Neandertal cavernícola de Mary Ferre

8/20/2019 Neandertal cavernícola de Mary Ferre

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EANDERTAL

AVERNÍCOLA

ary Ferre

opyright © 2015 Mary Ferre

odos los derechos reservados

BN-13: 978-1511722063

BN-10: 1511722061


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ONTENIDO

_________________________________________________________

ólogo

apítulo 1

apítulo 2

apítulo 3

apítulo 4

apítulo 5

apítulo 6apítulo 7

apítulo 8

apítulo 9

apítulo 10

apítulo 11

apítulo 12

apítulo 13

apítulo 14

apítulo 15apítulo 16

apítulo 17

apítulo 18

apítulo 19


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apítulo 20

apítulo 21

apítulo 22

ílogo

RÓLOGO

stengo en mis manos el pijama que tantas

ces se puso para mí, paseándose de un lado a otro

ostrándome su dulce cuerpo y moviendo esas

deras que hacían endurecerme. Su aroma es lo que

e tiene absorto de placer. Día y noche tengo su

rfume inyectado en mi piel como si fuera el motor de

vida, lo que todavía me impulsa a seguir respirando.

e hecho, creo que sobrevivo gracias a este trozo de

a que se escapa entre mis dedos y no porque me

ste el dibujo de una gata bastante fea, es por el

nificado que esto conlleva.

i Nancy.

echo de menos como si no hubiera unañana, nunca hubo un mañana desde el día que la

jé marchar. Aún recuerdo como giré mi coche para

a buscarla y como los hijos de puta de sus amigos

e lo impidieron, se creían que por llamar a la policía


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e iban a detener. ¡No! Nadie me detuvo. El agente

illips no pudo detenerme, pero sí alejarme. Tuve que

r desde la oscuridad cómo Molly y el otro la

stenían en brazos, con la cabeza hacía atrás, llorando

tre lágrimas y jadeando mi nombre en sollozos a

tos. Ese día murió una parte de mí con ella,

ezclándonos con el mismo dolor en diferentes almas,

rla derrotada por mi culpa me mató y me mandó al

dido infierno. Lugar en el que hoy en día me refugio.

no hay luz, vida, alegría, o brillo, solo monotonía. Ya

. Se acabó. No hay momento del día en que cada

o de mis pensamientos estén dedicados a ella y no

go un jodido movimiento sin que ella aparezca en mi

ente. Nancy Sullivan es todo lo que sé, todo lo que

nozco y todo lo que quiero en mi vida. Todavía no

edo creerme que la perdí por quién era, por quién

y y muy a mi pesar por quién seré. Ya no existo sin

mujer que amo, no puedo desprenderme de mísmo si ella no está junto a mí, si ya no voy a volver a

sarla, ni va a sonreírme como siempre lo hacía.

unca voy a aceptar que mi Nancy es parte de mi

sado, que ya no es mi presente, ni será mi futuro.


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is ojos llorosos me nublan los cinco sentidos, no

nto ni padezco, no pruebo una gota de la vida que ya

rdí cuando la vi marcharse, ya no hay nada que me

ga volver a ser quién fui.

uardo con queja el pijama debajo de mi

mohada porque he escuchado ruidos en el pasillo.

guien viene a tocarme los cojones y no lo soporto,

y a aplastar el cráneo de quién osa a molestarme a

as horas. La indecencia del personal hace que me

n ganas de quemar todo esto y hacerme un gimnasio

clusivo para mi uso y disfrute. Si no necesitara tanto

ar aquí, lo haría con mucho gusto, aunque mí Nancy

e haría cambiar de idea al convencerme de que esta

nte necesita un sitio donde estar. Mí Nancy, mi dulce

ancy. Tan sólo su nombre hace que tiemble de

moción, un sentimiento que olvidé con el paso del

mpo.

spiro con arrogancia ante la jodida visita, soloe queda un día de dulce tortura en el que solo

stimos ella y yo.

Señor Trumper, la cena.

No son las seis.


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El Doctor Smith dijo que…

Eres un novato?

Sí, señor.

Quién te ha dado permiso para entrar?

El Doctor Smith ha ordenado que se le traiga

cena pronto porque su avión sale a las diez.

Qué jodido avión? Aún no es viernes.

Discúlpeme señor, pero hoy es viernes.

miro con odio y desesperación. El joven

pta con inteligencia lo que quiero trasmitirle y se va

rque sabe que cualquier movimiento en falso puede

cerle perder su vida.

n la habitación hay un jodido olor a brócoli que

testo, Nancy jamás lo cocinaba porque no puedo

merlo y ¡diablos!, ella cocina mucho mejor que la

mida que he probado en mi vida; quiero que mi novia

cine para mí. A medida que intento comer esta

erda que tengo en la bandeja empiezo a guardar missas, o mejor dicho, sus cosas. Su pijama, sus bragas,

sujetador, su camiseta y todo lo que había en la

cadora cuando se marchó, todo me pertenece y la

sto a que venga a buscarlo. Anhelo verla con su


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pa, aunque sin ella también, especialmente esta ropa

terior celeste combinaba con el brillo de sus ojos y,

or qué no tener pensamientos guarros cuando se

ta de mi novia? Este hermoso sujetador le hacían las

as más grandes. Yo no he sido nunca un hombre de

as, pero que me jodan si mi novia no tiene las

ejores del mundo y reto a alguien que me diga lo

ntrario y seré más que feliz de matarle.

obvio que mi interés en hacer la maleta es

lo, mi ropa arrugada, y la suya muy bien doblada

ra conservar el aroma que aún hay en su pijama.

uerdo la verdura bastante seca recordando cuando

Nancy me dijo que la odiaba, que son los alimentos

ás intrínsecos que haya podido comer en su vida pero

e siempre cocinaba y se comía con gusto por mí, por

maldita dieta. Miro sin interés la habitación por si

e he olvidado algo, más que mío, de ella. No quiero

e nadie sepa que llevo ropa de mujer, tendría queatar a quien tuviera la valentía de tocar algo de ella,

suyo es mío!

didamente, ella es mía.

puerta se abre con descaro y giro la cabeza


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ra aniquilar con mis ojos a este hombre. Rony entra

n una carpeta jugando a ser el médico conmigo. Hijo

puta.

Bastian, el coche te espera.

ojo la maleta que cargo con gusto, no

portaría que nadie tuviera el derecho de llevarla

entras hay ropa de mí Nancy dentro. Me persigue su

mbra amortiguando la mía por estos oscuros pasillos,

e está hablando y me importa una mierda porque al

ndo veo la luz del atardecer y como ruge el motor del

che que se oye desde aquí. Le dije que lo llevara al

ler, hay un problema en la bomba y parece ser que

y el único con cerebro para darse cuenta de esto.

El taller?

Señor, este es otro coche.

No me jodas Ryan, – meto la maleta en el

ento de atrás, siempre la llevo a mi lado – te dije

ál era el jodido problema del motor.Señor, los diez últimos modelos que entraron

nían un error de fábrica. Mandé a que revisaran

dos.

siquiera me molesto en contestarle. ¡Pandilla


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ineptos!

erro la puerta del coche mientras Ryan vuela

cía el volante y bajo la ventana de la puerta trasera

rque a Rony le encanta darme sermones.

Bastian, creo que es…

Mejor que no vuelva más y toda esa mierda?

juro que como me lo adviertas nuevamente voy a

ancarte la polla y se la mostraré a todo el mundo, de

cho creo que voy a hacer una conferencia sobre

o.

Trumper, no puedes seguir así. Sabes que te

recio.

erro la ventana dándole en las narices, está de

erte porque estoy de un jodido buen humor. Ryan

anca el motor que me está dando quebraderos de

beza con cada cilindrada, cada metro que avanza

ce que quiera arrancarle el corazón.

Noticias?No señor.

ectivamente, no me importaría arrancarle el

razón para que sufra, que sufra tanto por amor como

estoy haciendo yo. Consumiéndome en un espiral


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cia el infierno que hice mi hogar, frustrado con el

iverso que vive alrededor de mí sin importarles que

é realmente jodido. Jodido porque la cagué, jodido

rque la dejé ir y jodido porque ella no volverá junto a

.

este es mi jodido momento favorito del día,

ando me dirijo a Crest Hill.

APÍTULO 1

Tesoro, también te he metido una empanada

bacon y queso. Te la he dejado en la parte de atrás

nto con el resto de cosas.

eo que mi madre me habla sobre comida en

gún lugar de la casa. Estoy tumbada sobre mi cama,

prometí a mamá que hoy me vestiría e inclusive me

inaría, pero mis intentos han fallado. Un chándal

gro es testigo de mis huesos pronunciados, haber

rdido diez kilos no me hace ningún favor y ya no

edo lucir la ropa como antes lo hacía. Agarro la dadera a pesar de que el sol aprieta ahí afuera, no

e importa mucho porque yo vivo entre icebergs que

e recuerdan quién soy yo ahora.

ro ni el gesto más sencillo puedo hacerlo sola.


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Mamá.

le por mi boca una alarma débil y aparece

mo un rayo en mi habitación. Señalo a la sudadera

mi padre para que me ayude a ponérmela, no le

traña porque ha hecho lo mismo con el resto de mi

pa. Ambas no hablamos, ya lo hicimos anoche. Creo

e era anoche cuando las estrellas brillaban en el

dín y mi padre leía un libro no muy lejos de nosotras.

i madre no me cierra la cremallera de la sudadera

rque hace calor pero yo le respondo forzándola

ntra mí. Huele a mi padre, a hogar y quiero

nservar conmigo este aroma.

va de la habitación porque sabe que tiene

e irse, ruedo de nuevo en la cama y yazco sobre mi

ómago apretando la almohada y perdiéndome en

a. Los ruidos que hay frente a mi casa no cesan, las

ces que han estado a mi lado siguen discutiendo por

guna razón. Yo solo necesito que me dejen cinconutos más para no olvidar este momento.

e hecho, no los tengo ya que mi madre

arece en la habitación y sabe por qué lo hace. Se

mba junto a mí y besa mi espalda.


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Mi vida. Te amamos tanto.

o digo nada y dejo mis lágrimas caer. Una tras

ra. Día a día. Noche a noche. No hay medida en el

mpo que pueda pasar por mi lado sin haber visto una

grima de mis ojos apagados. Me niego a pensar, a

flexionar o inclusive a hablar. La palma de la mano

mi madre acaricia mi espalda y yo no siento nada

rque mi cuerpo rechaza cualquier toque.

Habrá sentido alguien alguna vez como pasas

estar en un lugar a estar en otro? No me refiero a

magia, aunque siento que mi vida es parte de ello.

erdo la noción del tiempo y a veces creo que estoy

un lugar como hace un momento con mi madre en

habitación y ahora en la calle, frente a los tres. Mis

anos están en la sudadera donde escondo todo de mí,

pelo largo cubre casi toda mi espalda y ahora soy

palo por delante y por detrás. Parezco un fantasma

mi madre me lo hace recordar a todas horas, nadieejor para hablarte con sinceridad.

Te he dicho que es la llave del tres, no la del

o y medio. ¿No ves el tornillo? No sale si usas ese.

Roger, esta es la del tres. Mira.


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Eso no es un tres, es un cero con el acero

gado. ¿No lo ves inútil?

Chicos, chicos, hablad bien – mi madre aprieta

cuerpo como si no fuera a dejarme escapar, ambos

dan cuenta de que estamos ahí.

No Nadine, es el coche de mi hija y este idiota

sabe diferenciar una llave del tres.

Roger, tú lenguaje.

i madre riñe con mi padre a todas horas. Si

tes no les había visto discutir, desde que estoy en

sa no hacen otra cosa. Mi madre porque intenta

rregir a mi padre y él… bueno, él porque está muy

fadado y todos sabemos el motivo. Miro con

oranza al hombre que me protegió de todo el mundo

enos de una persona, él es el único que ha velado por

seguridad desde que nací, quién me amará hasta el

a que me muera y quién va a cuidarme hasta que

gañe con él otra vez.Papá, el coche arranca y frena. No necesito

ás.

ún se asusta de mi delicada voz, todos lo

cen e inclusive Mike qué está ayudando a mi padre


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rreglarme el coche. Una de las maravillosas ideas

mi padre fue llamar a mi ex, una pena que ya no

amos tan amigos como antes, pero desde que mi

dre le ha dado trabajo en el taller parece ser su

gundo hijo. Apenas le he visto a mi alrededor o me

hablado, aún no puedo enfrentarme a mi pasado

ando ni siquiera puedo con mi presente, sin embargo,

e ha dejado muy claro en algún momento de mi

cidez que pase lo que pase estará ahí para mí. O al

enos creo recordar que fue él. No me molesta, sé

e es una estrategia de mi padre y por eso creo que

es el momento.

ha llegado el momento.

pesar de que mi padre ahora está enfadado y

da feliz conmigo, consigue darme un abrazo sin

mperme. Todos lo hacen, con palabras de apoyo y

n imágenes de una familia feliz que quiero recordar

ando esté allí. Ellos me hacen querer sonreír pero noedo, no sé hacerlo. Las palabras de mi madre se

cen sordas junto con las de mi padre y las de Mike.

ecido romper el momento de despedida en este

ado de embriaguez apagada mientras me subo al


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che, ayer conseguí acordarme de cómo conducir y

eo saber que sé cómo hacerlo. Mamá hace que baje

ventana, otro beso más y odiaré este momento.

Tesoro, ¿has llamado a Molly?

Sí – miento.

Llámame cuando estés allí. Por favor,

aremos preocupados.

Y no corras, – añade mi padre y mi madre le

una mirada de odio – ¿qué? Es mi hija la que va

ntro del coche.

mbos se abrazan y sonríen viendo como

rpemente saco el coche de aquí. Es la primera vez

e estoy conduciendo esto, en esta carretera, sola.

o en el espejo que dejo atrás a tres personas que

n dado la vida por mí, mi madre destrozada, mi padre

fadado y mi ex con añoranza de querer ver a la

tigua yo.

no soy así, nunca más.an pasado nueve meses desde que salí a la

le, desde que me encerré en casa para sufrir mi

elo. Hoy es uno de septiembre y empiezo de nuevo,

al menos esa es mi intención. Sólo yo conozco


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rque he escogido este día para volver, hace un año

e empecé en Lawndale una nueva vida, un nuevo

bajo e inclusive un nuevo amor. No quiero quedarme

casa para revivir con nostalgia todo lo que pasó

ce un año, los recuerdos me matan a diario y es más

e suficiente. No podría quedarme allí, tumbada en la

ma de mi habitación para lamentarme del dolor que

puedo arrancar de mi sistema. Hoy es uno de

ptiembre

r

uchas

zones

nque

n

anchadas. El año que viene voy a recordar este día

mo el primero que he visto desde hace meses, no

cuerdo como era el sol, como lucían las calles o

mo era el sonido de la gente. Estoy encerrada en miche y aun así siento como vibra la vida ahí afuera,

da que un día tuve y me arrebataron.

r fin llego a la autovía, mi padre me ha estado

blando de los nuevos desvíos pero no le he


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cuchado. Llevo nueve meses sin prestar atención a

da, les hago saber que poco a poco voy avanzando,

ía de la habitación para que mi madre me metiera

purés en la boca a la fuerza y luego proseguía con

tristeza debajo de las sábanas. Podría decir que ha

do duro o necesario, pero no se acerca lo más

nimo a lo que he pasado. No puedo quitarme de la

beza todo lo que me ha ocurrido aunque mamá dice

e el tiempo lo curará, pero en mí he obtenido el

ultado equivocado porque el tiempo lo ha

mpeorado. Ya no soy la misma, no me reconozco, no

edo reír, hablar, llorar… ni siquiera puedo respirar

ás de cinco segundos sin llenar mis pulmones de aire.

no puedo seguir viviendo así y no sé cómo

mediarlo.

ómo sobrevive la gente al dolor?, ¿cómo lo

mbaten?, ¿qué hacen para continuar con sus vidas

n que les invadan los recuerdos? No sé cómo hacerlorque llorar es como hablo a diario, con mi tristeza me

preso y con los ojos cerrados me siento aún mejor;

la oscuridad, refugiándome de los demonios que me

rsiguen a todas horas. Las lágrimas corren por mi


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Mi niña, tranquila. A ver, dime dónde estás y

recojo.

Tengo miedo. Tengo mucho miedo. No quiero

frentarme al uno de septiembre.

No importa cariño, lo estás haciendo muy

en. Es muy importante que me digas donde estás y

llores. Mamá va hacia ti.

Es él mamá, ¿por qué?

Mi dulce niña, es normal. Es el primer día.

uelve a casa, ven con nosotros.

Oh mamá, quiero morirme. No puedo

brevivir a él.

Todos hemos sufrido un desamor en nuestras

das y hemos sobrevivido, tú también. Sé fuerte. Tu

dre está en el taller con Mike, voy a recogerte y no

ré nada. Le contaremos que se ha estropeado el

che y te vuelves a casa.

o puedo volver a casa. No puedo continuarciendo sufrir a mi familia, todos sufren por mí de un

odo u otro. Necesitaba un último suspiro de la voz de

madre para darme cuenta de que tiene razón, hoy

r primera vez la he escuchado desde hace meses y


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a acaba de decir las palabras que quería escuchar;

dos hemos sufrido un desamor y hemos sobrevivido.

es verdad. ¿Qué pasaría si nos estancáramos en un

nto de no retorno tras la ruptura de un desamor? No

viríamos para contarlo, nos esconderíamos debajo de

manta para que nadie nos viera, sintiéndonos en paz

tre sollozos y pesadillas, entre los recuerdos. Trago

iva con la debilidad que ahora me caracteriza

locando una mano sobre mi frente y absorbo por la

riz la mucosidad que quiere desprenderse.

Puedo hacerlo. Tienes razón, puedo ser

erte.

Tesoro, es lógico sí todavía no estás

eparada. Has pasado una serie de fases y aún estás

uy lejos de la aceptación, nunca llegarás ahí si no te

mpiezas a querer a ti misma cariño. Sé que el amor

ele, mucho además, quédate con los recuerdos

nitos e inventa otros donde sólo tú seas la dueña defelicidad. Aparta lo negativo y acepta lo positivo.

Y sí… y sí no puedo hacerlo?

De momento has dado un paso importante.

e estás hablando y no estoy haciendo un monólogo


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lante de ti para obligarte a comer. Has avanzado

riño aunque no lo sientas, has tomado la decisión de

lver y eso es algo. Ayer cuando probabas el coche

ntí que mi niña había vuelto, que algo en tu interior

taba por la libertad. Deja escapar a esa Nancy que

dos conocemos, eres valiente y fuerte, no permitas

e un hombre domine tus sentimientos. Valórate como

ujer a pesar de que te ha destruido, hazlo tesoro.

azlo y serás feliz.

ómo lo hace? Me pregunto si todas las

adres tienen poderes especiales o algo así. Es

rdad, creo que estoy tan centrada en mi sufrimiento

e he dejado escapar los avances lentos que estoy

ciendo. No recuerdo cuando dije en casa que volvía

ro aquí estoy, parada dentro de un Fiat que se cae a

dazos con tal de empezar una nueva vida, la

rdadera. Los ojos de mi madre han sido los míos, ella

e ve desde fuera y yo desde dentro, pero si las doslisionamos lo que vemos podríamos inventar una

eva Nancy, una nueva yo. Bebo de la botella de

ua para combatir con mi garganta seca, miro hacia

frente viendo a lo lejos la ciudad de Chicago.


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Gracias mamá. Lo voy a hacer y voy a ser

a nueva yo. Estoy viendo lo bonita que es la ciudad,

e estoy perdiendo el disfrutarla. Ahora tengo

nticuatro años y quiero empezar de nuevo, ya no

y a cometer los mismos errores.

Nancy, me has hecho muy feliz. Esa es la

titud tesoro. Conduce hacía la ciudad y enfréntate a

do el mundo. Eres guapa, inteligente y la persona

ás maravillosa del mundo, tienes cualidades para ser

ien quieras. Busca dentro de tu corazón lo que te

struye y destrúyelo tú primero.

Sí, tienes razón. Mamá, te…te agradezco…

No quiero oírte decir eso, eres mi hija y no te

y a consentir que me agradezcas nada. Te quiero mi

da, recuerda cuando estés decaída que aquí tienes

a vida y una familia que te adora, que ya no puedo

cirle a la abuela que tienes gastroenteritis porque

gún día tendrás que empezar a comer y a aceptar tueva vida.

Hoy empiezo, hoy es uno de septiembre y mi

da va a cambiar.

Me alegro oírte decir eso. Llama a Molly


24/1211

tes de ir, no vaya a ser que no esté en casa.

Lo haré mamá, te lo prometo.

Ahora conduce con cuidado, llámame en un

o.

No te preocupes. Te llamo ahora.

uelgo la llamada que me ha hecho reflexionar.

ene razón, no puedo dejar que mi pasado me

struya, lo que pasó ya forma parte de una vida que

iero empezar a olvidar. Y el momento es ahora

smo.

striego por la cara mis manos que aún siguen

mblando, esta vez mirándome al espejo para ver la

mbra de la tristeza que se refleja. Mis ojeras son

ás pronunciadas, manchas negras que se han

ueñado de mis ojos hinchados haciendo que parezca

a muerta más que una viva. Mis ojos azules se

rnan oscuros por las lágrimas, mi cara está inflada

r la depresión, mi pelo es un desastre y yo soy la ica que me he hecho esto. Tengo que acabar con

do, ya no tengo fuerzas para luchar contra una

rsona que no soy, jamás he actuado como lo he

cho en estos pasados meses. Recuerdo que era


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gre, feliz, emprendedora y con mucha personalidad,

do eso me lo arrebató de la noche a la mañana y

nque ahora no seré esa Nancy, aceptaré la nueva

mo tal. Ahora seré más débil, más infeliz y más

sinteresada, pero nadie va a robarme mis ganas de

vir. Por primera vez en meses siento que quiero

mpezar de nuevo, no sabía que tenía la respuesta

cerrada en este coche y en mitad de la carretera.

ngo que regresar a la ciudad antes de que me

epienta y vuelva a casa para refugiarme por el

samor que viví, ya ni siquiera sé por qué tuve que

cerrarme.

no hice nada.

e miento a mí misma si me ánimo, si creo que

y a ser feliz o si me ilusiona el estar conduciendo a

hicago. Todos son mentiras. Lo hago porque no tengo

nde ir, porque no quiero hacer sufrir a las personas

e les importo y ni mucho menos porque quiera cerlo. Pero voy a intentarlo al menos, lograré

gunos de mis objetivos en la vida y nuevos recuerdos

e algún día recordaré en mi casa junto a mis diez

tos.


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motivo por el que no he llamado a Molly es

rque me ha abandonado. No ha aparecido en todos

os meses, ni siquiera me llamó en Navidad o el día

mi cumpleaños, un día después mi madre tuvo que

struir el móvil porque yo se lo pedí. Cuando la

mana pasada intenté convencer a mi madre de que

a hora de volver, le dije que había llamado a Molly y

e recibiría, pero mentí para que se quedara más

nquila sabiendo que no voy a estar sola. Porque lo

oy. Mi padre dijo que unos días después de regresar

Crest Hill se presentó en la puerta con una caja y mi

che aparcado en la calle. No se preocupó en verme

eso me da que pensar que no me quiere en su vida.

n parte le agradezco que se haya alejado de mí, ella

nacido para vivir la vida que tiene, mezclada en ese

culo de hipócritas en el que yo misma le introduje.

on Alan perdí la esperanza pero no se lo reprocho, él

el único al que no puedo recuperar, fui tan idiota…e lo estuvo advirtiendo tantas veces y yo le ignoré;

lo escogí como mi prioridad sabiendo que él era mi

ejor amigo y quería mi bien. Me gustaría saber que al

enos no le he hecho ningún daño, aunque


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nociéndole, estoy segura de que no se acordará de

y estará envuelto entre las sábanas de alguna chica.

n embargo, vuelvo a Chicago completamente

ompañada por mi soledad, sin amigos, sin casa, sin

bajo y sin nada por lo que luchar. Necesito

ablecer un enfoque en mi vida y recuperarme antes

seguir avanzando.

uando vino Molly a traer mi coche, mi madre

vo que firmar en mi nombre unos documentos de mi

nuncia en Lawndale, perdí mi trabajo soñado

mpiendo las expectativas que mi antiguo jefe tenía

bre mí. No les culpo, es normal que contrataran a

ra persona en mi puesto ya que es vital para el

ncionamiento de la empresa, pero no puedo evitar

ntirme culpable por la decepción que se habrán

vado allí. Me acuerdo de Novak aunque Rachel

ene a mi mente muchas más veces, la llegué apreciar

nunca en mi vida olvidaré cómo se comportónmigo cuando sentí que mi mundo se desmoronaba.

na amiga que va a vivir siempre en mi corazón,

iero visitarla cuando me recupere, pero antes tengo

e recuperar al menos mi dignidad.


28/1211

abo de entrar en la ciudad de Chicago y lo

imero que veo es un cartel con la foto de mi ex,

ómo voy a olvidarle si no ha dejado de ponerse

lante de mis narices? Anuncian la próxima pelea que

ndrá en la ciudad, un gran tour el que está haciendo,

cómo no verlo? Él ha vuelto a la lucha. Bastian

umper sigue en mi sistema y corriendo por mis venas

rque lo veo a todas horas, sería estúpida si intento

vidarle, ¡pero es que está en todas partes! En junio

nó el mundial de lucha una vez más añadiéndolo a su

an palmarés y este año ha ganado más de treinta

terestatales, está en los medios todo el tiempo. Si veo

a película, en los anuncios aparece él, si veo las

ticias él está, si leo el periódico también lo veo, al

ual que si oigo la radio su voz es la que me

ompaña. Él no ha parado de estar en las revistas,

ticias del corazón y en fiestas, oh sí, se lo ha estado

sando muy bien. Estos meses entre mis buenos y alos momentos, me he conectado a internet para

tentar distraerme, quería ver dibujos animados o algo

pero me hice experta en buscar noticias de mi ex.

n secreto a voces que solo se yo.


29/1211

día de mi cumpleaños luchó en un combate

e ganó con facilidad, le preguntaron que le había

ovocado el volver a la lucha y él contestó; “un ángel

Crest Hill”. Estuve tres semanas dentro del edredón

mi cama llorando por lo que había dicho. En cada

lea grita la misma frase que está siendo su eslogan

sde que volvió a la lucha. Me hizo pensar que su

trenamiento excesivo y su cuidada dieta no era

oducto de su vuelta al deporte, pero una vez más, no

e dijo la verdad y prefirió que viviera una mentira a

lado. Por eso odio tener que verlo a todas horas, he

do en internet que su vuelta le ha hecho tener más

llones de fans, que el indestructible Bastian vuelve

n más fuerza y furia al cuadrilátero, que el mundo

á bajo sus pies y ahora es más famoso que antes,

ás querido. Mentiría si no he visto entrevistas suyas o

gunas fotos y videos de sus fiestas, pero voy a ser

ncera conmigo misma y llevo dos meses sin encenderternet porque el uno de septiembre se acercaba.

aquí estoy, regresando al hotel que una vez

e testigo de una noche de chicas en mi segundo año

universidad. Lo he escogido porque he estudiado


30/1211

en a fondo que no le pertenece, no quiero tener nada

e ver con él, ahora soy una persona nueva e

tentaré que no me afecte de ningún modo. Aparco mi

che en el parking de los clientes, previamente he

señado mi reserva y ahora un botones me espera

ra que abra el maletero y le deje sacar mi maleta.

Señorita, si me permite.

No, gracias.

unque pueda hablar, mi voz no es audible.

ene que haber un silencio rotundo para que se me

eda escuchar. Es por eso que el botones se ha

ercado más a mí mientras yo he dado un paso hacia

ás.

Señorita?

pto por negar con la cabeza señalando a mi

che, es la primera persona fuera de mi familia que

bla conmigo y me da miedo. Me siento como si

uviera desnuda en mitad de la carretera y todos seran de mí cuando sólo es un joven que está haciendo

trabajo y ya me quiero morir. Regreso por el

censor al hall intentando crear nuevos recuerdos

ro no puedo, ¿cómo voy a tener buen recuerdo de mí


31/1211

trando en un hotel porque huyo de mi pasado?

rece como si hubieran pasado diez años y ahora

oy haciendo mi primer contacto con la humanidad;

a, vacía e inundada por la sensación de la nostalgia

recordar a la antigua Nancy, ella era feliz.

Firme aquí señorita. Recuerde que cada tres

as tiene que actualizar su fecha de salida, tanto si

ntinúa siendo indefinida o si adjunta una fecha.

Sí – susurro asintiendo mientras firmo.

o entiendo lo que me ha dicho pero no me

porta, solo quiero llegar a la habitación para

conderme en la cama. Sí, yo con mi soledad, ambas

s llevamos bien y estaremos a gusto siempre y

ando nadie nos moleste.

Muy bien Señorita Stuart, – le he dado por

puesto un nombre falso con mi identificación falsa

e nos hicimos mi antigua amiga y yo – tome la llave,

ne la habitación número 483.No! – Grito débilmente.

is rodillas se doblan provocando que algunas

rsonas se acerquen. ¿Por qué ese número?, ¿él está

uí?, ¿sabe que he vuelto?, ¿me ha estado siguiendo?


32/1211

ngo mis manos a ambos lados de mi cabeza bajo la

eocupación de la gente alrededor.

Señorita Stuart, ¿se encuentra bien?

Traedle un vaso de agua.

Llamad a un médico.

o, no. No quiero que nadie me toque y nadie lo

á haciendo. Vuelvo a establecerme con los pies en

suelo y agarrándome al mostrador, la mujer que hay

otro lado probablemente se haya acostado con mi

¿Por qué pienso ahora en eso? Asiento con una

sa sonrisa que no se dibuja en mi cara.

Sólo ha sido un mareo. Ha sido un largo viaje

coche. ¿Podría… ems… podría cambiarme el

mero de habitación?

Supongo que no habrá problema. Aguarde un

omento.

ay algunas personas atrás esperando y yo

ro de reojo por si le veo. Tengo la sensación de queguien me persigue, de que sabe que estoy aquí; un

edo con el que vivo desde que dejé Crest Hill hace

a hora o poco más. Me devuelve la llave que abre

ra habitación y corro a encerrarme porque ya lo


33/1211

oy echando de menos.

r fin puedo vivir en paz.

o sé si han pasado días o no, advertí en

cepción que me avisaran para confirmar que mi

cha de salida aún está abierta. Me estoy gastando

ahorros de mis padres en refugiarme en un hotel.

s sábanas me cubren todo mi cuerpo y tengo los

os abiertos. Me siento bien en la oscuridad, el

ómago me ruge y no tengo a mamá que me

mente a la fuerza, ahora solo yo dependo de mí

sma. Tengo que buscarme un apartamento y

mpezar a pagarlo, necesito ahorrar el dinero

ficiente y demostrarles a mis padres que ya estoy

en. Les he hecho sufrir, creo que incluso separarles,

eso no me lo perdono. No se lo perdono.

is tranquilizantes me han tenido tres días

ntro de la cama a juzgar por lo que veo en televisión,

es un hotel de lujo pero las comodidades que tengon muy buenas. Huelo mal y creo que me he orinado

cima, aunque creo que me oriné en los pantalones,

yer? Mi vida es un descontrol ¿cómo voy a salir de

a? Tengo que ir hacia el baño con la tranquilidad


34/1211

e me caracteriza, no porque quiera ir lenta, es

rque estoy débil ya que mi cuerpo se ha debilitado en

dos los sentidos. Ya no puedo hacer fuerza, ni

quiera sé cómo voy a poder vestirme. Abro la maleta

cando alguna ropa nueva que he traído de casa, casi

da es de mi padre ya que no quiero que nadie me vea

mi intención es esconderme detrás de esas

gantescas prendas que van a cubrirme a partir de

ora.

on mi neceser en la mano para darme una

cha, escucho en las noticias el nombre de mi ex. Sin

der evitarlo giro de vuelta y me quedo prendida de

imagen.

Bastian Trumper, el vigente campeón del

mpeonato mundial de lucha en la UFC y de los

imos treinta interestatales. Acabas de venir de

iami y has derribado al mismísimo Johan Slate,

ómo se siente al derrotar al que fue campeón delundo en tu ausencia? Las apuestas estaban ajustadas

daban por ganador a tu contrincante.

Ha sido un placer haberle derribado, tiene un

lpe interior muy bueno aunque no muy eficaz.


35/1211

dio como habla.

Ahora vuelves a Chicago para tu siguiente

mbate, ¿estás preparándote para ello?

Nunca he dejado de prepararme y por

puesto nunca he dejado Chicago.

Hiciste tu residencia en Chicago de nuevo?

prensa dijo que te trasladaste a vivir a Los Angeles

n tu novia, la modelo Diane Cost.

h por favor. No tengo la necesidad de saber

o.

Eso es incierto. Mi ángel está en Chicago y he

cido allí.

Entonces ¿desmientes los rumores con la

odelo?

Es esto una jodida biografía de mi vida

rsonal o una entrevista sobre el campeonato en

hicago?

uevo la cabeza apagando la televisión, ahora e da asco verle y escucharle. Odio su voz ronca y

ta, rotunda y profunda, su carácter, su personalidad,

s ojos, como ríe, como habla, como mueve la boca.

clusive odio tener que recordar que ese trozo de


36/1211

coria fue mi novio.

ntamente levanto mis brazos para quitarme el

ándal, definitivamente tengo que hacer la colada si la

erda de higiene no me quiere matar con alguna

fermedad. He pedido una habitación sin espejos y

e alegro de no tener que ver mi cuerpo, entro en la

cha, corro la cortina hacia un lado, cierro los ojos y

so la esponja por mi cuerpo. Procuro no excederme

mis partes, solo lo justo y necesario porque desde

ce nueve meses nadie me toca y creo que nadie lo

rá para el resto de mi vida. Ya viví un sexo increíble

no tengo la necesidad de continuar con una actividad

xual insatisfactoria.

o tardo mucho porque mi preocupación sobre

aspecto es la misma como si alguien tocara algún

ro en el universo. Un chándal azul oscuro y grande

bre todo de mí. Mi pelo mojado y peinado cae a

mbos lados de mis hombros, me llega por la cintura,iero raparme y así no tener que cuidar más de esta

erda pero le prometí a mi madre que no lo haría.

túpidas promesas.

abo de telefonearla y me ha regañado porque


37/1211

la llamé desde que vine y tiene razón, hoy le he

cho que voy a salir a la calle a comer y se ha

grado mucho. Antes debo de actualizar mi estancia

este hotel, no quisiera que me echaran a la calle y

ner que vivir en el coche.

uando llego al hall hay coches y mucha gente.

e escondo detrás una maceta pero alguien susurra

mi oído haciendo que mi espalda toque la pared.

Señorita, se encuentra bien?

Sí, sólo… – miro a la gente.

No se asuste, algunos luchadores están

gando hoy para el campeonato del viernes.

Qué tipo de luchadores?

o puedo permitirme que Bastian esté en el

smo sitio que yo, hay gente grande, equipos de

mnasio y coches negros aparcados afuera. Son un

enal de hombres que pueden machacarte sin

carte, la clase de persona que intento evitar por todosmedios.

Los mejores del país, aunque es más que

dente que Bastian va a ganar la pelea.

Yo… – me alejo de él – ¿él no se aloja aquí


38/1211

rdad?

No señorita, supongo que él tiene una casa en

ciudad o se habrá ido al Hilton, nuestra competencia.

e sonríe mientras voy alejándome de él. ¿Por

é sonríe?, ¿sabe algo?, ¿me conoce?, ¿me ha visto?

n empleado en el mostrador se da cuenta de que

oy al lado esperando a que me atiendan y poco

spués se encarga de pasar mi tarjeta y actualizar mi

cha indefinida de salida.

uchas

acias

ñorita

uart,

radecemos su estancia aquí.

Sí… – susurro – saldré a buscar un

artamento pronto, estoy… de pasada.ocuro sonreír pero me intimida porque viste

n un traje y es grande, o ¿soy yo la pequeña? ¡Oh

os mío!, ¿me he olvidado de ponerme ropa interior?,

or qué me ha sonreído?, ¿le parezco graciosa?, ¿se


39/1211

rla de mí?

ro bajo su atenta mirada huyendo por la

erta trasera evitando a la gente que se agolpa en la

trada del hotel. A la salida tropiezo cayendo contra

pared llorando, dejando que mis lágrimas caigan y mi

atimiento se apodere de mí. No puedo evitar

ntirme así, no sé cómo controlar estos brotes que me

n. Cuando me recupero aparto las lágrimas de mis

os y me asomo a la calle mirando a un lado y a otro e

tentando descifrar que nadie me siga. Papá me ha

cho que a veces estaciona un coche sospechoso en

estra calle y creemos que es alguien mandado por

ex. Me camuflo frente a un grupo de japoneses

ezclándome entre ellos y apretando contra mí mi

ochila cruzada que tapa aún más mi indumentaria.

o quiero ser vista ni que me roce el suspiro del aire.

o un supermercado y decido entrar, la gente me

ra porque no debo de tener buen aspecto o porqueizás creen que voy a robar o algo peor. Antes de

trar pregunto a una chica que está reponiendo

steles.

Disculpe, tengo una pregunta que me gustaría


40/1211

ber antes de comprar en este establecimiento,

izás, bueno… no lo sabe pero…

Qué dices? Habla más fuerte que no te oigo.

Por qué tiene que gritarme? – Reajusto mi

ochila contra mí.

No vendemos alcohol ni tampoco droga así

e lárgate de aquí.

Cómo dice?

ego con la cabeza entre lágrimas, ¿tanta pena

y que todo el mundo se da cuenta? Salgo corriendo

rque venía el hombre de seguridad. Mi pecho sube y

ja por culpa de mi acelerada respiración, no he

bido de correr o hacer un intento de ello porque esto

e ha sentenciado. El agua que acabé ayer es lo único

e hay en mi cuerpo y me siento débil.

Nancy? – Una voz pequeña y chillona me

ma – ¿Nancy Sullivan?

toy apoyada en la pared. ¿Qué hago si esguien que me conoce y sabe cosas? No quiero ser el

zmerreír de la alta sociedad, sólo quiero que me

jen en paz. Aparto mi cabeza de la pared para

arme y enfrentarme a una chica de metro cincuenta.


41/1211

Perdón?

No te acuerdas de mí? Soy Daniela Greisen,

brasileña de tu clase de cálculo en tercer año.

Lo siento.

Me sentaba delante de ti, – levanta su dedo –

ora soy la Señora Greisen, pero quizás me recuerdes

mo Gomes, Daniela Gomes.

No me acuerdo.

De todas formas me ha encantado verte de

evo, aunque deberías comer algo, ¿estás a dieta? Yo

e puse a dieta pero lo dejé, ¿a quién diablos le

porta? Ahora soy una Greisen, mi suegra me dice

e soy linda y todas esas cosas, a mi marido le gusto

ro…

Para, – me va a estallar la cabeza – tengo que

me.

De acuerdo, supongo que hablo demasiado, no

puedo evitar. ¿Podremos quedar para tomar unfé? Ya no te volví a ver tampoco en el grupo de

atro ni en la graduación en enero. ¿Por qué?

r muchas razones Daniela, sobre todo por una

especial.


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Estuve de viaje.

Tu amiga Molly recogió el diploma de tu

oyecto, fue el mejor según los catedráticos. Sigo mi

mino. Adiós Nancy.

Adiós.

surro intentando forzar una sonrisa que nunca

ga. No la recuerdo. Quiero recordarla pero no lo

go. ¿Mi encierro habrá afectado a mi memoria?,

or qué recuerdo cosas que no quiero y olvido la cara

una compañera de universidad? Necesito comer

go o voy a caer aquí en la acera y me van a tocar.

e apetecía irme con ella y que me sostuviera algo

ás que mis tristes recuerdos que no dejan de

ormentarme, con Daniela hubiera empezado una

eva vida llena de cosas bonitas pero no me atrevo.

uizás no estoy tan preparada como quiero creer.

o un café bajo la ajetreada vida en Chicago,

por la mañana y las calles están llenas de personase van de un lado a otro. Los trabajos han empezado,

gente viene de vacaciones y yo me escondo entre

upos de personas para que nadie me vea. Entro

cidida en el establecimiento y esta vez voy directa al


43/1211

ano con mi pregunta.

Perdone, ¿puedo hacerle una pregunta?

El caramelo es derretido – me sonríe un chico

iñándome el ojo y hago una mueca, no le he

tendido.

cudo la cabeza ante mi descaro porque dudo

si tendrá la información suficiente que yo necesito

ber, pero lo intento. Vamos Sullivan.

Solo quería saber si podría decirme a quién

rtenece este establecimiento.

más que obvio que no voy a dejar ni un

ntavo a mi ex, si tengo que hacer la misma pregunta

cada sitio, lo haré.

A qué te refieres?

El dueño, ¿sabes el nombre del dueño?

No sé, es dueña creo. Una mujer de sesenta

os que se acaba de jubilar o algo parecido, – mira

paciente a la cola que se está formando a mi espalda quieres un café?

Estás seguro de que este establecimiento es

una señora de sesenta años? No quisiera

contrarme que forma parte de un hombre poderoso


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algo así.

No, este café está abierto desde mil

hocientos y algo. Es familiar.

Si es así, quiero un café y una magdalena de

ocolate por favor.

Disculpe? No le he oído bien.

ufo y le repito de nuevo que es lo que quiero.

go y me aparto entre la gente para esperar por mis

mentos. Siento que la gente me mira y aprieto

ucho más el bolso contra mí, no dejo de poner en

rta mi único sentido que aún no se ha visto afectado

mo es el olfato. El chico prepara mi café delante de

y yo me he dado el privilegio de añadir chocolate.

ocuraré comer algo para sobrevivir los siguientes

s días encerrada en mi cama.

Nombre? – Tiene un rotulador en la mano y

á a punto de escribir en mi vaso de plástico, me

traña.Estoy frente a ti, dame el café.

nríe abiertamente mostrándome una sonrisa

e seguro podría tumbar a cualquier chica, menos a

. Sus dientes perfectos no provocan efecto en mí, ni


45/1211

s ojos negros, ni su pelo moreno, ni siquiera el tatuaje

e asoma por su cuello. No me interesa la vida de

a persona.

inutos después me encuentro sentada en

tad del café, la gente se mueve alrededor entre las

esas y yo quiero evitar estar en la ventana. Mis

anos están congeladas a pesar de que las pongo en el

fé que aún no he probado, quema demasiado y ni

quiera me gusta, pero necesito la cafeína para

uantar un par de días más. Miro con asco la

agdalena que me está mirando ansiosa por ser

vorada, iré a algún albergue y donaré este dulce

stre, estoy segura de que hoy haré feliz a alguien

e se lo merece más que yo. Estoy perdida en mis

nsamientos, necesito buscar un apartamento y un

bajo. Sí, quiero trabajar en una fábrica o algo así, de

che, cuando no tenga que estar a la vista de todo el

undo. Necesito estudiar qué empresas no pertenecenmi ex. Quiero empezar una vida sola y él no está en

a.

Eh?

iro hacia arriba al camarero que está


46/1211

mpiando una mesa, no escatima en seguir

nriéndome.

Qué? – Respondo, me ha hablado pero no le

escuchado.

Te he dicho que la pastelera no se va a poner

uy contenta sabiendo que has dejado su magdalena

tacta.

Oh… eso – la miro pero no puedo comerla, ni

quiera puedo dar un sorbo a esta asquerosidad que

ngo entre mis manos – dile que la donaré a alguien

e la necesite más que yo.

Harás eso? – Arruga su cara.

Sí, por supuesto.

Puedo cambiártela si quieres, si no la has

cado puedo ofrecerte otra cosa.

No, la quiero ahí.

e algún modo u otro tener en mí vista esta

agdalena me recuerda a que amaba comer y estoy tentando mentalizarme de que mi cuerpo necesita la

mida si quiero sobrevivir.

Te encuentras bien? – Ahora limpia la mesa

al lado mirándome mientras lo hace.


47/1211

e verdad le importa si estoy bien? Que

talle por su parte el preguntarme. No. No estoy bien.

o me encuentro bien ni me sentiré bien. No puedo

portar tener su recuerdo en mi mente, hace un año

estaba enamorada de él y aun no lo sabía, ya

ábamos comiéndonos a besos cada vez que

díamos y por supuesto me ocultaba toda su mierda.

ace un año le quería a morir a pesar de que le

rdonaba su descaro con su comportamiento

andertal e infantil, de hecho me gustaba, pero no

edo luchar con esta pesadilla que me seguirá para el

to de mis días. Quiero sacármelo de la cabeza y sin

mbargo no puedo, no necesito a un hombre que me

rture de esta forma, solo quiero olvidarle para

mpre, le quiero fuera de mí.

oro dejando caer mi café en la mesa. Parece

que todo el mundo continúa con su vida menos yo,

puedo superar la ruptura. No puedo superarle a él.Venga, tranquila – se sienta a mi lado e intenta

carme pero me aparto.

Aléjate de mí.

Eh, – dice con las manos en alto – solo quiero


48/1211

amable.

Pues no quiero tu amabilidad.

ahora mismo Bastian entrara por la puerta el

ico podría morir, no puedo aventurarme tanto a que

o pase. Necesito alejarlo de mí, por su seguridad.

Mira chica. Haya sido quien haya sido, no

erece tus lágrimas. No le hagas verte así.

No sabes nada, – miro a su placa – Dave, así

e no digas nada.

No sabré nada, pero yo no soy el que está

rando dulzura.

Yo… yo no lloro por él. Sólo por mí.

Así que es un él, ¿cierto? – Me sonríe, odio

e lo haga – ¿puedo preguntar tu nombre? No

tentes engañarme.

Sólo si dejas de actuar con una sonrisa falsa y

tética.

Ouch, eso duele.Nancy, me llamo Nancy.

Encantado de conocerte, yo soy Dave y no

ngo ningún interés en ti. No pienses que actúo así

rque quiera meterte en mi cama o llevarte de la


49/1211

ano. Veo a una joven guapa que está destruida y no

iero verte de esta manera.

Por qué no… por qué no quieres verme de

a manera? – Suspiro – ¿quién te crees que eres

ra valorarme a tu antojo? Soy una persona normal,

n un café asqueroso entre mis manos y una

agdalena que no tiene trocitos de chocolate como a

me gusta. Así que dime, ¿solo has visto la mierda

e hay en mí?

h Dios mío. ¿Pero que estoy haciendo? Esta

soy yo. La antigua yo no era así, pero tampoco lo es

nueva yo. Niego con la cabeza bebiendo de mi vaso

plástico, ya ni siquiera siento el calor y el azúcar

be de estar abajo. Está asqueroso. Debo pedirle

rdón, decirle que ha sido de mala educación

ponderle como lo he hecho. Aunque, no me importa

almente. No disfruto, ni lo hago adrede, ni siquiera si

era yo le hubiera hablado de este modo, pero ahíeda. Las palabras en el viento.

e repente se levanta y me quita el vaso junto

n la magdalena para dejarme allí sola. No me duele,

ómo puedo sentir indiferencia ante la acción de otra


50/1211

rsona? Decido que marcharme de aquí será lo mejor,

quiero ser agresiva con este chico que no ha hecho

ra cosa que ser amable conmigo. No se lo merece.

gente no se merece que sea una perra así que me

elvo directa a la cama donde no debí salir y espero

e el sorbo de café me de la energía suficiente para

ontar los siguientes tres días.

A dónde vas? – Miro hacia Dave que trae

ra magdalena con trozos de chocolate y algo caliente

e pone en la mesa – un chocolate caliente con

úcar y crema de vainilla, más una magdalena con

ozos de chocolate. Espero que esto sea de tu agrado.

Yo… yo no sé si.

Nancy, siéntate y come un poco. Estudio

edicina y tienes una anemia que no te va a ayudar

ucho si no empiezas con algo de azúcar en tu cuerpo.

ome y hazme feliz, aunque sea como profesional.

s ojos hacen contacto con los míos que estánrdidos y me encuentro asintiéndole como si fuera a

cerle caso. Me sonríe mientras se aleja volviendo al

bajo.

uerdo poco a poco la magdalena y ya casi me


51/1211

bebido el chocolate, mi cuerpo aun rechaza todo

ro si vomito lo haré aquí para demostrarle que no

edo comer como quisiera. Miro a la televisión donde

videos musicales consiguen distraerme de mi

somnio continuo al que me he aferrado desde hace

mpo. Recojo mis cosas cuando ya he tenido

ficiente por un día, son casi las once de la mañana y

cesito perderme en la cama que espera en el hotel

r mí. Vuelvo a mi reclute una vez más sin fuerzas

ra empezar nada que no sea el seguir torturándome

n él, con todo lo que hemos vivido.

llevo las cosas al mostrador ya que es una

za y no quiero que la roben, o se rompa, o algo. ¿Por

é me preocupo de lo que pueda pasarle a una

significante taza? Me siento como si diera prioridad a

e la antigua Nancy se instalara en mi interior de

evo. Ella murió hace nueve meses.

Hey Nancy, ¿ya te vas? – Una chica venía a coger la taza y el plato pero Dave se le ha

elantado.

Sí.

Ven mañana. Me aseguraré de tener una


52/1211

agdalena con trocitos de chocolate esperando por ti.

No creo que eso sea posible. Adiós.

Piensa en lo que te he dicho rubia. Tú vales.

siquiera me molesto en mirarle de vuelta, me

ergüenza que este gilipollas vea a través de mí. ¿Es

rque es médico? Intento descartar la idea de volver

ste sitio, buscaré un nuevo café donde pueda comer

go porque ahora se me revuelve el estómago y quiero

orirme.

bro la puerta con brusquedad chocando con

a mujer que casi me golpea con un bolso, a lo mejor

ensa que soy una borracha o drogadicta como la

ujer de antes. Muevo mi cabeza sin importarme si la

a a golpear con la puerta y me dirijo hacia el hotel.

amino con mi bolso agarrado a mi cuerpo, no

nto el calor del sol ni la brisa del aire que golpea mi

ra, pero sí el dolor con el que camino. Miro hacia el

elo porque es ahí donde quedó mi dignidad haceeses, donde está mi corazón y donde mi alma habita,

do pisoteado por personas que ni siquiera se dan

enta de que todo mi ser está ahí, muerto en el suelo.

e repente mi cabeza me da vueltas porque


53/1211

oco con un cuerpo y rápidamente miro a sus ojos.

Oh no – susurro.

Nancy.

Rachel.

o duda ni un momento en abrazarme con todas

s fuerzas. Me sostiene y me derrumbo, mis lágrimas

mpiezan a salir en oleadas que llenan mares siniestros

vueltos de mi propia tristeza. Sus brazos no dudan en

antenerme junto a ella y yo en desahogarme con

guien real desde hace meses. Es la primera persona

e me da un abrazo, la primera que no es mi madre o

padre. Nadie me ha tocado en meses y por primera

z siento que me quiero morir realmente, que nada ha

do una pesadilla y que Bastian ha estado en mi vida.

cuerpo de Rachel tiembla a menor escala que

mío. Ella también está llorando o a punto de hacerlo

do que le cuesta respirar tanto como a mí. Estamos

radas en medio de la acera entre personas que van y enen, y entre nuestros propios recuerdos también.

a ha visto mucho más de lo que jamás me ha

ntado y no quiero hacerle daño. Necesito su perdón

menos.


54/1211

Cariño – me aparta analizándome de arriba

ajo, yo intento restregar por mi brazo los mocos que

forman en mi nariz.

Rachel, me alegro de…

Nancy, por favor. ¿Qué te has hecho?

mbas nos miramos y no puedo contener las

grimas que otra vez resbalan por mi cara, necesito

rar y ella está aquí. Me está recibiendo tras mi

ptura y es la primera vez que vuelvo a sentir, aunque

a el dolor que llevo a mis espaldas. Pero vuelvo a

ntir.

ega con la cabeza volviéndose a separar de

sin soltarme, me mira y ladea su cabeza, sé que

bo de ser la cosa más fea del mundo y eso lo sabe

rque ella vio como era antes. Ella me conoce aunque

hubiéramos sido tan intimas como me hubiera

stado.

Hola, – logro decir entre lágrimas – perdón,…

No tienes que justificarte cariño. Me he

grado como el infierno de verte.

De verdad?


55/1211

Sí, te llamé y tú móvil no daba señal. Inclusive

ee un grupo en el chat del móvil el día de tu

mpleaños por si aparecías o dabas señales.

Te has acordado de mí?

Claro, ya no eres Sullivan, ahora eres Nancy.

o sé si he sonreído pero lo he intentado. Me

uerdo de cómo me llamaba Sullivan todo el tiempo

rque se dirigía a mí como su jefa y ahora solo soy

ancy para ella. Quiero reír y llorar al mismo tiempo.

a es un recuerdo del por qué no sigo trabajando y

mo mis sueños se destruyeron. Ahora lleva el pelo

ás rosa y sus ojos son azules, es tan bella. Nos

edamos mirándonos un momento para recordarnos

e alguna vez nos conocimos.

Gracias – rompo a llorar, pero esta vez saco

pañuelo de mi bolso y lo paso por mi nariz.

Gracias por qué?

Por todo, es… difícil de… solo…Hey Nancy, tranquila cariño. Ya estoy aquí –

ne una mano en mi hombro y me lo aprieta.

Sí.

Cuándo has vuelto? – Me pregunta


56/1211

eocupada, si me suelta tengo posibilidades de caer y

cerme daño.

Hace unos días.

Quieres tomar algo? Nos pondremos al día.

iro por encima de su hombro la dirección del

tel, no me apetece porque quiero seguir de luto bajo

s sábanas, pero otra parte de mí se muere de ganas

r estar con ella. Mi labio inferior tiembla y me quedo

hausta, perdida en algún punto fijo porque me estoy

poniendo demasiado en público y estoy empezando a

ner miedo. Puede estar en cualquier lugar y verme.

deo mi cabeza hacia todos sitios y me aparto del

llicio de la gente, Rachel me sigue con la cara

trañada por lo que hago.

spira y me vuelve a abrazar. Es más alta que

y mi cabeza choca en su pecho dejándola ahí por

os segundos, ojala pudiera explicarle como me siento

ro no puedo. No puedo enfrentarme a una nueva da sin él.

Nancy. Ven conmigo – susurra.

único que recuerdo es que me cobija bajo su

azo y camina lentamente sosteniéndome mientras


57/1211

ro. Pierdo el conocimiento, mis piernas avanzan sin

sar y sigo apoyada en ella, mis lágrimas hacen su

bor y ya no me importa si vivir o no porque Rachel lo

hecho todo real. Bastian es real y mi relación con él

mbién lo fue. No quiero despertar nunca más.

uando creo que estoy junto a Rachel noto que

música resuena muy floja, me olvidé de cómo se

ntía escuchar música. Estamos sentadas en un

gurio en mal estado, es oscuro, hay humo que se

ela hasta aquí y pegatinas de manga por todos lados.

sofá marrón parece que se cae a trozos pero he

grado sentarme porque Rachel me lo ha indicado.

hora tenemos unas bebidas energéticas sobre la

esa pequeña que hay frente al sofá y mi cabeza está

oyada en algún lugar, sosteniéndome a mí misma.

Oyes lo que te digo? – Rachel me dice algo

ro no sé el que.

Cómo?Vale, está bien.

samos un par de horas en silencio sentadas

el sofá. Ella va y viene saludando a sus amigos ya

e estamos apartadas y nadie sabe que estoy aquí


58/1211

cepto el camarero. Rachel me ha preguntado si

iero jugar al billar o si quiero algo, pero se ve que no

he dado respuesta. Mis ojos miran a un punto

uerto en la pared a una pegatina de una chica y un

ico agarrados de la mano.

sofá se hunde.

Mejor? – Me acaricia la pierna y la miro por

imera vez desde hace una hora – no has bebido esto

e vendrá bien.

Nada está bien.

spira arrastrándose a mi lado mientras analiza

cara. Sé que está aquí, que lo hace por mí, por

sotras, que no es una interesada en sacarme los ojos,

es una conversación por necesidad. Es leal a nuestro

o de amistad.

Nancy, aquí estás a salvo. A salvo de él.

is lágrimas vuelven a caer provocando mis

ntos, esta vez me refugio en sus piernas y ella aricia mi cabeza. Rachel es tan cercana y empática

e siente mi propio dolor, se siente como si quisiera

struir el mundo porque yo estoy mal.

tento


59/1211

olestarla

ás

nsigo

corporarme para aplastar mi cuerpo en el respaldo

l sofá. Ella no me toca pero si me hace saber que

á ahí, está esperando por mí.

No sé cómo pasó – consigo susurrar más para

que para ella.

Cariño, puedes contar conmigo. ¿Lo sabes?

no te voy a fallar. Ya te lo dije, eres una persona

e adoro, he congeniado contigo y no soporto verte

. Te he echado de menos.

En serio?

Sí. Te he intentado buscar pero no conseguí

r contigo.

He estado… ems, aislada.e sueno los mocos vulgarmente con el

ñuelo. Me relajo abriendo los ojos e inclusive tomo

sorbo de esta bebida no tan refrescante pero si

brosa. Me convenzo a mí misma de que necesito


60/1211

pabilar un poco, al menos con Rachel. Creo que

ga un punto en el que me siento tan desahogada que

me quedan fuerzas para llorar más.

Con tus padres? – Me responde.

Sí.

Es el mejor sitio donde podrías estar. Si llego a

ber que estás allí te hubiera visitado.

Lo sé. Gracias, – pongo una mano sobre la

ya – sé que ahora no estoy completamente lúcida y

ede que esto sea un sueño o haya olvidado que estoy

uí contigo, pero quiero agradecerte todo lo que

ciste por mí. Todo. Necesito saber que no te he

cho daño.

No Nancy, no me has hecho daño. ¿Por qué

ensas así cariño? Para nada, tú no tuviste la culpa de

do lo que pasó.

s últimas palabras abren una grieta en mi

razón y provoca una oleada de realidad a mi tristeda.

a

se

nifica


61/1211

ucho

ra

.

rsonalmente. No tuve la culpa y ella me lo acaba de

cir.

Yo…

Llora Nancy, llora todo lo que necesites.

No quiero llorar pero no puedo evitarlo, – miro

us ojos – no puedo controlarme a mí misma.

Tomate tu tiempo, yo no me muevo de aquí.

piro mis mocos una vez más y vuelvo a beber

esta bebida. Vale, no puedo controlarme a mí misma

ro tampoco puedo dejar que las lágrimas se

oderen de mí. Necesito irme al hotel, quiero dormir y

scansar. Pensar. Recordar.

Hoy no trabajas? – Pregunto por hablar de

go.

nríe dulcemente.No cielo, hoy no trabajo.

raro porque es indispensable en el

partamento, al menos cuando yo estaba, ella era el

otor que hacía funcionar todo.


62/1211

Día libre?

No. Ya no trabajo más.

A qué te refieres?

Me despidieron de Lawndale.

Qué?

Sí – bebe de su copa y me sonríe. Sé que no

iere contarme más cosas pero le insto a ello

perando por otra respuesta más convincente.

Qué ocurrió?

Bastian echó de la empresa a todo el mundo y

rró Lawndale para siempre.

Oh Dios mío!

APÍTULO 2

s siguientes cuatro minutos me los paso

rando a la nada con la boca abierta, sin notar la

quedad que se forma en mis labios y la falta de

dratación de mi garganta. Rachel está a mi lado, sé

e está regañándose así misma por habérmelo soltadopor haber dicho su nombre. Bebo de mi vaso para no

rderme en este cumulo de información que acabo de

cibir, en una frase ha contado más de lo que creía.

Quieres decir que él ha echado a todo el


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rsonal y ha cerrado la empresa?

Sí.

h Dios mío. He dejado sin trabajo a unos

ntos de personas. Todo por mi culpa.

Cómo? – Sacudo mi cabeza aún sin

eérmelo.

Estás segura de que quieres saberlo? Yo no

iero… – pone una mano sobre mi pierna – no quiero

certe recordar o hablarte de esto. Podremos hablar

bre lo que pasó cuando te sientas más preparada.

Por favor Rachel.

i mirada se enfoca en ella, ojala pudiera sentir

go más que el agradecimiento en estos momentos.

is ojos están borrosos y tengo la imagen de Rachel

mi corazón, ahora está a mi lado apoyándome y es

único que tengo.

spira como si hablar de él fuera horrible para

a.Te acuerdas cuando viniste a la oficina a

edia mañana y te fuiste? El último día que te vi.

unca voy a olvidar ese día, lo que precedió a

a mañana y lo que pasó esa misma noche.


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nolvidable.

Al día siguiente cuando llegué a la oficina vi

e la puerta de tu despacho estaba abierta y entré sin

darlo. Mi sorpresa fue que parecía que había pasado

huracán y solo una cara venía a mi mente en

uellos momentos. Tu mesa estaba volcada, la silla

rellada contra la pared, los muebles rotos y todas tus

sas por el suelo. Incluso todos los ramos de flores

parcidos por todos lados, las fotos estaban

ancadas de sus marcos y había cristales hasta en el

sillo.

n auténtico neandertal.

Lo siento, yo no…

Ya te he dicho que no es culpa tuya. Novak

ía lo mismo que yo y me dijo que le ayudara a

eparar los finiquitos de los empleados porque la

mpresa cerraba.

Oh Rachel, lo siento tanto. Todo ha sido porculpa, yo no… yo no sabía que él… iba a… y…

Tranquila cariño, sé que no tienes la culpa. Él

e quien nos despidió a todos y cerró la empresa,

ora hay un gimnasio allí por lo que me han dicho.


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He dejado sin comida a cientos de personas

chel, yo… no puedo estar bien. Él, no creía, si no…

e ayuda a beber de mi refresco porque me

esta. Intenta calmarme rozando mi espalda con la

lma de su mano, acariciándome y demostrándome

e está a mi lado a pesar de todo.

Eso ya es historia. Estoy tomándome unas

caciones y encontraré trabajo.

Yo te ayudo, por favor. Déjame hacer eso por

es lo mínimo que puedo hacer para remediar todo el

ño que te he provocado.

Nancy, no has tenido la culpa. No tuviste la

lpa de enamorarte de él. A otra le hubiera pasado lo

smo, aunque no le hubiera afectado tanto como a ti.

e mira de arriba abajo y algunas lágrimas se

rman en mis ojos, esta vez no las dejo caer. La miro

ntiendo la cabeza. Tiene razón. He sido una de su

ga lista, ahora será esa modelo la que le disfrutará y frirá su mierda. Con ella no habrá confianza como lo

zo en nuestra relación, no habrá verdades y por

puesto solo tendrán una relación meramente sexual

la que satisfará al energúmeno.


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En parte la he tenido Rachel, yo debí calmarle

… no sé… – pongo una mano en mi cabeza, me da

eltas – debí hacer otro tipo de pasos, quizás

plicarle, pero no pude, me desmoroné.

Entiendo cariño, lo entiendo. No hay nada más

e verte para saber que aún sigues luchando con lo

e sientes.

Luchar? He despertado esta mañana por

imera vez y aún no me creo que esté aquí.

Estás aquí con tus padres?

No, estoy sola. Les he hecho mucho daño y

dejado Crest Hill para… – subo un hombro sin

portarme lo que vaya a decir – para nada realmente,

sé qué hago aquí.

Estás aquí conmigo Nancy, sé que lo estarás

sando mal, pero la vida no acaba con ese gilipollas.

ú vales mucho más que él o su mierda.

Es más que eso, hay un daño de por medioeparable.

me nublan los ojos con lágrimas de nuevo, no

edo enfrentarme a lo que pasó y decirlo en voz alta,

quiero humillarme más. Rachel por alguna extraña


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zón asiente y se levanta, me extiende la mano y yo

la niego ya que intento levantarme sola aunque

aba ayudándome. Ambas estamos de pie en medio

este lugar siniestro.

Vamos Nancy.

A dónde?

Me muero de hambre.

Yo… ems me voy – necesito encerrarme,

nca había dependido tanto de una oscuridad que hay

bajo las sábanas.

No comes conmigo?

No puedo comer mucho.

Es evidente, – me regaña mirándome de

iba abajo – ¿dónde te acompaño al menos?, ¿sigues

viendo con Molly?

olly. Apenas puedo escuchar su nombre sin

orarla, sé que no se lo merece o soy yo la que no

bo de preocuparme por ella porque sé que estará en, pero ella debió de estar a mi lado y creo que le

ardo un poco de rencor. Muevo mi cabeza negando,

ora es Rachel la que está junto a mí y al menos se

preocupado más que la que fue mi mejor amiga.


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Yo, nosotras ya no… no sé nada de ella.

Ah, entonces esto lo confirma. Creía que erais

migas.

Yo también lo creía.

Entonces, ¿te alojas en casa de algún amigo o

miliar? – Me estoy abrumando con tantas preguntas,

ego con la cabeza apartándome de ella y se está

ndo cuenta, levanta su mano hacia mí en señal de

peto y cariño – Nancy, sólo quiero acompañarte a

sa. No quiero que andes ahí fuera en tu estado.

No tengo casa.

Dónde vives ahora?

En un hotel. De momento en un hotel, pero

eo que me vuelvo a Crest Hill hoy.

es lo que tengo que hacer. ¿Qué pasará

ando una persona me pregunte por cosas que no

iero responder? Creo que mi nombre es lo máximo

e puedo decir de mí, no quiero a nadie haciéndomeeguntas privadas. Necesito a mi madre, ya he salido

mundo real y he visto que todo existió. Ahora quiero

lver a casa y no salir de allí nunca más. Sé de una

rsona que se va a alegrar de ello y destruirá mi


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che para que no abandone el hogar familiar.

Te alojas en un hotel Nancy, hablas en serio?

Sólo hasta hoy.

Por qué no has buscado algún apartamento?

Pensé, que… bueno, sería más fácil

aptarme de nuevo.

Cielo, – me abraza pero mi cuerpo se queda

tacto – ¿por qué no me has llamado?

Yo no… – ¿dejaré algún día de temblar o

tamudear?

Vamos a tu hotel entonces.

iento cogiendo el bolso porque necesito salir

aquí. Sentía como si me fuera a atacar, sé que no es

pero no puedo evitar pensar de este modo. Esta

eva Nancy es mucho más débil que la antigua, si

gún día lo fue. El aire mueve mi cabello de un lado a

ro, se ha levantado viento y ni siquiera puedo notarlo,

rieto el bolso contra mí esperando que Rachel salga a calle.

Mi hotel está por allí. Creo.

e mira y sé que siente pena por mí, ella no

ede rendirse ante mis ojos apagados que una vez


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illaron, lo sé porque lo veo en su cara. Tiene

mpasión de mí. Y no sé por qué, yo también la

ngo. Soy la persona más patética del mundo.

poya un brazo sobre mis hombros para no

er, se lo agradezco, mi ropa grande hace que no la

nta y me alegro. Mis pasos son cortos, inseguros y

y ladeándome hacia la izquierda cada vez más hasta

e su agarre me endereza. Llegamos al hotel y

serva aún los coches que hay aparcados ahí afuera,

tenido que enseñar mi llave para que nos dejaran

sar. Mi físico no es el más adecuado para la

ciedad a juzgar por lo que me está pasando hoy.

egamos a mi habitación en silencio, nos hemos

sado todo el trayecto en silencio y es otra cosa que

agradezco, no puedo prestarle atención. Al entrar ve

cama, la televisión que hay en frente y el baño a la

quierda. No hay nada más, mi maleta está en el

eño y se nota que el equipo de limpieza ya ha bajado.

Es guay tu habitación, – me sonríe – ahora

coge todas tus cosas.

Qué? – Esperaba que se fuera a almorzar


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go y me dejara en paz, hoy he tenido más esfuerzo

lo habitual y no puedo adaptarme a la nueva vida de

noche a la mañana. Quiero que me deje con mi

mento y pena, necesito más tiempo, al menos hasta

rar de sentirme como lo hago, queriendo una cosa

ferente cada dos minutos – pensé que te ibas a…

eno… yo ya estoy bien.

Y yo te he dicho que recojas tus cosas, nos

mos.

Ir a dónde?

A mi casa, te vienes a mi casa conmigo.

Qué? No puedo ir a su casa, no puedo ir.

mplemente no me permito el interaccionar de forma

ntinua con otra persona que no sea yo misma. Me

ré que jamás lo haría y no lo voy a hacer, no quiero.

No quiero Rachel, no puedo.

Nancy, sé que te estas debatiendo miles de

sas en tu linda cabeza, – se acerca a mí y agarra miano – no estás bien, ya no es solo tu aspecto físico,

es tú. No estás cualificada para mantenerte por ti

a, morirás si alguien no está a tu lado cariño. Ven a

sa conmigo y quédate el tiempo que necesites. Vivo


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a, llora tus penas, laméntate y sigue hundida si

ieres, pero hazlo con una persona a tu lado porque

mo no te alimentes al menos, no te quedará mucho

vida.

Pue… puedo.

No, ni siquiera puedes decir más de dos

labras seguidas sin tartamudear o pensar en llorar.

ira Nancy, sé que tu relación ha sido más jodida que

alquier otra, aguantarle a él y luego la ruptura, te ha

strozado. No eres la misma y ni te mantienes en pie,

cara da asco al igual que tus pensamientos al dejar

e gane viéndote así. Eres genial, recupérate en casa

tus padres, conmigo, pero no dejes que te vea

ndida de esta forma.

No sé qué decir Rachel, no… no es fácil –

elvo a llorar.

No es fácil porque aún no estas de vuelta,

ees a momentos que puedes con todo pero luegoelves a caer en espiral de nuevo a tu mundo. Sal de

í, lucha con el pasado y date una oportunidad, eres

ven y tienes una vida por delante, él ha sido el

imero de una posible larga lista.


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Hay dos como él? ¡Qué horror! – Intento

r pero no puedo.

Espero que no, ya tuvimos suficiente con uno.

éjame que te ayude con tus cosas, podemos comprar

go de vuelta a casa y te instalarás. Aunque sólo te

do una cosa mientras vivas bajo mi mismo techo, – le

ro aturdida – tienes que dejarte ayudar por mí. No

y a consentir verte de esta forma nunca más.

Yo…

No hace falta que me contestes. Pongámonos

marcha.

evo unas tres horas sin llorar y Rachel está

gullosa de mí. Dejé el hotel a la fuerza bajo mi

istencia de negación y ahora estamos en su casa. Es

stante pequeña para una sola persona pero es el

gar idóneo para nosotras, para mí en especial ya que

espacios grandes me asustan. Tiene una única

ntana donde entra la luz, su habitación es pequeña alual que el baño y la cocina, solo puede salvarse el

ón que es de un tamaño aceptable donde hay un

fá grande enfocado a la televisión. Es aquí donde

y a dormir, en el sofá.


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e ha estado distrayendo con sus dibujos de

ime. Acabamos de ver el capítulo 14 de Death Note

stoy enganchada, vamos a ver el siguiente capítulo

necesito saber si van coger al chico del cuaderno,

á matando a muchas personas. En el tiempo que

oy aquí ya me ha obligado a comer pasta, un yogurt,

as galletas y ahora está haciendo palomitas, la

pero con impaciencia ya que estoy empezando a

ostumbrarme a no estar sola. Me habla

ntinuamente preguntándome cosas de los capítulos

ra que no intente escabullirme y pensar, se está

mportando excepcionalmente genial conmigo y no

edo darle más que sus respuestas. Me encuentro de

modo seguro, este apartamento está apartado de la

udad a tres trasbordos del metro. Me ha dicho que su

eldo nunca ha sido muy alto hasta que mi ex no

mpezó a salir conmigo y se lo subió por las molestias,

menos eso he creído entender. El día que tenga nero pienso regalarle un lugar mejor para vivir, se lo

erece.

e llamado a mi madre hace un rato, está muy

ntenta y ha estado hablando con Rachel para


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cerle saber lo mucho que se lo agradece, también

n intentado hablar en clave y delante de mí. Sé que

mbas se preocupan por mí excesivamente pero puedo

idar de mi misma. Aun así, creo que no voy a poder

lorar todo realmente hasta que no vuelva a la

alidad. De momento, estoy muy a gusto aquí, en el

fá blanco de cuero en el que no dejo de resbalar.

Nancy, ¿me dijiste que querías las palomitas

n sal o azúcar?

Sal por favor, – no aparta la vista de mí –

zúcar?

Es que necesitas azúcar, creo que te vendrá

ejor.

Ahora eres mí médico? – Intento gritar, pero

arece con las palomitas en la mano.

No soy tu médico, aunque deberías ir a uno.

Para qué? Me va a decir que coma, que

me pastillas y cosas así. Ya tomo tranquilizantes para rmir, es más que suficiente.

Te tiene que recetar algunas pastillas para el

erro, has perdido peso Nancy. Mucho además. Estas

los huesos y te quiero de vuelta, me siento como


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a ballena a tu lado y mi talla es la pequeña, así que

agínate. No lo hagas por mí, hazlo por mi trasero.

nríe y niego con la cabeza mientras cojo dos

lomitas y las dejo derretirse en mi boca; hago lo

smo con las siguientes en mi boca. Sé que Rachel no

ele comer tanto porque ella tiene un cuerpo hermoso

ro lo está haciendo por mí y se lo agradezco.

guimos viendo el anime y dejo caer mi cabeza sobre

hombro suspirando.

toy empezando una nueva vida, una nueva

da sin ti Bastian Trumper.

bro los ojos y el sol calienta mi cara, vuelvo a

rrarlos y hago balance de lo que pasó anoche.

enamos y vimos una película de acción, Rachel

tentó distraerme por todos los medios hasta que no

do más y acabamos hablando de todo lo que me

só. Y así fue como me desahogué, le conté como

e mi relación con mi ex hasta el día de la ruptura, loucho que caí en sus encantos y en cómo me trataba,

obsesión por el gimnasio y su actitud posesiva con

pecto a mí. Ella no me hacía preguntas, era yo la

e hablaba y lo mejor de todo es que me sentí bien.


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urante el tiempo que estuvimos hablando, Rachel me

ntó que pensaba con respecto a mi relación. A ella le

pactó la obsesión tan repentina de Bastian sobre mí,

mo actuaba y se cegaba con el resto de las

rsonas, él no tenía sentimientos hacia nadie. Me hizo

tender que no tenía respeto hacia mí si ni siquiera

día respetar a la gente que se movía a nuestro

ededor. Me contó las veces que hablaron y él se

fadó cuando yo no estaba en el despacho o de cómo

a mañana había ido a mi oficina y amenazó a todos

hombres como pusieran un ojo sobre mí. Todo eso

e vivido por Rachel quién no podía decirme nada

rque estaba cohibida y tenía miedo a perder su

bajo, pero ella ya sabía mucho más que yo.

abamos intrigadas por nuestros relatos hasta que

e hizo la pregunta que jamás podré responder.

uál fue el motivo de la ruptura?

hí me derrumbé y empecé a llorar. Ella sealdijo porque lo estaba haciendo bien y había dado un

an paso al enfrentarme a lo que me hizo daño, hasta

a pregunta. No puedo contarle a nadie los motivos

ales de mi ruptura, lo que pasó aquella noche en casa


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mi ex junto a su amigo ni donde me llevó al día

uiente. Ese secreto tendrá que morir conmigo, y

uy a mi pesar, porque es lo que me destruye a cada

omento. Ya ni siquiera lloro por él. No lo he superado

ro puedo convivir con que ya no lo tendré más,

nque tampoco puedo aceptar los hechos que

urrieron realmente ya que todavía tengo pesadillas

las babas sobre mi cuerpo.

halo aire dejándolo salir lentamente, Rachel ha

ierto la ventana para que ilumine el salón y yo aún

tengo ganas de levantarme. He conseguido dormir

a noche completa y solo me tomé dos pastillas de las

atro que necesito ya que ella me aconsejó que

obara a reducir las dosis para no depender tanto de

as. Me dijo en algún momento de la noche que me

se en sus manos para cuidar de mí y se lo

radezco, no sabría qué sería de mí si ayer no hubiera

incidido con ella. Rachel es una amiga perfecta.puerta se abre silenciosamente y levanto la

beza, apoyo mis manos en el respaldo del sofá y

ro quién es. Aún me dan miedo los ruidos pequeños

nsignificantes, podría ser alguien a punto de


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acarme y no quiero eso. Rachel se acerca con una

nrisa.

Buenos días Nancy, ¿te he despertado? –

eja una bolsa sobre la mesa.

No tranquila, he dormido mucho, ¿qué hora

Las nueve y cuarto. He salido a por unos

nuts. Desayunamos.

Yo… yo no tengo mucha hambre.

No era una pregunta.

nríe acercándose para remover mi pelo y se

a la cocina. Enciendo la televisión pasando los

nales ignorando cada uno de ellos mientras ella pone

cosas sobre la mesa, no me preocupo en ofrecerle

ayuda, ¿debería? La antigua Nancy lo haría, pero

entras me debato en si hacerlo o no ella se encarga

poner un vaso de leche con cacao y un café al lado

los donuts.Gracias.

De nada cariño, hoy tienes mejor aspecto pero

davía das asco – coge uno de sus famosos donuts y

los mete en la boca. Me indica que coja uno y que


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le reproche, lo hago.

Sí, supongo.

Ve al médico Nancy. No pierdes nada con

certe un chequeo.

Es curioso. Ayer… a lo mejor lo soñé, pero

mé algo en un café y un chico que estudia medicina

e dijo que tenía anemia.

En serio? No me lo contaste, ¿cómo es él,

apo, lindo, perfecto para ti?

miro asustada porque ni por todo el oro en el

undo voy a empezar una relación con nadie. Rachel

mi cara y se ríe ante mi reacción mientras yo

uevo el cacao de la leche dando un sorbo y

ordiendo un donut después.

Sólo fue amable, me cambió el café por un

ocolate caliente y una magdalena diferente.

Número?

No Rachel… ¿cómo voy a… un número?tás loca. Jamás, y digo jamás, saldré con nadie. No

sten los hombres para mí, ni jóvenes, ni mayores, ni

ningún tipo. No estoy interesada.

No cariño, si lo decía para mí – me guiña un


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o sacándome la lengua.

uando

sayunamos

s

edamos

mbobadas mirando la televisión hasta que a Rachel la

man por teléfono y se va a hablar a su habitación

n algún amigo. Le he contado hace un momento que

y me quedaré en el sofá, es tan cómodo, pero al final

mos negociado que iremos a pasear una hora para

e me vaya adaptando al exterior. Lo veo lógico.

r primera en días siento que estoy en el

undo real, en el mismo mundo, sin él. No tengo ganas

llorar porque estoy muy débil, las manchas negras

uen bajo mis ojos y soy un desastre pero al menos

cológicamente no estoy esparcida dentro de las

banas rogando por mi muerte. Escucho que la puerta

la habitación se abre y ella aparece con una sonrisa su cara.

Te has perdido el capítulo

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Neandertal cavernícola de Mary Ferre