ellas siguiendo sus instintose acercaron hasta la casi sepultada construccin y llamaron agrandes voces a los duendes,

Estos contestaron.

- vyanse! -

Esto dejo consternadas a las seoras, que se apresuraron en hacerpreguntas, pero ellos slo repetan

- vyanse, rpido! -

Ellas lejos de seguir sus pedidos trataron de quitar todo aquello quecubra la pequea casita, mientras los que se encontraban adentrocasi rogaban que se fueran. Las seoras al ver que sus fuerzas noeran suficientes para liberar a los cautivos, y ante las voces quepedan que se alejaran, apresuraron su marcha, rumbo a VillaAmanecer.

Al llegar all, notaron que los duendes mayores ya se encontrabanlaborando en las minas, as que continuaron su camino.

A cierta distancia el duende encargado de vigilar el ingresos de loslaboriosos, not con sorpresa que las seoras duendes se acercabanhacia donde se encontraba l, sin duda aquello no era buena seal,ellas slo se haban echo presentes por all en los das, que ellosnecesitaban algn cuidado o algo desafortunado haba ocurrido. Sinpensarlo dos veces comenz a golpear una campana de regulartamao con la cual se llamaba a reunin a todo los trabajadores; estosguiados como por un poder mgico se hicieron presente muy rpido.En cuestin de minutos no falt ninguno.


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Las seoras narraron lo que haban hallado aquella maana y quepronto todos tendran que ir a prestarle apoyo a los que se

encontraban cautivos, todos muy alarmados y sin perder ni siquiera unsegundo salieron presurosos con sus herramientas en las manos,mientras la lluvia otra vez se hacia presente.

Dark fue el mas veloz de todos, ya que el slo trabajaba con susmanos, comenz a correr si parar, dejando a los dems atrs, al llegarobservo a la pequea casita, sinti temor, luego continuo su camino.

Al llegar a la construccin casi sepultada, comenz a golpear, la poca

porcin de pared que se poda observar, los de adentro creyeron queeran las ratas y se quedaron en silencio. Entonces Dark comenz agritar y llamarlos, pero tambin obtuvo como respuesta la peticin deque se aleje. l muy confundido, comenz a quitar con sus manostodo aquello que poda cargar, minutos despus llegaron los dems,centenares de duendes, herramientas en mano, trabajaron duro y encuestin de segundos, les devolvieron la libertad a sus vecinos.

Al verse libres, estos, no quisieron narrar lo sucedido, slo queran quetodos se fueran a su Villa,

- all hablaremos dijeron - y trataron de apurar su paso aunque se lesnotaba el cansancio.

- Qu paso? - Retornaban las preguntas, y ellos solo decanhablaremos all, - aqu habita el peligro -

Entonces el grupo comenz su camino de retorno, liderados por los

seis duendes asustados. Una de las seoras duende que trabajabancultivando dijo:

- Vayan ustedes, nosotras tenemos que ver que fue lo que paso conla cerca y con nuestros cultivos

Esto pareci llenar de pnico aun ms a los recin rescatados.


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- Las tierras no importan, vmonos de aqu rpido! -, dijo uno deellos casi a gritos.

Esto estremeci a todos

Desde cuando las tierras no eran importantes?

Las seoras duendes casi no hicieron caso a esas palabras, hasta queuno de ellos al punto del ruego les pidi entre sollozos

- por favor, vmonos, todos estamos, en peligro, tenemos que protegera los pequeos -

Ellas al ver esa actitud y pensando en los mas pequeitos, accedieronrpidamente, as que todo el grupo retorno, muy presuroso hasta suvilla

Despus de que hubieran cruzado el cerco de piedras que anunciabael ingreso a Villa Amanecer, todos comenzaron a mirar con ansias a

los que hace rato estuvieron cautivos, todos tenan preguntas, peroellos todava no eran capaces de pronunciar palabra alguna sinllenarse de pnico, pero minutos despus el nico duende que estuvode guardia y que fue el primero que vio las sombras comenz con surelato; este hablaba en voz baja y entrecortada, por esa razn todosguardaron un silencio tenso, y no se atrevieron a decir palabra alguna,luego continuaron dos mas de los asustados duendes.

Cada palabra que pronunciaban se iba transformando en una noticia

cada vez ms difcil de creer Despus de comunicar las malasnuevas, todos los que laboraban en las minas se apartaron de losdems, las madres duendes recibieron la orden de juntarse con sushijos y permanecer en casa y no abrir las puertas. Ellasacostumbradas a dudar de las palabras esta vez, no pusieron la masmnima objecin a las peticiones, ellas mismas haban observado en


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un gran grupo lo que haba ocurrido, pero la preocupacin se hizopresente, pues todos los pobladores dependan para alimentarse de

los frutos de aquellas tierras que ahora estaban a merced de invasoresdespiadados, ellas pensaban en eso pero callaban, mientras losdems, no haban reparado en este echo. Por ahora para ellos erams importante el proteger a su Villa y a todos sus habitantes,

Hacia muchos das, en el pasado un viajero les haba narrado unahistoria sobre aquellas emisoras de la destruccin.

Una maana hacia ya mucho tiempo, lleg hasta Villa amanecer, un

duende de vestimenta muy distinta, que era muy bueno para lostrabajos con las maderas, el mismo trabaj muy duro para construir elpuentecito que quedaba frente al arco de entrada a su Vil la , losmayores lo recordaban bien, este duende de forma extraa de vestirse l lamaban Rich, el alguna vez narr como una tarde de lluvia lasratasaparecieron en su pueblecito y acabaron con todo lo que allhaba, - comenzaron con el alimento, al terminrselo se comieronnuestras casas, por que estaban echas de maderas, luego todos los

que all habitbamos nos convertimos en una especie de esclavos.Siempre a su servicio, aquel que se atreva a hacerles frente, eracastigado duramente, los encerraban y una maana no se sabia nadade ellos, otros valientes fueron llevados ante su lder que habitaba enuna cueva que construimos todos nosotros y de all solo salan sussombreros, todos los de mi pueblo fueron huyendo cada unos a unlugar distinto, otros parece que se fusionaron con la noche, por quehubo un da con dos noches, aquel da cuando la penumbra

desapareci, todos los pocos habitantes, sobrevivientes de mi puebloya no estaban, yo al verme solo, aproveche que todos opresoresestaban muy molestos buscando por todas partes, aun debajo de latierra a mis vecinos que eran sus sirvientes, estaban tan furiosas queni siquiera se fijaron cuando Sal corriendo deca esto, y una lagrimase le escurri por el rostro y rod por el suelo.


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Esta historia si bien impresiono a todos, creyeron que era una fbuladel anciano duende. - Seguramente, por que ya tenia muchos aos

estara confundiendo la realidad con la fantasa -, comentaran mastarde los dems. Pero aquel viejo duende extrao, no dejaba derecordar a los habitantes de su pueblo, un pueblo del que nunca dijoel nombre, pero hablaba de los das duros y de como las ratasacababan con todo, aun con la vida de los duendes. Una maanacuando se termino de construir el puente, el viejecito ese se habradormido para siempre, no sin antes haber enseado a los jvenes atrabajar con las maderas. Lo ultimo que se le oy decir fue: - este

puente ha de servir para atravesar un rio y un da ha de caerse,pero el puente que nace de los ojos y cruza los sentimientos

errneos, es el que va a perdurar para siempre. los dems noentendieron aquello, como muchas otras frases que aquel viejo lesdeca.

Hacia ya mucho tiempo de aquellos das en los que ellos oan a aquel

duende extrao pero que trabajaba la madera como ninguno, entoncesla duda se impregno en sus pensamientos y el miedo recorra portodos su cuerpos.

Mas tarde reunidos todos en las puertas de entrada de sus minasrecordaron las historias de viejo Rich.

Los otros narraron lo sucedido, se pasaron un largo rato hablando entodos los tonos de voz, hasta que llegaron a acordar que casi todo el

grupo marchara hacia los campos de cultivo y cogeran todos losfrutos que los indeseables invasores no habran destruido, el acuerdoestaba, pero todos tenia miedo; mas aun los seis que se fueronagredidos la noche anterior.

Dark se apresur en salir caminando delante de todos; los demscogieron sus herramientas de trabajo otra vez y se encaminaron hacia


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el lugar, estaba lloviendo intensamente, pero eso no les preocupaba,en cierta forma se sentan mas confiados, por que el duende que

construyo el puente dijo un da que aquellas invasoras no caminabapor los campos mientras llova. Pero casi todo el gran grupo caminabacon mucho sigilo; al alcanzar el limite entre el ingreso a la Villa y elpuentecito, el grupo se dividi en dos, uno de ellos se quedaranprotegiendo a los dems habitantes y los otros iran hasta los camposde cultivo, Jomar y Dark estaba asustados, pero tambin tenanmucha curiosidad, as que trataron de adelantarse; echo que fuereprimido por los dems que les ordenaron que se quedaran en la

Villa, pes ya era bastante con tener que preocuparse por el grupo,para sumarle el cuidado de un duendecillo que casi nuca obedecaordenes.

Dark por supuesto hizo mucho ruido reclamando, diciendo que no eraun nio, pero no logr nada, se qued bajo la vigilancia del resto delgrupo cuya orden era quedarse a proteger villa amanecer. l y Jomarfueron obligados a ingresar a sus casas y quedarse encerrados bajollave adentro.

Dark se apresur en asomarse por la ventana y observar como el grangrupo desapareca entre la lluvia y el camino lodoso, l no estabaconforme, adems deseaba ver el atardecer, aun as para aquelmomento la lluvia se haba puesto ms rabiosa y golpeaba las callessin piedad. Pero este duende acostumbrado a desobedecer, una detanta noches en las que estuvo triste, pensando en la luna habalogrado mover las pequeas tejas del techo de su habitacin, para

poder observar el cielo y a la dama de luz de la noche.Sin dudarlo se apresur en abrir aquel agujero y con mucho cuidadose subi por all hasta el techo, luego se tomo otro momento paracolocar perfectamente cada teja en su lugar, sin pensar en comoingresara al volver.


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para l le era extrao encentrarse ah, haba echo muchas cosa fuerade las reglas pero era la primera vez que se trepaba en los techos de

su hogar.

A pesar de la lluvia, se fue saltando por los tejados hasta donde seencontraba la casa de Jomar, que se encontraba muy cerca a la suya;al llegar all con mucha destreza descolg un poco su cuerpecito,despus de que sin tomarle importancia a la lluvia se tumbase sobrelas tejas y haciendo uso de sus piernas se hubiera sujetado de partedel techo, en esta posicin golpeo la ventaba de la habitacin de su

amigo, este muy extraado abri las dos puertecitas de madera quesaban ocultar los rayo de sol. Al ver a su amigo colgando de cabezacasi cay de espaldas al suelo, despus de un momento y superadaaquella impresin, conversaron en voz baja. Dark tratando deconvencer a Jomar que fueran a ver donde se hallaba el refugio de losseres invasores que se coman las plantaciones, insisti tanto que suamigo muy dudoso acepto.

Despus Dark comenz a mover algunas tejas del techo del hogar de

Jomar como lo hizo sobre su habitacin y de igual manera l tambintuvo acceso a los techos, estando all arriba una emocin los envolvia los dos, parecieron olvidar lo acontecido en la tarde, es msparecan haber olvidado todo y que otra vez haban retornado a serduendes pequeitos,

Los dos amigos se fueron saltando por los techos de las casas, aveces hablando en voz baja; la lluvia no era rival para su curiosidad,llegaron hasta la parte mas alejada de Villa amanecer, exactamente al

lado contrario del arco de piedras, desde all saltaron al suelo sin casiningn esfuerzo y se perdieron entre la escaza vegetacin.

Jomar algo intrigado dijo:

- Por aqu no vamos a llegar a tu roca.


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- No vamos a mi roca, vamos a observar a las ratas, respondi Darkmuy entusiasmado

Jomar se estremeci, hasta este instante haba credo que era slouna forma de lograr que lo acompaara, como era posible que aquelamigo suyo emprendiera tan arriesgada aventura?, acaso no sabial que a los mas grandes los haban atemorizado?

- Yo no voy - dijo Jomar

Pero como siempre Dark termino por convencerlo y continuaron su

camino rumbo a la cima de una pequea montaa, el duendecilloaventurero apresuraba ms y ms su paso, el quera observar elatardecer desde un lugar mas alto que el de su roca, pero poco fue loque vio a causa de las lluvias; casi ya en penumbra, ambos pudieronpercibir un olor algo familiar, luego divisaron gran cantidad de fogonesque desprendan columnas de humo a lo lejos, alguien estabaacampando no haba duda de ello.

Ambos continuaron su camino hacia las columnas de humo, cuando

comenzaron a or ruidos, que de a pocos se fueron transformando encarcajadas y muchas palabras irreproducibles, desde all pudieronobservar al grupo de ratas, en una gran cantidad, que vestan casiexactamente como los gigantes que hacia algn tiempo habanatravesado muy cerca de all, incluso tenan armas como las deaquellos seres colosales con la cuales se hirieron durante su batalla.

Ms all se podan divisar pequeos grupos, que parecan disfrutar deuna grosera reunin. Estas ratas no eran de aquellas que se pueden

encontrar en todas partes, no; estn eran una especie de gigantes enminiatura, ya que hablaban como ellos, vestan como ellos y hastaeran tan despiadados como ellos. Pudieron observar como disfrutabande los frutos que haba hurtado de sus tierras, y como utilizaban losrestos de las paredes de la cerca de maderas que delimitaba dichoscampos, las utilizaban para crear nuevos fogones


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Dark Y Jomar estaban muy distrados observando y tratando decontarlas, para dar aviso a los de su Villa, saban que serian

reprendidos, por no haber obedecido, pero ellos se sentan comohroes por haber llegado hasta donde se encontraban, aquellos seres;hablaban en voz baja, cuando observaron como lleg una de ellasmuy alborotada y muy presurosas salieron todas en un gran grupo,salieron corriendo justamente con direccin hacia las tierras que ungrupo de duendes para ese instantes estaran observando.

Los dos amigos comenzaron una carrera veloz con direccin a su Vila,

sin importarles la cercana de las invasoras, queran dar aviso de queel grupo de duendes que fueron a su campo de cultivos estaranpronto a ser atacados; en su gran carrera, Jomar cay y Dark retornalgunos pasos, cogi la mano de su amigo e intento ayudarlo aaponerse de pie, pero en ese instante algo llam su atencin y susfuerzas desaparecieron, ambos terminaron cados en el suelo, desdeall vieron como una rata de aquellas de las invasoras, los estabamirando desde muy corta distancia. Aquella tenia un aspecto horrendocapaz de petrificar con su mirada; los relmpagos de unas lluviaslejanas hacan ms tenebrosa la imagen, este ser era, muy semejantea los monjes humanos, vesta as, se vean un par de ojos rojos queparecan brasas vivas debajo de la capucha voluminosa, llevaba unbastn con una extraa esfera sobre el extremo desde donde lo coga,ambos amigos se deslizaron hacia atrs, sin mirar el camino; apenaspudieron dieron media vuelta y comenzaron a correr, sin prestarleatencin a nada, aquella rata que se asemejaba a un monje humano,slo los vio alejarse y se qued all en plena oscuridad, ni siquiera el

viento lograba moverlo.

Este ser en un futuro seria el responsable de casi todas las desgraciasde Vila amanecer.


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Jomar y Dark llegaron a Villa amanecer por la parte mas alejada y sintomas aliento ingresaron gritando, que estaban pronto a ser atacados

por un gran grupo de seres que parecan humanos en miniatura, seadentraron ms y ms entre las calles, hasta que notaron que el grupoque se qued con la orden de resguardar a los habitantes, estabanmuy tranquilos cada uno en su puesto, Jomar y Dark entonces muyalarmados quisieron dar aviso a los dems, pero justamente cuandoestaban a punto de hacerlo, se oyeron muchos gritos en la distancia,el grupo que fue a ver los campos haba tenido un encuentro frontalcon el ejercito invasor y ellos lejos de pelear, haban emprendido una

fuga, todos los que hacan guardia salieron entonces a ver que es loque suceda, a muy poca distancia, todos se reunieron y pudieron vera lo lejos unas sombras alejarse lentamente.


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Duendes amarillos y sus corceles mgicos .

Al amanecer de La noche, en que las sombras se haban dejado vermuy cerca de la Villa habitada por pequeos duendes, atemorizadospor enfrentarse a un ejrcito de siluetas.

Incontables huellas se entremezclaban con los restos de la lluviarabiosa, aquellos seres desconocidos casi para todos habancaminado por all entre sus campos de cultivo, sus minas y sushogares; todos los habitantes de la Villa tenan miedo y nadie se

senta capaz de hacerles frente, pero entre medio de ellos habitabandos amigos que se haban atrevido incluso hasta acercarse al lugardonde los invasores tenan un campamento muy grande, ellos dossaban bien a quien se enfrentaban, por que hasta en el camino deretorno a casa habran tropezado con una de ellas.

Muy temprano y con el temor natural de dejar solos a los mspequeos y a los dems habitantes, los duendes mayores decidieronreunirse y formar un improvisado ejercito para defenderse y quizsrecuperar sus tierras, ya que gran parte de sus alimentos provenan deaquel lugar. Ellos acostumbrados al trabajo en equipo se reunieronuna vez mas para examinar hasta el mas mnimo de los detalles de loque iban a hacer frente a este nuevo problema, se sumergieron entrepalabras y a ratos parecan estar discutiendo; quizs impulsados por elmiedo sus corazones latan de manera desconocida y sus palabras


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perdan el tono amistoso de siempre, la cima llego cuando en uninstante pareca que todos hablaban, el grupo reunido en las callecitas

no aceptaban la idea de irse de aquel lugar, un gran vocero se hizopresente, todos hablaba o discutan con el vecino de al lado, inclusoDark y Jomar estaba sumergidos en plena discusin, hasta que algopago el ruido de golpe y estremeci aun mas a los ya confundidosduendes.

Con todo lo ocurrido los ltimos das, haban olvidado que la poca delas cosechas y de los nuevos inventos en las fronteras lejanas, muy

lejos en las tierras de otros duendes estaba presente y que prontoellos llegaras trayendo muchas cosas nuevas, las cuales ellospagaran con un poco del oro proveniente de sus minas o lascambiaran con los productos de sus campos.

Coincidentemente con la fecha hicieron su ingreso veloz, dos cerretasdiminutas tiradas por dos caballitos mgicos muy pequeitos yguiadas por dos duendecitos, aun mas pequeos que los de VillaAmanecer, estos parecan ser amarillos, quizs por que eran de tierras

lejanas o quizs por el miedo, ambas carretas atravesaron las callescomo si estuvieran fuera de control, incluso una de ellas cay y rodun largo tramo; algunos de los que estaban reunidos corrieron en suayuda; la otra carreta qued justo en centro de la Villa luego de dejarun rastro grande en la tierra ya que una de sus ruedas se le habadestrozado, este tambin fue acudido inmediatamente por Dark.

En pocas pasadas, la llegada de los duendes de tierras distanteseran un motivo de celebracin, eran recibidos con mucho cario y los

trataban como reyes durante sus cortas visitas, pero esta vez todo eradiferente, todos haban perdido el sentido del tiempo.

Cuando los pequeos duendecillos amarillos estuvieron tranquilos, loprimero que preguntaron fue por los dos pequesimos y hermososcaballitos, a veces blancos y a veces multicolores que les permitan


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ocultarse bien por los caminos; les dijeron que estaban bien, pero ellosno estuvieron tranquilos sino hasta que se reunieron con ellos.

Dark al ver una de las carretas tiradas en el medio de la Villa seacerco a curiosear, el sabia que los visitantes siempre traan algonuevo, pero al verla un poco mas de cerca not que estaba vaca,luego recorri presuroso las calles para observar la otra que estabadestrozada y tambin vio que estaba vaca, muy confundido retorn endonde se encontraban los dems, haciendo todo lo posible por que losnuevos visitantes se sintieran bien.

Dark como siempre no pudo con su curiosidad, fue hasta donde seencontraba uno de ellos y pregunto.

- y las cosas? -

- no estn -, le respondieron y luego trataron de ignorarlo

Pero l como siempre insisti - Dnde estn? -

- no estn - y se dirigi hacia uno de los caballitos mgicos que para

ese entonces se mostraba de un blanco slo comparable con la nieve

Dark al ver aquel ser mgico, rpidamente le encontr una semejanzacon aquellos seres que transportaban a los gigantes del pasado, erancasi iguales en la forma, pero los que el tenia ante sus ojos eran mashermosos, por que estos no eran utilizados para hacer la guerra , nipara hacerle dao a nadie, ellos se escondan en el viento, f lotaban enlas aguas y se entremezclaban con los colores de los caminos parallevar todo tipo de objetos y alimentos, por todas partes del planeta. lse quedo impresionado con aquellos seres y mas impresionado estuvocuando lo invitaron a acercarse a ellos y acariciar su piel del color dela imaginacin, se qued un largo rato con aquellos mgicoscaballitos.


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Mientras tanto los otros duendecillos amarillos se reunieron con losancianos de la villa para explicarles lo que haba sucedido, Jomar

encontr la forma de acercarse a escuchar lo que los visitantesnarraban; ellos dijeron que como era acostumbrado en esa parte delao, se dirigan hasta Villa Amanecer y otros pueblos en una grancaravana, dijeron que la caravana estuvo formada por ocho carretas,cargadas de todo tipo de novedades, que se de tuvieron en la lagunade las sirenas para beber un poco de agua, pero que sin previo avisose vieron rodeados de un gran grupo de ratas que sin dudar y sinpiedad se les fueron encima y comenzaron a lastimarlos y a arrasar

con todas sus cosas; ellos seres pacficos, acostumbrados a laamabilidad de la naturaleza, solo pudieron correr, los otros seis seresy sus caballitos mgicos habran de haberse internado en las aguasdel la laguna, pero ellos dos no tuvieron otra opcin que correr enbusca de refugio.

Esta fue la peor noticia que pudieron recibir, ahora saban bien queaquellas invasoras estaba en todas partes all afuera, seguramentellegara el momento en que ellos tambin serian invadidos, estodespert un sentimiento superior al temor, si es que puede existir.

Mientras tanto Dark ya haba echo gran amistad con los pequeosseres mgicos de piel multicolor, este los acariciaba y los seresmgicos parecan disfrutar de ello, este duende comenz a soar conviajes por todo el planeta, con lo bello que seria ver los atardeceresdesde distintos lugares apartados de la gran roca, quizs una nocheun camino blanco podra ser recorrido hasta la luna y este seria muy

feliz de poder hablarle casi al odo.Para ese entonces ya se haba internado en su sueo, ya acariciaba ala luna y senta el viento que receloso lo miraba por encima de lasnubes, estaba tan sumido en sus pensamiento y ya casi lo estabaviviendo, cuando todo su ambiente soado se le fue arrancado porunas palabras.


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Este sacudi un poco la cabeza y cuando retorn al presente fuetocado por la noticia de que los duendes amarillos tenan que irse.

Los dos visitantes no podan quedarse, deseaban pronto llegar hastala laguna de las sirenas, donde seguramente los dems los estaranesperando, seguidamente comenzaron a caminar con direccin a laentrada de la Villa, pero justamente cuando estaban por cruzar elpuentecito de maderas, notaron que uno de los caballitos mgicosestaba lastimado, requera de tiempo para poder recuperarse,necesitaba de la energa de la naturaleza, nutrirse de la lluvia del olor

de la tierra y de las sombras de los arboles, pero los dos duendecillosamarillos no tenan tiempo, as que ambos se apartaron un poco yhablaron por un momento, luego se unieron a los dems, ellos por lapremura de su viaje haban decidido dejar al pequeo lastimado enVilla Amanecer al cuidado de alguno de ellos que aceptara hacerlo.

Dark no caba en su alegra, sin dudar un segundo se ofreci, cortandolas palabras de los mayores, claro que fue silenciado, por que aquellono era un labor que ellos supieran realizar, ellos trabajan las tierras y

las minas, pero no conocan del cuidado de otros seres, pero luego deuna larga conversacin convinieron en que se haran cargo de l losduendes mayores de la Villa, pero Dark no estaba dispuesto arendirse.

Luego los dos duende amarillos subieron encima de su diminuto corcelmgico y este comenz a correr con rumbo a la laguna, ninguno de loshabitantes los acompao mas all del puentecito por que teman seratacados porlas ratas. Vieron como los visitantes mgicamente se

desvanecieron ante sus ojos y luego el ruido tambin se desvaneciles dio la impresin de que se haban fusionado con el viento


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Los cuatro valientes y palabras de esperanza.

Un da despus de que dos pequeos visitantes amarillos habanvisitado Vila amanecer, los habitantes laboriosos, ya le habranconstruido una casita y una cerca mediana para ser habitada por unpequesimo caballito blanco, un duende llamado Dark, estabasiempre con la mirada hacia aquel ser esperando la oportunidad paraacercrsele y acariciar su piel que pareca estar echa de una brisatibia.

Pero ellos tenan un problema que no poda esperar mas para ser

resuelto, las ratas estaban cerca y por las historias de un duendeviejo que trabajaba la madera saban que ellas traan la destruccinentre sus patas, ellos mismos eran victimas de sus malas acciones,saban tambin que eran muchsimas.

- es tiempo de hacerles frente - dijo en alta voz el padre de Dark

Muchos celebraron aquellas palabras, por fin haba un valiente que seatrevera a hacer algo!

- Que haremos para defendernos? - Pregunto una voz

- Iremos a hablar con ellos y seguramente entendern nuestrasrazones y se marcharn


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Todos estaban impresionados por lo fcil de la solucin.

Hablar, desde siempre ha sido la mejor manera de solucionar todo aunlos conflictos mas enmaraados, ellos siempre lo haban solucionadotodo haciendo el uso de las palabras.

Pero ahora se presentaba una duda, quien se atrevera en ir hastaellos y se atrevera a hablar?; seguramente esta labor recaera en losancianos de la Villa, ellos eran poseedores de una gran sabidura,ciertamente ellos sabran que decirles, acaso no fueron ellos quieneshablaron con los espritus de los arboles, los das en que sus races

comenzaban a invadir sus casas en el pasado?, ellos eran muyqueridos y respetados por todos los seres que vivan cerca de all,adems siempre se haban encargado de todos los problemas, nohaba duda, ellos daran solucin a este problema!.

Desde aquel atardecer los ancianos lderes de Villa amanecer,estuvieron reunidos horas mas all, que un duende acostumbrado asubir a gran roca para ver atardecer tristemente acepto que no podair hasta all, estuvieron juntos aun cuando el mismo duendecillo sepuso a extraar a la luna que seguramente estaba all arriba porencima de las nubes que dejaban caer una lluvia intensa de susmanos, este duende solo hallo consuelo detrs de una cerca, dentrode una casita donde se pona mas fuerte a cada segundo unpequesimo y blanco caballito mgico la lluvia rencorosa se qued durante toda la noche.

Al amanecer, un sol friolento sorprendi a todo los habitantes en las

calles, todos estaban invadidos por un temor desconocido; no pasaronmuchos minutos cuando la casa donde se encontraban reunidos loslideres de la Villa se abri y dej salir a seis duendes vestidos conunos grandiosos trajes, (uno de aquellos que vestan en el festival delas cosechas y de las flores) estaba decidido, serian cuatro loselegidos que atravesaran el puentecito y se dirigiran mas all de los


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campos de cultivo para negociar con las invasores y seguramentehallar una solucin.

Por que exista una gran distancia y adems por los muchos aos delos antiguos habitantes se decidi que dos de ellos iran acompaafados de los padres de Dark y Jomar, esta decisin no sorprendimucho a los habitantes por que los dos seores duendes eran muyrespetados all, adems los ancianos dueos de unos conocimientosgrandiosos y una sabidura inigualable saban lo que hacan.

Los cuatro elegidos comenzaron su camino, cada uno con un atuendo

elegante y debajo de unos finsimos sombreros, las calles se llenaronde murmullos, los cuatro valientes salan con direccin al arco depiedras y todos les habitan paso, pareca una especie de desfile; acada paso alguno se atreva a saludarlos, otros se acercaban y lesdeseaban buena suerte.

Casi al llegar a las fronteras de la Villa, las seoras duendesdespidieron, a los valientes, el padre de Dark sufri la ausencia de suhijo, a el le hubiera gustado mucho que su hijo estuviera junto a el enaquella hora, se llen de tristeza, pero pens que era mejor as, elevitarle un momento difcil para todos, el padre de Dark estaba seguroque como siempre su pequeo duendecillo estara dormido, - es mejoras - pens - que la pena llegue mas tarde a su corazn-, quisoregalarle unas horas mas de tranquilidad.

En aquel momento el hijo aorado no se encontraba en su habitacin,se haba pasado toda la noche acariciando al pequeo corcel mgico,

se habra quedado dormido junto a el y muy temprano, se habadedicado a su cuidado. y a su recuperacin, pareca que todos sehaban olvidado de aquel ser mgico, seguramente por que seencontraban sumergidos en sentimientos extraos, esperando la horade la partida de sus valientes.


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Los cuatro elegidos, se alejaron de las manos de sus conocidos ycomenzaron su travesa a travs de maderas, caminaban lentamente;

estando al otro lado, comenzaron a desparecer de las miradas, nadiese atrevi a seguirlos, el sol comenzaba a mostrase un poco caluroso,paso a paso se perdieron frente a la mirada de todos, ellos iban a unencuentro desigual, eran pacficos pero estaban armados con el armamas fuerte y gentil, la palabra

Los habitantes de Villa amanecer, tendran que esperar a que losportadores de sus esperanzas pronto retornaran y trajeran buenas

noticias, Jomar siguiendo las artes de su amigo, subi al techo de sucasa para ver alejarse a su padre, Dark para ese momento yacabalgaba sobre el caballito mgico, las madres duendes estaban muydesconcertadas y preocupadas; los alimentos comenzaban aescasear, sus campos estaba destruidos y era muy peligroso ir hastaall.

De pronto los duendes impulsados quizs por la costumbre cogieronsus herramientas y uno a uno salieron con direccin a sus minas,

saban bien que era peligroso, pero era ms fuertes sus ganas detrabajar. De pronto pareci que la vida normal retornaba, seescucharon nuevas conversaciones y hasta por ah algunas risas, laesperanza les devolva sentimientos a su corazones asustados, ellosse fueron a trabajar y las seoras duendes se quedaron comoceladoras de su villa, los mas pequeos retornaron a sus talleres fueun da lleno de esperanza.


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Un lder maligno y su ejrcito en Villa Amanecer.

Haban pasado dos atardeceres y unas horas desde que cuatrovalientes salieron desde su Villa buscando un acuerdo con losinvasores de sus tierras, y un da desde que un duendecillo quecuidaba de un ser mgico entristeci despus de que su amigo Jomarle comunicara que los padres de ambos formaban parte de loselegidos para negociar con las ratas.

Por aquella horas el ambiente se mostraba aun mas frio de lo habitual,

la lluvia ya no se hacia presente, pero haba dejado charcos y tierraslodosas, de los techos aun las goteras caan al suelo con ruidomontono, las calles de la Villa estaban casi vacas y el silencio aratos se paseaba por todas partes.

Dark otra vez de encontraba apoyado a la pequea cerca demaderitas sin pintar detrs de la cual habitaba un ser mgicopequeito, a su lado su cmplice de aventuras Jomar le narraba todolo que haba logrado or de la reunin que tuvieron con los duendesamarillos, luego prosigui su relato hablando del da de la partida delos ancianos acompaados de sus padres. Dark estaba triste por nohaber acompaado a su Padre al inicio de esa misin, se sentaorgulloso de ser hijo de un duende tan valiente, pero aun as mantenala cabeza agachada; pero de pronto alzo la mirada y tenia una sonrisaimpresa en su rostro, miro a Jomar y le dijo:


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- por que no subimos en pintado , y vamos a ver donde estnnuestros padres?

- pintado? -, contest Jomar, y algo sorprendido le dijo: - quien esese pintado?

- es mi caballo mgico - respondi con un brillo extrao en los ojos

Jomar conociendo el poder de convencimiento de su amigo no seatrevi a seguirle la discusin, ambos saban que no era suyo sino delos visitantes amarillos; se qued en silencio.

- vamos - dijo Dark y atraves la cerca de un solo salto y se fuecorriendo hasta la casita construida hacia poco, Jomar un pocodubitativo tambin atraves la cerca sin ningn esfuerzo, y cuandoestaba punto de ingresar a la casita con grandes puertas, vio salir a suamigo, cabalgando sobre pintado, a una gran velocidad , hastapareca que aquel corcel diminuto no tocaba el suelo.

Dark cabalgaba feliz, como si lo hubiera echo durante toda su

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