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La festividad del Corazón de Jesús en la parroquia de Realejo Bajo 1933) (Pasa a la página siguiente) De nuevo el pueblo del Realejo Bajo que ya alguien ha motejado para honra suya de «feudo ca- vernícola», quiso, demos- trar, una vez más, que eso de que «España no es ca- tólica» son predicciones del tipo del «Calendario del Zaragozano... y lo des- mintió el día del Sagrado Corazón de Jesús. Por la mañana tuvo lugar en la iglesia parro- quial una Misa de Comu- nión concurridísima por gentes pertenecientes a to- das las clases sociales. Entre los que comulgaron se destacó el nutrido gru- po de la futura J. A. P. del Realejo Bajo. A las diez se celebró una Misa solemnísima. Los altares, profusamente ilu- minados y adornados por una variedad polícroma de flores, daban la sensación de un pueblo que siente la belleza y que prodiga ésta a los pies de su Rey y Se- ñor. Por la tarde, a las seis, tuvo lugar la solemne pro- cesión. Las calles, cubier- tas de tapices de flores na- turales y las casas engala- nadas con vistosas colga- Festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Realejo Bajo, 1933 Nº 11 - NOVIEMBRE DE 2012 coordina:Isidro Felipe Acosta

Nº 11 - NOVIEMBRE DE 2012 - losrealejos.es · Imagenes para el recuerdo (viene de la página anterior) duras, eran (valga la fra-se), los pregones calleje-ros del catolicismo de

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La festividad del Corazón de Jesús

en la parroquia de Realejo Bajo 1933)

(Pasa a la página siguiente)

De nuevo el pueblodel Realejo Bajo que yaalguien ha motejado parahonra suya de «feudo ca-vernícola», quiso, demos-trar, una vez más, que esode que «España no es ca-tólica» son predicciones

del tipo del «Calendariodel Zaragozano... y lo des-mintió el día del SagradoCorazón de Jesús.

Por la mañana tuvolugar en la iglesia parro-quial una Misa de Comu-nión concurridísima por

gentes pertenecientes a to-das las clases sociales.Entre los que comulgaronse destacó el nutrido gru-po de la futura J. A. P. delRealejo Bajo.

A las diez se celebróuna Misa solemnísima. Los

altares, profusamente ilu-minados y adornados poruna variedad polícroma deflores, daban la sensaciónde un pueblo que siente labelleza y que prodiga éstaa los pies de su Rey y Se-ñor.

Por la tarde, a las seis,tuvo lugar la solemne pro-cesión. Las calles, cubier-tas de tapices de flores na-turales y las casas engala-nadas con vistosas colga-

Festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Realejo Bajo, 1933

Nº 11 - NOVIEMBRE DE 2012

coordina:Isidro Felipe Acosta

Imagenes para el recuerdoImagenes para el recuerdoImagenes para el recuerdoImagenes para el recuerdoImagenes para el recuerdo

(viene de la página anterior)

duras, eran (valga la fra-se), los pregones calleje-ros del catolicismo de todoun pueblo que más que«feudo cavernícola» de-biera llamarse «feudo delCorazón de Jesús». Entrelas alfombras destacaronpor la armonía imitativa dela naturaleza y el delicadogusto artístico, las dos queestaban situadas en la pla-za; una confeccionada porel Casino Principal, y laotra por los socios de Ac-ción Popular Agraria.

La del Casino fue unprodigio de habilidad ysimbolismo. Su diseño erael siguiente: Una Cruz, unamano negra partiendo lamisma, y arriba, «mirándo-lo todo», el ojo de Dios,que miraba con rayos ilu-minados a la Cruz.

La de A. P. A. repre-sentaba una Cruz sobre unamontaña envuelta en unazarza de flores naturales.

La alfombra del Ca-sino fue dirigida en su con-fección por don Benito Do-mínguez, ayudado por tanvaliosos elementos comodon José Medina Suárez,don Luciano González, donSinforiano García, don

José Pérez Hernández y al-gunos otros que sentimos norecordar. La de Acción Po-pular, además de algunosdistinguidos jóvenes, fueconfeccionada por la seño-ra de Medina (don José);doña Estela Peraza, doñaMargarita Rodríguez e hi-jos, señoritas María Her-nández Romero, PaulinaLeón, Remedios García,Isabel Hernández Fuentes,y las señoras Dolores Her-

nández de Rodríguez y Ma-ría Hernández Fuentes. Du-rante la procesión, que re-sulto lucidísima, tanto porla afluencia de gente, comopor la compostura y serie-dad, se cantaron diversosmotetes y un hermoso «Tan-tum ergo». Todo ello conuna afinación y armoníaperfectos. Los motetes y el«Tantum ergo» se cantaronprimeramente en casa dedoña María Hernández;

después, en la plaza de SanAgustín, y por último, en laplaza de la Iglesia, dondeya los cantores se sucedie-ron a sí mismos, haciendouna verdadera filigrana mu-sical.

No podía faltar en estafiesta la nota típica de losfuegos artificiales, desco-llando por la combinaciónartística de colores y efec-tos de luz la rueda de fuegode don Marcos Toste y los

cohetes y bengalas de donBenito González.

La fiesta resultó bri-llantísima en detalles y con-junto. Comunión lucidísima,Misa «de luz y flores...«Mañanita como aquella,nunca la volveré a ver».

Procesión concurridí-sima... Cantos que parecíanhimnos de triunfo... Juven-tud... Juventud...

Gaceta de Tenerifejunio de 1933

Revista Hespérides. 1928

Este altar mayor de laparroquia de la Concepcióndel Realejo-Bajo—comootros muchos altares de pue-blo—respira algo de la gra-cia, soltura y luz que carac-teriza a los altares modernos.Nada de ornamentos retorci-dos y de tinte oscuro que re-flejan en el alma un agobiode pesadilla.

Frente a los retablosantiguos –indiscutibles joyas,algunos, de arte,—urnas delespíritu de una época, todarecogimiento, austeridad,pavor al misterio. Estos al-tares ágiles ligeros, aéreos,de tonos claros y alegrescomo el ritmo que debe te-ner la vida, limpian al alma

de todo ese mundo negro,litúrgico que nos penetray amarga más y más el pe-simismo del corazón. Sen-

cillez, gracilidad, algolindo y luminoso que nosborre la visión de eternocastigo. Altares con luz,

con mucha luz, para quepodamos comprender másfácilmente a Dios

El altar mayor de la Iglesia de la Concepción (1928)

Festividad del Sagrado Corazón de Jesús. Realejo Bajo, 1933. Alfombra del Casino Principal

Altar Mayor de la Iglesia de la Concepción antes de su desaparición en 1978.

2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera

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Solemnísima resultó lasesión que en honor de Vieray Clavijo se celebró ayer tar-de en el Salón de actos delExcelentísimo Ayuntamiento,organizada por el Ateneo Ti-nerfeño.

Este brillante acto fuepresidido por el Excmo. Sr.Gobernador civil, teniendo asu derecha a los Sres. Coro-nel del Regimiento de Infan-tería, D. Luis Ruíz Adame, querepresentaba al Excmo. SeñorCapitán General, Comandan-te del cañonero «Infanta Isa-bel» y al Canónigo D. Berna-bé González, que representa-ba al Excmo. Sr. Obispo deesta Diócesis, y, a su izquier-da, al Presidente del Ateneo,Sr. Ruiz de Arteaga, Delegadode Hacienda y Director delInstituto provincial, D. AdolfoCabrera Pinto.

En el estrado se hallabanel Inspector de Sanidad, Sr.Laborde. el Presidente de laCruz Roja, Sr Vivanco, el Di-putado a Cortes Sr. IzquierdoVélez, el Comandante de Ar-tillería, Sr. Mauriz, el Ingenie-ro-Jefe de Montes, Sr. Balles-ter, el Presidente del CentroCatólico, Sr. Miranda, variosoficiales del cañonero «Infan-ta Isabel», el Presidente de laReal Sociedad Económica deAmigos del país, Sr. Cámara,en representación de la Insti-tución de Enseñanza, los Sres.D. Juan Feria, D Ireneo Gon-zález y D. Juan M. Ballester ycómo miembros de la Juntadirectiva del Ateneo los Sres.Marti (D. Juan), Ravina (D.Felipe) Santa Cruz y Fernaud(D. Jerónimo).

El Salón del Palacio Mu-nicipal se hallaba ocupado poruna selecta y numerosa con-currencia, especialmente delbello sexo.

Después de abrir la se-sión el ilustrísimo Presidentedel Ateneo, Sr. Ruiz de Artea-ga, se procedió a la lectura delacta de la sesión anterior.

Seguidamente el Sr. Ra-vina, dio lectura a unos párra-fos del prólogo que el ilustrepolígrafo escribió para la His-toria de Canarias.

Después, el Sr. Casarie-go leyó una sentida composi-ción poética del joven D. Fran-cisco Izquierdo, y, por último,el Sr. Zurita (D. Amado), diolectura a varias cartas familia-res dirigidas por el Sr. Viera yClavijo a distintas personalida-

des de la Corte, y el Sr. SantaCruz leyó un hermoso trabajocrítico biográfico del ilustradojoven D. Buenaventura Bon-net.

Terminó esta fiesta con unligero y elocuente resumen delSr. Ruíz de Arteaga, que ennombre del Ateneo dio las gra-cias a los valiosos elementos quetomaron parte en ella, a las au-toridades civiles, militares yeclesiásticas que honraron elacto con su presencia y al nu-meroso público que llenaba elSalón, en particular a las bellasdamas tinerfeñas.

Al hacer esta reseña nopodemos menos que enviarnuestra más cordial enhorabue-na al Ateneo.

Discurso del Sr Bonnet

Quizás a otro que no fue-ra yo, le sería fácil empresa lle-nar la misión que me encomen-dara el «Ateneo de disertar acer-ca de la vida del preclaro tiner-feño D. José de Viera y Clavi-jo, y decimos esto porque enverdad, entre los socios y prin-cipalmente en la Junta Directi-va, conocemos personas quepueden hacerlo con mayor eru-dición y galanura en la frase,que el que en estos momentoshabla.

Por lo demás, con no-bleza lo confesamos, grandefue nuestro atrevimiento alaceptar tal encargo, y estomás, cuando no se trata deprobar entusiasmos y buenavoluntad, sino demostrar co-nocimientos suficientes parallevarla a cabo.

En el estudio que haga-mos no busquéis el estilo al-tisonante y rotundo usado entales ocasiones porque ni losabríamos hacer ni tampococuadra a la índole del trabajoque nos proponemos desarro-llar; por eso mi prosa será lla-na, sencilla, casi familiar; yya en este punto declaramossin rodeos, que no es una bio-grafía prolija y detallada loque vais a oir; será un estu-dio de la época en que el sa-bio sacerdote vivió y el análi-sis de alguna de sus obras.

La razón que para ellonos asiste no es seguramentela falta de tiempo, ni algunaotra que pudiéramos invocar,sino la reciente biografía pu-blicada por el Sr. RodríguezMoure, en la que están con-densados todos los datos y an-tecedentes que sobre la ma-teria habíamos consultado enlas bibliotecas; obra que si an-tes llega a nuestro poder noshubiera economizado el tiem-

po invertido en hojear manus-critos y biografías incomple-tas.

Así pues, a los que de-seen mayores conocimientosacerca del ilustre polígrafo, ala biografía anteriormente ci-tada los remitimos, así comoal «Diario de los viajes» escri-to por el mismo

Viera y a sus «Cartasfamiliares», en las que, converdadero lujo en los detallesse consigna parte de su vida yde sus principales hechos.

El 28 de Diciembre delaño 1731 vio nacer en el pue-blo del Realejo alto a D. Joséde Viera y Clavijo, siendo pa-dres D. Gabriel del Álamo Vie-ra, alcalde Real en la mencio-nada población y su madre Dª.Antonia María Clavijo.

Según se afirma, el fu-turo historiador vino al mun-do enfermizo y doliente y aunse temió que muriera apenasnacido, pero la naturaleza delinfante venció el mal, y al quese creía de vida corta y des-medrada fue varón de existen-cia larga y provechosa, llegan-do a la no despreciable edadde 82 años, querido por susconciudadanos y admirado porlas generaciones que le cono-cieron y trataron.

Siendo muy joven, la

familia de Viera y Clavijo setrasladó al Puerto de la Cruzy allí fue donde estudió las pri-meras letras, cursando Latíny Filosofía en el convento dePredicadores en la Orotava, re-cibiendo más tarde órdenesmenores en el convento deAgustinos de la ciudad de laLaguna, que tenía facultadesde Universidad, siendo por úl-timo ordenado Presbítero enGran Canaria.

De esta época se cono-cen algunas producciones deViera que si bien carecen devalor literario, indican el des-pertar de una inteligenciaamante del estudio y la ver-dad.

Mas, antes de seguiradelante, creemos pertinenteechar una ojeada sobre el es-tado intelectual de Europa, ypor consiguiente de España, afin de conocer el ambiente enque se desenvolvió nuestro pai-sano.

Así como los escritoresdel siglo 17 se ocuparon enestudiar la naturaleza moral delhombre, los que florecen enel siglo 18 más apremiados porel malestar social, atienden aseñalar los abusos que sufríala sociedad bajo el antiguo ré-gimen, reivindicando los dere

Homenaje del Ateneo en el primer

centenario de la muerte de Viera (1)Discurso del joven ilustrado Buenaventura Bonnet

Calle Viera y Clavijo. Santa Cruz de Tenerife. Segunda década del siglo XX. (FEDAC)

2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera(viene de la página anterior)

chos del individuo, pidiendomás justicia, más libertad a lasleyes y a las instituciones.

Este movimiento nace enFrancia, y nació allí porque lasclases populares sufrían conmás rigor la tiranía de los no-bles y era mayor el absolutis-mo agobiador de los monarcas.

Ocupada la filosofía enlas cuestiones palpitantes aban-donó el estudio abstracto de losllamados primeros principios yfundamentos, para dedicarse ainvestigaciones menos hondaspero más provechosas. Lacláusula corta y enérgica, te-rrible arma de combate, susti-tuye al solemne lenguaje de laedad de oro; y los filósofos sonliteratos y publicistas cuyasteorías afectan a la vida y alGobierno, siendo su caracterís-tica la rebeldía contra todo loexistente.

Representan esta ten-dencia Montesquieu, Voltai-re, Rousseau y los Enciclope-distas. Montesquieu admirabala constitución inglesa y creíanecesario que ese sistema seimplantara, equilibrando lostres poderes: legislativo, ejecu-tivo y judicial. Su libro «El es-píritu de las leyes» está llenode esa teoría.

Voltaire es defensor delpoder absoluto; su enorme ta-lento, cáustico y agudo, ibasiempre contra la iglesia y lareligión; pero al lado de la igle-sia estaba el trono, así es quecuando los cortesanos exclama-ban: iQué bien escribe ese de-monio de Voltaire no sabíanque el autor de la «Henriada»urdía con sus escritos un cam-bio social que hería de muertea sus mismos admiradores.

La misión de Voltaire fuedestruir, destruirlo todo, y des-embarazar la senda que la li-bertad de pensamiento debíade recorrer.

Rousseau, que era denaturaleza antipática a la socie-dad, escribió «El pacto social»predicando la perfección delestado natural; su espíritu seha perpetuado y el anarquis-mo intelectual ha tenido en élsu primera fuente.

Los Enciclopedistas eranateos, y su fin ostensible redu-cir á un cuerpo de doctrina to-dos los conocimientos huma-nos. A este efecto se reunieronlos hombres ilustres de Fran-

cia, pero sus trabajos eran re-visados por D.Alambert, Di-derot y Condorcet (a quienestrató Viera con alguna intimi-dad), que daban á los escritosel tinte general de sus opinio-nes materialistas. El espírituque informa a la Enciclopediaes el de Voltaire, siendo en úl-timo término el programa dela revolución francesa.

La corriente filosófica-social, aliándose al espíritu delibertad que fermentaba en losánimos, aspiraba a la univer-salización de la nueva doctri-na; apelando a la opinión paracombatir los abusos, oponien-do hechos a las hipótesis, ha-lagando a las medianías consu aparente claridad y presen-tando como títulos, más des-cubrimientos útiles en 50 añosque en cinco siglos de esco-lástica, los escritores franceses,fueron la piqueta demoledorade un estado social que, mina-do en sus cimientos se derrum-baba. Veamos ahora lo quepor esta época sucedía en Es-paña.

Después de Felipe II el

escolasticismo se hace exclu-sivo e impide que las demásdoctrinas se arraigen, precisa-mente en el momento en queel resto de Europa ardía en no-vedades de la mayor transcen-dencia. Terminada la guerra deSucesión por el tiempo de Fe-lipe V, soplan vientos de lanueva doctrina que remuevenel mar muerto de la ciencia yla filosofía española, turban-do la paz que gozaba el esco-lasticismo.

A los importadores denuevos sistemas se oponen losconservadores de los antiguos,entre los que se cuentan losperipatéticos escolásticos, sub-divididos en tomistas, escotis-tas, suaristas, etc., y los Ínfla-nos, que reaparecen un mo-mento pasando definitivamen-te al panteón de los recuerdos,y, aparte de una y otra direc-ción, se da la de los que alprincipio se llamaron escépti-cos reformados y despuéseclécticos, que sin atenerse aningún sistema ponían sobretodos ellos la propia razón y laexperiencia, pudiéndose citar

a Andrés Piquer, Martín Mar-tínez, Juan Benni, Mayans yCiscar, y especialmente a Fei-jóo.

El atraso del pueblo es-pañol era grande y las univer-sidades habían encauzado losestudios por márgenes tan hu-mildes y angostas que nada fe-cundo logró prosperar entrelas mallas del ergotismo y lapedantería; la prueba de estoúltimo la tenemos cuando elGobierno las excitó a preocu-parse de las ciencias; enton-ces dijo la de Salamanca:«Nada enseña Newton parahacer buenos lógicos ó meta-físicos, y Gassendi y Descar-tes no van tan acordes comoAristóteles con la verdad re-velada.

» ¿Carecía de razón Vie-ra al calificar de lóbrega no-che a aquellos miserables es-tudios? Creemos que no. Lareacción se imponía pero la re-acción no pudo ser genuina-mente nacional; era muy gran-de la tiranía ejercida por la li-teratura francesa para que nosufriéramos su influjo. Por otro

lado, la decadencia de Casti-lla, incapaz de resistir la im-portación extranjera y la leyhistórica que impuso el clasi-cismo francés en toda Euro-pa, hizo que nuestros escrito-res siguieran la corriente delsiglo por Luzan que obedecea Boileau; por Iriarte y Sama-niego, que imitan a Lafontai-ne; por Moratín, que traducea Moliere; por Feijóo, que re-pite la obra de Voltaire, sin des-dorar la ortodoxia propia de unsabio benedictino chapado a laantigua: por Campomanes yAranda que concuerdan en untodo con Turgot, por Quinta-na y Cienfuegos, que recibenel espíritu de la democracia ylo transfiguran en imperecede-ros versos nacionales.

La critica acerba queemplea es algunas veces injus-ta. Viera hirió de muerte nues-tras hermosas tradiciones sinadvertir que la leyenda es laexpresión de como un pueblocomprende la vida y por lo tan-to su historia. La tendencia atodo lo poético y maravilloso,propia de los pueblos jóvenes,la fe sencilla de aquellos tiem-pos, y las guerras sostenidascontra aventureros y piratas,fue parte a que nacieran mu-chas leyendas y tradicionesque dan a conocer el espíritude la época. También fue in-grato con Núñez de la Peña,con aquel cronista tan sencillocomo ingenuo. Su historia noes tan mala para tratarlo delmodo que lo hace, y a noso-tros nos inspira simpatía aquelviejecito que cegó descifran-do pergaminos apelillados, bus-cando un dato, una cifra, unhecho.

El Sr. Rodríguez Mouretacha de parcial a Viera y ental respecto, solamente pode-mos compararle al historiadorSalustio en la «conjuración deGatilina ».

Resumiendo diremosque a pesar de los defectosanotados, la historia escritapor el arcediano de Fuerteven-tura es un monumento a supatria digno de todo encomio.Allí están consignadas lasapreciaciones de un hombreque de veras amó a su tierra;sin embargo, las Canarias sehan olvidado de rendirle unhomenaje que perpetúe sumemoria.

El homenaje del Ateneo se desarrolló en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. (FEDAC)

«La opinión»

Febrero de 1913

Tesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artístico

Varias iglesias del nortede la isla de Tenerife lucenunas portadas de cantería queno se hallan en ningún otrolugar de Canarias. Éstas sedistinguen por tener dos mén-sulas, una a cada lado; y porllevar veneras sobre cada unade ellas.

De estas portadas hayuna en la iglesia parroquial deSantiago Apóstol del Realejode Arriba, otras dos en la igle-sia parroquial de Nuestra Se-ñora de la Concepción delRealejo de Abajo, otra en laiglesia parroquial de SantaAna de Garachico y otra enla iglesia parroquial de Nues-tra Señora de la Concepciónde La Orotava. Estas cincoportadas han merecido laatención de los estudiosos dela historia del arte en Cana-rias, que han señalado su si-militud. Por nuestra parte aña-diremos otras dos a este gru-po; una se halla en la iglesiade Santa Ana de Garachico yaunque carece de las ménsu-las probaremos que pertene-ce al mismo grupo que lasanteriores; la otra se hallabaen la iglesia de San Juan de laRambla, pero no ha llegadohasta nosotros.

Tras estudiarlas he op-tado por bautizarlas como«portadas Jacobeas», porentender que es el términoque mejor explica su génesisy su razón de ser. En primerlugar, porque la primera detodas ellas fue la de la iglesiade Santiago Apóstol del Rea-lejo de Arriba, cabeza en unprimer momento de todo elbeneficio de Taoro, queabarcaba desde Acentejo, porel norte de la isla, hasta laPunta de Teno, incluyendopor las bandas del sur las co-marcas de Adeje, Abona yChasna. Mientras que el res-to de la isla de Tenerife, en-traba en la jurisdicción delbeneficio de La Laguna. Y ensegundo lugar, porque las si-guientes portadas pretendíansimbolizar la vinculación desus respectivas iglesias almencionado beneficio deTaoro, entroncando para ellocon la iglesia de Santiago delRealejo. Esta iglesia de San-tiago de Taoro, como se ledenomina en algunos docu-mentos de la época, fue laiglesia matriz de todas lasparroquias y beneficios que

a lo largo del tiempo se fue-ron erigiendo en Taoro, amedida que las rentas fueroncreciendo.

La réplica de la iglesiade Santiago del Realejo alsimbolismo de la portadaprincipal de la iglesia del Rea-lejo Bajo llegó con una nue-va portada principal.

Encontramos en susdos basas una profunda sim-bología religiosa.

En la del lado izquier-do las letras IHS y sobre ellasun signo convencional que in-dica que se trata de una abre-viatura, en este caso un ana-grama de la expresión latinaIesu Hominis Salvatoris, osea, Jesús, Salvador de losHombres. En la basa del ladoderecho encontramos unnombre, esta vez sin abre-viar: MARIA, en clara alu-sión a la Virgen María. Demanera que los fieles entra-

ban a la iglesia en los díassolemnes entre Jesús y la Vir-gen María y lo mismo valepara las procesiones, que sa-lían entre las dos figuras cen-trales del Evangelio y delmensaje cristiano.

La simbología de estaportada y de sus basas es cla-rísima y no decimos nadanuevo con recordarla. Loque sí apuntamos es que po-dría tratarse de una respues-ta a la simbología de la por-tada principal del RealejoBajo. Nos basamos para de-cir esto no sólo en la corres-pondencia cronológica entreambas portadas, y en el he-cho de que ambas parroquiasestuviesen continuamente in-tentando superarse una aotra, sino sobre todo en queestos anagramas sólo se en-cuentran en esta portada y enninguna otra de Canarias, in-dicándonos que no se trata-

ba de un recurso ornamentalde uso común, sino que sucolocación obedeció a unaintención bien premeditada.

Una lápida que estabajunto a esta portada, y hoyse halla colocada dentro dela iglesia, en la primera capi-lla a mano derecha, contieneesta inscripción: ESTAOBRA SE HIÇO EN ELAÑO D 1580 SIENDOMAIORDOMO Gº PEZ.Esta lápida fecha la obra dela portada y así lo entendióya Guillermo Camacho, aun-que se equivocara en el año,que leyó como 1570. Erroréste que se mantuvo durantemedio siglo, hasta que tuvi-mos ocasión de leer perso-nalmente la lápida y compro-bar así que se trataba de un«8» de cabeza plana, usualen el siglo XVI, y fácilmenteconfundible con un siete ocon un tres.

Esta portada había sidoerróneamente atribuida porPedro Tarquis al canteroJuan Benítez, pero ya hemosdado a conocer el contrato,otorgado en La Laguna el 9de septiembre de 1579 entreGonzalo Pérez, mayordomode la igleel dicho mayordo-mo le está obligado a pagarpor toda la obra que estáobligado a hacer en la di-cha iglesia por escrituraante Juan Núñez Jaimes es-cribano público de esta islaa que se refiere... Este do-cumento prueba que Antunestrabajó realmente en la igle-sia de Santiago del Realejo yque para esa fecha ya debíaestar muy avanzada la obra,pues el importe recibidoequivalía a 205 doblas deoro, restando un tercio de lacantidad pactada.

Disponemos de un datomás en forma de unas letrasgrabadas en el guardapolvode la portada, exactamente enla segunda piedra comenzan-do a contar por la izquierda.Mientras examinaba atenta-mente todos y cada uno delos detalles de la portadadescubrí la inscripción, y elsacristán, muy amablemen-te, me prestó una escaleracon la que pude examinar decerca las letras. Son dos; laprimera no pude leerla por-que han saltado lascas y lasposibles interpretaciones meofrecen dudas; la segunda,por el contrario, pude leerlacon toda claridad y se tratade una «A» mayúscula. In-terpreto que se trate de lasiniciales de un cantero quetrabajó en la portada; o bien«M.A.», por Miguel Antu-nes; o tal vez «B.A.», porsu hermano Benito Antunes,también cantero de profe-sión. De este Benito Antu-nes, oficial de labrar can-tería, sabemos que en 1575se obligó a terminar la igle-sia parroquial de Buenavis-ta, que había comenzado suhermano Miguel y que ésteno podía acabar por estar deviaje para fuera de estaisla. Como argumento Be-nito Antunes adujo: ...y ha-biendo visto la dicha obracomo la he visto al presen-te porque en ella he traba-jado... lo que prueba que tra-bajaba en la cuadrilla de suhermano Miguel.

Portada Jacobea de Santiago

del Realejo de ArribaLorenzo Santana Rodríguez

Extracto de su trabajo «Las Portadas Jacobeas del Beneficiadode Taoro». Anuario de Estudios Atlánticos. 2002

Portada principal. Iglesia del Apóstol Santiago.

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«Gaceta de Tenerife» julio de 1928

Realejo alto celebró con una gran manifestación, el 5º

aniversario de la insurrección de Primo de Rivera

El domingo últimotuvo lugar en este pueblouna patriótica manifesta-ción que partió de las Ca-sas Consistoriales, reco-rriendo las calles de Me-dio y Pérez Zamora y Ave-nida de Primo de Rivera.Ocupaba la presidencia,representaciones del Ayun-tamiento, Juzgado, Parro-quia, Somatenes, UniónPatriótica, Comité del altopatronato de los explora-dores, maestros nacionalesy casinos, precedida delPendón municipal, que eraconducido por el concejalde depositario, don Silves-tre González Pérez.

A continuación mar-chaban, con sus respecti-vas bandas de tambores,cornetas y banderas de losexploradores nacionalesde este pueblo y de la CruzSanta, en número de 150al mando de sus instructo-res señores: HernándezGuanche, Suárez Albelo,Rodríguez de la Sierra,Armas Arocha y GonzálezLópez.

El numeroso público

que concurrió al acto ocu-paba ambos lados de la tro-pa de los «boy-scouts».

Durante el trayecto sedispararon gran número dedocenas de voladores co-hetes, dirigiendo a cadamomento vivas a España,al Rey, al régimen actual yal general Primo de Rive-ra.

Al llegar la manifes-tación a la plaza de Viera yClavijo se adelantó el pá-rroco don Carlos Delgadoy Delgado, quien por ex-presa delegación del señorjefe local de Unión Patrió-tica, don Nicolás GonzálezAbreu pronunció un patrió-tico discurso.

Dicho orador empezódando a conocer el objetode la manifestación que noera otro que manifestar lagratitud de los buenos es-pañoles a la obra de salva-ción de España, realizadapor el general Primo deRivera el 7 de Septiembrede 1923.

Siguió manifestandoque al presentarse a hablaren tan solemne ocasión, no

lo hacía movido por nin-gún ideal político, puestoque su único ideal y parti-do ha sido siempre el cum-plimiento del deber comosacerdote y la política deCristo como párroco: quehablaba porque se trataba,de un homenaje al orden ya la Patria, y porque se lehabía confiado tan inmere-cido honor por las autori-dades y elementos organi-zadores de dicho acto, aquienes por un deber dejusticia tenía que atender.

Después de hacer unasuscinta historia de lasgrandezas de España, hizosaber los enemigos que sehabían levantado para hun-dirla en su descredito y ensus miserias, y que cuandoEspaña se encontraba alborde del precipicio, selevantó un hombre de bue-na, voluntad que con la feen Dios, puso su vida enpeligro para salvar su Pa-tria de pronta y segura rui-na.

Que en los cinco añostranscurridos desde 1923,fecha, dijo que debía estar

grabada con letras de oroen todos los corazones es-pañoles), «han sido de ho-nor para el nuevo Gobier-no que hoy preside y com-parte con S. M. AlfonsoXIII, los destinos de lagran Patria fundada porTúbal porque en ese cortolapso de tiempo han sidovencidos todos los enemi-gos que la acechaban y seha levantado el pedestal degloria en que se la MadreEspaña, señalando a con-tinuación la obra de Go-bierno en favor de la na-ción, y que la mayor gloriade España es que su nom-bre suena con respeto yadmiración fuera de ella yque las demás potencias laatienden y la buscan en lasinteligencias y armoníasinternacionales.

Finalmente hizo refe-rencia a la Unión Patrióti-ca organizadora de estehomenaje, diciendo que noera un partido político, sinouna agrupación expresivade buenos españoles, don-de caben todas las ideolo-gías y a quienes sólo se

pide honradez y patriotis-mo y de quien España es-pera mucho, aguardandosólo al momento de su ma-yoría de edad para entre-garsele el Poder, pero conla advertencia de que lahistoria tendrá para ellosuna maldición si en vez dedefenderla la oprimen, yque, en cambio, si logranseguir las huellas del ac-tual régimen, sus nombresserán recordados en la pro-secusión de los siglos coninmenso júbilo. Este im-portante discurso que fuemuy aplaudido por todo elauditorio, terminó con lassiguientes palabras: «Per-mitidme señores, que yo,recogiendo en uno solo,todos los sentimientos delpueblo del Realejo altolance un grito que pasandopor encima de nuestrasmontañas y salvando la in-mensidad del Océano, lle-gue hasta el mismo Tronodonde se asienta AlfonsoXIII para decirle: ¡VivaEspaña!

Visita de Primo de Rivera a Los Realejos. 1928

Imágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoEl interés inusitado

por conocer el pasado denuestro entorno más cer-cano, se traduce, en mu-chos de los casos en unainvestigación más o me-nos profunda, de ciertoshitos, ritos, costumbres ytradiciones de los cualesdesconocemos su origen,su perpetuación en el tiem-po e incluso su desapari-ción. En algunos de los ca-sos, los investigadores pe-camos en indagar ese pa-sado sin llegar a contex-tualizar la época, la socie-dad, e incluso el pensa-miento y la mentalidad dela población que propiciaesa constante que analiza-mos.

En el presente artícu-lo queremos dar a cono-cer, a través de dos cróni-cas periodísticas, lo queaconteció durante la Se-mana Santa de 1923 en laParroquia Matriz deNuestra Señora de la Con-cepción del Realejo Bajo.El anónimo corresponsaldel rotativo La Gaceta deTenerife, redacta sendosartículos sobre el antes yel después de este aconte-cimiento religioso, publi-cados el 17 de marzo y el11 de abril, respectiva-mente. Relatos de otrotiempo en un pueblo, quepor esas fechas estababajo el mandato municipaldel alcalde D. DomingoAlbelo y Albelo, que en-tre otras acciones hizotodo lo posible para lainstalación de la luz eléc-trica, un acontecimientoque se vivió con gran ex-pectación el 15 de abril deaquel año. Con una carte-ría, dos sociedades de re-creo equipo de fútbol,banda de música y entu-siastas vecinos; el Reale-jo Bajo, viviría entre losdías 25 de marzo al 1 deabril, una Semana Santamás, con sus respectivascelebraciones religiosasen el templo, las proce-siones heredadas de tiem-pos pretéritos, o los ritos,como la celebración de La

Pasión en la mañana delMiércoles Santo, vestigiodel rito romano antiguo yde la tradición secular.También debemos de teneren cuenta la amplia exten-sión que tenía por esosaños la jurisdicción pa-rroquial, contando Icod elAlto, Tigaiga, La Azadilla

y Madre Juana, San Agus-tín, San Vicente, los case-ríos de las Ramblas, el Te-rrero y San Antonio, y elpropio casco, de ahí queel propio corresponsal co-mente la gran cantidad depersonas que asistían a lascelebraciones. Muchoqueda por conocer de ese

pasado, pero ahí quedaeste relato:

REALEJO BAJO

De las pasadas so-lemnidades religiosas.

Con mayor esplen-dor que en años anterio-res se celebraron en el pre-

sente los cultos de SemanaSanta.

El Domingo de Ramosse verificó la procesión delas palmas, repartiendonuestro párroco varios cen-tenares de ellas a todos losfieles que concurrieron al

Crónica de una Semana Santa.

Realejo Bajo 1923

(Pasa a la página siguiente)

Manuel Jesús Hernández GonzálezLicenciado en Historia del Arte.

Procesión del Calvario. Iglesia Matriz de la Concepción.

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buen amigo don AntonioHernández Estévez, quetuvo a su cargo la funciónde ese día, y que, con superseverancia y buena vo-luntad, supo vencer tantasdificultades, hasta poder lle-var a feliz término tan solem-ne y lucida función.

El Jueves Santosiempre ha resultado muybien en nuestro pueblo. LaComunión numerosísima,acercándose al Comulga-torio centenares de fieles,en cuyo acto dirigió alpueblo un elocuente e im-provisado discurso nues-tro Vble. y querido párro-co, avivando con su cari-ñosa palabra el amor delos fieles a Jesucristo.

Terminada la misase llevó en procesión laMajestad al Monumento,que ofreció un cuadro sor-prendente al descorrerseel velo negro.

Dicho Monumento,que representaba un her-moso sol con sus rayos deoro, en cuyo centro se co-locó la Majestad, fue obradel mayordomo, don Vi-cente Siverio Bueno. Lasluces, puestas con arte y

templo.Las procesiones del

Señor del Huerto y el Pre-so, magníficas. En ambasfunciones dijo dos elocuen-tes discursos el R.P. Supe-rior de los Misioneros delI.C. de María, venerable P.Antolín, de excelente efec-to, especialmente el segun-do, con sus hermosas con-sideraciones sobre las lágri-mas de San Pedro.

El Miércoles Santo,sobre toda ponderación.La misa, con diáconos, quecantaron la Pasión a tresvoces, a cuyo final se ve-rificó el estruendo, se os-cureció la iglesia, y elvelo del templo se rasgóde arriba abajo, recordán-donos la muerte del Justo:las vísperas solemnes porun nutrido coro, en cuyoacto se verificó la ceremo-nia de la bandera de Cris-to, el sermón del EcceHomo, a cargo del M.I.Señor Magistral de Tene-rife, doctor don HeraclioSánchez Rodríguez, gran-dilocuente como suyo.

La procesión delEcce Homo resultó comonunca: el Clero, las Her-mandades, las autorida-des, la Banda de música ymillares de fieles acompa-ñaron en todo el trayectode la procesión. Al des-canso de ésta en la calledel Medio, fue cantado unprecioso «Miserere» porun nutrido coro de más decuarenta voces, de seño-ritas y caballeros, acom-pañado por la Filarmóni-ca, cuya instrumentación ydirección estuvo a cargodel ilustrado compositordon Agrícola E. García.

Estos cantos se repi-tieron al pasar la proce-sión frente a la plaza deAntonio Domínguez Al-fonso, y fueron muy elo-giados por cuantas perso-nas lo oyeron, recibieronplácemes los directoresdon Agrícola E. García ydon José Espinosa, todoslos jóvenes cantores y elHermano Mayor, nuestro

gusto formaban una seriede círculos concéntricos,que daban un aspecto ver-daderamente encantador.

A las tres de la tarde,después de cantados losEvangelios, predicó elVble. Padre Antolín, quién,con su elocuente palabra,demostró el amor que Je-sucristo ha tenido siemprea la humanidad.

A las cuatro fue la pro-cesión del Crucificado a laque, a más de las autorida-des y Corporaciones, con-currió tanta gente que no serecuerda otra igual un Jue-ves Santo.

El Viernes, por lamañana fue la adoraciónde la Cruz. Autoridades,Hermandades y fieles, to-dos, en general, doblaronla rodilla ante la Cruz deCristo.

Terminados los cul-tos del día, salió la pro-cesión del Nazareno alCalvario, donde pronun-ció otro elocuente discur-so el Superior de los Mi-sioneros, que fue muyelogiado.

El Santo Entierro severificó con toda solem-

nidad, así como la proce-sión del Retiro, hablándo-nos el ilustrado predicadorsobre la soledad de la Vir-gen.

El Domingo de Pascuase deslució un tanto la pro-cesión a causa de la abun-dante lluvia caída esa maña-na. Sin embargo, salió laprocesión en un momentoque dejo de llover, y reco-rrió el corto trayecto de laIglesia a la Plaza de Nico-lás Martí.

Terminada la misa, elVble. párroco se dirigió alpueblo y emocionadísimodijo: «Me felicito de serpárroco de éste pueblo,donde se han celebradounos cultos tan espléndidos,unas procesiones tan luci-das y sin el menor inciden-te desagradable; felicito alas dignas autoridades quetan bien han sabido cumplircon sus deberes, tanto civi-les como religiosos; felici-to a las Venerables Herman-dades del Santísimo, y delCarmen, que con su nume-rosa concurrencia han con-tribuido a la mayor solem-nidad de la presente Sema-na Santa, y felicito también

a todos mis queridos feli-greses por la devoción y re-cogimiento con que han asis-tido a las funciones.

No recuerdo, desdeque soy párroco de este pue-blo, una Semana Santa detanta asistencia, de tanta so-lemnidad y tanto orden. Osdoy la enhorabuena a la vezque le deseo felices Pascuasa todos»

La Filarmónica contri-buyó con sus tocatas al lu-cimiento de todas las pro-cesiones y el MiércolesSanto por la tarde, a la delGran Poder de Dios, delPuerto de la Cruz.

Vaya nuestra felicita-ción más sincera y entusiastapara el digno director, y afi-cionados miembros de laFilarmónica, por su comple-ta afinación y por sus esco-gidas y preciosa colecciónde marchas.- El Correspon-sal.

Dejando este testimo-nio de otra época, hemos po-dido conocer un poco más,si cabe nuestro pasado, elde aquella Semana Santa deotro tiempo, que sólo cono-cemos a través de la histo-ria.

(viene de la página anterior)

Procesión del Encuentro. Realejo Bajo, década de los sesenta del siglo pasado.

Desde hace tiempovenimos llamando la aten-ción acerca del pésimo es-tado en que se hallan losramales de carretera queatraviesan esta jurisdic-ción, No obstante nuestrasjustas súplicas, poco se hahecho en pro de las aludi-das vías de ahí que, cadadía que pasa, se agravemás y más la situación.

Quizá nuestros la-mentos no habrán tenido eleco suficiente debido a lacreencia casi general deque las vías de comunica-ción del Norte de Teneri-fe son modelos de perfec-ción.

Hay que hacer, por lomenos, una excepción ental creencia. Dentro de lajurisdicción del RealejoAlto, enclavado en el cen-tro de Valle de Orotava, lamayoría de los ramales decarretera hállanse en esta-do casi intransitables.

Para la mejor com-penetración de nuestrasquejas detallaremos, uno auno, todos los ramales quenecesitan un urgente arre-glo.

«Gaceta de Tenerife»agosto de 1929

Ramal de la Monta-ñeta al casco del pueblo’

Constituye este ramaluna importante vía, ya queademás de ser de acceso ala capital del pueblo, for-ma el enlace de la carrete-ra; denominada de «El Pi-nito» con la general deOrotava a Buenavista.También tiene importanciaporque, debido a su buenasituación topográfica, estállamada a ser una larga cin-ta de viviendas.

Prueba del buen con-cepto que tiene esta carre-tera es que la Mancomuni-dad del Valle y el Ayunta-miento, desde 1927 y hastala fecha, han plantado ensus márgenes unos 600 ár-boles, algunos de los cua-les, preciosos cedros, tie-nen ya tres metros de altu-ra.

El número de bachesque hay en tal trozo de ca-rretera, es causa de que re-sulte sumamente incómodoel tránsito de pasajeros. Porotra parte, las constantesnubes de polvo, no solomortifican a los numerosos

moradores de los contor-nos de tal carretera, sinoque lleva trazas de acabarcon la arboleda, pues yahay muchos cedros queparecen pintados de barro.

Los esfuerzos denuestro amigo don RafaelMachado Llarena, entu-siasta presidente de laMancomunidad del Valle ygran protector de la arbo-leda serán inútiles mal-gastándose tiempo y dine-ro. Si no se pone remediourgente, ordenándose unarreglo rápido de dichavía, y se alquitrana delprincipio al fin.

Ramal de la CruzSanta hasta su enlace conel ramal anterior

Carece este ramal detodo afirmado, de tal suer-te que, no obstante los di-versos trabajos realizadospor el Municipio, hállasehoy con grandes canalizos,imposibilitándose el tráfi-co rodado. Por otra parte,las vueltas son rápidas yviolentas, impropias de uncamino por donde tienen que

circulan grandes camionescon frutos.

Tr ozo de carreterapor las calles de Viera yClavijo y San Agustín

Para adaptar la carre-tera que enlaza la generalcon el ramal primeramentecitado, de forma que laspendientes sean suaves y lascurvas amplias, se han ha-bilitado estas calles hacien-do en ellas diversas obras,y, entre ellas, algunas zan-jas de consideración, comoha ocurrido en la calle deViera y Clavijo, donde hanllegado hasta metro y me-dio de profundidad. Estosdesmontes hacen que hoytengan aquellas vías muni-cipales el aspecto de ba-rrancos, y que los morado-res de las casas contiguas,que antes vivían sin incon-venientes de las polvare-das, por estar las vías em-pedradas, se vean ahorasufriendo las lamentablesconsecuencias de densasnubes de asfixiante polvo,ya que estos trozos de ca-rretera han sido construi-

dos por el procedimiento an-tiguo de china y tierra Eseprocedimiento podrá estarbien para aplicarlo en aque-llas carreteras que se abranen pleno campo, pero nun-ca deben aplicarse allí don-de se sustituya una calle em-pedrada, dentro los centros,urbanos más importantes doun pueblo. Debe haber unaconsideración especial.

Por tales causas lla-mamos la atención de losseñores presidentes de lasMancomunidades de Tene-rife y del Valle, señoresSalazar y Machado paraque recaben un remedio ur-gente ordenándose el arre-glo de tales ramales, asícomo la inmediata coloca-ción del alquitranado enaquellos trozos que anteseran vías urbanizadas lomismo que en el ramal dela Montañeta al casco deeste pueblo. Por así recla-marlo la salubridad y or-nato públicos, el fomentodel arbolado y el tráfico tu-rístico en el Valle deOrotava.

Lamentable estado de las carreteras de Realejo Alto (1929)

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Ramal de La Montañeta.

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Un temporal de agua y viento causa destrozos en

plataneras por valor de 2,5 millones de pesetas (1936)

Nuevo Local de la Falange en la Cruz Santa 1937

En la tarde y nochedel martes último se des-encadenó en el Norte deesta Isla un fuerte tempo-ral de agua y viento, arra-sando las plataneras enmás de un 85 por 100 y latotalidad de las planta-ciones de tomate». En es-tos Realejos las pérdidasse calculan en más de dos

millones y medio de pe-setas.

El tránsito por laparte de la carretera quelimita con el RealejoBajo quedó interrumpidomás de veinticuatro horas,a causa de los enormes ár-boles que cayeron en lacarretera, haciéndose eltráfico por las calles de

la República, Pedro Pa-lenzuela y Joaquín G. Es-trada, hasta coger nueva-mente la carretera.

Las líneas de comu-nicación de Telégrafos yTeléfonos quedaron inte-rrumpidas. Los propieta-rios han quedado en lamayor miseria (ya quehace más de cuatro años

que se viene soportandouna crisis frutera por losínfimos precios de los fru-tos). El aspecto que pre-senta el valle de la Oro-tava, a causa de los des-trozos, es desolador.

En estos Realejos nose recuerda un temporalque haya hecho tanto dañoen las plantaciones de plá-

tanos y tomates. Llama-mos la atención del Go-bierno para que concier-te un crédito a los agri-cultores, a fin de aliviaresta triste situación enque han quedado sumidosestos pueblos del vallede la Orotava

El domingo último tuvolugar en esta el traslado delcuartel de Falange EspañolaTradicionalista y de lasJONS, a un nuevo edificio.

Con tal motivo se cele-bró un desfile de Falange Fe-menina, Masculina y Flechas,que con su banda de corne-tas y tambores daban másrealce al acto.

Ya frente al nuevo localhicieron un alto las fuerzas, yde uno de los balcones delamplio edificio, la niña OlgaMorales Méndez leyó unaslíneas alusivas al acto, en lasque hacía un cariñoso llama-miento a todas las niñas queaun no son falangistas paraque se apresuren a serlo, paraasí compartir la labor empren-dida y el honor de pertenecera tan noble institución. Al ter-minar fue muy aplaudida.

Acto seguido, el se-cretario de Flechas y escri-tor, don Alfonso González,leyó un discurso sobre ellema «Patria», que nos de-leitó por unos momentos yosechó infinidad de aplau-sos.

Cerró el acto el .pro-fesor y secretario de Falan-ge de segunda línea, donManuel Farráiz, el cual, enun extenso y documentadodiscurso, expuso al numero-so público allí congregado,en qué consistía el engran-decimiento de los pueblos,los móviles de Falange e hizoun llamamiento al pueblopara que cooperara al levan-tamiento del mismo, a la ins-titución que pertenecía ytodo lo que significara cul-tura y el progreso.

El señor Farráiz fue

también muy aplaudido. Sedio fin a tan simpático actocon el himno de Falange Na-cional.

Mejoras UrbanasSe rumorea que el ca-

mino nos une con el Realejo

Alto por el Mocán se va a arre-glar en forma de pista con fon-dos del auxilio del Paro Obre-ro.

Pero lo que no se debeolvidar por ningún conceptoes el camino de la Zamora,única vía de comunicación

que hoy tenemos con el Rea-lejo para vehículos tracciónmecánica, y la cual se halla enun estado de verdadera des-composición, lo que es lamen-table.

«Gaceta de Tenerife»

noviembre de 1937

«Hoy»

enero de 1936

El viento destrozó también la totalidad de la cosecha de tomates.

Calle Real de La Cruz Santa .

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Gaceta de Tenerife

enero y febrero de 1937

Ya en otra ocasión hu-bimos de alabar el noblegesto de unas pequeñasque, entusiasmadas de amora España, quisieron ponerun granito de arena en lamagna obra de ayudar a losdefensores de la Patria queluchan por nosotros en losfrentes de batalla y pedía-mos que aquel ejemplocundiera, y en verdad queha cundido.

El domingo pasado tu-vimos el gusto de asistir aotro acto organizado porotro grupo de pequeñas delhermoso barrio de La Ca-rrera, que no han queridoser menos que sus herma-nas del casco y también sellenaron de entusiasmos yamor a la Madre Patria paraponer sus cortas energías ysus pocos años al serviciode esta noble causa que to-dos defendemos.

En un soberbio salónlevantan un artístico esce-nario que adorna un hermo-so letrero, que es el gritode victoria ¡ARRIBA ES-PAfíA VIVA FRANCO!,llevando por fondo la her-mosa bandera rojo y gual-da; detrás de ese escenariolucen sus habilidades to-das, un grupo de niños y ni-ñas de corta edad; un gru-po de patriotas inocentesque sienten caldeadas susalmas y que contribuyen ala salvación de su religióny de su patria con lo quepueden hacer. El públicoles aplaude desde que apa-recen cantando el himno delos legionarios, hasta que elpequeño Manuel Hernán-dez Díaz, que actuaba deMantenedor, en su corto einspirado discursito da lasgracias a todos, pide per-dón por sus faltas y termi-na con un ¡Viva España!

¿Quién puede ponerfaltas a aquel acto que a losmismos grandes da una lec-ción de patriotismo?

Todos los pequeñossobresalieron en sus pape-les: cantos y cuadros. A to-dos se les notaba la satis-facción de sus hermosos co-razones al tener ocasión de

Veladas Patrióticas en La

Carrera y La Zamora (1937)servir de ayuda a sus her-manos los soldados espa-ñoles, porque todo aquelentusiasmo lo hacían pararecabar fondos para el Ta-ller Patriótico y para abri-gar a los que en el frentenos defienden de la barba-rie roja.

Su entusiasmo culmi-na cuando aquellas manosaprietan—por temor a per-derlas—las SETENTA YCINCO PESETAS quehan sido producto de sutrabajo para entregarlas alTaller, donde se han deconvertir en ropas que ali-

viarán el frío de España ensus soldados.

Cada una de esas pe-setas lleva el valor de un co-razón pequeño por la edad,pero grande por la voluntad.Ahí van sus nombres paraejemplo de grandes y acica-te de chicos:

Liles Hernández, Qui-rina Rodríguez, María LuzGarcía. Adela González,Antonia Hernández, JuliánPalmero, Saturnino y Agus-tín Hernández, Manuel yMatilde Díaz, Manuel Her-nández, Manuel H Díaz yVidal Torres.

Para todos y para susorganizadores mi, más cor-dial enhorabuena ¡Viva Es-paña, que tan hermosas re-servas tiene para su porve-nir ¡

Velada en La Zamora

Por un grupo de niñosde la escuela que en Zamo-ra, dirige con tanto aciertola culta maestra doña Ra-faela García Axanda, se im-provisó una hermosa yagradable Velada literaria,con objeto de recabar fon-dos para el Taller Patrióti-co que funciona en este pue-

blo.La semilla lanzada

desde este mismo lugar haido dando sus frutos porqueno se sabe qué más asimi-lar en estos grupos de ni-ñas que van rivalizando enentusiasta patriotismo, po-niendo a contribución susenergías para ayudar a lanoble causa que en estosmomentos se defiende enEspaña. Hubo cantos, lec-tura de trozos de divulgacióncientífica y alocuciones pa-trióticas y trabajos de Juande Sevilla, ya conocido porlos lectores de GACETA DETENERIFE. Muy bien porestas niñas de Zamora, a lasque felicitamos, en especiala su maestra y al grado deentusiastas directoras. Tie-nen en preparación otra obracuyo producto será destina-do a la suscripción «para elaltar patriótico de Tenerife.

El producto de la ve-lada, que ascendió a la res-petable cantidad de cien pe-setas con veinticinco cénti-mos fue entregada para elTaller Patriótico, descontan-do una pequeña cantidad quedieron para ayuda del cultode la parroquia. ¡Dios ben-diga estos sentimientos no-bles¡

Representación de «Isla

Adentro» de Crosita

En el teatro-cinetuvo lugar en la noche deldía cinco del presente mesla repetición de «IslaAdentro», de puro saborisleño, obra del popularescritor D. Diego Crosa(Crosita), representadagenuinamente por el Cua-dro Artístico de la ciudadde La Laguna, que fuemuy aplaudido.

Esta velada fue dadaa beneficio del Taller Pa-triótico de este pueblo, elque se propone con el pro-ducto de la misma y algu-na otra colecta que pien-san llevar a cabo en elpueblo las operarías del

mismo, comprar algunasprendas que mandar a los va-lientes y aguerridos soldadosque luchan en los frentes debatalla por la España Una,Grande y Libre.

También a la termina-ción de dicha velada, se llevóa cabo una rifa de un precio-so muñeco de talco, que paradicho objeto donó el bonda-doso y patriota comerciantede la Orotava, don AdolfoHerreros, al que damos ennombre del Taller las más ex-presivas gracias por su dona-tivo tan desinteresado y es-pontáneo.

La Carrera.

Diego Crosa. «Crosita»

Amanecer

diciembre de 1937

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Restauración de la torre de la

Iglesia del Apóstol Santiago (1923)

Terminada en No-viembre del año pasado larestauración de este glorio-so e histórico templo, eratambién necesario arreglarla torre del mismo, porqueen algunas partes de ella elagua filtraba en las paredesy las perjudicaba mucho, lospocos azulejos antiguos quequedaban se desprendían yera peligroso pasar por de-bajo de la torre por ser muyposible caer un azulejo ymatar al transeúnte; ademásde que la madera que for-ma el armatoste de la pirá-mide se destrozaba con elaire y con las lluvias.

Por esto se empezaronestos trabajos el día 27 deNoviembre último, teniendoque suspenderlos el día 2 deDiciembre por el mal tiem-po, propio del invierno, ypor otras causas que impi-dieron continuarlos. Por fin,adquiridos los azulejos es-peciales, concertado el se-guro de los trabajadores ypreparado todo lo necesa-

rio, fueron reanudados lostrabajos el día 14 de Mayoy se terminaron el día 25 dejunio último.

Toda la pirámide de latorre está vestida ahora deuna teja especial de coloramarillo y rojo, traída de

Marsella, que, al recibir losrayos del sol, parece fuego;la antigua y destrozada ba-randa de madera ha sido sus-tituida por una balaustradade cemento armado; se hancolocado artísticos balaus-tres en los huecos que no los

tenían antes; corona la cús-pide una preciosa veleta debronce con su saeta indi-cadora de la dirección delos vientos y con visiblesletras que señalan los cua-tro puntos cardinales; ytoda la torre ha sido revo-

cada y pintada de color decemento.

De modo que ahoraesta torre, con sus 40 me-tros de altura, poco más omenos; con un refulgentevestido de colores rojo ygualdo, como los colores dela bandera española denuestros amores, en su pi-rámide coronada por lindaveleta; con los artísticos ba-laustres que la circundan; ytoda ella revocada y hermo-seada, aparece nueva, es-belta y digna compañera deesta restaurada iglesia delRealejo alto.

Millones de graciassean dados a Dios por ha-bernos ayudado a terminarfelizmente la restauración deesta iglesia y torre, y sobretodo por no haber tenido lostrabajadores el más peque-ño accidente, a pesar de ha-ber sido verdaderamente pe-ligrosas estas obras.

Antonio Fernández de la Rota

dedica una novela a Realejo Alto

Por el cultísimo co-mandante de Estado Mayordon Antonio Fernández dela Rota y Tournau, ha sidodedicada a este pueblo, ex-presamente la novela de am-biente canario «»La hija delMencey’», que dicho señoracaba de publicar, consig-nando en su primera páginael siguiente escrito: «Para elAyuntamiento de RealejoAlto, antiguo emplazamien-to del campo en el que lashuestes hispanas acaudilla-das por el gran Fernándezde Lugo se fundieron en fra-ternal y amorosísimo abra-zo con los guerreros delnoble y esforzado MenceyBencomo, cuna del ilustrehistoriador Viera y Clavijoque perpetuó en sus obraslos hechos heroicos y no-bles de los dos pueblos, his-pano y guanche, que para

siempre se fundieron por elamor en el evocador lugara cuyo ayuntamiento, comorepresentación del mismo,quiere rendir este sincerocomo modesto homenaje».

Es digno de encomio

el singular recuerdo del bi-zarro militar-literato porcuyo acto la Corporaciónmunicipal de este pueblo hahecho constar en actas sumás profundo agradecimien-to.

Juan CervíaBoletín Oficial del Obispado

de Tenerife. 1923

Ayer noche se exhibióen este pueblo la grandiosay monumental película dela fabricación completa delautomóvil marca «Stude-bake», la cual agradó mu-cho, augurando desde lue-

De Realejo Bajo. Película notable

go un completo éxito a lamarca del citado coche,cuya fábrica es en la actua-lidad la segunda del mundo,donde trabajan más de 21empleados.

«Hoy»octubre de 1932

Realejo Bajo. Cine sonoro

Dentro de breves díasse inaugurará, el nuevo apa-rato sonoro, para disco ybanda del Cinema Reale-jos; la empresa ha contra-tado una selección de pe-lículas de las mejores quese proyectan en los Cinesde Tenerife

«El Progreso»enero de 1925

Placa descubierta con motivo de las obras de restauración de la torre de Santiago.

Vista de Realejo Alto.

Curiosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasado

El domingo próximo,pasado, día 21 del corrien-te, fue de júbilo para este pin-toresco pago, pues en el si-tio denominado «La Coro-na» se celebró: la Fiesta delÁrbol, organizada por nues-tro digno Ayuntamiento delRealejo Bajo.

Serían las once de lamañana cuando hicieron suentrada en el pueblo la bienorganizada Tropa de Explo-radores del Realejo que, consu Banda de música tan per-fecta, deleitaba al vecindariocon alegres pasodobles.

Poco antes de llegar ala ermita se halló la referidatropa con el grupo de estalocalidad, que salía a su en-cuentro y el cual había sidoatentamente invitado pornuestro joven y dignísimo al-calde don Tomás Hernándezy Hernández. Inmediatamen-te hicieron alto ambas tropasy con muy buen acierto seacordó el ingreso de estegrupo en las filas de nues-tros simpáticos visitantes, si-guiendo en marcha hasta laplaza, donde, después de unpequeño descanso, se siguióhasta «La Corona» y a cuyositio se llegó sin el menoraccidente.

Acto continuo, se pro-cede a la siembra de los ar-bolitos: grandes y chicos co-mienzan el trabajo, y hasta elmismo alcalde le hemos vis-to con su azada arrimándoletierra a las pequeñas plantas.Terminado de plantar los ár-boles, en número superior adoscientos, se organiza ladistribución del almuerzo,para lo cual se manda a for-mar ambas tropas para que,en ordenado desfile, cadacual tome su ración, idea quese abandona al momento porpresentarse un grave incon-veniente, consistente en quelos «icolalteros» no llevaronplato. Siempre han de bailarcon la más fea, pero esto seenmendó al momento pues-to que los «realejeros» faci-litaron sus platos, y enton-ces se organizaron grupos deseis, compuestos de tres delRealejo y tres de aquí, co-miendo dos en cada plato.Sentados todos los mucha-chos en la forma que antes

hemos dicho, vemos a loscultos y simpáticos instruc-tores distribuyendo papasde las canastas, otros con lasbotellas de mojo, los poli-cías con calderos de pesca-do y nuestro popular alcal-de y el digno señor juez dis-tribuyen el pan de un cestomás que regular.

Terminada la comidapasan todos a tomar su tro-cito de queso y la cepita devino, con lo cual se da fin altípico almuerzo.

Después, retozos, mú-sica y cantos y, luego, al or-ganizarse la partida, lo queno podía faltar: un discursoexplicando a los niños el sig-nificado del acto que se ce-lebraba aquel día.

De este se hizo cargoel digno presidente del AltoPatronato de ambas tropasde Exploradores, don PedroRodríguez Siverio, el cual,con palabra fácil y sencillapara la comprensión delniño, explicó la importanciay los inmensos beneficiosque al hombre le reporta elárbol.

«No solamente lacuna—dijo— donde nues-tras solícitas madres meceny contemplan nuestras pri-meras e inocentes sonrisas,ni tampoco el ataúd dondepara siempre se encierran y

conducen nuestros restos ala última morada, es lo quenos da el árbol. Las prime-ras letras que aprendemos enla cartilla, luego los libros quedespiertan nuestra inteligen-cia y más tarde los periódi-cos y revistas que diariamen-te nos informan de cuantoocurre en las cinco partes delmundo, todo esto, queridosniños, son beneficios que elárbol nos da, pues de la ma-dera se extrae una pasta conla cual se hace el papel.

Pero aún más, el aguaque apaga nuestra sed, esepreciado líquido sin el cualel hombre no podrá vivir, esobra del árbol, pues más queprobado está que en los si-tios donde éste no existetampoco existe aquella,como el desierto de Sáhara,en África, otros muchos pu-diera citar donde no existela lluvia, ni la vegetación ninada.»

De tan hermoso discur-so quisiéramos traer a estascolumnas algunos párrafosmás, pero viendo que nues-tro pobre escrito se ha alar-gado más de lo que pensá-bamos, sentimos no repro-ducirlos, y terminamos laspresentes líneas felicitando alculto orador, a nuestroAyuntamiento, a los jefes einstructores de ambas tropas

El próximo domingo secelebrarán en esta localidadsiete riñas de gallos entre unpartido formado por jóvenesaficionados de esta localidady otro del vecino pueblo delRealejo Bajo, no teniendomás objeto que allegar fon-dos para la construcción delcampo de deportes de estepueblo, cuyas obras se en-cuentra muy adelantadas.

Partido del RealejoBajo. 1. Naranjo, de donBernardo González. 2. Gior,de don José Díaz Suárez. 3.Melado, de don Víctor Ya-nes Pérez. 4. Negro, de don

Severiano Yanes. 5 Giro, dedon Domingo Pérez. 6 Co-lorado, de don Antonio MeloSocas. 7 Canabuey, de donAgustín González Espinosa.Por el partido de la Cruz San-ta. 1. Giro, de don DomingoLuis González, 2. Colorado,de don Domingo Quintero. 3.Giro de don Isidro Páez;. 4.Giro, de don Andrés Plasen-cia Pérez. 5. Colorado, dedon Agustín Armas Arocha.6. Giro, de don Manuel Ro-dríguez. 7. Giro, de don Del-miro Oramas Trujillo

Riñas de Gallos entre los partidos de

Realejo Bajo y La Cruz Santa

y a todas las personas queasistieron, agradeciendo atodos los deferencias quetuvieron para con este humil-de representante del cultodiario GACETA DE TENE-

RIFE, el cual agradece, enparticular a nuestro digno al-calde, la invitación que se leenvió.

Gaceta de Tenerife

abril de 1929

La Fiesta del árbol en Icod el Alto (1929)

Camino Real de Icod el Alto. Foto Baeza.

Pelea de Gallos.

Gaceta de Tenerife

abril de 1937

Curiodidaes del pasadoCuriodidaes del pasadoCuriodidaes del pasadoCuriodidaes del pasadoCuriodidaes del pasado

Visita de Pilar Primo

de Rivera (1942)

Con gran brillantezse celebró el domingo enel Realejo Alto la inaugu-ración del magnífico cam-po de deportes construidopara el Frente de Juventu-des por iniciativa de su ce-loso alcalde y, Jefe Localde la Falange, CamaradaMiguel Cedrés.

A las 10 de la mañanase celebró una misa en laiglesia parroquial asistiendotres centurias de Frente deJuventudes de los pueblosdel Valle, con sus respecti-vos mandos.

Terminada la misa,desfilaron los juveniles antelas autoridades y Jerarquíasdel Movimiento, entonandoel «Cara al sol».

Por la tarde se efec-tuó la bendición del nuevocampo por el párroco donCarlos Delgado, actuandode madrina la señorita Mer-cedes Reyes Hernández.

Después de jugar losequipos del Frente de Juven-tudes de esta capital y delRealejo Alto, en el que ven-ció el primero por 3-0, secelebró un encuentro entre elTenerife y el Unión Portuen-se, venciendo el primero por2-1, marcados por el cen-tro delantero del equipo deesta capital, Nieto.

Hizo el saque de ho-nor la niña Lola Cedrés Gar-cía, del Frente de Juventu-

des de los Realejos.A estos actos que,

como decimos, resultaronmuy lucidos, asistieron elExcmo. Señor GobernadorCivil accidental, camaradaLa Rocha; Jefe Provincialdel Movimiento, camaradaAmigo; delegado acciden-tal del Frente de Juventu-des, camarada Marichal;delegado de Investigación,camarada Padrón; repre-sentante del comando mili-tar de la Orotava; inspec-tor, oficiales y profesoresde Educación premilitar, y

Inauguración del Campo de

Deportes de Realejo Alto (1942)

jefes locales de la Orotava,Puerto de la Cruz, RealejoAlto y Realejo Bajo.

También asistieron elpresidente de la FederaciónTinerfeña, señor López yMartín Romero, y represen-taciones de las entidades de-portivas. Felicitamos al ca-marada Cedrés por el éxitode su iniciativa, al dotar alRealejo Alto de un campode deportes, así por la bri-llantez que revistieron losactos del domingo en aquelpueblo. EL DIA

( marzo de 1942

En las primeras horasde la tarde la comitiva queacompaña a Pilar se dirigióal Realejo Alto, donde el ve-cindario le hizo objeto deuna cordialísima acogida.Camaradas de la Falange,formados a uno y otro ladode la carretera, a la entradadel pueblo, saludaban bra-zo en alto al paso de la her-mana del Fundador. El Obis-po de Tenerife, Fray AlbinoGonzález, y el Alcalde y JefeLocal, camarada Cedrés,acompañaron a Pilar Primode Rivera a la Escuela delHogar, donde presidió la so-lemne inauguración de estenuevo Centro Nacional-Sin-dicalista. El local fue ben-decido por el Prelado. Acontinuación hizo uso de lapalabra la Delegada Nacio-nal en frases elocuentes di-rigidas a las camaradas dela Sección Femenina. ElObispo de la Diócesis, in-vitado a hablar por Pilar Pri-mo de Rivera, glosó brillan-temente unas palabras deésta, dirigiéndose a las fa-langistas. La Delegada Na-cional hizo una ofrenda de

flores ante la Cruz de losCaídos.

En el Ayuntamientodel Realejo, el alcalde ofre-ció un vino de honor a Pilary a las autoridades.

En el viaje hacia laOrotava, la Delegada Na-cional se detuvo en el Rea-lejo Bajo, donde, igualmen-te, fue objeto de un cariño-so recibimiento. Habló tam-bién allí de las camaradas,y en su honor se celebró unacto en el Ayuntamiento.

EL DIA( marzo de 1942

Concesión del título de Villa a Realejo Alto (1942)

Debido a eficacesgestiones organizadas porsu alcalde y jefe local delMovimiento, camaradaMiguel Cedrés, la Supe-rioridad ha otorgado el tí-tulo de Villa al Pueblo delRealejo Alto.

La noticia de estadistinción que el Gobier-no confiere a aquella pro-gresiva localidad del Nor-te de la isla, ha sido aco-gida con verdadero júbilopor su vecindario, exterio-rizándolo públicamente enmanifestaciones de simpa-tía y adhesión al Caudillo.

Al concedérsele alRealejo Alto el título de

Villa, se recoge una sentidaaspiración de aquel pueblo,que en un afán y desvelo au-ténticamente falangista, ha

laborado incesantementepor su progreso, capaci-tándose para recibir contodos los méritos el galar-

dón de que se le hace ob-jeto.

EL DIA( mayo de 1942)

Una de las muchas formaciones del Realejos. Años 50 del siglo XX.

Pilar Primo de Rivera.

Certificación del Escudo de Armas de Realejo Alto. Junio de 1929

Curiosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasado

Este libro que tengo en-tre las manos, ni está escritoahora ni se ha publicado enGran Canaria. Hace dos o tresaños, su autor tuvo la genti-leza de permitirme la lecturadel original. Me agradó sobre-manera; había en aquellascuartillas una probidad tanserena, un tan recatado y lim-pio acento, que comprendí alinstante lo preciso que se ha-cía publicarlo, y aunque sutexto no rozara más asuntosque los atinentes a la Hacien-da famosa de los Adelantadosde Canarias; allá, en la tierrafértil de los bellísimos Reale-jos.

Las cosas no vinieronbien y un buen día GuillermoCamacho rescató su manus-crito. Ahora, el Instituto deEstudios Canarios de La La-guna nos lo ofrece en su se-rie de publicaciones. (1).

El libro encierra otrascalidades. Es, en primer tér-mino, un alarde documental deprimera mano. Poca cosa sa-bida hay en sus páginas.Para lograr este éxito de ori-ginalidad indiscutible, el au-tor pone a contribución el Ar-chivo de la Hacienda, quehoy posee,-—en unión deesta,—su familia. Hoja ahoja, con quieta seguridad,los viejos papeles han desti-lado su esencia en las cuar-tillas, gracias a la pacientísi-ma, asentada labor investi-gadora de su dueño, que con-tribuyendo a la cultura regio-nal salva, así sus propiasexistencias de cualquierquiebra posible.

Guillermo Camachodistribuye su trabajo enasuntos o capítulos.

Algunos tan importan-tes como el dedicado a] Rea-lejo de Abajo, que acaso notenga importancia para unainteligencia extraña y «uni-versal», pero que encierrapara nosotros todo el encan-to inexpresable de lo propioy sentido.

¿Ruralismo? ¿Estre-chez de visión? ¿Mezquin-dad?... No lo sé.

Pero la emoción inti-ma, ahogadora que experi-menté contemplando a Te-ror y su cuenco de monta-ñas la «Escudilla de la Vir-gen»-, desde el misérrimopajar de San Matías, entreel silbo agónico de sus vie-

jos pinos solitarios, no la hesentido ante ningún paisajeextrainsular, y conste que hevisto unos cuantos.

Toda la evolución de laHacienda y sud contornos sehistoria, con morosidad gozo-sa. Cada piedra confía su se-creto al historiógrafo y las lar-gas hileras de pleitos y trapi-sondas entreabren lo com-pacto de su intríngulis frenteal tacto atinado del investiga-dor. Desde esas gallinas «sui-generis» que Luis «el Cana-rio» ha de tributar cada añopor la gracia de un solar has-ta las notas del final del XIXen que se ‘ asiste- como a laliquidación de un cosmos oxi-dado y herrumbroso, todoestá allí.

Gracias a esta diligentelabor investigadora podemosalzar hoy en el recuerdo a esedelicioso ‘’Genio del Reale-jo», vestido de follaje y co-ronado de rosas en una loaque se representa en la Er-

mita de la Cruz. Y a la Reinade Escocia, frágilmente ena-morada, subir como MaríaEstuardo, Reina Católica einmortal, las gradas del patí-bulo, arrastrando en el dra-ma su traje de corte y arras-trando su pena como un cho-rro de sostenidas lágrimas...

Yo, la verdad, no pue-do imaginarme, en nuestrosiglo XVIII, una escena pa-reja, no ya en Guía o Fonta-nales, sino en la ciudad mis-mísima del Real de Las Pal-mas... El drama se alzó en lossalones de la «Casa de la Pa-rra», y don José Cívico y Por-to fue su autor.

Guillermo Camacho nohace «literatura». Es decir ori-lla toda garambaina repipiaday el repipiado floripondio y seciñe al asunto con severa aus-teridad. Gracias a esto —tanpoco, y tanto —su libro seráde esos que quedan. Dentrode un siglo lo leerán las gen-tes con fruición análoga a esta

que siento ahora al traspasarla correcta sucesión de sus pá-ginas y tras la lectura, llena deesparcimientos preñados desugerencias, apunta en el re-cuerdo no la gloria de donBenito, grande y discutida sinola gracia socarrona que fluyede entre las líneas del Diarioinmortal de aquel clérigo de-cidido que fue don DomingoPérez Macías, capellán de laexpedición canaria en la me-morable francesada, tío delautor de los «Episodios», —inmarcesibles por españoles—, ya que, como reza el dicho,fue «de los Pérez de Valsequi-llo», a cuya cantera pertene-ce, por igual vía, el autor estede «La Hacienda de los Prín-cipes».

Todo esto el lector sen-sible lo va adensando en el es-píritu en su viaje por estas pá-ginas frescas, sencillas, quehistorian las viscisitudes de lapropiedad famosa con unagentil y clara gracia. Y ahora

viene a mi consciencia el eflu-vio sin calificaciones de laFIORETTI incomparables.

Está el volumen pulcro,limpiamente editado, en la vie-ja imprenta lagunera de Cur-belo Así Tenerife continúa sos-teniendo su alta línea de siem-pre en el terreno tipográfico.

Aunque por Canaria va-yamos ya aprendiendo, y sehagan cosas que no desmere-cen de las hechas en las hastahace poco inigualadas prensastinerfeñas. Ahí están las «Edi-ciones Gabinete Literario» yesas otras que Juan ManuelTrujillo gobierna con buentino; y el «Maví» reciente deVicente Mújica, y otras másen trance de alumbramiento,entre las que tendrá lugar pri-mero un volumen en que Si-món Benítez, recoge sus con-ferencias del Museo sobreGeografía Canaria...

Esto, con ser mucho, nolo es todo. Hace falta, a másde saber publicar libros, saberleerlos, y saber también—¡ay!—comprarlos.

¿Se andará este camino?Creo que sí. Sería tremendover que no hemos adelantadouna pulgada desde aquellostiempos en que Gil de Arri-bato, gran cínico, pergeñó elprólogo, saladísimo, exactocomo una puñalada que pusoal frente de sus inolvidables«Crónicas de la Ciudad y dela Noche»’.

Por ahora, lector, buenamigo, alégrate de que la his-toriografía canaria se hayaenriquecido con una obra dela calidad de esta en que Gui-llermo Camacho y Pérez-Galdós nos da la flor de suArchivo particular. Aguarde-mos a que nuestros posee-dores de protocolos familia-res se decidan no a hacer lomismo, si no a darnos los ín-dices someros de sus exis-tencias, ya que así contribui-rán a la cultura del medio ya asegurarse, para un futuroincierto, la filiación públicade sus existencias.

(1) Guillermo Camachoy Pérez- Galdós. «La Hacien-da de los Principes». Conse-jo Superior de InvestigacionesCientíficas en la Universidadde La Laguna. Monografías.Sección 1. Ciencias Históri-cas y Geográficas. Vol. VI.Sec- I, N.2 2) Tirada de 500ejemplares numerados.

«La Hacienda de Los Principes» de

Guillermo Camacho y Pérez GaldósNestor Álamo

Hacienda de Principes. Revista Hespérides 1926

Relatos de viajerosRelatos de viajerosRelatos de viajerosRelatos de viajerosRelatos de viajeros

Adolphe Coquet, arqui-tecto francés (1841-1907), cur-só sus estudios y desarrollótoda su actividad en Lyon. Susobras más notables en Franciason el Hospital General de Vi-chy (1885-1887) y el Sepulcrode los Niños, de Rhone. Viajódos veces a Tenerife, la prime-ra en la 1882 para realizar elmausoleo situado en los jardi-nes del antiguo Hotel Victoria,en La Orotava, y la segunda, en1889, para realizar los planosdel edificio sanatorio del Tao-ro-Gran Hotel Jardín en el Puer-to de la Cruz. En su primer via-je escribió el libro «Excursióna las Islas Canarias» del cualentresacamos este relato.

«Bajo el sol de mayo elTeide se ha desprendido de lanieve: es el momento de inten-tar su escalada, pero antes deemprenderla me queda por des-cribir y recorrer la parte máshermosa del Valle de La Orota-va. Precisamente es la que ten-go que atravesar para ir al Rea-lejo, pequeño pueblo donde voya preparar la primera etapa de miascensión.

La carretera se extiendeparalela al mar, un poco másdebajo de La Orotava. Cuandome encuentro en medio de lavegetación frondosa de la islatengo que hacer las mismas des-cripciones, con la diferencia deque, si bien mi relato se vuelvemonótono, la impresión quesiento me parece siempre nue-va y el espectáculo tan grandio-so como la primera vez que lovi.

Este ancho y bonito cami-no por el que me interno estábordeado completamente porgigantescos eucaliptos, tamaris-cos y adelfas que expanden a lolejos sus ricos olores. En lasramas de los árboles, en losmatorrales, por todas partes, seven flores con matices más va-riados y más vivos, verdaderosbosquecillos de rosas y gera-nios con los colores más bri-llantes.

Incluso los barrancos pa-recen haberse puesto un ador-no festivo. Ya no es necesariodar rodeos, pueden atravesarsesobre puentes.

Algunos de ellos han te-nido que llevarse a efecto concostosas y trabajosas obras,

El arquitecto francés Adolphe Coquet

en Los Realejos de 1882pero lo pintoresco no ha perdi-do nada y la comodidad de lascomunicaciones ha ganado mu-cho.

Dejamos a la izquierda, amedia ladera, un camino quecomunica con dos pequeñospueblos, La Perdoma y La CruzSanta, que vemos por debajo delmonte de castaños cubiertos deverdor. Del lado del mar se venlas costas que avanzan en pro-montorios, perfilándose de unamanera extraña. En un rincóndel terreno que desciende has-ta el mar descubrimos una es-tancia deliciosa: La Rambla deCastro. Es una quinta bonita,completamente rodeada de pal-meras y cuyos jardines, regadospor las fuentes que manan de losbosques vecinos, siguen las milvueltas de las cavidades en lasque están de alguna manera sus-pendidos. Las terrazas, unidaspor desfiladeros estrechos quebordean los contornos delacantilado, dominan el precipi-cio, los manantiales brotan detodas partes, uniendo su dulcemurmullo al ruido de las olasque vienen a morir a nuestrospies.

Más arriba de la Ramblade Castro, la carretera debe de-jar la línea recta que hemos se-guido durante seis kilómetrospara subir por las numerosascurvas de las pendientes queconducen a los pueblos de LosRealejos, situados a mitad de lacuesta de la cadena que tene-mos que escalar. El Realejo deArriba se distingue por su cam-panario, que se ve desde lejos ypor un hermoso drago que des-taca su silueta sobre el fondode las montañas.

Es una ciudad pequeña endonde también las pendientesde las calles desafían las leyesdel equilibrio. Pero uno seacostumbra a todo y, como estocontinúe igual, terminaré porcreer que la línea horizontal noexiste en Canarias.

En el Realejo organiza-mos nuestra caravana. Apalabra-mos asnos y caballos que, aun-que no tengan buen aspecto, nodejan de ser buenas bestiasacostumbradas a las montañas,encontrando siempre el mediode pasar por los senderos másinverosímiles sin ningún obstá-culo. Los guías hacen al mis-

mo tiempo de mozos de equi-pajes, pues, como las bestias,son infatigables y seguros. Encuanto a las provisiones, lashemos traído con nosotros yfueron elegidas con todo el cui-dado que requieren las circuns-tancias; el malvasía no ha sidoolvidado. Son medidas pruden-tes, pues el Realejo no ofrece anuestros estómagos sino recur-sos muy limitados.

Comenzamos a subir lapendiente escarpada que domi-na al pueblo y pone término alValle de La Orotava. A la salidaencontramos una cantería, unaroca compacta volcánica de unverde oscuro. Después, subi-mos rápidamente. El camino esmalo, resbaladizo, recordándo-me al de Aguamansa. Grandesbloques de obsidiana pulidoscomo el acero se mezcla conlos de basalto y con los trozosde lava que se empeñan en em-pedrar el camino. Serpentea-mos por la falda de la montañaque a veces nos domina. Desdeallí se ven pequeñas fincas detrigo en las gradas más o me-nos estrechas que en ciertospuntos bordean el camino. Delas grietas de la roca salen hi-gueras y pequeños chorros deagua brotan con frecuencia.

A mil doscientos metrosalcanzamos una granja que co-rona el extremo de la cadenapróxima al mar. Ya la habíamosvisto de lejos bajo la forma deun punto blanco, como un farosobresaliendo en la pendiente,cuando íbamos hacia el Reale-jo.

Desde allí el panoramaes soberbio, muy superior al dela cuesta de Santa Úrsula, don-de acabamos por primera veztodo el conjunto del valle. A par-tir de la granja dejamos el sen-dero pedregoso encajado en laladera de la montaña y desdeahora vamos a continuar la su-bida sobre su cresta. Pero no poreso nuestra ascensión es más fá-cil: baches a cada paso, recodosbruscos más allá de los cualeshay que escalar los peñascos,senderos abarrancados por laslluvias, precipicios profundosque lo rodean, en una palabra,todo nos obliga a poner pie entierras varias veces para evitarlos accidentes, pues, por muyhabituadas que estén a caminarpor estos montes escarpados,nuestras monturas flaquean.

A nuestros pies, en elfondo del valle, se distingue cla-ramente los campos de Los Rea-lejos; grandes estanques brillan

como espejos bajo los rayos desol; las atarjeas, parecidas a del-gados hilos de plata, distribuyensus aguas en el campo, surcadopor completo de grandes mu-ros de piedras volcánicasarrancadas del suelo y dis-puestas en montones más omenos anchos con el fin dedejar un espacio fácilmentecultivable.

A medida que subimospor la cresta de la montaña, queforma una de las estribacionesdel gran circo de Las Cañadas,vemos desplegarse el paisajede la isla que existe detrás deesta cadena. Toda la parte Oes-te-Noroeste hasta la punta deTeno, donde la pendiente tomala dirección sur, comienza aaparecer.

Otras estribacionesparalelas a la que escalamosnos quitan la vista del bonitovalle de Icod, pero más allá seven las montañas de Garachicoque avanzan hacia el mar, y el is-lote que se encuentra a la entra-da de su puerto. A continuación,se divisa el pequeño llano deBuenavista, al que dominan pe-ñascos enormes, el cono volcá-nico de su montañeta y, por úl-timo, por detrás, la punta deTeno que se adentra en el mar».

Calle Cruz Verde y Drago de San Francisco.