9

No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf
Page 2: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

Hablar de Facundo Cabral es referirse a un sonido de protesta, a palabras motivadoras, a vivencias reflejadas en acordes y a una voz que acompaña de sentimiento e identidad cada palabra, cada frase. Su recuerdo transporta al poder de creación de una mente solitaria capaz de hacer que la sociedad reconozca que no impor-ta si es de aquí o se es de allá cuando se trata de salir del silencio a través del arte, ese que une a las personas y convierte sus cuestionamientos, sus reclamos, sus luchas y sus conquistas en un solo grito.

Facundo fue un apasionado de esa fuerza del arte. Desde pe-queño padeció, como muchos, las desigualdades de la sociedad, pero las vivió, como pocos, a su manera, para crear su propia versión con letras de otros, suyas y de todos. Convirtió en versos las duras enseñanzas de la vida, el acompañamiento de sus se-mejantes, por ejemplo del jesuita que le ensenó a leer y escribir en la cárcel y el ejercicio de la libertad. Esos versos son su legado, y siendo de su autoría le pertenecen a este continente, que fue testigo de cómo esa misma injusticia en la cual logró so-brevivir y nacer gran artista, se llevó sin previo aviso al hombre, al bohemio, al ciudadano del mundo. (Introducción de Brenda Jácome)

No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla. Tienes corazón, cerebro, alma y espíritu, entonces ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado? Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos.

Escrito por Facundo Cabral

Page 3: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf
Page 4: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay casi 7.000 millones. Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.

No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80, Mandela salía de la cárcel a los 72, Ramón y Cajal escribía un libro sobre las neuronas a los 79 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90, por sólo citar cuatro casos conocidos.

No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son leccio-nes y la vida es dinámica, por eso está en constante movimiento, por eso sólo debes estar atento al presente, por eso mi madre decía yo me encargo del presente, el futuro es cosa de Dios. Por eso Jesús decía el mañana no interesa, él traerá nueva experiencia, a cada día le basta con su propio afán.

No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. ¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza.

Page 5: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf
Page 6: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Alberti, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que en la pobreza se está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja porque nos hace desconfiados. No en-cuentras la felicidad y es tan fácil, sólo debes escuchar a tu corazón antes de que intervenga tu cabeza, que está condicionada por la memoria, y com-plica todo con cosas viejas, con órdenes del pasado, con prejuicios que en-ferman, que encadenan, la cabeza que divide, es decir, que empobrece, la cabeza que no acepta que la vida es como es, no como debería ser.

Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está bendita-mente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 ó 4 meses de vida. Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: “Amarás al prójimo como a ti mismo”.

Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios; y decide ahora mismo ser feliz porque la feli-cidad es una adquisición. No hay lo que te llegará de fuera. Además, la feli-cidad no es un derecho sino un deber porque si no eres feliz, estás amar-gando a todo el barrio. Un sólo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mando matar seis millones de hermanos judíos. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de

Page 7: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf
Page 8: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la prima-vera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros, las canciones de Sabina, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, la trompeta de Miles Davis, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Lorca, Mozart, Ravel, Debussi, Chopin, Manuel de Falla, Beethoven, Caraballo, Rembrandt, Picasso, Velásquez, Picasso, Dalí, Tamayo y Frida Khalo, entre tantas maravillas.

Y si tienes cáncer o SIDA, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas; si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto: tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas … y si le ganas, serás más humilde, más agradecido, por lo tanto, fácilmente feliz. Libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad, y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.

No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin me-didas.

Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mis-mísimo amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruyan hay millones de caricias que alimentan la vida. El bien se alimenta de sí mismo, el mal se

Page 9: No estás deprimido, estás distraído. Facundo Cabral..pdf

destruye a sí mismo. Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sólo fuera por negocio.

No estás deprimido, estás distraído. Si escucharas al otro, al que llevas dentro, sabrías todo. En todo encontrarías algo para ti, entonces te elevarías constantemente y ya no habría confusión sino mati-ces, y en esa serenidad no buscarías nada, entonces encontrarías todo. Y estando en el presente dirías y harías lo que hay que hacer y decir en cada momen-to, natural y graciosamente, sin esfuerzo, lo que haría que tu relación con los demás fuese plena, y al crecer en el amor serías más creativo, sin límites ni condiciones. La ignorancia nos hace sentir encerra-dos y mortales, es decir, que nos encerramos y limi-tamos solos. El miedo nos hace distraer del amor, que es sabio y valiente, porque sabe que no hay medidas.

No estás deprimido, estás distraído de las maravi-llas que suceden alrededor tuyo. Desde nacimientos a cosechas. Desde revoluciones a conciertos, desde campeonatos de futbol a viajes interplanetarios. No estás deprimido por algo pasó, sino distraído del todo… ¡qué es ahora mismo!