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¿Cómo implementar la enseñanza del quechua dentro del PER – Apurímac?1
Tomás Osores
En los últimos años, los Proyectos Regionales de Educación (PER) han sido uno de
los logros más importantes que se han podido elaborar dentro del proceso de
descentralización. En la Región Apurímac este toma un carácter bastante especial por
incorporar la oficialización de la enseñanza de quechua en todas las instituciones
educativas. Intentaremos dar algunas pautas para sugerir una consolidación efectiva
de este componente de la política, para el sector urbano.
1 Based in an assignment made for the course Public Policies and Development, given by Silvana Vargas, Sociology Department graduate optional course for undegraduates, Pontiphical Catholic University of Peru, First Semester march - june 2011. I used the evidence I got during fieldwork to get to know both in the debate generated during this planification process and around the
Apurímac es la región con la mayor
proporción de quechuahablantes de todo
el país2. Como en otras regiones, el uso
del quechua ha venido decayendo, sobre
todo en las ciudades. En las últimas
décadas hubo una creciente influencia a
favor de la identidad quechua apurimeña
y el uso del idioma quechua,
principalmente desde parte del
magisterio.
El proceso de generación del PER fue
llevado a cabo -con limitaciones, a decir
de algunos actores- intentando ser
descentralizado y participativo. Por otra
parte, los informantes reconocieron una
falta de voluntad política por parte del
nuevo gobierno regional por
implementarlo, así como un enfoque
fiscalizador en lugar realizar una labor de
soporte y capacitación para los docentes.
Respecto a la enseñanza del quechua,
esta aún no cuenta con un currículo
oficial, por lo que no hay en la práctica
una forma de implementar la norma,
además de las iniciativas autónomas y
diversas que pocos docentes de primaria
utilizan enseñar quechua.
Por otra parte, concursos sobre buenas
prácticas docentes, a cargo de la
Dirección de Mejora Continua, son un
espacio que permite la visibilización y
socialización de intentos del uso del
quechua, incluso en ámbitos urbanos, a
pesar de una serie de fuerzas en los
diferentes sectores de la sociedad 2 Más del 70%, INEI 2007.
apurimeña que juegan en contra de esta
iniciativa.
A partir del trabajo de campo realizado en
julio de 2011, que incluyó la entrevista
con funcionarios de la DRE Apurímac,
docentes y estudiantes de los niveles
primario, secundario y superior, así como
ciudadanos de a pie, identificamos los
siguientes problemas3, además de la
supuesta falta de voluntad política:
Existe un fuerte prejuicio ante el
quechua y lo que socialmente se ha
construido alrededor de lo que
representa. Hablar quechua no solo
limita posibilidades sino que es fuente
de estigma, de maltrato o indiferencia
por parte de los castellanohablantes.
Hablar quechua equivale a ser
campesino, rural, indígena, casi
esclavo y por ello inferior. No suele
haber en la escuela un trato igualitario
entre estudiantes que provienen de
los distritos y saben quechua y los de
la ciudad, que en ocasiones solo
saben castellano.
La tendencia a favor del quechua en
las ciudades habría estado reforzada
por 1) el crecimiento de la demanda
de aprender danzas folclóricas, 2) la
necesidad cubierta por las nuevas
universidades en Apurímac de
preparar profesionales que dominen
3 Estas conclusiones estarían relacionadas a la realidad de Abancay, pero en tanto es la capital podría decirse que los problemas identificados pueden estar siendo replicados en otras provincias, con diferentes intensidades.
el idioma en tanto ha de trabajar con
poblaciones quechuahablantes y 3)
una coyuntura política favorable y un
aumento de promotores en la
ciudanía.
Posturas a favor dicen que el idioma
quechua representa la identidad
apurimeña, el pasado de la actual
sociedad, y que por su dulzura y por
orgullo local debe ser aprendido.
“La adolescencia es una
etapa crítica en la que el
estigma y la burla conllevan
a la paralización de un
mayor desarrollo de la
lengua por parte de los
estudiantes.”
Dentro de la trayectoria educativa de
un estudiante, este suele, al parecer,
reconocer sin culpa su conocimiento
de quechua en la primaria,
avergonzarse terriblemente en
secundaria y volver a reconciliarse
con su conocimiento del quechua y
demandar su aprendizaje en el nivel
superior. La adolescencia es una
etapa crítica en la que el estigma y la
burla conllevan a la paralización de un
mayor desarrollo de la lengua por
parte de los estudiantes.
Los modelos de prestigio social, más
relacionados a lo hispano y más aún
a lo occidental moderno (bajo
referentes de consumo cultural en
vestimenta música, actitudes y
lenguaje) son la principal fuerza en
contra, a nuestro criterio. En tanto se
posiciona un ideal de consumo y de
persona que es todo lo opuesto al
campesino quechuahablante, no es
posible que para quienes más cerca
están de ese ideal sea posible
aceptar el aprender quechua, que los
rebajaría.
Desde el lado docente, se reconocen
como los dos principales obstáculos
la inexistencia de una variante
estándar ni de un currículo que norme
la manera, los contenidos y los
criterios de evaluación de la
enseñanza de la lengua, tanto como
lengua materna como bajo la forma
de segunda lengua.
Luego de lo expuesto y lo recibido del
trabajo de campo y reflexiones de
distintos actores, se sugiere tomar en
cuenta los siguientes puntos:
1. En el plazo inmediato, incentivar el
uso generalizado oral, y sobre este
promover la escritura y lectura. Así
mismo, realizar en el corto plazo una
consulta de amplia base para decidir
las variantes oficiales (entre la chanka
y cuzqueña) a implementar por
provincia si es que no hay consenso
alrededor de una única variante
regional.
2. Realizar una sensibilización sobre la
importancia y particularidades de la
lengua quechua en diferentes
sectores de la sociedad urbana y
sobre la nocividad que las prácticas
discriminatorias generan para la
integración social de Apurímac. Por
ejemplo: mediante una campaña en la
que personajes admirados y
prestigiosos para la población usen el
idioma quechua.
3. Generar la necesidad de aprender
quechua en la población. Por ejemplo,
mediante la señalización en quechua
de calles, anuncios y discursos
oficiales, e incentivando la presencia
del quechua en los medios de
comunicación.
4. Ofrecer en los centros educativos
talleres clases y conversación de
quechua gratuitos y voluntarios para
la ciudadanía, con el fin de reforzar el
quechua en los bilingües que están
perdiendo el idioma por falta de uso.
5. En el sector educativo, empezar en el
corto plazo con talleres voluntarios
para la primera e ir ampliando la
cobertura conforme se cuente con
docentes capacitados por otros
docentes en la enseñanza del
quechua, hasta que se logre una
enseñanza trilingüe en el nivel
primario en quechua, castellano e
inglés.
6. En nivel secundario, implementar el
quechua como curso obligatorio, para
evitar reforzar las brechas en caso
sea voluntario, previendo contar con
personal docente especializado.