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http://www.medicinanaturista.org I.S.S.N.: 1576-3080 Indizada en las bases de datos: AMED (Allied and Complementary Medicine Database), %'OLF &XLGHP 'LDOQHW (0&DUH ÌQGLFH 0pGLFR (VSDxRO /DWLQGH[ 2$,VWHU VFLHQWLÀF &RPPRQV \ 6FRSXV SJR: Scimago Journal Rank; 0,101 Vol. 9 Nº 1 MEDICINA NATURISTA enero-junio 2015 9ROXPHQ 1~PHUR HQHURMXPLR

Normas para la publicaci n de trabajos en Medicina Naturistaasociacionbienestar.info/wp-content/uploads/2015/12/mn91.pdfMEDICINA NATURISTA enero-junio 2015 1. Medicina Naturista es

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http://www.medicinanaturista.orgI.S.S.N.: 1576-3080

Indizada en las bases de datos: AMED (Allied and Complementary Medicine Database),

SJR: Scimago Journal Rank; 0,101

Vol. 9

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1. Medicina Naturista es una publicación orientada como elemento de formación, información y expresión libre del colectivo de médicos na-turistas y demás personas interesadas en el naturismo como norma higiénica de vida.

2. Es objetivo de esta revista el reflejar el carácter multidisciplinario que exige el ejercicio de la Medicina Naturista, por tanto se aceptarán trabajos dirigidos a todas las áreas de desarrollo que la Medicina Naturista Clásica contempla: hidroterapia; balneoterapia; climatote-rapia; helioterapia; termo y crioterapia; terapia del movimiento; fisiote-rapia; masaje; medicina manual; electroterapia; nutrición; dietética y ayuno; fitoterapia; terapia del orden; psicoterapias corporales; historia de la Medicina Naturista; medicina humoral; metodología en investi-gación clínica; control de calidad (“sistemas de evaluación”); clínicas de Medicina Naturista y Medicina del Medioambiente, distinguiéndose entre los trabajos presentados las siguientes categorías:a. Originales: Trabajos realizados sobre cualquier campo de los re-

lacionados anteriormente, preferentemente de carácter prospec-tivo, de investigación clínica o social, contribuciones originales o de actualización.

b. Casos clínicos: Presentación de uno o más casos clínicos que por sus características particulares supongan una aportación al proceso analizado.

c. Cartas al director: Objeciones o comentarios a artículos previa-mente publicados en Medicina Naturista y observaciones que por sus características no requieran o merezcan su desarrollo en cual-quiera de los dos tipos anteriores.

PRESENTACIÓN DE TRABAJOS 1. Las normas de la Revista Medicina Naturista siguen los requisitos

uniformes para manuscritos enviados a revistas biomédicas (http://www.fisterra.com/recursos web/mbe/vancouver.asp).

2. Los trabajos irán acompañados de una carta de presentación en la que se hará constar que no han sido publicados con anterioridad ni enviados simultáneamente a otro medio de difusión. En caso de utili-zar material ya publicado es necesario adjuntar las correspondientes autorizaciones, siendo responsabilidad de los autores las consecuen-cias que de esta omisión pudieran derivarse.

3. Se entregarán impresos a doble espacio, en hojas de formato DIN-A4, numeradas correlativamente, y en soporte informático PC, en formato Word.

4. En primera página figurará el título del trabajo, nombre y apellidos del autor o autores, su titulación o cargo más destacado. Dirección completa del primer autor, teléfono y, si es posible, dirección de correo electrónico.

5. En la segunda hoja figurará un resumen, con un máximo de cien palabras, describiendo los objetivos, metodología, resultados y con-clusiones del manuscrito. En esta misma hoja se incluirán de tres a cinco palabras clave que faciliten la identificación del trabajo y el título del mismo, todo ello en inglés y en castellano.

6. En las siguientes hojas, numeradas, seguirá el texto. 7. Los trabajos pueden ir acompañados de esquemas, cuadros sinópti-

cos, dibujos y fotografías seleccionados y de calidad óptima para su reproducción, ordenados en figuras y tablas, que serán numeradas correlativamente (en numeración romana las tablas y arábiga las figu-ras), haciéndose referencia en el texto a ellas. Los títulos de las tablas encabezarán las mismas y las leyendas o “pies” de cada una de las figuras serán mecanografiados en hoja aparte, siguiendo el orden de numeración correspondiente.

8. La bibliografía irá en hojas independientes, al final y ordenada según las Normas Internacionales de Vancouver, y deberá comprender solo los autores citados en el texto.

autores, o de forma correlativa a su aparición en el texto.

se designarán con la expresión “en prensa”.

“et al”.Para artículos de revista: Autor(es) –apellidos e iniciales del nom-bre–. Título del artículo. Nombre de la revista. Año; volumen: páginas inicial y final (de manera opcional, si una revista lleva una pagina-ción continua durante todo un volumen, pueden omitirse el mes y el número de la revista).Para libro completo: Autor (apellidos e iniciales del nombre). Título del libro. Ciudad de editorial. Editorial. Año.Capítulo de libro: Autor(es) del capítulo (apellidos e iniciales del nom-bre). Título del capítulo. En: Autores del libro. Título del libro. Ciudad de editorial. Editorial. Año. p. (páginas inicial y final).

Para más información puede consultarse la dirección Web de la Na-tional Library of Medicine: http:// www.nlm.nih.gov.

9. Los originales tendrán una extensión máxima de 12 folios y se ad-mitirán hasta 6 tablas y figuras. La extensión de los casos clínicos no superará los 5 folios, pudiendo incluir como máximo 2 tablas y 2 figuras. Las Cartas al Director no sobrepasarán los dos folios.

10. Los trabajos se remitirán vía correo postal o correo electrónico a:REVISTA MEDICINA NATURISTAMedicina PreventivaFacultad de Medicina – Aulario BDomingo Miral, s/n – 50009 [email protected]

11. Las investigaciones financiadas con intereses comerciales se publi-carán en la revista como publicidad. A los autores se les solicita ma-nifestar si su trabajo ha sido financiado con interés comercial.

12. Cuando se presenten estudios realizados en seres humanos debe indicarse si los métodos seguidos han cumplido las normas éticas del comité (institucional o regional) encargado de supervisar los ensayos en humanos y la declaración de Helsinki de 1975, en la versión del año 2004 (http://www.wma.net/s/policy/ b3.htm).

13. En los artículos de investigación con pacientes el autor hará referen-cia a la obtención del consentimiento informado de los pacientes que permita la publicación de sus datos.

14. Los autores deben describir cualquier relación financiera que tengan y que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses en relación con el artículo publicado.

15. La publicación de los trabajos remitidos estará sujeta a su aceptación por el Comité de Redacción de MEDICINA NATURISTA.

16. La revista no se responsabiliza de las opiniones y criterios emitidos por los autores, reservándose la propiedad de los trabajos que en ella se publiquen, no pudiéndose reproducir en su parte literaria o iconográfica sin permiso de la misma.

17. La revista, en relación a la protección de datos, declara cumplir con lo dispuesto en la ley orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de pro-tección de datos de carácter personal.

18. La revista cuenta con un comité de expertos encargados de revi-sar cada uno de los artículos en una revisión por pares antes de su publicación. También hay un comité de expertos en metodología y estadística encargados de la revisión de los mismos.

19. El incumplimiento de estas normas podrá ser motivo de devolución del trabajo a los autores para su corrección, antes de entrar en considera-ciones sobre su posi- ble publicación. La Revista Medicina Naturista se reserva el derecho de realizar cambios o modificaciones en los textos recibidos sin alterar el contenido científico, limitándose al estilo literario.

Normas para la publicaciónde trabajos en Medicina Naturista

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La redacción de la revista cuida la selección del ma terial que publica; no obstante,las opiniones editoriales o científicas que se emitan con firma comprometenexclusivamente la responsabilidad de su autor.

Colaboran:

Impreso en papel ecológico libre de cloro

Imprime: Cometa, S.A. Ctra. Castellón, km 3,400 – 50013 ZARAGOZA

I.S.S.N.: 1576-3080Depósito Legal: Z 862-2000

Portada: Isis Saz. Naturaleza. Lienzo de 110 x 60, acrílico

Precio unitario: 3 euros

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Indizada en las bases de datos: AMED (Allied and Complementary Medicine Database), BDlic, Cuidem, Dialnet, EMCare, Índice Médico Español Latindex, OAIster, scientific Commons y Scopus

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Revista Internacional de difusión biomédicaPublicación semestral

Director Pablo Saz Peiró

Coordinación María Ortiz Lucas Mª Carmen Tejero Láinez

Consejo de Redacción Pablo Saz Peiró. Facultad de Medicina Universidad de Zaragoza Mª Ignacia Barba Ródenas. Centro Salud de Tudela. Navarra Milagros Bernal Pérez. Facultad de Medicina Universidad de Zaragoza María Ortiz Lucas. Facultad ciencias de la Salud. USJ, Zaragoza Juan José Gálvez Galve. Facultad de Medicina Universidad de Zaragoza Shila Saz Tejero. Facultad de Medicina Universidad de Zaragoza Olga Martínez Moure. Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid

Consejo de Evaluación Alejandra Mejía Bernard. Cali, Colombia Antonio Rezusta López. Zaragoza Juan José Sebastián Domingo. Zaragoza Rómulo Rodríguez Ramos. Camagüey, Cuba José Mª Poveda de Agustín. Madrid Encarnación Ferré Chiné. Zaragoza

Colaboradores Nacionales Pablo Saz Peiró. Zaragoza Isabel Canales Arrasate. Bilbao Amelia Cantarero García. Soria Francisco de Paula Maraver Eyzaguirre. Madrid Mar Mimbela Sánchez. Zaragoza José Tappe Martínez. Huesca Francisco Tomás Verdú Vicente. Valencia

Colaboradores Internacionales Rafael J. García. Táchira, Venezuela Óscar Villavicencio. Lima, Perú Martha Villar. Perú Rainer Stanger. Berlín, Alemania Andreas Michalsen. Essen, Alemania Dieter Melchar. Múnich, Alemania Françoise Wilhelmi de Toledo. Überlingen, Alemania

Edita Sociedad Europea de Medicina Naturista Clásica Sección Española, en colaboración con la Universidad de Zaragoza

Redacción, publicidad e intercambios con otras revistas. Distribución y Suscripciones:

Sociedad Europea de Medicina Naturista Clásica Sección EspañolaC/ Poeta Miguel Labordeta, n.º 43, 3 B

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Tel.: 976 320 920

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Merlo-Longh ME

Saz-Peiró P, Saz-Tejero, S

Gella-Jarne H

Cobo-Huete A, Cerezo-Cortés E, Gutiérrez-Gascón J 33

Maraver F, Fernández-Torán MÁ, Corvillo I, Morer C, Váquez I, Aguilera L, Armijo F

Ugartemendia L, Bravo R, Tormo R, Cubero J, Rodríguez AB, Barriga C 49

Aguilera L, Corvillo I, Martín-Megías AI, Maraver F

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Maraver F, Fernández-Torán MÁ, Corvillo I, Morer C, Váquez I, Aguilera L, Armijo F

Ugartemendia L, Bravo R, Tormo R, Cubero J, Rodríguez AB, Barriga C 49

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Cuenta mi madre que su abuelo, mi bisabuelo Juan Francisco, repetía con frecuencia que cuando se habla mucho se dicen muchas verdades y muchas mentiras, y que los periódicos, revistas y libros están llenos de palabras que repiten muchas verdades y muchas mentiras. Esto lo decía un hombre de pocas palabras (de los que la suya vale tanto como lo que ha firmado un notario), confiado y siempre buena gente.

Actualmente, en los medios de comunicación nos expresamos cada uno desde nuestra verdad, lo mejor que podemos y sabemos, y lo que para uno es verdad a veces no lo es para otro porque lo vive desde otra perspec-tiva; lo que para uno es una verdad científica y real, otro lo ve como absurdo e irreal; lo que a uno le muestran sus sentidos, como pueda serlo contemplar un cielo estrellado, para otro dicha representación estelar es solo una visión pasada: lo que fue hace ya años luz. Por ello, a veces, debemos conformarnos con podernos entender entre quienes hablamos el mismo lenguaje y estamos en la misma creencia, pues sentimos que es lo mejor (la mejor verdad) para sobrevivir y ser felices en este periodo vital que nos ha tocado vivir.

Qué es lo mejor para nuestra salud, cuál es nuestro mejor estilo de vida saludable, nuestra mejor dieta, nuestro mejor ejercicio, lo más efectivo a nivel médico en cuanto a tratamiento, la mayor evidencia científica (1). Todo eso que percibimos como la mayor verdad para nosotros, ¿cómo lo podemos transmitir y comunicar a nuestro paciente; cómo ayudarle a encontrar lo mejor (la mejor verdad) para resolver sus problemas de salud y vivir una vida más plena y dichosa?

Siempre vamos a observar la visión de la salud desde un paradigma de creencias científicas del momento (2), las cuales son cambiantes y chocan con modelos viejos. De este modo lo explica Kuhn en su libro La estructura de las revoluciones científicas, con el que provocó la discusión sobre la racionalidad, el relativismo, la verdad y el realismo en la ciencia, así como sobre la relación entre el conocimiento científico y el mundo.

El pensamiento de Kuhn está hoy más vigente que nunca, y la forma de entender la ciencia y la salud han sido difundidas por periodistas como Marilyn Ferguson en su libro La conspiración de Acuario. En él no solo propone nuevas perspectivas para ver la salud y la enfermedad, sino que considera que estas siempre son enriquecedoras. Y lo son sobre todo para el médico que tiene que ponerse delante del enfermo con la intención de ayudarle lo mejor posible, y que siempre debería tener la mente abierta para lograr entender la realidad (tanto desde su punto de vista como desde el punto de vista del paciente) (3). Es bueno escuchar las opiniones de todo el mundo, pero luego quedarnos con nuestra verdad, a veces solo con la verdad más sutil que se percibe sin palabras. Lo que es es y lo que no es no es, pero a veces cuando queremos explicar la realidad con la palabra de la ciencia no hacemos sino complicarla. Y es que entender la naturaleza, explicar sus mecanismos desde el punto de vista de la ciencia, produce perspectivas nuevas: formas diversas de entender la realidad que nos rodea.

Elegir los artículos que se publican en esta revista siempre lo haremos desde la perspectiva de nuestra verdad, que puede chocar o coincidir con la verdad de otros. Esperemos que esto resulte enriquecedor y aporte algo, aunque sea un poquito, para entender mejor la vida que nos ha tocado vivir y vivirla desde una perspectiva lo más saludable posible.

1. Imogen Evans, Hazel Thornton e Iain Chalmers. Cómo se prueban los tratamientos. Una mejor investigación para una mejor atención de salud. The British Library. 2006.

2. Kuhn, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas. S.L. Fondo de cultura económica de España, 2006.

3. Ferguson, Marilyn. La conspiración de acuario. Kairos, 1998.Pablo Saz Peiró

Médico Naturista

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 2-8I.S.S.N.: 1576-3080

Cristina Torres-PascualDiplomada en Fisioterapia, licenciada en Documentación, doctorada en Información y Documentación en la Sociedad del Conocimiento. Profesora titular de la Escola Universitària de la Salut i l’Esport. EUSES

Presentado: 2/9/2014 Aceptado: 17/9/2014

RESUMENLa meditación es una de las técnicas complementarias al tratamiento del cáncer que más interés suscita. El objetivo del trabajo es identificar el estado de las investigaciones de meditación en oncología. Los resultados presentan la necesidad de ampliar las líneas de investigación a distintos tipos de cáncer con estudios metodológicamente rigurosos.

Palabras clave: meditación, cáncer, oncología, análisis bibliométrico.

Bibliometric analysis on the state of meditation research in oncology (2009-2013)

ABSTRACTMeditation is one of the complementary techniques to cancer treatment that raises more interest. The objective of the study is to identify the state of meditation research in oncology. The results presented the need to expand the research to different types of cancer with methodologically rigorous studies.

Key words: meditation, cancer, oncology, bibliometric analysis.

En 2012 la incidencia de cáncer en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica, fue de 215.534 casos, sin embargo se prevé que para 2015 sea de 227.076 (1). Según la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial la cifra de cáncer en dos décadas casi se duplicará, llegando a los 22 millones de afectados (2).

El paciente oncológico, a lo largo de la evolución de su cáncer, se enfrentará a la clínica propia de este y trastornos derivados de las intervenciones, como dolor —que afecta al 30-50% de los pacientes—, náuseas, vómitos, caída del cabello, fatiga, diarrea o estreñi-miento, neuropatías, disfunción inmune, estrés, depre-sión, ansiedad, trastornos del sueño y/o cognitivos. La quimioterapia crea daños en el parénquima cerebral, obstrucción vascular cerebral, inflamación y alteracio-

Correspondencia:Avda. Francesc Macià 65. 17190 Salt, Girona. España. Tel 972 405 130, [email protected]

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nes en la función neuronal, vinculadas a modificacio-nes en la densidad cortical, cambios hormonales y en el 14-85% de los casos trastornos cognitivos (3), que pueden persistir años después de finalizar el trata-miento. Entre el 30% y 80% de los pacientes manifes-tará fatiga (4) y casi el 70% miedo a la recurrencia del cáncer (5), lo cual generará estrés y ansiedad afectan-do a las células NK y linfocitos T, células relacionadas con la reaparición del cáncer y la supervivencia.

Desde el momento del diagnóstico, durante el tra-tamiento y hasta en aquellos casos irreversibles, es necesario ofrecer una atención integral para mejorar su calidad de vida, así como al modo de afrontar la muerte (6). Ante estas necesidades surgen iniciativas para la atención holística. Así, la Essen-Mitte Clinics de Alemania o la Clínica Mayo de Estados Unidos han puesto en marcha programas compuestos por medita-ción, yoga, ejercicio, técnicas de autoayuda, reestruc-turación cognitiva y nutrición (7).

La meditación es un proceso atencional que cambia la actividad hormonal y autonómica y la es-tructura cerebral, al estar vinculada a sistemas im-plicados en procesos emocionales, de aprendizaje y memoria (8), como la amígdala, corteza orbito-frontal cingulada posterior, hipocampo o cerebelo. Juntamente, la actividad cerebral cambia. De forma general, podemos decir que las ondas alpha (lado izquierdo) incrementan su ritmo y las theta (lado de-recho) se activan asociándose a la conciencia de interocepción, emociones positivas y atención (9). A su vez las gamma se estimulan, incidiendo en la plasticidad cerebral (10).

Existen distintos tipos de meditación (9):Meditación atencional (conocida como atención

plena o mindfulness): consiste en centrar la atención sobre la respiración para vivir el momento.

Meditación de concentración: la mente se diri-ge a un objeto específico. El elemento de meditación puede ser una imagen o sonido.

Meditación de integración/interiorización: com-bina las dos anteriores. Algunos ejemplos son la me-ditación trascendental y zen.

Otras técnicas son: Mindfulness-Based Stress Re-duction (MBSR), Mindfulness-Based Cognitive Thera-py for Depression (MBCTD), Focusing o MAUM.

Pese al interés del establecimiento de programas de control mental, como técnica coadyuvante al trata-miento del cáncer, y los buenos resultados mostrados en diferentes estudios, es preciso continuar investi-gando al respecto para una sólida instauración de

programas de meditación en los centros de atención sanitaria. De este modo, para establecer prioridades, abrir nuevas líneas de investigación y definir estra-tegias de actuación para implantar la meditación en el sistema sanitario, es necesaria la aplicación de la bibliometría (11).

Los análisis bibliométricos sobre las investigacio-nes en oncología son muy limitados, la mayoría eva-lúan distintos puntos sobre la oncología según países, por ejemplo vinculados a México (11) o Turquía (12), entre otros. El interés por las revistas donde se publi-can las investigaciones es un punto relevante en el conocimiento del estado de una disciplina. Una mues-tra son los estudios de Delwiche (2013), que analiza la producción sobre radioterapia (13), o Tas (2014), que evalúa los artículos más citados en oncología, identifi-cando como revista líder el Journal of Oncology (14). Pese a la importancia de este tipo de estudios, no se ha encontrado ningún estudio bibliométrico sobre la meditación en oncología, por lo que el presente tra-bajo puede ser un punto de partida de nuevas inves-tigaciones.

El objetivo del estudio es observar la producción de la meditación en el cáncer, identificar autores e ins-tituciones de referencia, así como mostrar las revistas más relevantes donde se publican sus trabajos.

Este estudio es un análisis bibliométrico de la pro-ducción científica sobre la meditación en el paciente oncológico entre 2009 y 2013. Los registros a evaluar se han obtenido de las bases de datos Scopus, Pub-Med, PEDro, CINAHL, LILACS, Cochrane y DOAJ, a partir de las palabras clave “meditation”, “cancer”, “on-colgy”, “neoplasm”, “chemotherapy” y “radiotherapy”, con los truncamientos y booleanos correspondientes para cada base de datos. Para el análisis de la visibi-lidad de las revistas se consultó SCImago Journal & Country Rank, para 2012.

En el estudio se han excluido registros in-completos, repetidos en distintas bases de datos, investigaciones en tai chi, yoga o reiki y aquellos estudios basados en terapias complementarias en general, quedando una población a estudio de 121 registros.

Los indicadores bibliométricos analizados han sido: producción por tipología de estudio, temática, autorías, producción y visibilidad de las revistas.

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Las investigaciones sobre la meditación en on-cología representan el 8,3% del total de los trabajos sobre meditación y el 0,04% de los estudios sobre on-cología. La población analizada presenta un aumento de las investigaciones (Tabla I) con un índice de cre-cimiento de 1,77.

La población analizada, según la tipología docu-mental, está constituida por ensayos (60%), revisiones bibliográficas (38%) y revisiones sistemáticas (2%).

El 46% de los artículos estudia los efectos de la meditación en distintos tipos de cáncer, siendo el más estudiado el de mama (25,61%). Seguidamente en-contramos el cáncer de ovarios (4,13%), pulmón y linfoma (2,48%) y colorrectal (1%). Los estudios se centran en la aplicación de la meditación para incidir sobre la calidad de vida (33,33%), estrés (30,55%), de-presión (13,88%), ansiedad (12,50%), dolor (9,72%), sueño (6,94%), fatiga (5,55%) y cognición (4,16%). La meditación más investigada es la atención plena/ mindfulness (40%) y la espiritualidad (24,79%). El resto corresponde a MBSR (24%), budismo y medi-

Tabla I. Distribución de la producción por años

Años nº artículos % artículos nº artículos acumulados % artículos acumulados2009 18 14,87 18 14,872010 18 14,87 36 29,742011 22 18,18 58 47,922012 31 25,61 89 73,532013 32 26,44 121 100,00Total 121 100,00

tación tibetana con sonido de cuencos (2,77%), visua-lización y meditación guiada (0,82%). En el siguiente gráfico se objetiva la relación entre clínica y medita-ción usada.

Los registros analizados están firmados por 437 autores, de los cuales 346 (79,17%) son autores con una sola publicación, llegando hasta un autor con ocho artículos. Es decir; la mayoría de autores son ocasionales con un índice de productividad bajo. El porcentaje restante corresponde a productores media-nos al presentar menos de 10 estudios, con ausencia de grandes productores. El autor más productivo, y por tanto principal exponente en el campo, es Linda E. Carlson filiada a Tom Baker Centre y University of Calgary (Canadá).

Los autores identificados están filiados a 128 insti-tuciones, siendo las universidades las más implicadas en el estudio de la meditación en oncología (Tabla II).

La institución puntera en investigaciones sobre la meditación en oncología es la University of Calgary de Canadá (9,91%), seguida de la University of California de Estados Unidos (6,61%) y la University of Windsor también de Canadá (5,78%).

Aproximadamente el 50% de los estudios publi-cados corresponde a investigaciones llevadas a ca-bo por instituciones de los Estados Unidos y Canadá (Tabla III).

Gráfica 1. Relación trastornos-tipo de meditación.

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Los 121 artículos analizados se han publicado en 77 revistas. Tras aplicar la dispersión de Bradford ob-tenemos un núcleo, con las revistas más especializa-das sobre el tema, formado por 15 revistas y 51 artícu-los, una zona 1 compuesta por 27 publicaciones y 35 trabajos y una zona 2 con 35 revistas y 35 estudios.

Las revistas más relevantes por su producción y cuartil son: Integrative Cancer Therapies con seis trabajos y tercer cuartil, Complementary Therapies in Medicine con cinco estudios y primer cuartil, y con cuatro documentos Alternative Therapies in Health and Medicine de segundo cuartil, Journal of Pain & Symptom Management y Psycho-Oncology ambas de primer cuartil.

Al analizar de forma global la visibilidad de las 80 revistas, se observa que el 70% de estas correspon-de a un primer cuartil, el 40% a un segundo cuartil

y el 21,25% y el 8,75% a un tercer y cuarto cuartil, respectivamente.

El envejecimiento de la población, junto al avance de los tratamientos para el cáncer, conlleva una mayor supervivencia del paciente oncológico, el cual deberá luchar contra los efectos secundarios de su tratamien-to. Por ello, existe una creciente necesidad de recur-sos para paliar dichos efectos siendo la meditación una de las técnicas que más interés suscita (15). Así, la población a estudio sugiere una tendencia al incre-mento de publicaciones. Si bien en medicina existe un aumento de las revisiones sistemáticas por el gran volumen de ensayos clínicos (16), no sucede lo mismo con el tema a estudio, lo que muestra la necesidad de incrementar el porcentaje de ensayos.

Tabla II. Producción según tipología institucional.

Tipo de institución nº instituciones nº artículos % instituciones % artículosUniversidad 81 139 63,28 68,47Hospitales 36 45 28,12 22,16Otras 11 19 8,59 9,35Total 128 203 100,00 100,00

Tabla III. Producción por países.

País nº artículos % artículos País nº artículos % artículosEstados Unidos 52 40,62 Italia 2 1,56Canadá 16 12,50 Pakistán 2 1,56Australia 11 8,59 Tailandia 2 1,56Corea del Sur 11 8,59 Austria 1 0,78Japón 7 5,46 Chile 1 0,78Suecia 6 4,68 Hong Kong 1 0,78Reino Unido 4 3,12 India 1 0,78Alemania 3 2,34 Irlanda 1 0,78Dinamarca 3 2,34 Polonia 1 0,78Israel 3 2,34 Taiwán 1 0,78

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Pese a que el 20% de los casos de cáncer se da en niños (17), con un impacto emocional que pue-de prolongarse hasta la edad adulta por miedo a la reaparición del proceso oncológico (18), las investi-gaciones en menores de 18 años son prácticamente nulas.

Los efectos de la meditación sobre el paciente on-cológico están especialmente estudiados en el cáncer de mama. El cáncer de pulmón, siendo uno de los cán-ceres con mayor prevalencia y mortalidad, apenas pre-senta estudios de los efectos de la meditación en es-te campo precisando investigaciones al respecto (19). Del mismo modo son necesarios estudios sobre otros tipos de cáncer. A pesar de que el dolor es uno de los síntomas comunes en los pacientes con cáncer, el uso de la meditación con objetivo de paliarlo está poco estudiado. Estos resultados no han de extrañar, ya que el 57-70% de los oncólogos no preguntan al paciente sobre el dolor y solo el 10% aparece en los registros (20). Sin embargo, se han evidenciado bue-nos resultados en el control mental para incidir sobre el dolor. (Aquí cabe destacar la falta de estudios sobre los efectos de meditación sobre los trastornos deriva-dos de la radioterapia).

La técnica de atención plena es la más utiliza-da (9) por la mejora del estado general del paciente. El MBRS incide en el estrés, la ansiedad y la depre-sión. La meditación tibetana, y en especial con sonido, se emplea en la mejoría de las funciones cognitivas. Es importante seleccionar correctamente la técnica de meditación según objetivo, ya que pueden involucrar redes cerebrales específicas. Por ejemplo, la medi-tación de Theravada, orientada a incidir en las emo-ciones, sugiere un incremento de materia gris en el gyrus derecho parahipocampal angular mientras que la Vipassana se relaciona con una mayor percepción y disminución de la reactividad a la distracción (21). El budismo es una buena técnica de meditación para enfrentarse a la muerte, ya que conduce al individuo a una comprensión profunda de su enfermedad, así como el paso que supone la muerte (22). Siguiendo con esta línea budista, sería interesante llevar a ca-bo investigaciones sobre la autocompasión en el pa-ciente oncológico, por el bienestar físico y psíquico que otorga (23). La espiritualidad está vinculada al estado físico y psíquico del individuo. De forma que la integración de la espiritualidad como un trabajo de atención conducirá a un mejor estado de salud, lo que ha generado un interés en el colectivo sanitario para posicionar la espiritualidad como una técnica de trata-

miento. La motivación por encontrar el origen de esta en distintas filosofías o religiones, budismo, sufismo, cristianismo, etc. (24), y observar cómo actúa en el restablecimiento de la salud, ha originado la puesta en marcha de distintas iniciativas. Así, por ejemplo, la Association of American Medical Colleges está elabo-rando proyectos para una mejor definición, concepto, objetivos y trabajo de la espiritualidad (25). En el Con-greso Internacional de Psiquiatría “Alliances for Mental Health”, celebrado en Caracas en 2003, se afirmó que la espiritualidad está arraigando en la comunidad mé-dica por los beneficios que aporta a la salud. Repetir una oración o mantra servirá para centrar la mente, tal como lo vienen estudiando en la Universidad de Harvard.

Pese a los resultados significativos de los benefi-cios de la meditación en oncología, todavía se precisa de más investigaciones puesto que muchos ensayos son metodológicamente limitados (11). Las futuras in-vestigaciones deben utilizar muestras más homogé-neas y metodológicamente deben ser reproducibles. A la vez es preciso estudiar las correlaciones entre los procesos neurobiológicos de los mecanismos cog-nitivos al trabajar con la atención, con el apoyo de estudios en neuroimagen (26), ECG (27) y pruebas bioquímicas (28). El tiempo de intervención no está unificado, ya que nos encontramos tratamientos de 8 a 12 semanas, con una frecuencia de 2 a 5 días/semana y de 20 minutos a 1 h diaria (9), siendo necesario iden-tificar y unificar pautas de duración de las diferentes técnicas de meditación.

Aunque el impacto económico de la meditación en oncología no está descrito, hay estudios que apun-tan a un ahorro de recursos sanitarios en pacientes crónicos, depresión y ansiedad, por la reducción de visitas al médico y menor consumo de fármacos (29). Sin duda la sencillez de la técnica y su impacto en la calidad de vida (30) del individuo justifican su uso en sanidad.

La literatura científica analizada no está consolida-da como tal, puesto que la mayor parte de los autores son ocasionales, lo que indica que la mayoría solo publicará un artículo sobre el tema a estudio a lo largo de su trayectoria investigadora. Al igual que sucede con otros campos de la medicina, las entidades más involucradas en llevar a cabo investigaciones sobre meditación en oncología son las universidades (31), siendo el máximo exponente la University of Calgary, que trabaja para potenciar el uso de la meditación or-ganizando espacios, cursos e investigaciones para su

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desarrollo. El país líder en la literatura científica a es-tudio, al igual que sucede con la mayoría de campos de la medicina, es Estados Unidos. Para el periodo analizado no se han encontrado estudios provenientes de España, a pesar de que se ha constado la existen-cia de investigaciones sobre el tema a estudio para periodos anteriores a 2009.

El hecho que el 95,60% de las investigaciones esté publicado en revistas catalogadas en SCImago Journal & Country Rank, donde, además, cifras supe-riores al 50% se sitúan en un primer cuartil, ayuda a la visibilidad y repercusión de sus publicaciones.

El interés de la meditación en el campo de la onco-logía es patente. Sin embargo, es preciso ampliar las líneas de investigación a distintos tipos de cáncer, con estudios metodológicamente rigurosos y la implicación continuada de las instituciones y autores.

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María Elena Merlo-LonghiLicenciada en Odontología. Postgrado en Medicina Naturista. Universidad de Zaragoza

Presentado: 4/4/2014 Aceptado: 5/5/2014

RESUMENTambién conocida como “Impulsividad Motriz “ de Wallon, desde el nacimiento hasta el primer año de vida se desarrollan las condiciones fisiológicas y sociales que permiten el acceso del lactante a la vida psíquica.La movilidad espontánea se acrecienta en estados de tensión del lactante, sobre todo cuando se manifiesta la necesidad de alimento. Pone esto en evidencia la relación existente entre tono muscular, necesidad y afectividad.Todos los bebés son valiosos, pero ellos solo pueden saberlo por el reflejo; por el modo en que son tratados.Darle a nuestro bebé la oportunidad de desplegar su aprendizaje y desarrollo desde un acompañamiento amoroso de apoyo, sin interferir ni dirigir sus movimientos, redundará en un niño dueño de su propia determinación y con bases para convertirse en un adulto seguro y respetuoso.

Palabras Clave: desarrollo infantil, psicomotricidad, instituto Loczy, crianza continuum.

The importance of respecting the timesABSTRACT

Also known as “Motor Impulsivity” of Wallon, from birth through the first year of life the physiological and social conditions that provide access to infant mental life develop.Spontaneous mobility is enhanced in the infant stress states, especially when the need of food is manifested. This puts in evidence the relationship between muscle tone and emotional need.All babies are valuable, but they can only know it by the reflection, the way they are treated.Give our baby a chance to display their learning and development support from a loving support, without interfering with or directing their movements result in a child owns his own determination and with bases to become a safe and respect-ful adult.

Key Words: child development, psychomotor skill, Loczy institute, parenting continuum.

La necesidad de movimiento se plasma ya desde el vientre materno. La función muscular es el primer grado de expresión del embrión. Es ejercicio antes de que el embrión desarrolle respuestas a estímulos ex-ternos. Vive en un universo de sensaciones cutáneas, sonoras y propioceptivas (1).

El recién nacido no tiene tono para sostener su cuerpo y sus movimientos se limitan a reacciones im-pulsivas, sobre todo de los miembros. Hasta el segun-

do mes la motricidad permanece como era en el feto; de tipo subcortical, dominado por las necesidades or-gánicas y ritmado por el ciclo hambre-sueño.

De la infinidad de posturas que desarrolla un bebé o niño en crecimiento, son la de estar sentado o cami-nar las que más expectativas generan en los padres. Suele apreciarse la competencia entre padres, directa o sutil, sobre quién lo logra más rápidamente… y cual-quier retraso inquieta.

Cada pequeño movimiento realizado por propia decisión y con autonomía es esencial en su desplie-

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gue motor. Le prepara para nuevos movimientos, más evolucionados y perfeccionados con la práctica, que influyen favorablemente en su desarrollo intelectual, psíquico y estado emocional (2).

Desde el nacimiento, el desarrollo infantil está marcado por la motricidad. Aun antes de adquirir el lenguaje, sus gestos, mirada, posturas o maneras de posicionarse en el espacio son manifestaciones psico-lógicas que nos permiten conocerlo y comprender el mejor modo de acompañar su evolución (3).

Es necesario darle un entorno adaptado a sus necesidades funcionales, según cada etapa. De este modo, la maduración motora, junto con la orgánica y nerviosa, irán evolucionando de forma espontánea, para un desenvolvimiento autónomo (2).

La ayuda que provea el adulto será indirecta, no intervencionista. La presencia cercana y la mirada atenta son la mejor ayuda.

Esta ayuda del adulto consistirá en proveer las condiciones para el desenvolvimiento, autónomo y sin peligros, del desarrollo del niño. Estas condicio-nes son:

Espacio suficiente: para poder realizar sus mo-vimientos de volteo, reptación o exploración necesita un espacio mínimo sin encontrarse con límites que dificulten su práctica. El suelo debe ser firme pero cálido y los muebles lo suficientemente seguros pa-ra que, cuando intente ponerse en pie aferrándose a ellos, no se desplacen o caigan sobre él. Al inicio de sus desplazamientos se habla de un espacio de 2 x 2 metros, aumentando a medida que progresa en su evolución.

Ropa adecuada: la mínima posible, teniendo en cuenta el clima imperante. Si lleva ropa, debe ser cómoda y funcional, lo que significa que no interferirá en ninguno de sus movimientos, sobre todo en las articulaciones de brazos y rodillas. Es importante que no lleve calzado, ya que la sensibilidad de sus pies es de ayuda valiosa en muchas posturas o volteos. Si ha de llevarlos, que sean finos, livianos y elásticos para no impedir su movilidad, y solo por motivos de abrigo.

Plena libertad de movimientos: este punto es crucial para un óptimo desarrollo. La mirada atenta y amorosa del adulto debe estar siempre presente, pero desde la observación y la ayuda. En aquellos casos en que al aprender nuevos movimientos no consiga avan-zar ni regresar a la postura anterior, amorosamente volveremos al bebé a una posición ya conocida por él desde donde pueda volver a intentarlo; o si se atrapa

una mano, pie o se le engancha la ropa. Esta ayuda, además, debe prodigarse con amor y paciencia, evi-tando manipularle o meterle prisa en el desarrollo de sus funciones.

La ayuda del adulto irá diversificándose según la naturaleza de las diferentes funciones. Así, en activi-dades más complejas que surgen a mayor edad, la ayuda será más directa, pero siempre teniendo en cuenta las posibilidades de cada edad y como una manera de estimular su actividad autónoma, no como una directriz o adiestramiento.

La ley céfalo-caudal y próximo-distal de madura-ción significa que la dirección de progresos es des-de la cabeza hacia los pies y desde dentro hacia afuera (4).

Al poco de nacer será la cabeza la que primero de-sarrolle movimientos, hacia un lado y a otro, mientras las extremidades están quietas. A medida que vaya madurando, serán estas las que desplieguen actividad mientras la cabeza permanecerá más estable (5).

La posición habitual de descanso, desde donde inicia el bebé sus prácticas de movimiento, es la de decúbito supino, acostado sobre su espalda. Si inten-tamos que esta sea el decúbito ventral, veremos que los movimientos de su cabeza se restringen notable-mente, pudiendo alzarla en algún momento pero no le es posible mantenerla.

Desde el decúbito supino, cuando ya posee do-minio del balanceo de sus caderas, se producirá la postura de costado. En esta tienen intervención los dedos de los pies, sirviendo de apoyo al menos para lograr el impulso para girar. Desde aquí el movimien-to siguiente es el de volteo, pasar a decúbito prono, donde irá ejercitando el gesto de levantar la cabeza. Dominadas ambas posiciones, el rodar será un medio de desplazamiento adquirido. Vemos entonces que la marcha no es el comienzo de sus desplazamientos autónomos.

La posición ventral, boca abajo, es ideal como gimnasia preparatoria para la sedestación, el gateo y la marcha, ya que refuerza los músculos del cuello, los espinales y los del tronco.

La evolución entre estar tumbado de espaldas y poder ponerse en pie y andar por propia iniciativa lleva multitud de pasos intermedios: rodar, reptar, gatear, cada uno con infinitos movimientos de reco-nocimiento de la acción, hasta que el conjunto actúa coordinadamente y el bebé obtiene la posición nueva deseada. Esta coordinación no se observa cuando los adultos conducimos al niño a adoptar cierta posición,

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con nuestra ayuda o de algún instrumento. En estos casos aparece tensión, rigidez, que pueden resultar perjudiciales para su desarrollo armónico. Al colocarle en posturas no aprendidas por sí mismo, se restringen notablemente sus posibilidades.

Las posturas voluntarias conllevan un gran es-fuerzo, y las realiza cuando se siente preparado pa-ra ello; están mejor estructuradas que aquellas que enseñamos, sin saber si está listo para mantenerla o no. Los perjuicios de las posturas impuestas van más allá de su desarrollo psicomotriz; son negativas para el desarrollo psíquico y de la personalidad. No pone en ejercicio su iniciativa ni la percepción de su propia eficiencia. Cada movimiento impuesto y repetido le es previsto por un adulto. Así no siente la necesidad de aprenderlo.

Que los niños logren sentarse o ponerse en pie, no implica como condición previa la ayuda de un adul-to que le facilite esta acción. En condiciones favora-bles el niño puede desarrollar por sí mismo, desde su propia iniciativa, movimientos de buena calidad, bien equilibrados. Estos son cada vez más activamente elaborados, con numerosos estadios intermedios de práctica en destreza, coordinación y equilibrio. Intenta solo aquellos movimientos en los que va adquiriendo seguridad.

Finalmente, los movimientos adquiridos son armo-niosos y muestran una gran flexibilidad, buena coor-dinación, seguridad y equilibrio. Aprenden a reaccio-nar a los accidentes inesperados, ante las caídas que acompañan los juegos. Los movimientos antiguos no desaparecen, se integran a los nuevos.

Otorgar al niño libertad de movimientos, sin inter-vención adulta, no significa en absoluto mostrar indi-ferencia. Al contrario, necesita que el adulto se ocupe intensamente de él. Además de satisfacer sus necesi-dades físicas, su buen desarrollo dependerá de crear relaciones humanas adecuadas, satisfacer su curiosi-dad mediante respuestas y explicaciones, facilitar su introducción a la comunidad. Todo esto es una tarea en extremo compleja.

La presencia materna será para el niño el elemen-to que le dé seguridad y que le incite a prolongar su experiencia en el mundo que le rodea. El único pa-rámetro del que dispone para valorar la adecuación entre la meta y su esfuerzo motriz es el resultado que este provoca en su madre. De ahí la importancia que

tiene para el niño las reacciones del adulto frente a sus propias actividades.

Según afirmaba Wallon, el lenguaje ha sido precedido por medios de comunicación más primiti-vos. La base de estos medios está en la expresión emocional.

El niño dueño de una motricidad libre está más atento y confiado, más independiente, tranquilo, re-lajado. Trata de hallar por propia iniciativa una solu-ción. Tiene juegos más variados porque busca los ju-guetes por sí mismo, adopta posturas escogidas que domina.

El tiempo de un niño con motricidad libre está lle-no de movimientos ejercitantes: rodar, reptar, gatear, descubrir cómo alcanzar un juguete o llegar a un sitio deseado. Los niños con movimientos “enseñados” pa-san gran parte del día esperando a que les cambien de postura, les alcancen un juguete, les lleven de la mano…

“Por la costumbre, el hábito… y lo que es habitual, acaba por ser natural”. Así nos lo han enseñado nues-tras madres, tías o abuelas, e incluso en la consulta pediátrica existen tiempos o edades pautadas para la realización de posturas como el sentarse, gatear o la marcha.

No es, pues, nuestro instinto quien determina qué movimientos le corresponde realizar al niño, sino su propia iniciativa y fase de maduración. A nosotros, como adultos amorosos y acompañantes, solamente nos queda la inmensa tarea de darle todas las condi-ciones necesarias para que realice su aprendizaje y evolución en un medio favorable, cargado de alegría y seguridad.

Aquello con lo que el bebé se encuentre sentirá que la vida es (6).

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MERLO-LONGHI, ME. La importancia de respetar los tiempos

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 13-24I.S.S.N.: 1576-3080

Pablo Saz-Peiró, Shila Saz-TejeroUniversidad de Zaragoza

Presentado: 9/9/2014 Aceptado: 12/11/2014

RESUMENEl ayuno voluntario, con restricción de la ingesta de alimentos sólidos, se practica en todo el mundo por motivos tradi-cionales, culturales o religiosos. Asimismo, cada día aparecen más estudios de su eficacia terapéutica en el tratamiento de enfermedades. En este artículo realizamos una revisión de las propuestas terapéuticas encontradas en la literatura médica.

Palabras clave: ayuno terapéutico, ayuno Ramadán, restricción calórica, enfermedades metabólicas, artritis reumatoide, fibromialgia, epilepsia, esquizofrenia, cáncer, hipertensión, infarto miocardio, cuidados paliativos.

Indications of fasting dietABSTRACT

Voluntary fasting restricting solid foods are practiced around the world, traditional, cultural or religious reasons, and every day more therapeutic efficacy studies appear in the treatment of diseases. in this article we have tried to make a review of the therapeutic proposals found in the medical literature.

Key words: therapeutic fasting, Ramadan fasting, caloric restriction, metabolic diseases, rheumatoid arthritis, fibromyalgia, epilepsy, schizophrenia, cancer, hypertension, myocardial infarction, palliative care.

El ayuno voluntario con la restricción de la ingesta de alimentos sólidos se practica en todo el mundo por motivos tradicionales, culturales o religiosos. En las últimas décadas el ayuno modificado ha aumentado su popularidad como un método de auto-cuidado para la prevención y promoción de la salud, en particular para iniciar un estilo de vida saludable (1).

Utilizado como terapia, cada día aparecen más estudios sobre su eficacia en el tratamiento de en-fermedades reumáticas, síndromes de dolor crónico, hipertensión, síndrome metabólico, artritis reumatoide, desaceleración o prevención de la mayoría de las en-fermedades inflamatorias y degenerativas crónicas, durante la quimioterapia del cáncer, en problemas aso-ciados con el envejecimiento, en la prevención y trata-

miento de enfermedades crónicas. Como dice Thierry de Lestradde en su vídeo con Sylvie Gilman y en su libro novelado, el ayuno se nos vuelve a mostrar como un método terapéutico cada día más consolidado (2). Pero es importante concretar a qué tipo de ayuno nos referimos, por supuesto siempre voluntario y con la participación activa del paciente.

Ramadán. Puede ser categorizado como un pe-ríodo corto de régimen de ayuno intermitente (ayuno diurno durante 29 días).

Método de ayuno de Büchinger. Incluye la li-mitada ingesta de vegetal o zumo de fruta y peque-ñas cantidades de caldo de verduras, con una ingesta de energía nutricional total entre 200 y 400 kcal/día. Otros componentes del método de Büchinger inclu-

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, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 13-24

SAZ-PEIRÓ, P, SAZ-TEJERO, S. Indicaciones terapéuticas del ayuno

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yen: uso del ejercicio físico, técnicas mente-cuerpo, la aplicación definida de enemas y la ingesta de sales laxantes.

Dieta muy baja en calorías. Ingesta calórica 600-800 kcal/día por comidas líquidas formuladas con su-plementos de proteína (no lo recomendamos).

Restricción calórica. Reducción de la ingesta ca-lórica diaria en un 30-40%.

Ayuno intermitente: Cinco días comiendo y dos ayunando.

Ayuno total. Dieta cero (agua / té / infusiones).Hemos procurado revisar los últimos estudios pu-

blicados en las bases de datos de PubMed y Scopus y la literatura que últimamente se ha publicado en libros, sobre todo en español. Entre las revisiones, destacar dos realizadas por un panel del expertos en 2002 y publicadas en el Forsch Komplementmed en 2013 (3) junto con un artículo de Michalsen (4).

nombrar enfermedades o formas de enfermar en las que está indicado el ayuno, siempre debemos atender a la persona concreta y a su situación concreta.

es una forma de recuperar el equilibrio; es parte de un sistema de regulación amplio al servicio de la evolución.

indicación de rutina, y, al igual que se cambia el aceite del motor del coche, conviene al menos una vez al año hacer recambio de grasas.

-cación especial: más vale prevenir que curar. Con el ayuno provocamos la enfermedad antes de que venga, se insta al cuerpo a recuperar el equilibrio (5).

La indicación más precisa será el exceso de peso y sobre este aspecto hay bastantes estudios: Sörbris (6); Grande Covián (7); Büchinger (8); Hantzschel (9); Vermeulen (10); Gómez Candela (11).

La mayoría de los estudios se ha realizado sobre obesidades resistentes a otros tratamientos (12), lo cual hacía poner en entredicho el muy importante aspecto de elección voluntaria del ayuno por parte del paciente (13), algo que se ha demostrado de máxima importancia para llevar bien a cabo el tra-tamiento.

Se pierde bien la grasa de barriga y cuello y cuesta más perder la de nalgas y cadera en la mujer, pues la naturaleza la reserva para la gestación y lactancia.

Durante el ayuno se pierde peso. Las mujeres, en-tre 200 y 500 g por día, los hombres, un poco más.

Observaciones respecto al tratamiento de la obesidad

sobrepase los 500 grs día.

el que se añaden zumos de fruta o caldos de ver-dura. En ningún caso se añaden proteínas.

-bulatoria con buenos resultados.

El efecto reductor del ayuno en la presión arterial ha sido probado (14). Se recomienda reducir terminan-temente o retirar medicamentos para la hipertensión al inicializar la terapia de ayuno, con el fin de evitar hipotensión, así como la hiponatremia. Después de la reintroducción de los alimentos, la presión arterial normalmente se mantiene por debajo de los valores pre-ayuno durante semanas o meses, dependiendo también de los hábitos nutricionales y del estilo de vida post-ayuno. Además, la pérdida de peso y los benefi-cios posteriores de una dieta más saludable después de un ayuno pueden contribuir a los duraderos efectos antihipertensivos del ayuno. Los efectos del ayuno van a influir sobre todos los factores de riesgo de la hiper-tensión: baja el tono simpático, disminuye la secreción de adrenalina, elimina la sal de la mesa, disminuye el volumen circulatorio, reduce los lípidos sanguíneos, disminuye la hialinosis capilar (sobre todo de los capi-lares renales), disminuye el tono de los vasos periféri-cos y disminuye la tensión emocional. En un estudio, ciento setenta y cuatro pacientes hipertensos conse-cutivos con presión arterial por encima de 140 mm Hg sistólica, diastólica de 90 mm Hg (140/90 mm Hg), fue-ron tratados en un contexto hospitalario bajo super-

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visión médica. El programa de tratamiento consistió en un período corto pre-ayuno (aproximadamente de 2 a 3 días en promedio) durante el cual el consumo de alimentos se limitó a frutas y verduras, seguido de solo agua bajo supervisión médica en ayunas (aproxi-madamente 10 a 11 días en promedio) y un período de realimentación (aproximadamente de 6 a 7 días en promedio) con la introducción de una baja en gra-sas, baja en sodio, con dieta vegana. Casi el 90% de los sujetos alcanzó una presión arterial de menos de 140/90 mm Hg al final del programa de tratamiento. Todos los sujetos que tomaban medicación antihiper-tensiva al ingreso (6,3% de la muestra total), abando-naron con éxito el uso de la medicación. El ayuno de solo agua parece ser un medio seguro y eficaz para la normalización de la presión arterial y puede ayudar en la motivación de promotores de la salud de la dieta y estilo de vida (15).

El ayuno de 3 semanas seguido de dieta vegeta-riana puede tener una influencia beneficiosa sobre la concentración de peróxidos en suero y la concentra-ción de fibrinógeno en plasma, así como en el nivel en suero de varios factores de riesgo relacionados con la lipoproteína coronaria (16).

(

En los diabéticos con sobrepeso los valores de laboratorio se normalizan a menudo de forma espec-tacular durante el ayuno, pero después se requiere un cambio en la alimentación y de estilo de vida para seguir manteniéndose en este estado. La reducción drástica de calorías ha disminuido significativamente el riesgo de desarrollar diabetes o enfermedad cardio-vascular (ECV). Diferentes estudios demuestran que se puede lograr un control glucémico a partir de una restricción calórica estricta (17).

El ayuno modificado se aplica frecuentemente con éxito en pacientes con diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico (18).

Hay que tener vigilado este proceso, pues con fre-cuencia aparecen crisis gotosas.

El desarrollo del ayuno produce dos acciones im-portantes:

Aligeramiento: por eliminación de agua y sodio, disminución de insulina, reposo de aparato digestivo y sistema inmunológico, eliminación de los catabolitos de la grasa y adaptación del sistema neurovegetativo.

Desintoxicación: por disminución de la lipemia, del colesterol, de los triglicéridos, de la presión arterial y del ácido úrico.

Los estudios epidemiológicos muestran que el ayuno periódico de rutina, tal como se practica por parte de grupos religiosos, se asocia con un menor riesgo de enfermedad coronaria en los pacientes so-metidos a angiografía coronaria (19).

Los tratamientos del ayuno han sido probados con éxito en alteraciones cardiacas, sobre todo en alte-raciones obstructivas de coronarias, angor pectoris e infarto, con buenos resultados e incluso permeabili-zación de las arterias sin necesidad de realizar by-pass, actuando como una verdadera cirugía cardio-vascular.

Con una dieta extremadamente pobre en grasa, ejercicio físico y meditación, el estadounidense Dean Ornish consiguió regresiones de la arterioesclerosis (estrechamiento de las arterias) y, con ello, una mejo-ría en enfermedades cardiovasculares (20). La inves-tigación experimental reveló también que la restricción calórica y el ayuno intermitente atenúan los cambios asociados con la edad en el corazón y los vasos. Ade-más, el ayuno en días alternos reduce la apoptosis en el área de infarto en la isquemia experimental (21) y mejora el reacondicionamiento isquémico (22).

En conclusión: el ayuno parece ser un método se-guro de tratamiento para enfermos cardiacos siempre que haya vigilancia médica (23). Y es reseñable seña-lar la importancia que tiene el dejar de fumar mientras se sigue esta terapia, puesto que durante el ayuno aumentan los niveles de nicotina en saliva y sangre, así como sus efectos adversos (24).

Asimismo, ha actuado el ayuno en otras obstruc-ciones arteriales, como es el caso de las claudicacio-nes intermitentes, produciendo una mejoría que ha sido permanente sobre todo en enfermos que luego han seguido dieta vegetariana. También se ha hablado

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de un efecto digitálico del ayuno, actuando este como un cardiotónico en insuficientes cardiacos (25). Las formas más sencillas de trastornos rítmicos cardiacos se mejoran con los primeros días de ayuno y en for-mas más complicadas igualmente se han conseguido mejorías, aunque en estos casos es muy conveniente hacer controles bajo estricta supervisión médica.

Concluyendo: como consecuencia del cambio a una alimentación interna y a la posición de reposo del tracto gastrointestinal, se producen transformacio-nes en el sistema cardiovascular. La disminución de líquido en sangre, tejidos y cavidad abdominal (donde también se reduce el tejido adiposo) da lugar a una descongestión del sistema cardiovascular durante el ayuno, bajando así la tensión y la frecuencia de pulso. La potencia del músculo cardiaco aumenta en el curso del ayuno, sobre todo a partir de la segunda semana y aún más si va acompañado de un programa de entrenamiento.

[Es una indicación relativa; no recomendable cuando el enfermo esté con anorexia (falta de ape-tito), unida a la fiebre].

-santes los casos recogidos por Bidaurrazaga (26) en una epidemia de tifus.

celular (linfocitos T y B).

Experiencias al respectoMurray (27) en Nigeria (1973) y en Etiopía (1975),

con víctimas del hambre, observó que las poblaciones nómadas durante los periodos de inanición tenían una escasa incidencia de TBC, paludismo y brucelosis clí-nicamente manifiesta, y estas aumentaban al ser rea-limentados en los campos de refugiados.

Palmbled (28), en 1977, con personal militar so-metido a 10 días de ayuno.

Edward (29), en 1986, con pacientes obesos, comprobó el estímulo de los mecanismos inmunita-rios a través del ayuno.

y patológicas.

caso de Sida tratado con éxito mediante el ayuno. Por ejemplo, Owewn, en 1993 (30).

Es importante constatar sobre todo los éxitos en la artritis reumatoide, según los primeros estudios (en 1979) de Sköldstam y Larson (31), (en 1983) de Uden (32), (en 1988) de Hafstrom y Ringertz (33). Todos ellos comprobaron la eficacia del ayuno en la disminución de la sintomatología aguda de la artritis reumatoide y la mejoría general y analítica de una ma-yoría de casos, pero en muchos de ellos hubo empeo-ramiento y recaída al comenzar a comer.

Pero el estudio más sorprendente, aunque haya sido criticado, es el realizado (Noruega,1987 y 1989) por Kjeldsen, Borchgrevink y otros (34), practicando un ayuno subtotal (modificado) de 7 a 10 días seguido de dieta vegetariana sin gluten durante un año; los pacientes mejoraron y mantuvieron la mejoría durante el año de control, demostrando que el ayuno y la dieta son un complemento útil para el médico y el enfermo en el tratamiento de la artritis reumatoide.

La última revisión fue un metanálisis realizado por Müller, Wilhelmi de Toledo y Resch (35), del cual extraen como conclusión que está indicado el ayuno en el trata-miento de la artritis reumatoide. Posteriormente se han hecho revisiones criticándolo; diciendo que la dificultad estriba en convencer a los pacientes para que hagan dieta vegetariana y ayuno (36), y a la vez se muestran remisos frente a estas dietas puesto que no las han experimentado porque quizás sienten miedo (37).

También deben señalarse las mejoras consegui-das en las artrosis de articulaciones de apoyo, gracias a la pérdida de peso y a la acción misma del ayuno sobre estas enfermedades articulares degenerativas, como demuestra Fahner (38). Con un efecto plurifacé-tico, alivia el dolor; produce descongestión del espacio articular; aumenta la descarga metabólica; mejora el suministro de oxígeno; mejoran tanto la microcircula-ción como las contracturas musculares.

En degeneraciones cartilaginosas, poliartritis psoriásicas, hiperuricemias, politendomiopatías, la acción del ayuno ha sido demostrada por Zimmer-mann (39). Durante el ayuno tampoco se consumen ciertos ácidos grasos que favorecen las inflamaciones, como el ácido araquiedónico de carnes, productos lác-teos y embutidos. Así se consigue un alivio de los tras-tornos inflamatorios, por ejemplo en las articulaciones, que se deshinchan rápidamente en pocos días y pue-den moverse de nuevo.

El efecto general de alivio del dolor del ayuno es frecuente. Los analgésicos y efectos antinociceptivos

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de la restricción calórica se han confirmado experi-mentalmente (40), y la reducción del dolor se ha aso-ciado con cambios en el sistema opioide endógeno. Hasta ahora, los estudios (sobre todo más pequeños o no aleatorios) han investigado el efecto del ayuno en el dolor crónico. En un estudio preliminar se han analizado los mecanismos neuroendocrinos del ayuno en los pacientes con dolor crónico inespecífico y un efecto de alivio del dolor fue descrito por la mayoría de los pacientes. También se han comprobado los be-neficios de la terapia de ayuno en comparación con la dieta normocalórica en el tratamiento de la fibromialgia y se han contrastado cambios en la flora bacteriana intestinal (41). Asimismo, se ha visto la mejoría en los pacientes tratados con medicina integrativa y ayuno, comparándolos con el tratamiento convencional (42).

Son muy sensibles al ayuno ya que la piel es el último punto de eliminación y el ayuno ayuda a que esta se produzca (43). Está indicado en neurodermi-tis, psoriasis, urticaria. Hay casos descritos de urti-carias rebeldes que responden bien a unos días de ayuno (44) y se han conseguido buenos resultados, aunque con pocas publicaciones, en los casos de der-matitis atópica (45).

Además de mejorar las varices, unido a otros tra-tamientos, ha resultado sobre todo eficaz en la mejora de úlceras tórpidas varicosas (Fahrner). El tratamiento del ayuno en estos casos se combinará con otras me-didas o cuidados higiénicos, como mantener en alto las piernas, drenaje linfático, compresas de hidrote-rapia, helioterapia.

El ayuno ejerce una acción general fundamental con la reducción de peso; hay disminución del volumen circulatorio de sangre y linfa, mejora de la fluidez circu-latoria extracelular e intracelular, mejora de la presión hidrostática sobre las piernas, disminución de la con-gestión y restablecimiento de los elementos elásticos.

En urticarias, rinitis, bronquitis asmática, la ac-ción del ayuno tendría un efecto tanto antiinflamatorio como antiespasmódico.

La combinación del ayuno con tratamientos senci-llos en las crisis agudas o incluso como modificador de la reacción alérgica en procesos crónicos de bronquitis asmática: en uno y otro sentido recogen experiencias Buchinger, Verdugo, Dzhugostran (1991) (46).

En las alteraciones alérgicas es importante que-rerse bien a uno mismo y a los que le rodean.

Como se suspende la ingestión de alimentos, ter-mina también la entrada de bacterias, virus, hongos y, dado el caso, de parásitos, productos industriales y otras sustancias indeseables que se pueden asimilar junto con los alimentos. De esta manera se alivia el sistema inmunitario, en particular el “sistema inmunita-rio asociado al intestino”, que, de lo contrario, tendría que eliminar dichas sustancias extrañas. Así mejoran las inflamaciones y alergias. La forma actual de ali-mentación, con su gran variedad de alimentos, pero también de alimentos procesados industrialmente, es muy alergénica. En los países industrializados se en-tra en contacto con unos 150 alergenos diferentes a través de la ingestión diaria de alimentos, incremen-tándose así la tendencia a sufrir alergia. En compara-ción, son, como máximo, 10-12 alergenos en pueblos que viven próximos a la naturaleza y únicamente 4-10 durante el ayuno terapéutico.

Aquí nos movemos en un abanico que va desde la indicación de tres días de ayuno en casos de gastritis aguda a la indicación de más días para úlcera gástrica o duodenal, combinando otras terapias o ayunos con productos mucilaginosos, protectores de la mucosa gástrica.

Con el ayuno, los jugos gástricos se reducen a un mínimo, así como los movimientos ondulatorios del intestino (peristaltismo). Además la flora intestinal se transforma puesto que las bacterias no reciben ali-mento (substrato). La mucosa intestinal se retrae, se in-terrumpe el aporte de antígenos y alergenos de alimen-tos, así como de sustancias irritantes. En los animales se observa que existe una tendencia a la retracción de la superficie intestinal durante el curso del ayuno y algu-nos expertos ven en esta capacidad de transformación de la mucosa un gran potencial terapéutico en caso de colitis y otras enfermedades del tracto digestivo.

La posición en reposo del tracto gastrointestinal, o pausa antigénica (sobre todo la reducción de la pro-ducción de ácido gástrico), regenera la gastritis y dis-minuye los ardores de estómago.

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El ayuno normaliza la flora intestinal y, por eso, me-jora la inmunidad. La consecuencia puede ser tanto una disminución del cansancio crónico como un alivio de los trastornos inflamatorios. El ayuno representa unas vaca-ciones para el tracto gastrointestinal y el sistema inmu-nitario, constatándose algunos resultados en la enferme-dad inflamatoria del intestino. En un estudio de cohortes durante un ayuno de Ramadán se vio que el ayuno les sentaba muy bien a los pacientes que lo realizaron (47), observándose también mejoría en el colon irritable (48).

En problemas oculares, los ratones envejecidos sometidos ayuno y restricción calórica mejoraron pre-sión ocular y vascularización de la retina (49).

En aquellas que van unidas a hipertensión, desde infecciones a estados de insuficiencia, se recomienda ayuno seguido de alimentación vegetariana.

Las revisiones que hemos encontrado sobre el ayuno durante el mes de Ramadán, todas nos hablan de la seguridad (50) y mejoría durante el ayuno en pacientes trasplantados (51) y, asimismo, de la buena aceptación del ayuno en periodo de Ramadán de pa-cientes con diálisis peritoneal (52). En los pacientes con insuficiencia renal existen dudas sobre si puede dañar los túbulos (no está claro) y también hay alguna duda sobre si aumenta los cálculos renales (nada de ello está comprobado). Lo que se recomienda es que, si se hace ayuno tipo Ramadán —desde el amanecer al anochecer— se procure beber bastante agua para mejorar la filtración renal (53).

El ayuno está recomendado en depresiones o procesos psicológicos en los que exista capacidad para decidir el ayuno, así en como trastornos menta-les de carácter no psicótico. En pacientes con arterio-esclerosis cerebral, hipertensión esencial, ciclotimia y reacciones neuróticas prolongadas, la terapia de ayuno se puede manejar con satisfacción, siempre que sea voluntaria, consiguiendo mejorías (54). Tam-bién en estados hipocondriacos de etiología neurótica, combinado con psicoterapia (55).

En el tratamiento de la esquizofrenia el primero en proponerlo fue Boehme, que no solo recogió buenos resultados sino que aclaró muchos de los mecanismos

fisiológicos del ayuno y detalló las formas terapéuticas de aplicarlo (56).

También se han tratado las epilepsias graves con ayuno después de los ataques o en el mismo ataque si este se prolonga, y con dieta cetósica a continua-ción del ayuno. Una bonita referencia sobre el tema, la película Juramento hipocrático. Y una referencia práctica, la del Comité de nutrición de la Academia Americana de pediatría (57).

Estudios recientes han señalado los efectos tera-péuticos prometedores de la dieta cetogénica no solo para prevención de las convulsiones (58) en pacientes epilépticos (59), sino también en enfermedades neu-rológicas degenerativas e inflamatorias, tales como la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple (60), en la cual se ha visto que tiene buena aceptación el ayuno para prevenir sus cri-sis (61) y posiblemente pueda proponerse como trata-miento. La polémica médica se suscitó preguntándose si estos enfermos podían hacer o no el Ramadán, y al realizar el estudio se comprobó la buena aceptación del ayuno e incluso la mejoría (62).

Restringir la ingesta calórica protege las neuronas de la vejez (63). En un estudio sobre los efectos en el cerebro de las dietas calórico-restrictivas, un equipo de investigadores de la Universidad de Florida ha anali-zado ciertas proteínas ligadas a la muerte celular, que aumenta naturalmente con la edad, y verificaron que se redujeron de manera perceptible en los cerebros de ra-tas sometidas a restricción calórica. La restricción de la ingesta calórica puede proteger del envejecimiento ce-rebral. Además encontraron que los niveles de una pro-teína con un potente efecto protector frente a la muerte neuronal eran dos veces más altos en ratas viejas a las que se había reducido un 40% la ingesta calórica.

Por último, la producción de cuerpos cetónicos po-dría estar involucrada en mejorar el estado de ánimo, la disminución de la sensación de dolor y la promoción de protección contra la hipoglucemia.

Christiaan Leeuwenburgh —director del Laboratorio de Bioquímica del laboratorio de Envejecimiento de la Universidad de Florida— y su colega Rajani Shelke se plantearon determinar si la restricción calórica protegía las neuronas de los efectos del envejecimiento (64).

La mejora del estado de ánimo durante el ayuno puede representar un mecanismo adaptativo ideal

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para mejorar la supervivencia y la búsqueda de ali-mentos. Por lo tanto, el cuerpo humano puede ser programado para hacer de un modo más eficaz frente a la hambruna que con la sobrealimentación. La me-jora del estado de ánimo que se produce durante estos primeros días de ayuno podría ser una con-secuencia directa de esta activación. En los estudios clínicos, el ayuno se acompaña con frecuencia de una mayor vigilancia, de mejora del estado de ánimo, de sensación subjetiva de bienestar e incluso de sen-sación de euforia (65). La experiencia del ayuno y la renuncia voluntaria de la ingesta de alimentos pueden apoyar la motivación para el cambio de estilo de vida. La mayoría de los ayunantes experimentan claridad de la mente, tienen la sensación de dejar ir las accio-nes y experiencias pasadas (66), y, por tanto, pueden desarrollar una actitud más positiva hacia el futuro. La respuesta neuroendocrina inducida por el ayuno puede apoyar la motivación para el cambio de com-portamiento (67).

Las migrañas o cefaleas hemicráneas son desen-cadenadas a menudo en la iniciación del ayuno (68) o en periodos más largos como el ayuno del Rama-dán (69). Una buena hidratación durante el ayuno (pequeñas tomas de zumos o caldos —cuidando no tomar los días anteriores medicación o cafeína—) puede ayudar a que no se desaten las crisis agudas y a modificar los estados crónicos de repetición de jaquecas.

Shelton es uno de los primeros en hablar del ayuno y la cura del cáncer en su libro La cura natural del cáncer (70).

Gernez (71) propone en sus trabajos una deple-ción alimentaria, o ayuno, seguida de un estímulo celular y ataques de quimioterapia, en los que inter-viene una faceta preventiva y otra curativa unida a la quimioterapia.

Büchinger habla sobre todo del aspecto preven-tivo.

Kusmine, en su libro Salva tu cuerpo, nos habla de historias clínicas de cáncer a las que propone al inicio del tratamiento ayunos entre 5 y 14 días.

Hasta hace poco, la terapia de ayuno no era con-siderada como una opción de tratamiento en el cáncer y se relacionaba más bien con lo contrario: el hecho de que un objetivo terapéutico común en el tratamiento paliativo del cáncer era evitar la pérdida de peso y con-

trarrestar el síndrome de desgaste. Pero hoy en día se ha visto que la restricción calórica con reducción conti-nua de la ingesta de calorías tiene un efecto protector contra el estrés oxidativo y el envejecimiento. Cada vez hay una mayor literatura médica que nos habla de ello (72) y aparece la propuesta para acercar criterios entre expertos en ayuno y oncólogos (73).

Clínicamente, el ayuno durante 2-3 días antes y 24 horas después de la quimioterapia es bien tole-rado por los pacientes con cáncer. Después de los días de ayuno hay un aumento de peso. Longo et al. han demostrado que ciclos de ayuno fueron tan efica-ces como agentes quimioterapéuticos en retrasar la progresión de los tumores e incrementaron la efecti-vidad de estos fármacos contra el melanoma, glioma, cáncer de mama (74).

En una primera serie de casos humanos, los pa-cientes de cáncer que voluntariamente ayunaron du-rante 4-5 días, en combinación con la quimioterapia, se vio que reducían significativamente los efectos secundarios (75). Por ahora parece que los períodos de ayuno deben ser mantenidos al menos hasta 24 h después de la quimioterapia para reducir al mínimo el aumento de la toxicidad de esta en las células norma-les en la fase de realimentación (74).

Sobre todo en caso de fracturas, existen experien-cias con animales de mejor solidificación en ayuno, incluso hay inclinación a establecer el ayuno después de un traumatismo. El uso de la nutrición parenteral hipocalórica (HPN) es muy común en la medicina quirúrgica, ya que permite un suministro venoso pe-riférico estandarizado de nutrientes. Se recomienda después de cirugía mayor y severo trauma a fin de estimar mejor la reacción metabólica del individuo para el suministro nutricional antes de cualquier nutrición, y también es importante como un complemento de la fase temprana de nutrición enteral (76).

Para ayudar a morir bien, a veces el enfermo adopta esta postura de forma natural. El ayuno re-sulta ser al menos uno de los mejores analgésicos; evita recurrir a la morfina u otros analgésicos exter-nos en los cuidados paliativos de enfermos termi-nales (77). Se han descrito con mucha frecuencia casos de pacientes que eligen no comer ni beber y

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dejarse morir como la elección de una muerte na-tural sin dolor ni sufrimiento (78). Asimismo, se han planteado las cuestiones éticas sobre estas decisio-nes del paciente (79) y se aconseja revisar todas la posibilidades de atender al paciente lo mejor posible evitándole sufrimientos; acumular más estudios so-bre esta decisión de muerte. También cabe distinguir entre mantener el agua hasta el final, prologando la vida y evitando los sufrimientos desencadenados por la deshidratación (80). Los estudios realizados para esclarecer la decisión legal que pueda tener la actitud del enfermo nos pueden ayudar a prestar una mejor atención a los pacientes (81).

Se trata de una regeneración que va a depender mucho de la dieta de realimentación y sobre todo de la calidad de proteína de esta dieta.

Balance proteico: Durante el ayuno las fuentes de proteínas son hígado, musculatura, mucosa in-testinal, el porcentaje proteico de los tejidos adiposos y conjuntivos, así como las posibles “proteínas de escoria”. En la medicina naturista se ve, en el re-ducido consumo de proteínas —condicionado por el ayuno—, una oportunidad para metabolizar las viejas estructuras o moléculas proteicas patológicas y pres-cindibles, liberando así de ellas a células y tejidos conjuntivos.

Solo en fecha reciente se ha sabido que las cé-lulas corporales cuentan con un mecanismo complejo para la desintegración de las proteínas. Todas las pro-teínas erróneamente estructuradas o desnaturalizadas se seleccionan y se reestructuran de nuevo o se des-componen para que estén disponibles de nuevo en otras partes para las síntesis. Forman parte de las pro-teínas desnaturalizadas, extrañas al cuerpo, los inmu-nocomplejos de antígenos anticuerpos, las proteínas dañadas por radicales libres, las proteínas reticuladas transversalmente como consecuencia de reacciones de empardecimiento, los productos finales de la glicó-lisis, acrilamidas cancerígenas que se encuentran en chips y patatas fritas. Y es plausible que todo esto se degrade durante el ayuno. Con la biodegradación de las proteínas patológicas, según Lothar Wendt, me-jora la microcirculación, el intercambio de gases y nu-trientes entre la sangre y las células. Pero no hay que sentir ningún pánico ante la biodegradación proteica. Las aves migratorias nos sirven de modelo: el ave uti-liza sus reservas de grasa como principal fuente de

energía, por lo que pierde peso de manera continua. El ave, ya más ligera, necesitará tanto menos mus-culatura en las alas y menos músculo cardiaco para realizar el mismo esfuerzo.

Una pequeña especulación: la proteína que se concentra en el músculo y también en otras estructu-ras corporales fija mucha agua. Del mismo modo, las pequeñas cantidades de proteína, cuando se metabo-lizan durante el ayuno, liberan agua. De esta manera, el ave lleva consigo provisiones para el viaje, com-puestas por alimentos y bebidas.

El ayuno ofrece una posibilidad natural de elimi-nar el agua acumulada y la sal sobrante. Las acu-mulaciones anormales de agua (edemas), que tienen su causa en la insuficiencia cardiaca o en venas muy fláccidas —por ejemplo en las piernas— desaparecen durante los primeros días de ayuno. El vaciamiento del tracto digestivo, así como la liberación del agua ligada al glicógeno y las proteínas, refuerzan la eli-minación global de agua. En los llamados pletóricos (que suelen padecer hipertensión arterial, tienen un sobrepeso principalmente abdominal, son vitales y tienen el rostro enrojecido), este vaciamiento durante la primera semana puede ascender hasta un litro de líquido por día, por lo que se sienten como liberados. En el curso posterior del ayuno, la eliminación diaria de agua será menor.

Los riñones reaccionan ante la eliminación inicial de agua con la producción de una hormona, la aldos-terona, que frena la eliminación de sodio: el cuerpo retiene la sal. Por este motivo, el consumo de sal de-berá mantenerse muy bajo durante la readaptación en los primeros días, ya que el cuerpo está “ansioso” de ella. Por eso, ¡mucho cuidado con el pan, el queso y los productos procesados inmediatamente después del ayuno! (esta observación ya se señaló con mucho acierto en pueblos primitivos que realizaban ayunos y tenían fácil acceso a la sal).

El ayuno causa una inhibición natural de la coagu-lación, al igual que determinados medicamentos (por ejemplo, la warfarina), por lo que las personas que toman este medicamento o anticoagulantes deberán tenerlo en cuenta.

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También se ha relacionado el ayuno y las dietas hi-pocalóricas con el alargamiento de la vida, sobre todo en animales (82).

El efecto de la restricción calórica sobre la pro-tección neuronal en el envejecimiento se suma a los posibles beneficios derivados de disminuir la ingesta calórica. Diversos ensayos han revelado que las dietas con entre un 30% y un 50% menos de calorías elevan la vida en ratas. Un trabajo publicado en Nature, de-sarrollado en Massachusetts, indica que la esperanza de vida se puede aumentar en la Saccharomyces cerevisiae limitando la ingesta calórica o reduciendo la actividad de la cinasa dependiente de AMP cíclico sensible a la glucosa. Dicho trabajo muestra que la restricción calórica se acompaña de un aumento en la respiración y en el consumo de oxígeno.

Se observa con frecuencia que las personas so-metidas a dietas para perder peso suelen tomar más café y fumar más cigarrillos que antes. En cambio, en las Clínicas Buchinger, los ayunantes pueden fu-mar menos o dejar de fumar y esto va a depender mucho de la educación que reciba el paciente. En algunas tribus el ayuno va acompañado de fumar ta-baco de forma ritual y no parece hacerles daño, pero en otros estudios parece complicar los problemas cardiovasculares.

Algunos han querido sumar a las críticas del ayuno el que este sería mal aceptado por los pacien-tes, pero los estudios realizados dicen todo lo contra-rio. La aceptación del ayuno en el medio hospitalario por parte de los pacientes y los buenos resultados del ayuno han sido revisados en un gran estudio prospec-tivo observacional por Michalsen (83).

Las principales son trastornos alimentarios, la mal-nutrición y la caquexia (al no haber reservas no se puede vivir de ellas durante el ayuno), hipertiroidismo no controlado, demencia, insuficiencia hepática avan-zada o insuficiencia renal, porfiria, en algún tipo de

enfermedad con pérdida de reservas (cáncer, TBC) y en enfermedades en las que no se tiene control de la voluntad.

Señalar aquí las alteraciones cardiacas en ayunos modificados con proteínas. Aunque no se han referido muchos casos, estos fueron bien descritos y senta-ron las recomendaciones de no dar proteínas tanto durante el ayuno como durante la realimentación los primeros días (84).

El ayuno puede reforzar los trastornos alimenta-rios, por lo tanto, es importante preguntar a los pa-cientes acerca de cualquier antecedente de trastorno de la anorexia o bulimia. Como el ayuno reduce la tasa metabólica basal, los pacientes que regresan a comer sin restricciones después de un ayuno pueden experimentar un efecto yo-yo y aumento de peso. Para evitarlo, es importante mantener el ejercicio físico du-rante y después del ayuno.

Dentro de la práctica actual, los efectos adversos graves del ayuno se refieren a la interacción con la medicación (por ejemplo, la hiponatremia por diuré-ticos o sangrado durante la anticoagulación), por lo tanto es indispensable vigilar la terapia de ayuno por un médico especializado. Los sujetos con síndrome de Gilbert conocido pueden experimentar aumento de bilirrubina en la sangre durante el ayuno, con malestar general con frecuencia relacionado.

Los estudios sobre el ayuno, así como la experien-cia clínica, demuestran que el hambre es solo mode-rada durante el ayuno, Se puede sentir ligera incomo-didad especialmente en la fase inicial del ayuno, de la primera a la tercera jornada, cuando el metabolismo está cambiando a la lipólisis. Efectos adversos meno-res del ayuno son experimentados por un 10%-20% de los pacientes, por ejemplo, dolor de cabeza inicial (sobre todo la abstinencia de cafeína), dolor de es-palda inespecífico inicial debido a la reducción de la presión arterial. Las quejas típicas en este contexto in-cluyen cansancio, irritabilidad, náuseas, y los patrones de sueño cambiantes, pero todas ellas son pasajeras y en general bien toleradas por los pacientes si están informados de ellas.

El ayuno ayuda a explorar y ver los límites del propio cuerpo; destaca su capacidad de hacer reac-ción junto a la sintomatología de la enfermedad para recuperar el equilibrio de la salud.

Lützner (85) insiste en que si bien el ayuno es te-rapia y remedio de muchas enfermedades, sobre todo durante su práctica, debemos centrarnos en la parte sana del paciente y estimular su salud, aplicando la

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terapia según la pueda soportar y que así sienta cómo la salud crece en él, a la vez que se hace autorres-ponsable de su salud y se implica totalmente en su curación.

El ayuno ofrece una perspectiva más allá de lo cotidiano, demostrando capacidades latentes de nues-tro cuerpo que no ponemos en marcha habitualmente, pero que, conociéndolas y activándolas, nos propor-cionan mayor margen de reacción ante la enfermedad y ante la evolución de la propia vida.

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 25-30I.S.S.N.: 1576-3080

Henar Gella-JarneEnfermera Especialista en Salud Mental, Postgrado en Medicina Naturista

Presentado: 3/5/2014 Aceptado: 20/5/2014

RESUMENLos cuidados, en sus orígenes y en el inicio de su profesionalización, han tenido un claro enfoque naturista. Desde en-tonces, estos se han proporcionado desde diferentes perspectivas y, durante tiempo, las enfermeras hemos trabajado con un enfoque mecanicista que considera a la persona como ser dual y reducida a partes sin relación entre sí. La salud se ha considerado como la ausencia de enfermedad y, coherentemente, el cuidado ha estado totalmente orientado hacia los aspectos derivados de la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento médico.Pero este enfoque no tiene cabida en el mundo cambiante en el que vivimos, en el cual todo influye sobre todo. Por eso, para muchos de nosotros, es el momento de recuperar el espíritu y la esencia del cuidado, considerar a la persona como un ser global y único y la salud y la enfermedad como proceso y experiencia en la persona.

Palabras clave: enfermería holística, cuidados naturales, terapias complementarias y alternativas.

Natural therapies an instrument of careABSTRACT

The care in its origins and in the beginning of his professionalism, have had a clear naturopathic approach. Since then, they have been provided from different perspectives and, in time, nurses have worked from a mechanistic approach that consi- ders the person as being dual and reduced to unrelated parties. Health has been considered as the absence of disease and, consistently, care has been fully oriented aspects arising from the disease, diagnosis and medical treatment.But this approach has no place in the changing world in which we live, where everything affects everything. So for many of us, it’s time to recapture the spirit and essence of care, consider the person as a unique being and overall health and disease as a process and experience in person.

Key words: holistic nursing, natural care, complementary and alternative therapies.

El concepto de ayuda a los demás está presente desde el inicio de la civilización. En esta primera etapa de los cuidados, es la mujer en la familia quien se en-carga de llevar a cabo prácticas rituales que tienden a mantener la vida frente a las condiciones adversas del medio. La mujer utiliza elementos que son parte de esa misma vida natural, como el agua para la higiene, las pieles para el abrigo, las plantas y el aceite para la

alimentación, y las manos —elemento muy importante de contacto maternal— para transmitir bienestar (1).

La etapa vocacional de la actividad de cuidar se asocia con el nacimiento de la religión cristiana, en la que la salud adquiere una nueva interpretación y cobra un valor religioso. Las actividades de cuidar obedecen a las normas establecidas por la idea religiosa que define la enfermedad como una gracia del Todopode-roso y a quien sufre como un elegido de Dios. Estas normas son estrictas, rechazan el contacto corporal y centran la atención en la palabra en forma de oración

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GELLA-JARNE, H. Las terapias naturales, un instrumento de cuidados

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y en los consejos morales. Las personas dedicadas al cuidado de los enfermos no requerían ningún tipo de preparación, a excepción de la formación religiosa y una actitud que se exigía sumisa y obediente (1).

Tras un largo período de transición, conocido como Etapa Oscura de la enfermería, comienza una nueva etapa de los cuidados, gracias al desarrollo científico y tecnológico que se produce desde el Renacimiento. Estos avances conducen a un mayor conocimiento médico, objetivado en la búsqueda de las causas de la enfermedad y que conlleva la aparición de una etapa técnica de los cuidados que centra su atención en el enfermo como sujeto de una enfermedad, por ser el paradigma de este contexto la salud como ausencia de enfermedad. Por un lado, existe un mayor acceso al conocimiento que permite el inicio de la profesio-nalización de la actividad de cuidar, pero, por otro, la relación entre la persona que ofrece los cuidados y el enfermo se ve interferida por una tecnología cada vez más utilizada, la cual, en cierto modo, separa a la enfermera del contacto físico con el paciente (primera etapa histórica de los cuidados) y del contacto a tra-vés de la palabra (segunda etapa), produciéndose un alejamiento del Enfermo (1, 2).

En este contexto de avance tecnológico y re-troceso humano, aparece la figura de Florence de Nightingale (1820-1910) (2), que supone el fin de los cuidados empíricos y exclusivamente vocacionales. Considera la salud no como algo opuesto a la enfer-mad sino como la voluntad de utilizar bien cada capa-cidad que tenemos, y la enfermedad como un proceso reparador instaurado por la propia naturaleza. Esta-blece unas “leyes de la salud o del cuidado” basadas en elementos naturales: El aire fresco, la luz, el calor, la limpieza, el agua pura, la tranquilidad y una dieta adecuada permiten a la persona que sufre movilizar sus energías hacia la curación y a la que goza de sa-lud conservarla. Y es que solo la naturaleza cura, y lo que ha de hacer la enfermera es poner a la persona en las mejores condiciones para que la naturaleza actúe sobre ella (1, 3).

Su enfoque permite a la persona no solo seguir viviendo, sino continuar desarrollándose incluso en el momento de la enfermedad, e influye de manera decisiva en el nuevo concepto de salud y las nuevas pautas de atención sanitaria de mediados del siglo XX, cuando los cuidados se consolidan como disciplina y da comienzo la etapa profesional de la enferme-ría (1, 2). La salud pasa a entenderse como un pro-ceso integral y no como un estado; un equilibrio entre

los individuos y su ambiente. Esta nueva concepción de salud cambia también la orientación del cuidado hacia procurar el mayor bienestar físico y una mejor adaptación de las personas a su entorno (4).

Actualmente, sigue vigente esta concepción de salud/enfermedad y la palabra “holístico” referente a los cuidados es habitual en los libros de texto. Sin embargo, en la práctica diaria, el cuidado se ve mu-chas veces limitado a protocolos y encerrado en una aplicación acrítica de rutinas, que luchan de forma exclusiva contra la enfermedad, en su vertiente orgá-nica. Por eso, muchos autores consideran que es el momento de recuperar el espíritu de las orientaciones de Nightingale, olvidado o reemplazado totalmente por un enfoque excesivamente tecnologizado y medicali-zado (3).

Quizá tiene más luz el mundo de la tecnología, o se está al abrigo de profesiones más prestigiosas: pero la clave del porvenir de la atención enfermera se encuentra en nuestro pasado, en nuestra especifici-dad, en nuestra identidad, en las expectativas de la población. Es de allí que identificamos el futuro y que preparamos el siglo XXI. Rosette Polleti (1998) (3).

El enfoque holístico tiene marcadas diferencias respecto al mecanicismo y tecnicismo que durante tiempo ha predominado en la medicina convencional, en la atención sanitaria y también en los cuidados.

La persona pasa a ser considerada como una unidad, una globalidad con diferentes dimensiones, incluida la energética, en interacción permanente en-tre sí y su entorno. Es algo más y diferente a la suma de sus partes. Se mantiene la premisa de que el todo influye en las partes y las partes en el todo y se con-cibe a la persona como un ser único, indivisible, con potencialidades y en evolución permanente (4, 5).

La salud, desde un punto de vista global, se considera un proceso dinámico y continuo, que com-prende todas las dimensiones de la persona. Se en-tiende como un medio para el desarrollo de esta y es diferente para cada uno en particular, de acuerdo con su cultura, sus valores, su educación y sus experien-

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cias (3, 5). Es decir, estar en salud supone mantenerse en armonía y coherencia con la filosofía de vida por la que cada uno ha optado (4).

Esta visión holística de la salud amplía las con-sideraciones a tener en cuenta para estar sano, de forma que incluye estados que han sido descritos hasta hoy como estados de enfermedad.

La enfermedad supone la ruptura de esta armo-nía, pero también puede ser el proceso que permita a la persona entender qué le está pasando y por qué. Y es que, a veces, estar enfermo puede ser la única manera que una persona tiene para seguir viviendo, o su manera de estar en el mundo (4).

Esta nueva concepción de la salud holística, más que ser un concepto es una realidad; una razón de ser de los cuidados de enfermería. Y es aquí donde cobran sentido y ya se integran muchas de las tera-pias naturales.

Las terapias naturales son procedimientos tera-péuticos que tienen un enfoque holístico del proceso de enfermedad, considerando la relación entre mente, cuerpo y espíritu. Consisten en intervenciones que no están centradas en tratamientos invasivos o farmaco-lógicos destinados a combatir enfermedades concre-tas, sino en conseguir un estado equilibrado de nues-tra energía y de nuestras emociones (6).

La profesora Julia López Ruiz nos indica una se-rie de beneficios que pueden obtener los pacientes cuando les aplicamos estas técnicas (6, 7).

Tabla 1. Clasificación de intervenciones de enfermería y terapias complementarias

1408 Masaje simple 4860 Terapia de reminiscencia 1320 Acupresión4920 Escucha activa 5465 Contacto terapéutico 1330 Aromaterapia1380 Aplicación calor-frío 5880 Técnica de relajación 4680 Biblioterapia4400 Musicoterapia 1610 Baño 5310 Dar esperanza5420 Apoyo espiritual 5360 Terapia de entretenimiento 4390 Terapia con el ambiente0180 Manejo de la energía 5424 Facilitar la práctica religiosa 4330 Terapia artística5270 Apoyo emocional 5400 Potenciación de la autoestima 4430 Terapia con juegos5320 Humor 5920 Hipnosis

-cionalidad.

y autocontrol.

-canso, el ánimo, la relación y la comunicación.

La Organización Mundial de la Salud, de acuerdo a su Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002-2005 (8), las define como terapias complementa-rias y alternativas. Usa este término en sentido amplio, refiriéndose tanto a los sistemas de Medicina Tradicio-nal (MT), por ejemplo la medicina tradicional china, el ayurveda hindú y la medicina unani árabe, como a las diversas formas de medicina indígena. Esta definición subraya la relevancia del concepto no alopático de las intervenciones, pero no incorpora todas las alterna-tivas existentes, cada día más numerosas y diversas.

En este trabajo utilizamos el término terapia com-plementaria considerando implícita la idea de que son terapias naturales y ampliando su significado hacia toda intervención que trata de ayudar a las personas en el ámbito de la salud y el bienestar, es decir, a todo aquello que es terapéutico (3, 4, 9). Por otra parte, hablamos de instrumentos de cuidados (10) conside-rando que son un medio en nuestras manos para pro-porcionar cuidados. De esta forma, cobrarían sentido según nuestra capacidad, conocimiento, creatividad, arte y voluntad para manejarlos con responsabilidad. No estaríamos haciendo referencia solo al método o práctica en sí, sino al juicio o criterio terapéutico pro-fesional con el que deben utilizarse (3, 4, 9).

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Con matices diferentes, La Clasificación de las In-tervenciones de Enfermería (NIC) (11) incluye diversas intervenciones enfermeras incluidas o directamente relacionadas con este tipo de terapias complementa-rias (12, 13). Como ejemplo se recogen algunas de ellas en la Tabla 1 (6).

Debemos tener presente que, aunque la clasifica-ción es reciente, dichas intervenciones no son nuevas sino que forman parte de la esencia y evolución del cuidado profesional enfermero en sí.

En 1996, la OMS, en su informe sobre El ejercicio de la enfermería (14), propone que los profesionales de enfermería “han de estar preparados para guiar a sus clientes en el proceso de elegir entre los diferentes métodos complementarios y que, en su formación, las enfermeras deberían estar capacitadas para entender los diferentes métodos, ya que una gran cantidad de la población utiliza habitualmente estas terapias”.

Más tarde, dentro de las medidas que la Organiza-ción propone al colectivo de enfermería para alcanzar la “Salud para todos”, se incluye la de favorecer el de-sarrollo y la integración de los métodos tradicionales.

La realidad es que cada vez son más numero-sos los estudios sobre la utilización de terapias na-turales como instrumento de cuidados en diversos ámbitos: manejo del dolor (15, 16), cuidado en pa-cientes críticos (6), ansiedad y depresión (17)… En este aspecto, la creatividad de la enfermera se está desarrollando de manera sorprendente, y aunque existen numerosos artículos publicados que hablan de intervenciones como la masoterapia (18), el echar mano del sentido del humor (9), fitoterapia, etc… la más popular es la musicoterapia (9), que utiliza la música como vehículo para facilitar la comunicación, el aprendizaje, la expresión y otros objetivos terapéu-ticos, con el fin de atender las diferentes dimensiones de la persona (físicas, emocionales, mentales, socia-les y espirituales).

Como vemos hasta ahora, la práctica de la en-fermería holística se fundamenta en el conocimiento enfermero desde la perspectiva de la globalidad, del más y diferente a la suma de partes, en la experiencia, la intuición, la creatividad y la investigación. Pero, ade-más, el ser una enfermera holística pasa a ser una filo-sofía, una actitud, una forma de ser y de vivir, de estar.

Es aprender a quererse y a cuidarse a sí mismo como condición indispensable para poder cuidar y ayudar a los demás. Esto implica también otros compromisos, como mantener estilos de vida sana y el compromiso con el entorno por la influencia que tiene en la vida y la salud de las personas (19).

Dicho de otra forma, no puede humanizar quien antes no ha realizado sobre sí mismo, en su propio interior, todo un proceso de humanización.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), re-conoce el arraigo y la implantación que estas técnicas tienen en nuestro planeta y reconoce la contribución de la medicina tradicional para la salud de la pobla-ción, en especial para aquellos pueblos que no tienen acceso a otros servicios (3).

En los países desarrollados sucede que los sis-temas de salud han mejorado la duración de la vida pero tienen dificultades a la hora de responder a lo que se entiende por la nueva concepción de la salud y la mejora de calidad de vida. De forma que el envejeci-miento de la población, el aumento de la esperanza de vida, las nuevas patologías, el incremento de los procesos crónicos, así como aquellos procesos vita-les que por sí mismos no constituyen patología, como son la maternidad, el crecimiento, el envejecimiento, etc., suponen el reto actual de los cuidados en estos países. Son estos cambios sociales los que necesitan una nueva orientación y un retorno hacia el verdadero origen de los cuidados (4, 5).

Además, el flujo constante de poblaciones y los fe-nómenos migratorios, están propiciando una globaliza-ción de las formas de cuidar y cuidarse. Las poblacio-nes migran con su cultura y sus formas tradicionales de afrontar las circunstancias de salud, propiciando su extensión y propagación (4).

En Alemania, el 77% de las clínicas contra el dolor proporciona acupuntura. En el Reino Unido, el 46% de los médicos alopáticos recomienda a sus pacientes un tratamiento de acupuntura o los tratan ellos mis-mos (3). En EE.UU. la práctica de la acupuntura es legal en 38 estados y, de acuerdo a un reciente catas-tro nacional, el 36% de los estadounidenses refiere haber utilizado algún tipo de terapia en los pasados doce meses. Más aún: de acuerdo a lo descrito por Robb, estudios estiman que más del 50% de los norte-

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americanos participa en algún tipo de TAC, asumiendo gastos incluso millonarios por no estar contemplados en los seguros de salud. En Chile se desconoce la real magnitud de su uso, pero existe la percepción de un avance acelerado en los últimos años que explicaría el creciente interés por la formación en torno a este tema (18).

En España, estas prácticas no están tan exten-didas. El estudio desarrollado en el año 2008 por el Observatorio de las Terapias Naturales revela que un 23,6% de la población española ha utilizado alguna vez las terapias naturales y que un 95,4% conoce alguna de ellas. Asimismo, el estudio expone que las terapias naturales aumentan la comprensión y acep-tación hacia uno mismo; proporcionan paz, energía, tranquilidad, equilibrio y relajación; propician un cam-bio de estilo de vida así como una mejora física; son compatibles y complementarias de la medicina con-vencional (3).

Todo esto provoca que una parte importante de la población, más informada, consciente de los ries-gos de los medicamentos, de la hiperespecialización y de la falta de resultados plenamente satisfactorios, se cuestione el modelo sanitario existente y busque nuevas soluciones a sus problemas de salud mediante otros métodos no convencionales que se adapten me-jor a sus necesidad y a su forma de vivir, incorporando nuevos modelos de salud holística.

La opinión de DL. Katz a este respecto es que, dado el interés de los usuarios por las terapias natu-rales, un sistema que no las tenga en cuenta no puede estar realmente centrado en la persona (5).

Vivimos en una sociedad dinámica, abierta, cam-biante, multicultural, más globalizada e informada, que toma conciencia del valor de lo natural y de la importancia de la ecología. Son muchas las perso-nas que tienen un enfoque diferente de la vida y de la salud, en el que lo natural, la mejor relación con el entorno y el rechazo a la excesiva tecnificación y me-dicalización empiezan a tener una significación par- ticular.

Nos encontramos además con que la medicina alopática, hoy en día, no puede dar respuestas a todos los problemas de salud de la población, tales como situaciones de cronicidad, control del dolor, envejeci-miento y soledad. Ante las limitaciones de la medicina

convencional imperante, se está buscando un enfoque integral que tenga en cuenta la globalidad de la per-sona y todos los modos de curación.

Pero actuar desde el humanismo implica cambios y desde este enfoque debemos responder a una do-ble satisfacción de las personas que utilizan los ser-vicios de salud: por una parte, recuperar o mantener la salud, por otra, ser considerados como personas individuales, con características y necesidades espe-cíficas.

No podemos permitir que la atención sanitaria esté únicamente dirigida a la enfermedad. La enfer-medad es, precisamente, el elemento que la persona menos reconoce como propio, puesto que lo considera coyuntural, accidental. Las personas queremos que nos reconozcan por nosotras mismas, no por aquello que nos acontece y que, en cierta medida, deforma, limita y altera nuestra identidad. En este sentido, las terapias naturales muestran un respeto por el propio organismo, sus ritmos, y confianza en que la persona tiene un inmenso poder de vida, grandes recursos en sí misma que le permitan la autocuración y una vida llena de armonía.

El paradigma holístico considera que la autocon-ciencia, el estar en contacto con la propia energía y el cuidado, rigen la disciplina enfermera. Es además el colectivo que acompaña al enfermo cuidándolo 24 sobre 24 horas, hallándose por ello en inmejorable si-tuación para trabajar tanto con él como con su familia, orientándoles hacia unos estilos de vida saludables como base para una prevención, mejora y recupera-ción de la salud.

Una alimentación no tóxica y equilibrada, una correcta respiración, un ejercicio moderado acorde a cada persona y un proceso mental positivo, cons-tituyen la base de la enfermería naturista. De esta forma, las actividades de cuidados incluyen el tacto terapéutico y las diferentes técnicas de gestión del estrés, tales como el uso de imágenes, la visuali-zación, el “biofeedback”, la meditación, el yoga, la terapia con música, etc., considerándose estas ac-tividades como complementarias a las terapias con-vencionales.

En realidad, no estamos ante un fenómeno total-mente nuevo. Es más, existe una estrecha relación entre estos instrumentos y el origen, la naturaleza y esencia de los cuidados enfermeros. Lo que sí requiere es tomar mayor conciencia de los procesos que se dan en la actividad de cuidar, dirigirlos conscientemente y confiar en el propio potencial de las personas.

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Amparo Cobo-Huete1, Elena Cerezo-Cortés1, José Gutiérrez-Gascón2

1 Graduada en Enfermería. Universidad de Jaén 2 Profesor del Departamento de Enfermería. Universidad de Jaén

Presentado: 5/5/2014 Aceptado: 1/12/2014

RESUMEN:Los problemas fisiológicos que afectan principalmente a los bebés prematuros al nacer, influyen retrasando su desarrollo natural. Mediante la musicoterapia se puede conseguir una mejora a nivel físico, emocional, mental, social y cognitivo. En los estudios analizados hemos podido observar esas alteraciones del pretérmino y con la aplicación de la musicoterapia los bebés experimentan un cambio destacable, mejorando el nivel de sueño, peso, respiración y circulación. En estos estudios se explica que, aplicar esta técnica, ayuda a enmascarar los sonidos de alarma y monitores que afectan negativamente al bebé en la unidad de cuidados intensivos.

Palabras clave: prematuros, plan de cuidados, terapias complementarias, musicoterapia.

The music therapy in the plan of care of premature children: literature review

ABSTRACT:The physiological problems, which mainly affect premature babies at birth, influence then by delaying their natural develop-ment. Music therapy can improve their physical, emotional, mental, social and cognitive aspects. In the studies carried out for our practical course, we have seen these preterm disturbances and the baby experiences a remarkable change by using music therapy, improving the level of sleep, weight, breathing and circulation. In these studies, it is explained that applying this technique helps to mask the sounds of alarm and monitors that negatively affect the baby in the intensive care unit.

Key words: premature babies, plan of taken care, complementary therapies, music therapy.

La percepción de la salud por parte de la población está cambiando y esto hace que cada vez se demande más información sobre todos aquellos factores que pueden incidir en ella (1). Desde la década de 1970-1980 (2) los usuarios y profesionales de la salud están

mostrando interés por las llamadas Medicinas Alterna-tivas o Complementarias (MAC), un grupo de terapias donde están incluidas algunas como: Yoga, Fitotera-pia, Masaje, Tai Chi, Homeopatía, Musicoterapia, etc. Los usuarios consumen cada vez más estas Terapias Alternativas y Complementarias (TAC), lo cual lleva a que los profesionales sanitarios (enfermeras, médicos

Correspondencia:C/ Alcalde Montón Civera, nº 42, 23009 Jaén. Amparo Cobo Huete. Teléfono: 636 782 283e-mail: [email protected]

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y fisioterapeutas) las estén utilizando como un recurso sanitario más. Para ello han empezado a formarse y a investigar desde la perspectiva de estas terapias, dando lugar al llamado Sistema Naturista de Salud (3).

La utilización de las MAC ya no es exclusiva de los países en que su práctica forma parte de su cultura, como en China, donde el 40% de la atención en salud se realiza a través de la Medicina Tradicional China, o el de la India, donde un 65% de la población rural utiliza el Ayurveda (4). Este aumento en la utilización de las terapias alternativas también se viene produ-ciendo en los países desarrollados (5), donde la OMS (2003) estima que el porcentaje de personas que han utilizado estas terapias al menos una vez es del 70% en Canadá, 49% en Francia, 48% en Australia, 42% en los Estados Unidos y 31% en Bélgica (4).

En Europa la utilización de las MAC tiene una prevalencia media del 48% en adultos y del 45% en niños, según un estudio realizado con la colaboración de expertos de 20 países (6).

Por lo que respecta a España, también se está produciendo una demanda de las MAC y, aunque los datos de práctica o consumo son escasos, hemos en-contrado algunas cifras en cuanto al número de con-sultas por día, estimado en unas 300.000 según el Ministerio de Hacienda (7). En Andalucía son 450 los centros identificados que ofertan terapias complemen-tarias (8).

Ante estas demandas de la población, se está produciendo una respuesta por los distintos grupos de profesionales sanitarios. Como ejemplo de ello po-demos hacer referencia a las enfermeras españolas que se están formando e investigando en esta línea, con el objetivo de comprobar la utilización, la efecti-vidad y seguridad de estas terapias y que, según el Consejo General de Enfermería, el 10% de las enfer-meras españolas emplea en su práctica habitual estas terapias (9).

Los niños/as pueden ser vulnerables a la hospi-talización, dependiendo del momento del desarrollo en que se encuentren y teniendo en cuenta las cir-cunstancias y/o características de la hospitalización. Los prematuros pasan mucho tiempo “atados” en sus cunas por cuestiones de supervivencia. Esto les lleva a no tener un desarrollo adecuado, y, a medida que

se va prolongando esta situación, se va considerando que el bebé está teniendo un desarrollo atípico puesto que las circunstancias en las que se encuentra no fa-cilitan ni la exploración adecuada de su propio cuerpo ni una interacción adecuada con el adulto ni con los objetos (10).

Cuando se entra en una unidad de cuidados in-tensivos (UCI), son muchas las cosas que nos pueden llamar la atención. Se perciben diferentes olores, so-noridades, texturas y, sobre todo, una gran contamina-ción acústica que influye negativamente en el estado de los bebés allí hospitalizados. Los bebés son muy sensibles a los estímulos que se les presentan. La luz constante, así como monitores y alarmas en estas salas, no van a permitir el descanso adecuado. Para intentar combatir esa fuerte contaminación acústica se comenzó a utilizar como herramienta terapéutica la música.

El doctor Alfred Tomatis (1920-2001), médico oto-rrinolaringólogo francés, es considerado el primero en realizar trabajos sobre la “interrelación entre el oído y el sistema nervioso con el fin de integrar los as-pectos del desarrollo humano y el comportamiento”. Estos trabajos dieron lugar a mediados del siglo XX al conocido como Método Tomatis, que se define como un proceso de estimulación auditiva controlado y no invasivo, que utiliza música de Mozart y Cantos Gre-gorianos (11).

Las diferentes técnicas que se utilizan en musico-terapia ofrecen recursos necesarios para que, de una forma estética y bella, los bebés puedan distraerse ante el dolor, mejorando la regulación homeostática, y obteniendo un espacio sonoro musical adecuado y coherente en el medio ambiente en que se encuen-tran (10).

La musicoterapia se puede aplicar de diferentes formas: activa, pasiva y combinada. Se entiende por musicoterapia activa aquella que se realiza con mú-sica en vivo, utilizando instrumentos y la voz. En la mu-sicoterapia pasiva se utilizan grabaciones con música clásica, voces de los padres, etc. Cuando se utilizan ambas hablamos de musicoterapia combinada.

La utilización de esta intervención a través de la voz o de instrumentos musicales va a ayudar a los profesionales sanitarios (enfermeras y médicos) en los cuidados de los bebés, ya que la música va a permitir enmascarar los sonidos que podemos encontrar en las unidades de cuidados intensivos, producidos por las alarmas de los diferentes aparatos existentes: bom-bas, monitores, etc. (10).

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Con la música en vivo (musicoterapia activa) se puede variar el ritmo, cambiando su tempo, la melo-día teniendo en cuenta el tono de la voz, las vocali-zaciones y el llanto del bebé, además de integrar los sonidos del medio ambiente. La música en vivo sirve de soporte emocional de la interacción bebé-adulto, dándoles el “colchón” apropiado para la comunicación entre ambos. Además, con este tipo de intervención músico-terapéutica, el bebé se convierte en parte ac-tiva del hecho musical, interviniendo directamente con sus acciones sonoro-musicales y rítmicas.

Como instrumento base de la intervención musi-cal hemos encontrado el teclado, que está presente en todas las intervenciones. También se utilizan: la guitarra española y pequeños instrumentos, como sacudidores, tambores, xilófonos o instrumentos de cuerda, viento y percusión. Los materiales que utilizan en Cuidados Intensivos Pediátricos para observar las respuestas fisiológicas de los bebés serán: monitores de constantes vitales y respirador.

Antes de comenzar a tocar se tienen en cuenta las respuestas físicas y psicológicas del bebé. La in-tervención musical se realiza con música en directo, utilizando el teclado como instrumento principal, y la guitarra que sirve de acompañamiento armónico al ins-trumento principal. También se tiene en cuenta, y se incluye en la intervención musical, la voz cantada del adulto que acompaña en ese momento al bebé. No se le pide al adulto que cante ni que haga un uso especial de su voz, simplemente, si esto ocurre, se apoyará cualquier propuesta vocal que este haga. El tener en cuenta la voz del adulto en la intervención, se debe a la importancia del canto y a los efectos beneficiosos que produce en la relajación y en la disminución de los niveles de cortisol de los bebés.

Al comienzo de la intervención musical se ajusta la velocidad de la música, el tempo, al que vaya a presentar la frecuencia cardiaca del bebé, ajustándose poco a poco y bajando paulatinamente el tempo hasta llegar a las 80 o 90 pulsaciones que previamente se habrán determinado. La intensidad podrá ser baja, media fuerte y fuerte. Se utiliza para controlar los mo-vimientos del bebé y para integrar los sonidos de alar-mas y monitores. Se sincroniza la respiración con la escucha musical (acento binario) porque es el mismo que nos ofrece el latido del corazón y produce mayor bienestar en el prematuro.

El tiempo de cada intervención musical será siem-pre de diez minutos y se hacen coincidir con el tiempo de visita de los padres (10).

En la musicoterapia pasiva se utiliza una “Al- mohada Altavoz” con 35 decibelios de sonido con mú-sica suave que se coloca media hora después de la última toma del día y el sueño nocturno (10), produ-ciendo un desarrollo neurológico en el bebé prema-turo. También se introducen altavoces en las incuba-doras con intensidad de 65 decibelios con fragmentos de Vivaldi, Mozart, sonidos de la naturaleza, voces de sus padres contando un cuento o cantando una nana. Haciéndolas coincidir con las horas de la comida, tres veces al día (12), les ayuda a que mejore el reflejo de succión y a conseguir un sueño reparador.

En la musicoterapia combinada (donde se da tanto la participación activa musical como solo la escucha), haciendo o escuchando música, el niño recibe una es-timulación multimodal coherente y organizada donde no intervienen únicamente los sentidos sino también las emociones (10).

Buscar evidencia científica sobre la utilización de la musicoterapia en bebés, para valorar su inclusión dentro de los planes de cuidados de estos pacientes.

Se realizó una búsqueda bibliográfica con el fin de resumir y concretar la información existente sobre esta terapia.

Se buscó en las bases de datos electrónicas: Cui-den, Scielo, Pubmed y Cochrane Plus. Además se lle-varon a cabo búsquedas en revistas electrónicas, en buscadores (Google Académico) y búsqueda manual de libros en la biblioteca de la Universidad de Jaén. Fueron utilizadas las siguientes palabras clave o ca-denas de búsqueda: música y prematuros, efecto de la música en bebés y beneficio de la música en prema-turos, soothing music on neonatal, the effect of music, Mozart, prematures, live music, preterm, study, music therapy and premature, Tomatis, método Tomatis.

Como criterios de inclusión se utilizaron artículos a texto completo y gratuitos en cualquier idioma en

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los que la musicoterapia se utilizara en prematuros o bebés. En cuanto al período de tiempo no se hizo ninguna restricción ya que la documentación sobre el tema no es abundante.

La evolución de los parámetros frecuencia car-diaca, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno (Tabla 1) evidencia una mejora importante de las cons-tantes fisiológicas en estos bebés durante su ingreso en cuidados intensivos. En cuanto a su bienestar (ex-presión emocional): el llanto, del 6% bajó a 1%, el sueño, del 54% pasó al 67% (10).

Los bebés presentan descenso de excitación (Ta-bla 2) al regular su estado de comportamiento durante la exposición a la música (12).

Se produce en los bebés una reducción del gasto energético en reposo (con un promedio del 10-13% respecto al valor inicial) entre los minutos 10 hasta los 30 después del inicio de la intervención musical (Tabla 3), lo que consigue explicar parte de la ganan-cia de peso que se produce (13).

Los cambios producidos durante y después de la intervención musical (Tabla 4), fueron en la disminu-

ción de las constantes vitales, así como un cambio de conducta asociado a un sueño más profundo después de la intervención (14).

Se observa un aumento de la alimentación ma-terna (Tabla 5) en el grupo de musicoterapia en el mo-mento del alta y en la primera consulta, y a medida que pasan los días disminuye (15).

Con la canción de cuna se disminuyó el nivel de actividad y entre los instrumentos no hay diferencias significativas (Tabla 6). La frecuencia cardiaca dismi-nuyó con la canción de cuna y con la caja de gato durante la intervención, y con el disco océano solo después de esta (16).

Con la intervención del disco océano mejoró con-siderablemente la calidad del sueño (Tabla 7). El ins-trumento caja de gato aumentó la tasa de succión a diferencia de las otras intervenciones (16).

Según los estudios revisados, hemos obser-vado que en todos ellos son los mismos parámetros los que han sido modificados a pesar de haber uti-lizado indistintamente musicoterapia activa, pasiva o combinada.

Tabla 1. Musicoterapia activa con bebés de 0 a 6 meses en cuidados intensivos pediátricos

Antes de la intervención Después de la intervenciónFrecuencia Cardiaca 144,02 lat/min 137,19 lat/minFrecuencia Respiratoria 38,42 rpm 35,71 rpmSaturación O2 95,84% 97,10%

Estado emocional1 Llanto6%

Sueño54%

Llanto1%

Sueño67%

Fuente: Del Olmo (2009).

Tabla 2. Música clásica suave

No expuestos a música Expuestos a músicaEstado de excitación 2.404 observaciones 872 observacionesCambios de estado 596 observaciones 463 observaciones

Fuente: Kaminski (1996).

1 Indicador para interpretar el bienestar del bebé (emocional, físico y psicológico) mediante el test Comfort Behaviour Scale.

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Para Del Olmo, 2006 (10), se producen efectos de regulación en el niño, expresados en la mejora de la frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y de la saturación de oxígeno en sangre y respuestas psicológicas del llanto y sueño (Tabla 1). Al igual que Arnon et al., 2006 (14), con la utilización de la música activa en prematuros ingresados en una unidad de cuidados intensivos obtuvieron una me-jora del sueño y de las constantes vitales (Tabla 4).

También en el estudio de Loewy et al., 2013 (16), lo más característico es la regularización de estos sig-nos, la disminución de la actividad y el aumento de la calidad de sueño con las diferentes sesiones de musicoterapia activa (Tablas 6 y 7). En el estudio de Kaminski, 1996 (12), se observan asimismo cambios destacables en la respuesta psicológica, sobre todo en la disminución de los estados de excitación del bebé (Tabla 2).

Tabla 3. Efecto Mozart

Con música Sin músicaKcal/kg consumidas

Al comenzar (entre 0-10 min) 53,15 ± 11,66 56,58 ± 17,48A mitad (entre 10-20 min) 57,08 ± 7,38 61,59 ± 9,38Al finalizar (entre 20-30 min) 53,89 ± 8,12 61,44 ± 13,07

Fuente: Lubetzky et al. (2009).

Tabla 4. Musicoterapia en cuidados intensivos

Antes de la intervención Durante la intervención Después de la intervenciónF.C. (lpm) 150 ± 3,3 144 ± 3,7 127 ± 6,5F.R. (rpm) 49 ± 7,3 52 ± 8,3 41 ± 7,9Saturación de oxígeno 91 ± 6,8 89 ± 10,1 94 ± 4,5Calificación de conducta2 3,1 ± 0,8 2,5 ± 0,3 1,3 ± 0,6

Fuente: Arnon et al. (2006).

2 La evaluación del comportamiento se registró cada 5 minutos: antes, durante y después de la terapia. Al estado del bebé se le asignó un valor numérico: 1 sueño profundo, 2 sueño ligero, 3 somnolencia, 4 calma despierto o alerta, 5 de forma activa despierto y excitado, 6 despertó muy molesto o llorando, 7 respiración prolongada.

Tabla 5. Musicoterapia y lactancia

Grupo musicoterapia Grupo ControlAlimentación

maternaAlimentación

artificialAlimentación

maternaAlimentación

artificialn (%) n ( %) n ( %) n (%)

En el momento del alta 42 (88%) 6 (12%) 33 (72%) 13 (28%)1ª consulta de seguimiento 42 (88%) 6 (12%) 32 (70%) 14 (30%)Seguimiento a los 30 días del alta 38 (79%) 10 (21%) 30 (65%) 16 (35%)Seguimiento a los 60 días del alta 36 (75%) 12 (25%) 27 (59%) 19 (41 %)

Fuente: Vianna et al. (2011).

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La musicoterapia puede incrementar positiva-mente la ganancia de peso del bebé a través de la eficacia de la succión-deglución, a la vez que la reduc-ción del gasto energético en reposo (Tabla 3) como se defiende en el estudio de Lubetzky et al., 2009 (13), así como en el estudio de Vianna et al., 2011 (15), donde aparecen mejoras en la alimentación con el au-mento de las tasas de lactancia, que es muy notable tras la intervención (Tabla 5).

En la musicoterapia activa los instrumentos que se utilizan en las intervenciones son distintos en cada estudio (viento, percusión, cuerda y la voz), aun así todos tienen resultados positivos en el bebé. En la musicoterapia pasiva se reproducen diferen-tes tipos de audios (música clásica, sonidos de la naturaleza y canción de cuna) para obtener los be-neficios descritos en los distintos estudios sobre los prematuros.

Tabla 6. Cambios asociados a la musicoterapia activa

Antes de la intervención Durante la intervención Después de la intervenciónNanaActividad (% de alerta) 95,1 96,8 93,6FC (lpm) 160,5 158,7 159,9FR (rpm) 50,8 50,5 50,0Disco océano3

Actividad (% de alerta) 96,9 96,4 96,9FC (lpm) 160,5 160,5 159,3FR (rpm) 51,1 49,7 50,1Caja gato4

Actividad (% de alerta) 95,2 94,4 94,0FC (lpm) 159,5 158,5 159,2FR (rpm) 50,6 50,4 50,7Grupo controlActividad (% de alerta) 96,4 95,5 95,5FC (lpm) 159,7 160,2 160,2FR (rpm) 50,7 49,7 50,8

Fuente: Loewy et al. (2013).

Tabla 7. Cambios asociados a la musicoterapia activa

Grupo experimentalGrupo control

Nana Disco océano Caja gatoCalidad de sueño (% tiempo) 94,5 95,7 95,1 71,1Tasa de succión total 8,29 8,44 8,49 8,43

Fuente: Loewy et al. (2013).

3 Caja de madera de 2 o 4 tonos, el cuadro se toca con los dedos para asegurar un control suave.4 Instrumento musical que se utilizó para replicar el “zumbido” timbre como de la placenta.

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La aplicación de la musicoterapia —ya sea activa, pasiva o combinada— tiene un efecto beneficioso so-bre los parámetros tanto fisiológicos como psicológi-cos. Así podemos concluir que la mayoría de los bebés responden de forma positiva durante y después de la intervención musical regulando los niveles fisiológicos alterados hacia valores normales (disminución de la frecuencia cardiaca, de la frecuencia respiratoria, del gasto energético en reposo y aumentando la satura-ción de oxígeno además del peso debido a mejores tasas de succión) y aumentando su bienestar también a través del control de las respuestas psicológicas como la expresión emocional (disminuyendo el llanto, el estado de excitación y aumentando el sueño).

En general, la música activa parece responder mejor a las expectativas de los estudios frente a la musicoterapia pasiva, aun así, ambas consiguen llegar al objetivo de estas intervenciones.

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 38-46I.S.S.N.: 1576-3080

Francisco Maraver1, Miguel Ángel Fernández-Torán2, Iluminada Corvillo1, Carla Morer3, Icíar Váquez4, Lourdes Aguilera1, Francisco Armijo1

1 Escuela Profesional de Hidrología Médica, Facultad de Medicina, Universidad Complutense, Madrid, España 2 Balneario de Hervideros de Cofrentes, Cofrentes – Valencia, España 3 Thalasso Center, San Pedro del Pinatar – Murcia, España 4 Instituto Geológico Minero de España (IGME), Tres Cantos – Madrid, España

Presentado: 9/10/2014 Aceptado: 15/11/2014

RESUMEN:La aplicación de barros terapéuticos se ha utilizado como técnica termoterápica en establecimientos balnearios y centros de talasoterapia, obteniéndose los mejores resultados en las afecciones de aparato locomotor y piel. Sin embargo, otros estudios demuestran también que la fangoterapia disminuye el nivel de mediadores inflamatorios (interleukina-1 beta

2] y leucotrieno B4 [LTB4]) y tiene un efecto positivo en los marcadores del estado antioxidante (metaloproteinasa [MMPs], óxido nítrico [NO]) así como en la degradación del cartílago (disminución de la metaloproteinasa de matriz 3 [MMP-3] y la adiponectina, aumento de factor de crecimiento insulínico tipo 1 [IGF1]). Se hace una revisión de los trabajos más recientes sobre los mecanismos de acción de estos productos que explican por qué se utilizaron empíricamente desde la antigüedad.

Palabras Clave: barro, peloide, peloterapia, fangoterapia, medicina termal.

Pelotherapy, a reviewABSTRACT:

The peloid has been using as thermotherapy in health resorts centers obtaining the best results in musculoskeletal and skin diseases. However studies have demonstrated also that fangotherapy lowers the levels of inflammatory mediators

2] and leukotriene B4 [LTB4]) and has a positive effect on the anti oxidant condition (metalloproteinases [MMPs], nitric oxide [NO]) and chondrolysis (metallopro-teinase [MMP-3] and adiponectin decrease, insulin-like growth factor 1 [IGF1] (increase). Recent investigations on the action mechanism of these products explaining the reason why they haves been used since ages empirically has been looked into.

Key words: mud, peloid, pelotherapy, fangotherapy, health resort medicine.

Las arcillas o lodos se han empleado desde la más remota antigüedad para multitud de fines, e igual sucede con la utilización de las aguas mineromedici-nales o sus productos derivados, los barros, que han provocado evocaciones e interpretaciones simbóli-cas, oníricas o literarias de todo tipo. No obstante, la propuesta de la palabra “Peloide” (del griego pelos =

fango, barro) se adjudica a Judd Lewis, Presidente de la «Internacional Standard Measurements Committe» (I.S.N.C.) quien, en una publicación de 1933, incluía bajo este genérico: Barro, Boue, Fango, Gyttja, Limo, Lutum, Moor, Mud, Peat, Sapropel, Schlick, Seaweed, Torf… siendo definitivamente adoptado por la Interna-tional Society of Medical Hydrology (en adelante ISMH)

Correspondencia:Francisco Maraver Eyzaguirre. Escuela Profesional de Hidrología Médica. Facultad de Medicina – UCM. 28040 MadridCorreo electrónico: [email protected]

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en su Congreso de Wiesbaden, el año 1938 (71). Pero tendrían que pasar aún once años para que la ISMH, el 15 de octubre de 1949, en la Sesión de “Los Peloi-des (Barros Medicinales, etc.)” de la “IV Conferencia Científica Internacional de Dax” alcanzara el siguiente consenso sobre su definición: Se designa bajo el nom-bre genérico de PELOIDES a los productos naturales consistentes en una mezcla de un agua mineral (in-clusive el agua de mar o lago salado), con materias orgánicas o inorgánicas resultantes de procesos geo-lógicos o biológicos, o a la vez geológicos y biológicos, utilizados con una finalidad terapéutica en forma de envoltura o baños (71).

El concepto más reciente de peloide lo hemos encontrado en el trabajo de Gomes et al. (59) que

péloïde, en Español peloide, en Portugués peloide, en Italiano peloidi) es un barro madurado o una suspensión/dis-persión turbia con propiedades curativas y/o cosméti-cas, compuesta de una mezcla compleja de materiales de grano fino de origen geológico y/o biológico, con agua mineral o agua marina, y compuestos orgánicos de actividad biológica metabólica”. Cuando la madura-ción tiene lugar en ambiente natural es llamado barro natural y puede considerarse como un barro terapéu-tico, y en otros casos se denomina peloide.

Sin embargo, si buscamos la palabra peloid en el “Medical Subjet Haedings (MeSH)” de la base de datos de MEDLINE/PubMed, aparece la siguiente de-finición: Uso terapéutico de barro en paquetes o ba-ños que se aprovecha de las cualidades de absorción del barro. Se ha utilizado para los problemas reumáti-cos y de la piel, considerando términos equivalentes: Peloterapia, Terapia de barro, Terapia de turba, Pa-quete de barro, Fangoterapia, Baño de barro, Baño de lodo…

Lo que está fuera de dudas es que, en la Medicina Termal, el uso de los Barros terapéuticos (Peloterapia) constituye un agente primordial tanto en el campo de la Balneoterapia como de la Talasoterapia (63, 72).

Es en la citada Conferencia Internacional de Dax, de 1949, donde puede considerarse que la peloterapia alcanzó su madurez, pues además de su definición, ya referida, se aceptó la siguiente clasificación de los peloides (Tabla 1) (71). Esta clasifica los peloides atendiendo al origen del sustrato sólido (orgánico o inorgánico); la composición química del agua minero-medicinal, incluidas las aguas de mar o lago salado; su

Tabla I: Clasificación Internacional de Peloides de la I.S.M.H. – Dax, Francia, 1949 (71)

Denominación delPeloide

Componente sólidoOrigen

Agua mineral Condiciones de maduraciónNaturaleza química Temperatura

Barros(Fanghi, Mud, Boue, Schlam)

Prevalentementeinorgánica (mineral)

Sulfurada, sulfatada,Clorurada, bromurada,yodurada

HipertermalMesotermalHipotermal

a. In situb. En tanque

Limos id. Agua de mar o de lago salado Hipertermal In situTurbas(Türbe, Peat, Moor)

Prevalentementeorgánica

Alcalina, carbonatada, ferruginosa, sulfurada

Agua de mar

HipertermalMesotermalHipotermalHipotermal

a. Al aire libreb. En recinto cerrado

Muffa(Mousses, barégines)

id. Sulfurada Hipertermal In situ

Otras Biogleas(Algas, etc.)

id. Agua mineral distinta ala sulfurada

HipertermalMesotermalHipotermal

id.

Sapropeli Mixto Alcalina, ferruginosa, sulfuraria Hipotermal id.Gyttja id. Agua de mar Hipotermal id.

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temperatura de maduración, así como las condiciones de maduración.

Por otra parte, en el trabajo anteriormente citado los peloides se clasifican: según su origen (peloide na-tural o peloide sensu estricto), según su composición (peloide inorgánico, peloide orgánico o peloide mixto) y según sus aplicaciones (peloide médico o peloide cosmético) (Tabla 2) (59).

Desde un punto de vista físico-químico, los peloi-des pueden considerarse sistemas heterogéneos, con una fase sólida formada por una mezcla de sólidos orgánicos y/o inorgánicos, suspendidos o humectados con una fase líquida, formada por una disolución de iones y moléculas de origen orgánico e inorgánico cuyo solvente es el agua (2).

En este caso utilizamos como definición de “sis-tema” aquella porción específica de materia que con-tiene cantidades definidas de una o más sustancias, ordenadas en una o más fases, considerando como

fase una parte homogénea y físicamente distinta de un sistema separada de las otras partes del mismo por superficies límites definidas.

Los sistemas serán homogéneos cuando porcio-nes del mismo volumen, extraídas de cualquiera de sus partes, tienen igual composición y propiedades, y serán heterogéneos cuando pueden obtenerse del sistema porciones del mismo volumen, con propieda-des diferentes.

Debemos tener en cuenta las peculiares carac-terísticas de la molécula individual de agua y en mayor grado las de su estructura espacial, que se reflejan en sus propiedades físicas y químicas, las cuales proporcionan a los peloides sus cualidades más notables.

Las sustancias sólidas actúan como coadyuvantes y modifican las propiedades de la fase líquida para conseguir unas determinadas aplicaciones terapéu-ticas del sistema. Los compuestos sólidos modifican básicamente las propiedades térmicas del agua y tam-bién permiten la aplicación del peloide de forma total o parcial sobre el cuerpo del paciente, pero al mismo tiempo le proporcionan unas propiedades organolép-ticas propias de cada producto.

Tabla II: Definición de peloide y clasificación según origen, composición y aplicaciones (59)

PELOIDE NATURALBarro terapéutico madurado en el ambiente sedimentario natural donde se genera

PELOIDE s.s (sensu strictu)Barro terapéutico y madurado en tanques con agua mineral

PELOIDE MEDICINALPeloide que por sus propiedades específicas terapéuticas ha sido reconocido por las autoridades nacionales y aprobado como medicamento

PELOIDE COSMÉTICOPeloide que por sus específicas propiedades ha sido reconocido por los Laboratorios especializados y certificado en dermocosméticaPELOIDE INORGÁNICO

PELOIDE ORGÁNICOPELOIDE MIXTO

PELOIDEPeloide madurado o suspensión fangosa con propiedades terapéuticas y/o cosméticas, compuesto por una mezcla compleja de materiales de grano fino, agua mineral o de mar y generalmente compuestos orgánicos de actividad metabólica biológica

Origen Aplicación

Composición

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La acción principal reconocida a los peloides es la termoterápica, consecuente a su temperatura de apli-cación, habitualmente entre 42-45 °C. No obstante son numerosos los estudios que demuestran sus ac-ciones antiinflamatorias, condroprotectoras e inmuno-lógicas que se atribuyen a su composición química (8, 59, 78, 81) y a la absorción de sustancias minerales (7, 25) y orgánicas (5, 6, 36, 56, 66, 70, 76, 77, 86, 92, 93, 94, 96) resultantes del proceso de maduración (43, 55, 84).

Desde el punto de vista de la termoterapia (44, 73, 79, 95), se pueden distinguir efectos locales y generales.

LocalesAumento de la temperatura en el punto de apli-cación, que el paciente experimenta como picor y calor.Vasodilatación e hiperemia local; mejorando la irrigación sanguínea en la piel y tejidos subya-centes, se mejora el trofismo y alimentación de los tejidos. Estas modificaciones circulatorias permanecen más allá de la normalización de la temperatura.Liberación de histamina y acetilcolina.Modificaciones de los niveles séricos de ami-noácidos, como triptófano, cisteína y citrulina.

GeneralesSe producen por la concurrencia de múltiples me-

canismos y permanecen detectables después de la normalización de la temperatura de la piel. Entre estos destacan:

Aumento de la frecuencia respiratoria y car-díaca transitoria.Aumento de la sudoración.Sensación de calor agradable y tendencia al sueño.Hipotensión arterial.Aumento de la temperatura corporal.Hemoconcentración.Disminución de la diuresis y mayor concentra-ción de la misma.En aplicaciones prolongadas, aumento de las proteínas plasmáticas.

Descenso de la reserva alcalina, con un au-mento de la frecuencia respiratoria.Facilita respuesta inmunológica, por estímulo neuroendocrino y neurovegetativo.Activa la función oxidativa de los neutrófilos que estimula los mecanismos de defensas.Efectos condroprotectores.Efectos analgésicos, sedantes, reabsortivos y antiespásticos.

Como señala Roques (83), de forma resumida, las acciones biológicas de los peloides son:

Acción analgésica, derivada de una activación propia de los mecanismos de control del dolor (control gate y secresión de endorfinas) y se traduce en una elevación del umbral del dolor.Acción antiinflamatoria, derivada de:– la estimulación de las glándulas suprarrena-

les.– fenómenos de inhibición de las prostaglan-

dinas y leucotrienos.– mejoramiento del estado antioxidativo (su-

peróxido dismutasa, glutatión peroxidasa, mieloperoxidasa, óxido nítrico).

– la disminución de la actividad condrolítica por inhibición de las citocinas y estimulación de inmunoglobulinas.

– la contracción de fibras musculares lisas por mediación adrenérgica y dopaminérgica.

Acción cicatrizante favorecida por la estimula-ción de la angiogénesis y de la secresión de ácido hialurónico.

Más recientemente Fioravanti (48), en una revisión sobre los mecanismos de acción de los peloides so-bre mediadores o factores de la respuesta inmune, la inflamación y la condrolisis, confirma:

Reducción de los niveles de Prostaglandinas E2 (PGE-2) y Leucotrienos B4 (LT-B4) circu-lantes en pacientes con osteoartritis y fibromial-gia.

-

hipertermia de todo el cuerpo.

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Reducción de la liberación de especies reacti-vas de oxígeno (ROS) y el peroxinitrito (RNS) por los polimorfonucleares (PMN) estimulados con N-formil-metionil-leucil-fenilalanina y de forbol-12-miristato-13-acetato.Disminución de los niveles de óxido nitroso (NO) circulantes en el suero de pacientes con osteoartritis sometidos a baños de barros.Aumento de los niveles de inmunoglubulinas-1 (IGF-1) circulantes en pacientes con osteoartri-tis sometidos a baños de barros.Aumento de los niveles de factor de crecimiento transformante beta (TGF-ß) circulante en pa-cientes con espondilitis anquilosantes después de un tratamiento combinado balneoterapia-ejercicio (ejercicio, hipertermia y exposición a bajas dosis de radón).

Las acciones de estos recursos sobre el organismo también van a depender de las formas de aplicarlos, que según la patología que se quiera tratar, se designa de diferente manera.

De manera simple, se aplican en forma de baños generales o parciales, o de forma localizada sobre zo-nas concretas de la piel de los pacientes, a una tem-peratura de 42-45 °C, en capas de 1-2 cm de espesor y en sesiones de 20-30 minutos.

En Francia las técnicas empleadas se recogen en la «Norma AFNOR (09/2000)» y son: baño de barro local, baño de barro general, ilutación local, ilutación local única, ilutación local múltiple, ilutación general, cataplasma de aplicación única, cataplasma de apli-cación local múltiple, cataplasma a domicilio, baño de limo termal difuso y baño de limo termal seguido de ducha (90).

Las acciones antes mencionadas han sido pues-tas en evidencia mediante estudios clínicos que han demostrado que las indicaciones más efectivas de la peloterapia son las afecciones reumáticas (8, 18, 57, 65) y, más concretamente, los reumatismos degenera-tivos u osteoartritis (9-11, 13-17, 19, 20, 23, 26, 31-33, 38, 40-42, 45-47, 49, 50, 52-54, 62, 64, 67, 69, 78, 80, 85, 91, 98, 99); reumatismo inflamatorio (21, 28,

34, 38, 39, 87, 88, 89); fibromialgia (4, 12, 22, 46, 58, 61); espondilitis anquilosante (27, 35); dolor crónico de espalda (29), entre otros.

Los peloides son también eficaces en afecciones dermatológicas (1, 24, 60, 74), especialmente en la psoriasis (30, 37, 39, 65, 75, 97); afecciones gineco-lógicas (3, 8, 82); otras afecciones (51, 68).

Este trabajo fue financiado por el Grupo de In-vestigación 911757 (Hidrología Médica – Universidad Complutense de Madrid).

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 47-58I.S.S.N.: 1576-3080

Lierni Ugartemendia-Ugalde1, Rafael Bravo-Santos1, Rafael Tormo-Molina2, Javier Cubero-Juánez1, 3, Ana Beatriz Rodrigo-Moratinos1, Carmen Barriga-Ibars1

1 Laboratorio de Crononutrición. Departamento de Fisiología. Facultad de Ciencias. Universidad de Extremadura. Badajoz (España)

2 Área de Botánica. Departamento de Biología Vegetal y Ciencias de la Tierra. Facultad de Ciencias. Universidad de Extremadura. Badajoz (España)

3 Laboratorio de Educación para la Salud. Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales. Universidad de Extremadura. Badajoz (España)

Presentado: 26/9/2014 Aceptado: 22/10/2014

RESUMENLas condiciones históricas, climatológicas y edáficas del País Vasco, son las principales causas de que su extensión se vea dominada por 3 formaciones vegetales potenciales: robledales, hayedos y quejigales. Nuestro objetivo fue estudiar qué especies vegetales medicinales presentan evidencias científicas para tratar problemas de sueño. Para ello, se con-sultó bibliografía y bases de datos referentes a especies sedantes, hipnóticas o ansiolíticas por presentar mecanismos de actuación similares, así como sus principios activos. Se concluye el estudio con la catalogación de 22 especies vegetales del País Vasco como remedios naturales para combatir los problemas del sueño presentes en la sociedad.

Palabras clave: plantas, sueño, ritmo circadiano, País Vasco.

Plant species in Basque Country with positive bioactive principles for sleep rhythm

ABSTRACTHistoric, climatic and soil conditions of the Basque Country, are the main causes which provokes its extension is mainly dominated by 3 types of potential vegetation: oak, beech and gall. Our objective was focused in researching what plants show scientific evidences to be used within sleep problems. Scientific literature and databases were consulted in those species referenced as sedatives, hypnotics or anxiolytics due they act through similar mechanisms, their bioactive prin-ciples were revised too. We conclude this study with 22 plant species in Basque Country as natural sleep inducers to be used in sleep problems in our society.

Key Words: plants, sleep, circadian rhythm, Basque Country.

Correspondencia:Lierni Ugartemendia Ugalde: [email protected] (Titulada en Nutrición Humana y Dietética)Rafael Bravo Santos: [email protected] (Licenciado en Biología con grado y Máster)

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Tradicionalmente determinadas especies vegeta-les han estado presentes en la cultura humana debido a sustancias concretas en su composición que, em-píricamente, han demostrado ciertos beneficios para el hombre. Entre dichos beneficios, cabe destacar las propiedades medicinales que se ha atribuido a un gran número de plantas a lo largo del tiempo. Desgracia-damente en las últimas dos décadas se ha producido una pérdida importante de los conocimientos tradicio-nales sobre las plantas medicinales (1); este hecho a su vez contrasta con el creciente interés del mundo académico por conocer los principios bioactivos de las especies consideradas como medicinales (2).

La disciplina de la etnobotánica puede definirse como el estudio de las interrelaciones de los grupos humanos y las especies vegetales (3). Partiendo de esta definición, se observa una alta relación con otras disciplinas científicas como son la farmacología, la química, la nutrición, la toxicología o la agronomía, entre otras muchas, permitiendo de este modo una amplia variedad de enfoques y aplicaciones que han proporcionado una gran cantidad de estudios descrip-tivos (4).

La Comunidad Autónoma del País Vasco se sitúa en el norte de la Península Ibérica (42° 28’ N – 43° 27’ N; 1° 44’ W – 3° 27’ W), el clima distingue tres regiones diferenciadas: la vertiente atlántica al norte, que comprende la totalidad de las provincias de Biz- kaia y Gipuzkoa además del norte de Álava, presen-tando un clima atlántico, moderado en cuanto a las temperaturas y muy lluvioso; la zona media, presen-tada como zona de transición entre el clima oceánico y el mediterráneo, predominando las características atlánticas, ya que no existe un auténtico verano seco, este predomina en gran parte de Álava; y por último, en el extremo sur, entrando en la depresión del Ebro y la Rioja Alavesa, se pasa a un clima mediterráneo con veranos claramente secos y calurosos e invier-nos bastante fríos y de escasas precipitaciones (5). Las diferentes influencias climáticas del territorio, así como las condiciones edáficas, dan lugar así a una gran diversidad de ecosistemas y hábitats dominados principalmente por la familia Fagaceae y entre los que destacan robledales de Quercus robur y Q. petraea, hayedos y quejigales (6, 7).

Los problemas de sueño son una realidad pre-sente y muy conocida en la sociedad actual. Diversas causas aparecen como precursoras de dichos proble-

mas como son el estrés, ansiedad, depresiones, el envejecimiento o incluso factores psicosociales como pueden ser los turnos rotatorios en el trabajo. Algu-nos mecanismos del sueño pueden venir dados por la

(GABA). Este aminoácido es el principal neurotrans-misor inhibidor del sistema nervioso y juega un papel primordial en la inducción del sueño. La mayoría de las plantas que intervienen en esta vía lo hacen como agonistas de los receptores del GABA (algunos de ellos actúan de modo similar a las benzodiacepinas) o bien sensibilizándolos para señalizar con más inten-sidad (8, 9). Por otra parte, la existencia de las indo-laminas serotonina y melatonina tiene una gran reper-cusión en la sincronización de los ritmos circadianos, y, consecuentemente, en el ritmo circadiano sueño/vigilia. Además, el triptófano, aminoácido esencial pre-cursor de estas indolaminas, favorece su incremento en los niveles séricos circulantes. La ingesta de estos tres índoles repercute positivamente sobre el sueño debido a su actividad sincronizadora con respecto al medio ambiente, haciéndonos dormir en las horas de oscuridad (10).

Nuestro grupo de investigación ha pretendido reunir todas aquellas plantas espontáneas y subes-pontáneas, presentes en la Comunidad Autónoma del País Vasco, que científicamente han sido puestas de manifiesto como beneficiosas para el ritmo circadiano del sueño. Asimismo, también hemos querido recoger aquellas especies vegetales que, sin haber sido proba-dos sus efectos, se ha podido corroborar la existencia de moléculas que intervienen tanto en la conciliación como en el mantenimiento del sueño.

Se ha desarrollado la presente investigación bibliográfica partiendo de las plantas catalogadas como medicinales por Vázquez (11) por ser una de las obras más completas de la literatura vasca so-bre estas especies vegetales. Posteriormente todas aquellas plantas descritas por sus efectos sedantes, ansiolíticos o hipnóticos, fueron contrastadas en las bases de datos científicas de Pubmed, ScienceDirect y Google Scholar.

Los descriptores empleados consistieron en el género y especie de las plantas estudiadas, así como todas las combinaciones con los descriptores “ansiedad”, “hipnótico”, “sedante”, “sueño”, “GABA”,

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“serotonina” y “melatonina”. Todas estas combinacio-nes fueron llevadas a cabo tanto en español como en inglés.

Asimismo, todas las especies reunidas en el presente trabajo han sido incluidas bajo los criterios de tener efectos positivos sobre el sueño, mediante su ingesta en animales o en humanos, y siendo contrastado por diversos métodos validados cien-tíficamente, mediante estudios psicológicos subje-tivos validados, o bien bajo el criterio de que sus principios bioactivos hayan sido probados mediante experimentos in vivo (animales o humanos) o in vitro (cultivos celulares).

La familia de las Compuestas es una de las más extensas de las angiospermas, conteniendo alrededor de 25.000 especies. Se trata de una familia amplia-mente distribuida por todo el mundo y que comprende especies con importantes propiedades farmacéuti-cas (12).

Chrysanthemum parthenium (Matricaria): Planta medicinal utilizada tradicionalmente en el tra-tamiento de fiebre, migrañas, artritis reumatoide, do-lor de estómago y dolor de muelas. Las lactonas ses-quiterpénicas (con propiedades antiinflamatorias), los glucósidos flavonoides y los pinenos son los principa-les componentes de la planta (13). Los derivados del

sedantes y tranquilizantes de C. parthenium, ya que han mostrado tener una buena afinidad a los recepto-res GABAA en el lugar de unión de las benzodiacepi-nas (14).

Matricaria chamomilla (Manzanilla): Planta muy conocida y utilizada desde la antigüedad en el tratamiento de diversas enfermedades tales como la fiebre del heno, espasmos musculares, insomnio, do-lores reumáticos y procesos inflamatorios debido a sus efectos sedantes y espasmolíticos (15, 16). Entre los componentes bioactivos de la manzanilla cabe des-tacar el flavonoide apigenina. En el estudio realizado por Zanoli y colaboradores en 2000 (17) se demostró que esta es capaz de reducir la actividad locomotora. El efecto sedante puede deberse a que el modo de ac-tuación de la apigenina es análogo a las benzodiace-pinas (18, 19).

Una de las especies más representativas de esta familia es Humulus lupulus, planta trepadora perenne, nativa de Asia, América del Norte y Europa, cultivada en muchos países para su uso en la elaboración de la cerveza y la industria farmacéutica (20).

Humulus lupulus (Lúpulo): Planta arbustiva de importancia vital para la elaboración de la cerveza, ya que es responsable del sabor y los aromas de esta bebida. Es importante por su acción ansiolítica y se-dante. Estos efectos se deben al prenol (2-methyl-3-buten-2-ol) presente en el lúpulo y que sensibiliza los receptores GABAA dando lugar a una depresión del sistema nervioso (8). Estudios llevados a cabo en ani-males y en humanos han puesto de manifiesto que el extracto de lúpulo (animales) o la ingesta de cerveza en la cena (humanos) son capaces de mejorar la latencia de sueño (periodo de inducción del sueño) y la activi-dad total durante la noche mediante actimetría (8, 9).

Es una familia del grupo de las gimnospermas que está representada principalmente por los géneros Ju-niperus y Cupressus. Suelen ser arbustos o árboles de hasta 20 m de longitud perennifolios. Además son característicos en medios desfavorables, como nichos ecológicos no rentables para las angiospermas (21).

Juniperus communis (Enebro): Una de las plan-tas más utilizadas por los pueblos indígenas de Amé-rica del Norte con fines medicinales (22). Los principa-

y el mirceno (23). El mirceno tiene una actividad bio-lógica relacionada con la depresión del sistema ner-vioso central y se cree que sus efectos radican en la interacción con el sistema serotoninérgico (23-25). El

buena afinidad a los receptores GABAA en el sitio de unión de las benzodiacepinas (14). Sin embargo, son necesarios más estudios, tanto en animales como en humanos, para explorar el mecanismo de acción de-tallado del aceite esencial de J. communis.

Entre los cerca de 55 géneros de esta familia taxonómica se incluye Hypericum, que contiene más de 450 especies ampliamente distribuidas en Europa, Asia, África del Norte y América del Norte (26).

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Hypericum perforatum (Hierba de San Juan): Planta utilizada durante siglos en la medicina tradicio-nal por sus propiedades antidepresivas, antivirales y antibacterianas (27). Su extracto contiene numerosos componentes bioactivos entre los que destacan la hi-pericina, pseudohipericina, naftodiantronas, isoquerci-trina, quercetina y flavonoides (28). Müller y cols. en 1997 (29) demostraron que la actividad antidepresiva de H. perforatum se debe tanto a la inhibición de la re-captación de varios neurotransmisores sinaptosoma-les como son serotonina, noradrenalina y dopamina, como a la modulación de la excitabilidad neuronal me-diante la vía glutamatérgica y mecanismos GABAér-gicos (29, 30). Se ha visto que interactúa con ciertos medicamentos (anticonvulsivos, digoxina, anticoncep-tivos orales o ciclosporina) por lo que se aconseja que pacientes que tomen alguno de los medicamentos an-teriores suspendan la utilización de H. perforatum y pidan consejo profesional (27).

La familia Juglandaceae se encuentra principal-mente representada en la comunidad vasca por la especie Juglans regia. Este árbol de hojas pinnadas y caducas tiene una gran importancia por sus frutos, muy recomendables nutricionalmente, y por su ma-dera, muy utilizada en ebanistería y carpintería (31).

Juglans regia (Nogal): Los compuestos fenóli-cos que se encuentran en mayor cantidad en esta es-pecie corresponden a los grupos de las naftoquinonas y los flavonoides. Entre las naftoquinonas, la juglona ha despertado gran interés por sus propiedades quími-cas (32). Estudios llevados a cabo por Gîrzu y cols. (33) demostraron la actividad sedante de la juglona obte-nida en extractos de hojas sobre roedores utilizando métodos actimétricos. Por otra parte, el contenido nutri-cional de los frutos está mejor documentado, así como sus efectos beneficiosos sobre la salud entre los que se pueden citar una mayor protección frente a riesgos caridovasculares y la diabetes, mejoras en el perfil lipí-dico sanguíneo, reducción del tejido adiposo y antiin-flamatorios. Asimismo, en los frutos se han encontrado aminas biógenas inductoras del sueño como son la se-rotonina y la melatonina en cantidades elevadas, así como en diferentes variedades de nueces (34).

Esta familia comprende alrededor de 4.000 espe-cies. La mayoría de estas presentan aceites esencia-

les y diversos compuestos de importancia a nivel far-macológico, médico, microbiológico y químico (35). El aceite esencial de Lavandula es además muy utilizado en perfumería y cosmética (36).

Lavandula latifolia (Lavanda/Espliego): Suge-rida como remedio natural excelente para tratar el insomnio y mejorar la calidad del sueño (37). Algu-nos de sus principales componentes son el linalool y acetato de linalilo. El primero actúa como sedante, ya que inhibe la liberación de acetilcolina y altera la función del canal de iones en la unión neuromuscular, y el segundo tiene acciones narcóticas (38, 39). Se sugiere, por tanto, que el aceite de lavanda modula la neurotransmisión GABAérgica, especialmente sobre los receptores GABAA; y que el sistema colinérgico de-sempeña un papel importante en los efectos analgési-cos, antidepresivos y anticonvulsivos de la lavanda. Lo más común, es administrar lavanda vía oral, pero en algunas ocasiones también se utiliza en aromaterapia, en cuyo caso, el aceite de lavanda se puede aplicar directamente sobre la piel, ya que, como el estudio de Jäger y cols. 1992 (40) demuestra, sus componentes se absorben rápidamente a través de esta y son capa-ces de causar depresión en el sistema nervioso cen-tral (37, 39, 40). También se ha demostrado que el uso de la aromaterapia con aceite de lavanda ejerce un efecto similar al de las benzodiacepinas, reduciendo los efectos secundarios de estos fármacos (41). Así pues, los datos existentes hasta el momento sugieren que la terapia con lavanda a corto plazo en ciertos trastornos neurológicos es relativamente segura, sin embargo, deberían realizarse más ensayos clínicos para establecer también la seguridad de su uso a largo plazo (37).

Marrubium vulgare (Marrubio): Planta medite-rránea utilizada en el tratamiento de distintas patolo-gías en la medicina tradicional (42). Se ha visto que en el tratamiento con extracto acuoso obtenido de las partes aéreas de la misma se reduce la presión arterial sistólica en ratas espontáneamente hipertensas, a tra-vés de un efecto vasodilatador. Los responsables de la actividad vasodilatadora parecen ser el marrubenol y la marrubina (diterpenos labdano furánicos), que inhi-ben la contracción de la aorta de manera dependiente de concentración (43). Además, el efecto relajante del marrubenol se puede atribuir a su interacción inhibi-toria con los canales de Ca2+ dependientes de vol-taje (43). También se ha visto que los posibles efectos analgésicos del extracto de M. vulgare pueden estar relacionados con la presencia de esteroides y terpe-

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nos (44). Tanto por sus propiedades vasodilatadoras como por las analgésicas se cree que el extracto de M. vulgare podría inducir al sueño, y por tanto podría ser útil en el tratamiento del insomnio. Sin embargo, se ve necesaria la realización de más estudios tanto en animales de laboratorio como en humanos para poder corroborarlo.

Melisa officinalis (Melisa): Se ha utilizado en la medicina tradicional durante más de 2 milenios, principalmente como té de hierbas (45). Debido a sus propiedades sedantes y ansiolíticas es muy ha-bitual su uso en trastornos del sueño, ya que re-duce la excitabilidad, la ansiedad y el estrés (46). El efecto ansiolítico ejercido parece ser consecuencia de la acción de los ácidos rosmarínico, ursólico y oleanólico, que producen la inhibición del catabo-lismo de GABA aumentando así la disponibilidad de GABA en el cerebro (47). Sin embargo, también se han encontrado otros componentes con efectos se-dantes como son los aldehídos monoterpenoides, flavonoides, compuestos fenólicos y los glucósidos de monoterpenoides, quienes tienen afinidad por los receptores nicotínicos y muscarínicos en el te-jido de la corteza cerebral humana, produciendo así efectos anticolinérgicos. Los efectos de M. officinalis han mejorado tanto la calidad del sueño en ratones, como el estrés diario en humanos sanos y no se han observado efectos secundarios durante el tra-tamiento (46-48).

Mentha aquatica (Menta acuática): Es habitual su uso en la medicina tradicional como vermífugo, en el tratamiento de los resfriados o problemas respira-torios y para contrarrestar enfermedades mentales o trastornos del sistema nervioso central (SNC) por los efectos ansiolíticos, anticonvulsivos, relajantes mus-culares y sedantes de la misma (49, 50). Entre los componentes del aceite esencial de la planta destacan

-terpeno) y la naringenina (flavonona) (49, 51). Esta última es capaz de atravesar la barrera hematoence-fálica y así ejercer un efecto sobre el SNC, además se cree que esta sustancia es la principal causante de los efectos sedantes, ya que posee una elevada afinidad en el sitio de unión de las benzodiacepinas del receptor GABAA (50, 52). Aun así, sería oportuno realizar más investigaciones científicas para demos-trar las propiedades beneficiosas de M. aquatica en la salud humana, ya que en la mayoría de los casos los efectos biológicos han sido probados exclusivamente en modelos in vitro.

Las especies del género Tilia son árboles típicos de los bosques de hoja caduca del hemisferio norte que suelen crecer en bosques naturales en Europa, Asia, América del Norte y América Central (53).

Tilia cordata (Tila): Planta utilizada en la me-dicina popular como sedante no narcótico para los trastornos del sueño o la ansiedad. Los flavonoles O-glicósidos de quercetina y kaenferol parecen ser los responsables de la actividad ansiolítica, ya que estos se unen al sitio de unión de las benzodiacepinas en el receptor GABAA (54, 55). Además, Cotrim y cols. en 2005 (56), utilizando modelos específicos de com-portamiento animal, apoyaron la sugerencia de que el extracto de tila puede reducir la ansiedad de manera similar al diazepam.

Es una familia conocida por la abundancia de al-caloides específicos que poseen sus especies. Por ejemplo, P. rhoeas es conocida en la medicina tradi-cional por los efectos que causan los alcaloides que posee (57).

Papaver rhoeas (Amapola roja): Esta especie es una planta herbácea anual ampliamente distribuida por el mundo y que ha sido utilizada para el tratamiento de la inflamación, diarrea, trastornos del sueño o como analgésico (58). Se caracteriza por tener unos bajos niveles de opiáceos con actividad antidopamínica y anticolinérgica (59). Estos alcaloides principalmente son readina, reaginina y papaverina (producen depre-sión en el sistema nervioso central) y presentan activi-dad espasmolítica, ansiolítica, hipnótica y sedante con capacidad de disminuir la latencia de sueño a la hora de dormir (60).

El género Passiflora contiene alrededor de 500 especies, las cuales se encuentran principalmente en regiones cálidas y tropicales. Passiflora incarnata, una de las especies de este género más populares de Europa (61).

Passiflora incarnata (Pasiflora/Pasionaria): Esta especie contiene varios compuestos, entre los que se encuentran los alcaloides, fenoles, flavonoides y compuestos cianogénicos. En algunos experimentos se ha visto que producen mejoras en el tratamiento de

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enfermedades como el insomnio, ansiedad, trastorno de hiperactividad y déficit de atención, hipertensión y cáncer (62), ya que las partes aéreas de la planta tienen efectos sedantes, ansiolíticos y antiespasmó-dicos (61). Esto se puede deber al efecto agonista que ejerce sobre los receptores GABA (63). Varios experimentos han demostrado la mejoría del sueño en animales de laboratorio, como el llevado a cabo por Soulimani y cols. (64), y pusieron de manifiesto que extractos con alcaloides indólicos (harmano, harmina, harmalina, harmol y harmalol), flavonoides (orientina, isoorientina, vitexina e isovitexina) y maltol producían efectos sedantes con disminución locomotora en rato-nes. Además, el estudio realizado por Ngan y Conduit en 2011 (65) concluye que el consumo de dosis ba-jas de Passiflora incarnata, en forma de té, produce beneficios subjetivos del sueño en adultos sanos a corto plazo, obteniendo pequeñas fluctuaciones en la calidad del sueño. El estudio de Dhawan y cols. (66) demostró que las hojas de esta especie también po-seen efectos anticonvulsivos, que pueden ser debidos al aumento de la actividad GABAérgica y a la atenua-ción de la actividad glutamatérgica (62).

Las especies que constituyen esta familia se dis-tribuyen por las zonas templadas y cálidas del Hemis-ferio Norte. Primula veris en concreto es una planta herbácea con hojas dispuestas en roseta, típica de pastizales pobres en nutrientes y bordes de bosques, distribuida desde España hasta Asia oriental (67).

Primula veris (Primavera): Planta medicinal co-nocida por su actividad expectorante, sedante y rela-jante resultando útil en estados de insomnio, tensión y excitabilidad nerviosa (68-70). Los triterpenos, los compuestos fenólicos y los flavonoides son los com-ponentes bioactivos principales de P. veris (71). Sin embargo, los mecanismos de acción de los mismos no han sido investigados en profundidad, con lo que resultaría útil la realización de más estudios para des-cribir los mismos.

Familia muy diversa que contiene alrededor de 2.500 especies y está bien representada en las zo-nas templadas del hemisferio norte. Un ejemplo de ello es el género Rosa L. que comprende numerosas especies originarias de Europa y Asia, varias de las

cuales son invasoras en áreas naturales de diferentes regiones del mundo (72).

Rosa canina (Rosal silvestre): Los frutos de esta planta poseen gran cantidad de vitamina C, con efecto antioxidante, y compuestos fenólicos ta-les como las proantocianidinas y los flavonoides, los cuales tienen efectos antiinflamatorios (73). En varios estudios realizados en pacientes con osteoartritis se ha visto que tras el tratamiento con extracto de una subespecie de Rosa canina ha mejorado el bienestar general de los mismos, incluyendo la mejora en el es-tado de ánimo y la calidad del sueño (74-77). Por ello, el extracto de esta planta podría ser interesante como nutracéutico (78).

Crataegus monogyna (Majuelo): Ampliamente distribuido por el mundo, el género Crataegus consta de 21 especies y engloba algunas de las plantas con un interés medicinal de los primeros en datarse (79), tanto la planta en sí, como sus extractos (80). Uno de sus principales usos ha sido el tratamiento de dolen-cias cardiovasculares, aunque también se han datado propiedades vasorrelajantes, diuréticas, sedantes, antihipertensivas, o incluso se han comprobado efec-tos como la bajada de triglicéridos y en el colesterol (total y LDL) (81). A pesar de que hasta los últimos cinco años no se ha conocido mucho sobre la acción sedante del majuelo, han surgido estudios que han puesto de manifiesto la existencia de apigenina, así como otras investigaciones que apuntan a que dicha acción estaría relacionada con la actuación de ciertos compuestos sobre los receptores muscarínicos (81). Recientemente también se ha afirmado que la acción de extractos de majuelo podría actuar de modo simi-lar a los opioides debido a que presenta capacidad analgésica (82).

Amplia familia que posee alrededor de 155 géne-ros con 1.600 especies distribuidas en su mayoría en zonas tropicales y subtropicales. Citrus es un género de gran importancia económica, ya que se utiliza tanto en la producción de cítricos como en la obtención de aceites esenciales utilizados en perfumería (83). De-bido a su importancia en la horticultura se van pro-duciendo nuevas especies, este es el caso de Citrus aurantium, híbrido formado tras cruzar Citrus maxima y Citrus reticulata (84).

Citrus aurantium (Azahar): Especie utilizada en la medicina popular de distintos países para tra-

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tar la ansiedad, el insomnio y como anticonvulsivo. Se ha demostrado que el aceite esencial obtenido a partir de la cáscara de C. aurantium tiene efectos sedantes y ansiolíticos (25). Esto puede ser debido a que los compuestos principales de dicho aceite son el limoneno (97,83%) y el mirceno (1,43%), los cua-les tienen una actividad biológica relacionada con la depresión del sistema nervioso central (23). En uno de los ensayos realizados en una prueba de campo abierto con ratones, se ha visto que al tratarlos con limoneno o mirceno disminuyen la actividad espon-tánea, la de cría y la de aseo, y que aumentan el tiempo de sueño por barbitúricos (85). Se cree que sus efectos radican en la interacción que tiene con el sistema serotoninérgico, sin embargo son necesarios más estudios, tanto en animales como en humanos, para explorar el mecanismo de acción detallado del aceite esencial. Además, ninguna de las distintas do-sis proporcionadas a los animales causó alteraciones o mostró signos de toxicidad, por lo tanto, el uso de este aceite esencial podría ser útil en la atención médica primaria, tras su previa investigación toxico-lógica (24, 25).

Familia casi cosmopolita que está bien represen-tada en las zonas templadas y frías del hemisferio norte. Uno de los géneros más conocidos de esta fa-milia es Salix, género complejo que incluye cerca de 450 especies en todo el mundo (86).

Salix babylonica (Sauce llorón): Las propieda-des de todas las plantas de este género se deben a su contenido en ácido acetil salicílico (aspirina), com-puesto del que toma su nombre este género taxonó-mico. El uso farmacológico de la aspirina ha venido siendo como antipirético, analgésico, antiinflamatorio o sedante, entre otros (87).

Salix alba (Sauce blanco): al igual que S. baby- lonica sus efectos se deben al ácido acetil salicílico. Este metabolito es formado en el organismo a partir de la salicilina, que es la sustancia que se encuentra en esta especie y que además le proporciona propie-dades antiinflamatorias (88).

La familia Valerianaceae es conocida por sus pro-piedades medicinales. Estas son atribuidas, en su ma-yor parte, a los aceites esenciales que se concentran

en sus órganos subterráneos. Estos aceites son mez-clas complejas constituidas por ésteres terpénicos, monoterpenos, sesquiterpenos y ésteres epoxii-roidoides. Esta familia taxonómica comprende unas 300 especies repartidas por Europa, Asia, América y África (89).

Valeriana officinalis (Valeriana): Especie utili-zada durante muchos años en Europa occidental por sus efectos sedantes e hipnóticos. Los responsables de sus efectos clínicos parecen ser los componen-tes farmacológicamente activos que posee, entre los que se incluyen los sesquiterpenos, monoterpenos y valepotriatos. El ácido valerínico es un sesquiter-peno que induce la sedación al unirse al lugar de unión de las benzodiacepinas modulando y poten-ciando la sensibilidad del receptor GABAA (90, 91). Además de este, también actúan flavonoides como la 6-metilapigenina y la hesperidina, los cuales se unen al receptor GABAA en el lugar de unión de las benzodiacepinas (92, 93). Por último, están los va-lepotriatos, ésteres presentes en V. officinalis, que presentan acción análoga a las benzodiacepinas y han demostrado producir efectos sedantes tanto en ratones como en humanos (94).

Familia principalmente tropical que posee 22 gé-neros y más de 930 especies. La familia en su con-junto tiene una distribución cosmopolita, pero casi todos sus géneros son tropicales en ecología y geo-grafía, además de limitarse a un continente o sistema de islas. Aun así existen varias excepciones entre las que se incluye el género Viola, el cual es amplio y di-verso e incluye especies distribuidas por las regiones templadas y los hábitats de montaña de las regiones tropicales del mundo (95).

Viola odorata (Violeta): Utilizada en la me-dicina tradicional debido a sus efectos sedantes y antiinflamatorios, con lo que resultaría útil para tra-tar el insomnio y la migraña (96). De hecho, Rezaie y Monadi en 2013 (97) concluyeron en su estudio que el extracto de V. odorata posee mejores efec-tos sedantes y pre-anestésicos que el diazepam. La melatonina, presente en esta especie, podría ser la molécula responsable de dichas propiedades farma-cológicas (96). Sin embargo, se ve necesaria la rea-lización de más estudios para conocer mejor tanto los componentes bioactivos como los mecanismos de acción.

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La familia Vitaceae recoge 14 géneros y unas 700 especies, principalmente lianoides (98). En la comuni-dad autónoma vasca se encuentran varios géneros, si bien algunos de ellos son solo ornamentales.

Vitis vinifera (Vid): Esta planta es una de las últimas incorporaciones, ya que hasta hace poco no se sabía que las uvas presentan ciertas concentra-ciones de melatonina (99). Nuestro grupo de inves-tigación demostró que la ingesta de un zumo de uva (variedad Tempranillo) incrementaba los niveles del metabolito de excreción urinario de la melatonina: la

6-sulfatoximelatonina (100). Actualmente no hay nin-guna publicación de que la ingesta de uvas o zumo de uva tenga repercusiones sobre el sueño, pero te-niendo en cuenta que la ingesta continuada de produc-tos ricos en neuromediadores que favorezcan el sueño ha sido probada (8, 10), recomendamos la ingesta de este fruto para mejorar la calidad del sueño.

Con la realización del presente estudio bibliográ-fico, se pone de manifiesto la presencia de 22 espe-

Tabla I. Relación de las plantas con efectos positivos sobre el sueño y los mecanismos implicados en su actuación

Especie Compuestos activos sobre el ritmo del sueñoCitrus aurantium limoneno, mirceno (monoterpenos)Crataegus monogyna apigenina (flavonas)Chrysanthemum parthenium derivados del alfa-pineno (monoterpenos)Humulus lupulus prenol (monoterpenos)

Hypericum perforatum hipericina, pseudohipericina, naftodiantronas, isoquercitrina, quercetina (quinonas y flavonoles)

Juglans regia juglona (naftoquinonas), aminas biógenas (hormonas y neurotransmisores)Juniperus communis mirceno, alfa-pineno (monoterpenos)Lavandula latifolia linalool, acetato de linalilo (monoterpenos)Marrubium vulgare marrubenol, marrubiina (diterpenos)Matricaria camomilla apigenina (flavonoides)Melisa officinalis ácidos rosmarínico, ursólico, oleanólicoMentha aquaticaPapaver rhoeas readina, reaginina, papaverina (alcaloides)Passiflora incarnata harmina (alcaloides), orientina, vitexina (flavonoides)Primula veris triterpenos, compuestos fenólicos, flavonoidesRosa canina extractos de la plantaSalix alba ácido acetil salicílico (salicilatos)Salix babylonica ácido acetil salicílico (salicilatos)Tilia cordata quercetina y kaenferol (flavonoles O-glicósidos)

Valeriana officinalis ácido valerínico (sequiterpenos), 6-metilapigenina, hesperidina (flavonoides), valepotriatos (ésteres)

Viola odorata melatonina (hormonas)Vitis vinifera melatonina (hormonas)

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cies vegetales en el País Vasco pertenecientes a 16 familias taxonómicas que presentan evidencias sobre su repercusión en el ritmo circadiano sueño/vigilia a través de diferentes mecanismos.

Esta investigación ha sido financiada por la Junta de Extremadura (Fondos FEDER: GR10003).

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99. Vitalini S, Gardana C, Zanzotto A, Simonetti P, Faoro F, Fico G, et al. The presence of melatonin in grapevine (Vitis vinifera L.) berry tissues. J Pineal Res. 2011; 51: 331-7.

100. González-Flores D, Gamero E, Garrido M, Ramírez R, Moreno D, Delgado J, et al. Urinary 6-sulfatoxymelatonin and total antioxidant capacity increase after the intake of a grape juice cv. Tempranillo stabilized with HHP. Food Func. 2012; 3, 34-9.

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 59-60I.S.S.N.: 1576-3080

Lourdes Aguilera1, 2, Iluminada Corvillo1, Ana Isabel Martín-Megías1, 3, Francisco Maraver1

1 Departamento de Medicina Física y Rehabilitación. Hidrología Médica, Facultad de Medicina, Universidad Complutense, Madrid, España

2 Centro de Salud Parque Coimbra, Móstoles-Madrid, España3 Servicio de Termalismo Social, IMSERSO, Madrid, España

Presentado: 10/10/2014 Aceptado: 12/11/2014

Palabras Clave: Cura balnearia, Balneoterapia, Crenoterapia, infancia, niño.

Balneotherapy in PediatricsKey words: Spa treatment, Balneotherapy, Crenotherapy, children, childhood.

Sr. Director:Hemos leído con interés la revisión sobre Me-

dicina naturista en pediatría de Saz-Peiró et al. (12) publicado en MEDICINA NATURISTA, y nos ha llamado la atención que entre las técnicas que cita, como emplea-das en pediatría por la Medicina Natural: hidroterapia, climatoterapia, helioterapia, ejercicio, masaje, acupun-tura, dieta, fitoterapia…, no se incluye la Balneotera-pia, lo que nos ha animado a hacerle los siguientes comentarios: las aguas mineromedicinales tienen una indicación primordial en pediatría (1), dándose los me-jores resultados en los trastornos de vías respiratorias altas (2), dermatología (7) y en la enuresis (5). Existen estaciones termales en países de nuestro entorno es-pecializados específicamente en la infancia (1-13), y en nuestro propio país destaca el balneario de Fuente Amargosa de Tolox, en la provincia de Málaga (Cor-villo et al) (3).

Entre los trabajos recientes sobre balneoterapia en pediatría destacan los relacionados con la patolo-gía respiratoria de vías altas y los trastornos dermato-lógicos, tan frecuentes en la infancia.

Salami et al. (11), en un ensayo controlado alea-torizado en 100 niños con infección respiratoria recu-

rrente del tracto respiratorio superior, con inhalaciones de aguas sulfuradas, frente a solución fisiológica, en-contró en el grupo tratado con agua termal una dis-minución de la Ig E sérica, títulos de Ig A mayores, mejoría de la valoración subjetiva de los síntomas y disminución de la frecuencia, duración, gravedad e impacto social de los episodios infecciosos.

Por otra parte, Costantino (4) estudió la sordera ri-nógena, por otitis crónica catarral, rinofaringitis crónica, adenoiditis crónica o recurrente junto a disfunción de la trompa de Eustaquio, objetivando una mejoría sig-nificativa en la impedanciometría, en un ensayo clínico con inhalaciones de agua sulfurada (aerosol+Politzer) en población pediátrica de 3-14 años.

Mirandola et al. (9), en un estudio de casos-control en 95 pacientes de 5-9 años con otitis media serosa tratados con insuflación Politzer con agua sulfurada, en ciclos de 12 días cada año, en dos grupos (de 3 y 5 años consecutivos), frente a grupo control empare-jados por la edad, encontraron un efecto significativo de la recuperación de la función auditiva, mediante audiometría estándar.

Un estudio prospectivo sobre niños con rinosi-nusitis crónica tratados con aguas sulfatadas cloru-

Correspondencia:Lourdes Aguilera López. Escuela Profesional de Hidrología Médica. Facultad de Medicina – UCM. 28040 Madrid. Correo electrónico: [email protected]

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, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 59-60

AGUILERA L, CORVILLO I, MARTÍN-MEGÍAS AI, MARAVER F. Carta al Director: Balneoterapia en pediatría

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rado sódicas, encontró una reducción significativa en la alfa TNF, calprotectina y beta-defensina humana 2 (hBD-2), con mejoría de la regulación de los media-dores inflamatorios de la mucosa nasal, disminución de la obstrucción y secreción nasal, y del dolor facial, mejorando el olfato y la calidad de vida (10).

Recientemente se ha publicado una revisión sis-temática y metanálisis sobre el tratamiento termal en las enfermedades del tracto respiratorio superior, con un total de 13 estudios clínicos prospectivos en 840 pacientes, con mejoría significativa en la evacuación mucociliar en los tratados con aguas combinadas o sulfuradas, frente a solución isotónica de cloruro só-dico. También es significativo el descenso de la Ig E, que junto a los escasos efectos adversos encontrados con estos tratamientos, concluyen que son recomen-dables como tratamiento no farmacológico adicional en estos procesos (7).

Por otra parte, las enfermedades dermatológicas en la infancia también se benefician de los tratamien-tos termales. Así, en un estudio observacional durante 8 años, con 14.328 tratamientos en pacientes con der-matitis atópica y psoriasis, durante tres semanas en el Balneario de Avène, se observó mejoría significativa en los test de SCORAD (dermatitis atópica) y PASI (psoriasis), que aumenta con la repetición de los tra-tamientos (8). También la calidad de vida de los pa-cientes pediátricos con dermatitis atópica y psoriasis mejoró significativamente cuando se trataron 3 sema-nas en el centro termal, unido a la repercusión positiva en la calidad de vida de sus padres, mejoría que se mantuvo a los 3 y 6 meses después del tratamiento termal (14).

Por todo lo anterior, aunque requiera despla-zamiento desde el domicilio habitual al centro ter-mal especializado con aguas minero-medicinales idóneas en pediatría, la Balneoterapia debe ser, a nuestro juicio, considerada por la Medicina Natural como uno de los tratamientos complementarios más eficaces.

1. Armand B, Armenier F, Auge M, Casedevant B, Da-rrouzet JM, Delaire PL et al. Mieux connaître le cures ther-males chez l’enfant. Paris: Expansion Scientifique Française, 1991: 126 pp.

2. Bellussi L, De Benedetto M, Giordano C, Mira E, Pa-ludetti G, Passáli D, Scaglione F. Il termalismo e le patologie delle vie aeree superiori. Acta Otorhinolaryngol Ital. 2006 Aug; 26 (4 Suppl 83): 5-54.

3. Corvillo I, Aguilera L, Palencia V, Maraver F. Trata-miento crenoterápico de la sinusitis en la infancia. Med Na-turista. 2006; 9: 472-477.

4. Costantino M. Sordità rinogena e terapia termale: Studio clinico-sperimentale. Clin Ter. 2008 Sep-Oct; 159 (5): 311-315.

5. Jeambrun J, Lacroix M, Graber-Duvernay B. Résultas à un an d’une cohort de 144 énurétiques âgés de 6 à 17 ans ayant suivi une cure thermale en maison d’enfants à Lons-Le-Saunier, Jura, en 2002. Press Therm climat. 2004; 141: 27-36.

6. Keller S, König V, Mösges R. Thermal water applica-tions in the treatment of upper respiratory tract diseases: a systematic review and meta-analysis. J Allergy (Cairo). 2014; 2014: 943824.

7. Matz H, Orion E, Wolf R. Balneotherapy in dermato-logy. Dermatol Ther. 2003; 16 (2): 132-40.

8. Merial-Kieny C, Mengual X, Guerrero D, Sibaud V. Clinical efficacy of Avène hydrotherapy measured in a large cohort of more than 10.000 atopic or psoriatic patients. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2011 Feb; 25 Suppl 1: 30-4.

9. Mirandola P, Gobbi G, Malinverno C, Carubbi C, Ferné FM, Artico M, Vitale M, Vaccarezza M. Impact of sulphurous water politzer inhalation on audiometric parameters in chil-dren with otitis media with effusion. Clin Exp Otorhinolaryn-gol. 2013 Mar; 6 (1): 7-11.

10. Passariello A, Di Costanzo M, Terrin G, Iannotti A, Buono P, Balestrieri U, Balestrieri G, Ascione E, Pedata M, Canani FB, Canani RB. Crenotherapy modulates the expres-sion of proinflammatory cytokines and immunoregulatory peptides in nasal secretions of children with chronic rhinosi-nusitis. Am J Rhinol Allergy. 2012 Jan-Feb; 26 (1): e15-9.

11. Salami A, Dellepiane M, Crippa B, Mora F, Guastini L, Jankowska B, Mora R. Sulphurous water inhalations in the prophylaxis of recurrent upper respiratory tract infections. Int J Pediatr Otorhinolaryngol. 2008 Nov; 72 (11): 1717-22.

12. Saz-Peiró P, Saz-Tejero S, Tejero-Láinez, MC. Me-dicina naturista en pediatría. Med Naturista. 2014; 8 (2): 41-50.

13. SNMTh (Syndicat national des médicins des sta-tions thermales, marines et climatiques de France). Guide des bonnes pratiques thermales. Press Therm Clim. 2004; 141: 101-143.

14. Taieb C, Sibaud V, Merial-Kieny C. Impact of Avène hydrotherapy on the quality of life of atopic and psoriatic pa-tients. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2011 Feb; 25 Suppl 1: 24-9.

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MEDICINA NATURISTA, 2015; Vol. 9 - N.º 1: 61-62I.S.S.N.: 1576-3080

EL AYUNO COMO FUENTE DE SALUD

Thierry de Lestrade. Milenio

Autor del film El ayuno, ¿una nueva terapia? (Cadena Arte, 2013), en la preparación de la película se encuentra con un método terapéutico excepcional que es ignorado por la medicina más convencional. Se pregunta la razón y trata de responderla en este libro, en el cual establece por qué el ayuno es una terapéutica efectiva y evidente, pero muy poco promocionada e incluso vilipendiada desde la medicina más oficial.Recoge una buena bibliografía, completa el citado documental y es una obra que agrade-cerán especialmente quienes lo hayan visto.

MEJORE SU DIGESTIÓN

Saz Peiró, Pablo. RBA Libros, 2014

Si revisamos los medicamentos que lideran, veremos —con o sin asombro— que entre los que figuran en primera línea se encuentran los protectores gástricos. Ello no se debe esencialmente a que los españoles comamos mal o tengamos problemas digestivos primarios, sino, sobre todo, a la necesidad que presentan muchos pacientes de proteger su aparato digestivo de las acciones secundarias de otros medicamentos. En este con-texto estaría muy bien que, junto a la prescripción de un protector gástrico, al paciente se le ofreciera una buena educación sanitaria sobre cómo cuidar y proteger dicho aparato. Y eso es lo que quiere aportar este libro: los cuidados del digestivo como base de una buena salud.

LA SOCIEDAD DE CASTAS

Agustín Pániker

India es conocida por haber desarrollado un sistema de estratificación social único en el mundo: la sociedad de castas. En ella encontramos, a la vez, un prodigioso respeto por la diferencia (como muestran sus castas y subcastas), así como el resiliente poder de la jerarquía (sea esta ritual o política). Pániker nos explica el complejo universo que acom-paña a la casta: sus oscuros orígenes; su engranaje en la religión; el ritual y la ideología brahmánica; sus vínculos con el poder político y económico; las grandes transformaciones sociales a lo largo de los siglos; la existencia de la “casta” entre grupos no-hindúes (incluso en el pueblo gitano); la creciente etnicización y politización de la casta (con políticas de discriminación positiva por razón de casta, partidos políticos ligados a castas…). Todo esto, sin dejar de abordar las cuestiones más agrias del tema; es decir, el vínculo de la casta con la patriarquía y la práctica de la intocabilidad. Una casta es un segmento de la sociedad india que suele caracterizarse por una marcada tendencia a la endogamia, una cierta asociación a una ocupación tradicional y una serie de rasgos culturales asociados (de culto, dieta, vestimenta, leyendas de origen, festivales, instituciones de casta, etcétera), que hacen de la casta cada vez algo más parecido a un grupo étnico. Las castas no

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son ilegales, lo que es ilegal es la práctica de la intocabilidad; la casta se hereda; a la clase se accede. Las castas poderosas han creado imperios (hoy partidos políticos) o se han emancipado de la autoridad de reyes y sultanes, y hasta han incitado a la revolución y la transformación social. En el lado positivo destaca el respeto por la diferencia. Gracias a la casta, la India es posiblemente la sociedad más multicultural del planeta. Sin embargo, en amplias zonas de la India las mujeres sufren una silenciosa pero muy tangi-ble opresión de patriarquía (sea la indobrahmánica o la capitalista). El problema es que las instituciones del Estado (políticos, jueces, policía) son, en la mayoría de casos, parte de la misma patriarquía que genera la violencia de género.

MIS RECETAS ANTICÁNCER

Odile Fernández. Urano

Yo albergaba la creencia de que la parte fuerte de la terapia alimentaria que aportase Odile —desde su experiencia personal y desde la literatura científica que maneja— estaría basada en una dieta preferentemente vegana, con algunas excepciones de queso de cabra y huevos y procurando no calentar ningún tipo de grasa ni animal ni vegetal. Este libro me ha sorprendido por un lado agradablemente, pues aporta recetas veganas muy buenas, y por otro lado no tanto al encontrar recetas con aceites calentados, grasas animales, pescados y carnes, que yo no recomendaría al enfermo de cáncer.

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ActividadesReunión de la Asociación Española

de Médicos Naturistas23 y 24 de octubre de 2015 en Córdoba. Secretaría Técnica.

Tel. +34 607 182 171 – http://www.medicosnaturistas.es/

IV Congreso Iberoamericano de Peloides (IV CIBAP BOÍ2015)

Balneari Caldes de Boi, en Caldas de Bohí, Lleida, España,

Curso Introducción al Ayuno Terapéutico30 y 31 de mayo 2015. Información e inscripciones:

http://www.medicinanaturista.org/. E mail: [email protected]

Dr. Juan José Gálvez Galvewww.saludnaturalypsicologia.com

Pº Echegaray y Caballero, 80, 4º I [email protected] ZARAGOZA Teléfono 639 880 485

Salud&

Psicología

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http://www.medicinanaturista.orgI.S.S.N.: 1576-3080

Indizada en las bases de datos: AMED (Allied and Complementary Medicine Database),

SJR: Scimago Journal Rank; 0,101

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1. Medicina Naturista es una publicación orientada como elemento de formación, información y expresión libre del colectivo de médicos na-turistas y demás personas interesadas en el naturismo como norma higiénica de vida.

2. Es objetivo de esta revista el reflejar el carácter multidisciplinario que exige el ejercicio de la Medicina Naturista, por tanto se aceptarán trabajos dirigidos a todas las áreas de desarrollo que la Medicina Naturista Clásica contempla: hidroterapia; balneoterapia; climatote-rapia; helioterapia; termo y crioterapia; terapia del movimiento; fisiote-rapia; masaje; medicina manual; electroterapia; nutrición; dietética y ayuno; fitoterapia; terapia del orden; psicoterapias corporales; historia de la Medicina Naturista; medicina humoral; metodología en investi-gación clínica; control de calidad (“sistemas de evaluación”); clínicas de Medicina Naturista y Medicina del Medioambiente, distinguiéndose entre los trabajos presentados las siguientes categorías:a. Originales: Trabajos realizados sobre cualquier campo de los re-

lacionados anteriormente, preferentemente de carácter prospec-tivo, de investigación clínica o social, contribuciones originales o de actualización.

b. Casos clínicos: Presentación de uno o más casos clínicos que por sus características particulares supongan una aportación al proceso analizado.

c. Cartas al director: Objeciones o comentarios a artículos previa-mente publicados en Medicina Naturista y observaciones que por sus características no requieran o merezcan su desarrollo en cual-quiera de los dos tipos anteriores.

PRESENTACIÓN DE TRABAJOS 1. Las normas de la Revista Medicina Naturista siguen los requisitos

uniformes para manuscritos enviados a revistas biomédicas (http://www.fisterra.com/recursos web/mbe/vancouver.asp).

2. Los trabajos irán acompañados de una carta de presentación en la que se hará constar que no han sido publicados con anterioridad ni enviados simultáneamente a otro medio de difusión. En caso de utili-zar material ya publicado es necesario adjuntar las correspondientes autorizaciones, siendo responsabilidad de los autores las consecuen-cias que de esta omisión pudieran derivarse.

3. Se entregarán impresos a doble espacio, en hojas de formato DIN-A4, numeradas correlativamente, y en soporte informático PC, en formato Word.

4. En primera página figurará el título del trabajo, nombre y apellidos del autor o autores, su titulación o cargo más destacado. Dirección completa del primer autor, teléfono y, si es posible, dirección de correo electrónico.

5. En la segunda hoja figurará un resumen, con un máximo de cien palabras, describiendo los objetivos, metodología, resultados y con-clusiones del manuscrito. En esta misma hoja se incluirán de tres a cinco palabras clave que faciliten la identificación del trabajo y el título del mismo, todo ello en inglés y en castellano.

6. En las siguientes hojas, numeradas, seguirá el texto. 7. Los trabajos pueden ir acompañados de esquemas, cuadros sinópti-

cos, dibujos y fotografías seleccionados y de calidad óptima para su reproducción, ordenados en figuras y tablas, que serán numeradas correlativamente (en numeración romana las tablas y arábiga las figu-ras), haciéndose referencia en el texto a ellas. Los títulos de las tablas encabezarán las mismas y las leyendas o “pies” de cada una de las figuras serán mecanografiados en hoja aparte, siguiendo el orden de numeración correspondiente.

8. La bibliografía irá en hojas independientes, al final y ordenada según las Normas Internacionales de Vancouver, y deberá comprender solo los autores citados en el texto.

autores, o de forma correlativa a su aparición en el texto.

se designarán con la expresión “en prensa”.

“et al”.Para artículos de revista: Autor(es) –apellidos e iniciales del nom-bre–. Título del artículo. Nombre de la revista. Año; volumen: páginas inicial y final (de manera opcional, si una revista lleva una pagina-ción continua durante todo un volumen, pueden omitirse el mes y el número de la revista).Para libro completo: Autor (apellidos e iniciales del nombre). Título del libro. Ciudad de editorial. Editorial. Año.Capítulo de libro: Autor(es) del capítulo (apellidos e iniciales del nom-bre). Título del capítulo. En: Autores del libro. Título del libro. Ciudad de editorial. Editorial. Año. p. (páginas inicial y final).

Para más información puede consultarse la dirección Web de la Na-tional Library of Medicine: http:// www.nlm.nih.gov.

9. Los originales tendrán una extensión máxima de 12 folios y se ad-mitirán hasta 6 tablas y figuras. La extensión de los casos clínicos no superará los 5 folios, pudiendo incluir como máximo 2 tablas y 2 figuras. Las Cartas al Director no sobrepasarán los dos folios.

10. Los trabajos se remitirán vía correo postal o correo electrónico a:REVISTA MEDICINA NATURISTAMedicina PreventivaFacultad de Medicina – Aulario BDomingo Miral, s/n – 50009 [email protected]

11. Las investigaciones financiadas con intereses comerciales se publi-carán en la revista como publicidad. A los autores se les solicita ma-nifestar si su trabajo ha sido financiado con interés comercial.

12. Cuando se presenten estudios realizados en seres humanos debe indicarse si los métodos seguidos han cumplido las normas éticas del comité (institucional o regional) encargado de supervisar los ensayos en humanos y la declaración de Helsinki de 1975, en la versión del año 2004 (http://www.wma.net/s/policy/ b3.htm).

13. En los artículos de investigación con pacientes el autor hará referen-cia a la obtención del consentimiento informado de los pacientes que permita la publicación de sus datos.

14. Los autores deben describir cualquier relación financiera que tengan y que pudiera dar lugar a un conflicto de intereses en relación con el artículo publicado.

15. La publicación de los trabajos remitidos estará sujeta a su aceptación por el Comité de Redacción de MEDICINA NATURISTA.

16. La revista no se responsabiliza de las opiniones y criterios emitidos por los autores, reservándose la propiedad de los trabajos que en ella se publiquen, no pudiéndose reproducir en su parte literaria o iconográfica sin permiso de la misma.

17. La revista, en relación a la protección de datos, declara cumplir con lo dispuesto en la ley orgánica 15/1999 del 13 de diciembre de pro-tección de datos de carácter personal.

18. La revista cuenta con un comité de expertos encargados de revi-sar cada uno de los artículos en una revisión por pares antes de su publicación. También hay un comité de expertos en metodología y estadística encargados de la revisión de los mismos.

19. El incumplimiento de estas normas podrá ser motivo de devolución del trabajo a los autores para su corrección, antes de entrar en considera-ciones sobre su posi- ble publicación. La Revista Medicina Naturista se reserva el derecho de realizar cambios o modificaciones en los textos recibidos sin alterar el contenido científico, limitándose al estilo literario.

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