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 La relación entre la Iglesia Católica y el Gobierno El mayor desafío teológico que lanza el Estado boliviano a la Iglesia es el posicionamiento de la noción de Ma- dre Tierra, cuestión a tratar en la visi- ta del Papa Francisco. [ Pg. 6-7 ] Entrevista con el analista Alfredo Jalife El comienzo de una Tercera Guerra Mundial, es la provo- cadora tesis que el mexicano presentó en su reciente visita al país. [ Pg. 8-9 ] 679 del domingo 5 al sábado 11 de julio de 2015 • Año XIV 24 páginas en 2 cuerpos Precio: 5 Bs. en todo el país Los ‘golpes blandos’ amenazan a los gobiernos progresistas de la región a través de grupos económicos y mediáticos que conspiran contra sus instituciones 

Nº 679 - Especial Golpes Blandos y Situación en Ecuador - Julio 2015

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Semanario boliviano dedicado a asuntos políticos económicos y sociales del país.En este número, especial sobre los "Golpes Blandos" y golpismo en Ecuador. Entrevista al mexicano Alfredo Jalife.

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  • La relacin entre la Iglesia Catlica y el GobiernoEl mayor desafo teolgico que lanza el Estado boliviano a la Iglesia es el posicionamiento de la nocin de Ma-dre Tierra, cuestin a tratar en la visi-ta del Papa Francisco. [ Pg. 6-7 ]

    Entrevista con el analista Alfredo JalifeEl comienzo de una Tercera Guerra Mundial, es la provo-cadora tesis que el mexicano present en su reciente visita al pas. [ Pg. 8-9 ]

    679del domingo 5 al sbado11 de julio de 2015 Ao XIV24 pginas en 2 cuerposPrecio: 5 Bs. en todo el pas

    Los golpes blandos amenazan a los gobiernos progresistas de la regin a travs de grupos econmicos y mediticos

    que conspiran contra sus instituciones

  • 2 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 5 al 11 de julio de 2015

    Visitas Javier Larran Parada / DirectornataLia CoroneL, raCheL Len,

    CarLos MoLdiz, rider MoLLinedo./ Consejo editorial

    anibaL Garzn / Amrica en marcha e Injerencias

    Farit roJas / Pensamiento Crtico

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    CoChabamba: Gustavo rodrGuez, boris ros

    Santa Cruz: MarieLLa Pereira, heLena arGirakis, CarMen dunia

    sandvaL, aLeJandro dausa.

    PotoS: GuaLberto hoChkoFLer

    tarija: MiGueL Castro, rodriGo ayaLa, FranCo saMPietro

    beni: tania MeLGar

    / Colaboradores nacionales

    Argentina: atiLio born, isabeL rauber Brasil: theutonio do santos Chile: MauriCio osorio Cuba: aLeJandro azCuy isabeL MonaL, roberto reGaLado, Lus suarez. El Salvador: CarLos MoLina Mexico: ana esther CeCeas Venezuela: eva GoLinGer / Colaboradores internacionales

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    dorka reyes Gainza / Gerente [email protected] - 68070929

    LuCy aLConC / Departamento [email protected] - 79134002 - 71530483

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    Jos enrique benavides / Distribucin La Paz71538625

    aLberto aGuiLar herrera / Distribucin Sucre70320052

    hCtor hinoJosa / Distribucin Potos72070815

    asCenCio Cruz / Distribucin Oruro5282357 / 71885283

    Pastor boLvar / Distribucin Tarija75139009

    ruben PauCara / Distribucin Santa Cruz71378546

    Casto roJas / Distribucin Llallagua73879206

    Jhonny MoLLinero CaMaCho / Distribucin Llallagua

    73800821

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    La Paz - Bolivia

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    dems de presentar su ltimo libro: Comunidad, Socialismo y Estado Plurinacio-nal, el vicepresidente lvaro Garca Linera llev a Chile un mensaje de hermandad, al reivindicar nuestra demanda martima. No se trata de una posicin de naciona-lismo chauvinista, sino de una necesidad histrica que debe ser respondida pa-ra acercar ms a estos dos pueblos en pos de una verdadera integracin regional.

    El mensaje fue aplaudido. Los estudiantes chilenos, conocidos por su espri-tu de lucha en pos de lograr una mejor educacin, hicieron explcito su apoyo a

    la causa boliviana coreando mar para Bolivia y somos hermanos. Alegra saber que la visita hizo permiti visibilizar estos lazos de amistad.

    El Vicepresidente tambin expuso los logros del gobierno en los ltimos aos. La incorporacin ideolgica del ad-versario y el impulso de un modelo de modernizacin exitoso fueron dos de los puntos explicados detalladamen-te durante una jornada acadmica en la mayor casa de estudios del pas vecino, la Universidad de Chile. Esperamos que ese dilogo enriquezca e inspire a esa juventud que lucha por un mundo post capitalista.

    Ac, en el Estado Plurinacional de Bolivia, nos preparamos para recibir la visita del papa Francisco. A pesar de ser un Estado laico la poblacin no catlica de nuestro pas ya ha reaccionado de diversas formas ante la noticia, nadie ha quedado indiferente. Desde la venta de poleras en contra de la Iglesia hasta la veta de puestos y sillas en la calle para poder ver en primera fila al mximo representante del Vaticano.

    Mientras le preparamos un mate y un pastel de coca con las mejores hojas de todos los rincones del pas, re-cordamos que la visita del papa Francisco est exenta de todo contenido poltico. Esto por si la oposicin poltica al gobierno espera algn tipo de milagro. Los problemas de Bolivia no requieren intervencin divina. Es ms, con el descubrimiento del nuevo pozo en Santa Cruz puede que estos se resuelvan con un poco de voluntad poltica, como la que ser necesaria para la reestructuracin del Tribunal Supremo Electoral.

    Con todo, parece ser que la hospitalidad est a la orden del da.

    A[ e d i t o r i a l ]

    Cuando no se

    puede, no se puede

    l prximo 20 de julio han convenido, Barack Obama y Ral Castro, reabrir sus respec-tivas misiones diplomticas en La Habana y Washington.

    Este nuevo y certero paso en la normalizacin de las relaciones entre ambos pases, rotas por voluntad de Kennedy el 3 de enero de 1961, representa una nueva victoria de la revolucin cubana en su lucha por la autodeterminacin y la construccin del socialismo.

    El prximo objetivo debe ser el cese del bloqueo econmico que EE.UU. impone a la Isla por 53 aos, el que ha ocasionado perjuicios materiales que ascienden a 1 billn

    112.534 millones de dlares. Sin contar los invaluables daos humanos.Asimismo, otra revolucin, la Boliviariana de Venezuela, el domingo pasado ha dado grandes muestras de ci-

    vismo y claridad ideolgica con la realizacin de las primarias del PSUV, con el objetivo de elegir a sus candidatos para las elecciones a la Asamblea Nacional del 6 de diciembre.

    La jornada electoral fue apotesica y 3 millones 162.400 venezolanos participaron de la consulta del partido de izquierda con ms adherentes de nuestro continente. Los 167 candidatos que representarn al PSUV a fin de ao (seleccionados entre los 1162 precandidatos de las primarias) fueron escogidos en la totalidad de las circunscrip-ciones del pas. La marea chavista fue demoledora y la participacin de mujeres sin precedentes.

    Al indiscutido fortalecimiento de los pases anticapitalistas de la regin, el imperialismo y sus sempiternas alia-das oligarquas criollas responden de la nica forma que saben: eludiendo la democracia y promoviendo el golpis-mo. El nuevo y ms peligroso captulo: la arremetida contra la revolucin ciudadana encabezada por Rafael Correa.

    El alcalde de Guayaquil Jaime Nebot y el ex candidato presidencial Guillermo Lasso, lideran la sedicin ecua-toriana. Ambos son multimillonarios y son parte de ese 1% de la poblacin que sera afectado por la ley de he-rencias que ha propuesto Correa. Ambos tienen un oscuro pasado y presente de evasin tributaria y enri-quecimientos acelerados y dudosos. Ambos son las cartas del imperialismo para asestar una nueva estocada a la integracin de nuestra Amrica.

    Hace tres meses la consigna era denunciar el golpismo blando contra Caracas. Hoy debe ser el cierre de filas en apoyo a Quito. La democracia es despreciada por el imperialismo que aprendi que por esa va: cuando no se puede, no se puede.

    E

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    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

    El escritor Eduardo Galeano recapitula el drama histrico de Amrica latina con una frase precisa: La fuerza del conjun-to del sistema imperialista descansa en la necesaria desigualdad de las partes que lo forman, y esa desigualdad asume magnitudes cada vez ms dramticas. 1

    En el siglo pasado se dio un proceso de fragmen-tacin de Nuestra Amrica, dominados por oligarquas y elites oportunistas que responden en funcin de sus propios intereses, desentendindose de las necesida-des del pueblo. Esta realidad dio un giro en los lti-mos aos cuando comienzan a surgir en la regin go-biernos populares y democrticos que trazaron, con la multiplicidad propia de cada pas, autono-mas polticas, econ-micas y culturales en contramano de los manuales de la escue-la neoliberal que lle-v al limbo a la Patria Grande. Este proce-so motiv la creacin de organismos supra-nacionales que die-ron envin a la inte-gracin y solidaridad latinoamericana. Ex-presiones como Una-sur, el Alba, la Celac, el Mercosur, son el parangn de las nue-vas corrientes polti-cas en el poder en una coyuntura de grandes dificultades para los bloques imperiales.

    Del golpe de mercado al golpe de la calleEl politlogo norteamericano Samuel P. Hunting-ton, en su libro La tercera ola haba expuesto una te-sis sobre el avance de la democracia a lo largo de nuestra historia reciente. All explicaba cmo la de-mocracia, como sistema poltico, se haba extendido entre los aos ochenta y comienzos de los noventa del siglo XX como sistema poltico universal, des-plazando a las dictaduras y totalitarismos en Amri-ca latina, Europa del Este, Asia y frica. El golpe militar como recurso y alternativa para sustituir go-biernos civiles haba cado en desuso y dej de ser una herramienta fctica para alterar situaciones po-lticas. 2

    En los aos ochenta, luego de la cada de los go-biernos militares, en Amrica latina prevalecan go-biernos de orientacin socialdemcrata. En este contexto surge el trmino golpe de mercado, esta con-dicin se generaba con una crisis econmica des-controlada, incitada por una estampida del tipo de cambio y un golpe inflacionario que forzaba al go-bierno a renunciar.

    En Argentina ocurri con el presidente Ral Al-fonsn, en 1989, cuando la presin inflacionaria lo oblig a una salida anticipada. Es una herramienta poltica en manos de los mercados que termina be-neficiando a los sectores polticos conservadores. En Ecuador, Abdala Bucaram, fue destituido de la pre-sidencia en el marco de una situacin de descontrol econmico y denuncia de un golpe de mercado.

    poltica, diplomtica, cultural, militar y, esencial-mente, comunicativa.

    Traviste a una minora en mayora a travs de ma-nifestaciones azuzadas desde los grandes medios de comunicacin que instalan un discurso libertario y democrtico, pero motivando a huelgas agresi-vas, lock-out patronales, destinados a herir sistem-ticamente la legitimidad del gobierno. Estos son los aspectos ms salientes de lo que muchos analistas polticos consideran los pasos para un llamado gol-pe blando. Este concepto es tomado de la teori-zacin sobre la resistencia no violenta del cientista estadounidense, Gene Sharp, que en los aos 60 co-mienza a estudiar los mtodos no violentos de Ma-

    hatma Gandhi. 4A principios de

    siglo XXI esta teora comenz a ser utili-zada por la CIA y ser aplicada en los pro-cesos democrticos de la regin a favor de la inutilidad de las fuerzas armadas co-mo gendarme de los poderes concentra-dos, ya sea por des-prestigio popular o por salto cualitativo ponindose al lado del pueblo.

    En los ltimos aos, casi ningu-no de los pases de Amrica latina pu-do escapar del azo-te destituyente que pretende golpear nuestra geografa. Los pases de la re-

    gin en la que se desarrollan procesos progresistas y populares, advierten de manera sistemtica este tipo de orquestaciones que atentan con la estabili-dad de los gobiernos, cuando directamente no lo-gran balcanizarlos. 5

    Por estas horas Ecuador se encuentra en el ojo de la tormenta, con los dueos de los poderes eco-nmicos y polticos, ideolgicamente conservado-res, que tradicionalmente han dominado el pas; contra una Revolucin Ciudadana, encabezada por Rafael Correa, que lleva ocho aos en la presiden-cia, con grandes esfuerzos por lograr una mejor distribucin de la riqueza. La derecha fragmenta-da hall una ligazn bajo la bandera de la rebelin contra las leyes de herencia y plusvala inmobiliaria y junt fuerzas para desafiar al gobierno democr-tico. (Leer artculo: La ley de herencias y el espaldara-zo del pueblo ecuatoriano).

    Viejos objetivos, nuevos mtodosDesde 1999, cuando accede al gobierno el boliva-riano de Hugo Chvez, hasta ahora, estn en mar-cha en diversos pases de Nuestra Amrica, en forma simultnea con los sucesos de Ecuador, dis-positivos contrarrevolucionarios dispuestos a per-turbar estas democracias.

    En el caso de Venezuela, el presidente Nicols Maduro acus directamente al gobierno de Estados

    Golpear la democracianataLia CoroneL *

    Los pases de la regin a diario son sometidos al acoso

    de un poder econmico y meditico que ya no recurre a los ejrcitos para librarse

    de los gobiernos que no responden a sus intereses

    Contina en la siguiente pgina

    A finales del siglo XX, superado los golpes mili-tares, la represin y el terrorismo de Estado, Suda-mrica se vio representada por gobiernos neolibera-les que apostaban su economa al sector privado y a la radical reduccin del gasto pblico. Bajo estas cir-cunstancias se generan los golpes de la calle. Los pre-sidentes electos se vieron obligados a dejar el poder al no poder afrontar las protestas del pueblo en las calles que expresaban el descontento con sus polti-cas econmicas. Tal fue el caso de Gonzalo Snchez de Lozada en Bolivia, Fernando De la Ra en la Ar-gentina y Lucio Gutirrez en Ecuador, presidente que haba nacido como una expresin populista pe-ro que luego vir hacia otra posicin.

    En la actualidad, con los imperantes gobiernos de centroizquierda en la regin, la economa dej de ser factor principal de desestabilizacin, pues esta-mos sometidos a un contexto de crecimiento impul-sado por los buenos precios de las materias primas, los recursos naturales y la creacin de empresas es-tatales. En rigor, las protestas en las calles perdieron el efecto desestabilizador que haban tenido antes. En este escenario, los bloques imperialistas se ven ante la necesidad de impartir un nuevo paradigma para golpear la integracin.

    Golpes BlandosLos llamados golpes blandos responden a una de las tcticas modernas de la Guerra de Baja Intensi-dad (GBI) 3 y engloba todas las reas: econmica,

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    Unidos de conspirar en su contra. No obstante, este asedio comenz mucho antes de la muerte del Co-mandante Hugo Chvez quien, en 2002, enfrent un golpe de Estado que fue revertido gracias a la re-accin popular a favor de la revolucin.

    Ms all de haber ganado legtimamente las elec-ciones tras la muerte de Chvez el gobierno de Ma-duro ha enfrentado la permanente acusacin de ser una dictadura, mismo calificativo que reciba Chvez durante su presidencia. En nombre de la defensa de-mocrtica sectores de la derecha vetusta y del poder econmico vienen instrumentando las ms diversas maneras de deslegitimacin poltica, acompaada de una escala de violencia en las calles, aceleracin infla-cionaria y embestida de los medios de comunicacin.

    A principio de este ao, Rafael Correa alert que en Venezuela est en marcha un golpe de Estado blando, cmo se puede sostener dos semanas de violencia sin tener un fuerte financiamiento? 6, Haba cuestionado el manda-tario los hechos de violencia fogoneados en el cari-beo pas.

    Pero la Ley de Herencia no es la primera excusa que se utiliza para golpear al gobierno de Correa. En 2010 ya sufri en carne propia un intento de golpe de Estado que poco tuvo de blando. Efectivos de la fuerza policial se acuartelaron en protesta por una re-forma y retuvieron al presidente en un hospital has-ta que fue rescatado por militares. Todo en medio de una balacera que termin con diez muertos y 300 he-ridos. El ecuatoriano explic que los golpes blandos son intentos de desestabilizacin planificados desde el extranjero: ya no son golpes militares, ahora es el boicot econmico, la manipulacin informativa. Son opositores concre-tos que movilizan e infiltran en las manifestaciones a gente vio-lenta para despus acusar al gobierno.

    Hace unos meses, Dilma Rousseff enfrentaba en Brasil la instalacin de un debate acerca del juicio poltico que se le endilgara por su presunta vincula-cin en el escndalo de Petrobras, la empresa estatal petrolera en la que se desnud un escndalo de co-rrupcin preexistente a la sucesora de Lula. La cam-paa en su contra se aliment de cierto descontento por cuestiones econmicas, como el desempleo y la inflacin, y fue estimulada a travs de los medios so-ciales, pero principalmente por los grandes medios hegemnicos con O Globo a la cabeza (uno de los medios ms poderosos y opositor al gobierno).

    Acciones destituyentesUna de las acciones desestabilizadoras ms recorda-das fue la que montaron en 2008 desde Santa Cruz -capital blancoide de Bolivia-, los poderes econ-micos dominantes, al presidente Evo Morales, quien pudo salir airoso de la situacin. Ese mismo ao un lock out patronal conocido como la famosa cri-sis del campo, azot, en Argentina, al gobierno de

    Los llamados golpes blandos responden a una de las tcticas modernas de la

    Guerra de Baja Intensidad

    Cristina Fernndez de Kirchner, en un primer inten-to desestabilizador.

    Pero estos golpes malogrados no hicieron decaer la estrategia de Estados Unidos y al ao siguiente, en 2009, se dio el primer triunfo del Imperio -junto a la justicia hondurea- con el objetivo de derrocar a Manuel Zelaya. El presidente haba promovido una consulta popular para encarar una eventual refor-ma constitucional, al tiempo que estaba dando los primeros pasos para ingresar al ALBA, pero varios poderes del Estado, incluso los jefes de las Fuerzas Armadas, se le opusieron con el argumento de que intentara una reeleccin, vetada en la Carta Magna. El caso concluy con la detencin del presidente y su expulsin del pas en junio de 2009.

    En su obra, el fundador de la Institucin Albert Einstein, organizacin que estudia e incita al uso de la accin no violenta para democratizar al mundo,

    enumera una lista de 198 mtodos para llevar a ca-bo esta lucha, organizada en cinco etapas. Plantea que el poder de fuego del aparato estatal se com-bate con armas psicolgicas, sociales, econmicas, polticas e informativas. Si bien este desarrollo terico-polti-co estaba dirigido a gobiernos totalitarios y dictato-riales, la efectividad de sus mtodos permiti ade-cuarlos al desarrollo de nuevas formas no violentas destituyentes, solo que en estos casos se trata de go-biernos legitimados por el apoyo popular.

    Estos golpes blandos comienzan con una serie de acciones para generar un clima de malestar. Entre ellas destacan la realizacin de denuncias de corrupcin y la promocin de intrigas. El prximo paso implica abrir agudas campaas en defensa de la libertad de prensa y de los Derechos Humanos acompaadas de acusa-ciones de totalitarismo. Inmediatamente se abordan reivindicaciones polticas y sociales y el fomento de manifestaciones y protestas violentas, amenazando a las instituciones. De esta manera imponen una guerra psicolgica para crear un clima de ingobernabilidad, concluyendo con la renuncia forzada del presidente o la intervencin de otros poderes.

    Tal fue el destino de Fernando Lugo, en Paraguay. En junio de 2012 los dos partidos tradicionales lo destituyeron a travs de un golpe de Estado parla-mentario, tras acusarlo de violar la Constitucin. La

    ofensiva contra Lugo, quien haba ganado las eleccio-nes de 2008 con el 40% de los votos, comenz por adjudicarle responsabilidad poltica por los enfrenta-mientos entre campesinos y policas sucedidos en la Ciudad Curuguaty, que arroj un saldo de diecisie-te muertos. Lugo enfrent la resistencia a la reforma agraria que intentaba implementar, la falta de resulta-dos inmediatos en mejorar la calidad de vida de la po-blacin indgena, y una campaa meditica contra el ex obispo catlico por la paternidad de varios nios.

    En enero pasado el fiscal Alberto Nisman, al fren-te de la Unidad Especial que investigaba la causa so-bre el violento atentado contra la Asociacin Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de junio de 1994, fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza, en el bao de su departamento y con todas las puer-tas de su casa cerradas por dentro. Cuatro das an-tes haba presentado una denuncia, sin prueba algu-na y con serias contradicciones, en la que acusaba a la presidenta de la nacin, Cristina Kirchner, al can-ciller Hctor Timerman, y a otras personas, de in-tentar encubrir a funcionarios iranes acusados (sin pruebas) de ser culpables del atentado. El caso fue acompaado por los medios opositores, importan-tes actores en la poltica argentina, que intentaron instalar que la presidenta haba asesinado al fiscal e instigaron movilizaciones en una cruzada que puso en vilo al gobierno. En estos casos la maquinaria de propaganda negativa acompaa con nfasis los pro-cesos destituyentes y profundiza el trabajo sistem-tico dirigido a limar la legitimidad.

    En sus ensayos, Sharp introduce el concepto de jiu-jitsu poltico 7 que radica en arrasar al oponen-te mediante un desequilibrio con una tctica o ma-niobra: Para ganar hay que insistir, persistir, no retirarse, no someterse. Dar muestra de que la represin debilita, detie-ne o estanca al movimiento es dar aviso al adversario de que con ms represin obtendr la victoria, afirma.

    Finalmente, los blandos no son tan blandos y el Imperio continuar con su injerencia, con nuevos mtodos pero con los mismos objetivos, aunque es-ta vez con una sociedad que responde y acta en consecuencia para evitar la prdida de la hegemona democrtica en una de las regiones con mayores re-cursos naturales del planeta.

    1 Las Venas abiertas de Amrica Latina, Eduardo Galeano, 1971.2 La tercera Ola, Samuel P. Huntington, 1994.3 Manual de Campo 100-20 del Ejrcito de los Estados Unidos,

    Military Operations in Low Intensity Conflict.

    4 La poltica de la accin no violenta, Gene Sharp, 1973.5 Termino usado para describir procesos de fragmentacin de una

    regin.6 De qu se trata el golpe suave? 18 de febrero, 2014. http://

    www.telesurtv.net/7 Arte marcial japons, basada en la defensa sin arma.

    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

  • del 5 al 11 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 5

    A principios del siglo XIX, la nica manera de vivir desahoga-damente era haber heredado. El trabajo, la educacin y el mrito no conducan a nada. Con estas pala-bras es como Thomas Piketty, en su li-bro El capital en el siglo XXI, habla sobre Vautrin, personaje de la obra Pap Goriot de Balzac, a quien utiliza por la forma en que describe el funcionamiento de la so-ciedad desde su punto de vista. Y eleg a Piketty para comenzar esto debido a que creo es quien mejor ha abordado el tema de la desigualdad en el ultimo tiempo.

    Segn el autor, vivimos en una era dorada de la economa pero con carac-tersticas peculiares, esto gracias a que el aumento de la riqueza no est benefi-ciando al conjunto social. Como esta ri-queza no es equitativamente redistribui-da genera que retornemos a los niveles de desigualdad que existan en el siglo XIX. Para Piketty la solucin es simple (al menos en la teora) y consiste en im-poner un gravamen a las rentas del ca-pital hasta que su retorno neto agregado (despus de impuestos) se site por de-bajo del crecimiento econmico.

    Pero as como la derecha terica se opone a la tesis de Piketty, en la prctica existen trabas para aplicar gravados a los sectores ms acomodados. Cuando un gobierno intenta implementar una tasa impositiva que busca no solo aumentar las ganancias de la nacin, sino equili-brar la balanza social, los sectores due-os del capital salen en defensa de sus intereses mezquinos. Este es el caso de Ecuador al da de hoy.

    Guayaquil ya no se presenta como la otrora ciudad combativa que impuls la revolucin gloriosa en 1944, la cual per-miti el ascenso al poder de Velasco Iba-rra. Hoy La perla del Pacfico, como es de-nominada por los ecuatorianos, es el foco central de las protestas contra el gobierno de la denominada revolucin ciudada-na. La oposicin se ve ahora representa-da por los caudillos Jaime Nebot y Gui-llermo Lasso, ambos con un pasado que habla por si solo. El primero fue nom-brado gobernador de Guayas (Provincia de Guayaquil) por el entonces presiden-te Len Febres, quien fuera conocido por la dureza dictatorial con la que gobern Ecuador a finales de los 80. El segundo es el ex presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil y estuvo involucrado en el fe-riado bancario, momento en que Ecuador sufre una grave crisis que lo obliga a dejar el Sucre y dolarizar su economa.

    Pero, a qu se deben las protestas?El pasado 24 de mayo, Rafael Correa anuncia una medida para solventar los bajos precios del crudo que se mani-fiestan globalmente, un impuesto que es redistributivo y busca justicia, re-

    La ley de herencias y el espaldarazodel pueblo ecuatoriano

    rudy aL LPez GonzLez *

    Fraccin Exceso Impuesto Tarifa bsica hasta Fraccin bsica Fraccin Nro. de salarios Nro. de salarios Nro. de salarios excedente bsicos bsicos bsicos - 100 - -

    100 200 - 2,50 %

    200 400 2,5 7,50 %

    400 800 17,5 17,50 %

    800 1600 87,5 32,50 %

    1600 2400 347,5 52,50 %

    2400 en adelante 767,5 77,50 %

    Tabla para herederos indirectos

    Fuente: El Comercio Ecuador 2015

    Fraccin Exceso Impuesto Tarifa bsica hasta Fraccin bsica Fraccin Nro. de salarios Nro. de salarios Nro. de salarios excedente bsicos bsicos bsicos - 100 - -

    100 200 - 2,50 %

    200 400 2,5 7,50 %

    400 800 17,5 17,50 %

    800 1600 87,5 32,50 %

    1600 en adelante 347,5 47,50 %

    Tabla para herederos directos

    Fuente: El Comercio Ecuador 2015

    Cmo se llevara a cabo la Ley de herencias?Oficialmente llamada Ley Orgnica para la Redistribucin de la Riqueza, se com-pone de dos tablas. En la primera se es-tablecen los impuesto a pagar por he-rederos indirectos, mientras que en la segunda se establecen los impuestos a herederos directos (ver tablas).

    Teniendo en cuenta que el salario b-sico en Ecuador consta de 354 dlares, en ambas tablas se establece un mnimo

    vera afectado, impulsara protestas en contra del gobierno.

    Una vez presentado el proyecto de ley la oposicin comenz una campaa de desinformacin contra esta utilizando el argumento de que dicha reforma sera perjudicial para la clase media ecuatoriana, su desarrollo y la produccin nacional. Es a raz de esto que se logr movilizar a la ciudadana y utilizar a la inmensa mayora perteneciente a la clase media para defen-der, cual marionetas, los intereses de un re-ducido sector de la sociedad.

    Los lmites del dilogoEl 15 de junio, el presidente Correa deci-di congelar de manera momentnea el proyecto de ley para establecer instancias de dilogo (que la oposicin se niega a realizar), adems de desarrollar una ma-quinaria informativa destinada a concien-tizar a la ciudadana sobre los verdaderos resultados que busca el proyecto de ley.

    A pesar de las instancias de dilogo propuestas por el gobierno, la oposicin ha mantenido las protestas que se han agudizado en los ltimos das. Reciente-mente el ministro coordinador de seguri-dad (Ministerio de Interior), Csar Navas, denunci que la oposicin busca realizar un golpe de Estado programado para el da 2 de julio. Ante esto, el gobierno y los movimientos polticos a fines se han mo-vilizado y han llevado a cabo diversas ac-tividades destinadas a defender el proce-so de la revolucin ciudadana.

    Destaca la activa participacin de los miembros de la Juventud PAIS que, mo-vidos por su rebelda y por las ansias de trabajar por un Ecuador para todos, han llevado a cabo un encuentro juvenil el da 2 de julio en defensa de lo alcanzado durante el gobierno de Rafael Correa.

    Hoy se demuestra cmo la restauracin conservadora es capaz de llevar a cabo las ms infames acciones con tal de preservar sus intereses econmicos y su hegemona.

    No solo se busca atentar contra un gobierno, no solo se busca derrocar a un presidente, no solo se busca hundir el proyecto poltico de Alianza PAIS. Hoy la pelea es mayor. Desde la revolucin francesa, la igualdad es un componente fundamental dentro de toda democra-cia, ya lo deca Jean-Jacques Rousseau Si se investiga en qu consiste precisa-mente el mayor bien de todos (...) se ha-llar que se reduce a estos dos objetivos principales: la libertad y la igualdad. Hoy la lucha se debate entre quienes creen en la democracia (defendiendo la igualdad, por medio de la justa redistri-bucin, y la libertad) y quienes desean mantener y profundizar la inequidad y con esto, defender a una falsa democra-cia liberal que abogue por los intereses de pocos y relegue los de la mayora.

    * Analista poltico chileno venezolano.

    distribucin, pasar de una aristocracia a una verdadera democracia, segn especific el mandatario. El proyecto de ley que se propuso se denomin: Ley de herencias, ya que busca co-brar un impuesto a los capitales que no son productivos para toda la socie-dad y se traspasan en lneas familia-res. Esta ley solo afectar al 2% de la poblacin, aunque indirectamente, el que s estara mayormente afectado es el 0,1% de la poblacin que tiene ma-yores ingresos, segn especific el mi-nistro coordinador de la poltica eco-nmica, Patricio Rivera.

    en que se comienza a pagar la tasa impo-sitiva. Este mnimo consta de herencias en las cuales exista un exceso de 200 ve-ces un sueldo bsico, a lo cual se les co-bra 2,50% por el excedente mas no por la fraccin bsica de la herencia. Luego de esto, el monto de la tasa impositiva comienza a aumentar y se aplica un im-puesto tanto para la fraccin bsica (que no vara al ser medido en numero de sa-larios bsicos) como para la fraccin ex-cedente (que vara al ser por porcentaje).

    En el caso de los herederos indirec-tos, la tarifa a la fraccin excedente pue-de llegar hasta 77,50%, mientras que pa-

    ra los herederos directos la misma tarifa asciende hasta un 47,50%.

    Para este proyecto de ley estn pre-vistos algunos porcentajes de rebajas del impuesto a pagar si es que este se lleva a cabo dentro de un determinado plazo. Si el pago se efecta un mes despus de recibir la herencia se aplicar un rebaja de 10%; dos meses, 8%; tres meses, 6%; cuatro meses, 4% y cinco meses, 2%. En adelante, no habr rebajas.

    Esta reforma provoc que los secto-res ms acomodados, aquel 2% que se

    Hoy la lucha se debate entre quienes creen en la democracia y quienes desean mantener y

    profundizar la inequidad

    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

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    La Iglesia Catlica es la expresin institu-cional de la religin que profesa y con la cual se identifica la mayor parte de la poblacin boliviana (78% aproximada-mente). La estadstica se inserta en una realidad latinoamericana que muestra al catolicismo espec-ficamente como una religin mucho ms dominan-te que otras segn los datos de un ltimo Informe del Latinobarmetro 1. A este pas, constitucional-mente laico, llega Francisco.

    En Bolivia, la gran pregunta es si se trata sola-mente de una visita pastoral o si asistiremos a una visita protocolar con trascendencia poltica ms que espiritual. Con argumentos a favor o en contra de la visita de Francisco a nuestro pas, nadie puede des-conocer la repercusin de su llegada. A continua-cin unos breves aportes contextuales respecto al estado de situacin de las relaciones entre el gobier-no nacional y la Iglesia Catlica boliviana.

    La Iglesia Catlica y BoliviaEn Bolivia, la Iglesia Catlica est representada por la Conferencia Episcopal Boliviana y tiene vigen-te con el Estado boliviano un Convenio Marco de cooperacin interinstitucional en el cual se expre-san con claridad los compromisos que asumen am-bas partes en la bsqueda del VIVIR BIEN, en el marco de la doctrina social de la Iglesia.

    En dicho Convenio bsicamente se expresa la independencia entre el Estado y la Iglesia Catli-ca, pero reconociendo la labor social que realiza esta ltima en las reas de educacin, salud y servi-cio social. A partir de esto se intenta impulsar una cooperacin y complementariedad en beneficio de los ms excluidos.

    Por su parte, el proceso constituyente boliviano del que deriv nuestro texto constitucional aproba-do en referndum nacional y con una legitimidad irrefutables, el marco general de la refundacin esta-tal, desde donde emergen los nuevos principios del Estado Plurinacional incidiendo de manera decisiva en la relacin Estado e Iglesia. Puesto que a diferen-cia de la Constitucin anterior, en la actual, la reli-gin catlica pierde su carcter de oficial.

    Evidentemente esta normativa ahora conso-lidada tuvo en todo su proceso de emisin de propuestas, debates y negociaciones expectante a la Iglesia Catlica en Bolivia, que en el marco interno de nuestra sociedad fue generando rup-turas con el gobierno nacional en base al debate de ciertos temas sensibles que dividieron las opi-niones y sirvieron a ciertos grupos o sectores de ambos actores para exacerbar nimos y polarizar. Los plpitos de cada domingo, los programas de televisin y las calles fueron los escenarios elegi-dos para polticamente fijar posturas, para en-cender debates ms que para propiciarlos de cara a un entendimiento.

    Los temas que ocasionaron el quiebre interno en la relacin Estado/gobierno Iglesia fueron: la enseanza de la materia de religin, el debate en torno a la legalizacin del aborto, las uniones libres, el rgimen autonmico, la gestin del con-flicto en el Territorio Indgena y Parque Nacional Isiboro Scure (TIPNIS) y el complejo tema que enfrenta el gobierno boliviano referido a la lucha contra el narcotrfico.

    Al respecto, la Iglesia recurrentemente ha mani-festado su preocupacin en lo que considera que

    La relacin entre la Iglesia Catlicay el Gobierno

    MiGueL F. JiMnez Canido *

    El mensaje de paz por la llegada del Papa

    Francisco ha encontrado confluencia con el

    discurso social de Bolivia

    Poltica Exterior Boliviana en su relacin con la IglesiaLa poltica exterior boliviana, desde que asumi el gobierno el Presidente Evo Morales, ha sufri-do modificaciones de fondo muy significativas. En la actualidad, el relacionamiento de Bolivia con el mundo est determinado por los intereses de su pueblo y por lograr la plena armona entre el ser humano y la naturaleza.

    En el mbito de la religin, el VIVIR BIEN en-tiende que existe un continuo entre la bisfera y las sociedades basadas en la complementariedad de opuestos. Adems contradice al concepto del futu-ro lineal sin nfasis en el pasado, por el contrario afirma la integracin del pasado y futuro en el pre-sente, en el que los individuos aprenden de la prc-tica a travs de la experiencia, la observacin de la naturaleza y la oralidad 2.

    En el marco de las relaciones bilaterales del Es-tado Plurinacional y la Santa Sede, el Presidente Morales fue recibido por el Papa Benedicto XVI en mayo de 2010, una vez superado el periodo de tensiones con sectores de la Iglesia boliviana vivi-dos durante la realizacin de la Asamblea Consti-tuyente. En el encuentro ambos lderes conversa-ron sobre la necesidad de impregnar de una mayor sensibilidad social el trabajo a favor de la defensa del medio ambiente. Asimismo, Evo Morales en-treg una carta en la cual le manifest a la curia ro-mana que es imprescindible democratizar y huma-nizar la estructura clerical y pidi que las mujeres puedan ejercer el sacerdocio en igualdad de condi-ciones que los varones.

    Una nueva era en las relaciones?En Marzo de 2013 el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, se convirti en el primer Pa-pa latinoamericano y en el primer jesuita en subir al trono de Pedro. Bergoglio decidi la denomina-cin de Francisco en referencia al santo de los po-bres, a San Francisco de Ass, y ms all de ese pri-mer hecho simblico viene demostrando al paso del tiempo y en muchas de sus declaraciones y acciones carisma, claridad en sus menajes y sencillez.

    A ms de dos aos de su pontificado, la popu-laridad de Francisco parece haber renovado par-cialmente a una desacreditada curia romana, que es quien administra la Santa Sede, y que ha estado marcada por denuncias de corrupcin en las finan-zas del Vaticano, sobre todo del Instituto para las Obras de Religin (IOR), la pederastia, la difusin de secretos del Vaticano por parte de un mayordo-mo conocido como el escndalo de las escuchas o Vatileaks, as como tambin batallas en los frentes teolgicos dogmticos donde la comunidad de files y seguidores del catolicismo esperan con expectativa cambios en la conservadora, y a veces para muchos retrgrada, postura de la Iglesia en temas como el matrimonio homosexual; los mtodos anticoncep-tivos como herramienta de combatir los embarazos no deseados y la mortalidad materna; la ordenacin de las mujeres dentro de la Iglesia; la situacin del divorcio y la eutanasia, entre los ms importantes.

    El nuevo mensaje de paz, hermandad y solidari-dad con justicia social del Papa Francisco ha encon-trado confluencia con el discurso social de Bolivia y su gobierno. Incluso comparten la dura crtica hecha al sistema capitalista y a la sociedad de consumo im-perante en nuestra poca.

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    esta actividad ilcita crece fuertemente en Bolivia. De manera oficial sostiene que los hechos de vio-lencia que se registran en ciertas regiones del pas son un indicio de la presencia de carteles de la dro-ga. Esta crtica al gobierno le ha valido a la Iglesia Catlica recibir de los aludidos la denominacin de partido poltico opositor.

    En esencia, se ha instaurado una controversia en torno al rol poltico que desempea la Iglesia, un de-bate que viene desde las posturas del Cardenal Julio Terrazas en el marco de la campaa por el rgimen de autonoma departamental, pasando por la ges-tin del conflicto del TIPNIS, donde se advierte un debate poco productivo para la sociedad y para la fe-ligresa en general.

    Esta realidad representa una aproximacin del Estado a otras religiones, confesiones y a las espiri-tualidades y cosmovisiones de los pueblos indgenas intentando desmontar una suerte de monopolio es-tablecido por la Iglesia Catlica a lo largo del tiempo que el gobierno pretende eliminar a travs del plu-ralismo religioso.

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    [ r u m b o d e l c a m b i o ]La justicia social, la adopcin de normas a fa-

    vor de los ms desfavorecidos, el respeto a la di-versidad cultural que son ejes en la poltica in-terna y luego exterior de Bolivia, se traducen en el discurso de Francisco en la exigencia de ste a sus sacerdotes y obispos a tener olor a ovejas, es decir a trabajar y a ponerse en el mismo plano de los feligreses. Ha llamado a cambiar el trato y a no juzgar a homosexuales, divorciados y a muje-res que se realizaron abortos y tambin ha llama-do a los jvenes a tener un rol ms protagnico en la Iglesia. Parece ser que a Evo Morales le gus-ta el modo de ser del papa Francisco.

    Como muestra de esta sintona, en septiem-bre de 2013 el Presidente Evo visit el Vaticano y en audiencia con el Papa conversaron sobre la si-tuacin socioeconmica y religiosa de Bolivia, de luchar contra la pobreza y la desigualdad social. Acordaron la necesidad de tener buenas relacio-nes entre la comunidad eclesial y el Estado res-pecto a temas de inters comn y de servicio a la nacin, se reconoci la contribucin de la Iglesia en los mbitos de educacin, sanidad, apoyo a fa-milias y asistencia de nios y ancianos.

    Tras el encuentro algo qued claro, la reunin entre el Presidente Morales y el Sumo Pontfi-ce abre una posibilidad de que el acercamiento pueda extenderse a la relacin entre el gobierno y la jerarqua eclesistica criolla. Pero sin dudas lo complicado es que la Iglesia retome los espacios de poder que perdi con la declaratoria de Esta-do laico en la Constitucin. Espacios que en el pasado reciente le permitieron constituirse en ac-tor poltico de primer orden, generando dilogos, conciliacin y hasta corriente de opinin respecto a temas de agenda nacional e internacional.

    Existen coincidencias temticas de agenda en-tre el gobierno y la Iglesia Catlica. A nivel in-ternacional muchos de los Objetivos de Desarro-llo del Milenio son prioridades no solamente para los Estados miembros de Naciones Unidas sino tambin para el Vaticano que ve con preocupa-cin la pobreza extrema y el hambre, la situacin de nios y madres que mueren por falta de aten-cin y cuidados mdicos oportunos, la lucha con-tra la contaminacin del medio ambiente, el cam-bio climtico y el calentamiento global.

    A modo de conclusinExiste un distanciamiento evidente entre la Con-ferencia Episcopal Boliviana y el Gobierno. Es-tas rupturas que generan el distanciamiento son de ndole programtica para el gobierno y dog-mticas para la Iglesia, por lo que no se avizora un acercamiento real en el corto plazo. Por un la-do el gobierno e encuentra intentando simblica y operativamente desmontar estructuras y patro-nes histricos de poder, de dominacin y explo-tacin, donde considera que la Iglesia Catlica representa en algo esa herencia colonial y de co-lonialidad.

    Por su parte, la Iglesia en Bolivia, en franca concordancia con su dogmatismo y doctrina pe-se a la llegada de Francisco, sigue sosteniendo un discurso conservador y hasta a veces retrgrado sobre ciertos temas. En sus mximos represen-tantes locales no ha calado el discurso reformista del pontfice, por el contrario, se advierten alega-tos polarizadores y de no reconocimiento a una inminente crisis de la institucin.

    En esencia, el mayor desafo teolgico que lan-za el Estado boliviano a la Iglesia es el posiciona-miento de la nocin de Madre Tierra que cuestio-na y relativiza el modelo patriarcal y androcrtico del cristianismo.

    Se debe incorporar la lgica de lo contradictorio (Jess es Dios y Hombre al mismo tiempo) y de-

    jar la lgica aristotlica de no contradiccin para la vi-da de la Iglesia. En este punto se puede ahora desarro-llar una teologa cientfica, pues la nueva ciencia basada en la fsica cuntica, se basa en la lgica de lo contra-dictorio. Adems se debe disear una teologa inter-cultural, donde lo patriarcal y lo matriarcal encuentren una complementariedad y reconocer la simbiosis que los pueblos indgenas han realizado con el pensamien-to monotesta, trabajo que la Iglesia debera reconocer.

    Finalmente, se puede apreciar que el buen rela-cionamiento del Presidente Evo Morales y del papa Francisco, en dos encuentros previos, abri la posibi-lidad de consolidar su llegada a nuestro pas. La visita de Francisco a tres ciudades bolivianas entre el 8 y 10 de julio ha viabilizado la coordinacin logstica entre el gobierno y la Iglesia, ha impregnado de fe a los ca-tlicos y, pese a voces crticas contra el gobierno por esta visita, se debe comprender que el Sumo Pontfi-ce es un actor internacional de relevancia.

    Por lo pronto, gobierno e Iglesia deben trabajar de manera esforzada con el propsito de generar siner-gias que posibiliten desarrollar estrategias concerta-das y complementariasen materia de educacin, salud y servicio social en el marco de la misin de la Igle-sia Catlica en Bolivia y del Estado Plurinacional, pa-ra as eliminar las deudas sociales y exclusin y favo-recer el desarrollo integral del ser humano, del pueblo boliviano y de cada persona en particular 3.

    * Lic. en Relaciones Internacionales, funcionario de Despacho del Ministerio de Autonomas.

    1 Banco de Datos en Lnea; Corporacin LATINOBAROMETRO; Abril de 2014; Santiago, Chile.

    2 PACHECO Diego; Vivir bien en armona y equilibrio con la madre tierra; Universidad de la Cordillera; 2013; 157 pp.

    3 Convenio marco de cooperacin interinstitucional entre la Iglesia Catlica en Bolivia y el gobierno del Estado Plurinacional de Boli-via; Artculo IV.

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    En su visita a La Paz, el pres-tigioso analista internacio-nal, Afredo Jalife, concedi unos minutos de su tiem-po a La poca para hablar sobre la si-tuacin geopoltica mundial. Senta-do en el comedor del Hotel Radisson, nos invita un caf y nos habla sobre su provocadora tesis: Ya comenz la Tercera Guerra Mundial!

    Carlos Moldiz (CM).- Para comen-zar, hablemos de su controvertida tesis acerca de que el mundo ya es-t viviendo la Tercera Guerra Mun-dial. Si es as, qu bandos pelean en este conflicto?Alfredo Jalife (AJ).- Antes que nada, creo que el pblico tiene que entender que ya empez la tercera guerra mun-dial. No es igual que la primera y se-gunda guerra mundial, en el sentido de que esta no es una conflagracin de dos superpotencias como la Rusia y EE.UU., con armamento nuclear, si-no que se trata de un conflicto multi-dimensional. Es una guerra econmi-ca, geofinanciera y esto, gran parte del pblico, no lo nota.

    Por ejemplo, esta guerra se est dando contra Rusia con la baja el pe-trleo que le afecta muchsimo y tambin por la cada del valor del ru-blo, la divisa de Rusia. Todo esto nos enmarca un nuevo gnero de guerra:

    la econmica. Y hay otro gnero, ms sutil, que es la guerra geofinanciera.

    EE.UU. es una potencia dolarcn-trica que se da el lujo de emitir su mo-neda a todo el mundo a pesar de que est endeudado. Y esto es porque ha ganado tres guerras: la Primera Gue-rra Mundial, la Segunda Guerra Mun-dial y la Guerra Fra.

    Entonces, cules son los bandos que estn peleando esta guerra? Este prlogo que acabo de hacer es necesa-rio para exponer lo siguiente: estamos viviendo una fractura en un mundo dividido en dos bloques muy claros: en el primer bloque, o eje, tenemos a EE.UU., OTAN, Unin Europea (UE) y G-7; y en el otro, Rusia, los pases de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudfrica), el Grupo de Shangai y la Unin Econmica Europea.

    Ac habr ganadores y perdedores. Como toda guerra es impredecible, pero no hay dudas de que ya empez. Aho-ra, esta guerra puede durar 10 o 15 aos. Puedo notar que los pases de la perife-ria van a optar por uno u otro bloque, y ah es cuando las cosas se van a defi-nir. Mi pronstico es, sin embargo, que EE.UU. perder por primera vez.

    CM.- En este contexto, quin cree que gan la ltima batalla de los precios del petrleo que se vivi a finales del ao pasado?

    AJ.- Todava no se logra ver quin es el vencedor de esta batalla, pero hay perdedores, sin duda. La guerra de los precios del petrleo debe ser abordada en el corto, mediano y largo plazo. Lo que diga ahora podra no tener validez en cinco o diez aos, pues este precio vara mucho. La mejor prueba de ello es que a la Unin Sovitica la sometie-ron en una colusin entre EE.UU. y Arabia Saudita bajando abruptamente el precio del petrleo en 1985. En ese entonces se la bajaron a 11 dlares el barril, pero un tiempo despus subi a 110 dlares.

    En esta coyuntura baj hasta 35 d-lares el barril, no es tan abrupto como la vez anterior, pero de todas maneras Rusia ha podido paliar esta cada, aun-que esta la afecta y no hay que equivo-carse. A los pases monoproductores les afecta mucho, as como les benefi-ci mucho la subida de los precios del petrleo.

    Depende mucho del pas del que ests hablando. Por ejemplo, Bolivia no le ha afectado mucho la cada del precio del petrleo, sigue creciendo, es el pas que ms crece en Sudam-rica. Y esto es as porque cre fondos de reserva para este momento. Otro ejemplo, a Arabia Saudita no le afecta, tiene una cantidad tan grande de re-servas que no le afecta esta cada de los precios, y tambin tiene fondos

    soberanos que le ayudan a paliar los efectos de esta cada.

    Por todo esto, es relativa la respues-ta sobre la ltima cada de los precios del petrleo. Otro ejemplo es Vene-zuela, a quien le est afectando dura-mente porque como pas mono pro-ductor ha descuidado otras reas.

    A los EE.UU. les benefici, por qu? Porque es bueno en la manufac-tura. A China le benefici, a India le benefici. A estos pases les benefici porque estos pases importan petr-leo. Es muy relativo esto del petrleo. Los efectos son variables incluso den-tro de los mismos bloques que men-cion: a Rusia le afecta, a India no.

    CM.- Es posible afirmar que EE.UU. ya ha perdido su lugar como potencia hegemnica en el mundo, o es algo no resuelto an?AJ.- La hegemona de EE.UU. tam-bin debe ser abordada en trminos relativos. Est en declive, eso es real. Pero su decadencia depende del par-metro con la que se la mida. Sobre to-do desde el punto de vista econmico, despus de la Segunda Guerra Mun-dial, EE.UU. tena el 50% del Produc-to Interno Bruto. Ahora est en se-gundo lugar, China ya la supero. No est creciendo ms del 2% al ao. Ru-sia est creciendo ms, India est cre-ciendo ms.

    Alfredo Jalife: Ya comenz laTercera Guerra Mundial

    CarLos MoLdiz

    Seal el analista mexicano, en relacin a su tesis sobre el nuevo escenario mundial

    [ i n j e r e n c i a ]

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    Entonces, desde el punto de vista econmico, la globalizacin ya lleg a su trmino, est paralizada y EE.UU. ya no impone como antes su voluntad.

    Vayamos a parmetros duros. En la ONU tiene dos vetos, que son los de Rusia y China. Pero aunque esto es as, EE.UU. puede ir a una guerra sin la aprobacin del Concejo de la ONU. Como las guerras de Irak y Afganistn. La nica guerra a la que fue con ben-dicin de la ONU, fue la invasin de Libia. De todos modos, se puede de-cir que la ONU es un organismo don-de EE.UU. ha perdido su hegemona.

    Otro ejemplo, la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) est al bombo, en retroceso. Luego, el Fon-do Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), estn sien-do desplazados por los BRICS, por el banco y el mini FMI que stos han creado en la Cumbre de Porto Alegre.

    Hay que tomar en cuenta el banco de China para infraestructura e inver-sin. El AIIB (Asian Invesment In-fraestructure Bank), tiene 11 mil mi-llones de dlares. Y el primer pas que busc ser miembro fue Gran Breta-a y luego Israel. Es decir, dos aliados predilectos de EE.UU. abandonan el barco para irse a un banco que va a manejar ocho millones de millones de dlares en proyectos.

    Qu significa todo esto? Nada ms hoy hay un banco en China que se lla-ma el Banco de Comercio que mane-ja ms dinero que el Banco Mundial. Esto nos demuestra que en todos los organismos internacionales antes im-portantes, EE.UU. ya ha perdido su influencia.

    Otro ejemplo. EE.UU. lanza un proyecto: el TPP (La Asociacin Trans Pacfico) y su propio Congreso lo echa abajo al presidente Obama. Por qui-nes? No por los republicanos, sino por su propio partido, los demcratas. Y ahora Obama tiene seis semanas pa-ra poder persuadir a su propio partido de votar a favor del proyecto.

    Esto sucede porque hay quienes no quieren repetir el error del Tratado de Libre Comercio con Mxico y Canad que da a la manufactura de EE.UU. Los nicos beneficiados por todo lo que hace el gobierno de los EE.UU. son su plutocracia bancaria. Y esto lo entiende la propia poblacin de los EE.UU.

    Hay otro proyecto similar que lo hizo en el Atlntico, se llama TTIP (Trans Atlantic Trade and Investment Project), que es el equivalente al ante-rior slo que para el Atlntico. Esto fue derrumbado nada menos que por el Parlamento Europeo. Lo pospusie-ron, a ver cundo volvemos a votar.

    CM.- Perdi EE.UU. en Ucrania? Cul es la consecuencia de ello?AJ.- En Ucrania perdi EE.UU. con-tra Rusia. Y el peor problema de esto no es que no le pueden ganar al Kre-mlin sino que arrojan a Rusia a los bra-zos de China. Y ese, a mi juicio, ha si-do el peor error geoestratgico de los EE.UU. porque ah ya hay una asocia-

    cin. Es ms, ambos pases ya tienen proyectos gaseros. Los mximos pro-yectos gaseros de la historia.

    Por todo esto, hasta la fecha Chi-na es la gran ganadora. Rusia ha sido afectada, pero no severamente afecta-da, ni siquiera con los casos del petr-leo y el rublo; lo importante de todo esto es que Rusia se ha acercado a los brazos de China.

    El dlar tambin va a comenzar a perder su hegemona, que es, a mi jui-cio, su mximo poder hoy en da, jun-to con otro gran poder de EE.UU., que es la propaganda. Ahora empieza a subir el yuan, que es la divisa china. Esto convertir a Shangai en una pla-za financiera de primer orden.

    No quiero ahondar ms en el te-ma, pero puedo adelantar que vamos hacia una canasta multipolar de di-visas, donde el dlar no ser la ni-

    CM.- Aunque suene redundante, EE.UU. sigue siendo el pas con el mayor presupuesto militar del mundo. Qu evita que esta guerra termine resolvindose por el tama-o de los msculos y el tamao de los ejrcitos?AJ.- Gran parte del Producto Interno Bruto de EE.UU. y que lo mantiene en segundo lugar corresponde al gas-to militar. Si no fuera por el comple-jo militar industrial estara en la lona, ya lo hubiera desbandado la misma In-dia. Ellos gastan y gastan porque hay que vender armas. Por ejemplo, Ara-bia Saudita es su cuarta compradora de armas, a pesar de que Arabia Saudi-ta no tiene un ejrcito propiamente di-cho para combatir.

    EE.UU. vende sus juguetes y a ver qu pasa, ese es el negocio. Ya no es ver la guerra como guerra sino como negocio.

    No me atrevo a hacer pronsticos de ms de 18 meses o hasta que llegue el prximo presidente de los EE.UU., pero creo que Obama no quiere ir a la guerra militar. l est a favor de la guerra financiera, de la guerra econ-mica, antes que la guerra militar. El problema es que estas a veces tienen efectos tanto o ms nocivos y durade-ros que la guerra militar.

    Solemos perdemos de vista de lo que puede hacer una guerra econ-mica o financiera. Hoy es old fashion, fuera de moda, invadir pases cuan-do los puedes despedazar con un te-clazo de computadora sacando capi-tal. Es una nueva manera de hacer la guerra y EE.UU., hay que reconocerlo, es el que tiene su control porque do-mina el orden financiero global junto con Gran Bretaa e Israel.

    No hay que perder de vista una si-tuacin. Hay que leer la Guerra del Pe-loponeso, de Tucdides, del siglo V antes de Cristo. Hay que releerla para ver que ms actual que nunca en el siglo XXI. Una vez que la guerra se desata lo pue-de jalar a uno por un accidente, puede suceder. No se debe jugar con el fuego y creo que estn jugando con el fuego.

    El papa Francisco II, en una visita a Sarajevo, donde comenz la Primera Guerra Mundial, dijo que estaban ha-blando con mucha laxitud, y eso es ver-dad, puede haber un accidente. O, y es-to tambin puede pasar, los halcones, los duros, pueden empujar a los man-dos militares prudentes a una guerra.

    Me asombra que la guerra est en manos de los locutores de Talk Shows y no de quienes hacen la guerra, los militares. A veces estos locutores, que son payasos, pueden incitar a que la opinin pblica vote por un prximo presidente que quiera la Tercera Gue-rra Mundial.

    Hay un reloj que manejan los cien-tficos estadounidenses para marcar la hora del juicio final y ahora lo han puesto en los tres minutos. Cuando ms cerca estuvo fue a los dos minu-tos, o minuto y medio, durante la crisis de los misiles en Cuba. Hoy la situa-cin de Ucrania es parecida.

    ca moneda, donde estar el yuan y otras divisas.

    Respecto a la propaganda, hoy Ru-sia Today ha penetrado fuertemente en Latinoamrica, y China tambin es-t penetrando con sus medios de co-municacin. Ya no oiremos las cosas solamente desde el lado gringo.

    Y esta es mi tesis que he venido a aportar Bolivia: el mundo tiene aho-

    ra un orden tripolar y nadie se atreve a decir nombres: sin duda alguna est EE.UU., que a pesar de todo sigue sien-do potencia, pero ya no es la nica; est ahora tambin Rusia, gracias a su poder nuclear y militar tiene una ojiva ms que EE.UU; y luego est China, que es la mxima superpotencia econmica.

    Entonces, si algn da hay una guerra nuclear entre Rusia y EE.UU. y esto lo comento en broma, ga-na China pues obviamente el plane-ta quedara destruido, pero al menos quedara un chino.

    EE.UU. tiene un gran podero mi-litar, Rusia tambin. Lo que pasa es que EE.UU. est dispuesto a pelear contra Rusia hasta con el ltimo eu-ropeo. No va a enviar a soldados es-tadounidenses a morir. No olvidemos que Rusia gan la Primera y la Segun-da Guerra Mundial.

    No podemos olvidar que EE.UU. tiene su esfera de influencia, y un gran triunfo que tuvo, me duele de-cirlo, es poder controlar el petrleo del golfo de Mxico. Y Mxico ya se volvi un pas vasallo. Hasta hay un concepto que se llama Norteamri-ca, y bueno, de ah los estadouniden-ses se van a querer ir a Colombia y, si pueden, hasta Brasil.

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    Min. de Comunicacin

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    Santa Cruz es una ciudad boliviana colonial con plaza principal y ocho cuadras alrede-dor. Viven unas 15.000 personas, la mitad son espaoles o descendientes, el resto son mestizos, criollos, cholos (mestizos urbanos), in-dios y negros, unos dos centenares. Los cruceos son racialmente homogneos y los descendientes de los espaoles dominan todas las capas sociales desde las pobres hasta las ricas. Incluso en el de-partamento (las otras dos ciudades son Samaipata y Vallegrande), los indgenas, guaranes en su ma-yora, son tan solo la mitad de la poblacin, a dife-rencia del resto del pas.

    Santa Cruz vive en una solidaridad patriarcal don-de la propiedad privada de la tierra no existe. Sus ha-cendados gozan de las tierras sin derecho a compra y venta, siendo sus propietarios mientras pasta su ganado o madura la cosecha.

    Los cruceos tienen el ndice de alfabetizacin ms grande de Bolivia (uno de cada tres nios iba a la escuela, en La Paz, uno de cada 68) y tienen va-rios peridicos locales. Gran parte de la poblacin (30 por ciento) est formada por artesanos que se hacen llamar los sin chaqueta y ya tienen derechos como votantes. Santa Cruz, alejada del centro polti-co, se dedica a proveer de azcar, charque y arroz al interior. Los cruceos son, como deca el pensador boliviano cruceo Ren Moreno, hermosos como

    el sol, pobres como la luna. Corre el ao 1876 y to-do est a punto de cambiar para siempre.

    El incremento de los intercambios comerciales y la victoria del libre mercado (es decir, la llegada del capitalismo librecambista) va a provocar graves ca-taclismos sociales en la lejana Santa Cruz. El auge econmico causa la llegada a la ciudad de habitan-tes del altiplano y de pueblos guaranes. La lucha de clases, eliminada la fraternidad provincial, es-talla entre la elite local (ganaderos y dueos de inge-nios azucareros que abren mercados para el comer-cio exterior y quieren conservar sus privilegios en el cabildo) y la plebe (artesanos y obreros).

    Y ah, en medio de este panorama novedoso, de crisis, de malestar popular, cuando no ha muerto lo viejo (la sociedad tradicional) y no ha nacido lo nue-vo, est parado nuestro personaje, nuestro mrtir, Andrs Ibez. No sabe todava que sus sueos de igualdad y justicia social lo van a llevar prematura-mente a la muerte, a sus 33 aos, fusilado cerca de la frontera con Brasil en un pueblito llamado San Die-go, junto a tres de sus compaeros: Francisco Javier Tueros, Manuel Mara Prado y Manuel Valverde.

    Ibez muere feliz, si cabe semejante dicha, y le dice a un Tueros arrepentido: s, coronel Tueros, por cierto que sta es la mayor felicidad con que la omnipresencia nos va dotando como premio a nuestro iniciado tema, por cuya brillante lumbrera

    la posteridad nos someter al calendario inmortal, adis, adis.

    Las descargas de los verdugos acallan el ms sor-prendente experimento social en la historia de Bo-livia en el siglo XIX. La desconocida revolucin de la igualdad, bajo el grito de todos somos iguales, ha fracasado. Ibez ha muerto como los primeros cristianos, como un mrtir. Tal vez como alguna vez so, intuida ya la derrota.

    La primera revolucin socialista (algunos la deno-minan protocomunista o anarquista) naci a comien-zos de la dcada de los setenta del siglo XIX, liderada por el mestizo Ibez. Las ideas francesas (jus-ticia, igualdad, fraternidad), el pensamiento socialista utpico europeo, la Comuna de Pars con su proyec-to de federalismo socialista y autonoma municipal, junto a las lecturas de Rousseau, Proudhon, Renan, Darwin, Lamennais marcaron su identidad y su lu-cha poltica. Todo esto lo cuenta mucho mejor que yo un poderoso, aleccionador, didctico y ameno ensayo del historiador ruso Andrey Schelchkov especializa-do en temas latinoamericanos en general y bolivianos en particular llamado La revolucin de la igualdad en Santa Cruz (Archipilago ediciones).

    * Es director de la edicin boliviana de Le Monde Diplomatique y dirige el programa Contextos Salvajes en la red Patria Nueva (de lunes a viernes, de 14 a 15 horas).

    bajo banderaRicardo Bajo Herreras *

    Andrs Ibez, en nuestro calendario inmortal

    Hay un problema que hace ilegibles varios procesos sociales. Este problema es el de nombrar de una manera que hace inentendible aque-llo que es nombrado. Indgena ori-ginario campesino es una categora que busca englobar a una poblacin diferenciada en sentido racializado, pero adems de ello, ruraliza a esta poblacin. Al referirse, por ejemplo, a los aymaras como indgena origi-nario campesinos se supone a los mismos como seres que nica y na-turalmente viven en el campo, co-mo lo expres la warmi alcaldesa de El Alto, con respecto a los usos y costumbres. Entonces, cul es el problema?

    Los procesos de estratificacin so-cial, la insercin en los circuitos de circulacin de mercancas, etc., hoy por hoy nos muestran que entre los indgenas andinos se est dando un fuerte proceso de diferenciacio-nes sociales. Claro que este no es un

    fenmeno nuevo, sino que se asienta sobre procesos anteriores. Por ejem-plo, la reforma agraria (1953) dio pie a la proletarizacin de poblaciones que antes vivan en haciendas y ay-llus, volcando a las mismas a las ciu-dades. Pero adems, los flujos econ-micos mundiales tambin inciden, y de modo determinante, en estas dife-rencias que son de clase.

    Si bien hay indgenas que culti-van la tierra, tambin hay quienes que se dedican a otras actividades o/y las combinan, como el transporte, la mi-nera cooperativizada, la docencia universitaria, la msica, el deporte, el comercio, etc., etc., etc. Por tanto, el comprender esta realidad es algo im-posible si todo se reduce a indgena originario campesinos.

    Se podra agregar que indgena ha sido la forma general de nombrar a los colonizados en frica y Asia, y tambin en este continente, aunque la palabra indio fue su antecedente. La palabra originario fue una ca-

    tegora colonial para diferencia a los indios en funcin a la tributacin. Tanto indgena y originario (co-mo mestizo) son categoras colonia-les. En tanto que campesino se re-fiere bsicamente a una condicin econmica que pasa por alto y encu-bre la estructura racializada.

    El hecho de que se hayan suma-do estas tres palabras para formar la categora indgena originario cam-pesino, adems de referir a tres or-ganizaciones (CIDOB-indgena, CONAMAQ-originario y CSUTCB-campesino), expresa la limitaciones sobre cmo se entiende las relaciones sociales en Bolivia, y en especfico, con respecto a las poblaciones racia-lizadas, las cuales viven en su mayora en las ciudades y se dedican a activida-des informales.

    Teniendo una mirada ruralizante sobre las personas llamadas indge-nas, lo que se pierde de vista, entre otras cosas, son los procesos que es-tn sentando las bases para la forma-

    cin de una derecha indgena. Se perfila la formacin de una burgue-sa aymara a partir de la acumulacin y circulacin del capital comercial. Los intereses de estos comercian-tes no son los mismos, por ejemplo, que el de indgenas de tierras ba-jas. Aqu, aunque duela a muchos ingenuos, se hace necesario usar las herramientas conceptuales de clase social, capital comercial, capital in-dustrial, entre otras.

    Las diferenciaciones racializadas en Bolivia por mucho tiempo daban una casi equivalencia entre indios pobres y no indios ricos. Hoy la cosa es ms compleja y ello es algo que no se puede comprender con esa nocin de indgena originario campesinos. Las contradicciones que se han desarrollado, hasta cier-to punto, son invisibilizadas con es-tas ideas ruralizantes.

    * Comunicador social y miembro del Movimien-to Indianista Katarista (MINKA).

    a mano alzadaCarlos Macusaya *

    Ideas ruralizantes y sus consecuencias

    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u a ]

  • del 5 al 11 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 13

    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u a ]

    La cruzada por el TIPNIS, organizada por ONG y apoyada por la oposicin poltica, est demostrando las hilachas de las que es-t construida pues con la aclaracin realizada por la hija de Gonzalo Snchez de Lozada se va com-pletando el rompecabezas.

    Con una ingenuidad que vale la pena resaltar, afirma que durante el gobierno neoliberal se crearon cuatro reas protegidas, es decir, esos reductos de dudo-so control estatal, muchas veces mediados por ONG.

    A partir de la promulgacin de la nueva CPE, exis-te, de facto, una nueva dimensin del territorio y su gestin, poniendo en cuestin la clasificacin impues-ta desde los centros de poder colonial, de esta mane-ra los territorios de reserva fiscal, como el caso del Mutn, tienen otro tratamiento que est encaminado hacia la redistribucin como bien comn.

    Entonces, todo el ordenamiento de gestin territo-rial tiene que combinar variables enmarcadas en el ob-jetivo central de potenciar la construccin del Estado Plurinacional.

    No debe extraar que el proceso de desmontar el colonialismo tenga que ver con la ruptura de visiones y teoras respecto al medio ambiente y su conservacin, no existe contradiccin en el uso de recursos natura-les y la Pachamama, cuestin que algunos autonom-

    brados defensores del medio ambiente, endilgan al go-bierno actual.

    Para aquellos, sobre todo profesionales con visin occidental y de posturas ms bien anarquistas en lo po-ltico, debemos recordarles que la Pachamama jams dejar que sus hijos mueran de hambre, por eso su ge-nerosidad en los dones que ha creado para ser armni-camente redistribuidos.

    Haciendo conexiones entre los defensores de un medio ambiente, con una mentalidad dogmtica del conservacionismo ecologista, ya superado en los aos 90, y lo que defini el neoliberalismo, concluiremos que son nada menos que defensores de las polticas neoliberales de gestin territorial, reservando territo-rios para luego privatizarlos va ONG; ese es el ne-gocio que ven escurrirse de sus manos y, claro, ya sabe-mos, nadie quiere perder sus privilegios, especialmente los neoliberales, hoy conchabados con anarquistas, verdes y algunos dirigentes re-colonizados.

    La explotacin de los recursos naturales ha sido una constante histrica, lamentablemente el destino final fue la acumulacin de la riqueza en pocas manos: primero de los dueos de la renta de la tierra y, luego, de quie-nes lograron las concesiones mineras, forestales, etc.

    Debemos recordar la imposicin de la mita co-mo sistema de acumulacin de capital y no como un

    sistema de trabajo comunitario para beneficio de la comunidad.

    Por supuesto que toda actividad de transformar los recursos naturales en bienes comunes debe ser acom-paada de medidas restitutivas de los ecosistemas; existen variadas tcnicas para este cometido aunque, lamentablemente, los discursos con apariencia acad-mica, pretenden usurpar los derechos de los pueblos en plural acerca de un territorio que es un bien co-mn del conjunto del Estado plurinacional.

    Si no fuera as, estamos apoyando un sistema de propiedad privada exclusiva, perdiendo la perspectiva de complementariedad de los ecosistemas; no se tra-ta del problema TIPNIS, se trata del futuro de 10 mi-llones de personas y de la consolidacin de un Estado.

    El discurso anarquista, mal digerido, ha tenido ca-bida en una juventud despolitizada producto del ajuste neoliberal. Aquel pensamiento rico en su pro-puesta libertaria a comienzos del siglo XVIII, ha teni-do un acento creciente en la libertad individual, coin-cidiendo con el fundamento liberal-capitalista de la defensa del individuo por encima de la comunidad, tal vez este aspecto fue el que bifurc al marxismo y el anarquismo.

    * Es escritor e historiador potosino.

    se hace camino al andarCamilo Katari *

    Coincidencias?

    El jueves 25 de junio de 2015 se realiz la Consagracin del Primer Consejo de Mama Tallas de las Naciones Origina-rias del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu de Bolivia (CONAMAQ), Viviana Lima, Julia Capajique, Irene Torres, Amalia Quispe, Basilia Chino y Petrona Cocarico constituyen hoy el Pri-mer Consejo de Mujeres Autoridades. Esto es un hecho histrico para nues-tros pueblos y un aporte importante al proceso de cambio desde las luchas de las mujeres que han asumido como ta-rea la despatriarcalizacin, la descoloniza-cin y la autonoma. Hecho histrico que como feministas comunitarias sa-ludamos y celebramos en este camino de la comunidad y el vivir bien.

    La imagen del chacha warmi, la dua-lidad hombre y mujer ha sido asumida hasta el momento como una dualidad de complementariedad jerrquica y re-produce las relaciones de gnero trasla-dndolas del espacio privado, la familia o la pareja, al espacio pblico organi-zativo y decisiones polticas, es decir, la autoridad asumida en chacha warmi sig-

    nificaba que los chachas, los herma-nos hombres opinaban y decidan por la comunidad, mientras las warmis, las hermanas mujeres, tambin autorida-des, se encargaban de acompaarlos, preparar la comida y cuidarlos en el cansancio sin acceder realmente al es-pacio de decisiones y menos al debate, como lo han dicho las hermanas, ellas han sido consideradas el bulto, el qepi de sus compaeros autoridades.

    En estas condiciones por supuesto que es posible la complementariedad, las mujeres han sido el complemento de los hombres, han sido su yapa, pues la complementariedad se ha dado entre los protagonistas principales, las vo-ces oficiales y las que solamente les complementan. Por otro lado el chacha warmi es asumido como pareja matri-moniada y heterosexual, instituciones coloniales, donde el hombre es autori-dad que representa a los hombres y trae su palabra y la mujer es la esposa y no representa ni trae la palabra de las mu-jeres. La Constitucin del Consejo de Mama Tallas es otro tiempo del chacha warmi desde donde se puede plantear lo

    que las feministas comunitarias llama-mos el par poltico, mujer y hombre con mandato y autonoma para el ejercicio del cargo de autoridad.

    No podemos dejar de mencionar que el Consejo de Mama Tallas se ha constituido en medio del proceso auto-nmico que vive el pas, desde la Auto-noma Indgena Originaria Campesina que parte de la reconstitucin del terri-torio desmembrado por la colonial, co-mo desmembraron el cuerpo de Barto-lina Sisa y Tupac Katari, y por supuesto en este proceso no poda estar ausen-te el debate sobre la autonoma de los cuerpos de las mujeres, y sobre la auto-noma poltica y organizativa de las mu-jeres tambin, gran leccin para todas las organizaciones sociales que hacen el proceso de cambio, para el MAS como instrumento poltico y para las izquier-das que les cuesta salir de su lgica de vanguardia de hombres.

    La constitucin del Consejo nos muestra el posicionamiento de nues-tras hermanas, y tambin de nuestros hermanos de los ayllus frente al siste-ma patriarcal, pues no se puede hablar

    de reconstituir el territorio desmembra-do como un cuerpo sin reconocer que el cuerpo de las mujeres est tambin des-membrado y oprimido, que es asumido como la primera propiedad privada de padres, hijos y maridos, y que el cuerpo de las mujeres es sistemticamente colo-nizado por el Estado y las Iglesias.

    El proceso de cambio necesita pro-fundizarse y nuestra hermanas y herma-nos del CONAMAQ han asumido esta responsabilidad, cuestionando el pa-triarcado colonial pero posicionndose tambin ante lo que las feministas co-munitarias llamamos el patriarcado an-cestral, pues si algo tiene el proceso en Bolivia es la posibilidad de construir-se desde la memoria larga de nuestros pueblos, memoria que no es esttica y que puede ser cuestionada y reconstitui-da para luchar contra el sistema. Como lo hemos planteado ya Sin Warmikuti no hay Pachakuti Salud a nuestras her-manas autoridades del Consejo de Ma-ma Tallas del CONAMAQ, que sea en buena hora!

    * Feminista Comunitaria.

    Territorio de las palabrasAdriana Guzmn Arroyo *

    Un otro tiempo para el chacha warmi

  • 14 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 5 al 11 de julio de 2015

    [ d e s c o l o n i z a c i n ]

    II Encuentro Mundial de Movimientos Popularesrider MoLLinedo

    Tierra, techo, trabajo, Madre Tierra e integracin de los pueblos sern los cinco ejes temticos que

    se abordarn

    Uno de los acontecimientos ms importan-tes del ao ser, sin lugar a dudas, la llega-da del lder de una de las mayores religio-nes del mundo a Bolivia, 27 aos despus de la visita de su antecesor Juan Pablo II. Simultnea-mente se desarrollar el segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, evento internacional de gran importancia para el pas y el mundo.

    Segn el presidente Evo Morales, la realizacin de este evento fue solicitado por el sumo pontfice con el fin de estar en contacto con diversos movi-mientos sociales del pas y de otras partes del mun-do para escuchar sus demandas y sus propuestas.

    Un evento indito en RomaEntre el 27 y el 29 de octubre de 2014, en Roma, se llev adelante el primer Encuentro Mundial de Movi-mientos Populares a convocatoria del Vaticano. Ms de 150 lderes de diversas agrupaciones se dieron cita para participar en ese indito evento incluido el pre-sidente boliviano Evo Morales Ayma, invitado como dirigente indgena popular latinoamericano.

    En aquella ocasin, adems de compartir el pen-samiento social de Francisco, se debati acerca de las causas de la creciente desigualdad social y el au-mento de la exclusin en todo el mundo, as como la idea de promover la organizacin de sectores marginados prestos a defender derechos hu-manos elementales.

    En esa oportunidad se concluy que el acceso pleno e integral a la tierra, el trabajo y la vivienda constitu-yen derechos humanos inaliena-bles, que deben ser garantiza-dos y respetados. Tambin se abord el problema de la vio-lencia, la guerra y el calenta-miento global, entre otros te-mas de inters mundial.

    La visita de Francisco a BoliviaEl papa Francisco llegar a Bolivia el 8 de julio. Visitar primero las ciudades de El Alto y La Paz, donde permanecer pocas horas. En esta localizacin realizar varias actividades entre las que destacan el encuentro con el presidente, el recorrido por la autopista, la bendicin en el lugar que fuera encontrado el cadver del insigne sacerdote espaol Luis Espinal Camps (asesinado en marzo de 1980), la visita a la Catedral Nuestra Seora de La Paz, entre otras actividades. Por la noche partir a Santa Cruz.

    Entre el 9 y 10 de julio celebrar una misa, visi-tar la crcel de Palmasola y participar del acto de clausura del segundo Encuentro Mundial de Movi-mientos Populares.

    El gobierno decret feriado departamental el 8 de julio en La Paz y el 9 de julio en Santa Cruz por la llegada del papa Francisco y tolerancia para que las personas puedan participar en los actos respecti-vos por la llegada del Papa en su visita a Bolivia en el resto de los departamentos.

    La visita del papa Francisco forma parte de un re-corrido breve por Sudamrica que, adems de Boli-via, incluye a Ecuador y Paraguay.

    El encuentroRodolfo Machaca, dirigente sindical campesino, in-form que al menos 1500 delegados, tanto de orga-

    nizaciones sociales nacionales como extranjeras, par-ticiparn del Encuentro Mundial de Movimientos Populares. El detalle de la participacin en el caso de las organizaciones sociales bolivianas se defini se-gn cada departamento y sector social o sindical.

    Kenia, India, Sudfrica, Armenia, Espaa, Estados Unidos, Italia, Alemania, Uruguay, Ecuador, Colom-bia, Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Palestina, Per, Venezuela, Zimbabwe, Nueva Zelanda, Zambia y Kur-distn son los pases de las delegaciones que hasta la fe-cha han confirmado su participacin en el encuentro.

    Entre los invitados se encuentran representantes obreros, campesinos, pueblos indgenas, gremiales, estudiantes universitarios, juntas vecinales, trabaja-dores precarizados, desempleados, los sin tierra, los migrantes y desplazados, entre otros.

    El ministro de Educacin, Roberto Aguilar, infor-m que seis unidades educativas con 1500 catreras se-ran habilitadas en Santa Cruz para albergar a los asis-tentes, as como sistemas de bao y de duchas.

    La organizacin de este magno evento est a la cabeza de la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM), el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil, la Confederacin de Trabajado-res de la Economa Popular de Argentina, el Pontifi-cio Consejo de Paz y Justicia del Vaticano y el Vice-ministerio de Coordinacin de Movimientos Sociales y Sociedad Civil del Estado Plurinacional de Bolivia.

    El Encuentro se inaugurar el martes 7 de julio, a horas 11:00, en el Coliseo Municipal Santa Rosi-ta de la ciudad de Santa Cruz. El panel de apertura

    tendr la participacin del canciller David Choque-huanca. En horas de la tarde se iniciarn las mesas de trabajo. El mircoles 8 las sesiones continuarn en el mismo lugar.

    El cierre del evento se desarrollar el jueves 9 en ambientes de la Feria Exposicin de Santa Cruz (Fexpocruz). En horas de la tarde se redactar el documento final con las conclusiones de las me-sas de trabajo.

    A horas 17:00 se realizar el encuentro de los mo-vimientos populares con el papa Francisco y el pre-sidente Evo Morales Ayma, acto de clausura en el que se har entrega de las del documento resoluti-vo mencionado.

    A das de su publicacin, Francisco har entre-ga de la Encclica Laudato Si (Alabado Seas) al presi-dente Evo Morales y a las organizaciones asistentes. Este documento, conocido como Encclica verde, es el primero en su tipo dedicado a la ecologa y a la defensa del medio ambiente y de la Madre Tierra, mismo que invita a tomar acciones concretas para frenar el fenmeno del calentamiento global causa-do por una explotacin irracional de los recursos naturales planetarios cuyos efectos padecen sobre

    todo los pases ms pobres.A nombre del gobierno, el Pre-sidente har entrega de una pro-

    puesta medioambiental que consta de 16 lineamientos es-

    tratgicos referidos a cam-bio climtico y de urgente respeto a la Madre Tie-rra, en el que se explicita la vulnerabilidad de Bo-livia frente a esta crisis me-dio ambiental.

    Mesas temticasEn este evento se abordarn

    cinco ejes temticos: Tierra, te-cho, trabajo, Madre Tierra e inte-

    gracin de los pueblos.El 7 de julio los temas principales se-

    rn Tierra y Madre Tierra. La lucha por la Madre Tierra y el aporte de Laudato S es el

    nombre del panel central.En horas de la maana del 8 de julio el eje Tra-

    bajo ser abordado en el panel De la exclusin a la organizacin popular de los trabajadores. Por la tarde, el tema principal ser Techo en el panel El techo, la ciudad y los movimientos popula-res. Despus de las exposiciones se desarrolla-rn talleres simultneos como forma de optimi-zar el trabajo.

    El 9 de julio, el tema del panel ser Paz y soberana e integracin de los pueblos. En horas de la tarde se redac-tar el documento conclusivo y se designarn a los delegados encargados de entregar el mismo al presi-dente Morales y al papa Francisco.

    Rumbo a ParsLa encclica verde, los 16 lineamientos estratgi-cos referidos a cambio climtico del gobierno na-cional y las conclusiones del segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares llegan en un momento clave para la comunidad internacional.

    A fines de este ao se celebrar en Pars (Fran-cia) la Cumbre sobre el Clima donde se redactar un nuevo protocolo mundial sobre el cambio climtico, lugar en el que los mencionados documentos adqui-rirn una especial relevancia.

  • del 5 al 11 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 15

    Objetivamente, Grecia no puede pagarEl histrico referndum que Grecia celebrar este domingo, independien-temente del resultado, ser el blan-queamiento formal de un hecho ya verificado en los hechos concretos durante la semana: el pas heleno, su-mido en un lustro de retraccin eco-nmica por las polticas de austeri-dad que a Atenas le fueron impuestas desde Bruselas, no puede abonar los compromisos de deuda que la Troika Banco Central Europeo, Fondo Mo-netario Internacional y la Comisin Europea le exige.

    Este es el punto inicial de cual-quier anlisis que se pretenda ha-cer, ms all del contenido ideolgi-co que acompae a esta realidad de acuerdo al enfoque del analista en cuestin: Grecia retrocede hace cin-co aos, y la salida claramente no es con ms austeridad y recortes. Los muertos no pagan, dijo alguna vez Nstor Kirchner respecto al FMI, an-tes de que Argentina comience a re-cuperarse econmicamente. Esa frase adquiere notable vigencia en el debate actual respecto a la puja entre Tsipras y la Troika.

    Reconocidos economistas internacionales piden reestructurar la deuda griegaVerificando el punto anterior, na-da menos que dos distinguidos pre-mios Nobel de Economa, como Paul Krugman y Joseph Stiglitz, han pedido votar por el No el domingo. En una columna de opinin en el New York Times, Krugman justific su de-cisin de apoyar al gobierno de Syriza, al decir que ms austeridad es un callejn sin salida; tras cinco aos de austeridad Gre-cia est peor que nunca.

    Sin embargo, tambin economistas provenientes de escuelas ortodoxas se han manifestado por la reestruc-turacin: Paul De Grauwe London School ; Barry Eichengreen Berke-ley ; Ken Rogoff Harvard ; y Si-mon Wren-Lewis Oxford , entre otros, le plantearon recientemente a El Pas de Espaa que el primer paso pa-ra la resolucin del problema consis-te en una reestructuracin de la deuda griega que permita en primer lugar el crecimiento econmico del pas, y lue-go, el pago de los compromisos re-negociados adquiridos.

    Incluso, saliendo del mbito pura-mente econmico, influyentes per-sonalidades de otras disciplinas han planteado perspectivas similares. Un ejemplo contundente de esto que se-alamos: el destacado filsofo ale-mn Jrgen Habermas manifest a la prensa alemana que estamos otra vez en crisis con Atenas porque a la canciller alema-na, ya en mayo de 2010, los intereses de los

    [ a l o t r o l a d o d e l s u r ]

    La crisis no es de Grecia, es de la Unin EuropeaJuan ManueL karG *

    Los gobiernos conservadores de buena parte de la UE deben entender que la crisis griega es la expresin econmica de una

    crisis poltica del bloque

    inversores le importaban ms que una quita de la deuda para sanear la economa griega.

    El objetivo poltico de fondo de la derecha europea es que Syriza se vayaSi el objetivo econmico es discipli-nar a travs del euro y los organismos de crdito tradicionales al conjunto de los pases de la Unin Europea, el trasfondo poltico es una decisin cla-ra: que Syriza no muestre que hay un hueco posible al actual status quo eu-ropeo, y se vea forzado a una salida del poder que imposibilite un cambio en otros pases. Con esa visin lineal, lamentablemente, actuaron algunos equipos negociadores en los ltimos meses: detrs de la intransigencia de Rajoy y De Guindos, Presidente y Mi-nistro de Economa de Espaa res-pectivamente, haba ms de temor al emergente Podemos que un anlisis concreto de los beneficios de una re-estructuracin griega, para Europa, e incluso a mediano plazo para la pro-pia Espaa con una deuda pblica del100% del PBI, segn el Banco de

    Espaa, una preocupante estadstica a mediano plazo .

    Para actuar con racionalidad e inteli-gencia, los gobiernos conservadores de buena parte de la UE deben entender que la crisis griega es la expresin eco-nmica de una crisis poltica del bloque, cuyos grandes acuerdos iniciales entre ellos un Estado de bienestar para las mayoras estn siendo cuestionados. Cmo comprender, sino, que tras los rescates la deuda pblica griega haya subido un 40%, disparndose del 140% al 180% del PBI? Cul ser el futuro de Portugal y Espaa, pases con deu-das del 130% y 100%, respectivamen-te, respecto a su PBI? El crecimiento de organizaciones y movimientos polticos que en diversos pases ponen en cues-tin el orden de cosas actual de la UE es la muestra emprica de un nuevo mo-mento europeo.

    En la disputa geopoltica, EE.UU. intenta resolver el dilema griego dentro de la UEEste punto ha quedado claro en los l-timos das: con los llamados de Oba-

    ma a Merkel y Hollande, Estados Unidos se ha puesto a la cabeza del intento de acercar posiciones entre Atenas y Bruselas. Esto confirma dos cosas. En primer lugar, que la Unin Europea tiene una autonoma relativa respecto a las decisiones de Washing-ton en el tablero geopoltico, algo veri-ficable con anterioridad por ejemplo el ao pasado respecto a Ucrania pe-ro reforzado durante estas horas.

    En segundo lugar, que el poder po-ltico, econmico y financiero nor-teamericano prefiere resolver la crisis griega dentro de la UE a fin de evitar una expulsin de Atenas al mbito de los BRICS. Es conocido el ofreci-miento que, semanas atrs, Putin le hi-zo llegar a Tsipras sobre una posible participacin de Atenas en el nacien-te Banco de Desarrollo de los BRICS, que se inaugurar formalmente en Ru-sia el 7 de julio prximo.

    Washington teme a que la intran-sigencia de Bruselas respecto a las contraofertas de Tsipras termine por romper todo puente con la UE, refor-zando asimismo la alianza geopoltica de Grecia con Rusia.

    Tsipras juega sus horas ms difciles, de las cuales puede salir fortalecido si es astuto y a la vez pragmticoTodo liderazgo poltico que pretenda quedar en la historia de sus naciones y sus pueblos debe pasar momentos de convulsiones y de reconfiguracio-nes. Por qu? Porque en definitiva los pueblos son los que ponen a prueba a los grandes lderes, a aquellos que en un momento se atreven a decir: No, hasta ac. El camino nuestro es distin-to. Tsipras vive horas cruciales para su carrera poltica: se ha decidido a en-frentar, desde una nacin diminuta, a poderes inmensos, superlativos en es-cala. Como se ve es una pelea desigual, un ajedrez que supone mltiples ries-gos, pero que en definitiva ha sido el plan de accin que buena parte de los griegos le encomendaron a su arribo al cargo de Primer Ministro: velar por los intereses de las grandes mayoras.

    La pequea Grecia, con slo 11 mi-llones de habitantes y 130 mil km2, es hoy el centro de la escena poltica in-ternacional por una novedad en la UE, que, sin embargo, ha parido cambios en todo el mundo desde que la histo-ria es historia: no dar el brazo a torcer ante la imposicin externa. No se trata de idealismos abstractos sino de buscar una salida concreta a un problema con-creto, con astucia pero tambin prag-matismo. La UE debe hacerse cargo: la mal llamada crisis griega es, con cla-ridad, una crisis europea.

    * Analista internacional y politlogo argentino

    @jmkarg*

  • 16 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 5 al 11 de julio de 2015

    El Estado laico en BoliviaFarit L. roJas tudeLa*

    La relacin entre Estado y religin ha si-do una de las ms complejas en la histo-ria moderno-europea del Estado. Una bue-na parte de la teora poltica ha tratado esta relacin. As, Jean Bodin (1530-1596) propuso un monarca neutral que garantice la paz sin tomar par-tido por ningn credo religioso. Thomas Hobbes (1588-1679) propuso que la mxima autoridad del Estado (el Rey) se inmiscuya incluso a los asuntos de ndole religiosa. John Locke (1632-1704) propu-so que ningn individuo sea obligado a pertenecer a una Iglesia concreta, sino que la escoja libremente. Francois-Marie Arouet ms conocido como Voltai-re (1694-1778) conden la intromisin de la religin en los asuntos pblicos.

    A momento de la revolucin norteamericana y francesa la separacin del Estado y la religin fue retratada bajo el denominativo de Estado laico y/o laicismo.

    Por laicismo se entiende a la neutralidad religio-sa en la vida pblica, pretendida prcticamente con la supresin de la enseanza religiosa en los estable-cimientos oficiales. Dieter Nohlen seala que el lai-cismo es la doctrina defensora de la estricta separa-cin entre Estado e Iglesia, as como tambin entre el individuo o la sociedad en el mbito educacional frente a toda influencia obligatoria eclesistica o re-ligiosa (Nohlen, 2006: 811).

    La primera Constitucin boli