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1 Doctorado en Psicología con Orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada STAFF DE DIRECCIÓN Dr. Ricardo Allegri Dr. Néstor Román Dr. Jorge. Herrera Alumna: Marta Caballero Materia: Neurociencia Cognitiva 1 Trabajo final: Alteraciones neuropsicológicas en la espina bífida. Noviembre de 2006

Neurociencia Cognitiva 1 - Tiza y Pc · 1.- Puntuaciones más bajas en el C.I. manipulativo que en el C.I. verbal. 2.- Déficits motores complejos con afectación bilateral. 3.-Preservación

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Doctorado en Psicología con Orientación enNeurociencia Cognitiva Aplicada

STAFF DE DIRECCIÓN Dr. Ricardo Allegri Dr. Néstor Román Dr. Jorge. Herrera Alumna: Marta Caballero Materia: Neurociencia Cognitiva 1

Trabajo final:

Alteraciones neuropsicológicas en la espina bífida.

Noviembre de 2006

2

Alteraciones neuropsicológicas en la espina bífida.

El presente trabajo tiene como objetivo poder acercar una revisión sobre las

alteraciones neuropsicológicas del mielomeningocele (MMC).

Para ello creo primero necesario realizar una breve reseña de la enfermedad.

El MMC es una enfermedad compleja que tiene consecuencias físicas de

distinto tipo: urológicas, gastroenterológicas, traumatológicas, etc., en mi

exposición solo me centraré en los aspectos relacionados al desarrollo del SNC.

Luego, a través de la información obtenida de las diferentes investigaciones,

realizaré una síntesis de los principales aspectos neuropsicológicos relacionados

con esta enfermedad, a saber:

• Que sucede con la inteligencia de los niños portadores de esta enfermedad.

• Es esta patología compatible con el SANV?

• Las alteraciones viso- constructivas y viso perceptivas.

• Alteraciones mnésicas.

• El lenguaje en los niños con MMC.

• Razonamiento matemático.

• Funciones ejecutivas.

• Conclusiones

3

• La enfermedad: Mielomeningocele o espina bífida Los defectos del tubo neural (DTN) constituyen un grupo importante y de los más

comunes dentro de las malformaciones congénitas del sistema nervioso central

conocidas, siéndole MMC una de las más frecuentes.

El MMC es la patología congénita del SNC más seria y compatible con la vida.

Esta malformación se caracteriza por una falla embrionaria del desarrollo del arco

vertebral posterior y se asocia a una displasia de la médula y de sus envolturas.

Este cierre se produce aproximadamente, en el polo cefálico el día 25 y en el polo

caudal el día 29 del desarrollo prenatal.

La ausencia del mismo produce un escape de líquido cefalorraquídeo y una

circulación alterada de este que generalmente ocasiona HIDROCEFALIA (en el

95% de los casos). La colocación de una prótesis protege la corteza cerebral y

debe realizarse dentro de las primeras 24 horas de vida.

Existe una gran variabilidad anatómica de los defectos del sistema nervioso

asociados al MMC (hidrocefalia, malformación de Arnold Chiari, disgenesia del

cuerpo calloso, tálamos muy cercanos entre si), los mismos son independientes

del nivel de la lesión medular. A igual ubicación del defecto, se corresponden

distintos grado de lesión neurológica.

El MMC además genera otras deficiencias a nivel urológico y ortopédico.

La incidencia de esta patología varía en la población pediátrica según distintas

regiones del mundo, entre 0,7 cada 2000 nacidos vivos y 6 ó 7 cada 1000 nacidos

vivos y en el 5% en los hermanos de pacientes con EB

La Argentina, si bien carece de estadísticas precisas, se encontraría en la franja

intermedia con una incidencia estimada en alrededor de 1/1000 a 1/1200 recién

nacidos.

En cuanto a su etiología, es de tipo multifactorial mencionándose: factores

ambientales, alteraciones cromosómicas, hipertermia, déficit de ácido fólico.

4

Su bien Aristóteles e Hipócrates habían hecho descripciones sobre esta patología,

las posibilidades de tratamiento médico y supervivencia para estos pacientes eran

casi nulas.

Hacia fines de 1800 se realizaron mejorías en la cirugía del cierre de este defecto

y en 1950 es cuando se colocaron las primeras prótesis valvulares para el

tratamiento de la hidrocefalia,.De esta forma se mejora la morbimortalidad.

La deformidad más frecuente consiste en una placa neural abierta, que puede

representar el extremo distal de la médula espinal. Este tejido nervioso está en

contacto con el exterior.

Se debe mencionar que la parte de la placa neural en contacto con el exterior es la

que, al unir sus extremos laterales, constituirá el interior de la médula, en tanto la

que está en contacto con el saco aracnoidal es la cara externa de la médula.

El propósito de la cirugía es colocar las estructuras en una posición anatómica lo

más normal posible, esto es: liberar la médula espinal expuesta de sus

adherencias a la piel, cerrar la médula abierta de modo que tome la forma habitual

(cilíndrica), reponer las cubiertas: meninges, músculo, piel. Además durante la

cirugía se exploran las otras malformaciones asociadas al MMC.

Sin embargo los objetivos fundamentales de la misma son prevenir la infección del

SNC y preservar la función neurológica.

La hidrocefalia (presente en un 95 % de los casos), una vez realizada la plástica

del defecto, es la problemática que se debe abordar.

La dilatación del atrio y los cuernos occipitales ventriculares, configuración que

esta dada por otras malformaciones asociadas como disgenesia del cuerpo

calloso, masas intermedias (tálamos) muy cercanos entre si, constituyen una

particularidad de este tipo de hidrocefalia.

Con el advenimiento de la neuroendoscopía, la visualización de las cavidades

ventriculares en estos pacientes ha aportado más datos, por ejemplo que las

masas intermedias pueden ocluir parcialmente los agujeros de Moro y que luego

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de colocar una derivación ventrículo- peritoneal, el colapso del ventrículo puede

producir el aislamiento de uno de los ventrículos y el tercer ventrículo. Asimismo

permitió conocer otras alteraciones, como malformaciones estructurales del piso

del tercer ventrículo y otros defectos del septum con comunicación de ambos

ventrículos laterales.

La colocación de la prótesis implica un gran beneficio para proteger la corteza

cerebral pero debemos tener en cuenta que existen complicaciones como la

disfunción valvular y la infección del sistema.

Otro defecto asociado al MMC: Malformación de Arnold Chiari. En 1896,Chiari describió una serie de alteraciones anatómicas y estructurales del

cerebelo y el tronco cerebral, algunas de las cuales aparecían en los pacientes

portadores de defecto del tubo neural.

Esta patología implica el descenso de partes del cerebelo (amígdalas y vermis)

más allá del agujero occipital. Además también involucra al tronco y al cuarto

ventrículo, con implantación baja de la tienda del cerebelo, alteraciones en la

estructura ósea de la fosa posterior. Esta es notablemente más pequeña en los

pacientes con MMC.

El cerebelo tiene una función primordial relacionada con el equilibrio y el

mantenimiento de la postura.

El tronco regula a su vez, funciones automáticas, como la respiración la

frecuencia cardiaca y sirve para correlacionar funciones como la visión y la

audición (ante un determinado ruido, dirigir la mirada hacia donde pudo haberse

originado).

Dentro del tronco cerebral, hay centros nerviosos que regulan el movimiento de las

cuerdas vocales y coordinan estos movimientos con la respiración y la deglución.

6

Embriología del sistema nervioso central y MMC Entre los días 24 y 32 de la gestación se produce una obliteración del tubo neural.

Esto ocurre en la parte craneal del neuropodo y evoluciona hacia caudal. Al mismo

tiempo, comienza el cierre de el neuropodo anterior: se inicia cranealmente al

primer par de somitas y se extiende hasta la somita 9, de esta forma comprende el

60% del neuroeje en formación. Se forma un tubo neural lleno de liquido que

constituye una especie de sistema ventricular primitivo, que a su vez genera un

fuerza intraluminal, cuyo resultado final será la formación de el cerebro y el

sistema ventricular definitivo.

La falla en el cierre de cualquier punto del tubo neural lleva a la formación de un

defecto. Si esto ocurre en la porción mas cefálica producirá una anencefalia y si

ocurre en la parte más caudal dará origen al mmc.

La falla de el cierre produce un escape de liquido cefalorraquídeo del sistema

ventricular primitivo con lo que hay una falta de distensión de la vesícula

ronbencefalica y por ello una disminución de el efecto inductivo en el mesodermo

circundante con el resultado inmediato de una fosa posterior pequeña en la que

las estructuras cerebelosas y de tronco están desplazadas hacia abajo: Bulbo,

amígdalas cerebelosas y vermis; y otras están herniadas hacia arriba: hemisferios

cerebelosos.

Así mismo la falta de distensión de este tubo neural afecta estructuras del cerebro

en las que se produce desorganización en la migración neuronal; por otra parte

la fuerza inductiva sobre el mesodermo provoca un espacio aracnoideo mas

engrosado y por ende menos permeable a la circulación de el liquido

cefalorraquídeo.

Por otro lado estos trastornos del tubo neural generan una formación desordenada

de la calota craneana.

Dentro de este mecanismo en cascada que se produce por un defecto primario

como la falta de el cierre de el tubo neural en algún punto, la hidrocefalia no es

más que el resultado de una formación alterada de las vías de circulación del

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liquido cefalorraquídeo tanto intracerebrales (acueducto de Silvio, agujeros de

Luscka y Magendie) como extra cerebrales (espacio subaracnoideo)

En la actualidad se ha postulado la formación del mmc no como un defecto de el

cierre del tubo si no como un defecto en la formación de las cubiertas

mesodérmicas lo que dejaría expuesto al contacto con el liquido amniótico a

un sector de el tubo neural que finalmente terminaría deteriorándose y por ende

causaría sintomatología neurológica.

8

• MMC y alteraciones neuropsicológicas

La presente es una revisión de estudios realizados sobre las alteraciones

neuropsicológicas asociadas a espina bífida con hidrocefalia.

Se señalan como alteraciones más frecuentes aquellas que comprometen las

funciones visuoperceptivas y visuoconstructivas, la memoria de trabajo, la

utilización pragmática del lenguaje y las funciones ejecutivas.

En cuanto a las alteraciones neuropsicológicas en los niños afectados por

hidrocefalia es de particular interés el modelo hipotético planteado por Rourke (6)

ya que establece unos principios generales de relación entre cerebro-conducta en

función del daño que se produce en la sustancia blanca cerebral.

Rourke ha propuesto que los correlatos neuropsicológicos y neuroconductuales

del daño en la sustancia blanca pueden ser conceptualizados en el denominado

"síndrome de alteración en el aprendizaje no verbal" (SANV). El origen concreto de este síndrome o la localización cerebral precisa que

produce esta disfunción no son, en la actualidad totalmente conocidos, ya que

estos síntomas aparecen también en los niños que han sufrido traumatismos

craneoencefálicos (Fletcher, 1994 (8) y tumores cerebrales que dañan la sustancia

blanca.

En el caso de los afectados por EB es posible presuponer que estos daños en la

sustancia blanca son ocasionados por la hidrocefalia y la Malformación de Arnold

Chiari y estos causaran entonces, las alteraciones que mencionaremos.

La hidrocefalia que ocurre en relación con el MMC tiene sus propios efectos

independientes, en la estructura del cerebro y en su funcionamiento.

La hidrocefalia puede resultar en degeneración de los axones, compresión de los

espacios extracelulares que se cree afecta la transmisión, displasia del cuerpo

calloso, el adelgazamiento de la materia blanca ventricular, perturbación de la

normal mielinización, daños de la vía óptica, flujo de sangre reducido a los lóbulos

frontales y reducción del espesor del manto cortical especialmente en las regiones

posteriores (Del Bigio, 1993).

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El SANV representa una constelación de alteraciones neuropsicológicas que

afectan al funcionamiento cognitivo y emocional del niño. Y se incluirían entre

ellas: 1) lenguaje fluente pero deficiente en contenido, 2) deficientes habilidades

motoras y táctiles, 3) problemas en al procesamiento visuo-espacial y 4)

dificultades en la formación de conceptos y resolución de problemas.

En esta línea de argumentación, Fletcher, ha descrito una serie de problemas

neuropsicológicos que afectarían a niños que han sufrido un traumatismo

craneoencefálico, hidrocefalia o tratamiento de radiación en el S.N.C y que se

pueden resumir en el siguiente perfil:

1.- Puntuaciones más bajas en el C.I. manipulativo que en el C.I. verbal.

2.- Déficits motores complejos con afectación bilateral.

3.-Preservación de las habilidades del lenguaje que incluyen la fluencia,

automaticidad y praxis orofonatoria.

4.-Afasia infrecuente.

5.- Déficits en la utilización pragmática del lenguaje y en el contenido del discurso.

6.-Problemas en al cálculo aritmético y en la comprensión lectora (alteraciones en

la decodificación).

7.- Déficits en memoria, atención y funciones ejecutivas.

También esta asociado a un índice mayor de problemas de conducta como

así también con pobreza en las destrezas sociales especialmente en las edades

mayores.

Sin embargo los niños con MMC e hidrocefalia son conocidos por mostrar

diferencias individuales muy significativas en su funcionamiento neuropsicológico.

Estas diferencias deben reflejar la influencia combinada de factores neurológicos,

médicos, ambientales y familiares. Todos estos factores deben ser tenidos en

cuenta cuando debemos explicar la variabilidad en la evolución (Fletcher et al.,

2000).

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Como grupo es cierto que se observa una mayor predisposición a desarrollar el

SANV, pero del grupo general de niños, solo algunos lo desarrollan. Mas adelante

desarrollaremos este tema.

11

• La inteligencia en los niños con hidrocefalia y

MMC

Como ya venimos señalando la población con EB es un grupo sumamente

heterogéneo. Esta característica también se pone de manifiesto en su desarrollo

intelectual, debido a que las habilidades cognitivas dependen de un gran número

de factores: biológicos, ambientales, sociales, familiares, educativos, etc.

Cuando en las puntuaciones en los diversos subtest se produce una dispersión

significativa entre el CI verbal y el CI manipulativo puede llevar a confusiones el

promediarlas, aconsejándose realizar un perfil de aciertos y fracasos. Esta es una

de las características distintivas de los perfiles de los niños con MMC.

Siguiendo a Jiménez y Pasto (1994) (11) es de esperar (si no tienen patología

asociada), que tengan un cociente intelectual (CI) dentro de los límites de la

normalidad, presentando el 85% de estos niños puntuaciones típicas entre 80 y

100.

Si observamos las subescalas en forma independiente, se aprecia que los CI

manipulativos son más bajos que los verbales.

Sin embargo los déficits verbales no están ausentes. Hommet y colaboradores

(1999) observaron en una población adolescentes que presentan mayores

problemas en algunos subtest verbales en comparación con sujetos sin ninguna

patología. Estos subtes son: aritmética y compresión (ambos requieren la

comprensión de conceptos abstractos).

En cuanto a la relación entre la función intelectual y la hidrocefalia, Shurtleff

trata de establecer una relación entre el tamaño del parénquima cerebral y la

circunferencia occipitofrontal con el desarrollo intelectual. En su artículo refiere el

estudio de 222 casos de hidrocefalia siguiendo el siguiente criterio: (1) estudio

preoperatorio completo para identificar la etiología de la hidrocefalia, (2) adecuada

12

estimación del parénquima cerebral, (3) circunferencia occipitofrontal, (4)

adecuada fluidez cerebroespinal post-cirugía descompresiva y (5) un mínimo de

dos años transcurridos tras la intervención.

Los resultados de su estudio reflejan que tanto el tamaño del parénquima cerebral

como la circunferencia occipitofrontal son dos buenos datos estimativos para

predecir el futuro desarrollo intelectual en niños afectados por hidrocefalia.

Clínicamente, los pacientes incluidos en este estudio y que presentan un retraso

mental (CI menor de 80) son niños macrocefálicos o normocefálicos pero con un

parénquima cerebral frontal menor a 0,5 cmts. Además establece que los niños

con un tamaño cerebral relativamente reducido presentan un desarrollo intelectual

más pobre por lo que con el mismo tamaño del parénquima cerebral y una

macrocefalia existiría más masa cerebral y por lo tanto mejor pronóstico. Para este

autor este sería el resultado de mantener una relativa baja presión y una

hidrocefalia de evolución lenta que permitiría una compensación del cerebro con el

fin de mantener su normal fisiología y masa. La alta presión hidrocefálica

produciría una destrucción del tejido cerebral ya que generaría una reducción de la

masa cerebral hasta un nivel crítico.

Asimismo, Young et al. (12) en un análisis de 147 pacientes con hidrocefalia

tratada con implantación de válvula de derivación ventrículo-venosa, relacionan el

CI con el tamaño del parénquima cerebral frontal estableciendo que una

normalización del fluido cerebroespinal antes de los 6 meses es crucial ya que

permite una expansión del parénquima cerebral más allá de los 2,8 cmts y esto

estaría asociado con un desarrollo intelectual normal. Además de los datos

reseñados estos autores encuentran un decremento de la inteligencia asociado a

niveles ascendentes de paraplejia planteando la hipótesis de que a más elevado

nivel de lesión se asociarían más problemas médicos (pulmonares, renales u

ortopédicos) resultando un gran handicap para un desarrollo educativo

normalizado ya que, por ejemplo, requerirían un mayor número de ingresos

hospitalarios.

En 1974 Raimondi (13) realiza un estudio de 200 niños hidrocefálicos encontrando

una relación importante entre el CI y la raza, ya que los sujetos de raza negra

13

presentaban un CI significativamente inferior a los de raza blanca, sobretodo

cuando se trata de una hidrocefalia interna. Según el autor este hecho sería

atribuible a que dicha alteración se diagnostica frecuentemente en las revisiones

de pediatría, observando que en el grupo de raza negra se diagnostica más

tardíamente que en el de raza blanca (30,4 meses vs 13.4 meses).

Desde este dato se propone que las diferencias de CI están asociadas a

variables de tipo socioeconómico que conviene tener en cuenta. Por otro lado,

los resultados obtenidos reflejan que el número de revisiones de la válvula afecta

positivamente al desarrollo intelectual probablemente porque esto permite el

diagnóstico precoz de algunas complicaciones y como consecuencia la

intervención temprana.

Lawrence y Tew estudian los efectos de la hidrocefalia en un grupo de 59 niños

con espina bífida y sus controles correspondientes practicando una evaluación

detallada de pruebas a las edades de tres y cinco años (Weschler Pre-School

Intelligence Scale y el test de Frostig de percepción visual). Los puntajes del grupo

control eran similares a las cifras para la población general. Los puntajes de los

niños con espina bífida se encontraban próximos a la normalidad pero por debajo

del promedio.

Soare (14) ha estudiado 173 niños con mielomeningocele (MM), 133 de los cuales

habían desarrollado hidrocefalia (MM/HC), mostrando que el 63 % de los MM/ HC

presentaban CI por encima de 80 ante el 80% de los MM. Este autor asociaría el

mejor desarrollo intelectual con la cirugía temprana no encontrando una

correlación entre la gravedad de la hidrocefalia previa a la intervención y la

inteligencia por lo que sus resultados indicarían que una hidrocefalia moderada o

severa previa a la intervención no impediría un desarrollo intelectual normalizado.

La relación entre status socioeconómico y CI también parece clara en este

estudio, asociado sobretodo al nivel cultural y a los recursos económicos.

A manera de conclusión podemos decir:

1. Según la gravedad de la hidrocefalia, los puntajes académicos y de

pruebas de inteligencia son más bajos.

14

2. Cuanto más alto es el nivel del defecto en la médula espinal, mayor es la

posibilidad de que los puntajes académicos y de pruebas de inteligencias

sean más bajos.

3. Varios estudios indican que la infección del sistema nervioso central

disminuye la inteligencia.

4. Dado que las habilidades de percepción y movimiento son un problema,

las pruebas de inteligencia suelen reflejar puntajes más altos en las

habilidades orales que en las no orales o de rendimiento.

5. Los puntajes de las pruebas de inteligencia oral predicen mejor los

puntajes de rendimiento que los de inteligencia no oral general sobre una

medición como la de Weschler.

6. La evaluación neuropsicológica que incluye la evaluación de áreas tales

como la función de percepción y movimiento, la atención, la impulsividad, la

hiperactividad, la memoria, el seguimiento de secuencias, la organización y

el razonamiento muestra que estos niños presentan diferentes tipos de

compromiso. Varios estudios han reflejado dificultades en estas áreas .

Éstas pueden ser un problema incluso cuando la inteligencia general de un

niño o adolescente se encuentra por encima del promedio.

15

• Alteraciones neuropsicológicas frecuentes

Wills (15) ha aportado considerable información sobre los efectos de la

hidrocefalia con atención específica a variables de tipo sociodemográfico así como

al funcionamiento intelectual y neuropsicológico.

Este autor focalizó su atención hacia sujetos afectados por espina bífida

constatando que nos encontramos ante un grupo de sujetos que presentan una

gran heterogeneidad y que sus alteraciones van más allá de la presencia o

ausencia de hidrocefalia.

Wills concluye su revisión planteando tres cuestiones que deben ser estudiadas.

La primera cuestión concierne al rol de la atención, concentración y funciones

frontales y ejecutivas en el perfil neuropsicológico de los niños con hidrocefalia y

espina bífida. La segunda cuestión se centra en el establecimiento de la

variabilidad de los perfiles neuropsicológicos a lo largo del tiempo, particularmente

en relación con el desarrollo cerebral.

Su tercer planteamiento gira en torno al papel de las variables sociodemográficas,

familiares y psicosociales.

• Retomando el tema del SANV

Yeats K. O y colaboradores (2003) intentan examinar la cantidad de niños con

MMC que desarrollan este síndrome en comparación con sus hermanos sanos.

Siguiendo a la bibliografía, la hipótesis que sostienen es que muchos de los niños

van a mostrar un perfil compatible con el SANV

El síndrome de SANV no suele ocurrir en el contexto de déficit intelectuales

generales, por ello excluyeron de la investigación aquellos niños que obtenían en

el cociente verbal del test de WISC puntajes menores de 80. También excluyeron

a aquellos niños que no habían sido valvulados tempranamente.

16

La investigación contó con 32 participantes con MMC y 27 testigos entre los

hermanos. Los grupos no diferían en status socioeconómico.

Es de destacar que la gran cantidad de niños zurdos entre los niños con EB ha

sido detectada por esta investigación.

La presencia de un mayor porcentaje de niños zurdos entre los niños con MMC

también ha sido reportada por otros investigadores (Wills et al, 1990).

Yeats et al. también intentaron establecer la correlación con los factores de riesgo

médicos y el desarrollo del SANV.

Los autores concluyen que el SANV ocurre en muchos de los niños con EB y

valvulados, aunque esta patología no se desarrolla en todos.Estos resultados son

consistentes con el resto de la literatura existente hasta la actualidad.

De todas maneras evidenciaron una mayor variabilidad en déficit y competencias

que sus hermanos.

Esos autores concluyen que diferencias sustanciales en el funcionamiento

neuropsicológico es una de las características de los niños con EB.

Estos hallazgos nos hacen ser precavidos en cuanto a las generalizaciones con

respecto a esta patología y su relación con el SANV.

En esta investigación el 50% de los niños con MMC mostraron un patrón NPS

consistente con el SANV y el hallazgo de la enfermedad no estaba relacionado al

mayor índice de riesgo médico.

Se detecto que los niños zurdos tenían un tercio más de posibilidades de ser

clasificados con el SANV. Pero no se puede responsabilizar directamente a la

zurdera de la aparición del NLD.

Sí sabemos que la zurdera está mas relacionada a los niños que tienen

hidrocefalia progresiva. (Wassing et al ,1993).

También detectaron que era dos o tres veces más probable que los niños con

historia de problemas oculo-manuales, sintomatología de Chiari o

agenesia/disgenesia de cuerpo calloso presentaran el SANV .Estas tres

complicaciones físicas de la enfermedad han incrementado el riesgo de problemas

neuroconductuales.

17

• Alteraciones en los procesos viso constructivos

Un rasgo muy característico en los niños con EB, que señalan todos los autores e

investigaciones es la alteración en la ejecución de tareas que implican las

funciones viso perceptivas y viso constructivas.

Fletcher, Francis et al. observaron que la hidrocefalia perse estaba asociada con

una reducción en el desarrollo del procesamiento de información no verbal sin que

existiera una relación clara con la etiología de la hidrocefalia. Según estos autores

esto demostraría que los déficits no verbales no dependerían de un simple

proceso motor ya que incluso se objetivan alteraciones en las tareas de

percepción visuoespacial cuya ejecución no implicaría la puesta en marcha de

habilidades motoras que se hallan alteradas.

Ito, Saijo, Araki et al. (16) evaluaron el desarrollo intelectual de doce niños con

espina bífida e hidrocefalia. Siete de los niños mostraban discrepancias

significativas entre el CI verbal y el CI manipulativo, considerando que las

puntuaciones obtenidas en las pruebas manipulativas del WISC-R son un buen

indicador de las alteraciones visuoperceptivas. Estas alteraciones se encontrarían

relacionadas con las características morfológicas de los ventrículos laterales

observados a través de pruebas de neuroimagen (RNM).

Soare y Raimondi (14) plantean tres posibles causas de las alteraciones

perceptuales y motoras: 1) es una función alterada por la propia la hidrocefalia

como un efecto de la displasia cerebral y los cambios vasculares que se producen,

2) el déficit estaría asociado con la disminución de la estimulación asociada con

las hospitalizaciones prolongadas y las reducidas oportunidades de exploración

del espacio y 3) las alteraciones perceptuales y motoras serían una medida

sensible a la pérdida de integridad neurológica mostrando una desorganización

que resultaría del daño o fallos debidos a una falta de organización cerebral por

una experiencia inadecuada.

18

Zeiner, Prigatano., Pollay et al. estudian a 18 niños afectados por hidrocefalia y

los comparan con un grupo control mediante la administración de una batería

neuropsicológica que se les vuelve a administrar al año. Los niños hidrocefálicos

son también evaluados al segundo año en cuanto a la existencia de estrabismo,

ambliopía y agudeza visual. Los niños hidrocefálicos con una inteligencia normal

mostraban déficits en memoria y habilidades motoras finas. Una historia de

anormalidades en la motilidad ocular y en la agudeza visual aparecía asociada con

las alteraciones visuoespaciales y habilidades en la resolución de problemas.

Dennis, Fitz, Netley et al evalúan a un grupo de 78 niños con hidrocefalia

encontrando un menor desarrollo de la inteligencia no verbal con referencia a la

inteligencia verbal. El origen de esta alteración selectiva no parece tener relación

con la hidrocefalia como tal ni con su tratamiento, proponiendo que esta anomalía

puede ser debida a alteraciones en el lóbulo occipital, alteraciones oculares, déficits motores y epilepsia.

Donders, Rourke y Canady estudian a un grupo de 30 niños hidrocefálicos en

edades comprendidas entre cinco y ocho años administrándoles una batería de

tests neuropsicológicos encontrando un bajo nivel en las escalas manipulativas

con respecto a las verbales. Su ejecución era normal en algunas pruebas

neuropsicológicas pero responden deficitariamente en los test que miden

funciones visoespaciales complejas, por lo que concluyen que los niños

hidrocefálicos exhiben una eficacia reducida en el procesamiento complejo de

estímulos no verbales novedosos. Estos resultados hacen plantearse la posibilidad

de una disfunción en las regiones posteriores del hemisferio cerebral derecho.

19

• Alteraciones de la memoria

Las dificultades de memoria más reseñadas en la bibliografía actual son las que

muestran un déficit a nivel de los procesos de memoria verbal inmediata. Otros autores (Mataro y colaboradores, 2000) informan que han detectado

problemas en la memoria visual a corto y a largo plazo. Estos procesos mejoran

con la colocación de la válvula de derivación.

Según Lobo y Benedet, en los niños hidrocefálicos estudiados con el Test de

McCarthy la dificultad mayor se halla en el subtest de memoria numérica II, que

consiste en invertir los números que ha dicho el examinador y que requiere

procesos más complicados que la memoria mecánica. En las pruebas específicas

de memoria son las de memoria verbal II (resumen de un cuento leído por el

examinador), memoria numérica II y memoria pictórica, las más afectadas. Los

autores proponen que la causa de estos déficits se encuentra en la exigencia que

presentan estas pruebas al poner en marcha funciones como la percepción,

memoria remota, razonamiento, discriminación, capacidad de síntesis, etc.

En 1984, Cull y Wyke estudian la función mnésica en niños con espina bífida e

hidrocefalia con derivación. Un grupo de niños con espina bífida y con derivación

por hidrocefalia (n=10), de 7 a 9 años de edad, fueron examinados en su memoria

con dos tipos de material verbal y dos de tipo visual (palabras, relato, dibujos y

caras). Su ejecución fue comparada con un grupo de niños con un CI similar y con

un grupo con un CI medio, todos igualados en edad y sexo. Los parámetros

investigados fueron la habilidad para el aprendizaje, la memoria inmediata y

retardada y también la memoria a largo plazo, así como la readquisición del

material aprendido tras un periodo de 24 horas. Los niños hidrocefálicos y los del

mismo CI obtienen puntuaciones significativamente más bajas que el grupo con un

CI medio, en todas las tareas excepto en el relato de una breve historia. La

comparación entre los hidrocefálicos y los del mismo CI mostró que el primer

grupo era significativamente más pobre solo en la memoria para palabras. Se

20

sugiere que esta discrepancia entre la realización de los niños hidrocefálicos para

el aprendizaje de un material verbal puede reflejar un déficit en la habilidad para utilizar las estrategias semánticas apropiadas a nivel de codificación.

Morrow y Wachs exploran el desarrollo cognitivo de 29 niños afectados por

mielomeningocele (MMC) observando que estos niños presentan problemas en la

memoria visual de reconocimiento en comparación con un grupo control.

.En esta línea, Richardson describe dos casos de hidrocefalia detenida

espontáneamente donde el desarrollo cognitivo aparentemente es normal. Sin

embargo encuentra una alteración significativa en el recuerdo inmediato por lo que

concluye que la hidrocefalia puede producir un desorden orgánico que les

afectaría en la edad adulta, especialmente en alteraciones en la memoria verbal.

.

21

• El lenguaje en los pacientes con espina bífida El hemisferio derecho contribuye en los aspectos prosódicos del lenguaje y en

procesos paralingüísticos.

Dentro de estas alteraciones de los procesos paralingüísticos de la comunicación

se encuentran algunos desordenes del desarrollo del lenguaje como el síndrome semántico-pragmático. Los niños afectos de este síndrome no presentan

dificultades en la decodificación de la fonología ni en la producción de una buena

sintaxis.

Su déficit afectaría a la comprensión del lenguaje y al uso adecuado del discurso.

Típicamente experimentan una "sorprendente" dificultad en procesar estructuras sofisticadas como las cláusulas interpuestas, las condicionales y las interrogativas. Se puede demostrar que el déficit se produce en un plano

lingüístico y no cognitivo, ya que reformulando al niño la pregunta que no podía

contestar, de tal manera que requiera una respuesta de "si o no", puede hacerlo.

Aunque a menudo no presentan dificultades en recuperar los nombres de los

objetos sufren, sin embargo, de anomia en el lenguaje espontáneo con

predominio de parafasias de tipo semántico lo que proporciona a su discurso una

calidad imprecisa, tangencial e inapropiada.

Los déficits comprensivos tienden a pasar desapercibidos debido a la fluencia

de su habla espontánea y al mantenimiento de la comprensión de frases sencillas

y palabras.

La utilización del lenguaje en la comunicación interpersonal tiene mas una

finalidad de mantener el contacto social que de transmitir información por la que

coloquialmente se conoce a este síndrome como el "síndrome del guateque"

(Cocktail-party syndrome). La hidrocefalia infantil es la etiología más reconocida

de este síndrome semántico-pragmático.

Se halló un esquema característico de puntajes en estos niños para las escalas

verbales, con buena sintaxis, pero con comprensión alterada e inhabilidad para

utilizar el lenguaje creativamente.

22

Dennis, Jacennik y Barnes encuentran que el discurso de los niños con

hidrocefalia aparece alterado en cuanto a su coherencia y cohesión interna.

Sus narraciones son más ambiguas y con poco contenido informativo. Dennis

sugiere que estas alteraciones reflejan problemas con el lenguaje pragmático, en

particular en el uso del lenguaje como transmisor de información en contraposición

al uso social del lenguaje como simple vehículo de socialización y de búsqueda de

relaciones interpersonales.

23

• . Razonamiento matemático

Estos niños mostraron déficits en las habilidades matemáticas y en las habilidades

no verbales y no diferían en las habilidades verbales o en las de deletreo y lectura.

Sin embargo el déficit en matemáticas aparece solamente en los niños más

grandes, a pesar de evidencia que la aritmética es pobre incluso en niños más

jóvenes con NLD (Rourke, 1995).

• Otras patologías

En cuanto a los aspectos emocionales los niños con NLD, Rourke nos habla de

una gran consistencia con dificultades conductuales, sin embargo los niños con

MMC no mostraron esta tendencia, quizás porque se usaron medidas generales

para la evaluación de la conducta. (Yeats et al., 2003).

Es preciso poder investigar más profundamente estos aspectos para ver si las

dificultades conductuales del SANV coinciden con las que se presentan en los

niños con MMC.

24

• FUNCIONES EJECUTIVAS Los tipos de déficits que tanto en la clínica como en la investigación, se atribuyen

a lesiones en el lóbulo frontal, incluyen una interacción de alteraciones

emocionales y conductuales y problemas cognitivos entre los que destacan los

denominados déficits ejecutivos.

El amplio espectro de conductas que componen las funciones ejecutivas están

muy cercanas a las estrategias de resolución de problemas de la literatura

cognitivo-conductual, suponiendo su perturbación un gran handicap tanto en el

manejo adaptativo de situaciones novedosas como en la adquisición de un

repertorio de conductas que nos permitan hacer frente a hechos novedosos. En la

actualidad a este conjunto de alteraciones se le denomina síndrome disejecutivo.

En 1981, Hunt ya había señalado que los niños afectados por espina bífida

presentaban graves dificultades para discriminar los estímulos relevantes de

los irrelevantes, evidenciando que tales déficits se producían por su distractibilidad

y como consecuencia se producía una ejecución deficitaria en aquellas tareas que

requieren la focalización de la atención hacia estímulos determinados para

ignorar aquellos que no serían relevantes para la tarea. En 1985, Horn et al

encontraron que la información irrelevante interfiere con la atención hacia el

estímulo relevante en los niños afectados por espina bífida en comparación con un

grupo control.

Más recientemente Iddon, et al han realizado un estudio donde se pretende

determinar la naturaleza de los déficits neuropsicológicos en niños afectados por

espina bífida e hidrocefalia congénita y establecer la relación entre estos déficits y

los problemas educativos y adaptativos.

Para ello se administra una batería completa de tests neuropsicológicos a 30

pacientes, de los cuales 18 padecían hidrocefalia y 12 hidrocefalia con espina

bífida. La evaluación incluía pruebas de memoria visual y espacial, planificación y

tareas de estrategia y atención utilizando una batería computarizada.

25

Los resultados dejan claramente patente la existencia de un patrón de

alteraciones neuropsicológicas compatibles con alteraciones frontales,

mientras que no se observan alteraciones significativas en las pruebas que

valoran déficits en la memoria visual y espacial (esta memoria no se vería

afectada por lesiones frontales).

Los autores concluyen afirmando que el cortex prefrontal aparece como esencial

en la resolución de tareas que requieren atención y procesamiento complejo -

tales como razonamiento, establecimiento de objetivos, organización de la

conducta y feedback- (en definitiva funciones ejecutivas). Estas alteraciones en las

funciones ejecutivas pueden manifestarse como distractibilidad, desinhibición,

impulsividad e inhabilidad para organizar y planificar la conducta con las

implicaciones que esto conlleva para la adaptación escolar y social.

Para terminar este apartado hemos de señalar que contrariamente al punto de

vista defendido por Iddon, Fletcher et al -citados por Fletcher, Levin y Butler -

plantean que la alteración no se produciría en el cortex prefrontal sino en las vías de acceso al mismo.

Estos autores compararon dos grupos diferenciados de hidrocefalia (progresiva y

detenida espontáneamente) con un grupo control. Varias medidas de atención y

funciones ejecutivas fueron administradas a los tres grupos. Los resultados

obtenidos sugieren que los efectos de la hidrocefalia son más devastadores para

aquellas demandas que implican procesamiento no verbal y requieren

planificación y organización (funciones ejecutivas).

Para Fletcher et al. es posible que el problema que manifiestan los niños

hidrocefálicos refleje una pérdida de acceso a las áreas frontales, no siendo

tan obvia una patología del cortex prefrontal.

26

• Conclusiones Como observamos en esta revisión que hemos elaborado, los resultados de

diferentes estudios coinciden en las alteraciones cognitivas que este problema

produce y que se hallarían más próximas al espectro de las disfunciones cerebrales de la infancia que a los tradicionales conceptos de retraso mental.

Asimismo, en la mayoría de los portadores de esta enfermedad estudiados se

observa una diferencia significativa entre los resultados obtenidos en el

procesamiento verbal y los correspondientes al procesamiento ejecutivo,

siendo el verbal su fortaleza.

Todas las investigaciones conocidas hasta el momento coinciden en este punto:

encontrar una mayor incidencia del Síndrome de aprendizaje no verbal descripto

por Rourke

El origen concreto de este síndrome o la localización cerebral precisa que

produce esta disfunción no son, en la actualidad totalmente conocidos, ya que

estos síntomas aparecen también en los niños que han sufrido traumatismos

craneoencefálicos (Fletcher, 1994) y tumores cerebrales que dañan la sustancia

blanca.

En el caso de los afectados por EB es posible presuponer que estos daños en la

sustancia blanca son ocasionados por la hidrocefalia y la Malformación de Arnold Chiari y estos causaran entonces las alteraciones que mencionaremos.

No podemos dejar de resaltar que las dificultades motoras y orgánicas de estos

pacientes disminuyen o alteran las interacciones con el medio, Esta situación va a

repercutir reduciendo o modificando los aprendizajes y colaborando también en la

constitución de dificultades a nivel gnósico-práxico. Seguramente también es un

factor interviniente en el descenso del nivel intelectual del paciente, o en la

disminución de las posibilidades de desarrollo de su potencial. Las características de estas experiencias de interacción e intercambio con el medio, no solamente se ven teñidas o influenciadas por el déficit de la función

motora, sino también por una alta frecuencia de internaciones y situaciones de

27

hospitalización, consecuencias de las complicaciones orgánicas vinculadas a la

enfermedad.

Desde lo expuesto nos planteamos la importancia de las intervenciones tempranas en pacientes con mielomeningocele, con el fin de estimular, en las

etapas del desarrollo de mayor plasticidad neuronal, el potencial de estos

niños de la manera más integral.

Nos interesa poder conocer el nivel cognitivo de esta población, analizar las

relaciones entre el daño biológico consecuente a la patología orgánica y el

desarrollo cognitivo, las posibilidades de adaptación al medio y aptitudes y

potencialidades para los aprendizajes formales.

El objetivo final es invertir los resultados que se obtengan, en el diseño y

planificación de estrategias de trabajo más específicas en la tarea preventiva y

clínica con estos pacientes, que redunden en nuevas herramientas de intervención

para lograr las mayores posibilidades de compensación de áreas afectadas o disfuncionales.

[email protected]

28

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