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Y además en este número de NODI encontrarás... BOLETÍN INFORMATIVO DE LA DIÓCESIS DE ORIHUELA-ALICANTE AÑO XVI N.º 355 12 - 25 de mayo de 2013 SANTO PADRE FRANCISCO PÁG. 3 «Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces» CRÓNICA DIOCESANA PÁG. 6 «Seamos misericordiosos» -Homilía de D. Rafael en la Asamblea Plenaria de la CEE- T ESTIGOS DE LA FE EN LA DIÓCESIS PÁG. 4 Siervo de Dios Cayetano Perea García El 19 de mayo celebramos el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar

NODI ABRIL 2013

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BOLETIN DIOCESANO

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Page 1: NODI ABRIL 2013

Y además en este número

de NODI encontrarás...

BOLETÍN INFORMATIVO DE LA DIÓCESIS DE ORIHUELA-ALICANTE AÑO XVI N.º 355 12 - 25 de mayo de 2013

SANTO PADRE FRANCISCO PÁG. 3

«Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces»

CRÓNICA DIOCESANA PÁG. 6

«Seamos misericordiosos» -Homilía de D. Rafael en la Asamblea Plenaria de la CEE-

TESTIGOS DE LA FE EN LA DIÓCESIS PÁG. 4

Siervo de Dios Cayetano Perea García

El 19 de mayo celebramos el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar

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2 DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013

Noticias Diocesanas es una publicación de la Delegación de MCS del Obispado de Orihuela-Alicante Diseño y Maquetación: María Córdoba. Imprime: Servicio de Impresión de Levante, S. A. Depósito legal: A-578-1997.

Los responsables de las comunidades

12.Creyentes y no creyen-tes están generalmente

de acuerdo en este punto: to-dos los bienes de la tierra de-ben ordenarse en función del hombre, centro y cima de to-dos ellos. Pero, ¿qué es el hom-bre? Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Diversas e incluso contradictorias. Exal-tándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la desesperación. La duda y la ansiedad se siguen en conse-cuencia. La Iglesia siente pro-fundamente estas difi cultades, y, aleccionada por la Revela-ción divina, puede darles la res-puesta que perfi le la verdadera situación del hombre, dé ex-plicación a sus enfermedades y permita conocer simultánea-mente y con acierto la digni-dad y la vocación propias del hombre. La Biblia nos enseña que el hombre ha sido creado «a imagen de Dios», con capa-cidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido señor de la entera creación visible para gobernar-la y usarla glorifi cando a Dios. ¿Qué es el hombre para que tú te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre para que te cuides de él? Apenas lo has hecho inferior a los ángeles al coro-narlo de gloria y esplendor. Tú lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto por ti debajo de sus pies (Ps 8, 5-7).Pero Dios no creó al hombre en solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (Gen l,27). Esta sociedad de hombre y mujer es la expresión prime-ra de la comunión de personas humanas. El hombre es, en efecto, por su íntima naturale-za, un ser social, y no puede vi-vir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás.Dios, pues, nos dice también la Biblia, miró cuanto había hecho, y lo juzgó muy bueno (Gen 1,31).

«Por donde pasaban designaban responsables» (Hch 14,23). No estarán constituidas plenamente

nuestras comunidades cristianas hasta que no tengan responsables conscientes de su vocación, su espirituali-dad y su encargo pastoral. Es cierto que el texto habla de la responsabilidad de los presbíteros. Pero es también aplicable a todas las responsabilidades eclesiales. Espe-cialmente a los responsables laicos de las comunidades, a los que el Mensaje al Pueblo de Dios reconoce «diversas formas de participación y corresponsabilidad» y pide «que orienten su presencia y su servicio en la óptica de la nueva evangelización, cuidando su propia formación humana y cristiana, el conocimiento de la fe y la sensi-bilidad a los fenómenos culturales actuales» (8). En su mayoría, los laicos que trabajan en las parroquias son personas buenas y generosas, con deseo de ser fi eles al Señor, que se defi nen, ante sí mismos y ante los demás, por lo que hacen: Los «ministros» de la liturgia son los que preparan las moniciones o distribuyen las lecturas o las proclaman en la Misa. Los «ministros» de Cáritas son los que atienden a los que llegan necesitando ropa, dinero o comida. Los «ministros» de la enseñanza de la fe –las populares catequistas– son las que una hora a la semana «dan catequesis» a un grupo de niños… o a algunos padres. Claro que todos ellos también se re-únen, o con el sacerdote o entre ellos, para preparar su actividad… y, ocasionalmente, oran juntos, en algún retiro o convivencia, además de su participación en la Eucaristía dominical –no siempre garantizada en todos los casos–. Queda un amplio espacio para el crecimiento en el trabajo pastoral con los responsables de las comu-nidades… que no se soluciona con convocar una vez al trimestre a los consejos parroquiales de pastoral.Toda responsabilidad en la Iglesia comienza con una vocación, una llamada. Es Dios quien llama… aunque parezca que lo hizo el párroco u otro cristiano. Por eso, el primer paso, en el que nunca hemos de pensar que perdemos el tiempo, es el de ayudar a descubrir todas las implicaciones de esta llamada del Señor a cada per-sona concreta para asumir su propia responsabilidad en el crecimiento de la comunidad eclesial. No bastan las reuniones. Es necesario el acompañamiento personal… precedido de un largo tiempo de oración por cada una de estas personas. Jesús lo hacía (Lc 6,12-16; Lc 22,31-32; Jn 17,1-26). La vocación es fuente de identidad. To-mar conciencia de la propia identidad no es la menor de las tareas para un responsable eclesial. Es el funda-mento, el cimiento, de toda espiritualidad y actividad.

12. El hombre, a imagen de Dios

En ocasiones, sin formularlo explícitamente, la toma de conciencia de la identidad se fragua en la confrontación. Es un mecanismo necesario en la adolescencia. También aparece señalado por Jesús en alguna parábola: «Te doy gracias porque no soy como los demás (…) ni como ese publicano» (Lc 18,11). Pero este proceso de crecimiento en la conciencia de la propia identidad es inmaduro y no conduce a nada bueno. El crecimiento en la conciencia de la propia identidad que se necesita en la comunidad eclesial proviene del sentido de pertenencia. Así se fra-gua la madurez humana y la cristiana. También Jesús nos muestra el camino: «Somos su pueblo» (Sal 100,3), «sois mis amigos» (Jn 15,14), «sois luz y sal» (Mt 5,13-16)… De este modo, la conciencia de identidad se fragua en la es-cucha. Y, de ella, nace una auténtica espiritualidad evan-gélica y una actividad incuestionablemente apostólica.El segundo paso es el de la formación personal –no basta la comunitaria– para asumir la misión que nace con cada llamada. Sería autoengañarnos pensar que está formado un responsable cristiano cuando se le facilita el conoci-miento de unas habilidades pedagógicas o metodológi-cas. La formación consistente que ha de dar unidad de vida a lo que es y lo que hace es una formación espiritual, que le ayude a vivir la espiritualidad del responsable cris-tiano. Esta responsabilidad es participación en la pater-nidad de Dios y en la maternidad de la Iglesia. La expresa Jesús rotundamente en una de sus parábolas más clara-mente autobiográfi cas: «Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo» (Lc 15,31). La espiritualidad del ministro –hombre o mujer– de la liturgia, de la caridad o de la enseñanza, se condensa en esta máxima evangéli-ca. Cada niño o familia que se acerca a catequesis, cada persona o familia que llega a Cáritas, cada persona que se acerca a la parroquia a celebrar en comunidad, ha de estar siempre con cada uno de los responsables de las comunidades eclesiales, empezando por el sacerdote. En la oración diaria, en las preocupaciones cotidianas, en los planteamientos de tiempo y agenda, en la búsqueda de respuestas para los problemas que parecen no tener so-lución… cada persona que nos es encomendada ha de estar siempre en nuestro corazón y en nuestra cabeza. Así, nuestra oración, nuestros planteamientos pastora-les, nuestros diálogos eclesiales… todo lo nuestro será suyo. Así, tendremos la certeza de que nuestras comuni-dades cuentan con responsables eclesiales que buscan siempre el bien de todos, ocupándose de cada uno, per-sona a persona.

eeDITORIALDITORIAL

De la Constitución Pastoral Gaudium Et Spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 12

La dignidad de la persona humana

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3DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013

INTENCIONES DEL PAPA PARAEL MES DE MAYO

INTENCIONES DEL PAPA PARAEL MES DE MAYO

INTENCIÓN GENERAL

Que quienes administran la justicia actúen siempre con integridad y recta conciencia.

INTENCIÓN MISIONAL

Que los Seminarios, especialmente los que se encuentran en Iglesias de misión, formen pastores según el Corazón de Cristo, dedicados por entero al anuncio del Evangelio

santo padre francisco

Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos:Quisiera proponeros tres sim-

ples y breves pensamientos sobre los que refl exionar.

1. En la segunda lectura hemos escuchado la hermosa visión de

san Juan: un cielo nuevo y una tie-rra nueva y después la Ciudad Santa que desciende de Dios. Todo es nue-vo, transformado en bien, en belleza, en verdad; no hay ya lamento, luto… Ésta es la acción del Espíritu Santo: nos trae la novedad de Dios; viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia. ¡El Espíritu nos cambia! Y la visión de san Juan nos recuerda que estamos todos en ca-mino hacia la Jerusalén del cielo, la novedad defi nitiva para nosotros, y para toda la realidad, el día feliz en el que podremos ver el rostro del Se-ñor, ese rostro maravilloso, tan bello del Señor Jesús. Podremos estar con Él para siempre, en su amor.Veis, la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son todas provisionales, pasan y siempre se busca algo más. La novedad que Dios ofrece a nuestra vida es defi ni-tiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también aho-ra: Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma ver-daderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. Abramos la puerta al Espíritu, dejemos que Él nos guíe,

dejemos que la acción continua de Dios nos haga hombres y mujeres nue-vos, animados por el amor de Dios, que el Espíritu Santo nos concede. Qué hermoso si cada noche, pudiésemos decir: hoy en la escuela, en casa, en el trabajo, guiado por Dios, he realizado un gesto de amor hacia un compañero, mis padres, un anciano. ¡Qué hermoso!

2. Un segundo pensamiento: en la primera lectura Pablo y Bernabé afi rman que «hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios» (Hch 14,22). El

camino de la Iglesia, también nuestro camino cristiano personal, no es siem-pre fácil, encontramos difi cultades, tribulación. Seguir al Señor, dejar que su Espíritu transforme nuestras zonas de sombra, nuestros comportamientos que no son según Dios, y lave nuestros pecados, es un camino que encuen-tra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo, y también dentro de nosotros, en el corazón. Pero las difi cultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glo-rifi cado en la Cruz; las encontraremos siempre en la vida. No desanimarse. Tenemos la fuerza del Espíritu Santo para vencer estas tribulaciones.

3. Y así llego al último punto. Es una invitación que dirijo a todos: perma-neced estables en el camino de la fe con una fi rme esperanza en el Se-

ñor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente. Lo estáis oyendo, jóvenes: caminar contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hay que ser valientes para ir contra corriente y Él nos da esta fuerza. No habrá difi cultades, tribulaciones, incomprensiones que nos hagan temer si permanecemos unidos a Dios como los sarmientos están unidos a la vid, si no perdemos la amistad con Él, si le abrimos cada vez más nuestra vida. Esto también y sobre todo si nos sentimos pobres, dé-biles, pecadores, porque Dios fortalece nuestra debilidad, enriquece nuestra pobreza, convierte y perdona nuestro pecado. ¡Es tan misericordioso el Señor! Si acudimos a Él, siempre nos perdona. Confi emos en la acción de Dios. Con Él podemos hacer cosas grandes y sentiremos el gozo de ser sus discípulos, sus testigos. Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes. Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Jóvenes, poned en juego vuestra vida por grandes ideales. Novedad de Dios, tribulaciones en la vida, fi rmes en el Señor. Queridos amigos, abramos de par en par la puerta de nues-tra vida a la novedad de Dios que nos concede el Espíritu Santo, para que nos transforme, nos fortalezca en la tribulación, refuerce nuestra unión con el Señor, nuestro permanecer fi rmes en Él: ésta es una alegría auténtica. Que así sea.

«Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces»

Con Él podemos hacer cosas grandes y sentiremos el gozo de ser sus discípulos, sus testigos. Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes

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Liturgia4 DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013

EL DÍA DEL SEÑOR

Mientras los bendecía, se separó de ellos12 de mayo - Domingo VII de Pascua

SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑORHch 1, 4.8-11 «...recibiréis fuerza para ser mis testigos».Ef 1, 17-23 Todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza. Lc 24, 46-53 «Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido».

ace algunos años, siendo yo todavía seminarista, D. Victo- rio, nuestro obispo emérito, nos explicó la diferencia que existe entre el maestro y el testigo. Y está consiste funda-

uentan que entre los autores literarios, existe una fobia, a la que han apodado como «el síndrome del miedo al folio en blanco», y que provoca la parálisis creadora, inducida su-

AÑO DE LA FE TESTIGOS DE LA FE EN LA DIÓCESIS

El Siervo de Dios Cayetano Perea García, nació en Albatera. Sus pa-

dres dedicados a las labores agrícolas pronto se trasladaron a Callosa de Se-gura, en donde abrieron un pequeño comercio de «ultramarinos». Ahí es

SIERVO DE DIOS CAYETANO PEREA GARCÍA

COMISIÓN DIOCESANA PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS

Manolo Llopis

mentalmente, en que el maestro, presta su voz para hablar de lo que otros le han enseñado, mientras que el testigo anuncia lo que ha experi-mentado y vivido. Pues precisamente, la Ascensión del Señor, es el acon-tecimiento que trasforma a los apóstoles de meros alumnos, a testigos de la glorifi cación del Señor a los cielos, sentado a la derecha del Padre. Los que habían visto padecer a Jesús en el Calvario, ahora son testigos de que Dios lo ha exaltado a los cielos como Mesías Salvador de la hu-manidad entera. Esta experiencia fundante, junto con el don del Espíritu Santo, convierte a unos sencillos pescadores, en los instrumentos, con los que Dios cambiará completamente el rumbo del mundo, por medio del anuncio la Buena Noticia. Porque donde ha ido Cristo como cabeza, iremos también nosotros como miembros de su cuerpo. Hoy, es urgente que los cristianos recuperemos ese espíritu pascual que nos transforma, de unos meros cumplidores de ritos y preceptos, en testigos apasiona-dos de la salvación y de la fe en Cristo. La Ascensión, es celebrar que nuestra fe, puede hacer pie en la experiencia trascendente de que el Hijo de Dios ha sido ensalzado, y tomar el impulso que nos catapulte por en-cima de todo temor, al anuncio vitalista y vitalizador de la salvación.

puestamente por el vértigo que aviva la libertad sin restricciones. Y es que da la impresión de que los seres humanos deseamos la libertad, pero nos da miedo afrontarla. Anhelamos cambiar las cosas, pero nos da miedo arriesgarnos. Aspiramos a liberarnos de condicionantes y ata-duras, pero tendemos a acomodarnos burguesamente antes que com-prometer nuestras seguridades. Sin embargo, los cristianos celebramos la libertad sin límite alumbrada en la Resurrección. Y lo hacemos con la solemnidad de Pentecostés, esta es la fi esta de la ausencia de Jesús, en benefi cio de la presencia del Espíritu Santo. Esta es la fi esta de nuestra madurez, en la que Dios, lo ha confi ado todo en nosotros. En ella cele-bramos que el Padre, por medio del Hijo, nos ha entregado el Espíritu, para que en Él, seamos nosotros los que llevemos a término la misma misión salvadora que Cristo inició, y que ahora ha sido puesta en nues-tras manos. Pentecostés es proclamar, que esa abismal tarea, no nos da mi edo. Y no porque nos creamos más aptos que Cristo, conocemos bien nuestra nulidad ante semejante misión. Pero tenemos segura la pre-sencia de Cristo en nosotros, y Él, sí lo puede todo. Incluso convertir en anunciadores de la Buena Noticia a personas de barro como nosotros.

pués de una larga enfermedad men-tal de su madre, a la que cuidó con mucho esmero, comenzó a pedir li-mosna por las calles para ayudar a los más pobres de Callosa. Se casó con Josefa, mujer honrada y muy piado-sa. Era opinión común en el pueblo de Callosa, que su hogar parecía un «convento». Cayetano siguió con su trabajo de representante de comer-cio. «El prestigio de las casas comer-ciales que representaba, la calidad de los productos que ofrecía a los co-merciantes minoristas y la personali-dad no común de Cayetano, tenían como consecuencia lógica y natural, el vender mucho y conseguir las me-jores ganancias. A pesar de ello, vivía con la máxima sencillez e incluso en la pobreza más austera». Otro de sus párrocos afi rma: «Vivía olvidado to-talmente de sí mismo y pendiente de los demás, sobre todo de los pobres

que podían necesitarle. Conforme ganaba dinero, lo daba a personas o a instituciones pobres. Siempre lo ha-cía con unos modos tan evangélicos, que nadie, absolutamente nadie, lle-gaba a conocer al autor de aquellas buenas obras». Al mismo tiempo, es-taba siempre disponible para servir a Dios en su Parroquia. Su imán era el Santísimo Sacramento juntamen-te con la devoción a la Virgen, cuyo rosario no dejaba ni ocultaba. Era un constante adorador nocturno de la Eucaristía. Después de una vida ejemplar en su Ciudad, su esposa y él, fueron acogidos en la Residencia de las Hermanitas en Valencia. Estuvo allí dando ejemplo de humildad, cari-dad, de intenso amor a Jesús Eucaris-tía y viviendo en gran pobreza evan-gélica, quien podría haber muerto rico, entregando su alma a Dios el día 25 de Junio de 1990.

donde todos recuerdan a Cayetano, en la tienda-esquina junto a la Ermita del Rosario. Durante los años de la IIª República, dice uno de sus párrocos: «Cayetano tuvo que soportar moles-tias y sufrimientos sin cuento, a causa de sus ideales... Pero él afi rmaba con la humilde sinceridad que le carac-terizaba, que ‘aquellos sufrimientos y molestias tenía que agradecerlos al Señor, porque fueron el medio de los que se valió el buen Dios, para derribarle del caballo de su vida an-terior, en la que decía haber vivido, en frase literal suya, como un caballo desbocado y sin freno. Si no hubiera sido por aquellas circunstancias que el Señor puso en mi vida, yo sería hoy un bruto animal’». Según él contaba a sus amigos, estaba confi ado de que sin la intervención de la Santísima Virgen, no hubiera sobrevivido a la Guerra Civil. Acabada la guerra, des-

«Recibid el Espíritu Santo»19 de mayo - Domingo VIII de Pascua

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉSHch 2, 1-8 Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.1Co 12, 3b-7.12-13 Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu. Jn 20, 19-23 «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

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DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013 5

CARTA DEL OBISPO

La Iglesia, permanente Pentecostés MONS. JESÚS MURGUI

n el Año de la Fe la celebración de Pentecostés es circunstancia es-pecialmente oportuna para tomar conciencia de la acción del Espíritu Santo en nosotros, que desde el don de la fe, nos hace capaces de com-prender todo lo transmitido por el Señor, de recordar su enseñanza y poder actuarla en la vida, así como de vivir la presencia y acción salva-dora del Señor Jesús y la fuerza de su amor, capaz de unir gentes diver-sas en su Iglesia, a las que, a la vez capacita para dar testimonio de la Verdad en todas las épocas y en to-dos los confi nes de la tierra.Obra única la del Espíritu Santo, a Quien en tiempos de especial ne-cesidad debemos dirigir no sólo nuestras súplicas, sino nuestra más profunda y sentida acción de gra-cias. Él cumple con su constante presencia y acción la promesa he-cha por el Señor Jesús de que el Pa-dre nos lo enviaría para culminar y perpetuar su obra de Salvación de la Humanidad.

El Espíritu Santo nos hace testigos de la fe en el mundo

Desde hace años la Solemnidad de Pentecostés ha sido marco adecuado para celebrar el día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, recordan-do la especial tarea de los laicos cristianos de ser testigos del Evangelio con su compromiso activo en el seno de las realidades sociales.Especialmente en las presentes circunstancias de crisis social, económica y de fe, nuestro laicado debe seguir dando repetidas muestras de entrega a favor de los más necesitados, y así debe seguir actuado de modo creciente en tiempos donde la fe se ha de transformar, día a día, en amor solidario y comprometido. Además de cuidar intensamente la alegría de creer y de dar testimonio de la fe en el mundo, unida a una tarea permanente de transmitir la fe especialmente en el seno de nuestras familias, del mundo educativo y de la cultura. Así mismo, desde hace algún tiempo, desde la fortísima inci-dencia de la inmigración en nuestro país, la gran presencia entre nosotros de hermanos católicos venidos de otras tierras y culturas, hacen que Pente-costés sea marco sugerente para celebrar la riqueza que con ellos el Señor ha dado a nuestras comunidades, valorando la unidad católica, desde esa variedad que enriquece nuestra Diócesis. En nuestras tierras de Orihue-la-Alicante esta realidad es patente, y en este día, invocando al Espíritu Santo, os animo a todos a que abramos el corazón y la mente a la cato-licidad, a que nos sintamos felices por ser católicos, universales, y a que practiquemos la integración, supliquemos el gozo de la unidad católica, trabajando en el seno de unas comunidades ricas, variadas, misioneras, bien unidas en una misma fe, por un mismo amor, que nos da el Espíritu Santo que nos hace una única Iglesia. Su Iglesia.En la culminación de la Pascua, en Pentecostés, mi afecto y bendición.

Jesús Murgui Soriano

E...y la fuerza de su amor, capaz de unir gentes diversas en su Iglesia, a las que, a la vez capacita para dar testimonio de la Verdad en todas las épocas y en todos los confi nes de la tierra

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crónica Diocesana

Seamos misericordiosos

uerido Sr. Cardenal Presidente. Queridos hermanos y hermanas:

1. Agradezco, muy sincera-mente, la indicación que me habéis hecho a presidir

hoy la Eucaristía, que, en cada asamblea, celebramos juntos. Sin ningún otro mérito de mi parte, más que la fecha reciente de mis Bodas de Plata episcopales. Sí, lo

agradezco de veras, porque es ocasión propicia para alabar y bendecir al Señor, por el don del sa-cerdocio que compartimos. Recordamos juntos para revivir y continuar viviendo.

2. ¡Cuántas cosas en estos veinticinco años, y cuántas personas que se han cruzado en el camino! Tengamos, para ellas, un recuer-

do en el altar del sacrifi cio. Con la invitación de San Agustín a la vista: «Cor unum et anima una, in Deum et in Deo»,a que ambas acepciones son suyas.

4. De Toledo pasé a Palencia, donde perma-necí diez años. Allí, el Hermano Rafael, mon-je trapense y hoy Santo, copatrono de la ju-

ventud en la JMJ de Madrid, me animó a «seguir y seguir…, sin volver la vista atrás y sin mirar a los lados». Se cumplirán 75 años de su tránsito al cie-lo n la semana próxima. A propósito: el Padre Da-mián Yañez, connovicio de Rafael y paisano mío, que cuenta hoy con 96 años de edad, y que tanto trabajó desde el principio por esta causa de ca-nonización, sigue soñando con el santuario del SOLO DIOS en la Trapa de San Isidro de Dueñas. «Que se empeñen en ello todos los Obispos», repi-te insistentemente este monje venerable. Quede aquí su ruego, a los pies del Sagrario y de la Seño-ra. En Palencia tuve devoción también al Obispo de la Eucaristía, D. Manuel González, empeñado en sus años de Málaga y de Palencia en «…hacer el bien sin esperar nada. ¿No es esto -decía él- lo que hace cada segundo del día con cada alma el Pastor callado del Sagrario?»Tenemos, pienso yo, los Obispos españoles una deuda con el Beato Manuel González. Se saldará cuando veamos su nombre escrito en el catálogo de los santos.

5. De Palencia, nuevo salto, como tantos de vosotros a Orihuela-Alicante, diócesis ésta con millón y medio de habitantes en invier-

no y tres millones en verano. Cuenta con un clero ejemplar abierto y acogedor… En buena armonía hemos trabajado como familia diocesana, evan-gelizada y evangelizadora.Aceptada por el Santo Padre mi jubilación, llegó para sucederme D. Jesús Murgui, que mantiene encendida la luz de Pascua que otros cuidamos con anterioridad. Sé que él os ha obsequiado con un libro que recoge escritos pastorales míos en estos cerca de siete años de Obispo levantino.De cara al futuro, os hago un confi dencia y termi-no. D. Jesús y la Alcaldesa de Alicante terminan de invitar a nuestro nuevo Papa Francisco -y os invitan también a vosotros- a conocer y sintonizar con la devoción de Alicante a la Santa Faz. Buena prueba de la misma son las 260.000 personas que el jueves pasado recorrimos en peregrinación los ocho kilómetros que separan la concatedral de San Nicolás de este Santuario de las Hermanas Clarisas, donde se guarda.«Cuando nos convertimos, como Jesús, en personas de misericordia, nos hacemos semejantes a Él», dijo un día Benedicto XVI en Pavia, ante el sepulcro de San Agustín. Este es el favor que pedimos en este momento todos para todos: Seamos miseri-cordiosos.Gracias, muchas gracias por vuestra caridad y vuestra paciencia.

Capilla de la Conferencia Episcopal,Madrid, 17 de abril de 2013

Rafael Palmero RamosObispo Emérito de Orihuela-Alicante

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Homilía de D. Rafael a los Obispos de la Conferencia Episcopal en la Asamblea Plenaria el 17 de abril de 2013

El evangelio de hoy nos asegura, por boca de San Juan que: «…todo el que ve al hijo y cree en Él, tiene Vida Eterna. Y yo lo resucitaré -sigue diciendo Je-sús- en el último día.»A tan bondadosa promesa nos acogemos todos.Cada uno de nosotros tiene su historia personal. Esta es, a grandes rasgos, la mía, no de todos co-nocida.

3. En los ocho primeros años, de los 25 que celebramos, fui Obispo Auxiliar de Toledo. Todavía hoy tengo a la vista la indicación su-

perior que me hizo D. Marcelo, antes de imponer sus manos como Obispo consagrante principal:«Continuaremos el camino emprendido, querido Obispo Auxiliar; trabajaremos por las vocaciones sacerdotales, para que incluso puedan ir sacerdotes a países hermanos de América. Trabajaremos por la formación Litúrgica de nuestras comunidades de fi eles, en todas las parroquias. Trabajaremos por los pobres y marginados, pero sin que quieran con-vertirnos en un sindicato, que no es eso la Iglesia… Trabajaremos por mantener cada vez más fi rme esta íntima cohesión, esta unidad profunda que se manifi esta hoy aquí y que es para todos un motivo de gozo…»¡Años inolvidables fueron aquellos!

De Palencia, nuevo salto, como tantos de vosotros a Orihuela-Alicante, diócesis ésta con millón y medio de habitantes en invierno y tres millones en verano. Cuenta con un clero ejemplar abierto yacogedor… En buena armonía hemos trabajado como familia diocesana, evangelizada y evangelizadora

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crónica diocesana

La fe y la tradición fueron los grandes protagonistas de los actos de conmemoración de

la festividad de la «Vera Creu» or-ganizados con motivo del Quinto Centenario de la iglesia parroquial. La gran cruz adornada de fl ores por la comisión del V Centenario que la «robó» el pasado año, junto con«El Só» de Mutxamel con sus cancio-nes y el «Grup de Dança» local, fue-ron los protagonistas de los actos celebrados el pasado viernes 3 de mayo. Al son de la jota mutxame-lera, ambas agrupaciones entraron pasadas las ocho de la tarde en el templo parroquial por la puerta del Jubileo para de esta forma ganarlo. A continuación se celebró la Misa, presidida por el Alcalde y una re-presentación de la Corporación Mu-nicipal, en la que se interpretó una polca que fue bailada por el grupo de danza, una malagueña con unas hermosas estrofas que hacían refe-rencia a la patrona de la localidad y una jota con la que concluyó el acto religioso. A continuación, siguien-do la tradición mutxamelera de la celebración de la festividad de la «Vera Creu» se llevó a cabo una me-rienda, que, como antaño, estuvo acompañada por el «Só» y el «Grup de Dança» con sus cantos y bailes

Actos en la fi esta de «La Vera Creu» en Mutxamel

Foto: Loreto Brotons.

V Centenario Iglesia el Salvador de Mutxamel

típicos de Mutxamel. El acto central del sábado 4 de mayo, fue dar cum-plimiento a la tradición centenaria de devolver la cruz «robada» el pa-sado año por la comisión del V Cen-tenario, bellamente adornada con fl ores, a la comisión de fi estas del Ravalet, encargada de salvaguardar tanto la cruz como esta costumbre. Los actos comenzaron a las 18 ho-ras con la misa en la que los vecinos de las barriadas del Ravalet, Poble Nou y Montserrat pudieron ganar el Jubileo concedido por el Vatica-no con motivo del V Centenario del templo parroquial. A su conclusión, se procedió al traslado de la Cruz desde la parroquia hasta la Ermita de Montserrat. La comitiva recorrió las calles principales de la localidad, adornadas con cobertores, pasando por el Convento, Pobe Nou, Rava-let, Montserrat, Alamera y la ermi-ta, donde se plantó y permanecerá hasta que la vuelvan a «robar», una vez secas las fl ores. La tradición de robar la Cruz de Mayo para adornar-la la puede llevar a cabo una perso-na o un grupo o asociación cultural local una vez que las fl ores que la adornan estén secas y después de dejar limpio el lugar. Entonces, una noche la roban y se la llevan a un domicilio concreto que la guardará hasta el próximo año. En esta oca-sión, los encargados de «robarla» fueron la comisión del V Centenario del templo parroquial que la guar-dó en el convento hasta el momen-to de adornarla para los actos que culminaron ayer sábado con el tras-lado hasta la ermita de Montserrat, donde se plantaron hasta que la «roben» para el próximo año. La co-misión del Ravalet tiene que tener conocimiento del depositante de la Cruz a mediados del mes de abril.

Vicente Ferrándiz Brotons

El acto central del sábado 4 de mayo, fue dar cumplimiento a la tradición centenaria de devolver la cruz «robada» el pasado año por la comisión del V Centenario, bellamente adornada con fl ores

El 5 de mayo de 2013, en un día providencialmente esplendi-do, en todos los sentidos, tuvo

lugar el XIV Encuentro Diocesano de Pastoral de la Salud con el obispo Mons. D. Jesús Murgui Soriano, en la Parroquia de la Santa Cruz de Pe-trer y permaneciendo con nosotros toda la jornada.Iniciada la oración, en el Salón de Actos de la Parroquia de la Sta. Cruz, D. Jesús nos dirigió su saludo a to-dos los asistentes, provenientes de diversos lugares de la diócesis, y en-

siendo muy benefi cioso para unos y para otros, en donde se hacía vi-sible el contacto de la fragilidad y debilidad humana con la juventud. Generosa y profesionalmente parti-cipó también en el festival la Ronda-lla de UDP de Sax. Ofreciendo a los asistentes un magnífi co repertorio que les motivó a levantarse de las sillas, bailar y aplaudir, provocando la alegría festiva y sonrisas en los rostros de todos. No faltaron cantos dedicados a las madres en el día de la madre.

XIV Encuentro Diocesano de Pastoral de la Salud con el Obispo

«Anda y haz tu lo mismo»

tregados a diversas áreas dentro de la Pastoral que se dedica a los enfer-mos: de Orihuela, Callosa del Segu-ra, Alicante, San Vicente del Raspeig, Cottolengo, Elche, Sax, San Fco. de Sales y San José Obrero de Elda, Prosac, Radio María, entre otras no dichas aquí, acogidas por las parro-quias de San Bartolomé y la Sana Cruz de Petrer… D. Jesús nos dirigió un saludo en el que nos recordó el papel del agente de Pastoral de la Salud, como un Buen Samaritano, que muestra al enfermo la miseri-cordia del Padre. Tuvo, D. Jesús, pa-labras de gratitud a la misericordia del Padre, recordando el trabajo continuo y actual en esta pastoral a Mons. D. Rafael Palmero, obispo emérito de esta diócesis. No esca-timó tampoco palabras de gratitud para todos los que trabajan en el campo de la Salud.Después del trabajo del cuestio-nario del tema «Anda y haz tu lo mismo» Lc 10,37, empezó el festi-val, abriendo el mismo los jóvenes de la parroquia de la Santa Cruz con un happening representando la parábola del Buen Samaritano y una coreografía de bailes. El grupo parroquial de jóvenes se integró y entregó de lleno a esta jornada de encuentro de Pastoral de la Salud,

Seguidamente, los cerca de 200 asistentes, pudimos degustar una deliciosa paella preparada por el ca-tering «El encinar de Mambré» vin-culado a Cáritas parroquial de San José Obrero de Elda.Hecha la puesta en común de los trabajos, pasamos a la celebración de la Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por varios sacerdotes. D. Jesús caló hondo en los fi eles asistentes con las pala-bras de aliento dirigidas a todos, pidiendo la renovación de nuestro compromiso en Pastoral de la Sa-lud, dando el bien espiritual y mi-sericordioso que recibimos de Dios a los enfermos. Nos pidió renovar-nos en nuestra entrega, algo que bien sabia él -nos decía- que ya hacíamos, llamándonos a un nue-vo impulso en esta pastoral, invi-tándonos a salir a las periferias del hombre, en donde se encuentra el dolor y el sufrimiento. Y palabras de confi rmación de una tarea: «vo-sotros sois hoy el buen samaritano en el mundo, cada uno en su parro-quia».

Vedasto José Gimeno SolerPárroco de la Santa Cruz, Petrer y

Director del Secretariado de Pastoral de la Salud

D. Jesús nos recordó el papel del agente de Pastoral de la Salud, como un Buen Samaritano, que muestra al enfermo la misericordia del Padre

D. Jesús y D. Vedasto durante el Encuentro.

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dossier

La solemne celebración de Pentecostés nos invita a profesar nuestra fe en la presencia y en la acción del Espíritu Santo, que el Señor Jesús había prometido a sus discípulos, y a invocar su efusión sobre la Iglesia y sobre el mundo entero. La presen-cia del Espíritu Santo es la que nos ayuda a comprender todo

lo trasmitido por el Señor (Cfr. Jn. 14,26); y su testimonio, que ilumina nuestra fe, nos convierte en testigos de la Palabra y de la Resurrección de Jesús (Cfr. Jn 15, 26-27). La vivencia de esta fi esta, nos hace poner nuestra confi anza en la acción de la tercera persona de la Trinidad e im-plorar su venida, «Ven Espíritu Santo», para que aumente nuestra fe y nos sintamos fortalecidos para transmitir el evangelio. El versículo de la Escritura que acompaña al lema de este año, «creí y por eso hable» (2 Cor. 4,13), propuesto por San Pablo a la comunidad de Corinto, nos muestra que la acción evangelizadora del apóstol de las gentes está presidida por lo que él mismo llama «espíritu de fe». Es esa fe la que le lleva a hablar. Podríamos decir que el dinamismo de la fe desemboca en el anuncio de lo creído. El valor y la fuerza de la predica-ción están en proporción a la intensidad de nuestra fe. Desde el princi-pio la Iglesia sabe que este es el camino para evangelizar, que creamos en el Hijo de Dios. Renovar nuestra fe en Jesucristo. Esta idea está en el propósito de Be-nedicto XVI al convocar el Año de la fe, en el cincuenta aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II: «el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo». (Porta Fidei nº 6). Esta conversión a Cristo se convierte en la condición inicial e indispensable para poder poner en marcha el proceso evan-gelizador que el mundo de hoy necesita. Conversión a la que todos los fi eles estamos llamados. Una conversión real, que conlleva un cambio de vida y un mayor afán evangelizador. La Iglesia, y los creyentes que a ella pertenecen, transmiten lo que viven. No se puede transmitir aque-llo en lo cual no se cree y no se vive. No se puede transmitir el Evangelio sin saber lo que signifi ca «estar» con Jesús, vivir en el Espíritu de Jesús la experiencia del Padre. No hay fruto si no se está unido a la vid. No hay pesca si faenamos solos toda la noche, sin la presencia a nuestro lado del Resucitado.Benedicto XVI centra muy bien esta cuestión esencial: «…quisiera esbo-zar un camino que sea útil para comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios.» (Porta Fidei nº 10). En el fondo se trata de caer en la cuenta de que es impor-tante conocer mejor lo que creemos, pero que es fundamental el forta-lecimiento del acto de fe en Dios, y en Cristo, por el que realmente cree-mos lo que ellos nos han revelado. Porque, antes que el conocimiento de cosas y misterios, la fe es decidirse a estar con el Señor para vivir en Él y dejarse trasformar por la gracia que actúa hasta lo más íntimo.

El 19 de mayo celebramos el Día de la A

Pentecostés signifi ca en el original griego «quincuagésimo». Pentecostés es el quincuagésimo día.Los judíos llamaban Pentecostés o fi esta de las semanas a la

fi esta de la recolección agrícola (Ex. 23,14; 34,22). El Deuteronomio dice: Contarás siete semanas: desde el día en que comienza a meterse la hoz en el trigo comenzarás a contar las siete semanas y celebrarás la fi esta de las Semanas (Dt. 16,9).Los orígenes cristianos de esta fi esta tienen una connotación bas-tante clara en signifi car un período de cincuenta días y no una fi esta particular. En este sentido, pentecostés era tanto el tiempo que me-dia entre el primer día de pascua y el último, como el último día. A lo largo de la historia, Pentecostés parece que se convierte en fi esta particular del último día de la cincuentena, y hasta tiene, como la fi esta de Pascua, una octava.Es conocida la diversidad de versiones que el Nuevo Testamento nos presenta sobre el envío del Espíritu. El mismo día de la Resurrección o tras un período de tiempo. Las diferencias indican, sin duda, la poca importancia que los primeros cristianos dan a la cronología.Tras la reforma litúrgica, Pentecostés vuelve a situarse no como fi esta particular, sino como momento de plenitud y conclusión de la Pascua.

Pentecostés: un poco de historia «Testigos de la fe en el

mundo»

«Creí y por eso hablé» (2 Cor. 4, 13)

Mensaje de los Obispos de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar

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dossierAcción Católica y del Apostolado Seglar

Esa trasformación engendra la misión. «Con el corazón se cree y con los labios se profesa» (cf. Rm 10, 10). «Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe im-plica un testimonio y un compromiso público (…). La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimen-sión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso». (Porta Fidei nº 10).En este día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, os animamos a recuperar un texto de la exhortación apostólica postsinodal, Chritifi deles Laici, de la que se cumplirán 25 años el próximo mes de diciembre: «Los fi eles laicos —debido a su participación en el ofi cio profético de Cristo— están plenamente implicados en esta tarea (la nueva evangelización) de la Iglesia. En concreto, les corresponde testifi car cómo la fe cristiana —más o menos cons-cientemente percibida e invocada por todos— constituye la única respuesta plenamente válida a los problemas y expectativas que la vida plantea a cada hombre y a cada sociedad. Esto será posible si los fi eles laicos saben superar en ellos mismos la fractura entre el Evangelio y la vida, recomponiendo en su vida familiar cotidiana, en el trabajo y en la sociedad, esa unidad de vida que en el Evangelio encuentra inspiración y fuerza para realizarse en plenitud». (Ch L 34).En estos momentos de crisis social, económica y de fe por los que está atra-vesando nuestro país, en los que las posibles respuestas parecen insufi cien-tes, desde la esperanza cristiana es bueno recordar que existe un lazo indi-soluble entre la fe y la caridad. Igual que no debe existir una fractura entre nuestra fe y nuestra vida, tampoco podemos caer en la tentación de pensar que fe y caridad están separadas o que de algún modo una se opone a la otra. Es mucho el sufrimiento que nos golpea y que, por desgracia, en mu-chas ocasiones se ceba con los más débiles y marginados, con los que nos sentimos especialmente solidarios y cercanos. Pero el compromiso activo de los católicos con los más necesitados, surge siempre de una fe que se trasforma en amor, cuyo fruto es el servicio a los más pobres, en feliz expre-sión de la Beata Teresa de Calcuta. No puede ser de otra manera: la fe nos hace acoger el mandamiento nuevo de Jesús; la caridad nos da la dicha de ponerlo en práctica (cf. Jn. 13, 13-17)Queremos, en comunión con todos los obispos, dar gracias a Dios, en este día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, por tantos queridos fi e-les laicos que con gran empeño estáis renovando vuestra alegría de creer y recuperando el entusiasmo de trasmitir la fe, y que estáis estrechamente comprometidos entregando vuestras personas y recursos a favor de los más necesitados. Seguro que vuestra solicitud, generosidad y entrega a favor de la Iglesia y de todos los hombres, se verá recompensada con la fecundidad de vuestro apostolado. Elevamos nuestra oración al Espíritu Santo en esta Solemnidad de Pente-costés, para que llene de su gracia a toda la Iglesia, a la Acción Católica, a nuestros Movimientos de Apostolado Seglar y a todos los bautizados, para que «impulsados por la celebración del Año de la fe, todos juntos, pastores y fi eles, nos esforcemos por responder fi elmente a la misión de siempre: llevar a Jesucristo al hombre, y conducir al hombre al encuentro con Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, realmente presente en la Iglesia y contemporáneo en cada hom-bre». (Papa Francisco, alocución a los cardenales 15-3-2013)

Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de Valencia. PresidenteJuan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares. Vicepresidente

Carlos Manuel Escribano Subías, Obispo de Teruel y AlbarracínAntonio Algora Hernando, Obispo de Ciudad Real

Atilano Rodríguez Martínez. Obispo de Sigüenza-Guadalajara José Ignacio Munilla Aguirre, Obispo de San Sebastián

Xavier Novell Gomà, Obispo de Solsona Esteban Escudero Torres, Obispo de Palencia

José Mazuelos Pérez, Obispo de Jerez de la Frontera Ángel Rubio Castro, Obispo de Segovia

Francisco Gil Hellín, Arzobispo de Burgos Mario Iceta Gavicagogeascoa, Obispo de BilbaoGerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria

Francesc Pardo Artigas, Obispo de Girona

Pensando en una nueva evangelización, Juan Pablo II presenta-ba en la Exhortación Apostólica Christifi deles Laici la asociación de los fi eles y la formación de los mismos como dos palancas

capitales para evangelizar (ChL 29-31 y 57-63). El Papa propone la formación en consonancia con la llamada a crecer, a madurar conti-nuamente, a dar siempre más fruto. La formación nos ayudará a no tener dos vidas paralelas, nos ayudará unifi car fe y vida. Respecto de la llamada a asociarnos como cristianos, el Papa nos recuerda dos razones claras: una de tipo antropológico y social, y más allá de estos motivos, la razón profunda que justifi ca y exige la asociación de los fi eles laicos es de orden teológico, es una razón eclesiológica, como abiertamente reconoce el Concilio Vaticano II cuando ve en el apos-tolado asociado un «signo de comunión y de la unidad de la Iglesia de Cristo» (AA, 18). En Pentecostés se celebra también el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Es un buen momento para agradecer a todos los cristianos y a los militantes de todos los movimientos apostólicos su testimonio de fe, su amor a la Iglesia y su inquietud evangelizadora. Son momentos difíciles para la evangelización, pero la fuerza del Es-píritu Santo nos da la esperanza que necesitamos. La celebración de Pentecostés debe avivar la misión y la responsa-bilidad de todos los laicos, en la Iglesia y en el mundo. Es una invita-ción a mantenernos despiertos, abiertos al Espíritu Santo, unidos a Cristo Resucitado: «Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que perma-nece en mí y yo en él, ése da mucho fruto» (Jn 15,5).

Delegación de laicos

Asociados y bien formados

para ser ‘testigos de la fe en el mundo’

Miembros de la Asamblea de Acción Católica General.

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crónica Diocesana

El pasado domingo un grupo de niños acompañados por padres y catequistas de la

Parroquia de San Vicente Ferrer se dieron cita en la puerta de la misma para que, como cada año, acompa-ñados por la Hermana Puri y su gui-tarra, subieran andando y cantando a celebrar en la explanada del Semi-nario Menor de Orihuela, la Jornada de la Familia.Algo más de dos centenares de feli-greses pudieron disfrutar de una jor-nada de Convivencia. Tras ofrecer el día al Señor y poniéndonos en ma-

Parroquia San Vicente Ferrer de Orihuela

Convivencia en el Seminario

l d d i nos de la Madre, iniciamos las activi-dades programadas. El recibimiento lo realizaron unas catequistas que anotaron los nombres de los niños que iban a participar en los distintos actos. Entre ellos destacamos: una visita guiada por las instalaciones interiores del Seminario, a cargo del mayor de los estudiantes que allí se encuentra. A los padres se les ayudó a «ponerse en forma» con unas ta-blas de gimnasia. Una maquilladora, que generosamente ofreció sus ser-vicios, decoró los preciosos rostros de los niños, provocando la alegría

de todos los que los observaban. Y, además, los chavales tuvieron un día repleto de actividades: fútbol, ajedrez, carreras, concurso de dibu-jo y juegos tradicionales. Después de la comida se hizo entre-ga a los participantes de los distin-tos eventos, de los diplomas acredi-tativos de su estupenda actuación.La jornada concluyó con la celebra-ción de la Eucaristía en la capilla del Seminario y se emplazó a los asis-tentes para la próxima convivencia.

Grupo de Catequistas

El grupo de matrimonios de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz

de Villena programamos una con-vivencia al colegio San José Obre-ro de Orihuela. El sábado 13 de abril nos reunimos en la capilla de nuestra parroquia y, tras unos mo-mentos de oración, el sacerdote nos envió rumbo a Orihuela. Dis-frutamos de un día soleado para compartir experiencias y amistad. De la mano de don Vicente Mar-tínez Agulló, director de San José Obrero, visitamos las instalaciones del colegio. Los momentos más in-tensos los vivimos en su bonita ca-pilla. Don Vicente compartió con nosotros sus experiencias y las vi-vencias de la realidad del colegio, algo lejana para nosotros. Misión complicada pero preciosa la de esta institución. Una de las ideas que más nos trasmitió fue que los niños y jóvenes deben saber que Dios les quiere, descubrir el Amor de Dios, conocer el perdón y saber perdonar. Esta institución puso a prueba nuestra caridad y nuestra oración a favor de estos niños y jó-venes. La Eucaristía fue en acción de gracias por el día que pasamos en este encuentro. La jornada fue muy satisfactoria para todos los que participamos; enriqueció nuestras vidas y nos dio sentido de ESPERANZA para un mundo mejor, gracias a personas como don Vicente, e instituciones como San José Obrero, que trabajan por y para el AMOR. El grupo de matri-monios debe sentir una FE viva y comprometida, y no ser un grupo cerrado que vive para él. Debería-mos repetir estas convivencias.

Mateo y Alicia - Pastoral Familiar. Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz,

de Villena

El grupo de matrimo-nios a la entrada del Co-

legio San José Obrero.

En busca de la esperanza

Agradecemos la presencia de nuestro Obispo D. Jesús Murgui. A todos los sacerdotes y por supuesto a todos los monaguillos que participasteis en un día tan especial como el de ayer.

XXXVIII Encuentro del Día del Monaguillo

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Próxima actividad:Próxima actividad:• Jornada de grupos de trabajo y feria editorial en el Salón del Actos del Obispado el día 5 de junio.

ducación Encuentro Educadores Cristianos

Estimados compañeros: Como cada año, A.E.C.A (Asociación de educadores cristianos)

y la Delegación de Educación, organizan para el día 25 de Mayo, el encuentro de educadores cris-tianos con el Obispo. Una jornada de convivencia

y encuentro para todos los docentes de cualquier materia que viven su fe cristiana en esta tarea de la educación. La jornada comenzará a las 10:00 con el rezo de laudes en la Parroquia de S. Pablo y tras un breve descanso y café tendremos la in-

tervención de D. Jesús Murgui Soriano, Obispo de nuestra Diócesis, que por primera vez comparte este encuentro con nosotros, ya que tomó pose-sión en nuestra Diócesis este presente curso.Desde la experiencia del Magisterio en el mundo educativo, D. Jesús, nos ayudará a recordar cuál es el papel del educador cristiano ante la emer-gencia educativa y compartir la necesidad de ser testigos y evangelizadores en todos los ámbitos de la vida pública, tanto en la escuela como para cualquier cristiano en la vida de cada día y en los lugares donde desarrolla su vida social y de tra-bajo. La refl exión de una emergencia educativa, puede estimular a continuar el anuncio de la Fe y la persona de Cristo como respuesta y camino para el hombre de ayer y de hoy, especialmente como testigos de esperanza en estos momentos de difi cultad. Con la palabra de nuestro Obispo fi -nalizaremos este encuentro que podéis hacer ex-tensible a todos los que deseen participar, preci-samente en este curso que celebramos el año de la Fe, y que cada año nos enriquece y nos ayuda a seguir trabajando en esta parcela de la viña del Señor que es la educación impulsados siempre por su Gracia y el impulso del Espíritu Santo.Un saludo a todos unidos en el Corazón de Cristo.

Luis Aznar

Encuentro de Educadores Cristianos con el Obispo el 25 de mayo de 2013

El pasado día 20 de abril un grupo de profe-sores de Religión peregrinó a la cuidad de

Orihuela con motivo del año de la Fe. La Pe-regrinación incluyó la Visita al Museo de Arte Diocesano y la exposición temporal del año de la Fe donde pudimos ver cómo los hombres han expresado de manera artística la expe-riencia de Dios y de su Fe.Después pasamos a la Catedral donde hicimos

f la celebración de renovación del Bautismo donde el Delegado de Educación, D. Luis Aznar, nos ha-bló «de la alegría de creer y de que la Fe es una ex-periencia vital que acompaña la vida del docente y que sólo con la respuesta sincera al don de la fe, podremos acercar a Cristo Resucitado a nuestras aulas».Tras la celebración tuvimos la suerte de compartir una comida fraterna y una sobremesa distendida en la que se creó un ambiente fami-

liar y compartimos inquietudes sobre nuestros alumnos y centros educativos.Queremos agradecer desde el Secretariado de enseñanza a todos los profesores que partici-paron en la Peregrinación, a D. José Ant. Martí-nez, Director del Museo, y a los trabajadores del mismo y a D. José Ant Gea, Deán de la Catedral, quien nos abrió las puertas de nuestra Iglesia Madre la Santa Iglesia Catedral.

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vvida consagradaida consagradaDe Orihuela-Alicante

Visita al MuseoFue el primer acto del programa. A la hora pre-vista, 10,15 h. en punto, nos esperaba a la puer-ta del Museo Diocesano de Arte Sacro: D. José Antonio Martínez, director del Museo que nos hizo de guía. Inició la visita con la exposición temporal:«Credo. La belleza de la fe» situada en el hermoso patio. Se exhiben 30 piezas de los siglos XV-XVI de gran valor y signifi cado religioso: A tra-vés del lenguaje del arte: esculturas, pinturas, có-dices, incunables con grabados etc se presentan todos los artículos del credo apostólico, así como la fe en sus diversos signos y símbolos.Seguidamente nos trasladamos a la Catedral. Aquí, D. José Antonio, se explayó a lo grande con-tando la rica historia de la Catedral de Orihuela. De esta manera recibida la catequesis sobre la fe nos preparó para vivir el acto central de la maña-na: «Renovar y profesar juntos la fe de la Iglesia en la Catedral»

Eucaristía y Profesión de feEsta vez fue el Deán de la Catedral. D.José Antonio Gea, quien nos facilitó la capilla de la Comunión para celebrar la Eucaristía. Todos unidos, los reli-giosos y religiosas de Alicante, Elche, Elda, y zona de Orihuela, celebramos bien motivado y con de-voción, la Eucaristía del Año de la fe en la Catedral de Orihuela. Fue presidida por un franciscano y un salesiano. Seguidamente, en un ambiente de fe y recogimiento nos trasladamos al Baptisterio de la Catedral para realizar la profesión solemne de fe. Todos los participantes, unos 90, con el tríp-tico de la celebración en la mano, nos reunimos alrededor de la Pila Bautismal. presididos por los dos religiosos. Seguimos la celebración prepara-da para el momento: Ambientación, cantos, lec-tura de la Palabra de Dios con breve homilía, la Profesión de fe recitando el Símbolo Apostólico con la aspersión. Mientras se cantaba: «Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre». Invocación al Espíritu Santo, Bendición y envío. Completamos la profesión ante la imagen de Santa María, junto al baptisterio.

Una sorpresaNadie lo esperaba. Al salir de la Catedral nos di-rigimos a un establecimiento popular para ha-cer una agradable degustación de café, pastas y dulces. Fue un momento de alegre convivencia y comunicación fraterna. Para completar la maña-na tuvimos tiempo libre para conocer la ciudad, contemplar los escaparates y visitar las iglesias.

Arroz con costraFue uno de los buenos momentos de conviven-

Peregrinación y Convivencia de CONFERComo estaba anunciado, sábado 20 de abril, un nutrido grupo de Religiosas y Religiosos, (CONFER) de nuestra diócesis se trasladaron a Orihuela. Había motivos sufi cientes: Queríamos responder a la invitación de nuestro Obispo D. Jesús, de Peregrinar a la Catedral con motivo del Año de la Fe; y además, pasar un día de Convivencia en Orihuela, con una programación rica y variada. Resultad fi nal: todos los que participaron quedaron satisfechos. ¡Que se repita! Era la voz común. He aquí, a modo de crónica, la jornada realizada:

cia: la comida en un restaurante popular. Después de una mañana rica en vivencias la conversación se hacía fácil ¿ El menú? La mayoría escogieron el plato típico de «arroz con costra». Tras un tiempo de sobremesa nos preparamos para el plan de la tarde.

En el convento de San FranciscoEl autobús nos trasladó al Convento de los fran-ciscanos. Aquí nos esperaba el Padre prior D. Fer-nando Cuenca. Se trataba de visitar la iglesia de los franciscanos y el Camarín de «Nuestro Padre Jesús»: Patrón de la ciudad de Orihuela. Los fran-ciscanos han difundido durante cuatro siglos, un culto a Jesús en su Pasión camino del Calvario en Orihuela. Adyacente al camarín, en una sala dig-na, se encuentra una magnífi ca reproducción de la Sabana Santa de Turín. Además de unas repro-ducciones garantizadas de varios elementos de la pasión del Señor, como los clavos, azotes, colum-na, corona de espinas, D.Fernando, como guía y gran conocedor de Tierra Santa, con su testimo-nio nos hizo gustar y vivir la visita.

Visita a las Monjas DominicasY para completar la tarde otro momento inolvi-dable: Un rato de convivencia y oración con las monjas Dominicas. Ya estaban avisadas y nos

esperaban. La acogida que nos hicieron fue su-fi ciente para sentirnos en familia... Religiosos y religiosas de vida activa y la comunidad de Vida contemplativa nos sentimos todos «Iglesia pere-grina de Dios». Tuvimos un buen rato de comu-nicación en pequeños grupos muy provechosa, degustamos los dulces del monasterio y pasamos a la Iglesia para la oración de la tarde. Concluimos la tarde en clima de oración dándole gracias al se-ñor por tanto bien recibido.

ComentariosA la vuelta, en el autobús tuvimos tiempo para comentar y valorar la Peregrinación.- ¿Qué tienen estas monjas que respiran paz y ale-gría? me decían varios de los seglares que nos acompañaron.- Ha sido un día completo: Hemos alimentado el cuerpo el alma y la fraternidad.- Ah, y por haber hecho como es debido el itinera-rio de peregrinación, hemos alcanzado la «Indul-gencia lenaria de los pecados».- Valoración de la jornada: Satisfacción total:¡Que se repita!

Ángel Larrañaga, sdb, Delegado Diocesano de Vida Consagrada

CONFER con las dominicas.

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Nuevo sello
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Nuevo sello
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Estamos invitados, ya próxima la celebración de san Juan de Ávi-la, sacerdote diocesano secular

y doctor de la Iglesia, a leer y a medi-tar sus escritos, y su vida, buscando dónde está para él la fuente del gozo y de la alegría sacerdotales. Tres ver-dades de ser sacerdote, de su «caris-ma de Dios» (II Tm 1, 6), reavivadas, logran la alegría de ser sacerdote, según nuestro santo patrón. En el fondo es el acto de fe en el que vive el presbítero.

1. Recobrar la confi anza en el Misterio de Cristo«El apóstol dice que Cristo es

nuestra vida (cf. Col. 3, 4)» (San Juan de Ávila, Audi, fi lia, 91). Hoy hay una convicción indeleble de que el pres-bítero debe cultivar su dimensión fundante, mística, para que pueda sobrevivir en las actuales circunstan-cias y para que esté en condiciones de contribuir con todos los hombres a la construcción de una civilización humana digna del hombre. La rique-za interior del presbítero es vivir y morar en el misterio de Cristo. Esa es la experiencia confi guradora de su personalidad, que unifi ca y fl orece en la unidad interior; se convierte así en «personifi cación del ideal» que sustenta a la persona del sacerdote. El deseo de estar en estos tiempos como Iglesia de Jesús y como sacer-dote apunta a revivir este hondo ca-lado del presbítero.

San Juan de Ávila y el gozo de ser

Sacerdote

2. Recobrar la confi anza teologal en la Iglesia«En el día de Viernes Santo casó por palabras de presente con esta su Iglesia… porque entonces le fue sacada de su costado, estando Él durmiendo el sueño de la muerte» (San Juan de Ávila, Audi, fi lia,

68). La Iglesia, la esposa de Cristo, sólo tiene un secreto formativo: «tener la mirada fi ja en el Señor Jesús», e invitar a todo hombre y mujer a encontrarse con él para dar maravillas de sí mismo; y así «Cristo pueda recorrer con cada uno el camino de la vida». Ella, pues, es portadora del misterio de Cristo. Los presbíteros estamos invitados por el Resucitado a recobrar la confi anza teologal en la Iglesia y amarla en sus avatares históricos, pese a las manchas, oscuridades y llagas que nuestros pecados le infl igen. En ella se vive y desde ella se trabaja porque en ella, a través de su humanidad, pobre o gloriosa, perdura la realidad viviente de Jesús: «La Iglesia, como Esposa de Jesucristo, desea ser amada por el sacerdote de modo total y exclusivo como Jesucris-to, Cabeza y Esposo, la ha amado». El modo de estar en la Iglesia particular califi ca la vida cristiana que vivimos, la pastoral que ejercemos y el sentido de familia en el que nos desenvolvemos.

3. Recobrar la confi anza en el poder del Ministerio Presbiteral para refundar al hombre«Quien lo imita en el ofi cio, lo imite en los gemidos…En este espejo sacerdotal se ha de mirar el sacerdote para conformarse con los de-

seo y oración de Él» (San Juan de Ávila, Tratado sobre el sacerdocio, 10). El ministerio presbiteral es portador del misterio de Cristo, hace presente la ac-ción salvífi ca de Cristo. El sacerdote preocupado seriamente de este mundo, que quiera cambiarlo a mejor, y no esté persuadido hondamente del poten-cial del Reino, del Resucitado, al que sirve, imprimirá a su ser sacerdote una dirección hacia actitudes y comportamientos redundantes, es decir, que ya están dados por otras instancias, incluso más cualifi cadas que él; si no quie-re privar al mundo de lo específi co que aporta su ministerio, debe volver a creer en el ministerio del Resucitado y a confi ar en refundar el mundo desde él. Nuestro santo patrón, san Juan de Ávila, interceda para que el Espíritu Santo, don, y nosotros, tarea, logremos el gozo y la alegría de ser sacerdotes, reavivadas estas tres verdades de nuestro carisma sacerdotal.

Agustín Sánchez ManzanaresDelegado para el Clero

La riqueza interior del presbítero es vivir y morar en el misterio de Cristo. Esa es la experiencia confi guradora de su personalidad, que unifi ca y fl orece en la unidad interior; se convierte así en «personifi cación del ideal» que sustenta a la persona del sacerdote

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Damián L. Abad IrlesDIRECTOR DEL SECRETARIADO DE CULTO DIVINO

«SACROSANCTUM CONCILIUM»: LA CONSTITUCIÓN SOBRE SAGRADA LITURGIA DEL CONCILIO VATICANO IILiturgia

• Dar mayor cabida a las lenguas maternas, realizando la autoridad ecle-siástica territorial rituales particulares adaptados a las necesidades de cada región. En estos rituales no deben omitirse las instrucciones del Ritual romano en su edición típica en lengua latina.

• Se restaura el catecumenado de adultos, dividido en grados.

• En tierras de misión pueden adoptarse otros elementos que puedan acomodarse al rito cristiano del bautismo.

• Revisión del rito del bautismo de adultos.• Revisión del rito del bautismo de niños.

• Redacción de un rito para los ritos complementarios de un bautizado en peligro de muerte.

• Redacción de un rito para admitir en la Iglesia Católica a los que fueron bautizados válidamente en otra confesión cristiana y se convierten al catolicismo.

• Revisión del rito de la Confi rmación para que aparezca más claramente su conexión con toda la iniciación cristiana.

• Revisión del rito y las fórmulas del sacramento de la Penitencia.

• Revisión del rito de la Unción de los enfermos.

• Revisión del rito del sacramento del Orden.

• Revisión del rito del Matrimonio.

• Revisión de los sacramentales, teniendo como norma fundamental la participación consciente, activa y fácil de los fi eles.

• Revisión del rito de Consagración de vírgenes y redacción de un rito de Profesión religiosa y de renovación de votos con mayor unidad, sobrie-dad y dignidad.

• Reforma de los ritos de exequias, que exprese más claramente el carácter pascual de la muerte cristiana.

Después de tratar el Misterio de la Eucaristía, la constitución SC sigue con el capítulo tercero dedicado a «Otros sacramentos y los sacramentales» (núms. 59-82)

Se llaman sacramentos de fe porque, no sólo suponen la fe, sino que la fortalecen, la alimentan y la expresan. La fi nalidad de los sacramentos

instituidos por Cristo es la santifi cación de los hombres, la edifi cación de la Iglesia y dar culto a Dios. Los sacramentos confi eren la gracia que signifi can. Junto a esta fi nalidad principal, no podemos olvidar su carácter instructivo o pedagógico, es decir, que su misma celebración nos dispone a recibir la gracia con fruto, a dar culto a Dios y a practicar la caridad. No se trata de con-vertir la celebración en un acto de catequesis; ésta se realizará previamente, pero el mismo desarrollo celebrativo del sacramento posee su pedagogía, pues nos va llevando a través de la acción ritual a unas disposiciones que hagan provechosa en nosotros la gracia que se nos dispensa en el mismo sacramento. Es de suma importancia que los fi eles comprendan los signos sacramentales y reciban con frecuencia los sacramentos instituidos para ali-mentar la vida cristiana.

Éstos, a diferencia de los sacramentos que han sido instituidos por Cristo, son instituidos por la Madre Iglesia con la autoridad que le ha conferido

Cristo. Los sacramentales son sinos sagrados (bendiciones sobre personas o sobre cosas, institución de ministerio, profesión religiosa, dedicación de una iglesia, exequias…) con los que se expresan efectos espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia (ex opere operantis Ecclesiae) Por su parte, los sacramentos actúan ex opere operato, es decir, su validez no depende de la disposición del que los celebra, sino que, realizadas todas las acciones para su validez, el sacramento se efectúa. Por los sacramentales se santifi can las diversas circunstancias de la vida y, a la vez, ayudan y disponen a celebrar los sacramentos con fruto.

El número 60número 60 explica qué son los sacramentalessacramentales

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El número 59número 59 está dedicado a exponer la naturalezanaturaleza de los sacramentos

Los sacramentos y los sacramentales reciben su poder del Misterio Pascual, de donde dimana la gracia divina que nos santifi ca. Esta gracia, a través de la celebración de los sacramentos y sacramentales, llega a casi todos los acon-tecimientos de la vida de los hombres (cfr. nº 61)

A partir del número 62número 62 el texto conciliar hace las indicaciones generalesindicaciones generales para los sacramentos la revisión de la liturgia de los sacramentos y los sacramentales, con el fi n de clarifi car en el propio rito su naturaleza y su fi n. Así se dispone los siguiente:

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cáritas cáritasCáritas Diocesana

VOCABULARIO BÁSICO

PASTORAL SOCIAL II

La pastoral social intenta no solamente crear unos ser-

vicios sociales sino animar a to-dos los bautizados y a las perso-nas de buena voluntad para que se organicen, en la comunidad eclesial para promover la perso-na humana y para impregnar en la sociedad los valores del reina-do de Dios. Esta misión eclesial a favor del hombre y de la so-ciedad es una de las funciones principales de la Iglesia pues en ella se pone en acción el amor teologal de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta tarea de ani-mación de la comunidad y de la gestión de servicios concretos es la acción específi ca de la pas-toral social a través de la cual la comunidad impregna de paz, de justicia, de amor y de libertad el reinado inaugurado por Cristo.La pastoral social nace de la Pa-labra de Dios, de la tradición so-cial cristiana y del magisterio de los pastores. Todo sometido a un proceso de refl exión, de elabora-ción y de transmisión en lo que se refi ere a la visión del hombre como al sentido de las relacio-nes sociales, al sentido del po-der como servicio, al sentido de una cultura que sea solidaria, así como una economía que se oriente desde la justicia. Los es-pacios de la vida pública, eco-nómica, social, cultural y política son el destinatario de la acción de pastoral social de la Iglesia.Para llevar a la práctica esta ac-ción evangelizadora de la so-ciedad, la Iglesia se basa sobre todo en el desarrollo de comu-nidades cristianas, de manera que éstas ofrezcan un verdadero ejemplo de caridad activa, y en la coordinación de los diferen-tes servicios y organismos con el fi n de que den un testimonio de unidad y al mismo tiempo de efi cacia. Las comunidades son, en consecuencia, los sujetos agentes de esta pastoral social que pretende seguir con Jesús construyendo el reinado de la paz y de la justicia.

15DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013

El próximo 18 de mayo, en el Cen-tro Ecuménico de Orihuela Costa,

tendrá lugar el encuentro Diocesano de Cáritas. La Jornada se iniciará a las 9.30 h con el café de bienvenida para recibir a los voluntarios y vo-luntarias que acudirán desde los di-

Encuentro Diocesano de Cáritas«Fe y caridad, principio y fi n en nuestras vidas»

Con este lema se abrirá el VIII encuentro Diocesano de Cáritasferentes puntos de nuestra Diócesis.Abrirá la Jornada D. Jesús Murgui Soriano, Obispo de la Diócesis. La ponencia central, «La acción de Cári-tas en la comunidad», corresponderá a José Conejero, Delegado Episcopal de Cáritas. El programa se completa

con una mesa de experiencias, en la que tendrán participación tanto vo-luntarios como trabajadores de Cá-ritas. Cerraremos el encuentro com-partiendo Eucaristía y mesa fraterna. Para facilitar la participación habrá servicio de autobuses por Vicarías.

Como creyentes, sabemos que Jesús nos invita a construir su Reino y a acercar un mun-

do de fraternidad e igualdad donde nadie quede excluido y donde los bienes de la Tierra puedan estar al alcance de todas las personas.En momentos como los actuales en los que la crisis económica genera desempleo y pobreza, la llamada a acciones caritativas y solidarias se ve necesariamente reforzada. Una pro-puesta que desde Cáritas se ofrece es el apoyo al Comercio Justo.El Comercio Justo es una alternativa al comercio convencional interna-cional que busca el desarrollo sos-tenible para productores excluidos y desfavorecidos; intenta mejorar las condiciones comerciales cumplien-do una serie de criterios que benefi -cian a quienes producen. Se trata de incluir criterios a la hora de comprar de manera que seamos coherentes. Cuando compramos productos de Comercio Justo estamos garanti-zando que en el origen de lo que adquirimos no ha habido explota-ción infantil, que el precio pagado a trabajadores es el adecuado, que se respetan los derechos laborales, que no se daña el medio ambiente en la elaboración del producto y

que no se discrimina a la mujer en el trabajo.Muchas veces se dice que en los ne-gocios, las fi nanzas, las compras he-mos de mirar la cartera y no el cora-zón. Como creyentes sabemos que nuestra conciencia debe estar por encima de los intereses económicos. Cuántas veces la Iglesia ha dicho que en la base de la crisis económica ha estado una crisis de valores: la es-peculación, el afán desmedido por el dinero, la avaricia. Recordemos al Papa Emérito Benedicto XVI quien, en su mensaje de la Jornada Mun-dial de la Paz 2009, decía: «Quisie-ra renovar un llamamiento para que todos los países tengan las mismas posibilidades de acceso al mercado mundial, evitando exclusiones y mar-ginaciones. La comunidad cristiana no dejará de asegurar a toda la fami-lia humana su apoyo a las iniciativas de una solidaridad creativa, no sólo para distribuir lo superfl uo, sino cam-biando sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de consu-mo, y las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad».Con el comercio justo se plantea que en nuestras compras valoremos si en el origen de los productos que adquirimos no hay injusticias con las

que no deberíamos colaborar. Por eso lo unimos al Consumo Respon-sable, es decir, a la necesidad de que valoremos qué, cómo y dónde com-pramos, para así tratar de infl uir en las decisiones económicas que pue-den hacer daño a la sociedad.En nuestra Diócesis hay grupos que ofrecen productos de comercio jus-to y promocionan estas iniciativas. Elda, Orihuela, Callosa de Segura, Ibi, Alicante, entre otros lugares, cuentan con tiendas de Comercio Justo. Y de manera general hay una iniciativa coordinada desde Cáritas con Cáritas de Jerusalén que nos acerca artesanía elaborada en coo-perativas de Comunidades Cristia-nas de Tierra Santa y que debemos conocer y apoyar. Desde cruces o ro-sarios realizados con madera de oli-vos, a bordados tradicionales y otros enseres que trabajan con detalle. Con la compra de éstos se apoya a familias cristianas de Palestina.Refl exionemos para acercar ese Cie-lo Nuevo y esa Tierra Nueva que tras la celebración de la Resurrección an-siamos.

Equipo Cooperación Internacional de Caritas Diocesana Orihuela-

Alicante

Comercio Justo

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TUS SUGERENCIAS Y OPINIONES NOS INTERESAN ENVÍALAS A [email protected]

Noticias Diocesanas agradece su colaboración a:

12 de mayoASCENSIÓN. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

13 de mayoS. JUAN DE ÁVILA. Día del Clero Diocesano.

18 de mayoConfirmaciones del Sr. Obispo en laConactedral.

Aagenda

19 de mayoPENTECOSTÉS. Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar.

23 de mayoJESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE.

25 de mayoEncuentro Educadores Cristianos.

DEL 12 AL 25 DE MAYO DE 2013

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HOGAR * RESPONSABILIDAD CIVIL* AUTOMÓVILES * ACCIDENTESObispado de Orihuela-Alicante 965 204 909 (lunes y miércoles de 9:00 a 12:00) [email protected]

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