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ALlMENTACION INTRODUCCION En los úllimos mios , lns investigaciones referentes a la nutrición de la coneja some- tida a ncLividad reproductiva han sido poco numerosa s y han hecho referencia prevalentementea la nutrición energética y proteica, así como al papel de la fibra y de las grasas. Sin embargo, a pesar de la escasez de infom1i.lCiones cien líticus, durante este pe- riodo las técnicas de alimentación y la composici ón de las dietas pam ¡HS conejas reproductoras han cambiado notablemen- te . I-I emos asistido al abandono casi gene - ral de las dictas única s, adaptadas tanto para las conejas como para l os gazapos en engorde, siendo sustituidas por piensos «de lactación », más ricos en energía y proteína, utilizados en toda s la s fa ses de la actividad reproducti va . s recientemente, las posi- bilidades de elección por parte de l cunicul- tor han aumentado, pudiendo encontrarse en el mercado productos diferenciados para las diversas categorías: picnsos especificos para gazapos en crecimiento, para conejas gestantes, para conejas sometidas a ritmos reproductivos más o menos intensos. De hecho, aunque la s fa ses reproductivas de las conejas se sobreponen y suceden muy rápidamente, el metabolismo energético, proteico y la utilización de la s reservas corporales para la síntesis de la leche y de los productos de la concepción camb i an sensiblemente en función del cstndo fisio- lógico y dcl ritmo reproductivo adoptado, lo que conduce ti estrategias alimentari as diversas. Dlrecelól/ d el all for: Diparfimel/to di Sciel/:e Zootec lI; che - Universifa di Padova. Agripolis - 35020 Leguaro (padova) -Italia. Diciembre 19961 Cunicultura Nutrición de la coneja durante la lactación: papel de la grasa y del almidón : Gerolamo Xiccato (*) Jorn adas Profesionales de Cunicultura. "Especial Reproducción". • Sitges, 27·29 noviembre 1996 Los problcmas diges ti vos tan frecuentes en los gaz<lpos al destete han obligado, en ocasiones n los cunicultores a adoptar pla- nes alimentarios que privilegian el estado de salud de los pequeños, en detrimento de la condición nutricional de la madre. El pi enso «de lactación» se suminis tra fre- cuentemente sólo durante los primeros 15- 20 días de lactación y es sustituido, hasta el siguicnte parto, por un alimento «de deste- t e)}, caracterizndo por un bajo o moderado nivel protcico y energético, junto con un mayor nivel de fibra. Esta alimentación adecuad.::! para prevenir los problemas di- ges ti vos de los gnzapos) no puede prevenir) probablemente, que puedan llegar a mani- festarsedéficits energéticos y materiales en las conejas. QUE IN FLUENCIAN EL BALANCE ENERGETICO La coneja reproductora presenta necesida- des cnergéticas cspecílicas para las di ver- sas funciones metabólicas y fi siológicas. De hecho necesita energ ía para el manteni- miento de las funciones vi tales, para finali- zar su desarrollo corporal, para la produc- ción de leche y para el desarrollo de los fetos. Cuando la suma de l as diversas nece- sidades cnergéticas es cubierta por una adecuada ingestión de energía alimentaria, la coneja se encuentra en equilibrio o, in- cluso, con un sobreaporteenergé ti co. Cuan- do la ingesti ón deene rgia es insuficiente, el balance energético es nega ti va (dé fi cit ener- gético) y, en este caso, la coneja utiliza sus propias reservas energéticas corporales para hacer frente a los requerimientos de la la c- tac ión y de la gestación. En estas condicio- nes, que se producen muy fre cuentemente, la posibilidad de garantizar una adecuada producción láctea y un correcto desarrollo de los felos depende de su estado nutricio- nal, o sea, de la calidad de sus reservas corporales. Estas reservas son, parti- culan nen te de grasa y de proteína corporal, y deben ser reconstituídas lo más pronto posible para gnranti za. r los siguientes suce- sos reproductivos. En condiciones de bienestar ambiental y sa nita ri o, los factores que mayormente influencian el balance energético y la distri- bución de la energía alimentaria en la cone- ja en reproducción son: el estado fi siológ i- co, la capacidad de ingestión y el ritmo reproductivo. Efecto de l estado fis iológico Primera gestación Parigi Bini y col. (1 990a, 1991), observa - ron que la coneja, en el curso de su primera gestación, sc encuentrn sometida a fuertes variaciones en su composición corporal, en la deposición de tejidos y en la retención energética. En el primer periodo de gesta- ción (O a 21 días), se observa un aumentoen el peso vivo neto (peso vivo neto del conte- nido del tubo digestivo) parecido tanto en las hembras gestantes como en la s no ges- tantes (tabla 1). La composición de dicho incremento es similar, caracteri zándose por un aumento en la deposición de proteína y grasa corporal. En el último periodo de la gestación (2 1 a 30 dia s), el peso corporal neto se ve sometido a una disminución como consecuencia de la pérdida de proteí- na, grasa y. por ende, de energía que es transferida a los fetos cn rápido crecimien- t o. En el mismo periodo, la coneja no gestante continúa numentando de peso y a retener energía en su cuerpo, sobretodo en fonna de grasa.

Nutrición de la coneja durante la lactación: papel de la ... · siendo todavía mós acusado en la coneja lactante y gestante simultáneamente, con pérdidas energéticos que suponen

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ALlMENTACION

~ INTRODUCCION

En los úllimos mios, lns investigaciones referentes a la nutrición de la coneja some­tida a ncLividad reproductiva han sido poco numerosa s y han hecho referencia prevalentementea la nutrición energética y proteica, así como al papel de la fibra y de las grasas. Sin embargo, a pesar de la escasez de infom1i.lCiones cienlíticus, durante este pe­riodo las técnicas de alimentación y la composición de las dietas pam ¡HS conejas

reproductoras han cambiado notablemen­te. I-Iemos asistido al abandono casi gene­ral de las dictas únicas, adaptadas tanto para las conejas como para los gazapos en engorde, siendo sustituidas por piensos «de lactación», más ricos en energía y proteína, utilizados en todas las fa ses de la actividad reproductiva . Más recientemente, las posi­bilidades de elección por parte del cunicul­tor han aumentado, pudiendo encontrarse en el mercado productos d iferenciados para las diversas categorías : picnsos especificos para gazapos en crecimiento, para conejas gestantes, para conejas sometidas a ritmos reproductivos más o menos in tensos. De hecho, aunque las fa ses reproduct ivas de las conejas se sobreponen y suceden muy rápidamente, el metabolismo energético, proteico y la utilización de las reservas corporales para la síntesis de la leche y de los productos de la concepción cambian sensiblemente en función del cstndo fisio­lógico y dcl ritmo reproductivo adoptado, lo que conduce ti estrategias alimentarias d iversas.

~) Dlrecelól/ del all for: Diparfimel/to di Sciel/:e ZooteclI;che - Universifa di Padova. Agripolis - 35020 Leguaro (padova) -Italia.

Diciembre 19961 Cunicultura

Nutrición de la coneja durante la lactación: papel de la grasa y del almidón

: Gerolamo Xiccato (*) • Jornadas Profesionales de Cunicultura. "Especial Reproducción". • • Sitges, 27·29 noviembre 1996

Los problcmas digestivos tan frecuentes en los gaz<lpos al destete han obligado, en ocasiones n los cunicultores a adoptar pla­nes alimentarios que privilegian el estado de sa lud de los pequeños, en detrimento de la condición nutricional de la madre. El pienso «de lactación» se suministra fre­cuentemente sólo durante los primeros 15-20 días de lactación y es sustituido, hasta el siguicnte parto, por un alimento «de deste­te)}, caracterizndo por un bajo o moderado nivel protcico y energético, junto con un mayor nivel de fibra . Es ta alimentación

adecuad.::! para prevenir los problemas di­ges ti vos de los gnzapos) no puede prevenir)

probablemente, que puedan llegar a mani­festarsedéficits energéticos y materiales en las conejas.

~FACTORES QUE INFLUENCIAN EL BALANCE ENERGETICO

La coneja reproductora presenta necesida­des cnergéticas cspecílicas para las diver­sas func iones metaból icas y fi siológicas. De hecho necesita energía para el manteni­miento de las funciones vi tales, para finali ­zar su desarrollo corporal, para la produc­ción de leche y para el desarrollo de los fetos. Cuando la suma de las diversas nece­sidades cnergéticas es cubierta por una adecuada ingestión de energía alimentaria, la coneja se encuentra en equilibrio o, in­cluso, con un sobreaporteenergético. Cuan­do la ingestión deenergia es insuficiente, el balance energético es nega ti va (déficit ener­gético) y, en este caso, la coneja utiliza sus propias reservas energéticas corporales para hacer frente a los requerimientos de la lac­tación y de la gestación. En estas condicio­nes, que se producen muy frecuentemente, la posibilidad de garant izar una adecuada

producción láctea y un correcto desarrollo de los felos depende de su estado nutricio­nal , o sea, de la calidad de sus reservas corporales. Estas reservas son, parti­culannente de grasa y de proteína corporal, y deben ser reconstituídas lo más pronto posible para gnrantiza.r los siguientes suce­sos reproductivos. En condiciones de bienestar ambiental y sa nitario, los factores que mayormente influencian el balance energético y la distri­bución de la energía alimentaria en la cone­ja en reproducción son: el estado fi siológi­co, la capacidad de ingestión y el ritmo reproductivo.

Efecto del estado fis iológico

Primera gestación

Parigi Bini y col. (1 990a, 1991), observa­ron que la coneja, en el curso de su primera gestación, sc encuentrn sometida a fuertes variaciones en su composición corporal, en la deposición de tejidos y en la retención energét ica. En el primer periodo de gesta­ción (O a 2 1 días), se observa un aumentoen el peso vivo neto (peso vivo neto del conte­nido del tubo digestivo) parecido tanto en las hembras gestantes como en las no ges­tantes (tabla 1). La composición de dicho incremento es similar, caracterizándose por un aumento en la deposición de proteína y grasa corporal. En el último periodo de la gestación (2 1 a 30 dias), el peso corporal neto se ve sometido a una disminución como consecuencia de la pérdida de proteí­na, grasa y. por ende, de energía que es transferida a los fetos cn rápido crecimien­to. En el mismo periodo, la coneja no gestante continúa numentando de peso y a retener energía en su cuerpo, sobretodo en fonna de grasa.

~ Tabla 1. Efecto de la gestación sobre la composición del incre­mento de peso vivo neto y la retención energética en hembras du­rante la primera lactación (Parigi Bini y col. , 1990a).

Estado fisiológico Vacia Gestante

Cuerpo materno Cuerpo materno Ulero grávido

Periodo, dlas 0·21

Crecimiento: Peso vivo, 9 167 Agua. 9 60 Proteína. 9 15 lípídos. 9 71 Minerales. 9 21 Energla retenida. MJ 2.89

Estos resultados han sido confirmados por una investigación llevada a cabo en la Uni­versidad de Kaposvar, en la cual la varia­ción en la composición corporal de la conc­ja en la primera gestación o vacía ha sido medida medianteTomograt1a Computeriza­da (Te) (Mili tis y col. , 1996). En dicha investigación, el balance global de los teji­dos corpora les ha evidenciado una pérdida neta de grasa durante toda la gestación, con una distribución por igual para los diferen­tes depósitos corporales (grasa ¡ntraesca­pular, perineal y pélvica). En definitiva, durante la primera gestación se produce una transferencia de energía desde el cuerpo de la hembra al de los fetos, verificándose un déficit energético concen­trado en los últimos 10 días de la gestación. Además. en esta fase de la gestación con unas crecientes necesidades energéticas, la capacidad de ingestión de alimento de la coneja se reduce sensiblemente debido al fuerte desequilibrio honnonal, metabólico y al aumento de las estructuras fetales a costa del volumen del tubo digestivo.

21·30 0-21 21-30 0·21 21-30

133 180 -90 193 454 11 56 -51 164 356 16 44 -19 18 54

109 65 -13 9 24 -3 15 -7 2 11

4,83 3,36 -0,95 0.74 2.12

Los resultados experimentales hasta ahora disponibles todavía no han conseguido de­finir con seguridad el plano alimentario óptimo para las jóvenes hembras destina­das a la reproducción, aunque procuran algunas indicaciones sobre el plano opera­tivo que veremos más adelante.

Gestación y lactación coillcidelltes

Durante la primera lactación, el cuerpo de la hembra se ve sometido a una fuerte reducción cn sus reservas de energía a consecuencia de la movilización de los depósitos adiposos, mientras que el nivel de proteína corporal pemlanece casi inva­riable (parigi Bini y col. , 1 990b, 1991, 1992; Xiccato y col., 1992, 1995). Contra-

t20

tOO

80

% 60

40

20

o PV neto Agu. ProteUlI

Diciembre 1996/ Cunlculrura

riamentc a lo que sucede en otras especies, dicha pérdida energética es constante du· rante toda la gestación (parígi Bini y col., I 990b) y no se observa ninguna recupera­ción en la fase final de la misma debido a la intensa producción de leche y al elevado valor energético de la leche de coneja (8-8,5 MJlKg), no suficientemente compensada por una adecuada capncidad de ingestión de alimentos. En lns hembnts cubicl'tns pos t pnrto Y. por tunto, gcstnntcs y lnctanles u 1 mismo tiem­po, se produce uno rápida reducción en la producción láctea u partir del día 20 de lactación (Lebas, 1972; Maertens y De Groote, 1988; Parigi Bini y col., 1992; Xiccatoycol. , 1995). Lasnecesidadesener­géticas pennancccn elevadas debido al rá­pido desarrollo de los fetos y de sus es­tructuras. La presencia simultánea de una gestación agrava el déficit corporal, con una reducción posterior del contenido lipí­dico y energético. La superposición de ges­tación y lactación impide la recuperación de la condición corpora l nonnal (Fortun y coL, 1993) y aumenta también las necesi­dades proteicas, a consecuencia de las ele­vadas demandas de proteína por parte de los fetos y al rápido tumover de las proteí­nas fek11es (parigi Bini ycol., I 992;Xiccato y col., 1992, 1995). En definitiva , durante la lactación, el ba­lance de los I ípidos y de la energía resull1l siempre negativo en la coneja lactante, siendo todavía mós acusado en la coneja lactante y gestante simultáneamente, con pérdidas energéticos que suponen el 25-

l,ipido. Mineule. Ena-g ia

Las exigencias energéticas necesarias para el crecimiento de la joven hembra que aún debe completar su desarrollo corporal y las elevadas necesidades energéticas de la ges­tación pueden inducir a alimentar genero­samente a la coneja. Así . el suministro ad libi/lIl1l de un alimento durante toda la gestación como complemento de una rica alimentación durante los meses preceden­tes, puede provocar la llegada al parto de una coneja excesivamente engrasada. con manifestaciones negativas sobre la vitali ­dad de los nacidos y sobre la fertilidad y la prolifícidad de la siguiente cubrición. Fig. J. Efecro de la loe/ación sobre la composición del clIerpo lleta de cOllejas al primer parlO

(parigi Bini)' col .. /990b) .

30r----------------------------------------------,

20

10

~o O O

-,o

-20

-30

-40 • Lnctanlcs e LaclRnlcs y geS!flntes

-SO~--------------------------------------------------~ Prolelnn o Lipidos Minerales Energía

Fig. 2. Balance malerial y ellergélico de las cOllejas alfinal de la primera lactación (Forig; Bin; yXicalo, 1993).

30% del contenido energético inicial c, incluso a veces, superiores. Además, la coneja que simultáneamente se encuentra gestante muestra también pérdidas signifi­cativas de proteinas y minerales (Figura 2). El déficit nutricional producido por la lac­tación es también responsable de la dismi­nución en lo eficiencia reproductiva de la conejo simultáneamente gestante, con re­ducción del crecirnientoy de la vitalidad de sus fetos (parigi Bini y col., 1992; Fortuny col., 1993; Fortun y Lebas, 1994). Como puede verse en la tabla 2 que resume los resultados de diversas experiencias hechas

por nosotros, las camadas del segundoyson, en general, menos numerosas (-10%) y, sobretodo, es menor el número de nacidos vivos (-22%). Por otro lado, la composi­ción corporal de los gazapos, con un menor contenido lipídico y energético, no resulta favorabie para su supervivencia durante los primeros días posteriores a su nacimiento. El anólisis factorial de los datos experimen­ta les obtenidos en nuestro Departamento ha conseguido la individualización de las necesidades energéticas)' proteicas para diversas funciones reproductivas, produc­tivas )' de mantenimiento (parigi Bini y

~ Tabla 2_ Efecto simultáneo de la lactación y la gestación sobre los resultados reproductivos al segundo parto_ Resultados medios 1991-1 993 ('j_

Parto "

2' Variación

Parámetro -------Nacidos totales 9,3 8,5 (-10%)

Nacidos vivos 7,9 6,2 (-22%)

Peso individual, 9 54,6 57,5 (+5%)

Peso individual nacidos vivos, 9 56,6 62,5 (+10%)

Composición quimica de los gazapos (vivos + muertos):

Agua, % 79 ,1 80,5

Proteína, % 12,8 12 ,5 lIpidos, % 5,8 4 ,8 Minerales, % 2,3 2 ,2 Energla, MJ/Kg 5,06 4,64

(0) Parigi Bini y Xiccalo. 1993.

Diciembre 19961 Cunicultura

Xiccato, 1993; Xiccato, 1996). En este sentido, las necesidades energéticas, como ocurre con el va lor nutritivo de los alimen­tos para conejos, se expresan normalmente en términos de energía digestible (ED). La unidad de medida de la energía utilizada en la práctica de campo es la caloría (cal), siendo sus múltiplos la Kcal y la Mcal. En las publicaciones científicas se prefiere usar la unidad de medida aconsejada por el Sistema Tntemacional, es decir, el Joule (J), siendo sus múltiplos el K.1 y el MJ. Ambas unidades son fácilmente convertibles (1 cal = 4,184 .1 ; 1.1 = 0,239 cal) . Conociendo las diferentes necesidades ener­géticas y la posibilidad de estimar la cuota de energía que va destinada al manteni­miento, a la producción de leche y al creci­miento fetal, se puede va lorar el déficit energético)' la variación de la composición corporal (fabla 3).

Cllpacillad de ingestión de alimento y energética

En el balance energético y material de la coneja lactante, la capacidad de ingestión energética constituye, generalmente, el fac­tor limitante en cuanto a que cada suceso que contribuye a aumentar el apetito tiende también a determinar un incremento en la producción de leche. Esto es válido sobre­todo para las conejas genéticamente selec­cionadas para la producción de leche, es decir. las conejas «híbridas» comerciales. El mecanismo de regulación del apetito en el conejo es de tipo quirniostático, por lo que la cantidad total de energla ingerida diariamente tiende a peImanecer constan­te. La capacidad de ingestión es proporcio­nal al peso metabólico (pV"") (ti gura 3). En los conejos en crecimiento, la ingestión voluntaria de ED se sitúa entre los 950-1.000 KJ/dia l' Kg"", mientras que la regu­lación quimiostática se manifiesta sola­mente a partir de una concentración de ED superiora los 9,3-9,5 MJfKg, es decir, entre 2.200 y 2.250 KcalfKg (partridge, 1986; Lebas, 1989; Xiccato, 1993), por debajo de la cual prevalece un mecanismo de regula­ción sustancialmente de tipo fisico, ligado al efecto obstructivo del material alimentario en el interior del tubo digestivo. Este comportamiento alimentario es menos conocido en el caso de la coneja reproduc­tora. Se sabe, sin embargo, que el consumo

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Oiciembre 19961 Cunicultura

~ Tabla 3 . Necesidades teóricas de energía y de aliment o (10,5 MJED/Kg) para el mantenimiento, la gestación y la lactación de conejas estándar de 4 kilos s o metidas a diversos ritmos reproductivos (').

Estado de la hembra

Gestante: 0-20° dia 20°_31° dia

Lactante: 0-10° dia 10°-30° dla

Lactante y gestante post-parto: 0-10° dia 10°-20° dia 20°_31° dia

Lactante y gestante a 11 dlas post-parto: 0°_10° dla 10°-20° dia 20°_30° dia 30°_35° dia 35°-42° dia

(.) Maerlens 1992, modificado.

Consumo de piepso

Consumo de energío digestibilc

Mantenimiento

1,2 1.2

1,2 1,2

1.3 1.3 1.3

1.2 1.3 1,3 1,3 1,2

Gestación

0.2 0.8

0.1 0.3 0.8

0,1 0,3 0,6 0,9

Conejos

Conejos en crecimiento

Conejas

Conejos en crecimiento

Lactación Tolales

1.4 2.0

2.3 3.5 3,6 4.8

2.3 3.7 3.6 5,2 1.5 3.6

2.3 3.5 3,6 5,0 3,3 4,9 0,8 2,7

2,1

9.5 11.5 ED pienso (MJlkg)

Fig. 3. Variación del COIIS/lII/O de piellso)' de la energía digestible por IInidad de peso metabólieo

(Pl!O.'J) nI variar la COl1celllración energética del pienso (Xicca/o. 1993).

energético rclerido a l peso metabólico es inferior en los conejos en crecimiento res­pecto a las conejas lactantes, las cuales pueden ingerir 1.1 00-1.300 KJ/dia y Kg PVO.7S de ED, siendo los valores más bajos para las conejas en primera lactación y aumentando con las lactaciones consecuti­vas (Maertens y De Groote, 1988; Lebas, 1989; Parigi Bini y col. , 1 990b, 1992; Xiccato y col. , 1992, 1995). Otro aspecto que diferencia la capacidad de ingestión de las conejas reproductoras .con

respecto a la del conejo en crecimiento lo constituye el umbral energético de regula­ción del apetito. Algunas inves tigaciones han demoslrado el hecho de que un incre­mento en la concentración energética por encima de los valores nonnales de 10-10,5 M.I/Kg (2.400-2 .500 Kcal/Kg) provoca un aumento en la inges tión diaria de ED en las conejas (Maertens y De Groote, 1988;Fraga y col. , 1989; Custellini y Battaglini , 199 1; Xiccatoycol. , 1995). En estos animales, el umbral de regulación del apetito se aproxi-

Teórico (g/d) Real (gld) Balance (MJ)

133 180 +9.9 190 160 ~ +6.4 • l '

333 330 -0.3 457 420 :LQ

-8. 1

352 330 -2.3 495 420 -7.9 343 320 ~

-12.6

333 330 -0.3 476 420 -5,9 467 430 -3,9 257 340 +4,4 200 260 +4.4

-1 ,3

ma muy probablemente a los 11-1 1,5 MJI Kg (2.650-2.750 Kcal/Kg). Es evidente que una est imulación de la ingestión energé tica es una vía obl igada para reducir el déficit energélicode la cone­ja lactante. Como ya se ha comentado, con los actuales tipos genéticos, uno mayor disponibilidad de energía en el alimento detennina todavía un incremento mayor en la producción de lcche, anulando así , al menos parcialmente, el efcclo del incre~

mento en la inges tión de ED. Dc hecho, In selección y los programas de cnlZllm ientos de los híbridos mas difundidos comerci a l ~

mente en Italia han tenido como objeti vo principal el de aumentar la prolificidad (número de nHcidos vivos) y de la produc~

ción diaria de leche, dejando en segundo plano el objetivo del mantenimiento de la condición corporal y de la duración de la carrera reproductiva de las hembras (Rochambeau, 1990). Así , el f",ctor que limita la productividad de lneonejaboes su capacidad para producir leche (la cual nose expresa totalmente), sino la capacidad de ingestión de alimento, con lo que se hace inevitable que tenga que metabolizar sus reservas corpora les. La demostración de es ta hipó tesis proviene del análisis estadístico de los resultados del balance energético de las conejas rcalizado en nuestro Departamento. Así , como se

11

I

_&;1

¡

800

t 700

600

500

Elcoh°400 x 300 o Eleche " +'22.9+ 0.434 EDI

6

200

100 o

O

ERo - lOO 6 6 FRo - ·32\.1 + 0.203 EDI

-200

-300

600 700 SOO 900 1000 1100 1200 1300 1400 IlOO 1600

EDl

Fig. 4. Efeclo de la ¡IIgesliólI de ED (EDI) sobre la prodl/cción de energía de la leche (E/eche) y sobre la energía reteuida en el cuerpo de la cOlleja (ERe) (dalos expresados en K.//díalkg PlJO.7J

)

(Xiccalo, /996).

demuestra en la tigura 4. con el aumento en la disponibilidad de la ED ingerida , au­mentn el gasto energético bajo la fonna de leche. La producción de energía en la leche (Elcche) y la energía retenida en el cuerpo de la hembra (ERc) son Ihnción de la ED ingerida (E DI) según la siguiente relación (da los expresados en KJ/día y Kg py o.,,):

(1) Eleche=+22,6 +0,427 EDI r= O,826

(2) ERc = -321,7 + 0,203 EDI r = 0,671

sas pruebas efectuadas en Pódova, sola­mente una hembrn mostró un balance ener­gético positivo, mientras que todns las de­más se hallaron en déficit energético. Al punto de equilibrio energéticocorresponde una prorlucción diaria de 699 KJ de lechel Kgde PV O.7~, cercano a 250 g/día en conejas de 4,25 Kgy asumiendo un valor energéti­co para la leche de 8,27 KJ/g (parigi Bini y col. , 1992). Los valores teóricos de las ecuaciones refe-

400

3S0

300

i ~ 2.50

j .g :zoo :i

j I SO

100

SO

O

O 7 14

Diciembre 1996/ Cunicultura

ridas anterionnente y, en particular las ne­cesidades de las conejas pam mantenerse en equilibrio energético, resultan coinci­dentes con la definición de «coneja alta­mente productiva» efectuada por Maertens (1992, 1995). Es decir, es la coneja con cnpacidad para amamantar 8-11 gazapos con una producción de leche entorno a los 200-220 g/día , yuna ingestión media supe­rior a los 150 g/día y Kg pyo.", (es decir, 450g/día para conejas de 4,25 Kg de peso vivo). Considerando un contenido medio en ED del pienso de 10,5 MJlKg (2.500 KcallKg), dicha coneja debe poder ingerir al menos 1.575 KJ/día y Kg pyo.". A partir de las precedentes ecuaciones se deduce que las maniobras alimentarias ten­dentes a aumentar la ingestión energética raramente se traducen en una reducción sensible del déficit energético. En algunos casos, como en el caso de dietas con grasas, seobseIVa una estimulación en la ingestión voluntaria de ED, pero el incremento si­multáneo en la producción diaria de leche no pennite mejorar el estado nutricional de la coneja (Xiccato y col. , 1995). Es preciso recordar que dicha situación se manifiesta sobretodo en ocasión de la pri­mera lactación, mientras que en las sucesi­vas tiende a atenuarse . Castellini y Battaglini (199 1), a propósito de esto, ob­servaron un aumenloen la ingestión alimen­taria del 22% entre la primera y la segunda lactación, del 19% entre la segunda y la

__ No cubiertas ___ . Cubiertas a 12 d. del parto - - - . . , Cubiertas post-parto

42 49

La eficiencia bruta en la utilización de la EDI se aproxima a 0,427, lo que significa que cada KJ de ED ingerida de mós deter­mina un incremento en la producción de energía en la leche de 0,427 K.I. Esta efi­ciencia se diferencia de la eficiencia neta de utilización de la EOI para la síntesis de leche, que es aproximadamente de 0,63 (parigi Bini y Xiccato, 1 993;Xiccato, 1996), puesto que una cantidad de la energía dis­ponible es usada para reducir el déficit energético. Este hecho disminuye en 0,203 KJ por cada KJ de ED!. ESle comporul­miento, que en el intervalo investigado no evidencia ninguna tendencia curvilínea, muestra un punto de equilibrio energético (ERc =0) para 1.585 KJ/día y Kgde pyo." de ED!. Tal capacidad de ingesla es muy raramente hallada (como va lor medio) en las hembras primíparas o secundíparas. ta l y como se observa en la figura 4, de la que se desprende que, del conjuntodc las diver-

Días de lactaci6n

Fig. 5. EJec/o del ritmo reprodllc/ivo sobre la prodUCCión de leche (Xiccn/o. 1996) .

Queremos mejorar CUNICULTURA ¿ Tiene alguna sugerencia, opinión o pregunta sobre el contenido de la revista?

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Diciembre 1996/ Cunicultura

500

450

400

i 350

~ 300

i '!i. 250 41

lOO

150 j __ No cubiertas

reservas corporales, refl ej ándose de fomla negativa sobre la fertilidad y sobre la carre­ra reproductiva de la hembra . La falta de gestación constituye el unico mecanismo de defensa de la coneja con carencias ener­géticas: un largo interva lo entre el final de la lactación y el inicio de la siguiente con­sigue reconstituir las propias reservas cor­porales con el propósito de poder sos tener adecuadamente la sucesiva lactación. Di­versos Dutores han estudiado el efecto del ri tmo reproducti vo y su intcrucci6n con lu dicln (Méndcz y col. , 1986; rrngn y col. , 1989; Ccrvcra y col. , 1993; Purigi Bini y col. , 1996). En la mayor parte dc dichos estudios se observó un aumento en la pro­ducción de leche y una mejora de las pres­taciones reproducti vas con e l ritmo reproductivo semiintensivo (cubriciones a los 9- 15 dias post-parto), mientras que el tipo de dieta influenciaba solo marginal­mente la productividad de la coneja .

100

,O _ . _ .Cubiertas a 12 días del parto ...•. . Cubiertas post-parto

O

O 7 14 21 28 42 49

Días de lactación

Fig. 6. Efecto del ritmo reproductivo sobre el COI/sumo de pienso (Xiccalo, / 996).

tercera,ydel7%entre la tercera y la cuarta, para estabilizarse definilivamente entre la quinta y la sexta lactación. Resultados pa­recidos han sido observados por Simplicio y col. (1988), mientras que Parigi Bini y col. ( 1989) y Battaglini y Grandi ( 199 1) observaron aumentos en la ingestión del

alimento con un número de partos más reducido, siendo del 7-1 0% entre el prime­ro y el segundo. y del 3 al 5% entre el segundo y ellercero, sin apreciar variacio­nes relevantes en los partos sucesivos. Tam­

bién la producción de leche aumenta con el número de partos, aunque en una fanna menos proporcional, pennitiendo así un mejor mantenimiento del equilibrio ener­gético. Todavía no existen investigaciones recientes referidas 11 conejas plurípa ras «híbridas» comerciales de las que obtener

infonnación útil para calcular el balance energético y material en función del núme­ro de partos.

Ritmo reprodllcl;"O

Con el propósito de estimular la ingestión de alimento actuando sobre la composición de la dieta, un segundo modo de incidir sobre el balance energético de las hembras en lactación consiste en la adopción de un

rilmo reproductivo adecuado. De hecho, el ritmo reproductivo influencia tanto la pro­ducción de leche (figura 5) como la inges­tión de alimento (figura 6).

La cubrición post parto o a los pocos dias del parto, detennina la superposición casi completa entre la lactación y la gestación, induciendo así, como ya se ha comentado, un agravamiento del balance energético y proteico en la hembra. Por otro lado, las lactaciones se suceden muy próximas, im­

pidiendo la recuperac ión y causando un empobrecimiento cada vez mayor de las

En la práctica. los cunicultores italianos han abandonado el riuno reproducti voPOSI­parto, caracterizado por su escasa ferti­lidad, baja prolilicidad y elevada tasa de reposición de las madres, adoptando la mayoría un lipoderitmo que podría definir­se como intensivo, aunque aplic.1do con un

grado que pemlite una adecuada recupera­ción de la condición corporal de la coneja.

La cubrición a los 10-12 dias POSI-parto

Figura 7. Variación del balance energético y de la ingestión de energla durante la lactaciál (Xiccato. 1996)

Requerimiento total ED Ddicit ED IngesUon ED

\ Surplus ED

Requerimientos de lactación ',<", ... .¡. .... RequerU1UelltOS de gestación . \

Requerimientos de mantenimiento

7 14 cubrición 12 días dc::-spués del parto

21 28

Dias después del parto

~ \

35 42 ""'0

Fig. 7. Variació" del balance energético y de la ingestión de energía dllrante la lactación

(Xiccato, 1996).

10

% O

-lO

-20

-l O

-40

-50

-60

Proteína Lípidos

III No cubicrtas

Cl Cubiertas a lO días del parto

I:l Cubiertas o 2 8 dios del 1'",10

Minerales Encmía

Fig. 8. Balance lIIa/crinl y energético de conejas sometidas a distinto r illllO reproductivo (Parigi Billi y col .. 1996).

corresponde a un in terva lo entre partos teórico de 42 días ya un ritmo de cubriciones de 6 semanas, constituyendo un compromi­so óptimo entre la economía de la empresa y las exigencias lisiológicas y metabólicas de las madres (Moertens, 1992; Xiccalo, 1993) (figura 7). De hecho, esle esquema reproductivo pem1ite la ciclización de las operaciones de la granja , favorece el man­tenimiento de una buena condición corpo­ral de las madres, mejora la ferti lidad y la productividad numérica y pennile realiza r un deslete más tard io (a 32-35 días). Existe la difundida opinión de que un ritmo

de cubriciones mús extensivo (a los 2 1-28 días post-parto o tras el des tete), reduce la productividad de la granja, haciendo nece­sa rio tener que real izar restricciones de pienso a las conejas con objeto de impedir su excesivo engrasamiento y sus conse­cuencias sobre la fertilidad y la proliticidad (Maerlens, 1992). La elección lécnica de

un ritmo de este tipo solamente debería realiza rse en los casos que existieran part i­culares exigencias organizati vas (por ejem­plo, en alguna explotación con banda úni­ca) oen las que se usasen razas no mejoradas y sistemas de producción no indUSlriales.

Diciembre 1996/ Cunicultura

Una reciente experiencia llevada a cabo por nosotros (parigi Bini y col. , 1996) ha mos­trado que, siempre en conejas en primera lactación, la aplicación de una cubrición a los 10 d ías pos t-parto no pennite recupemr el dé ficit energético de la lactación (-3 2% del contenido energé tico inicial), la cua l pennanece todavía elevada (-27%) (figura 8). Pero lo que resulta aún más sorprendente es el hecho de que ni con un ritmo extensi­vo, con cubrición a los 28 días post-parto, se resuelve el défi cit energético producido por la lactación, el cual todavía alcanza valores del 16%. Estos resultados, que tam­bién demues tran un efecto favomble de la adopción de ritmos reproductivos extensi­vos, es sin duda detenninado por la natural caída en la ingestión alimentaria de la co­neja que se produce a l final de la lactación, lo que hace bas tante largo el proceso de recuperación de las reservas energéticas iniciales.

~EFECTO DE LA COMPOS1C10N DE LA DIETA

Efecto de las dietas grasas

Las dietas clás icas para conejas reproduc­toras contienen elevados niveles de almi­dón (20-25%) y solamente un 2-3% de grasas lipídicas. Estos bajos niveles son debidos a l escaso aporte lipídico de las materias primas de origen vegeta l nonnal-

~ Tabla 4. Resultados productivos y blance energético y material de conejas en primera lactación alimen­tadas con piensos de diferente concentración energética (' ).

Lactanles

~ M A G

Parámelro

Ingestión ED, MJ/día 3,1 3,2 3,32 Producción láctea , g/dia 190 199 210 Peso camada al destete, g 4.884 4.794 Variación P V ., Kg 0,15 0,13 9,22 Balance proteico, % 12,7 8,7 10,5 Balance lipidico, % -33 ,5 -34,3 -38,3 Balance mineral, % 12,5 9,5 14,0 Balance energético, % -1 3,2 -15 ,1 -16,3

(1) Diela M: ED moderada; 2.430 Kcal/Kg, 17,8% PB Y 12,6% FB.

Diela A: ED elevada (alla en almidón); 2.610 Kcal/Kg, 18,6% PB V 12,1 % FB.

Diela G: ED elevada (+2,5% de grasa); 2.570 Kcal/Kg, 17,9% PB Y 12,5% FB.

(") (Parigi Bini y Xiccalo, 1993; Xiccalo V col ., 1995).

Laclanles V geslanles Significación

M A G Diela Eslado

fisiológ ico

2,72 2,97 2,93 P<0,05 P<0,01 150 160 170 P<0,05 P<0,01

5.050 4.437 4.327 4.625 P<0,05 -0,20 -0,05 -0 ,21 P<0,01 P<0,01 -6 ,9 -2 ,0 -7 ,6 P<0,01

-38,3 -37,4 -40,5 -3 ,0 2 ,1 0,2 P<0 ,01

-21,2 -23,1 -26,7 P<0 ,01

~ Tabla 5. Efecto del origen y del nivel de energía del alimento sobre la producción de leche, el número y peso de la camada (').

~ Parámetro

Protefna bruta, % Fibra bruta , % Energía digestible, KcallKg Producción láctea (0-21 dfas), Kg

Número de camadas Nacidos vivos Nacidos muertos Igualación camada a Gazapos a 28 dlas Igualación peso camada a. Kg Peso camada a 21 días, Kg Peso camada a 28 días, Kg

(") Fortun y Lebas, 1994.

mente ustldns en la l-onnulación (a lfalfa, salvados, cereales, harinas proteicas). La ndición de aceites o grasas animales en cantidades moderadas (3~5%) parece dar buenos resullados prácticos en la alimen­tación de las reproductoras en cuanto per­mite aumentar la concentración energética hasta los 11-11,5MJlKg(2 .650-2.750 Kcal/ Kg) s in disminuir el contenido en fibra y sin aumentar excesivamente el nivel de almi­dón. Además de aportar energía, la grasa aíi.adida detennina habitua lmente un au­mento en la digestibilidad de otros compo­nentes nutritivos de la ración, induciendo un incremento de In ingestn energética glo­bal con cfcctos positivos sobre In condición corporal de la coneja y sobre el peso de la nidada (Partridge, 1986;Frnga)'col. , 1989).

T. A e Significación

estadística

18,4 18,2 18,0 17,2 12,5 15,7

2.104 2.578 2.574 3,80 ab 3,58 a 4,1 8 b p< 0,05

23 23 22 10,7 10,5 10,1 0.4 0,3 0,7 10 10 10 9,2 9,0 9,4

0,54 0,52 0.55 2,63 ab 2,49 a 2,85 b P< 0,05 3,93 a 3,80 a 4,48 b P<0.05

En Italia, Castellini y Battaglini (1991) han observado mayores consumos de ED en hembras "Iimenlndas con piensos que con­tenían soja integra1. Dos investigaciones llevadas a cabo en

nuestro Departamento midieron los efectos de di versas dictas con diferentes concentra­

ciones energéticas. En la primera de ellas se confeccionaron 3 dietas con diferentes concenlraciones ener­

géticas, suministradas a voluntad a 60 co­nejas lactantes o gestantes y lactantes si­multáneamente (Parigi Bini y Xiccalo, 1993; Xiccato y col., 1995). Dichas dietas fueron las siguientes: Dieta M (ED mode­rada) con 2.430 Kca l/Kg; Dicta A (ED elevada y alto contenido en almidón) con

2.6 10 Kca llKg; Dieta G (ED elevada con

~ Tabla 6. Efecto de la lactación y del primer parto (').

~ Control Engrasada Significación

Parametro estadística

Proteína bruta , % 18,6 19,8 Fibra bruta , % 13,3 12,6 Grasa bruta , % 3,3 6 ,0 Energia digestible, KcallKg 2.495 2.681 Producción láctea (0-28 días) g/día 201 215 Tamaño inicial 8 8 Tamaño camada a 28 dfas 7,4 7,6 Peso inicial camada, Kg 0,44 0,46 Peso camada a 28 días 4,16 4,47 P< 0,05

(0) Parigi Bini y col., 1996.

Diciembfe 1996 J CUlllCullura

un 2,5% de grasa) con 2.570 Kcal/Kg. Lus materias primus fueron las mismas para las tres dietas, en proporciones diferentes, con un mayor contenido en cercales y salvado en la dieta A y la presencia de un 2,5% de grasa en la G. La alimentación experimen­tal se inició nada más prod'Jcirse el primer parto, siendo cubiertas a los 4-5 días post­parto. Los resultados product ivos y el ba­lance energético y material se cncucntran en IEl tabla 4. El suministro de In dictu A dctcl111inóun Elumento en lo inges tión cllcr­gé ticu y, consecuentementc. en lu produc­ción de leche con respecto n la dietn M. L<l dicto G, aún siendo menor cn contcnido de ED que la A. produjo un aumento todavía mayortantode la ingestión energética como de In producción de leche. El aumento en ED en la dieta no redujo, sin embargo. el déficit energético en las conejas, en cuanto a que el aumento en la ingesta calórica fue

acompañada por un aumento en la produc­ción de leche, confimlando las observacio­nes anteriores sobre el potencial productivo de las actuales líneas genéticas de repro­ductoras. Los resultados fueron parecidos en las conejas que solamentc eran lactantes y en las que eran ges tantes y lactan tes simultáneamente, aunque en estas últimas el déficit energético fue más acusado, aún y

con una menor producción de leche. siendo también negativo el balance proteico. En una inves tigación parecida a la nueSlra,

Fortun l' Lebas (1994), trabajaron ,obre 3 piensos denominados T (tes tigo), A (a lto en almidón) l' G (gra,o), que eontenian diversos niveles ycalidndesdeencrgíu . Los resu ltados obtenidos por dichos in ves­tigadorcs se encucntrun sintcti7.lldos en In tabla 5. El suministro del piensoG detemli­llÓ una producción de leche signilica tiva­mcnte superior que con la dieta A, mientras que la T obtuvo una producción intenncdia. También el peso de la camada al destete rcsultó significa ti va mente mejorcoll el pien­so G. Estos tratamientos no lueron capaces de mejorar el estado nutricional de la hem­bra al tinal de la lactación, aunque resultó ser mejoren las hembras del trntan:¡icnto A. Parecidas investigaciones han s idb lleva­das a cabo por otros auto res (Barreta y Bias, 1993; Cervera )'col., 1993). En general, la adición de grasa ha aumentado la concen­tración energética de la dieta y la ingestión de ED diaria, aún y habiéndose reducido el consumo de pienso. Es ta mayor disponibi­lidad energética se ha traducido siempre en una mayor producción de leche, con las

10

% O

·10

·20

·30

.4{)

·so Proteína Lipidos Minerales

• Dieta conlro!

e Dieta grasada

Energía

Fig. 9. Ba/al/ce material y energético de couejas alimentadas eOIl dietas dijeren/es dl/rtlme la lactación (Parigi Billi y col., 1996).

~ Tabla 7. Efecto de la concentración en ED del alimento sobre los resultados reproductivos de las conejas lactantes y gestantes simul­táneamente. (')

Parámetros

Nacidos totales Nacidos vivos

Peso gazapos nacidos, g

Peso gazapos vivos, g

Diela (1)

M

9,3 6,3

51,0

58,8

A

8,5

4,7 57,5

65,2

G

9,6

4,3

54,4

64,6

Composición de los gazapos (vivos + muertos): Agua, % Protelnas, % lípidos, % Minerales, % Energia, MJ/Kg

80,3

12,1 5,4

2,2 4,73

80,8 12,2 4,8

2,1 4,60

81,5 11,8

4,6

2,1

4,35

(1) Diela M: ED moderada ; 2.430 KcallKg. 17,8% PB Y 12,6% FB.

Dieta A: ED elevada (a lla en almidón); 2.610 KcallKg, 18,6% PB Y 12,1 % FB.

Diela G: ED elevada (+2,5% de grasa); 2.570 Kcal/Kg , 17,9% PB Y 12,5% FB.

(') Parigi Sin; y Xiccato, 1993; Xiccato y col., 1995.

ventajas consecuentes para el crecimiento de la camada, pero, en general, no ha per­mitido reducir el déficit energético corpo­ral. Cer"era y col. (1993) observaron una mayor ingestión energética en hembras ali­mentadas con un pienso que contenía un 3,5% de grasa de cerdo (2.700 KcallKg) con respecto a dictas no adicionadas con

grasa y con un menor contenido energético (2.065 y 2.422 Kca llKg). Las conejas asi alimentadll s produjcron camadas con ma­yor peso al nacimicnto, a los 2 1 ya los 28

días de vida (P<O,OO 1), aunque mostraron variaciones en el peso vivo tras el parto y al final de la lactación similares a los de los grupos restantes. Una confinnación de estos resultados ha sido obtenida en el ámbito de nuestras investigaciones cuando estudiábamos el efecto del ritmo reproductivo sobre la dis ­tribución de la energía del alimento (parigi Bini y col., 1996). En es ta prueba se em­plearon dos dictas, dcnominadas e (con­trol) y G (grasa), cuyos efectos sobre la

Diciembre 19961 Cunicultura

producción de leche y sobre los rcsultados reproducti vos se muestran en la tabla 6. La dieta G detemlinó una mayor producción de leche y, como consecuencia, un mayor peso de la camada al destete. Sin embargo, el tipo de alimento no tuvo influencia sobre el número de destetados ni sobre el balance energético y material de la coneja (figura 9).

De todo ello se desprende que la única ventaja que se obtiene con el uso de piensos adicionados con grasas es un aumento en la disponibilidad de leche por parte de la

carnada, con lo que puede ser destetada con

un peso superior. En realidad es preciso poner en evidencia también algunos aspec­tos negativos que parecen estar ligados al suministro de piensos con una alta concen­tración energética. De hecho, ta l y corno ha observado Xiccato y col. ( 1995), las cone­jas lactantes y gestantes al mismo tiempo que ingerían raciones conalta energía apor­tada por el almidón (d icta A) o por las grasas (dieta G), produjeron camadas con un menor número de nacidos vivos con respecto a las dietas con un moderado con­tenido energé tico (dieta M) (tabla 7). Por otro lado, s i bien los gazapos nacidos lo hacían con pesos superiores, presentaban un contenido energético y lipídico inferior. Se trata de una tendencia no estadís­

ticamente significativa pero que no debe menospreciarse en cuanto confinna nues­tros resultados precedentes (pangi Bini y col., 1992; Xiccato y col. , 1992), asi como las observaciones de Viudas-de-Castro y

col. (1991). Estos autores hallaron un nú­mero de gazapos nacidos vivos significati­vamente más bajo (-2,7 gazapos por cama­da) en el segundo parto de las conejas a limentadas condielas altas en energía que contenían el 3,1% de grasa animal (tabla 8). También las investigaciones de Parigi Bini )' col. (1996) han confim1ado el efecto negativo del engrasamiento de la dieta so­bre los resultados reproductivos al segundo parto. De hecho, la dieta grasa aumentó la mortalidad prenatal y redujo el número de nacidos vivos (7,0) con rcs¡x:cto a la dieta control (8,8) (P<0,05), probablemente a consecuencia del mayor peso al nacimiento de los gazapos nacidos de las madres del grupo G. También sobre este tema existen invest iga­ciones con resultados distintos con los an­terionnente descritos. Así, Barreto y de I31as (1993) observaron una mejora en la fertilidad de las conejas alimentadas con

~ Tabla 8. Efecto de la concentración energética del pienso sobre la mortalidad embrionaria y fetal (') (1)

~ 1 2

Parámetro estadística

ED (Kcal/Kg) 2.130 2.850 Cuerpos lúteos/coneja 14,2 13,4 Embriones vivos a 12 dlas 12,5 12,6 Nacidos totales 10,8 9,1 Nacidos vivos 9,8 7,1 Peso gazapos nacidos, g 53,5 58,0

(1) Primíparas cubiertas a 10 días post-parto. Observaciones mediante endoscopia.

(") Viudes-de-Castro y col., 1991 .

Significación

p< 0,1 0 P< 0,0 1

Diciembre 1996/ Cun¡cult1Jra

una dieta grasa, mientras que Fortun y Leb.1s (1994) no encontraron ninguna dife­rencia significativa en los resultados repro­ductivos de las conejas alimentadas con dietas compuestas por diferentes conteni­dos en grasa y almidón.

~Tabla 9. Efecto del contenido en almidón y FND sobre la d igestibilidad de la ración y sobre los resultados de las conejas (')

P"pel del "lmitlón J' de la fibra

La fibra , tanto en cantidad como en calidad, es probablemente el factor nuLritivo mas estudiado después de la energía, sobretodo en relación con la influencia sobre la salud y sobre In eficiencia digestiva del conejo. En los últimos años este factor nutricional ha sido p<1rticularmente estudiado en los gazapos al destete debido a la estrecha relación existente entre el contenido en fibra de la dieta y la aparición de trastornos digestivos. En la coneja reproductora, el problema se encuentra relacionado con el nivel energético de la dieta, ya que la nece­sidad de aumentar el contenido en ED de la dieta , sobretodo aumentando el contenido en almid6n, comporta el riesgo de dismi­nuir el contenido en fibra por debajo del valor tenido como seguro para la salud de la coneja y de su camada. El aumento del contenido de tibra de una dieta para conejos detennina. generalmen­te, una disminución en el contenido en ED, hasta el punto de que han sido numerosas las ecuaciones propuestas para estimar el valor energético a partir del contenido en fibra bruta o de las diversas fracciones fibrosas (NDF, ADF Y ADL). Esto no sig­ni fi ca que la fibrn posea un efecto negativo o nntinutricionul, sino simplemente que posca un valor nutritivo inferior respecto a los demás componentes alimentarios, de-

Estadistica (1)

~ 1 2 3 4 5 L Q

Parámetro

Almidón, % 23,6 21,8 17,1 15,1 11 ,7

FND, % 27,7 29,6 32,3 34,5 37,0

Digestibilidad (2)

Materia seca, % 65,9 66,3 64,S 63,2 61 ,6 P<0,D01

Energla bruta , % 66,2 66,6 64,9 64,0 62,7 P<0,D01

Almidón, % 98,3 97,9 97,4 97,6 95,6 P<O,OO1

FND,% 29,4 34,1 35,1 39,0 41 ,6 P<O,OO1

Resultados en las conejas

y sus camadas:

Producción total de leche, Kg 5,83 5,82 6,06 5,94 5,73 0,15

Peso final de la coneja, Kg 4,09 3,97 3,98 3,99 3,92 0,09

Tasa de reposición anual, % 75 62 66 47 59 0,07

Consumo pienso conejo

(0·30 dlas), Kg 0,351 0,344 0,349 0,349 0,338

Consumo pienso camada

(21 ·30 dlas), Kg/d 0,202 0,235 0,186 0,163 0.157 P< 0,D01

Peso camada a 21 dlas, Kg 2,88 2,94 3,06 2,91 2,88 0,15

Peso camada al destete, Kg 4,93 5,19 5,29 4,92 4,76

Mortalidad gazapos

(0-21 dl.s), % 7,08 8,88 7,16 7,91 7,07

Mortalidad gazapos

(21·30 dlas), % 1,20 1,51 0,73 0,82 1,30

Peso destetados/consumo de \

pienso (coneja + camada) 0.335 0,338 0,354 0,340 0.340 0,325 P< 0,05

(1) Sígnificación estadística de la respuesta lineal (L) y cuadratica (O) a nivel del almidón de la diela.

(2) Determinada en gazapos de engorde y adultos.

(.) De Bias y col" 1995.

~ Tabla 10. Efecto de un pienso «único» sobre los resultados repro­ductivos de conejas en lactación y sobre los resultados de los gaza­pos post-destete (- j.

~ Parámetros

Proteína bruta, % Fibra bruta, %

ED, Kcal/Kg

Resultados pre-destete: Peso vivo medio de la coneja. Kg Fertilidad, % Reposición anual, % Nacidos totales Destetados Peso medio destetados. Kg

Resultados post-destete: Mortalidad. % Crecimiento diario, g/dia Conversión

(') Jarrin y col. 1994.

bido principalmente a su menor digestibilidlld. En un pienso compuesto clósico para conejos, la digestibilidad de la libm bruta varía entre el I S Y el 30%. Además, In digestibilidad de esta fibra en­tre las diversas materias primas varía sen­siblemente, alcanzando valores mínimos (5-1 0%) como en el caso de forrajes y subproductos groseros (heno, paja, granillo de uva), vn lores medios (10-20%) para el caso de la alfalfa, algunos cereales y sus subproductos (ccbada, avena) y va lores más elevados (20-40%) para el caso del maíz y la soja. Por último, la pulpa de remolacha y de los cítricos contienen una ribra pa rticu­lnnnente digestible (40-70%) (Mnertcns y col. , 1990; V illamide )' de Bias, 1991 ; de BIas, 1992). Es evidente que la digcstibilidad de la libra bntla depende en rcalidad de la composición de la misma, habiéndose demostrado que la libra en las diversas materias primas es muy digerible cunndo se encuentra participada en mayor medid..1 por pectinas y hemicelulosas (como en el caso de la pulpa de remolacha), me­dianamente digestible cuando se compone de elevados porcentajes de celulosa (caso de In alfalfh) y poco digestible cllando el contcnido en ADL es elevada (granillo de uva) (de Blns, 1992). La neces idad de encontrar fuentes

Lactación Unica Significación

esladislica

18.3 16.7 14,1 15.8

2.660 2.480

4,48 4,37 P<0.05 70,0 74,4 P< 0,05 106 83 10,9 10,4 P< 0,05

8.5 8,6 1,00 0,97 P< 0.01

15,9 12.5 P< 0.05 41,0 42 ,0 P<O.OS 3.40 3,38

alimentarias que puedan aportar la canti­dad de fibra necesaria para el correcto funcionamiento digestivo, pero sin reducir el va lor energético de las raciones para las conejas reproductoras, se han desarrol lado varias lineas de trabajo, realizándose in­vestigaciones que han tenido un particular impulso en los centros de investigación espaí'íoles. Barreto )' dc Bias (1993), estlldiando el efecto de 3 dietas distintas que contenían nivelescreciel1tes de fibra bruta ( 11 ,O, 13 ,7 Y 15,5%) en conejas reproductoras, encon­traron un descenso en la digestibilidad de la energía y también en el contenido deED de la dicta (2.465, 2278 Y 1986 KcallKg), asi como un aumento en el consumo de pienso debido a la disminución del va lorenergéti­co de la dieta. La ingestión de ED fue muy parecida en las dos dietas más energéticas, consiguiéndose resultados productivos comparables, mientras que la ración con un menor contenido energético deternlinó una inferior ingesta energética y un menor peso de la camada al destete. En otro interesante trabajo, de Bias y col. (1995) confeccionaron 5 dieltls caracteri­z.1das por niveles decrecientes de almidón (del 23,6 al 11 ,7%) y crecientes en libra bmta, I'ND (del 27,7 al 37%) y Brasa bruta (dcl2 a15, 1%) (tabla 9). Las variacioncs cn

DiCiembre 1996/Cunic;ullura

su composición química se obtuvieron prin­cipalmente sustituyendo el almidón (ceba­eL1) con I'ND (a l&1Ifa) y grasn (sebe). Al disminuir el contenido en almidón, en favor del contenido en FND, la digestibilidad de la materia seca, de la energía y dell.l lmidón disminuían linealmente, mientras que au­mentó la de la FND. La dieta intefT!ledia, que contenía un 17, 1% de almidón y un 32,3% de FND, fue la que consiguió los mejores resultados productivos y reproduc­tivos (efecto significativo del almidón). Con esta dicta se obtuvo, además, la mejor con­vcrsión en ténninos del peso de los gazapos destetados por Kg de piensoconsumidopor la hembra y su camada. El peso de la hembra al destete aumentó también linealmente con rcspecto al contenido en almidón, aunque también aumentó la tasa de reposición anual. El resultado más inte­resante observado por estos autores fue que el nivel óptimodealmidón (19%) yde fibra (36%) para la coneja son, con toda probabi­lidad, también aquéllos que garantizan el mejor crecimiento y estado sanitario de la camada durante el destete. Estos resultados deben inducimos a renexionar profunda­mente sobre la conveniencia de continuar

reduciendo el nivel energético y aumentar el de fibra en las raciones para el destete, raciones que suelen suministrarse tanto a las conejas como a la camada ti partir de los 15-20 dias de Inctación. Una opinión parecida es la e:-.:presada por Jarrinycol. ( 1994) que utilizaron un pienso de <<lactación» con una elevada concentra­ción energética (2.660 KcallKg) fTentea un pienso «único» con una mediana concen­tración cnergética (2480 KcaVKg). El pienso «único» deternl inó un menor peso medio de la hembra y de su camada al destete, pero

indujo un aumento en la fertilidad y una reducción en la tasa de reposición, sin modificar el número de nacidos vivos (ta­bla 10). Duranteel periodo post-destete, los conejos que habían recibido un pienso «úni­co» dunmte la primera f.1se del des tete consiguieron una menor mortalidad y una mejor ganancia diaria de peso. Estos rcsultados llevan a desaconsejar la suminis tración de piensos con muy altas conccntmciones e nergéticas dllmnte toda la lactación a causa de los posibles proble­mas digestivos fácilmente observables en las camadas al destete. Por otra parte, la práctica tan difu nd ida en Italia de suminis­trar un pienso de lactación durante los primeros 15-20 días seguido de un pienso de des tete de baja concentración energética que se suministra tanto a la madre como a su camada, no ha sido todavía suficiente­mente experimentada. Por tanto, existe el

ri esgo que es ta alternancia de regímenes alimentarios con concentraciones energéti ­cas y proteicas muy diversas (pienso para reproductoras + pienso de destetc + pienso de engorde), pueda no ser adecuado tanto para las hembras como para los gazapos en

crecimiento.

~ ALlMENTACION DE LAS CONEJAS JOVENES

Ya ha sido comenwda la importancia de iniciar la carrera reproductiva con conejas cap.1ces de sostener los rápidos e intensos procesos metabólicos de la lactación yde la gestación, así como las fuertes variaciones en la composición corporal ·consecuentes a las reservas energét icas corporales. Todavia no existen resullados experimen­ta les definitivos con respecto al eJectode la dieta y del nivel alimentario empleados durante el crecimiento de la joven coneja en lo referente a su composición corporal, a su capacidad de inges tión y a su aptitud reproductiva. Maertens (1992) aconsejaba suministrar a las jóvenes conejas una dieta de lactación racionada en cantidad (35 glKg de peso vivo) hasta las 17- 18 semanas con 4 días de llushingantes de la cubrición, la cua l debía realizarse con a l menos 18 semanas de edad. En el caso de alimentaciones ad libillllll , seaconsejaba el uso de pienso para engorde. por ser menos concentrado que el de reproductores. Con el objetivo de profundiz..1f los conoci-

DICiembre 1996 J CunlCultufiI

~ Tabla 11. Resultados obtenidos durante la primera lactación en conejas alimentadas con dietas con diverso contenido en f ibra y ED durante el periodo de crecimiento (destete-parto) (').

~ Control Fibra Significación

Parámetros estadislica

Proteína bruta , % 15,9 14,3 Fibra bruta, % 14 ,0 19,9 ED, Kcal/Kg 2 .325 2 .053 Peso vivo al parto , Kg 3,84 3,85 Peso vivo al final de la lactación, Kg 3,94 3,85 Producción de leche, g/d 206 204 Consumo de pienso (1), g/d 331 340 Número destetados 7,75 7,09 P< 0 ,05

Peso camada al destete , Kg 5,13 4 ,91

(1) Pienso de la lactación: ED :: 2.406 KcalfKg; PB :: 17,6%; FB = 15,0%.

(") Parigi Bini y col, 1995.

mientas sobre el metabolismo y sobre la fi siología reproductiva, así como conseguir una mejora de las técnicas de explotación de las conejas en su fase de juventud, el gmpo de investigación de la Universidad de Pádova y de Perugia han llevado a cabo una investigaciónconjllnta sobre las técni­cas de alimentación de las jóvenes conejas O'arigi Bini ycol. , 1995 ; Xiecato, 1996). El objetivo ha sido el de fonnular un pienso específico para las jóvenes conejas futuras reproductoras y desarrollar es trategias alimentarias para favorecer el desarrollo morfológico y sexual y, al mismo tiempo, estimular la capacidad de ingestión sin causar un excesivo engrasamiento del ani-

20

10

% O

·10

-20

-30

-40

·SO

-60

-70

Agua Proteína

ma l. Para ello se rea lizaron dos dietas: la dieta e (control), con una concentración energética media (2.325 KcallKg), y la dieta F (fibra), con una baja concentración energética (2.053 KcallKg) y que contenía un 15% de paja de trigo. Las dos dictas fueron suministradas a dos grupos de jóve­nes conejas durante el periodo comprendi­do entre el desteteyel primer parto (45- 146

días de edad). Durante la lactación se uti li­zó un pienso clásico de lactación para am­bos grupos eX!:>erimenta lcs. Durante el pe­riodo de crecimiento no fueron observadas diferencias significativas entre los dos gru­pos en lo releren te a la velocidad de creci­miento, aunque el consumode pienso sicl11-

• Diet.a control • Dict.t librou

Lípidos Mincmlcs Encru.ía

Fig. 10. Balance material y energético de lactación en couejas alilllentadas COI I dietas difere/l tes dl/ral/te el periodo destete·/" parto (Parigi Bill; yeo/ .. 199j).

pre fue mayor en el grupoF. La ingestión de ED fue, sin embargo, similar en ambos grupos, lo gue confirma la capacidad de los conejos para autorregularse la ingesta ener­gética diaria. La fertilidad, la mortalidad embrionaria y el t.1maílo de camada al nacimiento no estuvieron influenciados por el traL:1miento alimentario. Durante la lac­tación, las conejas del grupo F mantuvieron una capacidad de ingestión de alimento ligeramente supcrior(aunque no significa­tiva estadísticamente) con respecto al gru­po e, mienlms que la producción láclea fue similar para ambos tratamientos (tabla 11). Todas lns conejas mostraron un fuertedéfi­Ci l energético y material durante el curso de la lactación, aunque las conejas alimenta­das con la dicta F evidenciaron pérdidas energéticas menos elevadas (-36%del con­tenido energético inicial) con respecto a las del pienso e (-41%) (figura JO). Independientemente de estos primeros re­sultados experimentales que deberían ser atentamente valorados y confiITIlados, la alimentación de lajovenconeja debe basar­se sobre una dieta moderada en cuanto a su concentración energética, rica en fibra pero bien dotada en proteina, debiéndose sumi­nistrarse ad Iibitlll1l durante buena parte del periodo de crecimiento y hast« la primera cubrición, con objeto de permitir un correc­to desarrollo somático y fisiológico y au­mentar la capacidad de ingestión de la futura coneja reproductora.

~ CONCLUSIONES

La constatación de un fuerte déficit energé­tico y material en la coneja durante la lactación es uno de los problemas más actuales y de dil1ci l solución en la alimen­l<tción de las reproductoras. Es te problema es particulannente grave en las actuales líneas «híbridas» comerciales en las que la selección ha aumentado enOITIlemente la capacidad lechera sin desarrollar adecua­damente su capacidad de ingestión de ali­mento y de energía. El déficit energético es aún más grave en las conejas en primera lactación, las cuales no han completado todavía su desarrollo corporal, presentando una reducida capaci­dad de ingestión, y en aquellas conejas sometidas a un ritmo reproductivo intensi­vo, en las gue las necesidades de la gesta­ción se sobreponen con las de la lactación. En este caso, los balances proteicos y mine-

rales pueden también resultar negativos. Este contínuo déficit energético se traduce en una menor eficiencia reproductiva, ya que la coneja no queda gestante para poder así recuperar sus reservas corporales perdi­das. La solución definitiva a este difici l proble­ma del dé fi cit energético no se encuentra todavía al alcance de la mano, puesto quees necesario prestar atención al desarrollo de las lineas genéticas para que puedan hacer frente a las elevadas necesidades cnergéti­cas y proteicas mediante una adecuada capacidad de ingestión de alimentos. En el momento actual solamente pueden aconse­jarse algunas medidas de carácter nutricio­nal y de manejo para intentar paliar dicho problema. Entre las actuaciones a nivel de manejo destacamos las siguientes:

-Efectuar la primera cubrición a una edad más avanzada, cuando el desarro­llo somático de la coneja sea más com­pleto(al menosel80%del pesoadullo).

-Adoptar ritmos reproductivos menos intensivos (cubriciones lO-12 días post­part,o) o exlensivos (28-30 días poSl­parto o al finalizar la lactación)) preveyendo en tal caso la colocación en jaulas aparte de las conejas no gestan­tes para así mantener siempre ocupa­das las jaulas con nido.

-Reducir el número de gazapos con la madre igualando a 7-8 como máximo, en vez de los 9-10 actuales.

Entre las actuaciones alimentarias pueden indicllTse las siguientes:

-Adicionar grasa al pienso con objeto de favorecer una mayor producción de leche y un mayor peso de la camada al destete. Esta técnica, sin embargo, no parece resolver aún el déficit nutricio­nal , puesto que dicha mayor ingesta energética se traduce en una mayor producción láctea y no en una disminu­ción de la utilización de las reservas corporales. La adición de grasa al pien­so, por otro lado, parece influenciar negativamente los resultados repro­ductivos en ténninos de mortalidad embrionaria y perinatal.

-Mejorar el equilibrioalmidónlfibra con

Diciembre '9961 CUnicultura

objeto de maximizar la producción lác­tea sin incidir negativamente sobre el balance energético corporal y sobre el estado sanitario de la camada. Con este propósito parece adecuado retomar al uso de dietas con menos almidón «20%) y más ricas en fibra que, ade­más de favorecer la correcta fisiología diges tiva y metaból ica en la coneja, reduce la incidencia de tras tornos di­gestivos de los gazapos al destete. La aplicación de planes alimentarios me­nos diferenciados energéticamente du­rante las diversas fa ses de la reproduc­ción y del engorde podrían aporlar, sin duda, beneficios desde el punto de vista metabólico y sanitario en la explota­ción.

-Preparación de la joven coneja futura reproductora mediante un plan de ali­mentación específico destinado a favo­recer el desarrollo somático y fis iológi­co, estimulando la capacidad de inges­tión al imentaria y sin causar un excesi­vo engrasamiento post-parto.

~ Bibliografia

Existe una bibliografia dcl presente artícu­lo que por cuestión de espacio no incluimos, estando a disposición de aquellos lectores que nos la soliciten.

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