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GUIÓN DE LA PELÍCULA “EL MEJOR” THE GREATEST. Dos jóvenes de 18 años, hacen el amor por primera vez. Después, de noche, salen con un coche, y a él le sale el parar el coche en medio de la carretera. Está enamorado y desbordado por sus sentimientos, y ello le lleva a modificar algunas conductas. Durante 18 años ha sido una persona prudente, juiciosa. Justo cuando empieza a decirle a ella que había estado enamorado de ella desde hacía mucho tiempo, una furgoneta se golpea violentamente contra el coche. La comitiva de coches negros muestra un entierro. Unos padres vestidos de luto. La joven llega tarde apresuradamente, con el brazo en cabestrillo. Se coloca lejos de los padres, y les mira escrutando su reacción. Ni siquiera se conocían. Los padres y un hermano del fallecido, en el asiento de atrás de un coche alquilado para la ocasión. Nadie habla. La escena es especialmente larga. El padre aparece sentado en la cama, con el despertador en la mano. No ha dormido en toda la noche. Suena el despertador. Su mujer duerme a su lado. El padre entra en la habitación de su hijo vivo. Abre las ventanas para ventilarla. El adolescente está consternado, abatido, habiendo abandonado todo orden o limpieza de la habitación. Parece una leonera. Por otro lado, la madre del fallecido, Grace, trata de enterarse de lo que pasó en los 17 minutos, entre el momento del accidente y la certificación de la muerte de su hijo. En conversación con el médico, se muestra obsesionada con saber qué fue lo que sintió su hijo en esos 17 minutos. Después de interrogar a todo el personal médico que lo atendió, solo le queda hablar con el conductor de la furgoneta, Jordan Walker, que permanece en coma, por lo que insiste al médico en que quiere enterarse del momento en el que salga de él, para preguntarle igualmente por lo sucedido en esos 17 minutos. El marido, Allen, es profesor. Estando en el aula, una compañera se interesa por su estado. Él le agradece las muestras de afecto y apoyo en el duelo. Grace se está tomando un baño, mientras su marido le dice –Hay mucha información en internet sobre el duelo. Una

No se entrometa en el amor de sus hijos

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Esta pelicula enseña que las madres aloriadas nunca traen nada bueno, y que solo en la trama de una pelicula pueden encontrar el juicio, que en la realidad les falta a menudo, cuando se hacen odiosas para sus nueras o yernos. Mientras que los padres, suelen pasar martirios, que las feministorras de escasos aprendizajes significativos, ignoran , hacen objeto de burla, cuando no intentan perjudicar más si cabe, abanderando ideales podridos, corruptos, injustos y canallescos.

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GUIÓN DE LA PELÍCULA “EL MEJOR” THE GREATEST.

Dos jóvenes de 18 años, hacen el amor por primera vez. Después, de noche, salen con un coche, y a él le sale el parar el coche en medio de la carretera. Está enamorado y desbordado por sus sentimientos, y ello le lleva a modificar algunas conductas. Durante 18 años ha sido una persona prudente, juiciosa.

Justo cuando empieza a decirle a ella que había estado enamorado de ella desde hacía mucho tiempo, una furgoneta se golpea violentamente contra el coche.

La comitiva de coches negros muestra un entierro. Unos padres vestidos de luto. La joven llega tarde apresuradamente, con el brazo en cabestrillo. Se coloca lejos de los padres, y les mira escrutando su reacción. Ni siquiera se conocían.

Los padres y un hermano del fallecido, en el asiento de atrás de un coche alquilado para la ocasión. Nadie habla. La escena es especialmente larga.

El padre aparece sentado en la cama, con el despertador en la mano. No ha dormido en toda la noche. Suena el despertador. Su mujer duerme a su lado.

El padre entra en la habitación de su hijo vivo. Abre las ventanas para ventilarla. El adolescente está consternado, abatido, habiendo abandonado todo orden o limpieza de la habitación. Parece una leonera.

Por otro lado, la madre del fallecido, Grace, trata de enterarse de lo que pasó en los 17 minutos, entre el momento del accidente y la certificación de la muerte de su hijo. En conversación con el médico, se muestra obsesionada con saber qué fue lo que sintió su hijo en esos 17 minutos. Después de interrogar a todo el personal médico que lo atendió, solo le queda hablar con el conductor de la furgoneta, Jordan Walker, que permanece en coma, por lo que insiste al médico en que quiere enterarse del momento en el que salga de él, para preguntarle igualmente por lo sucedido en esos 17 minutos.

El marido, Allen, es profesor. Estando en el aula, una compañera se interesa por su estado. Él le agradece las muestras de afecto y apoyo en el duelo.

Grace se está tomando un baño, mientras su marido le dice –Hay mucha información en internet sobre el duelo. Una de las cosas que podemos hacer consiste en hacer sonar una campanilla cada vez que echemos de menos a Bennett (el hijo muerto), o cuando pensemos en él-. Allen le entrega una que acaba de comprar a su mujer –Puedes dejarla donde prefieras- Grace le dice –Dámela- y entre desconcertada y trastornada, la hace sonar sin parar. Su marido se da cuenta de que tal vez no haya sido tan buena idea.

Llama a la puerta, la chica que estaba con su hijo en el coche, el día del accidente, Rose.

Allen.- Me alegro de que estés aquí. Desde el entierro quería hablar contigo.Rose.- No tuve muchas respuestas para su mujer, y sé cuánto las deseaAllen.- Sí, se empeña en no tener respuestas. Está muy centrada en eso. En fin, es una

cuestión de tiempo. Pero dime, ¿cómo estás?Rose.- Agua, ¿me puede traer agua?Allen.- Sí, claro. (y le va preguntando de que conocía a su hijo, si fue en el instituto,

en alguna de las actividades de su hijo,…)Rose.- No, nada de eso, soy la que dejó embarazada, de tres meses. (Habían pasado

tres meses desde el entierro)

Grace y Allen están en el dormitorio haciendo la cama de invitados.

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Grace.- Dice que solo pasaron una noche juntos. No me creo que no tenga donde ir. Algún sitio habrá donde pueda quedarse hasta la prueba de paternidad.

Allen.- ¿Prueba de paternidad? Pobre chica, no la haré pasar por eso.Grace.- ¿Por qué la defiendes?Allen.- No lo hago. Pero no entiendo por qué iba a inventar algo así.Grace.- Porque es muy joven y está sin blanca. (Allen la mira perplejo) No puedo con

esto, no, no puedo con todo esto.Allen.- Grace, Grace, eh, ven aquí, ven (abrazándola)Grace.- Ni siquiera conocemos a esa chica.Allen. Lo sé. Pero a mí me parece buena persona.Grace.- Si al final resulta ser de Bennett, tampoco me alegraré, porque al fin y al

cabo, no quiero que todos piensen que es como una bendición. ¿A ti tampoco te parece una bendición, verdad?

Allen.- No, en absoluto.Grace.- Seguro que fue ella la que le tiñó el pelo de azul. Él jamás lo hubiera hecho.Allen.- Acaba de hacer la cama, yo voy a bajar a buscarla.Grace.- Pero espera, ¿Por qué quiere instalarse en nuestra casa? Estamos de duelo. No

puede ser bueno para el bebé.Allen.- Será porque no tiene alternativa.

Rose se está acomodando en la habitación, llega el hijo menor, Ryan. Saluda y charlan desinhibidos, con complicidad. Tras ello, ella recuerda el momento en la cama después de hacer el amor, cuando él le pregunta que le ha parecido y ella le susurra al oído, que ha sido el mejor momento de su vida.

Otro día, a media nocheGrace.- (sonámbula) Quiero a mi bebé. Qué alguien me ayude a encontrar a mi bebé.

Que alguien me ayude a encontrar a mi bebé. No sé dónde está. Se ha ido. (Llega Allen junto a ella) ¿Has visto a mi bebé? Se ha ido. No lo encuentro.

Allen.- Tranquila, tranquila.Grace.- Por favor, es tan pequeñito. Estaba aquí, y ahora no lo encuentro.Allen.- Vamos, no pasa nada. Vamos, cielo.Grace.- ¿Dónde está mi bebé? Tengo que verlo. (Rompe a llorar desconsoladamente)

Por otro lado, Ryan acude a una terapia de duelo en la que se encuentran otros adolescentes.

Terapeuta.- Eres libre de escuchar o participar, lo que te venga bien.Ryan.- He venido porque es lo que toca hacer.Terapeuta.- Pero, ¿estás experimentando síntomas de duelo?Ryan.- No.

Grace acude al hospital a la habitación de Jordan Walker, se ha ofrecido a leerle y acompañarle, aunque verdaderamente está obsesionada con preguntarle por esos 17 minutos. Hasta la enfermera se extraña de tanta disponibilidad, que alcanza a quedarse incluso fines de semana.

Ryan entabla amistad con una chica del grupo de terapia, que dice que está allí porque su hermana se pegó un tiro en misa. Pero no se la ve abatida, sino indolente y chismorreando sobre lo inútil de esas terapias.

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Rose abre un libro del bebé, y se da cuenta de que no puede rellenar los datos del padre, salvo la edad, 18, y el número de calzado. Recuerda entonces cuando le tiñó el pelo de azul a Bennett, situación plagada de ternura y complicidad.

Durante una cena, los cuatro, Allen habla de los caprichos de Grace, cuando estaba embarazada de Bennett. Se interesa por lo que hace Ryan en el instituto, en fin una conversación amable. Grace no habla, está expectante.

Ryan.- Tengo una cosa para Rose. Hay una web a la que puedes mandar las fotos de dos personas, y ver cómo sería un hijo suyo. Cogí tu foto y la de Bennett del anuario, y según ellos, está claro que tu hijo irá en el autobús de los tarados.

Allen.- Ryan, eso no tiene gracia.Grace.- Déjame verla. Oh, mira, ¡qué cara!Ryan.- Al menos deja el listón bastante bajo.Allen.- Ya vale, Ryan. Gracias.Ryan.- Puede que lo quieras de todos modos.Grace.- Tiene los ojos de Bennett. Allen.- ¿Alguien sabe si hará buen tiempo el fin de semana?Grace.- ¿Por qué haces eso? ¿Por qué siempre cambias de tema cuando surge el

nombre de Bennett.Allen.- No lo hago.Grace.- Sí que lo haces.Allen.- Grace.Grace.- Sí que lo haces. Ahora verás. (Dirigiéndose a Rose) ¿Le teñiste tú el pelo de

azul a nuestro hijo?Allen.- Rose no quiere hablar de eso en la mesa.Rose.- No, es igual.Grace.- ¿Por qué no? Yo solo quiero saberlo.Allen.- Grace, déjalo ya. ¿Qué quieres demostrar ahora?Grace.- No quiero demostrar nada. Sólo es una pregunta. ¿Fuiste tú la que le teñiste el

pelo de azul a nuestro hijo?Allen.- He terminado.Rose.- Sí.Grace.- Ah. Cuando fui al depósito, di por sentado que se habían equivocado. Era

otro chico, porque nuestro hijo nunca se hubiera teñido el pelo de azul. Ya me había convencido de que había sido un error. Pero después, cuando le vi la cara, y comprobé que era Bennett, nuestro hijo. Ya estaba muerto…otra vez. Fue como si hubiera muerto…dos veces.

Rose.- Lo siento.Grace.- ¿Lo ves? No quería demostrar nada, ni discutir con nadie. Sólo le he hecho

una pregunta.

La compañera de instituto de Allen se acerca a hablarle después de terminada la clase. Le invita a cenar, pero él la rehúye. Ella le recuerda la casa que Allen tiene en la playa, y recuerda que cuando murió su hija, ella y su marido fueron a Florida quince días, y lo bien que les sentó.

Allen.- No puedo seguir hablando contigo. Ya lo sabes.

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Ella.- Sólo intento asegurarme de que te cuidas como es debido. No solo existe Grace.

En casa de nuevo

Allen.- (dirigiéndose a su hijo, entrando en su cuarto) Nos vamos a la casa de la playa.

Ryan.- (Le muestra con guasa, el bote con orina que le pide su madre para analizarla, y se lo da para que se lo entregue a Grace)

Grace sigue obsesionada con saber lo que pasó en los 17 minutos. Recoge el bote de orina.

Ya en la casa de la playa, Rose aborda a Grace, que está sentada en la terraza. Hablan de nombres de niños. Que a su hijo le puso Bennett por Tony Bennett, el cantante. Pero respecto a si hubiera sido niña, no había unanimidad, y que a ella le gustaba el nombre de Ruby. Rose trata de ganársela diciéndole que el bebé da patadas cuando oye la voz de Grace, que le toque la barriga para notar como se mueve.

En la siguiente escena, Rose aborda a Allen en una calle del pueblo.

Rose.- ¿Estás bien?Allen.- Sí, bastante bien. No hay nada como la brisa marina.Rose.- Sí, siempre quise vivir cerca del mar, pero a mi madre le parecía demasiado

cerca de la luna.Allen.- ¡Esa es buena! No tiene sentido.Rose.- No. Es verdad. No tiene mucho sentido.Allen.- No, no mucho. Oye, tu madre será bien recibida si quiere venir a pasar unos

días con nosotros.Rose.- Más vale que no. Mi madre no está muy cuerda.Allen.- No creo que eso asustara a nadie de nuestra casa.Rose.- La verdad es que no sabe que estoy embarazada.Allen.- ¿Por qué no?Rose.- Porque me dirá que he escogido el camino equivocado. Y no quiero oír eso.Allen.- Yo no creo que te estés equivocando. No estoy totalmente seguro de por qué

lo haces. Pero no lamento que lo hayas hecho.Rose.- Ya sé que hay otras opciones.Allen.- Escucha, te hubiésemos apoyado de todas maneras.Rose.- Y todas me parecen respetables.Allen.- Ya, claro que sí.Rose.- Aunque…No sé.Allen.- No tienes por qué…Oye, ven aquí. No tienes por qué saber nada. Es igual.

Podemos hablar de esto en otro momento y…¿Vamos a ver una peli?

A Grace le da una crisis de ansiedad en el supermercado al pasar por delante de la estantería de los cereales que compraba a su hijo fallecido. Un policía la recoge y la lleva a casa. Cuando llegan Allen y Rose, después de terminar de ver la película, ven el coche de policía en su porche, Allen entra enseguida y se encuentra en la mesa de la terraza a Grace. Él le pregunta por qué no le ha

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llamado. Ella le dice que llamó pero estaba apagado. Él le dice que fue por dos horas mientras veía una película con Rose, para distraerse. Grace con sorna hiriente le reprocha que haya ido al cine con Rose, y ya puestos podrían ir a un lugar romántico en París, insinuando que a lo mejor su marido se sentía atraído por Rose, que le gustaba divertirse con ella, mientras ella sufría. En este momento Allen la coge, y la lleva al mar para arrojarse los dos al agua. Allí repite incesantemente que lo siente muchísimo, unas quince veces. Y luego Te quiero, te quiero otras tantas veces. Te quiero a ti y a nadie más.

Grace llega al hospital para acompañar a Jordan Walker, que aún está inconsciente. Tras leer brevemente un párrafo del libro, le habla a Jordan

Grace.- ¿Sabes?, no siempre ha sido así. No quiero que le juzgues, porque en realidad es un hombre muy bueno. Te darías cuenta si le conocieras. Créeme, nunca ha querido a nadie menos de lo debido, nunca. Quiero que lo sepas. Sólo es una fase por la que estamos pasando. Nada más. Eso es todo. Como cualquier otra.

Entran los camilleros con la enfermera para llevarse con la camilla a Jordan, Grace quiere impedir agarrando la camilla, que se lo lleven alegando razones de oportunidad, pero la enfermera insiste que sigue instrucciones, y que se lo han de llevar a un hospital de la cárcel. Cuando la enfermera le dice si va a seguir visitándolo en la cárcel, Grace suelta la camilla.

Allen está sentado en la cama de la habitación, Rose llega al quicio de la puerta para charlar con él.

Allen.- Es posible que Grace tenga una aventura.Rose.- No.Allen.- No me extrañaría que la tuviera.Rose.- No creo que hiciera eso.Allen.- Yo lo hice. Tuve una. Ah, necesitaba saber que me querían. Durante toda

nuestra vida conyugal he tenido la sensación de estar en nuestra primera cita. Ah, nunca me la he merecido, nunca.

Rose.- ¿Quieres acompañarme a una fiesta? Habrá mucha birra.

Llegan a la fiesta de estudiantes. Se trata de ir disfrazados con lo que jamás se vestirían de ordinario. Allí charlan con un colgado que se ha tomado un tripy. Luego Rose está tumbada en una cama con la barriga descubierta, para que todos firmaran en ella, como modo de desear buen parto. Allen está escribiendo algo también en la barriga, una integral que le costó resolver tres años.

Rose.- ¿No crees que podría ser más fácil silo hablaras con Grace?Allen.- Ya está. Compuertas. No sé qué haría si se me abriesen.Rose.- Voy a hablarte sobre alguien, como si no fuera él (Bennett).Allen.- ¿Y por qué ibas a hacer eso?Rose.- Porque hay cosas que necesito contarte.Allen.- Está bien.

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Rose.- Vale. Conocí a un chico que fue maravilloso conmigo. ¿Puedo seguir? ¿Estás bien?

Allen.- Sí.Rose.- Le vi por primera vez en clase de literatura inglesa en primero. Llevaba una

gorra de beisbol el primer día de clase. El profesor le obligó a quitársela, y se le vio todo el pelo pegado a la cabeza. Yo intenté ahuecárselo un poco, y me sonrió. Después nos íbamos controlando. Y empecé a sentir que le conocía. Miré tanto su foto del anuario que me sabía su cara de memoria. En nuestro último año, mientras yo estudiaba piano, él tenía fútbol. Así que nos cruzábamos todos los días después de clase. Siempre en el mismo sitio. Y aquello se convertía en algo que me hacía tanta ilusión, que hasta podría decirte todos los días que no fue a entrenar porque, para mi, aquellos días no valían la pena. A veces me miraba. Otras veces, sin embargo, giraba la cara. Llegó un momento en que la atracción era tan grande, que ya nos estábamos mirando cuando yo empezaba a bajar el primer escalón. Hasta que el último día del curso, se decidió a hablarme. Y todo lo que dijo fue exactamente como yo lo había imaginado. Y le sentí tal y como le percibía en mis sueños. Y me parecía que todo iba pasando exactamente como tenía que pasar. No había estado tan feliz en mi vida. Feliz y asustada al mismo tiempo. Y si me hubiera firmado la barriga, habría puesto algo bonito para animarme.

Allen.- Es una de las integrales más difíciles que he solucionado en mi vida. Tardé tres años en resolverla.

Rose.- Yo estaba enamorada de él, por eso voy a tener este bebé. Estuve enamorada de él durante cuatro años. Apenas le conocía, pero todo fue exactamente como lo había imaginado. Todo fue como lo había visto en mi cabeza. Y tengo que tener este bebé, porque creo que era el amor de mi vida.

Allen.- (Rozó levemente la barriga y se derrumbó sobre la cama) Estoy muy cansado. Ya no puedo luchar más. Estoy agotado.(Rose se levanta encorajinada porque no soporta la falta de agallas de Allen, su derrotismo. Y se centra en sus cosas, haciéndose la foto a la barriga del octavo mes, para colocarla en su libro del bebé)

Ryan le cuenta a la chica que ha conocido en las sesiones de terapia de duelo, que su madre le hace análisis de orina, para saber si se droga, pero que él no toma nada.

Están con el ginecólogo, viendo la ecografía en la pantalla. El cameo de Salman Rushdie, le da un toque desconcertante, que quita hierro a la situación.

Nurse.- Es una niña. El latido es fuerte y vigoroso. La has cuidado muy bien.Allen.- Es maravilloso.Grace.- Disculpad (y sale de la habitación escopeteada)Allen.- Estoy muy contento. Rose, vuelvo enseguida. Hasta ahora. (llamando a

Grace) Grace, ¿qué te pasa?Grace.- Solo necesito un minuto.Allen.- Muy bien, tomate un minuto, yo voy a volver.Grace.- No. No quiero ese bebé. Me da igual que parezca horrible.Allen.- Sí, parece horrible.

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Grace.- Si Bennett estuviera vivo, ella jamás lo hubiera tenido. No puedo estarle agradecida

Allen.- Ni falta que hace.Grace.- No puedo. No lo estaré. No quiero.Allen.- No quieras. No hagas nada. Ya no me importa.Grace.- ¿Qué pasa? ¿Ya no puedo decirte como me siento?Allen.- No, cuando todo lo que sale de tu boca suena tan feo.Grace.- Tienes razón, perder un hijo es muy feo.Allen.- No tienes la patente del dolor. Tú no eres la única que sufre. Los demás

también sufrimos.Grace.- Tú no. No has derramado ni una lágrima.Allen.- Vale. No. Voy a volver. Vuelvo a entrar. Escucha, alguien tiene que ser fuerte

en esta familia. Alguien debe mantenerla unida. ¿No te das cuenta de que si yo me derrumbo, todo se irá a la mierda?

Grace.- Siento no poder controlar mi dolor, y no poder comportarme como un soldado cumpliendo órdenes.

Allen.- Existe algo más que tú y tu dolor, Grace. Hay personas en nuestras vidas que necesitan nuestra atención.

Grace.- Sí. Pero a alguien que ha perdido a su perro, no le regalas un cachorrito para pasar el mal trago.

Allen.- ¿Y qué quieres que hagamos? ¿La echamos? ¿Le damos veinte pavos y le deseamos buena suerte?

Grace.- Al menos no la trates como si fuera un regalo. Como si arreglara el que nuestro hijo se haya ido. Eso no suaviza el golpe.

Allen.- Lo suaviza para mí, sí.Grace.- ¿Sí? Pues me alegro por ti. Me alegro de que esa chica que es la razón de que

nuestro hijo esté muerto, te suavice el golpe a ti.Allen.- Eso es injusto.Grace.- ¿Y qué hacía en medio de la carretera? Sí hubiera ido con amigos o con

nosotros, ¿se habría quedado en medio de la carretera? Contéstame a eso Allen.

Allen.- Tú no sabes cómo ocurrió. ¿Te das cuenta de que no has hecho el menor esfuerzo por conocer a esa chica?

Grace.- ¡Es qué no quiero conocerla! ¿No puedes entenderlo? Debió ser ella la que muriera esa noche. ¿Debió morir ella!(Mientras decía todo esto, Rose había salido de la consulta, y escuchó todo. En ese momento salió sola de la clínica. Ellos se dieron cuenta de su presencia.

Ryan va a casa de la chica que ha conocido en la terapia. A la puerta sale una joven. Ryan se da perfecta cuenta de que es la hermana, que su amiga decía que se había suicidado. Ryan da media vuelta, su amiga sale tras de él

Chica.- Aquí no me hacen ni caso. Es como si mi hermana estuviera muerta.Ryan.- No tienes ni idea de lo que es un hermano muerto.

Ryan llega a casa, saca una bolsita de pastillas y se toma un par de ellas. Un instante más tarde llega Grace, que al ver productos de limpieza se irrita mucho. Allen está en la entrada comiendo un tentempié.

Grace.- ¿Qué has hecho?

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Allen.- He llamado a Gloria (Una limpiadora)Grace.- Me dijiste que lo hablaríamos.Allen.- La casa estaba demasiado descuidada. Venga, por favor, oye. No podía vivir

con la casa tan dejada.Grace.- ¡Qué idiota! ¿Cómo has podido hacerlo?Allen.- Espera un momento.Grace.- (a la limpiadora que lleva un cesto con ropa de Bennett recién planchada)

Espera (cogiendo una sudadera de su hijo) ¿Qué es esto?Allen.- Grace…Cleaner.- He hecho la coladaGrace.- ¿Has lavado su camiseta? ¡Fuera!Allen.- Grace, ¿qué estás haciendo? Grace.Cleaner.- Lo siento, lo siento.Allen.- Grace.Grace.- Le has borrado por completo. Lo has hecho a propósito.Allen.- ¿Qué dices? Te comportas como una cría.Grace.- Quería poder verlo todo como lo dejó él. Y olerle. Pero ahora se ha ido.Allen.- Está aquí.Grace.- No está aquí. Está muerto. Se ha ido.Allen.- ¡Eso ya lo sé, maldita sea!Grace.- Es que no hay nada a que agarrarse. ¿No lo entiendes? Sólo una lágrima.

¿Qué es lo que te pasa? ¿No puedes derramar ni una sola lágrima?(Allen se cae como si estuviera sufriendo un infarto)

Grace.- Allen….Allen… ¿Allen?...Lo siento. Oh, Dios mío.

En el hospital él se encuentra en la camilla, y ella acompañándolo de mala gana.

Doctor.- Tenía todos los síntomas de un infarto. Problemas respiratorios, opresión en el pecho, latido cardiaco irregular, mareos.

Grace.- Pero no ha tenido un infarto.Doctor.- Por lo que he visto no. Su electrocardiograma parece normal.Grace.- Entonces ¿qué ha sido?Doctor.- Su cuerpo está sometido a un gran estrés, señora Brewer. Tiene la presión

altísima, sinusitis que le ha provocado una infección de oído, y una falta de sueño extrema.

Grace.- Ya, pero no ha sido un infarto.Doctor.- A ciertos pacientes les resulta más fácil mostrar síntomas de dolor físico que

emocional.

Ryan libera la tensión en el grupo de terapia de duelo, irritado por la estupidez de la chica chismosa y descreída que estaba en el grupo para burlarse. Su discurso es contradictorio, empieza considerando a su hermano un imbécil, pero al final lo recuerda con cariño, entrañablemente, reconociendo que le quería más que a nada. Al final eso es todo lo que le di, nada de nada. Sabe lo que es tener una única oportunidad, y cagarla de esa manera. Se ha ido y ya no habrá otra ocasión. ¡Dios! Le echo tanto de menos.

Grace llega a la cárcel y Jordan está recuperado, con unas esposas atadas a la cama.

Grace.- Hola, soy Grace Brewer, la madre de Bennett, el chico del coche.

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Jordan.- ¿Y?Grace.- Pues que fuiste la última persona en ver a mi hijo con vida.Jordan.- Ya, y tenía un semáforo en verde. Voy a demandar a tu familiaGrace.- ¿Recuerdas cómo pasó?... ¿Te encuentras mejor?Jordan.- ¿Tengo pinta de encontrarme mejor? ¡Joder! (le muestra su brazo derecho

esposado a la cama) ¿Eh?Grace.- Oye, conseguí ver el video de seguridad. Y me dio la impresión de que

hablabas con mi hijo. Como si le dieras ánimos después del accidente.Jordan.- No le di ánimos a nadie, vale. Y ahora tengo otras historias en el coco, por si

no te habías fijado (le van a encarcelar)Grace.- ¿Te acuerdas al menos de si sentía dolor?Jordan.- No pienso hacer esto tía.Grace.- Llevo mucho tiempo esperando para hablar contigo. Por favor.Jordan.- ¡Márchate! ¡Largo!Grace.- Por favor.Jordan.- ¡Qué te largues!Grace.- No me iré.Jordan.- No murió como un héroe, ni nada de eso, si es eso lo que quieres oír.Grace.- No lo es… (se produce un largo silencio)Jordan.- No sé. Pasó. Pasó muy rápido. Primero me preguntó si había sido culpa suya.Grace.- ¿Y entonces le dijiste que no?Jordan.- Le dije que no se preocupara.Grace.- ¿Y qué más?Jordan.- ¿De verdad quiere saberlo, tía?Grace.- Más que nada en el mundo.Jordan.- Su cuerpo estaba atrapado entre la parte delantera de mi camioneta y su

puerta. Había tanto metal aplastado, que no sé, puede ser que eso fuera lo que le mantenía unido. No quería moverle. No creo que hubiera podido ni queriendo, así que… Tenía el brazo derecho tan desplazado hacia atrás, que parecía que ni estuviera unido a él. No había visto nada parecido. Tuve que salir por el techo de mi camioneta para llegar hasta él. No creo que sintiera dolor. Sólo creo que tenía frío.

Grace.- Y fue entonces cuando le diste tu chaqueta.Jordan.- Sí, pero no mejoró nada. Era…la sangre…lo que le daba frío.Grace.- ¿Cuánta sangre había…? ¿Cuánta?Jordan.- Más de la que había visto nunca.Grace.- ¿Estaba asustado?Jordan.- No lo sé, porque… había líquidos por todas partes… y cantidad de cosas que

salían de su cuerpo. Sí, puede que estuviera llorando. Lo supongo, no lo sé.Grace.- ¿Y tú crees que lloraba porque le dolía o estaba llorando porque tenía miedo?Jordan.- ¿Qué más da?Grace.- Por favor, ¿Qué crees que era?Jordan.- Miedo, diría yo.Grace.- ¿Crees que sabía que se moría? ¿Sabía que se estaba muriendo?Jordan.- Sabía que era grave. Pero tampoco llegamos a hablar de Dios ni nada de eso.

Sólo le dije – Estate atento a las sirenas. Cuando oigas las sirenas, todo empezará a ir bien-

Grace.- ¡Dios mío! Me necesitaba y yo no estaba. Tendría que haber estado allí para calmarle, y que no tuviera miedo, y decirle que le quería, abrazarle.

Jordan.- Eh, eh, eh. Oye, oye, oye. ¿Quieres un poco de agua o algo?

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Grace.- Me necesitaba. Me llamaba, y yo no estaba allí.Jordan.- No te llamaba a ti, la llamaba a ella, una y otra vez, a esa chica del coche.Grace.- ¿A Rose?Jordan.- Rose. Lo único que le importaba era Rose. Si estaba herida, si le dolía algo, si

ella preguntaba por él. Me dijo una y otra vez que tenía que ayudarla, que debería estar cuidando de ella. Pero yo la daba por muerta.

Grace.- ¿Te preguntaba por Rose?Jordan.- Hasta me pidió que subiera la radio. Al pobre chaval le salía sangre hasta por

las orejas, pero quería que ella oyera la canción, pensaba, que podría gustarle oírla.

Grace.- Tengo que marcharme, gracias.

Rose está en casa de una amiga. Ésta está llamando a la madre de Rose (Lydia). Su madre le dice que ha perdido el trabajo. Le dicen que la llaman para decirle que Rose está embarazada, que ha dejado la Universidad por un año, que cuenta con el apoyo de la familia del padre y que quiere que sepa que no está nada asustada. Y la madre contesta que quiere que le pida dinero a la familia esa, unos 10.000 dólares por adelantado. Que irá a ayudarle si consigue enseguida los 10.000 pavos, porque cree que es lo que necesitarán para… Rose cuelga el teléfono. La amiga le dice después de colgar – Parecía alegrarse cuando le he dicho que estabas bien- a lo que Rose responde con resignación hastiada – me alegro-

Grace llega a la habitación del hospital donde está Allen.

Grace.- El médico dice que puedes irteAllen.- Sí.Grace.- Bien.Allen.- Has hablado con Jordan Walker ¿A qué sí?Grace.- Sí.Allen.- ¿Y qué has descubierto?Grace.- Bennett la quería, ¿verdad?Allen.- Sí, Grace, sí. (Llorando de emoción)Grace.- Habría querido que me llamase a mí, ¿Es eso tan terrible?Allen.- Yo te llamo, te llamo todos los días (implorando entre sollozos)Grace.- Estoy aquí Allen (fría y distante)Allen.- ¡Oh, Dios mío!Grace.- Pobrecito (abrazándole)Allen.- Dios mío, mi hijo. (A lágrima viva)Grace.- Tranquilo.Allen.- Pobre, pobre, pobre, pobre hijo mío (con el rostro bañado)Grace.- Tranquilo. No pasa nada. Ya está (consolándolo). Sí, sí. Ya lo sé, tranquilo.

Sí, sí, lo sabía mi vida, ya lo sé, lo sé, tranquilo.Allen.- No estaba cuando más me necesitaba. Habría podido salvarle. Habría podido

salvarle. Habría podido salvarle de haber estado allí. Le habría podido salvar.Grace.- Escucha…Allen.- Tuve 17 minutos, y pude haberlo salvado, Grace.Grace.- No, escúchame. Mírame Allen. No podías. Escúchame. Era un error. Era un

error. Murió en el impacto. No sufrió nada. No hubieses podido hacer nada.

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No sufrió. No hubo sufrimiento. Y tú no hubieras podido hacer nada por él. De verdad.

Allen.- (Ya más tranquilo) Oh Grace, Grace.Grace.- Tranquilo (le besa en la frente)Allen.- Lo siento.Grace.- Tranquilo.Allen.- Grace, tenemos que traerla a casa. Tenemos que hacerlo.Grace.- De acuerdo

Llegan a casa, el hijo les muestra unos papeles.

Ryan.- Son sitios a los que podría haber ido. Voy a salir a buscarla.Grace.- Iremos contigo, ¿verdad? (dirigiéndose a Allen)Allen.- De acuerdo. Por mí, bien. Cuando queráis. Venga. Vamos.Grace.- Buen trabajo.Allen.- Bien hecho. Tú primero. (le dice al hijo)

Llegan con el coche donde ven a la amiga de Rose. Allen se baja.

Allen.- Estamos buscando a Rose.Amiga.- ¿La has perdido?Allen.- En cierto modo.Amiga.- No sé dónde está.Allen.- Nos gustaría muchísimo encontrarla. Estamos preocupados por ella. Por

favor, si puedes decirnos algo.Amiga.- (Ignorándolo) Un poco tarde, ¿no te parece?Allen.- (Resignado) Vale. Amiga.- Probad en el sitio del accidente. Suele ir allí por las tardes.

Grace, Allen y Ryan están colocando flores, trofeos y otros objetos encima del guarda rail y en el suelo. Cuando ya han terminado y se disponen a subir al coche para irse, se acerca el autobús, del que baja Rose. Ellos la llaman, pero ella huye entre los árboles cercanos.

Todos.- Rose, Rose, Rose, Rose.Rose.- Tranquilos, el bebé está bien.Allen.- Rose, estábamos preocupados ¿vale?Rose.- ¿Por qué ibais a preocuparos por mí? ¿Por qué leo anuarios viejos para saber

más cosas del padre de mi hija? ¿Por qué algo muy asqueroso acaba de salir de mi cuerpo en el autobús?

Grace.- ¿Has roto aguas? ¿Estás de parto?Rose.- Estoy bien.Allen.- Estábamos preocupados por ti. Desapareciste.Rose.- Tranquilos, ya me espabilaré. El bebé estará bien.Grace.- Déjanos llevarte al hospital, y si aún es pronto, entonces te llevaremos a casa.Rose.- No quiero ir a casa. No quiero que mi bebé crezca en vuestra casa. ¿Qué se

supone, que he de criarle sin hablarle de su padre? ¿Decirle que no puede mencionar su nombre delante de su abuelo porque aún no ha reconocido que está muerto? ¿Y angustiarme cada noche, pensando que su abuela va a

Page 12: No se entrometa en el amor de sus hijos

ahogarle, porque preferiría que no existiera? ¿O qué su tío dejará muestras de orina junto a su cuna? Perdona, eso no ha sido justo. Tú me caes bien.

Ryan.- Y tú a mí.Rose.- Gracias.Grace.- Oye, te prometo que no la ahogaré en su cuna, créeme. Sé que no he sido de

gran ayuda en tu situación, y si pudiera volver atrás, me comportaría de una manera totalmente distinta. Rose, oye, cuando tengas el bebé, comprenderás que lo más horrible que le puede pasar a una madre es perder a su hijo. Siento mucho como ha ido todo entre nosotras. De veras que sí.

Allen.- Por favor, Rose, danos una oportunidad. Sólo sube al coche con nosotros, por favor.

Rose.- Ni siquiera sé cómo era (Bennett)Grace.- ¿Qué quieres saber? Te lo contaremos.Rose.- Quiero saber todo lo que sabría si estuviera vivo. Que me contéis todo lo que

podáis recordar.Allen.- SíGrace.- Te contaremos todo lo que quieras saber de él. Hablaremos hasta que nazca el

bebé.Rose.- Hay una foto de Bennett en las pistas ¿Era rápido? ¿Mi niña será rápida?Ryan.- Sí.Rose.- ¿Cómo cuánto?Ryan.- 400 metros en 50 segundos.Rose.- ¡Qué fuerte!

Siguen en el coche informándole de curiosidades chocantes o esperpénticas, en un tono distendido y jolgorioso.

Grace acompaña a Rose cogida de la mano, mientras los celadores empujan la camilla hacia la sala de parto.

Cuando sale rose con el bebé, les dice que se llamará Ruby.

En un flash back, Rose recuerda el día en que Bennett, se decidió a hablarle, en la escalera por la que ella bajaba después de la clase de piano, y él subía después del fútbol.

Sobre el fundido a negro, se oye la campanilla.

FIN